CON INSTRUMENTOS ORIGINALES Violines Alexis Aguado Peter Biely Marc Paquin Annika Berscheid Atsuko Neriishi Andreas Theinert Violas Hanna Nisonen Mónica López I Arcangelo CORELLI (1653-1713) Concerto grosso en Re mayor, op. 6 núm. 1 OCGPATROCINADORES Colaboradores principales Antonio VIVALDI (1678-1741) Concierto para cuerdas y bajo continuo en Do mayor, RV 114 Contrabajo Günter Vogl Antonio VIVALDI Archilaúd Juan Carlos de Mulder 11’ Largo – Allegro Largo – Allegro Largo - Allegro Allegro Violoncello Kathleen Balfe Gerencia Alicia Pire Méndez de Andés 6’ Colaboradores + Concierto para dos violines, cuerdas y bajo continuo en Sol menor, RV 517 10’ Allegro Andante Allegro Antonio VIVALDI Concierto para cuerdas y bajo continuo en La mayor, RV 158 6’ Allegro molto Andante molto Allegro II Auditorio Manuel de Falla Paseo de los Mártires s/n 18009 - Granada Tel. 958 22 00 22 Fax: 958 22 23 22 [email protected] www.orquestaciudadgranada.es Antonio VIVALDI Concierto para fagot, cuerdas y bajo continuo en La menor, RV 498 10’ Allegro (ma molto moderato) Larghetto Allegro TAQUILLA Redentradas Ancha de la Virgen, 27 Antonio VIVALDI Concierto para cuerdas y bajo continuo en Sol menor, RV 152 www.redentradas.com 6’ Colaboradores Allegro molto Andante molto Allegro molto venta telefónica 958 108 181 Información y atención al público 958 22 11 44 [email protected] Arcangelo CORELLI Y una hora antes de cada concierto en la Taquilla del Auditorio Manuel de Falla si hubiera disponibles. Consultar otros puntos de venta en: www.orquestaciudadgranada.es www.redentradas.com CONCERTI ITALIANI: VENECIA Y ROMA (con instrumentos originales) Allegro Adagio Ciaccona Clave* Darío Moreno ORQUESTA CIUDAD DE GRANADA Auditorio Manuel de Falla VIERNES 2 octubre 2015, 20:30 h ABONO B 2 (Conciertos de Otoño) Concerto grosso en Re mayor, op. 6 núm. 4 * Clave de doble teclado fabricado por Willard Martin en Pennsylvania en 1982, basado en el construido por Blanchet (París, s. XVIII). Donación de Rafael Puyana al Archivo Manuel de Falla. Adagio – Allegro Adagio – Vivace Allegro Peter Biely violín barroco Joaquín Osca fagot barroco ALEXIS AGUADO violín barroco y director 9’ Y la colaboración de Asociación Amigos de la OCG Escuela Arte Granada Escuela de Teatro Remiendo Azafatas Alhambra RNE-Radio Clásica Acosta CM, colaborador RRSS Alfonso Aguilar García Mudanzas Cañadas (transportista oficial) Bodegas Pago de Almaraes Sara Romero Ortega (Diseño Gráfico) Concerti italiani: Venecia y Roma Roma y Venecia eran en el periodo Barroco los respectivos centros de Estados independientes en Italia. Ambos se habían desarrollado durante la época del Renacimiento y habían adquirido la costumbre de competir no solo en el terreno político, sino en el artístico. Se disputaban los mejores pintores, escultores, arquitectos y, por supuesto, músicos. Pese a que el género más popular en la época era la ópera, a partir de la segunda mitad del siglo XVII y durante el siglo siguiente la música instrumental cobró un nuevo protagonismo, desconocido hasta entonces. Si Corelli escribió sus conciertos imitando la sonata a trío, Vivaldi escribe normalmente con un esquema llamado forma ritornello. Hereda parte del esquema del concierto de Torelli, que copiaba al aria da capo, pero evolucionado. Los ritornellos son unidades pequeñas que repiten la orquesta y el solista, variándolas, y que sirven de puntos de apoyo de la armonía. Se alternan con episodios virtuosos del solista y ayudan a la estructura de la obra. Este esquema permitía a Vivaldi aportar frescura en la melodía y brío en el ritmo, de manera que sus conciertos se han convertido en favoritos de todos los tiempos. A finales del siglo XVII se empezó a distinguir en el mundo musical entre dos géneros de música instrumental: la música de cámara, con un instrumento por cada línea melódica y la música orquestal, con varios instrumentos por voz. Esta innovación, que comenzó con un conjunto de cuerda creado por Luis XIII en Francia, se propagó rápidamente por Italia. Las características del género orquestal fueron tomadas en un principio del género de la sonata a trío, pero rápidamente se independizaron y adquirieron un lenguaje propio. Dos de los grandes innovadores en el concerto fueron Arcangelo Corelli y Antonio Vivaldi. Pero ¿cómo aplicar este esquema a conciertos sin solista? Vivaldi escribió unos sesenta conciertos sin ningún instrumento a solo, conocidos hoy como conciertos ripieno, aunque él los llamara simplemente conciertos o sinfonías. De este género escucharemos hoy tres: el RV 114 en Do, el RV 158 en La y el RV 152, en Sol. Comparten muchas características, siendo la más destacada de ellas la brevedad. Corelli, que había estudiado en Bolonia, era uno de los compositores más importantes de su tiempo y también uno de los mejor pagados. A su muerte dejó una fortuna a sus herederos, y poseyó una colección de violines de la mejor calidad, su único vicio conocido. Su cómoda vida se debía a su condición de protegido de la aristocracia. Había interpretado sus obras ante personajes tales como la reina Cristina de Suecia y el cardenal Ottoboni. Su trabajo no cayó en el olvido tras su muerte, y compositores como Johann Sebastian Bach estudiaron sus composiciones en busca de inspiración. Las obras que escucharemos de este maestro afincado en Roma, pertenecientes a su opus 6, abren y cierran el programa. Puesto que las orquestas romanas estaban habitualmente divididas entre concertino (dos violines protagonistas) y ripieno (el resto de la masa orquestal), el género preferido de los compositores romanos era el concerto grosso, caracterizado por su semejanza a una sonata a trío, dividido en pasajes a solo y tutti, con el objetivo de añadir variedad. Estos dos conciertos no son una excepción. El op. 6 de Corelli, compuesto hacia 1680, apareció en 1714, en una edición revisada dedicada al elector palatino Johann Wilhelm. Antes no habían sido publicados en conjunto, aunque algunos sí habían sido ejecutados cuando se compusieron. Los dos que escucharemos están en Re mayor, constando el primero de seis movimientos y el segundo, de cuatro. La orquestación de ambos es idéntica (no en vano son conciertos de la misma serie), con un concertino de dos violines y un ripieno con violines primeros, segundos, viola y bajo. Estos conciertos estaban escritos en el estilo de chiesa (de iglesia) y podían sustituir a partes de la misa que tenían música. Oscilan entre la antigua polifonía y el nuevo método de composición homofónico. Son obras que se hicieron muy populares tras su estreno y que no solo fueron interpretadas en Italia, sino que alcanzaron también éxito en las salas de concierto de Londres. Sin embargo, no es su forma, harto conocida, lo que les dio su popularidad, sino su estilo fresco y lleno de contrastes. Existen también contrastes entre la vida de Corelli y la de Vivaldi. Corelli fue un músico que se dedicó exclusivamente a la composición instrumental. Vivaldi, aunque hoy sea recordado más como compositor para el violín, escribió numerosísimas obras para la voz. Corelli fue un profano, y Vivaldi fue ordenado sacerdote. Mientras que Corelli fue un protegido de la aristocracia, Vivaldi trabajó gran parte de su vida en una institución, el Hospital de la Piedad, dedicada a la educación de niñas sin recursos. Y para acabar, Corelli murió rico y Vivaldi, en la más absoluta miseria. La siguiente es la variedad. Para continuar con su esquema de ritornellos, Vivaldi trata a diversas secciones como instrumentos solistas, aplicándoles material motívico diferente y alternándolas, de manera que el oyente jamás encuentra el aburrimiento. Pese a ser piezas cortas tienen mucho interés, tanto melódico como armónico. El concierto RV 114 basa su inteligente segundo movimiento en una danza española, la chacona, que está estructurada en un simple motivo descendente. También es especialmente memorable el tercer movimiento del concierto RV 158, que alterna largas y rapidísimas escalas ascendentes con saltos al registro grave en síncopas. Los otros dos conciertos son conciertos con solista. El RV 517, para dos violines y orquesta, es un clásico del instrumento y un concierto muy interpretado en todo el mundo. Está escrito en tres movimientos que siguen el esquema rápido-lento-rápido típico de estas obras y que se perpetúa hasta hoy en día. El primer movimiento está marcado por un tema de carácter anacrúsico que ejecutan todos los violines al unísono, sin acompañamiento de más instrumentos. Los episodios solistas se caracterizan por un virtuosismo parecido al de Tartini, con unos trinos endiablados. El segundo movimiento comienza con un tema lento que pasa de un violín a otro, y que vuelve tras unas progresiones ascendentes. Es muy breve. El último movimiento es de carácter polifónico, demostrando la habilidad de Vivaldi de componer en varios estilos. Tiene un primer tema muy severo que da paso a pasajes dialogantes de los violines. El más interesante de ellos aparece cuando ambos solistas simulan una polifonía en cada instrumento, alternando trinos con notas pertenecientes a una melodía. Sorprendentemente, el segundo instrumento para el que Vivaldi compone conciertos solistas es el fagot, solo por detrás del violín. Existen nada menos que 39 conciertos para este instrumento, marcados por un profundo entendimiento del lenguaje del fagot y un gran aprovechamiento de sus posibilidades. Este concierto, el RV 498, es particularmente interesante por la parquedad del tratamiento rítmico que hace Vivaldi en los temas. Los dos primeros movimientos están dominados por una sucesión de notas idénticas rítmicamente, ora punteadas, ora ligadas, que se ven sucedidos por pasajes con mayor variedad. Esta sencillez, sin embargo, le da a la obra un carácter inesperado que contrasta con lo escuchado hasta ahora. El tercer movimiento se aleja de este motivo rítmico y constituye un momento más típico del compositor, con una parte del fagot totalmente virtuosa. En definitiva, este programa enfrenta los estilos de dos ciudades, Roma y Venecia, y dos compositores, Corelli y Vivaldi, dándoles argumentos suficientes a todos. No hace falta decidirse por uno u otro, solo disfrutar. Miguel Calleja Rodríguez PETER BIELY Peter Biely, nacido en 1969 en Checoslovaquia, estudió violín moderno y violín barroco en Bratislava, Viena y en la Universidad de Yale (Estados Unidos). Entre sus profesores destacan Sidney Harth y Alexander Arenkow, como también Albin Vrtel, Bretislav Novotny y Jaap Schroder. También ha recibido clases magistrales del legendario violinista Joseph Gingold, y junto a los cuartetos de cuerda Guarneri y Julliard. Se dedica especialmente a la música de cámara y ha obtenido varios premios internacionales en esta especialización. Estudió 4 años con el Tokyo String Quartett (EEUU). Como solista de segundos violines de la aclamada Capella Istropolitana ha dado conciertos por todos los continentes. Desde 2003 es ayuda de concertino de la Orquesta Ciudad de Granada, junto a la que se ha presentado en numerosas ocasiones como solista o director-concertino. JOAQUÍN OSCA PONS Nacido en Guadassuar (Valencia), inicia sus estudios de música en la Escolanía de Valencia, continuando en el Conservatorio Superior de Música de esta misma ciudad con el profesor José Enguídanos. Posteriormente amplia sus estudios en Schaffhausen (Suiza) con Janos Meszaros y Stuttgart (Alemania) con el maestro Sergio Azzolini. Entre las diversas orquestas con las que ha actuado destacan la JONDE, Orquesta Ciudad de Barcelona, Orquesta Sinfónica de Tenerife, Orquesta de Palma de Mallorca, Orquesta de la Comunidad Valenciana y la Orquesta Municipal de Valencia. En el campo de la música antigua ha sido fundador del grupo “Los Extravagantes”, y colaborado con diversos grupos de música antigua como Música Ficta, Victoria Musicae, Orquesta Barroca de Granada, Ars Música, Capella Mediterránea, Taller Barroco Hemiolia, Vespres d’Arnadí, Harmonia del Parnás, Academia del Piacere y Orquesta Barroca “La Dispersione”. Actualmente forma parte del grupo “La Tricotea”, mezcla de instrumentos antiguos y modernos. Ha sido profesor de fagot del Conservatorio Superior “Victoria Eugenia” de Granada y colaborado en las tareas pedagógicas de la Orquesta Joven de Andalucía y la Joven Orquesta Nacional de Cataluña. ALEXIS AGUADO Nacido en La Habana (Cuba), inicia sus estudios musicales en el Conservatorio Manuel Saumell con la profesora María Verdecia y posteriormente con Carmen Luisa Blanco. Cursando allí sus estudios fue ganador del Concurso Nacional “Amadeo Roldán” y más tarde con el Trío Ignacio Cervantes del Concurso UNEAC (Unión de Escritores y Artistas de Cuba). En 1995 se establece en Holanda, donde prosigue sus estudios en el Real Conservatorio de La Haya con la profesora Theodora Geraets. Ha recibido clases de prestigiosos maestros como Hermann Krebbers, Gyorgy Kurtag, Kees Hulsman y Erich Höbarth. Entre las orquestas con las que ha trabajado figuran la Joven Orquesta Mundial, la Rotterdams Philarmonisch Orkest y la Orquesta de Cámara Illa de Mallorca. Desde el año 2001 es miembro de la Orquesta Ciudad de Granada, donde ejerce como solista de segundos violines. Actualmente, con el violín barroco, colabora frecuentemente como concertino con la Orquesta Barroca de Sevilla, Al Ayre Español, La Tempestad y Os Músicos do Tejo. Es miembro de los grupos barrocos Mensa Harmonica y Musica Boscareccia.