Introducción 1. El propósito de esta Norma Internacional de Auditoría (NIA) es establecer reglas y suministrar criterios sobre la responsabilidad del auditor en la auditoría de los estados financieros en relación con la correcta aplicación de la hipótesis de empresa en funcionamiento como base para la confección de tales estados. 2. Al planificar y al aplicar procedimientos de auditoría y al evaluar sus resultados, el auditor debe tener en cuenta si ha sido adecuadamente aplicada la hipótesis de empresa en funcionamiento, subyacente en la preparación de los estados financieros. 3. La opinión del auditor ayuda a establecer la credibilidad de los estados financieros. Sin embargo el informe de auditoría no es una garantía sobre la viabilidad futura de la entidad. 4. En ausencia de información en contrario, en la elaboración de los estados financieros se presume la continuidad de la explotación en un futuro razonable que no excede de un año después del cierre. De acuerdo con ello, los activos se registran sobre la base de que la entidad podrá realizarlos, y las obligaciones, sobre la base de que podrán ser satisfechas, en el curso normal de la explotación. Si tal presunción es injustificada, la entidad puede no ser capaz de realizar sus activos por las cantidades registradas y además pueden darse cambios en las cuantías y fechas de vencimiento de las deudas. Como consecuencia de todo ello, las cuantías y clasificación de activos y deudas pueden requerir de ajustes en los estados financieros. Correcta aplicación de la hipótesis de empresa en funcionamiento 5. El auditor debe evaluar el riesgo de que la hipótesis de empresa en funcionamiento no resulte aplicable. 6. Los indicadores de la existencia de riesgo de que la hipótesis de empresa en funcionamiento pueda ser cuestionada pueden provenir de los estados financieros o de otras fuentes. En la lista que figura a continuación se incluyen ejemplos de indicadores que deben ser tenidos en cuenta por el auditor. Esta lista no es exhaustiva ni pretende que la aparición de uno o más indicadores signifique siempre que la hipótesis de gestión continuada deba ser puesta en duda. Indicadores financieros - Posición de endeudamiento neto, ya sea en las partidas circulantes o en la situación financiera general. - Préstamos con pla zos de reembolso próximos, sin perspectivas realistas de novación o devolución, o bien excesivo recurso a los préstamos a corto plazo para financiar activos inmovilizados. - Ratios financieros clave desfavorables. - Pérdidas sustanciales en la explotación. - Atraso o discontinuidad de los dividendos. - Imposibilidad de pagar a los acreedores al vencimiento de los créditos. - Dificultad para cumplir las condiciones acordadas en los préstamos. - Paso de comprar a crédito a comprar al contado a los proveedores. - Imposibilidad de obtener financiación para el desarrollo de un nuevo producto necesario o para otras inversiones igualmente necesarias. Indicadores de actividad - Pérdida de administradores clave que no han sido sustituidos. - Pérdida de mercados, concesiones, licencias o proveedores importantes. - Dificultades laborales o falta de suministros importantes. Otros indicadores - Incumplimiento de normas sobre el capital u otras disposiciones legales. - Procesos legales pendientes contra la entidad susceptibles, si progresan, de ocasionar sentencias desfavorables que la entidad no pueda cumplir. - Cambios en la política legislativa o gubernamental. 7. Con frecuencia la significación de los anteriores indicadores puede ser mitigada por otros factores. Por ejemplo, el hecho de que la entidad no pueda atender a los reembolsos de las deudas puede quedar mitigado por la existencia de planes de la dirección para mantener los medios líquidos adecuados mediante procedimientos alternativ os, tales como la venta de activos, renegociación de préstamos u obtención de capital adicional. De forma similar, la pérdida de un proveedor importante puede quedar mitigada por la disponibilidad de una fuente alternativa de suministro. Evidencia de auditoría 8. Cuando aparezca una duda sobre la correcta aplicación de la hipótesis de empresa en funcionamiento, el auditor debe obtener la evidencia adecuada y suficiente para intentar resolver, de manera satisfactoria, la cuestión relativa a la capacidad de la entidad para continuar sus operaciones en un futuro razonable. 9. En el transcurso de la auditoría, el auditor aplica procedimientos diseñados con el fin de obtener la evidencia de auditoría apropiada para basar en ella la expresión de su opinión respecto a los estados financieros. Cuando aparece alguna duda relativa a la hipótesis de empresa en funcionamiento, algunos de estos procedimientos pueden adquirir una significación especial, o puede ser necesario aplicar procedimientos adicionales, o actualizar la información obtenida con anterioridad. Entre los procedimientos que son relevantes en relación con lo anterior cabe incluir: - Analizar y discutir con la dirección las previsiones de flujos de tesorería, resultados y otras magnitudes relevantes. - Revisar los hechos posteriores a la fecha de cierre del balance para las partidas que afectan a la posibilidad de que la entidad permanezca en régimen de empresa en funcionamiento. - Analizar y discutir los últimos estados financieros intermedios disponibles de la entidad. - Revisar las cláusulas de los contratos de préstamos y empréstitos y determinar si alguna de ellas ha sido incumplida. - Leer las actas de las juntas de accionistas, consejos de administración y otros comités importantes, para ver si contienen referencias a dificultades financieras. - Solicitar información a los asesores jurídicos de la entidad sobre litigios y reclamaciones. - Confirmar la existencia, legalidad y vigencia de los acuerdos para suministrar o mantener apoyo financiero, concertados con terceros, y evaluar su capacidad financiera para suministrar fondos adicionales. - Evaluar la posición de la entidad respecto a los pedidos de clientes no cumplimentados. 10. Al analizar las previsiones de flujos de tesorería, resultados y otras magnitudes significativas, el auditor debe evaluar la fiabilidad del sistema utilizado por la entidad para generar tal información. También debe considerar si las hipótesis más significativas manejadas en las previsiones parecen adecuadas a las circunstancias. Además, debe comparar los datos prospectivos de los ejercicios inmediatamente anteriores con las cifras históricas de los mismos, así como los datos previstos para el período corriente con la realidad de lo acaecido hasta la fecha. 11. El auditor también debe evaluar y discutir con la dirección sus planes de actuación futura, tales como los de liquidar activos, tomar préstamos o reestructurar deudas, reducir o retrasar gastos o incrementar capital. La relevancia para el auditor de tales planes normalmente se reduce a medida que aumenta el tiempo necesario para realizar las acciones planeadas y para que ocurran los sucesos previstos. Normalmente, debe ponerse especial énfasis sobre los planes que puedan tener efecto significativo en la solvencia de la entidad en un futuro previsible. El auditor debe obtener evidencia de auditoría, suficiente y adecuada, de que tales planes son factibles, tienen posibilidad de aplicarse y de que los resultados de los mismos mejorarán la situación. El auditor debe normalmente obtener manifestaciones escritas de la dirección en relación con tales planes. Conclusiones e informe de auditoría 12. Una vez aplicados los procedimientos que haya estimado oportunos, después de haber obtenido toda la información necesaria, y tras evaluar el efecto de los planes de la dirección y de otros factores mitigantes, el auditor debe decidir si han sido satisfactoriamente resueltas las dudas surgidas respecto a la hipótesis de empresa en funcionamiento. Si la aplicación de la hipótesis de empresa en funcionamiento se considera adecuada 13. Si, a criterio del auditor, se ha obtenido evidencia de auditoría, suficiente y adecuada, para apoyar la hipótesis de empresa en funcionamiento, debe expresar una opinión sin salvedades. 14. Si, a juicio del auditor, los factores mitigantes hacen viable la hipótesis de empresa en funcionamiento, especialmente por lo que respecta a los planes de acción futura de la dirección, debe evaluar si debe suministrarse información en los estados financieros sobre tales planes o sobre otros factores mitigantes. En caso de que no se ofrezca la información necesaria, el auditor debe emitir un informe con salvedades, o emitir una opinión adversa, según considere oportuno. Si existen dudas no resueltas sobre la hipótesis de empresa en funcionamiento. 15. Si el auditor estima que la aplicación a la entidad de la hipótesis de empresa en funcionamiento suscita algunos interrogantes, no resueltos en su totalidad, debe evaluar si los estados financieros: a) ponen adecuadamente de manifiesto las principales circunstancias de las que surge la duda sustancial sobre la capacidad de la entidad para continuar sus operaciones en un futuro previsible; b) indican que existen dudas significativas de que la entidad pueda continuar bajo la hipótesis de empresa en funcionamiento y, en consecuencia, de que puede resultar incapaz de convertir sus activos y hacer frente a sus pasivos en el curso normal de su actividad; c) indican que los estados financieros no incluyen ningún ajuste relativo a la reconversión y clasificación de los activos o de los pasivos que hubieran podido resultar necesarias si la entidad no pudiera continuar sus actividades bajo la hipótesis de empresa en funcionamiento. En la medida en que la información se considere adecuada, el auditor puede no emitir una opinión con salvedades o adversa. 16. Si la información al respecto resulta adecuada, el auditor normalmente formulará una opinión sin salvedades, pero debe añadir un párrafo de énfasis que ponga de manifiesto los problemas relativos a la hipótesis de empresa en funcionamiento, llamando la atención sobre la nota de la memoria en la que se comenten las cuestiones indicadas en el párrafo 15. A continuación se incluye un ejemplo del indicado párrafo: "Sin emitir una opinión con salvedades, llamamos la atención de la Nota núm. X de la memoria. La Empresa ha incurrido en unas pérdidas netas de XXX durante el ejercicio cerrado el 31 de diciembre de XXXX, a la vez que, a la indic ada fecha, los pasivos circulantes son superiores a los activos circulantes por un importe de XXX. Tales factores, junto con otras cuestiones puestas de manifiesto en la indicada Nota núm. X ocasionan dudas sustanciales sobre la posibilidad de la Empresa de continuar aplicando la hipótesis de empresa en funcionamiento". Todo ello no excluye que el auditor deniegue su opinión en el caso de incertidumbres relacionadas con la hipótesis de empresa en funcionamiento. 17. Si no ha sido incluida en los estados financieros la información adecuada, el auditor debe de emitir una opinión con salvedades o adversa, según considere adecuado. A continuación se incluye un ejemplo de párrafos de explicación y de opinión cuando se formula una opinión con salvedades: "La Empresa no ha podido renegociar sus prestamos bancarios. En ausencia de tal apoyo financiero, existen dudas importantes de que pueda continuar sus actividades. En consecuencia, pueden ser necesarios ajustes en el registro de las cantidades y en la clasificación de activos y pasivos. Los estados financieros (y la memoria incluida en los mismos) no ponen de manifiesto estos hechos. En nuestra opinión, excepto por la omisión de la información indicada en el párrafo anterior, los estados financieros suministran una imagen fiel de (o presentan adecuadamente, en todos los aspectos significativos) la situación financiera de la Empresa a 31 de diciembre de XXXX y los resultados de sus operaciones y los movimientos de tesorería para el año que finaliza en dicha fecha, de acuerdo con..." Hipótesis de empresa en funcionamiento no considerada adecuada 18. Si, con apoyo en los procedimientos adicionales aplicados y en la información obtenida, incluido el efecto de las circunstancias mitigantes, el auditor estima que la entidad no podrá continuar sus operaciones en un futuro razonable, debe concluir que es inadecuada la hipótesis de empresa en funcionamiento utilizada en la preparación de los estados financieros. Si el resultado de la incorrecta aplicación de la hipótesis de empresa en funcionamiento utilizada en la elaboración de los estados financieros es suficientemente significativa como para que tales estados sean incorrectos, el auditor debe formular una opinión negativa. Opinión del Comité del Sector Público 1. La adecuación de la hipótesis de empresa en funcionamiento normalmente no se pone en duda cuando se auditan entidades gubernamentales u otras instituciones del Sector Público cuya financiación está asegurada por el Gobierno. Sin embargo, cuando ello no ocurra o cuando tal garantía pueda ser retirada y, con ello, pueda ponerse en peligro la existencia de la entidad, resultan de utilidad los criterios suministrados por esta NIA. 2. Incluso cuando no se ponga en duda la continuidad de una entidad del Sector Público, normalmente se espera que el auditor suministre una evaluación de la situación financiera de la entidad auditada, en términos de su capacidad para satisfacer sus compromisos y las posibles demandas futuras.