1 CUADRANTEPHI No. 22 Enero - junio de 2011, Bogotá, Colombia Objetos simples (Simple Objects) Fernando Arancibia Collao Licenciatura y Pedagogía en Filosofía Pontificia Universidad Católica de Valparaíso Valparaíso [email protected] Resumen Este ensayo discutirá si acaso el carácter simple de un objeto (esto es, el hecho de que tal objeto no tiene partes propias) constituye un hecho primitivo, o bien es un hecho respecto del cual puede darse alguna explicación. En nuestro trabajo haremos una revisión general de los distintos criterios que se han dado para proveer de una explicación al carácter simple de los objetos, los que han sido presentados y revisados por Kris McDaniel en su trabajo titulado “Brutal Simples” y publicado en el Oxford Studies in Metaphysics, Vol. 3 (2007). Entre los criterios señalados por McDaniel que pueden darse para explicar la simplicidad de un objeto están aquellos basados en consideraciones: a) espaciales; b) de indivisibilidad; c) fundamentales. Se presentará brevemente cada uno de estos criterios y los argumentos por los cuales son desechados por este autor. Luego de esto, daremos ciertos principios de metafísica de propiedades 2 CUADRANTEPHI No. 22 Enero - junio de 2011, Bogotá, Colombia realista de modo de salvar a los criterios fundamentales de las críticas de McDaniel, redefiniendo el espacio ontológico modal mediante formas no mereológicas. Palabras clave: Metafísica, mereología, objeto simple, McDaniel, propiedad. Abstract This essay will discuss if the simple character of an object (this is, the fact of that object of not having proper parts) constitutes a primitive fact, or it is a fact respect of which one can give some explanation. In this work I will do a general review of the different criteria that have been given to provide an explanation to the simple character of the objects, which have been presented by Kris McDaniel in his work "Brutal Simples" and published in the Oxford Studies in Metaphysics, Vol. 3 (2007). McDaniel distinguished three types of criteria: a) spatial; b) of indivisibility; c) fundamental. It will be presented briefly each of these criteria and the arguments for which they are rejected by this author. Then, I will give some principles of realist conception of metaphysics of properties as a way to save the fundamental criteria from the critics of McDaniel, redefining the ontological modal space by non mereological forms. Keywords: metaphysics, mereology, simple object, McDaniel, property. Introducción El problema de los simples mereológicos se enmarca dentro del estudio de la mereología, que es la teoría acerca de la relación entre las partes físicas de los objetos, ya sea en consideración a la relación parte-todo, o bien la relación parte-parte. El estudio de la mereología puede remontarse históricamente a los inicios de la filosofía, continuando posteriormente en autores medievales y modernos1. No obstante, el 1 A lo largo de la historia de la filosofía encontramos un desarrollo incipiente de la mereología en Platón (en sus diálogos Parménides y Teeteto), en Aristóteles (de modo especial en la Metafísica), y en Boecio. En la escolástica podemos ver también mereología en autores como Pedro Abelardo y Tomás de Aquino. Autores como Leibniz y Kant también tratan problemas mereológicos en sus escritos filosóficos. Cf. Stanford Encyclopedia of Philosophy: http://plato.stanford.edu 3 CUADRANTEPHI No. 22 Enero - junio de 2011, Bogotá, Colombia desarrollo sistemático de esta área de la filosofía viene de la mano de Stanisław Leśniewski (1992), autor polaco, y de los autores norteamericanos Nelson Goodman y Henry Leonard (1940). La mereología se enmarca dentro del estudio de la metafísica contemporánea de tradición analítica y se ha desarrollado de la mano de autores como Lewis (1991), Sider (2007) y Simons (1987), entre otros. 1. El problema de los objetos simples El problema de los objetos simples puede definirse del siguiente modo: bajo qué circunstancias un objeto material es simple. El esquema de la respuesta es el siguiente: (1) Necesariamente, x es un objeto simple si y sólo si ___. El lado derecho del bicondicional debe ser respondido a partir de un criterio sustantivo, esto es, no mereológico. Cuando se habla de un criterio no mereológico, nos estamos refiriendo a una respuesta o argumento que no utilice nociones mereológicas, sino que sea anterior a ellas. La simplicidad es un estatus ontológico básico que, desde el punto de vista mereológico, es primitivo. Dar una respuesta mereológica a la simplicidad, es caer en el vicio de la circularidad. No sería por tanto, válida una respuesta mereológica. ¿Por qué el problema de los objetos simples es importante? Como señala Kris McDaniel: “[p]rimero, los asuntos que involucran la naturaleza de la simplicidad no son independientes de otras preocupaciones en la metafísica de los objetos materiales. Los rompecabezas filosóficos que involucran la constitución material [de los objetos] han recibido una atención merecida de parte de filósofos contemporáneos” (McDaniel, 2007, p. 234). Como por ejemplo, preguntas de metafísica de los objetos materiales tan importantes como si acaso la realidad posee un grado de complejidad infinito, o bien existen objetos simples que son la última cadena en la composición material de todos los otros objetos. Estas preguntas son relevantes en el desarrollo de la metafísica analítica de las últimas décadas. Autores relevantes como Peter van Inwagen (1990), Dan Zimmerman (1997) y Theodore Sider (1993), entre otros, han tratado estos temas. 4 CUADRANTEPHI No. 22 Enero - junio de 2011, Bogotá, Colombia Del mismo modo, una respuesta no mereológica al problema nos puede ayudar a responder estas otras preguntas concomitantes a partir de criterios fundamentales. Estos criterios fundamentales nos pueden servir para vincular el estudio de la metafísica de los objetos materiales con otras áreas del desarrollo de la metafísica, tales como el estudio de las propiedades, el problema de la individuación o cuestiones sobre metafísica del tiempo. ¿Qué criterios se han presentado para afirmar la naturaleza de un objeto simple? Kris McDaniel ha presentado una serie de argumentos para refutar todo tipo de respuestas no mereológicas al problema de los objetos simples. Él afirma que no existen tales respuestas a este problema, posición que denomina “la visión de simples brutos” (The Brutal Simples view). La simplicidad, en este sentido, sería un hecho primitivo (bruto). A continuación, haremos una breve caracterización de estas formas de solución al problema de los objetos simples. 2. Soluciones al problema de los objetos simples Las siguientes soluciones, y sus refutaciones, corresponden a la caracterización hecha por McDaniel. El argumento que atraviesa todo el artículo de McDaniel es que estas teorías acuden a nociones mereológicas, y por tanto, son circulares. Nuestra postura es una versión modificada de las teorías que McDaniel llama “de explicación fundamental” (Fundamentally account) por aludir a un cierto tipo de propiedad o hecho fundamental que daría al objeto simple su carácter. Dentro de las teorías de explicación fundamental encontramos dos: (i) la que alude a una propiedad fundamental (The instance of a fundamental property view of simples) y (ii) la que alude a un objeto material que puede reputarse como articulador de todo otro objeto material (The independence view of simples). Junto con estas teorías, hay otro grupo de teorías que apelan a criterios (i) espaciales y (ii) de indivisibilidad2. 2 McDaniel toma estas denominaciones de Markosian, (Mc Daniel, 2007) 5 CUADRANTEPHI No. 22 Enero - junio de 2011, Bogotá, Colombia 2.1 Criterios espaciales de simplicidad Dentro de los criterios espaciales de simplicidad podemos encontrar dos (i) el criterio puntual (Pointy view) y (ii) el criterio de máxima continuidad (Maximally continuous view). El primero de ellos sostiene que (2) un objeto x es simple si y solo si es un objeto puntual3. El criterio de máxima continuidad sostiene, por su parte, que (3) un objeto x es simple si y solo si es un objeto máximamente continuo. Un objeto puntual es aquél que tiene un tamaño suficientemente pequeño como para no tener partes propias. Este criterio señala que si un objeto es simple, entonces es puntual. Por su parte, un objeto máximamente continuo es aquél que ocupa exactamente una cierta región espacial continua. El criterio puntual no nos permite establecer un criterio sustantivo, ya que es circular; pues un objeto simple se define como puntual y un objeto puntual se define como simple. Por su parte, el criterio de máxima continuidad nos podría dar una respuesta al problema de los objetos simples. ¿Cómo es un objeto máximamente continuo? Es aquél que cumple los siguientes requisitos: (i) ocupa exactamente una región espacial continua (R); (ii) R está completamente llena de materia; (iii) R no puede ser parte de otra región espacial continua mayor que contenga materia (Cf. McDaniel, 2007, p.239). Ahora bien, la circularidad del criterio puntual de por sí elimina esta opción para solucionar el problema de los objetos simples, pues hay otra razón de carácter 3 Traduzco “point-sized” como “puntual”. 6 CUADRANTEPHI No. 22 Enero - junio de 2011, Bogotá, Colombia sustancial, que nos obliga a rechazar ambos criterios. Esta razón corresponde al hecho de que puede concebirse la existencia de objetos, ora puntales, ora máximamente continuos, que pueden estar co-localizados. Esto es, que una misma región del espacio pueda estar ocupada por dos objetos (Cf. McDaniel, 2007, pp.239 y ss.). No se trata que la co-localización de dos objetos sea meramente concebible. Existe un debate en física en torno a una cierta partícula fundamental llamada bosón, y una de sus características, la que nos interesa, consiste en que puede estar posicionada en una misma coordenada espaciotemporal y no diferir en ninguna propiedad (Cf. McDaniel, 2007, p. 239). No estamos afirmando que los bosones sean objetos metafísicamente actuales4, sino más bien afirmar que la existencia de objetos co-localizados (como los bosones) cumple un rol interpretativo importante en la ciencia física. En este sentido, es razonable pensar en la existencia de objetos co-localizados como objetos actuales. Si esto es así, (3) debe ser falso., ya que es inconsistente con el requisito (iii) de los objetos máximamente continuos, y (2) es inconsistente con la sola idea de co-localización. 2.2 Criterios de simplicidad basados en indivisibilidad La idea subyacente a todo criterio de simplicidad basado en indivisibilidad supone la existencia de ciertas partes propias de los objetos que no pueden ser divididas, y por tanto, estas partes propias no tendrían, a su vez, partes propias. McDaniel, citando a Markosian (McDaniel, 2007, p. 254), distingue dos tipos de criterios basados en la indivisibilidad: (i) aquél basado en la indivisibilidad física (Physically indivisible view) y (ii) aquél basado en la indivisibilidad metafísica (“Metaphysically indivisible view”). El criterio de la indivisibilidad física es aquél que sostiene que (4) un objeto x es simple si y sólo si no es posible de dividir físicamente a x. 4 Cuando se habla de un objeto metafísicamente actual, estamos hablando de objetos que efectivamente existen en nuestro mundo. Esto es opuesto a la existencia de objetos posibles, los cuales pueden existir (como habitantes de nuestro mundo, o bien no. Para estas nociones modales en metafísica véase Kripke, 1980. 7 CUADRANTEPHI No. 22 Enero - junio de 2011, Bogotá, Colombia Por su parte, el criterio de la indivisibilidad metafísica es aquél que sostiene que (5) un objeto x es simple si y sólo si no es posible de dividir metafísicamente a x sin cambiar las propiedades intrínsecas de x. La razón para rechazar (4) es que la divisibilidad física parece ser una propiedad extrínseca: “[u]n objeto puede ser físicamente indivisible en un mundo w y aún así ser físicamente divisible en un mundo con distintas leyes naturales. Aún así, ese objeto puede tener la misma naturaleza intrínseca en ambos mundos” (McDaniel, 2007, p. 258). Esto es un problema porque la simplicidad no es una propiedad extrínseca, sino intrínseca. Una propiedad intrínseca es aquella que no difiere entre duplicados 5. ¿Por qué la simplicidad es una propiedad intrínseca? Si x y z son duplicados y z es simple, entonces, x también lo es. Las propiedades de x son necesariamente coextensivas a las de z. Si una propiedad P de x es intrínseca, entonces es coextensiva a sus duplicados. Por tanto, P es intrínseca en z también. Y dado que la indivisibilidad es una propiedad extrínseca (porque puede variar en los distintos mundos posibles) y la simplicidad es intrínseca, porque no varía entre duplicados, entonces la simplicidad no puede entenderse como indivisibilidad, y (4) es falsa. Por su parte, la razón que da McDaniel para rechazar (5) es la misma que dará para rechazar el „criterio de independencia‟ (The independence view of simples), en la medida que considera una propiedad intrínseca en la definición. Estas propiedades son vistas como clase de objetos posibles, en la que la pertenencia a esta clase está dada por una suma mereológica. Así, se está cayendo en una circularidad, al explicar una noción mereológica mediante otras nociones mereológicas. Esto será explicado en los apartados tres y cuatro del presente trabajo. Este argumento atraviesa todo el trabajo de McDaniel y es utilizado para rechazar los criterios (4) al (8). 5 Para una mayor profundización de estos conceptos, Cf. Lewis (1986, 1997) 8 CUADRANTEPHI No. 22 Enero - junio de 2011, Bogotá, Colombia 2.3 Criterios de simplicidad basados en consideraciones fundamentales Los otros criterios que McDaniel refuta son aquellos que fundan la simplicidad en consideraciones de carácter fundamental. Estos criterios son: (i) el que alude a una propiedad fundamental (“The instance of a fundamental property view of simples”) y (ii) el que alude a un objeto material que puede reputarse como articulador de todo otro objeto material (The Independence View of Simples”). El primero de ellos puede definirse como sigue: (6) un objeto x es simple si y sólo si instancia una propiedad perfectamente natural. El segundo de estos criterios puede definirse como sigue: (7) un objeto x es simple si y sólo si es metafísicamente posible que x sea el único objeto material que exista. A continuación veremos de qué modo es posible plantear una versión modificada del criterio (7), de modo que se puedan salvar las consideraciones críticas de McDaniel, y de esta manera afirmarlas como criterios sustantivos para discernir entre objetos simples y aquellos que no lo son. 3. Simplicidad a partir de una propiedad fundamental El criterio de la propiedad fundamental al que alude McDaniel se basa en una concepción ontológica nominalista que tiene por origen la distinción que hace Lewis (Cf. Lewis, 1986, pp 60 y ss.) entre propiedades escasas (sparse) y abundantes (abundant). Para Lewis, las propiedades son clases de objetos posibles, llamadas también “possibilia” (Cf. Lewis, 1997, p 189).Una propiedad abundante sería cualquier clase de objeto posible que uno pueda imaginar. De un objeto x que pertenezca a una clase P, puede decirse que posee la propiedad de ser P. Las propiedades escasas, 9 CUADRANTEPHI No. 22 Enero - junio de 2011, Bogotá, Colombia también llamadas “perfectamente naturales”, son aquellas propiedades que son requeridas de modo conjunto y bastan para proveer una completa y suficiente descripción del mundo (Cf. Lewis, 1986, pp 60 y ss.). Dichas propiedades nos permiten, por ejemplo, explicar las leyes naturales y la semejanza primitiva entre las cosas. McDaniel observa de inmediato problemas en (6). Pensemos en alguna propiedad que cumpla el requisito de ser una propiedad perfectamente natural, según la descripción dada. La masa de los cuerpos puede ser considerado como una propiedad perfectamente natural. Ahora bien, la masa es una propiedad determinable. Por tanto, todo objeto que tenga masa, independiente de qué cantidad de masa, podría instanciar una propiedad perfectamente natural. ¿Hace esto simple a este objeto? No. Si fuese el caso, tendríamos que asumir que, por una parte, un objeto, tal como una mesa, es simple por tener masa y, a su vez, una de las patas de la mesa también sería simple, por tener masa. Esto es un contrasentido ya que la pata de la mesa es una parte propia de la mesa. No puede por tanto, la mesa, ser simple y compuesto a la vez (Cf. McDaniel, 2007, p. 244). Ahora bien, si no podemos apelar a las propiedades determinables para ser propiedades perfectamente naturales, entonces tendrán que ser las propiedades determinadas. En este caso, las propiedades determinadas serían aquellas que tienen una cantidad masa. El problema que surge con esta concepción es que para que una propiedad determinada sea una propiedad natural, debe ser originaria y no derivativa; esto es, en el caso de la masa, debe ser una cantidad fundamental, de la cual puedan derivarse otras propiedades determinadas6. Por un lado, El problema con este camino es determinar esta cantidad fundamental. ¿Cómo hacerlo? Por otro lado, al apelar a una cantidad fundamental, se está “adornando” el problema, ya que se asume de antemano que hay una cantidad fundamental y, en tal caso, basta decir que hay simples mereológicos. La apelación a la cantidad fundamental no aporta a solucionar el problema. Si asumimos una ontología de universales, tampoco soluciona el problema, ya que aquéllos cumplen la misma función que las propiedades perfectamente naturales de Lewis. No es que asumir una 6 McDaniel redefine el criterio de la propiedad fundamental como sigue: x es un objeto simple si y sólo si x instancia un propiedad perfectamente natural de modo no derivativo (Cf. McDaniel, 2007, p. 245). 10 CUADRANTEPHI No. 22 Enero - junio de 2011, Bogotá, Colombia ontología nominalista o realista7, particularmente una ontología de universales, no sea relevante para el problema en cuestión, sino que para (6) no es definitorio o concluyente. Lo importante en (6) es la función que cumple la propiedad en cuestión y no la naturaleza de esta propiedad. En el próximo apartado asumiremos una ontología de universales para refutar a McDaniel y dar una solución al problema del objeto simple a partir de (7). 4. Reformulación del criterio de independencia La última solución que queda para dar una respuesta al problema de los objetos simples es la apelación al criterio (7), llamado por McDaniel, el criterio de independencia (Independence view) que dice así: un objeto x es simple si y sólo si es metafísicamente posible que x sea el único objeto material que exista. Esto apela a una concepción modal combinatoria que tiene su origen en Armstrong (1989). Esta señala que, de existir objetos simples, éstos serían los “ladrillos” fundamentales de la realidad, y a partir de ellos, puede construirse todo a partir de combinaciones. Si acaso hay algo simple, entonces, eso simple puede existir solo. Hay un problema con esta concepción: puede haber un único objeto material que exista en un cierto mundo posible, pero este objeto puede ser, a su vez, compuesto. Como apunta McDaniel, “[c]onsidérese un objeto que pudo haber sido simple. Si este objeto pudo haber sido simple, entonces, como otros objetos simples, pudo haber sido el único objeto material en la existencia. Entonces satisface el lado derecho del bicondicional. Pero, desde que no es actualmente simple, la Independencia [nombre con que llama a esta teoría] es falsa” (McDaniel, 2007, pp. 252-253). En este caso reformula el criterio del siguiente modo: (8) Un objeto x es simple si y sólo si hay un mundo posible w en el cual (i) x es el único objeto material existente y (ii) x instancia una propiedad intrínseca P en el mundo actual si y sólo si x instancia P en w. 7 En términos generales, la diferencia entre una ontología realista y una nominalista, es que la primera afirma que las propiedades son entidades objetivas, ya sean generales (universales) o particulares (tropos), mientras que la segunda niega la existencia de estas entidades, considerándolas como clases de objetos posibles o relaciones de semejanza primitiva. Cf. Armstrong (1997), Rodriguez-Pereyra (2002) 11 CUADRANTEPHI No. 22 Enero - junio de 2011, Bogotá, Colombia Esta solución admitida tal cual, parece darnos un criterio no primitivo para sostener la existencia de objetos simples, que si bien apela a propiedades intrínsecas, considera, junto con ello, el factor de la independencia del objeto simple. No obstante, McDaniel rechaza esta teoría por ser mereológica. Como habíamos visto, McDaniel suscribe una metafísica de propiedades nominalista, particularmente la de Lewis, la cual caracteriza a las propiedades como possibilia (clases de objetos posibles). McDaniel ha analizado el problema del objeto simple desde la óptica de la metafísica de Lewis. Por su parte, la metafísica modal de Lewis considera a los mundos posibles como las sumas mereológicas máximas de todos los objetos espaciotemporalmente relacionados. Desde este punto de vista McDaniel refuta (8) no por ser incorrecta, sino por ser mereológica, y por tanto circular. Ahora bien, la crítica de McDaniel a (8) queda neutralizada si utilizamos otra “maquinaria” ontológica para tratar el problema del objeto simple. En efecto, las críticas realizadas por McDaniel hasta ahora han sido válidas y útiles para rechazar los anteriores intentos para dar una explicación a la simplicidad de un objeto. McDaniel utiliza en este punto una teoría ontológica ad hoc para tratar el problema del objeto simple. Si utilizó la metafísica de Lewis, es claro que toda explicación que pueda darse correrá el riesgo de ser mereológica, y a este respecto, circular, ya que la metafísica de Lewis utiliza, como elementos fundamentales de la misma, nociones mereológicas. Por esto, independientemente de la validez de los argumentos dados en contra de las explicaciones anteriormente expuestas, es posible sostener que, respecto de (8), la crítica de McDaniel no es efectiva si utilizamos otra “maquinaria” ontológica (como llama McDaniel al respaldo ontológico de sus críticas anteriores). Si realizamos otras consideraciones acerca de la naturaleza de esas propiedades intrínsecas, considerándolas como entes abstractos universales, no estamos adheridos a la crítica de la circularidad que realiza McDaniel a (8). A este respecto, haremos unas indicaciones preliminares en torno a una ontología realista respecto de las propiedades, lo que nos permitirá redefinir el espacio ontológico modal mediante formas no mereológicas. 12 CUADRANTEPHI No. 22 Enero - junio de 2011, Bogotá, Colombia McDaniel, para explicar y refutar (6) y (7) utiliza una serie de conceptos metafísicos lewisianos que acá ya han sido explicados: la distinción entre propiedades extrínsecas e intrínsecas, la distinción entre propiedades abundantes y escasas y las propiedades perfectamente naturales. La metafísica de propiedades de Lewis, a la que se adscribe McDaniel, puede ser calificada de nominalista: las propiedades no son entidades, no existen como entidades abstractas, sino que son, simplemente, clases de objetos posibles (possibilia). Por el contrario, nosotros postularemos la existencia de universales que son entidades abstractas que fundan la semejanza primitiva de los objetos y cumplen funciones teóricas relevantes en torno a la especificación de cómo es el mundo8. En este sentido, los universales cumplen la misma función que las propiedades perfectamente naturales de Lewis. La diferencia entre ambas concepciones en torno a las propiedades consiste en la naturaleza que se le otorga a la propiedad. Para el realista, el universal es una entidad objetiva, mientras que para el nominalista, la propiedad es una clase de objetos posibles. Asumiendo una metafísica de propiedades realista, podemos redefinir el espacio modal mediante otras formas no mereológicas a partir de (8). Así tenemos que: (9) Un objeto x es simple si y sólo si hay un mundo posible w en el cual (i) x es el único objeto material existente y (ii) x instancia un universal P en el mundo actual si y sólo si x instancia P en w. La posición realista no asume el hecho de poseer una propiedad (esto es, el hecho de tal objeto de pertenecer una clase de cosas posibles, según Lewis) como un primitivo, sino que puede dar cuenta de ella mediante una entidad objetiva (el universal). A su vez, la naturaleza de esta propiedad no es mereológica (como sucede con las possibilia). Habíamos visto que las possibilia de Lewis cumplen las funciones de los universales. Por su parte, las possibilia son entidades compuestas mereológicamente: son clases compuestas por sumas mereológicas de objetos posibles. Lewis es nominalista, esto es, en su ontología sólo contempla entidades particulares concretas, no entidades abstractas. Por su parte, lo que nosotros hemos postulado como universales (principalmente de acuerdo a la caracterización que hace Armstrong) son entidades objetivas, que 8 Para una caracterización y defensa de los universales, cf. Armstrong, (1978, 1989a) 13 CUADRANTEPHI No. 22 Enero - junio de 2011, Bogotá, Colombia especifican cómo es el mundo y que explican las semejanzas y diferencias entre los objetos particulares (Cf. Armstrong, 1997, p. 25). La caracterización de los universales, por su parte, no puede ser mereológica, ya que estamos hablando de entidades abstractas que pueden encontrarse instanciados en una pluralidad de casos. Aún si el universal fuera complejo (esto es, compuesto por partes) las partes de tal universal serían otros universales, instanciables en una pluralidad de casos particulares y concretos, de modo que no pueden ser aplicadas para su caracterización de nociones mereológicas, que por definición son aplicables sólo a objetos particulares9. 5. Conclusiones En el presente ensayo se mostraron los diversos intentos por dar un criterio sustancial que permitiera definir un objeto material simple. Se mostraron las críticas de McDaniel a las concepciones presentadas, que tenían por objeto demostrar el carácter primitivo de la simplicidad. Al revisar los diversos criterios (espaciales y de indivisibilidad), se mostraron las inconsistencias por los cuales fueron rechazados por McDaniel. No obstante, cuando se ha aludido a criterios fundamentales como la posesión de una propiedad o el criterio de independencia, las críticas de McDaniel sólo son efectivas desde una concepción de metafísica de propiedades basada en sumas mereológicas. Se quiso mostrar que los criterios fundamentales sí pueden ser una alternativa viable para sostener la existencia de objetos simples, una vez que tomamos como referente una metafísica de propiedades realista. 9 Para una defensa de los universales estructurales (universales compuestos por partes) y su distinción respecto de las nociones mereológicas, véase Forrest (1986) y Armstrong (1986). 14 CUADRANTEPHI No. 22 Enero - junio de 2011, Bogotá, Colombia Bibliografía ARMSTRONG, D. (1978) Universals and Scientific Realism, Vol II: a Theory of Universals, Cambridge: Cambridge UP (1986) “In defense of Structural Universals”, En Australian Journal of Philosophy, 64, pp. 85-88 (1989), A combinatorial theory of possibility, Cambridge: Cambridge UP (1989a) Universals: an opinionated introduction, Boulder: Westview (1997), A World of States of Affairs, Cambridge: Cambridge UP FORREST, P. 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