Usabal, gimnasia para gente de a pie «Merece la pena... ejercicio» «Llevaba 12 años sin hacer nada de ejercicio» «Hice...

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TOLOSA - GOIERRI
MARI JOSE ULACIA ANA GONZÁLEZ MARGA FERNÁNDEZ
Usabal, gimnasia para gente de a pie «Merece la pena quitar la pereza y hacer
ejercicio» «Llevaba 12 años sin hacer nada de ejercicio» «Hice aerobic hace 8 años
pero era mucha caña»
El nuevo polideportivo no es sólo para los deportistas. El curso de mantenimiento es un buen
ejemplo
BEATRIZ LIRIO/
TOLOSA. DV. Mantener una constitución flexible, ágil, potente, con una educación postural
correcta, conociendo y pudiendo controlar el trabajo realizado por el cuerpo, no es algo tan
difícil de llevar a cabo, si se hace desde la constancia y regularidad.
De esto, sabe mucho el grupo de mujeres que, por las mañanas, acude a Usábal a realizar
gimnasia de mantenimiento, bajo las órdenes de su profesor, el ibartarra Asier Alonso, licenciado
en deporte, quien insiste en que la gimnasia de mantenimiento está dirigida a cualquier persona
de a pie. «En clase lo que intentamos, sobre todo, es divertirnos. No se trata de machacar el
cuerpo y hacer ejercicios complicados y de una manera perfecta, sino que cada persona los haga
a su ritmo. Es lo más importante y que la gente, al mismo tiempo, disfrute», dice Alonso.
Este ibartarra, que estudió en Vitoria la licenciatura de actividad física y deporte, también está a
cargo en Usábal de otro grupo de preparación deportiva más intensiva, dirigido a personas y
deportistas «que tienen ya la intención de prepararse a fondo físicamente mejorando su
resistencia y desarrollando un buen tono muscular, etc», explica. En este segundo grupo, que se
desarrolla a última hora de la tarde, aún quedan plazas libres.
En su mayoría, mujeres
El grupo matinal de gimnasia de mantenimiento está formado por mujeres, en su mayoría amas
de casa, y por dos hombres, dos valientes que también han decidido coger el chandal y ponerse
en forma. «¿Qué mejor modo de hacer un poco de ejercicio que rodeados de mujeres?»,
bromean. «Animamos a más hombres para que se quiten la vergüenza y se atrevan a venir,
porque lo pasamos muy bien, además de hacer ejercicio, algo beneficioso para la salud y que, al
final, compensa para paliar nuestro actual sistema de vida sedentario», dicen.
Hoy en día no hace falta ser ningún 'crack' para ir al gimnasio, también las personas de a pie
saben muy bien cómo cuidarse sin llegar a convertirse en esclavos del polideportivo.
Llevar una vida sana y evitar el sedentarismo es lo primero que recomiendan los especialistas,
quienes insisten en que si no se realiza ninguna actividad física aumenta el riesgo de padecer,
entre otras dolencias, enfermedades cardiovasculares (infarto), osteoarticulares (artrosis,
osteoporosis), o metabólicas (sobrepeso y obesidad). De ahí, la importancia que va adquiriendo
de una forma progresiva la práctica de actividades físicas.
«Cada vez queremos cuidarnos más y sentirnos mejor, y acudir al gimnasio ayuda, en muchas
ocasiones porque la persona poco a poco empieza a verse en mejor forma física y consigue un
bienestar general, no solamente físico sino también psíquico. Esa combinación físico-psíquica es
lo que también trabajamos en clase, porque muchas dolencias físicas afloran, en ocasiones, como
consecuencia de lo que hemos tenido guardado dentro durante tiempo y no lo hemos sabido
sacar», señala Asier Alonso.
De un tiempo a esta parte se ha incrementado el número de cursillistas que se inscriben en los
polideportivos de ciudades y pueblos para la práctica de cualquier actividad deportiva. 'Mens
sana in corpore sano' se aplica, ciertamente, con pasión en nuestros días.
Está comprobado que la gimnasia de mantenimiento mejora el sistema circulatorio y
cardiovascular, la autoestima y la convivencia lúdica, así como potencia la movilidad articular y
la elasticidad muscular. Es todo un combinado deportivo que estas mujeres, fieles a Usábal, no
están dispuestas a abandonar. «Somos un grupo de lo más heterogéneo, con edades que oscilan
desde los 30 hasta los 68 años. No venimos para tener una figura estilizada ni para conseguir
unas medidas perfectas, sino para sentirnos bien y más ágiles. Hacemos ejercicios que no
requieren grandes esfuerzos físicos y que benefician al corazón, fortalecen los músculos y
refuerzan los huesos. Además, hacer este tipo de actividad deportiva nos ayuda también a olvidar
tantas prisas, preocupaciones, obligaciones diarias y el estrés que nos rodea en nuestra vida
cotidiana», precisan.
Apta para cualquier edad, la gimnasia de mantenimiento ayuda a una mejor coordinación con un
desarrollo de ejercicios en los que se combinan movimientos de piernas y brazos con
desplazamientos. Según los expertos, la práctica del deporte obliga a la persona a dejar la mente
en blanco, descargando adrenalina y relajando así el organismo. A nivel físico se ha demostrado
también que aquellas personas con un sistema muscular y cardiovascular saludables son capaces
de soportar mejor el estrés diario. Esto tal vez sea debido a las endorfinas que se segregan por el
cerebro durante la práctica del ejercicio físico, sustancias que influyen positivamente en el estado
de ánimo de las personas.
Si es así, ya no existen excusas para no practicar deporte. Es de Tolosa y ama de casa, y confiesa,
al igual que sus compañeras, estar «encantada» con la clase de gimnasia.
«Me apunté en Usábal por iniciativa propia, porque siempre me ha gustado practicar algo de
ejercicio», afirma.
«Al principio no estaba muy segura de si estos ejercicios me iban a gustar, porque yo venía de
hacer aerobic en Amaroz. Pero he visto que me va esta gimnasia y me siento mejor. Yo también
recomiendo hacer este tipo de gimnasia porque es emplear tu tiempo en algo divertido y que
beneficia a tu salud. Sobre todo, animaría a esas mujeres que están en casa y que quieren hacer
alguna actividad física y no se atreven o no saben qué hacer».
«El objetivo es sentirse bien con lo que se está haciendo, y en clase con Asier se trabaja bien; es
un buen profesor porque no nos presiona e indica a cada persona la mejor manera para que ella
pueda realizar tal o cual ejercicio. Esta muy pendiente del grupo y eso se nota a la hora de rendir.
No es tan importante terminar el ejercicio, sino saber que puedes hacerlo y que a la larga vas a
mejorar y te vas a encontrar mejor», comenta. «Creo que he encontrado el mejor modo de quitar
la pereza, hacer algo de ejercicio. Merece la pena». Tiene 38 años y trabaja en un centro con
deficientes mentales. Confiesa que es muy vergonzosa y que, al principio, le daba mucho corte
hacer gimnasia en la clase, delante de la gente, «pero ahora estoy muy contenta porque Asier lo
pone todo muy fácil. No son ejercicios complicados y tampoco te obliga a que los hagas de una
forma perfecta, sino que deja que cada una vaya a su ritmo, y eso es de agradecer porque no te
presiona. Me siento muy bien en clase y pensaba que acudir al polideportivo me iba a suponer un
gran esfuerzo, porque tienes que sacar tiempo, pero la verdad es que no ha sido así. Yo lo
recomiendo a todo el mundo, porque es divertido, haces ejercicio y te sientes realizada».
Ana está casada y tiene hijos. Afirma que «llevaba 12 años sin hacer nada de ejercicio, por eso
tenía unas ganas locas de hacer alguna actividad». Ahora que sus hijos ya son mayores y no
dependen tanto de ella, ha visto el momento propicio para dedicarse un tiempo a ello y está
encantada. «Me he 'liberado' de mis hijos porque no tengo que llevarles ni recogerles del cole, ni
andar a vueltas con sus horarios extraescolares. Ahora es cuando puedo acudir a clase tranquila y
hacer algo que me gusta y me llena». Es la mayor de la clase, y sus compañeras dicen que es la
chispa del grupo. A sus 68 años de edad esta tolosana goza de una gran vitalidad que le ha
llevado a apuntarse al curso de gimnasia de mantenimiento. «Siempre, desde pequeña, he sido
muy inquieta, muy vivaracha y me ha gustado hacer deporte. Hace 8 años me apunté por
curiosidad en el polideportivo viejo a la clase de aerobic. Estaba contenta, pero era mucha caña,
y ahora, prefiero hacer mejor gimnasia de mantenimiento».
Respecto al grupo, Marga afirma estar muy contenta «porque hay un buen rollo y Asier es muy
flexible, sabe guiarnos muy bien, para gusto de todos». Marga anima a que mujeres de su edad,
«y mayores», se acerquen al polideportivo «para que vean que esto no tiene nada de complicado.
Se gana mucho en salud, conoces gente nueva, estás en contacto con jóvenes, quitas la pereza y,
además, empleas tu tiempo en hacer algo sano y divertido; todo es beneficio. Me gusta este tipo
de gimnasia porque de una forma sencilla y fácil mejora nuestro organismo y nos hace sentirnos
mejor». A Marga, después de clase le gusta tomar el café con sus compañeras «porque es algo de
rigor que forma también parte de 'la clase'», indica.
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