ENSEÑANZAS PARA COMPARTIR EN EL PEQUEÑO GRUPO

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ENSEÑANZAS PARA COMPARTIR EN EL PEQUEÑO GRUPO
Lección # 87
IMITANDO A DIOS I
Objetivo de la lección: Que debemos imitar lo bueno, y no lo malo. Que debemos
tener misericordia de los demás aun cuando nos hayan heridos.
Introducción: Imitar es: Hacer algo parecido o igual a lo que otro hace.
A todos nos gusta imitar. Y en más de una ocasión hemos imitado a alguien. Estamos
rodeados de imitadores. Y la imitación puede ser de lo bueno o de lo malo. Y no
debemos darle crédito al dicho que dice: “El que imita fracasa”, porque no siempre es
así.
Ejemplo: Personas que viven de la imitación, imitan un cantante, un actor. Personas
que se hacen trajes iguales o parecidos a alguien famoso, etc. Son muchas las
personas que han soñado alguna vez ser como alguien como: Un artista, un deportista,
un hombre de negocios, un político, un pastor evangelista, etc.
¿Ha soñado usted alguna vez ser como alguien? ¿cómo quien ha querido ser?
Esto sucede en todas las esferas de la vida y en cualquier ámbito social, cultural, y
económico.
Seremos iguales o parecidos a todo lo que tratemos de imitar. ¿Entendemos ahora por
qué es que muchos padres no quieren que sus hijos se junten con maleantes?
¿Has escuchado el refrán que dice: “Dime con quien andas, y te diré quien eres”?
La Biblia nos manda a imitar lo bueno… Y Pablo dijo que lo imitaran a él, así como él
imitaba a Cristo (1 Corintios 11:1).
IMITANDO A DIOS—En Misericordia. Lucas 10:25.
La Misericordia de Dios es tan grande como Su amor. (Porque más grande que los
cielos es tu misericordia,Y hasta los cielos tu verdad) Salmos 108:4.
Jesús enseñó la misericordia como una bienaventuranza. (Bienaventurados los
misericordiosos, porque alcanzarán misericordia) Mateo 5:7.
Nos dice la escritura en Lucas 10:25-30, que había un hombre que buscaba el agrado
de Jesús, quien vino a él, haciéndole una pregunta en mente: ¿Qué debo hacer para
heredar la vida eterna? Puesto que Jesús conocía su necesidad de Dios, lo confronta y
le contesta con otra pregunta: ¿Qué es lo que está escrito en la ley, qué es lo que has
leído? Y aquel hombre, que conocía bien la ley, puesto que era un estudioso de la ley,
sabía que aparte de amar a Dios con todo el corazón y con todas sus fuerzas, debía
amar también su prójimo. Este hombre tenía la respuesta correcta, pero él no hacía lo
que era correcto. Así que quería que Jesús lo aprobara por lo que sabía. Tal vez pensó
que lo único importante era amar a Dios y no tener problemas con ninguna persona. Sin
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embargo, Jesús le dice que no es necesario solamente saber, sino demostrar con la
vida. Así que tratando de justificarse, puesto que sabía que estaba mal, pregunta:
Bueno, y ¿quién es mi prójimo?
Así que Jesús narró una historia: Lea Lucas 10:30-37.
Aquel hombre se quedó maravillado, sabiendo el odio y mal vivir que existía entre
judíos y samaritanos. Pues, su enemigo declarado, bajó de su caballo. Se acercó
preocupado a ver la condición de él, y tuvo misericordia. Tenía motivos suficientes para
dejar a un lado aquel hombre, ignorarlo como los demás; pero hubo algo sorprendente
en su corazón que le movió a servir a aquel judío. Tuvo misericordia. Y la mejor
definición de misericordia, es precisamente amor inmerecido en acción. Este
samaritano tenía motivos suficientes para no sentir nada por aquel hombre, quizás solo
pudo haber tenido lástima, solo buenas intenciones. Pero este hombre mostró amor.
Estuvo dispuesto a servir a alguien que tal vez no lo merecía.
Después que Jesús le narró la historia a aquel intérprete de la ley, le dijo: Si tu quieres
heredar la vida Eterna ve haz tu lo mismo. Lucas 10:37.
Reflexión: Cada día es una oportunidad de mostrar amor y misericordia a los demás.
¿Está usted dispuesto a imitar al Señor en misericordia? ¿Crees que es muy difícil
mostrar misericordia como el samaritano? A su alrededor hay gente necesitada de
consuelo, ánimos; necesitada de una sonrisa, gente sola que necesita ayuda.
Conclusión: Cada día nos podemos topar en nuestro camino con personas que al
igual que este judío tienen grandes necesidades.
Existen personas que no merecen ni el saludo, porque han herido a muchos y han
hecho mucho daño.
La mayoría de nosotros hemos sido heridos, y caminamos muchos años con esas
heridas, hasta que nos acercamos a Dios y al leer Lucas 4:18, entendemos el propósito
de Dios para nuestras vidas.
El Señor nos ordena a pagar con un bien al que nos hizo mal (Romanos 12:17, 21).
Hoy tenemos un reto de parte de Dios: Hacer un acto de misericordia hoy, o mañana, o
durante esta semana. (Imitando a Dios)
¿Aceptas el reto que Dios pone hoy ante ti? ¿Lo aceptas? Si tu respuesta es sí.___
Escribe el nombre de esa persona y comienza a orar por ella y verás que Dios te da el
poder para hacerlo.
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