ConSciencia Revista ConSciencia 33 ConSciencia Año 6 Núm. 12 03 2010 Contenido Editorial Psiconoticias Patrones de rasgos de personalidad en emprendedores de microempresas de Cuernavaca. Rodríguez Brito, Jessica El papel del psicólogo clínico en la terapia sexual: un panorama general. Carlos Soto Chico Fibrología: un mal de la vida moderna. Psic. Gabriel Dorantes Argandar El largo peregrinar hacia la humanización. Dr. Jorge Silva García Consejo Editorial Cecilia Sierra H. Patricia Gómez Ramírez Ofelia Rivera Jiménez José Antonio Rangel Faz Pablo Martínez Lacy Representación estudiantil 1ª Generación: Georgina González 2ª Generación: Úrsula E. Rincón González, Claudia Tapia Guerrero 3ª Generación: Laura Guillén Grajeda, Francisco A. García Martínez 4ª Generación: Elsa Trujillo Pereyra, Cristina Pintos Gómez 5ª Generación: María Fernanda González Fernández 6ª Generación: Tanya P. Snyder Salgado 7ª Generación: Violeta Córdova Islas Consejo Científico: Francisco Alanís ULSAC, Adriana Castañeda ULSAC, Eliana Cárdenas ULSAC, Eugenia Cárdenas ULSAC, Gloria Chávez UPN, Julián Ereiva ULSAC, Patricia Gálvez ULSA, Patricia Gutiérrez-Otero UIAP, Adela Hernández ULSAC-UAEM, Rosa Elena Lara E. ULSAC, Ma. Elena Liñán ULSAC, Oscar Macedo ULSAC, Rocío Magallón ULSAM, Herminio Quaresma ULSAC, Artemio Ramírez ULSAC, Guadalupe Rodríguez ULSAC, Patricia Shepard ULSAC, Carlos Soto Ch. ITESM, ULSAC, Esther Vargas ULSAM Revisión: Claudia Sánchez R. Editor responsable: Pablo Martínez Lacy Diseño portada: DCG. Mauricio Méndez Carbajal, Dirección editorial ULSAC Dibujos: Yhaynaha García Lara, estudiante de psicología del 2° semestre. Diseño y formación de interiores: DCG. Mauricio Méndez, LDG. Victor Betancourt, Dirección editorial ULSAC. Todos los derechos reservados a la Universidad La Salle Cuernavaca © La responsabilidad de los contenidos de los materiales presentados es exclusiva de los autores. Revista ConSciencia 1 ConSciencia Editorial Con el doceavo número de la revista ConSciencia se cumplen seis años de publicación ininterrumpida de este proyecto editorial. Desde entonces se han presentado toda clase de materiales editoriales; maestros, estudiantes y psicólogos, además de diversos profesionistas, han colaborado con sus valiosos materiales. Se han escrito dos biografías de destacados personajes de la psicología: la del Dr. Rogelio Díaz y la del Dr. Ramón de la Fuente Muñiz. La revista ha dado a conocer los trabajos de investigación en psicología, con los que estudiantes de esta disciplina y miembros de la escuela de psicología de la Universidad La Salle Cuernavaca han obtenido premios de primero, segundo y tercer lugar, lo cual ha llenado de orgullo a la comunidad, y a los estudiantes les ha permitido vivir una experiencia académica importante en su formación profesional. Por lo anterior, podemos decir que este proyecto editorial ha sido importante en la carrera de psicología de la Universidad La Salle, pues inició prácticamente de manera simultánea con los estudios que sustentaron teóricamente la carrera. Así se consideró la viabilidad del proyecto, y en el año 2004 fue apoyado por el rector Ing. Héctor Giordano Courcelle, gracias a lo cual la concreción del proyecto ha dado toda clase de satisfacciones. Las presentaciones de diversos números de la revista han sido el complemento de otros actos académicos importantes como la entrega de reconocimientos a los estudiantes de psicología con mejores promedios, presentaciones de libros, etc., y ha sido parte importante y complementaria de la Semana (o Jornada) de psicología que se celebra una vez al año. Asimismo, el proyecto editorial de la revista ha madurado en algunos aspectos; es gratificante observar la animosa participación de alumnos y maestros, que en virtud de la posibilidad de valerse de los medios de comunicación existentes, han 2 Revista ConSciencia colocado los dos primeros números de la revista en la página web de la universidad. También se ha continuado un proceso de dictaminación de los contenidos, con lo cual el consejo editorial y el científico han ganado experiencia, y los contenidos han aumentado en calidad. Lo cual ha significado una crítica y autocrítica. En esta línea de acontecimientos estamos conscientes de que tenemos que: lograr la sustentabilidad económica, difundir la revista en las distintas sedes del sistema ULSA, especialmente las que tienen la carrera de psicología. Fomentar la participación no solamente de los estudiantes de psicología sino de los distintos sectores de la universidad y del sistema ULSA. Otro de los quehaceres pendientes que debemos continuar es el proceso de registro de la revista, pues es un trámite importante que le dará más seriedad y proyección. Este doceavo número inicia con un artículo de la psicóloga Jessica Rodríguez Brito y trata sobre los rasgos de personalidad predominantes en emprendedores de microempresas de la Ciudad de Cuernavaca. Este trabajo nos enorgullece pues la licenciada Jessica Rodríguez es egresada de la tercera generación de la escuela de psicología de la Universidad La Salle Cuernavaca y es muestra de su capacidad e inteligencia. El artículo de Carlos Soto da cuenta de la tendencia del quehacer psicológico, sus retos y la necesidad de incursionar en diferentes áreas. El psicólogo Gabriel Dorantes Argandar entra en el problema psicológico de la Fibrología que en los últimos años ha cobrado importancia por los recursos que demanda su atención y el reto psicológico que significa. Finalmente tenemos el honor de presentar un artículo del Dr. Jorge Silva García en donde retoma una de las grandes discusiones sobre el papel del matriarcado en el origen y desarrollo de la humanidad. ConSciencia PsicoNoticias En este semestre, la cuarta generación de la escuela de psicología de la Universidad la Salle Cuernavaca está por egresar. Doce estudiantes están trabajando sus proyectos terminales y optando por diferentes modalidades de titulación. La segunda generación de la Especialidad en Psicoterapia Dinámica coordinada por el Mtro. Antonio Rangel se encuentra cursando el 4º y último semestre con 9 estudiantes y la tercera generación se encuentra en el segundo semestre con 13 estudiantes. Dicha especialidad ha despertado mucho interés en la comunidad psicológica por lo que a solicitud expresa, el pasado mes de enero, del 11 al 14, tuvo lugar el seminario: Psicoterapia y Manejo de grupos, evento organizado por la coordinación de la Especialidad en Psicoterapía Dinámica en coordinación con la Escuela de Psicología. El evento superó las expectativas, teniendo una asistencia de aproximadamente 110 personas que acudieron de diferentes partes de la República e incluso de los Estados Unidos de América. El pasado 9 de diciembre del 2009 los alumnos de 3º, 5ºy 7º semestre presentaron sus informes de las Prácticas de Integración efectuadas durante el periodo agosto-diciembre 2009 efectuadas en diferentes escenarios. Estas actividades se han ido enriqueciendo y retroalimentando, pues cada experiencia es nueva y diferente aun cuando, en apariencia, los contenidos y estructuras institucionales son los mismos. La misma coordinación de las prácticas también se ejercita, y se observa que las relaciones con cada institución, producto del desempeño de los alumnos, dejan una marca, ampliando la gama de propuestas y de detección de necesidades por parte de las mismas organizaciones, esto ha generado una visión autocrítica que permite hacer planteamientos más atrevidos aún, por parte de los estudiantes, siempre anclados en el respeto, en un marco académico de investigación sustentado por sus propios datos, quedando así, de manera natural y consecuente, algunos planteamientos que pudieran utilizarse en beneficio de cada centro que nos abre sus puertas. Tal es el caso de escenarios Fotografías de Cristina Pintos G. Revista ConSciencia 3 ConSciencia como el CAM 1, en donde inicialmente y a lo largo de cuatro años se realizaron las prácticas I y II, y para el semestre enero-junio 2010 tenemos escenarios con adolescentes y estudiantes de psicología organizacional, en los escenarios con poblaciones de la tercera edad. También se abrieron posibilidades para las prácticas de integración V (Laboral ) estos escenarios son la casa hogar “Fidelita Ortiz” y el asilo “Eishel”. Los estudiantes de octavo semestre están realizando su prácticas psicosociales en la comunidad de San Andrés de la Cal, Mpio. de Tepoztlan y en un proyecto de investigación sobre salud reproductiva. Esta diversificación de actividades en escenarios ilustra la multiplicidad de procesos psicológicos con los que un estudiante y futuro psicólogo se confronta, al mismo tiempo se enfatiza claramente el sentido de la integración que define y particulariza las prácticas en nuestra escuela de psicología. Los escenarios para prácticas de integración VI (Psicología de la Salud) han constituido un reto permanente ya que la falta de conocimiento sobre las competencias y habilidades desarrolladas por los profesionales de la psicología han permanecido desconocidas o ignoradas por los grupos de trabajo en este ámbito, en donde la labor del médico era la única alternativa en la intervención de procesos mórbidos, siendo solamente apoyada por la enfermería y trabajo social. Con esto, el reto de introducir a los alumnos en estos escenarios presenta un grado importante de riesgo y complejidad, haciéndose necesario el ser cuidadosos y acertados en el planteamiento de perspectivas de trabajo y vinculación institucional. Al momento, los resultados en los escenarios del sector salud han favorecido y proyectado algunas líneas de trabajo e investigación, en especial en tres ámbitos específicos: las enfermedades crónico degenerativas, hipertensión, diabetes y cáncer cervicouterino y de mama, esto específicamente en el centro de Salud Leyva y en el Hospital de la Mujer, en Yautepec. 4 Revista ConSciencia Estas impresiones pudieron ser constatadas tanto en los clausuras de la labor de los practicantes en cada escenario como en el momento de la sesión plenaria. En esta sesión observamos cómo los estudiantes se apropian de su quehacer, de sus datos, de su trabajo; y en esta dinámica se trabaja la aprensión ante los demás, ya que todos deben realizar una exposición y en esa medida están abiertos y pueden “experimentar” el cambio de posicionamiento entre un expositor y su público, al estar en ambos lados de la mesa. Se ha permitido también que de manera casi espontánea se dé el diálogo y el verdadero intercambio de conocimientos, ideas y experiencias entre ellos, y así puedan afrontar críticas y señalamientos en beneficio de sus procesos de aprendizaje. La posición de los asesores, de la misma manera, se ha ido dibujando y definiendo con más claridad; posición que implica varias dimensiones: la del guía y supervisor, además de aquella relativa a la capacidad de sustraer información, de entender sin estar y sin ver… esto se va dando al priorizar la escucha, ya que es a través del alumno que un asesor trabaja indirectamente para un proceso relativo a un espacio distante y que no conoce personalmente. El trabajo del asesor es, cada semestre, una nueva oportunidad y un desafío en esta tarea de la construcción de conocimientos. Por último, cabe destacar la labor de las coordinadoras de las prácticas de integración: Patricia Gómez, Georgina González Hernández y Patricia Shepard, pues han sido personas muy importantes para la realización de las mismas; han contactado instituciones y concretando escenarios, han hablado con autoridades y asesorado y apoyado a los estudiantes de forma ética y profesional. ConSciencia Patrones de rasgos de personalidad en emprendedores demicroempresas de cuernavaca. Jessica Rodríguez Brito1 Resumen La presente investigación trata sobre la detección de los rasgos de personalidad predominantes en emprendedores de microempresas de la Ciudad de Cuernavaca. algunas ocupaciones en específico, como la de gente que decide emprender un negocio. Por tanto, es de suma importancia para esta investigación conocer qué y quién es un emprendedor. La literatura muestra que los rasgos de personalidad han definido personas y culturas a lo largo de la historia. La psicología, en parte, se ha dado a la tarea de conocer si ciertas actitudes, conductas y capacidades de los individuos están relacionadas con los rasgos de personalidad. “Nadie nace para ser emprendedor, se hace a base de la experiencia y hay vivencias que lo facilitan: ejemplos, modelos, educación, etc.” (Rajadell, 2003, p.74). Sabiendo que los rasgos se desarrollan conforme el aprendizaje desde el momento en que nacemos, los rasgos pueden ser aprendidos selectivamente. (Cattell, 1972). Así, “La educación en emprendimiento puede promover cualidades psicológicas favorables para la actividad emprendedora...” (Formichella, 2002, p.6). Si el emprendedor se hace, quiere decir que está sujeto (como se puede ver en la teoría de la personalidad) a aprender a ser emprendedor. Lo medular está en saber qué es lo que se debe de enseñar o inculcar para ser emprendedor. Tomando en cuenta que los emprendedores de igual forma tienen actitudes, conductas y capacidades que los definen como grupo, los explican e identifican, es razonable considerar que los rasgos de personalidad estuvieran involucrados en las acciones propias de la actividad emprendedora. Diversos autores, desde la antigüedad hasta nuestros días, han considerado que el poder fraccionar la personalidad facilitaría el estudio de la misma. Platón establece 3 facultades básicas que son: pensamiento, acción y sentimiento. Una adaptación moderna es: esquemas (cogniciones), rasgos (manera de acción) y motivaciones (dinamismos afectivos). (Allport, 1986). Los rasgos en específico, acotan el comportamiento en mayores o menores grados, así existe una descripción más precisa de la personalidad (Cloninger, 2003). Por tanto, en los rasgos se encaja o no, pero sólo en cierta medida. Así se establecen grados y puntajes. Conocer el grado es útil cuando se desea conocer la tendencia en rasgos de sujetos. El puntaje es directamente proporcional a la constancia del comportamiento. La presencia constante de algunos rasgos está fuertemente ligada con la posible predicción de la conducta (Coon, 2005). Conociendo las futuras conductas, se entiende entonces por qué se pueden provocar conductas a partir del desarrollo de ciertos rasgos. Las investigaciones sobre personalidad y rasgos hacen pensar que pudieran existir personalidades con ciertas predisposiciones que se relacionan con 1. Licenciada en psicología por la Universidad La salle Cuernavaca. Los emprendedores son una fuente muy valiosa de apoyo para el crecimiento económico y social de un país. Además el emprender es un medio de autorrealización. (Leiva, 2005, p.2). Por otro lado, el Gobierno desarrolla programas de apoyo y aun así, no hay suficientes empresarios. Muchos nuevos empresarios no siempre utilizan estos programas y no obstante logran su meta. Por tanto, no es cuestión de programas que si bien facilitan la meta, no son indispensables para tener éxito. Es probable que los emprendedores puedan tener rasgos similares de personalidad entre sí que los hagan persistir y lograr su cometido a pesar de otros tantos factores. “Tomando en cuenta que los emprendedores de igual forma tienen actitudes, conductas y capacidades que los definen como grupo, los explican e identifican, es razonable considerar que los rasgos de personalidad estuvieran involucrados en las acciones propias de la actividad emprendedora” “Si el emprendedor se hace, quiere decir que está sujeto (como se puede ver en la teoría de la personalidad) a aprender a ser emprendedor. Lo medular está en saber qué es lo que se debe de enseñar o inculcar para ser emprendedor” Factores psicológicos internos pueden estar involucrados con la decisión de emprender un negocio propio. Los rasgos de personalidad pueden distinguir a las personas emprendedoras de quienes no lo son. Por lo anterior, el objetivo de esta investigación es, como ya se mencionó, conocer patrones de rasgos de personalidad en gente emprendedora de microempresas. Se utilizó un diseño no experimental. El muestreo fue propositivo (en lugares como CRIE, CANACINTRA, Revista ConSciencia 5 ConSciencia “…..…en definitiva los emprendedores que han trabajado por su cuenta para poder ser dueños de su empresa, como los que fundaron y que no heredaron su empresa, tienen rasgos distintos de otros que no lo hicieron por sus propios medios. ” CRECE, ITESM) y de bola de nueve, llevado a cabo en la Ciudad de Cuernavaca, Morelos en el periodo de febrero a mayo de 2009. Se aplicó el PerfilInventario de la Personalidad de Leonard Gordon a 58 participantes dueños de microempresas en dicha Ciudad. La muestra se compone de propietarios de empresas en operación e incubación; propietarios de empresas que fueron fundadas por ellos y no fundadas por ellos; así como de dueños de empresas heredadas y no heredadas. El PerfilInventario de la Personalidad de Gordon mide ocho rasgos centrales de la personalidad, la parte del Perfil mide: ascendencia, responsabilidad, estabilidad emocional y sociabilidad; se agrega una escala de autoestima que integra los componentes identificados desde la literatura clínica como los más importantes de la autoestima. El Inventario mide otros cuatro rasgos: cautela, originalidad, relaciones personales y vigor. Los resultados de la investigación revelan que rasgos como originalidad, ascendencia, sociabilidad y cautela, así como una alta autoestima están particularmente involucrados en la personalidad de estos emprendedores. El análisis estadístico U-Mann Whitney permitió revelar diferencias en algunos rasgos de personalidad entre hombres y mujeres: los hombres presentaron mayor estabilidad emocional que las mujeres. Al comparar los grupos de participantes que fundaron sus empresas y participantes que no las fundaron, para observar si existía alguna diferencia, se comprobaron datos interesantes que resaltan que los emprendedores que fundaron sus empresas tienen mayor originalidad con respecto a los que no la fundaron (Z= -2.611, . α=009). También se decidió comparar grupos de participantes que heredaron su empresa con participantes que no la heredaron. Los resultados indicaron que las personas que heredan la empresa tienen menor autoestima en comparación de aquellas que no heredan (Z= -2.65, α=008). Sería interesante investigar si el hecho de haber creado la empresa por ellos mismos pudiera ser causa o consecuencia de su alta autoestima. Debido 6 Revista ConSciencia a que la originalidad está correlacionada con la autoestima, sería lógico pensar que aquellos que heredan la empresa tienen menor originalidad, por lo tanto. Gracias a la comparación de grupos y variables, se pudo constatar que en definitiva los emprendedores que han trabajado por su cuenta para poder ser dueños de su empresa, como los que fundaron y que no heredaron su empresa, tienen rasgos distintos de otros que no lo hicieron por sus propios medios. En comparación con empleados que ocupan puestos burocráticos (Gordon, 1973ª, citado en Gordon, 1994), los participantes de esta muestra obtuvieron algunos rasgos opuestos. Por ejemplo, los emprendedores de esta muestra no tienen puntuaciones representativas en rasgos como responsabilidad, estabilidad emocional y cautela, mientras que para los sujetos con mayor propensión burocrática estos son rasgos centrales. Por otro lado, en tanto que en los empleados, los rasgos como ascendencia y originalidad obtienen los puntajes más bajos, en los emprendedores ocupan los primeros dos lugares. Lo cual indica que el proceso de empleado a empleador requiere un giro en la personalidad bastante amplio, porque según se observa se trata de grupos de personas con rasgos de personalidad opuestos. Empíricamente se logró comprobar que la acción de crear una empresa no es lo hace a uno emprendedor. Esto es porque no hubo diferencias entre participantes incubando y participantes con su empresa ya en operación. Como aportación de esta investigación se puede afirmar que para fomentar la creación de emprendedores de microempresas en Cuernavaca se deben impulsar en los candidatos los rasgos de originalidad, ascendencia, sociabilidad y baja cautela, por otro lado procurar una alta autoestima. Lo anterior se refiere a procurar la toma de riesgos, mejor autoestima, seguridad, capacidad de decisión, trabajo en equipo, tolerancia, espontaneidad, reflexión, pensamiento ConSciencia creativo, liderazgo, búsqueda de oportunidades y competitividad. Esto es por mencionar sólo algunas de las características comunes que poseen los emprendedores respecto a los rasgos encontrados. De acuerdo a la Teoría de Allport, rasgos como originalidad, ascendencia y sociabilidad son centrales en la personalidad de los emprendedores Finalmente, esta investigación concluye que la identificación de estos rasgos puede contribuir a motivar a los actuales y potenciales emprendedores a desarrollar y reforzar rasgos de personalidad predominantes o característicos del emprendedor para el beneficio de sus actividades empresariales. Bibliografia Allport, G. W. (1986). La personalidad, su configuración y desarrollo. Barcelona: Herder. Cattell, R. B. (1972). El análisis científico de la personalidad: los tests de personalidad. Barcelona: Fontanella. Cloninger, S. (2003). Teorías de la personalidad. México: Pearson Educación de México. Coon, D. (2005). Fundamentos de psicología. México: International Thomson. Formichella, M. (2002). El concepto de emprendimiento y su relación con la educación, el empleo y el desarrollo local. Provincia de Buenos Aires: Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria. Gordon, L. (1994). Perfil - Inventario de la Personalidad (Manual, 2a ed). México: Editorial El Manual Moderno. Leiva Bonilla, J. C. (agosto 2005). Espíritu emprendedor. Boletín #15 , 1. Rajadell Carreras, M. (2003). Creación de empresas. Barcelona: UPC. Revista ConSciencia 7 ConSciencia 8 Revista ConSciencia ConSciencia El papel del psicólogo clínico en la terapia sexual: un panorama general “Cuando se miente más de la cuenta por falta de fantasía, también la verdad se inventa” Antonio Machado, poeta español Carlos F. Soto Chico2 Introducción A continuación se presenta un trabajo de investigación documental, en el que se busca resaltar la importancia que tiene la intervención del psicólogo clínico dentro de la educación, la terapia y la investigación en el área de la sexualidad desde un panorama general, dándole importancia a sus principales objetivos, metas, limitaciones, alcances y trastornos que pueden ser tratados por este profesional de la salud mental. De forma general, se explicará cuál es la importancia de que los psicólogos clínicos intervengan en esta área de los problemas sexuales, algunas de sus más importantes aportaciones y técnicas terapéuticas, resaltando la importancia en el trabajo con problemáticas en el plano de la sexualidad humana. Cabe aclarar que buscamos ubicar el papel del psicólogo clínico en el tratamiento de trastornos sexuales dentro de un enfoque inter y multidisciplinario entendiendo estos trastornos como resultado de múltiples factores y causas, y sólo buscamos dar un panorama claro pero general de la importancia del papel del psicólogo en la orientación, educación, terapia e investigación en el área de la sexualidad y su tratamiento dentro del plano psicológico de los trastornos sexuales en los diferentes niveles de intervención (individual, pareja, grupal, familiar, etc.). La importancia de la terapia sexual para el psicólogo clínico La salud sexual hace referencia a la experiencia como proceso continuo de bienestar físico, psicológico y sociocultural relacionado con la sexualidad (Martínez y Rubio, 1990). La salud sexual se observa en las expresiones libres y responsables que propician un bienestar armónico personal, interpersonal y social, enriqueciendo la vida individual y social; y no se trata sólo de la ausencia de disfunción, enfermedad o discapacidad. En este sentido, la OMS (1974) define la salud sexual o la sexualidad sana como: “la aptitud para disfrutar de la actividad sexual y reproductiva, amoldándose a criterios de ética social y personal. La ausencia de temores, de sentimientos de vergüenza, culpabilidad, de creencias infundadas y de otros factores psicológicos que inhiban la reactividad sexual o perturben las relaciones sexuales. Y la ausencia de trastornos orgánicos, de enfermedades y deficiencias que entorpezcan la actividad sexual y reproductiva”. (Citado por López, 1993). Sigmund Freud (1856-1939; citado por Feixas, 1990) uno de los más destacados precursores de la sexología científica fue quien postuló la primera teoría sobre el desarrollo sexual progresivo del infante humano con el que buscó explicar la personalidad normal y anormal a lo largo de su desarrollo, llegando a asignarle a la sexualidad un papel determinante de otras conductas del ser humano, valorando el deseo sexual, consciente e inconsciente, como condicionante de la salud individual y de las patologías que ésta podría producir. Igualmente, H. Ellis (1859-1939; citado por Crooks, 2007) se enfrentó a las costumbres y paradigmas de su época afirmando que la masturbación era una conducta habitual y lógica en el individuo, que la homosexualidad era una cuestión de grado, que la ausencia del deseo sexual en la mujer decente era un mito y que muchos problemas sexuales tenían un componente psicológico, lo cual fue ampliando la manera de acercarse a nivel psicoterapéutico a los problemas de la sexualidad humana. “...el papel del psicólogo clínico en el tratamiento de trastornos sexuales dentro de un enfoque inter y multidisciplinario entendiendo estos trastornos como resultado de múltiples factores y causas, y sólo buscamos dar un panorama claro pero general de la importancia del papel del psicólogo en la orientación, educación, terapia e investigación en el área de la sexualidad…” Según Amezúa (2007), la investigación sobre sexualidad no comienza sino hasta mediados del siglo pasado con la aparición de diferentes investigadores que contribuyeron al estudio serio en 2. Psicólogo Clínico y Organizacional, psicoterapeuta y especialista en desarrollo organizacional. e mail: [email protected] Revista ConSciencia 9 ConSciencia “… Freud (…) fue quien postuló la primera teoría sobre el desarrollo sexual progresivo del infante humano con el que buscó explicar la personalidad normal y anormal a lo largo de su desarrollo, llegando a asignarle a la sexualidad un papel determinante de otras conductas del ser humano, valorando el deseo sexual, consciente e inconsciente, como condicionante de la salud individual y de las patologías que ésta podría producir…” “Los trastornos sexuales se producen en un alto porcentaje de la población mexicana, provocando sufrimiento personal y de pareja, ocultándose en la mayoría de los casos por motivos culturales y sociales (García, 1999).” 10 Revista ConSciencia el campo de la sexualidad, entre los que destacan personajes como Kinsey (1894-1956; citado por Marina, 2007) y los sucesores del instituto que lleva su nombre, quienes analizaron mediante entrevistas los diferentes comportamientos sexuales, observando las diferencias entre el comportamiento socialmente deseado y exigido con el comportamiento real. Otros investigadores como Masters y Johnson (1988) valoraron e investigaron en el laboratorio la fisiología y clínica sexuales, diseñando tratamientos novedosos en los problemas sexuales que actualmente siguen en vigor, aunque algunos de sus hallazgos ya fueron superados. Otros informes de entrevistas relevantes fueron los de Hite (1976; citado por Marina, 2007) donde se resumen las descripciones conductuales y actitudinales en el área sexual de un amplio grupo de individuos. A partir de estos hallazgos, las investigaciones en el área de la sexualidad han tenido un crecimiento importante, obteniendo resultados igualmente importantes y necesarios para los individuos del siglo XXI. El estudio, el tratamiento y la psicoterapia de los problemas sexuales estuvieron durante mucho tiempo en dominio del área médica, especialmente de la psiquiatría, siendo Master y Johnson (1988), entre otros, los que lograron llevar la terapia sexual fuera de los contextos de la psiquiatría y abrieron la visión para su estudio, acercamiento y tratamiento. La terapia sexual en este sentido ha tenido una evolución a lo largo de los años que le ha permitido pasar de las modalidades terapéuticas que imponían normas presuntamente “naturales” sobre pacientes reacios y a veces resistentes, para ir pasando a la práctica real de la terapia sexual de hoy en día, teniendo como principales exponentes las aportaciones sobre el comportamiento humano de: Masters y Johnson, Hartman y Fithian, LoPiccolo y Heiman, Zilbergeld y Barbach (López, 1993), y muchos otros, lo que ha dirigido a la terapia sexual en una dirección más racionalmente defendible y entendible. En la actualidad (AMS, 2000), los terapeutas sexuales, no ven la sexualidad como el comienzo y el fin de la felicidad humana, sino que en un sentido práctico, la terapia sexual está enriqueciendo ahora la vida de muchas personas en un nivel sensual y emocional, sin caer en dogmatismos y abordando los problemas en esta área desde una postura multi e interdisciplinaria, donde el trabajo en conjunto entre diferentes profesionales de la salud es de crucial importancia en la resolución de este tipo de problemas. En la actualidad lo que se necesita es un marco teórico que refleje estos recientes desarrollos teóricos, técnicos, metodológicos y terapéuticos, para que la teoría alcance a la práctica, y se dé cuenta de que sus suposiciones silenciosas son insostenibles, una nueva y articulada terapia sexual merecerá el apoyo de cada persona racional. Según diferentes autores (Peterson, 1967; Watchell, 1977; Wessler y Hankin, 1986; Lopiccolo, 1988; Kaplan, 1991; Carboles, 1998; Saez, 2006) la terapia sexual es una modalidad terapéutica desarrollada en los últimos treinta años principalmente para el tratamiento de las disfunciones sexuales y es altamente efectiva para tratar los problemas del erotismo. En la actualidad los profesionales especializados en sexualidad clínica pueden atender una amplia gama de problemas en esta área, desde disfunciones sexuales, problemas de identidad de género, parafilias, personas con conflictos respecto a su orientación sexual y aquellas que han sido víctimas de abuso sexual, y cabe mencionar que para trabajar con este tipo de problemáticas es muy importante tener una formación seria y profesional dentro del campo de la salud mental. Según Marina (2007) en la terapia sexual se trabajan principalmente los problemas sexuales de causas psicológicas o mixtas, en otras palabras, se trabaja con personas que presenten problemáticas a nivel psicológico, sin dejar de lado la importancia que debe tener para los psicólogos el plano orgánico, ya que primero se deben descartar disfunciones en esta área antes de considerar que el problema es de naturaleza puramente psicológica. En este sentido es importante mencionar que la terapia sexual es una combinación de distintos tipos de terapias. Por un lado, a nivel clínico, se trabaja a través de una serie de sesiones clínicas en donde se expresan los conflictos, se evalúan los síntomas y se explora el desarrollo sexual alcanzado, realizando en lo posible una historia clínica lo más completa posible y se puede llegar a establecer un diagnóstico clínico, y por el otro lado se suele incluir tareas de corte cognitivo-conductuales (esto no significa que otros modelos terapéuticos no tengan entrada en el manejo de estos aspectos) que la persona o la pareja deberán realizar en su hogar. Los trastornos sexuales se producen en un alto porcentaje de la población mexicana, provocando sufrimiento personal y de pareja, ocultándose en la mayoría de los casos por motivos culturales y sociales (García, 1999). Es importante destacar, como ya se había hecho con anterioridad que cuando se producen trastornos sexuales hay que descartar en primer lugar si se trata de algún problema orgánico o funcional, en cuyo caso, el tratamiento debe ser efectuado por un médico. En el caso de este trabajo se resaltará el plano psicológico, dado el interés por investigar la manera de trabajar a este nivel con los síntomas detectados por problemas psicológicos o los que son debidos a factores asociados. En la tarea del psicólogo clínico existe cierta dificultad para discernir si los problemas psicológicos que puede presentar una persona o una pareja son la causa de disfunciones sexuales, o si son estas disfunciones las que han provocado los problemas personales o de relación ConSciencia con la pareja. Muchas veces el problema sexual es consecuencia directa de los problemas de relación de una pareja, pero hay una serie de problemáticas humanas que pueden tener su manifestación directa en sintomatología sexual a nivel personal o en la pareja, lo cual tiene que ser investigado de manera profunda en cuanto a sus motivos, causas y razones emocionales y psicológicas. Las psicoterapias sexuales (García, 1999) entran en el campo de las psicoterapias focalizadas, de objetivos limitados y de concentración focal en diferentes áreas. Una psicoterapia sexual seria y profesional debe tener un marco teórico que la sustente, con técnicas probadas como eficaces, observándose también que tienen un marco ideológico que, pudiendo ser variable de acuerdo a la formación del terapeuta, les da sustento y permite su instrumentación de manera sistemática y planificada. La formación del terapeuta sexual, así como de cualquier psicoterapeuta, es de crucial importancia para comprender el tipo de tratamiento, ya que éste podrá tener un marco teórico-técnico predominantemente psicoanalítico, gestáltico, cognitivo-conductual o sistémico, aunque en muchos casos algunas intervenciones técnicas se alejen de la ortodoxia. En este sentido, a las psicoterapias sexuales también podríamos definirlas como psicoterapias de corte breve, ya que abarcan un lapso de unas 10 a 15 sesiones en la mayoría de los casos (Braier, 1980; Bohart, 1991), con baja frecuencia (semanal o quincenal), focalizadas (ya que recortan el síntoma tratando de definir el problema con la mayor claridad posible), de objetivos limitados ya que procuran desaparecer los cuadros sintomáticos, con un abordaje a nivel de la pareja desde un punto de vista sistémico, con la implementación de múltiples recursos técnicos: suministro de información, señalamientos y redefiniciones, intervenciones paradojales y prescripciones del síntoma, sugerencias específicas (las llamadas “tareas”), juegos psicodramáticos o gestálticos, sueño dirigido, técnicas corporales y de relajación, hasta interpretaciones desde una perspectiva psicoanalítica o el uso de medicaciones específicas cuando esto se requiera (con apoyo psiquiátrico especializado). Cabe aclarar en este punto que dado el formato del actual trabajo sólo se tratará de manera general el manejo psicoterapéutico donde puede incursionar el psicólogo clínico si es que decidiera especializarse en algún enfoque terapéutico dentro del tratamiento psicológico a nivel sexual. En términos generales, las terapias sexuales tienen como principal objetivo el alivio sintomático y el mejoramiento de la función sexual del paciente (Amezúa, 2000), por lo tanto sus objetivos se encuentran recortados, focalizándonos en los obstáculos que impiden una sexualidad satisfactoria. La innovación técnica que aporta la terapia sexual al campo de las psicoterapias reside en el suministro de información y la utilización de sugerencias específicas (tareas sexuales y comunicacionales) a realizar fuera de las sesiones. Cabe aclarar que no se puede caer en el simplismo de afirmar que con dar una tarea el paciente, éste la realizará sin pasar por ningún obstáculo, y muchas de las tareas que se prescriben por el terapeuta tienen la intención de introducir un cambio en el sistema, señalando las pautas de interacción de la pareja, y ya sea que las realicen o no, nos develan aspectos estructurales o relacionales que a nivel puramente verbal no podríamos detectar. En el caso de las terapias sexuales también se atienden otros conflictos psicológicos o familiares, así como los vínculos primarios o la relación transferencial con el terapeuta, pero siempre apuntando al objetivo principal: la remisión de los síntomas sexuales (Frank, 1988; López, 1993; Barlow, 2001). La manera más abierta y clara de comprender los trastornos sexuales puede ampliarse con el uso de un conjunto de técnicas corporales y experienciales sistemáticamente estructuradas (Bohart, 1991), que acompañan a las sesiones terapéuticas centradas en la problemática sexual, sumado a una comprensión psicodinámica y sistémica sobre la aparición o persistencia del problema, lo cual constituye la especificidad y efectividad de las llamadas psicoterapias sexuales. De manera general, la terapia sexual tiene diferentes modalidades: individual, de pareja, grupal, o combinada, y esto es con base en las necesidades y las características del problema a tratar y del o los pacientes involucrados. Según información recopilada (Ellis, 1975; Braier, 1980; Frank, 1988) su duración puede ir desde los dos a tres meses hasta varios años de sesiones semanales, variando en cuanto al encuadre y la duración de las sesiones, dependiendo el modelo y el estilo personal de cada terapeuta. En cuanto al tratamiento de disfunciones sexuales que son tratables con terapia sexual, encontramos las siguientes: 1. la aversión sexual; 2. inhibición del deseo sexual; 3. el dolor durante la actividad sexual; 4. vaginismo; 5. los problemas de la tumescencia (ausencia o débil erección, ausencia o débil lubricación); y 6. los problemas del orgasmo (inhabilidad de escoger el momento oportuno del orgasmo, ningún orgasmo). Cabe aclarar que, según Marina (2007), la aversión sexual, inhibición del deseo sexual, y dolor durante el coito son problemas de salud particulares que pueden tener una gran variedad de causas y se puede llegar a requerir una variedad igualmente grande de acercamientos terapéuticos físicos y psicológicos. Hasta cierto punto, esto también es cierto con las disfunciones sexuales “clásicas”, pero en general, presentan un cuadro mucho más claro. Además, según Lopiccolo (1988) la terapia sexual moderna cuenta con varios tratamientos estandarizados exitosos para lidiar con estos trastornos. Es importante repetir que el psicólogo “Una psicoterapia sexual seria y profesional debe tener un marco teórico que la sustente, con técnicas probadas como eficaces, observándose también que tienen un marco ideológico que, pudiendo ser variable de acuerdo a la formación del terapeuta, les da sustento y permite su instrumentación de manera sistemática y planificada.” “De manera general, la terapia sexual tiene diferentes modalidades: individual, de pareja, grupal, o combinada, y esto es con base en las necesidades y las características del problema a tratar y del o los pacientes involucrados.” Revista ConSciencia 11 ConSciencia clínico debe estar pendiente de que el paciente sea estudiado desde lo psicológico, tanto como de lo físico, con estudios complementarios cuando el cuadro lo amerite. Esto nos hace ampliar nuestra visión en distintas ópticas, ya que existen en ciertas disfunciones factores predominantemente orgánicos, los cuales deben ser correctamente diagnosticados para no llevarnos a fracasos terapéuticos o a cometer actos iatrogénicos. El papel del psicólogo dentro de la terapia sexual El papel del psicólogo dentro de la terapia sexual puede ser de gran importancia ya que desde las primeras entrevistas con el paciente se puede detectar la necesidad de efectuar una serie de estudios complementarios en cuanto a las problemáticas en la actividad sexual. En el caso de que se deban realizar estudios médicos sería pertinente, además de un examen físico y clínico, realizar análisis de laboratorio (los comunes de sangre y orina) y hormonales, así como estudios para la próstata en el caso de los hombres. Cabe resaltar que el psicólogo clínico debe evaluar también algunos cuadros psiquiátricos o psicológicos en las consultas sexológicas: ataques de pánico; trastorno de ansiedad generalizada; trastorno obsesivo-compulsivo; depresión; fobias; psicosis; estrés; entre otros. Antes de resaltar la participación del psicólogo en esta área, es importante mencionar que se necesita una preparación especializada y de posgrado en esta área para poder incursionar en la terapia sexual. En este sentido, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS; 1974) para el año 1974 se llamó la atención sobre la falta de formación sobre sexualidad de personas capaces de ejecutar los programas educativos donde se pretendía dar información, proponer tratamientos y formar docentes para la asistencia materno-infantil, centros de planificación familiar, de salud mental y comunitaria. De ahí se desprende la necesaria especialización como asesor en educación sexual, experto en terapia sexual y en investigación (características que se resaltarán en cuanto a la incursión del psicólogo clínico en esta área). De manera general se puede clasificar la actividad del psicólogo dentro del área de la sexualidad en las siguientes áreas (Lopiccolo, 1988; Martínez, 1990): - El psicólogo como asesor en educación sexual (orientador o educador). El psicólogo clínico actual puede aprovechar los avances en el conocimiento de los distintos aspectos de la sexualidad: la toma de conciencia del surgimiento del SIDA y del mejor conocimiento de otras enfermedades de transmisión sexual, el reconocimiento del placer sexual como fenómeno social, la salud reproductiva, el intento de 12 Revista ConSciencia evitar la violencia de género, el reconocimiento de las derechos sexuales como humanos, el respeto a las minorías y el desarrollo de medicamentos eficaces para problemas sexuales hace necesaria una buena educación sexual, como una serie de adelantos que le permitirían un mejor acercamiento a las problemáticas en diferentes ámbitos y grupos humanos en la actualidad. La educación sexual se ha ido desarrollando en los diferentes sectores de la población (escuela, minorías con discapacidades, grupos especiales, minorías étnicas, profesionales de la salud, entre otros grupos) aunque en países como México aún falta mucha más información y campañas de prevención e información útil para la población. El psicólogo clínico que incursione a este nivel dentro de la orientación o educación sexual debe encaminar sus acciones a: → Promover un comportamiento sexual responsable mediante la ejecución de programas de educación a la población mediante el uso de diversos medios para prevenir la explotación, acoso, manipulación y discriminación sexual. → Eliminar el temor, prejuicio, discriminación y odio relacionado con la sexualidad y las minorías sexuales donde se conocerían y respetarían las identidades sexuales masculina y femenina, y las diferentes conductas sexuales y orientaciones sexuales (homosexualidad, bisexualidad, heterosexualidad). → Eliminar la violencia de género en la que se reconocería la violencia sexual en diversas formas y las diferentes formas de prevención de la misma. → Integrar programas de salud sexual dentro de la salud pública mediante evaluaciones generales y protocolos de investigación e intervención. - El psicólogo como terapeuta sexual: El psicólogo clínico actual debe tener claro que las respuestas sexuales fallan muchas veces por razones emocionales y psicológicas (sin olvidar el aspecto orgánico). En este caso las conductas sexuales, las fantasías, los pensamientos y las emociones, siempre tienen un impacto a nivel individual, de pareja, familiar y social. Diferentes factores a tomarse en cuenta como: nivel de satisfacción, manejo del estrés, sentimientos de culpa, deseos inconscientes, niveles de ansiedad que entorpecen la respuesta sexual, son muchos de los fenómenos emocionales y psicológicos que se pueden observar dentro de una consulta terapéutica. Es importante dentro del ámbito de la terapia sexual tomar en cuenta que muchos de los problemas sexuales derivan de ciertas actitudes negativas del sujeto ante la actividad sexual, lo que produce una ConSciencia ansiedad condicionada ante la actividad sexual que inhibe la respuesta sexual del individuo (Kaplan, 1991). La resolución de estos problemas pasaría, por tanto, por una corrección de las actitudes erróneas del sujeto y por algún tipo de terapia educativa o conductual dirigida a eliminar los mitos y prejuicios así como disminuir la ansiedad. Desde la perspectiva del psicólogo clínico, muchos de los problemas de salud sexual provienen de situaciones (personales, de la relación de pareja, familiares o sociales) que deberían identificarse y recibir un tratamiento adecuado, intentando enfocar su atención a la relevancia de los síntomas o síndromes clínicos que alteran la salud sexual del individuo o de la relación de éste con su pareja. Dentro del manejo clínico-terapéutico de los problemas sexuales, se pueden tener diferentes causas (orgánicas, psicológicas y sociales) y es donde el terapeuta sexual tiene que descartar y valorar las diferentes incidencias y factores involucrados (Crooks, 2007). El terapeuta sexual ha de realizar inicialmente una evaluación de la conducta sexual, la historia del problema y al final valorar un diagnóstico con un posible tratamiento (Marina, 2007). En este sentido, el terapeuta sexual debe descartar inicialmente si el problema sexual planteado tiene una causa médica y si sospecha que pudiera ser así lo canalizará al especialista médico pertinente (urólogo, ginecólogo, etc.). Si se descarta una patología orgánica se continuará la terapia sexual y se intentará modificar un problema a nivel psicológico-comportamental. Un problema sexual existe para el psicólogo clínico cuando un individuo realiza una actividad sexual que le hace sentirse infeliz o coartado en su libertad o si la misma representa alguna molestia o algún peligro para sí mismo o para las demás personas de su entorno o grupo social de referencia, pudiendo estar esta anormalidad relacionada causalmente tanto con alteraciones orgánicas, como con anomalías o trastornos funcionales o psicológicos. Los principales problemas de salud sexual con los que puede encontrarse en la consulta el psicólogo clínico especializado en sexualidad son (Lopiccolo, 1988; Martínez, 1990): → Alteraciones del funcionamiento sexual (disfunciones sexuales): deseo sexual hipoactivo, aversión sexual, disfunción orgásmica, dispareunia o dolores sexuales. En la mujer se presentaría la disfunción de la excitación sexual y vaginismo, y en el hombre la disfunción eréctil y la eyaculación precoz. Se engloban la mayoría de los problemas sexuales y se sitúan en las diferentes fases de la conducta sexual (deseo, excitación u orgasmo). masoquismo y sadismo sexual, travestismo fetichista y el voyeurismo. Son conductas menos frecuentes en la población. → Comportamiento sexual compulsivo: búsqueda de parejas múltiples, fijaciones, aventuras amorosas y comportamiento compulsivo en la relación. → Conflictos de identidad de género: disforias en la niñez, adolescencia o la edad adulta e intersexualismo. → Los relacionados con la violencia y victimización: abuso, acoso y violación sexual, fobias sexuales y otras conductas de riesgo. Son conductas que se realizan o sufren mediante una actividad sexual con otra persona sin su consentimiento. Cabe aclarar que el psicólogo que interviene en la terapia sexual debe poner especial atención en las primeras sesiones de entrevista y diagnóstico, detectando el momento de aparición del problema y el correlato ambiental y emocional que lo rodeaba, la ingesta de tóxicos (alcohol, drogas, cigarrillos, por ejemplo), de medicamentos, las enfermedades predisponentes o desencadenantes, los traumatismos y operaciones en la zona genital, la relación con la pareja y a veces, cuando existe más de una pareja, la aparición sintomática con una de ellas y no con la otra, la ignorancia sobre temas de sexualidad y la creencia en mitos nocivos y erróneos, la inadecuación al momento vital (no es lo mismo el momento vital a los 50 años de edad que la etapa de vida de la adolescencia), como así también la posible relación del síntoma con pérdidas padecidas (laborales, familiares, afectivas, económicas). Asimismo es importante y fundamental estudiar y comprender los factores de riesgo para las disfunciones sexuales: tabaquismo, diabetes, dislipemias (grasas altas en sangre), vida sedentaria, hipertensión arterial, estrés, diabetes, alcoholismo, obesidad, drogadicción, depresión, utilización de ciertos medicamentos. - El psicólogo como investigador en sexología: Como última área de intervención del psicólogo, se debe resaltar su participación en la investigación, ya que es necesaria para aumentar la comprensión del sexo, la sexualidad, la salud sexual y el comportamiento sexual, así como para evaluar la eficacia de estrategias de prevención, programas, cursos y tratamientos. Así las principales vías de investigación irían encaminadas a (Marina, 2007): “Como última área de intervención del psicólogo, se debe resaltar su participación en la investigación, ya que es necesaria para aumentar la comprensión del sexo, la sexualidad, la salud sexual y el comportamiento sexual, así como para evaluar la eficacia de estrategias de prevención, programas, cursos y tratamientos” “Dentro del ámbito de la psicoterapia sexual, el principal objetivo del trabajo del psicólogo especializado en este ámbito, es desarrollar y fomentar en el paciente la identificación y aceptación de sí mismo como un ser sexuado y sexual, eliminando toda ansiedad, temor o sentimiento de culpa que esto pueda ocasionarle” → Promover la investigación sobre la salud sexual de personas y grupos de población. La evaluación iría encaminada a recopilar datos para tomar decisiones y valorar la eficacia de programas de educación sexual. → Trastornos del vínculo afectivo (parafilias): exhicionismo, fetichismo, frotaurismo, pedofilia, Revista ConSciencia 13 ConSciencia “La actividad del psicólogo clínico hoy en día necesita estar lo más actualizada posible en cuanto a la detección, tratamiento e intervención en materia de salud mental y trastornos emocionales” → Promover la sexología como una disciplina de investigación y con relación a otras disciplinas (medicina, enfermería, sociología, antropología, epAMSiología). Se buscaría crear una mejora en los conocimientos y una percepción renovada de las cuestiones complejas de la sexualidad y de la salud sexual. → Difundir los conocimientos científicos a fin de crear una base para nuevas experiencias de calidad para el futuro, en especial en la realidad tan compleja y necesitada de información como la que vivimos en México. Por último, es muy importante para autores de este trabajo aclarar que el profesional de psicología especializada en esta área debe tener conciencia de que su trabajo tiene una vinculación importante con otras áreas científicas (con la medicina principalmente) y que antes de aplicar cualquier método terapéutico, debe descartar una alteración de tipo orgánico, por lo que debe de insertarse en un equipo multi e interdisciplinario para tener una idea sistémica y amplia sobre el tratamiento de las disfunciones y trastornos en la sexualidad humana. “…el área de la sexualidad y sus trastornos tiene una importancia capital en la intervención que puede realizar un psicólogo clínico, dejando en claro que esta área requiere una formación especializada y seria, ya que este tipo de trastornos requieren una adecuada preparación teórico-técnica para su tratamiento” Dentro del ámbito de la psicoterapia sexual, el principal objetivo del trabajo del psicólogo especializado en este ámbito, es desarrollar y fomentar en el paciente la identificación y aceptación de sí mismo como un ser sexuado y sexual, eliminando toda ansiedad, temor o sentimiento de culpa que esto pueda ocasionarle; fomentar el desarrollo de roles de género que promuevan el respeto y al mismo tiempo promover el componente afectivo y la comunicación dentro de las relaciones de pareja para desarrollar una relación equitativa; promover el autoconocimiento del cuerpo eliminando el sentimiento de culpa o vergüenza y fomentando la aceptación, el auto respeto, y la autoestima, y finalmente fomentar en el paciente un comportamiento sexual libre, responsable, consciente y placentero para sí mismo y para su pareja. (OPS, OMS, WAS, 2000). Cuando el psicólogo ha logrado desarrollar exitosamente los objetivos antes mencionados, se puede decir que la persona es un adulto sexualmente sano que valora su propio cuerpo, que interactúa con personas de ambos sexos de una manera respetuosa y adecuada, que acepta su orientación sexual y respeta la de los otros, que expresa su amor e intimidad de forma apropiada, que es capaz de establecer y mantener relaciones significativas con otras personas, a la vez que evita toda clase de relaciones basadas en la explotación y la manipulación, se identifica y vive de acuerdo con sus propios valores y al mismo tiempo es responsable de sus propios actos, expresa su sexualidad de manera congruente con sus propios valores, es capaz de diferenciar los 14 Revista ConSciencia comportamientos sexuales que realzan su vida de los que le son perjudiciales a él mismo o a los demás y es un luchador activo en contra del abuso sexual. (AMS, 2000). La WAS (Asociación Mundial de Sexología, 2009) sugiere que los pacientes con problemas sexuales deben ser tratados por profesionales de la salud especializados en sexología y sexualidad humana, por lo tanto se sugiere que los psicólogos que tratan problemas de índole sexual deben tener las siguientes características: a) conocimiento de la sexualidad humana así como de las inquietudes y problemas de salud sexual que pueda presentar el paciente, b) capacidad de identificar y diagnosticar el problema sexual y saber cuándo se debe canalizar al paciente con un médico especializado en un área distinta. Existen en todo el mundo diversas organizaciones que se especializan en formar, capacitar y actualizar a profesionales de la salud en el tema de la sexualidad. En México los institutos más reconocidos en este tema son el Instituto Mexicano de Sexología (www.imesex.edu.mx), la Federación Mexicana de Educación Sexual y Sexología (www. femess.org.mx) y la Asociación Mexicana para la Salud Sexual (www.amssac.org). Conclusiones La actividad del psicólogo clínico hoy en día necesita estar lo más actualizada posible en cuanto a la detección, tratamiento e intervención en materia de salud mental y trastornos emocionales. En este sentido, el área de la sexualidad y sus trastornos tiene una importancia capital en la intervención que puede realizar un psicólogo clínico, dejando en claro que esta área requiere una formación especializada y seria, ya que este tipo de trastornos requieren una adecuada preparación teórico-técnica para su tratamiento. En este trabajo se buscó resaltar la importancia que tiene la terapia sexual en la formación como psicólogos clínicos, y de manera general las áreas donde se podría intervenir. También se buscó resaltar los niveles donde se pueden llevar a cabo las actividades tanto en el área de la educación o promoción de la salud sexual como en el área de la (psico) terapia sexual y la investigación, para lo cual sería de gran ayuda que los profesionales de la psicología clínica pudieran intervenir de manera más clara y profunda en estas áreas. Por último, se busca resaltar la importancia que tiene el conocimiento a nivel teórico y práctico de las intervenciones terapéuticas que se pueden llevar a cabo en el área de la sexualidad, ya que es fundamental en el área de la psicoterapia el poder tratar exitosamente este tipo de trastornos, para lo ConSciencia cual se requiere de una preparación académica seria y profunda (tríada fundamental de toda formación terapéutica: teoría-técnica; análisis y proceso personal; supervisión de casos clínicos). Este trabajo tuvo la intención de despertar la curiosidad por adentrarse en la preparación para el trabajo terapéutico en el área de la sexualidad, resaltando el papel que puede tener el psicólogo clínico en esta área de la salud mental. Biliografía Adler, A (1924). Práctica y teoría de la psicología del individuo. Barcelona: Paidós. Amezúa, E (2000) La Letra pequeña de la Sex therapy, Revista Española de Sexología, págs. 99100. Publicaciones de los Estudios de Postgrado de Sexología, Madrid. Asociación Mundial de Sexología (2000). Promoción de la salud sexual. Recomendaciones para la acción. Guatemala: Organización Panamericana de la Salud & Organización Mundial de la Salud. Bandura. A (1990). Pensamiento y acción. Barcelona: Martínez Roca. Barlow, D. (2001). Psicología Anormal: Un enfoque integrador. México: Thompson. Beck. A (1976). Cognitive therapy and the emotional disorders. New York: International Universities press. Bohart, A. (1990). 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Revista ConSciencia 15 ConSciencia 16 Revista ConSciencia ConSciencia Fibrología: un mal de la vida moderna Psic. Gabriel Dorantes Argandar 3 Universidad de Valencia Project Implicit, España El ser humano define su existencia por la búsqueda de la felicidad. No importa cuánta felicidad haya obtenido, ni en qué forma, calidad, sustancia o fuente, el ser humano vive más la felicidad que no tiene que aquella que ha conseguido. A través del emprendimiento humano y con este afán de eliminar las variables que amenazan la felicidad, la ciencia se ha encargado de resolver más males en los últimos 100 años que en el anterior milenio. Desde la revolución industrial hasta la conquista del espacio, pasando por el genoma humano, los avances tecnológicos han crecido exponencialmente ofreciendo más y más comodidades. La comunicación celular, el Internet, y todo aquello que lleve la palabra “inalámbrico” en su contexto, han estrechado el contacto humano de tal manera que es difícil echar de menos al pariente que se fue a Holanda a finalizar sus estudios. Hoy en día la ciencia ha dado tantas facilidades que el ser humano se ha vuelto cómodo, pedante y mimado. Debido a esto, la búsqueda de la felicidad se ha quedado aletargada, confundida y difusa. En el mundo desarrollado, la alimentación y la salud pública (digamos los primeros dos escalones de la pirámide de Maslow) están dados por hecho. Puesto que la vida es más fácil, los logros que una persona puede aspirar a obtener son menos cruciales. Esto ocasiona una especie de “aburrimiento” vital, el ansiar las metas es de calidad inferior, y las emociones desencadenadas alrededor de esas metas son en general menos intensas. Todo esto ha desencadenado - en el ser humano como especie- una nueva generación de males psicológicos. Tal vez la drogadicción no sea el primero de ellos, puesto que hay evidencia del uso de sustancias psico-activas en fuentes históricas de mucha antigüedad; sin embargo, la adicción a absurdos como el Internet; las depresiones que se llegan a encontrar en la clínica, que muchas veces carecen de un fundamento sólido en lo situacional e inclusive en los fisiológico; y los trastornos somatoformes, han hecho su aparición en escena y su realidad es indiscutible. ¿Dónde está la línea entre la enfermedad real y la fáctica, cuando el sufrimiento humano está en juego? Estas nuevas aflicciones que padece el humano, que no tienen un origen discernible para la ciencia dura, ¿cómo se curan? El sufrimiento humano es verdadero, no es válido dudarlo cuando tanto esfuerzo de la comunidad científica se ha dedicado a estudiarlo, aún cuando su origen elude a la ciencia. La fibromialgia es una enfermedad contemporánea. Sus síntomas no son visibles, no tiene marcadores biológicos discernibles, no hay una manera eficaz de diagnosticar ni tratar tal padecimiento. Muchas patologías de la vida moderna tienen un fuerte componente psicológico y de personalidad que influye en la formación, desarrollo y consolidación de la enfermedad, sea ésta meramente psicológica o meramente somática, o, dado el caso del dolor crónico, se encuentre un padecimiento donde la frontera entre lo psicológico y lo somático no sea tan clara y discernible para el diagnóstico científico. Sin embargo, las percepciones personales de cada paciente influyen en la experiencia de vivir con esta condición y enfrentarla activa o pasivamente, con el fin de promover la salud y el bienestar en general consigo mismo (Stuifbergen, Phillips, Voelmeck, Browder, 2006). Las experiencia vividas por cada persona, ya sean ambientales, emocionales o fisiológicas, dejan rastro en el cuerpo en forma de hábitos y patrones de reacción, tal como la postura adoptada, imitación de estímulos ambientales y movimientos aprendidos. Las experiencias adquiridas durante la infancia pueden verse reflejadas en estos hábitos y posturas, en y los patrones de reacción a los estímulos que provienen tanto de fuera como de adentro (Steihaug, 2007). “El síndrome de fibromialgia es un trastorno de dolor crónico que principalmente afecta a mujeres de 40 a 60 años; este trastorno se compone de dolor generalizado a lo largo del tejido muscular esquelético con puntos de hipersensibilidad al dolor. Otros síntomas incluyen trastornos de sueño, trastornos afectivos, dolores de cabeza recurrentes y síntomas de colon irritable.” El síndrome de fibromialgia es un trastorno de dolor crónico que principalmente afecta a mujeres de 40 a 60 años; este trastorno se compone de dolor generalizado a lo largo del tejido muscular esquelético con puntos de hipersensibilidad al dolor. Otros síntomas incluyen trastornos de sueño, trastornos afectivos, dolores de cabeza recurrentes y síntomas de colon irritable. Este trastorno no parece tener patrón de mejora a través del tiempo, y tiene efectos negativos en la calidad de vida en general de la persona, incluyendo sus ámbitos sociales, familiares y laborales. Su etiología es hasta el momento desconocida, aunque hay 3. Licenciatura en la Universidad de las Américas, Puebla. Estudios Avanzados y Doctorando del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento de los Trastornos Mentales, por la Universidad de Valencia, España. Su campo de investigación se centra en la Psicología Social y Cognitiva. Revista ConSciencia 17 ConSciencia “Hoy en día la ciencia ha dado tantas facilidades que el ser humano se ha vuelto cómodo, pedante y mimado.” “Este trastorno no parece tener patrón de mejora a través del tiempo, y tiene efectos negativos en la calidad de vida en general de la persona, incluyendo sus ámbitos sociales, familiares y laborales.” quienes proponen una alteración de los sistemas neurobiológicos subyacentes a la percepción del dolor (Beal, Stuifbergen, Brown, 2009; Stuifbergen, Phillips, Voelmeck, Browder, 2006; Henriksson & Burckhardt, 1996; Verstappen, van Santen-Hoeufft, van Sloun, Bolwijn, van der Linden, 1995), y niveles de resistencia bajos en la persona, así como un prevalente sedentarismo que es evidente en el peso y las capacidades físicas de los pacientes al realizar pruebas para evaluar esta resistencia (Clark, Burckhardt, Campbell, O’Reilly, Bennet, 1993). También está asociado con otros síntomas somáticos y psicológicos, entre ellos afecciones cognitivas como fallos en la memoria y problemas para concentrarse (Lundberg, Andergerg, Gerdle, 2009). El dolor muscular crónico es un conjunto de padecimientos que constituye un porcentaje considerable de los trastornos en las mujeres que no han sido explicados por la medicina. Estas afecciones son un reto para la ciencia ya que no hay métodos efectivos de diagnóstico, tratamiento y prevención (Steihaug, Ahlsen, Malterud, 2001). Las consecuencias de los síntomas presentes en la fibromialgia y el dolor crónico son muy variables y no pueden ser explicados sólo por su severidad o sus características individuales. Cuando una persona está sujeta a condiciones de dolor crónico, los factores ambientales del individuo parecen ser los que mayor importancia tienen. La seguridad social y las leyes de trabajo, así como las compensaciones por discapacidad que la persona tiene disponibles son factores que influyen en la severidad de los síntomas, el grado de discapacidad de la persona y otros síntomas relacionados (Henriksson & Burckhardt, 1996). En la sociedad moderna, son los doctores y los servicios de salud quienes tienen la palabra sobre lo que se considera enfermedad y lo que no. Ellos definen los parámetros de las verdades y el lenguaje en el cual estas verdades son expresadas. Debido a esto, el dolor crónico se encuentra en el limbo del diagnóstico, ya que para estos cánones, el dolor debe de dejar algún tipo de rastro en el tejido. Esto representa un problema significativo para aquellas personas que padecen de dolor crónico o fibromialgia, padecimientos que prevalecen en un importante sector de la población actual (Steihaug, 2007). La fibromialgia está hoy en día reconocida como un síndrome real en casi todo el mundo, y no existe ningún tratamiento efectivo para eliminar sus síntomas. Se considera como una condición crónica con periodos transitorios de mejora, aunque las remisiones siempre son esperadas (Henriksson & Burckhardt, 1996). Los factores importantes para el tratamiento de la fibromialgia y la mejora en los síntomas de éste tienen que incluir métodos terapéuticos que promuevan un estilo de vida saludable, lo cual incluye una amplia red de apoyo social para la persona afectada, además 18 Revista ConSciencia de la promoción de la auto-dependencia y autoeficacia de ésta (Beal, Stuifbergen, Brown, 2009). La controversia que rodea a este síndrome es la carencia de patología en el tejido ante los síntomas aparentes, los altos niveles de estrés psicológico encontrado en pacientes, y la efectividad limitada de las intervenciones médicas y psicológicas, lo cual puede ser muy frustrante para los pacientes y los proveedores de cuidado por igual (Lumley, Cohen, Stout, Neely, Sander, Burger, 2008). El sistema médico de hoy en día, que tiene el propósito de aliviar el malestar del paciente lo más rápido y eficazmente posible, parece no estar apto para enfrentar este mal. El número y amplio rango de síntomas, la hipocondriasis como rasgo o incluso como característica de personalidad, la potencial influencia de la ansiedad y otros factores psicológicos sobre la experiencia de los síntomas, hacen que el diagnóstico y tratamiento de la fibromialgia no se puedan adaptar a los procedimientos de los servicios de salud actuales (Steihaug, 2007). Además, las personas con fibromialgia con un historial de depresión o padecimientos de ansiedad tienen una mayor prevalencia de acting-outs emotivos y una reducción en la percepción de la eficacia del afrontamiento, especialmente en los días en los que el dolor es más intenso, cuando se compara con pacientes con fibromialgia sin historial de depresión. Los síntomas depresivos juegan parte en la relación entre el dolor, el afecto y los episodios recurrentes de dolor. En general, la depresión a lo largo de la vida, así como las características de la personalidad, las actitudes y los estilos de evaluación de la persona son factores importantes para el afrontamiento y el tratamiento del dolor crónico (Tennen, Affleck, Zautra, 2006). Parece ser que las personas con fibromialgia tienen un rasgo de personalidad que los hace más propensos a la ansiedad, más que la ansiedad en sí como rasgo, además de niveles anormales de psicastenia, neuroticismo y alexitimia, lo cual puede influir en las autoevaluaciones de desempeño y dolor de la persona que padece el trastorno. Otros rasgos de personalidad que se pueden encontrar son (1) una baja tendencia a buscar nuevas experiencias, lo cual indica una dificultad para cambiar patrones de conducta; (2) alta evitación al daño, que incrementa la vulnerabilidad de la persona a responder a los estímulos de dolor con ansiedad incrementada, pensamientos pesimistas y rumiación; (3) dependencia de las recompensas; y (4) persistencia psicológica, que lleva a una auto-exigencia incrementada y una preservación del perfeccionismo. En general, las características de personalidad más sobresalientes incluyen preocupación y miedo ante la incertidumbre (Lundberg, Andergerg, Gerdle, 2009). El enfado también puede ser un peligroso componente especialmente en el dolor crónico, ya que se encuentra comúnmente entre la población general ConSciencia del dolor crónico, y amplifica el dolor aún más que la ansiedad o la depresión (Van Middendorp, Lumley, Moerbeek, Jacobs, Bijlsma, Geenen, 2009). Muchos pacientes con fibromialgia tienen adicionalmente antecedentes de trauma y/o conflicto psicológico severo: la victimización tanto infantil como adulta es común, antes de la aparición de los síntomas, y la comorbilidad de TEPT clínico o sub-clínico es de más de la mitad de pacientes. El trauma psicológico crea dificultades en la regulación de emociones, tal como la supresión de emociones y la evitación, la confianza y la autonomía personal. Estos problemas emocionales e interpersonales contribuyen en gran medida a la aparición inicial de la fibromialgia y su severidad, e incluso pueden ser una clave para encontrar la razón del fracaso de los tratamientos (Lumley, Cohen, Stout, Neely, Sander, Burger, 2008). Es posible que un historial clínico que incluya dolor incrementado en las mujeres, posiblemente combinado con un dolor aumentado y/o reactividad al estrés, puede hacerlas más sensibles al dolor, tanto neurológicamente y comportamentalmente, lo cual tiene como resultado una posterior intensificación de la experiencia de dolor (Rollman, Abdel-Shaheed, Gillespie, Jones, 2004). El síndrome de fibromialgia es multifactorial, entran en juego mecanismos neurobiológicos encargados de la percepción y control del dolor, mecanismos psicológicos y fisiológicos relacionados con el estrés y la activación simpática, factores psicológicos y de personalidad que influyen en la intensidad y las estrategias de afrontamiento involucradas en el estrés y el dolor, además de factores ambientales que incluyen el entorno social y las redes de apoyo disponibles, también los estresores que pueda haber dentro de esos factores ambientales, como los riesgos tecnológicos y naturales, las presiones laborales y sociales, y la presión familiar. Los estilos de personalidad son un factor importante en la habilidad del individuo para afrontar y manejar el estrés cotidiano y el dolor relacionado con la fibromialgia, establecer límites razonables para las situaciones cotidianas, tener una percepción de la persona que sea o no certera, y globalmente motivar a la persona a tener reacciones que pueden o no ser óptimas ante las frustraciones que son prevalentes en ésta y muchas enfermedades (Lundberg, Andergerg, Gerdle, 2009). El diagnóstico correcto de este tipo de padecimientos es primordial en el mejoramiento durante su curso clínico, pues la brecha entre doctor y paciente es más abierta durante toda la trayectoria de este tipo de enfermedades. Dada la compleja etiología, aún sin establecer científicamente, pero que ciertamente tiene un fuerte componente psicológico y de personalidad, los doctores tienden a percibir los recuentos de los pacientes como ficticios o exagerados, al mismo tiempo que los pacientes tienden a sentirse incomprendidos y rechazados por aquellos que ofrecen la cura a su malestar (Steihaug, 2007). De hecho, el síndrome de fibromialgia puede no ser una entidad homogénea como tal, sino un conjunto de padecimientos similares; estos grupos pueden estar basados en factores psicológicos como los estilos de afrontamiento, la depresión y el autoestima; o puntos específicos del cuerpo donde el dolor es más intenso y existe una hipersensitividad al dolor (Lundberg, Andergerg, Gerdle, 2009). Es posible que este padecimiento en particular sea el punto de encuentro entre diversos trastornos psicológicos y fisiológicos. Al parecer, las personas que padecen este síndrome cumplen un patrón de personalidad muy similar, además de factores ambientales que se repiten a través de las muestras y los estudios, que en conjunción resultan en un padecimiento somático. Sin embargo, los estudios fisiológicos realizados sobre mujeres con fibromialgia pueden proceder de una naturaleza sesgada, ya que casi cualquier muestra obtenida de toda la población de pacientes con fibromialgia arrojará personas cuyo desempeño físico está de por sí deteriorado (generalmente su cuadro incluye muy bajo tono muscular y obesidad), ya sea por el historial clínico del paciente o por la afectación misma del síndrome actual, además de la motivación psicológica y el afecto mismo bajo el cual la persona está sujeta (Verstappen, van SantenHoeufft, van Sloun, Bolwijn, van der Linden, 1995). Generalmente se llega a pensar que la percepción del dolor es diferente a través de los géneros. Aunque la concepción social tiende a asumir que las mujeres tienen umbrales de dolor mucho más altos que los hombres, la comunidad científica tiende a dar por hecho lo contrario; además de que los informes de dolor agudo, recurrente y crónico son mucho más prevalentes entre las mujeres que en los hombres. Las diferencias en el dolor y la analgesia con respecto al género pueden deberse a varios factores, desde la genética y las hormonas reproductivas hasta los factores ambientales y socio-culturales. La existencia de estas diferencias a través de los sexos pone en evidencia que las hormonas gonadales tienen influencia sobre la percepción del dolor. Las hormonas esteroideas gonadales pueden modular la analgesia opiácea influyendo en el desempeño y/o la dinámica farmacológica; inclusive, algunas de estas hormonas, como el estrógeno, modulan los péptidos opioides a niveles del mARN, la densidad de los receptores opioides, y la transducción de la señal opioide mediada por el receptor (Craft, Mogil, Aloisi, 2004). Son muchos los factores que intervienen en esta diferencia, incluyendo el historial clínico del paciente, los factores particulares con respecto a la fuente del dolor mismo y los factores psicológicos de la persona hacia el dolor, como la anticipación, la tolerancia y el significado del mismo (Rollman, Abdel-Shaheed, Gillespie, Jones, 2004). El dolor parece ser procesado y modulado en parte por diferentes mecanismos neurales “¿Dónde está la línea entre la enfermedad real y la fáctica, cuando el sufrimiento humano está en juego? Estas nuevas aflicciones que padece el humano, que no tienen un origen discernible para la ciencia dura, ¿cómo se curan?” “El sufrimiento humano es verdadero, no es válido dudarlo cuando tanto esfuerzo de la comunidad científica se ha dedicado a estudiarlo, aún cuando su origen elude a la ciencia.” Revista ConSciencia 19 ConSciencia “La fibromialgia es una enfermedad contemporánea. Sus síntomas no son visibles, no tiene marcadores biológicos discernibles, no hay una manera eficaz de diagnosticar ni tratar tal padecimiento.” “La fibromialgia está hoy en día reconocida como un síndrome real en casi todo el mundo, y no existe ningún tratamiento efectivo para eliminar sus síntomas. Se considera como una condición crónica con periodos transitorios de mejora, aunque las remisiones siempre son esperadas.” “…las personas con fibromialgia con un historial de depresión o padecimientos de ansiedad tienen una mayor prevalencia de acting-outs emotivos y una reducción en la percepción de la eficacia del afrontamiento, especialmente en los días en los que el dolor es más intenso…” 20 Revista ConSciencia en cada género, mecanismos que pueden ser disociados genética y neuroquímicamente. Una posible explicación para las diferencias en el dolor y el comportamiento alrededor del dolor a través de los géneros muestra que existen diferencias en la neurología y en el comportamiento sexual (ibídem). Una importante cantidad de dolor en las mujeres a través de sus vidas proviene de los órganos internos, pues existe evidencia que sugiere que el dolor visceral es significativamente mayor en las mujeres que en los hombres; este dolor visceral incluye, pero no es específicamente debido a, los órganos sexuales. Entre los dolores no-sexuales a los cuales puede estar sujeta una mujer, se incluye el tracto digestivo superior y el distrito respiratorio; algunos de estos dolores están derivados de enfermedades que son más frecuentes en las mujeres que en los hombres, pero también existen enfermedades que son más comúnmente observadas en hombres que en mujeres (Giamberardino, 2008). Diagnóstico y tratamiento El tratamiento de la fibromialgia recomienda la terapia con un enfoque multi-disciplinario, pues esto puede ayudar a prevenir una condición que hasta ahora parece ser prevalente a lo largo de la vida y cuya principal característica es el dolor crónico generalizado. La principal meta de esta terapia será incrementar la calidad de vida de la persona, incluyendo su productividad. Es sumamente importante tener siempre en mente la situación ambiental única para cada paciente, incluyendo su historial médico y la condición psicológica de la persona misma, pues todos estos factores influyen en su situación actual (Henriksson & Burckhardt, 1996). Un factor importante en la mejora de los síntomas de la fibromialgia es el entrenamiento físico que promueva la resistencia, aunque la condición misma de la persona hace que éste y todo tipo de entrenamiento físico sea sumamente penoso tanto para el paciente como para los terapeutas involucrados. Debido a esto, es necesario tomar extrema precaución al prescribir terapia física que incluya un alto ritmo de ejercicio, pues, debido a las condiciones fisiológicas y psicológicas de la persona, el ejercicio puede tener un efecto contraproducente que limitaría la mejora más que promoverla (Clark, Burckhardt, Campbell, O’Reilly, Bennet, 1993). De hecho, el ejercicio físico es el componente principal del círculo vicioso que sumerge a la persona en un empeoramiento del cual difícilmente podrá salir, si es que sale del todo. Dado que la persona con fibromialgia tiene una capacidad física reducida antes de aparecer la condición, su capacidad se ve altamente reducida cuando la afectación se establece y el dolor crónico ocasiona una limitación importante en el movimiento físico del paciente. Por lo tanto, un incremento en el dolor muscular de la persona conlleva una reducción de la actividad física, lo cual a su vez conlleva un incremento en el dolor mismo. A raíz de todo esto, la persona va perdiendo esperanza de recuperación, el ausentismo laboral y social es prevalente y la dependencia de los servicios de salud se vuelve más frecuente, lo cual ocasiona estrés para la persona y para su entorno social. Esto hace que las redes de apoyo social de la persona se vean reducidas, lo cual representa daño psicológico, emocional y físico del paciente (Verstappen, van Santen-Hoeufft, van Sloun, Bolwijn, van der Linden, 1995). Para poder llevar una vida relativamente normal, las personas con fibromialgia deben de organizar y dar prioridades a sus actividades cotidianas, pues una dificultad adicional del padecimiento es la variabilidad que los síntomas tienen en su intensidad a través del tiempo. Las personas con este padecimiento pueden llegar a necesitar hasta 12 horas al día para su cuidado personal, paliación de los síntomas y reposo en general ante los crecientes niveles de fatiga frecuentemente encontrados en este síndrome; de aquí las repercusiones principalmente en su vida laboral (Henriksson & Burckhardt, 1996). En general, se asume culturalmente que las mujeres están “diseñadas naturalmente” para soportar mejor el dolor debido a que deben de acarrear la responsabilidad del parto y los dolores menstruales. Muy por el contrario, ningún sufrimiento o dolor femenino debe de ser considerado como normal, si es que la ciencia tiene deseos de conseguir progresos sustanciales en el diagnóstico y el tratamiento del dolor crónico, visceral o de cualquier tipo, tanto en las mujeres como en los hombres (Giamberardino, 2008). El tratamiento afectivo y relacional de los pacientes con fibromialgia incluye enfoque cognitivocomportamental estándar para manejo del dolor. Este enfoque por lo general evita el trauma y minimiza las emociones negativas que tienen efecto sobre el dolor. Los avances teoréticos y la investigación empírica realizados en la regulación de las emociones y su procesamiento, la evitación de experiencias personales y el afrontamiento del acercamiento emocional, sugieren que la evitación de afectos negativos por lo regular tiene resultados problemáticos. Los tratamientos para TEPT y otros trastornos de ansiedad que tienen como fin la exposición y el procesamiento de emociones demuestran el valor adaptativo de acceder, experimentar y expresar tales emociones, lo cual informa tendencias de acción, permite la asimilación de pensamientos y emociones negativas y facilita la resolución del estrés (Lumley, Cohen, Stout, Neely, Sander, Burger, 2008). Opioides El término opiáceo u opioide se refiere a todo aquel componente que se une a los receptores opiatos. ConSciencia Regularmente, la palabra opiáceo puede ser usada para describir aquellos opiáceos que son alcaloides, derivados de la semilla del opio, incluyendo la morfina y la codeína. Los opiáceos incluyen opiatos semi-sintéticos, es decir, drogas que son sintetizadas de opiatos que ocurren naturalmente, como la heroína derivada de la morfina; así como los opioides sintéticos como la metadona. El término “narcótico” tiene una designación legal y no se usa en el ambiente clínico, pues se refiere a los opioides y unas cuantas drogas más que están agrupadas con los opiáceos por la ley. El uso clínico de las drogas opioides está influenciado por una variedad de características, incluyendo la farmacocinética: con la notable excepción de la metadona y la buprenorfina, la mayoría de los opioides tienen vidas medias relativamente cortas, y esto ha hecho necesario el desarrollo de nuevos sistemas de entrega diseñados para proveer efectos prolongados e intervalos más grandes entre las dosis. Cuando un opioide se ingiere, éste se une a aquellos receptores que están involucrados con el refuerzo y la recompensa. En la mayoría de los individuos, cuando los opiáceos se utilizan para tratar el dolor, parece ser que no hay un efecto patente del cambio en estos sistemas. Sin embargo, llega a haber algunos casos en los que ocurre un poderoso efecto reforzador, expresado por los esfuerzos del sujeto por repetir la administración, y estos resultados reforzadores pueden estar asociados con el “craving” y con los efectos positivos en el afecto (Rosenblum, Marsch, Joseph, Portenoy, 2008). Los opioides actúan al unirse con proteínas específicas, llamadas receptores opioides; estos están ampliamente distribuidos por todo el sistema nervioso central. Aquellos que están involucrados con la modulación del dolor están situados tanto en el sistema nervioso central como en el periférico. Estos receptores también se unen con péptidos opioides endógenos, endorfinas, las cuales están involucradas en la modulación del dolor y otras diferentes funciones del cuerpo. Entre estas funciones están aquellas que son mediadas por estructuras profundas del cerebro, las cuales están involucradas en la modulación y los mecanismos de reforzamiento y recompensa, el ánimo y el estrés (Rosenblum, Marsch, Joseph, Portenoy, 2008). Cuando un opioide destinado a aliviar el dolor se une a los receptores, la analgesia puede verse acompañada por una diversa fuente de efectos secundarios relacionados a la activación de los receptores involucrados con otras funciones: éstas incluyen efectos mediados por mecanismos periféricos o peri-centrales, como la peristalsis, la cual lleva al estreñimiento y la comezón; o efectos del sistema nervioso central, como la miosis o constricción pupilar, somnolencia, enturbiamiento mental y depresión respiratoria. Los mecanismos centrales también llevan a cambios asociados con la hiperalgesia y una reducida respuesta a los opiáceos, lo que se conoce como tolerancia, y se especula que la hiperalgesia inducida por opiáceos puede ser un fenómeno de relevancia clínica que puede llevar a dolor incrementado en algunas situaciones. Finalmente, la activación de otras vías del sistema nervioso central por medio de los opioides puede producir efectos afectivos, como la euforia o la disforia (Rosenblum, Marsch, Joseph, Portenoy, 2008). Varios estudios han descrito las áreas del cerebro que son activadas durante el dolor crónico y agudo en humanos usando técnicas de mapeo en vivo. Las áreas primarias que están involucradas en el dolor crónico son la corteza anterior cingulada, la amígdala, el tálamo, y varios núcleos del tallo (Martin & Ewan, 2008). Un problema básico en el tratamiento del dolor con opiáceos es si la presencia misma del dolor altera los sustratos neuronales que modulan el comportamiento de búsqueda de la droga, pues puede ser posible desarrollar nuevos tratamientos que minimicen el uso de los opiáceos selectivamente en pacientes con dolor crónico. Se entiende el mecanismo de incremento en la adicción debido a la acción de reforzador positivo del opiáceo en sí, aunado al reforzador negativo de la eliminación del dolor. El tema de la adicción en el tratamiento del dolor crónico con opiáceos sigue siendo una preocupación para los clínicos, los investigadores y los pacientes por igual (Martin & Ewan, 2008). En ocasiones puede ser difícil distinguir entre síndrome de abstinencia debido a la adicción a opioides y el dolor crónico per se debido a que la adicción está asociada al distress psicológico y el discomfort físico que se hacen presentes en los síntomas de la abstinencia. Además, la abstinencia de opioides puede incrementar significativamente el dolor subjetivo en el área del dolor original, aunque también existe evidencia que indica que aquellas personas que tienen un largo historial de abuso de opioides tienen la capacidad de distinguir los síntomas de la abstinencia de aquellos que son propiamente del dolor crónico (Rosenblum, Marsch, Joseph, Portenoy, 2008). La tolerancia se define como un efecto subjetivo y objetivo disminuido para la misma cantidad de opioides usados a través del tiempo, lo cual concomitantemente requiere una cantidad cada vez mayor para conseguir el mismo efecto. Paradójicamente, existe evidencia que indica que la presencia de opiáceos induce a la intensificación del dolor debido a los cambios neurofisiológicos inducidos por los propios opioides. La tolerancia analgésica y la hiperalgesia inducida por opioides son fenómenos relacionados, y así como el impacto clínico de la tolerancia permanece poco claro en la mayoría de las situaciones, queda mucho por investigar para esclarecer la relación entre la hiperalgesia inducida por opioides y el dolor (Rosenblum, Marsch, Joseph, Portenoy, 2008). Sin embargo, el tratamiento del dolor crónico con opioides es debatible cuando se habla de cáncer “…las personas con fibromialgia tienen un rasgo de personalidad que los hace más propensos a la ansiedad, más que la ansiedad en sí como rasgo, además de niveles anormales de psicastenia, neuroticismo y alexitimia, lo cual puede influir en las autoevaluaciones de desempeño y dolor…” “…se llega a pensar que la percepción del dolor es diferente a través de los géneros. Aunque la concepción social tiende a asumir que las mujeres tienen umbrales de dolor mucho más altos que los hombres, la comunidad científica tiende a dar por hecho lo contrario; además de que los informes de dolor agudo, recurrente y crónico son mucho más prevalentes entre las mujeres que en los hombres.” Revista ConSciencia 21 ConSciencia “Parece ser que el tratamiento de las afecciones modernas severas, como la fibromialgia, empiezan en la psique. Los fármacos, la fisioterapia y las intervenciones quirúrgicas tienen un matiz secundario cuando el origen del mal parece estar en la mente del individuo.” o enfermedades cuyo dolor proviene de un daño fisiológico en el tejido, que deja huellas rastreables. El tratamiento del dolor crónico que proviene de síndromes como la fibromialgia debe de quedar en segundo lugar puesto que lleva a un camino que complica más la situación del paciente, inclusive inhabilitando una intervención psicológica efectiva. Conclusión Parece ser que el tratamiento de las afecciones modernas severas, como la fibromialgia, empiezan en la psique. Los fármacos, la fisioterapia y las intervenciones quirúrgicas tienen un matiz secundario cuando el origen del mal parece estar en la mente del individuo. Restablecer la motivación de la persona hacia esa búsqueda de la felicidad es primordial para su recuperación, puesto que hoy en día está muy devaluada y, en segundo lugar, sin esta búsqueda la mente humana se dedica a fabricarse males que el cuerpo refleja sobre sí mismo. ¿Es la fibromialgia un padecimiento fáctico? No. Es un trastorno real que ocasiona gran sufrimiento al ser humano. Sin embargo, es una patología que tiene como origen la mente: los patrones de conducta aprendidos en el desarrollo, los rasgos de personalidad propios a cada persona, y las pequeñas variables fisiológicas que pueden variar de un individuo a otro. Es un mal psicológico que la ciencia todavía no está preparada para tratar con fármacos y cirugía, y que tiene que ser tratado de principio a fin a través de la Psicología. Lumley, M.A., Cohen, J.L., Stout, R.L., Neely, L.C., Sander, L.M., Burger, A.J. (2008). An Emotional Exposure-Based Treatment of Traumatic Stress for People with Chronic Pain: Preliminary Results for Fibromyalgia Syndrome. Psychotherapy Theory, Research, Practice, Training. 45(2). 165-172. Lundberg, G., Andergerg, U.M., Gerdle, B. (2009). Personality Features in Female Fibromyalgia Syndrome. Journal of Musculoskeletal Pain. 17(2). 117-130. Martin, T.J., Ewan, E. (2008). Chronic Pain Alters Drug Self-Administration: Implications for Addiction and Pain Mechanisms. Experimental and Clinical Psychopharmacology. 16(5). 357-366. Rollman, G.B., Abdel-Shaheed, J., Gillespie, J.M., Jones, K.S. (2004). Does Past Pain Influence Current Pain: Biological and Psychosocial Models of Sex Differences. 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Women and Visceral Pain: Are the Reproductive Organs the Main Protagonists? Mini-Review at the Occasion of the “European Week Against Pain in Women 2007”. European Journal of Pain. 12. 257-260. Henriksson, C., Burckhardt, C. (1996). Impact of Fibromialgia on Everyday Life: a Study of Women in the USA and Sweden. Disability and Rehabilitation. 18(5). 241-248. 22 Revista ConSciencia Steihaug, S., Ahlsen, B., Malterud, K. (2001). Treatment Groups in Primay Care for Women with Chronic Muscular Pain. Scandinavian Journal of Primary Health Care. 19. 249-254. Stuifbergen, A.K., Phillips, L., Voelmeck, W., Browder, R. (2006). Illness Perceptions and Related Outcomes Among Women with Fibromyalgia Syndrome. Women’s Health Issues. 16. 353-360. Tennen, H., Affleck, G., Zautra, A. (2006). Depression History and Coping With Chronic Pain: A Daily Process Analysis. Health Psychology. 25(3). 370-379. Van Middendorp, H., Lumley, M.A., Moerbeek, M., Jacobs, J.W.G., Bijlsma, J.W.J., Geenen, R. (2009). Effects of Anger and Anger Regulation Styles on Pain in Daily Life of Women with Fibromyalgia: A Diary Study. In Press. Verstappen, F.T.J., van Santen-Hoeufft, H.M.S., van Sloun, S., Bolwijn, P.H., van der Linden, S. (1995). Fitness Characteristis of Female Patients with Fibromyalgia. Journal of Musculoskeletal Pain. 3(3). 45-58. ConSciencia El largo peregrinar hacia la humanización Dr. Jorge Silva García Prólogo Me sobrecoge la enorme agresión maligna y destructiva de los seres humanos, que aumenta en proporción a la población, la deshumanización y las nuevas tecnologías destructivas, tanto masivas como individuales. Sobrecoge también la corrupción, la impunidad y el desprecio de los poderosos hacia sus pueblos, a quienes menosprecia, mienten y engañan con descomunal soberbia. Son cinco los puntos que deseo precisar del presente ensayo: Primero: Enfatizar el valor que se dio en el Neolítico a la Vida, al SER, donde no existe evidencia alguna de agresión intraespecífica ni de ambición de TENER. La mujer es respetada y ensalzada por su capacidad de crear vida y de alimentarla. Todos los seres humanos son iguales en su especie; asimismo, existió un desarrollo cultural significativo incipiente. Segundo: Alrededor de 4 o 4.5 mil años a.C. sobreviene la invasión de los Kurgans a la Vieja Europa y Anatolia; son hordas que han aprendido a criar y domesticar al caballo, armadas con espadas, lanzas… de bronce para matar, dominar… implantan la cultura patriarcal Indo-Europea; toman a las mujeres y a su producto como objetos de su propiedad debido a su meta de TENER y son los primeros que entierran bienes materiales de su propiedad, de modo egocéntrico, en sus túmulos, guardándolas sólo para ellos. Subdividen al Homo Sapiens en dos subespecies propositiva y obviamente desiguales. Tercero: La conquista de la Vieja Europa, el desarrollo de la agricultura del arado y de la ganadería requieren mano de obra, se inicia la sobrepoblación humana, antropocéntrica. Cuarto: Con la sobrepoblación surge la deshumanización y la cosificación (reificación) de todos los seres vivos. Agréguese a ello las metas de la robotización y de la automatización dentro de las metas de la “Ingeniería Adelgazada o Adelgazadora” (Thin Engineering), a lo que se suma la orientación creciente a la “Maximización de los Capitales” y se explican la caída de los empleos y de los salarios ante la indiferencia total de los poseedores del Capital. Quinto y último; La vida en nuestro planeta está amenazada por dos peligros, no inminente y de urgente remedio: el calentamiento de la Tierra por la sobrecarga en la atmósfera de bióxido de carbono y de gas metano. Y el segundo, letal, mucho más peligroso para la vida en el planeta, es la destrucción de los ecosistemas y sus formas de vida animal y vegetal, a manos del más destructivo de los animales del planeta: los seres humanos, quienes nos multiplicamos sin medida alguna. “Si nos volvemos cada vez más humanos, si hombres y mujeres se vuelven amigos, camaradas, socios en la empresa ética de toda la vida y lo vivo, lograremos, al mismo tiempo, ser hermanas y hermanos de los animales y de nosotros mismos y podremos convivir en una armonía creciente, para enfrentar entre todos, los retos que la vida siempre impone.” “El ser humano presenta la necesidad de encontrar soluciones siempre nuevas para las contradicciones de su existencia, de encontrar formas cada vez más elevadas de unidad con la naturaleza, con sus prójimos y consigo mismo”(Cursivas Del autor). (Fromm 1955) Revista ConSciencia 23 ConSciencia “…considero que es el único camino que, tarde o temprano, tendremos que recorrer para alcanzar niveles elevados de humanización, comprendiendo que no somos la única forma sagrada de vida en este mundo…” Introducción El panorama mundial actual nos obliga a percatarnos de que en algún punto de nuestra evolución como seres humanos, nos olvidamos de buscar caminos cada vez más elevados y en vez de ello hemos desembocado en caminos cada vez más violentos, destructivos, de humanos contra humanos, de individuos autodestructivos, creadores desmedidos de pobrezas, miserias, hambre creciente y de agresiones malignas en contra de la biósfera; esto último a grado tal que la estamos destruyendo a pasos agigantados. ¿En dónde y cuándo nos equivocamos? ¿A qué estamos obligados y qué debemos hacer? El propósito de este trabajo es dar algunas respuestas a estas interrogantes. Entiendo que en la actualidad planteo un sueño, una utopía por ahora, pero considero que es el único camino que, tarde o temprano, tendremos que recorrer para alcanzar niveles elevados de humanización, comprendiendo que no somos la única forma sagrada de vida en este mundo, si acaso la ciencia logra otorgarnos un respiro de uno o dos siglos. Somos una de tantas formas de vida, si bien de vida humana, consciente del bien y del mal. como la guía espiritual, artística y social de sus comunidades por ser su útero la fuente natural de vida y ser ella quien amamantaba y criaba a sus hijas e hijos, seguramente siempre con el apoyo de los varones, parte importante de la comunidad. No sabemos con precisión cómo fue la organización familiar en ese entonces, pero las evidencias arqueológicas sugieren que las mujeres eran libres en su sexualidad, respetables y respetadas. Por evidencias existentes de las relaciones entre los Bonobo (chimpancés enanos: Pan paniscus, Tanner, 1981) de ambos sexos, con quienes tenemos mayor afinidad genética, sabemos que las hembras son selectivas para encontrar su pareja sexual y francas en su rechazo. Pensamos que es muy probable que existieran tanto parejas estables como inestables. Sabemos asimismo, por las evidencias arqueológicas, que en la Vieja Europa, el falo era admirado por su capacidad eréctil y seguramente también por el placer que proporciona a la pareja, aunque se desconocía su participación esencial en la procreación… la mujer y su útero, eran la inmaculada fuente de vida. No se pretende presentar sociedades ideales, pero tal vez merezcan ser ensalzadas, con todo y sus pasiones y sentimientos. Las evidencias implican que se privilegiaba y se cuidaba la vida y lo vivo. Al respecto, Fromm (1974) nos dice: El neolítico matrilineal Este período se inicia cerca de los ocho o siete mil años a.C. Dos de los grandes investigadores y autores de este período tan importante: Mellaart (1967) y Gimbutas (1974) nos obligan a tomar nota de que ni en la Vieja (Old) Europa ni en la Anatolia, donde se encontraba el poblado de Catal Húyúk, existe evidencia alguna de agresión maligna interhumana, entre los numerosos esqueletos no hay cráneos hendidos ni tórax que muestren heridas penetrantes. Es necesario aclarar que en este gran lapso (8 –7000 a.C. hasta los 4–3500 a.C.) nada señala la existencia de un matriarcado (como lo pensó Bachofen 1967), pero todo apunta a la mujer 24 Revista ConSciencia “Los datos a favor de la opinión de que la sociedad Neolítica era relativamente igualitaria, sin jerarquía, explotación ni agresión marcada, son sugestivos… La razón de ello está en el espíritu de afirmación de la vida y la ausencia de destructividad que J.J. Bachofen consideraba rasgo esencial de todas las sociedades [matrilineales]”. (Énfasis agregado). En el Neolítico se manifiesta la creatividad humana en su expresividad artística y se desarrolla una economía modesta que produce alimentos con el cultivo de hortalizas diversas: chícharo, lenteja, otras leguminosas, además de trigo y cebada (Gimbutas, 1974, p. 18); comen también el fruto del algarrobo. Domestican animales de corral; desarrollan una tecnología de cerámica, labran hueso y piedra y ConSciencia avanzan en la metalurgia del cobre, plomo…y oro. Comercian con obsidiana (de las Islas Lípari y de la Isla de Sardinia), alabastro, mármol, conchas de Spondylus, y utilizan ya, desde sexto milenio, veleros cuya silueta grabaron en vasijas de cerámica con algún instrumento puntiagudo (Ibid). No hay evidencias de que el TENER fuese importante, puesto que las osamentas de sus difuntos, que cuidaban y guardaban cerca de sí, eran rodeadas con adornos sencillos de conchas, polvo rojo (Mellaart. Op. cit) y si acaso algún pequeño adorno de cuentas de plomo o cobre. (Gimbutas. Op. cit). Los kurgas y el narcisissmo masculino Entre los milenios 5000-4000 a.C. aparecen en la escena europea los Kurgans, invasores asiáticos nómadas a caballo (animal que evidentemente habían aprendido a criar y domesticar) y armados con espadas de bronce y otros instrumentos propios para matar. En oleadas sucesivas van imponiendo la lengua y las costumbres patriarcales indoeuropeas. Como su nombre lo indica, son hacedores de túmulos donde entierran a sus jefes, junto con los llamados regalos funerarios: mujeres sacrificadas que tal vez fueron esposas, concubinas y/o esclavas, las armas del jefe, adornos de oro, plata y caballos cuyas osamentas se han encontrado. La Dra. Lerner (1986 p. 149) nos dice: “Con la domesticación de animales y el desarrollo de criaderos de caballos y otros animales de pastoreo, se hizo del todo aparente y se comprendió muy bien la función del varón en el proceso de procreación”. A partir de ese conocimiento, resulta evidente que en el proceso de la procreación humana, la conjunción de los elementos femenino y masculino es indispensable. Ello implica, que son los Kurgans, “quienes no sólo destruyen salvajemente la temprana civilización europea” (Gimbutas. 1974 p. 238), sino también implantan, a la vez, el patriarcado en la Vieja Europa, en Anatolia y en el Asia Central, de donde ellos emergieron. Con ellos aparecen las armas para ejercer la violencia contra otros seres humanos y el varón domina a la mujer para convertirla en cosa suya, se adueña de su cuerpo y de su capacidad de dar a luz y de criar a sus hijos. Indudablemente también el poseer, el TENER fue de suma importancia para los Kurgans, tendencia que sabemos que no existió en el Neolítico Matrilineal, por las evidencias arqueológicas. En relación al narcisismo masculino debemos aclarar que entendemos por narcisismo el cuidado, interés y amor hacia uno mismo, como pasión excluyente. Freud designó así a la incapacidad fisiológica del recién nacido de poder establecer relaciones cabales con su medio y con las personas de su alrededor. “No se pretende presentar sociedades ideales, pero tal vez merezcan ser ensalzadas, con todo y sus pasiones y sentimientos. Las evidencias implican que se privilegiaba y se cuidaba la vida y lo vivo.” Lo anterior sugiere que la humanidad creció y se desarrolló de una manera inadecuada, al no percatarse de las necesidades vitales de todos los otros seres vivos de su entorno, ni de los requerimientos indispensables del medio ambiente (también vivo)… han creído que todo lo vivo está sólo para servir al ser humano. Está claro, que al hablar de Bioética, incluimos de facto, al ser humano; pero en ésta, el ser humano no puede ser su objeto exclusivo; es indispensable que sean incluidos todos los seres vivos. Cuando los Kurgans invaden la Vieja Europa, acaban por imponer su estilo de vida que incluye el modo de TENER, su atracción a la muerte y a los muertos, manifestado en el despliegue fastuoso de sus túmulos funerarios; asimismo, al convertir a la mujer en un objeto de su propiedad, refuerza el modo de TENER que impone el patriarcado. Al parecer, el patriarcado es la respuesta que se le ocurre a los varones, ahora conocedores de su participación en la generación de una nueva vida humana para, por un lado, reprimir el miedo que sienten cuando se creen rechazados o no amados por la mujer (por su madre, por su pareja) quienes tienden con frecuencia a centrar su atención en sus hijos durante su periodo de crianza. O bien puede ser por su envidia a la capacidad procreadora del “Con la domesticación de animales y el desarrollo de criaderos de caballos y otros animales de pastoreo, se hizo del todo aparente y se comprendió muy bien la función del varón en el proceso de procreación” Revista ConSciencia 25 ConSciencia “…envanece a los varones del patriarcado su control patrimonial sobre las mujeres, control por la fuerza bruta y el miedo que logran inspirar por su capacidad de matar; además el patriarcado otorga al macho el derecho de la posesión de muchas mujeres y hasta de ejercer violencia física en contra de ellas (Bowen, 2005).” “Desde los albores del patriarcado vivimos la violencia dentro de la propia especie: violencia del ser humano contra el ser humano.” útero materno. Resulta obvio quién es la madre y no existe una certeza semejante acerca de la identidad del padre: la vanidad del padre, el narcisismo masculino exige la certeza de que ese hijo es únicamente suyo. Sólo la existencia de estos miedos inconscientes, reprimidos, tan intensos, nos permiten entender (nunca justificar) la fuerza de la motivación que exigió ese dominio tan imperativo, con esa severidad cruel, que impone tantas humillaciones, tantas limitaciones y vejaciones a la mujer: como la obligación prenupcial de mantenerse virgen hasta por medios crueles y bárbaros; cuántas veces se exige la exhibición púbica de la sábana sangrienta como demostración de la virginidad… y agréguese la exigencia autoritaria de la fidelidad absoluta de la mujer a su amo y señor. Por lo visto, envanece a los varones del patriarcado su control patrimonial sobre las mujeres, control por la fuerza bruta y el miedo que logran inspirar por su capacidad de matar; además el patriarcado otorga al macho el derecho de la posesión de muchas mujeres y hasta de ejercer violencia física en contra de ellas (Bowen, 2005). Evidentemente corroe a los varones la falta de certeza de que el hijo en las entrañas de ella sea realmente suyo, certeza que sólo puede surgir de la unión comprometida, por la voluntad y por la decisión de cada uno de ellos, de hombres y de mujeres quienes se comprometen a dedicarse el uno al otro. Pero hay otro aspecto que sugiere J. Campbell (1960) y que parece del todo plausible: “… los hombres estuvieron a punto de ser superfluos” lo que implica que los varones probablemente sintieron que estaban de más, al no contar con un sitio comparable al de la mujer. Lo que generó una fuerte envidia, consciente y/o inconsciente, hacia la capacidad procreadora de la mujer y a su lugar de privilegio en la comunidad matrilineal; sobre todo, por desconocer su papel también importante en la procreación. Y agrega Campbell (1960, p. 321): “No debe asombrarnos si reaccionan con su imaginación, vengativa, enloquecida, crearon logias y sociedades secretas, cuyos misterios y terrores secretos estaban dirigidos, de manera primordial 26 Revista ConSciencia contra las mujeres; por lo que resulta irónico que las divinidades prominentes en estas logias [exclusivas para varones] son mujeres y hasta el Ser Supremo es concebido como la Gran Madre”. En el patriarcado, por el dominio que el hombre ejerce sobre la mujer, hubo necesidad de justificar este hecho imponiendo y creando un Dios masculino, quien por lo tanto no fue engendrado, sino se creó a sí mismo. En un principio este Dios negó toda posibilidad para la representación gráfica de sí mismo, al decirle a Moisés: “Si te pregunta el pueblo quién te dio las Tablas de la Ley le responderás: “Yo Soy me envía”. A pesar de esta respuesta tan precisa y categórica que no admite representación alguna, por obra y gracia del narcisismo masculino perdura la idea de que el hombre (y sólo el varón) ¡es hechura y semejanza de Dios! Desde los albores del patriarcado vivimos la violencia dentro de la propia especie: violencia del ser humano contra el ser humano. Antes, en los 3 – 4000 años a.C. del Neolítico matrilineal, no hay evidencias de este tipo de violencia intra-específica. Si bien la vida era precaria, difícil por estar sujeta a las veleidades del clima, a los azares de la caza, de la pesca y de posibles accidentes que podían llegar a ser letales, no había violencia citada. No se pretende idealizar a una sociedad, pero al menos no había violencia ni intra ni interhumana, ni el TENER era lo más importante (como en general, lo es aún ahora) y la mujer mantenía un sitio de respeto en la comunidad al ser considerada como una diosa por ser creadora natural de vida humana. En ese entonces la norma fue, sin duda alguna, de amor a la vida y a lo vivo; a la muerte se le vivía como parte del vivir, un acontecer siempre doloroso aunque natural, y se manifiesta un profundo respeto por los muertos cuyos huesos se rodeaban con un poco de polvo rojo y conchas (Melaart 1967). En aquel entonces no había posibilidad alguna de sobrepoblación. ConSciencia El problema de la sobrepoblación Al declararse el varón, como propietario y dueño de la capacidad creadora y de crianza de la mujer, subdivide, por ese simple hecho, a la especie Homo Sapiens, en dos categorías muy desiguales: una supuesta categoría que se proclama muy superior: la de los hombres, y otra, que es declarada inferior por los hombres, para justificar así su supuesto derecho de propiedad: las mujeres. A partir de esta torpe subdivisión, se establece un conflicto muy severo entre dos seres absolutamente iguales, quienes debiesen ser socios en la difícil empresa de vivir. Con los albores de la agricultura y de la ganadería que requieren mayor mano de obra, se inicia el problema de la sobrepoblación. Cabe señalar que hace unos 2,300 años, Aristóteles (385322 a.C.) previó las graves consecuencias negativas de la sobrepoblación y al respecto dijo: “Un gran Estado no es lo mismo que un Estado con una gran población. Con toda certeza la experiencia demuestra que es difícil y aún quizá imposible que un Estado con una población numerosa tenga un buen gobierno legal”. Y agrega: “A fin de poder decidir en las cuestiones de justicia y a fin de distribuir el cargo de acuerdo con el mérito, es necesario que los ciudadanos conozcan todos los caracteres personales de los otros, pues donde quiera que no sea así, el tener que elegir los cargos y juzgar los pleitos necesariamente tiene que ir mal… Una decisión tomada al azar es injusta para el elegido y para quien elige, y es lo que prevalece en una comunidad excesivamente grande. (Aristóteles, 1973). El Dr. Eduardo Nicol (1972, p. 335ss) hizo notar que hace unos dos mil años, “El aumento de la población por reproducción y la longevidad, obtenidas como ganancia benéfica por una acción social, se ha convertido en un problema múltiple, el cual nos regresa a la condición de especie, porque no somos capaces de resolverlo como comunidad. Este problema de sobrevivir […] va reduciendo a insignificancia todos los demás problemas de la vida comunitaria o las convierte en facetas de la misma cuestión básica de subsistir o no subsistir. […] y así, aun suponiendo que ese problema básico de la subsistencia específica pudiera resolverse […] el subsistente habría sacrificado su condición de hombre auténtico, con perfil individual, como libre elector de su destino, para revertir a la condición de mera unidad indistinta y desdeñable de la especie. Ahora el hombre tiene que defenderse de sí mismo del aumento de la población, y de sus propias innovaciones técnicas, las cuales lo deshumanizan a él y desnaturalizan a la naturaleza”. “Existen también quienes quieren pensar que la ciencia encontrará los cambios necesarios para contrarrestar los cambios tan desfavorables del clima, neutralizando los factores más nocivos para evitar así los numerosos peligros que acechan nuestra Tierra.” Resulta por demás curioso que quienes hoy en día hablan de cuidar de la vida, como el representante del catolicismo en México, no sólo siguen estimulando la procreación y por consiguiente, la sobrepoblación de nuestra tierra, con lo que sostiene una bio-ética antropocéntrica que sólo toma en cuenta a los seres humanos; por ello no debe resultarnos extraño que se nieguen a considerar, con toda la seriedad del caso, la necesidad de educar a los pueblos en el control de los índices de natalidad a fin de encontrar el mejor equilibrio para todos los ecosistemas incluyendo el de los seres humanos. Entendemos que el proceso educativo debe ser insistente y persistente para hacer del conocimiento de la población mundial, la urgente necesidad de irnos haciendo menos, para llegar a ser cuando mucho, un total aproximado de unos 600 millones con una distribución semejante a la presente (ser tan sólo la décima o la décimoquinta parte del total actual), con el regalo adicional de poder alcanzar al fin la meta de humanizarnos en la igualdad de todo lo vivo, incluyendo a nuestro propio planeta. Resulta indispensable que trascendamos los aspectos autoritarios, antropocéntricos, patriarcales y misóginos de las religiones católica, judía e islámica y de tantas otras religiones con estos rasgos negativos similares; los aspectos humanistas de todas ellas son muy valiosos para el proceso de humanización que se ha planteado y deben conservarse. Revista ConSciencia 27 ConSciencia “…el ser humano es el primer ente vivo capaz de adquirir, organizar y ahondar el conocimiento, como es capaz de distinguir el bien y el mal. Precisamente por estos dos hechos, es él quien debe construirse en el Guardián de la vida y de lo vivo de este planeta…” El ser humano está dotado para estudiar, conocer y cuidar de “los peces del agua, las aves del cielo y todos los seres que viven sobre la tierra”, porque plantas, animales y microorganismos saben cuidar, por sí solos, el equilibrio vital que conviene a su densidad de población; en tanto que el ser humano necesita aprender la urgente necesidad de convivir con todos los demás seres vivos y entender para siempre, que las vidas y las necesidades de éstos son tan sagradas como las humanas. El proceso educativo que se impone -por necesidad lento- requerirá del apoyo humanista decidido de todas las religiones con su capacidad pensante, productiva y creativa, además del gran peso de su autoridad racional y moral, así como el apoyo pleno de todas las personas dedicadas, de buena voluntad, capaces de enseñar. Es preciso recordar algo que señaló Fromm (1961. p 16ss) hace tiempo: “Dentro de cada sociedad, el ser humano parece convertir en determinantes absolutos los modos de vida y los modos de pensar [de su sociedad], que son [en realidad] productos de su cultura y está dispuesto a morir antes de cambiarlas, puesto que cambiar, para él, es lo mismo que la muerte”. Todo psicoanalista sabe que el proceso que conduce a la individuación, requiere de un gran esfuerzo disciplinado y de una disposición a enfrentar su gran miedo a la soledad y a la contraparte de éste, su miedo a la libertad para poder asumir el desarrollo humanista, responsable, de su propio SER. En el proceso del psicoanálisis individual se va ampliando y cambiando de modo progresivo el marco de orientación y devoción que para sobrevivir aprendió nuestro sujeto en su medio familiar y social, anulando poco a poco aquellos tabúes o estilos irracionales de vida que ahí le fueron implantados. Nunca debemos olvidar que los humanos somos seres bio-psico-sociales con nuestra voluntad propia como individuos productivos, reflexivos, esforzados, humanistas por el gusto de SER, de ser ese yo que puedo SER. 28 Revista ConSciencia Patriarcado y violencia tecnología y sobrepoblación Las guerras grandes de nuestros tiempos y la mayoría de las guerras entre los estados de la Antigüedad, no se debieron a la agresión acumulada sino a la agresión instrumental de la élite militar y la política. Fromm: (1974, pp 219-220). Cuanto más primitiva es una civilización, menos guerras hallamos en ellas (Wright: 1965, citado en Fromm, 1974. p. 219). Primero fue la invasión de Europa por los Kurgans asiáticos quienes nos enseñaron a matar, a la vez que su atracción a la violencia, a los muertos y a la muerte. En los siglos XV y XVI, son los blancos los invasores de Asia, África y América quienes discriminan, marginan y destruyen, sin miramiento alguno, a personas de color amarillo, negro y cobrizo, en busca de colonias como fuentes de materias primas, oro, plata, piedras preciosas, mano de obra barata y de un mercado cautivo para sus manufacturas. En todo este culto reprimido a la violencia, justificada a los ojos europeos por la intención de catequizar y/o educar, se gesta lo que será la destrucción brutal, insensata, absurda de millones de jóvenes europeos y de muchos jóvenes de sus colonias, durante la I Guerra Mundial (19141918). ¡Fue algo tan irracional, insensato y cruel! ¡En su locura, los jóvenes iban elegantes, festivos, cantando a sus respectivas patrias! (Stillman, 2001) Y esta violencia nada resolvió, sólo sirvió para incubar la venganza y establecer la organización para una Guerra Total que involucró a hombres, mujeres y niños por igual; donde se empleó mano de obra esclava, maltratada y mal nutrida porque su muerte y su estado de salud carecían de importancia. En esta II Guerra Mundial (1939-1945) avanza la tecnología que se torna más devastadora, mortífera y suben los costos bélicos, quedando destruidas las bases económicas de muchas naciones, entre ellas la Gran Bretaña, que se ve obligada a independizar ConSciencia a sus colonias. Un nuevo gigante, los EEUU se yergue, pero Roosevelt no alcanza la meta deseada de un mundo controlado por ellos y por la URSS (Skidelsky, 2006, p. 50,55). En este siglo XXI siguen las manifestaciones de una violencia desenfrenada de invasiones por la codicia del petróleo, abusos del poder, muertes, torturas inhumanas e injustificadas, fuera de los acuerdos mundiales de guerra y terrorismo. Todo ello representa obstáculos serios a la formación de un carácter productivo, creativo, humanizante, por un predominio creciente de agresión maligna unida a un narcisismo perverso, de fijación pregenital. Desde los albores del patriarcado hará unos 4,000-3,500 años a.C., existe una ola creciente de violencia y después, de guerras que aumentan en intensidad y mortandad con el avance de la tecnología y el crecimiento de la población mundial (hoy de más o menos 6,500 millones de habitantes). Es una desgracia que existan quienes pretenden ignorar las devastadoras e incalculables consecuencias negativas del choque destructivo de esta masa creciente de seres humanos sobre los ecosistemas existentes. Por igual, hay muchos quienes quieren creer que la causa del calentamiento de la tierra depende de procesos cósmicos cíclicos, como por ejemplo las manchas del sol y que, por lo tanto, nada tiene que ver en dicho suceder la sobrepoblación, pero numerosas investigaciones y publicaciones muestran que la sobrepoblación es un determinante primordial. Existen también quienes quieren pensar que la ciencia encontrará los cambios necesarios para contrarrestar los cambios tan desfavorables del clima, neutralizando los factores más nocivos para evitar así los numerosos peligros que acechan nuestra Tierra. Con esta racionalización, pretenden ignorar el papel preponderante del factor humano en la creciente destrucción de ecosistemas y la contaminación, siempre en aumento, de la tierra, del aire y de las aguas. Nos queda desear que la ciencia puede encontrar mecanismos para paliar las causas del efecto de invernadero, pero se impone además, la urgente necesidad de que los humanos seamos cada vez menos numerosos con todo lo que ello implica como romper tabúes, costumbres y prejuicios. Y no olvidemos los intereses creados de diversas empresas constructoras, de los fabricantes de automóviles, etc., pero a este fin debemos utilizar métodos educativos que humanicen y no los medios autoritarios empleados, por ejemplo en la China de hoy. Es muy cierto que el ser humano es el primer ente vivo capaz de adquirir, organizar y ahondar el conocimiento, como es capaz de distinguir el bien y el mal. Precisamente por estos dos hechos, es él quien debe construirse en el Guardián de la vida y de lo vivo de este planeta; suyo es el deber sagrado de cuidar la Naturaleza y estudiarla para conservar todos los ecosistemas y las formas de vida que éstos amparan, no sólo para explotarla y destruirla como hasta ahora. Es necesario estudiar siempre, en todo lo que sea posible, el enigma fascinante y provocante del Universo que nos rodea. No hay duda alguna de que han existido y existen mujeres y hombres, artistas y artesanos quienes nos han legado, por sus profundas creencias y sentimientos religiosos, sus hermosas obras de arte que recrean y solazan a nuestros sentidos, a la vez que otros seres humanos han ampliado el horizonte de nuestros conocimientos. Tampoco hay duda alguna de que en aras de sentimientos religiosos se desató una crueldad inaudita, una destructividad brutal y el sadismo de muchos, pero insistimos, lo que con frecuencia se pretende ignorar, es el choque destructivo de los seres humanos por su número abrumador, en crecimiento constante, contra la vida de todos los otros seres vivos. A la par, se ha ido desarrollando un proceso de deshumanización, en que el ser humano común se ha convertido en cosa, en otro objeto más cuya capacidad de amar y de gozar, de bien-vivir, ha dejado de ser importante para la sociedad y para los que mucho TIENEN, con contadas y reconocidas excepciones. Lo único que interesa a la sociedad es que el ser humano trabaje, produzca hijos que consuman y ganen dinero y lo gasten. Revista ConSciencia 29 ConSciencia “Es indispensable mantener vivo el marco de devoción del milagro de la Creación, de esa indescriptible maravilla que siempre nos causa un profundo azoro, esa mezcla grandiosa de temor y admiración que nos conmueve y desata un intenso fervor en nuestra alma, con ese sacudir íntimo de una religiosidad que se impone.” El proceso de deshumanización No le faltaban razones al Dr. Fromm cuando en Ética y Psicoanálisis (1947, p. 91) hace notar: “No hay duda de que esta crítica es de suma importancia y es condición para cualquier progreso de la sociedad, la ausencia de visiones que bosquejen a un hombre “mejor” (pero en la) sociedad ha tenido el efecto de paralizar la fe del hombre en sí mismo y en su futuro (resultado al mismo tiempo de tal parálisis)”. Lo cual es muy cierto, como cierto es que todo cambio asusta, lo vivimos como una amenaza a nuestro ser y a nuestro estar. Inquieta porque resulta la interrogante: ¿cómo será el cambio? ¿Podré vivir y encontrar cómo subsistir? Es a todas luces necesario conocer las fuerzas sociales, que hasta ahora hemos mencionado, que se oponen al logro de la salud mental. En cuando a la posibilidad de que todos alcancemos nuestro SER y que todos seamos productivos como meta social, resulta por demás muy difícil, por no decir imposible, dadas las circunstancias globales imperantes hoy en día. El mundo y la población de hoy se encuentran amenazados por fuerzas devastadoras que con rapidez vertiginosa deshumanizan y cosifican. En Socialist Humanism (1965) editado por el Dr. Fromm, se menciona La Triple Revolución que habla de la expansión amenazante de la cibernética, producto de la combinación de la computadora con las máquinas automáticas autorreguladas y autorreguladoras que requieren cada vez menos del trabajo humano (Fromm, 1965, p 405). Esta tendencia inhumana de requerir del trabajo de una cantidad cada vez menor de seres humanos y el pagarles cada vez menos, parecería ir en el sentido de obligar a una disminución de la densidad de población; pero ese no es su verdadero propósito su objetivo único, exclusivo, es maximizar las ganancias. Conforme las máquinas absorben más la producción, requieren de una mayor porción de los recursos naturales, en tanto, los seres humanos desplazados (obreros especializados), dependen por necesidad de una ayuda económica gubernamental, mediante seguros del desempleo y otras formas de seguridad social, que cada vez son menores y de una menor duración, al mismo tiempo que minan la dignidad de las mujeres y de los hombres necesitados, al saberse dependientes y al tomar conocimiento de que tal vez ya nunca más serán autosuficientes. En la actualidad, crece la proporción de población que vive con ingresos mínimos, frecuentemente 30 Revista ConSciencia por debajo de los límites de la pobreza o en plena miseria. A la vez existe la probabilidad de que las personas excluidas, lo sean en forma permanente tanto como productores como consumidores, y vean caer sus índices de autoestima, pundonor y dignidad. Se presentan otros hechos que también olvidamos con frecuencia como psicoanalistas inmersos en un mundo capitalista que valora el TENER muy por encima del SER, porque el ser es visto muchas veces con un marcado menosprecio, con el que también son vistos los pobres, los que nada tienen. Peor aún, muchas veces ni siquiera son vistos, hasta se evita verlos y frecuentemente y no son tomados en cuenta. En estas condiciones, resulta difícil hablar de la orientación productiva y salud mental como meta social, cuando una parte significativa de la población mundial carece de un acceso adecuado a comida, casa, salud, seguridad y trabajo bien remunerado, problemas que de continuo se acrecientan. Los seres humanos vamos resultando superfluos para una industria que aplica la bien llamada “Ingeniería adelgazadora” (Thin Engineering”) en la automatización de sus plantas. Como ya se mencionó, resulta del todo falso que las sociedades industrializadas busquen generar empleos, por el contrario, buscan disminuir de un modo drástico el número de empleados, trabajadores y de obreros, además de pagarles cada vez menos en aras precisamente de la maximización de las ganancias. Agréguese a lo anterior un comercio que insiste en vender lo necesario a precios que a diario se elevan, tornándose inaccesibles o bien, ofrecen la tentación de artículos muy atractivos del todo innecesarios. Debe quedarnos claro y se debe repetir, que los dueños deshumanizados (que si bien no son todos si son muchos) de las empresas fabriles, industriales, comerciales, etc., codician la maximización de sus ingresos, del dinero y del poder que este confiere. Conclusión Esta época requiere del renacimiento fuerte de un “Humanismo radical” y de un cambio de raíz de las religiones patriarcales, autoritarias y misóginas, para que se humanicen y prediquen una bioética dedicada a la vida y a todo lo vivo, que se impone como meta universal. Necesitamos reducir la cantidad de la población humana total mundial para permitir el desarrollo óptimo de todos los ecosistemas. Además, en este proceso educativo requerimos el concurso de las religiones para promover la plena igualdad de hombres y mujeres; que apoyen desde sus estructuras milenarias, la completa libertad de las mujeres sobre sus funciones de procreación y de crianza; deben ser ellas y sólo ellas, quienes puedan optar o no ConSciencia por la maternidad, como opción individual y no como una imposición de nuestra cultura patriarcal antropocéntrica. Es indispensable mantener vivo el marco de devoción del milagro de la Creación, de esa indescriptible maravilla que siempre nos causa un profundo azoro, esa mezcla grandiosa de temor y admiración que nos conmueve y desata un intenso fervor en nuestra alma, con ese sacudir íntimo de una religiosidad que se impone. ¿Quién contempla el micro y el macrocosmos, el devenir cotidiano de la naturaleza en ese emerger de la flora, el nacimiento de la fauna y siente asombro ante el Universo, sin vivir en su intimidad el hálito de una religiosidad ineludible, sin nombre y sin sexo? No se puede más que ser profundamente religioso y vivir embelesado ante la Creación. Si nos volvemos cada vez más humanos, si hombres y mujeres se vuelven amigos, camaradas, socios en la empresa ética de toda la vida y lo vivo, lograremos, al mismo tiempo, ser hermanas y hermanos de los animales y de nosotros mismos y podremos convivir en una armonía creciente, para enfrentar entre todos, los retos que la vida siempre impone. Joaquín Romo 171, Tlalpan Bibliografía Aristóteles. (1973) Política Libro VII, Capítulo 4. Obras Completas Párrafo 1326b Tr. Esp. Francisco Samaranch, Aguilar. Buenos Aires. Bachofen, J.J.(1967): Myth, Religion and Mother Right. Bollingen Series LXXXIV, Princeton University Press Bowen, M. (2005) Thin Ice: Unlocking the secrets of Climate in the Woreds highest Mountains, Reviewed, by Bill McKibben End of Nature. New York Review of Books. Vol. 53 Núm. 1 jan 12, 2006 Campbell, J. (1960) The Masks of God Vol. One Primitive Mythology. Secker and Warbug. London. Fromm, E. (1955), Psicoanálisis de la Sociedad Contemporánea. Fondo de Cultura Económica. 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Podrán participar con ensayos, artículos o documentos de otra índole (fotos, dibujos) todos aquellos psicólogos o estudiantes de psicología y aquellos que estén interesados en la ciencia psicológica y ciencias afines. 2. La revista comprende las siguientes secciones: 1. Editorial 2. Ensayos críticos 3. Artículos 4. Reseñas 5. Sección de estudiantes de psicología 6.Correo del lector y 7 Psiconoticias. 3. Limitar las participaciones de artículos y ensayos a máximo diez cuartillas, a un espacio, con letra 12, tipo Times New Roman, incluyendo bibliografía. Los cuadros o figuras deberán de ir numerados, dentro del texto, con cifras arábigas. Los títulos de los cuadros y los pies de figuras deben ser claros, breves y llevar el número correspondiente. 4. Las reseñas no serán mayores de una cuartilla, a un espacio (sencillo), con letra 12, tipo Times New Roman, incluyendo bibliografía. 5. Los materiales propuestos para su publicación deberán estar escritos en español, en forma clara y concisa. Se entregará una versión impresa en papel tamaño carta y en disquete en programa Word. 6. Los ensayos son reflexiones críticas sobre determinados temas, y en este caso se recomienda que contengan tres secciones: 1. Introducción (objetivo o propósito del ensayo, o en su caso, hipótesis de trabajo etc.) 2. Cuerpo del ensayo, en el cual el autor desarrollará el argumento de su trabajo y 3. Conclusión. 7. Los artículos básicamente son resultados o aportes de investigaciones. Deben contener las siguientes partes: introducción donde se mencionen los antecedentes y objetivos, metodología, resultados, discusión teórica y referencias bibliográficas. Los artículos deberán, en todo caso, ir acompañados de un resumen que muestre claramente los contenidos. 8. Para las referencias bibliográficas de ensayos o artículos, el autor debe apegarse al siguiente formato que, en general, sigue los lineamentos comúnmente aceptados: las referencias en los textos se anotan con el apellido de autor y año de publicación entre paréntesis y de ser necesario el número(s) de pagina(s). Al final del texto se anota la bibliografía completa en orden alfabético y se anotarán de acuerdo con el apellido y nombre del primer autor, año de publicación, el nombre del libro o referencia en cursivas, lugar de impresión y editorial. Si la cita es textual se pondrá entre comillas y entre paréntesis se apuntará el nombre del autor y el año de la publicación con lo(s) número(s) de la(s) página(s). Al final del texto se anota la bibliografía completa. Si la cita es textual es de más de 5 renglones, se sugiere que se escriba con letra 10, con renglones de 3 cm a 3 cm y se procederá de la manera señalada anteriormente. Por ejemplo: “…en 32 Revista ConSciencia la terapia uno tendrá que sacar ventaja en lo posible de los cambios ambientales (Bellak, 1980) ...” y al final del libro en la sección dedicada a la bibliografía: Bellak, M.D. Leopold, Smalll, S.D., Leonard, 1980, Psicoterapia breve y de emergencia, México, Editorial Pax. O también puede incluirse al autor sin paréntesis: por ejemplo en un libro de Otto Klineberg encontramos el siguiente renglón “Por una parte, Hartley y Hartley (1952) hablan de actividades físicas...” y en la sección dedicada a la bibliografía: E.L. Hartley y R.E. Hartley, 1952 Fundamentals of Social Psychology. 9. Cuando se cita por segunda ocasión a un autor, se anotar de nuevo su apellido y año de publicación o se puede hacer la referencia con las locuciónes latinas utilizadas comúnmente para el caso, ambas opciones entre paréntesis. Si la cita es de Internet se anota, el nombre del autor o de la institución, nombre o titulo del artículo o ensayo, la dirección completa de la Web y la fecha de extracción de la información. 10. Si la información proviene de una entrevista o de otra fuente se anota el nombre del entrevistado o, en su caso, solamente como informante y la fecha, y/o como documento mecanografiado y en el estado en el que se encuentra (en proceso de publicación, etc.). Si es una fuente documental se anotan los datos disponibles como por ejemplo autor, nombre de la revista o periódico, fecha. 11. Por cuestión de costos, las gráficas que lleguen a incluirse en los textos deben ser en blanco y negro. Las fotografías en color; por las razones mencionadas, serán incluidas en blanco y negro. 12. Los trabajos serán revisados y en su caso aprobados por el Consejo Editorial en Colaboración con el Consejo Científico. 13. Cualquier controversia acerca de los contenidos de la revista no prevista en las bases serán resueltos por el Consejo Editorial Para recibir los trabajos o para más información comunicarse con Pablo Martínez Lacy, al correo electrónico: [email protected], o pml626@hotmail. com o al teléfono 311-55-25 ext. 248, Escuela de Psicología ULSAC. ConSciencia 34 Revista ConSciencia