“Cuando te sientes en peligro es como si encuentras que tu casa

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31 DE ENERO DEL 2016 - CUARTO DOMINGO DESPUÉS DE EPIFANÍA (C)
31 DE ENERO DEL 2016 - CUARTO DOMINGO DESPUÉS DE EPIFANÍA (C)
BIENVENIDA A LOS REFUGIADOS: EL PODER DE LA DETERMINACIÓN
BIENVENIDA A LOS REFUGIADOS: EL PODER DE LA DETERMINACIÓN
“Cuando te sientes en peligro es como si encuentras que tu casa está ardiendo,
¿te importa si sales de la casa por una ventana o por la puerta?”
“Cuando te sientes en peligro es como si encuentras que tu casa está ardiendo,
¿te importa si sales de la casa por una ventana o por la puerta?”
Wahab es un refugiado de Irak que fue recibido en Estados Unidos por los
Servicios del Puente de Refugiados, una organización socia de los Ministerios
Episcopales de Migración en Chattanooga, Tennessee.
Wahab es un refugiado de Irak que fue recibido en Estados Unidos por los
Servicios del Puente de Refugiados, una organización socia de los Ministerios
Episcopales de Migración en Chattanooga, Tennessee.
Casado desde hace 20 años, Wahab tenía una familia, un hogar tranquilo y una
carrera exitosa. Pero la guerra de Irak se llevó su seguridad y protección y,
finalmente, obligó a su familia a huir para salvar sus vidas.
Casado desde hace 20 años, Wahab tenía una familia, un hogar tranquilo y una
carrera exitosa. Pero la guerra de Irak se llevó su seguridad y protección y,
finalmente, obligó a su familia a huir para salvar sus vidas.
Wahab, su mujer y 3 niños solicitaron el reasentamiento y fueron aceptados
por Estados Unidos. Ellos fueron algunos de los pocos afortunados. Menos de
la mitad del 1 por ciento de los refugiados son admitidos en EE.UU. a través
del programa de reasentamiento de refugiados.
Wahab, su mujer y 3 niños solicitaron el reasentamiento y fueron aceptados
por Estados Unidos. Ellos fueron algunos de los pocos afortunados. Menos de
la mitad del 1 por ciento de los refugiados son admitidos en EE.UU. a través
del programa de reasentamiento de refugiados.
La familia llegó a Chattanooga, Tennessee, una ciudad de la que nunca habían
oído hablar, en un país que nunca habían visitado. Wahab aterrizó con dos
objetivos: conseguir un trabajo y tener una casa. Con la ayuda de los Servicios
del Puente de Refugiados y un equipo del personal y voluntarios, en 6 meses,
Wahab encontró trabajo, inscribió a sus hijos en la escuela y comenzó una
nueva vida.
La familia llegó a Chattanooga, Tennessee, una ciudad de la que nunca habían
oído hablar, en un país que nunca habían visitado. Wahab aterrizó con dos
objetivos: conseguir un trabajo y tener una casa. Con la ayuda de los Servicios
del Puente de Refugiados y un equipo del personal y voluntarios, en 6 meses,
Wahab encontró trabajo, inscribió a sus hijos en la escuela y comenzó una
nueva vida.
Ahora, su familia sueña con metas aún mayores. Su hija está estudiando
para convertirse en ingeniero civil y su hijo mayor está recibiendo el GED y
quiere ir a la universidad. Su hijo menor, que llegó sin saber una palabra de
inglés, prospera en la escuela.
Ahora, su familia sueña con metas aún mayores. Su hija está estudiando
para convertirse en ingeniero civil y su hijo mayor está recibiendo el GED y
quiere ir a la universidad. Su hijo menor, que llegó sin saber una palabra de
inglés, prospera en la escuela.
Es este tipo de determinación y esperanza lo que inspira a todos los
involucrados en el ministerio de reasentamiento de refugiados.
Es este tipo de determinación y esperanza lo que inspira a todos los
involucrados en el ministerio de reasentamiento de refugiados.
“Es muy bueno ver a la gente de otro país aunar sus recursos para conseguir
una casa y un trabajo para llegar a donde quieren estar”, dice Marina
Peshterianu, subdirectora de los Servicios del Puente de Refugiados. “Está
bien recordar a la gente que el sueño americano sigue vivo”.
“Es muy bueno ver a la gente de otro país aunar sus recursos para conseguir
una casa y un trabajo para llegar a donde quieren estar”, dice Marina
Peshterianu, subdirectora de los Servicios del Puente de Refugiados. “Está
bien recordar a la gente que el sueño americano sigue vivo”.
“He tenido suerte, las puertas de América estaban abiertas. Así que entré
por la puerta de América”, concluye. “Ahora vivo una vida feliz”.
“He tenido suerte, las puertas de América estaban abiertas. Así que entré
por la puerta de América”, concluye. “Ahora vivo una vida feliz”.
Los Ministerios Episcopales de Migración es el servicio de reasentamiento
de la Sociedad Misionera Doméstica y Extranjera. Cada año, los Ministerios
Episcopales de Migración, en colaboración con 30 organizaciones locales,
personal y voluntarios, re-asientan a 5.000 refugiados procedentes de países
de todo el mundo.
Los Ministerios Episcopales de Migración es el servicio de reasentamiento
de la Sociedad Misionera Doméstica y Extranjera. Cada año, los Ministerios
Episcopales de Migración, en colaboración con 30 organizaciones locales,
personal y voluntarios, re-asientan a 5.000 refugiados procedentes de países
de todo el mundo.
Usted puede involucrarse en este ministerio que salva vidas. Para más
información visite episcopalchurch.org/emm.
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Copyright © 2015 Sociedad Misionera Doméstica y Extranjera | episcopaldigitalnetwork.com/stw-es
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