• r uficrrci —I Niño, no martirices de esa manera a ese pobre animal I —Orto, haz el favor de no P ? el sombrero tan ridiculamente echa** hacia atrás. (De Dcr Luatige Sachse.) publica asta samana EL —Ahora que veo ese auto, me acuerdos ¿metiste en la cesta la lata de sardinas? (De London Opinión, Londres.) r u T Í O de Pedro Pérez Fernández \\f —¿Seis meses? iQuí joven está para mi edad! (De Pele Mék, Parts.) —Un amigo mió me recomendó su hotel diciendo que era bueno, y resulta que estoy muy disgustado tanto con la comida como con la ha' bitación. —]A mí qué me cuenta usted!... Vaya tnted a quejarse a su amigo. (De The Passing Show, Londres.) MADRID, 26 DE SEPTIEMBRE DE 1931 AÑO V _,-^-_^—-_^ NUMERO 218 a la vejez, Gutierre viruelas. G u t i é t t e z paginas geografía etimológica instructivas UANTAS veces no se les habrá ocurrido a K ustedes preguntar al »oir nombrar pueblos con nombres un poco raros, de qué provendrá este nombre? Yo, que soy muy aficionado a indagar cosas, y sobre todo la etimología de los nombres de pueblos, les diré algunas, fruto de m.'s tra- bajos y vigilias, y digo de vigilias, porque de noche no como carne. Ataquincs: Pueblo de la línea del Norte, en el trayecto de Avila a Medina del Campo; debe su nombre a que pasando por aquel sitio en la Edad Media una reina de Castilla, con su acompañamiento y servidumbre, se le desaló una cinta del justillo, y al llamar a una de sus azafatas de nombre Inés, para que le atase la cinta, le dijo: Ata aquí, Inés, y desde entonces se llamó el pueb!o Ataquines. Zamarramala: Pueblo de la provincia de Segovia, que se divisa perfectamen' te desde la explanada del Alcázar de la citada población! debe su nombre a que en cierta ocas:ón, paseando el señor de aquellas tierras por sus contor» nos, encontró a un pastor al que pre' quntó qué hora era; mientras el pastor miraba al cielo para contestar a la pregunta, el señor, fijándose en una zamarra grandísima que el pastor llevaba, le dijo: ¡Qué zamarra más grande llevas!; y mostrándola el pastor llena de agujeros, añadió: ¡Y mala, señor!, y de aquí tmedó al pueblo el nombre de Zamarramala. Tarégano' Pueblo también de la provincia de Segovia, se llama así porque estando jugando en aquel sitio una partida de tute dos individuos, uno de ellos apellidado Turé, surgió una jugada -¡udosa y la riña consigu:ente; llamaron a un tercero para que dijese en justicia quién de los dos jugadores había ganado, y dijo, después de haber examinado las bazas: Turé ganó, y de aquí Tu regaño. Maqitcda: Lugar de la provincia ¿ e Toledo; se llama así, porque al abandonarle un genera! francés, el año 1808, después de haberla incendiado, volviefl' —iMíster Ulogio! How do you do? How are you? —¡Caramba, señor Cayetano! ¿Pero usté chamuya el ingles? —A ver qué pasa... A mi parienta que la dao por llevarme los domingos al cine sonoro. En Alcoy, el 14 de abril, fueron a quitar la lápida que daba el nombre de "Plaza de la Cons' titución" al lugar más céntrico de la ciudad. En el momento de pretender destruirla para poner en su lu' gar un letrero de "Plaza de la República" alguien dijo! —No os molestéis en rompe'' la; darle la vuelta y basta. En efecto, por detrás ponía' "Plaza de la República". Claro, que se referia a la pri' mera. G u t i é r r e z do la vista dijo en un castellano muy chapurrado: Mag-queda, frase que dio nombre al sitio; todo esto no tiene más •Jue un pequeño inconveniente: que hay documentos de siglo XVI que hablan Va de Maqueda; por lo demás es verdad. Alhama: Hay varios Alhamas en EsPaña: Aihama de Aragón, Alhama de Granada, Aihama de Murcia; ignoro si todas deben su nombre a la misma cauSa : la de Aragón es la siguiente: Estanco en el balneario unos agüistas allá Por el siglo XVIII, encontraban en el servicio muchas deficiencias; llamaron a ' a camarera y le expusieron todas sus quejas: mesas de noche cojas, timbres "íUe no sonaban, jarros que se salían, efc - etc., y la camarera contestó: Yo n ° tengo nada que ver en esto, señores i eso..., ¡al ama! is: Hay dos pueblos en la Provincia de Zaragoza con este nombre; a etimología única que he averiguado uno de ellos es ésta: " • estudíame en I'aracuellos de Jiloca, "effabau los cuellos a la boca; Crihía a su m m á con cinco sellos: " « cuellos postizos.?... Paracuelloi. ts P'nseque: Pueblo de Zaragoza, cerca Casetas, en la línea general de Maa Barcelona; estando en fila para billetes en la estación (hecha artes que el pueblo) dos baturros, uno ellos, equivocadamente, tomó una Que había en el suelo, creyendo su ya; el dueño, al verlo, dijo: Oiga, '9o, ¡q u e e s a cesta no es suya!, a 9ue replicó el otro: ¡Perdona, ina«o, P'nsé que si! e ^dañero: Población de la linea del e entre Avila y Medina del Caín' ffue el campo de concentración de ' Prisioneros durante las guerras de ^astilla. como los pobres llegaban lieios harapos, hechos unos adanes, e «amó al poblado Adanero. Ar,an¡uez; Dicen, según mis indaga«iones ' que dos muchachas casaderas za ndo las bondades de sus novios lorf I ¿Conque "España es tina RePublica de trabajadores"? ¡Ya decíamos nosotros que los Jjue hacen aquí las huelgas son elementos extraños"! VIDA PRACTICA, gaün 'ada muda por GALINDO. El profesor de trompeta aprovecha las horas de estudio para encender la lumbre. respectivos hablaban así: ¿Cuándo te cusas, María? —¡Todavía tardaré tres f años, cuando se licencie en Derecho mi novio! ¿Y tú? —Yo muy pronto, hija, porque mi futuro ya es abogado y pronto le harán juez. Barbastco: Hermosa población del Pirineo aragonés; debe su nombre a la leyenda de que en ciertas fases, aseguraban por aquellos contornos, la luna presentaba dibujos semejantes a barbas largas y pobladas; se habló del astro con barbas, de las barbas del astro..., dando origen al actual nombre de Barí/astro. Zaragoza: Un rey moro de Aragón tenía una preciosa hija llamada Zara. Un criado cordobés muy cerrado les contaba cuentos en las noches de invierno; al rey moro no le hacían mu- cha gracia, pero la hija se desternillaba de risa con los tales cuentecitos; al terminar sus narraciones se iba a acostar el andaluz diciendo: Si al rey no le gustan, Zara-goza oyéndome. Y por hoy, señores, termino. En sesiones siguientes les iré dando a conocer nuevos estudios y etimologías de pueblos. Pepe MEDINA Nos gustaría saber bajo qué aspecto se presenta a declarar el marqués de Alhucemas ante los miembros de la Comisión de Responsabilidades. Quizá esté intentando convencerlos de que es ya un cadáver con gusanitos y todo. Porque él "estaba en su sitio" cuando el golpe de Estado. ¡Y como con el golpe le dejaron en el sitio...! G u t i é r r e z la vida se eso de la copa schneider o como se diga ando ON algo de retraso damos cuenta a nuestros lectores del resultado de la gran prueba de aviación que lleva por moie Copa Schneider. Hace dos semanas, al verificarse la prueba, nuestro corresponsal de Londres nos envió el oportuno telegrama dándonos los detalles necesarios para hacer esta información; pero por una lamentable coincidencia, el telegrama, redactado en inglés, ¡legó a nosotras ei uno de esos momentos de pesimismo cerebral en los que no sabe uno de inglés más que eso de Yes, yes, my deas, que debemos reconocer insuficiente para traducir un cable de doscientas palabras. , : , I Hoy, ya pasada esa crisis de pesi- mismo, podemos dar detalles al lector aficionado a los deportes. Desde luego, nosotros seguimos sin saber inglés; pero hemos leído bastante en los diarios españoles sobre esta Copa y estamos lo que se dice empollados. Parece ser que la Copa Schneíder es un trofeo para premiar a la nación cupo equipo obtenga mayor velocidad en la carrera. No se presentó a la prueba más nación que Ingla'erra, y esto, unido a la gran preparación de los corredores, hizo que los entendidos lanzasen, días antes de ia carrera, la sospecha de que la Copa sería ganada por los ingleses. Naturalmente, estos vaticinios causaron sensación en el mundo entero. Pero, amigo mío, los ingleses se saleron con la suya. Ya sabemos todos le cabezotas que son cuando se propo* nen una cosa: hasta que no la logran, no paran; y así, tras mucho luchar y tras mucho jugarse la vida, los ingl e ' ses obtuvieron la Copa Schneider. i > a quisiéramos ¡los españoles ver a UzcU' dun boxeando él sólito para el campeo' nato del mundo! Debe ser bastante "'' fíe!:. El caballero que ganó el trofeo voW a' una velocidad de mis de seiscientos kilómetros. Así, como el que lava. C¡3' ro esa que el hombre no corrió l° s seiscientos kilómetros en línea recta, e°* tre otras razones porque no tenía ifllc* res en alejarse tanto de donde estaba Ia Copa. Se limi ó a recorrer un circuito de tres kilómetros a la velocidad indicada y a no matarse, que ya está MCNaturalmente, la Humanidad ha 1°" grado grandes cosas con esta proeza Por ejemplo, la Humanidad sate a e 5 ' tas horas: Que hay un individuo que ha vola' do a más de seiscientos kilómetros p"1' ra ganarse una copa. Que es ridiculo volar a esa veloc1' dad para no ir a ninguna parte y qu c ' darse en la m'sirna población que le v ' emprender eJ vuelo. Que se puede vivir tan rícaxden'e sin la Copa Schneider. Que hay muy pocas cosas en el mu"* de que le obliguen al hombre consci«n' te a correr seiscientos kilómetros e(t una hora. Que si alguna de estas cosas se pi*' sentara de improviso, es casi segi"1" que el apara'o no respondería es debido; basta que hiciera fa\'a. Y que es una pena que aumente " día en día el número de chalaos. Felicitamos a los héroes de la j 0 1 nada. El repórter ANGBL = EL CHAVAL (que ha visto a su mamá mudar el agua de la pecera).—¿Cómo las arreglará el encargado de cambiar en el mar el agua a los peces todas las I "De los árboles frutales me gusta el melocotón; de los ministros de Espa&> Alvarito de Albornoz". Sobre gustos». u u t i é t r e z el origen h i s t o r i del t a p o r aperitivo m o r a n G u t i é r r e z 8 del porvenir ; en la provincia de burgos ¿parece una patata de valor incalculable ¿La reclamará el Museo Arqueológico? BURGOS, 1953.—Unos niños que jugaban al marro en un campo próximo a esta localidad han hallado un objeto extraño que les pareció sospechoso, porque desde luego se apreciaba que no era ninguna bomba ni petardo, que es lo que acostumbran a encontrarse los niños ahora. Avisadas las autoridades acudieron con su carro blindado de mano y trasladaron el objeto a la oficina de descubrimientos. Los técnicos están aterrados porque no h«n vis'o nunca un objeto tan raro. TARDE DEL TRÓPICO, por GALINDO -Yo daría media vida por tener el cabello rubio... —Pues yo daría otra media por tener otra nariz. -¿Y qué ibas a hacer con dos narices? ¿Es una patata? BURGOS.—Uno de los sabios más sabios y más viejos de los que han exa" minado ei objeío hallado por unos u¡' ños ha dicho a los periodistas que se trata de una pitata, especie de tubércu' lo ya ext'nguido y que hace muchos años constituía el principal alimento de la raza blanca. Estrechado a preguntas el sabio ese ha dado una verdadera conferencia, de la que sacamos los siguientes párrafos, aunque no respondemos de su veraci* dad: "La patata la inven'ó un francés llamado Parmentier, que fue el primer hombre que las construyó en serie. Las gentes, que en aquella época eran incultas y algo berzotas, se aficionaron a este al'men'o y rara era la casa donde no se consumían diariamente un par de küos, ya guisándolas con bacalao/ ya friéndolas para acompañar a los file'es. Algunos espíritus selectos las comiaa en puré y otros más zafios las deglutían asadas, acompañándolas de grandes tragos de vinazo. Un verdadero abuso, como se ve. Pero llegaron por fin unos hombres enérgicos, de grandes talentos y de ideas progresistas, que declararon la guerra sin cuartel a las patatas. Tuvieron que luchar con la incultura del populacho, que seguía empeñado en comprar patatas todos los días en lugar de ir al cine: pero al fin, tras mucho t'empo de encarecer esté articu'o' constantemente, lograron desviar de él la atención de 5a gente, que se vio imposibilitada de comprar ni aun la,<¡ mondas de la patata, llegando ésta a desaparecer. Es decir, que gracias a la mantenida carestía de este alimento, gallardamente sosten:d?. por las autoridades de entonces, se logró su desaparición, lo mismo que la del ace'te, garbanzos, pan, carne, frutas, etc., y en general todas aquellas cosas absurdas que comían nuestros antepasados, antes de decidirse a deg'utir las cubiertas usadas de G u t i é t r CINEMATOGRAFÍA NACIONAL EL DIRECTOR DE ESCENA.—No es necesario que peguen con 3 <£<X3. automóvil que tañías calorías prosean a a actu:,i generación. Medidas del alcalde BURGOS.—El señor alcalde ha di"O q u e n o s e ] e o c u ] ; a l a gravedad dei hallazgo de una patata en el campo de es ta población. Es de suponer que haVa alguien tan loco y tan inconsciente ^ e pretenda resucitar la afición a la Patata entre la Human'dad. o< < tan:ía saña al interprete de la obra. ¡;Vayan más despacio!! EL AUTOR DEL ARGUMENTO.—Pero, hombre, ¿no ve que así le quita realidad a la escena? 4! ' EL DIRECTOR.—Sí, bueno. Pero es «jue la americana que Hcva ! es Hila. ! la moda masculina lo que se llevará este invierno C ^ que el que tenga tan crimi' propósitos se encontrará con su ner gia y s u furor, porque no se puee consentir que la lucha de tantos nos contra estos al'mentos perniciosos quede estérU. Di''jo que artísticamente la patata hallad¡ " a es una joya y revela en su autor s dotes y no poco ingenio. Pesa ^ cincuenta gramos y se calcula su ° r en seis millones de pesetas. e guramen'e est~. pa'ata será recla^ a por el Museo Arqueológico, donde, a es los U n a V ' t r i n a ' s e r v ' i r á d e es'udio para aficionados a las cosas antiguas. verdad es que parece mentira Ue nadie haya podido comer estas co* * t a « extrañas. A. G. DALMAU ; ¡ EMOS empezado a recibir por teléfono los primeros figurines de la moda en el vestir para la próxima temporada. Se han introducido grandes reformas respec o a las últimas temporadas. Ve: n us'edes. Será muy corriente segu:r usando ios trajes del año pasado; pero con m^yor número de manchas y muy brillantes por los codos y por el sitio de sentarse. Las bocamangas y los bajos del pantalón llevarán flecos algo disimulados. El forro de la americana, que ya el año pasado es'aba hecho polvo, lucirá buenos remiendas de diferentes colores. En cuanto a los trajes verdaderamente nuevos, o sea esos que ya no usa el anr'go rico y nos los regala para que los arreglemos, serán de americana crinada, con dos filas de botones incompletas, porque yo no sé qué tiene los bo'ones, que siempre se están cayendo. Para suplir los botones perdidos pueden usarse alfileres de los ¡limado; imperdibles. Como siempre, las mangas se nos quedarán cortas; pero este detalle no tiene gran importancia, ya que es pos ble que los pantalones nos estén largas. Del chaleco, que casi siempre es lo que está más conservado del traje, podemos prescinda y empeñarlo. Malo S'irá si no sacamos un par de pesetillas para compr.¡r unas alpargatas. Por poco gasto se podrán adquirir c: algunas traperías buenos sombreros de copa, algo usados, claro, pero suficientes para darnos prestancia y resaltar nuestra gentil figura en la bulliciosa calle de Alca'á. Respecto a los gabanes, capas, trincheras e impermeables, creemos que es'e invierno se verán poquísimos en M J dril. ¡Como el Ayuntamiento no desempeña más que las máquinas de coser! Un detalle i4? imperiosa moda: El hombre verdaderamente elegante deberá llevar siempre debajo del brazo un bote, lo mayor posible, para recoger a su hora el rancho en lo? comedores de caridad. Que va a ser la ún'ca manera de poder comer el invierno entrante. EL BARÓN METRO !0 d ¡edad socie EST'UES de recorrer varias provincias del norte en compañía de su esposo de verano don Scnén, ha regresado a r.iadrid la vizcondesa de Tócamerroque (nacida Paca la Sabjnd'ja). Dicha i'u^tre señora saldrá dentro de breves días para las provincias del .sur, donde pasará el invierno en compañía del esposo de es'ación, don Prudencio. Dencanse en paz: Ha termnado .su carrera el conocido comercian e y e'evado pres:amista don Tanto por Ciento. La terminación de la carrera ha cu'ncidido, como veníamos temiendo, cen su ingreso en una celda de la Cárcel Modelo. Ahora a declarar ¡a huelga del apcü'o y en segu:da a correr otra vez. El auténtico joven Jo;é Carrasco ha pedido la mano de h señorita Mni Tili a su desconsolado padre, don Ataúlfo. Don Atrú'fo dijo a Carrasco que no le daba la gana de casar a su niña con semejante bo ara'e. anónima Carrasco se puso muy colorado y repicó: Hombre, yo... " Don Ataúlfo no le dejó continuar y le arrojó de su casa. Carrasco, antes de salir, rogó a don A aúlfo que no fuera tan enérgico y que ya que no le daba la mano de !a nena, que hiciera el favor de prestarle dos duritos hasta el viernes. La boda no se celebrará por ahori. El matrimonio Pérez, Heredia, López y Compañía, es;ab'ecido en Arg ¡nzue!a, 18, nos rueya hagamos constar que en estos momentos pasa por el duro ranee de h ber perdido uno de 5ds h'ios, Pab'iio, el chiquitín. Pablito se perdió anoche en el cine del Prado, y mientras el señor Pérez d'ce que la persona que le haya encon'rado puede quedarle con él, la peñora Compañía as.gura que se agrac.ecerá ;-u devo'uc'ón por tr.tarse de un jecuerdo de famil'a. A nosotros nos da lo mismo. Asi es que la persena que tenga a Pabli'o puede devolver, por ejemplo, la mitad del uño a la señora Compañía y quedarse con la otra mitad. FEO, PERO LA SEÑORA.—Mira, mira, EL MONO.—¡Habrá tía bruja! I.—Si por casualidad tienes algún niño, no le llames Agamenundo, por* que cuando llegue a mayorcito va a renegar de ti. II.—En el biberón procura poner ¡e* che pura. Nada de aguardien e ni co* sas de esas. El aguardiente para el padre, que para eso trabaja. III.—Si el n'ño nace vestido de saf* geno, vacúnale contra la viruela. IV.—Por ¡as noches mete al niño cti la fresquera. Dormirás más tranquila—¡Cómo! ¿Me he dejado la barba y el bigote, llevo me has reconocido? —Sí, por mi paraguas. tas azules v V.—Cuando comprendas que la cria' turita tiene ganas de hacer pi, dile a su padre que ie coja en brazos. Verá' qué risa. e z el bravo niás mono. re Vi. o rompas al chico píira ver lo tiene den'ro, como hacías con las muñecas no seas bárbara. Vli.__* ¡b a >ERNANDITO era un niño muy bueno y muy valiente y que quería mucho a su mamá iodos los viernes a! anochecer. Un día que era el santo del señor maestro no tenía colegio Fernandi'o, y como se tra aba de un niño muy aciivo que no podía estar dos horas sin hacfr nada, dedicó aquella tarde a cumplir años, y cumplo diez y ocho. En seguida le salió bigote y se compró i.n hongo co'or café que daban ganas de .mojar pan con manteca. Por enlonces había en aquel iv.no un brujo muy maJo que se llamaba don Brujo López, y que 'enia secuestrada a la princesi a Miramelinda, mart'rizándola constan emente. Fernand: o que se enteró, agarró ur. garrote, besó a su madre, cogió un pedozo de pan y partió camino adelante • \ rescatar a la pobre princesa. ¡Tenia muy butn corazón, Fcrmndito: Se divirtió mucho el niño tirando piedras a los pajarUos hasta que, por tin, ¡legó a .'a pris'ón de Miramelinda. En'.ró decidido quitándose el hongo. Encontró a un tío bruto partiendo .>süllas de la tapa de un baúl. —Buenos días—dijo Fcrnandito—. Don Brujo López, ¿me hace el favor? —Don Brujo vive dos puertas más abajo. Yo soy su criado. (ernandifo —Muy bien—replicó rernandiio--. Yo venía a libertar a ¡a pr.ncesita cauuva. ¿Sabe usíed? —Pues te vas a ver más negro que Bienvenida con un toro nervioso, porque yo no me la dejo quitar. - - N o sea usted ten.o, ¿por qué' —Porque esíoy aquí para darla palos, ¿sabes? Don Brujo ir.e da una pese a por cada estacazo que doy a la princesa. Comprenderás que no voy a perder el negocio por un capricho tuyo. —¿Con que paos a peseta, eh.'--ru'¿.ó iracundo Fernandiío—. ¡Ah, malvado! Ahora mismo voy a buscar al Brujo ese y yo te juro que te haré abani'onar ;u innoble coocación. Y encasquetándose el hongo hasta las orejas salió nuestro héroe en busca de López. No sabemos !o que hablarían. Lo cierto es que al día siguien'e Fernnndiio era e! guardián de la princesita 'vlirameünda y quq la daba cada paliza que la encendía el pc'o. Tenía el niño la jornada de ocho horas y se sacaba un buen jornah cobraba los estacazos a cinco reales la docena. Como los piálanos. Al año .^'guíente FermncTío se es.¡bleció por su cuen'a. Bárbaro LÁMAR (29 años.) me acuerdo ele ¡o que te a decir. , "•—No acostumbre;; al pequeño a , r papá" en cuan'o vea ¿i un caoalip,.r tr ° . Luego vienen !os líos. A " Tampoco me acuerdo de este. Cuando el chico vaya a entrar quintas, procura librarle por hilo viuda. HBRODES —¡Eh!..., cuidado, ¡que todavía quedan otros por cortar! 12 Hojas G u t i é r r e z del La guerra fuera de la Ley. Todos hombres hermanos. sin distinción de razas ni de fronteras. La Humanidad no SEPGRE. debe ser más que una gran familia. Lo que ocurre es que la fam/lia se tira a veces los trastos a la cabera. Pero, eso sí. con verdadero amor familiar. Y con verdadero amor familiar los japoneses van a ver si se apoderan DOMINGO de la Manchuria. Esta muy lejos G'nebra de Mukden. Hay que tomar medidas enérgicas contra esos mozalbetes que intentan asaltar las armerías de vez en cuando. Las Í.EPBRE. autoridades deben comprender que se trata de verdaderas criaturas y que el mejor día, en su entretenido juego de revolucionarios, en'ran en un almacén de armas, se apoderan de las escopeias y de una manera 'nesperada se 'es dispara alguL U N E S na. Son muy peligrosas las armas de fuego en manos de los n'ños. Se está poniendo c.ida vez peor eso de las subsistencias. Vamos a tener que estudiar para huelguistas del hambre; SEPBRE. pero de plantilla. Y si la comida es á cara no hay que pensar en la bebida, que también se las trae; y en la cuestión de la ropa, que es otro problema; y en l,a de los alquileres; y hasta la cuestión del tresillo está grave, hombre. Me atizaron anoche tres MARTES cod:llos seguidos que me desnivelaron el presupuesto. ¿Cuándo vamos a poder ver un 'orero que lo sea de veras? ¿LTn torero que sepa la lidia que cada toro pide y SEP9RE. Se la dé además? Estamos hartos que niños que se han estrado una so'a vez ante un becerro ton'o y de carril y se dedican a sacarle mi'.es de duros al recuerdo. Es una huelga de toreros caídos o decaídos. Don Biimonte, ¿por qué no MIÉRCOLES vuelve usted un par de meses y los I echa a todos a puntap:és? 21 23 Se formaliza eso dé iá temporada teatral. Como todo se reforma y renueva, este año se anuncian grandes noveSE ERE. dades, verdaderas inyecciones de juven ud para cí arte de Talía. Por ejemplo: la compañía juvenil madrileña Lore'o-Chicote estrenará una comedia del conocido vanguardista don Luis de Vargas. En el resto de los escenarios veremos incorporar."^ obras de los jóvenes JUEVES ingenio:; Benavente, Muñoz Seca, herm-.nj; Quintero. Amichcs. e c. ¡Juventud! Causa verdadera impresión en el mundo civüza.lo la act:*ud de Inglaterra en su afán de resolver la cris's econóSEPBRE. mica. Parece que el Gobierno inglés está decidido a prohibir la importación de los artícu'os de lujo, a nosotros, que somos muy humanos, nos agrada tal medida. Europa se compromete a no enviar artícu'os de lujo a Inglatera, pero ésta debe VIERNES comprometerse a no enviar ingleses a Europa. Porque ya tenemos bastantes. Ya lo creo que tenemos bastan es ingleses. Como que sé pegan entre ellos por ser los primeros en v;sitarnos a priSEPBRE. maros de mes. Ahora que lo que nosotros decimos: Los últimos serán como los prmeros. Todos iguales. Y como todos son iguales, pues no pagamos a ninguno. Hay que tener filosofía para poder vlv'r y noso'ros—¡ay!—'enemos los bol5 A B A DO s'llos llenos de fi'o^ofía. Da gusto ser fl'ósofo. 24 25 26 bromas aparte calendari Don Saní'ago Alba dice que ha be' cho un verdadero sacrificio viniéndos* de París, donde estaba tan divinaiDCB' te. Pero que todo lo da por bien «»' pleado en honor a la República, a '* que ha decidido prestar su ayuda. ¿Prestar su ayuda7 ¿Con qué tan'o por ciento?... El Presidente del Congreso ha obrad0 muy cuerdamente al dejar para una 3*' son noc urna los ruegos y pregunta*1 Así no ?e expone, cono an es, a gu* se quede la Cámara dormida antes "* tiempo. ¡Porque hay algunas pregunta8 que merecen la contestación por el tu** todo Ollendorff!... El conde de Romanones ha dicho t}1*6 no intervendrá por ahora en los deba' "es par'amentarios. No quiere decir aú" "esta boca es mía". El perspicaz don Alvaro ha dejad" "pasar" primero a su amigo don San' tiago. Y al ver el resultado del "debut se habrá dicho guiñando un ojo: "¡E s ' tan verdes!" O, lo que es lo mismo: "Cuando e ' discurso de tu vecino veas chafar..." Había acabado su discurso un po1'' t co de estos que se creen que sin el'0* la República estaría ya "friendo espá' rragos" (democrá'icamente hablando)1 cuando se le aproximó un admira*» que, abrazándolo, le dijo: —¡Don Fuíano!... |De cabezas cO> mo la suya necesita la República p ^ 3 formar su pedest?!. Y uno que andaba por allí cerca, a oír aquello, exclamó: —¡Este quiere poner a la Repúbl' ca sobre un pedestal de piedra! ; La ley de repoblación de la propia dad forestal ordena que se repueble11 los montes declarados de interés soci*1 Encontramos es a disposición inoV acertada. Y r'ndiendo acatamiento a la ley, hemos empezado a repoblar e ' Monte de Pxdad. Ya hemos lleva»7 los tiestos. GRACIELLA. G u t i é r r e z [cuchoso I aquel A^ O primero que notará l /F-j¿Y-^. usedes, si beben un k^y-*4 buchito de agua del • ^ ^ mar, es que es salaba. ^ nt 'guamenie, no. Antiguamente erar, "ulces todas las aguas del mar pera *ScuP-ó en ellas aquella tía guarra de * copla, y se volvieron salas. Si el a 9o es algo más largo de lo convente, pues en'onces le tienen que sa^ r al ansioso del agua hecho una veredera birria, de color de loza de Tai.»era y con la barriguita hinchada, coque resulta muy molesta, pues luego '° se vuelve aquello de si Fulano se k'a ahogado, y a nadie le gustan las mur muraciones Otra cosa tiene el mar qUe también resulta muy molesta y es e no se pueden dar dos pasos sin tre_ Zar con algo, porque por dibao estodo lleno de peces, preciosos ani*'tos que nadan y i/an haciendo asi, ' de ccon n la cola, habiéndolos habié u y diversos tamaños: desde unos muy an dazos que se llaman chocolate? o Chalotes o cosa parecida, hasta otros , ^ chiquitos, con más bigotes que ac 'á, que se llaman gambas. Or cierto que éstos se pescan di! un* ne ra muy curiosa. Se pescan con ca^ • como otro pez cualquiera, como p>r , e m P'o: ¡a ballena, pero con una caña cerveza. Se pone a orillas de! mar , cafia de cerveza y a su lado una e i'ta pequeña con una servilleta de Pfl encima, y las gatibas van sa'ienSOas y acostándose muy jun^itas a al üado de otra hasta llenar la bar,"lace muy bon'/o: parece un inde gambas. También resulta y p ntre'en!da la pesca del besugo ' c °mo sabrán todos mis lectores y n os de D=)'máu, son unos muy presumidos que les gusta mnarreg! arse y adornarse con unas jitas de limón; pues, .sabido esto. jj e n e n ustedes más que acercarse ,_ 9 U a Prcgonando: ¡dos un real; dos «el real I '• y se van detrás de uno como pitoradizas adolescentes. ara dedicarse a la pesca de los des s Vbditos de Neptuno, plaza de, falt;a ser pescador, que son esos q u et i e n e s uc a s a a f i ó l e ! hombres con sotabarba y las piernas torcidas que fuman en cachimba y van en las lanchas, a diferencia de los mar;nero5, que son ¡os que van en los barcas, personas tan amab'es que Se dedican casi exclusivamente a subirse a los palos y dar los recados para casa de los amigos; no hay más que decir: "Marinero, sube al palo y dile a la madre mia", y el marinero sube al palo, radia el mandaíto, y a los cinco minutos ya lo saben las madres, lo mismo que si se tratase de la Denticina Infalible. Lo ma'o es cuando uno de esos pobres huérfanos que hay se encuentran con un marinero, que como no tienen ma- dre a qu'en dirigirse, pues hacen el indio, y e¡ marinero se queda con una cara muy larga creyendo que ha sido un desaire. Y nacía más, que no es poco. Como que me duele ya el esternón de ser erudito. Y no lo digo por vanidad, no; aníes por el contrario, nadie más modesto que yo. Seguramente que otro cualquiera con la mitad de los conocimientos náuticos que yo tengo, hubiese redactado un Estatuto para el estanque del Retiro. En camb'o yo, ya lo han visto ustedes; ni siquiera me he retratado de chaquet. Llanote que es uno. RAFAEL GONZÁLEZ CASTELL. ESCENAS DE PLAYA por JOSÉ A1.FOXSO -¿Me hace el favor de dejarme unos corchos para nadar? -¡Es usted un grandísimo idtota, pollo! ¿Por qué me pide usted a mí corchos? -Porque todos los alcornoques los tienen. G u t i é r r e z 14 traducciones del ¡bamba, la de los ojos negros] árabe I H, tú, Bamba la de los ojos negros! La flor del naranjo no tiene tu voz arrulladora. El borneo da güeltas a la noria, tampoese que la voz tan dulce como tú, ¡oh, co tiene Bamba! Nada hay que pueda competir con esa voz tan iuya, sobre todo cuando armas bronca con la vecindad, que es casi todos los días... ¡Qué depara mentarle a uno la fanvllcadeza lia! II ¡Y qué cuerpo ei tuyo, Bamba, la de ios ojos negros, qué cuerpo! Estás >fcjor hecha que la tabla de multiplicar. INmgún camello puede igualarte en *;po. Aunque se junaran todos los camellos c!el mundo no lo lograrían. ¡Anda y que se joroben loi camellos! No hay titulo de Miss" que sea digno de ti, B.imba. Si acaso el de "Miss Celánea', pero tampoco. IH Pero eres muy cruel. Muy cruel. Sabes que te adoro y tú no mc haces c?so. Te riesi de mí, Bamba. ¡Hija, ni que fuera uno un agrario de esos! IV Anoche a las cualro me puse a cantar al pie de tu ven ana. Ansiaba verte aparecer en ella; pero tú, que si quieres arroz, Catalina. No te moviste de la cama. Se oían tus ronquidos desde abajo. ¡Qué bien roncas, oh, Bamba! Pocas cerdos roncarán con tan a elegancia. Y además silbas durmiendo, V'amba. Resul a muy entretenido oíríe. Le recuerdas a uno un tren de vía estrecha. Canté para ti, Bamba adorada, o0^ para ti. Pero como yo no sé ning1"13 canción de amores me ¡imité a caotaí la lista de la lotería. Mi intención efa honrada, y la intención es lo que va'e' can aba con voz profunda un núro<;í0< Tres mil cuatrocien os ventidós, y ' llC ' go, con voz aguda, el premip: T***' cientas pesetas. Seis mil novecientos ° 0 ' ce, y en seguida: Trescientas pese*3'1 Ocho mil cuarenta y seis: Trescie nta pesetas. . VI Se me acercó ei sereno a pregunta*' me si había salido el cuarenta y tfí^ mil doscientos doce, que le jugaban e* tero entre él y su cuñado Serafín- " dije que tenía la centena del según" para que me dejara en paz y seguí la lis'a: Veinte mil once: Trescien,•3» pesetas. ,.^~ VII Se r.brió una ventana de tu casa, Io Bamba adorada! Se asomó tu padre ' me tiró sus dos botas a la cabeza; ^ de las herraduras me d'ó en la na**' Perdí el poco conocimiento que t0 ^ la vida he tenido. Al recobrarle me puesto a escribirte es'os versos, I Bamba, Bamba! Señora de LA MUJER DEL GUARDIA -¡¡Atiza!! ¡¡Mi marido con otra'.! Maura sigue obstinado en ^ no se celebren capeas. Y el P*T blo quiere chaquetear toros. Jtj Santa Pola, el presidente "' Círculo Socialista advirtió al "T niscro que se pretendía soltó* vaqu'lla. Y el ministro dio ™ oportunas órdenes para evi*8"^ Enterado el pueblo sacó de f casa al delator para lidiarlo la plaza pública. . Y gracias—nos decía un *T cionao"—que llegó la Guardia vil cuando tocábamos a b f l ^ Hilas. Gutiérrez ¡ESAS ESPOSAS...!, gaündada. por GALINDO. - i Caramba, amigo Requena! ¡Se ha quedado usted de amo de casa! ~Y de ama. G u t i é r r e z !6 devolución en Rusia. RUSIA, 62 (urgente).—Acaba *' producirse aquí una revolución de csaJ de no te menees. Cuando el Zar estaba más descuida' do bebiendo "vodka", fue asaltado e ' palacio por unos hombres con barba8' y se lo han llevado con toda su faffl'' lia. Estoy viendo que esto va a acaba1" en 'a República de los Soviets, y eS que van a hacer un p!an quinquenal ° cosa así. Dado mi reconocido olfato político, estoy seguro de no equivocar' me. Ya telegrafiaré cuando venga Le* n'n, cuando maten al zar, cuando s e muera Lenin y demás cosas que pa» a ' rán seguramente. El único procedimiento. —¿Entonces, qué hacemos? —Pues nada, empiece usted a cortarme el pelo, y ya crecerá mientras tanto la barba. de actualidad extranjera Horroroso ciclón. ¡Cuidad de los niños! YOGUR, 38.—Se ha desencadenado un ciclón formidable que ya verán cómo ha producido disgastos gor,dos. Como se han apagado todos los faroles, todavía no se saben los efectos, pero en cuanto amanezca va a ver la caraba. A mí se me ha metido una china en un ojo. IZARRIBECERROITIA, 6.—Aprovechando un descuido de su padre, que es carnicero, el niño de ocho años Pocholo Barbarigoita cogió al autor de sus días y lo hizo rajitas con la máquina de cortar fiambres. I ¿Cuatrocientos alcaldes en Madrid?... ¡Por algo decían los pesimistas que nos volveríamos a acordar de los tiempos de la dictadura! El motivo de es'a tontería de chicos ha sido el haberle negado su padre permiso para ir a un mitin vasconavarro. Está visto que a los niños no se los puede dejar solos. (¡Atiza, ahora que me fijo!, si resulta que Izarribecerroitia no esíá en el extranjero, sino bastante más abajo. Pero, bueno, pongan ustedes otro nombre y ya está.) CACHIMBA, 6—En esta república sudamericana de América del Sur, h-i sdo autorizada una lotería que va a resolver muchos conflictos* Se celebrarán tres sorteos al mes, igual que en España; pero con la diferencia de que las premios no será» dinero, sino los siguientes: 1.* Presidencia de la República. 2." Presidente del Consejo. 3.° al 12." Ministros. Los premios pequeños son para diputados, gobernadores y altos cargos. Hay aproximaciones para secretarías. Créese que así terminarán las revoluciones mensuales para conseguir el Poder. Además han sido nombrados generales todos los habitantes de Cachimba. El primer sorteo se celebrará el día primero. F. P. DE SOCIEDAD Según vemos en fotografías recientes ha sido puesto de largo nuestro embajador en Londres, don Ramón Pérez de Ayala. Lo celebramos. I ¡7 G u t i é r r e z '^humanidad derrochona aprovechamiento de los cadáveres L otro día, cuando hablaba del aprovechamiento de las riquezas que despreciamos c °mo tontos, me dejé muchas cosas en e| tin'ero; unas, por falta de espacio; otr as, porque no se me ocurrieron enon ces y ahora he caído a fuerza de "Lo han visto Con otra" (Tango). Por ejemplo: las lágrima/5 que se traman en el mundo que están carga^ de sales de efec'o beneficioso para estómago pudieran emplearse como 9uas minerales. Renuncio a publicar ^tidades exactas porque carezco de ^ ' ° s sobre lo que se llora en el mundo. es pecto a que, en efec'o, las sa>s 'sueltas en las lágrimas son beneficio^ Para el estómago lo demuestra el e cho de que cuando tenemos un disgusto gordo, gordo, y estamos llorando ""•as horas, luego no tenemos gana e comer, lo que quiere decir que las ates q u e hemos eliminado al llorar eran ece sarias para la digestión. filtre los objetos que se desperdician tontamentq y que pudieran tener andes aplicaciones figuran los cadáere s humanos. i Cuántas y cuán'as cosas podrían er se con los cadáveres que tiramos cosas inútiles! más aprovechable que tienen los buenos, cadáveres de la bue, a Sociedad, se entiende, son las a'.ha88 que lleven encima. "°s zapatos y la ropa tampoco sol ra e charlos en saco roto, y el que e ddicara i a recoger la indumentaria todos los cadáveres que se tiran coCos a sin valor diariamen e, podría erse un gran bazar de ropas hechas, e todo teniendo en cuenta que siemr * s e les pone lo mejorciro. as dentaduras que a los cadáveres n • ° l e s S o n d e n i n g u n a ut ilidad pue85 den servir para vendérselas a los deníistas. Los cráneos enteros bien mondaditi_s sirven para pisapapeles. El cadáver entero teniéndolo en vinagre un mes o dos sirve luego para maniquí de sastrería. La cabeza sola bien limpia por dentro y rellena de serrín es útil para mo" tiesos de peluquerías. Las tibias y peronés para fabricar agujas de hueso para punto de lana, minos de marfil para rascarse, palillos de tambor y bolillos para encajes. Los huesos restantes para fabricar subasta bolones, y cocidos, para obtener col a para los carpinteros. La carne cortada en tiras y salada podría exportarse a los países habitados por antropófagos a cambio de oro, diamantes, perlas, marfil y otros productos originarios de su país. Creo que si se constituyera una sociedad encaminada a la explotación de cadáveres, podrían conseguirse a buem precio de las familias, ya que el muerto no k-s sirve para nada y sin embargo en esos momentos nunca vienen mal unas pesetejas para ayuda de los lutos. F. PERDIGUERO. voluntaria El jueves próximo se procederá a la subasta voluntaria de los s:guientes objetos: Una cama de madera con un somnver así, asi. Una mpsilla de noche con todo lo que suelen tener las mesillas. Una silla con tres patas, Un badul sin ropa, ni cerradura, ni tapa. Una mesa camilla algo coja de una pata, las otras faltan por completo. Un brasero. Un fotografía de familia de la. que inunca hice caso. Un colchón sin lana ni tela. No quedan más que los ojetes y dos o tres pulgas. Una palmatoria. Un divieso. La subasta, como se dice, es vo!uu';aria, porque estos objetos que constituyen mi ajuiar y a no me hacen la menor falta. Me voy a instalar en los dormitorios de Asistencia social y a otra cosa, mariposa. O a otro objeto, crisálida, que es más finolis. ••••I G u t i é r r e z IS te compré Jo nieno.> seis o siete alhajas. Todo lo meciste en unas maletas, y a! Monte con ello, I qué de papeletas 1 Me dejaste solo, Ipobrecito, yo! Me has dejao la ca?a vacía del to. A unción: Contestaciones con freno a cuatro ruedas. ' t , I ' ' . ,/ i|.¡ tí S i t f l i ' , i! I Policatpo —PoTícarpof c \m aiiigo,—auü paso mis ;,pnros—. :K> iría a coger c^nt —montíl.ts de cinco duro». I'arque eres ** iír.arm. I'ulicarptte, Rasariyo.— ¿Rosariyo? Pues tiende tist*** una letra de tío que atufa. Además es tf03 letra de tío qiw? no sabe escribir. Total, a Cestona. Mariano Ridruejo.~Muy agradecido a &s elogio?. Verdaderamente, su amabilidad -»°3 confunde. Muchísimas gracias. Sus seis a r ' tí culos hai: ido al cesto; pero estamos ffll1^ agradecidos a sus piropos, ¿ sa^be ? Berebere.—Es de bestia Beifebere—<oi°° desde aouí a Ccrbére.—Y, con el tal, bien &* porto—pueíío que me quedo corto.—¡Vaya t í J tío más cazurro!,—¡qué burro, señor, Qü burro! Serafín Pía.—V;: uno. Renato López.—Entran en turno. Calvorota.—¿Se fijó usté si cuando se *c cayó el pelo se le cayeron también los & sos? ¡Gachó con el socio! Casi es usted p^ que el Berebere esc de ahi a»¡iba. AnatOlio.— ¿Ouc nn le importa a usted QP* le insultemos en Altavoz? |Si aquí no * insulta a nadie 1 Porque llamarle a ust<° tontaina no creo que sea un insulto, ¿vct dad? ¡Tantas cosas peores le llamarán Vo ahí! /', Atención: La Bella Chocolate en su ere»' LA HIJA DEL AHORCAO —Oye, Pedro. ¿Tú crees que los peces se atreverán a salir con este aguacero? x y 2 " g u l i é r r e z " radio. t a v o z m a (J r i d Señores: Distraído tango argentino que nos ha salido un poco patotero desgraciadamente. |TE FUISTE, JA, JA! Me enamoré de ti con toda el alma oyéndote silbar al de la Palma, y al sonar del clarín, segundo aviso, mi corazón, el pobre, fue y te quiso. Te llevé a mi casa, te com^pré zapatos, por cierto muy fuertes, buenos y baratos. Te regalé ropas, piezas de crespón, para que te hicieras la combinación. Y entre otras mil cosas muy lindas y majas (cuplé patético.) Mi padre murió en la horca, mi corazón le recuerda, y siempre llevo arrastrando por su memoria esta cutrda. Voy y me paro ante un árbol y le ato y le desato, y me ha dicho un relojero que tengo cuerda pa rato. ¡ Pobre pipa, fallecíate sin mengua! ¡ Pobre papá, que sacabas la lengua! jFobre papa, te viste abandonar.! ¡Todos tus amigóles te dejaron colgao! Cierre de la estación: Tachín, tachín, tatachinda, tachín, tachín, tatachinda. Gutiérrez PASEO DE SAN V I C E N T E , 20 M A D R I D PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN Madrid ... 7,50 semestre M año Provincias. 8,00 " 15 " Exuanjwo. 13,00 *\ 24 " O Para k buena marcha de nuestra contabilidad, se ruega a los colaboradores de GUTIÉRREZ que cobren el importe de sus trabajos entes de pasados tres meses desde su publicación, pues después de transcurrido ese tiempo se tnUndcrá que renuncian al cobro. O Conviene a los colaboradorr» espontáneos que los artículos y cuentos con que nos honran no excedan de una cuartilla, dos a lo sumo, con letra clara, preferible a máquina. De otra forma, la Dirección no g a r a n t i z a la lectura de su» trabajo*. O Nos e* imposibe contestar las innumerables cartas que recibimos de nuestros amables colaboradores. No haremos excepción ni con las que vienen con sello para el franqueo. Cuando vean publicado algún trabajo suyo, pueden pasar por nuestra Redacción, a cobrar su importe, cualquier lunes, de cinco a siete. ELLA.—Cuando termines con el coche tienes que volver a hacer la moleta, porque, como siempre, has tenido la ocurrencia de meter las sales en el fondo. (De The Passing Show, Londres.) O A LOS COLECCIONISTAS LOS NÚMEROS ATRASADOS DE GUTIÉRREZ SE VENDEN, AL PRECIO CORRIENTE, EN EL KIOSCO DE LA CALLE DE ALCALÁ, FRENTE AL TEATRO ALCAZAR. O Los días de pago en nuestra Redacción (Paseo de Sao Vicente, 20) ton los lunes, de daco • MT4JMMBTO* (*. *•)•—WilWTI» LA MUJER (indignada).—¡Tú tenias que ser..., que discurres meaos que un mosquito!... [Irte a quitar el abrigo porque tienes calor delante de una casa de empeños, cuaado todo el mondo esta «Jrando! .. (De Hwnorbt. Londres.) EL MARIDO JUERGUISTA, por Joií Alfonso. —Ha* hecho usted muy bien en traerse a su marido a la Sierra para que se fortalezca. P que, según me han dicho, en la ciudad estaba tan débil que muchas noches se le iba la cabeza. —La cabeza y todo lo demás. Y no volvía hasta las tres de la madrugada.