SEGUNDO CONGRESO LATINOAMERICANO DE PSIQUIATRIA DE LA PRIMERA INFANCIA- WAIPAD BUENOS AIRES, 24, 25 Y 26 DE JULIO DE 1991 Material de Supervisión de Proyectos de Investigación SESION PLENARIA IV PROYECTO: "NEGOCIACION DEL ESPACIO PSIQUICO Y PATRONES DE RESPETO MUTUO - UN FACTOR EVOLUTIVO DEL INDIVIDUO EN DESARROLLO Y SU AMBIENTE" PRESENTADORES: CIAD (Centro de Investigaciones y Asistencia del Desarrollo); Investigador Principal, autor del proyecto: Dr. J. Miguel HOFFMANN SUPERVISOR: Prof. Serge LEBOVICI. (Paris, Francia). (Se presenta aquí el resumen de dos ítems de un proyecto que tiene una extensión total de 60 páginas). OBJETIVOS ESPECIFICOS: El objetivo general del presente proyecto de investigación, es el estudio de la relación existente entre la historia evolutiva de la iniciativa temprana y la constitución del ser humano individual, con su espacio subjetivo de realidad psíquica, sentido de si mismo, y potencial para la actividad creativa. (Por razones de espacio se transcribe únicamente el primer párrafo de cada objetivo). 1.- Poner a prueba un instrumento que nos permitiría el estudio de la aparición y el desarrollo de la iniciativa en infantes humanos. Dado que el estudio de esta función psicológica implica la determinación de eventos interaccionales, resultaría un instrumento para el estudio de un acontecimiento interaccional específico: el desarrollo de la iniciativa infantil en relación con las actitudes ambientales. En otras palabras, una parte de la historia del establecimiento de un espacio psíquico para el recién llegado, introduciéndose en el espacio psíquico ocupado por su ambiente cuidador. 2.- Establecer con dicho instrumento la distribución cualitativa y cuantitativa de iniciativa presente en cada mes del desarrollo temprano, partiendo del cuarto mes y finalizando al año cumplido (aspecto normativo del estudio). 1 SIGNIFICACION DEL PRESENTE ESTUDIO Partiendo de hipótesis psicoanalíticas y resultados de investigaciones en el desarrollo temprano, sostenemos el punto de vista de la existencia de una individualidad y de un espacio subjetivo desde el comienzo de la vida. El desarrollo y fortalecimiento de esta individualidad dependerá de las interacciones con el ambiente. Este último es responsable tanto de la integridad física del recién nacido como de la preservación y el desarrollo de su realidad subjetiva y de su individualidad. Es muy importante recordar el grado de asimetría existente entre el ambiente y el nuevo ser, en relación con sus habilidades negociadoras respecto del espacio psíquico. Podríamos decir junto con Sander que el recién nacido está en la situación de ocupar un espacio en el mundo y que la función del ambiente es hacer un lugar para el recién llegado. (SANDER, L.; 1982). Quien quiera sustituir a la madre estará desarrollando funciones maternas independientemente del sexo del cuidador (pudiendo ser el padre u otra mujer). Dichas funciones maternas se desarrollarán en tres secuencias interrelacionadas: 1) recepción de señales provenientes del infante; 2) la elaboración de las mismas hasta que se logra la etapa de una respuesta adecuada; 3) respuesta. Este complejo proceso de tres etapas es la reformulación de lo que ha sido llamada la función especular según la entiende el autor (HOFFMANN, 1986, 1989 a, b, c, d, 1990). Una falla en cualquiera de las tres terminará en un fracaso parcial o total de la función materna específica. Es una hipótesis de la presente investigación que el destino final de la individualidad y el espacio subjetivo de un ser humano determinado dependerá de la resolución de la siguiente ecuación, que se repetirá momento tras momento, durante todo el proceso de constitución final de su personalidad particular: preservar la espontaneidad / acatamiento Es otra hipótesis de la presente investigación que la espontaneidad se mostrará en diferentes formas de iniciativa que exhibirá el bebé. La respuesta ambiental a dichas iniciativas será la que determine el destino final de dicha espontaneidad. Es por lo tanto el respeto por el Self emergente en la mencionada asimetría de poder con el medio ambiente, la que determinará los resultados finales. No desconocemos la influencia de las diferencias individuales y por lo tanto los ingredientes de la ecuación son dos: tratar de ser / permitir ser. 2 Una buena parte de la discusión en el ámbito psiquiátrico y psicoanalítico gira alrededor del hecho de si el ser humano es tal desde el comienzo de la vida o no. Sin entrar en las implicancias filosóficas de esta discusión el factor central de dicha discusión gira alrededor del grado de individualidad que uno puede presumir que un bebé o recién nacido tiene en términos de: 1) diferenciación con respecto a su ambiente; 2) el grado de autonomía que puede poseer; 3) el sentido de sí mismo, por ejemplo en términos de representaciones de sí-mismo y de otros. En un sentido más coloquial nos podríamos preguntar: ¿es el bebé enteramente el producto de los comportamientos de su madre? o bien, como alternativa podríamos preguntarnos: ¿es el bebé producto de la conducta de su madre en relación con las propias? En la segunda alternativa la conducta del bebé se volvería significativa en tanto sería co-responsable de las relaciones con el ambiente y por lo tanto igualmente determinante del propio desarrollo. Esto ha sido enfatizado especialmente por autores tales como Sander y Emde (SANDER, L. 1980; SAMEROFF, A. - EMDE, R., 1989). En publicaciones previas (M. HOFFMANN, 1989 a.) propusimos tres orígenes diferentes para el desarrollo individual: una fuente externa relacionada con el ambiente, una fuente interna proveniente del propio sujeto, y una tercera que sería el resultado de la interacción sistémica entre el individuo y su ambiente, que sería diferente a la sumatoria simple de sus componentes (SANDER, 1980). La asimetría existente entre los participantes de esta díada interactiva (relación o vínculo) establece un delicado balance entre fuerzas muy desparejas. Termina siendo una prueba de respeto del más poderoso de ambos integrantes de la díada respecto de su contraparte. El manejo de estos elementos de poder es de importancia crucial en el proceso madurativo de "hacerse un lugar en el mundo" que es el objetivo del bebé durante este período. El espacio que él sea capaz de conquistar dependerá de su capacidad negociadora, la capacidad generativa de sus iniciativas, la fuerza de las mismas, la intensidad de la resistencia que su ambiente específico le ofrecerá, la intención y la capacidad de la madre en reconocer estos procesos y el favorecerlos o no y otras variables. Ese lugar que el infante será capaz de conquistar será su espacio personal, su lugar en la interacción con la madre -un modelo de sus relaciones con los demás. Por lo tanto el estudio de dichos procesos sería una ventana que se abre al desarrollo progresivo del conjunto de relaciones con otros (relaciones objetales) pero también con uno mismo (relaciones subjetales). Por último una hipótesis central en nuestro esquema teórico sería el efecto de dicha interacción sobre los diferentes niveles de autoexperienciarse, es decir aquellas experiencias que uno realiza respecto de uno mismo, sentimientos de sí y por último el grupo de auto abstracciones: auto imagen, concepto de sí e identidad. (M. HOFFMANN, 1989 c). Estamos proponiendo también la posibilidad de investigar un instrumento para la categorización de la interacción entre los bebés y su ambiente. Este último punto permitiría desarrollar hipótesis predictivas sobre el futuro desarrollo de una determinada interacción o 3 relación y las implicancias para los individuos que están incluidos en la misma; esto significaría también el disponer de un instrumento diagnóstico para la detección de alteraciones en la relación. 4