Cleopatra Una reina de leyenda Más allá de la imagen de mujer disoluta que la leyenda nos ha legado, ésta Reina de Egipto fue en realidad una persona preparada que nunca perdió de vista los intereses de su Reino. Cleopatra VII nació en el año 69 AC. Probablemente se crió en Alejandría, donde tuvo acceso a una refinada educación, que incluía el dominio de 9 idiomas. A la muerte de Ptolomeo XII, su padre, y casada con su hermano Ptolomeo XIII, se las arregló para reinar en solitario. No obstante, Ptolomeo fue declarado amigo del pueblo de Roma y puesto bajo la tutela de Pompeyo, lo que impulsó a Cleopatra a declarar la guerra a su hermano, pero los partidarios de éste lograron forzar su expulsión, y tuvo que refugiarse en Siria. Pompeyo, derrotado por Julio César, huyó a Egipto y pocos días antes que César llegara a Alejandría, fue asesinado. Fu por entonces que César y Cleopatra se conocieron. A pesar de que ella lo sedujo, César se atuvo al testamento depositado en Roma por Ptolomeo XII y depositó el poder en manos de Ptolomeo XIV (que tenia seis años) y obligó a Cleopatra a casarse con él para restablecer la pareja real. Posteriormente César invitó a Roma a varios monarcas, entre ellos Cleopatra. Indiferente al escándalo (estaba casado), César colmó de atenciones a la Reina. Fue por entonces que ocurrió el famoso asesinato de los Idus de marzo. Embarazada de César, Cleopatra volvió a Egipto y en el camino dio a luz al hijo de César, Cesarión. Al llegar a Egipto ordenó asesinar a Ptolomeo XIV, convirtiéndose entonces, de hecho, en Reina de Egipto. Entretanto en Roma se constituyó un nuevo Triunvirato del que Marco Antonio formaba parte, al cual le tocó en el reparto de provincias Oriente y la protección de los Estados amigos, entre ellos Egipto. Marco Antonio se desplazó a Turquía, donde convocó a Cleopatra y allí empezaron a prepararse para sus respectivos planes: Cleopatra quería emular a Roma en Alejandría y Marco Antonio quería Roma para él, por lo que necesitaba controlar Egipto. Posteriormente se reunieron en Alejandría y, amantes ya, Marco Antonio descuidó sus obligaciones. La astucia de Cleopatra lo mantenía ocioso colmándolo de distracciones. Años después Marco Antonio desafió a Roma casándose con Cleopatra si divorciarse de su esposa en Roma, Octavia, consiguiendo que Roma de declarase enemigo de la República. Debido a eso y a su derrota en el Peloponeso, Marco Antonio tuvo una grave depresión. Entretanto, Octavio entró en Alejandría y, mintiendo a Marco Antonio, le dijo que Cleopatra había muerto, lo que le impulsó a suicidarse. Cleopatra, temiendo ser exhibida en Triunfo en Roma, optó por el suicidio: La famosa mordedura del áspid. Podríamos decir que la Reina de las Reinas se suicidó por política, no por amor. Josep Gustà Publicado en La Clau del Garraf, número 35