Irlanda se vive a ritmo celta Por Lorena Ferro Cuando hablamos de Irlanda, la asociamos a un color: el verde de sus colinas. A un aroma: el de una pinta negra. Y también a un ritmo: la música celta, el sonido tradicional de los irlandeses que llena los pubs de todo el país. En cualquiera de sus ciudades, siempre encontraremos este rincón del que los irlandeses se sienten muy orgullosos. En los pubs no sólo se escucha música celta y se bebe cerveza, sino que es casi una forma de vivir. Es participar de la cultura y de la vida de Irlanda a través de conciertos de música tradicional, recitales poéticos, bailes y buena cerveza… En este buen ambiente que los irlandeses llaman craic, más de uno se acaba atreviendo a subir al escenario. La importancia cultural de Irlanda viene de lejos. Tras su bandera se esconden genios literarios como James Joyce, Bram Stoker u Oscar Wilde, y también genios musicales como U2, The Cranberries, Sinéad O’Connor o Enya. Muchos nos acercan uno de los mayores patrimonios de su cultura, la música tradicional de los celtas; algunos de forma más comercial, como los hermanos Corr (The Corrs), cuyos padres ya tocaban en pubs de su Dundalk natal, y otros siguiendo la tradición, como los dublineses The Chieftains o Van Morrison. Te proponemos conocer Irlanda a través de los locales que mejor resumen el país; con el sonido de fondo de sus violines, sus flautas, su bodrhán (tambor) y el gaélico (irlandés) como idioma. Descubrir Irlanda a través de su música tradicional, alegre y nostálgica a la vez, y a través de los irlandeses: gente amable y muy hospitalaria. LA CAPITAL (www.visitdublin.com) La capital de la República de Irlanda, Dublín, igual que todo el país, ha sufrido las invasiones de muchos pueblos, como los vikingos y los anglonormandos. Así, la ciudad debe su nombre a un asentamiento vikingo llamado Dubh Linn (‘estanque oscuro’). A pesar de ello ha sabido mantener su esencia celta a lo largo de los siglos. Dividido en dos por el río Liffey, la mayoría de sus calles da buena cuenta de su historia y de su tradición musical. Nos podemos mover en autobús, en tranvía (Luas) o en bici, pero la mejor forma de recorrer la ciudad es a pie, ya que la mayoría de lugares marcados en el mapa son céntricos. Dando una vuelta, no nos será difícil encontrar la casa de Bram Stoker (el escritor irlandés que nos descubrió a Drácula) o la estatua de otro célebre de Irlanda, Oscar Wilde. Todo el país puede presumir de una cultura y tradición musical que es para los irlandeses una forma de vivir y que se materializa en los pubs. En Dublín existen aproximadamente mil, de los más tradicionales a los más modernos. Alguno encontraremos que nos guste, ¿no? Y si hay una zona con ambiente y habitada por infinidad de pubs, esta es la laberíntica zona de Temple Bar. Allí encontramos, por ejemplo, el Eamonn Doran’s (Crown Alley). La planta de arriba es escenario continuo de música tradicional y la planta principal constituye un lugar obligado para muchos grupos de rock y pop que pasan por la ciudad. También en Temple Bar (Anglesea St.) tenemos la oportunidad de visitar uno de los locales que más recuerdos de la historia de la ciudad atesora. Es el The Oliver St. John Gogarty. En este pub, que lleva el nombre de un poeta amigo de James Joyce, podemos disfrutar de un excelente café irlandés a la vez que nos deleitamos con buena música celta. Cerca de aquí, vale la pena dar un paseo por uno de los puentes con más encanto que cruza el río Liffey, el Ha’penny Bridge. DUBLÍN Y SUS GENTES La historia de la ciudad se plasma en las canciones y viceversa. Un ejemplo es Molly Malone, una especie de patrona pagana que está inmortalizada en las calles de Dublín en forma de escultura y que aparece en muchas de las letras que podemos escuchar en los pubs irlandeses. Pasando por Duke St., 21 quizá encontremos alguna cara conocida. Allí se encuentra el Davy Byrne’s, un local de fama internacional abierto desde finales del siglo XVIII que aparece en la novela Ulises, del escritor irlandés James Joyce. Y regentado por caras conocidas tenemos The Kitchen (Essex St.). Se trata de uno de los lugares más vanguardistas de la ciudad, propiedad de los irlandeses más conocidos en el mundo, con permiso de James Joyce: los U2. Y para mimar el paladar con un buen ahumado mientras escuchamos música celta en vivo, una buena opción es el Lanigan’s (Chifton Court Hotel, Eden Quay, 11), un local que consigue un ambiente especial, además de por la buena música, por su iluminación con velas. De día y de noche, la ciudad es un hervidero constante de gente. El Trinity College, universidad fundada a finales del siglo XVI por la reina Isabel I de Inglaterra como símbolo de la cultura angloprotestante, es un punto de encuentro de muchos jóvenes que empiezan aquí la marcha. El Trinity alberga el libro de Kells, puntal de la cultura irlandesa. Tampoco debemos dejar pasar la oportunidad de visitar la catedral de San Patricio, patrono de los irlandeses, o el castillo de Dublín (cerca de Dame St.), que data del siglo XIII. Otro lugar de peregrinaje, aunque un poco más alejado del centro, es la fábrica Guinness (St. James’ Gate). La visita a la factoría cuesta 14 euros e incluye degustaciones de su famosa cerveza negra. Y para acabar con el buen sabor de boca del café más espumoso de Dublín, vale la pena visitar The Joy of Coffee (Essex St.). CORK (www.corkkerry.ie) En lo que a turistas se refiere, Cork, a cinco horas de Dublín en dirección sur, es la segunda ciudad de la República de Irlanda. El río Lee se bifurca en dos canales y rodea el centro de la ciudad, de ahí que muchos lo consideren la Venecia irlandesa. De su puerto partió el fatídico Titanic y durante las épocas de hambre ha visto como muchos compatriotas marchaban en busca de mejor suerte hacia América. Pero más allá de recuerdos tristes, Cork puede presumir de su amplia oferta cultural y de una vida nocturna muy activa influenciada por los estudiantes. La ciudad ofrece gran variedad de pubs: en todos está presente la cerveza y en la gran mayoría la música en directo. Una buena opción si vamos en busca de locales donde tomar una buena cerveza y, sobre todo, escuchar buena música celta es Oliver Plunkett St. Las noches más animadas de Irlanda las podemos encontrar en Washington Street o en el llamado Barrio Francés (French Quarter). Un poco alejado de esta zona de marcha y junto al canal situado más al sur, tenemos la ocasión de disfrutar de una atmósfera bohemia frecuentada por artistas en Charlies (Union Quay). El local ofrece interesantes conciertos en directo. Y en Mutton Lane Inn (Mutton Lane, 3) está el que dicen es el pub más antiguo de Cork. Funciona desde 1787 y ofrece una excelente música. En una colina del antiguo barrio de Shandon encontramos Chimes (Church St., 27). Los jueves, sábados y domingos por la noche suele haber música tocada con acordeón. Y que Cork es una ciudad musical donde las haya también lo avala el Festival de Folk que allí se celebra (www.corkfolkdancefest.com). Aparte de los locales tradicionales, la ciudad tiene rincones con mucho encanto. Es el caso del English Market, uno de los mejores mercados de Europa, donde podemos encontrar desde queso francés a aceite de oliva español. El nombre se debe a que históricamente sólo podían comprar en él los ingleses y los irlandeses tenían vetada la entrada. Y por unos 5 euros podemos hacer que todo Cork escuche unas campanadas tocadas por nosotros en la iglesia de St. Ann. Se conocen como las campanadas de Shandon por el barrio en el que está situada la iglesia. También podemos regresar al pasado visitando la Old City Gaol, una antigua prisión que hoy es un museo pero conserva el ambiente tétrico de la época. Y completar la visita admirando los dólmenes de la Universidad de Cork o visitando el castillo de Blarney. GALWAY CAPITAL CULTURAL (www.galway.ie) Como Cork, esta ciudad de la parte occidental de la isla de Irlanda tiene mucho ambiente por el hecho de acoger a numerosos universitarios. Si los alrededores se caracterizan por su paisaje rural y casi sin explotar, Galway es un núcleo medieval de callejuelas con mucho encanto y, cómo no, acogedores pubs. El centro de la ciudad se extiende a través de las dos orillas del río Corrib. Podemos visitar el castillo de Lynch –algunas de sus partes datan del siglo XIV– o el Arco Español, el único que se conserva de la antigua muralla. En Galway se dan cita durante todo el año, pero sobre todo en verano, muchos eventos culturales que aportan a la pequeña ciudad aún más encanto; por ello muchos la consideran la capital cultural de Irlanda. Así, en febrero se celebra un Festival de Jazz. En mayo tiene lugar el festival musical The Galway Early Music Festival (www.galwayearlymusic.com) y en julio se celebra otro de arte… Por celebrar festivales, ¡festejan hasta el de las ostras en septiembre! Los europeos consideran Galway la ciudad que mejor representa la cultura irlandesa y por eso, además de los festivales, son innumerables los pubs que podemos encontrar en esta pequeña ciudad costera. En las afueras, destacamos una cervecería regentada por la misma familia desde hace seis generaciones. Es el Cooke’s Thatch Bar (Cooke’s Corner). El ambiente es tan familiar que los clientes pueden tocar el piano si les apetece. El O’Flaherty’s (Great Southern Hotel, 15 Eyre Sq.) es un local situado en los bajos de un hotel en el que se puede comer y donde los fines de semana hay sesiones musicales. BELFAST ES UN FESTIVAL (www.turismodeirlanda.com/belfast) (www.gotobelfast.com) Irlanda es una isla formada por la República de Irlanda e Irlanda del Norte. Esta última pertenece al Reino Unido y tiene como punto neurálgico y capital Belfast. El nombre gaélico de la ciudad, Beál Feirste, hace referencia al río Farest, que ya no es más que un conducto subterráneo. El Lagan es el río que aún hoy discurre por Belfast. La ciudad es bastante industrial y la historia política de esta zona la ha puesto muchas veces en el objetivo informativo, pero hay otro aspecto por el que Belfast destaca y que no todos conocen: sus festivales. En marzo ya se pone en marcha la maquinaria festivalera con el Festival de Música de Belfast. El evento es una plataforma de jóvenes talentos y lleva funcionando desde principios del siglo pasado. En mayo el Festival de Verano sube al escenario la música clásica y también la popular. También en mayo el Festival de las Artes del Barrio de la Catedral reúne espectáculos cómicos, de música y actuaciones en la calle, en teatros de la ciudad y hasta en pubs. En esta zona es donde se desarrolla gran parte de las actividades culturales de la ciudad. El Festival de Belfast en Queen’s es el segundo más importante del Reino Unido (www.belfastfestival.com). El barrio de Queen’s es el paraíso de los adictos a las compras y también tiene una animada vida nocturna. Y es también en Belfast donde tiene lugar, en agosto, la celebración más popular de Irlanda: el Féile an Phobail (www.feilebelfast.com). También en el Lord Mayor’s Show encontraremos infinidad de música en directo en el corazón de la ciudad (www.belfastcity.gov.uk/events). Dado que muchos de estos festivales tienen lugar en el centro, podemos matar dos pájaros de un tiro y conocer Belfast. El centro está presidido por el Ayuntamiento, en la plaza Donegall. El consistorio, de arquitectura clásica renacentista, conmemora acontecimientos como la Segunda Guerra Mundial o el Titanic, que tiene aquí un monumento a sus víctimas. Cerca del Ayuntamiento se encuentra la Biblioteca Linen Hall, creada en 1788 para “cultivar la mente y despertar el espíritu”, y la catedral de Santa Ana, donde descansan el cuerpo de Edward Carson, responsable de la división de Irlanda. En el banco del Ulster, el edificio público más antiguo de la ciudad, encontramos verjas de hierro con la Mano Roja del Ulster, símbolo de la región. Si queremos comprender la historia irlandesa, quizá las exposiciones del Museo del Ulster nos puedan ayudar. En el oeste de Belfast podemos visitar los famosos murales católicos. El mural dedicado a Bobby Sands, cerca de las oficinas del Sinn Féin, es uno de los más célebres. AMBIENTE ‘CRAIC’ Los conocidos entries (callejones estrechos) que surgen de las calles High y Ann conforman el barrio más antiguo. En él se encuentra la mayoría de pubs de la ciudad, casi todos con muchos años o siglos a sus espaldas. Así, dicen que el White’s Tavern es el pub más antiguo de Belfast, ya que data del 1630. El paso de los siglos no ha alterado la buena atmósfera o craic que allí se respira. También encontramos buen ambiente en Maddens (Berry St.), donde la música tradicional celta está muy presente… Junto a la que surge de manera espontánea, algo habitual en Irlanda. Para concluir nuestra visita a Irlanda, podemos brindar con una buena pinta en McHugh’s Bar, un local con más de 300 años de historia. ¿QUIERES SABER MÁS? ANTES DE SALIR UNA VEZ ALLÍ EN LA MOCHILA Turismo de Irlanda www.turismodeirlanda.com En Dublín Autobús www.buseireann.ie www.dublinbus.ie Libros James Joyce, Ulises Itinerarios por carretera www.viamichelin.com Ferrocarril www.irishrail.ie CÓMO LLEGAR A DUBLÍN En avión www.spanair.com En tren Usando los pases Euro-Raíl www.renfe.es Por el resto de Irlanda Alquiler de coches www.carrentalcouncil.ie John O’Beirne Ranelagh, Historia de Irlanda. Cambridge University Press, Madrid, 1999 W. B. Yeats, El crepúsculo celta. Ediciones Alfaguara, Madrid, 1986 Discos The Chieftains: Ballad of the Irish Horse y Water from the Well The Corrs: Home Películas Ken Loach, El viento que agita la cebada