La clase de cañoneros Pizarro, estaba formada por las unidades

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ARTÍCULO
Cañonero
Pizarro F31
La clase de cañoneros Pizarro, estaba formada por las unidades: Pizarro,
Hernán Cortés, Vasco Núñez de Balboa, Martín Alonso Pinzón, Vicente
Yánez Pinzón, Sarmiento de Gamboa y Legazpi.
Fueron botados en dos tandas simultáneas, los cuatro de la primera serie,
el 3-8-1944, y los de la segunda el 8-8-1945, siendo una de las clases de
buques de construcción nacional de más éxito en los años de posguerra.
Fotos y textos: José González y Antonio Alcaraz
CARACTERÍSTICAS
El desplazamiento de estas unidades era de 1710
tons. a carga estándar, y
2246 a plena carga, eslora
95,2m, manga 12,5m. y calado 3,78m. a plena carga.,
con una potencia de 6000
hp., podían alcanzar una
velocidad 19 nudos a plena carga de las cuales 358
toneladas correspondían al
combustible, su autonomía
era de 2800 millas a 19
nudos y 6000 millas a 14
nudos, su dotación era de
251 personas.
Su armamento estaba
compuesto de 6 cañones
de 120/50, 8 de 37mm. y
6 de 20 mm. 4 morteros y
un varadero para cargas de
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profundidad, también tenía
una instalación portátil para
transportar 30 minas.
El impresionante aspecto
que ofrecía su batería de 6
cañones de 120mm, y cincuenta calibres, de proyecto
y fabricación nacional, podrían hacernos pensar que
estas armas eran su armamento original, aunque lo
cierto es que no fue así. En
la gestación de los numerosos proyectos que dieron
lugar al buque, inicialmente
estaba previsto colocar otras
piezas de artillería.
Inicialmente fueron calificados como cañoneros,
denominación que no les
duró demasiado tiempo, ya
que por O.M. de 29 de Junio de 1955, los cañoneros
de la clase Pizarro, fueron
reclasificados como fragatas.
Como no eran unidades
de lucha antisubmarina, el
término de fragatas tardó en
cuajar, no generalizándose
hasta la década de los sesenta tras la modernización
de dos de ellas con cargo a
la ayuda americana.
Estos buques tenían un
casco de acero, parcialmente soldado, con la roda muy
lanzada, y que unida a
unos escobenes grandes y
algo retrasados, contribuían
a darles un aspecto potente
y agresivo.
La cubierta se prolongaba
por los dos tercios de la eslo-
ra , hasta el montaje superpuesto popel donde empezaba la toldilla, que tenía un
francobordo muy reducido.
La popa era redonda con
una ligera bovedilla hacia
el exterior, mientras que las
amuras presentaban dos hileras de portillos.
Las superestructuras, se
agrupaban en la parte central del buque, a fin de dejar
los máximos sectores de tiro
para la artillería, pues una
característica de diseño de
estas unidades era la de servir de escolta antiaérea.
A proa del puente, de considerables dimensiones, llevaba una plataforma para
el armamento de 37 mm, y
a popa un único palo, los
gases salían por la única y
alta chimenea situada en el
combés. Seguía otro reducido conjunto de superestructuras destinadas a alojar el
puesto secundario de la
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confortables en cuanto a
habitabilidad. Demostraron
siembre buenas condiciones
marineras, aunque cuando
iban descargados, tenían un
balance muy rápido, y cierta
tendencia a asomar las hélices fuera del agua debido a
su poco calado. Con vientos
fuertes de través, tendían a
abatir bastante, a resultas
del efecto vela de su casco y
superestructuras combinado
con el poco calado, en cualquier caso obedecían muy
bien al timón.
EL AUTOR
dirección de tiro, proyectores y montajes antiaéreos de
pequeño calibre.
La toldilla era amplia y
despejada, pudiendo acoger
una instalación portátil para
el fondeo de hasta 30 minas
en vez de los morteros lanza
cargas, quedando el varadero en crujía enmarcado por
las dos líneas de carriles para
transporte y lanzamiento de
las minas.
Tenían una amplia compartimentación interior con
8 mamparos estancos transversales, y 2 longitudinales,
estos últimos a 3,5 m. de
la línea de crujía, y con un
espesor de 8 mm., que sólo
se extendían a lo largo de la
línea de máquinas y calderas,
que era además la única provista de doble fondo, otros
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mamparos estancos protegían la zona de pañoles.
La maquinaria principal
estaba formada por dos grupos de turbinas de vapor
tipo Parsons, que daban una
potencia normal de 5.000 hp
a 330 revoluciones, y máxima de 6.000 a 370 r.p.m.,
dando una velocidad máxima teórica de 20 nudos.
El grupo de turbinas proel,
accionaba el eje de babor, y
el popel el de estribor, siendo
las dos hélices tripalas, siendo la única pala de timón del
tipo semicompensado. La
deficiente calidad de algunos
materiales de las turbinas, y
evaporadores, fue causa de
múltiples averías por desgastes, corrosiones, etc, que
obligó a su modificación y
eventual sustitución.
En 1956, con cargo a los
fondos de la ayuda americana para la modernización de
la Armada, se modernizaron
dos fragatas de la serie, la
Legazpi y la Vicente Yáñez
Pinzón, a costa del presupuesto para modernizar el
crucero Canarias, que quedó
como estaba. Estas fragatas,
fueron desmontadas hasta la
cubierta, y rehechas de nuevo, afectándoles al puente
de mando, un nuevo palo
de celosía para sostener el
radar y demás antenas de
radio, cambio total de la artillería, direcciones de tiro y
armamento antisubmarino
eliminación de la segunda
fila de portillos etc., durando
las obras casi dos años, y
prolongando su vida operativa casi 10 años más.
En 1961, se le cambia
el numeral por la serie 30,
con la letra “F” de fragata,
correspondiéndole al Pizarro como cabeza de serie el
numeral F-31.
El historial de los “Pizarro”, fue en general apacible, aunque en algunas
ocasiones se vieron envueltos en situaciones de tensión, como la Magallanes
participando en la guerra
de Ifni-Sahara en 1957-58,
quedando en aquellas aguas
algún tiempo integrada en el
4º Grupo de Escolta.
De líneas estéticamente
agradables, y aspecto imponente gracias a su batería
artillera, resultaron buques
bastante queridos por los marinos, siendo en el momento
de su alistamiento bastante
D. José González, dada su
profesión de marino mercante retirado, no es de extrañar que sea un enamorado del mar, en otra ocasión
trajimos a nuestras páginas
otro modelista que ha tenido
una estrecha relación con la
marina mercante, y en cierta forma creemos que con
esta afición al modelismo
naval suplen la falta de su
actividad marinera que estaban acostumbrados con la
construcción de modelos a
escala. D. José, es un modelista que prefiere los modelos RC a los estáticos, como
él bien dice, “los barcos son
para navegar”, prácticamente todos sus modelos son
navegables aunque en sus
estantes hay modelos estáticos, incluso modelos que
podríamos calificar de especiales por sus características,
ya que son modelos hechos
de papel, los cuales esperamos poder mostrar pronto
a todos.
EL MODELO
Con los planos del Museo
Naval de Madrid, se inicia la
construcción del cañonero
Pizarro, dado que la escala
de los planos de este modelo
está comercializado a 1:100,
se ha de modificar esta escala a una que nos ofrezca
garantías de una buena navegación, por lo que se decide transformar la escala a
1:50, el doble de las medidas
del plano, de este modo se
obtiene un modelo con una
eslora de 1,9 m, todo un
señor modelo que no dejará
a nadie indiferente no solo
por sus medidas sino por su
estampa y buenos acabados,
D. José por las características
de su trabajo y su forma de
pensar, podríamos incluirlo
en el grupo de modelistas
que piensan que un modelo
RC no ha de estar reñido con
la realidad, ha de tener los
acabados de un estático, han
de estar en comunión unos
buenos acabados y una buena navegación, el modelo
ha de cumplir a la perfección la función para lo que
fue diseñado, navegar. Una
buen ejemplo lo tenemos en
las películas que vemos en
el cine y los barcos son los
grandes protagonistas, en los
que se construyen modelos
a escala rigurosa y además
pueden y deben navegar.
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La construcción de este
modelo de grandes dimensiones no es la típica a la
que estamos acostumbrados
a ver en la mayoría de publicaciones, para la construcción de un modelo de casi
dos metros, se ha utilizado
materiales muy simples y
que muchos de vosotros nos
os podéis imaginar.
La quilla cuadernas y cubiertas están hechas de contrachapado marino de 3mm,
el forro y superestructura
cartón prensado de 1,5mm,
el cual se ha impermeabilizado con cuatro capas de barniz marino, la primera capa
un 25% de barniz y resto de
disolvente, la segunda capa
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al 50% de barniz, la tercera
al 75% de barniz y finalmente la cuarta capa el barniz al
100%.
El modelo excepto las anclas, bocinas, ejes de cola y
hélices, el resto de pieza que
componen el modelo es artesanal, utilizándose diferentes materiales como hemos
visto hasta el momento, madera, cartón, latón y cobre.
Como ejemplo, los candeleros son de hilo de cobre
chafados a los que se les han
hecho dos agujeros de 1mm
para pasar los cables de los
pasamanos.
Como curiosidad, el modelo mueve de forma programada y automática la
artillería, esto se ha
conseguido reciclando mecanismos de
juguetes viejos que
en vez ir a para a la
basura, se les ha dado una nueva oportunidad de servir de
entretenimiento, del
mismo modo se han
reciclado pequeños
motores de juguetes que
cumplen funciones como
mover el radar, movimiento
que además de dar realismo
al modelo sirve como testigo
que el modelo esta listo para
funcionar con la alimentación eléctrica conectada.
La motorización esta a cargo de un motor eléctrico que
funciona a 24V reciclado
de un viejo sondador marino, para alimentar el motor
se utilizan dos baterías de
ácido de motos puestas en
serie para obtener los 24V,
de esta forma se consigue la
velocidad rápida del barco y
para una velocidad económica o con tráfico, se pasa
a una conexión en paralelo
que da 12V, el cambio de
velocidad rápida a lenta se
realiza con un interruptor triple accionado por un servo.
Para la construcción de
este modelo se ha tardado
6 meses aproximadamente
trabajando 4 horas diarias.
Solo nos queda felicitar a
D. José González González
por su colaboración en la
realización de este artículo y
felicitarle por tan magnífico
trabajo, esperando ver en un
futuro cercano otros de sus
modelos que nos consta que
tiene muchos y buenos.
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