25 años de asasinato de Monseñor Oscar Arnulfo Romero

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En el 25º Aniversario del Asesinato de Monseñor Oscar Arnulfo Romero
Las organizaciones y personas abajo firmantes, de Alemania y Suiza exigen un esclarecimiento
sin exclusiones de violaciones de Derechos Humanos
Aún 25 años después de su asesinato el 24 marzo de 1980, Oscar Arnulfo Romero nos llama a
luchar por la verdad y la justicia. Monseñor Romero se ha vuelto un símbolo del sinnúmero de
salvadoreñ@s, que en esta lucha han sido asesinad@s por fuerzas gubernamentales. El representa
a tod@s aquell@s, que buscan un mundo mejor, y nos recuerda nuestro deber de resistir a la
injusticia, aún más allá de las fronteras. El aniversario de su asesinato da lugar para expresar
nuestra procupación por los sucesos actuales en El Salvador.
A mediados de febrero de 2005 era celebrada por el presidente de la Républica de El Salvador la
memoria del fundador del partido de gobierno, Mayor Roberto d’Aubuisson, quien fue
identificado por la Comisión de la Verdad de haber sido quien encargó el asesinato de Monseñor
Romero. Esto a pesar de que la Comisión Interaméricana de Derechos Humanos (CIDH) en su
informe N° 37/00 exhortara a las autoridades savadoreñas a que castigaran este asesinato. La
negativa de los gobiernos presididos por Flores y Saca, de cumplir con estas recomendaciones
obligatorias, da cuenta de la dramática situación de los Derechos Humanos.
"Mano Dura" y "Súper Mano Dura" - construyende el enemigo público numéro uno
Con los programas “Mano Dura“ y “Súper Mano Dura“ como partes de la llamada guerra contra
las maras juveniles desde junio de 2003 el gobierno ha manipulado la legítima necesidad de
seguridad de la población. La modalidad militarizada de combatir las maras juveniles trajo
consigo un ataque a garantías fundamentales de un estado de derecho, a sectores independientes
de la justicia, a fuerzas opositoras, etc. Tampoco las críticas de organizaciones internacionales
como la Comisión de la ONU para los derechos de la niñez o recientemente de una delegación de
la CIDH fueron capaces de lograr mejorías sustanciales.
El resultado de la “guerra contra las maras” es un ascendente índice de asesinatos. El tenebroso
comentario del jefe de policía Ricardo Menesses: muchos de los asesinados eran solamente
miembros de las pandillas, o sea “delincuentes y no ciudadanos normales” (LPG, 6 enero 05)
implica, que en El Salvador hubiese personas sin derecho a la vida. Esta doctrina determinó la
historia del país durante muchos años. En realidad hay muchos indicios de que supuestos o
verdaderos integrantes de las maras hayan sido ejecutados por escuadrones de la muerte. El
obispo auxiliar Rosa Chávez en su homilía dominical del 23 de enero del 2005 señaló, que entre
otras la organización eclesial de Derechos Humanos, Tutela Legal posee información confirmada
al respecto.
Intimidación, amenazas, homicidios con posible motivación política
Sucesos actuales dan firmeza a la sospecha, de que con el pretexto de operaciones contra las
maras juveniles, no solamente quedan sin efecto los derechos de los jóvenes involucrados
directamente; sino que se prepara el terreno para la aplicación de medidas represivas contra
opositor@s.
En
Noviembre del año pasado fue asesinado por desconocidos durante sus
vacaciones el sindicalista salvadoreño-estadounidense José Gilberto Soto. La
sospecha de que el asesinato podría tener que ver con la actividad sindical de Soto
contra la multinacional danesa de transporte Maersk, nunca fue tenida en cuenta
por las instancias de investigación. En cambio presentaron a su suegra como autora
intelectual y a algunos supuestos pandilleros como los asesinos. La Procuraduría
para la Defensa de los Derechos Humanos entonces documentó pruebas forenses de
supuestas “torturas físcas y sicológicas” por parte de los organismos de
investigación a varios de los acusados (PDDH, 20.12.2004), lo cual es negado
categóricamente por el jefe de la Policía Nacional Civil, Ricardo Menesses. El
acusó a la PDDH de manipulación y el Fiscal General de la República procedió
judicialmente contra la PDDH. Contra la misma Procuradora, Beatrice de Carrillo,
y algun@s de sus colegas se han intensificado desde entonces las amenazas de
muerte.
El
23 de diciembre de 2004 protestaron organizaciones sociales contra el Tratado
de Libre Comercio con EEUU aprobado hace poco tiempo por mayoría de la
Asamblea Legislativa. Ese mismo día el periódico alineado con el gobierno, El
Diario de Hoy, publicó las fotografías de más de cuarenta supuestos líderes de las
protestas, miembros de las organizaciones participantes en las manifestaciones y
del partido de oposición FMLN. El editor del diario, días antes había presumido de
haber realizado junto a los servicios secretos del Organismo de Inteligencia del
Estado (OIE) investigaciones “privadas” al respecto. El recuerdo aflora de las
prácticas utilizadas por D’Aubuisson y los organismos de seguridad de aquella
época, de denunciar a opositores públicamente en los medios de comunicación;
quienes después serían asesinados por los escuadrones de la muerte de la dictadura.
La Procuradora para la Defensa de los Derechos Humanos habló en este contexto
del peligro de nuevos escuadrones de la muerte.
Repetidas
veces los miembros del gobierno ponen en la picota a los críticos de
sus políticas, relacionándolos directamente a la inmensamente creciente
criminalidad que amenaza la seguridad pública; el año pasado fueron especialmente
afectados jueces, la Procuradora para la Defensa de los Derechos Humanos,
organizaciones sociales y el FMLN. Recientemente el ministro del interior René
Figeroa tejió una relación entre el rasante crecimiento de la tasa de asesinatos en el
país a partir de la Operación Mano Dura y discusiones en el FMLN.
Manuel de Jesús Martínez, un guardia de la Universidad Luterana de El Salvador
(ULS), fue asesinado brutalmente en el predio de la ULS a finales de enero.
Miembros de la universidad progresista recibieron a continuación llamadas
anónimas de amenaza, donde entre otras cosas se reproducían llamadas
interceptadas a la dirección de la universidad. Sin embargo para el jefe de policía
Menesses estuvo claro muy pronto, aún sin ser aclarado el caso, que contrario a
muchos indicios no se trata de un crimen con motivación política. De una carta
abierta de la ULS al fiscal general:”En los hechos, fríamente vistos, encontramos el
propósito de producir terror y esta intención expresa un afán político paralizante,
silenciador, amenazante y destructor. Esto es, justamente lo que caracterizó el
accionar de los escuadrones de la muerte en la década de los años 70 del siglo

pasado”.
Otros asesinatos como el del vicedirector de la policía comunal de Soyapango, Adalberto
Mercado Aguilar, el 14 de febrero del 2004 y el de Mauricio Portillo del sindicato STISSS el 18
de febrero del 2004 necesitan de una investigación digna de crédito con el fin de aclarar posibles
móviles políticos. Recordamos aquí las concluciones del „Grupo Conjunto para la Investigación
de Grupos Armados Illegales con Motivación Política en El Salvador“conformado a raíz de los
Acuerdos de Paz de 1992, de donde se desprende que las estructuras con características de
escuadrones de la muerte disfrazan sus crímenes políticos de delincuencia común.
Llamado a las autoridades salvadoreñas
Los resultados del Grupo Conjunto y de la Comisión de la Verdad fueron ignorados
sistemáticamente por todos los gobiernos de la postguerra.
Para hacer frente a la dinámica siniestra que es propiciada de esta manera, las personas y
organizaciones abajo firmantes exigimos a las autoridades salvadoreñas:
el
acatamiento de las resoluciones obligatorias de la CIDH y finalmente la
realización de una investigación seria de los asesinatos de Monseñor Romero, de
los padres jesuítas y otros,
el apoyo entero al trabajo de la Procuradora para la Defensa de los Derechos
Humanos y el impedimento de las amenazas contra ella y sus colegas, como asi
tambien
la revocacion de la inhumana e inconstitucional Ley de Amnistía de 1993.
Nos solidarizamos con la lucha de muchas personas y organizaciones salvadoreñas contra la
impunidad permanente en El Salvador.
Alemania y Suiza, 17 de marzo de 2005
Amnistía internacional, Sección Alemana, Grupo de Coordinación El Salvador
Asociación Nicaragua Duesseldorf, Alemania
Asociacion de estudiantes de la universidad Humboldt de Berlin, Alemania
Casa Oscar Romero en Bonn, Alemania
Centro de Información El Salvador, Frankfurt, Alemania
Centro del Tercer Mundo de Osnabrueck, Alemania
Comunidad de Base, Casa Oscar Romero, Alemania
Comité "El Salvador" del Decanato Luterano de Munich, Alemania
Coordinadora “Internacionalismo” (BUKO), Hamburgo, Alemania
Gobierno de los estudiantes de la universidad Humboldt de Berlin, Alemania
Grupos de Hermandad con El Salvador Suederdithmarschen, Alemania
Iniciativa Cristiana Romero, Muenster, AlemaniaINKOTA, red ecuménica, Berlin, Alemania
Instituto para teología y politica, Muenster, Alemania
Juventud Luterana de Munich, AlemaniaOficina Ecuménica por la Paz y la Justicia, Munich,
Alemania
Secretaría de América Latina/Centro de Mision y del Servicio Mundial de la Iglesia Luterana del
Norte de Alemania (NMZ)
Secretaría para Centro America, Suiza
Servicio Universitario Mundial (SUM), Alemania
Servicio de Desarrollo de la Iglesia Luterana de Baviera.Prof. Dr. Manfred Liebel, Universidad
Berlin, Alemania
Klaus Farin, autor, Berlin, Alemania
Ute Paul, amnistía internacional, Munich, Alemania
Dr. Frank Schwerin, Brandenburg, Alemania
Roswitha Schmid, Konstanz, Alemania
Joachim Kasch, Berlin, Alemania
Hans-Hartmut Huefner, Berlin, Alemania
Bernhard Mueller, Krefeld, Alemania
Elisabeth und Wolfgang Bentrup, Oberursel, Alemania
Rainer Petrowski, Edelak, Alemania
Susanne Greiling, Nuernberg, Alemania
Juliane Scheer, abogada, Munich, Alemania
Angelika Lex, abogada, Munich, Alemania
Prof. Dr. Hugo Scheer, quimico, Munich, Alemania
Nelson Fernando Rojas Linares, ingeniero, Munich, Alemania
Dr. Uta André, Rastede, Alemania
Prof. Dr. Dr. K. Langmann, Muenster, Alemania
Andrea Bertele, Munich, Alemania
Las organizaciones firmantes apoyan este llamado en el marco de sus respectivos mandatos.
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