Se chupó Torre Tagle Nicolás Lynch Lamentable el comunicado del gobierno peruano, que suponemos redactado por la Cancillería, sobre el conflicto entre los Estados Unidos e Iraq. Lamentable digo porque el comunicado no toma posición explícita frente al tema de la hora que es el ataque unilateral e ilegal de Estados Unidos y el Reino Unido contra Iraq. Lo que el comunicado hace es repetir lo que todos sabemos y en lo que todos estamos de acuerdo, que Iraq, por su comportamiento anterior, debía destruir sus armas de destrucción masiva y que, de manera reiterada se ha negado a hacerlo. Pero esa posición ya la había expresado antes la Cancillería y repetirla no agrega nada nuevo frente al suceso sí novedoso de esta flagrante violación de la legalidad internacional que constituye el ataque en cuestión. De esta manera, al poner el énfasis en otra cosa que no deja de ser verdadera pero que no constituye el tema fundamental de la coyuntura, se apoya implícitamente el ataque de los Estados Unidos y el Reino Unido contra Iraq. Un ejemplo de que esto es así lo constituyen las declaraciones del propio embajador de los Estados Unidos en el Perú, Sr. Dawson, que dice que el Perú no se opone al ataque de los Estados Unidos. Dicho diplomático ha leído, suponemos, el mismo comunicado que nosotros y llega a la misma conclusión, que el ataque no es condenado por el Perú. ¡Qué vergüenza! Pero allí no termina el citado comunicado. Dice además que deplora el que el Consejo de Seguridad no haya funcionado, cuando justamente no ha funcionado porque los que hoy atacan han impedido que así sea, ya que el Consejo venía ejecutando un conjunto de medidas en función del desarme de Iraq. Esto se expresa en que la mayoría de miembros del Consejo, entre los que destaca la presencia de Chile y México, a pesar de la abrumadora y las más de las veces torpe, presión de los Estados Unidos, se mantuvo en una posición contrario a la solución armada inmediata y unilateral. Por último, el comunicado señala su compromiso con el sistema internacional, cosa que no sabemos cómo va a hacer si empieza por callar en todos los idiomas, frente a la intervención abusiva de los Estados Unidos y el Reino Unido. ¿Cuál habrá sido el cálculo del gobierno para ponerse en el medio de manera tan flagrante y en tema tan importante? Es difícil saberlo con exactitud. Sobre todo frente a una administración como la de Bush hijo a la que tan poco le importa América Latina, a no ser para recolectar apoyos a una política mundialmente cuestionada. Quizás sea el cálculo de algunos funcionarios gubernamentales para lograr un Tratado de Libre Comercio directamente negociado con el coloso del norte, sin tener en cuenta a la Comunidad Andina y menos al Brasil. Si es así, es un pésimo cálculo político, porque diversos funcionarios de la administración norteamericana han expresado en distintas oportunidades que no les interesa un Tratado de Libre Comercio unilateralmente firmado con el Perú, sino que, por razones de volumen, preferirían uno con, por ejemplo, la Comunidad Andina. De esta manera, nos estaríamos hipotecando por nada que vaya más allá de una sonrisa. Además, parece ser también un pésimo cálculo político interno, ya que la abrumadora mayoría de los peruanos, en todas las encuestas que se han tomado, está en contra de la guerra. Esto no hace sino seguir una pauta mundial, en la que los pueblos toman las calles para expresar su protesta contra la agresión imperial y muchos gobiernos, desafortunadamente, por susto u oportunidad, prefieren hacer caso a la ley del más fuerte, que no está, precisamente, consignada en la Carta de las Naciones Unidas.