La historia del amor que nunca pudo ser Baileyi y

Anuncio
La historia del amor que nunca pudo ser
Baileyi y Cazador caminaban por el bosque, olfateando todo mientras exploraban más allá de su
zona de descanso. Sus otros hermanos hacían lo mismo pero en un sitio diferente. Habían
acordado reunirse en la zona de descanso para intercambiar su hallazgos.
- ¿Recuerdas la historia que mi tío contó ayer?- dijo Cazador mientras olfateaba un arbusto. Ya lo
conocía, pero le gustaba su dulce olor
- ¿Papá contó una historia ayer?- dijo mirándolo extrañado. Había estado distraído pensando en
Álak y no había prestado atención. Era una falta de respeto hacia su padre y líder, pero no lo podía
evitar. Esa loba tenía algo...que simplemente hacía que la pensara día y noche, sonriendo al
hacerlo
- ¿Qué no pusiste atención?- No...estaba distraído- dijo agachando la cabeza y las orejas
- ¿Pensando en ella de nuevo?- Es inevitable...- Hay hermano...precisamente fue una historia de amor la que contó- ¿En serio?- dijo mientras levantaba la cabeza, sonriendo. Le gustaban esas historias
- Y de muerte- Oh- dijo mientras se borraba la sonrisa de su rostro
- Dice así- dijo mientras se sentaba y adoptaba una expresión seria para darle más fuerza a su
relato, imitando a su tío- Cuentan los viejos que hace mucho tiempo, cuando el humano era una
especie que comenzaba a desarrollarse, existió una pareja de lobos que se amaba. Se discute
mucho sobre sus nombres, pero todos aceptan llamarlos "el sabio" y "la hija de la luna". Se
conocían desde cachorros, alimentados por la misma loba, pero sin ser hermanos. Él era conocido
por su inteligencia, y ella por su liderazgo y tenacidad. Ambos vivían juntos, sobreviviendo a los
retos que la vida les ponía en el camino. El camino de ella era turbulento, lleno de obstáculos y
desafíos, y muchas veces pensó que ya no podría seguir adelante. Pero él siempre estaba con ella,
ayudándola sin pedir nada a cambio, siendo su mejor amigo. Él quería algo más que eso, y ella lo
sabía, pero él nunca dijo nada. Nunca la presionó ni la hostigó como otro lobo hiciera con ella. La
apoyó ciegamente. Hasta que un día él tomó un riesgo grande, pero calculado. Y ella, al ver que
pudo morir, descubrió en su corazón que lo amaba en verdad. Que lo quería para ella. Que lo
quería a su lado para siempre. Y así fue como se unieron. Pero solo fue por un breve tiempo.
>>Los humanos estaban locos, y en su locura mataron a muchos animales. Ellos lograron escapar,
pero ella cometió un error fatal. Los viejos tampoco se ponen de acuerdo sobre qué hizo mal, pero
coinciden en decir que su muerte fue accidental y que no debía ser. Sin embargo no podemos
hacer nada respecto a esos casos, y fue así que ella murió frente a él, justo cuando ambos
caminaban hacia su nueva vida, listos para formar una manada propia en un territorio propio. Y
fue así como ese amor, que por tanto tiempo creció lentamente, como los árboles del bosque, fue
roto por un rayó que lo partió a la mitad, al mismo tiempo que partía el corazón de "el sabio". Y los
viejos llaman a esta historia "el amor que nunca pudo ser", pues aunque fue una relación que
debía terminar bien, el destino se encargó de que terminara terriblemente mal. Algunos lobos
aúllan a la luna llena, en memoria de la "hija de la luna", pues creen que sus aullidos la ayudarán a
encontrar el camino que la lleve con su amado, dentro del Silva aeternamLa expresión de Baileyi se había ido haciendo más triste mientras su hermano hablaba. No lo solía
decir, pero odiaba los dramas. Y esa era la historia más triste que había oído. Su hermano notó su
expresión, por lo que decidió animarlo
- No te deprimas hermanito- dijo sonriendo para romper el efecto dramático de su narración- mi
tío dijo que cuando él murió, ella fue quien lo recibió en el Silva aeternam. Y desde ahí, juntos
nuevamente y para toda la eternidad, vigilan y ayudan a todas las parejas de lobos que atraviesan
por problemas, pidiendo a cambio que su amor sea eterno y que, de ser posible, aúllen cada luna
llena en su nombre- ¿Dices que al final fue un final feliz?- dijo animándose un poco- ¿O solo lo dices para que no me
deprima una historia triste?- Lo que te digo es verdad- dijo sonriendo aun, mientras se ponía de pié- no hay espíritus que nos
ayuden con los conflictos con los humanos, pero al menos existen los que nos ayudan con
nosotros mismos- Supongo que los humanos eliminaron también a los espíritus que nos ayudaban a sobrevivir a
ellos- un poco de rencor se escuchaba en su voz
- Más bien creo que se rindieron hace mucho tiempo, y ahora solo nos reciben en el Silva
aeternam para que al menos ahí podamos continuar nuestra existencia en pazBaileyi sonrió. De una u otra forma había esperanza.
- Ven- dijo Cazador al ver que su hermano recuperaba su buen humor -vamos a ver si Bell y Ark
encontraron algo interesanteLos dos lobos, tan diferentes físicamente pero iguales en el alma, dieron media vuelta y caminaron
de regreso con su manada.
Quién lo diría. Al final los finales felices sí existían.
Descargar