Por: Manuel Díaz Caro Presidente de la Sociedad Colombiana de Urología 1999-2001 Oh…. ¡Que maravilla! Fue lo primero que se me ocurrió pensar, pero luego, reflexionando tuve que admitir que se debía profundizar en este pensamiento, cosa que desde hace tiempo vengo haciendo en mis ratos de ocio o de desvelo y trataré de hacerlo aquí, amable colega, con su consentimiento. Se han escrito miles de páginas, ensayos, artículos, tratados y sentencias sobre la felicidad. Se ha dicho que el hombre está en la vida para tratar de ser feliz y que esa debe ser nuestra meta. Sin embargo no sabemos ni definirla y mucho menos cuando, como y donde encontrarla. Todos los grandes pensadores de todos los tiempos desde Anaxágoras, maestro de Sócrates, hasta Sastre y desde Jenofonte hasta el más moderno de los filósofos han tratado de definirla y de darnos la formula para encontrarla. Cada quien la busca a su manera y aquí pueden escribirse un sin número de sustantivos: riqueza, poder, religión, trabajo, honores, sexo, espiritualidad, lujo, etc., etc., etc. Existen tantos ítems como personas. Nosotros mismos por el hecho de ser médicos y urólogos tene- mos parámetros diferentes para buscarla, a los de las demás personas. Hace poco asistí a una charla donde el conferencista hablaba sobre el tema y decía que para ser feliz existían cinco requisitos: tener salud, tener trabajo, sentirse útil, tener una normal autoestima y tener capacidad de dar amor. En medio de la charla levantó la mano una señora y comentó que ella trabajaba con niños que sufrían cáncer y que ellos, obviamente, ni tenían salud, ni se sentían útiles, etc. y sin embargo garantizaba que muchos de ellos eran felices! El conferencista, muy honestamente, dijo que tenía razón y que su charla debería advertir que era para adultos. ¡Interesante! Es, entonces, distinta la felicidad según la edad…? Es la felicidad dependiente del grado de complejidad cerebral, cultural, religiosa, etc.? Yo creo que eso no tiene discusión. Sus parámetros, querido colega, son mucho más complejos que los de su recepcionista, por ejemplo. 33 Creo, advirtiendo que todo lo que he escrito y escribiré es estrictamente personal, que la felicidad es, de igual manera, absolutamente individual y depende de las necesidades de cada quien. No imagino un anacoreta feliz en un escenario público y no imagino a un actor, feliz viviendo solitario en un paraje olvidado. Respecto a la definición de Gabo creo que es muy difícil hacer solo lo que uno disfruta y que muy pocas y privilegiadas personas pueden decirlo o hacerlo. Creo que es más Urologia Colombiana Cuando el Dr. Uribe me solicitó escribir un artículo “no científico” para la revista cincuentenaria de nuestra sociedad, cayó como anillo al dedo a mis manos una de las innumerables entrevistas efectuadas a Gabriel García Márquez, nuestro inefable premio Nobel, a raíz del llamado ”Año de Gabo”, en el que con increíble desfachatez y simplismo se atrevió a darnos el secreto para la felicidad. Palabras textuales: “el secreto de la felicidad es hacer solo aquello con lo que uno disfruta”. Galería de los Presidentes La felicidad según Gabo sencillo y mucho más real el disfrutar de lo que uno hace. En nuestro caso, ejercer con amor esta hermosa profesión urológica que hemos escogido. Mi definición personal es que la felicidad consiste en estar en paz consigo mismo y con los demás. Estar en paz consigo mismo implica un mundo de cosas, lo cual no deja de ser muy complicado, siendo la primera de ellas, a parte de otras muchas, vivir y ser consecuentemente con lo que se piensa, se cree y se predica. Por lo tanto sabemos que la felicidad no puede estar solamente fincada en las cosas materiales. Platón sostenía que había dos mundos el visible y el de las ideas, donde se encuentra el conocimiento que es base de la felicidad pues a ella no se puede llegar a través de los sentidos sino del intelecto. Epicuro sostenía que solo a través del dominio de si mismo se puede alcanzar la tranquilidad que constituye la verdadera felicidad. Urologia Colombiana 34 crea y quiera cada quien. Por eso decir que no es mas feliz quien más tiene sino quien menos necesita, es una verdad de a puño! Así podríamos seguir elucubrando y filosofando horas y horas pero me asalta aquí una palabrita muy de moda entre nosotros: NEUROTRANSMISORES. Entra aquí una parte muy médica y porqué no, muy urológica respecto a tan complejo tema. No creo que se pueda ser feliz sin oxitocina y serotonina! Me resisto a creer que alguien quien no pueda interrelacionarse normalmente pueda ser feliz. No creo que un verdadero depresivo pueda ESTAR feliz y mucho menos SER feliz. Todo lo que hemos hablado y todo lo que pudiéramos hablar sobre el tema, se derrumba con solo esas palabritas que rigen tantas conductas de nuestras vidas! “Esto es la verdadera felicidad!” me dijo FELIZ, un amigo el día que su equipo quedó campeón del fútbol colombiano. Ahora surge una nueva y fundamental pregunta: es lo mismo ESTAR feliz que SER feliz? Somos, en muchas ocasiones, rígidos jueces de los demás sin detenernos antes a pensar el por que tal o cual persona asume esta o aquella conducta. Somos todos, entonces y a pesar de todo, producto de ese inmenso y aún desconocido laboratorio que conforma el cuerpo humano? Es la felicidad un estado de ánimo o es una condición más o menos permanente? Estoy convencido de lo segundo. Precisamente por eso pienso que es definitivamente individual y por eso depende de lo que espera, piense, Ese ya es otro tema y el tiempo y el espacio para este artículo ya se acabó, así que tengo que dejar, por el momento, las cosas así por que es hora de tomar mi dosis diaria de nervocalm y de sertralina.