Capítulo 2.- Armas Contracarro de la SGM

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Capítulo 2.- Armas Contracarro de la SGM
El empleo masivo de los carros durante la SGM, propició la aparición de
numerosas armas para Infantería diseñadas específicamente para destruirlos,
ya que la defensa no podía encomendarse únicamente a la Artillería como se
había hecho hasta entonces. Dada la limitada extensión de un trabajo como éste,
me limitaré a tratar sobre las armas empleadas en cierta cantidad, viendo de
pasada los proyectos que finalmente no cristalizaron, a pesar de que algunos
eran realmente curiosos e interesantes, como ya veremos. Así mismo, dejaré
todo lo relativo a los cañones de asalto y blindados cazacarros, a menudo
empleados en sustitución de los carros y que, dada su importancia, sería
necesario dedicarles un libro completo.
Cañones contracarro
En el período entreguerras aparecieron diversas piezas ligeras para Infantería,
basadas en gran medida en el cañón de trinchera Becker de 20 mm de la PGM.
Entre esas piezas había modelos de 25, 37, 40, 45 y 47 mm que, si bien
permanecieron en servicio durante algunos años, pronto se quedaron obsoletos
dada la creciente protección de los carros. Por ello, antes de la guerra,
comenzaron a proyectarse otras versiones más potentes, al tiempo que
alargaron su vida útil con la incorporación de nuevas municiones de núcleo de
tungsteno. Un caso especial fue el del PAK 36 alemán que en 1941 quedó
relegado a un segundo término, siendo rehabilitado el año siguiente con el
empleo de una granada de carga hueca (1). De esta forma, se convirtió en un
arma muy efectiva aunque de alcance limitado.
2-1.- Iniciada la SGM, los cañones de pequeño calibre como “SA-L” francés de 25 mm se
quedaron obsoletos muy pronto.
2.2.- El “Pak 36” alemán fue revalorizado con la introducción de la “Stielgranate 41” de
carga hueca.
2.3.- Cañón norteamericano “M5” de 57 mm. A lo largo de la guerra, el tamaño y peso de
las piezas aumentó progresivamente.
A lo largo de la guerra entraron en servicio cañones cada vez más potentes y,
como es natural, también más pesados, hasta el punto de que la Infantería tenía
graves problemas para su transporte. Dos claros ejemplos fueron el Pak 44
alemán de 128 mm y el 32 libras inglés, del que sólo se fabricaron dos ejemplares, que necesitaban un vehículo pesado para su remolque. Como es lógico,
muchos de estos cañones sirvieron también para dotar a los carros y cazacarros
debidamente modificados.
2-4.- El “Pak 44” de 128 mm fue el cañón contracarro más impresionante de los
utilizados en la SGM.
2.5.- Los cañones de mayor calibre, como este “Pak 43” de 88 mm, necesitaban
vehículos pesados para su remolque.
Algunas piezas de Artillería también sirvieron en misiones contracarro,
sobresaliendo los soviéticos de 76 mm y el famoso antiaéreo alemán FLAK 18
de 88 mm que, empleado con notable éxito en la guerra civil española, más tarde
dio lugar al contracarro PAK 43 del mismo calibre. El desproporcionado aumento
de peso de los cañones, trajo como consecuencia la aparición de numerosas
armas ligeras, y por lo tanto más móviles, como los lanzagranadas y cañones sin
retroceso, que veremos más adelante.
2-6.- “Pak 36 (r)” de 76,2 mm. Algunas piezas de campaña también fueron empleadas en
misiones contracarro.
CAÑONES CONTRACARRO (II)
Modelo
País de
Calibre
Peso
Longitud
Angulo
Angulo
Peso
Veloc.
origen
(mm)
(kg)
(m)
horiz.
elevac.
proyectil
inicial
(kg)
(m/sg)
37/45 mm
Italia
37
328
1,67
59º
-8º a +25º
0,64
735
47/32 M35
Italia
47
277
1,68
60º
-10º a +56º
1,44
630
Tipo 97
Japón
37
432
1,67
60º
-8º a +25º
0,68
762
Tipo1
Japón
47
747
2,53
60º
-11º a +19º
1,4
829
QF. 2 pr
R. Unido
40
832
2,08
360º
-13º a +15º
1
792
QF. 6 pr
R. Unido
57
1.112
2,44/ 2,57
90º
-5º a +15º
2,84
900
QF. 17 pr
R. Unido
76,2
2.923
4,44
60º
-6º a +16º
7,65
950
Bofors
Suecia
37
380
1,67
50º
-10º a +25º
0,74
850
Mod. 30
URSS
37
328
1,67
60º
-8º a +25º
0,64
760
Mk II / IV
Mod. 1937
URSS
45
510
2,07
60º
-8º a +25º
1,43
760
Mod. 1941
URSS
57
1.125
4,16
56º
-10º a +18º
3,15
1.020
Mod. 1944
URSS
100
3.460
5,97
58º
-5º a +45º
15,6
900
2.7.- El excesivo aumento del peso de los cañones favoreció la aparición de otras armas
más ligeras para la lucha contracarro. En la foto, el “QF. 17 pr” de 76,2 mm británico en
el momento de hacer fuego.
Fusiles contracarro y granadas
Los fusiles contracarro fueron utilizados durante toda la SGM, capturándose
algunos ejemplares soviéticos durante la guerra de Corea. Sin embargo, su
relativo éxito no debe achacarse a su eficacia contra los carros, ya que muy
pronto se quedaron obsoletos, sino más bien a que fueron empleados para
atacar otros objetivos (vehículos ligeros o poco blindados, lanchas de
desembarco, concentraciones de personal, etc) (2).
2-8.- Fusil contracarro soviético “PTRD” de 14,5 mm.
El Ejército Rojo fue uno de los principales usuarios de este tipo de fusiles, característicos por su gran longitud de tubo, disponiendo de dos modelos (PTRS y
PTRD) a partir de 1941. La diferencia más destacada entre ambos, cuyo calibre
era de 14,5 mm, radicaba en que el PTRS incorporaba un mecanismo de
accionamiento por gases y un cargador de 5 cartuchos, lo que ocasionaba
frecuentes averías, por lo que fue sustituido progresivamente por el más simple
PTRD. Sin embargo, ambos disparaban la misma munición de núcleo de acero.
Los alemanes emplearon bastantes fusiles contracarro soviéticos capturados,
aunque también poseían dos modelos nacionales, los Panzerbüchse 38 y 39 de
7,92 mm, de los que sólo fue normalizado el segundo, dado que el 38 era
excesivamente caro y complejo. Además, varias firmas realizaron numerosos
prototipos, incluyendo la ametralladora MG-141, que no llegaron a construir en
serie. Debido a su pequeño calibre tenían escaso poder de perforación, a pesar
de que fueron dotados de un proyectil de núcleo de tungsteno, copiado del que
usaban los fusiles polacos Marosczek (3). Así mismo, utilizaron un corto número
de los suizos MSS 41 de 7,92 mm y Panzerabwehrbüchse 785 (s) de 20 mm,
desarrollados a petición del Alto Mando Alemán.
2.9.- El “Panzerbüchse 39” de 7,92 mm fue el único fusil contracarro de construcción
propia utilizado por los alemanes.
Únicamente a título anecdótico, mencionaremos la Sturmpistole alemana, que
era una pistola de señales modificada para disparar varios tipos de granadas,
entre las que había una de carga hueca con un alcance máximo de 90 metros.
Como es lógico, su eficacia dejó mucho que desear.
2-10.- La “Sturmpistole“ era una pistola de señales modificada para disparar diferentes
tipos de granadas.
Los ingleses construyeron el fusil Boys de 13,97 mm, muy usado como arma de
dotación de vehículos ligeros acorazados. También fabricaron una versión
simplificada (Mk 1*) que difería en el freno de boca, en utilizar el bípode de la
ametralladora Bren y en ciertos cambios menores. En pequeñas cantidades
prestaron servicio en la Infantería de Marina de los EEUU, así como en el Ejército
alemán que capturó algunos en Dunkerque.
Para finalizar con este apartado, no podemos olvidamos del Tipo 97 japonés
que, con un calibre de 20 mm, incluía un sistema de recuperación accionado por
gases y un cargador para 7 disparos. Al igual que los anteriores, muy pronto
demostró que era incapaz de perforar la coraza de los carros medios, por lo que
su empleo quedó muy restringido.
2.11.- Varios modelos de fusiles contracarro. De arriba hacia abajo:
“Panzerabwehrbüchse 785 (s)” de 20 mm suizo; “Boys“ de 13,97 mm británico; y “Tipo
97“ japonés de 20 mm.
En lo referente a las granadas de fusil, sirvieron a todos los contendientes para
diversas misiones, ya que hubo rompedoras, fumígenas, incendiarias y,
especialmente, de carga hueca. Básicamente todas ellas eran muy similares,
montando una cola con aletas estabilizadoras que se acoplaba a un adaptador
(Schiessbecker alemán, Tipo 2 japonés, M-7 y M-8 norteamericanos, etc.)
instalado sobre la bocacha del fusil, mientras que la carga explosiva ocupaba la
parte delantera. Para dispararlas, era necesario un cartucho de pólvora cuya
combustión producía los gases capaces de lanzarlas a una distancia no superior
a los 200 ó 300 metros, y con una precisión mínima. Por otra parte, también
existieron las denominadas Granadas Contracarro Manuales, entre las que
destacaremos la Panzerwurfmine (L) alemana, las nº 73/74/75 británicas y las
RPG soviéticas, que eran parecidas a las granadas de fusil aunque su alcance,
como es lógico, era mucho menor. Para estabilizarse en el aire disponían de
unas grandes aletas que se abrían durante el vuelo, dependiendo su eficacia
únicamente de la destreza del tirador.
2-12.- Soldado norteamericano preparado para disparar una granada, apoyando la culata
del fusil en el suelo para evitar las molestias derivadas del gran retroceso.
2.13.- Todos los contendientes de la SGM emplearon adaptadores para lanzamiento de
granadas de fusil. En la foto, el “Tipo 2” japonés que utilizaba granadas de 30 y 40 mm.
2.14.- La “Panzerwurfmine” fue una de las diversas “granadas contracarro manuales”
utilizadas a lo largo de la SGM.
Por último, destacaré el amplio uso de los llamados cócteles Molotov, incluso
por fuerzas regulares que fueron adiestradas especialmente. Un claro ejemplo lo
constituye la Granada Autoinflamable de Fósforo Número 76 británica, que
no era otra cosa que una botella de leche que contenía una mezcla de fósforo,
agua y benzina. De hecho, las cosas llegaron mucho más lejos, llegándose a
dotar la Guardia Territorial con el denominado Mortero Northover, más tarde
conocido como Mortero de Botella y Proyector Northover, que podía lanzar
granadas de fusil normales mediante una carga de pólvora negra, o bien, una
granada número 76. Era un arma de gran sencillez pues carecía de sistema de
retroceso y sólo contaba con un rudimentario mecanismo de cierre. Sin embargo,
nunca entró en combate por suerte para sus usuarios, ya que en los
entrenamientos ocasionó bastantes accidentes al romperse las botellas dentro
del tubo.
2-15.- El denominado “Proyector Northover” fue diseñado para lanzar una especie de
“cócteles Molotov”.
FUSILES CONTRACARRO
Modelo
País de origen
Calibre
Peso
Longitud
Velocidad inicial
Perforac.
(mm)
(kg)
(m)
(m/sg)
(mm)
Panzerbüchse 38
Alemania
7,92
15,88
1,30
1.210
30
Panzerbüchse 39
Alemania
7,92
12,43
1,58
1.210
30
Tipo 97
Japón
20
67,5
2,10
793
30
Marosczek wz. 35
Polonia
7,92
9
1,78
1.280
30
Boys Mk 1
R. Unido
13,97
16,56
1,61
990
21
MSS 41
Suiza
7,92
13,4
1,51
1.080
30
Panzerabwehrbüchse 785
Suiza /
20
54,7
2,16
750
15 a 18
(s)
Alemania
PTRS 1941
URSS
14,5
20,96
2,01
1.010
25
PTRD 1941
URSS
14,5
17,44
1,97
1.010
25
Lanzagranadas
Un lanzagranadas es básicamente un tubo abierto por ambos extremos, en cuyo
interior va instalada una granada (generalmente cohete) estabilizada por aletas,
de encendido eléctrico y dotada de una carga hueca. Precisamente el hecho de
utilizar una carga de combate de ese tipo, fue el causante de que se empleara
un cohete, imprescindible para mantener su capacidad de perforación (4). Por
ello, los EEUU decidieron realizar un sistema lanzacohetes contracarro,
basándose en un programa de investigación desarrollado en el polígono de
experiencias de Aberdeen a partir de 1933. De esta forma, nació el primer
lanzagranadas operativo del mundo, el Bazooka M 1 de 2,36 pulgadas (60 mm),
sustituido mas tarde por el M 9, que podía desmontarse en dos mitades para el
transporte y, finalmente, por el M 18, construido enteramente de aluminio.
2.16.- El “Bazooka”, que vemos aquí en sus versiones “M1” y “M9”, fue el primer
lanzagranadas operativo del mundo.
2-17.- Tras capturar un Bazooka “M1” en 1943, los alemanes decidieron copiarlo.
Paralelamente al desarrollo del Bazooka (5), los alemanes diseñaron un
lanzacohetes de 88 mm denominado Raketenwerfer 43 o Püppchen (muñeca),
que era realmente un pequeño cañón sin sistema de retroceso, con un alcance
máximo de 700 metros, si bien el eficaz de combate no superaba los 250. No
tuvo una vida muy larga, ya que poco después de su entrada en servicio, en
1943, los alemanes capturaron en Tunicia algunos M1 americanos y decidieron
realizar un modelo similar pero de mayor calibre (88 mm). Denominado
Raketenpanzerbüchse (RPzB 43), utilizaba el mismo cohete que el Püppchen,
pero con mecanismo de disparo eléctrico. Dado que el motor del cohete estaba
encendido cuando salía del tubo, el tirador estaba obligado a emplear ropas
protectoras. Para evitar este inconveniente, recibió un escudo protector en el
tubo, dando lugar al modelo RPzB 54, seguido después por el RPzB 54/1, con
un tubo más corto y un cohete de mayor alcance.
2.18.- El “Raketenwerfer 43”, más conocido por “Püppchen” (muñeca), era un pequeño
cañón que disparaba cohetes de 88 mm.
Casi al mismo tiempo que el RPzB entró en servicio el Panzerfaust (horror de
los carros). No utilizaba proyectiles cohete pero se basaba en los mismos principios. En líneas generales, estaba formado por un tubo desechable que contaba
con una mira y un mecanismo de disparo muy simple, dentro del cual se
encontraba la carga de proyección y la cola de la granada, cuya cabeza con la
carga hueca sobresalía por delante. El modelo inicial se denominó Panzerfaust
30 (30 metros de alcance), aunque posteriormente le fue añadido el sufijo Klein
(pequeño) para diferenciarlo de una nueva versión que tenía una granada de
mayor diámetro. Sucesivamente aparecieron las versiones 60 y 100, acabando
la guerra cuando estaban desarrollándose las 150 y 250. A pesar de su corto
alcance, los Panzerfaust demostraron ser muy eficaces y consiguieron un
elevado prestigio, teniendo además a su favor la ventaja de que su bajo precio
permitió una distribución masiva.
2.19.- Lanzagranadas alemanes capturados por los aliados. Son apreciables un “RPzB
43” y dos “Panzerfaust 30”, uno de ellos de la versión “klein” (pequeño).
2-20.- Un “RPzB 54” siendo probado en el Reino Unido después de la guerra.
2-21.- El “Panzerfaust” fue el padre de los lanzagranadas desechables, especialmente de
los “RPG” soviéticos, que copiaron directamente su diseño.
Los ingleses sólo construyeron un arma que podríamos clasificar como
lanzagranadas. Se llamó PIAT (Proyector de Infantería AntiTanque) y fue
diseñado en un departamento que se conocía vulgarmente como la tienda de
juguetes de Winston Churchill. Su característica más original la constituía el
sistema de lanzamiento, que estaba formado por un resorte de gran potencia y
un canal abierto que guiaba la granada. Al apretarse el disparador, el muelle
empujaba la granada, al tiempo que se encendía la carga propulsora, que
también servía para amartillar el arma de nuevo. El principal inconveniente que
le achacaron sus usuarios era que para montar el resorte hacían falta dos
hombres, lo que podía representar un serio problema cuando fallaba una
granada en mitad del combate. Sin embargo, era más versátil que sus
homólogos, ya que también podía disparar granadas rompedoras y fumígenas.
2-22.- Aunque ofrecía ciertas ventajas, el “PIAT” británico no consiguió una buena
reputación entre los usuarios.
LANZAGRANADAS
Modelo
País de origen
Calibre
Peso
Peso
Alcance
Perforac
Munición
total (kg)
proyectil
contracarro (m)
(mm)
(mm)
(kg)
Raketenwerfer 43
Alemania
88
149
2,66
230
---
RPzB 43/54
Alemania
88
12,45/14,45
3,25
150
---
Panzerfaust 30
Alemania
100
4,20
1,47
30
140
Panzerfaust 30
Alemania
150
5,21
3,06
30
200
Panzerfaust 60
Alemania
150
6,80
3,06
60
200
Panzerfaust 100
Alemania
150
6,80
3,06
100
200
Bazooka M 1
EEUU
60
7,55
1,54
90
119
PIAT
R. Unido
---
14,4
1,35
100
100
(klein)
Cañones sin retroceso
Para encontrar el nacimiento de los cañones sin retroceso, o lo que es lo mismo,
cañones carentes de sistema de retroceso y recuperación, hay que remontarse
hasta 1910, cuando un norteamericano, el comandante Davis, patentó una idea
consistente en un cañón con dos tubos unidos por el centro a una recámara
común. El tubo delantero disparaba un proyectil convencional, mientras que el
trasero lanzaba un contraproyectil de igual peso y a la misma velocidad, pero en
sentido contrario; de esta forma, las reacciones (retroceso) de los dos tubos se
anulaban entre sí. La principal desventaja de este cañón era, como resultaba
obvio, que necesitaba una gran zona de seguridad en la parte trasera. Para
evitarla, o mejor, disminuirla, fue sustituido el contraproyectil macizo por uno de
grasa con trozos de plomo.
Cañones de este tipo fueron usados durante la PGM por el Servicio Aéreo de la
Marina Real británica y por la RAF, aunque no se tiene constancia de su empleo
en combate; sin embargo, se construyeron modelos de 2, 6 y 12 libras (1,57;
2,45; y 3 pulgadas de calibre), algunos de los cuales se conservan en el Imperial
War Museum de Londres. Posteriormente, se hicieron ensayos con armas de
este tipo en Rusia y Alemania, que es donde realmente recibieron el impulso
definitivo los cañones sin retroceso (CSR), especialmente por parte de las firmas
Krupp y Rheinmetall. La primera de ellas, siguiendo las teorías de Davis y
Newton llegó a la conclusión de que en lugar de lanzar dos proyectiles del mismo
peso y a idéntica velocidad, se podría lanzar hacia atrás un proyectil dos o tres
veces menos pesado, pero al doble o al triple de velocidad. Siguiendo este
proceso lógico, un chorro de gases a gran velocidad podría contrarrestar el
retroceso del cañón. Para conseguir este efecto, se practicó un orificio en el
bloque del cierre con un tubo venturi, que aceleraba los gases en su salida hacia
la parte trasera. Los gases eran producidos por la carga propulsora que iba
dentro de la vaina del proyectil, cuyo culote era de material plástico que se fundía
durante el disparo, permitiendo la salida de los gases a través del tubo venturi.
El primer cañón fabricado siguiendo estos principios fue el LG 1 de Krupp, más
tarde conocido como LG 40 de 75 mm. Entró en combate por primera vez en
1941, durante el ataque a Creta, fabricándose un total de 450 ejemplares.
2-23.- El “LG 40” de 75 mm alemán fue el primer cañón sin retroceso operativo del
mundo, entrando en servicio para el ataque de Creta de 1941.
Los éxitos obtenidos por el LG 1 hizo que se encargaran modelos de 105 mm,
tanto a Krupp como a Rheinmetall, dando lugar al LG 2 Kp y al LG 2 Rh, que
entraron en servicio en 1943 con las denominaciones de LG 40 de 105 mm y LG
42, respectivamente. Inicialmente, todos estos CSR fueron ideados para sustituir
a las piezas convencionales de Artillería, pero una vez comprobadas sus
posibilidades se decidió emplearlos en funciones contracarro. Por ello, la
empresa Bohler recibió la petición de desarrollar un modelo de 75 mm para
Infantería que resultó ser excesivamente complejo y de pobres resultados,
pasándose el encargo a Krupp que realizó un cañón de una gran sencillez denominado RfK 43 (Rückstossfreikanone - Cañón sin retroceso). Era tan simple
que carecía de elementos de puntería y de dirección, moviéndose a mano.
Posteriormente, aparecieron dos modelos de 150 mm para sustituir al obús de
Infantería sIG 33 (LG 240 y LG 290), pero la escasez de materias primas impidió
su construcción en serie, entrando muy pocos en servicio. En 1944, fueron
abandonados todos los proyectos de CSR en favor de los cañones de presión
alta-baja, que no presentaban los inconvenientes del gran rebufo y excesivo
consumo de propulsor.
En el Reino Unido también se estudiaron diversos CSR, aunque no estuvieron
listos antes del final de la guerra. Todos ellos fueron diseñados por el inventor
Sir Charles Denistoun Burney, que siguió los mismos razonamientos que Davis
y Krupp. Inicialmente, construyó una escopeta de cuatro cañones que le sirvió
para experimentar, desarrollando después un cañón de 20 mm y otros de mayor
calibre, que debían sustituir a diversas piezas de Artillería. Entre ellos, podemos
destacar los de 87,63 mm, 93,98 mm, 95 mm y 119,38 mm, así como una versión
de 7,2 pulgadas (182,88 mm), para batir defensas de hormigón que fue
abandonada antes de construirse en serie y otra de 8 pulgadas (203,2 mm), cuyo
único prototipo reventó el tubo al primer disparo, por lo que también fue
desechado. La principal diferencia entre los cañones Burney y los modelos
alemanes, residía en que los primeros utilizaban una vaina perforada y recubierta
de una fina protección de latón, que se fundía durante el disparo, permitiendo así
la salida de los gases. Por otra parte, los gases no salían por un solo tubo venturi
sino por varios (2, 4 ó 6). Es curioso que el posterior cañón BAT de 120 mm,
antecesor de los Wombat, que fue declarado reglamentario en 1954, utilizara el
mismo sistema que los alemanes, es decir, con la vaina rígida de base blanda y
un solo tubo venturi.
2-24.- Los cañones sin retroceso del británico “Burney” no estuvieron listos antes del
final de la guerra. En la foto, el modelo de 93,98 mm.
En los EEUU hubo dos proyectos paralelos de cañones sin retroceso: Por una
parte, se encontraban los realizados en la Sección de Artillería del Servicio de
Investigación y Desarrollo, basados en un LG 40 de 105 mm que habían
capturado, del que se diferenciaban muy poco; y por la otra, el denominado
Kromuskit (derivado de los nombres de los diseñadores Kroger y Musser) que
era en líneas generales muy parecido al diseño de Burney, aunque la vaina tenía
muchos agujeros pequeños, en lugar de unos pocos grandes, y estaba revestida
de material plástico. El primero de los proyectos dio lugar al obús de 105 mm T9
y a su versión para aviones con carga automática (9 disparos) T9E2, habiéndose
estudiado en 1945 otra variante de 156 mm, denominada T4. Por su parte, entre
los modelos Kromuskit podemos mencionar el de 57 mm (del que se encargaron
2.000 ejemplares a principios de 1945), que fue seguido por el de 75 y 105 mm,
aunque éste último no se fabricó en serie. Sin embargo, los otros dos modelos
obtuvieron un gran éxito hasta el punto de que aún se utilizan en algunos países
iberoamericanos. Finalmente, citaremos que se intentaron realizar dos morteros
sin retroceso de 106, 68 y 60 mm, como era de esperar no pasaron de la fase de
prototipo.
2-25.- Los cañones “Kromuskit” de 57 y 75 mm fueron construidos en grandes
cantidades. Después de la guerra apareció el de 106 mm que, junto al de 75 mm, todavía
es empleado en numerosos Ejércitos de todo el mundo.
CAÑONES SIN RETROCESO
Modelo
País de
Peso
Peso
Alcance
Velocidad inicial
origen
total (kg)
proyectil
Máximo
(m/sg)
(kg)
(m)
75 mm LG 40
Alemania
146
5,9
6.800
350
105 mm LG 42
Alemania
553
14,98
7.950
335
15 cm LG 240
Alemania
851
37,68
5.250
241
57 mm
EEUU
20,41
1,25
3.980
366
75 mm
EEUU
52,21
6,54
6.400
305
87,63 mm
R. Unido
25
4,99
914
274
93,98 mm
R. Unido
113,4
9,98
2.740
305
95
R. Unido
1.100
11,35
9.875
488
Minas
A lo largo de la guerra, los diferentes Ejércitos colocaron varias decenas de
millones de minas constracarro, para evitar o canalizar los movimientos de las
formaciones acorazadas enemigas. Inicialmente, eran simples modelos de
presión con caja metálica, pero muy pronto aparecieron modelos de madera,
cristal o materiales plásticos, mucho más difíciles de detectar. Además, para
dificultar su desactivación, a veces incluyeron sistemas antirremoción o fueron
instaladas con trampas explosivas o acopladas a otras contrapersonal.
2.26.- Soldados británicos sembrando minas contracarro. A lo largo de la guerra, se
instalaron millones de ingenios de este tipo.
Entre las principales minas utilizadas destacaremos las Tellermine alemanas,
construidas inicialmente con caja metálica y posteriormente con materiales
indetectables,
la
Modelo
1938
soviética,
también
metálica
que
fue
complementada por otras fabricadas de madera, la Nº 75 o Granada Hawkins,
que también servía como granada normal, y la norteamericana M1, que tenía
una placa de presión con forma de araña, por lo que su área de actuación era
mucho mayor. Un caso especial, lo constituyeron las minas magnéticas que eran
accionadas por un mecanismo de retardo tras ser colocadas en los vehículos,
contando generalmente con una carga hueca. Por supuesto, también fueron
empleadas todo tipo de minas de circunstancias, fabricadas a partir de
proyectiles de artillería o explosivos, principalmente.
2-27.- Las minas magnéticas fueron muy usadas por los equipos cazacarros
Otros proyectos
Además de las armas que hemos visto hasta ahora, hubo otras muchas que se
quedaron en la mesa de dibujo o fueron construidas en corto número porque el
final de la guerra impidió su desarrollo. Entre las más destacadas citaremos los
cañones magnéticos, los de ánima cónica y los de presión alta-baja
alemanes, así como el adaptador LittIejohn y el cañón Smith de 76,2 mm y el
Lanzador de Botellas Bates de Ocho Tubos, británicos.
La idea de construir un cañón magnético surgió el año 1902, volviendo a
reaparecer en 1918, aunque no se estudió a fondo hasta dos décadas más tarde,
cuando el ingeniero alemán Otto Muck de la firma Siemens, propuso la
fabricación de "un cañón eléctrico que puede disparar, sin ruido ni fogonazo,
doce proyectiles por minuto con un alcance superior a 250 Km. Los proyectiles
son de calibre 150 mm y pesan 200 kg”. A finales de 1944, la idea estaba
suficientemente desarrollada para la fabricación de un prototipo, pero finalizó la
contienda antes de iniciarla. Hoy en día, aún siguen los estudios, siendo el gran
consumo energético el principal problema a resolver.
2-28.- Dibujo del cañón electromagnético propuesto por el ingeniero “Otto Muck”,
aparecido en un número de la revista “Signal”, de noviembre de 1941.
Los cañones de ánima cónica diseñados por Gerlich, según una idea
patentada en 1909, estaban basados en un proyectil dotado de un collarín que
quedaba aplastado al recorrer el tubo cónico, de manera que la presión de los
gases aumentaba proporcionalmente a la disminución de la superficie del culote
del proyectil; consecuentemente, crecía la velocidad inicial y, por lo tanto, el
poder de perforación. Inicialmente, aparecieron versiones de 28 y 42 mm (21 y
30 mm en la salida) denominadas Schewere Panzerbüchse 41 y Pak 41,
respectivamente, que proporcionaban una velocidad inicial superior a 1.220
m/sg. Posteriormente, fue presentado el PAK 42 de 75 mm (55 mm de salida),
del que se entregaron 150 ejemplares hasta 1942, año en que cesó la producción
como consecuencia de la escasez de tungsteno, imprescindible para los
proyectiles.
2-29.- Cañón de ánima cónica “Gerlich” de 28 mm de calibre (21 en la boca) que ofrecía
muy buenas prestaciones. Este tipo de cañones fueron abandonados dada la escasez de
tungsteno, imprescindible para los proyectiles.
Por parte británica, tras diversos estudios realizados por el ingeniero
checoslovaco Janacek y, después de las pruebas realizadas con un Gerlich de
28 mm, capturado en 1941, se decidió realizar el adaptador LittIejohn,
empleado en diversos cañones montados en vehículos acorazados, así como
con el cañón norteamericano de 37 mm, aumentando considerablemente sus
prestaciones.
El grupo Rheinmetall-Borsig expuso en 1944 la idea de un cañón contracarro de
poco peso denominado Sistema de Presión Alta-Baja. Se basaba en quemar
el propulsor en una pequeña cámara cerrada (alta presión), permitiendo después
que los gases pasaran a una cámara mayor (baja presión), en la que actuaban
sobre el proyectil, que era una granada de mortero modificada con una carga
hueca. La vaina del cartucho disponía de una tobera plana con ocho orificios,
que permitía el paso de los gases entre el proyectil y la carga explosiva. El único
cañón que entró en servicio con este sistema fue el Panzer Abwer Werfer 600
de 80 mm. Tenía un peso en combate de tan solo 600 kg y se pensó para sustituir
a todos los cañones sin retroceso, aunque acabó la guerra antes de que hubiera
una cantidad suficiente para ello.
El cañón Smith de 76,2 mm era una curiosa pieza de ánima lisa montada sobre
una cureña con dos ruedas cónicas. Para entrar en posición había que volcarlo
para que quedara apoyado en una de las ruedas, lo que le permitía un giro
horizontal de 360º. Incorporaba un escudo protector y alojamiento para cinco
proyectiles de uso inmediato. También fue construido un remolque de tipo
cilíndrico para transporte de municiones. Las granadas eran similares a las de
mortero con cabezas de guerra rompedoras o de carga hueca.
2-30.- Único ejemplar construido del cañón “Smith” y de su remolque de municiones,
conservado en el museo británico Royal Armouries.
Por último, el Lanzador de Botellas Bates de 8 tubos era similar al ya
mencionado Proyector Northover aunque, como indica su nombre, disponía de
8 lanzadores para granadas o botellas con un alcance de 100 metros. Por suerte,
fue rechazada su producción por lo que nunca entró en combate.
NOTAS DEL CAPÍTULO 2
(1).- La granada, conocida como “Stielgranate 41”, era introducida por la boca y
se disparaba con un cartucho de propulsión.
(2).- En los últimos años ha proliferado el uso de fusiles de precisión para
tiradores selectos, de hasta 12,70 mm de calibre, algunos de los cuales son muy
parecidos a los antiguos fusiles contracarro.
(3).- En 1939 capturaron algunos de estos fusiles.
(4).- Con proyectiles de gran velocidad inicial y estabilizados por rotación, las
cargas huecas se descomponen y pierden gran parte de su poder destructivo.
(5).- Aunque sea de forma inapropiada, el nombre de “bazooka” es utilizado a
menudo como sinónimo de lanzagranadas.
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