Una peligrosa combinación: un Ferrari y un

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LATERCERA Jueves 18 de junio de 2015
Temas de hoy
El accidente de Vidal
RR Arturo Vidal, llegando
a Juan Pinto Durán, días
antes del choque
del martes. FOTO: ARCHIVO
Una peligrosa
combinación:
un Ferrari y
un conductor
ebrio
R Manejar con alcohol es peligroso en
cualquier auto, pero hacerlo en uno
siete veces más potente que uno
convencional, amplifica el riesgo.
Cecilia Yáñez
Súper deportivo. Es la categoría en la que cabe el automóvil que conducía Arturo Vidal
y en el que chocó la noche
del martes cuando regresaba
a la concentración en Juan
Pinto Durán.
En palabras más sencillas, es
una auto con características
muy similares a las de las máquinas de Fórmula Uno, pero
construidos para andar en la
ciudad y con un precio aproximado de 160 millones de pesos ($154.943.445), y por el que
el futbolista debió pagar cerca
de 30 millones de pesos en impuestos ($ 29.439.255).
Alberto Escobar, gerente de
Asuntos Públicos de Automóvil Club de Chile, explica que
este tipo de vehículos no son
sencillos de manejar y que se
requiere mucha experiencia
y pericia para hacerlo, además de conocer bien todas las
características del auto.
Se trata de un Ferrari 458
Italia con una cilindrada de
4.499 cc (según la factura del
vehículo a la que tuvo acceso
La Tercera) y que posee la potencia de siete autos comunes. “Es un vehículo para dos
personas, construido en fibra
de carbono y aluminio con un
motor de 4,5 litros, pero con
una potencia siete veces la de
un auto común. Puede entregar 700 cabellos de fuerza,
mientras un auto común tiene entre 80 y 100 caballos.
Puede frenar en pocos metros,
pero alcanza una velocidad de
0 a 100 kilómetros por hora en
apenas tres segundos”, explica el experto del Automóvil
Club de Chile.
Con todas estas características, Escobar dice que “no es un
auto para un inexperto y menos en estado de ebriedad, porque en esa condición, no se
puede conducir ningún tipo
de vehículo, porque la dificultad se multiplica por 100”.
En este accidente, agrega, la
oscuridad de la zona en la que
chocó también es un factor a
considerar. Este elemento es
una agravante en la siniestralidad de los accidentes, porque
el 90% del paisaje que sirve
como referencia visual a la
hora de conducir, (entre otras
cosas, para calcular la distancia de los objetos) desaparece
de la vista del conductor.
Al menos dos vasos
Según la normativa vigente
en Chile, desde 0.3 y hasta
0,8 gramos de alcohol por
cada mililitro de sangre es
considerado conducir “bajo
la influencia del alcohol” y
sobre eso en “estado de
ebriedad”. Arturo Vidal marcó 1,2 gramos de alcohol en
la sangre, lo que supone que
bebió al menos dos tragos
de destilados (como pisco,
vodka o ron). De acuerdo a
parámetros médicos, una
persona de 70 kilos, alcanza
0,3 gramos al consumir una
cerveza, 0,6 al beber dos vasos de vino y 1,2 al consumir
dos combinados.
“Cuando estás en estado de
ebriedad te vuelves lento, disminuye la audición periférica,
la audición y la profundidad de
campo, o sea, la distancia a la
que se ven los objetos cambia
y, además, el cerebro se demora el doble en procesar la información por lo que frenas más
tarde”, explica Escobar.
Carlos Rodríguez, urgenciólogo de Clínica Avansalud, explica que con 1,2 gramos de
alcohol en la sangre, se disminuye la capacidad de reacción de los reflejos motores y
la velocidad con la que se procesa la información en el cerebro. “Hay una menor capacidad de reacción, la respuesta
?
PREGUNTAS CLAVE
Alcohol potenciado
3 ¿Cuánto tarda en acelerar el Ferrari 458?
El modelo demora sólo tres segundos en alcanzar
los 100 km por hora, gracias a su motor de 4,5 litros y 700 caballos de fuerza.
3 ¿A cuánto equivale 1,2 grs de alcohol?
Para marcar 1,2 gramos de alcohol en la sangre, una
persona de las características de Vidal debe beber al
menos dos vasos de algún destilado (ron, vodka).
3 ¿Cuáles son los riesgos de conducir así?
La persona se vuelve lenta, disminuye la audición
periférica, la audición y la profundidad de campo, o
sea, la distancia a la que se ven los objetos cambia.
Además, el cerebro se demora el doble en procesar
la información, por lo que frena más tarde.
3 ¿Hay personas que sufren menos efectos?
En personas que beben con mayor frecuencia, el hígado metaboliza más lento, y por ello, sus capacidades pueden no verse tan afectadas.
rápida se ve afectada desde el
punto de vista físico y cognitivo. A veces, puede haber dificultad para hablar, pero desde el punto de vista del riesgo,
la dificultad motriz y de procesar los estímulos del medio
es lo más complicado. Si está
conduciendo, evidentemente
esta capacidad se afecta”.
En personas acostumbradas a beber, el hígado metaboliza más lento por lo que,
pese a alcanzar este nivel de
alcohol en la sangre, sus capacidades físicas y cognitivas
pueden no verse tan afectadas
como a personas que no tienen este hábito.
En estas personas, una menor cantidad de alcohol, puede tener más efectos negativos,
aunque los gramos de alcohol
en la sangre sean lo mismo
para ambos.
Sin importar la cantidad de
alcohol que haya en la sangre,
la sustancia demora entre ocho
y doce horas tras la ingesta en
abandonar el organismo, sin
que haya nada que pueda apurar este proceso.
“Hidratarse por vía oral o parenteral (suero) ayuda con los
síntomas pero no para que el
alcohol salga del cuerpo”, aclara Carlos Rodríguez.b
De ídolo deportivo al escrutinio público
C. Yáñez / C. González L.
Apenas se supo del accidente, las redes sociales, los medios de comunicación y todo
Chile comenzó a debatir sobre la conducta del futbolista. Todo fue materia de análisis popular.
Andrés Parra, sociólogo y
experto en deportes, señala
que con Vidal hay admiración por su categoría de ídolo, pero también envidia,
porque no hay meritocracia
“ya que jugar bien le implicó
un ascenso explosivo desde el
punto de vista social”. “Además, en Chile pesa mucho el
‘deber ser’, ese tema moral y
de apariencia sobre lo que
debe ser correcto. Por eso
cuando el otro se equivoca, lo
enjuician en la plaza pública”, señala. Pero aún así, afirma que en el partido de mañana frente a Bolivia no habrá pifias porque “este país es
de mala memoria”.
El director de la Escuela de
Publicidad de la U. del Pací-
fico, Carlos Villarroel, se refiere al accidente como un
“autogol” que desalinea al director técnico, jugadores y
marcas publicitaria. A su juicio, las marcas proyectan sus
atributos y valores con las
habilidades y actitudes de los
jugadores, pero como los chilenos somos ambivalentes
para criticar y demostrar el
cariño por los ídolos “las marcas confían en ese impulso
que viene del corazón, más
allá de la reglamentación y los
protocolos”, señala.
Para Lilian Zúñiga, psicóloga y académica de la U. Andrés Bello, es necesario un
trabajo psicológico que ayude a estos jugadores, porque
“muchos provienen de familias humildes y con limitantes económicas, pero que
desde muy jóvenes tuvieron
contratos millonarios y se
vieron enfrentados a manejar grandes cantidades de dinero, pero sin un adecuado
asesoramiento”, dice.b
RR Un hincha con la camseta de Arturo Vidal, ayer en
Juan Pinto Durán. FOTO: AP
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