EL OFICIO DE ESCRIBIR: VIVENCIA, DESLUMBRAMIENTO Y RELATO. ESCRIBIENDO LA HISTORIA DEL TALLER CERÁMICA DE LA ESCUELA DE BELLAS ARTES Y ARTES DECORATIVAS E INDUSTRIALES DE LA UNT Alicia Peralta1 Carlos E. Castilla2 Abstract This paper aims to show the process and the result of a workshop on writing, which was carried out as a part of a Project called “Presence and traces: A workshop on Pottery” conceived at EBA, UNT, 1947/48-1998. This plan was evaluated and approved by the CIUNT and the development under the Programme “Research in the Experimental Schools at the UNT.” The historical discourse adopts, generally speaking, the form of a narrative that is objectively and chronologically constructed. This has been the logic of the writing of History during many years. As long as we are concerned, we set out to envisage the imaginative creation of a truthful way of communicating the panorama discovered in the research and study of documentary sources and in interviews between participants and witnesses in the history of the “Workshop on Pottery”. We adapted a record of a chronicle which leads to a subjective writing. The outcome was a writing-image in which words conjure up a scenario and images “write” and show a particular perception of reality as an object of study and as an experienced undergone. HISTORY- CHRONICLE- IMAGE- WORKSHOP ON POTTERY Introducción El proyecto de investigación “Presencia y huella: el Taller Cerámica de la EBA-UNT 1947/48-1998” se desarrolló entre los años 2006 y 2007. El equipo de investigación estuvo integrado por los alumnos que, durante ese período, realizaron el último curso de la Especialidad Cerámica de la Escuela de Bellas Artes y de Artes Decorativas e Industriales de la UNT y los docentes del mencionado taller quienes actuaron en la dirección y coordinación de las actividades de campo y en la sistematización de los resultados. Concluida la primera etapa de recuperación y recolección de datos en relación con las circunstancias históricas e institucionales de la creación del mencionado taller, los docentes responsables de la ejecución del proyecto se plantearon la necesidad de encontrar un modo adecuado para comunicar el cuerpo documental obtenido. Este material presentaba características particulares, especialmente la fragmentariedad y la dispersión de los datos, hecho que dificultaba su exposición a través de las modalidades tradicionales de comunicación de los registros históricos. Por otra parte, la naturaleza propia del equipo de trabajo, integrado por personas con formación y experiencia en el área plástico-visual, sugería la posibilidad de encontrar en la imagen un camino posible. Además, desde la dirección del proyecto se visualizó la posibilidad de integrar a la comunicación de los resultados la experiencia de cada uno de los actores del proceso de investigación, es decir, involucrar la subjetividad de los jóvenes estudiantes-investigadores en la presentación de los resultados del proyecto. Para ello, se decidió recurrir al formato y los recursos lingüísticos y paralingüísticos que ofrece la crónica como estructura narrativa eficaz y veraz. Dicho de otra manera, la estrategia consistía en exponer los datos surgidos del trabajo de campo y la metodología adoptada para la investigación histórica (la historia oral y los relatos de vida) barajando la posibilidad de utilizar el lenguaje visual como herramienta válida para “relatar” la historia del taller desde la vivencia de los sujetos-investigadores. En este contexto de decisiones se concreta la realización del taller “El oficio de escribir: vivencia, deslumbramiento y relato”. La dirección del proyecto concibió este taller como uno de los 1 2 Escuela de Bellas Artes UNT, Alberdi 150, [email protected] Escuela de Bellas Artes - Facultad de Filosofía y Letras UNT, Av. Benjamín Aráoz 800, [email protected] espacios de formación e instrumentación para los integrantes del equipo. El taller se desarrolló en agosto de 2007. Marco conceptual Nuestro posicionamiento epistemológico nos lleva a considerar la realidad histórica y presente como una complejidad difícil de aprehender completamente y desde una sola mirada. Concebimos que la realidad es un continuum constituido por una sucesión de instantes en permanente transformación. En este sentido, la realidad resultaría intangible; sin embargo, pensamos con Carrasco Vargas que ese continuum “es transportado por los sentidos a los espacios de la memoria primero y a los de la imaginación después” y que, desde allí pueden convertirse en imágenes. Más allá de la realidad “el hombre produce imágenes, las ordena las sistematiza y les da sentido; partiendo de la mirada y pasando por la imaginación, las imágenes se convierten en textos” (1). Nos parece relevante recordar y reconocer que en las últimas décadas del siglo XX se ha verificado en forma radical la transición epistemológica que representa el paso de una forma de concebir el conocimiento hacia otros modos posibles de “conocer”, se trata del paso de “modelo cultural esencialmente verbal a un modelo poderosamente visual”. Poco a poco “la imagen adquiere más y más peso en la comprensión del mundo y en el aprendizaje (2). En este paso de la cultura del logo a la cultura del ícono, tal como lo expone Rojas Mix, la naturaleza misma del conocimiento ha cambiado: se pasa de la exigencia de verdad del conocimiento “textual” a la búsqueda de lo verosímil del conocimiento visual. En la cultura visual, imagen, palabra, símbolo y realidad se solapan y se complementan. De esta manera, entendemos que el lenguaje visual unido a la palabra puede, de alguna manera, aproximarnos a la complejidad de esa inasible realidad, superar las restricciones documentales de los datos frente a la riqueza de la realidad y de la experiencia de la investigación misma. Entendemos que todas las apreciaciones sobre los sujetos y los hechos históricos tienen múltiples posibilidades de interpretación y que cada observador-investigador da cuenta de una parcialidad de esta compleja estructura. Reconocemos que toda investigación está atravesada por subjetividades: son sujetos los actores de la historia, son sujetos quienes escriben y escribieron la historia y nosotros mismos, en tanto sujetos históricos, interpretamos la historia de nuestra institución. En el momento de considerar la forma de comunicación del resultado y conclusiones del trabajo de investigación, se consideró que la crónica era el modo narrativo más adecuado para dar cuenta de los hechos, pero también de las subjetividades de los investigadores-narradores. Quien escribe o narra un suceso bajo el formato crónica adopta, además, una particular relación con el destinatario: procura mantener la curiosidad del interlocutor, deseando crear simpatía o antipatía alrededor del hecho narrado, alimentando sentimientos y pensamientos solidarios o adversos. La naturaleza de la crónica excede el mero relato cronológico de modo que, así como relata un hecho, también expresa una filosofía de y para vivir; analiza desde la palabra escrita y emite un punto de vista, una guía de acción. Entendemos la crónica, entonces, como representación de lo que ocurre en la vida de las gentes y las comunidades, narrada en un estilo sencillo para que sea comprendida por todos. La crónica adquiere los visos de un relato social, antropológico y psicológico de las comunidades y de las personas. El taller de escritura, del que damos cuenta en esta comunicación, se desarrolló en secuencias de exposición conceptual, lectura y discusión de textos, exhibición de imágenes y posterior elaboración gráfica a partir de consignas dadas. El cuerpo de trabajos prácticos resultante es el objeto de nuestra presentación y reflexión. El taller Para la concreción de nuestro objetivo realizamos las actividades durante una jornada de trabajo intensiva que se organizó en cinco etapas. A continuación damos cuenta del proceso y sus resultados PRIMERA ETAPA: Se desarrolló en torno a la conceptualización teórica sobre el tema a trabajar en el taller. En esta etapa se buscó delimitar el campo semántico de la palabra “crónica”, es decir qué se entiende por tal y cuáles son los rasgos particulares de la escritura de la crónica. Se partió de los conocimientos previos y de las resonancias de sentido que el término provocaba en los participantes. La intención era sacar a la luz la pluralidad de sentidos para, luego, llegar a un acuerdo. En suma, esta primera etapa permitió fijar las reglas de juego. SEGUNDA ETAPA: Teniendo en cuenta la dimensión lúdica sobre la que se sustentó la propuesta del taller, se concibió la posibilidad de dinamizar el concepto de crónica; para ello se propuso la aproximación desde otra perspectiva, desde la posibilidad de sugerir conceptos y representar universos cognitivos complejos a partir de una secuencia de imágenes determinada. Esta etapa se realizó según la siguiente secuencia de actividades. -Primer momento: Se presentó un material gráfico que remitía, de una u otra forma, al concepto “crónica”. Se buscaba que los participantes integraran las imágenes atribuyéndoles un sentido o significación que diera cuenta de las posibles relaciones de conjunto y la integración de un campo semántico común. Enunciamos a continuación las imágenes utilizadas y el criterio de selección: a) El logo de CrónicaTV porque remite a un referente cercano y conocido por los jóvenes investigadores, además, la palabra escrita constituye un anclaje a un contexto de uso del término en la vida cotidiana. b) Un reloj, porque evoca espacios de tiempo amplios. Sugiere el paso de las horas, pero también el transcurso del tiempo de la vida, de los quehaceres cotidianos. c) Un cronómetro, porque remite a la etimología de la palabra. Relacionado con un espacio de tiempo que se mide con precisión y vinculado a una percepción de la acción humana vivida “contra reloj”. d) Un sujeto que espera, porque remite a la dimensión subjetiva de la percepción del tiempo. e) El Reloj de Dalí, porque es una alegoría de la subjetividad del tiempo y de la diferencia entre el tiempo de reloj y el tiempo biológico o subjetivo: en los recuerdos y en el sueño las formas se confunden, las imágenes se desvanecen. -Segundo momento. Cada uno de los participantes realiza un comentario verbal teniendo en cuenta las diferentes producciones en relación con la misma consigna. -Tercer momento. Se destacaron las coincidencias y se apuntaron las divergencias para llegar al consenso en torno a la conceptualización de “crónica” cono objeto de reflexión y como práctica de escritura. Este acuerdo era necesario para abordar las acciones siguientes. -Cuarto momento. Corresponde a la confrontación de los conceptos surgidos de las actividades anteriores con otros conceptos de “crónica” tomados de libros y manuales especializados en los que se advierten otras miradas o versiones estandarizadas del mismo concepto. Esta etapa fue una instancia de un intenso trabajo de reflexión y preparó el terreno para las tareas previstas en la siguiente etapa. TERCERA ETAPA: Se propuso trascender el marco de las especulaciones teóricas; para ello se planteó la lectura de diferentes textos adscriptos al género crónica, pero de diversa naturaleza. Se brindaron fragmentos de crónicas escritas en diferentes contextos históricos, en distintas situaciones de escritura y con diversas motivaciones. -Primer momento. Se leyeron los fragmentos de crónicas, seleccionados por que se articulaban entre sí, sea por su contenido, sea por su estilo narrativo. Los textos de procedencia fueron: a- Crónica de la Nueva España de Francisco Cervantes de Salazar (s.XVI) b- Nueva corónica y buen gobierno de Guamán Poma de Ayala (s.XVII) c- Crónicas Marcianas de Ray Bradbury (1950) d- Crónica del Diluvio de Antonio Nella Castro (l986) -Segundo momento. A continuación de la lectura y cometario de los textos en función de la observación de los rasgos característicos y relevantes de cada uno de ellos, se elige especialmente la crónica de Guamán Poma de Ayala por que presenta el rasgo distintivo de ofrecer la incorporación de la narración visual como recurso. A modo de ejemplo ofrecemos dos páginas extraídas de la obra del mestizo: (acá insertar imagen nº 1 el diluvio ..) ( acá insertar imagen nº 2 inca yupanqui) La imagen de la izquierda representa el diluvio universal, según la visión cristiana del relato; la imagen de la derecha es una ilustración del capítulo referido al inca Yupanqui que “dormilón, peresoso capitán, en el Cuzco cin conquistar murió”. En el libro de Guamán Poma la imagen -descriptiva y, a la vez, narrativa- se impone a la palabra. La secuencia de imágenes de la Nueva corónica provoca un entramado de imágenes-texto articuladas por un vínculo temático o problemático. Estas imágenes trascienden el código meramente icónico para conformar un conjunto de documentos visuales con unidad semántica (3). El impacto visual de estas imágenes despertó en los jóvenes investigadores una inquietud que permitió dar paso a la etapa siguiente. CUARTA ETAPA: Se propuso a los participantes que refiriesen una vivencia o experiencia significativa al modo del cronista mestizo, considerando para ello; la organización del espacio narrativo y el recurso de narrar con imágenes y palabras. -Primer momento. A partir de la propuesta de tarea enunciada anteriormente, se proveyeron idénticos materiales y los investigadores llevaron a cabo su propuesta en forma individual. -Segundo momento. Se expuso el resultado de esta actividad y se promovió la discusión plenaria en torno a cada uno de los trabajos producidos. En esta instancia se observa una referencia emergente –no prevista- y recurrente al estado de instalación del Taller Cerámica, situación que estaba siendo vivida conflictivamente por alumnos y docentes en el momento de ejecución del taller. QUINTA ETAPA: Se ideó la posibilidad de poner en juego el testimonio visual producido en el taller de escritura frente a fragmentos significativos de documentos históricos institucionales sobre la creación y organización del Taller Cerámica, que el mismo grupo relevó en archivos de la UNT como parte del trabajo de campo del Proyecto “Presencia y huella: el Taller Cerámica de la EBA-UNT 1947/48-1998”. La finalidad fue observar de qué manera los jóvenes investigadores generaban un vínculo entre su vivencia como alumnos y los datos aportados por el registro documental. -Primer momento. Para conseguir el propósito de esta etapa de escritura, se organizó el grupo en subgrupos y se les entregó idénticos juegos de copias de los fragmentos documentales. Se propone, en un entorno lúdico, buscar y sugerir posibles correspondencias significativas que permitieran asociar los textos documentales con las imágenes producidas. -Segundo momento. Se observan y cometan los resultados destacando especialmente los casos de coincidencias y reflexionando en torno a esos casos puntuales. De esta manera se da por concluido el taller. Conclusiones: Entendemos que, desde nuestra perspectiva que desplaza la atención de la palabra a la imagen, ésta se nos presenta como una complejidad plena de significaciones y de posibilidades de “representar”, de algún modo, aspectos de una historia que se percibe como pasado, pero también como presente. Compartimos las observaciones de Rojas Mix cuando expresa que la imagen tiene la capacidad de condensar en un apretado espacio las complejidades de la realidad social y que es justamente esa capacidad la que convierte a las imágenes en “un documento precioso para los estudios de época”. A través de la imagen, los sujetos, liberados de la lógica del lenguaje de la palabra, son capaces de captar aspectos del hecho histórico que un documento escrito no revela. Se trata de aspectos emotivos o de cómo el hecho es aprehendido por la opinión pública. El historiador tradicional que no lee los enunciados visuales, no puede comprender que cada época ve el pasado de manera diferente y lo convierte en su presente. Creemos que, en esa revisión del pasado, la imagen desempeña un papel fundamental, no para reemplazar a la palabra, sino para ofrecer junto a ella una representación de los hechos que puede dar cuenta, no sólo de los datos, sino también de una mirada interpretativa sobre esos datos. En este sentido, postulamos que la imagen aporta la sensación de completitud. El enfrentamiento de los textos con las imágenes provoca el cuestionamiento entre la información aportada por el documento y la información plasmada en las figuras dispuestas en el espacio. Ese cuestionamiento da lugar a una movilidad, a un ajuste, dicho de otra manera, plantea un trabajo interpretativo que implica discriminar y organizar los elementos significativos para configurar una comprensión más compleja y, a la vez, más concreta del asunto. En muchos casos, el documento escrito presenta numerosas lagunas o se ha perdido, entonces, las imágenes permiten llenar esos vacíos de sentido. En el caso de la historia del Taller Cerámica de la EBA-UNT, los documentos institucionales son pocos y fragmentarios. En los documentos conservados y recopilados por el equipo de investigación se observa una construcción discursiva de tono auspicioso y con una valoración positiva acerca de la instalación del taller y de la presencia de la actividad cerámica en la escuela y en el ámbito universitario. Paralelamente, casi desde los comienzos, las memorias anuales expresan la precariedad de las instalaciones a pesar de algunas inversiones en equipamiento. En este contexto, encontramos también informes elogiosos de las autoridades de la escuela sobre las producciones. Cuando el equipo a cargo del taller de escritura propone la consigna de representar gráficamente un suceso o vivencia significativa, el 80% de las imágenes muestra que hay una inquietud respecto de las condiciones de instalación del taller que afectan a los alumnos. Esta situación emerge imprevistamente, pero la presencia de elementos significativos comunes y constantes testimonia la percepción de una situación de desamparo. La persistencia de esta percepción, expresada a través de las imágenes, nos lleva a considerarla como una resultante que expresa más verazmente que la escritura documental la interpretación de los datos de una realidad vivida. El montaje de las imágenes emergentes interactuando con el texto documental, provoca interesantes desplazamientos de sentido y abre la posibilidad de diversas y nuevas lecturas. Las imágenes producidas en el taller de escritura nos permiten reafirmar nuestra posición ante la historia como escritura o, si se quiere, ante la escritura de la historia en un marco conceptual mayor que busca redefinir el ejercicio de la palabra como una práctica social y, como tal, atravesada por múltiples determinantes que influyen en los sujetos históricos que escriben acerca del pasado histórico (4). Buscamos trascender la práctica meramente documental para abordar una historia de las representaciones que privilegia la mirada; una mirada que nos ofrece otra posible interpretación de los hechos, una mirada que completa a la palabra. Bibliografía (1) Carrasco Vargas, Sergio. 2004. Introducción; en Luz Estela Hernández Téllez (coord.), Diseño e iconografía Tlaxcala. México, CONACULTA, pp.12-13. (2) Rojas Mix, Miguel. 2006. La Revolución epistemológica; en Imago Americae, Revista de estudios del imaginario. Año I, Nº I, pp.13-19. Buenos Aires, Prometeo. (3) Rojas Mix, Miguel. Op. Cit. (4) Certeau, Michel de. 1993. La escritura de la historia. México: Universidad Iberoamericana. Nota Las imágenes del libro de Guamán Poma de Ayala, Nueva corónica y buen gobierno, proceden del sitio Web: http://www.kb.dk/permalink/2006/poma/info/es/frontpage.htm