Segunda guerra del Peloponeso

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Historia
Segunda guerra del Peloponeso
431ac- La guerra estalló cuando Esparta anunció que invadiría el Ática, los
espartanos llegaron hasta Atenas y lograron hacerse de esa zona a excepción de las
partes con más defensas naturales, Pericles mantuvo la calma todo el tiempo e
indujo a los atenienses a abandonar el Ática a los espartanos, a pesar de que la
ciudad sufrió la perdida de todas las cosechas, la ciudad poseía un comercio
marítimo tan activo que no se rendirían por hambre. Pericles no quiso una batalla
campal donde los espartanos eran muy superiores, decidió entonces atrincherarse
en la ciudadela y llevar la guerra al mar. Tenía Atenas un poderío económico con el
cual podría soportar un sitio, además sabían que Esparta quería terminar cuanto
antes la guerra debido a su escasez económica, Pericles planeó entonces tomar
todas las ciudades aliadas a Esparta que estuvieran edificadas en las costas, la
estrategia de Pericles dio buenos resultados durante el primer año de guerra.
Al año siguiente los atenienses se vieron afligidos por una peste, una enfermedad
proveniente de algún barco mercante de Asia, aunque como el brote fue en el Pireo
se pensaba que los enemigos tal vez habrían envenenado el agua del lugar. La
gente de Atenas se moría, se les llenaba de sangre la cabeza y los ojos, y se les
ulceraba la piel de manera tal que no resistían ni el contacto con la ropa, también
eran atacados por una sed insaciable. “Comamos y bebamos, se decía, por que
mañana moriremos” y efectivamente más de la cuarta parte de la población murió.
Atenas en la época de Pericles
A pesar de que era un buen momento para atacar a los atenienses, los espartanos
temían contraer la enfermedad, los atenienses estaban tan desesperados que
contra la voluntad de Pericles se mandaron embajadores a Esparta a pedir la paz,
pero las condiciones de los lacedemonios eran tan duras que se prefirió seguir
combatiendo.
El pueblo se hallaba sumido bajo tanta angustia que se buscó un chivo expiatorio,
este fue Pericles, fue llamado a tribunal a que justificase sus malas decisiones pero
el estratega logró justificar todas las acusaciones que se le hicieron. Pericles quedó
libre pero igualmente fue multado y destituido, luego la situación sin él empeoró
tanto que se lo llamó otra vez, pero moría al poco tiempo víctima de la peste. Todo
el pueblo se lamentaba de su muerte, dicen que los atenienses poco antes de que
muriera, pensando que Pericles había fallecido cuando comenzaron a recordarlo por
su celebridad, el moribundo escuchó lo que se decía de él y respondió con voz
débil, “Me alabaís por cosas que dependen solo del destino, pero olvidaís el acto
más grandioso que haya realizado en mi vida, ningún ateniense hubo de vestir luto
alguna vez por mi culpa”.
Pericles se vanagloriaba de no haber mandado matar a ninguno de sus enemigos
que tanto lo habían odiado y que tanto daño le habían hecho, a sus amigos y a su
familia, resaltando así su nobleza y humanidad frente a sus contemporáneos
crueles y ávidos de venganza.
Cleón- Luego de la muerte de Pericles, el personaje principal de Atenas era Cleón.
Llegó a gobernar Atenas luego de una serie de derrotas que infligió a los
espartanos. El nuevo gobernante del Ática hizo rodearse de gentes incultas e
incapaces de llevar un gobierno adelante, de esta manera centraba todo el poder
en su persona.
Cleón pronto cambio la suerte de Atenas, y luego de una serie de derrotas, los
espartanos se encontraban acorralados y pedían que se firmara la paz. Las causas
de este repentino giro en la guerra fueron porque los atenienses habían sitiado a
varios centenares de infantes espartanos en la pequeña isla de Esfactería. La flota
ateniense también había logrado hacerse de Pilos que era el mejor puerto aliado de
Esparta.
En el momento en que Atenas hubo de firmar la paz, Cleón fue cegado por la
soberbia y la ambición, mandó indemnizaciones tan duras que Esparta se negó a
firmar tratado alguno, desperdiciando de esta manera una gran oportunidad. Cleón
quería asesinar a la infantería espartana atrincherada en Esfactería, luego de un
largo sitio, se entrevistó con los almirantes de la flota para exigir que se tomase la
isla de una vez por todas, estos le respondieron que los marinos atenienses se
hallaban exhaustos a causa de los fríos invernales, Cleón tomó el mando de la flota
y en menos de tres semanas logró hacerse de la isla capturando a los espartanos.
421ac- Los espartanos fueron nuevamente a rogar por la paz pero fue rechazada
nuevamente, esto fue un gran error ya que Esparta se reanimó pronto gracias a
Brásidas, un valiente general espartano que había ocupado Tracia donde Atenas
poseía aliados y pronto la mayoría de los aliados tracios pasaron a manos de
Esparta, Atenas sufría un duro golpe y eran ya concientes del error de haber
rechazado el segundo tratado de paz. Cleón desafió a Brásidas a un combate a
pesar de que los atenienses ya no confiaban en este, Atenas fue derrotada por los
espartanos luego de una dura batalla, mas el combate fue más beneficioso para
Atenas que para Esparta ya que moría Brásidas y Cleón, esto seria grandioso para
Atenas y nefasto para Esparta, luego del combate se firmó una tregua por
cincuenta años. Resulta extraño que los espartanos hubieran tomado esta decisión
en el momento en el que el camino hacia las puertas del Ática estaban abiertas,
pero los espartanos querían recuperar a los hombres capturados de Esfactería,
habíanse dejado los cultivos de lado también a causa de la guerra y el pueblo sufría
de hambrunas, y por último los querían concentrarse en una guerra declarada a la
ciudad de Argos.
Tercera guerra del Peloponeso
Alcibíades- Alcibíades era miembro de la familia de los Alcménides, entre los que
estaban Milicíades, Clístenes y Pericles. Era un joven de alta alcurnia y de mucha
ambición que era muy estimado por Pericles y Sócrates, de quien fue discípulo,
pero pronto los atenienses que tanto mimaron a este joven aventurero caerían en
la cuenta de que no era fácil lidiar con este.
Habían pasado algunos años desde que se firmara la paz con Esparta, los
atenienses estaban expectantes de lo que sucediera en el mundo griego. Surgía
entonces una serie de conflictos en la isla de Sicilia, entonces algunas ciudades
pidieron auxilio a Atenas contra Siracusa que quería dominar toda la isla, los
atenienses se ofrecieron gustosos ya que Siracusa estaba aliada con Esparta y
Corinto.
415ac- Alcibíades se puso al frente de la campaña, planeaba convertir a la isla en
centro de operaciones de Atenas para poder neutralizar a los cartagineses y así
poder dominar el Mediterráneo, pero poco antes de zarpar apareció un día una
estatua del dios Hermes con la cabeza derribada, el escándalo en la ciudad se
generalizó y todas las sospechas recayeron sobre Alcibíades que en un banquete el
día anterior se había burlado de los dioses, los griegos creían que este era el peor
de los presagios. Se ubicó a Alcibíades y fue interrogado, pronto se descubrió que
efectivamente había sido el autor de aquel sacrilegio, se disponían a ajusticiarlo
pero se temió que su ausencia en la flota desmoralizara a las tropas atenienses, se
decidió aplazar entonces las acusaciones. Al otro día zarpaba la imponente flota
ateniense que contaba con unos 134 navíos y 32.000 hombres, jamás se había
hecho una expedición de semejante talla a un lugar tan remoto.
La expedición a Sicilia- La gran flota desembarcaba en Sicilia, pero los isleños al ver
la talla de aquel ejército de auxilio sospecharon de las intenciones de Atenas de
dominar la isla, y se les recibió con poco entusiasmo. Antes que nada se planeó un
ataque directo a Siracusa, pero Alcibíades fue mandado llamar desde Atenas, este
fingió obedecer pero escapó de sus captores cerca de las ruinas de Sibaris, los
atenienses al enterarse de esto le confiscaron sus bienes. Alcibíades supo que se lo
había declarado enemigo de Estado en Atenas y juró vengarse, sin ningún
escrúpulo fue a instalarse a Esparta donde ofreció sus servicios. Allí no dudo en
revelar los puntos débiles de Atenas, y los espartanos con su general Gilipo al
frente, fueron a sitiar el Ática. Aconsejados por Alcibíades el ejército espartano se
situó en un punto donde los atenienses no podían recibir refuerzos de sus aliados,
bloquearon además las regiones de cultivo y las minas de plata. Pronto Atenas caía
en una grave crisis económica, las arcas de la ruinosa Confederación se hallaban
agotadas.
413ac- De aquí en más todas fueron desgracias para Atenas, el puerto ateniense
tenía cada vez menos actividad comercial y comenzaban a escasear los productos
básicos, con la producción y la economía estancada, Esparta planeaba entrar en el
Ática por hambre.
En tanto en Siracusa no se corría mejor suerte, toda la flota se hallaba bloqueada
en el puerto y agotada luego de haber intentado una y otra vez, un asedio a la
inexpugnable ciudad. Asediados por pestes y hambrunas la flota decidió
desembarcar en las canteras de Siracusa, el ejército se dispuso a aliarse con
algunas de las ciudades sicilianas, pero los siracusanos los encerraron en las
canteras donde murieron luego de hambre y enfermedades rodeados de una
miseria y suciedad indescriptible.
La guerra de Jonia- Las noticias del desastre naval de la otrora invencible flota
ateniense llegaron pronto a oídos de Darío II el rey Persia. El gran rey ya dejó de
temer a la Confederación y ordenó a los sátrapas de Asia Menor que exigieran
tributo a las ciudades jónicas de aquella región. Para mejor dominarles, los persas
se aliaron con Esparta quien no tuvo el menor remordimiento en traicionar a sus
compatriotas.
Los espartanos aconsejados por Alcibíades se habían aliado al gran rey y a cambio
de un generosísimo tributo se puso la poderosa flota de la liga del Peloponeso al
servicio de los persas. A pesar de que a este conflicto se le llamó guerra de Jonia,
en realidad se trata de una tercera guerra del Peloponeso, nada más que su centro
de gravedad fue trasladado al Asia Menor.
En Esparta ya casi no se toleraba a Alcibíades que con su conducta inmoral había
intentado seducir a la reina, esposa del rey Agis, pronto los espartanos quisieron
deshacerse del aquel molesto huésped, pero Alcibíades intuyó que se tramaba algo
contra él y huyó a la corte del sátrapa Tisafernes, desde allí quiso persuadirle a
entablar la paz con Atenas y concentrarse en derribar a la poderosa liga del
Peloponeso argumentando que los atenienses ya caerían más tarde, en realidad se
supone que al traidor aún le quedaba algún vestigio de patriotismo y secretamente
quería proteger a Atenas a la que echaba de menos.
Tisafernes fue entonces manipulado por Alcibíades y pronto enemistó con los
almirantes espartanos reduciéndoles el sueldo, Alcibíades se entrevistó luego con
los generales y gobernantes atenienses diciéndoles que si le quitaban el destierro
los libraría de los espartanos haciéndoles aliados de los persas, los atenienses
aceptaron y declararon a Alcibíades, comandante de la flota, este obtuvo grandes
victorias frente a los espartanos quienes se vieron obligados a pedir la paz.
408ac- Alcibíades volvió a Atenas donde fue rodeado de una gloria sin igual, fue
declarado salvador de la patria, los atenienses se habían olvidado de todo el daño
que este había hecho a su patria.
Esparta mandó una embajada a Susa donde se entrevistaron con Darío II
explicándole que la victoria espartana sería favorable para los persas ya que
Esparta se declararía sumisa a Persia, Darío II fue convencido y cortó relaciones
con Atenas.
La caída de Atenas- Atenas se veía en una situación desesperada, y los ejércitos
espartanos estaban bajo el mando de Lisandro uno de los generales lacedemonios
más brillantes de todos los tiempos. Lisandro llevó la guerra al Asia Menor y viendo
que Alcibíades se negaba a un combate frontal, se dio el lujo de esperar ya que los
persas les pagaban tan bien que no veía la necesidad de apurarse. Alcibíades
intentó abastecerse rápidamente de fondos para suministrar la flota, se dirigió a las
ciudades desertoras de la Confederación en la costa del Asia Menor donde se dedicó
al saqueo y a confiscar bienes. Tanto era la desesperación que incluso dividió la
flota para conseguir dinero más rápidamente, luego uno de sus subalternos fue
provocado por Lisandro en Notión y a pesar de los consejos de Alcibíades de no
atacar, este cayó en la trampa del espartano, los atenienses sufrieron una pequeña
derrota pero que venía en el peor de los momentos.
Alcibíades tenía fama de invencible pero tenía ya muchos enemigos en Atenas, se
pensó entonces que si había sido derrotado fue por que él lo había querido así, se
lo acusó de divertirse también con borrachos y prostitutas lo cual fuera
posiblemente cierto, pero dadas las circunstancias, Alcibíades era el único ateniense
capaz de enfrentarse a Lisandro. Se le quitó entonces el mando de las tropas y fue
a vivir a su palacio en Tracia.
406ac- La ausencia de Alcibíades se hizo sentir pronto, en el verano de 406, llegaba
la noticia a Atenas de que la flota se hallaba bloqueada en Lesbos. El pueblo de
Atenas en lugar de sumirse en la desesperación y la confusión se puso a trabajar
arduamente, tanto así que al poco tiempo se construyó una nueva flota de 100
navíos, y todos los atenienses en edad de combatir fueron a Lesbos, allí se logró
dispersar a la flota espartana, fue una victoria gloriosa para Atenas pero al regreso
la flota era azotada por una tempestad donde se estrellaron varios navíos, murieron
unos 1.000 hombres en la tormenta.
La victoria de Lesbos fue motivo de nuevas propuestas de paz de los espartanos,
pero los atenienses cometieron otra vez el error de no acceder. Lisandro pensó en
azotar a Atenas donde más le doliera, llevó la guerra al Helesponto impidiendo que
los atenienses recibieran víveres por mar, asimismo sitió la ciudad para hacerla
caer por hambre. Alcibíades viendo la desesperada situación quiso volver a ganarse
la confianza de sus compatriotas reclutando una tropa de guerreros tracios, pero
fue ignorado. Al poco tiempo Lisandro captura toda la flota ateniense cerca de
Egospótamos, en Tracia. La caída de Atenas era inminente con la flota bloqueada y
no teniendo recursos para construir una nueva.
Lisandro se dirigió luego al Ática para dar el golpe de gracia, y allí los atenienses se
rindieron cuando comenzaban a desfallecer de hambre. En la Asamblea de paz
espartana hubieron de vérselas con los aliados de Esparta; Corinto y Tebas, estos
pedían arrasar la ciudad y vender a sus habitantes como esclavos pero los
espartanos contestaron que no podían vender como esclavos a un pueblo que en
otros tiempos había salvado a la Hélade. Esta decisión tenía motivos políticos ya
que los atenienses con su experiencia en combate naval podrían servirle algún día a
Esparta para hacerle la guerra a sus propios aliados con los que comenzaba a
rivalizar.
Atenas se comprometió a hacerse aliada de Esparta, hubo de entregar toda su flota
y fue obligada a derrumbar sus murallas, así finalizaba este dramático conflicto que
no hubiese tenido un fin tan trágico si se hubiese seguido con la política moderada
de Pericles, la colonización de Sicilia no era más que una quimera ya que en primer
lugar Alcibíades se desentendió de esta desde un principio e incluso si hubiese sido
sometida hubiera sido muy difícil que el imperio áticos asimilara esta región tan
remota y con tantas discordias intestinas.
En tanto Alcibíades viendo que la situación se volvía espesa en Tracia, huyó al Asia
Menor refugiándose en la corte de Farnabaces, el sátrapa persa de aquella región.
Quiso imitar a su pariente Temístocles pero Lisandro aconsejó al sátrapa que se
deshiciera del fugitivo, Alcibíades fue cercado en su propia casa en Susa y fue
muerto de un flechazo a la edad de cuarenta y siete años.
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