Qué entendemos por registro y por qué es importante aprender a registrar Cuando se nos propone registrar por escrito lo que hacemos aparecen toda una serie de problemas y dudas. ¿Qué entendemos por registro? ¿Escribimos todos en el mismo tenor, de maneras parecidas? ¿Cuáles son los modelos de registro que conocemos? ¿Qué contar, si hay tantísimo que ocurre en pocos minutos? O, por el contrario: ¿Qué contar, cuando uno siente que no pasa nada extraordinario? El objetivo de los registros es mirar el trabajo que hacemos; no es evaluar los alumnos, sino sopesar nuestro quehacer. No es fijarnos solamente en nosotros mismos, sino en la aceptación, recepción y reacción de los estudiantes frente a las actividades. El foco, el centro NO somos los bibliotecarios; son los estudiantes. Convertirse en un hábil narrador de lo que ocurre en la biblioteca puede abrir muchísimas posibilidades de crecimiento. Revisemos las posibilidades de observar y relatar (con saludable sentido crítico, sin llenarse de excusas y justificaciones), dos habilidades que mejoran sustancialmente la práctica cotidiana y compartida. Existen desde luego muchas otras formas de registro, y no todas son narrativas. Las tablas de contenidos de los programas anuales, los cuadros de trabajo anual elegido para cada curso, las fichas descriptivas de cada taller, las rejillas de planeación y los parceladores de ejecución son formatos que se usan diariamente en las aulas y en algunas bibliotecas escolares; todo ello constituye un elemento de registro indispensable, compartido en el lenguaje y las herramientas de planeación pedagógica que seguramente ya usan los docentes del colegio. Por ahora se explorará la narrativa de lo cotidiano, como registro alternativo. Esto, por varias razones: • La posibilidad de observar la propia experiencia desde la distancia que da la escritura, es una forma privilegiada de aprender de nosotros mismos y de los demás, para así mejorar consistentemente las prácticas. • Escribir lo que ocurre a nuestro alrededor contribuye a tomar conciencia de fenómenos, datos y características que se escabullen fácilmente en la práctica cotidiana. Nos ayuda a ver más allá de lo evidente. • Cuando ponemos por escrito algo que nos ha llamado la atención, frecuentemente surge la posibilidad de hacernos preguntas que normalmente no aparecerían, o no nos detendríamos a formular. Y esas preguntas suelen ser pistas muy útiles para transformar las prácticas en la biblioteca. • Registrar sistemáticamente nos ayuda a percibir los cambios. Observar reiteradamente el mismo lugar o escena, en días consecutivos, nos hace ver cómo se transforma, cómo hay cambios sutiles (o gruesos) que nos dan cuenta de que las cosas no son, van siendo. • La escritura es una herramienta fundamental para un bibliotecario. Por escrito se describe, se expone, se proyecta, se gestiona, se reclama, se reconoce, se anuncia, se informa, se convoca, se invita, se agradece, se deja constancia… y todas esas son cosas que un bibliotecario escolar puede necesitar hacer en el transcurso de su labor. Es fundamental ‘amigarse’ con la escritura, soltar la mano, perder el miedo, encontrar el disfrute. • Es una de las pocas maneras en que el bibliotecario puede mostrar a otros, que no comparten su realidad inmediata, lo que ocurre dentro del espacio privado de su biblioteca. • Es una de las pocas maneras de exteriorizar la propia valoración de las acciones realizadas. Cuando escribimos ponemos en el texto unos énfasis y un tono que en sí mismos dan cuenta de cómo hemos vivido aquello que estamos relatando. No sólo es ‘lo que sucedió’ (en ese caso alcanzaría con un video, por ejemplo), sino ‘cómo cuento yo lo que sucedió’. • Constituye una herramienta de aprendizaje fundamental, para quienes registran y para quienes leen estos registros. Poco sentido tiene un registro que no es vuelto a leer, que no cobra utilidad posterior, para uno mismo o para otros lectores. Recuerde que el ciclo del registro es: observar-registrar-compartir-mejorar. Modelos de registro ¿Qué es exactamente un registro? ¿A qué se parece? ¿Es una lista de cosas que hice? ¿Es un informe de labores? ¿Es una opinión personal? Se trata de unas preguntas bien importantes. Todo depende de qué modelo de escritura tengamos en la cabeza a la hora de registrar. Acá va un pequeño test para revisar el formato elegido. Recuerde que cada profesional tiene su propio estilo, y le corresponde descubrirlo, cultivarlo y afinarlo. No se trata aquí de uniformar las narrativas, sino de ampliar los recursos para que el trabajo resulte cada vez más útil y placentero, y recoja, aunque diverso, las evidencias del trabajo. Si su registro se parece a esto: “8:00 a.m.: los alumnos ingresan a la biblioteca 8:03 a.m.: el grupo toma asiento en los lugares correspondientes 8:05 a.m.: la bibliotecaria solicita a los alumnos que guarden silencio 8:06 a.m.: se indica la consigna a realizar 8:08 a.m.: se distribuyen hojas bond pautadas tamaño carta, dos por alumno …etc.” Entonces le aconsejamos: No se preocupe tanto de dar cuenta de las acciones minuto a minuto, ni de buscar la objetividad absoluta. ¡No acabaría nunca! Anímese a dar un paso más hacia la situación: es importante lo que usted piensa de la actividad, cómo cree que le fue, por qué hizo lo que hizo… Pero, por otra parte, el registro sí debe tener algún orden cronológico, que ayude a reconstruir la situación y que cuente concretamente cuál fue el material, la actividad de trabajo y el objetivo que tuvo con cada grupo. Si su registro se parece a esto: “El día de hoy llevamos a cabo una actividad de lectura que consistió en la comparación entre dos cuentos clásicos: Caperucita roja y Cenicienta. De esta manera se alcanzó el objetivo de desarrollar las competencias comunicativas, así como formar lectores autónomos y críticos, además de fomentar la lectura, los valores, la integración familiar y la expresión oral y escrita. De paso se trabajó la asignatura de historia, y se aprovechó para repasar algunas figuras literarias. También se abordó el componente de artes plásticas, ya que al final hicieron un dibujo.” Entonces, nuestra recomendación es: Es muy importante ser muy concreto. Los objetivos sombreados son demasiado vagos. ¿Qué fue lo que los niños debían contrastar en la actividad? ¿Qué ideas presentaron ellos? Seguro hubo alguna reflexión importante por parte de los chicos. ¿Qué descubrimientos habrán hecho al poner a estas dos historias frente a frente? No permita que la orientación exclusivamente pedagógica de la biblioteca se le convierta en una obsesión, en el ánimo de cubrir contenidos escolares a toda costa. La literatura es para pensarla, disfrutarla, comentarla, reaccionar ante ella. Si su registro se parece a esto: “La actividad del día de hoy con un grupo de segundo grado fue hermosa. Los niños estaban encantados y yo también. Dijeron que se lo habían pasado súper bonito, y que querían regresar. Creo que hemos iniciado una maravillosa relación”. Entonces, nuestra recomendación es: Este registro es demasiado subjetivo. Es necesario consignar con qué libros, porqué diseñó así la actividad, etc. Desde el punto de vista de los estudiantes, qué desató ese amor por la biblioteca. ¿Fue algo que leyó? ¿Exactamente qué les llamó la atención a los niños? Si su registro se parece a esto: “Día con día la totalidad del colectivo escolar tiene la oportunidad de vivenciar un espacio bibliotecario activo e incluyente, capaz de incidir en la cultura y la formación lectora de alumnos, docentes, padres de familia y comunidad circunvecina, hacia la formación de una sociedad lectora, progresista y capaz de construir un mundo más justo y pacífico” Entonces nuestra recomendación es: Un registro de biblioteca no es un discurso de candidato en tiempo de elecciones. El registro narrativo es para contar, no para perorar sobre el deber ser de la educación. Interesa, concretamente aquello que ocurre entre dos, entre cinco o diez personas al compartir los libros. Si su registro se parece a esto “Hoy leímos algunos libros con ‘temas difíciles’. Un niño de cuarto grado se mostró visiblemente emocionado con Eloísa y los bichos , lo leyó, lo releyó y lo pidió prestado al terminar. Yo creo que debe ser un niño seguramente discriminado, o que los compañeros le hacen sentir distinto. Capaz que hasta en la casa lo maltratan, ¿o los vecinos le harán burla? De seguro se siente mal en la vida, o a lo mejor no tiene mamá o papá… O quizá no es de aquí, debe venir de lejos. Tal vez yo debería hablar con la psicóloga de la escuela para que vean qué necesidades emocionales tiene ese chico.” Entonces nuestra recomendación es: La intimidad de los estudiantes es sagrada. Usted puede consignar observaciones pero no diagnósticos, ni aventurar conjeturas. Su mirada es bienvenida, pero es fácil extralimitarse en esto de sacar conclusiones. Es importante no poner en los demás aquello que sólo a uno mismo concierne. Recuerde que en el registro no deben ser conclusiones, sino observaciones: sirve para hacernos preguntas, y hay muchas cosas que no sabremos hasta no haber echado muchas miradas al mismo asunto. Deje que los hechos hablen un poco por sí mismos. Ejemplos de registros A continuación se presentan dos ejemplos de registros. El primero lo hace una bibliotecaria escolar; el segundo una docente. Una notable bibliotecaria escribe: Noé y el Titanic "Los mil años de Pepe Corcueña" se lee por sesiones en biblioteca con un grupo de 4o grado. En Junio 1º leímos de las páginas 64 a la 68, donde Carlos (el secuestrador) le informa a Noé (el niño secuestrado) que sus padres argumentan no completar el dinero del rescate y que tendrá presionarlos. Noé, finalmente llora, asustado, deseando estar de nuevo en casa. Un pasaje intenso, tenso, dramático. Antes de leer se pidió que escribieran a otro, un desconocido, de qué se trata el libro. También, que escribieran 3 cosas que les han gustado. Voluntariamente algunos compartieron sus escritos. Aproveché para hacerles notar la diferencia cuando leemos un texto transcrito de uno redactado por uno mismo. Surgió una polémica: un chico dijo que le había gustado la parte del secuestro de Noé. Hubo desacuerdos. Se discutió cómo es posible interesarse por un trozo emocionante, que tiene ritmo y eventos impresionantes, aunque difíciles. Es un tema para retomar después: ¿Qué atrae el lector de un texto? Al final de la lectura en voz alta, surgió el contraste entre el pasaje del día, angustiante, con el de la semana pasada anterior, muy gracioso. Uno de los niños asoció la sesión del día con la de la película del Titanic, especialmente las escenas desesperadas del hundimiento. Se explicó cómo pueden contrastarse distintos títulos y lenguajes: libros y cine. Discutimos el elementos común: la sensación de estar a punto de morir, sin remedio ni esperanza, que se conectó con las dramáticas escenas de la película donde la gente se da cuenta que va a morir y tiene reacciones diversas (algunos tratan de salvarse como sea, otros lloran desesperados y otros se resignan y despiden de sus seres queridos). Ejemplo registro escrito de una sesión de lectura La docente llega con tres bolsas de papel cargadas de libros y con un grabador. Los chicos salen corriendo a esperarla.... -Anita!!, Anita!!lla estábamos esperando- dice una de las chicas y la ayuda con las bolsas.... Luego van entrando, la docente pone a funcionar el grabador con música céltica, los chicos van dejando sus cosas y se sientan en círculo, mientras ella va sacando los libros y los coloca sobre una mesa al costado. D- Bueno chicos, ahora vamos a leer....ahí están los libros, cada uno mire tranquilamente y elija el que más le atraiga, después nos sentamos y nos mostramos lo/s que elegimos, yo también lo haré. (Los chicos se levantan rápidamente y con mucho interés, se arriman a la mesa, todos quieren sacar a la vez y se arman unos líos...) -Chicos, no se peleen, dejen que todos vean todos, van eligiendo mentalmente y yo les digo cuándo pueden tomarlos... Pasa un rato de escudriñeo, los chicos se van prestando los libros... D- Ahora tomen los que más les interesen. (Se nota la indecisión de algunos y la clara decisión de otros. Luego van llegando a sus sitios con el o los libros en la mano. Casi todos eligieron uno pero hay dos niñas que escogieron seis y tres libros). D_ ¡Camila! Todos esos querés leer? Camila- Sí, sí... no sé por cual decidirme, todos me gustan... D- Ahora van a darle una leída rápida.... Después de cinco minutos, les pide que vayan mostrando, diciendo el título y autor, y contando porqué lo eligieron. Cada chico va mostrando y diciendo qué le llamó la atención María:- Yo elegí “El resplandor en la nieve”....no sé, me fijé en la imagen (una joven mujer con rostro triste, mirando hacia abajo en el fondo de un paisaje invernal) me hizo acordar a mi mamá... después di vuelta y me fijé lo que decía atrás, que contaba la historia de una chica que había perdido todo en la vida, cómo se repuso...eso, me gustó más, me dieron ganas de leerlo. D-Hum, muy bien y qué te parece ¿te ayudó a decidirte lo que leíste en la contratapa, o qué...? María: Sí, creo que sí, aunque no era lo que yo pensé en un primer momento, de una chica perdida en la nieve, ¿no? D-Hummm, bien y ahora vos José ¿qué elegiste? José_ (mostrando el álbum Todo Mafalda)- Yo elegí esté...me gusta Quino... D- Ajá ¿y porqué te gusta?. José: No sé, creo que acá está la vida, eso, toda la vida, sin vueltas. D-Bueno, muy bien!!¿Y vos Guadalupe? Guadalupe: Me elegí tres de Cortázar...mire, son parecidas las tapas pero distintos los títulos… D- Ah, eso porque fueron editados en una misma colección, más barata y salían una vez por semana en los quioscos y para que los reconozcamos más rápido, los hacen de igual color y forma... ¿y por qué los tres de Cortázar? Guadalupe: Porque como usted nos va leyendo varios cuentos de él, que me encantaron, nunca había oído así...me dieron curiosidades de conocer a Cortázar, de saber cómo es… Allí interviene Camila:- Sí ella eligió eso pero me parece que se equivoca, que así no va a conocerlo, porque él en los cuentos no cuenta su vida, no dice cómo es él, son cuentos, ella está equivocada... Antes que nadie pueda decir nada, mientras Guadalupe abre los ojos sorprendida y como pensando si Camila tendrá razón, interviene José. José: No, no, no está equivocada, porque ya sabemos que son cuentos, pero él siempre estará diciendo algo de su vida, que vos lo vas a poder darte cuenta, él siempre contará también algo de él...así que quédate tranquila. Guada, sí lo vas a conocer. La docente tallerista y la observadora nos quedamos boquiabiertas. Yo pienso en ese momento, tanto que se quejan los docentes de que los chicos no comprenden lo que leen, si pudieran escuchar este diálogo. El registro continúa mostrando cómo los niños fundamentan sus intereses lectores y cómo llegan al libro a partir de explorar concienzudamente sus paratextos. Eligieron textos de narrativa de Jack London, García Márquez, de autores regionales como poemas de Neruda y Benedetti, y hasta textos de Historia Argentina, en una versión para jóvenes. TIPS de última hora para vencer el miedo a la pantalla o a la hoja en blanco. Por último, van unos cuantos procedimientos sencillos que también usan los escritores, periodistas y corresponsales, para ayudarse a empezar la escritura de registro. Le servirán si le tiene miedo y pereza a escribir. Si pareciera que no se le ocurre nada. Son pequeñas técnicas, casi juegos, que pueden ayudar a alimentar el texto desde otro punto de vista. 1. Zoom. Decida antes de comenzar la actividad cuál va a ser su foco de observación. Tal vez está interesado en mirar qué tanto son capaces los niños de compartir sus reacciones alrededor de una lectura; qué tanto se asombran, cómo son sus actitudes frente al texto, cómo demuestran interés, atención, etc. Fíjese con especial cuidado en ese aspecto que ha decidido observar, como si acercara el zoom de una cámara, y registre con especial énfasis todo lo relacionado. 2. Como un chorro de agua. Una vez terminada la sesión o actividad, siéntese a escribir lo que le salga y NO PARE hasta que haya llenado una cuartilla completa (22 renglones). Escriba todo lo que venga a su mente, sin corregirse: lo que pasó, lo que pensó, a qué se parece, etc. No se preocupe ni se detenga a tachar, pensar demasiado o borrar. Recuerde que este no es su registro final. Es apenas un borrador que le servirá mucho para hacer una revisión y segunda escritura, más profunda y organizada. Si puede, hágalo de una vez en el computador, pero no cuelgue el escrito hasta no haberlo revisado aunque sea tres veces. 3. Instantáneas. Haga como un fotógrafo que carga su cámara Polaroid (de esas que sacan la foto de inmediato). Tome mentalmente algunas ‘fotografías instantáneas’ de la actividad con los niños. Un momentito, una intervención, una actitud… Y escríbalas. Recuerde que tampoco este es el producto final, sino un insumo que tiende a aumentar la profundidad en la mirada. Ayudas para complementar sus registros escritos Las situaciones que registre por escrito pueden acompañarse de fotos, de videos que complementen, ilustren sus registros. Decida qué momentos, escenas, ocasiones vale la pena registrar en formatos diferentes al escrito y guarde este material en su portafolio. Cuando llegue al módulo final se dará cuenta de lo valioso que fue haber recogido estas evidencias durante el camino….