TESIS 3 - LA SAGRADA ESCRITURA: PALABRA DEL DIOS

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TESIS 3. LA SAGRADA ESCRITURA, PALABRA DEL DIOS REVELADOR
1. El hecho de la inspiración: fundamentación bíblica
DV 21: INSPIRADA POR DIOS
[Ver Burgos para AT - NT]
Con el tiempo, la Palabra de Dios se hizo Escritura.
Un rasgo que la Biblia se atribuye a sí mismo, y la Iglesia le reconoce, es ser de origen divino.
1.1.
Origen divino de la Biblia según ella misma.
a) Antiguo Testamento.
-
La Ley.
Creencia en que viene de Dios.
Decálogo: sobre tablas de piedra  escritos por Dios o por Moisés, según orden divina.
Torá=Pentateuco: PD leída y escuchada, pronunciada y escrita por Dios  estas escrituras
son sagradas.
-
Los profetas.
Comienzan con: “P del Sr dirigida a…”
Portavoz de msje de parte de Dios.
-
Literatura sapiencial.
Se hace sabiduría religiosa, identificada finalmente con Sab de Dios y Torá=PD.
b) Nuevo Testamento.
Se apropia de esta concepción del AT = PD.
Jesús cita frases del AT como Palabra de Dios: Mc 12, 26; Mt 19, 25
Pablo admite que en el AT se manifiesta la voluntad de Dios (Rom 9, 15.25)
1.2.
Inspiración de la Biblia
La escritura dice poco sobre sí misma y sobre el proceso por la que se formó y todavía
dice menos de su naturaleza como inspirada.
Hay sin embargo 2 textos que hablan sobre la Escritura-inspiración: 2 Tim 3, 16; 2 Pe 1, 20-21
2 Tim 3, 16.
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Unico texto donde se dice claramente que está inspirada.
“Toda escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para argüir y para educar en la
justicia”
Contexto: se nos habla de que las persecuciones y el tiempo final van unidos. En tales momentos
el autor de la carta invita a Timoteo a ser fuerte en la fe recordando lo que ha conocido de la
fe de su infancia y sus buenos maestros. Las Sagradas Escrituras de las que aprendió la fe
cuando era niño continuarán sustentando su fe, ya que están inspiradas por Dios y por tanto son
útiles para enseñar.
Interpretación de este texto.
“Toda escritura” por tanto en sentido distributivo. No obstante el pensamiento del autor es
claro en cuanto a la inspiración de toda la Escritura, pues la Biblia es el conjunto de todos los
escritos aisladamente tomados. Por eso, poco importa que se traduzca “toda Escritura” o “toda
la Escritura”
“Inspirado” puede entenderse de dos maneras: en sentido activo=la Escritura es dadora del
Espíritu o en sentido pasivo= inspirada por Dios.
 “Divinamente inspirada”. Puede ser epíteto de “toda Escritura”. Se traduciría así: “Toda
Escritura divinamente inspirada es útil para...”
 “Es también útil...” La primera traducción asume que el adjetivo “inspirado” tiene una función
de atributivo y sería paralelo a la construcción que encontramos en 1 Tm 4,4. La segunda
traducción presupone que el adjetivo “inspirado” está en una posición atributiva y sería paralela
a la construcción que tenemos en el v. 15. No hay una forma segura de determinar si el autor de
este versículo quiso acentuar que toda Escritura es también inspirada y útil para enseñar, o si
por el contrario pretendía subrayar que la Escritura inspirada era útil para enseñar. La
ambigüedad del lenguaje hace que muchos críticos crean que aquí no se esté haciendo una
afirmación sobre la inspiración de la Escritura. La intención sería más bien enfatizar la continua
utilidad de la Escritura para fines religiosos. El interés del autor de la carta va hacia la
funcionalidad de la palabra de Dios (útil para argüir, corregir, educar...) Sobraba para los
lectores una afirmación en directo de la inspiración de la Biblia, dado que todo el mundo lo creía.
El texto, pues, expresa taxativamente la fe contemporánea sobre la cualidad esencial de la
Escritura y la condición formalmente divina de su origen por la inspiración.
2 Pe 1, 20-21
Contexto: retraso de la parusía: “Tened presente que ninguna profecía de la escritura puede
interpretarse por cuenta propia; porque nunca profecía alguna ha venido por voluntad humana,
sino que hombres movidos por el Espíritu Santo han hablado de parte de Dios”
El texto no es tan interesante como el anterior, dado que expresamente se refiere a los
profetas; aunque en el tiempo del autor es probable que se entendiera por profetas a todo el
AT, ya que éste era leído proféticamente. Pero es significativo porque asocia al Espíritu Santo
con la escritura de la palabra de Dios.
2
Otros textos abundan en lo mismo: “Era preciso que se cumpliera la Escritura en la que el
Espíritu Santo, por boca de David, había hablado...” (Hech 1,16; véase textos semejantes en
Hech 4,25; Heb 3,7; Mc 12,36)
¿Cómo se explica esta asociación del Espíritu Santo con la Escritura de los libros? ¿Qué es lo
que querían decir?
Así cuando afirmaba que la Sagrada Escritura estaba inspirada quería decir que tal libro está
animado por el Espíritu.
No ofrece doctrina elaborada sobre la inspiración divina pero sí reconoce el origen divino y la
autoridad de todos los libros.
2. La naturaleza de la inspiración. Enseñanza magisterial
2.1.
Enseñanza patrística.
Influencia de Filón de Alejandría: carácter “milagrero” de la inspiración, sin llegar a afirmar una
“pérdida de consciencia” del autor.
Recogen lo anterior y acuñan conceptos nuevos para esclarecer la relación existente entre la
acción de Dios y la acción del hombre en la composición de los libros.
Instrumento = (el autor sagrado es instrumento de Dios)
Echan mano de expresiones como que el escritor sagrado es una lira pulsada por el plectro,
que es el Espíritu. Llaman a los hombres “órganos”, “instrumentos de Dios”, portadores del
Espíritu.
Sin embargo, ningún padre de la iglesia llegó a afirmar que los profetas o escritores
sagrados escribieron en éxtasis.
Se quiere subrayar el origen sobrenatural de los libros sagrados sin poner en entredicho una
participación activa de la capacidad espiritual e intelectual del escritor humano.
La idea de instrumentalizad estaba ya presente en el NT, aunque no la expresión literal:
“como había prometido desde antiguo por boca de sus santos profetas” (Lc 1, 70)
Dictado.
Esta expresión empezó a circular en la época patrística (a partir del siglo IV). Es un término
que, a la larga, resultará peligroso.
S. Jerónimo: Dice que la carta a los Romanos “es tan oscura que para entenderla es
necesaria la ayuda del ES, quien la ha dictado por medio del apóstol Pablo”
 S. Agustín: Los miembros del Verbo hecho carne han escrito lo que han conocido por el
dictado de la cabeza.
En la patrística, la expresión no resulta todavía peligrosa, pues el término latino “dictare” no
es sinónimo de dictar (como lo entendemos ahora) sino que tiene un sentido más amplio como
“mandó escribir”, “sugerir”... no obstante, la expresión tiende a acentuar el origen divino de
la Biblia, ocultando el aspecto humano.
Peligro: considerar al hombre exclusivamente como un buen amanuense.
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En el siglo XVI Domingo Báñez (discípulo de Melchor Cano) interpretará erróneamente a los
padres atribuyéndoles una inspiración verbal.
Dios, autor de la Sagrada Escritura.
Parece que fueron S. Ambrosio y S. Agustín los primeros que usaron este modelo
inspiracionista. Origen: polémica anti-maniquea en la iglesia africana que oponía AT y NT
como si fueran dos economías distintas provenientes de dos principios opuestos: Dios y
Satanás (Quieren salvar el AT: Dios como autor del AT)
Esta expresión, en principio no se refería a que Dios fuera autor literario de la Biblia
(persona que compone un libro) sino que se refiere a Dios como causa y fundador de la
economía veterotestamentaria.
En resumen, la patrística aclara poco la naturaleza de la inspiración. Las 3 teorías acentúan
el papel divino en detrimento del humano (sin dejar de reconocer la actividad humana)
2.2.
Escolástica.
Santo Tomás aplica a Aristóteles el concepto de inspiración, significando instrumentalidad
(Dios=autor; el hombre=bolígrafo). Ambos son autores según su naturaleza.
Tanto en la Patrística como en la Escolástica se realza, sobre todo, el papel de Dios.
Tx sobre estado o papel del autor, que quedan de lado ¿?:
1) Lc 1, 1-4: copia  “Puesto que muchos han intentado narrar ordenadamente las cosas que se
han verificado entre nosotros, tal como nos las han transmitido los que desde el principio
fueron testigos oculares y servidores de la Palabra, he decidido yo también, después de haber
investigado diligentemente todo desde los orígenes, escribírtelo por su orden, ilustre Teófilo…”
2) 2 Mac: trabajo (¿?).
2.3.
Enseñanza Magisterial.
Concilio de Trento (1546)
Como ni Calvino ni Lutero dijeron nada especial sobre la inspiración, el tema no fue discutido en
el Concilio. Los reformadores admitían el origen sagrado de estos libros.
Respecto al hecho de la inspiración, se limitará a recoger dos categorías patrísticas que habían
sido ya sancionados por el concilio de Florencia: “auctor” y “dictare”
El problema que a Trento le preocupaba, a causa de algunas reservas protestantes, era el de la
extensión de la inspiración. Se afirma de manera taxativa el carácter inspirado de todos los
libros que componen la Biblia, de todas y cada una de sus partes. Todos y cada uno de los textos
gozan del carisma de la inspiración divina, tal como se desprende de la enseñanza de Jesús, de
los apóstoles y de los Padres de la Iglesia.
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Siglo XVI. Tras el humanismo y el Renacimiento, surgen otras cuestiones que se
preguntan si la inspiración afectó a las ideas, o a las frases, etc. Frente a estas teorías,
surgen los fundamentalismos por parte de los protestantes y católicos, de forma que se
adherirán, de nuevo, a la teoría del dictado. Dirán Dios es bueno y Dios no engaña, luego Él
inspiró y dictó la SE.
El hombre sigue, como vemos, en segundo plano.
 Concilio Vaticano I (1870)
Contexto: modernismo-racionalismo que niega lo sobrenatural.
Reacción CVI: afirmar enérgicamente el carácter sobrenatural de la revelación.
DZ 1787
La fórmula definitoria tiene dos partes:
1. Condena los aspectos negativos o las explicaciones insuficientes de la inspiración.
2. Expone los elementos positivos.
- Condena de los aspectos negativos:
. Los libros sagrados no son textos compuestos por la sola industria humana (frente a los
racionalistas)
. No basta que hayan sido aprobados por la Iglesia con posterioridad a su redacción (frente
a Lessio: inspiración no es igual a canonicidad)
. Ni que contengan la revelación sin error (se condenan las teorías de Maneberg y Jahn)
- Aspectos positivos:
. La recta inteligencia de la inspiración exige un influjo particular del Espíritu.
. Este influjo es de tal naturaleza que convierte a Dios en autor de los libros (pero sin decir
autor literario)
. Los libros tienen una finalidad eclesial.
Conclusión.
EL CV I positivamente no dice mucho acerca de la naturaleza de la inspiración. Se limita a
repetir la doctrina tradicional:
- Influjo en el escritor o inspiración (que acompaña y precede)
- Dios es autor
Del CV I al CV II. La neoescolástica
En el último tercio del siglo XIX, con el resurgir de la neoescolástica, se fue formando una
teoría que se presentó como tradicional y católica. Esta teoría neoescolástica dominó
durante toda la primera mitad del s. XX.
Seguidor de esta teoría es León XIII en su encíclica Providentissimus Deus (1893)
DZ 3293
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Teoría de la asistencia divina. 3 partes del proceso inspirativo:
- Iluminación de la mente en la concepción de ideas.
- Moción de la voluntad.
- Asistencia en las potencias ejecutivas para escribir.
Conclusión: en la Biblia no hay error.
* Problema: Siendo Dios el autor, ¿cómo es que en la Biblia, de hecho, hay errores?
El CVI critica teorías anteriores pero también parte de esta teoría.
Concilio Vaticano II – Dei Verbum.
Sentó diversas bases que influyen en la manera de concebir la inspiración:
a) Concepción personal-soteriológica de la revelación.
La finalidad de la revelación no es dar información sobre contenidos, sino proporcionar el acceso
y nuestra participación en la vida divina. (DV 2)
b) Dimensión geocéntrica.
Dios no revela algo, sino que se revela a sí mismo (DV 2. 3) Consecuentemente la Biblia es
apreciada por su finalidad soteriológica (DV 21. 23. 24)
c) Hizo una labor de discernimiento en lo esencial de la inspiración y lo que es de libre
discusión en las escuelas.
d) Puso fin a la moda apologética que había hecho de la inspiración un carisma para
eliminar el error.
e) En cuanto a la cuestión de los autores: “Actuando Él – Dios- en ellos y por ellos,
escribieron como verdaderos autores (DV 11). Se elimina así la mención de la causa principal
(Dios) e instrumental (los hombres) y toda la psicología de la inspiración que desde León XIII
había dominado la teología.
f) La acción propia de los escritores: “Para componer los libros sagrados, Dios eligió a
hombres de cuyas facultades y medios se sirvió” (DV 11). Son esenciales en esta doctrina la
providencial elección de los escritores y la plenitud de las facultades humanas, que no son
eliminadas por la acción divina.
g) Lo notable del concilio fue afirmar que los autores humanos son “verdaderos
autores”.
Problema: Si el hombre es verdadero autor, no parece que Dios sea verdadero “autor”; y si se
aplica a Dios y se puede aplicar, habrá que entenderlo como sinónimo de causa.
En conclusión:
Se limitó a señalar lo esencial de la inspiración, evitando meterse en las discusiones de las
escuelas teológicas; con ello dejaba espacio para que los teólogos siguieran discutiendo. Parece
que el concilio quiso limitarse a establecer el hecho de la inspiración, sin querer afirmar nada
sobre la naturaleza de la inspiración.
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Resumen:
- En la antigüedad y en la época moderna se exageró excesivamente la intervención
divina.
- A partir del siglo XVI comienzan a aparecer teorías que acentúan el aspecto humano
porque se quería conciliar la santidad de las Escrituras con los errores que las ciencias
modernas advertían en ellas.
- La teoría neoescolástica creyó que la mejor manera de combatir el racionalismo era
acentuar la absoluta inerrancia de la Biblia y por ello exageró la participación divina. Pero al
exagerar la participación divina lo imposible era explicar por qué en la Biblia, si es Dios el autor,
hay errores.
- El CV II se limitó a lo esencial, prescindiendo de escuelas, formulando la inspiración en
términos bíblicos modestos.
- Las teorías nuevas mantienen el carácter doble de la Escritura: PD y palabra humana.
. Un cristiano debe mantener que la Biblia es palabra de Dios si quiere seguir admitiendo que
Jesucristo es la revelación plena de Dios. Para ello el cristianismo se ha valido de la noción de
inspiración.
. Por otra parte, hay que seguir manteniendo que la Biblia es palabra humana, como denotan los
errores que contiene. Por ello, tratan de insertar la inspiración en la actividad de Dios en la
historia de la salvación en la que interviene mediante diversos carismas o bien relacionan la
Biblia con las escrituras de otras religiones.
3. Una consecuencia de la inspiración: la verdad de la Biblia
Cuando entendemos que en la Biblia no hay error, estamos manteniendo una concepción de la
verdad propia de la mentalidad griega, donde la verdad se aplica a la proposición. En cambio, el
concepto semita de verdad significa la fidelidad entre Dios y su pueblo y de los miembros del
pueblo entre sí.
* Problema: discutir un mensaje proveniente del mundo semita con conceptos y esquemas
griegos (¿? Celso y Porfirio).
El tema de la verdad de la Biblia (o inerrancia, en el lenguaje preconciliar) ha tenido gran
importancia en la historia del cristianismo. Es la “cuestión bíblica” por excelencia porque es el
tema que más se ha discutido.
Que la Sagrada Escritura no puede engañar por ser PD es algo que se sobreentiende, una vez
que se admite su origen divino y se acepta como norma de vida.
Sin embargo, lo que parece tan obvio a nivel de principios no lo es tanto cuando se desciende
a la realidad concreta de la lectura.
La Biblia contiene afirmaciones que, de estar en cualquier otro documento, nadie repararía
de tacharlas de erróneas o falsas.
3.1.
Conflictos entre la Biblia y la ciencia en la edad moderna.
Durante los 16 primeros siglos del cristianismo, ningún ataque realmente serio vino a poner en
entredicho lo que se consideraba un principio incontrovertible.
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Es en el siglo XVII cuando comienzan a desarrollarse las ciencias empíricas, astronómicas,
naturales, históricas, que irán descubriendo fenómenos que no estaban en conformidad con
los enunciados de la Biblia.
El primer conflicto serio fue el caso Galileo (al decir que la tierra giraba en torno al sol
atribuía un error a la Biblia, que mantenía que la tierra estaba inmóvil)
En el siglo XIX los conflictos recrudecen. Darwin presenta una imagen de la evolución del
mundo y de las especies que choca contra lo que se entendía decía la Escritura.
A los conflictos entre la Biblia y las ciencias, se sumaron los conflictos con la historia,
motivados por los descubrimientos de la arqueología germana, que son más graves por la
vinculación de la revelación cristiana que es histórica.
En definitiva, son 4 los tipos fundamentales de dificultades que se presentan:
- Contradicciones de la Biblia consigo misma (2 Sm 24,12; 1 Cr 21, 1-2)
- Inexactitudes o errores de carácter histórico (1 Sm 21, 1-7; Mc 2)
- Errores de carácter moral (Jos 10, 28-39; Dt 7, 1-7)
La reflexión sobre la inerrancia continuó durante ese siglo y sobre todo en el siglo pasado, con
total insatisfacción. La teoría neoescolástica de la inspiración que dominaba entre los católicos
no permitía resolver este problema tan grave para la fe.
3.2.
Doctrina del Concilio Vaticano II.
En el tema de la verdad de la Biblia, el concilio Vat II dio un paso de gigante, absolutamente
impensable unos años antes.
Su doctrina queda recogida en la constitución dogmática Dei Verbum que tuvo 5 redacciones en
lo referente a la inerrancia.
5° esquema: “Los libros de la SE enseñan con certeza, fielmente y sin error la verdad que
Dios quiso consignar en dichos libros para salvación nuestra” (DV 11)
Varios son los principios básicos que sienta el Concilio:
1. El concilio trató el tema de una manera positiva. En vez de hablar de inerrancia habla
de verdad. Esto es un gran acierto. El concilio quiere responder a la pregunta siguiente:
¿Qué ofrece la Biblia al hombre? “La verdad que Dios quiso consignar para nuestra
salvación”. Por tanto, ésa y sólo esa verdad está garantizada por la inspiración, pues ésta
es la finalidad de la Biblia.
2. Expresamente el concilio quiere evitar que esto se entienda como una limitación material
de la inspiración a las cosas de fe y moral. Dios no inspira la Biblia para que sepamos historia
ni ciencias, sino para ofrecernos la salvación. Todo en la Biblia está encaminado hacia esa
finalidad. “En vista de nuestra salvación” es un principio formal, según el cual es preciso
juzgar lo que Dios ha intentado comunicar.
“Sin error” afecta a “verdad salvífica”. Esta es la verdad que la Biblia enseña sin error.
3. La manifestación de la verdad salvífica, al igual que la revelación, es progresiva. “El AT
es preparación del Nuevo” (DV 15)
Luego, los libros del AT no tienen la verdad salvífica plena. La verdad está dicha de la Biblia
entera, calzando con el progreso y naturalmente con las imperfecciones en este proceso de
crecimiento.
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4. Para solventar dificultades, el concilio sienta otro principio: el de los géneros literarios
(DV 12). Cada género literario tiene su verdad y es la que hay que buscar puesto que la
Biblia usa toda clase de géneros literarios.
5. Con estos principios la solución de las dificultades debería ser fácil.
- En el terreno de las ciencias naturales. Los autores sagrados hablan con los
conocimientos de su época. Luego pueden tener falsas opiniones o errores sobre esta materia,
lo que no impide que la Biblia manifieste la verdad salvífica, puesto que estos conocimientos no
están relacionados con el designio de Dios de salvarnos.
- En el terreno de la historia: La cuestión es más delicada, puesto que determinados
hechos históricos están íntimamente relacionados con la verdad salvífica. Por ello, decimos que
aquellos hechos históricos, y sólo aquellos, que están íntimamente conexos con la verdad
salvífica están garantizados por la inspiración. En este caso, el hecho histórico se convierte en
verdad salvífica. Por tanto los hechos narrados en la Biblia, si no están íntimamente conexos con
la verdad salvífica pueden no ser históricos.
- En el terreno de la moral del AT ha sido también un campo atacado por los que negaban
la verdad de la Biblia. Aquí el tema es también delicado puesto que la moral entra dentro del
terreno de la verdad salvífica (imprecaciones de los salmos, “harem” o ley del exterminio...)
Para salvar las dificultades hay que recurrir al hecho de que la revelación o la manifestación de
la verdad salvífica es progresiva. En el curso de este proceso no todo es laudable, la concepción
moral fue progresando. El hombre, con la ayuda de Dios, va descubriendo la verdad,
progresivamente, aprendiendo por experiencia el bien y el mal. Y esto sucede también en temas
dogmáticos.
4. Inspiración, Canonicidad e Interpretación de la Biblia.
4.1.
Canonicidad.
1) Historicidad del canon..
Canonicidad e inspiración son dos realidades inseparables. La condición inspirada es la
realidad que hace de unos determinados escritos algo “canonizable”.
Desaparecidos los testigos oculares la tendencia era a tergiversar la enseñanza de Jesús,
por lo que surge la necesidad del canon.
s. II-III: definición del contenido, de lo que se debe creer.
s. IV-hoy: definición del continente, de los libros.
Esta necesidad surge por conflictos en el judaísmo:
- internos: grupos que están creando una literatura propia (apocalípticos, samaritanos…).
- externos: judeohelenismo de la diáspora (canon de LXX) y cristianos (canon del AT de
LXX).
Ante esto, los judíos optan por el canon breve del texto masorético.
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Dentro del Cristianismo también se dan conflictos que motivan la aparición del canon.
- Vs marción (que reduce el canon a Pablo y Lucas), se señala un canon más amplio.
- Vs el montanismo (que afirma que sólo sus libros son inspirados, se señala lo mismo.
El problema se complica porque no existe una Biblia original, es decir, no sabemos, según la
Biblia misma, qué libros la forman.
Canon es la colección de textos que se ha hecho por consenso general de la comunidad
eclesial y por la toma de decisiones del magisterio. La canonicidad no pertenece al libro. Se la
da la Iglesia. No es una consecuencia obligada de la inspiración o de la normatividad.
- La postura tradicional respecto al canon bíblico era que la Iglesia con su magisterio, o
sea, la tradición eclesial es la que fija el canon de los libros sagrados, ya que en la
escritura no aparece por ninguna parte la lista de los libros sagrados.
* Problema: la Iglesia, juez de la palabra de Dios.
El CV II no concibe la Escritura y la Tradición como fuentes de revelación separadas
(DV 10) señala también que el Magisterio “no está sobre la palabra de Dios, sino a su servicio”
Sin embargo, se vuelve a afirmar que “la misma tradición da a conocer el canon de los libros
sagrados” (DV 8). No debe entenderse como si la lista del canon sólo se conociera por la
Tradición, puesto que la Tradición no es fuente distinta de la Escritura.
2) Fundamentación teológica.
No existe una teología clara. Ver criterios de los protestantes (Cullmann, etc) y de los católicos
(Ohlig).
Criterios de Canonicidad:
Cómo llega la Iglesia al conocimiento del canon de las Escrituras reunido por Tradición no lo
explica el concilio.
K. H. Ohlig ha estudiado y clasificado los criterios de los que se sirvió la Iglesia primitiva en
tres grandes grupos:
a)
Criterios externos.
Propiedades de la misma escritura: Apostolicidad, antigüedad de un escrito, aprobación
apostólica, ortodoxia doctrinal.
b)
Criterios internos (o del Espíritu).
La Iglesia aceptó como libros canónicos sólo aquellos que fueron “inspirados”, es
decir, los que reciben la autoridad de JC o del Espíritu. Aquí se sobrepasa el campo de los
criterios, pues la inspiración no es comprensible empíricamente, sin embargo los Padres o
escritores eclesiásticos insisten en una especie de experiencia pneumática de la Iglesia con
determinados escritos.
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c)
Criterios eclesiales.
Reconocimiento de un escrito en un gran número de iglesias, su recepción por
iglesias antiguas, autoridades eclesiásticas, su empleo en la liturgia...
- La apostolicidad como criterio articulador:
Fue el criterio más utilizado por la Iglesia primitiva. No se trata de una apostolicidad
histórica, es decir, que el libro fuera escrito por un apóstol. Se trataba de una apostolicidad
de contenido: se considera genuinamente eclesial por ser derivado de la iglesia apostólica; lo
genuinamente apostólico o eclesial.
-
Iglesia, Tradición y escritura:
El problema teológico del Canon se reduce prácticamente a explicar correctamente las
relaciones entre Iglesia, Tradición y Escritura. Hay que buscar el equilibrio.
a) La recepción de un escrito como canónico en las comunidades eclesiales fue el contenido
práctico decisivo. Tal recepción no significa que la Escritura haya sido sometida a la
Iglesia. Se trata más bien del resultado de la vida misma de la Tradición en la Iglesia que
se concreta en escritos como formativos porque la tradición ya era normativa. En
definitiva, la Iglesia no hace el canon.
b) Lo primero, la fuente de todo, es la autoridad de Jesús como Señor: Su persona y su
doctrina son recibidos en la Iglesia como normativos por la tradición oral. Esta tradición
normativa que la iglesia vive se pone por escrito bajo la guía del Espíritu Santo. Bajo ese
mismo Espíritu, la iglesia percibe la canonicidad de los escritos. En último lugar lo
declara así a los fieles.
La fundamentación de la normatividad de la Escritura se encuentra en ella misma en cuanto
depositaria de la Tradición, no en la recepción de la Iglesia, que no es más que una
constatación autorizada.
La Iglesia reconoce esos libros como normativos porque contienen la predicación apostólica.
4.2.
Interpretación de la Biblia
Bibliografía: Documento de 1993 del Instituto Bíblico Pontificio, sobre los métodos histórico-críticos y otros.
Hay exégesis o interpretaciones cuando tenemos un texto formativo que queda lejos
de nosotros, difícil de interpretar y queremos conservarlo, para lo cual hay que reinterpretarlo
o readaptar.
Interpretar la Biblia tiene la finalidad de comprender el texto. Ahora bien, según la
DV 12 “El intérprete de la escritura para conocer lo que Dios quiso comunicarnos debe estudiar
con atención lo que los autores querían decir y Dios quería dar a conocer con dichas palabras”
La Biblia debe estudiarse como un libro puramente humano, pero desde el punto de
vista de un católico no se puede hacer una abstracción absoluta entre interpretación de la Biblia
como libro humano y como Palabra de Dios. La conexión quiere indicar la necesidad de dar al
trabajo exegético una dimensión teológica.
Ahora bien, como cree y acepta que es libro plenamente humano, el exegeta cristiano
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está dispuesto a emplear todos los instrumentos de la crítica para lograr una interpretación
adecuada del texto.
Intención del autor:
El lector debe esforzarse en entender lo que el autor dice, y el lugar de comprensión es el
texto.
El texto tiene un sentido objetivo*, quiere decir algo preciso. La objetividad del texto es la
subjetividad del autor manifestada en el texto y la objetividad de la interpretación es el
esfuerzo de acoger aquella subjetividad.
* El objetivo del intérprete no ha de ser otro que el de conocer lo que Dios quiso
comunicarnos. El camino es el estudio atento del texto.
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