Naves Celtas Ensayo experimental sobre las posibles estructuras de las primeras embarcaciones de mimbre cubiertas con piel de buey. Por Alberto Vera Meizoso [email protected] Fue en 1998 después de recabar la información necesaria para construir una embarcación de mimbre forrada con piel (1), cuando empecé a trabajar en el cesto de una I reproducción a escala menor del Borna. El motivo principal era comprobar personalmente las cualidades marineras de la embarcación, someterla a pruebas de mar, contrastar los resultados y anotarlos en un cuaderno. Foto: I Botadura de la reproducción a escala menor del Borna Con unas dimensiones de 188 por 50 cm de manga, fue botado en Bares (Burum), antiguo atracadero fenicio y el puerto mejor conservado y más antiguo del Atlántico… “No hay olas que lo lleven por muy rizadas que vengan…” (2) Reflexionando, fui estableciendo las bases para hacer un pequeño estudio comparativo entre algunos objetos de la artesanía popular gallega con los barcos de cuero. Y lo que al principio parecía un juego de niños alrededor de una bañera, fue tomando cuerpo hasta convertirse en una pequeña investigación. Pero lo más complicado era describir los pasos en esa sucesión de ideas y en esa tarea de la composición de las palabras que es mucho más enredosa que tejer el fondo de una canastilla de mimbres. (1) Fernando Alonso Romero: “Relaciones Prehistóricas Atlánticas entre Galicia y las Islas Británicas, y Medios de Navegación” (2): Fragmento de una canción popular del Ortegal. En el año 2006, a partir de las pruebas realizadas e influenciado por la lectura de “Relaciones,”, hago esta II estructura que parte de una espina central de ramas curvadas en el árbol, sobre la que tejo los mimbres, para pueda sostener una vela y resistir los embates de las olas sobre el casco doblemente reforzado con cuadernas de madera. II Estructura del prototipo de nave celta de A. Vera Como tuve algunos contratiempos con la adaptación del pellejo a la estructura, el impermeabilizado y lastre, me vi abocado a estudiar el modo de resolverlos y es cuando las ansias por saber más, te llevan a probar la comparación práctica que hay entre los primeros recipientes y las embarcaciones de la historia. Y tuve que deshacerlo varias veces y volver atrás sobre los primeros pasos. El barco en las gradas imaginarias de mi taller y cubierto con piel de buey, turraba, se resistía a adoptar otro molde para el que no había sido concebido. Tan extenuado y agotado estaba, después de veinte días, que me dejé llevar por el instinto y por la misma naturaleza de las cosas. Y si aprendí alguna lección en esa tentativa y sucesión de pasos en falso, es verdad, que se aprende más por los fracasos... Y volví a releer Relaciones, a tratar de centrarme en la parte técnica y en los petroglifos descubiertos en Meira (Ría de Vigo) y empecé a vislumbrar nuevas expectativas más esperanzadoras. *Relaciones: Estrabón (en su obra geografía) refiriéndose a la península ibérica escribe: “hasta la fecha de la expedición de Bruto (años 130‐137 a c) Los pueblos del noroeste peninsular utilizaban embarcaciones de cuero…” Por la pasión que despierta, juro que estaba completamente obsesionado, chiflado porque el barquito navegara y a los 6 meses después de haber puesto la quilla, el 12 de febrero del 2007, el sueño del carpintero se hizo realidad y fue botado con éxito en el Pantano del Rasillo (La Rioja) y lugar en donde pervive el noble oficio del odrero. Foto: Sus dimensiones son: 150 de eslora por 50 cm de manga, desplaza 27 kg, va provista de un mástil y aparejada con una vela cuadra de lino. El 11 de marzo del mismo año, fue probada en aguas del mar Cantábrico, al filo del Cabo Estaca de Bares y en donde con toda probabilidad, atracaban los barcos de cuero procedentes de las Islas Británicas antes de la llegada de los romanos (1). Con la construcción de este barquito, se han plasmado dos ideas expuestas en Relaciones: Las que se refieren a que el sistema utilizado para el ensamblaje de las cuadernas en la quilla, posiblemente fuese semejante al empleado en los carros tirados por bueyes (cañizos) y al forrado y doble impermeabilizado con emplastes. (Similar al usado en los pellejos empegados de los odres que contienen el vino, aceite y agua,…) Foto: Salida de varada en Estaca de Bares. * Relaciones: El escritor hispano romano Lucano, en su obra Farlasia, relata: “Tan pronto el sicoris se retiró de la llanura y volvió a sus cauces, fueron empapadas en aguas varas de sauce blanco y trenzadas en forma de pequeños barcos, que después de ser cubiertos por una piel de buey transportaron pasajeros y navegaron… Una vez rematado el trabajo, pensé en otro tipo de construcción; la III armazón que parte de un tronco ahuecado y se eleva con una estructura de mimbre. Para eso, aserré la coz de un árbol que había sido derribado por un temporal, lo excavé por adentro, introduje las cuadernas de mimbre ensambladas a las bordas, tejí y forré con dos tiras de piel bien tensadas. Foto izq:III Prototipo que parte de un tronco ahuecado. Foto dcha: IV Prototipo que parte de un tronco horadado por el que pasan las dobles cuadernas de mimbre y cierran en la tapa de regala en triple cajeta gala. A. Vera. Y en esta fase me encuentro, procediendo al refuerzo interior de la IV estructura con ramas curvas de castaño y de roble cosidas a su armazón. La descripción de los pasos, los motivos que a ello me llevaron, las fuentes consultadas, las fotos, los resultados de las pruebas, los dibujos y otras impresiones las fui anotando en un cuaderno que está en los talleres de la imprenta. El cuaderno lleva por título: NAVES CELTAS Reflexiones en torno a las primeras embarcaciones de mimbre cubiertas con piel de buey. El trabajo parte de la obra del profesor Fernando Alonso Romero y es una sub‐tesis basada en la construcción de tres prototipos realizados en maquetas de gran formato y una reproducción a escala menor del Borna. Naves celtas. Reflexiones en torno a las primeras embarcaciones cubiertas con `piel de buey. Logroño, 2008. 72 p. : il. cor ; 21 cm. ISBN 978‐84‐612‐3902‐3