1 Comisión Nº 11: ICP y Palabra de Dios “Al principio existía la Palabra. Y la Palabra estaba junto a Dios y la Palabra era Dios. Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra y sin ella no se hizo nada de todo lo que existe. En ella estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y LAPALABRA SE HIZO CARNE Y HABITO ENTRE NOSOTROS” La Palabra nunca está dicha, siempre está diciéndose, siempre nueva y siempre audible. Dios nos seduce, irrumpe, afecta toda nuestra persona en su totalidad: nos llama, muchas veces y de muchos modos. Nos interpela, nos desinstala… nos lee… nos escanea… nos invita a sus modos…afinamos el oído, nos acostumbramos a su tonada. Tenemos la certeza de que este congreso es un sueño de Dios que de manera especial quiere darse a conocer, manifestarse y obrar en nuestra catequesis, en la historia y en nuestras vidas. El quiere HABITA ENTRE NOSOTROS. Su presencia se manifiesta en cada uno de nuestros esfuerzos de nuestras luces, sombras, de nuestros “basta ya”, como en el principio su Palabra se revelaba en su obra, en su creación… Nos habla y podemos redescubrir cuanto nos ama y cuanta historia camina con nosotros. Desde la certeza que de su presencia en medio de nuestras comunidades compartimos con uds. nuestras luces y sombras en este caminar de un Itinerario Catequístico que queremos sea Permanente: LUCES En relación a la persona del catequista: Catequistas que llevan una vida de fe y compromiso, insertos en actividades pastorales , con vida comunitaria. Catequistas comprometidos y que con alegría transmiten la Buena Noticia. Crecimos en el tener una catequesis más vivencial y humanizada. Gran entusiasmo de los catequistas por dar su tiempo y talentos al servicio de la formación de los cristianos. Fuerte deseo, constantemente expresado, de una formación permanente, por parte de los catequistas. Los catequistas desean y buscan distintas maneras para acercarse más a la Palabra de Dios, especialmente realizando cursos, en forma directa o por Internet. Palabra. La disponibilidad de tiempo para formarse y formar. Sienten sed de ésta 2 Creciente conciencia de la centralidad de la palabra en la catequesis en los mismos catequistas y en sus guías. En relación a la formación: Pastoral Bíblica Diocesana, que brinda diversos servicios, entre ellos la formación de animadores bíblicos que recorren la Diócesis. El creciente reconocimiento de la pastoral bíblica, y la animación bíblica de la pastoral, en las diócesis de argentina, que permiten que la CATEQUESIS se nutra, progresivamente, de la Palabra de Dios. Los aportes bíblicos que se nos da desde otros ámbitos: la Comisión Nacional de Biblia y las comisiones diocesanas. Los espacios generados por las parroquias de Formación Bíblica, cursos sobre la Lectio Divina, Discipulado y otros Retiros espirituales y momentos de encuentro personal y comunitario con Jesús, que refuerza la Espiritualidad de los catequistas En relación al Pueblo de Dios: El descubrimiento de la necesidad del que el pueblo de Dios se alimente de la Palabra de Dios. Accesibilidad de la Palabra de Dios para todos. Recepción positiva de los adultos que participan en los grupos. SOMBRAS En relación a la persona de Catequistas: La falta de formación bíblica de los catequistas La existencia de catequistas que todavía no descubrieron la necesidad de enriquecerse en los encuentros bíblicos. Falta de tiempo/compromiso de los sacerdotes en la formación y acompañamiento de los catequistas. Falta del “encuentro personal con Jesús” en la vida de los catequistas Falta de sentido comunitario, muchos catequistas trabajan solos. Falta de compromiso de la comunidad parroquial en relación a apoyar y sostener a sus catequistas. 3 Dificultades para trabajar juntos, en equipo. Catequistas aferrados a esquemas antiguos, catequistas con temor a salir de los libros. Falta de compromiso de los catequistas. Se percibe incoherencia entre la verdad que se transmite y las opciones cotidianas. En relación a la catequesis en general: La existencia de "catequesis para adultos", pero sin un proyecto permanente, como itinerario, a nivel parroquial. La inexistencia de una catequesis permanente en las comunidades parroquiales, de un Itinerario Catequístico Permanente. Problemas para respetar la riqueza de la diversidad, para formar la genuina unidad eclesial. Falta de preparación para sostener procesos. Subsistencia de una estructura clerical-autoritaria y poco participativa del laicado. La falta de Jóvenes que tengan vocación de catequistas. Las grandes distancias a recorrer. Disminución de agentes pastorales con la consiguiente sobrecarga. Una catequesis donde La Palabra no es el centro. Una catequesis que no transforma la vida. Y en este caminar, queriendo anticipar la aurora, siendo concientes de nuestros tesoros y sombras, también reconocemos muchos que nos precedieron con el testimonio de su fe, y nos reconocemos en ellos y por eso podemos decir de nosotros que somos: Catequistas enamorados de la Palabra, aunque no la “sepamos”; Apasionados del Kerigma, aunque a veces nos cueste vivirla; Testigos valientes y audaces, aunque a veces nos asalte el miedo; Anunciadores de Esperanzas, aunque a veces estemos desalentados; Capaces de vislumbrar los signos de la presencia de Dios en la Vida, en la historia y en el mundo, aunque a veces cegados; Configurados con el Maestro, aunque a veces nos resistamos; Respetuosos de los procesos, aunque no sepamos como acompañar; 4 Buscadores de la oveja perdida, que escuchan, acompañan, inician y caminan al lado, aunque nos sintamos solos y poco acompañados; Centinelas, que avizoran con gesto maternal, que conocen al hijo y se anticipan a sus necesidades, que presienten, que ven con ojos de amor en lo profundo, que están atentos, que hacen el aguante, aunque poco valorados. Una catequesis de certezas, aunque a veces nos asalten las dudas. De encuentro con el Amado, que libera, resucita, transforma y engendra vida nueva; aunque siempre nos quede más plenitud por alcanzar. Y juntos y a una sola voz, rezamos: Tu voz, Señor, sigue resonando en nosotros fuertemente en este “tiempo de congreso”… Aquí estamos afinando el oído para escuchar tus ecos, tus modos, tu estilo, Israel percibió que este era el primer mandamiento: (Dt.6,4) “Shemá, escucha”. Aquí estamos!!!! Desde ICP y comunicación y lenguajes nos dicen: - Búsqueda de un lenguaje, en el que hable La Palabra (Jesús), por el ejercicio de la escucha, de la contemplación… Ser capaces de sintonizar desde el eco de La Palabra Divina que resuena en los testigos de la Biblia, tanto como en la Creación y en la Historia con aciertos y desaciertos… - Rescate del silencio que Es, también, Anuncio y comunicación. Desde ICP y contenido del primer anuncio (kerigma y pascua) nos dicen: - La Palabra de Dios, escuchada, rumiada, que nos interpela, nos ilumina, nos impulsa a la conversión. - BASTA YA de abrumar con nuestras palabras la Palabra y de ponerle barreras al Espíritu, anteponiéndonos a Él, “bloqueando el contacto”, su Presencia, su obrar divino y salvífico. - Basta ya de catequistas aferrados a libros de catequesis - a catequistas enamorados del libro de la Palabra de Dios. Desde ICP e itinerario litúrgico nos dicen: - En cuanto a los tesoros, las cosas destacables es para tener en cuenta las misas que se realizan para la Entrega de la Palabra, donde a través de una carta se invita a las familias a acompañar a sus hijos en ese momento tan importante Desde IC y catequista inicial y su formación nos dicen: - El catequista, discípulo de Jesús, hombre – mujer configurado por la Palabra de Dios - Lectura de la Palabra de manera más asidua y reflexiva - La persona de Jesús, el Señor-la centralidad de la Palabra de Dios-la participación gozosa en la Eucaristía-la Comunidad cristiana como hogar donde se vive la fe-la Misión como 5 - - necesidad y testimonio: son los pilares que van generando identidad y cimiento a la Catequesis que soñamos La Palabra de Dios, primacía, centralidad, médula de la catequesis La Palabra de Dios fuente principal de la catequesis La Palabra. Que debe ser el centro no solo de nuestros encuentros, sino de nuestra vida como catequistas. “No hay vida más iluminada que la que se vive a la luz de la Palabra” (P. Zezinho) La formación bíblica concebida desde una actitud orante frente a la Palabra de Dios. Basta ya de una catequesis que prioriza la doctrina, los contenidos y los libros, y deja de lado la Palabra Basta ya de una catequesis cuya centralidad no sea la Palabra de Dios Basta ya de una catequesis donde el catecismo desplaza a la centralidad de la Palabra de Dios Basta ya de una catequesis que no inicie en la oración y en una lectura orante de las escrituras Desde IC y conversión pastoral nos dicen: - Basta ya de una catequesis que prioriza la doctrina, los contenidos y los libros, y deja de lado la Palabra Desde ICP y catequista acompañante y su formación nos dicen: - Para formadores, catequistas y catequizando, la Palabra debe ser la fuente de la Vida donde beber, y bucear. Ella es viva y eficaz, y solo puede gestarse, con un corazón dispuesto: María escuchó, y quedó embarazada. Ejemplo vivo de la escucha, y por ello: Madre de la Palabra. Con oído y corazón nuevos nos es anunciada y celebrada.