Cristina en sus propias palabras Clasificado por: DCM Tom Kelly

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Cristina en sus propias palabras
Clasificado por: DCM Tom Kelly por razones b, d.
1. Resumen: Una Cristina Fernández de Kirchner
(CFK) segura y bien informada describió al
Embajador sus prioridades políticas el 20 de
septiembre, unos días antes de partir en viaje de
cinco días a Nueva York. Si bien defendió las
posiciones del gobierno argentino en relación con
temas económicos controvertidos, CFK manifestó
un fuerte deseo de impulsar la inversión extranjera,
aumentar el intercambio científico y educativo con
los Estados Unidos y “hablar con claridad” con la
autoridades estadounidenses. El tono y el
contenido conciliador de la conversación confirma
nuestras expectativas de que CFK resultará una
socia más confiable y accesible para los Estados
Unidos que su esposo, Néstor Kirchner. Fin del
resumen.
2. CFK se reunió con el Embajador durante cuarenta
y cinco minutos en la residencia presidencial de
Olivos el 20 de septiembre. La primera dama
argentina y posible próxima presidenta manejó a la
perfección la información y habló sin consultar
notas sobre una amplia serie de temas. En un
punto, al señalar que ambos estaban analizando
temas que volverían a aparecer durante su viaje a
Nueva York, dijo (haciendo referencia a sus viajes
y discursos): “Es una buena preparación, ¡pero ya
estoy preparada!” Se mostró amable y distendida.
No rehuyó nada durante la conversación y escuchó
además de hablar. La reunión fue la segunda de
CFK con el Embajador. El presidente Kirchner, en
cambio, nunca se ha reunido en privado con el
Embajador. CFK también le pidió al Embajador que
le mandara “saludos a Shannon”, a quien
recordaba de una reunión anterior en Washington
poco antes de que el subsecretario recibiera la
confirmación del Senado.
Club de París: Dispuestos a acordar “sin preconceptos”
3. Una vez que CFK tuvo organizada su agenda en
Nueva York (ref A), el Embajador notó el gran
interés internacional que despertaban sus
opiniones políticas. Comentó que el interés de CFK
por el mundo y su disposición a aprobar cambios
de política, sobre todo en el ámbito económico,
fueron bien recibidos en el exterior, incluidos los
Estados Unidos, así como también lo fue su
evidente apertura al diálogo. El Embajador también
mencionó temas que bien podrían generar
preguntas por parte de periodistas, empresarios y
otros durante su viaje, entre ellos las perspectivas
de un acuerdo con el Club de París, el clima para la
inversión, las perspectivas de inflación y la relación
del gobierno argentino con Irán y Venezuela.
4. CFK contestó con gran detalle sobre los temas
económicos, pero se abstuvo de hacer comentarios
sobre Irán y Venezuela. En cuando al Club de
París (PC), destacó el deseo de Argentina de llegar
a un acuerdo, pero reiteró que la insistencia del
gobierno actual en que no se condicione un
acuerdo a un compromiso del gobierno argentino
con el FMI. Dijo que la actitud de Argentina no
derivaba de un rechazo por el FMI sino de la
convicción de que las políticas del FMI, tal como
están establecidas en la actualidad, impiden el
crecimiento y son, por lo tanto, inaceptables. Es por
eso que, en su opinión, el FMI experimentó una
“fuerte pérdida de prestigio en las sociedades
latinoamericanas”. “Si no crecemos”, agregó, “no
podremos pagar. No se le pueden cobrar deudas a
los muertos.”
5. CFK calificó los acuerdos de deuda a los que
llegaron anteriores gobiernos argentinos de
ilusorios, producto de gobiernos desesperados que
nunca tuvieron intención de pagar. El gobierno
actual, y el que ella espera encabezar, quiere
romper con lo que llamó “un ciclo de mentiras” y
reestructurar la deuda argentina sin que se inhiba
el crecimiento. Esa negociación, dijo, tendría que
desarrollarse “sin preconceptos” y ambas partes
deberían llegar a la mesa con flexibilidad y apertura
mental. Afirmó que, durante su campaña en
Argentina (ref B), el candidato francés a director
gerente del FMI, Strauss-Kahn, había manifestado
simpatía por la actitud argentina y criticado la
historia del FMI en Argentina. Admitió, sin
embargo, que “es un candidato, de modo que tal
vez no hizo más que decirnos lo que queríamos
oír.” El Embajador dijo que los Estados Unidos
están dispuestos a participar de forma constructiva
para avanzar hacia una solución con el Club de
París.
6. El Embajador mencionó el tema de los tenedores
de bonos como otro de los posibles puntos que
abordaría CFK en Nueva York y destacó que los
tenedores de bonos de los Estados Unidos
desarrollan un trabajo bien organizado para
obtener apoyo para su causa. CFK indicó que tenía
conciencia del recurso al lobby y de la actitud
negativa de los tenedores de bonos respecto del
gobierno actual. Dijo que los había visto hacer
campaña durante su reciente viaje a Alemania y
que sabía que también se mostraban activos en
Japón. Al mismo tiempo, ofreció pocas esperanzas
de que éstos pudieran obtener un acuerdo a la
brevedad y destacó que una ley circunscribe lo que
el gobierno puede ofrecerles. Le dijo al Embajador
que “sé que esto no es lo que quiere oír”, pero
agregó que los anteriores gobernantes argentinos
les decían a los embajadores extranjeros lo que
sus interlocutores querían escuchar, no lo que en
realidad pensaban o planeaban hacer. Ella y su
esposo eran diferentes, insistió: decían la verdad.
CFK señaló que entendía que los estadounidenses
valoraban la sinceridad y que esperaba que esa
característica les valiera la confianza y el respeto
de los Estados Unidos.
Inversión extranjera: que venga
7. CFK dijo que el principal objetivo que tiene el
gobierno argentino para llegar a un acuerdo con el
Club de París era que los organismos extranjeros
de crédito a la exportación volvieran a Argentina y
facilitaran sus planes de atraer más inversión
extranjera al país. Destacó que la inversión
extranjera en determinados sectores ya estaba en
aumento. Las empresas automotrices, entre ellas
Mercedes-Benz, Peugeot, Ford y GM, inyectaban
decenas de millones de dólares de nueva inversión
en sus plantas y muchas incorporaban nuevas
líneas de montaje y exportaban buena parte de su
producción.
8. CFK reservó su mayor cuota de entusiasmo para el
avance de Argentina en lo relativo a atraer
inversión al sector de tecnología de la información
como forma de expandir el papel económico global
del país. Señaló con orgullo que la TI representó el
sector de crecimiento más rápido de la economía
durante la presidencia de su esposo. Esperaba
grandes cosas del sector en el futuro. “En
Argentina tenemos grandes jugadores de fútbol
porque nuestros chicos juegan mucho al fútbol”,
dijo. “Ahora pasan todo su tiempo ante las
computadoras, de modo que sé que existe un Bill
Gates argentino. Tan sólo tenemos que
encontrarlo.” El Embajador coincidió en que se
trataba de un sector de grandes posibilidades y
destacó la importante inversión de los Estados
Unidos en el sector, incluido el hecho de que IBM
es el mayor empleador estadounidense en
Argentina. También abogó por una rápida
aprobación de la compra por parte de Turner
Broadcasting de Claxion, una compañía
audiovisual local, lo que llevará a que las
creaciones argentinas se distribuyan en toda
América Latina.
A la defensiva: energía, inflación
9. A pesar de sus manifestaciones de entusiasmo por
la inversión extranjera, se mostró a la defensiva en
relación con las acusaciones de que el gobierno
argentino actual ataca a los inversores extranjeros
del sector de energía de Argentina. Caracterizó la
aparente salida de Exxon del mercado argentino
como la consecuencia de un retroceso regional en
América Latina y sostuvo que “el sector de energía
es un problema en todas partes en este momento.”
Dijo que las compañías privadas calcularon mal la
demanda de energía local en los últimos años y
que no anticiparon el éxito que tendría el gobierno
en lo relativo a conseguir un crecimiento en
extremo rápido. Ahora había poca capacidad
ociosa en el sector de energía argentino. El
gobierno, insistió, hacía su trabajo y supervisaba la
construcción de miles de kilómetros de nuevos
ductos, además de buscar nuevas fuentes de
suministro.
10. CFK también se mostró a la defensiva cuando
respondió a los temores de que el gobierno
argentino estuviera manipulando las estadísticas
económicas para mantener bajas las cifras de
inflación del país. Dijo que había varias fallas en la
forma en que el instituto de estadísticas del
gobierno (INDEC) recababa antes los datos sobre
precios. Afirmó que no tomaba en cuenta de
manera suficiente las variaciones estacionales de
los precios, que reunía los datos sobre alimentos
en emporios caros en lugar de hacerlo en los
negocios modestos donde compraba la mayoría de
los argentinos y que se concentraba en los costos
de los colegios privados cuando la gran mayoría de
los argentinos mandaba a sus hijos a escuelas
públicas. Señaló que Argentina había revisado su
metodología de cálculo de la inflación seis veces
desde la década de 1930. Era la oposición política,
dijo, la que estaba detrás de las afirmaciones de
que los cambios metodológicos actuales reflejaban
una conspiración del gobierno para subestimar la
inflación. También culpó a la oposición de las
crecientes advertencias sobre fraude electoral en
Argentina, que calificó de “bizarras”. CFK admitió
que el gobierno argentino tiene que resolver de
manera clara las cuestiones metodológicas así
como solucionar los problemas gremiales que
afectan al instituto de estadísticas.
Objetivos económicos para el futuro
11. CFK volvió a referirse al crecimiento económico
como el objetivo más importante del gobierno que
aspira a encabezar. Dijo que, si Argentina logra un
crecimiento positivo en 2007 y 2008, será la
primera vez en un siglo que el país crezca durante
seis años consecutivos. Si la economía sigue
creciendo a un ritmo de 5 a 6 por ciento durante
otra década, agregó, Argentina podría pasar a ser
“imbatible”.
12. Un sector clave para el futuro del país, dijo, era el
turismo, un terreno donde su país tenía enormes
posibilidades no explotadas. Con el aumento del
turismo ecológico, los turistas más prósperos
buscaban lugares preservados y seguros, algo que
Argentina tenía en abundancia. Destacó que
Argentina experimentaba un auge de los viajes
luego del tsunami asiático, ya que los turistas
buscaban lugares más seguros en los que vivir la
naturaleza. El Embajador señaló que para que el
sector del turismo desarrollara sus posibilidades,
Argentina tenía que abordar su pobre sector de
aviación interna. CFK coincidió y afirmó que la
reforma de la aviación local era “uno de nuestros
grandes desafíos”. Sin hacer referencia específica
a la línea aérea nacional Aerolíneas Argentinas,
que es muy proclive a las huelgas, señaló dos
problemas del sector: la necesidad de más
recursos y un medio laboral conflictivo en el que un
grupo de sindicatos combativos socavaba todos los
intentos de mejorar el sector.
Otros temas: intercambios, tráfico de personas
13. El Embajador mencionó el tráfico de personas (la
necesidad de aprobar una ley nacional) y la
importancia de aumentar los intercambios
culturales y educativos, sobre todo entre los
jóvenes, para lo cual solicitó el apoyo de la
senadora. CFK manifestó un fuerte interés por los
intercambios culturales y educativos con los
Estados Unidos, entre ellos una inminente cumbre
de líderes mujeres del hemisferio que se realizará
en Buenos Aires y que organiza la ONG
estadounidense Vital Voices. CFK le dijo al
Embajador que Argentina “no debe dejar de
aprovechar los recursos científicos de los Estados
Unidos, que son los mejores del mundo.” También
le aseguró al Embajador que el Congreso argentino
aprobaría “sin mayores dificultades” legislación
para penalizar el tráfico de personas después de
las elecciones de octubre.
Comentario
14. El tono y el contenido conciliador de la
conversación confirmaron lo que hemos observado
cada vez con más frecuencia en los gestos y los
discursos de CFK: la candidata favorita a la
presidencia de Argentina busca un acercamiento
con los Estados Unidos. CFK parece entender que
una relación pragmática y libre de hostilidad con
Washington le dará ventajas a Argentina en una
serie de importantes temas geopolíticos y
económicos. Al mismo tiempo, no parece probable
que esa actitud conciliadora presagie un repudio
por parte del próximo gobierno de las políticas
nacionalistas y populistas del gobierno actual. La
defensa que hizo CFK de las posiciones del
gobierno argentino respecto del FMI, el clima de
inversión, el sector de energía y las cifras de
inflación durante esta conversación privada sugiere
una renuencia a romper con las políticas
heterodoxas de su esposo. Pero incluso si se trata
de una ofensiva de amabilidad calculada en lugar
de sentida, no hay confusión alguna en lo que
respecta a las oportunidades que tendrá el
gobierno de los Estados Unidos luego de las
elecciones presidenciales de Argentina. La
conversación de CFK con el Embajador confirma
nuestras expectativas de que resultará una socia
más confiable y accesible de los Estados Unidos.
Eso no elimina, sin embargo, los desafíos que
enfrentaremos en la búsqueda de soluciones a
temas como el Club de París o la deuda con los
tenedores de bonos.
WAYNE
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