Introducción al estudio de La colmena. • • • • La colmena es la primera y única obra de un ciclo llamado “caminos inciertos”. Cela concluyó diversas versiones, en 1946, en 1948, en 1950. La censura rechazó la primera, con estas razones: “La obra es francamente inmoral y a veces resulta pornográfica y en ocasiones irreverente”. Publicada finalmente en Buenos Aires en 1951. • La recepción crítica fue muy positiva desde el primer momento. Con el tiempo se ha establecido como una de las novelas clave de la literatura española contemporánea. • La colmena no es una novela tradicional. Por tanto, no se pueden delimitar de manera tajante los diferentes apartados de estudio (personajes, ambientes, argumento). Argumento no hay, el ambiente se describe a través de las acciones de los personajes, que a su vez diseñan la estructura de la novela... Alcance social y existencial de La colmena Según Sobejano, el tema central de la novela es “la incertidumbre de los destinos humanos”. Este tema se comunica mediante la presentación de la amarga vida cotidiana, de personajes desarraigados y marginados, de la inadaptación, la tristeza, el malestar social. 1. Temas o motivos dominantes: • • • • • El hambre. El dinero. El sexo. Los recuerdos de la guerra. La alienación (Sobejano) – tema en el que confluyen los demás. 2. La colmena como novela social. La mayoría de los críticos coincide en que La colmena no es una novela estrictamente “social”. El propio Cela expresó su rechazo a la novela ideológicamente tendenciosa. No niega que puede existir una trascendencia social, pero depende de la novela, no de la actitud del escritor. 3. Rasgos de testimonio social en La colmena. • • • • • • • La presencia de diferentes estratos sociales, como el rico, el triunfador (doña Rosa, Vega el impresor, el señorito Pablo), los trabajadores humildes, los pobres, los miserables. Alusiones al hambre y a la penuria económica. Personajes degradados. Picaresca, desconfianza, desprecio mutuo entre clases. Alusiones políticas: rojo, admiradores de Hitler. Sátira de la moral conservadora: mofa de la beatería y de la hipocresía social. “Los obreros –piensa- también tienen que comer, aunque muchos son tan rojos que no se merecerían tanto desvelo”. Insolidaridad, impotencia, masa alienada. En definitiva, se puede decir que Cela presenta en La colmena un retrato deformado de la sociedad, pesimista, desesperanzado. El novelista no consideraba que no era su cometido, sin embargo, centrarse en la denuncia social. 4. La colmena como novela existencial • • • • Desencanto del autor, visión pesimista, desesperanzada del mundo. Los personajes no controlan su propia vida, son marionetas del destino, caminan sin rumbo por esos “caminos inciertos”, como reza el subtítulo de la primera edición. Vidas alienadas, desposeídas de la concienca de su propia miseria. Filo: “Ahora, esperar que los hijos crezcan, seguir envejeciendo y después morir. Como mamá, la pobre” • El final del capítulo VI – pesimismo existencial absoluto. Lo social es un contenido inevitable, lo existencial una intención del autor. La estructura de La Colmena El propio Cela se ha referido a la estructura de la novela: “Su arquitectura es compleja; a mí me costó mucho trabajo hacerla”; “es una novela reloj”. Estructura externa • • • • • Seis capítulos y un final. Cada capitulo está integrado por una serie de sencuencias de longitud variable. Cada secuencia se centra en un personaje o en varios relacionados. Algunas secuencias tienen lugar simultáneamente. El conjunto de las secuencias dan la impresión de las “celdillas” de la “colmena”. Estructura interna • • Ir y venir continuo de los personajes en rápidos apuntes, pinceladas descriptivas (estructura caleidoscópica). Vidas paralelas, entrecruzadas, imbricadas entre sí. Efectos de la estructura. • • Descripción del vivir colectivo en el Madrid de los años cuarenta (leer más abajo sobre el realismo). Vidas sin sentido, sin dirección, personajes perdidos, sin objetivos. Unidad • • • Relaciones entre los personajes. Reducción espacial y temporal. Ambiente moral y social. La colmena es una novela abierta: • • • Carece de un argumento sólido y un final preciso. Ignoramos la suerte de los personajes después de la última página. Se transmite de esta manera el sentimiento de incertidumbre, capital en la novela (“Caminos inciertos”). Técnicas novelescas en La colmena. (Las páginas remiten a la edición de Jorge Urrutia en Cátedra, 1988) 1. Técnica de caracterización de los personajes: • • • Los personajes se definen hablando y moviéndose. Retratos – prosopografía y etopeyas, síntesis biográficas. Caricaturas (doña Rosa). El diálogo – qué dicen y cómo lo dicen. 2. Descripción de ambientes. • • • • Ambiente humano, suma de los personajes. Espacio urbano. Pinceladas impresionistas. Ejemplo: escenas paralelas del capítulo IV. 3. Actitud del autor. • • • • ¿Enfoque objetivista? Intervenciones del autor: “yo creo que...”, “a mí no me parece ...” Reflexiones sobre el comportamiento de los personajes. Autor presente, lenguaje modalizado: rasgos humorísticos, sarcásticos, narrador cruel con unos personajes, comprensivo con otros. “Flota en el aire como un pesar...”, “Don Jaime Arce es, lo más seguro, ...”, “Mientras don Pablo, que es un miserable...”. • Rasgos propios del esperpento: animalización, cosificación, contrastes, sarcasmo. 4. Técnicas narrativas. • Narrador omnisciente. El narrador sabe lo que piensan y sienten los personajes: “Miraba para los espejos y se decía: ¿quién habrá inventado los espejos?” (50) “Le gusta solazarse un poco con la lectura antes de apagar la luz y echarse a dormir” (223) • Estilo indirecto libre: “¿No se acuerda usted...” (49), “en el ojén” (53), “cualquiera sabe dónde iríamos a parar” (53), “la señorita Elvira es una chica fina” (142). • Monólogo interior: “Martín empieza a pensar muy deprisa...” (251), “Elvira, señorita Elvira...” (87). • Perspectivismo: punto de vista múltiple, secuencias en lugar de capítulos, estructura caleidoscópica, contrapunto, saltos en el tiempo (analepsis, prolepsis), monólogo interior, estilo indirecto libre. “El joven poeta no contesta” (85), expulsión de Martín Marco (70, 103), Ibrahím de Ostolaza y Bofarull / la caquita de la nena (contrapunto, 143) • Saltos en el tiempo: “Qué daño le hacía a usted” (55, 62). El estilo en la prosa de La colmena La presencia continua del autor se refleja en el estilo, cuidado, magistral. 1. Variedad de tonos: • • • • Cruel, caricaturesco - retratos de doña Rosa y de don Ibrahim. Pesimista - “El corazón del café” (49), “Flota en el aire como un pesar” (58), los niños que juegan al tren (63). Irónico, sarcástico – “Doña Rosa estaba muy cariñosa” (51), Don José (53), “gestos de verdadera princesa” (62), “anda cojeando” (66) Poético – bancos callejeros (319*), el amanecer (387*), final del capítulo IV. 2. Repeticiones, en especial la adjetivación: “El señor Suárez vuelve a la mesa”, “cojera” (67), “corre por entre las mesas un gato” (54), “dos niños ordenancistas” (63). 3. Frases bimembres o plurimembres, paralelismos sintácticos, efectos rítmicos. Tendencia a la descripción morosa, lenta y a la narración viva. 4. Mezcla de registros: “Si no la pringas, Trinidad” (58), “la señorita Elvira escupe” (60). El realismo en La colmena 1. En la “Nota a la primera edición”: “[La colmena] no es otra cosa que un pálido reflejo, que una humilde sombra de la cotidiana, áspera, entrañable y dolorosa realidad”. 2. Elementos que contradicen esta opinión: • • • Cela opera una selección en la realidad y es, por tanto, parcial. Esto es casi forzado en la novela. La insistencia sobre ciertos aspectos limita el realismo, en todo caso. Cela realiza una estilización deformante. Es, como lo anterior, legítimo. El “tremendismo” en la manera de presentar algunas historias no quiere decir que no pudieran existir en la desoladora realidad española de 1942 (la muerte de Santiaguiño y Dorita, la madre soltera que mata a su hijo). Rasgos propios del esperpento: animalización, cosificación, contrastes, sarcasmo. Los comentarios acerca del realismo o del subjetivismo de Cela en La colmena no suponen un juicio estético, sino que son una constatación de sus recursos creativos.