¡Qué bueno es conocerte, Jesús! esús, qué alegría es tenerte siempre al lado. En los momentos difíciles, cuando me siento sólo, cuando estoy triste, cuando estoy feliz, siempre y en todas partes. Así sos vos, presente en toda mi vida, acompañándome, ayudándome a crecer, enseñándome a ser mejor cada día. ¡Qué bueno es conocerte, Señor! ¡Qué bueno que es sentirte cercano! Junto a vos nada me falta. Me siento feliz, sonriente, alegre y con muchas ganas de vivir. Señor, ¡qué bueno es conocerte! Oraciones para niños de Marcelo A. Murúa http://www.buenasnuevas.com