Última lección en Gotinga de Davide Osenda "¿Es posible realizar un cómic que nos hable del la hipótesis del continuo o de los teoremas de incompletitud de Gödel? ¿Resulta viable que el lenguaje del cómic le da la mano al discurso científico? El presente volumen demuestra que sí". Contraportada. "Davide Osenda (1972) nació en Cuneo, donde vive y trabaja como informático. Es un apasionado de la acuarela y el bajo eléctrico. Es un enamorado tanto del cómic, como de los libros de divulgación científica lo que, unido a su propensión a las artes plásticas, le ha llevado a unir las viñetas y las matemáticas en la que es sin lugar a dudas una de las obras más originales y novedosas del cómic europeo reciente". Davide Osenda Última lección en Gotinga EDICIONES no es sino con cierta inquietud que estoy aquí esta noche. Y CON GRAN PENA. porque ésta es mi última lección en gotinga. así que me permitiré una larga charla. una especie de divulgación de rasgos rápidos en la que no haré patente tecnicismos. porque hoy me interesa un enfoque distinto: más sencillo e incluso simplista. una charla de argumento oscuro y nebuloso. una especie de vuelo rasante. hablaremos del infinito. y, junto al infinito, de la hipótesis del continuo en matemática. PARTAMOS DE los números. los números naturales, que, poco a poco, se suceden. y crecen. desde la experiencia que tenemos con los números. crece su valor y su cantidad. Uno. dos. y cien, y mil, ¡siempre más! Tres. cuatro. cinco. Diez. veinte. ¡adelante! con una subida sin fin. después de cada número natural, siempre existirá otro número natural. así como el dos sigue al uno y el tres sigue al dos. ésta es la recta de los números naturales. una simple representación. un dibujo que, por su propia forma, deja intuir esa larga carrera. esa vertiginosa escalada hacia lo indeciblemente grande. una pálida sombra del concepto que subyace. una representación. existen distintas representaciones, pero el hecho no cambia. otra representación. éste es el conjunto de los números naturales. dentro de este conjunto, tenemos la pretensión de representar puntitos infinitos. en cambio, éste es el conjunto de todos los hombres que viven en la tierra. por mucho que la humanidad crezca y se reproduzca, nunca llegaremos a ser iNFiNiTOS EN NÚMERO. entendéis bien que no hay SOLUCiÓN. los hombres son, cómo diría...? finitos. y esta finitud presenta interesantes propiedades en relación con el infinito. como magistralmente ejemplifica la paradoja de hilbert. el ilustre doctor david hilbert… una noche, el doctor hilbert llegó al albergue de infinitas habitaciones... buenas tardes, desearía una habitación. lo siento, no tenemos ninguna libre. ¿cómo? ¿no teníais infinitas habitaciones? lo siento mucho. escúcheme. póngase en contacto con todos los huéspedes del albergue y dígales que cada uno de ellos pase a la habitación que está justo al lado de la suya. así que quien esté en la primera pase a la segunda. quien esté en la segunda se vaya a la tercera, quien esté en la tercera, a la cuarta, etcétera. para que la primera habitación se quede libre y yo pueda dormir en ella. el infinito es DE GRAN CAPACiDAD. en él caben todos los números naturales y no lo llegan a llenar. siempre se queda una especie de cámara de aire que los separa. por muy grande que sea, no hay número natural que, desde su altura máxima llegue a rozar el infinito. por un lado, n que sube y, por otra, infinito. y nunca llegarán a tocarse. hay una discontinuidad en el tejido matemático. es un concepto abstruso. una sensación extraña. y si miramos bien, una misma discontinuidad, una cámara de aire hinchada de lo indecible, se puede distinguir en otra parte de nuestra charla. entre un número y otro, por ejemplo… mientras n vuela. hay una fractura que separa el uno del dos. un salto obligado en la numeración. primero el uno. salto. dos. salto. tres. salto. no es una transformación del uno en el dos. sino el uno ... y el dos. un poderoso bote de olor numinoso ... y un abismo.