El milagro de la transformación Las bodas en Caná de Galilea Juan 2.1-12 Introducción: El milagro de la transformación del agua en vino va más allá de lo que se lee a simple vista. Representa la obra de Dios en las personas al permitirnos ser depositarios de su gracia y reproducir en y a través de nosotros fruto espiritual. ____________________________________________________________________________________ V.1-2 Jesús se había encontrado con Felipe y Natanael tres días antes en Betsaida; ahora eran requeridos a la celebración de unas bodas. Viajaron unos 35km hasta llegar a Caná donde María y sus hermanos se habían dado cita. -¿Qué te hace pensar el hecho de que Jesús aceptara gustoso la invitación a unas bodas? V.3 Un elemento importante en una boda judía era el vino. Primeramente por ser tan común como el agua y también por ser el promotor de la alegría en una fiesta. Las bodas judías duraban varios días y agotar este elemento era, por un lado, vergonzoso y por otro significaría el fin de la celebración. V.4-5 La respuesta del Señor, aunque pareciera tosca, solo apuntaba al hecho de que la hora de manifestarse en su divinidad no había llegado aún. María había guardado por treinta años lo que el ángel le había dicho acerca del origen y la naturaleza de Jesús; pero parece que impulsada por la inquietud dice a los que servían: hagan todo lo que les diga. Observa: En todos los evangelios, Jesús nunca se refirió a María como madre, sino como mujer. ¿Cuál crees que sea la razón? V.6 Aquí comienza el desarrollo del milagro que es más bien una señal (en el v.11 hablaremos de la diferencia) y lo primero que notamos es que Jesús pone su atención en estas seis tinajas de piedra que eran usadas para el lavado de las manos (rito que practicaban los judíos como una purificación; ver Mr.7.1-23). El material, la cantidad y el uso de estas tinajas encierran la enseñanza. Primero, en la numerología bíblica el seis siempre representa al hombre. Segundo, el material de piedra habla de un elemento duro e inapropiado para el vino. Tercero, el uso de estas tinajas era común. Lo que hoy sería un lavabo de baño. V.7 La segunda parte del milagro es el llenado de estas tinajas con agua. El agua representa la Palabra de Dios que primeramente lava y purifica al hombre. Veamos Jn.15.1-3; Is.55.10-11; Sal.19.7-10; Ro.10.17. Cuando Dios envía su palabra a nuestra vida, produce en nosotros un cambio en nuestra manera de pensar que nos alinea a su voluntad y así comienza el milagro de la transformación. La Palabra de Dios es espíritu y es vida Jn.6:63. V.8-10 La última parte del prodigio es primeramente la orden del Señor de sacar el agua de las tinajas y llevarlas al maestresala (una especie de organizador y responsable de la fiesta) y cuando éste la probó percibió un vino de muy alta calidad que normalmente se servía al inicio de la fiesta. Pero ¿notas que lo que sacaron fue agua y que el milagro sucede mientras es llevada? La enseñanza que se encierra aquí, es que mientras la Palabra no sea puesta o llevada a la práctica no produce en nosotros ningún cambio; ciertamente nos lava, pero el fruto espiritual, producto de la transformación se genera en nuestra vida cuando ponemos en práctica las Palabras de Dios. Jn.15.1-8; Mt. 7:24-29. V.11-12 Principio aquí denota no un orden cronológico (primero, segundo, etc…) sino una regla en la cual todas las demás señales se ajustan. En el evangelio de Juan existen solo siete señales descritas. Muy pocas comparado con los cientos de milagros hechos por el Señor. Pero el que Juan les llame señales y que sean solo siete implican: 1. Que no es el objetivo asombrarnos por el milagro en sí, sino por el mensaje que comporta cada uno. 2. Y que sean siete, nos habla de algo completo o pleno; es decir, suficiente. Jn.20.30-31 Tarea: Lee para la próxima semana el pasaje del V.13 al 25 y trata de encontrar la enseñanza detrás de la acción. Observa y consulta si te es posible para que puedas comprender mejor el pasaje.