evaluación del estado de conservación de la nutria

Anuncio
! "
#
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
1
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
Página
ÍNDICE ......................................................................................................................... 2
1.- Antecedentes y objetivos...................................................................................... 4
2.- La zona de estudio ................................................................................................ 6
2.1.- LIC y ZEPA Humada – Peña Amaya................................................................. 6
2.2.- El Río Odra ..................................................................................................... 17
2.3.- Situación de la nutria en el río Odra ................................................................ 19
2.4.- La nutria en Humada: la conservación de poblaciones singulares y
representativas........................................................................................................ 20
3.- Metodología de muestreo ................................................................................... 22
3.1.- Caracterización de las señales de nutria ......................................................... 25
3.2.- Selección de las estaciones de muestreo y muestreo de las mismas.............. 27
3.3.- Periodo de estudio .......................................................................................... 28
3.4.- Fichas de evaluación del hábitat ..................................................................... 29
4.- Resultados ........................................................................................................... 32
4.1.- Resultados de los muestreos de presencia de nutria ...................................... 32
4.2.- Evaluación cualitativa de los tramos de los cauces de estudio como hábitat
para la nutria ........................................................................................................... 33
4.3.- Evaluación cuantitativa de los tramos de los cauces de estudio como hábitat
para la nutria ........................................................................................................... 46
5.- Discusión de los resultados ............................................................................... 48
5.1.- Consideraciones sobre el hábitat de la nutria.................................................. 48
5.2.- Consideraciones sobre la variación de los niveles de agua en el cauce.......... 51
5.3.- Principales factores perjudiciales para las poblaciones de nutria en la zona de
estudio y soluciones propuestas.............................................................................. 53
5.4.- Conclusiones del estudio de campo ................................................................ 71
6.- Otras consideraciones importantes para la conservación de la nutria ........... 72
6.1.- Futuras amenazas para la nutria..................................................................... 72
6.2.- Consideraciones para el seguimiento y evaluación de las medidas propuestas .... 75
6.3.- Conclusiones generales sobre la conservación de la nutria ............................ 76
Bibliografía................................................................................................................ 80
Agradecimientos....................................................................................................... 83
ANEXOS:
- ANEXO I: INFORMACIÓN PREVIA
- ANEXO II: PLAN DE RESTAURACIÓN DEL HÁBITAT FLUVIAL Y DE LOS
RECURSOS ALIMENTICIOS DE LA NUTRIA
- ANEXO III: CARTOGRÁFICO
- ANEXO IV: FOTOGRÁFICO
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
2
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
3
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
La nutria (Lutra lutra) era bastante abundante hasta finales de los setenta en
toda la Cornisa Cantábrica, momento en que sus poblaciones comenzaron una rápida
disminución. Este suceso queda reflejado en lo acontecido en el LIC y ZEPA HumadaPeña Amaya (Burgos), donde la nutria fue muy abundante hasta esa fecha a pesar de
la presión de los numerosos tramperos. La desaparición del cangrejo de río
(Austropotamobius pallipes lusitanicus) como consecuencia de su intensa pesca y de
la afanomicosis, parece que fue causa decisiva de la disminución del mustélido, ya
que era su presa mayoritaria gran parte del año, en especial en zonas montañosas y
de cabeceras de ríos, donde la producción piscícola es más baja que en los tramos de
ríos más bajos. En los últimos años se han extendido los alóctonos cangrejo
americano (Procambarus clarkii) y cangrejo de señal (Pascifastacus leniusculus), en
especial en la parte baja de los cursos fluviales, mientras que el cangrejo autóctono de
río sigue sobreviviendo en las cabeceras de los ríos, como es el caso del LIC y ZEPA
estudiado, gracias al aislamiento que ofrecen sus barreras geológicas.
Por otro lado, la desaparición del cangrejo debe de unirse a la destrucción del
hábitat fluvial como consecuencia de los dragados y canalizaciones (que provocan la
destrucción de la cobertura vegetal de las riberas), a la intensificación de la agricultura,
a la extracción de agua y a la contaminación (tanto urbana por su nula depuración
como agrícola por su intensificación) sufrida especialmente, hasta el año 2000, en la
mitad baja del río, en la afueras del LIC y ZEPA estudiado, lo que provocó hasta ese
año la rarefacción de la nutria aguas arriba dentro del espacio protegido, por la
escasez de los recursos en la cabecera del río y el efecto barrera de las actuaciones
mencionadas en la parte baja del Odra. La nutria se veía obligada a sobrevivir en las
orillas del río Pisuerga, aventurándose escasamente en el río de estudio.
A la par que se recuperaron los recursos tróficos y mejoraban las condiciones
ecosistémicas de los tramos bajos del río, lo que permitió desde los años 90 una
recuperación de la población de nutria en el LIC y ZEPA (muy probablemente gracias
al refuerzo de individuos procedentes del bien conservado río Pisuerga aguas abajo)
volviéndose residente y con individuos criando en la zona, en el año 2002 se realizó en
el término municipal de Humada y sus alrededores una concentración parcelaria que
de nuevo modificaría todos los ecosistemas fluviales, afectándolos con la destrucción
de varios kilómetros de ribera anteriormente conservada en excelentes condiciones,
cambiando la hidrología de la cuenca (aumentando considerablemente la erosión
como consecuencia de la remodelación de todos los campos de cultivo) y aumentando
drásticamente la contaminación agrícola debido a su intensificación (fertilizantes
químicos y pesticidas-biocidas, vertidos en cantidades jamás conocidas en la zona)
(ver imagen 39 del Anexo Fotográfico).
Tras la realización de la concentración parcelaria, se acometieron unas obras
denominadas “Restauración del medio natural en la zona de concentración parcelaria
de Humada”, realizadas por la Junta de Castilla y León y cofinanciadas por los fondos
FEOGA-Orientación de la UE (ver imágenes 69 y 70 del Anexo Fotográfico). A pesar
del título de esta obra, al analizarse las actuaciones acometidas en ella (la eliminación
de vegetación de ribera, el dragado de los cauces o la rectificación de los cursos de
agua naturales entre otros), se puede observar cómo el verdadero estado de
conservación actual en la que se encuentran las riberas del valle es totalmente
degradado, tal y como se analiza a lo largo del presente estudio.
A pesar de todo esto, la población de nutria residente resistió los impactos y
sobrevivió en la zona. Sin embargo, puede que en la actualidad su situación sea
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
4
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
inestable, pudiendo darse en la zona de estudio (río Odra y alrededores) un posible
efecto “sumidero”, que estaría haciendo en la actualidad que cada vez sea menos
frecuente en las cabeceras del valle de Humada.
Existen numerosas amenazas que podrían afectar negativamente en el futuro a
la población de nutrias existentes en la zona de estudio, pudiéndola llevar a su
extinción local. A pesar de la aparente alta densidad de presencia de nutria en los ríos
españoles, esto no significa que no estén amenazadas o no sean vulnerables ante
determinados impactos. En cualquier lugar la situación puede cambiar rápidamente
por el Plan Hidrológico Nacional (pantanos, contaminación, sequía, etc) muy variable
en su planificación según los criterios del partido político gobernante, por los cambios
de uso del suelo (recientes realizaciones de concentración parcelaria, abandono de
cultivos, aumento de la intensificación agrícola-ganadera, etc) y por las medidas
correctoras de las redes hidrológicas (“limpiezas”-eliminación de la vegetación de los
cauces, canalizaciones de los ríos, etc). En general, los ecosistemas acuáticos son
muy vulnerables y están permanentemente hipotecados por la actividad humana,
especialmente cuando el agua se ha vuelto el bien más preciado y escaso de todos los
requeridos por las sociedades modernas, que causan una fuerte presión sobre los
ecosistemas dulceacuícolas, haciendo poco previsible un futuro esperanzador.
La experiencia de varios investigadores (Delibes, 1990; Ruiz-Olmo y Delibes,
1998), indica que las poblaciones de nutria, a pesar de aparentar ser estables por su
asidua presencia en un lugar, pueden fluctuar enormemente. Por ello, ante las futuras
amenazas que se presentan (canalizaciones como la del río Odra, empeoramiento del
hábitat fluvial, “limpiezas” de ríos por la concentración parcelaria, disminución de los
escasos recursos alimenticios de la zona, expansión del visón americano, etc), y
encontrarse en un espacio protegido de la Red Natura 2000, donde está catalogada
como especie representativa del mismo, deben de adoptarse las medidas oportunas
para la conservación o recuperación de su población en la zona de estudio.
Por tanto, los objetivos del presente proyecto son:
•
Analizar la situación de conservación actual de las poblaciones de nutria en el
LIC y ZEPA Humada-Peña Amaya, ya que es una de las especies catalogadas
por las que se crea el LIC.
•
Proponer unas bases para un plan de recuperación de la población de nutria en
el LIC y ZEPA Humada-Peña Amaya.
La investigación aplicada sobre la nutria, ha experimentado un notable
desarrollo en España en los últimos diez años. Sin embargo, quedan muchos aspectos
básicos para la conservación de esta especie por dilucidar. Esto se debe en parte a las
profundas diferencias existentes en los diversos hábitats que ocupa este animal en
España, y a que mucha de la investigación básica se ha realizado en otros países con
condiciones totalmente diferentes (Gran Bretaña, Irlanda, Escandinavia…). Por ello,
los proyectos aplicados a entornos concretos, como el que aquí se presenta, cobran
importancia pues de su realización y seguimiento pueden obtenerse numerosos datos
y conclusiones inéditas para la ciencia y la conservación de esta especie.
El caso que en el presente estudio se analiza, es uno de los muchos similares
que están aconteciendo en la Cordillera Cantábrica y zonas aledañas de clima
mediterráneo o submediterráneo, siendo representativo de lo que está sucediendo con
la nutria en gran parte de esta región de la Península Ibérica, como el norte de Castilla
y León, Álava, La Rioja o Navarra. Por ello, tanto el análisis del problema como las
medidas que se exponen pueden adaptarse a todos ellos con gran similitud.
5
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
!
!
"
#$ %&%
'(%
$ %"%
Código ZEPA: ES0000192
Código LIC: ES4120093
Nombre: Humada-Peña Amaya
Provincia: Burgos
Superficie: ZEPA: 39.844,70 has. LIC: 36.872,57 has.
Coordenadas del centro: Latitud: N 42º 38’ 20’’
Longitud: W 4º 2’ 32’’
Localidades de referencia: Humada, Basconcillos del Tozo, Rebolledo de la Torre
Hábitats característicos: Roquedos, páramos
Especies por las que se declara ZEPA: Alimoche, Buitre Leonado, Aguilucho Pálido,
Aguilucho Cenizo
Otras especies de interés: Águila Real, Halcón Peregrino, Búho Real, Chova
Piquirroja, Chova Piquigualda, Roquero Rojo
Otras figuras de protección: IBA (Área Importante para las Aves) nº 028
$ %
&'( ) *
+ ,
-
" +
)
Los municipios integrados en la ZEPA y LIC son:
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
6
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
7
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
) *+#,% !
&'( ) *
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
+ ,
-
" +
)
#.
8
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
9
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
'-.,*/.*01 +'1',%2
El espacio, con casi 40.000 has, se encuentra ubicado en el noroeste de la
provincia de Burgos, limitando al oeste con la provincia de Palencia. Se trata de un
territorio de transición entre los relieves montañosos de las estribaciones de la
Cordillera Cantábrica y los páramos altos al norte de la región y la Meseta Norte de la
Península Ibérica que al sur. Limita al noroeste con el LIC y ZEPA "Hoces del Alto
Ebro y Rudrón".
Se caracteriza por un relieve relativamente heterogéneo ya que oscila entre los
860-1.370 metros de altitud y una altitud media de 1.060 m, con amplias superficies de
topografía llana y un sector de relieve más accidentado entorno al Macizo de Amaya
(la cota más elevada en Peña Amaya, 1.370 m.) con escarpes calizos y abundantes
afloramientos rocosos (Albacastro, Las Loras, Peña Ulaña).
En las laderas aparecen robledales y encinares mientras que en las parameras
son frecuentes los pastizales esteparios y el matorral bajo. Existen pinares de
repoblación y matorrales en los sectores más alterados. También podemos encontrar
hayedos en las laderas norte de varios montes, gracias a la influencia atlántica que
penetra desde el mar hasta este entorno. En las zonas bajas y en los valles se
encuentran los terrenos agrícolas, la mayor parte cultivos de cereal de secano y
también huertas próximas a las poblaciones. Algunos de los ríos que nacen en el
espacio (Odra, Brullés y Urbel principalmente) y sus afluentes forman barrancos, en
ocasiones, bastante profundos, como el excavado por el Odra al norte de Congosto.
Las principales amenazas y acciones que pueden afectar y afectan a este lugar
son el sobrepastoreo, la instalación de parques eólicos (en el 2003 se denegó en una
Declaración de Impacto Ambiental de la Junta de Castilla y León, la instalación de un
parque eólico por su afección a este espacio, pero a su alrededor se está dando
aprobando numerosos proyectos de este tipo), la construcción de grandes
infraestructuras (en la actualidad se está redactando el proyecto de construcción de la
Autovía Burgos-Aguilar de Campoo que circula a lo largo de la frontera norte del
espacio protegido), la construcción de nuevas pistas forestales, la concentración
parcelaria, intensificación de las explotaciones agrícolas y forestales (repoblaciones
exclusivas con pinos), dura política hidráulica (se llegaron a realizar estudios hace
pocas décadas para la construcción de un embalse en todo el valle de Humada), así
como molestias a las aves por parte de los visitantes en varios enclaves, generalmente
cortados y cantiles, que han ocasionado el abandono de nidos de rapaces.
*/3- &'
45*6%6
El presente LIC se encuentra en la región biogeográfica Mediterránea. Los
tipos de hábitat naturales más característicos son los bosques de ribera (objeto del
presente estudio) de Populus nigra y varias especies de Salix, principalmente Salix
alba, los bosque de encina, quejigo y roble melojo (Quercus ilex, Q.faginea y
Q.pyrenaica respectivamente), con matorrales de degradación del mismo dominado
por aulagas (varias especies de Genista, principalmente G. scorpius y G. hispanica) y
brezos (varias especies de Erica, E. vagans y E. ciliaris principalmente, Calluna
vulgaris y Daboecia cantabrica), distintos tipos de prados y formaciones herbosas y
roquedos.
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
10
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
En total, los hábitat incluidos en el Anexo I de la Directiva Hábitat (92/43/CEE)
presentes en el LIC son:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Vegetación flotante de ranúnculos de los ríos de zonas premontañosas y de
planicies
Brezales húmedos atlánticos meridionales de Erica ciliaris y Erica tetralix
Brezales secos (todos los subtipos)
Brezales oromediterráneos endémicos con aliaga
Prados alpinos calcáreos
Prados sobre sustratos calcáreos (Festuco Brometalia), parajes con notables
orquídeas
Zonas subestépicas de gramíneas y anuales (Thero-Brachypodietea)
Prados mediterráneos de hierbas altas y juncos (Molinion-Holoschoenion)
Megaforbios eutrofos
Prados obres de siega de baja altitud (Alopecurus pratensis, Sanguisorba
officinalis)
“Mires” de transición
Manantiales petrificantes con formación de tuf (Cratoneurion)
Desprendimientos mediterráneos occidentales
Subtipos calcáreos
Cuevas no explotadas por el turismo
Robledales galaico-portugueses con Quercus robur y Quercus pyrenaica
Robledales de Quercus faginea
Bosques galería de Salix alba y Populus alba
Bosques de Quercus ilex
) *+#,% 7 + /
,
- " +
11
0/1
2
&'( ) *
+
) .
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
$ /3,6%1.*% 3,1*6320+*.%
El interés principal de este espacio protegido radica en las poblaciones de aves
rapaces y otras especies ligadas a los roquedos (especialmente el Alimoche y el Buitre
Leonado). También tienen importancia las poblaciones asociadas a las parameras
entre las que hay que destacar la de Aguilucho Pálido y Aguilucho Cenizo.
Especies significativas incluidas en el Anexo I de la Directiva Aves (79/409/CEE):
•
Buitre Leonado (Gyps fulvus): Área de nidificación de interés para la especie con
un censo de 175 parejas en el año 1999, con importancia a nivel nacional (1% de
la población total española) e internacional.
•
Alimoche (Neophton percnopterus): Área de interés para la reproducción de la
especie con un censo de 13 parejas en el año 2000. Esta población tiene
importancia nacional e internacional. La zona puede ser también utilizada como
lugar de alimentación por ejemplares no reproductores, migrantes o procedentes
de otros territorios cercanos de cría.
•
Aguilucho Pálido (Circus cyaneus): Área de reproducción con una población
estimada en 4-6 parejas en el 2002, lo que tendría importancia a nivel
internacional.
•
Aguilucho Cenizo (Circus pygargus): Se trata de un área de reproducción con una
población estimada en 14-16 parejas en el 2002, que tiene importancia a nivel
internacional.
•
Águila Real (Aquila chrysaetos): Importante área de reproducción con una
población de cinco parejas en el año 2000. La zona es utilizada como cazadero por
ejemplares no reproductores y adultos procedentes de otros territorios cercanos de
cría.
•
Águila Perdicera (Hieraaetus fasciatus): Este espacio fue un área histórica de
reproducción, cuya población prácticamente ha desaparecido en los últimos años.
La tendencia negativa de la especie la ha llevado a pasar de tres parejas
nidificantes en la década de los ochenta a ninguna en el año 2002. Desde su
extinción como reproductora sólo se tienen registros de aves solitarias que
aparecen en la zona.
•
Halcón Peregrino (Falco peregrinus): Área de cría habitual con una población
reproductora de nueve parejas en el 2002. La zona puede ser también visitada por
ejemplares no residentes (inmaduros y adultos de territorios cercanos).
Entre otras especies del Anexo I de la Directiva Aves que se encuentran en el
espacio protegido están las poblaciones reproductoras de Halcón Abejero, Milano
Negro, Milano Real, Águila Culebrera y Águila Calzada. Alcaraván, Búho Real (al
menos 12 parejas), Chotacabras Gris, Cogujada Montesina, Totovía, Bisbita
Campestre; Curruca Rabilarga, Alcaudón Dorsirrojo, Chova Piquirroja y Escribano
Hortelano, seguramente alguna de ellas con poblaciones de interés. Probable área de
reproducción de Elanio azul con dos parejas en el 2000. Posible zona de cría de Críalo
y Martín Pescador. No se descarta la posible reproducción de alguna pareja de Sisón,
que habría que confirmar.
También destaca la población reproductora de Chova Piquigualda (mínimo de
25 parejas). Azor, Gavilán, Alcotán, Vencejo Real (mínimo de 25 parejas), Mirlo
Acuático, Colirrojo Real y Roquero Rojo, Camachuelo Común, Escribano Cerillo
nidifican en la zona. Posible área de reproducción de Carbonero Palustre e invernada
de Treparriscos.
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
12
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
6,%- '-/'.*'- &' *16',8Entre los mamíferos más numerosos se encuentra el jabalí, corzo, garduña,
tejón, zorro, gato montés, erizos, topos, rata de agua, y una rica variedad de
micromamíferos y murciélagos (gracias a las numerosas cuevas kársticas existentes
en la zona). Destacan el lobo (Canis lupus), la nutria (Lutra lutra) (objeto del presente
estudio) y el desmán ibérico (Galemys pyrenaicus) todos ellos incluidos en el Anexo II
de la Directiva Hábitat (92/43/CEE), las dos últimas especies con poblaciones
significativas pero escasas aunque con un valor de conservación bueno (valoración
independiente de la posibilidad de restauración de sus poblaciones y otorgada por la
Dirección General para la Conservación de la Naturaleza del Ministerio de Medio
Ambiente), con poblaciones no aisladas integradas en su área de distribución.
Entre los anfibios y reptiles, de las que existen numerosas especies (rana
común, sapo común, sapo partero, sapillo pintojo, sapo corredor, tritón jaspeado,
sapillo moteado, lagarto verde, culebra viperina, etc), destaca la numerosa población
de Ranita de San Antonio (Hyla arborea).
Entre los peces incluidos en el Anexo II de la Directiva Hábitat se encuentran la
boga (Chondrostoma polylepis) y la bermejuela (Rutilus arcasii), con una población
bien conservada pero muy escasa.
Entre los invertebrados incluidos en el Anexo II de la Directiva Hábitat está el
cangrejo autóctono (Austropotamobius pallipes) con una población significativa, bien
conservada pero muy escasa.
En el presente proyecto, en el que se pretende la recuperación de la nutria,
debido a su ecología ligada a la red hidrográfica y los ecosistemas dulceacuícolas,
como especie “paraguas” de los mismos, la mejora del hábitat de ésta servirá a su vez
a la mejora de toda las especies de ligadas a los ríos, destacando las incluidas en los
Anexos II de la Directiva Hábitat presentes en la zona: el desmán ibérico, el cangrejo
autóctono, la boga y la bermejuela.
13
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
'3+,%9:% 9:-*.% " +'323+:%
El LIC y ZEPA Humada-Peña Amaya se enmarca en la comarca de las Loras y
de la Paramera de la Lora, el sector más meridional de la Cordillera Cantábrica. Es un
espacio de gran singularidad geográfica, por su carácter de transición entre la
montaña cantábrica del norte y la cuenca terciaria castellana con la que toma contacto
por el sur, en el entorno de los núcleos de Sotresgudo, Villadiego y Sotopalacios. Su
posición periférica, en la vertiente sur de la gran unidad montañosa, determina su
condición de espacio de transición. Por un lado, es una comarca bastante accidentada
aunque sus moderadas altitudes le otorgan carácter de media montaña. La máxima
altitud, 1.362 m, se alcanza en la Peña Amaya; las cimas de las otras Loras se sitúan
en torno a los 1.200 m, mientras que la paramera de la Lora (al norte de la Peña
Amaya) se encuentra a 1.000-1.100 m.
Este carácter montañoso determina una mayor pluviometría respecto a la
llanura inmediata, pero el régimen de distribución sigue siendo plenamente
mediterráneo, por encontrarse a sotavento de la divisoria cantábrica. Algunas especies
vegetales propias del dominio montano atlántico, como el haya, que se sitúa aquí en el
límite de sus exigencias de humedad, crecen al lado de otras típicamente
mediterráneas, como encinas y quejigos, existiendo algún bosque mixto en buen
estado. Es, pues, un espacio de encrucijada desde el punto de vista bioclimático.
El relieve de esta comarca es singular y llamativo, configurador de un paisaje
dominado por formas rotundas y perfiles rocosos. Un relieve abrupto formado por
largas y estrechas estructuras rocosas, conocidas como “loras”, caracterizan el
abrupto paisaje de la región. Penetrar en la comarca de Las Loras por el sur, supone
pasar bruscamente de las formas simples, horizontales y casi monocromáticas de la
cuenca sedimentaria del Duero a toda una variedad de formas de relieve esculpidas
en rocas calizas del Cretácico Superior. En las mismas se han modelado los
principales fenómenos kársticos que se pueden observar a simple vista: dolinas,
cuevas, cresteríos, cortados, surgencias y sumideros.
En el sector de Las Loras los elementos culminantes del relieve se perciben
como impresionantes relieves tabulares, tanto por el desnivel que introducen respecto
a los valles como por la sucesión de cantiles calizos y taludes de acusada pendiente,
mediante los cuales se resuelve el enlace entre cimas y sectores deprimidos. Sin
embargo, en este paisaje, las cimas planas no son lo que podrían parecer, pues el
relieve es infiel a las estructuras. En realidad, se trata de un original tipo de relieve
plegado inverso, que ha convertido en cumbres las charnelas sinclinales. Así pues, los
elementos destacados no son anticlinales, que por el contrario han sido totalmente
vaciados y convertidos en valles o combes, sino sinclinales colgados, que recuerdan a
enormes buques varados en tierra firme. Del mismo modo, la gran unidad de la
Paramera de la Lora se corresponde con un sinclinal de grandes dimensiones y
suaves buzamientos, que la intensa erosión ha dejado también en resalte. Su
expresivo nombre hace referencia a la similitud morfológica con los páramos de
cuenca, si bien, desde el punto de vista morfogenético su naturaleza es bien distinta.
En el sector suroccidental, la profusión de sinclinales colgados o “loras” y valles
intercalados o “combes” proporciona un paisaje quebrado, lleno de matices. La
vegetación, abundante en los taludes, rala en las cimas e inexistente en los cantiles
rocosos, juega un papel destacado en la distinción de estratos y en la riqueza visual
del conjunto. Por su parte, la gran extensión de La Paramera, de la que cabría esperar
menor interés paisajístico por su más monótona morfología, encierra, también,
sorprendentes contrastes y hermosos paisajes debidos al encajamiento de los ríos que
la recorren. Destacan por su profundidad y belleza los cañones del Ebro y del Rudrón.
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
14
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
Similar a éstos aunque mucho más modesto es el cañón que excava el río Odra al
norte de Congosto, profundos tajos en el páramo circundante enmarcados por
vertientes abruptas que dejan al descubierto los distintos estratos correspondientes a
los pisos superiores de la cobertera mesozoica. La abundancia de vegetación en los
taludes y la ausencia de ella en los cantiles rocosos contribuyen a la diversidad visual
de los cañones. Por el contrario, en lo alto del páramo la vegetación de porte arbóreo
es escasa e incluso la vegetación arbustiva y herbácea es rala y discontinua, como
corresponde a unos suelos de naturaleza caliza, raquíticos, rocosos y áridos.
El fondo de los valles presenta gran cantidad de depósitos cuaternarios
arcillosos provenientes de la meteorización de las calizas dominantes circundantes.
Así mismo también afloran abundantes estratos de areniscas y conglomerados de
edades más antiguas que las calizas de las loras.
Fuentes y manantiales son muy abundantes en toda la comarca. La porosidad
de la caliza en la superficie de los páramos y en la cima de las Loras no favorece la
escorrentía superficial, pues la lluvia y la nieve deshelada se filtran por la roca, para
alimentar los numerosos acuíferos y cauces subterráneos existentes. Estas aguas
emergen a la superficie dando lugar a manantiales temporales, muy numerosos en
invierno y primavera, y a manantiales permanentes, que ven aumentar notablemente
su caudal tras la recarga invernal y el deshielo. Uno de ellos es la “Fuente Manapites”,
surgencia que mana desde las profundidades de la lora uniéndose en un arroyo al río
Odra antes de su llegada a Fuenteodra o incluso el propio nacimiento del río Odra, con
características similares y en cuyo recorrido inicial sufre insurgencias y resurgencias
constantes. Es frecuente entonces, que en puntos concretos de las escarpadas
vertientes de las loras y de los cañones se formen, por unos días, espectaculares
cascadas que se precipitan al vacío, como la del río Odra al norte de Fuenteodra, en la
cascada conocida como “La Yeguamea” que nace de un orificio abierto en medio de
un elevado farallón calizo generando un espectacular chorro de agua a presión.
Debido a su procedencia kárstica, las aguas subterráneas presentan una tonalidad
azul debido a su participación en procesos de disolución kárstica, creando una película
de agua extremadamente cristalina y azulada.
*-63,*% " '613+,%9:%
Desde la Edad de Piedra y hasta después de la Edad Media, los pobladores de
la zona tuvieron que vivir en las zonas altas de las loras por razones defensivas. La
rotundidad y protagonismo de las formas de relieve, dominado por los elementos
naturales, destacan como hitos de referencia en el paisaje y en las que el ser humano,
a pesar de la dureza del clima del lugar, veía un perfecto espacio donde construir sus
poblados y defenderlos fácilmente. Así, se encuentran restos de la temprana presencia
humana en estas tierras, como lo atestiguan los numerosos dólmenes, castros y otros
vestigios arqueológicos desperdigados en el territorio.
La ocupación humana de Amaya se inicia hace unos 3.000 años en la Edad del
Bronce. Posteriormente fue una importante ciudad de la Cantabria prerromana que
acabó siendo conquistada por las legiones de Roma. Los historiadores romanos
narran el asedio al que fue sometida la antigua ciudad cántabra de Amaya por las
tropas mandadas por el emperador Augusto. Desaparecida la autoridad romana, los
cántabros volvieron a vivir en un régimen de autogobierno hasta el 574 después de
Cristo, año en el que el rey visigodo Leovigildo entrando en Cantabria dio muerte a sus
jefes y ocupó su capital, Amaya. No acabarían aquí las disputas por la posesión de
esta estratégica ciudad, ya que en el 711, una columna musulmana llega hasta Amaya
y la ocupa. Tendrían que pasar casi 150 años para que los cristianos la
15
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
reconquistasen definitivamente. Así en el 860, Rodrigo, el primer conde de Castilla
pobló de nuevo la ciudad. El avance de la reconquista terminó con su legendario
pasado. De todo este pasado glorioso sólo quedan unos pocos testimonios
arqueológicos. También se pueden destacar entre otros los castros de la Edad del
Bronce de la Lora y los de la Edad del Hierro de la Ulaña.
Frente a una naturaleza poco generosa, con un clima con cambios bruscos de
temperatura y precipitación (temperaturas extremas en invierno, periodos húmedos y
secos y fuertes tormentas), los habitantes de estas tierras han tenido que amoldarse a
un espacio con una trama física repleto de inconvenientes en lo que respecta a su
articulación y aprovechamiento. Los habitantes de estas tierras han ceñido su vida, su
poblamiento, sus vías de comunicación y sus tierras de labor a la angostura de los
valles, arañando también algunos espacios de pastos y parcelas de cultivo a las
superficies culminantes. En el fondo de los valles, donde hoy día habita la población
del lugar desde que siglos atrás descendieran de los castros, disfrutan de un
microclima más benigno debido al descenso en altitud y a la protección que les
proporciona su encajamiento. Frutales y cultivos de huerta ocupan parte de las tierras
de cultivo en estos angostos valles, así como la patata de siembra.
Los pueblos son, en la actualidad una numerosa variedad de pequeñas
poblaciones, separadas entre sí por cortas distancias. La configuración de un relieve
abrupto determina la disposición de los pueblos siguiendo la línea de los valles. De
este modo, la única posibilidad de comunicación es lineal, con escasas posibilidades
de relación entre valles, lo cual ha reforzado el aislamiento histórico que la mayoría de
los núcleos ha padecido a lo largo de su historia. Pueblos de reducidas dimensiones
pero que encierran un gran valor patrimonial, con algunas joyas románicas, una
hermosa arquitectura popular y de casas solariegas. La piedra caliza, muy abundante
en la zona, tiene gran responsabilidad en la belleza y solidez de las construcciones,
tanto modestas como señoriales.
Es una zona, pues, eminentemente rural cuya economía se basa
principalmente en la agricultura (especialmente de cereal) y en menor medida en el
sector ganadero (ovino principalmente), cinegético (jabalí, corzo, liebre, perdiz roja) y
forestal (ésta última muy escasa).
En la actualidad (ver Tabla 1) el número de habitantes totales en los municipios
integrantes del LIC y ZEPA es de 3.678, repartidos en 883 km2, con una densidad de
población muy baja, de 4,17 habitantes/km2.
Población
(habitantes)
381
174
168
629
92
366
1.868
3.678
Basconcillos del Tozo
Humada
Rebolledo de la Torre
Sotresgudo
Urbel del Castillo
Valle de Valdelucio
Villadiego
TOTAL
*
$
%52%
!
+ ,
-
1
" +
)
63 '
3
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
4
Densidad
2
(hab/Km )
3,16
2,04
3,33
3,65
2,98
3,82
5,70
4,17
2
Superficie (Km )
120,67
85,19
50,51
172,19
30,83
95,70
327,96
883,05
)
&'( )
'
5
/4
3
#.
16
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
! !
2 :3
&,%
El río Odra pertenece a la cuenca hidrográfica del Duero. Posee 67 kilómetros
de longitud. Nace en la Peña de la Lora, al noroeste del pueblo de Fuenteodra y
desemboca en el río Pisuerga en la localidad de Pedrosa del Príncipe (Burgos) al sur
de su nacimiento.
Hidrológicamente, el río Odra y sus afluentes se caracterizan por ser cauces de
ambiente mediterráneo, con un curso de agua con una continuidad casi permanente
que sufre una gran desecación en época estival que hace desaparecer su curso
aunque no toda sus reservas hídricas, las cuales se mantiene en las numerosas pozas
existentes. En época primaveral y otoñal presenta sus máximos de caudal,
generándose frecuentes y periódicas avenidas que desbordan el río de su cauce.
La morfología del río Odra se puede dividir en dos tramos antes de su
desembocadura en el río Pisuerga. La parte alta, o cabecera, al norte, está dominada
por una importante zona montañosa, perteneciente a las estribaciones de la Cordillera
Cantábrica, dominada por abruptas montañas calizas denominadas “loras” de hasta
casi 1.400 metros de altitud. Con una pluviosidad alta, posee fértiles vegas. Este tramo
de cabecera del río Odra, desde su nacimiento, hasta el pueblo de Villavedón, queda
dentro del LIC y ZEPA Humada-Peña Amaya, ya descrito con anterioridad.
El resto del curso, hasta su desembocadura, forma parte del LIC Riberas del
Río Pisuerga y afluentes (ES4140082). Esta mitad baja del río, hasta su
desembocadura en el Pisuerga, se caracteriza por estar ocupada casi en su completa
extensión por grandes páramos y llanuras cubiertos por cultivos de secano, de
pluviosidad escasa y fuertes vientos.
Sin embargo, ninguna de estas protecciones con que cuenta el río Odra y el
valle de Humada han impedido los recientes dragados, concentraciones parcelarias,
intensificaciones agrícolas, reestructuraciones de redes de drenaje, creación de
nuevas pistas forestales y aumento de los vertidos de fertilizantes y pesticidas
inorgánicos vertidos ilegales de escombros en humedales que vienen aconteciendo
desde la entrada en el nuevo siglo.
El presente estudio se va a centrar en el análisis de la subcuenca del río Odra
dentro del LIC y ZEPA Humada-Peña Amaya.
Por tanto, entre otros, los factores que han determinado la elección de este río
y su subcuenca (muchos de ellos ya mencionados) se deben a:
1.- Existencia de poblaciones de nutria conocidas desde hace décadas (aunque
potencialmente desaparecieran durante los años 80 a 90).
2.- Tener un caudal y flujo típicamente mediterráneos, con acusadas sequías y
periódicas inundaciones.
3.- Situarse en las cabeceras de las cuencas, no sufriendo de efectos o impactos
producidos aguas arriba y, por tanto, poderse estudiar los efectos de las
perturbaciones que se generan en la subcuenca.
4.- Localizarse en comarcas poco pobladas, con bajos niveles de contaminación y
aprovechamientos hídricos reducidos, no existiendo ninguna presa que modificara
substancialmente el régimen natural del río.
17
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
5.- Situarse en un espacio protegido (LIC y ZEPA de Red Natura 2000), en el que se
encuentra la nutria catalogada como una de las especies amenazadas y a proteger
del mismo.
Entre las localidades incluidas en el LIC y ZEPA Humada-Peña Amaya y en la
subcuenca del río Odra, se encuentran Humada, Fuencaliente de Puerta, Fuenteodra,
Rebolledo de Traspeña, San Martín de Humada, Congosto, Villamartín de Villadiego,
Los Ordejones: Ordejón de Abajo y Ordejón de Arriba, todos ellos pertenecientes al
Ayuntamiento de Humada, además de Villavedón, Rioparaiso, Palazuelos de
Villadiego y Barrios de Villadiego pertenecientes al Ayuntamiento de Villadiego.
Dentro del espacio protegido, el río Odra nace al noroeste de Fuenteodra, en el
pago de Masatrigos, en las cercanías del monte Carasol, a 1.160 - 1.120 metros
(según el nivel freático) de altitud aproximadamente. Recorre el territorio de norte a sur
pasando por Congosto hasta Villavedón a 860 metros de altitud (con 300 metros de
desnivel acumulados desde su nacimiento), en la frontera del LIC.
El Arroyo San Martín o del Pontón es uno de sus principales afluentes en este
tramo. Nace al sur de Fuencaliente, al pie del Portillo de la Ulaña a 1.140 metros de
altitud aproximadamente. Recorre el valle en dirección este a oeste pasando por San
Martín de Humada y por Humada, uniéndose al Odra antes del desfiladero de
Congosto en el paraje conocido como San Quince, a 940 metros de altitud (200 m de
desnivel acumulados).
Otro de sus principales afluentes es el Arroyo de los Ordejones, que nace en la
Peña Ulaña, al pie de la peña El Castillo, a 1.100 metros de altitud aproximadamente,
pasando por Ordejón de Abajo en un recorrido de este a oeste hasta unirse al Odra en
Congosto, a 905 metros de altitud (195 metros de desnivel).
A parte, existen numerosos arroyos en la cuenca del Odra dentro del LIC
menos destacables que los enumerados, por lo que el presente estudio se va a centrar
en estos tres cursos hidráulicos principales.
La anchura de los cursos es muy variable, desde los 0,5 metros en las
cabeceras, hasta los 5-8 metros al paso del Odra por Congosto y Villavedón. Sin
embargo, las anchuras predominantes oscilan principalmente entre 0,5 y 3 metros.
En total, la superficie de la subcuenca del río Odra estudiada dentro del LIC y
ZEPA Humada-Peña Amaya asciende a 10.583,2 hectáreas, en un perímetro de
57.985 m y con una longitud de 33.415 m lineales de curso de agua repartidos entre el
río Odra (18.559 m), el arroyo de San Martín (9.974 m) y el arroyo de Los Ordejones
(4.882 m).
Para mayor información, ver los Anexos Cartográficos y Fotográficos del
presente estudio.
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
18
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
! 7
*6#%.*01 &' 2% 1#6,*% '1 '2 ,:3
&,%
Tal y como se describe en el Anexo I: Información previa, según los datos del
sondeo de nutria de 1994-96 (Ruiz-Olmo y Delibes, 1998), el Pisuerga mantiene una
buena población de nutrias en todo su recorrido, compartido con Palencia, gracias a la
buena conservación de sus riberas y abundante pesca, mientras que su afluente, el río
Odra, presenta nutria ocasionalmente o en muy baja densidad, desde los dragados,
regadíos y desaparición del cangrejo autóctono. A pesar de ello, en el río Odra no
aparece ninguna estación positiva en este sondeo. Comparados con los resultados del
sondeo de 1984-85 (Delibes, 1990), donde las causas de la regresión de la nutria eran
más acuciantes (amplia contaminación, disminución de los recursos tróficos, en
especial el cangrejo, graves destrucciones de ribera), la situación de la nutria ha
mejorado entre estos 10 años de sondeo. Por ello, aunque las causas que han llevado
a disminuir las poblaciones de nutria no han desaparecido (por lo que la mejora no se
puede dar como asegurada de cara al futuro y no se debe de bajar la guardia ante
presentes y futuras nuevas agresiones como concentraciones parcelarias, dragados y
“limpiezas” de cauces o canalizaciones), sí han mejorado en los últimos años (mejora
de los recursos tróficos, disminución de la contaminación y recuperación de riberas
dañadas) y con ello las poblaciones de nutria han aumentado.
No obstante, y a pesar de los resultados que se observan en las figuras 17 y 18
del Anexo I: Información previa, correspondientes a los dos sondeos realizados en
Burgos, en donde el río Odra y sus alrededores no cuentan apenas con estaciones
positivas, cabe reseñar que según datos aportados por Alberto Hernando
(comunicación personal), uno de los responsable de los sondeos realizados en Burgos
en 1984-85 y 1994-96, el río Odra siempre ha tenido nutrias, aunque la escasa
distribución y la itinerancia que por esas fechas tenían debido a su escasez hicieron
que no se reflejaran estaciones positivas en los sondeos realizados.
Más recientemente, según datos aportados por Javier López de Luzuriaga
García (comunicación personal), en el último sondeo de nutria realizado por la SECEM
en los años 2004-2005 en Burgos (aún no publicado), el río Odra presentó estaciones
positivas para la presencia de nutria, siendo éstas: Pedrosa del Príncipe (río Odra),
Castrojeriz (río Odra), Villasandino (río Odra), Sasamón (río Odra), Villamayor de
Treviño (río Odra), Albacastro (río Sauquillo). También se detectó la presencia de
nutria en Sotresgudo (Arroyo de Ríofresno o río Fresno). Por tanto, y a pesar de ser
resultados provisionales, comparando con los resultados de los sondeos de 1984-85 y
1994-96 (ver figuras 17 y 18 del Anexo I: Información previa), se puede observar que
aguas abajo de la zona de estudio, la población de nutria ha mejorado
considerablemente en la zona de estudio.
Así mismo, comparando los datos de los dos primeros sondeos realizados en
España, con el estudio realizado en cuadrículas UTM en el 2002 y del último sondeo
provisional realizado en 2004-2005 (ver figuras 13, 14, 15 y 16 respectivamente, del
Anexo I: Información previa), en el que aparece la nutria excelentemente representada
en Burgos, se puede observar una gran mejoría de las poblaciones de nutria,
confirmándose la tendencia al alza que se viene observando desde finales de los años
80.
19
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
! ;
% 1#6,*% '1 #$ %&%< 2% .31-',=%.*01 &' /352%.*31'-*1+#2%,'- " ,'/,'-'16%6*=%En España, la nutria se distribuye actualmente por una parte importante del
país, aunque el hecho de estar ligada a unos ambientes muy concretos, los acuáticos,
hace que el territorio que en realidad ocupa sea muy escaso. Estos hábitats
representan un porcentaje mínimo de la superficie española. Como la nutria sólo
sobrevive en una parte de ellos, se concluye que únicamente puede ser encontrado en
una parte mínima del territorio (menos que la del lobo o el lince por ejemplo). Por otro
lado, hay que recordar que en grandes masas de agua únicamente utiliza de una
forma habitual una estrecha franja correspondiente a las orillas, por lo que este
porcentaje es en realidad menor.
Por ello, hay que resaltar lo escaso de su hábitat (hecho que a menudo pasa
inadvertido, ya que siempre hay algún río, arroyo o lago cerca) y lo vulnerable que
resulta. Dado su carácter bioindicador, todas sus poblaciones merecen una especial
consideración.
Pero, además, existen diversas poblaciones que destacan al encontrarse en
unas circunstancias biogeográficas, ecológicas o de singularidad que las otorgan
particular interés, máxime si se recuerda que no existen poblaciones en condiciones
comparables en otros lugares de Europa, e incluso del Mundo. Ruiz-Olmo y Delibes
(1998) destacan en el segundo sondeo nacional de esta especie que estas
poblaciones son: poblaciones litorales asociadas a humedales y estuarios, alta
montaña, lagos y lagunas, ambientes mediterráneos fluctuantes y poblaciones de
nutria simpátridas y sintópicas con poblaciones de visón europeo.
De todas éstas, la población estudiada en el LIC Humada-Peña Amaya se ajusta
ampliamente a dos de ellas, la alta montaña y los ambientes mediterráneos
fluctuantes, cuya sinergia potencia su singularidad.
%
26% $ 316%(%
En estudios realizados en el Pirineo en ambientes fluviales se demuestra que
los 800-1000 metros constituyen una altitud de cambio ecológico. Las poblaciones de
nutria que se encuentran por encima de los 1.500 m de altitud merecen una especial
atención y medidas claras de conservación, ya que se encuentran bajo un importante
estrés alimenticio y ambiental, accediendo a estos lugares para explotar recursos
alimenticios estacionales. En España, estas poblaciones son: Pirineos, cordillera
Cantábrica (en diversas cabeceras), Montes Universales (alto Tajo y afluentes), lago
de Sanabria y las lagunas de la Sierra de Gredos y del Sistema Central, y las sierras
de Cazorla y Segura.
5
$ 5*'16'- $ '&*6',,41'3- 92#.6#%16'-
Estos se cuentan sin duda entre los ambientes más característicos de neutros
país, condicionados por la dinámica del régimen de lluvias y por los suelos a menudo
permeables. Los caudales suelen ser máximos en primavera y otoño, altos en invierno,
y frecuentemente mínimos (e incluso no circulantes) en verano. A esta situación debe
añadirse el efecto del hombre, que con sus necesidades y explotación de agua, la
agudiza. Al estrés hídrico normal deben superponerse periodos de sequía, que
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
20
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
constituyen un factor limitante de gran trascendencia, como los vividos actualmente en
2005 y 2006. En estos cursos, muy a menudo de pequeñas dimensiones, se pone a
prueba la capacidad de adaptación de la nutria, lo que constituye una de las
peculiaridades de la especie en la Península Ibérica.
Las zonas más importantes en España que poseen estas características con
más marcado carácter se encuentran en las pequeñas cuencas litorales o de media
montaña que vierten en el sur y levante (Cádiz, Málaga, Murcia, Albacete, Castellón,
Tarragona, Lleida, Cuenca o Teruel), aunque también pueden encontrarse numerosos
ejemplos repartidos por gran parte de la Península Ibérica.
La zona de las Loras estudiada, situada en la cordillera Cantábrica del norte de
Burgos, sin llegar a las cotas de 1.500 m como las anteriormente descritas, poseen
valores ambientales que la asemejan a las zonas de alta montaña. Las altitudes
oscilan desde los 860 a los 1.370 m de altitud (Peña Amaya) y una altitud media de
1.060 m, posee una orografía muy abrupta y una climatología extrema similar a zonas
de mayor altitud pero con un componente mediterráneo muy marcado.
La geología, predominantemente caliza, característica de la zona, se une con la
marcada sequía estival provocando la desecación de los pequeños ríos y arroyos de
cabecera que existen en la zona, donde deja de correr el agua que únicamente resiste
en las numerosas pozas que se forman a lo largo de los cauces secos gracias a los
sedimentos de arcillas generados de la meteorización química de la caliza.
La conjunción de estos dos factores, por una lado las características de alta
montaña y por otro la climatología y comportamientos mediterráneos, hacen de la
población de nutria del LIC Humada-Peña Amaya interesante desde el punto de vista
conservacionista.
21
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
7
La metodología empleada para la realización de este trabajo, se basa en la
utilizada en los sondeos realizados en España en 1984-85 (Delibes, 1990) y a 1994-96
(Ruiz-Olmo y Delibes, 1998), con las modificaciones necesarias para adaptarlo a una
escala local, que se explicarán más adelante. En estos sondeos, el trabajo se basó en
las recomendaciones que el Grupo de Especialistas en Nutria de la UICN realizó en la
Primera Reunión de su Sección Europea (Oderhaus, R.F. Alemana, abril de 1984),
recibiendo el nombre de “otter surveys” (sondeos de nutria). Esta metodología fue
desarrollada a finales de los años 70 por diversos autores británicos (Lenton y col.,
1980, Mason y Macdonald, 1986) y consiste básicamente en la búsqueda de señales
inequívocas de la presencia de la especie (casi exclusivamente excrementos, marcas
anales, gelatinas y huellas), a lo largo de tramos determinados de ribera, en
estaciones homogéneamente distribuidas por el área de estudio.
La nutria es un animal escaso, predominantemente nocturno, desconfiada y por
ello muy difícil de observar en la naturaleza. Sin embargo, sus deyecciones son muy
características y, por tanto, fáciles de identificar. Además, el animal las utiliza como
señales olfativas, depositándolas con preferencia en lugares sobresalientes, como
piedras aisladas en el agua, playas, troncos caídos, bases de puentes, confluencias de
corrientes, etc. El método se basa en que los lugares que la nutria acostumbra a
marcar son predecibles y, por tanto, resulta posible buscar en ellos para ver si están
señalados con heces o no.
Según esta metodología, se consideran señales seguras de nutria,
exclusivamente, sus excrementos, sus huellas cuando se encuentran bien marcadas, y
marcas y gelatinas anales, en los dos últimos casos sólo cuando son bien conocidas.
Las huellas son buscadas sobre barro, arena o tierra, en orillas, cuevas, grietas y otras
zonas. El resto de señales, sin embargo, son depositadas frecuentemente en lugares
llamativos o predecibles (cuevas, grietas, puentes, piedras, montones de hierba,
arañazos en la arena o barro, final de islas, unión de cursos, etc.). No se aceptan
como prueba definitiva, en cambio, otros indicios de su existencia, tales como peces
comidos, toboganes, posibles madrigueras, etc.
En los sondeos nacionales de 1984-85 y 1994-96, se emplearon como base los
mapas de escala 1:50.000 de toda España peninsular. Se muestrearon todos los tipos
de masas de agua, (arroyos, ríos, embalses, lagos, costa, pozas de agua,…)
independientemente de su estado de conservación o su nivel hídrico (incluso cauces
secos). Una vez que seleccionaban una estación de muestreo dentro de cada
cuadrícula de mapa, se recorrían minuciosamente 600 m de margen anotando el
número y la distribución de las señales de nutria vistas. Si se encontraba alguna, el
muestreo se daba por terminado, juzgándose innecesario buscar más allá de la
primera señal. En caso contrario, la búsqueda continuaba hasta completar los 600 m
considerando el muestreo negativo si en dicho tramo no se encontraba ninguna señal.
El muestreo a lo largo de 600 m de ribera es normalmente suficiente para
detectar la presencia de la nutria, pero puede fallar en el caso de poblaciones muy
reducidas o donde la especie aparezca sólo ocasionalmente. Según los autores de la
metodología, espaciando los tramos de muestreo cada 5 km se podría comprobar casi
con total seguridad si el río está habitado por la especie. En cualquier caso, este
problema se ve minimizado por la práctica recomendada de iniciar los recorridos
siempre a partir de puntos especialmente adecuados para encontrar señales (bajo
puentes…) y continuando por el tramo o margen aparentemente más prometedor para
hallarlas. Las necesidades espaciales de una nutria son de 5-100 km lineales de
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
22
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
ribera, y un solo ejemplar es capaz de marcar toda su área de campeo, haciéndolo
incluso en pueblos o ciudades.
Las principales ventajas de esta metodología radican en los requisitos del
método:
-
Trabajo de campo, con información directa.
-
Procedimiento estandarizado que permite prospectar todo el territorio, y que
puede ser repetido con periodicidad.
-
Rapidez y “sencillez” de realización. “Fotografía” de la situación en un
momento.
Sin embargo, entre los principales inconvenientes y dificultades de
interpretación de los resultados (ya se ha enumerado alguna) del método deben
señalarse los siguientes:
23
-
Si bien el hallazgo de una señal de nutria permite afirmar la presencia de la
especie, la falta de señales no permite confirmar su ausencia. En el caso de
poblaciones muy reducidas o individuos aislados, apenas dejan señales, tal vez
porque al carecer de vecinos no tienen necesidad de dejar marcas olfativas. No
obstante, secuencias de estaciones negativas son bastante indicativas de que
la especie falta en el área (Ruiz-Olmo y Delibes, 1998; Prenda y López, 1999;
Bueno y Bravo, 1998).
-
La probabilidad de no detectar a la nutria, aunque esté presente, a través de
sus deyecciones en un control de 600 m, oscila entre un 0-10%. Por encima de
los 500-600 m de tramo, para mejorar los resultados de una forma casi
inapreciable se necesita incrementar la distancia prospectada en centenares de
metros. De hecho, un 79% de las estaciones positivas lo son en los 100
primeros metros.
-
Diversos factores pueden afectar a la persistencia de deyecciones y huellas en
un medio (lluvias, riadas, variaciones en el nivel del agua ligadas al
aprovechamiento hidroeléctrico, etc), o a la detectabilidad de éstas (vegetación
densa, ausencia de barro o arena, etc).
-
Investigaciones realizadas demuestran que la distribución y densidad de las
señales se ven afectadas por el transcurso de las estaciones, sexo, estado
reproductivo, nivel de población y características del hábitat. Estos factores
deben tenerse en cuenta a la hora de interpretar los resultados del sondeo, de
los que no cabe extraer consecuencias muy rotundas en lo que se refiere a
densidad de población y utilización del hábitat.
-
La densidad de excrementos en un tramo o una región no pude ser utilizada
como una estima del número de nutrias existentes. En cualquier caso, se ha
demostrado que donde existen muchas nutrias existe una mayor densidad de
excrementos, y que donde existen pocas nutrias existe una menor densidad de
excrementos. A grosso modo, estos datos pueden ser utilizados, siempre que
se coparen idénticos periodos del año, con zonas similares, ya que la nutria
presenta una clara estacionalidad en el marcaje en determinadas zonas, pero
no en otras.
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
Esta metodología es, pues, una herramienta útil basada en la presenciaausencia de la especie. En general, el método es útil para “monitorear” la distribución
de la nutria y sus cambios a gran escala, pero poco eficaz para otros estudios, debido
a que la deposición de los excrementos y otras señales están sujetos a factores
climáticos, hidrológicos y conductuales muy variables, no relacionados
necesariamente con el uso de las zonas por las nutrias, ni con el número de nutrias de
una zona.
La metodología funciona correctamente para sondeos del estado de
conservación de la nutria a gran escala, teniendo en cuenta sus limitaciones
anteriormente expuestas. No obstante, por el contrario, la reducción de escala
(estudios regionales, provinciales o de cuencas fluviales, como es el caso del presente
estudio), pueden agudizar los defectos de la metodología anteriormente mencionados,
por lo que es obligado en este tipo de estudios la introducción de nuevos requisitos
metodológicos, entre ellos:
•
Prolongación de los tramos de sondeo
•
Aumento de la densidad del sondeo
•
Muestreo estacional
Estos requisitos han sido incorporados a la metodología anteriormente
expuesta a la hora de la realización del presente estudio, tal y como a continuación se
explica.
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
24
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
7
%,%.6',*>%.*01 &' 2%- -'(%2'- &' 1#6,*%
Tal y como se ha dicho con anterioridad, la metodología de estudio de la
presencia de nutria en la cuenca del río Odra dentro del LIC y ZEPA Humada-Peña
Amaya se basa en la detección de señales inequívocas de la nutria, en concreto
excrementos y huellas claras. Según la guía de indicios de mamíferos (Clavero,
Blanco-Garrido y Ruiz-Olmo, 2003), las características de ambas señales son:
#'22%La nutria tiene extremidades anchas, con cinco fuertes dedos unidos en casi
toda su longitud por una membrana bien desarrollada y rematados por cortas uñas
(hasta 5 mm), que se van haciendo romas con la edad. Sus huellas son de forma
general redondeada (ver figuras 9 y 10 del Anexo I: Información previa), grandes, algo
más anchas que largas (entre 44 y 68 mm de longitud y 45 y 72 mm de anchura tanto
manos como pies, aunque si se tiene en cuenta el talón que a veces se marca en la
mano puede llegar a 9 cm de longitud) y fáciles de encontrar en substratos húmedos
junto a cualquier tipo de cuerpo de agua.
En ambas extremidades la nutria marca los cinco dedos, si bien la impresión
del dedo interno (pulgar) aparece más frecuentemente en las huellas de las manos
que en las de los pies. Sobre terrenos duros, las almohadillas digitales son ovaladas o
redondeadas.
Sobre el barro o la nieve suelen aparecer unidas a las marcas de las uñas,
presentando el conjunto un característico aspecto de lágrima. En contra de lo que a
menudo se dice, la membrana interdigital raramente deja marca, y sólo puede
apreciarse en los substratos más blandos y finos.
Las almohadillas intermedias tienen forma trapezoidal con dos lóbulos en la
base, de los cuales el exterior es algo mayor. Alrededor de ellas se disponen las
almohadillas digitales, quedando la correspondiente al pulgar (claramente la más
pequeña) algo retrasada con respecto al resto. Los dedos de la nutria son bastante
móviles, por lo que su posición relativa respecto a la almohadilla intermedia es muy
variable.
Las huellas de las manos presentan a menudo la impresión de un nítido talón,
de forma redondeada y desplazado hacia la zona externa de la huella.
Ocasionalmente, en huellas muy bien impresas, la almohadilla intermedia de los pies
puede también presentar una prolongación en forma de talón poco definido y más
corto que el de las manos.
Es frecuente confundir las huellas de crías de nutria con las de garduñas,
visones o turones, pero la longitud total de la huella de las jóvenes nutrias al
abandonar la madriguera (superior a 50-58 mm) suele ser mayor que la de estos
mustélidos.
!
? .,'$ '163-
La nutria defeca decenas de veces al día, ya que el marcaje con excrementos
tiene una importante función social. Por ello los excrementos son extremadamente
variables en tamaño. Sin embargo son fáciles de identificar atendiendo a su
localización, su contenido y su olor característico.
25
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
La nutria suele depositar sus excrementos en lugares prominentes cercanos al
agua o sobresaliendo de ella (sobre piedras o rocas, bajo puentes u otras estructuras,
sobre azudes, en confluencias de cursos de agua, sobre troncos, en cuevas, en
grietas, en playas de arena o sobre montones de hierba elevados,...). Determinados
lugares son utilizados para defecar durante generaciones, acumulándose en ellos
cientos de excrementos (se han encontrado más de 300 en varias ocasiones). Letrinas
de más de 25 excrementos o áreas de alta densidad de letrinas y excrementos se
asocian normalmente con madrigueras de cría, zonas utilizadas por hembras con crías
o lugares importantes por el alimento.
El tamaño de los excrementos va desde pequeñas marcas de poco más de 10
mm de longitud y 7 mm de diámetro, hasta masas cilíndricas de más 110 mm de
longitud y 20 mm de diámetro. Los excrementos suelen ser cilíndricos y algo retorcidos
(figuras 11 y 12 del Anexo I: Información previa). En ellos encontraremos
frecuentemente huesos y escamas de peces y piezas del exoesqueleto de cangrejos
de río. También pueden aparecer huesos de anfibios, restos de reptiles (piel de
culebras, placas de galápagos,...) y pequeños artrópodos (insectos, camarones).
Raramente restos de aves y mamíferos, mientras los restos vegetales son resultado
de un consumo accidental (nunca aparecen, por ejemplo, semillas de frutos carnosos).
El olor desprendido por los excrementos de nutria es intenso, dulzón
(relativamente agradable) y con un inconfundible parecido al del pescado o al del
marisco (frecuentemente se diría que “no parece el olor de una caca”). Este aroma se
mantiene aún en excrementos viejos, si bien su intensidad se va reduciendo (tomando
cierto olor a polvo). Los excrementos con restos de reptiles pueden tener un olor más
desagradable, mientras que los depositados en zonas muy húmedas o en lugares
cerrados pueden desprender un desagradable olor a amoniaco.
El color de los excrementos es muy variable y tiene relación con el contenido
de los mismos y su edad. Los que contienen restos de peces, anfibios o reptiles suelen
ser negruzcos, grisáceos, o de tonos verdosos oscuros. Los excrementos compuestos
por restos de cangrejo rojo cuando están frescos son de un intenso color rojo. Con el
paso del tiempo van tornándose mas claros (blancuzco, gris claro, amarillento o verde
oliva) y los que contienen restos de crustáceos toman apariencia papirácea. Los
excrementos de crías amamantadas pueden ser amarillentos, con una apariencia
grumosa.
La textura de los excrementos pasa de ser pastosa y algo líquida cuando son
recientes, a rígida y quebradiza cuando envejecen. Son rugosos y ligeramente
punzantes debido a los restos de espinas, vértebras, dientes y escamas, que dan al
excremento un aspecto “desordenado” (figuras 11 y 12 del Anexo I: Información
previa).
Además de los excrementos las nutrias producen otros tipos de señales.
Algunas marcas consisten en pequeñas manchas circulares oscuras de aspecto
oleoso, adheridas a piedras o rocas. También son típicas de la especie las gelatinas
anales, que suelen producirse cuando una nutria ha estado sin comer más de 20-24
horas. No contienen restos de presas, y son generalmente verdosas o amarillentas,
aunque el color puede variar bastante. Estos últimos no se van a tener en cuenta a la
hora de realizar el muestreo debido a la alta especialización que hay que tener para su
correcta identificación.
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
26
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
7 !
'2'..*01 &' 2%- '-6%.*31'- &' $ #'-6,'3 " $ #'-6,'3 &'
2%- $ *-$ %Para la selección de las estaciones de muestreo hay que tener en consideración
los siguientes supuestos:
-
Las necesidades espaciales de cada individuo de nutria son muy elevadas,
cifrándose en 5-100 km lineales de curso fluvial u orilla de masa de agua,
recorriendo hasta 10-20 km diarios.
-
En la Península Ibérica las densidades de señales por tramo de 600 m
(independientemente de su situación) oscilan normalmente entre 5 y más de
600 excrementos y marcas por kilómetro.
-
Una sola nutria es capaz de aportar suficientes excrementos como para
permitir detectar con facilidad la presencia de la especie.
La selección de las estaciones de muestreo depende del territorio a muestrear.
En los sondeos realizados a nivel nacional y regional se utilizaron mapas 1:50.000 y
1:25.000. Sin embargo, en el presente estudio, debido a la escasa superficie y a la
naturaleza de escala local y reducida de la zona de estudio, la cuenca hidrográfica del
río Odra dentro del LIC y ZEPA Humada-Peña Amaya, no se consideró necesario
realizar estaciones de muestreo estrictamente ubicadas por cuadrantes cartográficos y
separadas entre sí una distancia mínima de 5 km, siendo situadas en zonas
convenientemente separadas y con diferentes características hidro-ecológicas, y
recorriéndose exhaustivamente tramos completos de ríos en algunos casos, y
representativos en otros, hasta completar la casi total representatividad de la cuenca
hidrográfica de estudio, centrándose en los tres cursos fluviales principales: el río
Odra, el arroyo de San Martín y el arroyo de los Ordejones.
El hecho de que, a menudo y durante kilómetros, los ríos y arroyos estén
rodeados de densos cinturones de vegetación palustre, prácticamente impenetrables,
impide que puedan apreciarse rasgos llamativos donde localizar excrementos (rocas,
troncos, orillas…), dificultando el muestreo. Entre las recomendaciones que se realizan
para la selección final de los lugares de muestreo, está el elegir lugares de fácil
acceso, aprovechado que la nutria se mueve a través de la red hidrográfica. Por ello, y
teniendo en cuenta la predilección de esta especie por marcar lugares visibles del río,
los lugares en los que se recomienda muestrear son puentes (si hay nutria, la mayoría
de las veces se encuentran sus rastros bajo puentes o muy cerca de ellos), junto a
carreteras, en ramales de carreteras que llegan al río o masa de agua, etc. Los
resultados obtenidos en los últimos 15 años en Europa demuestran que no por
prospectar los tramos alejados del hombre o más remotos se mejoran los resultados,
ya que la nutria no duda en visitar pueblos o ciudades, atravesarlos en incluso criar en
ellos.
Debido a que a la vez que se muestreaba la presencia de nutria se analizaba la
hidro-ecología de ríos y arroyos principales de la cuenca del Odra y su estado de
conservación, se han recorrido tramos completos de los mismos, tal y como se
recogen en las fichas de cada uno de ellos. Para el muestreo y búsqueda exhaustiva
de señales de nutria, se han seguido las recomendaciones anteriormente enumeradas.
Así, pues, dentro de los recorridos completos realizados a los diferentas cursos
fluviales que conforman la hidrología del río Odra, las estaciones de muestreo se
colocaron en lugares representativos de éstos, y se buscó exhaustivamente en lugares
donde hubiese más probabilidad de encontrar los restos de las nutrias (debajo de
27
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
puentes, en piedras o troncos situados en medio del río, en confluencias de ríos o de
acequias, en pequeñas “islas” de arena u orillas muy destacadas), prospectándose
diferentes tramos del río hasta que se detectó la presencia de la nutria, no
considerándose necesario continuar en la misma zona la búsqueda exhaustiva de
señales, dado que el estudio sólo pretendía establecer la presencia-ausencia del
mustélido en el tramo (la abundancia no es posible establecerla con este método y
debe de recurrirse a la captura y radioseguimiento para ello).
Por lo tanto, dos de los requisitos que se imponen en la metodología de sondeo
de nutria al reducir la escala de estudio, la prolongación de los tramos de sondeo y el
aumento de la densidad del sondeo, quedan solventados con las modificaciones
introducidas a la metodología anteriormente enumeradas, aumentando la distancia
muestreada y el número de puntos de muestreo respectivamente, adaptándolos a la
cuenca de estudio.
7 7
',*3&3 &' '-6#&*3
Por las recomendaciones anteriormente expuestas, al ser un estudio realizado
a escala local y muy reducida, se ha realizado un sondeo repartido en diferentes
estaciones del año, dada la estacionalidad con la que pudiera aparecer la nutria en
esta zona.
Así, se han realizado varios muestreos a lo largo de todo el periodo de estudio
del año 2006:
-
Al comienzo de la primavera (principios de abril) coincidiendo con la
inexistencia de foliación en las especies vegetales caducas dominantes y la
época reproductora de la amplia fauna anfibia existente en la zona,
especialmente ranita de San Antonio.
-
En periodo estival (agosto) coincidiendo con una reducción drástica de los
recursos hidrológicos existentes, pero no así en los alimenticios (cangrejos
concentrados en las numerosas pozas de agua, mayor abundancia de
peces…), y una mayor cobertura vegetal aparente al presentar hoja todo los
árboles y arbustos de la zona.
-
En periodo otoñal (octubre), coincidiendo con una mejora de los recursos
hídricos y antes de la caída de las hojas de la vegetación de ribera y la llegada
del invierno.
Por ello, el último requisito de adaptación de la metodología de sondeo a la
pequeña escala de la zona de estudio, queda solventado.
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
28
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
7 ;
) *.@%- &' '=%2#%.*01 &'2 @45*6%6
Como ya se ha comentado, se han dividido en diferentes tramos los distintos
cauces analizados de la cuenca del río Odra en el LIC y ZEPA de Humada-Peña
Amaya, dando un total de 10 tramos (ver Anexo Cartográfico): 6 tramos para el río
Odra, desde su nacimiento hasta Villavedón, 3 tramos para el arroyo de San Martín, y
1 tramo para el arroyo de Los Ordejones. Dado que el objetivo de este análisis es la
evaluación del hábitat, estos tramos se han establecido bajo criterios de
homogeneidad de su estado de conservación, grado de impacto de los dragados y
limpiezas de vegetación realizados y características de los hábitats circundantes.
Para cada tramo de cauce recorrido se ha cumplimentado una ficha en la que
se describe las características hidro-ecológicas del mismo, así como su estado de
conservación. En cada lugar de aparición de restos de nutria también se han descrito
una serie de datos que figuran en las fichas de los tramos estudiados (descripción,
estado de conservación, resultado del muestreo de presencia de nutria, medidas
propuestas, etc). En el apartado “Medidas propuestas”, se aportan unas medidas
iniciales de mejora del hábitat, si bien en el apartado de Discusión y en el Anexo II, se
desarrollarán más ampliamente junto con el resto de medidas a realizar para la mejora
del estado de conservación de las poblaciones de nutria en la zona de estudio.
Así mismo se ha evaluado la calidad del hábitat de la nutria para favorecer las
actuaciones que se estimen oportunas a posteriori con el fin de mejorarlas. Para ello
se han seguido las indicaciones de metodologías ya establecidas (Sáiz, 2001),
adaptando su valoración a las necesidades del presente estudio. Básicamente, se
trata de elaborar un índice que estime, a través de unos valores cuantitativos
(valorados por comparaciones relativas), cuál es el estado de conservación del hábitat
de la nutria, la ribera. Con este índice, se podrán tomar medidas y decisiones a
posteriori adaptadas a las necesidades de cada tramo con el fin de mejorar las
poblaciones de nutria.
Para ello se han escogido variables de interés características del ecosistema
fluvial y para la calidad del hábitat de la nutria: la cobertura vegetal, el uso del entorno
de ribera, el tratamiento de las márgenes, refugios y molestias aparentes. La
contaminación del agua no se ha recogido como variable, ya que, a pesar de su
existencia en la zona, es difusa en toda la cuenca (fertilizantes agrícolas), difícilmente
controlable sin la intervención de un plan para toda la cuenca, es moderada
(principalmente orgánica proveniente de vertidos urbanos y lixiviados agrícolas) y
puede ser compatible con la presencia del mustélido, si bien esto no excusa, como se
vera posteriormente, para que se deban tomar medidas para disminuirla.
Las variables empleadas y su valoración son:
- Cobertura vegetal (a 5-10 metros de la orilla)
29
Clases de cobertura vegetal
Valor
Nula
0
Matas o árboles aislados
1
Cubierta < 25%
2
Cubierta entre 25 - 50%
3
Cubierta entre 50 -75%
4
Cubierta > 75%
5
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
- Tratamiento de las márgenes
Tratamiento de las márgenes
"Canalizado", con problemas graves
de erosión
"Canalizado" y asentado con
vegetación
Margen erosionado
Valor
Naturales
5
0
2
3
La categoría “canalizado” y “canalizado y asentado con vegetación” se refiere
no a márgenes canalizados con obra civil, sino a márgenes dragados con maquinaria y
excavados de tal forma que se crea una canalización excavada en la tierra y orillas del
cauce. La categoría margen erosionado ocurre como consecuencia de la
inestabilización de la orilla en zonas no alteradas directamente por las actuaciones
humanas, sino como consecuencia de los cambios de la dinámica de erosiónsedimentación aguas arriba y abajo.
- Uso del entorno
Usos del entorno
Urbano
Valor
0
Cultivos y pastos
1
Zona degradada
2
Repoblación
3
Bosque natural
4
La categoría denominada zona degradada pretende caracterizar aquellas
zonas sin ningún uso definido en las que actuaciones humanas han alterado su
vegetación y han sido colonizadas por plantas pioneras como arbustos espinosos
(zarzas, espinos, etc).
- Refugios para la nutria
Capacidad de refugio
Valor
Sin refugios
0
Canales auxiliares al río y vegetación
palustre
2
La anterior y vegetación arbustiva
3
Ribera en muy buen estado de
conservación (vegetación arbórea)
5
No se pretende volver a evaluar la cobertura vegetal de la ribera, sino valorar la
existencia de refugios como canales auxiliares o afluentes próximos, vegetación
palustre densa, árboles viejos, desvíos del río, etc.
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
30
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
- Molestias aparentes
Molestias
Valor
Molestias continuas intensivas (Zonas
urbanas de alta población,…
0
Molestias corrientes (Zonas urbanas
de baja población)
1
Molestias esporádicas
(agricultores,…)
Sin molestias (parajes de difícil
acceso)
2
3
Las investigaciones realizadas sobre la nutria recogen que las molestias no son
un limitante real para la distribución de la nutria, no pareciendo un factor que afecte de
forma determinante a la especie (Ruiz-Olmo y Delibes, 1998; Prenda y López, 1999;
López-Martín, Jiménez y Ruiz-Olmo, 1998; López-Martín, Jiménez y Ruiz-Olmo, 1998)
sino que es un factor relacionado a veces (aunque no siempre, según la tipología de la
presencia humana) con la calidad del agua y el estado de conservación del hábitat.
Como se ve a lo largo del presente estudio los verdaderos limitantes son la calidad del
agua-contaminación, el alimento y los refugios disponibles, ambos relacionados con la
conservación del hábitat. La valoración de las molestias se usará en este estudio
debido a que puede aportar más información sobre los lugares potencialmente
preferidos por la nutria en la zona de estudio, no como factor limitante de la misma.
Hay que recordar que este método aporta una información cuantitativa, pero
relativa, siempre vinculada a la zona de estudio, por tanto, no pueden ser comparados
sus resultados con otras zonas diferentes a la estudiada por presentarse éstas en
diferentes contextos. No obstante, este índice si que servirá de aplicación a la hora de
realizar un seguimiento y una evaluación a posteriori, en diferentes momentos
sucesivos, de las medidas adoptadas para mejorar las poblaciones de nutria en la
zona de estudio.
Este método puede aplicarse de manera más exhaustiva que como se ha
aplicado en el presente estudio, valorándose tramos de río sucesivos de 200 metros
de longitud y analizando por separado cada orilla (en el presente estudio se valoran
globalmente ambas orillas) hasta completar el estudio de toda la cuenca hidrográfica.
Por lo tanto, se lograría un estudio más exhaustivo y concreto de la situación
pormenorizada de todos los cauces de la cuenca de estudio. Sin embargo, teniendo en
cuenta que sería un procedimiento mucho más costoso dada la extensión de la cuenca
de estudio y que muchos de estos tramos se pueden agrupar por tener características
muy similares, se ha priorizado la necesidad de valorar global y rápidamente la zona
de estudio para poder aportar un diagnóstico básico de los problemas de la nutria y
proponer soluciones para corregirlas en el más breve periodo de tiempo sin por ello
perder la necesaria rigurosidad metodológica objetiva.
31
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
;
;
'-#26%&3- &' 23- $ #'-6,'3- &' /,'-'1.*% &' 1#6,*%
A continuación se describen los puntos positivos hallados, tras la realización
del muestreo de la zona de estudio, donde se observa la presencia de nutria. Los
resultados del muestreo realizado han sido positivos en los meses de abril y agosto y
negativos en octubre. La mayoría de las señales han sido huellas, y únicamente se
han encontrado dos excrementos lo que puede deberse a la baja densidad de nutria
existente. Gran parte de los rastros hallados pueden observarse en el apartado 5 del
Anexo Fotográfico (imágenes desde la 72 hasta la 83).
Punto
Tramo
Fecha
Señales de nutria
1
G
11-IV-06
Huellas y escarbaduras-arañazos
2
I
12-IV-06
Rastro de varias huellas
3
C
12-IV-06
Rastro de varias huellas y varios excrementos
compuestos de restos de anfibios.
También huellas de posible visón americano.
4
H
7-VIII-06
Rastro de varias huellas
5
C
7-VIII-06
Huellas
6
F
12-VIII-06
Huellas y excremento compuesto de
caparazones de cangrejos y escamas de peces.
Por tanto, los resultados del muestreo por tramos son:
•
Resultados positivos: Tramos C, F, G, H e I
•
Resultados negativos: Tramos A, B y D
•
Resultados negativos parciales (*): Tramos E y J
(*) Debido a lo intrincado del curso fluvial y su inaccesibilidad, el tramo no ha podido
ser muestreado con la misma intensidad y efectividad que el resto, por lo que no
puede darse por segura la presencia/ausencia de la especie a pesar del resultado
negativo parcial.
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
32
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
; !
=%2#%.*01 .#%2*6%6*=% &' 23- 6,%$ 3- &' 23- .%#.'- &'
'-6#&*3 .3$ 3 @45*6%6 /%,% 2% 1#6,*%
Tramo A: Río Odra, desde su cabecera hasta cascada de La Yeguamea
Longitud
5.658 m
Características del curso fluvial
Anchura media
0,5 – 1 m
Curso de muy escasa entidad en sus primeros kilómetros, prácticamente inexistente en los
meses sin precipitaciones. Recorre una zona con una gran predominancia de sustrato rocoso
calizo, por lo que existen numerosas cascadas, pozas y surgencias.
El curso del río sufre varias insurgencias y resurgencias como consecuencia del sustrato
calizo dominante. En la parte inicial, con existencia de agua circulante, existe un mayor
desarrollo del suelo y también de una formación riparia destacable y bien conservada, con
formaciones arbóreas y arbustivas muy cerradas. Mientras, tras la filtración del agua al interior
calizo (lo que ocurre en verano y en épocas de bajo nivel freático), el cauce se queda seco, lo
que provoca que exista una escasa vegetación de ribera en los tramos con mayor filtrado de
agua debido al suelo menos desarrollado y el mayor periodo de sequía que sufre).
A pesar de ello, en general existen numerosas pozas con agua permanente, hasta en época
estival, con abundantes peces y cangrejos autóctonos en su interior, que valen de reservorio
importante de alimento para la nutria.
Características de las zonas circundantes
En las zonas circundantes que presentan un menor desnivel, donde el suelo no se ve limitado
por el sustrato calizo, se desarrolla una intensa actividad agrícola que llega hasta el borde del
cauce, impidiendo a la vegetación de ribera (en los casos donde crece alguna) que se ponga
en contacto con la vegetación natural del entorno, dominada por terófitos y caméfitos (aulagas
y brezos principalmente).
Sin embargo, cuando el curso fluvial atraviesa por sustratos calizos, aparece únicamente
vegetación arbustiva y pastizales en los alrededores, con sólo un uso ganadero extensivo.
Problemática y estado de conservación
Excesiva afección por turismo en la zona de La Yeguamea, Fuente Manapites y Poza del
Aceite. Furtivismo de cangrejos y sobrepesca. Afección leve de los campos agrícolas.
Resultado del muestreo de presencia de nutria
NEGATIVO
Evaluación como hábitat para la nutria
En general es una zona buena para la conservación de la nutria gracias a las pozas que
perduran con alimento en época estival. Sin embargo, en la parte final, donde se generan las
cascadas de La Yeguamea, existe una barrera geológica importante que dificulta el paso para
la nutria, siendo inaccesible remontar el río por el cauce del mismo, y debiéndose de dar un
rodeo por zonas fuera del mismo para poder acceder a ellos. A pesar de los excelentes
recursos tróficos de que dispone, no se ha podido comprobar en los muestreos realizados la
presencia de la nutria en este tramo, aunque tampoco es descartable que acceda a ella.
Las zonas con buen desarrollo de la vegetación de ribera están muy bien conservadas a pesar
de estar rodeadas de cultivos; pueden servir de referencia a la hora de realizar la restauración
en otras zonas y para obtener el correspondiente material vegetal para las mismas.
El cauce no presenta afecciones significativas.
Medidas de actuación propuestas
Debido a lo limitante sobre la disponibilidad de agua únicamente se propone en este tramo un
restauración vegetal “blanda” con la plantación de una pequeña banda de ribera de salicáceas
y espinosas arbustivas según lo indicado en el apartado de restauración del hábitat (Anexo II:
Plan de restauración del hábitat fluvial y de los recursos alimenticios de la nutria).
33
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
Tramo B: Río Odra, desde la cascada de La Yeguamea a Fuenteodra
Longitud
1.079 m
Características del curso fluvial
Anchura media
1,5 - 2 m
El río se ensancha bastante con respecto al tramo anterior, mientras que su profundidad
disminuye. Se generan zonas de aguas rápidas y bajas con fondos pedregosos, típicos de las
cabeceras de los ríos.
En esta zona, el río, por lo general poco caudaloso, tiende a sufrir fuertes avenidas que
provocan inundaciones.
Características de las zonas circundantes
El curso corre por primera vez por el valle de Humada, llanura donde el río es rodeado por
parcelas agrícolas que limitan según descendemos su curso cada vez más la vegetación de
ribera.
Problemática y estado de conservación
Debido a la mayor abundancia de campos de cultivo, los efectos de la concentración
parcelaria recientemente realizada en el valle de Humada (2002) comienzan a notarse. Por
una lado, se han eliminado la práctica totalidad de las mimbrageras (Salix arbustivos, ver
Anexo II: Plan de restauración del hábitat fluvial y de los recursos alimenticios de la nutria)
presentes en la orilla del cauce, dejando únicamente árboles grandes sueltos. No obstante, se
está dando una regeneración natural importante, pues las mimbrageras comienzan a rebrotar
desde las raíces y ramas que han quedado enterradas en las orillas del cauce.
Por otro lado, se ha ensanchado y profundizado artificialmente el cauce del río, acumulando
los sedimentos en las orillas del mismo con el fin de recrecer sus orillas y parapetarlo para
evitar las inundaciones provocadas por sus desbordamientos. Sin embargo, esto ha provocado
que en zonas localizadas se estén dando fuertes procesos erosivos en la orilla, por incisión del
cauce, aunque en general las orillas de todo el tramo son bastante estables.
Resultado del muestreo de presencia de nutria
NEGATIVO
Evaluación como hábitat para la nutria
La escasa profundidad del río provoca que se den pocas pozas en este tramo, si bien las
zonas de rápidos dominantes son interesantes como frezadero de peces.
La existencia de importantes alteraciones en el cauce como consecuencia de la concentración
parcelaria provoca una disminución de calidad del hábitat para la nutria con respecto a su
potencial natural.
Medidas de actuación propuestas
Se propone la realización de medidas de restauración física del cauce en las zonas donde se
dan los procesos de erosión del cauce más importantes.
Por otro lado, también es necesario que se permita la regeneración natural de la vegetación de
ribera, impidiéndose cualquier actuación que intente controlarla, y potenciándola con la
medidas de restauración propuestas (Anexo II: Plan de restauración del hábitat fluvial y de los
recursos alimenticios de la nutria).
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
34
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
Tramo C: Río Odra, desde Fuenteodra hasta “San Quirce” (unión con el Arroyo de San
Martín)
Longitud
2.887 m
Características del curso fluvial
Anchura media
1,5 – 2,5 m
En general, el río sufre estrechamientos y ensanchamientos numerosos, variando con ello la
profundidad del mismo. En general, las pozas son numerosas.
Características de las zonas circundantes
La tendencia mostrada en el tramo anterior se agudiza, con el río y su ribera cada vez más
asediados por las parcelas agrícolas, cada vez más dominantes.
Problemática y estado de conservación
Con la excepción de una zona a mitad de tramo, denominada “la cascajera”, donde existe un
grado de conservación aceptable (a pesar de las graves erosiones de orillas que presenta), la
ribera está gravemente afectada por la eliminación de la mayor parte de las mimbrageras,
dejando únicamente los numerosos árboles (chopos y sauces arbóreos principalmente) que
jalonan los primeros metros de las orillas.
Las tierras agrícolas han destruido la vegetación de ribera, a ocupado antiguos pastos
inundables y las han transformado en tierras de agricultura hasta el borde del río. El río ha sido
dragado en profundidad y se han depositado sus sedimentos, junto con troncos y restos de la
vegetación de ribera eliminada, en las orillas del mismo con el fin de recrecer sus orillas y
parapetarlo para evitar las inundaciones de las tierras agrícolas anexas. En general, en este
tramo el río se ha visto enormemente “amurallado”, con recrecimientos de hasta 2 metros de
altura con respecto a su borde natural, lo que da como resultado una “canalización” drástica
con material natural del mismo, con alturas de más de 3 m desde el curso del mismo hasta el
borde superior del recrecimiento.
Sin embargo, a pesar de los impactos, esta zona presenta una gran estabilidad en sus orillas,
bien sustentadas en general, salvo en zonas puntuales, donde se dan procesos de
desestabilización y erosión de éstas.
Por otro lado, existen numerosos arroyos y zanjas de drenaje que llegan al río desde los
campos de cultivo anexos, con una profundidad recrecida artificialmente de 1,5 m. Sin
embargo, se observan síntomas de recuperación natural, con una cubierta herbácea y rebrote
de mimbrageras que impiden la erosión.
Resultado del muestreo de presencia de nutria
POSITIVO (Puntos 3 y 5)
Evaluación como hábitat para la nutria
Es una zona importante para la nutria gracias a los numerosos tramos con pozas y rápidos
que presenta. Gracias a su elevado parapetamiento, se evitan molestias al mustélido, pero
dificulta que éste encuentre refugio.
Por otro lado, a pesar de que los elevados taludes de las orillas aparentemente son estables,
existe un grave riesgo de erosión potencial que podría darse en un futuro en caso de grandes
avenidas.
Medidas de actuación propuestas
Se propone una restauración física de los taludes, especialmente desmontando los parapetos
de tierra y troncos, además de favorecer la regeneración natural observada con medidas de
restauración de la vegetación de ribera (ver Anexo II: Plan de restauración del hábitat fluvial y
de los recursos alimenticios de la nutria).
35
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
Tramo D: Río Odra, desde San Quince hasta el inicio del desfiladero de Congosto
Longitud
900 m
Características del curso fluvial
Anchura media
2 – 2,5 m
Antes de la entrada del río en el desfiladero de Congosto, en la zona más llana del valle, y
especialmente una vez unido su curso al del Arroyo San Martín en el paraje de San Quince, el
río Odra meandrea levemente con bastante asiduidad. Esto le hace tener un curso levemente
sinuoso, donde desarrolla en las curvas de los meandros depósitos de sedimentos, pozas y
zonas de rápidos.
Características de las zonas circundantes
Los campos de cultivos, aún predominantes en la zona, continúan el asedio observado en los
tramos anteriores, llegando en muchos casos a cultivarse hasta la misma orilla del río en
zonas puntuales, donde la vegetación de ribera ha sido eliminada por completo.
Problemática y estado de conservación
La situación de acanalamiento del río con restos vegetales y depósitos de tierra procedentes
del dragado del río mostrada en el tramo anterior (C) continúa en el presente tramo, aunque
los parapetos realizados sobre la orilla son de menor altura (alrededor de dos metros sobre el
nivel del curso) y las orillas son más estables.
Así mismo, la vegetación de ribera ha sido eliminada de manera más importante que en tramo
anterior, llegando a aparecer zonas sin ninguna vegetación a lo largo de toda una orilla, a
pesar de lo cual, existen otras zonas donde la misma no ha sido tocada y presenta un alto
grado de naturalidad.
Por todo ello, la versatibilidad del río ayudado por las inundaciones frecuentes que ocurren en
este tramo, están provocando una rápida recuperación de la vegetación, en especial de
mimbrageras y chopos, mientras que los procesos fluviales están generando nuevos
meandros, lo que da lugar a una desestabilización natural de las orillas en zonas puntuales
donde el río intenta recuperar su forma y dinámica.
Ante la indomabilidad que demuestra el río en este tramo, la elevada regeneración natural que
se está dando y las graves inundaciones que se siguen dando en las zonas agrícolas anexas
(por retenerse el agua de lluvia en su sustrato arcilloso), se han realizado con posterioridad
nuevos intentos, más puntuales, de control del curso, como las nuevas excavaciones y
profundizaciones de zanjas de drenaje anexas que se han realizado en fechas recientes junto
con el estudio (2005-2006), que presentan una gran pendiente y profundidad (1,5 – 2 m).
Estas actuaciones indican que podrían repetirse en un futuro remodelaciones en cualquier
parte del curso del río, tanto en periodicidad como en intensidad, por lo que es una amenaza
de cara a la recuperación del hábitat fluvial.
Resultado del muestreo de presencia de nutria
NEGATIVO
Evaluación como hábitat para la nutria
Dada su elevada sinuosidad, que produce frecuentes remansos, rápidos y pozas, la cercanía
del desfiladero de Congosto (buen lugar de refugio para nutria, como se ve en el tramo E), y la
conexión que establece entre la parte alta del río Odra, el Arroyo de San Martín (donde se ha
encontrado actividad de nutria) y la parte baja del río Odra, este tramo es de importancia
esencial para la conservación de la nutria, por lo que no se deben escatimar esfuerzos en su
recuperación.
Medidas de actuación propuestas
Se proponen, dada la elevada tendencia del río y de la ribera a su recuperación natural,
medidas de restauración (Anexo II: Plan de restauración del hábitat fluvial y de los recursos
alimenticios de la nutria) adecuadas a cada zona de este tramo, adaptándolos a los procesos
de recuperación natural, desestabilización de taludes y otras afecciones que se encuentren.
Así mismo, deben de controlarse y prohibirse cualquier tipo de actuaciones que alteren la
recuperación natural que en la actualidad se está dando en el presente tramo.
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
36
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
Tramo E: Río Odra, a su paso por el desfiladero de Congosto
Longitud
2.387 m
Características del curso fluvial
Anchura media
2–3m
El curso del río se interna en un escarpado desfiladero calizo a través del que se abre paso
por profundos meandros escavados en la roca. Queda, pues encajado.
Debido al mayor contacto con la roca y a un aumento de las pendientes en este tramo, el río
atraviesa numerosas pozas profundas (como la Poza de La Olla, con más de 3 m de
profundidad), rápidos y pequeños saltos de agua, siendo la velocidad del curso del río en esta
zona muy elevada.
Características de las zonas circundantes
Rodeando todo el desfiladero, aparecen únicamente bosquetes de encinas y quejigos que
crecen en las escarpadas laderas del mismo, junto con numerosas ulagas y otros matorrales.
Esta vegetación climácica establece contacto directo con la vegetación de ribera.
Problemática y estado de conservación
La actividad humana en esta zona sólo se limita a una pequeña explotación para uso
ganadero y la pesca.
La vegetación de ribera está notablemente conservada, además de ser muy cerrada, lo que
impide el paso hasta el curso del río en la mayor parte de este tramo.
La fuerza de arrastre del río Odra proveniente de todo el valle de Humada, queda concentrada
en el desfiladero, donde se acumulan numerosos restos vegetales provenientes de las
avenidas que interrumpen y dificultan el curso del agua por la zona, formándose como
consecuencia pequeñas presas.
El mayor efecto negativo sobre el hábitat es la grave contaminación, debido a la convergencia
de toda la red de drenaje del valle de Humada en este tramo, lo que provoca a su vez la
concentración de todas las sustancias contaminantes orgánicas e inorgánicas que en ella se
vierten, además de todos los sedimentos movilizados aguas arriba por el exceso de erosión
provocados por la concentración parcelaria, el dragado de los cauces y la destrucción de la
vegetación de ribera.
No se observan síntomas de erosión ni de inestabilidad lateral del cauce, si bien la carga
sedimentaria proveniente de aguas arriba puede generar problemas de colmatación de pozas
y represas.
También existe un azud aguas debajo de la Poza de La Olla de 1,5 m de altura
aproximadamente y de 2 m de rampa, sin una escala que facilite el acceso a la fauna fluvial,
por lo que podría presentarse como una barrera o limitante para la movilidad de ésta.
Resultado del muestreo de presencia de nutria
NEGATIVO PARCIAL* Debido a lo intrincado del curso fluvial y su inaccesibilidad, este tramo
no ha podido ser muestreado con la misma intensidad que el resto, por lo que no puede darse
por segura la presencia/ausencia de la especie a pesar del resultado negativo parcial.
Evaluación como hábitat para la nutria
Debido a la gran cantidad de pozas y represas (naturales y artificiales) que se crean en este
tramo, así como su inaccesibilidad, su buen estado de conservación del hábitat fluvial y su
conexión con la vegetación circundante, es un excelente hábitat para la nutria.
Según la guardería de la zona, en esta zona existe una madriguera de cría del mustélido y
cuenta con la presencia de más de un ejemplar observado.
Medidas de actuación propuestas
Debido al buen estado de conservación en general de este tramo, se propone una protección
especial para el mismo.
Además, deben de tomarse medidas aguas arriba para la lucha contra la contaminación y la
erosión.
37
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
Tramo F: Río Odra, desde la salida del desfiladero de Congosto hasta Villavedón (final
del LIC y ZEPA de Humada-Peña Amaya)
Longitud
5.650 m
Características del curso fluvial
Anchura media
3–5m
Tras la salida del desfiladero, el valle junto al río comienza a abrirse y a aparecer relieves más
suaves. Pasado Congosto, el valle se abre definitivamente y da paso a la gran llanura
castellano-leonesa al sur. Atrás quedan las últimas estribaciones montañosas de importancia
de la Cordillera Cantábrica.
El curso del río se vuelve especialmente ancho y poco profundo. Las pozas son escasas y
dominan los rápidos o zonas de corriente suave, ya que de nuevo las pendientes se suavizan
en la nueva llanura que se abre.
Características de las zonas circundantes
Tras su salida del desfiladero, suaves lomas rodean el río, con una predominante vegetación
arbustiva.
Sin embargo, según van a apareciendo zonas llanas anexas al cauce, se ocupan por tierras
agrícolas. Por tanto, según se ensancha el valle, las tierras agrícolas son cada vez más
numerosas hasta dominar el paisaje por completo a pocos kilómetros de Villavedón,
comenzando a observarse la gran presión agrícola que sufrirá el río a lo largo del resto de su
curso hasta su desembocadura en el Pisuerga.
Problemática y estado de conservación
Nada más salir del desfiladero y antes de llegar a Congosto, el río ha sido profundamente
dragado, para darle mayor anchura, y sus sedimentos han sido acumulados en los laterales
del mismo. Estos sobreensanchamientos se deben a las grandes inundaciones que provoca el
río tras su fuerte salida del desfiladero. La inexistencia de un curso definido, por una alta
inestabilidad lateral del cauce hace que se potencien en esta zona los desbordamientos, por lo
que se ha intentado “canalizar” el río aportándole unas orillas que no existían a través de los
sedimentos dragados al mismo. La inestabilidad lateral del cauce se debe a la pérdida de
velocidad y fuerza del río que llega cargado de sedimentos del valle de Humada, que terminan
depositándose a la salida del desfiladero rellenando su cauce natural.
Por tanto, se puede afirmar que la potenciación de la erosión por la concentración parcelaria y
las alteraciones del hábitat fluvial en el valle de Humada, potencian, en contra de los
supuestos ingenieriles que está detrás de estas actuaciones, la potenciación de inundaciones
en Congosto.
La vegetación también ha sido ampliamente eliminada. Sin embargo, se observa una rápida
recuperación natural de la misma.
La aparición de nuevo de zonas agrícolas, cada vez más numerosas, desvinculan de nuevo la
escasa vegetación de ribera existente de la vegetación circundante.
La situación cambia tras el paso del río por Congosto. Cuando el río se abre más a la llanura,
éste queda rodeado de campos agrícolas. En esta llanura, se realizó una concentración
parcelaria mucho antes que la recientemente vivida en el valle de Humada, aproximadamente
8-9 años atrás.
Las consecuencias de esta concentración permanecen en el hábitat fluvial, pues debieron ser
drásticas, al igual que las aún vividas en el valle de Humada: se canalizó el río en varios
puntos, donde existen puentes para el paso de caminos, se “canalizó” el río a través del
amontonamiento de sus sedimentos dragados de su cauce en sus orillas y se eliminó gran
parte de la vegetación de ribera.
A pesar de ello, y pasados varios años sin nuevos impactos, el río está recuperándose
óptimamente. El cauce es estable en casi todos sus tramos, salvo en zonas puntuales donde
persisten aún importantes procesos de incisión del cauce e inestabilidad de las orillas.
La vegetación de ribera, aunque estrecha por el asedio agrícola, muestra un buen desarrollo y
se observa bien formada y en desarrollo.
En este tramo se dan tanto procesos de inestabilidad lateral, como de incisión del cauce.
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
38
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
Resultado del muestreo de presencia de nutria
POSITIVO (Punto 6)
Evaluación como hábitat para la nutria
A pesar de los graves impactos que sufre el río, el escaso hábitat fluvial que sobrevive en el
cauce y la baja densidad de pozas existentes en él, es un tramo clave para la nutria, ya que
permite el contacto con las poblaciones existentes en el río Pisuerga, aguas abajo del río
Odra, posible fuente de recolonización y reforzamiento de nutria en el valle de Humada.
Medidas de actuación propuestas
Las medidas propuestas han de ser acordes con los impactos sufridos por el hábitat de la
nutria en este tramo; es decir, dura (Anexo II: Plan de restauración del hábitat fluvial y de los
recursos alimenticios de la nutria).
Debe realizarse una restauración del curso fluvial y de la vegetación de ribera en todas las
zonas que requieran, especialmente en la primera zona de este tramo, tras la salida del curso
fluvial del desfiladero de Congosto, si bien hay que tener en cuenta la alta regeneración
natural que se está dando, debiendo de potenciarse.
Así mismo, hay que incorporar oportunamente esta regeneración natural de la zona final del
tramo (la modificada en la concentración parcelaria antigua y en vías de recuperación), con el
fin de no alterar lo ya recuperado naturalmente con el paso de los años.
39
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
Tramo G: Arroyo de San Martín desde su cabecera hasta Humada (puente viejo de
Carralba)
Longitud
6.745 m
Características del curso fluvial
Anchura media
1 – 1,5 m
El arroyo de San Martín nace al pie del Portillo, en las cercanías de San Martín de Humada y
Fuencaliente. Curso de muy escasa entidad en sus primeros kilómetros, prácticamente
inexistente en los meses sin precipitaciones.
A pesar de ser un arroyo para el Odra, es su principal afluente dentro del LIC y ZEPA Humada
– Peña Amaya, llegando a aportar más agua que el río principal en verano, ya que el Odra
deja de circular en época estival y sólo recupera cauce con agua circulante a partir de su unión
con el arroyo de San Martín (que también deja de circular en la sequía estival pero más tarde
que el Odra).
Es un curso no muy ancho pero sí profundo y caudaloso, poseyendo numerosas pozas en su
recorrido.
Características de las zonas circundantes
Casi desde su nacimiento, el arroyo queda rodeado por los cultivos del valle de Humada.
Sin embargo, en determinadas zonas, en especial entre San Martín y Humada, el río contacta
con la vegetación circundante, formada principalmente por melojo (Quercus pyrenaicus),
quejigo (Q. faginea) y brezales.
Problemática y estado de conservación
A pesar de estar rodeado de cultivos agrícolas, éstos han dejado una franja suficiente de
vegetación para que su conservación se óptima, llegando a generarse un sotobosque muy
cerrado en torno al cauce. En zonas puntuales la vegetación de ribera ha sido eliminada, pero
de manera escasa y no continuada, siendo fácil su regeneración natural.
En general se encuentran muy bien conservadas las dos orillas del arroyo, por lo que la
vegetación de ribera se encuentra bien conservada.
Las márgenes en general son estables, pero son excesivamente verticales. Existe un
importante problema de incisión del cauce, que provoca que el arroyo esté excavando sobre
su propio lecho, desestabilizando las orillas y provocando erosiones graves en ellas que dejan
numerosas plantas de ribera con las raíces descubiertas.
Este problema ha sido provocado indirectamente por los dragados y destrucción de la
vegetación de ribera tan drásticos realizados arroyo abajo, que han provocado un importante
proceso de erosión remontante que no puede atajarse desde este tramo.
Este problema, en la actualidad aparentemente leve y de rápida recuperación natural, puede
volverse muy grave con el tiempo si no desaparecen las causas del mismo.
Resultado del muestreo de presencia de nutria
POSITIVO (Punto 1)
Evaluación como hábitat para la nutria
En este tramo, el arroyo circula principalmente por sustratos arcillosos y arenosos, donde
llegan a formarse pequeños meandros, pozas, rápidos, orillas con sedimentos, represamientos
naturales por acúmulos de restos vegetales: es un cauce muy heterogéneo que beneficia la
presencia de la nutria, aportándola refugio y alimento.
Medidas de actuación propuestas
Dada la importancia de este tramo para la conservación de la nutria y buen estado de
conservación en general, y debido a que la solución de sus problemas de erosión remontante
debe de realizarse en las zonas de arroyo más bajas, en este tramo se propone únicamente
reforzar la recuperación natural en aquellos lugares donde se estime oportuno.
Sin embargo, la paralización de la erosión remontante justifica la proposición de acometer
medidas de restauración más duras en aquellas zonas del curso aguas abajo que lo requieran.
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
40
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
Tramo H: Arroyo de San Martín, a su paso por Humada
Longitud
1.319 m
Características del curso fluvial
Anchura media
1,5 – 2,5 m
Desde el puente viejo de Carralba, a un kilómetro de Humada, hasta la salida del pueblo, el
arroyo continúa circulando sobre sustratos arcillosos principalmente.
Es una zona donde su cauce estrecho pero profundo, provoca importantes inundaciones de
las tierras aledañas al mismo durante las avenidas.
Características de las zonas circundantes
El curso está rodeado totalmente de tierras agrícolas y prados inundables con las avenidas.
Las tierras agrícolas llegan en numerosas ocasiones hasta el mismo borde del cauce, donde
presentan importantes problemas de erosión.
Los prados inundables anexos, forman numerosas charcas en épocas lluviosas, momento en
el que aparecen numerosas especies, especialmente anfibios, que los utilizan en su
reproducción. Estos prados han sido tradicionalmente usados para ganadería.
No existe conexión con la vegetación natural del entorno debido al uso de las tierras de sus
riberas para el cultivo.
Problemática y estado de conservación
El arroyo ha sido profundamente modificado por dragados y destrucción de vegetación de
ribera, siendo el tramo de mayor afección al hábitat fluvial de todo el valle.
Las consecuencias de los impactos provocados son drásticas hasta el punto de que el cauce
no muestra síntomas de mejora a pesar de los años transcurridos, sino que existen numerosas
zonas donde la desestabilización es total y los efectos de la misma se agudizan con el tiempo
y las avenidas.
Las márgenes han sido prácticamente modificadas en su totalidad. La vegetación, en especial
las mimbrageras, ha sido eliminada casi en su totalidad, quedando únicamente unos pocos
ejemplares de viejo arbolado, principalmente de chopos y sauces arbóreos y sobreviviendo
pequeñas teselas de sauces arbustivos.
Las orillas son muy verticales, lo que da un río en general estrecho pero muy profundo.
Los dragados artificiales realizados han intentado “canalizar” su curso mediante la rectificación
de su trazado haciéndolo más lineal y excavándolo en profundidad. Esto ha provocado tanto la
erosión remontante observada en el tramo anterior como el derrumbamiento de las orillas del
arroyo y su incisión en el cauce. Ante los impactos provocados, el arroyo desestabilizado
intenta naturalmente adquirir una nueva estabilidad, lo que provoca que se derrumben las
orillas, se genere erosión remontante y tienda a adquirir un curso más meandrizado que disipe
el exceso de energía que lleva la corriente en momentos de avenida en esta zona, rompiendo
con la linealidad que le han impuesto las rectificaciones.
Todo ello, unido a la falta de vegetación que retenga las orillas y sedimentos, provoca graves
problemas de erosión en su zona de influencia, llegando a derrumbar las tierras agrícolas
existentes en sus márgenes hasta varios metros. Ante este importante problema, la única
respuesta adquirida por los agricultores de la zona es reforzar las orillas con chapas de
bidones y escolleras artificiales, aumentando la canalización del arroyo. En contra de lo que se
pretende prevenir, estas actuaciones evitan el crecimiento de vegetación que retenga las
orillas, favorecen la verticalidad del cauce y potencian la incisión del cauce, provocando una
potenciación de la inestabilidad del curso en este tramo.
En zonas con algo de vegetación, los restos vegetales arrancados por el ser humano se
acumulan en el cauce formando peligrosas represas en el arroyo que aumentan el poder
erosivo de la corriente en momentos de avenidas al romperse.
Las prados inundables anexos al arroyo han sido masivamente ocupados por tierras agrícolas
o usados como escombreras ilegales por la población local, por lo que presentan un grave
problema de desaparición.
Se observan efectos de contaminación orgánica en esta zona, en especial en época estival,
donde se dan importantes procesos de eutrofización en las pozas que quedan con agua.
41
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
Resultado del muestreo de presencia de nutria
POSITIVO (Punto 4)
Evaluación como hábitat para la nutria
A pesar de los graves impactos que sufre, este tramo es esencial en la conservación de la
nutria.
Los prados inundables existentes en sus cercanías son esenciales para la supervivencia de la
nutria en época reproductora de anfibios, ya que le sirve al mustélido como reservorio
alimenticio.
Este tramo es esencial para facilitar la conexión entre dos de los tramos mejor conservados y
esenciales para la conservación de la nutria: entre el tramo G, con una conservación óptima y
el río Odra, en especial el otro tramo bien conservado del mismo (tramo E, el desfiladero de
Congosto).
Medidas de actuación propuestas
Dada la importancia del presente tramo para la conservación de la nutria en el LIC y ZEPA de
Humada-Peña Amaya y debido a los graves procesos erosivos que se están dando en este
tramo, y que afectan indirectamente a otros tramos estudiados, especialmente al tramo G por
erosión remontante, es esencial la restauración del presente tramo.
Para ello debe de aplicarse una restauración dura, con una reestructuración del cauce,
estabilización de orillas y curso y una importante revegetación, siguiendo los pasos que se
muestran en el Anexo II: Plan de restauración del hábitat fluvial y de los recursos alimenticios
de la nutria, del presente estudio.
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
42
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
Tramo I: Arroyo de San Martín desde la salida de Humada hasta su desembocadura en
el río Odra en San Quirce
Longitud
1.921 m
Características del curso fluvial
Anchura media
1,5 – 2,5 m
Tras su paso por Humada, el arroyo recobra parte de su naturalidad, vuelve a recuperar cierta
heterogeneidad perdida en el tramo anterior (H), que le permite tener algún meandro, pozas,
rápidos y remansos. Es un tramo muy similar al tramo D del río Odra, por el que continúa tras
su desembocadura en éste.
Características de las zonas circundantes
El cauce está permanentemente rodeado de tierras agrícolas, sin ninguna conexión con las
zonas de vegetación natural de los alrededores.
Así mismo, también existen numerosos prados inundables anexos al cauce, aunque de menor
entidad que los observados en el tramo H, ya que éstos no forman charcas tan permanentes
como aquellos.
Problemática y estado de conservación
Las tierras agrícolas que rodean el cauce, a diferencia con el tramo anterior, permiten un
pequeño espacio suficiente para el desarrollo de cierta vegetación de ribera.
A pesar de que también ha sido eliminada la vegetación de ribera, lo ha sido de manera más
parcial, permitiendo la supervivencia de zonas con vegetación de ribera bien conservadas,
llegando a ser bastante cerrada en determinados puntos. A pesar de ello, en otras zonas
únicamente han quedado chopos sueltos, sin ninguna vegetación a su alrededor que defina la
ribera del arroyo.
Las orillas del cauce, aunque prosiguen siendo verticales, presentan mayor estabilidad, con
problemas de erosión de orillas en zonas puntuales. Sin embargo, el arroyo se encuentra
excesivamente encajonando.
Se observan numerosas zanjas de drenaje de parcelas agrícolas anexas que desembocan en
el arroyo, de 1 – 1,5 m de altura, pero con síntomas de regeneración natural.
Resultado del muestreo de presencia de nutria
POSITIVO (Punto 2)
Evaluación como hábitat para la nutria
Existe suficiente cobertura vegetal y variedad heterogeneidad del cauce como para ser un
tramo interesante de cara a la conservación de la nutria, en especial si se tiene en cuenta que
también sirve de conexión entre el río Odra y el tramo G, muy bien conservado, y las charcas
inundables del tramo H, ambos río arriba.
Medidas de actuación propuestas
Debido a que los efectos de la concentración parcelaria son más leves en comparación con el
tramo H, no por ello dejan de ser importantes.
La restauración debe ir encaminada a la prevención de la erosión de los cauces que podría
darse en un futuro ante la aparición de nuevas avenidas ante la escasa protección existente
en algunas zonas por la falta de cobertura vegetal de las orillas, la elevada pendiente de las
mismas y la gran inestabilidad existente del cauce río arriba (tramo H).
Por ello, deben de realizarse actuaciones de restauración de las orillas y revegetación en
aquellas zonas que así lo requieran.
43
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
Tramo J: Arroyo de los Ordejones
Longitud
4.882 m
Características del curso fluvial
Anchura media
1 – 1,5 m
Curso de muy escasa entidad en sus primeros kilómetros, prácticamente inexistente en los
meses sin precipitaciones.
En este arroyo pueden diferenciarse cuatros zonas que reproducen a menor escala la
situación del río Odra. Por razones prácticas de trabajo de campo han quedado englobadas en
un sólo tramo:
a) Cabecera. Desde su nacimiento entre la Peña La Ulaña y la Peña de El Castillo hasta
el valle de Ordejón de Abajo, el arroyo discurre por fuertes pendientes, con
dominancia del sustrato calizo, poco caudal y con escasa vegetación en sus
márgenes.
b) Llanura. En Ordejón de Abajo se abre un extenso valle donde el río discurre con una
suave pendiente.
c) Desfiladero. Antes de su llegada a Congosto, el arroyo atraviesa una importante zona
rocosa donde queda encajado en profundos barrancos.
d) Desembocadura. Tras su paso por el desfiladero, el río llega a la llanura de Congosto,
donde desemboca en el río Odra.
Características de las zonas circundantes
a) En la cabecera, el arroyo queda rodeado principalmente por vegetación arbustiva.
b) En la llanura, la dominancia de relieves suaves favorece la dominancia de tierras
cultivables entorno al curso fluvial.
c) En el desfiladero se desarrolla una vegetación climácica dominada por encinas,
melojos y quejigos principalmente. Dada la inaccesibilidad del mismo, ésta se
desarrolla hasta la misma ribera con la que queda conectada.
d) En la desembocadura, al abrirse de nuevo el río a un valle, la agricultura vuelve a
dominar los paisajes circundantes, impidiendo la conexión del río con la vegetación
climácica de los alrededores.
Problemática y estado de conservación
a) La cabecera se encuentra bien conservada dado que no existe una afección
importante en la misma.
b) En la zona de llanura, se desarrolla una vegetación de ribera destacable, pero con
zonas donde los cultivos la rodean de tal forma que llegan hasta casi la orilla del
cauce de manera puntual. Así mismo, existe un pequeño encauzamiento a su paso
por Ordejón de Abajo.
c) La vegetación que crece, tanto en la ribera como en el desfiladero es bastante tupida y
excelentemente conservada. Existe un tramo en el que la carretera que une Ordejón
de Abajo con Villavedón pasa por el desfiladero de manera paralela al arroyo, donde
éste ha sido profundamente canalizado para evitar las inundaciones sobre la
carretera, quedando destrozada en este punto la vegetación de ribera preexistente, y
generándose problemas de erosión en las laderas de la actuación.
d) En la desembocadura, de nuevo los cultivos rodean el arroyo, a pesar de lo cual la
vegetación de ribera tiene espacio suficiente para desarrollarse de manera óptima, por
lo que se encuentra bien desarrollada.
Tal y como sucedió en el tramo F, en el valle de Villavedón y Congosto, las profundas
transformaciones agrícolas vividas en el valle de Los Ordejones (concentración parcelaria,
dragado y destrucción del curso fluvial y sus riberas), acontecieron hace 8-9 años
aproximadamente, tiempo suficiente para que el que el río y su vegetación se regenerasen de
forma muy positiva, tal y como se demuestra en este estudio, en comparación con la
concentración y alteración fluvial sufridos más reciente y destructivamente en el valle de
Humada.
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
44
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
Resultado del muestreo de presencia de nutria
NEGATIVO PARCIAL* Debido a lo intrincado del curso fluvial y su inaccesibilidad en la zona
del desfiladero, este tramo no ha podido ser muestreado con la misma intensidad que el resto,
por lo que no puede darse por segura la presencia/ausencia de la especie a pesar del
resultado negativo parcial.
Evaluación como hábitat para la nutria
A pesar de ser un arroyo pequeño, éste recorre una orografía interesante, y en general bien
conservada.
Destaca la zona de desfiladero, donde la nutria puede encontrar tanto refugio como alimento.
Medidas de actuación propuestas
Dada la importante regeneración natural observada, las medidas recomendadas únicamente
deben dirigirse a potenciar esta regeneración o a restauraciones de zonas puntuales donde el
río o la vegetación de ribera presenten dificultades.
También debe de realizarse, la protección de la zona del desfiladero como refugio de nutria.
45
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
; 7
=%2#%.*01 .#%16*6%6*=% &' 23- 6,%$ 3- &' 23- .%#.'- &'
'-6#&*3 .3$ 3 @45*6%6 /%,% 2% 1#6,*%
Junto con el análisis cualitativo anteriormente expuesto, se ha realizado una
valoración cuantitativa de todos los tramos fluviales en que se ha dividido la zona de
estudio, con el fin de orientar las actuaciones de recuperación del hábitat de cara a la
conservación de la nutria y facilitar el seguimiento y evaluación de las medidas
adoptadas para mejorar las poblaciones de nutria en la zona de estudio que se
propondrán más adelante.
Atendiendo a las variables seleccionadas y la valoración de las mismas,
expuestas en el apartado 5 de metodología, los resultados de la evaluación se
muestran en el cuadro que se expone a continuación.
Tramos
Cobertura
vegetal
Tratamiento de
las márgenes
Usos del
entorno
Refugios para
la nutria
Molestias
aparentes
Total (sobre un
total de 22)
A
B
C
D
E
F
G
H
I
J
2
2
3
3
5
4
5
1
4
4*
3
2
2
2
5
2
3
0
2
2,5*
2,5*
1
1
1
4
1
4
1
1
2,5*
2
2
3
3
5
3
5
0
3
3*
2
2
2
2
3
2
3
1
2
2,5*
11,5
9
11
11
22
12
20
3
12
14,5*
(*) Resultado de la media ponderada de las características de diferentes zonas del
tramo (ver fichas descriptivas de cada tramo en el apartado 6.1) En concreto, en el
tramo J, se puede observar un estado de conservación alto en la parte que atraviesa el
desfiladero y en su cabecera, mientras que se observa un estado de conservación
medio-bajo en la parte media y final del mismo.
Según la valoración cuantitativa final de cada tramo, éstos pueden valorarse
por un estado general que se resume a continuación.
Verde
Azul
Amarillo
Rojo
Estado de conservación alto
Estado de conservación medio
Estado de conservación bajo
Estado de conservación muy deficiente
Dependiendo del estado de conservación de cada tramo, deberán acometerse
las diferentes actuaciones y medidas de restauración oportunas que se detallarán más
adelante, en el apartado 8 de propuesta de soluciones.
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
46
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
47
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
A
A
31-*&',%.*31'- -35,' '2 @45*6%6 &' 2% 1#6,*%
Una de las conclusiones de los sondeos realizados en España, es la
redefinición del concepto de hábitat para la nutria. La bibliografía británica y
centroeuropea impuso conceptos de hábitat de la nutria derivados de los resultados de
la investigación en esos países, según los cuales la nutria necesitaría ríos de aguas
claras y abundantes y con una exuberante vegetación de ribera. Este tipo de ambiente
puede ser encontrado en muchos lugares del norte de España (y es el que la nutria
necesita allí), pero raramente en el resto de la Península.
Sin embargo, el estudio de las nutrias ibéricas y de sus necesidades lleva a la
conclusión de que lo que realmente necesita la nutria no es exactamente la densa
vegetación o las aguas claras (aunque sean elementos de un hábitat ideal).
Las nutrias ibéricas son principalmente nutrias de río, y no de lago, río-lago o
mar, como en otros países europeos. La nutria se adapta perfectamente, en especial
en el centro, sur y sureste, a los tramos secos y casi secos (con pozas, pero sin agua
circulando), no habiendo diferencias entre la ocupación de éstas y las de ríos con
corriente constante en las zonas analizadas. El porcentaje de estaciones positivas en
zonas casi secas se incrementa en sentido norte-sur y este-oeste, con valores
mínimos (que no nulos) en el área Cantábrica y valores máximos en Extremadura.
Así mismo, ocupa los embalses con poca variación de agua (muy escasos) y
las colas de los embalses, donde pueden desarrollar un mínimo de cinturón vegetal y
es una de las zonas más ricas en peces. Sin embargo, los embalses de nivel variable
son ocupados como última instancia, cuando los lugares naturales ya se encuentran
saturados.
Con respecto al ancho del cauce, en el norte y este de España la nutria ocupa
principalmente ríos con aguas corrientes en cursos de anchuras superiores a los 2 m,
mientras que en el centro, sur y oeste, se encuentra en todo tipo de ambientes, incluso
en aquellos en los que temporalmente no existe el agua o tienen dimensiones
menores a los 2 o 1 metro de anchura, siendo éstos últimos más utilizados debido a
que capturan las presas más fácilmente (Ruiz-Olmo y Delibes, 1998; López-Martín,
Jiménez y Ruiz-Olmo, 1998). Esto refleja que la cantidad de agua y las dimensiones
del río no son, en sí, el factor determinante para la presencia de la nutria. Al margen
de la contaminación y la destrucción del hábitat, el factor limitante más importante para
la especie es la disponibilidad de alimento. Por ello, los pequeños ríos oligotróficos de
montaña del centro y norte de España, con poca comida, son poco utilizados por la
nutria, mientras que los tramos secos o casi secos de los ambientes mediterráneos,
pero con aguas productivas y gran disponibilidad de cangrejos, anfibios, insectos, e
incluso, a veces, peces, ofrecen a la especie la posibilidad de superar veranos de gran
dureza. Los pequeños arroyos de menos de 1 m de anchura en los ambientes cálidos
mediterráneos, así como las pozas sin (o casi sin) corriente de agua, generan una
situación de cierta eutrofia en la que ranas, cangrejos e insectos son muy abundantes,
lo que la nutria aprovecha (Ruiz-Olmo y Delibes, 1998; Ruiz-Olmo y col., 1999;
Jiménez y col., 2005), mientras que los ríos con agua (1-2 m de anchura) son, en
términos proporcionales, menos ricos que esos pequeños arroyos más o menos
encharcados. Sin embargo, cuando estos caudales mínimos o situaciones de sequía
total se hacen crónicos (por sobreexplotación de los recursos hidrológicos, por
ejemplo), la nutria desaparece.
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
48
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
Por todo lo expuesto se puede replantear el concepto de hábitat idóneo para la
nutria, que debe tener los siguientes aspectos (Ruiz-Olmo y Delibes, 1998):
1.-Disponibilidad de alimento
2.-Disponibilidad de refugio y lugar para ubicar las madrigueras,
independientemente de si éstas se encuentran entre la vegetación, en rocas o en
agujeros en el suelo.
Relacionado con los dos anteriores, el hábitat ha de proveer suficiente refugio,
alimento y capacidad reproductora para los animales de presa.
3.- “Limpieza” de las aguas, que no estén contaminadas (por compuestos
bioacumulables, por sustancias que afecten a la capacidad de termorregulación de su
pelaje o a sus órganos externos, o por sustancias o situaciones que eliminen a los
animales de los que se alimenta), aunque no sean transparentes.
Asumiendo el hábitat de la nutria de esta forma, se puede entender mucho
mejor los procesos que condicionan su presencia y abundancia. Estas tres
necesidades básicas hacen que la nutria requiera agua abundante y vegetación aún
más abundante en la mayoría de los ríos ingleses, gallegos o asturianos. Pero también
estas necesidades le permiten vivir en lugares casi sin agua ni vegetación (ricos en
alimento y rocas) en ambientes mediterráneos. Esta idea de su hábitat permite
entender también por qué afectan a la nutria las canalizaciones y destrucciones del
hábitat, en tanto que afectan a sus presas y a la disponibilidad de refugio.
Por otro lado, en su proceso de recuperación la nutria va ocupando primero las
zonas más ricas en peces y mejor conservadas, es decir, que cuando tiene hábitat
sobrado, ocupa en primer lugar el que mejor cubre las tres necesidades básicas
(alimento, refugio y ausencia de contaminación). Por ello, las poblaciones
amenazadas, regresivas o no saturadas, la nutria “se permite el lujo” de vivir
exclusivamente en los lugares mejor conservados de ríos, lagos, colas de embalses,
etc. Sin embargo, cuando los mejores ambientes están ya ocupados, la nutria debe
vivir en lugares subóptimos, que es donde quedan sitios vacíos, como los embalses,
canales, zonas dragadas, extracciones de áridos y similares e incluso en zonas casi
secas o secas del todo y lugares contaminados, aunque éstos sean sumideros en los
que mueran y no se reproduzcan (en estos ambientes también pueden aparecen
nutrias pero sólo como zonas de tránsito o de dispersión). Por tanto, sirve como
hábitat de nutria cualquier masa de agua natural o artificial, permanente o temporal,
con suficiente alimento y refugio, y con unos niveles de contaminación que permitan
sobrevivir y, eventualmente, reproducirse.
Estudios que profundizan en el análisis de estos factores (López-Martín,
Jiménez y Ruiz-Olmo, 1998; Ruiz-Olmo y col., 1999; Jiménez y col., 2005), concluyen
que, partiendo de una calidad de agua óptima para la presencia del mustélido, las tres
variables ambientales que mejor explican la selección positiva del hábitat por parte de
la nutria son el desarrollo de la vegetación (por su aporte de refugio y de alimento),
la presencia de pozas (por su aporte de alimento y la mayor facilidad de capturar las
presas) y la disponibilidad de alimento del hábitat en sí, siendo también positiva la
existencia de ecosistemas forestales adyacentes y la cobertura arbórea de la ribera.
Mientras, los factores que afectan a la selección negativa del hábitat son las variables
relacionadas con fuertes alteraciones del ecosistema ribereño y los sistemas
adyacentes, como cultivos, usos yermos, deforestaciones y falta de cobertura vegetal,
es decir valores de uso del suelo, que se relacionan con impactos generados por las
49
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
actividades del ser humano. Sin embargo, la existencia de núcleos urbanos, zonas de
ocio, acampada o recreo, no parece afectar a la selección del hábitat.
Básicamente, todos los factores que determinan en última instancia el uso del
medio por parte de la nutria, su abundancia y distribución se pueden simplificar en dos:
disponibilidad de alimento y de refugio (López-Martín, Jiménez y Ruiz-Olmo, 1998). En
cada lugar las variables serán diferentes pero respetando los factores principales. En
los ambientes mediterráneos ibéricos, las pozas y las especies de peces y de
crustáceos que viven en ellas son de gran importancia para la especie. De la misma
forma, todas aquellas estructuras de las orillas que favorezcan a sus presas y a la
disponibilidad de alimento, son de vital importancia; en los ambientes mediterráneos,
estos lugares son los sistemas de rocas y la vegetación natural bien desarrollada. Las
molestias tradicionales y no intensas son toleradas.
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
50
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
A !
31-*&',%.*31'- -35,' 2% =%,*%.*01 &' 23- 1*='2'- &'
%+#% '1 '2 .%#.'
'B#:%Con respecto a la disponibilidad de agua, a lo largo del presente estudio ha
quedado demostrado que las nutrias pueden sobrevivir en condiciones de gran
escasez de agua, con sólo algunas pozas o en pequeños arroyos.
Sin embargo, un problema ecológico y de conservación viene de la falta de
renovación de las presas recluidas en pozas aisladas cuando la situación de sequía se
prologa y las nutrias (y la propia desaparición del agua) van agotándose. Se puede
llegar así a un punto en el que el coste de la prelación no sería compensado
energéticamente por la probabilidad e captura, hasta alcanzar un umbral por debajo
del cual no fuera rentable continuar en la zona. Si la sequía se prolonga, las nutrias
deberán de dejar de reproducirse y emigrar o abandonar temporalmente el área (por
dispersión y migración, lo cual puede no mejorar las esperanzas de vida de la nutria si
las nuevas cuencas receptoras presentan el mismo problema, sino que las reduciría) o
morir de inanición (Jiménez y col., 2005).
*%&%Tan características de los ríos mediterráneos como las sequías son las
inundaciones o riadas, las cuales, además de poder causar muertes directas a la
nutria, también dificulta la captura de presas. La estrategia de la nutria para evitar el
efecto negativo de las grandes inundaciones requiere sólo apartarse de la corriente y
reanudar su actividad depredadora a posteriori. Los peces e ictiofauna apenas sufren
los efectos de estas riadas (tanto en tamaño de la población como en las tallas de los
mismos) debido a que pueden sobrellevar las riadas simplemente aproximándose a
microhábitats del fondo (pozas, troncos, rocas, etc) donde la velocidad del agua se
reduce. Por tanto, la nutria podría contar con las mismas presas tras la riadas, aunque
la dilución en un mayor volumen de agua y la turbidez asociada, dificultaría su
actividad depredadora, comprometiendo la supervivencia de ejemplares previamente
debilitados, por ejemplo a acusa de sequías prolongadas (verano) o escasez previa de
alimentos (invierno) (Jiménez y col., 2005).
Sequías e inundaciones suponen por tanto un claro condicionante para la
supervivencia de las nutrias en ríos mediterráneos, más relacionado con la
estabilidad del recurso (agua) que con la cantidad.
Una estrategia para la supervivencia en ambientes de recursos muy
fluctuantes, como los ríos mediterráneos, sería la de adoptar un patrón muy elástico
del uso del espacio, que implique una gran movilidad de los ejemplares en el tiempo.
Así, la respuesta de las nutrias ente la disminución de los recursos provocada por la
sequía podría ser doble: por un lado se reduciría el número de ejemplares presentes
en el tramo (por dispersión), pero, a la vez, las que permanecieran concentrarían su
actividad (espacial y temporal) en los pocos lugares donde se concentran los recursos
(pozas…) (Jiménez y col., 2005). Un resumen de las respuestas de la nutria frente a la
disminución de la disponibilidad de agua causada por las sequías típicas de los ríos
mediterráneos se muestra en la figura 4.
51
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
) *+#,% ; 4
7 2
)
.3
1
)
6 #.
Muy similar a los efectos de la sequía para la nutria, son los efectos de la
disminución de la cantidad de alimento en época invernal. Llegado un punto, la nutria
debe de migrar o morir de inanición.
Tanto en los muestreos realizados en primavera (abril) como en verano
(agosto) del año de estudio (2006) han dado resultados positivos de presencia de
nutria, lo que indica que hay una población estable de nutria en la zona de estudio y
que no son miembros dispersos de otras zonas cercanas. En primavera aprovecha
principalmente para su alimentación los anfibios (Ranitas de San Antonio
principalmente) que en esos momentos se concentran en los humedales ligados a la
ribera para su reproducción, tal y como demuestran los excrementos localizados. En
verano, sin embargo, deben de recurrir a la explotación de las numerosas pozas
existentes en la zona debido a que los caudales de agua dejan de ser circulantes.
Como se ha mencionado con anterioridad, uno de los factores más importantes
que determinan la presencia-ausencia de la nutria es la disponibilidad de presas
habituales. La adaptabilidad de cangrejos, anfibios, culebras de agua e insectos a las
condiciones de extremo déficit hídrico estival han favorecido sin duda a la nutria
durante la sequía. También deberían de servir de “puente” hasta la llegada de peces,
mediante migraciones o reproducción, a las zonas de donde desaparecieron por la
falta de agua, por lo que los efectos de la sequía no deben de interpretarse como
limitantes de la distribución de la nutria en los resultados del muestreo.
En la zona de estudio, la población de nutrias existente aprovecha las pozas
durante el periodo estival para sobrevivir, pero a finales de verano, con las pozas
altamente gastadas por el exceso de sequía y altamente eutrofizadas por la
concentración de los contaminantes agrícolas (fertilizantes químicos), la nutria debe
dispersarse a otras zonas de mayor calidad (aumentando el riesgo de ser atropellada
o depredada) o morir de inanición, debilidad o enfermedad. Ésta puede ser la
explicación a los muestreos realizados en otoño (octubre) con resultados de presencia
de nutria negativos tras la grave sequía acontecida en el año de estudio 2006 por
segundo año consecutivo tras la del 2005: dispersión en busca de alimento a otras
zonas más productivas o muerte de la población existente.
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
52
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
A 7
,*1.*/%2'- 9%.63,'- /',C#&*.*%2'- /%,% 2%- /352%.*31'&' 1#6,*% '1 2% >31% &' '-6#&*3 " -32#.*31'- /,3/#'-6%Tras el análisis realizado en la zona de estudio y teniendo en cuenta todas las
consideraciones analizadas hasta el momento, se ha aplicado la metodología del
“marco lógico” para identificar los problemas de conservación existentes, gracias al
que se pueden proponer una serie de medidas de conservación preliminares.
Los principales factores negativos que influyen sobre el estado de conservación
de las poblaciones de nutria en el LIC y ZEPA de Humada-Peña Amaya y la propuesta
de soluciones y objetivos a conseguir por el presente estudio, con el fin de mejorar las
poblaciones de nutria, quedan expuestos en el árbol de problemas (figura 5) y el árbol
de soluciones y objetivos (figura 6), respectivamente, así como en el correspondiente
marco lógico derivado de los mismos (figura 7) que servirá de base para la propuesta
de Plan de actuación de mejora de las poblaciones de nutria en la zona de estudio.
Tanto problemas como soluciones, objetivos y actuaciones propuestas, expuestos en
estas figuras, quedan explicados posteriormente con mayor precisión y amplitud.
Sin embargo, tal y como se comenta en el apartado anterior, cabe indicar que
los resultados obtenidos para la zona de estudio en el análisis realizado en el año
2006 han podido verse afectados por la grave sequía ocurrida, por segundo año
consecutivo, en toda la Península Ibérica.
D Nota sobre el Marco Lógico desarrollado:
No se valora ni el presupuesto ni los medios para las actuaciones debido a que
son medidas básicas cuyas actuaciones y estrategias para su acometimiento deben
concretarse con la Administración competente y responsable a la hora de su puesta en
marcha, variando ampliamente el presupuesto según se quiera contar con
voluntariado, población local, medios propios de la Administración o contratación de
empresas privadas en las diferentes actividades para la puesta en práctica del Plan de
recuperación.
Hay que destacar que en todo el desarrollo del Plan debe ser clave la
participación de guardería (con una dedicación mínima suficiente), personal
investigador, y en especial, de la población local, debiéndose estimular al máximo la
generación de empleo en la misma para este proyecto. Así mismo, es imprescindible
para el éxito del Plan el apoyo y coordinación de las diferentes administraciones
competentes implicadas, especialmente las de Agricultura y Medio Ambiente.
53
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
Deficiente estado de conservación de la nutria en el LIC y ZEPA Humada-Peña Amaya (cuenca del río Odra)
1. Muerte por acción
antrópica directa
1.1Caza
furtiva
2. Destrucción del
hábitat
1.2
2.1
Canalizaciones
Atropello
3. Falta de refugios
para la nutria
4. Contaminación
fluvial
4.1 Lixiviados agrícolas y
ganaderos (fertilizantes,
pesticidas)
2.3 Destrucción de
humedales asociados a
riberas
5. Existencia de
barreras
6. Escasa disponibilidad
de recursos alimenticios
4.2 Vertidos
orgánicos urbanos
6.1 Bajas poblaciones de
presas
2.2 Destrucción del cauce y la ribera:
a) Drenajes fluviales y dragados
b) Destrucción de la vegetación de ribera
Baja concienciación
ambiental
Competencia con
especies alóctonas
Insuficiente
depuración de los
sistemas existentes
Vertidos ilegales
de escombros
Enfermedades
(afanomicosis cangrejo)
Vertidos incontrolados
en épocas de alta
población
Cambios de usos
del suelo
Sobreexplotación hombre
(peces, cangrejos)
Concentración parcelaria
Intensificación agrícola
) *+#,% A 8 1
1
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
9
&'( ) *
+ ,
-
" +
)
5 :
#.
54
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
Mejora del estado de conservación de la nutria en el LIC y ZEPA Humada-Peña Amaya (cuenca del río Odra)
2. Mejora del
hábitat
1. Disminución de
muertes por acción
antrópica directa
1.2 Estudio de fauna
atropellada en
carreteras
2.1 a) Aplicación
normativa Impacto
Ambiental
b) Sanciones
3. Aumento de refugios
para la nutria
2.3 a) Restauración de
humedales asociados a
riberas
b) Punto limpio para
escombros
c) Educación ambiental
1.1Disminución
de la caza furtiva
4. Disminución de la
contaminación fluvial
3.1 Protección de
tramos específicos
bien conservados
4.1 Disminución de
contaminación por
lixiviados agrícolas y
ganaderos
(fertilizantes,
pesticidas)
a) Aumento de la
vigilancia
b) Mejora de la eficacia
de las sanciones
Educación
ambiental
6. Aumento de
recursos alimenticios
5.1 Creación de pasos
de fauna fluvial (nutria,
peces, invertebrados)
6.1 Aumento de
poblaciones de
presas
4.2 Disminución
de vertidos
orgánicos urbanos
3.2 Restauración de
zonas apropiadas
para refugios
2.2 a) Disminución de las afecciones
al medio
b) Restauración de cauces y de ribera
5. Eliminar barreras
poblacionales
Control de
especies
alóctonas
Mejora de los
sistemas de
depuración
existentes
Disminución de la
explotación por el
hombre (peces,
cangrejos)
Aumento del
dimensionamiento
de los sistemas de
depuración
Mejora de la planificación del territorio
con criterios de sostenibilidad
Promoción de medidas
agroambientales y sostenibles
) *+#,% E 8 1
55
) 1;
9
9
&'( ) *
+ ,
-
" +
)
5 :
#.
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
LOGICA DE INTERVENCION
OBJETIVO
GENERAL
OBJETIVO
ESPECIFICO
RESULTADOS
INTERMEDIOS
MEJORA DEL ESTADO DE CONSERVACIÓN DE LA
NUTRIA EN EL LIC Y ZEPA HUMADA-PEÑA AMAYA
(CUENCA DEL RÍO ODRA)
INDICADORES OBJETIVAMENTE
VERFICABLES
NÚMERO DE SEÑALES
(HUELLAS, EXCREMENTOS) /
KM LINEAL DE RÍO
FUENTES DE VERIFICACION
Guardería, voluntariado,
investigadores
CONDICIONANTES EXTERNOS
Meteorología del momento
(sequía, inundaciones…)
1. DISMINUCIÓN DE MUERTES POR ACCIÓN
ANTRÓPICA DIRECTA
Número de cadáverse de nutria
Guardería, voluntariado,
econtrados con signos de muerte
población local
no natural / año
Apoyo local
2. MEJORA DEL HÁBITAT FLUVIAL Y RIBEREÑO
% Cobertura vegetal (árboles y
arbustos) por tramos de los
cauces
Guardería, voluntariado,
investigadores
Apoyo local, Administración
3. AUMENTO DE REFUGIOS PARA LA NUTRIA
Nº Total de refugios de nutria en
la zona de estudio
Guardería, investigadores
Administración
4. DISMINUCIÓN DE LA CONTAMINACIÓN FLUVIAL
DBO5 (demanda biológica de
oxígeno), nutrientes totales en el
Guardería, investigadores
agua, SS (sólidos en
suspensión)
Consejería de Agricultura y
Medio Ambiente de Castilla y
León (CyL)
5. ELIMINACIÓN DE BARRERAS POBLACIONALES
Nº total de barreras no
permeables existentes
Guardería, voluntariado,
investigadores
Confederación Hidrográfica del
Duero
6. AUMENTO DE LOS RECURSOS ALIMENTICIOS PARA
LA NUTRIA
Biomasa / m2 de río. Realizado
con pesca eléctrica
Guardería, investigadores
Meteorología del momento.
Enfermedades
(afanomicosis…). Especies
invasoras. Apoyo local
1.1. DISMINUCIÓN DE LA CAZA FURTIVA
Número de cadáveres de nutria
muertos por furtivos /año
Guardería
Apoyo local
1.2. ANÁLISIS DE LA MORTANDAD DE FAUNA
ATROPELLADA EN LAS CARRETERAS DE LA ZONA DE
ESTUDIO
Documento del estudio sobre
fauna atropellada al año
Guardería, voluntariado,
investigadores
Afluencia de coches
Guardería, voluntariado,
investigadores
Consejería de Agricultura de
CyL. CH Duero.
Guardería, voluntariado,
investigadores
Consejería de Agricultura y
Medio Ambiente de CyL. CH
Duero. Agricultores.
Planificación agrícola
(intensificación…).
Concentración parcelaria.
Apoyo local
% Cobertura vegetal (árboles y
2.1. DISMINUCIÓN DEL IMPACTO PROVOCADO POR LAS
arbustos) en zonas de obras y
CANALIZACIONES EN EL HÁBITAT FLUVIAL Y RIBEREÑO
canalizaciones
2.2. DISMINUCIÓN DE LOS IMPACTOS PROVOCADOS
% Cobertura vegetal (árboles y
POR DRAGADOS Y LIMPIEZAS DE VEGETACIÓN.
arbustos) a lo largo de los
MEJORA DE LOS HÁBITATS FLUVIALES DAÑADOS POR
diferentes tramos de cauces
DRAGADOS Y LIMPIEZAS DE VEGETACIÓN.
2.3. MEJORA DE LOS HUMEDALES ASOCIADOS A LAS
RIBERAS.
Has de humedales restauradas.
Has humedales actuales / Has
humedales potenciales.
Existencia de punto limpio para
escombros
Guardería, voluntariado,
investigadores
Consejería de Medio
Ambiente de CyL.
Apoyo local
3.1. CONSERVACIÓN DE TRAMOS BIEN CONSERVADOS
Número total y Has de tramos
protegidos para refugio de nutria
Guardería, investigadores
Consejería de Medio
Ambiente de CyL
3.2. MEJORA DE ZONAS APROPIADAS PARA REFUGIOS
Número total y Has de tramos
Guardería, investigadores
mejorados para refugio de nutria.
Consejería de Medio
Ambiente de CyL
3.3. MEJORA DEL HÁBITAT (VER PASO 2)
----
----
----
DBO5 (demanda biológica de
4.1. DISMINUCIÓN DE CONTAMINACIÓN POR LIXIVIADOS oxígeno), nutrientes totales en el
AGRÍCOLAS Y GANADEROS (FERTILIZANTES,
agua, SS (sólidos en
Guardería, investigadores
PESTICIDAS)
suspensión), datos tomados para
cualquier punto del cauce
Consejería de Agricultura y
Medio Ambiente de CyL
4.2. DISMINUCIÓN DE VERTIDOS ORGÁNICOS
URBANOS
DBO5 (demanda biológica de
oxígeno), nutrientes totales en el
agua, SS (sólidos en
suspensión), datos tomados
Guardería, investigadores
antes y después del punto de
vertido de las arquetas de las
diferentes localidades
Consejería de Agricultura y
Medio Ambiente de CyL.
CH. Duero.
5.1. AUMENTO DE LA PERMEABILIDAD DE LAS
BARRERAS POBLACIONALES (AZUD…)
Nº de barreras modificadas para
aumentar su permeabilidad /
Total perjudiciales existentes
CH Duero
6.1. AUMENTO DE LAS POBLACIONES DE PRESAS DE
LA NUTRIA
Biomasa / m2 de río, para cada
especie importante para la nutria Guardería, investigadores
(ver estudio posterior)
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
Guardería, voluntariado,
investigadores
Apoyo local. Enfermedades
(afanomicosis…). Especies
invasoras.
56
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
ACTIVIDADES
MEDIOS
COSTES
1.1.a) AUMENTO DE LA VIGILANCIA
*
*
1.1.b) MEJORA DE LA EFICACIA DE LAS SANCIONES POR INCUMPLIMIENTO
*
*
1.1.c) EDUCACIÓN AMBIENTAL
*
*
1.2. ESTUDIO DE LA FAUNA ATROPELLADA EN LAS CARRTERAS
*
*
2.1.a) APLICACIÓN DE LA NORMATIVA DE IMPACTO AMBIENTAL
*
*
2.1.b) SANCIONAMIENTO EFICAZ DE LOS INCUMPLIMIENTOS
*
*
2.2.a) DISMINUCIÓN DE LAS AFECCIONES AL MEDIO. SOLICITUD DE PERMISO
PARA REALIZAR LA ACTUACIÓN PARA LAS QUE SE HAN DE TENER EN
CUENTA UNA PLANIFICACIÓN DEL TERRITORIO CON CRITERIOS DE
SOSTENIBILIDAD
*
*
2.2.b) RESTAURACIÓN DE CAUCES Y RIBERAS AFECTADOS POR IMPACTOS
*
*
2.3. a) RESTAURACIÓN DE HUMEDALES ASOCIADOS A LAS RIBERAS
*
*
2.3. b) CREACIÓN DE UN PUNTO LIMPIO COMARCAL DONDE VERTER
ESCOMBROS
*
*
2.3. c) EDUCACIÓN AMBIENTAL
*
*
3.1. PROTECCIÓN DE LOS TRAMOS MEJOR CONSERVADOS COMO ZONA DE
REFUGIO DE LA NUTRIA
*
*
3.2. RESTAURACIÓN DE LAS ZONAS APROPIADAS PARA REFUGIO
*
*
3.3. MEJORA DEL HÁBITAT (VER PASO 2)
*
*
4.1. PROMOCIÓN DE MEDIDAS AGROAMBIENTALES Y SOSTENIBLES EN EL
TERRITORIO
*
*
4.2. a) MEJORA DE LOS SISTEMAS DE DEPURACIÓN EXISTENTES
*
*
4.2. b) AUMENTO DEL DIMENSIONAMIENTO DE LOS SISTEMAS DE
DEPURACIÓN Y MEJORA DEL SERVICIO DE LIMPIEZA DE LOS MISMOS EN
ÉPOCAS DE MAYOR POBLACIÓN HUMANA
*
*
5.1. CREACIÓN DE PASOS DE FAUNA FLUVIAL (NUTRIA, PECES,
INVERTEBRADOS)
*
*
6.1. a) CONTROL DE LAS ESPECIES ALÓCTONAS
*
*
6.1. b) DISMINUCIÓN DE LA EXPLOTACIÓN POR EL HOMBRE (PECES,
CANGREJOS).
AUMENTO DE LA VIGILANCIA. SANCIONES.
EDUCACIÓN AMBIENTAL
*
*
6.1. c) MEJORA DEL HÁBITAT (VER PASO 2)
*
*
6.1. d) DISMINUCIÓN DE LA CONTAMINACIÓN (VER PASO 4)
*
*
6.1. e) ELIMINACIÓN DE BARRERAS POBLACIONALES (VER PASO 5)
*
*
<
1
D=
57
&'( ) *
1
&
+ ,
-
;
" +
9
)
5 :
#.
6 .> .
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
9'..*31'- /3, %..*01 %16,0/*.% &*,'.6%
Según información facilitada por la guardería de caza de la zona, se conoce un
caso de muerte de nutria en la zona mediante disparo de arma de fuego acontecido a
finales de los años 90 y principios de la nueva década, no habiéndose encontrado
ninguna nutria más muerta por circunstancias antrópicas.
Hasta los años 60, la principal amenaza con que contaba la nutria era su caza
intencionada y captura accidental en artes de pesca. En España, la persecución
directa, era antes de estas fechas, la causa principal de mortalidad al ser considerada
una alimaña. Según el segundo sondeo nacional (1994-96), existen estudios que
indican que en el noreste de España el 90,5% de las muertes conocidas entre 1950 y
1980 eran producidas por el hombre deliberadamente (cepos, lazos, armas, venenos,
perros e incluso piedras y palos) y entorno al 72,3% en la Península en general,
disminuyendo entre 1981 y 1995 al 22,6% y entre 1990-96 al 16,2%.
Sin pasar por alto que muchos ejemplares son escondidos por las personas
que los matan furtivamente, se hace evidente la clara progresión que han tenido los
atropellos, y la regresión de las muertes intencionadas por parte del hombre tras la
protección de la especie en 1973. La muerte directa de individuos a manos del
hombre, pese a su contribución a la regresión, no ha sido, ni es, la principal amenaza
para la especie en España ni la responsable de la desaparición de la especie. En
cambio, sí que puede ser un grave problema en poblaciones aisladas compuestas por
pocos individuos, como es el caso de estudio, por lo que debe de tenerse en cuenta a
la hora de realizar un plan de recuperación de la especie.
Por otro lado, las muertes por atropellos en carreteras aumentaron hasta el
31,8% entre 1981-95 y hasta el 69,1% entre 1990-96, lo que supone datos
preocupantes. El diseño de las carreteras ha de considerar la presencia de nutrias,
tanto al establecer su trazado y distancia al río o masa de agua, como estableciendo
pasos de nutria, omitiendo barreras y disponiendo señalización donde sea oportuno.
También pueden darse muertes en nasas y otras artes de pesca, por lo que
éstas han de presentar dispositivos que impidan la entrada de nutrias a las mismas,
por ejemplo, con una luz máxima de entrada de 6 cm.
Para evitar los impactos sobre la nutria de la caza ilegal, se propone en la zona
de estudio la mejora de la vigilancia de furtivos y la aplicación eficaz de las sanciones
recogidas en la legislación. Mientras, las muertes por atropello no han sido evaluadas
en el presente estudio, no habiéndose conocido ninguno entre la guardería del valle.
No obstante, dado que el riesgo es permanente y dada la elevada mortalidad que
presentan las carreteras del valle de Humada de otros vertebrados (especialmente
anfibios y reptiles), se sugiere un permanente seguimiento de los animales
atropellados, en especial en los cruces de la carretera con ríos y zonas húmedas, por
parte de la guardería del lugar con el fin de obtener información para la toma de
decisiones y acciones futuras en caso de que sea necesario.
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
58
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
!
'-6,#..*01 &'2 @45*6%6
La conservación del hábitat de la nutria es una de las piedras angulares de
cualquier programa de recuperación. Las alteraciones más importantes del hábitat se
refieren a la destrucción del lecho y orillas de los ríos y de la vegetación que los cubre.
Las actuaciones que más frecuentemente las causan son los dragados, las
extracciones de áridos, las canalizaciones, la construcción de escolleras, la
construcción de embalses y otras obras de ingeniería similares, y las obras de
construcción de carreteras, autopistas, trenes y otros viales. Consecuencia de lo
anterior es la disminución y carencia de agua por extracción para su uso humano.
Actualmente es difícil encontrar ríos que conserven íntegras e inalteradas sus
condiciones naturales, incluso en las montañas o en las regiones poco pobladas. Las
transformaciones de cauces se han ido generalizando en los últimos decenios y han
afectado negativamente a muchas de las poblaciones de nutrias en España, debido a
la estrecha dependencia que muestra la especie en relación con su hábitat.
Las canalizaciones provocadas por el desarrollo agrícola en las llanuras parece
haber sido la responsable de la rarefacción o extinción de poblaciones de nutria en las
cuencas del Guadiana, Ebro o Duero.
En el LIC y ZEPA Humada-Peña Amaya, han sido realizados importantes
dragados, limpiezas (eliminación) de la vegetación del cauce y modificación del
trazado de los cursos o del drenaje de las tierras, debido a la reciente realización de la
concentración parcelaria y modificación de los drenajes naturales del valle. A pesar de
la continua recuperación de la vegetación de ribera gracias a su enorme capacidad de
regeneración, el ser humano siempre intentará domar la natural plasticidad de la
misma para conseguir un utópico dominio ingenieril sobre los procesos ecosistémicos.
La protección de las riberas frente a las obras de canalización, dragados y
talados de sotos es esencial. La conservación de los bosques de ribera, aparte
evidentemente de su valor “per se”, permite el establecimiento de interesantes
comunidades de aves, que frecuentemente encuentran allí su única posibilidad de
cobijo y reproducción en áreas deforestadas y zonas semiáridas características de la
región mediterránea ibérica. En lo que respecta a la ictiofauna, el aporte de
invertebrados procedentes del dosel forestal puede llegar a ser mayor que la
producción del mismo río, mientras que, especialmente en los tramos altos dominados
por los detritívoros, la entrada de materia orgánica de la ribera (particularmente hojas)
constituye la más importante entrada energética en el ecosistema. Si se tiene en
cuenta, además, que el sombreado del soto reduce la temperatura del agua,
permitiendo así niveles más elevados de oxígeno disuelto necesarios para los
salmónidos y otras especies dulceacuícolas, y que las mismas raíces ayudan a crear
pozas y refugios para los peces, se puede entender que la protección de los sotos
extienda sus efectos ecológicos positivos mucho más allá de los únicamente
relacionados con la nutria. La bibliografía demuestra que las obras clásicas de
canalización y ordenación de las riberas reducen la diversidad y densidad tanto de las
ornitocenosis como de la ictiofauna.
Por otro lado, la efectividad ante las finalidades de estas obras, tales como
reducción de la erosión y prevención de inundaciones, están siendo cuestionadas en
los últimos tiempos por expertos en hidrología. Diversos estudios indican que en
algunos casos la conservación de la cobertura ribereña reduce los costos de
mantenimiento de los cauces.
59
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
Entre las propuestas de medidas de gestión para la zona de estudio, siguiendo
las pautas recomendadas por Ruiz-Olmo y Delibes, 1998, hay que destacar la
necesidad de:
-
Aplicar efectivamente la legislación de impacto ambiental en todas aquellas
obras en las que sea preceptivo, considerando concretamente a la nutria.
-
Considerar a la especie en todo tipo de autorizaciones administrativas para
actuaciones que puedan afectarla.
-
Desarrollar y ejecutar programas de regeneración de sus hábitats.
-
Considerar la conservación de un caudal ecológico suficiente para la nutria y
en consecuencia también para las especies de las que se alimenta.
-
Diseñar las obras de infraestructura de manera que se favorezca su presencia
(madrigueras potenciales, crecimiento de la vegetación, perfiles menos
verticales, pasos de peces, etc).
-
En general, tener en cuenta a la especie en lo que a la gestión general de la
naturaleza y las actividades humanas se refiere.
En concreto para la zona de estudio, deberá de prohibirse la remodelación de
drenajes, limpiezas de vegetación o dragados de los cauces, bajo multa económica
por incumplimiento, salvo autorización expresa del órgano medioambiental competente
del LIC y ZEPA y bajo la supervisión del mismo, el cual debe de estudiar caso por
caso y proponer medidas correctoras de los impactos provocados. Así mismo, en el
caso de cualquier proyecto de canalización es esencial el obligatorio cumplimiento de
la Evaluación de Impacto Ambiental, en el que se ha de tener en cuenta la población
de nutria existente, así como la ejecución de medidas correctoras y restauradoras.
A nivel de conservación aplicada de los ecosistemas ribereños, para la
conservación del hábitat de la nutria se recomienda el mantenimiento de la cobertura
ribereña intacta, la regeneración de los sotos perdidos, y la planificación ecológica
previa a las obras de ordenación a realizar. En general, si es necesaria la realización
de obras, se deben de localizar sólo en una orilla, deben respetar las islas, mantener
los meandros y brazos muertos como refugio de la fauna o dejar zonas sin alterar cada
ciertos tramos.
Para la regulación de estas afecciones (dragados, destrucción de la vegetación
ribereña, cambios en el uso del suelo, intensificación agrícola, etc), sería necesario
contar con un planeamiento legal de la gestión del LIC y ZEPA, aún no contemplado
en la zona de estudio, un Plan de Gestión como pudiera ser un PRUG (Plan Rector de
Uso y Gestión), que no existe en ningún espacio de la Red Natura 2000 si no
coinciden con un espacio protegido a nivel nacional o autonómico, lo que da al espacio
una gran fragilidad de cara a soportar los diferentes impactos que pudieran darse en
él.
A grandes rasgos, y teniendo en cuenta los resultados obtenidos del estudio de
campo realizado y la evaluación cualitativa y cuantitativa de los mismos (ver apartado
4.2 y 4.3 respectivamente), se puede hacer el siguiente resumen:
•
Estado de conservación muy deficiente: Tramos B y H
•
Estado de conservación bajo: Tramos A, C, D, F e I
•
Estado de conservación medio: Tramo J
•
Estado de conservación alto: Tramo E y G
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
60
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
La estrategia para la conservación del hábitat fluvial de toda la zona de estudio
dependerá del estado de conservación que presente cada tramo anteriormente
analizado. Así, se propone básicamente que en los tramos con un estado de
conservación más deficiente (tramos B y H) se realice una restauración ecológica
dura, con el fin de restablecer al máximo las condiciones naturales preexistentes. En
los tramos con un estado de conservación bajo (tramos A, C, D, F e I), se propone una
restauración más blanda y flexible, favorecedora de la recuperación natural que se
está dando en los mismos y con acciones duras más puntuales en zonas concretas
donde sea necesario realizar alguna corrección importante. En el tramo con estado de
conservación medio (tramo J), se propone una restauración blanda (igual que la
propuesta en los tramos de conservación baja) en la zona media y final del mismo (ver
ficha de este tramo en el apartado 4.2), donde se da un estado de conservación
medio-bajo. En los tramos con estado de conservación alto (tramos E y G),
básicamente se propone su protección (ver siguiente apartado, “refugios”), con
acciones puntuales de restauración blanda en las zonas que así lo requieran, en
especial en el tramo G.
Las directrices para los diferentes tipos de restauración se explican más
detalladamente en el Anexo II: Plan de restauración del hábitat fluvial y de los recursos
alimenticios de la nutria, del presente estudio. La restauración dura implica una mayor
actuación en el medio, donde deben aplicarse las medidas más artificiales y drásticas
entre las expuestas en este apartado de restauración. Mientras, para la restauración
blanda basta con aplicar las actuaciones más naturales y con menor intromisión en el
medio de las presentadas en el citado apartado, dejando, en cualquier caso, margen
para la regeneración natural del ecosistema.
61
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
7
#-'1.*% &' ,'9#+*3-
La vegetación de ribera ofrece a la nutria el 60-70% de sus lugares de reposo,
refugio y de cría (López-Martín, Jiménez y Ruiz-Olmo, 1998). Pueden llegar a tener
numerosos encames preferentes (más de 30) distintos a lo largo de todo su dominio
espacial. La mayoría de ellos sólo se ocupan una vez en una temporada, siendo el
patrón habitual el cambio de lugar en días sucesivos (Jiménez y Palomo, 1998), pero
unos pocos son utilizados habitualmente, por lo que se los puede considerar como
refugios y madrigueras de cría. Estas últimas, suelen relacionarse con encames
alejados del cauce (hasta 300 metros de distancia), por lo que es recomendable la
conservación de zonas puntuales con una mayor cobertura arbórea (Jiménez y
Palomo, 1998). En general, aparecen aproximadamente 2 refugios por kilómetro y 1
madriguera por kilómetro, de las que un tercio eran madrigueras de cría (1 madriguera
de cría cada 3 kms), caracterizadas por ser profundas (4-5 metros) y tener grandes
letrinas a menos de 30 metros de distancia (Ruiz-Olmo en un río de Lérida).
Los encames son utilizados, tanto para descansos y pausas durante el periodo
de actividad normal (0,5 - 6 horas de duración), como para la fase de inactividad diaria,
ya sea nocturna o diurna (más de 12 horas de duración). En el recorrido que realiza la
nutria en un solo día, se pueden encontrar entre 3 y 4 encames, 2 extremos para la
fase de reposo y 1 ó 2 centrales para descansos cortos (Jiménez y Palomo, 1998).
La mayor parte de éstos (70%) se localizan entre los 0 y los 5 primeros metros
de la orilla y de hasta 1 metro de altura sobre la orilla (Jiménez y Palomo, 1998). La
proximidad de los encames a la orilla resulta ser independiente de la anchura de la
franja de vegetación riparia, lo que parece una estrategia para facilitar el escape ante
predadores terrestres (Jiménez y col., 2005). Por el contrario, algunos encames se
encontraron muy alejados del cauce principal, por lo que se han asociado a
madrigueras de cría, alejadas del cauce para evitar la mortandad en las crías por las
crecidas de los ríos o alejarlas de la actividad depredadora de otras nutrias (Jiménez y
col., 2005). Por ello, el mantenimiento o recuperación de la cubierta natural en una
estrecha franja ribereña (5-10 m) sería suficiente para facilitar encame a las nutrias,
independiente de la presencia de molestias como carreteras, complementándose
éstas con la protección de manchas importantes de vegetación bien conservadas
como zonas de refugio de nutria (ver más adelante), para facilitar la ubicación de
madrigueras de cría alejadas de los ríos.
La mayor parte de los encames (>50%) se sitúan entre la vegetación riparia,
entre árboles y arbustos, pero especialmente gracias a la presencia de árboles viejos,
pero ubicados en la tierra, alguno de ellos incluso excavado, entre las raíces de los
árboles o incluso en el monte aprovechando cuevas o madrigueras de otros animales
(Jiménez y Palomo, 1998). Les siguen en importancia los taludes de tierra (14%),
acúmulos de riada (12%) y grandes bloques de piedras (10%).
Es por ello que la conservación y restauración del hábitat es esencial para la
creación de refugios de la nutria, por lo que la solventación del problema de falta de
refugios suficientes está íntimamente ligado al apartado anterior, sobre la recuperación
del hábitat fluvial y ribereño. No obstante, también se pueden llevar a cabo unas
pautas para la recuperación que a continuación se describen.
Teniendo en cuenta los estudios realizados sobre los refugios de nutria en
España (Jiménez, Ruiz-Olmo y Pascual, 1998; Jiménez y Palomo, 1998), deben de
conservarse tramos sin alterar especialmente ubicados para que la población de
nutrias ubique sus encames y madrigueras. Estos lugares coinciden con los tramos
mejor conservados de los cauces analizados, independientemente de la restauración
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
62
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
que se realice en estos u otros tramos. En la zona de estudio, los lugares propuestos
son (ver Anexo Cartográfico, mapa nº6):
•
Primeros 2 km del nacimiento del río Odra.
•
Tramo del río Odra entre la poza del Aceite, la fuente Manapites y la
cascada de la Yeguamea hasta el pueblo de Fuenteodra.
•
Tramo del río Odra entre Fuenteodra y la carretera Humada-Villamartín, en
el paraje conocido como La Cascajera.
•
Desfiladero de Congosto al paso del río Odra, entre San Quince y el norte
del pueblo de Congosto (en este lugar, según información de la guardería
del lugar, existe una madriguera de cría de nutria).
•
Tramo medio del Arroyo San Martín entre los pueblos de San Martín y
Humada.
•
Tramo del desfiladero del Arroyo de los Ordejones, tras su paso por
Ordejón de Abajo y antes de su desembocadura al Odra en Congosto.
Así mismo, se puede potenciar la creación de nuevos refugios de nutria
aprovechando lugares como el canal del antiguo molino de Humada paralelo al Arroyo
San Martín, o el canal del antiguo molino de Ordejón de Abajo al pie de la peña El
Castillo en el Arroyo de los Ordejones, ambos actualmente en desuso y con un bajo
estado de conservación.
Por otro lado, y como se explicará más adelante, también se propone como
refugio, pero esta vez de recursos tróficos para la nutria, el azud situado al norte de la
localidad de Congosto, en el desfiladero del mismo nombre.
63
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
;
316%$ *1%.*01
La contaminación, y muy especialmente la bioacumulable (compuestos
organoclorados, como los PCBs o los DDTs, metales pesados, como el mercurio,
cadmio y plomo, y otros), ha constituido la principal causa de la dramática rarefacción
de la nutria en muchos países de Europa y España. Varios estudios realizados en
nuestro país permiten deducir lo ocurrido en nuestro país durante las décadas de los
años 50 a 80, cuando la aplicación indiscriminada de biocidas y la utilización y síntesis
de sustancias altamente tóxicas en la industria sin ningún tipo de control y depuración,
alcanzaron valores incompatibles con la presencia de la nutria. Además, hay que
recordar que estos compuestos son transportados por el aire incluso hasta aquellas
cabeceras y zonas de montaña donde no se sospecha su presencia. Estos
contaminantes son los elementos para los que la nutria es un inmejorable bioindicador.
En nuestro país, los biocontaminantes fueron liberados a la biosfera sin ningún
tipo de límite o control, durante decenios. Su efecto se ha dejado sentir en las cadenas
tróficas, afectando muy especialmente, por bioacumulación, a los superdepredadores
que se encuentran en la cima de éstas, tal y como ocurrió con la nutria y
probablemente la principal razón de su regresión. Las consecuencias directas en la
nutria pueden reflejarse tanto en la muerte de los ejemplares afectados, como en un
descenso de la fertilidad o en una mayor propensión a fallecer por otras causas, ya
sean accidentales o patológicas.
La reciente recuperación en gran parte de Europa del mustélido responde a la
disminución de los niveles de estos compuestos en los ecosistemas. La disminución
en la utilización de pesticidas organoclorados (e incluso la prohibición de muchos), la
sustitución de materiales y substancias tóxicas en los procesos industriales, y la
depuración de las aguas, empiezan a tener efectos positivos. La historia reciente nos
lleva a pensar erróneamente que es imposible la presencia de este animal en los
alrededores de las grandes ciudades, pero esto no es así. En Dublín, Edimburgo,
Riga, Tallín, Lisboa o Burdeos, por ejemplo, tienen nutria, gracias a que han
conseguido disminuir la contaminación (junto con los otros factores de hábitat y
alimento) hasta hacerlos compatibles con su presencia. En el sondeo de SECEM de
1994-96 se encontró nutria en ciudades como Segovia, Soria, Ávila o Cáceres. En el
2003 (Ruiz-Olmo y col., 2004) se encontró nutria de forma sedentaria en grandes
ciudades como Gerona, Lérida, Manresa, Teruel o Zaragoza.
En cualquier caso, otras muchas sustancias como purines, fertilizantes y
nutrientes que afectan a los peces, a las redes tróficas y el equilibrio ecológico de los
ríos y otras sustancias químicas muchas de ellas provenientes de vertidos habituales
urbanos o procedentes de la agricultura y ganadería intensiva y que cada vez son más
habituales debido al aumento de la intensificación del sector primario. Esta
contaminación orgánica provoca en numerosos cursos de agua de España de escaso
caudal y con altas temperaturas estivales, una fuerte eutrofización que hace disminuir
o incluso desaparecer la biodiversidad de los cursos de agua, si bien, en grado
moderado puede aumentar la biomasa de peces disponible.
Así mismo, también pueden afectar a la nutria las variaciones en las
condiciones fisicoquímicas, como el pH muy ácido o un aumento de la turbidez y una
elevada cantidad de sólidos en suspensión provocados por una grave erosión (como la
que en la actualidad está ocasionando el ya realizado dragado del río y la
reestructuración parcelaria en la zona de estudio), tanto directamente como a través
de la alteración del ecosistema hídrico y de sus recursos tróficos.
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
64
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
La concentración parcelaria realizada en el valle de Humada ha provocado el
aumento de la contaminación difusa de biocidas, nutrientes y fertilizantes (nitratos y
fosfatos principalmente) que provoca la afección a los cursos fluviales, especialmente
a través de procesos de eutrofización, muy graves durante la sequía estival. Así
mismo, se ha potenciado graves procesos erosivos que han aumentado los sólidos en
suspensión en los cauces, especialmente en época de lluvia y en crecidas. La
contaminación urbana, por la puntualidad de sus máximos debido a la ausencia de
sistemas de depuración suficientemente dimensionados en épocas de máxima
afluencia de población al valle (Semana Santa y época estival principalmente),
tampoco beneficia esta situación, especialmente grave en verano, con la máxima
concentración de contaminantes en el escaso caudal circulante y las aisladas pozas
de agua, esenciales para la supervivencia de la nutria.
Siguiendo las directrices de Ruiz-Olmo y Delibes, 1998, las propuestas básicas
de gestión concretas que se recomiendan aplicadas a la zona de estudio, son:
-
Prevención en la entrada de contaminantes:
• Utilizando sustancias no nocivas en la agricultura y ganadería local.
• Disminuyendo el uso de fertilizantes inorgánicos y biocidas de la
agricultura y ganadería local, comprometiendo a sus responsables en
prácticas agroambientales correctas.
• Evitando el vertido directo de cloacas y otros residuos desde los
municipios, “arquetas depuradoras” de los mismos, granjas, etc.
• Estimulando la recogida, reciclado y correcta gestión de materiales
reciclables, aceites, combustibles y otros residuos.
-
Depurando efectivamente las aguas residuales
Además, deben de añadirse las siguientes consideraciones:
- Mejorar los sistemas de depuración en los pueblos, en donde únicamente
existe una pequeña arqueta en cada uno, cuya eficacia se ve superada en los meses
de verano y Semana Santa, épocas en las que la afluencia numerosa de visitantes y
turistas provoca un considerable aumento de los vertidos fluviales. En estas épocas,
las arquetas de los pueblos pueden verse superadas por el aumento de las aguas
urbanas, provocándose vertidos incontrolados a los ríos o aumento de la carga
orgánica que llega a los mismos por la disminución de la eficacia de la decantación de
las arquetas, los cuales no son capaces de asimilar los picos de materia orgánica y se
ve disminuida su capacidad de autodepuración. Especialmente acuciante es esta
situación en los meses estivales, debido a que la sequía concentra en mayor cantidad
los contaminantes orgánicos en los ríos, que unido al aumento de la temperatura del
agua, provoca graves problemas de eutrofización. En estas fechas deben de
reforzarse la recogida de residuos decantados en las arquetas y la limpieza y
mantenimiento de las mismas con el fin de enviar lo más limpias posibles las aguas
urbanas a los cauces naturales.
- Promover medidas agroambientales correctas y sostenibles en todo el valle con
el fin de disminuir la contaminación agrícola y ganadera que llega a los cauces
naturales. Estos vertidos difusos, principalmente de materia orgánica, fertilizantes y
pesticidas, provocan tanto procesos de eutrofización graves, como mortandad directa
sobre la biodiversidad fluvial (pesticidas).
65
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
A
%- 5%,,',%- " '2 %*-2%$ *'163 /352%.*31%2
La proliferación de embalses en cañones estrechos, así como las barreras de
otro tipo (grandes tramos secos, contaminado o sin peces, cangrejos o anfibios)
pueden constituir un límite real a la distribución de la nutria. Las poblaciones aisladas
de nutria están compuestas frecuentemente por un número reducido de ejemplares.
Cuantos menos individuos las componen más vulnerables resultan por efecto de
diversos factores (genéticos, demográficos, azarosos y catastróficos), lo que ha
permitido definir el concepto de población mínima viable, compuestas por unas pocas
decenas de individuos, y que poseen gran vulnerabilidad.
Estas barreras son más efectivas en la España seca y montañosa, donde unos
ríos y sus afluentes se encuentran alejados de otros. Aunque cuando es más fácil que
se de este efecto es en las grandes presas, existen varios ejemplos de presas de 5-10
m de altura que tienen iguales consecuencias, por lo que hay que analizar el posible
efecto barrera en todas estas estructuras, sean del tamaño que sean.
Aguas arriba, las presas y similares, impiden o dificultan la colonización y el
movimiento por el río de anguilas y otros peces, y sustituyen el ambiente fluvial por
uno lacustre de características diferentes. Sobre todo en el caso de las presas de
regulación, el embalse suele presentar niveles muy fluctuantes, márgenes abruptas y
turbidez, además de ocasionar la imposibilidad del mantenimiento de la cobertura
vegetal de los márgenes y dificultar la actividad depredadora de la nutria. Aguas
debajo de la presa se genera un flujo discontinuo y con cambios bruscos de agua, con
oscilaciones anormales de temperatura (como la descarga de aguas frías del
hipolimnion en verano) y el aumento de arrastre de sedimentos, provocando efectos
negativos sobre la fauna fluvial.
En el caso de la zona de estudio, el azud encontrado al norte de Congosto (de
1,5 m de altura aproximadamente) y otras de las barreras analizadas no suponen una
barrera para la nutria, pero sí podrían suponer un limitante (que no imposibilitante) de
la dispersión de otras especies de ribera, como cangrejos, peces o anfibios, esenciales
para la supervivencia de la nutria en especial en época de sequía en la que el río se
queda sin corriente. Por lo tanto, se debería de realizar un estudio sobre la posible
afección de estas barreras en la dispersión de las especies fluviales, en especial del
azud situado en el desfiladero de Congosto. En el caso de que el estudio reafirmase el
carácter de barrera poblacional para fauna fluvial de este azud (piscícola e
invertebrados fundamentalmente), deberá de realizarse una pequeña modificación en
el mismo incorporando una escala que permitiese fácilmente a la fauna fluvial
remontar el curso río arriba. No obstante y dado que el azud contiene una suficiente
cantidad de agua para formar una importante poza, no será eliminado o modificado en
su dimensionamiento, ya que puede ser fundamental como reservorio de recursos
tróficos para la nutria en los meses estivales, proponiéndose su conservación como
refugio de fauna fluvial importante para la nutria. En los tramos altos de los ríos el
efecto de retención de aguas y peces similar al que realizan las pozas, es producido
también por los pequeños azudes, por lo que también son positivamente
seleccionados por las nutrias (Jiménez y col., 2005).
Las recomendaciones propuestas para evitar el efecto barrera son:
- Realizar pasos para nutria en aquellas presas o barreras actualmente
existentes o de nueva construcción que puedan impedir o dificultar el paso de nutrias,
así como pasos utilizables por la ictiofauna y otras especies de ribera.
-
Favorecer pendientes poco pronunciadas en los alrededores de las presas.
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
66
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
E
*-/31*5*2*&%& &' ,'.#,-3- %2*$ '16*.*3-
Las profundas modificaciones de los ecosistemas ribereños españoles no sólo
afectan a la nutria directamente, sino que también limitan de una forma importante las
poblaciones de animales de los que se alimenta. La contaminación es uno de los
responsables de la eliminación de vida de muchos de los ríos en la expansión agrícola,
industrial, turística y demográfica que vivió y vive España (purines, alpechines,
sustancias químicas, detergentes, aceites, pesticidas, productos industriales y otros
desechos de origen humano).
A la contaminación debe añadirse la destrucción del hábitat mediante la
canalización, dragado y destrucción de la estructura y vegetación de ribera.
Centenares de kilómetros de ríos han sido y siguen siendo destruidos. Todo ello ha
afectado, o sigue afectando como el caso estudiado, gravemente a las poblaciones de
las presas de la nutria.
En la época en que ocurrían estos factores con su máxima agresividad,
simultáneamente se daban dos sucesos también nefastos para los ecosistemas
ribereños y para la nutria.
Por un lado, las especies migradoras de peces vieron como aparecían barreras
que impedían sus movimientos río arriba y abajo para completar su ciclo biológico en
el mar o en el interior, desapareciendo progresivamente de la mayor parte de la
geografía española. Entre las especies más afectadas destaca la anguila (Anguilla
anguilla), especie de alto valor calórico, gran abundancia y fácil captura, que constituía
el pez más importante en la dieta de la nutria. También se vieron gravemente
afectados de manera similar los salmones, reos, lampreas, alosas y sabogas, que
representaban importantes subidas a los ríos de biomasa procedente del mar.
Por otro lado, el declive del cangrejo de río autóctono (Austropotamobius
pallipes) por causa de la afanomicosis. Su desaparición representó un duro golpe para
la nutria en España durante los años 70 y 80, en especial en muchos pequeños
arroyos de zonas montañosas, donde son menos abundantes los peces de gran
tamaño. Sin embargo, desde los años 80 se ha vivido la total expansión del cangrejo
de río americano (Procambarus clarkii), introducido en España hacia 1974, representa
una parte muy importante del régimen de la especie en numerosos lugares de
Andalucía, Extremadura, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Rioja, Aragón, Cataluña,
Murcia y Portugal.
Aunque muy cuestionable desde un punto de vista conservacionista por
razones de cambios de equilibrios ecológicos ocasionados por las especies invasoras,
la realidad es que este hecho, ha posibilitado la recuperación de la nutria en muchos
lugares de España, ya que, además de incrementar la biomasa disponible de alimento,
el cangrejo americano (sustituyendo ecológicamente al cangrejo autóctono) ocupa
muchas zonas en donde las poblaciones de peces y de sus presas no permitían que
se asentase el carnívoro. Entre ellas pueden mencionarse los tramos secos o sólo con
pozas de muchos ríos y arroyos mediterráneos, arrozales, canales, embalses, etc. La
productividad de los cangrejos puede ser considerable, constituyendo un recurso fácil
y abundante. Existen estudios donde se asocia la importancia de abundancia de
cangrejos en la dieta de las crías y jóvenes de nutria.
Sin embargo, dada la existencia de poblaciones de cangrejo autóctono en la
zona de estudio no se deberá de promover la instalación de los cangrejos alóctonos
(americano y de señal), limitando en la medida de lo posible la expansión de los
mismos con el fin de beneficiar y promover a las poblaciones de cangrejo autóctono,
67
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
protegido por la Directiva Hábitat (92/43/CEE), además de evitar que siga siendo
explotado por pescadores furtivos que siguen potenciando, a pesar de su prohibición,
la disminución de sus escasas poblaciones (debe de aumentar la vigilancia de la
guardería y debe de darse la aplicación estricta de las sanciones recogidas en la
legislación).
Además del cangrejo americano, las poblaciones de peces (desgraciadamente
no siempre de especies correspondientes a las comunidades autóctonas naturales)
también han mejorado con la recuperación de muchos ríos, lo cual también ha
permitido mejorar los recursos tróficos de la nutria en los últimos tiempos en muchos
lugares. Entre las especies exóticas que se han expandido por nuestro territorio
destacan el cangrejo de señal (Pascifastacus leniusculus) y otras especies de peces
alóctonas (gambusia, carpa, lucio, siluro, trucha arco iris, perca, pez gato…), ante los
que los ecosistemas hídricos son especialmente sensibles.
Estas especies alóctonas, también deben de tratar de regularse con el fin de
mejorar a las poblaciones de peces autóctonos existentes, como la trucha (Salmo
trutta), el barbo (Barbus bocagei), la boga (Chondrostoma polylepis) y la bermejuela
(Rutilus arcasii) (estos dos últimos protegidos en la Directiva Hábitat (92/43/CEE)),
cuyas poblaciones se han visto enormemente perjudicadas con la destrucción de la
ribera y dragados del cauce promovidos por la concentración parcelaria y por el
aumento de la contaminación en los cursos fluviales de la zona de estudio.
Por otro lado, un estudio sobre la mortalidad de las nutrias en la Península
Ibérica advierte de su alta estacionalidad (Ruiz-Olmo, Delibes y Zapata, 1998). Entre
noviembre y diciembre se alcanzan los máximos de mortalidad (43% del total)
mientras que entre mayo y agosto se alcanzan el mínimo (3-6%). Aproximadamente,
entre noviembre y marzo se dan cerca del 70% de los casos de mortalidad. Este
máximo de mortalidad acontecido en otoño-invierno está muy posiblemente ligado a la
baja disponibilidad de recursos tróficos de naturaleza ectodérmica complementarios a
los peces en esta época del año, como son los insectos acuáticos, cangrejos, anfibios
y reptiles acuáticos. Especialmente sensibles son los jóvenes e inmaduros ante esta
situación, por lo que la capacidad de expansión de la especie se ve muy limitada por
los recursos tróficos disponibles en el medio.
Las nutrias ibéricas tienen una necesidad media de entre 0,69 y 0,86 kg. de
alimento al día. El peso medio de los peces de los que se alimenta oscila entre 30 y 82
grs. y de los cangrejos de 40 grs. Los barbos, una de sus principales presas tiene una
biomasa de 50-100 grs. llegando a capturar entre 3 y 4 peces a la hora, lo que eleva a
2-3 horas de pesca continua para que una nutria pueda sobrevivir (Ruiz-Olmo,
Jiménez y Margalida, 1998). Sin embargo, esta situación sólo ocurre en época de
abundancia de presa y en el mejor de los casos. La necesidad de dejar partes de sus
presas por su propia seguridad (pinzas de cangrejos, espinas, cola y cabeza de los
peces de gran tamaño, piel venenosa de anfibios, etc.) junto con factores que
disminuyen la eficacia de la captura (menor tamaño de las presas, menor número de
presas existentes, etc.) puede llegar a elevar hasta las 16-20 horas de actividad de la
nutria para poder completar su dieta (Ruiz-Olmo, Jiménez y Margalida, 1998), lo que
en época de escasez, como en otoño e invierno, puede ocasionar grandes
mortandades en las poblaciones del mustélido.
Tradicionalmente se han considerado a las nutrias esencialmente nocturnas,
para evitar el contacto con el hombre y con depredadores del exterior de la ribera. En
épocas estivales y de escasez de agua, especialmente en arroyos y ríos pequeños,
este carácter nocturno se ve amplificado, concentrando su actividad por la noche y
disminuyendo su actividad diurna (Jiménez y col., 2005). Sin embargo, este patrón no
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
68
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
es tan común como se consideraba, ya que aunque sean preferentemente nocturnas,
demuestran un elevado grado de actividad diurna en alguna épocas, observándose
una tendencia al aumento de la actividad en este horario en los meses invernales,
coincidiendo con las bajas temperaturas, lo que le permitiría ahorrar energía con
respecto a la actividad nocturna (temperatura más fría) y optimizar los escasos
recursos disponibles para aumentar su supervivencia (Jiménez y col., 2005).
Por otro lado, Jiménez y col. (2005) señala la importancia de los sapos en la
dieta de la nutria en invierno, a nivel local, coincidiendo con la reproducción del mismo.
Así mismo, Jiménez y col. (2005) señala que en época de sequía las nutrias
presentan una peor condición física y una mayor predisposición a las infecciones, por
lo que en épocas de sequía extraordinaria o momentos de sequía normal unido
sinérgicamente a otro factor limitante de la nutria, como un descenso en los recursos
tróficos (contaminación, sobreexplotación, destrucción del hábitat, enfermedades, etc),
puede suponer un elevado aumento de la mortalidad a nivel local, que puede llevar a
la especie a su desaparición local, por muerte o por migración.
Es muy importante, pues, la mejora de los recursos tróficos en el LIC y ZEPA
de Humada-Peña Amaya durante todo el año para que su disminución no ocurra de
manera tan drástica para la población de nutria durante el otoño y el invierno a pesar
de su descenso natural, ni exista deficiencias por debajo del umbral natural de los
recursos alimenticios disponibles en épocas de sequía. Es clave en este aspecto la
mejora de las poblaciones de peces y sapos (alimento esencial en el invierno), anfibios
y de cangrejo autóctono (importantes en verano y otoño), muy importantes en la zona
de estudio pero muy dañados por diferentes actuaciones a las que se hacen referencia
a lo largo del presente estudio.
Por tanto, la mejora de los recursos tróficos pasa por la aplicación de las
recomendaciones ya expuestas, a las que habría que añadir alguna específica sobre
las presas potenciales (cangrejos, peces, anfibios y otras especies autóctonas
mencionadas en el presente estudio), cuyas poblaciones habría que mejorar por
encima de la de los alóctonos.
Por otro lado, las nutrias consumen una amplia variedad de tallas de peces,
desde menos de 5 cm hasta de varios kilos. Sin embargo, el tamaño medio de los
peces seleccionados por la nutria oscila entre 10 y 16 cms, y entre 10 y 40 grs.,
independientemente de que existan tallas superiores, que suelen ser las tallas más
abundantes en los ríos de curso medio en España (Jiménez y col., 2005), aunque
estas dimensiones medias se reducen en los tramos altos de los ríos. Por ello, la
necesidad de mejorar los recursos tróficos de la nutria no implica la necesidad de
potenciar el aumento de las tallas medias de los peces por encima del límite natural
que marca el ecosistema en cada caso, siendo el único objetivo el restaurar el
equilibrio poblacional de los mismos en las zonas afectadas directa o indirectamente
por el ser humano.
En el Anexo II: Plan de restauración del hábitat fluvial y de los recursos
alimenticios de la nutria, del presente estudio, se analiza más pormenorizadamente la
recuperación de los recursos tróficos y de las especies más importantes para mejorar
las poblaciones de nutria existentes en el LIC y ZEPA Humada-Peña Amaya.
69
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
F
'1-*5*2*>%.*01 " '&#.%.*01 %$ 5*'16%2
La sensibilización y educación ambiental es un pilar esencial en la
conservación de la nutria y del medio ambiente en general. Este campo de
concienciación ambiental se ha desarrollado ampliamente en los últimos años, pero
debe de mantenerse esta tendencia e incrementarse.
La propia naturaleza de la nutria, su aspecto y su comportamiento hacen al
mustélido popular entre la gente, atrayendo un gran interés entre los científicos y
naturalistas, en el público general, las administraciones, los medios de divulgación e
incluso en los círculos políticos. Aprovechando el tirón social que genera, puede actuar
tanto como especie “bandera” como “paraguas”, representante de la conservación de
los ecosistemas dulceacuícolas españoles. Se debe de hacer esfuerzos especialmente
en las campañas destinadas a educación ambiental al público en general y con
atención especial a los escolares, habida cuenta de su carácter bioindicador y
representativo de los ecosistemas hídricos, así como la concienciación de
administradores, políticos y profesionales en torno a las decisiones que éstos tomen
sobre la gestión del agua y las actuaciones sobre las redes hidrográficas.
Un especial interés han de tener las campañas en las que se implique a la
población en general, poblaciones locales y usuarios de los sistemas hidrográficos
(pescadores, agricultores…) en la vigilancia, recuperación (reforestación de riberas,
construcción de madrigueras potenciales, construcción de pasos para nutrias, etc.) y
tutela de tramos concretos de ríos y masas de agua en las que viva la especie.
Por tanto, como ampliación y complementación del presente estudio, se
debería realizar un programa de actuación sobre la población local y usuarios de los
ríos de la zona, máxime teniendo en cuenta el polémico grado de necesidad de
espacio que requiere el proyecto de restauración propuesto en este estudio (ver Anexo
II: Plan de restauración del hábitat fluvial y de los recursos alimenticios de la nutria) y
la necesidad de participación activa (pueden formar parte de la mejora del hábitat de la
nutria) y pasiva (conservación, respeto, denuncia de furtivismo, etc) de la población
local para que los objetivos de mejora de las poblaciones de nutria y de su hábitat
lleguen a realizarse con éxito.
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
70
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
A ;
31.2#-*31'- &'2 '-6#&*3 &' .%$ /3
Tras el estudio realizado, la afección antrópica directa, la destrucción del
hábitat, la ausencia de refugios, la contaminación fluvial, la existencia de barreras
poblacionales, la escasez de recursos alimenticios y la escasa sensibilización
ambiental, son los factores limitantes de las poblaciones de nutria en el LIC y ZEPA
Humada-Peña Amaya. Eliminando estos factores, la especie puede recolonizar
naturalmente su territorio debido a la capacidad de recuperación natural que las
poblaciones de nutria presentan (Bueno y Bravo, 1998), hecho que debe favorecerse
con medidas adecuadas de gestión del hábitat. La nutria posee una alta capacidad de
recuperar zonas abandonadas o con una baja densidad de población en cuanto las
condiciones resultan más favorables (Bueno y Bravo, 1998). Por tanto, las medidas
expresadas para paliar o mitigar sus efectos perjudiciales sobre el mustélido deben de
llevarse a cabo para la mejora de sus poblaciones en la zona de estudio, descartando
por completo la reintroducción o cría en cautividad. La experiencia demuestra que
cuando en un tramo abierto, sin barreras efectivas a una población de nutrias, se dan
condiciones compatibles con la presencia del mustélido, éste acaba colonizándolo
tarde o temprano.
Por tanto, y dadas las condiciones actuales en las que se encuentra el
ecosistema fluvial de la zona estudiada, los esfuerzos en mejorar la población
existente de nutria deberán ir encaminados a mejorar las condiciones ambientales de
su entorno anteriormente enumeradas para propiciar su expansión.
71
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
E
E
) #6#,%- %$ '1%>%- /%,% 2% 1#6,*%
Junto con las amenazas actuales anteriormente comentadas, hay que añadir
otras posibles amenazas futuras que podrían hacer peligrar la población de nutria a
nivel general, tanto de la zona de estudio como de cualquier otra de la Península
Ibérica, provocando a pesar de su buen estado actual, una drástica disminución e
incluso su extinción local tal y como ocurrió el siglo pasado. Por tanto, estos peligros
han de tenerse en cuenta.
#'=%- %.6#%.*31'- '1 23- .%#.'- " 2%- ,*5',%Con efecto aún por determinar sobre las poblaciones de nutria de la zona de
estudio, se incluye en este apartado como una amenaza real a corto plazo la
canalización que tiene prevista realizarse en el tramo final del río Odra (a su paso por
las localidades burgalesas de Villasandino, Castrogeriz y Pedrosa del Príncipe)
promocionado por el Ministerio de Medio Ambiente y la Junta de Castilla y León. En la
actualidad se está redactando el proyecto y no se conoce aún su alcance, magnitud
(se tiene previsto intervenir en 31 de los 67 km que tiene el río) ni actuaciones
previstas, pero podría tener consecuencias nefastas para la población de nutrias río
arriba y de toda la zona de estudio si no se tiene en cuenta la ecología de esta especie
habida cuenta que la recolonización de nutria tras su desaparición, según los datos de
los sondeos estudiados, fue desde el río Pisuerga ascendiendo por el Odra hasta la
cabecera. Por tanto, la población de nutrias río arriba del Odra puede verse afectada
por el proyecto al generarse una barrera en la zona de entrada de nuevos ejemplares
dispersantes, en especial si esta población no está suficientemente establecida o
necesita para su supervivencia descender a tramos bajos del río Odra o al Pisuerga.
Por ello, se solicita a las autoridades responsables del proyecto de canalización
del Odra, que se tengan en cuenta medidas ambientales para evitar que la
canalización proyectada se convierta en una frontera que ponga en peligro la
población de nutrias del LIC y ZEPA Humada-Peña Amaya y de las existentes en el
tramo de río afectado, integrado en el LIC Riberas de la subcuenca del río Pisuerga.
Por otro lado, tal y como se comenta a lo largo de todo este estudio, la
amenaza de nuevos dragados y eliminaciones de la vegetación de ribera (“limpiezas”)
son una constante realidad en la propia zona de estudio, dado que aún se realizan de
forma puntual para corregir afecciones de riadas o inundaciones provocadas a
posteriori de la remodelación promovida por la concentración parcelaria.
Especialmente cuidadosas y respetuosas con la actual legislación medioambiental, de
obligado cumplimiento, han de ser las actuaciones promovidas por la Administración,
ya sea del Estado, Autonómica, Regional o Local, habida cuenta de las graves
consecuencias medioambientales generados por obras de reciente realización, como
la propia concentración parcelaria o el proyecto “Restauración del medio natural en la
zona de concentración parcelaria de Humada”, realizadas por la Junta de Castilla y
León y cofinanciadas por los fondos FEOGA-Orientación de la UE. Por ello, se solicita
a las autoridades competentes que regulen la realización de cualquier actuación
dentro del dominio público hidráulico.
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
72
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
-3 &' 23- ,'.#,-3- @*&,320+*.3-
2%1
*&,320+*.3
%.*31%2
Varios trabajos han demostrado el efecto negativo de la extracción de agua en
determinadas poblaciones de nutria en España como consecuencia del uso progresivo
de los recursos hidrológicos, al actuar sinérgicamente con la sequía estival. El
segundo sondeo de la nutria realizado en España (Ruiz-Olmo y Delibes, 1998) y otros
estudios (Jiménez y col., 2005) demuestran que la nutria puede adaptarse a la falta de
agua durante el período de estiaje, siempre que sea capaz de encontrar con suficiente
facilidad su alimento (peces, cangrejos, ranas, etc). Sin embargo, cuando la falta de
agua se prolonga en exceso en el tiempo (por ejemplo por falta de un caudal mínimo),
el efecto se hace crónico, y los animales de los que la nutria se alimenta desaparecen
del medio, o se hacen considerablemente escasos. La ausencia de un nivel suficiente
de agua equivale a la ausencia de nutria. Otro efecto es el producido por la regulación
de los caudales para aprovechamiento hidroeléctrico: las bruscas oscilaciones de
caudal desestabilizan las comunidades de invertebrados y de peces, disminuyendo la
disponibilidad de alimento para las nutrias.
Así mismo, la construcción de embalses, canales, dragados, canalizaciones,
cambios profundos en los usos del suelo (como la concentración agrícola realizada en
la zona de estudio), etc, provocan alteraciones graves en las poblaciones de nutrias.
Estos aspectos deben considerarse en el Plan Hidrológico Nacional y en los
planes hidrológicos de cuenca y a la hora de proyectar la construcción de cualquier
infraestructura hidráulica. Hay que realizar el diseño de estos planes considerando a la
nutria y a los sistemas dulceacuícolas en general como compuestos por piezas y
relaciones muy sensibles, a los que con frecuencia se olvida, máxime cuando los
criterios políticos, altamente inestables según el equipo de gobierno que esté en el
poder, cambian en un corto espacio de tiempo y de manera radical llegando incluso a
políticas divergentes y contrapuestas. Por tanto, hay que huir de la tradicional política
hasta ahora predominante exclusivamente basada en construcciones ingenieriles
(presas, canalizaciones, etc) y trasvases, y apostar por una política realmente
comprometida por el uso sostenible y duradero del agua que pasa desde la
concienciación ciudadana hasta la mejor planificación del territorio (donde se pueden
evitar despilfarros innecesarios como la construcción de campos de golf en medio de
zonas esteparias y semiáridas por poner un ejemplo muy en boga en la actualidad),
aplicando correcta y objetivamente la Evaluación Ambiental Estratégica a Planes y
Programas (Ley 9/2006) bajo un marco de compromiso con el desarrollo sostenible.
*-01 %$ ',*.%13
Según datos aportados por personal de la guardería de la Junta de Castilla y
León, se están realizando trampeos para la eliminación de ejemplares de visón
americano en zonas aledañas al valle de Humada, por lo que es posible que en el
futuro próximo esta especie alóctona aparezca en el valle de estudio y entre en
competencia con la nutria por los mismos recursos tróficos.
En el pasado reciente (años 70 y 80), se atribuyó importancia al visón
americano (Mustela vison), especie invasora, como culpable de la regresión de la
nutria por efecto de la competencia por el alimento y los lugares de reposo y de
reproducción, ya que su llegada coincidió con frecuencia con la extinción del mustélido
que estamos estudiando.
Los estudios más recientes (años 90) parecen demostrar que en realidad el
visón aprovecha los recursos que deja la nutria cuando desaparece, escapando
73
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
además a la superdepredación que pueda ejercer ésta. La nutria no ocupa lugares
pésimos, pues no resisten la contaminación por organoclorados, algo que el visón
americano sí soporta. En España, varios estudios demuestran la dificultad para la
expansión que encuentra la especie alóctona cuando se encuentra con buenas
poblaciones de nutria, y la facilidad, en cambio, donde ésta se ha extinguido. En
Inglaterra, el regreso de la nutria ha coincidido con una regresión del visón americano.
En simpatría con poblaciones de visón americano, aparece una competencia
entre ambas especies por los recursos tróficos que llega a afectar más al visón (Bueno
y Bravo, 1998), aunque también existen mecanismos suficientes para permitir la
coexistencia de ambos, al cambiar el visón su dieta preferentemente ictívora cuando
no está presente la nutria, por otra con mayor predominio de mamíferos cuando
ambas especies coexisten y entran en competencia (Díez-Frontón y Lizana, 1999;
Bueno, 1999). En simpatría la nutria no varía significativamente su dieta, pero la
adaptabilidad del visón le permite aprovechar recursos más terrestres y disminuir así la
competencia directa.
/%,*.*01 &' 1#'=%- -#-6%1.*%- B#:$ *.%- .316%$ *1%16'Este es un peligro constante. En el caso de ocurrir que una nueva sustancia de
efectos desconocidos volviese a ser liberada en los ecosistemas, al igual que ocurrió
con el DDT y otras sustancias, existen muchas posibilidades de que se produjera una
situación de crisis para la nutria igual a la vivida en épocas recientes y a la que en
algunas zonas sigue dándose.
/*>336*%A pesar de que no han sido señaladas en la nutria, tampoco se han realizado
estudios al respecto. Esta en una amenaza que pende constantemente, y que ya se ha
mostrado en otros mustélidos como el turón de patas negras americano (Mustela
nigripes) con el moquillo. Otra amenaza para la nutria es la enfermedad aleutiana, de
la que el visón americano puede ser portador. El cambio climático que en la actualidad
se está viviendo, unido a la globalización (que provoca numerosos movimientos de
especies alóctonas por todo el globo) pueden provocar que aparezcan potentes plagas
inesperadamente. Poblaciones aisladas y particulares, como la estudiada, son más
vulnerables a una rápida extinción local como consecuencia de una epizootia.
32'-6*%El aumento del turismo, la expansión urbanística dispersa que se está
produciendo en la actualidad y la mejora de la accesibilidad a cualquier rincón del
campo (construcción y mejora de carreteras y pistas, vehículos 4x4 y quads), pueden
ser un problema importante de cara al futuro si tenemos en cuenta los millones de
personas que vivimos en nuestro país. Por tanto, es recomendable la redacción de un
Plan de Gestión (Plan de Ordenación de los Recursos Naturales-PORN y Plan Rector
de Uso y Gestión-PRUG) que de capacidad de ordenación y de actuación al LIC y
ZEPA, no sólo de cara al turismo y el uso público del espacio, sino además para
regular cualquier afección al medio que pudiese regularse (realización de nuevos
dragados o eliminaciones de vegetación de las riberas, alteraciones en los trazados de
los ríos, modificaciones en los usos del suelo e intensificaciones, etc).
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
74
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
E !
31-*&',%.*31'- /%,% '2 -'+#*$ *'163 " '=%2#%.*01 &' 2%$ '&*&%- /,3/#'-6%El último paso después de haber implementado las medidas de mejora consiste
en el seguimiento y evaluación de los resultados, el mantenimiento de las obras, así
como la detección y consiguiente corrección de errores.
En lo que respecta al seguimiento y evaluación, a continuación se hace una
referencia esquemática a los principales aspectos a tener en cuenta para la correcta
realización de un Plan de Seguimiento y Evaluación más ambicioso en caso de
llevarse a cabo el proyecto.
La respuesta de las poblaciones de nutria o de las poblaciones piscícolas a los
cambios de mejora del hábitat realizadas, puede retrasarse varios años o incluso
generaciones, además de que los reajustes geomorfológicos del cauce hasta que
alcance el equilibrio deseado (siempre y cuando no vuelvan a ocurrir grandes
perturbaciones) pueden prolongarse en el tiempo. Por ello, para obtener una idea clara
de los efectos de las mejoras del hábitat, hay que realizar una evaluación al menos
anual y esperar más de 4-5 años para empezar a sacar conclusiones efectivas de las
mismas.
La evaluación que se ha de llevar a cabo incluirá:
• Una evaluación cuantitativa del estado global de conservación de la nutria en
la zona de estudio, basándose en el estudio de los diferentes factores clave
analizados en el apartado 8, empleando el esquema realizado a través del marco
lógico (figura 7). Para ello se emplearán los diferentes indicadores propuestos.
• Una evaluación cuantitativa de los cambios ocurridos en el hábitat con
respecto al estudio realizado en el Anexo II: Plan de restauración del hábitat fluvial
y de los recursos alimenticios de la nutria. Por ejemplo la cantidad relativa de
tramos de río con taludes inestables o sin vegetación; supervivencia, estado y
evolución y crecimiento de la vegetación, tanto natural como la revegetada. Es
necesario realizar un seguimiento de la plantación en las primeras etapas, siendo
necesario determinar el estado de la plantación y la necesidad de restituir las
plantas que no hayan germinado, así como comprobar la estabilidad y estado de
conservación que presentan las orillas y taludes restaurados para reparar los
daños provocados por las avenidas, y por último evaluar cual de las varias
técnicas empleadas (ver apartados anteriores) presenta mejores resultados.
• Una evaluación cualitativa de los cambios ocurridos en las poblaciones de
nutria, como la frecuencia de aparición de huellas, excrementos y otro tipo de
señales, proporcionalmente relacionadas con el nivel poblacional existente (RuizOlmo y Delibes, 1998; Prenda y López, 1999).
Estas dos últimas evaluaciones deben de realizarse por comparación de las
condiciones existentes antes y después de la implementación de las mejoras. Para la
realización de esta comparación se debe aplicar la misma metodología, como la
utilizada en la evaluación previa realizada en el presente estudio: Delibes (1990), para
el seguimiento de las nutrias, y Sáiz (2001), para la evaluación de la calidad del hábitat
de la nutria, ambos con sus correspondientes modificaciones realizadas en el presente
trabajo para su adaptación y aplicación en la zona de estudio (ver apartado 3).
75
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
E 7
1#6,*%
31.2#-*31'- +'1',%2'- -35,' 2% .31-',=%.*01 &' 2%
Tras la realización del presente estudio, como resultado del análisis efectuado
se pueden obtener varias conclusiones generales que se enumeran a continuación.
-6%&3 &' .31-',=%.*01 &' 2% 1#6,*% '1
-/%(%
El hecho de haber avanzado tanto en la conservación de la nutria no debe de
hacer caer en la sensación de que todo está ya controlado y organizado. Más bien al
contrario. No debe de llevar a engaño el que en algunas zonas de España la nutria
presente una importante dinámica de mejora, y se haya recuperado. Esta mejoría
responde a que la principal causa de regresión de los últimos decenios (la
contaminación), está siendo controlada. Antes lo fue su persecución directa (caza y
trampeo), y hoy en día ya no lo es. A comienzos del siglo XXI, las nutrias ibéricas
están amenazadas por otra importante causa de regresión: la falta de agua y su
importante y creciente uso por el hombre. Es por esta razón por la que el Plan
Hidrológico Nacional, altamente variable en sus criterios y orientación según el partido
político gobernante, genera grandes dudas e incógnitas sobre el futuro de esta especie
y de la conservación de los ecosistemas dulceacuícolas en general.
$ 5*63 &' 2% %.6#%.*01
La conservación de la nutria y de su hábitat debe plantearse a escalas
geográficas amplias. Las nutrias tienen requerimientos espaciales relativamente
grandes (dominios vitales totales de 30-40 km para los ejemplares adultos), por lo que
la conservación de una población viable requeriría considerar longitudes fluviales muy
largas. Las poblaciones que habitan tramos de más de 100 km de río son las que
ofrecen mejores condiciones para la conservación de la especie a largo plazo. Por
tanto, centrar las actuaciones de conservación en los tramos estudiados no garantiza
la conservación de la nutria a largo plazo, especialmente si se producen cambios
negativos en los recursos aguas abajo en las cuencas receptoras.
%,%.6',:-6*.%- &' 2% /352%.*01 &' '-6#&*3
Las poblaciones de nutria estudiadas, que habitan cauces fluviales de acusada
mediterraneidad, están sometidas a un fuerte estrés ambiental, viviendo, al menos
temporalmente, en bajas densidades y con pobre condición física. Aun mostrando
adaptaciones para soportar fuertes sequías, como lo demuestran los resultados
positivos de la presencia de la especie durante la estación estival de 2006 en medio de
una grave sequía extraordinaria, probablemente no puedan sobrellevarlas si éstas se
cronifican, bien sea por un descenso en las aportaciones naturales o por un aumento
de las demandas de agua para actividades humanas. Así mismo, si tras una larga y
dura sequía aparece un duro invierno (época con la mayor mortalidad natural de nutria
debido a la escasez de alimento), la nutria puede desaparecer localmente sino se
realizan esfuerzos para disminuir el impacto negativo que las actividades humanas
ocasionan sobre los ecosistemas y especies fluviales.
Las poblaciones de nutria muestran un patrón muy elástico en el uso del
espacio, adaptado al patrón de variación de los recursos. Su respuesta ante la
reducción provocada por la sequía sería doble: por un lado disminuiría el número de
ejemplares presentes en el tramo (por dispersión y migración, lo cual puede no
mejorar las esperanzas de vida de la nutria si las nuevas cuencas receptoras
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
76
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
presentan el mismo problema, sino que las reduciría), pero, a la vez, las que
permanecieran concentrarían su actividad (espacial y temporal) en los pocos lugares
donde se concentran los recursos, fundamentalmente las pozas. No obstante, el
agotamiento de estos recursos con el tiempo forzaría a las nutrias a abandonar la zona
hasta la recuperación de caudales y poblaciones de presas o finalmente morir de
debilitamiento e inanición (Jiménez y col., 2005). Algo similar puede ocurrir por falta de
alimento en invierno. Por ello, las zonas con abundantes recursos alimenticios para la
nutria, relativamente reducidas, son probablemente críticas para la pervivencia a largo
plazo de la especie en estos cauces.
Por tanto, debe reforzarse la necesidad de conservación integral de los tramos
en buenas condiciones, y la posibilidad de realizar actuaciones de mejora del hábitat
en los tramos peor conservados, tal y como se especifica en el presente estudio, de
manera que pueda aumentar la capacidad de acogida de nutrias en estas cuencas.
*-/31*5*2*&%& &' %+#%< 2%- /3>%La existencia de pozas es la característica que permite la presencia de nutrias
en condiciones de estiaje riguroso, incluso en condiciones de caudales fluyentes nulos.
No todas las pozas tienen la misma importancia para las nutrias, que seleccionan
aquellas que les permiten albergar una mayor biomasa de presas. Éstas son las de
mayor profundidad, que no sólo permiten acoger un mayor número de presas sino que
lo hace durante más tiempo, al conservar el agua mejor que las someras. Las
restauraciones de ribera deben de tener en cuenta estas consideraciones.
Debe tenerse en cuenta también la fuerte dinámica de arrastre en las zonas de
estudio, provocada por las riadas, que puede producir la rápida colmatación de estas
estructuras. En este sentido, la correlación entre el uso de las pozas por la nutria y la
existencia de rocas en la ribera sugiere que las pozas localizadas junto a grandes
bloques son más duraderas (Jiménez y col., 2005).
*-/31*5*2*&%& &' %2*$ '163< 2%- /,'-%Otra variable de relevancia para las nutrias es la disponibilidad de presas. De
entre todas las especies fluviales a las que se ha hecho referencia, las más
importantes de la zona de estudio y esenciales para la conservación de la nutria son:
la trucha (Salmo trutta), el barbo (Barbus bocagei), la boga (Chondrostoma polylepis),
la bermejuela (Rutilus arcasii), el cangrejo de río autóctono (Austropotamobius
pallipes), la rica comunidad de anfibios (rana común (Rana perezi), sapo común (Bufo
bufo), sapo corredor (Bufo calamita), ranita de San Antonio (Hyla arborea), sapo
partero (Alytes obstetricans), sapillo moteado (Pelodytes punctatus), sapillo pintojo
(Discoglossus galganoi)), la culebra viperina (Natrix maura), la rata de agua (Arvicola
sapidus), el desmán ibérico (Galemys pyrenaicus), los escarabajos acuáticos (g.
Hydrous y g. Dytiscus) y los grillotopos (g. Gryllotalpa).
La conservación de la nutria implica, pues, la conservación de todas estas
especies enumeradas, así como la conservación de todo el ecosistema fluvial con
todas las especies, relaciones y procesos ecológicos que en él existen.
*-/31*5*2*&%& &' ,'9#+*3< 2%- ,*5',%La vegetación riparia es positivamente seleccionada como lugar de encame,
aunque las nutrias no encuentran dificultades para encamarse en zonas casi
desprovistas de vegetación. De ello se deduce la conveniencia de mantener la cubierta
77
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
vegetal junto al cauce. Los datos presentados en varios estudios (Jiménez y col.,
2005; Jiménez y Palomo, 1998) demuestran que la nutria selecciona encames muy
próximos al agua, incluso en el caso de riberas con anchas franjas de vegetación.
Puede proponerse por tanto la conveniencia de mantener o recuperar al menos una
estrecha franja (5-10 m) de vegetación riparia.
$ /%.63- &' 2% %.6*=*&%& @#$ %1%
El principal impacto de la actividad humana sobre la nutria se da en la
alteración de todo su ecosistema mediante dragados del cauce, destrucción de la
vegetación ribereña, contaminación fluvial, o modificación de los usos del suelo de la
cuenca (intensificación agrícola y ganadera, concentración parcelaria, etc). Por ello, se
deben acometer trabajos de restauración de los tramos afectados por las actividades
humanas que se muestren con mayores dificultades para su recuperación natural.
316%$ *1%.*01 &'2 $ '&*3 92#=*%2
También se debe de seguir luchando en la disminución de la contaminación de
los ríos. Una buena depuración es esencial pero más eficaz resulta la prevención
como la reducción del uso de pesticidas y fertilizantes inorgánicos.
'-/31-%5*2*&%& &' 2%-
&$ *1*-6,%.*31'- G52*.%-
Los datos presentados muestran cómo la nutria puede sobrevivir en ambientes
mediterráneos sometidos a fuertes reducciones temporales de sus recursos más
necesarios: las presas y el agua. No obstante, estos recursos pueden verse aún más
reducidos, o serlo durante más tiempo, ya sea por causas naturales, ligadas al cambio
climático, o inducidas por la actividad humana, en forma de mayor consumo o en
deterioro de su calidad. Para evitar estos riesgos, y garantizar la conservación de la
nutria a largo plazo, se proponen las siguientes actuaciones:
a) Limitación normativa de la pérdida de hábitat para la nutria en las zonas
mejor conservadas. Este aspecto es sencillo de abordar con la voluntad política
necesaria, y cumpliría con los requisitos legales impuestos por la inclusión de la
especie en la Directiva de Hábitats y en los catálogos de especies amenazadas. Con
respecto a la protección y restauración del hábitat, pocas Comunidades Autónomas
han redactado o aprobado los obligatorios Planes de recuperación o conservación que
obliga la ley por la inclusión de la especie en el Catálogo Nacional de Especies
Amenazadas o los respectivos Catálogos Regionales. Ruiz-Olmo y Delibes, 1998,
reafirman que estos planes deben de establecer las directrices entre las que se
contemplan la protección de la vegetación ripícola y de los cauces frente a
canalizaciones, cuidado de la calidad del agua en cursos con nutria, garantizar caudal
suficiente en los ríos, fomentar la riqueza piscícola, evitar y deshacer las barreras que
impiden la colonización de nuevas zonas y su subsistencia en tramos “cortos”, realizar
estructuras que eviten los atropellos y ahogos, incrementar la vigilancia, establecer un
plan de seguimiento y control de las poblaciones de nutria, regular las actividades en
instalaciones recreativas junto a los ríos, incorporar estas directrices a los planes
hidrológicos, evaluar el impacto ambiental, investigar, divulgar y coordinar. Aparte de
estas directrices genéricas, han de prever actuaciones específicas en determinadas
zonas del territorio (zonas sensibles: zonas de cría y reposo, zonas de alimentación,
zonas de conexión de poblaciones, etc.), creando zonas de refugio.
La coordinación entre administraciones y organismos es necesaria para
poder llevar a cabo los proyectos de recuperación y conservación, habida cuenta de
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
78
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
que implican no solo al sector medioambiental, sino también a la población local,
sectores económicos como el agrícola, o a la gestión de los recursos hidrológicos para
el caso de la nutria y el ecosistema fluvial. El apoyo de la población local es esencial.
Por todo ello, es necesario el compromiso de todas las administraciones implicadas y
la coordinación de todas sus actuaciones para que no se den casos de políticas
contrapuestas, como es el caso de la explotación agrícola intensiva y la concentración
parcelaria vivida recientemente en el valle de Humada a la vez que la declaración de
LIC y ZEPA del mismo, o la responsabilidad de crear una agricultura y un
medioambiente sostenible y responsable con el entorno y, al fin y al cabo, con los
recursos naturales de los que sobrevivimos.
El compromiso por un desarrollo sostenible (como la incorporación de
políticas agroambientales a la política agraria intensiva que se estaba llevando hasta
ahora en la zona de estudio y casi la totalidad de España) y una educación ambiental
responsable, son esenciales y exigibles a las Administraciones Públicas con el fin de
que velen por los intereses generales de los ciudadanos y de un futuro con calidad
para los mismos, lo cual no es entendible si no se incorporan los valores ambientales.
Así mismo, hay que resaltar la necesidad, cada vez mayor, de un instrumento
legal de gestión, como un Plan de Gestión: Plan de Ordenación de los Recursos
Naturales (PORN) y Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG), para todos los espacios
ubicados dentro de la Red Natura 2000 (LICs y ZEPAs). Con esta instrumentación,
todas las actividades permitidas en el espacio tendrán que pasar por una evaluación y
un análisis previo del organismo administrativo competente, y deberán ajustarse a un
marco de respeto ambiental y desarrollo sostenible, eliminándose, por tanto, las
causas principales de perturbación, degradación y amenaza de estos lugares.
b) Proyectos de restauración en las zonas más degradadas por actividades
humanas y proyectos de mejora en las zonas utilizadas por las nutrias. Requieren del
desarrollo y evaluación de proyectos de restauración y mejora del hábitat fluvial para
los que no existe experiencia previa en ambientes como los estudiados, por lo que las
actuaciones descritas en el presente proyecto, podrían ser un referente fácilmente
exportable a casos similares repartidos por toda la Península Ibérica, ya que aún son
escasas en España las experiencias contrastadas de trabajos de restauración del
medio fluvial planeadas específicamente para la nutria. No tiene mucho sentido
proponer medidas de restauración o de recuperación del hábitat de la nutria sin
haberlas realizado, comprobado su aceptación por la especie y valorado su coste
económico e incidencia sobre otros usuarios del río, para lo que se necesita el apoyo
de la administración.
La nutria es el mejor indicador de la calidad y salud de los ríos. Por tanto, su
conservación conlleva la mejora y el mantenimiento de la riqueza de uno de los
ecosistemas más importantes de toda la Península Ibérica. Dado el carácter
bioindicador de la nutria, y la importancia de la conservación de los ecosistemas
fluviales, el binomio ríos/nutrias puede facilitar la recuperación de unos y la
conservación de otras. A diferencia de aquellas especies que habitan en una elevada
diversidad de medios y suelen ocupar grandes superficies, la conservación de las
nutrias está íntimamente ligada a la existencia de cursos de agua, entidades de
escasas dimensiones, en comparación con el paisaje que las rodea, pero vitales para
su funcionamiento ecológico. La importancia estratégica de estos dos elementos
naturales, desde el punto de vista de su conservación, debe ser utilizada no sólo en
beneficio de ambos, sino de otros muchos organismos y medios que pueden verse
favorecidos por cualquier intervención que tienda a mejorar el estado de los ríos.
79
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
)
BLANCO, J.L. y GONZÁLEZ, J.L., 1992. Libro Rojo de los vertebrados de España.
Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
BRAVO, J.C., 1998. Mamíferos de España. Guía de campo. Volumen I. Editorial
GeoPlaneta.
BUENO, F. y BRAVO, C., 1998. Comentarios sobre la evolución de las poblaciones de
nutria (Lutra lutra) en dos zonas del centro de España. Galemys, nº 10. Nº especial.
Págs. 151-159.
BUENO, F., 1999. Cambios en la alimentación del visón americano (Mustela vison) en
el río Voltoya (Cuenca del Duero) tras la recolonización de la nutria (Lutra lutra).
Resúmenes IV Jornadas SECEM, Segovia. Pág. 15-16.
CARRETERO, A., 2000. Nutria: indicador ecológico. La Tierra que todos desearíamos,
nº 23. Marzo. Pags. 30-43.
CLAVERO, M., PRENDA, J. y DELIBES, M., 2003. Dieta de la nutria y estabilidad de
los ecosistemas acuáticos: patrones y escalas. Resúmenes VI Jornadas SECEM,
Ciudad Real. Pág. 47.
CLAVERO, M., BLANCO-GARRIDO, F. y RUIZ-OLMO, J., 2003. Nutria paleártica
(Lutra lutra). Guía de indicios de los mamíferos. Galemys, nº15. Vol. 2. Págs. 49-54.
COSTA TENORIO, M., BLANCO CASTRO, E., MORLA JUARISTI, C., SAINZ
OLLERO, H. y col., 2001. Los bosques ibéricos. Una interpretación geobotánica.
Segunda edición. Editorial Planeta.
DELIBES, M., 1990. La nutria (Lutra lutra) en España. ICONA. Madrid.
DÍEZ-FRONTÓN, D. y LIZANA, M., 1999. Distribución, dieta y competencia trófica del
visón americano (Mustela vison) y la nutria (Lutra lutra) en un río del Sistema Central,
río Moros, Segovia. Resúmenes IV Jornadas SECEM, Segovia. Págs. 26-27.
DÍEZ-FRONTÓN, D., JIMÉNEZ, J. y LIZANA, M., 1999. La calidad de las aguas del río
Tormes y su relación con la presencia de nutria. Resúmenes IV Jornadas SECEM,
Segovia. Pág. 26.
ESPINOSA, J., 1999. Utilidad del carácter de bioindicador de la nutria (Lutra lutra) para
la gestión de los ecosistemas ribereños en la provincia de Palencia (Norte de España).
Resúmenes IV Jornadas SECEM, Segovia. Págs. 34-35.
GONZÁLEZ DEL TÁNAGO, M. y GARCÍA DE JALÓN, D., 2001. Restauración de ríos
y riberas. Segunda edición. Fundación Conde del Valle de Salazar. E.T.S. Ingenieros
de Montes. Ediciones Mundi-Prensa.
HERNANDO, A., MARTÍNEZ DE LECEA, F., ILLANA, A., BAYONA, J. y
ECHEGARAY, J., 2005. Sondeo y evolución de la distribución de la nutria paleártica
(Lutra lutra Linnaeus, 1758) en el País Vasco (N España). Galemys, nº 17 (1-2). Pags.
25-46.
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
80
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
HERNANDO, A., MARTÍNEZ DE LECEA, F., ILLANA, A., BAYONA, J. y
ECHEGARAY, J., 2004. La nutria paleártica (Lutra lutra) en la Comunidad Autónoma
del País Vasco. Departamento de Biodiversidad del Departamento de Ordenación del
Territorio y Medio Ambiente del Gobierno Vasco.
JIMÉNEZ, J. y PALOMO, J.J., 1998. Utilización de refugios por la nutria en el río
Bergantes (Cuenca Hidrográfica del Ebro). Galemys, 10 (nº especial). Págs. 167-173.
JIMÉNEZ, J., RUIZ-OLMO, J. y PASCUAL, A., 1998. Uso del espacio en una
población de nutrias en el río Bergantes (Cuenca Hidrográfica del Ebro). Galemys, 10
(nº especial). Págs. 201-208.
JIMÉNEZ, J., BARTOLOMÉ, M.A. y RUIZ-OLMO, J., 2003. Selección de presas por
parte de las nutrias: ¿prefieren el menú o la carta? Resúmenes VI Jornadas SECEM,
Ciudad Real. Pág. 94.
JIMÉNEZ, J., RUIZ-OLMO, J. y DELIBES, M., 2005. Ecología de la nutria en afluentes
del Ebro sometidos a fuertes fluctuaciones de los recursos. Tesis Doctoral. Universitat
de València. Facultad de CC. Biológicas. Departamento de Zoología.
LÓPEZ-MARTÍN, J.M., JIMÉNEZ, J. y RUIZ-OLMO, J., 1998. Caracterización y uso del
hábitat de la nutria (Lutra lutra) en un río de carácter mediterráneo. Galemys, 10 (nº
especial). Págs. 175-190.
MORALES MARTÍN, J., LIZANA, M. y GUTIERREZ, J., 1995. Distribución y dieta de la
nutria (Lutra lutra) en el Parque Natural del Lago de Sanabria y sus alrededores
(Zamora). Resúmenes II Jornadas SECEM, Soria. Pág. 59.
PALOMO, L. J. y GISBERT, J., 2002. Atlas de los Mamíferos Terrestres de España.
Dirección General de Conservación de la Naturaleza, Ministerio de Medio AmbienteSECEM-SECEMU. Madrid.
PRENDA, J. y LÓPEZ, P., 1999. La nutria, un indicador ecológico de la calidad de los
ríos de la Península Ibérica. Quercus, nº 161. Págs. 10-16.
PURROY, F.J. y VARELA J.M., 2003. Guía de los mamíferos de España. Península,
Baleares y Canarias. Lynx Edicions. Pags 62 – 63. Barcelona.
RIVERO, E. del, 2000. Sedano y las Loras. Rincones singulares de Burgos. Vol. IV.
Caja de Burgos.
RUIZ-OLMO y J., PALAZÓN, S., 1995. Ecología trófica de la nutria (Lutra lutra) en
ecosistemas fluviales mediterráneos. Características: pasado, presente y futuro.
Resúmenes II Jornadas SECEM, Soria. Pag. 81.
RUIZ-OLMO, J. y PALAZÓN, S., 1997. The diet of the european otter (Lutra lutra) in
mediterranean freshwater hatitats. Journal of Wildlife Research, vol., 2, nº 2. Pags.
171-181.
RUIZ-OLMO, J. y DELIBES, M., 1998. La nutria en España ante el horizonte del año
2000. Sociedad Española para la Conservación y Estudio de los Mamíferos (SECEM).
Grupo Nutria. Málaga.
RUIZ-OLMO, J., CALVO, A., PALAZÓN, S. y ARQUED, V., 1998. Is the otter a
bioindicador? Galemys, nº 10. Nº especial. Págs. 227-237.
81
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
RUIZ-OLMO, J., JIMÉNEZ, J. y MARGALIDA, A., 1998. Capture and consumption of
prey of the otter (Lutra lutra) in Mediterranean freshwater habitats of the Iberian
Peninsula. Galemys, nº 10. Nº especial. Págs. 209-226.
RUIZ-OLMO, J., DELIBES, M. y ZAPATA, S.C., 1998. External morphometry,
demography and mortality of the otter (Lutra lutra) in the Iberian Peninsula. Galemys,
nº 10. Nº especial. Págs. 239-251.
RUIZ-OLMO, J., JIMÉNEZ, J., PALOMO, J.J. y CHACÓN, W., 1999. Uso de las pozas
por las nutrias (Lutra lutra) durante los periodos de sequía: importancia para su
conservación. Resúmenes IV Jornadas SECEM, Segovia. Pág. 109-110.
RUIZ-OLMO, J., JIMÉNEZ, J., PALAZÓN, S., y BATET, A., 2004. La nutria intenta
reconquistar las cuencas mediterráneas. Quercus, nº 216. Febrero. Pags. 24-31.
SANTOS, I. y SANZ, C., 2003. Nutria (Lutra lutra). Especies amenazadas. Ambienta.
Mayo 2003. Págs. 71-72.
SÁIZ ROJO, A., 2001. Bases para la recuperación del hábitat de la nutria (Lutra lutra).
Foresta, nº 15. Septiembre. Pags. 21-26.
SÁIZ, A., 2001. Metodología para la estimación de la calidad del hábitat de la nutria
(Lutra lutra). Resúmenes V Jornadas SECEM, Vitoria. Pág. 126.
%,63+,%9:%
Mapas nº 134-Polientes, 2001 y nº 166–Villadiego, 2002. Escala 1:50.000. Cartografía
Militar de España. Centro Geográfico del Ejército. Ministerio de Defensa
Mapas nº 134-III–Quintanas de Valdelucio, 2000, nº 166-I–Amaya, 1999 y n1 166-IIVillanueva de Puerta, 1999. Escala 1:25.000. Mapa Topográfico Nacional de España.
Instituto Geográfico Nacional. Ministerio de Fomento.
Plan de Gestión de la nutria en el Territorio Histórico de Álava. Orden Foral 880/2004,
de 27 de octubre. B.O.T.H.A nº 136, miércoles 24 de noviembre de 2004.
4+*1%- H '5
www.diputaciondeburgos.es Diputación de Burgos
www.ine.es Instituto Nacional de Estadística
www.jcyl.es Junta de Castilla y León
www.mma.es Ministerio de Medio Ambiente
www.secem.es Sociedad Española para la Conservación y el Estudio de los
Mamíferos (SECEM)
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos
82
Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña
Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra.
Quisiera agradecer la ayuda prestada de todas las personas que cito a
continuación, sin cuya ayuda este trabajo no habría sido posible.
Por su asesoramiento e información facilitada: L. Javier Palomo, Juan Jiménez, Jorge
Echegaray, Alberto Hernando y Javier López de Luzuriaga García.
Por sus labores de tutorización: Francisco Palomares Fernández
Por los consejos recibidos: Santos Casado
Por su ayuda de campo y apoyo: Justina Pérez Martín
A la población local de Humada y a su guardería de caza, por toda la información,
comprensión y ayuda facilitada.
83
Unai Fuente Gómez
Master en Espacios Naturales Protegidos 2006
I
I
<
)
I
<
)
I
<
)
I
<)
)
Descargar