! " # Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. 1 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. Página ÍNDICE ......................................................................................................................... 2 1.- Antecedentes y objetivos...................................................................................... 4 2.- La zona de estudio ................................................................................................ 6 2.1.- LIC y ZEPA Humada – Peña Amaya................................................................. 6 2.2.- El Río Odra ..................................................................................................... 17 2.3.- Situación de la nutria en el río Odra ................................................................ 19 2.4.- La nutria en Humada: la conservación de poblaciones singulares y representativas........................................................................................................ 20 3.- Metodología de muestreo ................................................................................... 22 3.1.- Caracterización de las señales de nutria ......................................................... 25 3.2.- Selección de las estaciones de muestreo y muestreo de las mismas.............. 27 3.3.- Periodo de estudio .......................................................................................... 28 3.4.- Fichas de evaluación del hábitat ..................................................................... 29 4.- Resultados ........................................................................................................... 32 4.1.- Resultados de los muestreos de presencia de nutria ...................................... 32 4.2.- Evaluación cualitativa de los tramos de los cauces de estudio como hábitat para la nutria ........................................................................................................... 33 4.3.- Evaluación cuantitativa de los tramos de los cauces de estudio como hábitat para la nutria ........................................................................................................... 46 5.- Discusión de los resultados ............................................................................... 48 5.1.- Consideraciones sobre el hábitat de la nutria.................................................. 48 5.2.- Consideraciones sobre la variación de los niveles de agua en el cauce.......... 51 5.3.- Principales factores perjudiciales para las poblaciones de nutria en la zona de estudio y soluciones propuestas.............................................................................. 53 5.4.- Conclusiones del estudio de campo ................................................................ 71 6.- Otras consideraciones importantes para la conservación de la nutria ........... 72 6.1.- Futuras amenazas para la nutria..................................................................... 72 6.2.- Consideraciones para el seguimiento y evaluación de las medidas propuestas .... 75 6.3.- Conclusiones generales sobre la conservación de la nutria ............................ 76 Bibliografía................................................................................................................ 80 Agradecimientos....................................................................................................... 83 ANEXOS: - ANEXO I: INFORMACIÓN PREVIA - ANEXO II: PLAN DE RESTAURACIÓN DEL HÁBITAT FLUVIAL Y DE LOS RECURSOS ALIMENTICIOS DE LA NUTRIA - ANEXO III: CARTOGRÁFICO - ANEXO IV: FOTOGRÁFICO Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. 3 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. La nutria (Lutra lutra) era bastante abundante hasta finales de los setenta en toda la Cornisa Cantábrica, momento en que sus poblaciones comenzaron una rápida disminución. Este suceso queda reflejado en lo acontecido en el LIC y ZEPA HumadaPeña Amaya (Burgos), donde la nutria fue muy abundante hasta esa fecha a pesar de la presión de los numerosos tramperos. La desaparición del cangrejo de río (Austropotamobius pallipes lusitanicus) como consecuencia de su intensa pesca y de la afanomicosis, parece que fue causa decisiva de la disminución del mustélido, ya que era su presa mayoritaria gran parte del año, en especial en zonas montañosas y de cabeceras de ríos, donde la producción piscícola es más baja que en los tramos de ríos más bajos. En los últimos años se han extendido los alóctonos cangrejo americano (Procambarus clarkii) y cangrejo de señal (Pascifastacus leniusculus), en especial en la parte baja de los cursos fluviales, mientras que el cangrejo autóctono de río sigue sobreviviendo en las cabeceras de los ríos, como es el caso del LIC y ZEPA estudiado, gracias al aislamiento que ofrecen sus barreras geológicas. Por otro lado, la desaparición del cangrejo debe de unirse a la destrucción del hábitat fluvial como consecuencia de los dragados y canalizaciones (que provocan la destrucción de la cobertura vegetal de las riberas), a la intensificación de la agricultura, a la extracción de agua y a la contaminación (tanto urbana por su nula depuración como agrícola por su intensificación) sufrida especialmente, hasta el año 2000, en la mitad baja del río, en la afueras del LIC y ZEPA estudiado, lo que provocó hasta ese año la rarefacción de la nutria aguas arriba dentro del espacio protegido, por la escasez de los recursos en la cabecera del río y el efecto barrera de las actuaciones mencionadas en la parte baja del Odra. La nutria se veía obligada a sobrevivir en las orillas del río Pisuerga, aventurándose escasamente en el río de estudio. A la par que se recuperaron los recursos tróficos y mejoraban las condiciones ecosistémicas de los tramos bajos del río, lo que permitió desde los años 90 una recuperación de la población de nutria en el LIC y ZEPA (muy probablemente gracias al refuerzo de individuos procedentes del bien conservado río Pisuerga aguas abajo) volviéndose residente y con individuos criando en la zona, en el año 2002 se realizó en el término municipal de Humada y sus alrededores una concentración parcelaria que de nuevo modificaría todos los ecosistemas fluviales, afectándolos con la destrucción de varios kilómetros de ribera anteriormente conservada en excelentes condiciones, cambiando la hidrología de la cuenca (aumentando considerablemente la erosión como consecuencia de la remodelación de todos los campos de cultivo) y aumentando drásticamente la contaminación agrícola debido a su intensificación (fertilizantes químicos y pesticidas-biocidas, vertidos en cantidades jamás conocidas en la zona) (ver imagen 39 del Anexo Fotográfico). Tras la realización de la concentración parcelaria, se acometieron unas obras denominadas “Restauración del medio natural en la zona de concentración parcelaria de Humada”, realizadas por la Junta de Castilla y León y cofinanciadas por los fondos FEOGA-Orientación de la UE (ver imágenes 69 y 70 del Anexo Fotográfico). A pesar del título de esta obra, al analizarse las actuaciones acometidas en ella (la eliminación de vegetación de ribera, el dragado de los cauces o la rectificación de los cursos de agua naturales entre otros), se puede observar cómo el verdadero estado de conservación actual en la que se encuentran las riberas del valle es totalmente degradado, tal y como se analiza a lo largo del presente estudio. A pesar de todo esto, la población de nutria residente resistió los impactos y sobrevivió en la zona. Sin embargo, puede que en la actualidad su situación sea Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 4 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. inestable, pudiendo darse en la zona de estudio (río Odra y alrededores) un posible efecto “sumidero”, que estaría haciendo en la actualidad que cada vez sea menos frecuente en las cabeceras del valle de Humada. Existen numerosas amenazas que podrían afectar negativamente en el futuro a la población de nutrias existentes en la zona de estudio, pudiéndola llevar a su extinción local. A pesar de la aparente alta densidad de presencia de nutria en los ríos españoles, esto no significa que no estén amenazadas o no sean vulnerables ante determinados impactos. En cualquier lugar la situación puede cambiar rápidamente por el Plan Hidrológico Nacional (pantanos, contaminación, sequía, etc) muy variable en su planificación según los criterios del partido político gobernante, por los cambios de uso del suelo (recientes realizaciones de concentración parcelaria, abandono de cultivos, aumento de la intensificación agrícola-ganadera, etc) y por las medidas correctoras de las redes hidrológicas (“limpiezas”-eliminación de la vegetación de los cauces, canalizaciones de los ríos, etc). En general, los ecosistemas acuáticos son muy vulnerables y están permanentemente hipotecados por la actividad humana, especialmente cuando el agua se ha vuelto el bien más preciado y escaso de todos los requeridos por las sociedades modernas, que causan una fuerte presión sobre los ecosistemas dulceacuícolas, haciendo poco previsible un futuro esperanzador. La experiencia de varios investigadores (Delibes, 1990; Ruiz-Olmo y Delibes, 1998), indica que las poblaciones de nutria, a pesar de aparentar ser estables por su asidua presencia en un lugar, pueden fluctuar enormemente. Por ello, ante las futuras amenazas que se presentan (canalizaciones como la del río Odra, empeoramiento del hábitat fluvial, “limpiezas” de ríos por la concentración parcelaria, disminución de los escasos recursos alimenticios de la zona, expansión del visón americano, etc), y encontrarse en un espacio protegido de la Red Natura 2000, donde está catalogada como especie representativa del mismo, deben de adoptarse las medidas oportunas para la conservación o recuperación de su población en la zona de estudio. Por tanto, los objetivos del presente proyecto son: • Analizar la situación de conservación actual de las poblaciones de nutria en el LIC y ZEPA Humada-Peña Amaya, ya que es una de las especies catalogadas por las que se crea el LIC. • Proponer unas bases para un plan de recuperación de la población de nutria en el LIC y ZEPA Humada-Peña Amaya. La investigación aplicada sobre la nutria, ha experimentado un notable desarrollo en España en los últimos diez años. Sin embargo, quedan muchos aspectos básicos para la conservación de esta especie por dilucidar. Esto se debe en parte a las profundas diferencias existentes en los diversos hábitats que ocupa este animal en España, y a que mucha de la investigación básica se ha realizado en otros países con condiciones totalmente diferentes (Gran Bretaña, Irlanda, Escandinavia…). Por ello, los proyectos aplicados a entornos concretos, como el que aquí se presenta, cobran importancia pues de su realización y seguimiento pueden obtenerse numerosos datos y conclusiones inéditas para la ciencia y la conservación de esta especie. El caso que en el presente estudio se analiza, es uno de los muchos similares que están aconteciendo en la Cordillera Cantábrica y zonas aledañas de clima mediterráneo o submediterráneo, siendo representativo de lo que está sucediendo con la nutria en gran parte de esta región de la Península Ibérica, como el norte de Castilla y León, Álava, La Rioja o Navarra. Por ello, tanto el análisis del problema como las medidas que se exponen pueden adaptarse a todos ellos con gran similitud. 5 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. ! ! " #$ %&% '(% $ %"% Código ZEPA: ES0000192 Código LIC: ES4120093 Nombre: Humada-Peña Amaya Provincia: Burgos Superficie: ZEPA: 39.844,70 has. LIC: 36.872,57 has. Coordenadas del centro: Latitud: N 42º 38’ 20’’ Longitud: W 4º 2’ 32’’ Localidades de referencia: Humada, Basconcillos del Tozo, Rebolledo de la Torre Hábitats característicos: Roquedos, páramos Especies por las que se declara ZEPA: Alimoche, Buitre Leonado, Aguilucho Pálido, Aguilucho Cenizo Otras especies de interés: Águila Real, Halcón Peregrino, Búho Real, Chova Piquirroja, Chova Piquigualda, Roquero Rojo Otras figuras de protección: IBA (Área Importante para las Aves) nº 028 $ % &'( ) * + , - " + ) Los municipios integrados en la ZEPA y LIC son: Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 6 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. 7 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. ) *+#,% ! &'( ) * Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos + , - " + ) #. 8 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. 9 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. '-.,*/.*01 +'1',%2 El espacio, con casi 40.000 has, se encuentra ubicado en el noroeste de la provincia de Burgos, limitando al oeste con la provincia de Palencia. Se trata de un territorio de transición entre los relieves montañosos de las estribaciones de la Cordillera Cantábrica y los páramos altos al norte de la región y la Meseta Norte de la Península Ibérica que al sur. Limita al noroeste con el LIC y ZEPA "Hoces del Alto Ebro y Rudrón". Se caracteriza por un relieve relativamente heterogéneo ya que oscila entre los 860-1.370 metros de altitud y una altitud media de 1.060 m, con amplias superficies de topografía llana y un sector de relieve más accidentado entorno al Macizo de Amaya (la cota más elevada en Peña Amaya, 1.370 m.) con escarpes calizos y abundantes afloramientos rocosos (Albacastro, Las Loras, Peña Ulaña). En las laderas aparecen robledales y encinares mientras que en las parameras son frecuentes los pastizales esteparios y el matorral bajo. Existen pinares de repoblación y matorrales en los sectores más alterados. También podemos encontrar hayedos en las laderas norte de varios montes, gracias a la influencia atlántica que penetra desde el mar hasta este entorno. En las zonas bajas y en los valles se encuentran los terrenos agrícolas, la mayor parte cultivos de cereal de secano y también huertas próximas a las poblaciones. Algunos de los ríos que nacen en el espacio (Odra, Brullés y Urbel principalmente) y sus afluentes forman barrancos, en ocasiones, bastante profundos, como el excavado por el Odra al norte de Congosto. Las principales amenazas y acciones que pueden afectar y afectan a este lugar son el sobrepastoreo, la instalación de parques eólicos (en el 2003 se denegó en una Declaración de Impacto Ambiental de la Junta de Castilla y León, la instalación de un parque eólico por su afección a este espacio, pero a su alrededor se está dando aprobando numerosos proyectos de este tipo), la construcción de grandes infraestructuras (en la actualidad se está redactando el proyecto de construcción de la Autovía Burgos-Aguilar de Campoo que circula a lo largo de la frontera norte del espacio protegido), la construcción de nuevas pistas forestales, la concentración parcelaria, intensificación de las explotaciones agrícolas y forestales (repoblaciones exclusivas con pinos), dura política hidráulica (se llegaron a realizar estudios hace pocas décadas para la construcción de un embalse en todo el valle de Humada), así como molestias a las aves por parte de los visitantes en varios enclaves, generalmente cortados y cantiles, que han ocasionado el abandono de nidos de rapaces. */3- &' 45*6%6 El presente LIC se encuentra en la región biogeográfica Mediterránea. Los tipos de hábitat naturales más característicos son los bosques de ribera (objeto del presente estudio) de Populus nigra y varias especies de Salix, principalmente Salix alba, los bosque de encina, quejigo y roble melojo (Quercus ilex, Q.faginea y Q.pyrenaica respectivamente), con matorrales de degradación del mismo dominado por aulagas (varias especies de Genista, principalmente G. scorpius y G. hispanica) y brezos (varias especies de Erica, E. vagans y E. ciliaris principalmente, Calluna vulgaris y Daboecia cantabrica), distintos tipos de prados y formaciones herbosas y roquedos. Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 10 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. En total, los hábitat incluidos en el Anexo I de la Directiva Hábitat (92/43/CEE) presentes en el LIC son: • • • • • • • • • • • • • • • • • • • Vegetación flotante de ranúnculos de los ríos de zonas premontañosas y de planicies Brezales húmedos atlánticos meridionales de Erica ciliaris y Erica tetralix Brezales secos (todos los subtipos) Brezales oromediterráneos endémicos con aliaga Prados alpinos calcáreos Prados sobre sustratos calcáreos (Festuco Brometalia), parajes con notables orquídeas Zonas subestépicas de gramíneas y anuales (Thero-Brachypodietea) Prados mediterráneos de hierbas altas y juncos (Molinion-Holoschoenion) Megaforbios eutrofos Prados obres de siega de baja altitud (Alopecurus pratensis, Sanguisorba officinalis) “Mires” de transición Manantiales petrificantes con formación de tuf (Cratoneurion) Desprendimientos mediterráneos occidentales Subtipos calcáreos Cuevas no explotadas por el turismo Robledales galaico-portugueses con Quercus robur y Quercus pyrenaica Robledales de Quercus faginea Bosques galería de Salix alba y Populus alba Bosques de Quercus ilex ) *+#,% 7 + / , - " + 11 0/1 2 &'( ) * + ) . Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. $ /3,6%1.*% 3,1*6320+*.% El interés principal de este espacio protegido radica en las poblaciones de aves rapaces y otras especies ligadas a los roquedos (especialmente el Alimoche y el Buitre Leonado). También tienen importancia las poblaciones asociadas a las parameras entre las que hay que destacar la de Aguilucho Pálido y Aguilucho Cenizo. Especies significativas incluidas en el Anexo I de la Directiva Aves (79/409/CEE): • Buitre Leonado (Gyps fulvus): Área de nidificación de interés para la especie con un censo de 175 parejas en el año 1999, con importancia a nivel nacional (1% de la población total española) e internacional. • Alimoche (Neophton percnopterus): Área de interés para la reproducción de la especie con un censo de 13 parejas en el año 2000. Esta población tiene importancia nacional e internacional. La zona puede ser también utilizada como lugar de alimentación por ejemplares no reproductores, migrantes o procedentes de otros territorios cercanos de cría. • Aguilucho Pálido (Circus cyaneus): Área de reproducción con una población estimada en 4-6 parejas en el 2002, lo que tendría importancia a nivel internacional. • Aguilucho Cenizo (Circus pygargus): Se trata de un área de reproducción con una población estimada en 14-16 parejas en el 2002, que tiene importancia a nivel internacional. • Águila Real (Aquila chrysaetos): Importante área de reproducción con una población de cinco parejas en el año 2000. La zona es utilizada como cazadero por ejemplares no reproductores y adultos procedentes de otros territorios cercanos de cría. • Águila Perdicera (Hieraaetus fasciatus): Este espacio fue un área histórica de reproducción, cuya población prácticamente ha desaparecido en los últimos años. La tendencia negativa de la especie la ha llevado a pasar de tres parejas nidificantes en la década de los ochenta a ninguna en el año 2002. Desde su extinción como reproductora sólo se tienen registros de aves solitarias que aparecen en la zona. • Halcón Peregrino (Falco peregrinus): Área de cría habitual con una población reproductora de nueve parejas en el 2002. La zona puede ser también visitada por ejemplares no residentes (inmaduros y adultos de territorios cercanos). Entre otras especies del Anexo I de la Directiva Aves que se encuentran en el espacio protegido están las poblaciones reproductoras de Halcón Abejero, Milano Negro, Milano Real, Águila Culebrera y Águila Calzada. Alcaraván, Búho Real (al menos 12 parejas), Chotacabras Gris, Cogujada Montesina, Totovía, Bisbita Campestre; Curruca Rabilarga, Alcaudón Dorsirrojo, Chova Piquirroja y Escribano Hortelano, seguramente alguna de ellas con poblaciones de interés. Probable área de reproducción de Elanio azul con dos parejas en el 2000. Posible zona de cría de Críalo y Martín Pescador. No se descarta la posible reproducción de alguna pareja de Sisón, que habría que confirmar. También destaca la población reproductora de Chova Piquigualda (mínimo de 25 parejas). Azor, Gavilán, Alcotán, Vencejo Real (mínimo de 25 parejas), Mirlo Acuático, Colirrojo Real y Roquero Rojo, Camachuelo Común, Escribano Cerillo nidifican en la zona. Posible área de reproducción de Carbonero Palustre e invernada de Treparriscos. Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 12 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. 6,%- '-/'.*'- &' *16',8Entre los mamíferos más numerosos se encuentra el jabalí, corzo, garduña, tejón, zorro, gato montés, erizos, topos, rata de agua, y una rica variedad de micromamíferos y murciélagos (gracias a las numerosas cuevas kársticas existentes en la zona). Destacan el lobo (Canis lupus), la nutria (Lutra lutra) (objeto del presente estudio) y el desmán ibérico (Galemys pyrenaicus) todos ellos incluidos en el Anexo II de la Directiva Hábitat (92/43/CEE), las dos últimas especies con poblaciones significativas pero escasas aunque con un valor de conservación bueno (valoración independiente de la posibilidad de restauración de sus poblaciones y otorgada por la Dirección General para la Conservación de la Naturaleza del Ministerio de Medio Ambiente), con poblaciones no aisladas integradas en su área de distribución. Entre los anfibios y reptiles, de las que existen numerosas especies (rana común, sapo común, sapo partero, sapillo pintojo, sapo corredor, tritón jaspeado, sapillo moteado, lagarto verde, culebra viperina, etc), destaca la numerosa población de Ranita de San Antonio (Hyla arborea). Entre los peces incluidos en el Anexo II de la Directiva Hábitat se encuentran la boga (Chondrostoma polylepis) y la bermejuela (Rutilus arcasii), con una población bien conservada pero muy escasa. Entre los invertebrados incluidos en el Anexo II de la Directiva Hábitat está el cangrejo autóctono (Austropotamobius pallipes) con una población significativa, bien conservada pero muy escasa. En el presente proyecto, en el que se pretende la recuperación de la nutria, debido a su ecología ligada a la red hidrográfica y los ecosistemas dulceacuícolas, como especie “paraguas” de los mismos, la mejora del hábitat de ésta servirá a su vez a la mejora de toda las especies de ligadas a los ríos, destacando las incluidas en los Anexos II de la Directiva Hábitat presentes en la zona: el desmán ibérico, el cangrejo autóctono, la boga y la bermejuela. 13 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. '3+,%9:% 9:-*.% " +'323+:% El LIC y ZEPA Humada-Peña Amaya se enmarca en la comarca de las Loras y de la Paramera de la Lora, el sector más meridional de la Cordillera Cantábrica. Es un espacio de gran singularidad geográfica, por su carácter de transición entre la montaña cantábrica del norte y la cuenca terciaria castellana con la que toma contacto por el sur, en el entorno de los núcleos de Sotresgudo, Villadiego y Sotopalacios. Su posición periférica, en la vertiente sur de la gran unidad montañosa, determina su condición de espacio de transición. Por un lado, es una comarca bastante accidentada aunque sus moderadas altitudes le otorgan carácter de media montaña. La máxima altitud, 1.362 m, se alcanza en la Peña Amaya; las cimas de las otras Loras se sitúan en torno a los 1.200 m, mientras que la paramera de la Lora (al norte de la Peña Amaya) se encuentra a 1.000-1.100 m. Este carácter montañoso determina una mayor pluviometría respecto a la llanura inmediata, pero el régimen de distribución sigue siendo plenamente mediterráneo, por encontrarse a sotavento de la divisoria cantábrica. Algunas especies vegetales propias del dominio montano atlántico, como el haya, que se sitúa aquí en el límite de sus exigencias de humedad, crecen al lado de otras típicamente mediterráneas, como encinas y quejigos, existiendo algún bosque mixto en buen estado. Es, pues, un espacio de encrucijada desde el punto de vista bioclimático. El relieve de esta comarca es singular y llamativo, configurador de un paisaje dominado por formas rotundas y perfiles rocosos. Un relieve abrupto formado por largas y estrechas estructuras rocosas, conocidas como “loras”, caracterizan el abrupto paisaje de la región. Penetrar en la comarca de Las Loras por el sur, supone pasar bruscamente de las formas simples, horizontales y casi monocromáticas de la cuenca sedimentaria del Duero a toda una variedad de formas de relieve esculpidas en rocas calizas del Cretácico Superior. En las mismas se han modelado los principales fenómenos kársticos que se pueden observar a simple vista: dolinas, cuevas, cresteríos, cortados, surgencias y sumideros. En el sector de Las Loras los elementos culminantes del relieve se perciben como impresionantes relieves tabulares, tanto por el desnivel que introducen respecto a los valles como por la sucesión de cantiles calizos y taludes de acusada pendiente, mediante los cuales se resuelve el enlace entre cimas y sectores deprimidos. Sin embargo, en este paisaje, las cimas planas no son lo que podrían parecer, pues el relieve es infiel a las estructuras. En realidad, se trata de un original tipo de relieve plegado inverso, que ha convertido en cumbres las charnelas sinclinales. Así pues, los elementos destacados no son anticlinales, que por el contrario han sido totalmente vaciados y convertidos en valles o combes, sino sinclinales colgados, que recuerdan a enormes buques varados en tierra firme. Del mismo modo, la gran unidad de la Paramera de la Lora se corresponde con un sinclinal de grandes dimensiones y suaves buzamientos, que la intensa erosión ha dejado también en resalte. Su expresivo nombre hace referencia a la similitud morfológica con los páramos de cuenca, si bien, desde el punto de vista morfogenético su naturaleza es bien distinta. En el sector suroccidental, la profusión de sinclinales colgados o “loras” y valles intercalados o “combes” proporciona un paisaje quebrado, lleno de matices. La vegetación, abundante en los taludes, rala en las cimas e inexistente en los cantiles rocosos, juega un papel destacado en la distinción de estratos y en la riqueza visual del conjunto. Por su parte, la gran extensión de La Paramera, de la que cabría esperar menor interés paisajístico por su más monótona morfología, encierra, también, sorprendentes contrastes y hermosos paisajes debidos al encajamiento de los ríos que la recorren. Destacan por su profundidad y belleza los cañones del Ebro y del Rudrón. Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 14 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. Similar a éstos aunque mucho más modesto es el cañón que excava el río Odra al norte de Congosto, profundos tajos en el páramo circundante enmarcados por vertientes abruptas que dejan al descubierto los distintos estratos correspondientes a los pisos superiores de la cobertera mesozoica. La abundancia de vegetación en los taludes y la ausencia de ella en los cantiles rocosos contribuyen a la diversidad visual de los cañones. Por el contrario, en lo alto del páramo la vegetación de porte arbóreo es escasa e incluso la vegetación arbustiva y herbácea es rala y discontinua, como corresponde a unos suelos de naturaleza caliza, raquíticos, rocosos y áridos. El fondo de los valles presenta gran cantidad de depósitos cuaternarios arcillosos provenientes de la meteorización de las calizas dominantes circundantes. Así mismo también afloran abundantes estratos de areniscas y conglomerados de edades más antiguas que las calizas de las loras. Fuentes y manantiales son muy abundantes en toda la comarca. La porosidad de la caliza en la superficie de los páramos y en la cima de las Loras no favorece la escorrentía superficial, pues la lluvia y la nieve deshelada se filtran por la roca, para alimentar los numerosos acuíferos y cauces subterráneos existentes. Estas aguas emergen a la superficie dando lugar a manantiales temporales, muy numerosos en invierno y primavera, y a manantiales permanentes, que ven aumentar notablemente su caudal tras la recarga invernal y el deshielo. Uno de ellos es la “Fuente Manapites”, surgencia que mana desde las profundidades de la lora uniéndose en un arroyo al río Odra antes de su llegada a Fuenteodra o incluso el propio nacimiento del río Odra, con características similares y en cuyo recorrido inicial sufre insurgencias y resurgencias constantes. Es frecuente entonces, que en puntos concretos de las escarpadas vertientes de las loras y de los cañones se formen, por unos días, espectaculares cascadas que se precipitan al vacío, como la del río Odra al norte de Fuenteodra, en la cascada conocida como “La Yeguamea” que nace de un orificio abierto en medio de un elevado farallón calizo generando un espectacular chorro de agua a presión. Debido a su procedencia kárstica, las aguas subterráneas presentan una tonalidad azul debido a su participación en procesos de disolución kárstica, creando una película de agua extremadamente cristalina y azulada. *-63,*% " '613+,%9:% Desde la Edad de Piedra y hasta después de la Edad Media, los pobladores de la zona tuvieron que vivir en las zonas altas de las loras por razones defensivas. La rotundidad y protagonismo de las formas de relieve, dominado por los elementos naturales, destacan como hitos de referencia en el paisaje y en las que el ser humano, a pesar de la dureza del clima del lugar, veía un perfecto espacio donde construir sus poblados y defenderlos fácilmente. Así, se encuentran restos de la temprana presencia humana en estas tierras, como lo atestiguan los numerosos dólmenes, castros y otros vestigios arqueológicos desperdigados en el territorio. La ocupación humana de Amaya se inicia hace unos 3.000 años en la Edad del Bronce. Posteriormente fue una importante ciudad de la Cantabria prerromana que acabó siendo conquistada por las legiones de Roma. Los historiadores romanos narran el asedio al que fue sometida la antigua ciudad cántabra de Amaya por las tropas mandadas por el emperador Augusto. Desaparecida la autoridad romana, los cántabros volvieron a vivir en un régimen de autogobierno hasta el 574 después de Cristo, año en el que el rey visigodo Leovigildo entrando en Cantabria dio muerte a sus jefes y ocupó su capital, Amaya. No acabarían aquí las disputas por la posesión de esta estratégica ciudad, ya que en el 711, una columna musulmana llega hasta Amaya y la ocupa. Tendrían que pasar casi 150 años para que los cristianos la 15 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. reconquistasen definitivamente. Así en el 860, Rodrigo, el primer conde de Castilla pobló de nuevo la ciudad. El avance de la reconquista terminó con su legendario pasado. De todo este pasado glorioso sólo quedan unos pocos testimonios arqueológicos. También se pueden destacar entre otros los castros de la Edad del Bronce de la Lora y los de la Edad del Hierro de la Ulaña. Frente a una naturaleza poco generosa, con un clima con cambios bruscos de temperatura y precipitación (temperaturas extremas en invierno, periodos húmedos y secos y fuertes tormentas), los habitantes de estas tierras han tenido que amoldarse a un espacio con una trama física repleto de inconvenientes en lo que respecta a su articulación y aprovechamiento. Los habitantes de estas tierras han ceñido su vida, su poblamiento, sus vías de comunicación y sus tierras de labor a la angostura de los valles, arañando también algunos espacios de pastos y parcelas de cultivo a las superficies culminantes. En el fondo de los valles, donde hoy día habita la población del lugar desde que siglos atrás descendieran de los castros, disfrutan de un microclima más benigno debido al descenso en altitud y a la protección que les proporciona su encajamiento. Frutales y cultivos de huerta ocupan parte de las tierras de cultivo en estos angostos valles, así como la patata de siembra. Los pueblos son, en la actualidad una numerosa variedad de pequeñas poblaciones, separadas entre sí por cortas distancias. La configuración de un relieve abrupto determina la disposición de los pueblos siguiendo la línea de los valles. De este modo, la única posibilidad de comunicación es lineal, con escasas posibilidades de relación entre valles, lo cual ha reforzado el aislamiento histórico que la mayoría de los núcleos ha padecido a lo largo de su historia. Pueblos de reducidas dimensiones pero que encierran un gran valor patrimonial, con algunas joyas románicas, una hermosa arquitectura popular y de casas solariegas. La piedra caliza, muy abundante en la zona, tiene gran responsabilidad en la belleza y solidez de las construcciones, tanto modestas como señoriales. Es una zona, pues, eminentemente rural cuya economía se basa principalmente en la agricultura (especialmente de cereal) y en menor medida en el sector ganadero (ovino principalmente), cinegético (jabalí, corzo, liebre, perdiz roja) y forestal (ésta última muy escasa). En la actualidad (ver Tabla 1) el número de habitantes totales en los municipios integrantes del LIC y ZEPA es de 3.678, repartidos en 883 km2, con una densidad de población muy baja, de 4,17 habitantes/km2. Población (habitantes) 381 174 168 629 92 366 1.868 3.678 Basconcillos del Tozo Humada Rebolledo de la Torre Sotresgudo Urbel del Castillo Valle de Valdelucio Villadiego TOTAL * $ %52% ! + , - 1 " + ) 63 ' 3 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 4 Densidad 2 (hab/Km ) 3,16 2,04 3,33 3,65 2,98 3,82 5,70 4,17 2 Superficie (Km ) 120,67 85,19 50,51 172,19 30,83 95,70 327,96 883,05 ) &'( ) ' 5 /4 3 #. 16 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. ! ! 2 :3 &,% El río Odra pertenece a la cuenca hidrográfica del Duero. Posee 67 kilómetros de longitud. Nace en la Peña de la Lora, al noroeste del pueblo de Fuenteodra y desemboca en el río Pisuerga en la localidad de Pedrosa del Príncipe (Burgos) al sur de su nacimiento. Hidrológicamente, el río Odra y sus afluentes se caracterizan por ser cauces de ambiente mediterráneo, con un curso de agua con una continuidad casi permanente que sufre una gran desecación en época estival que hace desaparecer su curso aunque no toda sus reservas hídricas, las cuales se mantiene en las numerosas pozas existentes. En época primaveral y otoñal presenta sus máximos de caudal, generándose frecuentes y periódicas avenidas que desbordan el río de su cauce. La morfología del río Odra se puede dividir en dos tramos antes de su desembocadura en el río Pisuerga. La parte alta, o cabecera, al norte, está dominada por una importante zona montañosa, perteneciente a las estribaciones de la Cordillera Cantábrica, dominada por abruptas montañas calizas denominadas “loras” de hasta casi 1.400 metros de altitud. Con una pluviosidad alta, posee fértiles vegas. Este tramo de cabecera del río Odra, desde su nacimiento, hasta el pueblo de Villavedón, queda dentro del LIC y ZEPA Humada-Peña Amaya, ya descrito con anterioridad. El resto del curso, hasta su desembocadura, forma parte del LIC Riberas del Río Pisuerga y afluentes (ES4140082). Esta mitad baja del río, hasta su desembocadura en el Pisuerga, se caracteriza por estar ocupada casi en su completa extensión por grandes páramos y llanuras cubiertos por cultivos de secano, de pluviosidad escasa y fuertes vientos. Sin embargo, ninguna de estas protecciones con que cuenta el río Odra y el valle de Humada han impedido los recientes dragados, concentraciones parcelarias, intensificaciones agrícolas, reestructuraciones de redes de drenaje, creación de nuevas pistas forestales y aumento de los vertidos de fertilizantes y pesticidas inorgánicos vertidos ilegales de escombros en humedales que vienen aconteciendo desde la entrada en el nuevo siglo. El presente estudio se va a centrar en el análisis de la subcuenca del río Odra dentro del LIC y ZEPA Humada-Peña Amaya. Por tanto, entre otros, los factores que han determinado la elección de este río y su subcuenca (muchos de ellos ya mencionados) se deben a: 1.- Existencia de poblaciones de nutria conocidas desde hace décadas (aunque potencialmente desaparecieran durante los años 80 a 90). 2.- Tener un caudal y flujo típicamente mediterráneos, con acusadas sequías y periódicas inundaciones. 3.- Situarse en las cabeceras de las cuencas, no sufriendo de efectos o impactos producidos aguas arriba y, por tanto, poderse estudiar los efectos de las perturbaciones que se generan en la subcuenca. 4.- Localizarse en comarcas poco pobladas, con bajos niveles de contaminación y aprovechamientos hídricos reducidos, no existiendo ninguna presa que modificara substancialmente el régimen natural del río. 17 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. 5.- Situarse en un espacio protegido (LIC y ZEPA de Red Natura 2000), en el que se encuentra la nutria catalogada como una de las especies amenazadas y a proteger del mismo. Entre las localidades incluidas en el LIC y ZEPA Humada-Peña Amaya y en la subcuenca del río Odra, se encuentran Humada, Fuencaliente de Puerta, Fuenteodra, Rebolledo de Traspeña, San Martín de Humada, Congosto, Villamartín de Villadiego, Los Ordejones: Ordejón de Abajo y Ordejón de Arriba, todos ellos pertenecientes al Ayuntamiento de Humada, además de Villavedón, Rioparaiso, Palazuelos de Villadiego y Barrios de Villadiego pertenecientes al Ayuntamiento de Villadiego. Dentro del espacio protegido, el río Odra nace al noroeste de Fuenteodra, en el pago de Masatrigos, en las cercanías del monte Carasol, a 1.160 - 1.120 metros (según el nivel freático) de altitud aproximadamente. Recorre el territorio de norte a sur pasando por Congosto hasta Villavedón a 860 metros de altitud (con 300 metros de desnivel acumulados desde su nacimiento), en la frontera del LIC. El Arroyo San Martín o del Pontón es uno de sus principales afluentes en este tramo. Nace al sur de Fuencaliente, al pie del Portillo de la Ulaña a 1.140 metros de altitud aproximadamente. Recorre el valle en dirección este a oeste pasando por San Martín de Humada y por Humada, uniéndose al Odra antes del desfiladero de Congosto en el paraje conocido como San Quince, a 940 metros de altitud (200 m de desnivel acumulados). Otro de sus principales afluentes es el Arroyo de los Ordejones, que nace en la Peña Ulaña, al pie de la peña El Castillo, a 1.100 metros de altitud aproximadamente, pasando por Ordejón de Abajo en un recorrido de este a oeste hasta unirse al Odra en Congosto, a 905 metros de altitud (195 metros de desnivel). A parte, existen numerosos arroyos en la cuenca del Odra dentro del LIC menos destacables que los enumerados, por lo que el presente estudio se va a centrar en estos tres cursos hidráulicos principales. La anchura de los cursos es muy variable, desde los 0,5 metros en las cabeceras, hasta los 5-8 metros al paso del Odra por Congosto y Villavedón. Sin embargo, las anchuras predominantes oscilan principalmente entre 0,5 y 3 metros. En total, la superficie de la subcuenca del río Odra estudiada dentro del LIC y ZEPA Humada-Peña Amaya asciende a 10.583,2 hectáreas, en un perímetro de 57.985 m y con una longitud de 33.415 m lineales de curso de agua repartidos entre el río Odra (18.559 m), el arroyo de San Martín (9.974 m) y el arroyo de Los Ordejones (4.882 m). Para mayor información, ver los Anexos Cartográficos y Fotográficos del presente estudio. Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 18 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. ! 7 *6#%.*01 &' 2% 1#6,*% '1 '2 ,:3 &,% Tal y como se describe en el Anexo I: Información previa, según los datos del sondeo de nutria de 1994-96 (Ruiz-Olmo y Delibes, 1998), el Pisuerga mantiene una buena población de nutrias en todo su recorrido, compartido con Palencia, gracias a la buena conservación de sus riberas y abundante pesca, mientras que su afluente, el río Odra, presenta nutria ocasionalmente o en muy baja densidad, desde los dragados, regadíos y desaparición del cangrejo autóctono. A pesar de ello, en el río Odra no aparece ninguna estación positiva en este sondeo. Comparados con los resultados del sondeo de 1984-85 (Delibes, 1990), donde las causas de la regresión de la nutria eran más acuciantes (amplia contaminación, disminución de los recursos tróficos, en especial el cangrejo, graves destrucciones de ribera), la situación de la nutria ha mejorado entre estos 10 años de sondeo. Por ello, aunque las causas que han llevado a disminuir las poblaciones de nutria no han desaparecido (por lo que la mejora no se puede dar como asegurada de cara al futuro y no se debe de bajar la guardia ante presentes y futuras nuevas agresiones como concentraciones parcelarias, dragados y “limpiezas” de cauces o canalizaciones), sí han mejorado en los últimos años (mejora de los recursos tróficos, disminución de la contaminación y recuperación de riberas dañadas) y con ello las poblaciones de nutria han aumentado. No obstante, y a pesar de los resultados que se observan en las figuras 17 y 18 del Anexo I: Información previa, correspondientes a los dos sondeos realizados en Burgos, en donde el río Odra y sus alrededores no cuentan apenas con estaciones positivas, cabe reseñar que según datos aportados por Alberto Hernando (comunicación personal), uno de los responsable de los sondeos realizados en Burgos en 1984-85 y 1994-96, el río Odra siempre ha tenido nutrias, aunque la escasa distribución y la itinerancia que por esas fechas tenían debido a su escasez hicieron que no se reflejaran estaciones positivas en los sondeos realizados. Más recientemente, según datos aportados por Javier López de Luzuriaga García (comunicación personal), en el último sondeo de nutria realizado por la SECEM en los años 2004-2005 en Burgos (aún no publicado), el río Odra presentó estaciones positivas para la presencia de nutria, siendo éstas: Pedrosa del Príncipe (río Odra), Castrojeriz (río Odra), Villasandino (río Odra), Sasamón (río Odra), Villamayor de Treviño (río Odra), Albacastro (río Sauquillo). También se detectó la presencia de nutria en Sotresgudo (Arroyo de Ríofresno o río Fresno). Por tanto, y a pesar de ser resultados provisionales, comparando con los resultados de los sondeos de 1984-85 y 1994-96 (ver figuras 17 y 18 del Anexo I: Información previa), se puede observar que aguas abajo de la zona de estudio, la población de nutria ha mejorado considerablemente en la zona de estudio. Así mismo, comparando los datos de los dos primeros sondeos realizados en España, con el estudio realizado en cuadrículas UTM en el 2002 y del último sondeo provisional realizado en 2004-2005 (ver figuras 13, 14, 15 y 16 respectivamente, del Anexo I: Información previa), en el que aparece la nutria excelentemente representada en Burgos, se puede observar una gran mejoría de las poblaciones de nutria, confirmándose la tendencia al alza que se viene observando desde finales de los años 80. 19 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. ! ; % 1#6,*% '1 #$ %&%< 2% .31-',=%.*01 &' /352%.*31'-*1+#2%,'- " ,'/,'-'16%6*=%En España, la nutria se distribuye actualmente por una parte importante del país, aunque el hecho de estar ligada a unos ambientes muy concretos, los acuáticos, hace que el territorio que en realidad ocupa sea muy escaso. Estos hábitats representan un porcentaje mínimo de la superficie española. Como la nutria sólo sobrevive en una parte de ellos, se concluye que únicamente puede ser encontrado en una parte mínima del territorio (menos que la del lobo o el lince por ejemplo). Por otro lado, hay que recordar que en grandes masas de agua únicamente utiliza de una forma habitual una estrecha franja correspondiente a las orillas, por lo que este porcentaje es en realidad menor. Por ello, hay que resaltar lo escaso de su hábitat (hecho que a menudo pasa inadvertido, ya que siempre hay algún río, arroyo o lago cerca) y lo vulnerable que resulta. Dado su carácter bioindicador, todas sus poblaciones merecen una especial consideración. Pero, además, existen diversas poblaciones que destacan al encontrarse en unas circunstancias biogeográficas, ecológicas o de singularidad que las otorgan particular interés, máxime si se recuerda que no existen poblaciones en condiciones comparables en otros lugares de Europa, e incluso del Mundo. Ruiz-Olmo y Delibes (1998) destacan en el segundo sondeo nacional de esta especie que estas poblaciones son: poblaciones litorales asociadas a humedales y estuarios, alta montaña, lagos y lagunas, ambientes mediterráneos fluctuantes y poblaciones de nutria simpátridas y sintópicas con poblaciones de visón europeo. De todas éstas, la población estudiada en el LIC Humada-Peña Amaya se ajusta ampliamente a dos de ellas, la alta montaña y los ambientes mediterráneos fluctuantes, cuya sinergia potencia su singularidad. % 26% $ 316%(% En estudios realizados en el Pirineo en ambientes fluviales se demuestra que los 800-1000 metros constituyen una altitud de cambio ecológico. Las poblaciones de nutria que se encuentran por encima de los 1.500 m de altitud merecen una especial atención y medidas claras de conservación, ya que se encuentran bajo un importante estrés alimenticio y ambiental, accediendo a estos lugares para explotar recursos alimenticios estacionales. En España, estas poblaciones son: Pirineos, cordillera Cantábrica (en diversas cabeceras), Montes Universales (alto Tajo y afluentes), lago de Sanabria y las lagunas de la Sierra de Gredos y del Sistema Central, y las sierras de Cazorla y Segura. 5 $ 5*'16'- $ '&*6',,41'3- 92#.6#%16'- Estos se cuentan sin duda entre los ambientes más característicos de neutros país, condicionados por la dinámica del régimen de lluvias y por los suelos a menudo permeables. Los caudales suelen ser máximos en primavera y otoño, altos en invierno, y frecuentemente mínimos (e incluso no circulantes) en verano. A esta situación debe añadirse el efecto del hombre, que con sus necesidades y explotación de agua, la agudiza. Al estrés hídrico normal deben superponerse periodos de sequía, que Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 20 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. constituyen un factor limitante de gran trascendencia, como los vividos actualmente en 2005 y 2006. En estos cursos, muy a menudo de pequeñas dimensiones, se pone a prueba la capacidad de adaptación de la nutria, lo que constituye una de las peculiaridades de la especie en la Península Ibérica. Las zonas más importantes en España que poseen estas características con más marcado carácter se encuentran en las pequeñas cuencas litorales o de media montaña que vierten en el sur y levante (Cádiz, Málaga, Murcia, Albacete, Castellón, Tarragona, Lleida, Cuenca o Teruel), aunque también pueden encontrarse numerosos ejemplos repartidos por gran parte de la Península Ibérica. La zona de las Loras estudiada, situada en la cordillera Cantábrica del norte de Burgos, sin llegar a las cotas de 1.500 m como las anteriormente descritas, poseen valores ambientales que la asemejan a las zonas de alta montaña. Las altitudes oscilan desde los 860 a los 1.370 m de altitud (Peña Amaya) y una altitud media de 1.060 m, posee una orografía muy abrupta y una climatología extrema similar a zonas de mayor altitud pero con un componente mediterráneo muy marcado. La geología, predominantemente caliza, característica de la zona, se une con la marcada sequía estival provocando la desecación de los pequeños ríos y arroyos de cabecera que existen en la zona, donde deja de correr el agua que únicamente resiste en las numerosas pozas que se forman a lo largo de los cauces secos gracias a los sedimentos de arcillas generados de la meteorización química de la caliza. La conjunción de estos dos factores, por una lado las características de alta montaña y por otro la climatología y comportamientos mediterráneos, hacen de la población de nutria del LIC Humada-Peña Amaya interesante desde el punto de vista conservacionista. 21 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. 7 La metodología empleada para la realización de este trabajo, se basa en la utilizada en los sondeos realizados en España en 1984-85 (Delibes, 1990) y a 1994-96 (Ruiz-Olmo y Delibes, 1998), con las modificaciones necesarias para adaptarlo a una escala local, que se explicarán más adelante. En estos sondeos, el trabajo se basó en las recomendaciones que el Grupo de Especialistas en Nutria de la UICN realizó en la Primera Reunión de su Sección Europea (Oderhaus, R.F. Alemana, abril de 1984), recibiendo el nombre de “otter surveys” (sondeos de nutria). Esta metodología fue desarrollada a finales de los años 70 por diversos autores británicos (Lenton y col., 1980, Mason y Macdonald, 1986) y consiste básicamente en la búsqueda de señales inequívocas de la presencia de la especie (casi exclusivamente excrementos, marcas anales, gelatinas y huellas), a lo largo de tramos determinados de ribera, en estaciones homogéneamente distribuidas por el área de estudio. La nutria es un animal escaso, predominantemente nocturno, desconfiada y por ello muy difícil de observar en la naturaleza. Sin embargo, sus deyecciones son muy características y, por tanto, fáciles de identificar. Además, el animal las utiliza como señales olfativas, depositándolas con preferencia en lugares sobresalientes, como piedras aisladas en el agua, playas, troncos caídos, bases de puentes, confluencias de corrientes, etc. El método se basa en que los lugares que la nutria acostumbra a marcar son predecibles y, por tanto, resulta posible buscar en ellos para ver si están señalados con heces o no. Según esta metodología, se consideran señales seguras de nutria, exclusivamente, sus excrementos, sus huellas cuando se encuentran bien marcadas, y marcas y gelatinas anales, en los dos últimos casos sólo cuando son bien conocidas. Las huellas son buscadas sobre barro, arena o tierra, en orillas, cuevas, grietas y otras zonas. El resto de señales, sin embargo, son depositadas frecuentemente en lugares llamativos o predecibles (cuevas, grietas, puentes, piedras, montones de hierba, arañazos en la arena o barro, final de islas, unión de cursos, etc.). No se aceptan como prueba definitiva, en cambio, otros indicios de su existencia, tales como peces comidos, toboganes, posibles madrigueras, etc. En los sondeos nacionales de 1984-85 y 1994-96, se emplearon como base los mapas de escala 1:50.000 de toda España peninsular. Se muestrearon todos los tipos de masas de agua, (arroyos, ríos, embalses, lagos, costa, pozas de agua,…) independientemente de su estado de conservación o su nivel hídrico (incluso cauces secos). Una vez que seleccionaban una estación de muestreo dentro de cada cuadrícula de mapa, se recorrían minuciosamente 600 m de margen anotando el número y la distribución de las señales de nutria vistas. Si se encontraba alguna, el muestreo se daba por terminado, juzgándose innecesario buscar más allá de la primera señal. En caso contrario, la búsqueda continuaba hasta completar los 600 m considerando el muestreo negativo si en dicho tramo no se encontraba ninguna señal. El muestreo a lo largo de 600 m de ribera es normalmente suficiente para detectar la presencia de la nutria, pero puede fallar en el caso de poblaciones muy reducidas o donde la especie aparezca sólo ocasionalmente. Según los autores de la metodología, espaciando los tramos de muestreo cada 5 km se podría comprobar casi con total seguridad si el río está habitado por la especie. En cualquier caso, este problema se ve minimizado por la práctica recomendada de iniciar los recorridos siempre a partir de puntos especialmente adecuados para encontrar señales (bajo puentes…) y continuando por el tramo o margen aparentemente más prometedor para hallarlas. Las necesidades espaciales de una nutria son de 5-100 km lineales de Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 22 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. ribera, y un solo ejemplar es capaz de marcar toda su área de campeo, haciéndolo incluso en pueblos o ciudades. Las principales ventajas de esta metodología radican en los requisitos del método: - Trabajo de campo, con información directa. - Procedimiento estandarizado que permite prospectar todo el territorio, y que puede ser repetido con periodicidad. - Rapidez y “sencillez” de realización. “Fotografía” de la situación en un momento. Sin embargo, entre los principales inconvenientes y dificultades de interpretación de los resultados (ya se ha enumerado alguna) del método deben señalarse los siguientes: 23 - Si bien el hallazgo de una señal de nutria permite afirmar la presencia de la especie, la falta de señales no permite confirmar su ausencia. En el caso de poblaciones muy reducidas o individuos aislados, apenas dejan señales, tal vez porque al carecer de vecinos no tienen necesidad de dejar marcas olfativas. No obstante, secuencias de estaciones negativas son bastante indicativas de que la especie falta en el área (Ruiz-Olmo y Delibes, 1998; Prenda y López, 1999; Bueno y Bravo, 1998). - La probabilidad de no detectar a la nutria, aunque esté presente, a través de sus deyecciones en un control de 600 m, oscila entre un 0-10%. Por encima de los 500-600 m de tramo, para mejorar los resultados de una forma casi inapreciable se necesita incrementar la distancia prospectada en centenares de metros. De hecho, un 79% de las estaciones positivas lo son en los 100 primeros metros. - Diversos factores pueden afectar a la persistencia de deyecciones y huellas en un medio (lluvias, riadas, variaciones en el nivel del agua ligadas al aprovechamiento hidroeléctrico, etc), o a la detectabilidad de éstas (vegetación densa, ausencia de barro o arena, etc). - Investigaciones realizadas demuestran que la distribución y densidad de las señales se ven afectadas por el transcurso de las estaciones, sexo, estado reproductivo, nivel de población y características del hábitat. Estos factores deben tenerse en cuenta a la hora de interpretar los resultados del sondeo, de los que no cabe extraer consecuencias muy rotundas en lo que se refiere a densidad de población y utilización del hábitat. - La densidad de excrementos en un tramo o una región no pude ser utilizada como una estima del número de nutrias existentes. En cualquier caso, se ha demostrado que donde existen muchas nutrias existe una mayor densidad de excrementos, y que donde existen pocas nutrias existe una menor densidad de excrementos. A grosso modo, estos datos pueden ser utilizados, siempre que se coparen idénticos periodos del año, con zonas similares, ya que la nutria presenta una clara estacionalidad en el marcaje en determinadas zonas, pero no en otras. Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. Esta metodología es, pues, una herramienta útil basada en la presenciaausencia de la especie. En general, el método es útil para “monitorear” la distribución de la nutria y sus cambios a gran escala, pero poco eficaz para otros estudios, debido a que la deposición de los excrementos y otras señales están sujetos a factores climáticos, hidrológicos y conductuales muy variables, no relacionados necesariamente con el uso de las zonas por las nutrias, ni con el número de nutrias de una zona. La metodología funciona correctamente para sondeos del estado de conservación de la nutria a gran escala, teniendo en cuenta sus limitaciones anteriormente expuestas. No obstante, por el contrario, la reducción de escala (estudios regionales, provinciales o de cuencas fluviales, como es el caso del presente estudio), pueden agudizar los defectos de la metodología anteriormente mencionados, por lo que es obligado en este tipo de estudios la introducción de nuevos requisitos metodológicos, entre ellos: • Prolongación de los tramos de sondeo • Aumento de la densidad del sondeo • Muestreo estacional Estos requisitos han sido incorporados a la metodología anteriormente expuesta a la hora de la realización del presente estudio, tal y como a continuación se explica. Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 24 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. 7 %,%.6',*>%.*01 &' 2%- -'(%2'- &' 1#6,*% Tal y como se ha dicho con anterioridad, la metodología de estudio de la presencia de nutria en la cuenca del río Odra dentro del LIC y ZEPA Humada-Peña Amaya se basa en la detección de señales inequívocas de la nutria, en concreto excrementos y huellas claras. Según la guía de indicios de mamíferos (Clavero, Blanco-Garrido y Ruiz-Olmo, 2003), las características de ambas señales son: #'22%La nutria tiene extremidades anchas, con cinco fuertes dedos unidos en casi toda su longitud por una membrana bien desarrollada y rematados por cortas uñas (hasta 5 mm), que se van haciendo romas con la edad. Sus huellas son de forma general redondeada (ver figuras 9 y 10 del Anexo I: Información previa), grandes, algo más anchas que largas (entre 44 y 68 mm de longitud y 45 y 72 mm de anchura tanto manos como pies, aunque si se tiene en cuenta el talón que a veces se marca en la mano puede llegar a 9 cm de longitud) y fáciles de encontrar en substratos húmedos junto a cualquier tipo de cuerpo de agua. En ambas extremidades la nutria marca los cinco dedos, si bien la impresión del dedo interno (pulgar) aparece más frecuentemente en las huellas de las manos que en las de los pies. Sobre terrenos duros, las almohadillas digitales son ovaladas o redondeadas. Sobre el barro o la nieve suelen aparecer unidas a las marcas de las uñas, presentando el conjunto un característico aspecto de lágrima. En contra de lo que a menudo se dice, la membrana interdigital raramente deja marca, y sólo puede apreciarse en los substratos más blandos y finos. Las almohadillas intermedias tienen forma trapezoidal con dos lóbulos en la base, de los cuales el exterior es algo mayor. Alrededor de ellas se disponen las almohadillas digitales, quedando la correspondiente al pulgar (claramente la más pequeña) algo retrasada con respecto al resto. Los dedos de la nutria son bastante móviles, por lo que su posición relativa respecto a la almohadilla intermedia es muy variable. Las huellas de las manos presentan a menudo la impresión de un nítido talón, de forma redondeada y desplazado hacia la zona externa de la huella. Ocasionalmente, en huellas muy bien impresas, la almohadilla intermedia de los pies puede también presentar una prolongación en forma de talón poco definido y más corto que el de las manos. Es frecuente confundir las huellas de crías de nutria con las de garduñas, visones o turones, pero la longitud total de la huella de las jóvenes nutrias al abandonar la madriguera (superior a 50-58 mm) suele ser mayor que la de estos mustélidos. ! ? .,'$ '163- La nutria defeca decenas de veces al día, ya que el marcaje con excrementos tiene una importante función social. Por ello los excrementos son extremadamente variables en tamaño. Sin embargo son fáciles de identificar atendiendo a su localización, su contenido y su olor característico. 25 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. La nutria suele depositar sus excrementos en lugares prominentes cercanos al agua o sobresaliendo de ella (sobre piedras o rocas, bajo puentes u otras estructuras, sobre azudes, en confluencias de cursos de agua, sobre troncos, en cuevas, en grietas, en playas de arena o sobre montones de hierba elevados,...). Determinados lugares son utilizados para defecar durante generaciones, acumulándose en ellos cientos de excrementos (se han encontrado más de 300 en varias ocasiones). Letrinas de más de 25 excrementos o áreas de alta densidad de letrinas y excrementos se asocian normalmente con madrigueras de cría, zonas utilizadas por hembras con crías o lugares importantes por el alimento. El tamaño de los excrementos va desde pequeñas marcas de poco más de 10 mm de longitud y 7 mm de diámetro, hasta masas cilíndricas de más 110 mm de longitud y 20 mm de diámetro. Los excrementos suelen ser cilíndricos y algo retorcidos (figuras 11 y 12 del Anexo I: Información previa). En ellos encontraremos frecuentemente huesos y escamas de peces y piezas del exoesqueleto de cangrejos de río. También pueden aparecer huesos de anfibios, restos de reptiles (piel de culebras, placas de galápagos,...) y pequeños artrópodos (insectos, camarones). Raramente restos de aves y mamíferos, mientras los restos vegetales son resultado de un consumo accidental (nunca aparecen, por ejemplo, semillas de frutos carnosos). El olor desprendido por los excrementos de nutria es intenso, dulzón (relativamente agradable) y con un inconfundible parecido al del pescado o al del marisco (frecuentemente se diría que “no parece el olor de una caca”). Este aroma se mantiene aún en excrementos viejos, si bien su intensidad se va reduciendo (tomando cierto olor a polvo). Los excrementos con restos de reptiles pueden tener un olor más desagradable, mientras que los depositados en zonas muy húmedas o en lugares cerrados pueden desprender un desagradable olor a amoniaco. El color de los excrementos es muy variable y tiene relación con el contenido de los mismos y su edad. Los que contienen restos de peces, anfibios o reptiles suelen ser negruzcos, grisáceos, o de tonos verdosos oscuros. Los excrementos compuestos por restos de cangrejo rojo cuando están frescos son de un intenso color rojo. Con el paso del tiempo van tornándose mas claros (blancuzco, gris claro, amarillento o verde oliva) y los que contienen restos de crustáceos toman apariencia papirácea. Los excrementos de crías amamantadas pueden ser amarillentos, con una apariencia grumosa. La textura de los excrementos pasa de ser pastosa y algo líquida cuando son recientes, a rígida y quebradiza cuando envejecen. Son rugosos y ligeramente punzantes debido a los restos de espinas, vértebras, dientes y escamas, que dan al excremento un aspecto “desordenado” (figuras 11 y 12 del Anexo I: Información previa). Además de los excrementos las nutrias producen otros tipos de señales. Algunas marcas consisten en pequeñas manchas circulares oscuras de aspecto oleoso, adheridas a piedras o rocas. También son típicas de la especie las gelatinas anales, que suelen producirse cuando una nutria ha estado sin comer más de 20-24 horas. No contienen restos de presas, y son generalmente verdosas o amarillentas, aunque el color puede variar bastante. Estos últimos no se van a tener en cuenta a la hora de realizar el muestreo debido a la alta especialización que hay que tener para su correcta identificación. Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 26 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. 7 ! '2'..*01 &' 2%- '-6%.*31'- &' $ #'-6,'3 " $ #'-6,'3 &' 2%- $ *-$ %Para la selección de las estaciones de muestreo hay que tener en consideración los siguientes supuestos: - Las necesidades espaciales de cada individuo de nutria son muy elevadas, cifrándose en 5-100 km lineales de curso fluvial u orilla de masa de agua, recorriendo hasta 10-20 km diarios. - En la Península Ibérica las densidades de señales por tramo de 600 m (independientemente de su situación) oscilan normalmente entre 5 y más de 600 excrementos y marcas por kilómetro. - Una sola nutria es capaz de aportar suficientes excrementos como para permitir detectar con facilidad la presencia de la especie. La selección de las estaciones de muestreo depende del territorio a muestrear. En los sondeos realizados a nivel nacional y regional se utilizaron mapas 1:50.000 y 1:25.000. Sin embargo, en el presente estudio, debido a la escasa superficie y a la naturaleza de escala local y reducida de la zona de estudio, la cuenca hidrográfica del río Odra dentro del LIC y ZEPA Humada-Peña Amaya, no se consideró necesario realizar estaciones de muestreo estrictamente ubicadas por cuadrantes cartográficos y separadas entre sí una distancia mínima de 5 km, siendo situadas en zonas convenientemente separadas y con diferentes características hidro-ecológicas, y recorriéndose exhaustivamente tramos completos de ríos en algunos casos, y representativos en otros, hasta completar la casi total representatividad de la cuenca hidrográfica de estudio, centrándose en los tres cursos fluviales principales: el río Odra, el arroyo de San Martín y el arroyo de los Ordejones. El hecho de que, a menudo y durante kilómetros, los ríos y arroyos estén rodeados de densos cinturones de vegetación palustre, prácticamente impenetrables, impide que puedan apreciarse rasgos llamativos donde localizar excrementos (rocas, troncos, orillas…), dificultando el muestreo. Entre las recomendaciones que se realizan para la selección final de los lugares de muestreo, está el elegir lugares de fácil acceso, aprovechado que la nutria se mueve a través de la red hidrográfica. Por ello, y teniendo en cuenta la predilección de esta especie por marcar lugares visibles del río, los lugares en los que se recomienda muestrear son puentes (si hay nutria, la mayoría de las veces se encuentran sus rastros bajo puentes o muy cerca de ellos), junto a carreteras, en ramales de carreteras que llegan al río o masa de agua, etc. Los resultados obtenidos en los últimos 15 años en Europa demuestran que no por prospectar los tramos alejados del hombre o más remotos se mejoran los resultados, ya que la nutria no duda en visitar pueblos o ciudades, atravesarlos en incluso criar en ellos. Debido a que a la vez que se muestreaba la presencia de nutria se analizaba la hidro-ecología de ríos y arroyos principales de la cuenca del Odra y su estado de conservación, se han recorrido tramos completos de los mismos, tal y como se recogen en las fichas de cada uno de ellos. Para el muestreo y búsqueda exhaustiva de señales de nutria, se han seguido las recomendaciones anteriormente enumeradas. Así, pues, dentro de los recorridos completos realizados a los diferentas cursos fluviales que conforman la hidrología del río Odra, las estaciones de muestreo se colocaron en lugares representativos de éstos, y se buscó exhaustivamente en lugares donde hubiese más probabilidad de encontrar los restos de las nutrias (debajo de 27 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. puentes, en piedras o troncos situados en medio del río, en confluencias de ríos o de acequias, en pequeñas “islas” de arena u orillas muy destacadas), prospectándose diferentes tramos del río hasta que se detectó la presencia de la nutria, no considerándose necesario continuar en la misma zona la búsqueda exhaustiva de señales, dado que el estudio sólo pretendía establecer la presencia-ausencia del mustélido en el tramo (la abundancia no es posible establecerla con este método y debe de recurrirse a la captura y radioseguimiento para ello). Por lo tanto, dos de los requisitos que se imponen en la metodología de sondeo de nutria al reducir la escala de estudio, la prolongación de los tramos de sondeo y el aumento de la densidad del sondeo, quedan solventados con las modificaciones introducidas a la metodología anteriormente enumeradas, aumentando la distancia muestreada y el número de puntos de muestreo respectivamente, adaptándolos a la cuenca de estudio. 7 7 ',*3&3 &' '-6#&*3 Por las recomendaciones anteriormente expuestas, al ser un estudio realizado a escala local y muy reducida, se ha realizado un sondeo repartido en diferentes estaciones del año, dada la estacionalidad con la que pudiera aparecer la nutria en esta zona. Así, se han realizado varios muestreos a lo largo de todo el periodo de estudio del año 2006: - Al comienzo de la primavera (principios de abril) coincidiendo con la inexistencia de foliación en las especies vegetales caducas dominantes y la época reproductora de la amplia fauna anfibia existente en la zona, especialmente ranita de San Antonio. - En periodo estival (agosto) coincidiendo con una reducción drástica de los recursos hidrológicos existentes, pero no así en los alimenticios (cangrejos concentrados en las numerosas pozas de agua, mayor abundancia de peces…), y una mayor cobertura vegetal aparente al presentar hoja todo los árboles y arbustos de la zona. - En periodo otoñal (octubre), coincidiendo con una mejora de los recursos hídricos y antes de la caída de las hojas de la vegetación de ribera y la llegada del invierno. Por ello, el último requisito de adaptación de la metodología de sondeo a la pequeña escala de la zona de estudio, queda solventado. Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 28 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. 7 ; ) *.@%- &' '=%2#%.*01 &'2 @45*6%6 Como ya se ha comentado, se han dividido en diferentes tramos los distintos cauces analizados de la cuenca del río Odra en el LIC y ZEPA de Humada-Peña Amaya, dando un total de 10 tramos (ver Anexo Cartográfico): 6 tramos para el río Odra, desde su nacimiento hasta Villavedón, 3 tramos para el arroyo de San Martín, y 1 tramo para el arroyo de Los Ordejones. Dado que el objetivo de este análisis es la evaluación del hábitat, estos tramos se han establecido bajo criterios de homogeneidad de su estado de conservación, grado de impacto de los dragados y limpiezas de vegetación realizados y características de los hábitats circundantes. Para cada tramo de cauce recorrido se ha cumplimentado una ficha en la que se describe las características hidro-ecológicas del mismo, así como su estado de conservación. En cada lugar de aparición de restos de nutria también se han descrito una serie de datos que figuran en las fichas de los tramos estudiados (descripción, estado de conservación, resultado del muestreo de presencia de nutria, medidas propuestas, etc). En el apartado “Medidas propuestas”, se aportan unas medidas iniciales de mejora del hábitat, si bien en el apartado de Discusión y en el Anexo II, se desarrollarán más ampliamente junto con el resto de medidas a realizar para la mejora del estado de conservación de las poblaciones de nutria en la zona de estudio. Así mismo se ha evaluado la calidad del hábitat de la nutria para favorecer las actuaciones que se estimen oportunas a posteriori con el fin de mejorarlas. Para ello se han seguido las indicaciones de metodologías ya establecidas (Sáiz, 2001), adaptando su valoración a las necesidades del presente estudio. Básicamente, se trata de elaborar un índice que estime, a través de unos valores cuantitativos (valorados por comparaciones relativas), cuál es el estado de conservación del hábitat de la nutria, la ribera. Con este índice, se podrán tomar medidas y decisiones a posteriori adaptadas a las necesidades de cada tramo con el fin de mejorar las poblaciones de nutria. Para ello se han escogido variables de interés características del ecosistema fluvial y para la calidad del hábitat de la nutria: la cobertura vegetal, el uso del entorno de ribera, el tratamiento de las márgenes, refugios y molestias aparentes. La contaminación del agua no se ha recogido como variable, ya que, a pesar de su existencia en la zona, es difusa en toda la cuenca (fertilizantes agrícolas), difícilmente controlable sin la intervención de un plan para toda la cuenca, es moderada (principalmente orgánica proveniente de vertidos urbanos y lixiviados agrícolas) y puede ser compatible con la presencia del mustélido, si bien esto no excusa, como se vera posteriormente, para que se deban tomar medidas para disminuirla. Las variables empleadas y su valoración son: - Cobertura vegetal (a 5-10 metros de la orilla) 29 Clases de cobertura vegetal Valor Nula 0 Matas o árboles aislados 1 Cubierta < 25% 2 Cubierta entre 25 - 50% 3 Cubierta entre 50 -75% 4 Cubierta > 75% 5 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. - Tratamiento de las márgenes Tratamiento de las márgenes "Canalizado", con problemas graves de erosión "Canalizado" y asentado con vegetación Margen erosionado Valor Naturales 5 0 2 3 La categoría “canalizado” y “canalizado y asentado con vegetación” se refiere no a márgenes canalizados con obra civil, sino a márgenes dragados con maquinaria y excavados de tal forma que se crea una canalización excavada en la tierra y orillas del cauce. La categoría margen erosionado ocurre como consecuencia de la inestabilización de la orilla en zonas no alteradas directamente por las actuaciones humanas, sino como consecuencia de los cambios de la dinámica de erosiónsedimentación aguas arriba y abajo. - Uso del entorno Usos del entorno Urbano Valor 0 Cultivos y pastos 1 Zona degradada 2 Repoblación 3 Bosque natural 4 La categoría denominada zona degradada pretende caracterizar aquellas zonas sin ningún uso definido en las que actuaciones humanas han alterado su vegetación y han sido colonizadas por plantas pioneras como arbustos espinosos (zarzas, espinos, etc). - Refugios para la nutria Capacidad de refugio Valor Sin refugios 0 Canales auxiliares al río y vegetación palustre 2 La anterior y vegetación arbustiva 3 Ribera en muy buen estado de conservación (vegetación arbórea) 5 No se pretende volver a evaluar la cobertura vegetal de la ribera, sino valorar la existencia de refugios como canales auxiliares o afluentes próximos, vegetación palustre densa, árboles viejos, desvíos del río, etc. Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 30 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. - Molestias aparentes Molestias Valor Molestias continuas intensivas (Zonas urbanas de alta población,… 0 Molestias corrientes (Zonas urbanas de baja población) 1 Molestias esporádicas (agricultores,…) Sin molestias (parajes de difícil acceso) 2 3 Las investigaciones realizadas sobre la nutria recogen que las molestias no son un limitante real para la distribución de la nutria, no pareciendo un factor que afecte de forma determinante a la especie (Ruiz-Olmo y Delibes, 1998; Prenda y López, 1999; López-Martín, Jiménez y Ruiz-Olmo, 1998; López-Martín, Jiménez y Ruiz-Olmo, 1998) sino que es un factor relacionado a veces (aunque no siempre, según la tipología de la presencia humana) con la calidad del agua y el estado de conservación del hábitat. Como se ve a lo largo del presente estudio los verdaderos limitantes son la calidad del agua-contaminación, el alimento y los refugios disponibles, ambos relacionados con la conservación del hábitat. La valoración de las molestias se usará en este estudio debido a que puede aportar más información sobre los lugares potencialmente preferidos por la nutria en la zona de estudio, no como factor limitante de la misma. Hay que recordar que este método aporta una información cuantitativa, pero relativa, siempre vinculada a la zona de estudio, por tanto, no pueden ser comparados sus resultados con otras zonas diferentes a la estudiada por presentarse éstas en diferentes contextos. No obstante, este índice si que servirá de aplicación a la hora de realizar un seguimiento y una evaluación a posteriori, en diferentes momentos sucesivos, de las medidas adoptadas para mejorar las poblaciones de nutria en la zona de estudio. Este método puede aplicarse de manera más exhaustiva que como se ha aplicado en el presente estudio, valorándose tramos de río sucesivos de 200 metros de longitud y analizando por separado cada orilla (en el presente estudio se valoran globalmente ambas orillas) hasta completar el estudio de toda la cuenca hidrográfica. Por lo tanto, se lograría un estudio más exhaustivo y concreto de la situación pormenorizada de todos los cauces de la cuenca de estudio. Sin embargo, teniendo en cuenta que sería un procedimiento mucho más costoso dada la extensión de la cuenca de estudio y que muchos de estos tramos se pueden agrupar por tener características muy similares, se ha priorizado la necesidad de valorar global y rápidamente la zona de estudio para poder aportar un diagnóstico básico de los problemas de la nutria y proponer soluciones para corregirlas en el más breve periodo de tiempo sin por ello perder la necesaria rigurosidad metodológica objetiva. 31 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. ; ; '-#26%&3- &' 23- $ #'-6,'3- &' /,'-'1.*% &' 1#6,*% A continuación se describen los puntos positivos hallados, tras la realización del muestreo de la zona de estudio, donde se observa la presencia de nutria. Los resultados del muestreo realizado han sido positivos en los meses de abril y agosto y negativos en octubre. La mayoría de las señales han sido huellas, y únicamente se han encontrado dos excrementos lo que puede deberse a la baja densidad de nutria existente. Gran parte de los rastros hallados pueden observarse en el apartado 5 del Anexo Fotográfico (imágenes desde la 72 hasta la 83). Punto Tramo Fecha Señales de nutria 1 G 11-IV-06 Huellas y escarbaduras-arañazos 2 I 12-IV-06 Rastro de varias huellas 3 C 12-IV-06 Rastro de varias huellas y varios excrementos compuestos de restos de anfibios. También huellas de posible visón americano. 4 H 7-VIII-06 Rastro de varias huellas 5 C 7-VIII-06 Huellas 6 F 12-VIII-06 Huellas y excremento compuesto de caparazones de cangrejos y escamas de peces. Por tanto, los resultados del muestreo por tramos son: • Resultados positivos: Tramos C, F, G, H e I • Resultados negativos: Tramos A, B y D • Resultados negativos parciales (*): Tramos E y J (*) Debido a lo intrincado del curso fluvial y su inaccesibilidad, el tramo no ha podido ser muestreado con la misma intensidad y efectividad que el resto, por lo que no puede darse por segura la presencia/ausencia de la especie a pesar del resultado negativo parcial. Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 32 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. ; ! =%2#%.*01 .#%2*6%6*=% &' 23- 6,%$ 3- &' 23- .%#.'- &' '-6#&*3 .3$ 3 @45*6%6 /%,% 2% 1#6,*% Tramo A: Río Odra, desde su cabecera hasta cascada de La Yeguamea Longitud 5.658 m Características del curso fluvial Anchura media 0,5 – 1 m Curso de muy escasa entidad en sus primeros kilómetros, prácticamente inexistente en los meses sin precipitaciones. Recorre una zona con una gran predominancia de sustrato rocoso calizo, por lo que existen numerosas cascadas, pozas y surgencias. El curso del río sufre varias insurgencias y resurgencias como consecuencia del sustrato calizo dominante. En la parte inicial, con existencia de agua circulante, existe un mayor desarrollo del suelo y también de una formación riparia destacable y bien conservada, con formaciones arbóreas y arbustivas muy cerradas. Mientras, tras la filtración del agua al interior calizo (lo que ocurre en verano y en épocas de bajo nivel freático), el cauce se queda seco, lo que provoca que exista una escasa vegetación de ribera en los tramos con mayor filtrado de agua debido al suelo menos desarrollado y el mayor periodo de sequía que sufre). A pesar de ello, en general existen numerosas pozas con agua permanente, hasta en época estival, con abundantes peces y cangrejos autóctonos en su interior, que valen de reservorio importante de alimento para la nutria. Características de las zonas circundantes En las zonas circundantes que presentan un menor desnivel, donde el suelo no se ve limitado por el sustrato calizo, se desarrolla una intensa actividad agrícola que llega hasta el borde del cauce, impidiendo a la vegetación de ribera (en los casos donde crece alguna) que se ponga en contacto con la vegetación natural del entorno, dominada por terófitos y caméfitos (aulagas y brezos principalmente). Sin embargo, cuando el curso fluvial atraviesa por sustratos calizos, aparece únicamente vegetación arbustiva y pastizales en los alrededores, con sólo un uso ganadero extensivo. Problemática y estado de conservación Excesiva afección por turismo en la zona de La Yeguamea, Fuente Manapites y Poza del Aceite. Furtivismo de cangrejos y sobrepesca. Afección leve de los campos agrícolas. Resultado del muestreo de presencia de nutria NEGATIVO Evaluación como hábitat para la nutria En general es una zona buena para la conservación de la nutria gracias a las pozas que perduran con alimento en época estival. Sin embargo, en la parte final, donde se generan las cascadas de La Yeguamea, existe una barrera geológica importante que dificulta el paso para la nutria, siendo inaccesible remontar el río por el cauce del mismo, y debiéndose de dar un rodeo por zonas fuera del mismo para poder acceder a ellos. A pesar de los excelentes recursos tróficos de que dispone, no se ha podido comprobar en los muestreos realizados la presencia de la nutria en este tramo, aunque tampoco es descartable que acceda a ella. Las zonas con buen desarrollo de la vegetación de ribera están muy bien conservadas a pesar de estar rodeadas de cultivos; pueden servir de referencia a la hora de realizar la restauración en otras zonas y para obtener el correspondiente material vegetal para las mismas. El cauce no presenta afecciones significativas. Medidas de actuación propuestas Debido a lo limitante sobre la disponibilidad de agua únicamente se propone en este tramo un restauración vegetal “blanda” con la plantación de una pequeña banda de ribera de salicáceas y espinosas arbustivas según lo indicado en el apartado de restauración del hábitat (Anexo II: Plan de restauración del hábitat fluvial y de los recursos alimenticios de la nutria). 33 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. Tramo B: Río Odra, desde la cascada de La Yeguamea a Fuenteodra Longitud 1.079 m Características del curso fluvial Anchura media 1,5 - 2 m El río se ensancha bastante con respecto al tramo anterior, mientras que su profundidad disminuye. Se generan zonas de aguas rápidas y bajas con fondos pedregosos, típicos de las cabeceras de los ríos. En esta zona, el río, por lo general poco caudaloso, tiende a sufrir fuertes avenidas que provocan inundaciones. Características de las zonas circundantes El curso corre por primera vez por el valle de Humada, llanura donde el río es rodeado por parcelas agrícolas que limitan según descendemos su curso cada vez más la vegetación de ribera. Problemática y estado de conservación Debido a la mayor abundancia de campos de cultivo, los efectos de la concentración parcelaria recientemente realizada en el valle de Humada (2002) comienzan a notarse. Por una lado, se han eliminado la práctica totalidad de las mimbrageras (Salix arbustivos, ver Anexo II: Plan de restauración del hábitat fluvial y de los recursos alimenticios de la nutria) presentes en la orilla del cauce, dejando únicamente árboles grandes sueltos. No obstante, se está dando una regeneración natural importante, pues las mimbrageras comienzan a rebrotar desde las raíces y ramas que han quedado enterradas en las orillas del cauce. Por otro lado, se ha ensanchado y profundizado artificialmente el cauce del río, acumulando los sedimentos en las orillas del mismo con el fin de recrecer sus orillas y parapetarlo para evitar las inundaciones provocadas por sus desbordamientos. Sin embargo, esto ha provocado que en zonas localizadas se estén dando fuertes procesos erosivos en la orilla, por incisión del cauce, aunque en general las orillas de todo el tramo son bastante estables. Resultado del muestreo de presencia de nutria NEGATIVO Evaluación como hábitat para la nutria La escasa profundidad del río provoca que se den pocas pozas en este tramo, si bien las zonas de rápidos dominantes son interesantes como frezadero de peces. La existencia de importantes alteraciones en el cauce como consecuencia de la concentración parcelaria provoca una disminución de calidad del hábitat para la nutria con respecto a su potencial natural. Medidas de actuación propuestas Se propone la realización de medidas de restauración física del cauce en las zonas donde se dan los procesos de erosión del cauce más importantes. Por otro lado, también es necesario que se permita la regeneración natural de la vegetación de ribera, impidiéndose cualquier actuación que intente controlarla, y potenciándola con la medidas de restauración propuestas (Anexo II: Plan de restauración del hábitat fluvial y de los recursos alimenticios de la nutria). Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 34 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. Tramo C: Río Odra, desde Fuenteodra hasta “San Quirce” (unión con el Arroyo de San Martín) Longitud 2.887 m Características del curso fluvial Anchura media 1,5 – 2,5 m En general, el río sufre estrechamientos y ensanchamientos numerosos, variando con ello la profundidad del mismo. En general, las pozas son numerosas. Características de las zonas circundantes La tendencia mostrada en el tramo anterior se agudiza, con el río y su ribera cada vez más asediados por las parcelas agrícolas, cada vez más dominantes. Problemática y estado de conservación Con la excepción de una zona a mitad de tramo, denominada “la cascajera”, donde existe un grado de conservación aceptable (a pesar de las graves erosiones de orillas que presenta), la ribera está gravemente afectada por la eliminación de la mayor parte de las mimbrageras, dejando únicamente los numerosos árboles (chopos y sauces arbóreos principalmente) que jalonan los primeros metros de las orillas. Las tierras agrícolas han destruido la vegetación de ribera, a ocupado antiguos pastos inundables y las han transformado en tierras de agricultura hasta el borde del río. El río ha sido dragado en profundidad y se han depositado sus sedimentos, junto con troncos y restos de la vegetación de ribera eliminada, en las orillas del mismo con el fin de recrecer sus orillas y parapetarlo para evitar las inundaciones de las tierras agrícolas anexas. En general, en este tramo el río se ha visto enormemente “amurallado”, con recrecimientos de hasta 2 metros de altura con respecto a su borde natural, lo que da como resultado una “canalización” drástica con material natural del mismo, con alturas de más de 3 m desde el curso del mismo hasta el borde superior del recrecimiento. Sin embargo, a pesar de los impactos, esta zona presenta una gran estabilidad en sus orillas, bien sustentadas en general, salvo en zonas puntuales, donde se dan procesos de desestabilización y erosión de éstas. Por otro lado, existen numerosos arroyos y zanjas de drenaje que llegan al río desde los campos de cultivo anexos, con una profundidad recrecida artificialmente de 1,5 m. Sin embargo, se observan síntomas de recuperación natural, con una cubierta herbácea y rebrote de mimbrageras que impiden la erosión. Resultado del muestreo de presencia de nutria POSITIVO (Puntos 3 y 5) Evaluación como hábitat para la nutria Es una zona importante para la nutria gracias a los numerosos tramos con pozas y rápidos que presenta. Gracias a su elevado parapetamiento, se evitan molestias al mustélido, pero dificulta que éste encuentre refugio. Por otro lado, a pesar de que los elevados taludes de las orillas aparentemente son estables, existe un grave riesgo de erosión potencial que podría darse en un futuro en caso de grandes avenidas. Medidas de actuación propuestas Se propone una restauración física de los taludes, especialmente desmontando los parapetos de tierra y troncos, además de favorecer la regeneración natural observada con medidas de restauración de la vegetación de ribera (ver Anexo II: Plan de restauración del hábitat fluvial y de los recursos alimenticios de la nutria). 35 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. Tramo D: Río Odra, desde San Quince hasta el inicio del desfiladero de Congosto Longitud 900 m Características del curso fluvial Anchura media 2 – 2,5 m Antes de la entrada del río en el desfiladero de Congosto, en la zona más llana del valle, y especialmente una vez unido su curso al del Arroyo San Martín en el paraje de San Quince, el río Odra meandrea levemente con bastante asiduidad. Esto le hace tener un curso levemente sinuoso, donde desarrolla en las curvas de los meandros depósitos de sedimentos, pozas y zonas de rápidos. Características de las zonas circundantes Los campos de cultivos, aún predominantes en la zona, continúan el asedio observado en los tramos anteriores, llegando en muchos casos a cultivarse hasta la misma orilla del río en zonas puntuales, donde la vegetación de ribera ha sido eliminada por completo. Problemática y estado de conservación La situación de acanalamiento del río con restos vegetales y depósitos de tierra procedentes del dragado del río mostrada en el tramo anterior (C) continúa en el presente tramo, aunque los parapetos realizados sobre la orilla son de menor altura (alrededor de dos metros sobre el nivel del curso) y las orillas son más estables. Así mismo, la vegetación de ribera ha sido eliminada de manera más importante que en tramo anterior, llegando a aparecer zonas sin ninguna vegetación a lo largo de toda una orilla, a pesar de lo cual, existen otras zonas donde la misma no ha sido tocada y presenta un alto grado de naturalidad. Por todo ello, la versatibilidad del río ayudado por las inundaciones frecuentes que ocurren en este tramo, están provocando una rápida recuperación de la vegetación, en especial de mimbrageras y chopos, mientras que los procesos fluviales están generando nuevos meandros, lo que da lugar a una desestabilización natural de las orillas en zonas puntuales donde el río intenta recuperar su forma y dinámica. Ante la indomabilidad que demuestra el río en este tramo, la elevada regeneración natural que se está dando y las graves inundaciones que se siguen dando en las zonas agrícolas anexas (por retenerse el agua de lluvia en su sustrato arcilloso), se han realizado con posterioridad nuevos intentos, más puntuales, de control del curso, como las nuevas excavaciones y profundizaciones de zanjas de drenaje anexas que se han realizado en fechas recientes junto con el estudio (2005-2006), que presentan una gran pendiente y profundidad (1,5 – 2 m). Estas actuaciones indican que podrían repetirse en un futuro remodelaciones en cualquier parte del curso del río, tanto en periodicidad como en intensidad, por lo que es una amenaza de cara a la recuperación del hábitat fluvial. Resultado del muestreo de presencia de nutria NEGATIVO Evaluación como hábitat para la nutria Dada su elevada sinuosidad, que produce frecuentes remansos, rápidos y pozas, la cercanía del desfiladero de Congosto (buen lugar de refugio para nutria, como se ve en el tramo E), y la conexión que establece entre la parte alta del río Odra, el Arroyo de San Martín (donde se ha encontrado actividad de nutria) y la parte baja del río Odra, este tramo es de importancia esencial para la conservación de la nutria, por lo que no se deben escatimar esfuerzos en su recuperación. Medidas de actuación propuestas Se proponen, dada la elevada tendencia del río y de la ribera a su recuperación natural, medidas de restauración (Anexo II: Plan de restauración del hábitat fluvial y de los recursos alimenticios de la nutria) adecuadas a cada zona de este tramo, adaptándolos a los procesos de recuperación natural, desestabilización de taludes y otras afecciones que se encuentren. Así mismo, deben de controlarse y prohibirse cualquier tipo de actuaciones que alteren la recuperación natural que en la actualidad se está dando en el presente tramo. Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 36 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. Tramo E: Río Odra, a su paso por el desfiladero de Congosto Longitud 2.387 m Características del curso fluvial Anchura media 2–3m El curso del río se interna en un escarpado desfiladero calizo a través del que se abre paso por profundos meandros escavados en la roca. Queda, pues encajado. Debido al mayor contacto con la roca y a un aumento de las pendientes en este tramo, el río atraviesa numerosas pozas profundas (como la Poza de La Olla, con más de 3 m de profundidad), rápidos y pequeños saltos de agua, siendo la velocidad del curso del río en esta zona muy elevada. Características de las zonas circundantes Rodeando todo el desfiladero, aparecen únicamente bosquetes de encinas y quejigos que crecen en las escarpadas laderas del mismo, junto con numerosas ulagas y otros matorrales. Esta vegetación climácica establece contacto directo con la vegetación de ribera. Problemática y estado de conservación La actividad humana en esta zona sólo se limita a una pequeña explotación para uso ganadero y la pesca. La vegetación de ribera está notablemente conservada, además de ser muy cerrada, lo que impide el paso hasta el curso del río en la mayor parte de este tramo. La fuerza de arrastre del río Odra proveniente de todo el valle de Humada, queda concentrada en el desfiladero, donde se acumulan numerosos restos vegetales provenientes de las avenidas que interrumpen y dificultan el curso del agua por la zona, formándose como consecuencia pequeñas presas. El mayor efecto negativo sobre el hábitat es la grave contaminación, debido a la convergencia de toda la red de drenaje del valle de Humada en este tramo, lo que provoca a su vez la concentración de todas las sustancias contaminantes orgánicas e inorgánicas que en ella se vierten, además de todos los sedimentos movilizados aguas arriba por el exceso de erosión provocados por la concentración parcelaria, el dragado de los cauces y la destrucción de la vegetación de ribera. No se observan síntomas de erosión ni de inestabilidad lateral del cauce, si bien la carga sedimentaria proveniente de aguas arriba puede generar problemas de colmatación de pozas y represas. También existe un azud aguas debajo de la Poza de La Olla de 1,5 m de altura aproximadamente y de 2 m de rampa, sin una escala que facilite el acceso a la fauna fluvial, por lo que podría presentarse como una barrera o limitante para la movilidad de ésta. Resultado del muestreo de presencia de nutria NEGATIVO PARCIAL* Debido a lo intrincado del curso fluvial y su inaccesibilidad, este tramo no ha podido ser muestreado con la misma intensidad que el resto, por lo que no puede darse por segura la presencia/ausencia de la especie a pesar del resultado negativo parcial. Evaluación como hábitat para la nutria Debido a la gran cantidad de pozas y represas (naturales y artificiales) que se crean en este tramo, así como su inaccesibilidad, su buen estado de conservación del hábitat fluvial y su conexión con la vegetación circundante, es un excelente hábitat para la nutria. Según la guardería de la zona, en esta zona existe una madriguera de cría del mustélido y cuenta con la presencia de más de un ejemplar observado. Medidas de actuación propuestas Debido al buen estado de conservación en general de este tramo, se propone una protección especial para el mismo. Además, deben de tomarse medidas aguas arriba para la lucha contra la contaminación y la erosión. 37 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. Tramo F: Río Odra, desde la salida del desfiladero de Congosto hasta Villavedón (final del LIC y ZEPA de Humada-Peña Amaya) Longitud 5.650 m Características del curso fluvial Anchura media 3–5m Tras la salida del desfiladero, el valle junto al río comienza a abrirse y a aparecer relieves más suaves. Pasado Congosto, el valle se abre definitivamente y da paso a la gran llanura castellano-leonesa al sur. Atrás quedan las últimas estribaciones montañosas de importancia de la Cordillera Cantábrica. El curso del río se vuelve especialmente ancho y poco profundo. Las pozas son escasas y dominan los rápidos o zonas de corriente suave, ya que de nuevo las pendientes se suavizan en la nueva llanura que se abre. Características de las zonas circundantes Tras su salida del desfiladero, suaves lomas rodean el río, con una predominante vegetación arbustiva. Sin embargo, según van a apareciendo zonas llanas anexas al cauce, se ocupan por tierras agrícolas. Por tanto, según se ensancha el valle, las tierras agrícolas son cada vez más numerosas hasta dominar el paisaje por completo a pocos kilómetros de Villavedón, comenzando a observarse la gran presión agrícola que sufrirá el río a lo largo del resto de su curso hasta su desembocadura en el Pisuerga. Problemática y estado de conservación Nada más salir del desfiladero y antes de llegar a Congosto, el río ha sido profundamente dragado, para darle mayor anchura, y sus sedimentos han sido acumulados en los laterales del mismo. Estos sobreensanchamientos se deben a las grandes inundaciones que provoca el río tras su fuerte salida del desfiladero. La inexistencia de un curso definido, por una alta inestabilidad lateral del cauce hace que se potencien en esta zona los desbordamientos, por lo que se ha intentado “canalizar” el río aportándole unas orillas que no existían a través de los sedimentos dragados al mismo. La inestabilidad lateral del cauce se debe a la pérdida de velocidad y fuerza del río que llega cargado de sedimentos del valle de Humada, que terminan depositándose a la salida del desfiladero rellenando su cauce natural. Por tanto, se puede afirmar que la potenciación de la erosión por la concentración parcelaria y las alteraciones del hábitat fluvial en el valle de Humada, potencian, en contra de los supuestos ingenieriles que está detrás de estas actuaciones, la potenciación de inundaciones en Congosto. La vegetación también ha sido ampliamente eliminada. Sin embargo, se observa una rápida recuperación natural de la misma. La aparición de nuevo de zonas agrícolas, cada vez más numerosas, desvinculan de nuevo la escasa vegetación de ribera existente de la vegetación circundante. La situación cambia tras el paso del río por Congosto. Cuando el río se abre más a la llanura, éste queda rodeado de campos agrícolas. En esta llanura, se realizó una concentración parcelaria mucho antes que la recientemente vivida en el valle de Humada, aproximadamente 8-9 años atrás. Las consecuencias de esta concentración permanecen en el hábitat fluvial, pues debieron ser drásticas, al igual que las aún vividas en el valle de Humada: se canalizó el río en varios puntos, donde existen puentes para el paso de caminos, se “canalizó” el río a través del amontonamiento de sus sedimentos dragados de su cauce en sus orillas y se eliminó gran parte de la vegetación de ribera. A pesar de ello, y pasados varios años sin nuevos impactos, el río está recuperándose óptimamente. El cauce es estable en casi todos sus tramos, salvo en zonas puntuales donde persisten aún importantes procesos de incisión del cauce e inestabilidad de las orillas. La vegetación de ribera, aunque estrecha por el asedio agrícola, muestra un buen desarrollo y se observa bien formada y en desarrollo. En este tramo se dan tanto procesos de inestabilidad lateral, como de incisión del cauce. Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 38 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. Resultado del muestreo de presencia de nutria POSITIVO (Punto 6) Evaluación como hábitat para la nutria A pesar de los graves impactos que sufre el río, el escaso hábitat fluvial que sobrevive en el cauce y la baja densidad de pozas existentes en él, es un tramo clave para la nutria, ya que permite el contacto con las poblaciones existentes en el río Pisuerga, aguas abajo del río Odra, posible fuente de recolonización y reforzamiento de nutria en el valle de Humada. Medidas de actuación propuestas Las medidas propuestas han de ser acordes con los impactos sufridos por el hábitat de la nutria en este tramo; es decir, dura (Anexo II: Plan de restauración del hábitat fluvial y de los recursos alimenticios de la nutria). Debe realizarse una restauración del curso fluvial y de la vegetación de ribera en todas las zonas que requieran, especialmente en la primera zona de este tramo, tras la salida del curso fluvial del desfiladero de Congosto, si bien hay que tener en cuenta la alta regeneración natural que se está dando, debiendo de potenciarse. Así mismo, hay que incorporar oportunamente esta regeneración natural de la zona final del tramo (la modificada en la concentración parcelaria antigua y en vías de recuperación), con el fin de no alterar lo ya recuperado naturalmente con el paso de los años. 39 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. Tramo G: Arroyo de San Martín desde su cabecera hasta Humada (puente viejo de Carralba) Longitud 6.745 m Características del curso fluvial Anchura media 1 – 1,5 m El arroyo de San Martín nace al pie del Portillo, en las cercanías de San Martín de Humada y Fuencaliente. Curso de muy escasa entidad en sus primeros kilómetros, prácticamente inexistente en los meses sin precipitaciones. A pesar de ser un arroyo para el Odra, es su principal afluente dentro del LIC y ZEPA Humada – Peña Amaya, llegando a aportar más agua que el río principal en verano, ya que el Odra deja de circular en época estival y sólo recupera cauce con agua circulante a partir de su unión con el arroyo de San Martín (que también deja de circular en la sequía estival pero más tarde que el Odra). Es un curso no muy ancho pero sí profundo y caudaloso, poseyendo numerosas pozas en su recorrido. Características de las zonas circundantes Casi desde su nacimiento, el arroyo queda rodeado por los cultivos del valle de Humada. Sin embargo, en determinadas zonas, en especial entre San Martín y Humada, el río contacta con la vegetación circundante, formada principalmente por melojo (Quercus pyrenaicus), quejigo (Q. faginea) y brezales. Problemática y estado de conservación A pesar de estar rodeado de cultivos agrícolas, éstos han dejado una franja suficiente de vegetación para que su conservación se óptima, llegando a generarse un sotobosque muy cerrado en torno al cauce. En zonas puntuales la vegetación de ribera ha sido eliminada, pero de manera escasa y no continuada, siendo fácil su regeneración natural. En general se encuentran muy bien conservadas las dos orillas del arroyo, por lo que la vegetación de ribera se encuentra bien conservada. Las márgenes en general son estables, pero son excesivamente verticales. Existe un importante problema de incisión del cauce, que provoca que el arroyo esté excavando sobre su propio lecho, desestabilizando las orillas y provocando erosiones graves en ellas que dejan numerosas plantas de ribera con las raíces descubiertas. Este problema ha sido provocado indirectamente por los dragados y destrucción de la vegetación de ribera tan drásticos realizados arroyo abajo, que han provocado un importante proceso de erosión remontante que no puede atajarse desde este tramo. Este problema, en la actualidad aparentemente leve y de rápida recuperación natural, puede volverse muy grave con el tiempo si no desaparecen las causas del mismo. Resultado del muestreo de presencia de nutria POSITIVO (Punto 1) Evaluación como hábitat para la nutria En este tramo, el arroyo circula principalmente por sustratos arcillosos y arenosos, donde llegan a formarse pequeños meandros, pozas, rápidos, orillas con sedimentos, represamientos naturales por acúmulos de restos vegetales: es un cauce muy heterogéneo que beneficia la presencia de la nutria, aportándola refugio y alimento. Medidas de actuación propuestas Dada la importancia de este tramo para la conservación de la nutria y buen estado de conservación en general, y debido a que la solución de sus problemas de erosión remontante debe de realizarse en las zonas de arroyo más bajas, en este tramo se propone únicamente reforzar la recuperación natural en aquellos lugares donde se estime oportuno. Sin embargo, la paralización de la erosión remontante justifica la proposición de acometer medidas de restauración más duras en aquellas zonas del curso aguas abajo que lo requieran. Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 40 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. Tramo H: Arroyo de San Martín, a su paso por Humada Longitud 1.319 m Características del curso fluvial Anchura media 1,5 – 2,5 m Desde el puente viejo de Carralba, a un kilómetro de Humada, hasta la salida del pueblo, el arroyo continúa circulando sobre sustratos arcillosos principalmente. Es una zona donde su cauce estrecho pero profundo, provoca importantes inundaciones de las tierras aledañas al mismo durante las avenidas. Características de las zonas circundantes El curso está rodeado totalmente de tierras agrícolas y prados inundables con las avenidas. Las tierras agrícolas llegan en numerosas ocasiones hasta el mismo borde del cauce, donde presentan importantes problemas de erosión. Los prados inundables anexos, forman numerosas charcas en épocas lluviosas, momento en el que aparecen numerosas especies, especialmente anfibios, que los utilizan en su reproducción. Estos prados han sido tradicionalmente usados para ganadería. No existe conexión con la vegetación natural del entorno debido al uso de las tierras de sus riberas para el cultivo. Problemática y estado de conservación El arroyo ha sido profundamente modificado por dragados y destrucción de vegetación de ribera, siendo el tramo de mayor afección al hábitat fluvial de todo el valle. Las consecuencias de los impactos provocados son drásticas hasta el punto de que el cauce no muestra síntomas de mejora a pesar de los años transcurridos, sino que existen numerosas zonas donde la desestabilización es total y los efectos de la misma se agudizan con el tiempo y las avenidas. Las márgenes han sido prácticamente modificadas en su totalidad. La vegetación, en especial las mimbrageras, ha sido eliminada casi en su totalidad, quedando únicamente unos pocos ejemplares de viejo arbolado, principalmente de chopos y sauces arbóreos y sobreviviendo pequeñas teselas de sauces arbustivos. Las orillas son muy verticales, lo que da un río en general estrecho pero muy profundo. Los dragados artificiales realizados han intentado “canalizar” su curso mediante la rectificación de su trazado haciéndolo más lineal y excavándolo en profundidad. Esto ha provocado tanto la erosión remontante observada en el tramo anterior como el derrumbamiento de las orillas del arroyo y su incisión en el cauce. Ante los impactos provocados, el arroyo desestabilizado intenta naturalmente adquirir una nueva estabilidad, lo que provoca que se derrumben las orillas, se genere erosión remontante y tienda a adquirir un curso más meandrizado que disipe el exceso de energía que lleva la corriente en momentos de avenida en esta zona, rompiendo con la linealidad que le han impuesto las rectificaciones. Todo ello, unido a la falta de vegetación que retenga las orillas y sedimentos, provoca graves problemas de erosión en su zona de influencia, llegando a derrumbar las tierras agrícolas existentes en sus márgenes hasta varios metros. Ante este importante problema, la única respuesta adquirida por los agricultores de la zona es reforzar las orillas con chapas de bidones y escolleras artificiales, aumentando la canalización del arroyo. En contra de lo que se pretende prevenir, estas actuaciones evitan el crecimiento de vegetación que retenga las orillas, favorecen la verticalidad del cauce y potencian la incisión del cauce, provocando una potenciación de la inestabilidad del curso en este tramo. En zonas con algo de vegetación, los restos vegetales arrancados por el ser humano se acumulan en el cauce formando peligrosas represas en el arroyo que aumentan el poder erosivo de la corriente en momentos de avenidas al romperse. Las prados inundables anexos al arroyo han sido masivamente ocupados por tierras agrícolas o usados como escombreras ilegales por la población local, por lo que presentan un grave problema de desaparición. Se observan efectos de contaminación orgánica en esta zona, en especial en época estival, donde se dan importantes procesos de eutrofización en las pozas que quedan con agua. 41 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. Resultado del muestreo de presencia de nutria POSITIVO (Punto 4) Evaluación como hábitat para la nutria A pesar de los graves impactos que sufre, este tramo es esencial en la conservación de la nutria. Los prados inundables existentes en sus cercanías son esenciales para la supervivencia de la nutria en época reproductora de anfibios, ya que le sirve al mustélido como reservorio alimenticio. Este tramo es esencial para facilitar la conexión entre dos de los tramos mejor conservados y esenciales para la conservación de la nutria: entre el tramo G, con una conservación óptima y el río Odra, en especial el otro tramo bien conservado del mismo (tramo E, el desfiladero de Congosto). Medidas de actuación propuestas Dada la importancia del presente tramo para la conservación de la nutria en el LIC y ZEPA de Humada-Peña Amaya y debido a los graves procesos erosivos que se están dando en este tramo, y que afectan indirectamente a otros tramos estudiados, especialmente al tramo G por erosión remontante, es esencial la restauración del presente tramo. Para ello debe de aplicarse una restauración dura, con una reestructuración del cauce, estabilización de orillas y curso y una importante revegetación, siguiendo los pasos que se muestran en el Anexo II: Plan de restauración del hábitat fluvial y de los recursos alimenticios de la nutria, del presente estudio. Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 42 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. Tramo I: Arroyo de San Martín desde la salida de Humada hasta su desembocadura en el río Odra en San Quirce Longitud 1.921 m Características del curso fluvial Anchura media 1,5 – 2,5 m Tras su paso por Humada, el arroyo recobra parte de su naturalidad, vuelve a recuperar cierta heterogeneidad perdida en el tramo anterior (H), que le permite tener algún meandro, pozas, rápidos y remansos. Es un tramo muy similar al tramo D del río Odra, por el que continúa tras su desembocadura en éste. Características de las zonas circundantes El cauce está permanentemente rodeado de tierras agrícolas, sin ninguna conexión con las zonas de vegetación natural de los alrededores. Así mismo, también existen numerosos prados inundables anexos al cauce, aunque de menor entidad que los observados en el tramo H, ya que éstos no forman charcas tan permanentes como aquellos. Problemática y estado de conservación Las tierras agrícolas que rodean el cauce, a diferencia con el tramo anterior, permiten un pequeño espacio suficiente para el desarrollo de cierta vegetación de ribera. A pesar de que también ha sido eliminada la vegetación de ribera, lo ha sido de manera más parcial, permitiendo la supervivencia de zonas con vegetación de ribera bien conservadas, llegando a ser bastante cerrada en determinados puntos. A pesar de ello, en otras zonas únicamente han quedado chopos sueltos, sin ninguna vegetación a su alrededor que defina la ribera del arroyo. Las orillas del cauce, aunque prosiguen siendo verticales, presentan mayor estabilidad, con problemas de erosión de orillas en zonas puntuales. Sin embargo, el arroyo se encuentra excesivamente encajonando. Se observan numerosas zanjas de drenaje de parcelas agrícolas anexas que desembocan en el arroyo, de 1 – 1,5 m de altura, pero con síntomas de regeneración natural. Resultado del muestreo de presencia de nutria POSITIVO (Punto 2) Evaluación como hábitat para la nutria Existe suficiente cobertura vegetal y variedad heterogeneidad del cauce como para ser un tramo interesante de cara a la conservación de la nutria, en especial si se tiene en cuenta que también sirve de conexión entre el río Odra y el tramo G, muy bien conservado, y las charcas inundables del tramo H, ambos río arriba. Medidas de actuación propuestas Debido a que los efectos de la concentración parcelaria son más leves en comparación con el tramo H, no por ello dejan de ser importantes. La restauración debe ir encaminada a la prevención de la erosión de los cauces que podría darse en un futuro ante la aparición de nuevas avenidas ante la escasa protección existente en algunas zonas por la falta de cobertura vegetal de las orillas, la elevada pendiente de las mismas y la gran inestabilidad existente del cauce río arriba (tramo H). Por ello, deben de realizarse actuaciones de restauración de las orillas y revegetación en aquellas zonas que así lo requieran. 43 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. Tramo J: Arroyo de los Ordejones Longitud 4.882 m Características del curso fluvial Anchura media 1 – 1,5 m Curso de muy escasa entidad en sus primeros kilómetros, prácticamente inexistente en los meses sin precipitaciones. En este arroyo pueden diferenciarse cuatros zonas que reproducen a menor escala la situación del río Odra. Por razones prácticas de trabajo de campo han quedado englobadas en un sólo tramo: a) Cabecera. Desde su nacimiento entre la Peña La Ulaña y la Peña de El Castillo hasta el valle de Ordejón de Abajo, el arroyo discurre por fuertes pendientes, con dominancia del sustrato calizo, poco caudal y con escasa vegetación en sus márgenes. b) Llanura. En Ordejón de Abajo se abre un extenso valle donde el río discurre con una suave pendiente. c) Desfiladero. Antes de su llegada a Congosto, el arroyo atraviesa una importante zona rocosa donde queda encajado en profundos barrancos. d) Desembocadura. Tras su paso por el desfiladero, el río llega a la llanura de Congosto, donde desemboca en el río Odra. Características de las zonas circundantes a) En la cabecera, el arroyo queda rodeado principalmente por vegetación arbustiva. b) En la llanura, la dominancia de relieves suaves favorece la dominancia de tierras cultivables entorno al curso fluvial. c) En el desfiladero se desarrolla una vegetación climácica dominada por encinas, melojos y quejigos principalmente. Dada la inaccesibilidad del mismo, ésta se desarrolla hasta la misma ribera con la que queda conectada. d) En la desembocadura, al abrirse de nuevo el río a un valle, la agricultura vuelve a dominar los paisajes circundantes, impidiendo la conexión del río con la vegetación climácica de los alrededores. Problemática y estado de conservación a) La cabecera se encuentra bien conservada dado que no existe una afección importante en la misma. b) En la zona de llanura, se desarrolla una vegetación de ribera destacable, pero con zonas donde los cultivos la rodean de tal forma que llegan hasta casi la orilla del cauce de manera puntual. Así mismo, existe un pequeño encauzamiento a su paso por Ordejón de Abajo. c) La vegetación que crece, tanto en la ribera como en el desfiladero es bastante tupida y excelentemente conservada. Existe un tramo en el que la carretera que une Ordejón de Abajo con Villavedón pasa por el desfiladero de manera paralela al arroyo, donde éste ha sido profundamente canalizado para evitar las inundaciones sobre la carretera, quedando destrozada en este punto la vegetación de ribera preexistente, y generándose problemas de erosión en las laderas de la actuación. d) En la desembocadura, de nuevo los cultivos rodean el arroyo, a pesar de lo cual la vegetación de ribera tiene espacio suficiente para desarrollarse de manera óptima, por lo que se encuentra bien desarrollada. Tal y como sucedió en el tramo F, en el valle de Villavedón y Congosto, las profundas transformaciones agrícolas vividas en el valle de Los Ordejones (concentración parcelaria, dragado y destrucción del curso fluvial y sus riberas), acontecieron hace 8-9 años aproximadamente, tiempo suficiente para que el que el río y su vegetación se regenerasen de forma muy positiva, tal y como se demuestra en este estudio, en comparación con la concentración y alteración fluvial sufridos más reciente y destructivamente en el valle de Humada. Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 44 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. Resultado del muestreo de presencia de nutria NEGATIVO PARCIAL* Debido a lo intrincado del curso fluvial y su inaccesibilidad en la zona del desfiladero, este tramo no ha podido ser muestreado con la misma intensidad que el resto, por lo que no puede darse por segura la presencia/ausencia de la especie a pesar del resultado negativo parcial. Evaluación como hábitat para la nutria A pesar de ser un arroyo pequeño, éste recorre una orografía interesante, y en general bien conservada. Destaca la zona de desfiladero, donde la nutria puede encontrar tanto refugio como alimento. Medidas de actuación propuestas Dada la importante regeneración natural observada, las medidas recomendadas únicamente deben dirigirse a potenciar esta regeneración o a restauraciones de zonas puntuales donde el río o la vegetación de ribera presenten dificultades. También debe de realizarse, la protección de la zona del desfiladero como refugio de nutria. 45 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. ; 7 =%2#%.*01 .#%16*6%6*=% &' 23- 6,%$ 3- &' 23- .%#.'- &' '-6#&*3 .3$ 3 @45*6%6 /%,% 2% 1#6,*% Junto con el análisis cualitativo anteriormente expuesto, se ha realizado una valoración cuantitativa de todos los tramos fluviales en que se ha dividido la zona de estudio, con el fin de orientar las actuaciones de recuperación del hábitat de cara a la conservación de la nutria y facilitar el seguimiento y evaluación de las medidas adoptadas para mejorar las poblaciones de nutria en la zona de estudio que se propondrán más adelante. Atendiendo a las variables seleccionadas y la valoración de las mismas, expuestas en el apartado 5 de metodología, los resultados de la evaluación se muestran en el cuadro que se expone a continuación. Tramos Cobertura vegetal Tratamiento de las márgenes Usos del entorno Refugios para la nutria Molestias aparentes Total (sobre un total de 22) A B C D E F G H I J 2 2 3 3 5 4 5 1 4 4* 3 2 2 2 5 2 3 0 2 2,5* 2,5* 1 1 1 4 1 4 1 1 2,5* 2 2 3 3 5 3 5 0 3 3* 2 2 2 2 3 2 3 1 2 2,5* 11,5 9 11 11 22 12 20 3 12 14,5* (*) Resultado de la media ponderada de las características de diferentes zonas del tramo (ver fichas descriptivas de cada tramo en el apartado 6.1) En concreto, en el tramo J, se puede observar un estado de conservación alto en la parte que atraviesa el desfiladero y en su cabecera, mientras que se observa un estado de conservación medio-bajo en la parte media y final del mismo. Según la valoración cuantitativa final de cada tramo, éstos pueden valorarse por un estado general que se resume a continuación. Verde Azul Amarillo Rojo Estado de conservación alto Estado de conservación medio Estado de conservación bajo Estado de conservación muy deficiente Dependiendo del estado de conservación de cada tramo, deberán acometerse las diferentes actuaciones y medidas de restauración oportunas que se detallarán más adelante, en el apartado 8 de propuesta de soluciones. Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 46 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. 47 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. A A 31-*&',%.*31'- -35,' '2 @45*6%6 &' 2% 1#6,*% Una de las conclusiones de los sondeos realizados en España, es la redefinición del concepto de hábitat para la nutria. La bibliografía británica y centroeuropea impuso conceptos de hábitat de la nutria derivados de los resultados de la investigación en esos países, según los cuales la nutria necesitaría ríos de aguas claras y abundantes y con una exuberante vegetación de ribera. Este tipo de ambiente puede ser encontrado en muchos lugares del norte de España (y es el que la nutria necesita allí), pero raramente en el resto de la Península. Sin embargo, el estudio de las nutrias ibéricas y de sus necesidades lleva a la conclusión de que lo que realmente necesita la nutria no es exactamente la densa vegetación o las aguas claras (aunque sean elementos de un hábitat ideal). Las nutrias ibéricas son principalmente nutrias de río, y no de lago, río-lago o mar, como en otros países europeos. La nutria se adapta perfectamente, en especial en el centro, sur y sureste, a los tramos secos y casi secos (con pozas, pero sin agua circulando), no habiendo diferencias entre la ocupación de éstas y las de ríos con corriente constante en las zonas analizadas. El porcentaje de estaciones positivas en zonas casi secas se incrementa en sentido norte-sur y este-oeste, con valores mínimos (que no nulos) en el área Cantábrica y valores máximos en Extremadura. Así mismo, ocupa los embalses con poca variación de agua (muy escasos) y las colas de los embalses, donde pueden desarrollar un mínimo de cinturón vegetal y es una de las zonas más ricas en peces. Sin embargo, los embalses de nivel variable son ocupados como última instancia, cuando los lugares naturales ya se encuentran saturados. Con respecto al ancho del cauce, en el norte y este de España la nutria ocupa principalmente ríos con aguas corrientes en cursos de anchuras superiores a los 2 m, mientras que en el centro, sur y oeste, se encuentra en todo tipo de ambientes, incluso en aquellos en los que temporalmente no existe el agua o tienen dimensiones menores a los 2 o 1 metro de anchura, siendo éstos últimos más utilizados debido a que capturan las presas más fácilmente (Ruiz-Olmo y Delibes, 1998; López-Martín, Jiménez y Ruiz-Olmo, 1998). Esto refleja que la cantidad de agua y las dimensiones del río no son, en sí, el factor determinante para la presencia de la nutria. Al margen de la contaminación y la destrucción del hábitat, el factor limitante más importante para la especie es la disponibilidad de alimento. Por ello, los pequeños ríos oligotróficos de montaña del centro y norte de España, con poca comida, son poco utilizados por la nutria, mientras que los tramos secos o casi secos de los ambientes mediterráneos, pero con aguas productivas y gran disponibilidad de cangrejos, anfibios, insectos, e incluso, a veces, peces, ofrecen a la especie la posibilidad de superar veranos de gran dureza. Los pequeños arroyos de menos de 1 m de anchura en los ambientes cálidos mediterráneos, así como las pozas sin (o casi sin) corriente de agua, generan una situación de cierta eutrofia en la que ranas, cangrejos e insectos son muy abundantes, lo que la nutria aprovecha (Ruiz-Olmo y Delibes, 1998; Ruiz-Olmo y col., 1999; Jiménez y col., 2005), mientras que los ríos con agua (1-2 m de anchura) son, en términos proporcionales, menos ricos que esos pequeños arroyos más o menos encharcados. Sin embargo, cuando estos caudales mínimos o situaciones de sequía total se hacen crónicos (por sobreexplotación de los recursos hidrológicos, por ejemplo), la nutria desaparece. Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 48 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. Por todo lo expuesto se puede replantear el concepto de hábitat idóneo para la nutria, que debe tener los siguientes aspectos (Ruiz-Olmo y Delibes, 1998): 1.-Disponibilidad de alimento 2.-Disponibilidad de refugio y lugar para ubicar las madrigueras, independientemente de si éstas se encuentran entre la vegetación, en rocas o en agujeros en el suelo. Relacionado con los dos anteriores, el hábitat ha de proveer suficiente refugio, alimento y capacidad reproductora para los animales de presa. 3.- “Limpieza” de las aguas, que no estén contaminadas (por compuestos bioacumulables, por sustancias que afecten a la capacidad de termorregulación de su pelaje o a sus órganos externos, o por sustancias o situaciones que eliminen a los animales de los que se alimenta), aunque no sean transparentes. Asumiendo el hábitat de la nutria de esta forma, se puede entender mucho mejor los procesos que condicionan su presencia y abundancia. Estas tres necesidades básicas hacen que la nutria requiera agua abundante y vegetación aún más abundante en la mayoría de los ríos ingleses, gallegos o asturianos. Pero también estas necesidades le permiten vivir en lugares casi sin agua ni vegetación (ricos en alimento y rocas) en ambientes mediterráneos. Esta idea de su hábitat permite entender también por qué afectan a la nutria las canalizaciones y destrucciones del hábitat, en tanto que afectan a sus presas y a la disponibilidad de refugio. Por otro lado, en su proceso de recuperación la nutria va ocupando primero las zonas más ricas en peces y mejor conservadas, es decir, que cuando tiene hábitat sobrado, ocupa en primer lugar el que mejor cubre las tres necesidades básicas (alimento, refugio y ausencia de contaminación). Por ello, las poblaciones amenazadas, regresivas o no saturadas, la nutria “se permite el lujo” de vivir exclusivamente en los lugares mejor conservados de ríos, lagos, colas de embalses, etc. Sin embargo, cuando los mejores ambientes están ya ocupados, la nutria debe vivir en lugares subóptimos, que es donde quedan sitios vacíos, como los embalses, canales, zonas dragadas, extracciones de áridos y similares e incluso en zonas casi secas o secas del todo y lugares contaminados, aunque éstos sean sumideros en los que mueran y no se reproduzcan (en estos ambientes también pueden aparecen nutrias pero sólo como zonas de tránsito o de dispersión). Por tanto, sirve como hábitat de nutria cualquier masa de agua natural o artificial, permanente o temporal, con suficiente alimento y refugio, y con unos niveles de contaminación que permitan sobrevivir y, eventualmente, reproducirse. Estudios que profundizan en el análisis de estos factores (López-Martín, Jiménez y Ruiz-Olmo, 1998; Ruiz-Olmo y col., 1999; Jiménez y col., 2005), concluyen que, partiendo de una calidad de agua óptima para la presencia del mustélido, las tres variables ambientales que mejor explican la selección positiva del hábitat por parte de la nutria son el desarrollo de la vegetación (por su aporte de refugio y de alimento), la presencia de pozas (por su aporte de alimento y la mayor facilidad de capturar las presas) y la disponibilidad de alimento del hábitat en sí, siendo también positiva la existencia de ecosistemas forestales adyacentes y la cobertura arbórea de la ribera. Mientras, los factores que afectan a la selección negativa del hábitat son las variables relacionadas con fuertes alteraciones del ecosistema ribereño y los sistemas adyacentes, como cultivos, usos yermos, deforestaciones y falta de cobertura vegetal, es decir valores de uso del suelo, que se relacionan con impactos generados por las 49 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. actividades del ser humano. Sin embargo, la existencia de núcleos urbanos, zonas de ocio, acampada o recreo, no parece afectar a la selección del hábitat. Básicamente, todos los factores que determinan en última instancia el uso del medio por parte de la nutria, su abundancia y distribución se pueden simplificar en dos: disponibilidad de alimento y de refugio (López-Martín, Jiménez y Ruiz-Olmo, 1998). En cada lugar las variables serán diferentes pero respetando los factores principales. En los ambientes mediterráneos ibéricos, las pozas y las especies de peces y de crustáceos que viven en ellas son de gran importancia para la especie. De la misma forma, todas aquellas estructuras de las orillas que favorezcan a sus presas y a la disponibilidad de alimento, son de vital importancia; en los ambientes mediterráneos, estos lugares son los sistemas de rocas y la vegetación natural bien desarrollada. Las molestias tradicionales y no intensas son toleradas. Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 50 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. A ! 31-*&',%.*31'- -35,' 2% =%,*%.*01 &' 23- 1*='2'- &' %+#% '1 '2 .%#.' 'B#:%Con respecto a la disponibilidad de agua, a lo largo del presente estudio ha quedado demostrado que las nutrias pueden sobrevivir en condiciones de gran escasez de agua, con sólo algunas pozas o en pequeños arroyos. Sin embargo, un problema ecológico y de conservación viene de la falta de renovación de las presas recluidas en pozas aisladas cuando la situación de sequía se prologa y las nutrias (y la propia desaparición del agua) van agotándose. Se puede llegar así a un punto en el que el coste de la prelación no sería compensado energéticamente por la probabilidad e captura, hasta alcanzar un umbral por debajo del cual no fuera rentable continuar en la zona. Si la sequía se prolonga, las nutrias deberán de dejar de reproducirse y emigrar o abandonar temporalmente el área (por dispersión y migración, lo cual puede no mejorar las esperanzas de vida de la nutria si las nuevas cuencas receptoras presentan el mismo problema, sino que las reduciría) o morir de inanición (Jiménez y col., 2005). *%&%Tan características de los ríos mediterráneos como las sequías son las inundaciones o riadas, las cuales, además de poder causar muertes directas a la nutria, también dificulta la captura de presas. La estrategia de la nutria para evitar el efecto negativo de las grandes inundaciones requiere sólo apartarse de la corriente y reanudar su actividad depredadora a posteriori. Los peces e ictiofauna apenas sufren los efectos de estas riadas (tanto en tamaño de la población como en las tallas de los mismos) debido a que pueden sobrellevar las riadas simplemente aproximándose a microhábitats del fondo (pozas, troncos, rocas, etc) donde la velocidad del agua se reduce. Por tanto, la nutria podría contar con las mismas presas tras la riadas, aunque la dilución en un mayor volumen de agua y la turbidez asociada, dificultaría su actividad depredadora, comprometiendo la supervivencia de ejemplares previamente debilitados, por ejemplo a acusa de sequías prolongadas (verano) o escasez previa de alimentos (invierno) (Jiménez y col., 2005). Sequías e inundaciones suponen por tanto un claro condicionante para la supervivencia de las nutrias en ríos mediterráneos, más relacionado con la estabilidad del recurso (agua) que con la cantidad. Una estrategia para la supervivencia en ambientes de recursos muy fluctuantes, como los ríos mediterráneos, sería la de adoptar un patrón muy elástico del uso del espacio, que implique una gran movilidad de los ejemplares en el tiempo. Así, la respuesta de las nutrias ente la disminución de los recursos provocada por la sequía podría ser doble: por un lado se reduciría el número de ejemplares presentes en el tramo (por dispersión), pero, a la vez, las que permanecieran concentrarían su actividad (espacial y temporal) en los pocos lugares donde se concentran los recursos (pozas…) (Jiménez y col., 2005). Un resumen de las respuestas de la nutria frente a la disminución de la disponibilidad de agua causada por las sequías típicas de los ríos mediterráneos se muestra en la figura 4. 51 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. ) *+#,% ; 4 7 2 ) .3 1 ) 6 #. Muy similar a los efectos de la sequía para la nutria, son los efectos de la disminución de la cantidad de alimento en época invernal. Llegado un punto, la nutria debe de migrar o morir de inanición. Tanto en los muestreos realizados en primavera (abril) como en verano (agosto) del año de estudio (2006) han dado resultados positivos de presencia de nutria, lo que indica que hay una población estable de nutria en la zona de estudio y que no son miembros dispersos de otras zonas cercanas. En primavera aprovecha principalmente para su alimentación los anfibios (Ranitas de San Antonio principalmente) que en esos momentos se concentran en los humedales ligados a la ribera para su reproducción, tal y como demuestran los excrementos localizados. En verano, sin embargo, deben de recurrir a la explotación de las numerosas pozas existentes en la zona debido a que los caudales de agua dejan de ser circulantes. Como se ha mencionado con anterioridad, uno de los factores más importantes que determinan la presencia-ausencia de la nutria es la disponibilidad de presas habituales. La adaptabilidad de cangrejos, anfibios, culebras de agua e insectos a las condiciones de extremo déficit hídrico estival han favorecido sin duda a la nutria durante la sequía. También deberían de servir de “puente” hasta la llegada de peces, mediante migraciones o reproducción, a las zonas de donde desaparecieron por la falta de agua, por lo que los efectos de la sequía no deben de interpretarse como limitantes de la distribución de la nutria en los resultados del muestreo. En la zona de estudio, la población de nutrias existente aprovecha las pozas durante el periodo estival para sobrevivir, pero a finales de verano, con las pozas altamente gastadas por el exceso de sequía y altamente eutrofizadas por la concentración de los contaminantes agrícolas (fertilizantes químicos), la nutria debe dispersarse a otras zonas de mayor calidad (aumentando el riesgo de ser atropellada o depredada) o morir de inanición, debilidad o enfermedad. Ésta puede ser la explicación a los muestreos realizados en otoño (octubre) con resultados de presencia de nutria negativos tras la grave sequía acontecida en el año de estudio 2006 por segundo año consecutivo tras la del 2005: dispersión en busca de alimento a otras zonas más productivas o muerte de la población existente. Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 52 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. A 7 ,*1.*/%2'- 9%.63,'- /',C#&*.*%2'- /%,% 2%- /352%.*31'&' 1#6,*% '1 2% >31% &' '-6#&*3 " -32#.*31'- /,3/#'-6%Tras el análisis realizado en la zona de estudio y teniendo en cuenta todas las consideraciones analizadas hasta el momento, se ha aplicado la metodología del “marco lógico” para identificar los problemas de conservación existentes, gracias al que se pueden proponer una serie de medidas de conservación preliminares. Los principales factores negativos que influyen sobre el estado de conservación de las poblaciones de nutria en el LIC y ZEPA de Humada-Peña Amaya y la propuesta de soluciones y objetivos a conseguir por el presente estudio, con el fin de mejorar las poblaciones de nutria, quedan expuestos en el árbol de problemas (figura 5) y el árbol de soluciones y objetivos (figura 6), respectivamente, así como en el correspondiente marco lógico derivado de los mismos (figura 7) que servirá de base para la propuesta de Plan de actuación de mejora de las poblaciones de nutria en la zona de estudio. Tanto problemas como soluciones, objetivos y actuaciones propuestas, expuestos en estas figuras, quedan explicados posteriormente con mayor precisión y amplitud. Sin embargo, tal y como se comenta en el apartado anterior, cabe indicar que los resultados obtenidos para la zona de estudio en el análisis realizado en el año 2006 han podido verse afectados por la grave sequía ocurrida, por segundo año consecutivo, en toda la Península Ibérica. D Nota sobre el Marco Lógico desarrollado: No se valora ni el presupuesto ni los medios para las actuaciones debido a que son medidas básicas cuyas actuaciones y estrategias para su acometimiento deben concretarse con la Administración competente y responsable a la hora de su puesta en marcha, variando ampliamente el presupuesto según se quiera contar con voluntariado, población local, medios propios de la Administración o contratación de empresas privadas en las diferentes actividades para la puesta en práctica del Plan de recuperación. Hay que destacar que en todo el desarrollo del Plan debe ser clave la participación de guardería (con una dedicación mínima suficiente), personal investigador, y en especial, de la población local, debiéndose estimular al máximo la generación de empleo en la misma para este proyecto. Así mismo, es imprescindible para el éxito del Plan el apoyo y coordinación de las diferentes administraciones competentes implicadas, especialmente las de Agricultura y Medio Ambiente. 53 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. Deficiente estado de conservación de la nutria en el LIC y ZEPA Humada-Peña Amaya (cuenca del río Odra) 1. Muerte por acción antrópica directa 1.1Caza furtiva 2. Destrucción del hábitat 1.2 2.1 Canalizaciones Atropello 3. Falta de refugios para la nutria 4. Contaminación fluvial 4.1 Lixiviados agrícolas y ganaderos (fertilizantes, pesticidas) 2.3 Destrucción de humedales asociados a riberas 5. Existencia de barreras 6. Escasa disponibilidad de recursos alimenticios 4.2 Vertidos orgánicos urbanos 6.1 Bajas poblaciones de presas 2.2 Destrucción del cauce y la ribera: a) Drenajes fluviales y dragados b) Destrucción de la vegetación de ribera Baja concienciación ambiental Competencia con especies alóctonas Insuficiente depuración de los sistemas existentes Vertidos ilegales de escombros Enfermedades (afanomicosis cangrejo) Vertidos incontrolados en épocas de alta población Cambios de usos del suelo Sobreexplotación hombre (peces, cangrejos) Concentración parcelaria Intensificación agrícola ) *+#,% A 8 1 1 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 9 &'( ) * + , - " + ) 5 : #. 54 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. Mejora del estado de conservación de la nutria en el LIC y ZEPA Humada-Peña Amaya (cuenca del río Odra) 2. Mejora del hábitat 1. Disminución de muertes por acción antrópica directa 1.2 Estudio de fauna atropellada en carreteras 2.1 a) Aplicación normativa Impacto Ambiental b) Sanciones 3. Aumento de refugios para la nutria 2.3 a) Restauración de humedales asociados a riberas b) Punto limpio para escombros c) Educación ambiental 1.1Disminución de la caza furtiva 4. Disminución de la contaminación fluvial 3.1 Protección de tramos específicos bien conservados 4.1 Disminución de contaminación por lixiviados agrícolas y ganaderos (fertilizantes, pesticidas) a) Aumento de la vigilancia b) Mejora de la eficacia de las sanciones Educación ambiental 6. Aumento de recursos alimenticios 5.1 Creación de pasos de fauna fluvial (nutria, peces, invertebrados) 6.1 Aumento de poblaciones de presas 4.2 Disminución de vertidos orgánicos urbanos 3.2 Restauración de zonas apropiadas para refugios 2.2 a) Disminución de las afecciones al medio b) Restauración de cauces y de ribera 5. Eliminar barreras poblacionales Control de especies alóctonas Mejora de los sistemas de depuración existentes Disminución de la explotación por el hombre (peces, cangrejos) Aumento del dimensionamiento de los sistemas de depuración Mejora de la planificación del territorio con criterios de sostenibilidad Promoción de medidas agroambientales y sostenibles ) *+#,% E 8 1 55 ) 1; 9 9 &'( ) * + , - " + ) 5 : #. Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. LOGICA DE INTERVENCION OBJETIVO GENERAL OBJETIVO ESPECIFICO RESULTADOS INTERMEDIOS MEJORA DEL ESTADO DE CONSERVACIÓN DE LA NUTRIA EN EL LIC Y ZEPA HUMADA-PEÑA AMAYA (CUENCA DEL RÍO ODRA) INDICADORES OBJETIVAMENTE VERFICABLES NÚMERO DE SEÑALES (HUELLAS, EXCREMENTOS) / KM LINEAL DE RÍO FUENTES DE VERIFICACION Guardería, voluntariado, investigadores CONDICIONANTES EXTERNOS Meteorología del momento (sequía, inundaciones…) 1. DISMINUCIÓN DE MUERTES POR ACCIÓN ANTRÓPICA DIRECTA Número de cadáverse de nutria Guardería, voluntariado, econtrados con signos de muerte población local no natural / año Apoyo local 2. MEJORA DEL HÁBITAT FLUVIAL Y RIBEREÑO % Cobertura vegetal (árboles y arbustos) por tramos de los cauces Guardería, voluntariado, investigadores Apoyo local, Administración 3. AUMENTO DE REFUGIOS PARA LA NUTRIA Nº Total de refugios de nutria en la zona de estudio Guardería, investigadores Administración 4. DISMINUCIÓN DE LA CONTAMINACIÓN FLUVIAL DBO5 (demanda biológica de oxígeno), nutrientes totales en el Guardería, investigadores agua, SS (sólidos en suspensión) Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de Castilla y León (CyL) 5. ELIMINACIÓN DE BARRERAS POBLACIONALES Nº total de barreras no permeables existentes Guardería, voluntariado, investigadores Confederación Hidrográfica del Duero 6. AUMENTO DE LOS RECURSOS ALIMENTICIOS PARA LA NUTRIA Biomasa / m2 de río. Realizado con pesca eléctrica Guardería, investigadores Meteorología del momento. Enfermedades (afanomicosis…). Especies invasoras. Apoyo local 1.1. DISMINUCIÓN DE LA CAZA FURTIVA Número de cadáveres de nutria muertos por furtivos /año Guardería Apoyo local 1.2. ANÁLISIS DE LA MORTANDAD DE FAUNA ATROPELLADA EN LAS CARRETERAS DE LA ZONA DE ESTUDIO Documento del estudio sobre fauna atropellada al año Guardería, voluntariado, investigadores Afluencia de coches Guardería, voluntariado, investigadores Consejería de Agricultura de CyL. CH Duero. Guardería, voluntariado, investigadores Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de CyL. CH Duero. Agricultores. Planificación agrícola (intensificación…). Concentración parcelaria. Apoyo local % Cobertura vegetal (árboles y 2.1. DISMINUCIÓN DEL IMPACTO PROVOCADO POR LAS arbustos) en zonas de obras y CANALIZACIONES EN EL HÁBITAT FLUVIAL Y RIBEREÑO canalizaciones 2.2. DISMINUCIÓN DE LOS IMPACTOS PROVOCADOS % Cobertura vegetal (árboles y POR DRAGADOS Y LIMPIEZAS DE VEGETACIÓN. arbustos) a lo largo de los MEJORA DE LOS HÁBITATS FLUVIALES DAÑADOS POR diferentes tramos de cauces DRAGADOS Y LIMPIEZAS DE VEGETACIÓN. 2.3. MEJORA DE LOS HUMEDALES ASOCIADOS A LAS RIBERAS. Has de humedales restauradas. Has humedales actuales / Has humedales potenciales. Existencia de punto limpio para escombros Guardería, voluntariado, investigadores Consejería de Medio Ambiente de CyL. Apoyo local 3.1. CONSERVACIÓN DE TRAMOS BIEN CONSERVADOS Número total y Has de tramos protegidos para refugio de nutria Guardería, investigadores Consejería de Medio Ambiente de CyL 3.2. MEJORA DE ZONAS APROPIADAS PARA REFUGIOS Número total y Has de tramos Guardería, investigadores mejorados para refugio de nutria. Consejería de Medio Ambiente de CyL 3.3. MEJORA DEL HÁBITAT (VER PASO 2) ---- ---- ---- DBO5 (demanda biológica de 4.1. DISMINUCIÓN DE CONTAMINACIÓN POR LIXIVIADOS oxígeno), nutrientes totales en el AGRÍCOLAS Y GANADEROS (FERTILIZANTES, agua, SS (sólidos en Guardería, investigadores PESTICIDAS) suspensión), datos tomados para cualquier punto del cauce Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de CyL 4.2. DISMINUCIÓN DE VERTIDOS ORGÁNICOS URBANOS DBO5 (demanda biológica de oxígeno), nutrientes totales en el agua, SS (sólidos en suspensión), datos tomados Guardería, investigadores antes y después del punto de vertido de las arquetas de las diferentes localidades Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de CyL. CH. Duero. 5.1. AUMENTO DE LA PERMEABILIDAD DE LAS BARRERAS POBLACIONALES (AZUD…) Nº de barreras modificadas para aumentar su permeabilidad / Total perjudiciales existentes CH Duero 6.1. AUMENTO DE LAS POBLACIONES DE PRESAS DE LA NUTRIA Biomasa / m2 de río, para cada especie importante para la nutria Guardería, investigadores (ver estudio posterior) Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos Guardería, voluntariado, investigadores Apoyo local. Enfermedades (afanomicosis…). Especies invasoras. 56 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. ACTIVIDADES MEDIOS COSTES 1.1.a) AUMENTO DE LA VIGILANCIA * * 1.1.b) MEJORA DE LA EFICACIA DE LAS SANCIONES POR INCUMPLIMIENTO * * 1.1.c) EDUCACIÓN AMBIENTAL * * 1.2. ESTUDIO DE LA FAUNA ATROPELLADA EN LAS CARRTERAS * * 2.1.a) APLICACIÓN DE LA NORMATIVA DE IMPACTO AMBIENTAL * * 2.1.b) SANCIONAMIENTO EFICAZ DE LOS INCUMPLIMIENTOS * * 2.2.a) DISMINUCIÓN DE LAS AFECCIONES AL MEDIO. SOLICITUD DE PERMISO PARA REALIZAR LA ACTUACIÓN PARA LAS QUE SE HAN DE TENER EN CUENTA UNA PLANIFICACIÓN DEL TERRITORIO CON CRITERIOS DE SOSTENIBILIDAD * * 2.2.b) RESTAURACIÓN DE CAUCES Y RIBERAS AFECTADOS POR IMPACTOS * * 2.3. a) RESTAURACIÓN DE HUMEDALES ASOCIADOS A LAS RIBERAS * * 2.3. b) CREACIÓN DE UN PUNTO LIMPIO COMARCAL DONDE VERTER ESCOMBROS * * 2.3. c) EDUCACIÓN AMBIENTAL * * 3.1. PROTECCIÓN DE LOS TRAMOS MEJOR CONSERVADOS COMO ZONA DE REFUGIO DE LA NUTRIA * * 3.2. RESTAURACIÓN DE LAS ZONAS APROPIADAS PARA REFUGIO * * 3.3. MEJORA DEL HÁBITAT (VER PASO 2) * * 4.1. PROMOCIÓN DE MEDIDAS AGROAMBIENTALES Y SOSTENIBLES EN EL TERRITORIO * * 4.2. a) MEJORA DE LOS SISTEMAS DE DEPURACIÓN EXISTENTES * * 4.2. b) AUMENTO DEL DIMENSIONAMIENTO DE LOS SISTEMAS DE DEPURACIÓN Y MEJORA DEL SERVICIO DE LIMPIEZA DE LOS MISMOS EN ÉPOCAS DE MAYOR POBLACIÓN HUMANA * * 5.1. CREACIÓN DE PASOS DE FAUNA FLUVIAL (NUTRIA, PECES, INVERTEBRADOS) * * 6.1. a) CONTROL DE LAS ESPECIES ALÓCTONAS * * 6.1. b) DISMINUCIÓN DE LA EXPLOTACIÓN POR EL HOMBRE (PECES, CANGREJOS). AUMENTO DE LA VIGILANCIA. SANCIONES. EDUCACIÓN AMBIENTAL * * 6.1. c) MEJORA DEL HÁBITAT (VER PASO 2) * * 6.1. d) DISMINUCIÓN DE LA CONTAMINACIÓN (VER PASO 4) * * 6.1. e) ELIMINACIÓN DE BARRERAS POBLACIONALES (VER PASO 5) * * < 1 D= 57 &'( ) * 1 & + , - ; " + 9 ) 5 : #. 6 .> . Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. 9'..*31'- /3, %..*01 %16,0/*.% &*,'.6% Según información facilitada por la guardería de caza de la zona, se conoce un caso de muerte de nutria en la zona mediante disparo de arma de fuego acontecido a finales de los años 90 y principios de la nueva década, no habiéndose encontrado ninguna nutria más muerta por circunstancias antrópicas. Hasta los años 60, la principal amenaza con que contaba la nutria era su caza intencionada y captura accidental en artes de pesca. En España, la persecución directa, era antes de estas fechas, la causa principal de mortalidad al ser considerada una alimaña. Según el segundo sondeo nacional (1994-96), existen estudios que indican que en el noreste de España el 90,5% de las muertes conocidas entre 1950 y 1980 eran producidas por el hombre deliberadamente (cepos, lazos, armas, venenos, perros e incluso piedras y palos) y entorno al 72,3% en la Península en general, disminuyendo entre 1981 y 1995 al 22,6% y entre 1990-96 al 16,2%. Sin pasar por alto que muchos ejemplares son escondidos por las personas que los matan furtivamente, se hace evidente la clara progresión que han tenido los atropellos, y la regresión de las muertes intencionadas por parte del hombre tras la protección de la especie en 1973. La muerte directa de individuos a manos del hombre, pese a su contribución a la regresión, no ha sido, ni es, la principal amenaza para la especie en España ni la responsable de la desaparición de la especie. En cambio, sí que puede ser un grave problema en poblaciones aisladas compuestas por pocos individuos, como es el caso de estudio, por lo que debe de tenerse en cuenta a la hora de realizar un plan de recuperación de la especie. Por otro lado, las muertes por atropellos en carreteras aumentaron hasta el 31,8% entre 1981-95 y hasta el 69,1% entre 1990-96, lo que supone datos preocupantes. El diseño de las carreteras ha de considerar la presencia de nutrias, tanto al establecer su trazado y distancia al río o masa de agua, como estableciendo pasos de nutria, omitiendo barreras y disponiendo señalización donde sea oportuno. También pueden darse muertes en nasas y otras artes de pesca, por lo que éstas han de presentar dispositivos que impidan la entrada de nutrias a las mismas, por ejemplo, con una luz máxima de entrada de 6 cm. Para evitar los impactos sobre la nutria de la caza ilegal, se propone en la zona de estudio la mejora de la vigilancia de furtivos y la aplicación eficaz de las sanciones recogidas en la legislación. Mientras, las muertes por atropello no han sido evaluadas en el presente estudio, no habiéndose conocido ninguno entre la guardería del valle. No obstante, dado que el riesgo es permanente y dada la elevada mortalidad que presentan las carreteras del valle de Humada de otros vertebrados (especialmente anfibios y reptiles), se sugiere un permanente seguimiento de los animales atropellados, en especial en los cruces de la carretera con ríos y zonas húmedas, por parte de la guardería del lugar con el fin de obtener información para la toma de decisiones y acciones futuras en caso de que sea necesario. Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 58 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. ! '-6,#..*01 &'2 @45*6%6 La conservación del hábitat de la nutria es una de las piedras angulares de cualquier programa de recuperación. Las alteraciones más importantes del hábitat se refieren a la destrucción del lecho y orillas de los ríos y de la vegetación que los cubre. Las actuaciones que más frecuentemente las causan son los dragados, las extracciones de áridos, las canalizaciones, la construcción de escolleras, la construcción de embalses y otras obras de ingeniería similares, y las obras de construcción de carreteras, autopistas, trenes y otros viales. Consecuencia de lo anterior es la disminución y carencia de agua por extracción para su uso humano. Actualmente es difícil encontrar ríos que conserven íntegras e inalteradas sus condiciones naturales, incluso en las montañas o en las regiones poco pobladas. Las transformaciones de cauces se han ido generalizando en los últimos decenios y han afectado negativamente a muchas de las poblaciones de nutrias en España, debido a la estrecha dependencia que muestra la especie en relación con su hábitat. Las canalizaciones provocadas por el desarrollo agrícola en las llanuras parece haber sido la responsable de la rarefacción o extinción de poblaciones de nutria en las cuencas del Guadiana, Ebro o Duero. En el LIC y ZEPA Humada-Peña Amaya, han sido realizados importantes dragados, limpiezas (eliminación) de la vegetación del cauce y modificación del trazado de los cursos o del drenaje de las tierras, debido a la reciente realización de la concentración parcelaria y modificación de los drenajes naturales del valle. A pesar de la continua recuperación de la vegetación de ribera gracias a su enorme capacidad de regeneración, el ser humano siempre intentará domar la natural plasticidad de la misma para conseguir un utópico dominio ingenieril sobre los procesos ecosistémicos. La protección de las riberas frente a las obras de canalización, dragados y talados de sotos es esencial. La conservación de los bosques de ribera, aparte evidentemente de su valor “per se”, permite el establecimiento de interesantes comunidades de aves, que frecuentemente encuentran allí su única posibilidad de cobijo y reproducción en áreas deforestadas y zonas semiáridas características de la región mediterránea ibérica. En lo que respecta a la ictiofauna, el aporte de invertebrados procedentes del dosel forestal puede llegar a ser mayor que la producción del mismo río, mientras que, especialmente en los tramos altos dominados por los detritívoros, la entrada de materia orgánica de la ribera (particularmente hojas) constituye la más importante entrada energética en el ecosistema. Si se tiene en cuenta, además, que el sombreado del soto reduce la temperatura del agua, permitiendo así niveles más elevados de oxígeno disuelto necesarios para los salmónidos y otras especies dulceacuícolas, y que las mismas raíces ayudan a crear pozas y refugios para los peces, se puede entender que la protección de los sotos extienda sus efectos ecológicos positivos mucho más allá de los únicamente relacionados con la nutria. La bibliografía demuestra que las obras clásicas de canalización y ordenación de las riberas reducen la diversidad y densidad tanto de las ornitocenosis como de la ictiofauna. Por otro lado, la efectividad ante las finalidades de estas obras, tales como reducción de la erosión y prevención de inundaciones, están siendo cuestionadas en los últimos tiempos por expertos en hidrología. Diversos estudios indican que en algunos casos la conservación de la cobertura ribereña reduce los costos de mantenimiento de los cauces. 59 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. Entre las propuestas de medidas de gestión para la zona de estudio, siguiendo las pautas recomendadas por Ruiz-Olmo y Delibes, 1998, hay que destacar la necesidad de: - Aplicar efectivamente la legislación de impacto ambiental en todas aquellas obras en las que sea preceptivo, considerando concretamente a la nutria. - Considerar a la especie en todo tipo de autorizaciones administrativas para actuaciones que puedan afectarla. - Desarrollar y ejecutar programas de regeneración de sus hábitats. - Considerar la conservación de un caudal ecológico suficiente para la nutria y en consecuencia también para las especies de las que se alimenta. - Diseñar las obras de infraestructura de manera que se favorezca su presencia (madrigueras potenciales, crecimiento de la vegetación, perfiles menos verticales, pasos de peces, etc). - En general, tener en cuenta a la especie en lo que a la gestión general de la naturaleza y las actividades humanas se refiere. En concreto para la zona de estudio, deberá de prohibirse la remodelación de drenajes, limpiezas de vegetación o dragados de los cauces, bajo multa económica por incumplimiento, salvo autorización expresa del órgano medioambiental competente del LIC y ZEPA y bajo la supervisión del mismo, el cual debe de estudiar caso por caso y proponer medidas correctoras de los impactos provocados. Así mismo, en el caso de cualquier proyecto de canalización es esencial el obligatorio cumplimiento de la Evaluación de Impacto Ambiental, en el que se ha de tener en cuenta la población de nutria existente, así como la ejecución de medidas correctoras y restauradoras. A nivel de conservación aplicada de los ecosistemas ribereños, para la conservación del hábitat de la nutria se recomienda el mantenimiento de la cobertura ribereña intacta, la regeneración de los sotos perdidos, y la planificación ecológica previa a las obras de ordenación a realizar. En general, si es necesaria la realización de obras, se deben de localizar sólo en una orilla, deben respetar las islas, mantener los meandros y brazos muertos como refugio de la fauna o dejar zonas sin alterar cada ciertos tramos. Para la regulación de estas afecciones (dragados, destrucción de la vegetación ribereña, cambios en el uso del suelo, intensificación agrícola, etc), sería necesario contar con un planeamiento legal de la gestión del LIC y ZEPA, aún no contemplado en la zona de estudio, un Plan de Gestión como pudiera ser un PRUG (Plan Rector de Uso y Gestión), que no existe en ningún espacio de la Red Natura 2000 si no coinciden con un espacio protegido a nivel nacional o autonómico, lo que da al espacio una gran fragilidad de cara a soportar los diferentes impactos que pudieran darse en él. A grandes rasgos, y teniendo en cuenta los resultados obtenidos del estudio de campo realizado y la evaluación cualitativa y cuantitativa de los mismos (ver apartado 4.2 y 4.3 respectivamente), se puede hacer el siguiente resumen: • Estado de conservación muy deficiente: Tramos B y H • Estado de conservación bajo: Tramos A, C, D, F e I • Estado de conservación medio: Tramo J • Estado de conservación alto: Tramo E y G Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 60 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. La estrategia para la conservación del hábitat fluvial de toda la zona de estudio dependerá del estado de conservación que presente cada tramo anteriormente analizado. Así, se propone básicamente que en los tramos con un estado de conservación más deficiente (tramos B y H) se realice una restauración ecológica dura, con el fin de restablecer al máximo las condiciones naturales preexistentes. En los tramos con un estado de conservación bajo (tramos A, C, D, F e I), se propone una restauración más blanda y flexible, favorecedora de la recuperación natural que se está dando en los mismos y con acciones duras más puntuales en zonas concretas donde sea necesario realizar alguna corrección importante. En el tramo con estado de conservación medio (tramo J), se propone una restauración blanda (igual que la propuesta en los tramos de conservación baja) en la zona media y final del mismo (ver ficha de este tramo en el apartado 4.2), donde se da un estado de conservación medio-bajo. En los tramos con estado de conservación alto (tramos E y G), básicamente se propone su protección (ver siguiente apartado, “refugios”), con acciones puntuales de restauración blanda en las zonas que así lo requieran, en especial en el tramo G. Las directrices para los diferentes tipos de restauración se explican más detalladamente en el Anexo II: Plan de restauración del hábitat fluvial y de los recursos alimenticios de la nutria, del presente estudio. La restauración dura implica una mayor actuación en el medio, donde deben aplicarse las medidas más artificiales y drásticas entre las expuestas en este apartado de restauración. Mientras, para la restauración blanda basta con aplicar las actuaciones más naturales y con menor intromisión en el medio de las presentadas en el citado apartado, dejando, en cualquier caso, margen para la regeneración natural del ecosistema. 61 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. 7 #-'1.*% &' ,'9#+*3- La vegetación de ribera ofrece a la nutria el 60-70% de sus lugares de reposo, refugio y de cría (López-Martín, Jiménez y Ruiz-Olmo, 1998). Pueden llegar a tener numerosos encames preferentes (más de 30) distintos a lo largo de todo su dominio espacial. La mayoría de ellos sólo se ocupan una vez en una temporada, siendo el patrón habitual el cambio de lugar en días sucesivos (Jiménez y Palomo, 1998), pero unos pocos son utilizados habitualmente, por lo que se los puede considerar como refugios y madrigueras de cría. Estas últimas, suelen relacionarse con encames alejados del cauce (hasta 300 metros de distancia), por lo que es recomendable la conservación de zonas puntuales con una mayor cobertura arbórea (Jiménez y Palomo, 1998). En general, aparecen aproximadamente 2 refugios por kilómetro y 1 madriguera por kilómetro, de las que un tercio eran madrigueras de cría (1 madriguera de cría cada 3 kms), caracterizadas por ser profundas (4-5 metros) y tener grandes letrinas a menos de 30 metros de distancia (Ruiz-Olmo en un río de Lérida). Los encames son utilizados, tanto para descansos y pausas durante el periodo de actividad normal (0,5 - 6 horas de duración), como para la fase de inactividad diaria, ya sea nocturna o diurna (más de 12 horas de duración). En el recorrido que realiza la nutria en un solo día, se pueden encontrar entre 3 y 4 encames, 2 extremos para la fase de reposo y 1 ó 2 centrales para descansos cortos (Jiménez y Palomo, 1998). La mayor parte de éstos (70%) se localizan entre los 0 y los 5 primeros metros de la orilla y de hasta 1 metro de altura sobre la orilla (Jiménez y Palomo, 1998). La proximidad de los encames a la orilla resulta ser independiente de la anchura de la franja de vegetación riparia, lo que parece una estrategia para facilitar el escape ante predadores terrestres (Jiménez y col., 2005). Por el contrario, algunos encames se encontraron muy alejados del cauce principal, por lo que se han asociado a madrigueras de cría, alejadas del cauce para evitar la mortandad en las crías por las crecidas de los ríos o alejarlas de la actividad depredadora de otras nutrias (Jiménez y col., 2005). Por ello, el mantenimiento o recuperación de la cubierta natural en una estrecha franja ribereña (5-10 m) sería suficiente para facilitar encame a las nutrias, independiente de la presencia de molestias como carreteras, complementándose éstas con la protección de manchas importantes de vegetación bien conservadas como zonas de refugio de nutria (ver más adelante), para facilitar la ubicación de madrigueras de cría alejadas de los ríos. La mayor parte de los encames (>50%) se sitúan entre la vegetación riparia, entre árboles y arbustos, pero especialmente gracias a la presencia de árboles viejos, pero ubicados en la tierra, alguno de ellos incluso excavado, entre las raíces de los árboles o incluso en el monte aprovechando cuevas o madrigueras de otros animales (Jiménez y Palomo, 1998). Les siguen en importancia los taludes de tierra (14%), acúmulos de riada (12%) y grandes bloques de piedras (10%). Es por ello que la conservación y restauración del hábitat es esencial para la creación de refugios de la nutria, por lo que la solventación del problema de falta de refugios suficientes está íntimamente ligado al apartado anterior, sobre la recuperación del hábitat fluvial y ribereño. No obstante, también se pueden llevar a cabo unas pautas para la recuperación que a continuación se describen. Teniendo en cuenta los estudios realizados sobre los refugios de nutria en España (Jiménez, Ruiz-Olmo y Pascual, 1998; Jiménez y Palomo, 1998), deben de conservarse tramos sin alterar especialmente ubicados para que la población de nutrias ubique sus encames y madrigueras. Estos lugares coinciden con los tramos mejor conservados de los cauces analizados, independientemente de la restauración Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 62 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. que se realice en estos u otros tramos. En la zona de estudio, los lugares propuestos son (ver Anexo Cartográfico, mapa nº6): • Primeros 2 km del nacimiento del río Odra. • Tramo del río Odra entre la poza del Aceite, la fuente Manapites y la cascada de la Yeguamea hasta el pueblo de Fuenteodra. • Tramo del río Odra entre Fuenteodra y la carretera Humada-Villamartín, en el paraje conocido como La Cascajera. • Desfiladero de Congosto al paso del río Odra, entre San Quince y el norte del pueblo de Congosto (en este lugar, según información de la guardería del lugar, existe una madriguera de cría de nutria). • Tramo medio del Arroyo San Martín entre los pueblos de San Martín y Humada. • Tramo del desfiladero del Arroyo de los Ordejones, tras su paso por Ordejón de Abajo y antes de su desembocadura al Odra en Congosto. Así mismo, se puede potenciar la creación de nuevos refugios de nutria aprovechando lugares como el canal del antiguo molino de Humada paralelo al Arroyo San Martín, o el canal del antiguo molino de Ordejón de Abajo al pie de la peña El Castillo en el Arroyo de los Ordejones, ambos actualmente en desuso y con un bajo estado de conservación. Por otro lado, y como se explicará más adelante, también se propone como refugio, pero esta vez de recursos tróficos para la nutria, el azud situado al norte de la localidad de Congosto, en el desfiladero del mismo nombre. 63 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. ; 316%$ *1%.*01 La contaminación, y muy especialmente la bioacumulable (compuestos organoclorados, como los PCBs o los DDTs, metales pesados, como el mercurio, cadmio y plomo, y otros), ha constituido la principal causa de la dramática rarefacción de la nutria en muchos países de Europa y España. Varios estudios realizados en nuestro país permiten deducir lo ocurrido en nuestro país durante las décadas de los años 50 a 80, cuando la aplicación indiscriminada de biocidas y la utilización y síntesis de sustancias altamente tóxicas en la industria sin ningún tipo de control y depuración, alcanzaron valores incompatibles con la presencia de la nutria. Además, hay que recordar que estos compuestos son transportados por el aire incluso hasta aquellas cabeceras y zonas de montaña donde no se sospecha su presencia. Estos contaminantes son los elementos para los que la nutria es un inmejorable bioindicador. En nuestro país, los biocontaminantes fueron liberados a la biosfera sin ningún tipo de límite o control, durante decenios. Su efecto se ha dejado sentir en las cadenas tróficas, afectando muy especialmente, por bioacumulación, a los superdepredadores que se encuentran en la cima de éstas, tal y como ocurrió con la nutria y probablemente la principal razón de su regresión. Las consecuencias directas en la nutria pueden reflejarse tanto en la muerte de los ejemplares afectados, como en un descenso de la fertilidad o en una mayor propensión a fallecer por otras causas, ya sean accidentales o patológicas. La reciente recuperación en gran parte de Europa del mustélido responde a la disminución de los niveles de estos compuestos en los ecosistemas. La disminución en la utilización de pesticidas organoclorados (e incluso la prohibición de muchos), la sustitución de materiales y substancias tóxicas en los procesos industriales, y la depuración de las aguas, empiezan a tener efectos positivos. La historia reciente nos lleva a pensar erróneamente que es imposible la presencia de este animal en los alrededores de las grandes ciudades, pero esto no es así. En Dublín, Edimburgo, Riga, Tallín, Lisboa o Burdeos, por ejemplo, tienen nutria, gracias a que han conseguido disminuir la contaminación (junto con los otros factores de hábitat y alimento) hasta hacerlos compatibles con su presencia. En el sondeo de SECEM de 1994-96 se encontró nutria en ciudades como Segovia, Soria, Ávila o Cáceres. En el 2003 (Ruiz-Olmo y col., 2004) se encontró nutria de forma sedentaria en grandes ciudades como Gerona, Lérida, Manresa, Teruel o Zaragoza. En cualquier caso, otras muchas sustancias como purines, fertilizantes y nutrientes que afectan a los peces, a las redes tróficas y el equilibrio ecológico de los ríos y otras sustancias químicas muchas de ellas provenientes de vertidos habituales urbanos o procedentes de la agricultura y ganadería intensiva y que cada vez son más habituales debido al aumento de la intensificación del sector primario. Esta contaminación orgánica provoca en numerosos cursos de agua de España de escaso caudal y con altas temperaturas estivales, una fuerte eutrofización que hace disminuir o incluso desaparecer la biodiversidad de los cursos de agua, si bien, en grado moderado puede aumentar la biomasa de peces disponible. Así mismo, también pueden afectar a la nutria las variaciones en las condiciones fisicoquímicas, como el pH muy ácido o un aumento de la turbidez y una elevada cantidad de sólidos en suspensión provocados por una grave erosión (como la que en la actualidad está ocasionando el ya realizado dragado del río y la reestructuración parcelaria en la zona de estudio), tanto directamente como a través de la alteración del ecosistema hídrico y de sus recursos tróficos. Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 64 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. La concentración parcelaria realizada en el valle de Humada ha provocado el aumento de la contaminación difusa de biocidas, nutrientes y fertilizantes (nitratos y fosfatos principalmente) que provoca la afección a los cursos fluviales, especialmente a través de procesos de eutrofización, muy graves durante la sequía estival. Así mismo, se ha potenciado graves procesos erosivos que han aumentado los sólidos en suspensión en los cauces, especialmente en época de lluvia y en crecidas. La contaminación urbana, por la puntualidad de sus máximos debido a la ausencia de sistemas de depuración suficientemente dimensionados en épocas de máxima afluencia de población al valle (Semana Santa y época estival principalmente), tampoco beneficia esta situación, especialmente grave en verano, con la máxima concentración de contaminantes en el escaso caudal circulante y las aisladas pozas de agua, esenciales para la supervivencia de la nutria. Siguiendo las directrices de Ruiz-Olmo y Delibes, 1998, las propuestas básicas de gestión concretas que se recomiendan aplicadas a la zona de estudio, son: - Prevención en la entrada de contaminantes: • Utilizando sustancias no nocivas en la agricultura y ganadería local. • Disminuyendo el uso de fertilizantes inorgánicos y biocidas de la agricultura y ganadería local, comprometiendo a sus responsables en prácticas agroambientales correctas. • Evitando el vertido directo de cloacas y otros residuos desde los municipios, “arquetas depuradoras” de los mismos, granjas, etc. • Estimulando la recogida, reciclado y correcta gestión de materiales reciclables, aceites, combustibles y otros residuos. - Depurando efectivamente las aguas residuales Además, deben de añadirse las siguientes consideraciones: - Mejorar los sistemas de depuración en los pueblos, en donde únicamente existe una pequeña arqueta en cada uno, cuya eficacia se ve superada en los meses de verano y Semana Santa, épocas en las que la afluencia numerosa de visitantes y turistas provoca un considerable aumento de los vertidos fluviales. En estas épocas, las arquetas de los pueblos pueden verse superadas por el aumento de las aguas urbanas, provocándose vertidos incontrolados a los ríos o aumento de la carga orgánica que llega a los mismos por la disminución de la eficacia de la decantación de las arquetas, los cuales no son capaces de asimilar los picos de materia orgánica y se ve disminuida su capacidad de autodepuración. Especialmente acuciante es esta situación en los meses estivales, debido a que la sequía concentra en mayor cantidad los contaminantes orgánicos en los ríos, que unido al aumento de la temperatura del agua, provoca graves problemas de eutrofización. En estas fechas deben de reforzarse la recogida de residuos decantados en las arquetas y la limpieza y mantenimiento de las mismas con el fin de enviar lo más limpias posibles las aguas urbanas a los cauces naturales. - Promover medidas agroambientales correctas y sostenibles en todo el valle con el fin de disminuir la contaminación agrícola y ganadera que llega a los cauces naturales. Estos vertidos difusos, principalmente de materia orgánica, fertilizantes y pesticidas, provocan tanto procesos de eutrofización graves, como mortandad directa sobre la biodiversidad fluvial (pesticidas). 65 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. A %- 5%,,',%- " '2 %*-2%$ *'163 /352%.*31%2 La proliferación de embalses en cañones estrechos, así como las barreras de otro tipo (grandes tramos secos, contaminado o sin peces, cangrejos o anfibios) pueden constituir un límite real a la distribución de la nutria. Las poblaciones aisladas de nutria están compuestas frecuentemente por un número reducido de ejemplares. Cuantos menos individuos las componen más vulnerables resultan por efecto de diversos factores (genéticos, demográficos, azarosos y catastróficos), lo que ha permitido definir el concepto de población mínima viable, compuestas por unas pocas decenas de individuos, y que poseen gran vulnerabilidad. Estas barreras son más efectivas en la España seca y montañosa, donde unos ríos y sus afluentes se encuentran alejados de otros. Aunque cuando es más fácil que se de este efecto es en las grandes presas, existen varios ejemplos de presas de 5-10 m de altura que tienen iguales consecuencias, por lo que hay que analizar el posible efecto barrera en todas estas estructuras, sean del tamaño que sean. Aguas arriba, las presas y similares, impiden o dificultan la colonización y el movimiento por el río de anguilas y otros peces, y sustituyen el ambiente fluvial por uno lacustre de características diferentes. Sobre todo en el caso de las presas de regulación, el embalse suele presentar niveles muy fluctuantes, márgenes abruptas y turbidez, además de ocasionar la imposibilidad del mantenimiento de la cobertura vegetal de los márgenes y dificultar la actividad depredadora de la nutria. Aguas debajo de la presa se genera un flujo discontinuo y con cambios bruscos de agua, con oscilaciones anormales de temperatura (como la descarga de aguas frías del hipolimnion en verano) y el aumento de arrastre de sedimentos, provocando efectos negativos sobre la fauna fluvial. En el caso de la zona de estudio, el azud encontrado al norte de Congosto (de 1,5 m de altura aproximadamente) y otras de las barreras analizadas no suponen una barrera para la nutria, pero sí podrían suponer un limitante (que no imposibilitante) de la dispersión de otras especies de ribera, como cangrejos, peces o anfibios, esenciales para la supervivencia de la nutria en especial en época de sequía en la que el río se queda sin corriente. Por lo tanto, se debería de realizar un estudio sobre la posible afección de estas barreras en la dispersión de las especies fluviales, en especial del azud situado en el desfiladero de Congosto. En el caso de que el estudio reafirmase el carácter de barrera poblacional para fauna fluvial de este azud (piscícola e invertebrados fundamentalmente), deberá de realizarse una pequeña modificación en el mismo incorporando una escala que permitiese fácilmente a la fauna fluvial remontar el curso río arriba. No obstante y dado que el azud contiene una suficiente cantidad de agua para formar una importante poza, no será eliminado o modificado en su dimensionamiento, ya que puede ser fundamental como reservorio de recursos tróficos para la nutria en los meses estivales, proponiéndose su conservación como refugio de fauna fluvial importante para la nutria. En los tramos altos de los ríos el efecto de retención de aguas y peces similar al que realizan las pozas, es producido también por los pequeños azudes, por lo que también son positivamente seleccionados por las nutrias (Jiménez y col., 2005). Las recomendaciones propuestas para evitar el efecto barrera son: - Realizar pasos para nutria en aquellas presas o barreras actualmente existentes o de nueva construcción que puedan impedir o dificultar el paso de nutrias, así como pasos utilizables por la ictiofauna y otras especies de ribera. - Favorecer pendientes poco pronunciadas en los alrededores de las presas. Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 66 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. E *-/31*5*2*&%& &' ,'.#,-3- %2*$ '16*.*3- Las profundas modificaciones de los ecosistemas ribereños españoles no sólo afectan a la nutria directamente, sino que también limitan de una forma importante las poblaciones de animales de los que se alimenta. La contaminación es uno de los responsables de la eliminación de vida de muchos de los ríos en la expansión agrícola, industrial, turística y demográfica que vivió y vive España (purines, alpechines, sustancias químicas, detergentes, aceites, pesticidas, productos industriales y otros desechos de origen humano). A la contaminación debe añadirse la destrucción del hábitat mediante la canalización, dragado y destrucción de la estructura y vegetación de ribera. Centenares de kilómetros de ríos han sido y siguen siendo destruidos. Todo ello ha afectado, o sigue afectando como el caso estudiado, gravemente a las poblaciones de las presas de la nutria. En la época en que ocurrían estos factores con su máxima agresividad, simultáneamente se daban dos sucesos también nefastos para los ecosistemas ribereños y para la nutria. Por un lado, las especies migradoras de peces vieron como aparecían barreras que impedían sus movimientos río arriba y abajo para completar su ciclo biológico en el mar o en el interior, desapareciendo progresivamente de la mayor parte de la geografía española. Entre las especies más afectadas destaca la anguila (Anguilla anguilla), especie de alto valor calórico, gran abundancia y fácil captura, que constituía el pez más importante en la dieta de la nutria. También se vieron gravemente afectados de manera similar los salmones, reos, lampreas, alosas y sabogas, que representaban importantes subidas a los ríos de biomasa procedente del mar. Por otro lado, el declive del cangrejo de río autóctono (Austropotamobius pallipes) por causa de la afanomicosis. Su desaparición representó un duro golpe para la nutria en España durante los años 70 y 80, en especial en muchos pequeños arroyos de zonas montañosas, donde son menos abundantes los peces de gran tamaño. Sin embargo, desde los años 80 se ha vivido la total expansión del cangrejo de río americano (Procambarus clarkii), introducido en España hacia 1974, representa una parte muy importante del régimen de la especie en numerosos lugares de Andalucía, Extremadura, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Rioja, Aragón, Cataluña, Murcia y Portugal. Aunque muy cuestionable desde un punto de vista conservacionista por razones de cambios de equilibrios ecológicos ocasionados por las especies invasoras, la realidad es que este hecho, ha posibilitado la recuperación de la nutria en muchos lugares de España, ya que, además de incrementar la biomasa disponible de alimento, el cangrejo americano (sustituyendo ecológicamente al cangrejo autóctono) ocupa muchas zonas en donde las poblaciones de peces y de sus presas no permitían que se asentase el carnívoro. Entre ellas pueden mencionarse los tramos secos o sólo con pozas de muchos ríos y arroyos mediterráneos, arrozales, canales, embalses, etc. La productividad de los cangrejos puede ser considerable, constituyendo un recurso fácil y abundante. Existen estudios donde se asocia la importancia de abundancia de cangrejos en la dieta de las crías y jóvenes de nutria. Sin embargo, dada la existencia de poblaciones de cangrejo autóctono en la zona de estudio no se deberá de promover la instalación de los cangrejos alóctonos (americano y de señal), limitando en la medida de lo posible la expansión de los mismos con el fin de beneficiar y promover a las poblaciones de cangrejo autóctono, 67 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. protegido por la Directiva Hábitat (92/43/CEE), además de evitar que siga siendo explotado por pescadores furtivos que siguen potenciando, a pesar de su prohibición, la disminución de sus escasas poblaciones (debe de aumentar la vigilancia de la guardería y debe de darse la aplicación estricta de las sanciones recogidas en la legislación). Además del cangrejo americano, las poblaciones de peces (desgraciadamente no siempre de especies correspondientes a las comunidades autóctonas naturales) también han mejorado con la recuperación de muchos ríos, lo cual también ha permitido mejorar los recursos tróficos de la nutria en los últimos tiempos en muchos lugares. Entre las especies exóticas que se han expandido por nuestro territorio destacan el cangrejo de señal (Pascifastacus leniusculus) y otras especies de peces alóctonas (gambusia, carpa, lucio, siluro, trucha arco iris, perca, pez gato…), ante los que los ecosistemas hídricos son especialmente sensibles. Estas especies alóctonas, también deben de tratar de regularse con el fin de mejorar a las poblaciones de peces autóctonos existentes, como la trucha (Salmo trutta), el barbo (Barbus bocagei), la boga (Chondrostoma polylepis) y la bermejuela (Rutilus arcasii) (estos dos últimos protegidos en la Directiva Hábitat (92/43/CEE)), cuyas poblaciones se han visto enormemente perjudicadas con la destrucción de la ribera y dragados del cauce promovidos por la concentración parcelaria y por el aumento de la contaminación en los cursos fluviales de la zona de estudio. Por otro lado, un estudio sobre la mortalidad de las nutrias en la Península Ibérica advierte de su alta estacionalidad (Ruiz-Olmo, Delibes y Zapata, 1998). Entre noviembre y diciembre se alcanzan los máximos de mortalidad (43% del total) mientras que entre mayo y agosto se alcanzan el mínimo (3-6%). Aproximadamente, entre noviembre y marzo se dan cerca del 70% de los casos de mortalidad. Este máximo de mortalidad acontecido en otoño-invierno está muy posiblemente ligado a la baja disponibilidad de recursos tróficos de naturaleza ectodérmica complementarios a los peces en esta época del año, como son los insectos acuáticos, cangrejos, anfibios y reptiles acuáticos. Especialmente sensibles son los jóvenes e inmaduros ante esta situación, por lo que la capacidad de expansión de la especie se ve muy limitada por los recursos tróficos disponibles en el medio. Las nutrias ibéricas tienen una necesidad media de entre 0,69 y 0,86 kg. de alimento al día. El peso medio de los peces de los que se alimenta oscila entre 30 y 82 grs. y de los cangrejos de 40 grs. Los barbos, una de sus principales presas tiene una biomasa de 50-100 grs. llegando a capturar entre 3 y 4 peces a la hora, lo que eleva a 2-3 horas de pesca continua para que una nutria pueda sobrevivir (Ruiz-Olmo, Jiménez y Margalida, 1998). Sin embargo, esta situación sólo ocurre en época de abundancia de presa y en el mejor de los casos. La necesidad de dejar partes de sus presas por su propia seguridad (pinzas de cangrejos, espinas, cola y cabeza de los peces de gran tamaño, piel venenosa de anfibios, etc.) junto con factores que disminuyen la eficacia de la captura (menor tamaño de las presas, menor número de presas existentes, etc.) puede llegar a elevar hasta las 16-20 horas de actividad de la nutria para poder completar su dieta (Ruiz-Olmo, Jiménez y Margalida, 1998), lo que en época de escasez, como en otoño e invierno, puede ocasionar grandes mortandades en las poblaciones del mustélido. Tradicionalmente se han considerado a las nutrias esencialmente nocturnas, para evitar el contacto con el hombre y con depredadores del exterior de la ribera. En épocas estivales y de escasez de agua, especialmente en arroyos y ríos pequeños, este carácter nocturno se ve amplificado, concentrando su actividad por la noche y disminuyendo su actividad diurna (Jiménez y col., 2005). Sin embargo, este patrón no Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 68 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. es tan común como se consideraba, ya que aunque sean preferentemente nocturnas, demuestran un elevado grado de actividad diurna en alguna épocas, observándose una tendencia al aumento de la actividad en este horario en los meses invernales, coincidiendo con las bajas temperaturas, lo que le permitiría ahorrar energía con respecto a la actividad nocturna (temperatura más fría) y optimizar los escasos recursos disponibles para aumentar su supervivencia (Jiménez y col., 2005). Por otro lado, Jiménez y col. (2005) señala la importancia de los sapos en la dieta de la nutria en invierno, a nivel local, coincidiendo con la reproducción del mismo. Así mismo, Jiménez y col. (2005) señala que en época de sequía las nutrias presentan una peor condición física y una mayor predisposición a las infecciones, por lo que en épocas de sequía extraordinaria o momentos de sequía normal unido sinérgicamente a otro factor limitante de la nutria, como un descenso en los recursos tróficos (contaminación, sobreexplotación, destrucción del hábitat, enfermedades, etc), puede suponer un elevado aumento de la mortalidad a nivel local, que puede llevar a la especie a su desaparición local, por muerte o por migración. Es muy importante, pues, la mejora de los recursos tróficos en el LIC y ZEPA de Humada-Peña Amaya durante todo el año para que su disminución no ocurra de manera tan drástica para la población de nutria durante el otoño y el invierno a pesar de su descenso natural, ni exista deficiencias por debajo del umbral natural de los recursos alimenticios disponibles en épocas de sequía. Es clave en este aspecto la mejora de las poblaciones de peces y sapos (alimento esencial en el invierno), anfibios y de cangrejo autóctono (importantes en verano y otoño), muy importantes en la zona de estudio pero muy dañados por diferentes actuaciones a las que se hacen referencia a lo largo del presente estudio. Por tanto, la mejora de los recursos tróficos pasa por la aplicación de las recomendaciones ya expuestas, a las que habría que añadir alguna específica sobre las presas potenciales (cangrejos, peces, anfibios y otras especies autóctonas mencionadas en el presente estudio), cuyas poblaciones habría que mejorar por encima de la de los alóctonos. Por otro lado, las nutrias consumen una amplia variedad de tallas de peces, desde menos de 5 cm hasta de varios kilos. Sin embargo, el tamaño medio de los peces seleccionados por la nutria oscila entre 10 y 16 cms, y entre 10 y 40 grs., independientemente de que existan tallas superiores, que suelen ser las tallas más abundantes en los ríos de curso medio en España (Jiménez y col., 2005), aunque estas dimensiones medias se reducen en los tramos altos de los ríos. Por ello, la necesidad de mejorar los recursos tróficos de la nutria no implica la necesidad de potenciar el aumento de las tallas medias de los peces por encima del límite natural que marca el ecosistema en cada caso, siendo el único objetivo el restaurar el equilibrio poblacional de los mismos en las zonas afectadas directa o indirectamente por el ser humano. En el Anexo II: Plan de restauración del hábitat fluvial y de los recursos alimenticios de la nutria, del presente estudio, se analiza más pormenorizadamente la recuperación de los recursos tróficos y de las especies más importantes para mejorar las poblaciones de nutria existentes en el LIC y ZEPA Humada-Peña Amaya. 69 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. F '1-*5*2*>%.*01 " '&#.%.*01 %$ 5*'16%2 La sensibilización y educación ambiental es un pilar esencial en la conservación de la nutria y del medio ambiente en general. Este campo de concienciación ambiental se ha desarrollado ampliamente en los últimos años, pero debe de mantenerse esta tendencia e incrementarse. La propia naturaleza de la nutria, su aspecto y su comportamiento hacen al mustélido popular entre la gente, atrayendo un gran interés entre los científicos y naturalistas, en el público general, las administraciones, los medios de divulgación e incluso en los círculos políticos. Aprovechando el tirón social que genera, puede actuar tanto como especie “bandera” como “paraguas”, representante de la conservación de los ecosistemas dulceacuícolas españoles. Se debe de hacer esfuerzos especialmente en las campañas destinadas a educación ambiental al público en general y con atención especial a los escolares, habida cuenta de su carácter bioindicador y representativo de los ecosistemas hídricos, así como la concienciación de administradores, políticos y profesionales en torno a las decisiones que éstos tomen sobre la gestión del agua y las actuaciones sobre las redes hidrográficas. Un especial interés han de tener las campañas en las que se implique a la población en general, poblaciones locales y usuarios de los sistemas hidrográficos (pescadores, agricultores…) en la vigilancia, recuperación (reforestación de riberas, construcción de madrigueras potenciales, construcción de pasos para nutrias, etc.) y tutela de tramos concretos de ríos y masas de agua en las que viva la especie. Por tanto, como ampliación y complementación del presente estudio, se debería realizar un programa de actuación sobre la población local y usuarios de los ríos de la zona, máxime teniendo en cuenta el polémico grado de necesidad de espacio que requiere el proyecto de restauración propuesto en este estudio (ver Anexo II: Plan de restauración del hábitat fluvial y de los recursos alimenticios de la nutria) y la necesidad de participación activa (pueden formar parte de la mejora del hábitat de la nutria) y pasiva (conservación, respeto, denuncia de furtivismo, etc) de la población local para que los objetivos de mejora de las poblaciones de nutria y de su hábitat lleguen a realizarse con éxito. Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 70 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. A ; 31.2#-*31'- &'2 '-6#&*3 &' .%$ /3 Tras el estudio realizado, la afección antrópica directa, la destrucción del hábitat, la ausencia de refugios, la contaminación fluvial, la existencia de barreras poblacionales, la escasez de recursos alimenticios y la escasa sensibilización ambiental, son los factores limitantes de las poblaciones de nutria en el LIC y ZEPA Humada-Peña Amaya. Eliminando estos factores, la especie puede recolonizar naturalmente su territorio debido a la capacidad de recuperación natural que las poblaciones de nutria presentan (Bueno y Bravo, 1998), hecho que debe favorecerse con medidas adecuadas de gestión del hábitat. La nutria posee una alta capacidad de recuperar zonas abandonadas o con una baja densidad de población en cuanto las condiciones resultan más favorables (Bueno y Bravo, 1998). Por tanto, las medidas expresadas para paliar o mitigar sus efectos perjudiciales sobre el mustélido deben de llevarse a cabo para la mejora de sus poblaciones en la zona de estudio, descartando por completo la reintroducción o cría en cautividad. La experiencia demuestra que cuando en un tramo abierto, sin barreras efectivas a una población de nutrias, se dan condiciones compatibles con la presencia del mustélido, éste acaba colonizándolo tarde o temprano. Por tanto, y dadas las condiciones actuales en las que se encuentra el ecosistema fluvial de la zona estudiada, los esfuerzos en mejorar la población existente de nutria deberán ir encaminados a mejorar las condiciones ambientales de su entorno anteriormente enumeradas para propiciar su expansión. 71 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. E E ) #6#,%- %$ '1%>%- /%,% 2% 1#6,*% Junto con las amenazas actuales anteriormente comentadas, hay que añadir otras posibles amenazas futuras que podrían hacer peligrar la población de nutria a nivel general, tanto de la zona de estudio como de cualquier otra de la Península Ibérica, provocando a pesar de su buen estado actual, una drástica disminución e incluso su extinción local tal y como ocurrió el siglo pasado. Por tanto, estos peligros han de tenerse en cuenta. #'=%- %.6#%.*31'- '1 23- .%#.'- " 2%- ,*5',%Con efecto aún por determinar sobre las poblaciones de nutria de la zona de estudio, se incluye en este apartado como una amenaza real a corto plazo la canalización que tiene prevista realizarse en el tramo final del río Odra (a su paso por las localidades burgalesas de Villasandino, Castrogeriz y Pedrosa del Príncipe) promocionado por el Ministerio de Medio Ambiente y la Junta de Castilla y León. En la actualidad se está redactando el proyecto y no se conoce aún su alcance, magnitud (se tiene previsto intervenir en 31 de los 67 km que tiene el río) ni actuaciones previstas, pero podría tener consecuencias nefastas para la población de nutrias río arriba y de toda la zona de estudio si no se tiene en cuenta la ecología de esta especie habida cuenta que la recolonización de nutria tras su desaparición, según los datos de los sondeos estudiados, fue desde el río Pisuerga ascendiendo por el Odra hasta la cabecera. Por tanto, la población de nutrias río arriba del Odra puede verse afectada por el proyecto al generarse una barrera en la zona de entrada de nuevos ejemplares dispersantes, en especial si esta población no está suficientemente establecida o necesita para su supervivencia descender a tramos bajos del río Odra o al Pisuerga. Por ello, se solicita a las autoridades responsables del proyecto de canalización del Odra, que se tengan en cuenta medidas ambientales para evitar que la canalización proyectada se convierta en una frontera que ponga en peligro la población de nutrias del LIC y ZEPA Humada-Peña Amaya y de las existentes en el tramo de río afectado, integrado en el LIC Riberas de la subcuenca del río Pisuerga. Por otro lado, tal y como se comenta a lo largo de todo este estudio, la amenaza de nuevos dragados y eliminaciones de la vegetación de ribera (“limpiezas”) son una constante realidad en la propia zona de estudio, dado que aún se realizan de forma puntual para corregir afecciones de riadas o inundaciones provocadas a posteriori de la remodelación promovida por la concentración parcelaria. Especialmente cuidadosas y respetuosas con la actual legislación medioambiental, de obligado cumplimiento, han de ser las actuaciones promovidas por la Administración, ya sea del Estado, Autonómica, Regional o Local, habida cuenta de las graves consecuencias medioambientales generados por obras de reciente realización, como la propia concentración parcelaria o el proyecto “Restauración del medio natural en la zona de concentración parcelaria de Humada”, realizadas por la Junta de Castilla y León y cofinanciadas por los fondos FEOGA-Orientación de la UE. Por ello, se solicita a las autoridades competentes que regulen la realización de cualquier actuación dentro del dominio público hidráulico. Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 72 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. -3 &' 23- ,'.#,-3- @*&,320+*.3- 2%1 *&,320+*.3 %.*31%2 Varios trabajos han demostrado el efecto negativo de la extracción de agua en determinadas poblaciones de nutria en España como consecuencia del uso progresivo de los recursos hidrológicos, al actuar sinérgicamente con la sequía estival. El segundo sondeo de la nutria realizado en España (Ruiz-Olmo y Delibes, 1998) y otros estudios (Jiménez y col., 2005) demuestran que la nutria puede adaptarse a la falta de agua durante el período de estiaje, siempre que sea capaz de encontrar con suficiente facilidad su alimento (peces, cangrejos, ranas, etc). Sin embargo, cuando la falta de agua se prolonga en exceso en el tiempo (por ejemplo por falta de un caudal mínimo), el efecto se hace crónico, y los animales de los que la nutria se alimenta desaparecen del medio, o se hacen considerablemente escasos. La ausencia de un nivel suficiente de agua equivale a la ausencia de nutria. Otro efecto es el producido por la regulación de los caudales para aprovechamiento hidroeléctrico: las bruscas oscilaciones de caudal desestabilizan las comunidades de invertebrados y de peces, disminuyendo la disponibilidad de alimento para las nutrias. Así mismo, la construcción de embalses, canales, dragados, canalizaciones, cambios profundos en los usos del suelo (como la concentración agrícola realizada en la zona de estudio), etc, provocan alteraciones graves en las poblaciones de nutrias. Estos aspectos deben considerarse en el Plan Hidrológico Nacional y en los planes hidrológicos de cuenca y a la hora de proyectar la construcción de cualquier infraestructura hidráulica. Hay que realizar el diseño de estos planes considerando a la nutria y a los sistemas dulceacuícolas en general como compuestos por piezas y relaciones muy sensibles, a los que con frecuencia se olvida, máxime cuando los criterios políticos, altamente inestables según el equipo de gobierno que esté en el poder, cambian en un corto espacio de tiempo y de manera radical llegando incluso a políticas divergentes y contrapuestas. Por tanto, hay que huir de la tradicional política hasta ahora predominante exclusivamente basada en construcciones ingenieriles (presas, canalizaciones, etc) y trasvases, y apostar por una política realmente comprometida por el uso sostenible y duradero del agua que pasa desde la concienciación ciudadana hasta la mejor planificación del territorio (donde se pueden evitar despilfarros innecesarios como la construcción de campos de golf en medio de zonas esteparias y semiáridas por poner un ejemplo muy en boga en la actualidad), aplicando correcta y objetivamente la Evaluación Ambiental Estratégica a Planes y Programas (Ley 9/2006) bajo un marco de compromiso con el desarrollo sostenible. *-01 %$ ',*.%13 Según datos aportados por personal de la guardería de la Junta de Castilla y León, se están realizando trampeos para la eliminación de ejemplares de visón americano en zonas aledañas al valle de Humada, por lo que es posible que en el futuro próximo esta especie alóctona aparezca en el valle de estudio y entre en competencia con la nutria por los mismos recursos tróficos. En el pasado reciente (años 70 y 80), se atribuyó importancia al visón americano (Mustela vison), especie invasora, como culpable de la regresión de la nutria por efecto de la competencia por el alimento y los lugares de reposo y de reproducción, ya que su llegada coincidió con frecuencia con la extinción del mustélido que estamos estudiando. Los estudios más recientes (años 90) parecen demostrar que en realidad el visón aprovecha los recursos que deja la nutria cuando desaparece, escapando 73 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. además a la superdepredación que pueda ejercer ésta. La nutria no ocupa lugares pésimos, pues no resisten la contaminación por organoclorados, algo que el visón americano sí soporta. En España, varios estudios demuestran la dificultad para la expansión que encuentra la especie alóctona cuando se encuentra con buenas poblaciones de nutria, y la facilidad, en cambio, donde ésta se ha extinguido. En Inglaterra, el regreso de la nutria ha coincidido con una regresión del visón americano. En simpatría con poblaciones de visón americano, aparece una competencia entre ambas especies por los recursos tróficos que llega a afectar más al visón (Bueno y Bravo, 1998), aunque también existen mecanismos suficientes para permitir la coexistencia de ambos, al cambiar el visón su dieta preferentemente ictívora cuando no está presente la nutria, por otra con mayor predominio de mamíferos cuando ambas especies coexisten y entran en competencia (Díez-Frontón y Lizana, 1999; Bueno, 1999). En simpatría la nutria no varía significativamente su dieta, pero la adaptabilidad del visón le permite aprovechar recursos más terrestres y disminuir así la competencia directa. /%,*.*01 &' 1#'=%- -#-6%1.*%- B#:$ *.%- .316%$ *1%16'Este es un peligro constante. En el caso de ocurrir que una nueva sustancia de efectos desconocidos volviese a ser liberada en los ecosistemas, al igual que ocurrió con el DDT y otras sustancias, existen muchas posibilidades de que se produjera una situación de crisis para la nutria igual a la vivida en épocas recientes y a la que en algunas zonas sigue dándose. /*>336*%A pesar de que no han sido señaladas en la nutria, tampoco se han realizado estudios al respecto. Esta en una amenaza que pende constantemente, y que ya se ha mostrado en otros mustélidos como el turón de patas negras americano (Mustela nigripes) con el moquillo. Otra amenaza para la nutria es la enfermedad aleutiana, de la que el visón americano puede ser portador. El cambio climático que en la actualidad se está viviendo, unido a la globalización (que provoca numerosos movimientos de especies alóctonas por todo el globo) pueden provocar que aparezcan potentes plagas inesperadamente. Poblaciones aisladas y particulares, como la estudiada, son más vulnerables a una rápida extinción local como consecuencia de una epizootia. 32'-6*%El aumento del turismo, la expansión urbanística dispersa que se está produciendo en la actualidad y la mejora de la accesibilidad a cualquier rincón del campo (construcción y mejora de carreteras y pistas, vehículos 4x4 y quads), pueden ser un problema importante de cara al futuro si tenemos en cuenta los millones de personas que vivimos en nuestro país. Por tanto, es recomendable la redacción de un Plan de Gestión (Plan de Ordenación de los Recursos Naturales-PORN y Plan Rector de Uso y Gestión-PRUG) que de capacidad de ordenación y de actuación al LIC y ZEPA, no sólo de cara al turismo y el uso público del espacio, sino además para regular cualquier afección al medio que pudiese regularse (realización de nuevos dragados o eliminaciones de vegetación de las riberas, alteraciones en los trazados de los ríos, modificaciones en los usos del suelo e intensificaciones, etc). Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 74 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. E ! 31-*&',%.*31'- /%,% '2 -'+#*$ *'163 " '=%2#%.*01 &' 2%$ '&*&%- /,3/#'-6%El último paso después de haber implementado las medidas de mejora consiste en el seguimiento y evaluación de los resultados, el mantenimiento de las obras, así como la detección y consiguiente corrección de errores. En lo que respecta al seguimiento y evaluación, a continuación se hace una referencia esquemática a los principales aspectos a tener en cuenta para la correcta realización de un Plan de Seguimiento y Evaluación más ambicioso en caso de llevarse a cabo el proyecto. La respuesta de las poblaciones de nutria o de las poblaciones piscícolas a los cambios de mejora del hábitat realizadas, puede retrasarse varios años o incluso generaciones, además de que los reajustes geomorfológicos del cauce hasta que alcance el equilibrio deseado (siempre y cuando no vuelvan a ocurrir grandes perturbaciones) pueden prolongarse en el tiempo. Por ello, para obtener una idea clara de los efectos de las mejoras del hábitat, hay que realizar una evaluación al menos anual y esperar más de 4-5 años para empezar a sacar conclusiones efectivas de las mismas. La evaluación que se ha de llevar a cabo incluirá: • Una evaluación cuantitativa del estado global de conservación de la nutria en la zona de estudio, basándose en el estudio de los diferentes factores clave analizados en el apartado 8, empleando el esquema realizado a través del marco lógico (figura 7). Para ello se emplearán los diferentes indicadores propuestos. • Una evaluación cuantitativa de los cambios ocurridos en el hábitat con respecto al estudio realizado en el Anexo II: Plan de restauración del hábitat fluvial y de los recursos alimenticios de la nutria. Por ejemplo la cantidad relativa de tramos de río con taludes inestables o sin vegetación; supervivencia, estado y evolución y crecimiento de la vegetación, tanto natural como la revegetada. Es necesario realizar un seguimiento de la plantación en las primeras etapas, siendo necesario determinar el estado de la plantación y la necesidad de restituir las plantas que no hayan germinado, así como comprobar la estabilidad y estado de conservación que presentan las orillas y taludes restaurados para reparar los daños provocados por las avenidas, y por último evaluar cual de las varias técnicas empleadas (ver apartados anteriores) presenta mejores resultados. • Una evaluación cualitativa de los cambios ocurridos en las poblaciones de nutria, como la frecuencia de aparición de huellas, excrementos y otro tipo de señales, proporcionalmente relacionadas con el nivel poblacional existente (RuizOlmo y Delibes, 1998; Prenda y López, 1999). Estas dos últimas evaluaciones deben de realizarse por comparación de las condiciones existentes antes y después de la implementación de las mejoras. Para la realización de esta comparación se debe aplicar la misma metodología, como la utilizada en la evaluación previa realizada en el presente estudio: Delibes (1990), para el seguimiento de las nutrias, y Sáiz (2001), para la evaluación de la calidad del hábitat de la nutria, ambos con sus correspondientes modificaciones realizadas en el presente trabajo para su adaptación y aplicación en la zona de estudio (ver apartado 3). 75 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. E 7 1#6,*% 31.2#-*31'- +'1',%2'- -35,' 2% .31-',=%.*01 &' 2% Tras la realización del presente estudio, como resultado del análisis efectuado se pueden obtener varias conclusiones generales que se enumeran a continuación. -6%&3 &' .31-',=%.*01 &' 2% 1#6,*% '1 -/%(% El hecho de haber avanzado tanto en la conservación de la nutria no debe de hacer caer en la sensación de que todo está ya controlado y organizado. Más bien al contrario. No debe de llevar a engaño el que en algunas zonas de España la nutria presente una importante dinámica de mejora, y se haya recuperado. Esta mejoría responde a que la principal causa de regresión de los últimos decenios (la contaminación), está siendo controlada. Antes lo fue su persecución directa (caza y trampeo), y hoy en día ya no lo es. A comienzos del siglo XXI, las nutrias ibéricas están amenazadas por otra importante causa de regresión: la falta de agua y su importante y creciente uso por el hombre. Es por esta razón por la que el Plan Hidrológico Nacional, altamente variable en sus criterios y orientación según el partido político gobernante, genera grandes dudas e incógnitas sobre el futuro de esta especie y de la conservación de los ecosistemas dulceacuícolas en general. $ 5*63 &' 2% %.6#%.*01 La conservación de la nutria y de su hábitat debe plantearse a escalas geográficas amplias. Las nutrias tienen requerimientos espaciales relativamente grandes (dominios vitales totales de 30-40 km para los ejemplares adultos), por lo que la conservación de una población viable requeriría considerar longitudes fluviales muy largas. Las poblaciones que habitan tramos de más de 100 km de río son las que ofrecen mejores condiciones para la conservación de la especie a largo plazo. Por tanto, centrar las actuaciones de conservación en los tramos estudiados no garantiza la conservación de la nutria a largo plazo, especialmente si se producen cambios negativos en los recursos aguas abajo en las cuencas receptoras. %,%.6',:-6*.%- &' 2% /352%.*01 &' '-6#&*3 Las poblaciones de nutria estudiadas, que habitan cauces fluviales de acusada mediterraneidad, están sometidas a un fuerte estrés ambiental, viviendo, al menos temporalmente, en bajas densidades y con pobre condición física. Aun mostrando adaptaciones para soportar fuertes sequías, como lo demuestran los resultados positivos de la presencia de la especie durante la estación estival de 2006 en medio de una grave sequía extraordinaria, probablemente no puedan sobrellevarlas si éstas se cronifican, bien sea por un descenso en las aportaciones naturales o por un aumento de las demandas de agua para actividades humanas. Así mismo, si tras una larga y dura sequía aparece un duro invierno (época con la mayor mortalidad natural de nutria debido a la escasez de alimento), la nutria puede desaparecer localmente sino se realizan esfuerzos para disminuir el impacto negativo que las actividades humanas ocasionan sobre los ecosistemas y especies fluviales. Las poblaciones de nutria muestran un patrón muy elástico en el uso del espacio, adaptado al patrón de variación de los recursos. Su respuesta ante la reducción provocada por la sequía sería doble: por un lado disminuiría el número de ejemplares presentes en el tramo (por dispersión y migración, lo cual puede no mejorar las esperanzas de vida de la nutria si las nuevas cuencas receptoras Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 76 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. presentan el mismo problema, sino que las reduciría), pero, a la vez, las que permanecieran concentrarían su actividad (espacial y temporal) en los pocos lugares donde se concentran los recursos, fundamentalmente las pozas. No obstante, el agotamiento de estos recursos con el tiempo forzaría a las nutrias a abandonar la zona hasta la recuperación de caudales y poblaciones de presas o finalmente morir de debilitamiento e inanición (Jiménez y col., 2005). Algo similar puede ocurrir por falta de alimento en invierno. Por ello, las zonas con abundantes recursos alimenticios para la nutria, relativamente reducidas, son probablemente críticas para la pervivencia a largo plazo de la especie en estos cauces. Por tanto, debe reforzarse la necesidad de conservación integral de los tramos en buenas condiciones, y la posibilidad de realizar actuaciones de mejora del hábitat en los tramos peor conservados, tal y como se especifica en el presente estudio, de manera que pueda aumentar la capacidad de acogida de nutrias en estas cuencas. *-/31*5*2*&%& &' %+#%< 2%- /3>%La existencia de pozas es la característica que permite la presencia de nutrias en condiciones de estiaje riguroso, incluso en condiciones de caudales fluyentes nulos. No todas las pozas tienen la misma importancia para las nutrias, que seleccionan aquellas que les permiten albergar una mayor biomasa de presas. Éstas son las de mayor profundidad, que no sólo permiten acoger un mayor número de presas sino que lo hace durante más tiempo, al conservar el agua mejor que las someras. Las restauraciones de ribera deben de tener en cuenta estas consideraciones. Debe tenerse en cuenta también la fuerte dinámica de arrastre en las zonas de estudio, provocada por las riadas, que puede producir la rápida colmatación de estas estructuras. En este sentido, la correlación entre el uso de las pozas por la nutria y la existencia de rocas en la ribera sugiere que las pozas localizadas junto a grandes bloques son más duraderas (Jiménez y col., 2005). *-/31*5*2*&%& &' %2*$ '163< 2%- /,'-%Otra variable de relevancia para las nutrias es la disponibilidad de presas. De entre todas las especies fluviales a las que se ha hecho referencia, las más importantes de la zona de estudio y esenciales para la conservación de la nutria son: la trucha (Salmo trutta), el barbo (Barbus bocagei), la boga (Chondrostoma polylepis), la bermejuela (Rutilus arcasii), el cangrejo de río autóctono (Austropotamobius pallipes), la rica comunidad de anfibios (rana común (Rana perezi), sapo común (Bufo bufo), sapo corredor (Bufo calamita), ranita de San Antonio (Hyla arborea), sapo partero (Alytes obstetricans), sapillo moteado (Pelodytes punctatus), sapillo pintojo (Discoglossus galganoi)), la culebra viperina (Natrix maura), la rata de agua (Arvicola sapidus), el desmán ibérico (Galemys pyrenaicus), los escarabajos acuáticos (g. Hydrous y g. Dytiscus) y los grillotopos (g. Gryllotalpa). La conservación de la nutria implica, pues, la conservación de todas estas especies enumeradas, así como la conservación de todo el ecosistema fluvial con todas las especies, relaciones y procesos ecológicos que en él existen. *-/31*5*2*&%& &' ,'9#+*3< 2%- ,*5',%La vegetación riparia es positivamente seleccionada como lugar de encame, aunque las nutrias no encuentran dificultades para encamarse en zonas casi desprovistas de vegetación. De ello se deduce la conveniencia de mantener la cubierta 77 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. vegetal junto al cauce. Los datos presentados en varios estudios (Jiménez y col., 2005; Jiménez y Palomo, 1998) demuestran que la nutria selecciona encames muy próximos al agua, incluso en el caso de riberas con anchas franjas de vegetación. Puede proponerse por tanto la conveniencia de mantener o recuperar al menos una estrecha franja (5-10 m) de vegetación riparia. $ /%.63- &' 2% %.6*=*&%& @#$ %1% El principal impacto de la actividad humana sobre la nutria se da en la alteración de todo su ecosistema mediante dragados del cauce, destrucción de la vegetación ribereña, contaminación fluvial, o modificación de los usos del suelo de la cuenca (intensificación agrícola y ganadera, concentración parcelaria, etc). Por ello, se deben acometer trabajos de restauración de los tramos afectados por las actividades humanas que se muestren con mayores dificultades para su recuperación natural. 316%$ *1%.*01 &'2 $ '&*3 92#=*%2 También se debe de seguir luchando en la disminución de la contaminación de los ríos. Una buena depuración es esencial pero más eficaz resulta la prevención como la reducción del uso de pesticidas y fertilizantes inorgánicos. '-/31-%5*2*&%& &' 2%- &$ *1*-6,%.*31'- G52*.%- Los datos presentados muestran cómo la nutria puede sobrevivir en ambientes mediterráneos sometidos a fuertes reducciones temporales de sus recursos más necesarios: las presas y el agua. No obstante, estos recursos pueden verse aún más reducidos, o serlo durante más tiempo, ya sea por causas naturales, ligadas al cambio climático, o inducidas por la actividad humana, en forma de mayor consumo o en deterioro de su calidad. Para evitar estos riesgos, y garantizar la conservación de la nutria a largo plazo, se proponen las siguientes actuaciones: a) Limitación normativa de la pérdida de hábitat para la nutria en las zonas mejor conservadas. Este aspecto es sencillo de abordar con la voluntad política necesaria, y cumpliría con los requisitos legales impuestos por la inclusión de la especie en la Directiva de Hábitats y en los catálogos de especies amenazadas. Con respecto a la protección y restauración del hábitat, pocas Comunidades Autónomas han redactado o aprobado los obligatorios Planes de recuperación o conservación que obliga la ley por la inclusión de la especie en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas o los respectivos Catálogos Regionales. Ruiz-Olmo y Delibes, 1998, reafirman que estos planes deben de establecer las directrices entre las que se contemplan la protección de la vegetación ripícola y de los cauces frente a canalizaciones, cuidado de la calidad del agua en cursos con nutria, garantizar caudal suficiente en los ríos, fomentar la riqueza piscícola, evitar y deshacer las barreras que impiden la colonización de nuevas zonas y su subsistencia en tramos “cortos”, realizar estructuras que eviten los atropellos y ahogos, incrementar la vigilancia, establecer un plan de seguimiento y control de las poblaciones de nutria, regular las actividades en instalaciones recreativas junto a los ríos, incorporar estas directrices a los planes hidrológicos, evaluar el impacto ambiental, investigar, divulgar y coordinar. Aparte de estas directrices genéricas, han de prever actuaciones específicas en determinadas zonas del territorio (zonas sensibles: zonas de cría y reposo, zonas de alimentación, zonas de conexión de poblaciones, etc.), creando zonas de refugio. La coordinación entre administraciones y organismos es necesaria para poder llevar a cabo los proyectos de recuperación y conservación, habida cuenta de Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 78 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. que implican no solo al sector medioambiental, sino también a la población local, sectores económicos como el agrícola, o a la gestión de los recursos hidrológicos para el caso de la nutria y el ecosistema fluvial. El apoyo de la población local es esencial. Por todo ello, es necesario el compromiso de todas las administraciones implicadas y la coordinación de todas sus actuaciones para que no se den casos de políticas contrapuestas, como es el caso de la explotación agrícola intensiva y la concentración parcelaria vivida recientemente en el valle de Humada a la vez que la declaración de LIC y ZEPA del mismo, o la responsabilidad de crear una agricultura y un medioambiente sostenible y responsable con el entorno y, al fin y al cabo, con los recursos naturales de los que sobrevivimos. El compromiso por un desarrollo sostenible (como la incorporación de políticas agroambientales a la política agraria intensiva que se estaba llevando hasta ahora en la zona de estudio y casi la totalidad de España) y una educación ambiental responsable, son esenciales y exigibles a las Administraciones Públicas con el fin de que velen por los intereses generales de los ciudadanos y de un futuro con calidad para los mismos, lo cual no es entendible si no se incorporan los valores ambientales. Así mismo, hay que resaltar la necesidad, cada vez mayor, de un instrumento legal de gestión, como un Plan de Gestión: Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) y Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG), para todos los espacios ubicados dentro de la Red Natura 2000 (LICs y ZEPAs). Con esta instrumentación, todas las actividades permitidas en el espacio tendrán que pasar por una evaluación y un análisis previo del organismo administrativo competente, y deberán ajustarse a un marco de respeto ambiental y desarrollo sostenible, eliminándose, por tanto, las causas principales de perturbación, degradación y amenaza de estos lugares. b) Proyectos de restauración en las zonas más degradadas por actividades humanas y proyectos de mejora en las zonas utilizadas por las nutrias. Requieren del desarrollo y evaluación de proyectos de restauración y mejora del hábitat fluvial para los que no existe experiencia previa en ambientes como los estudiados, por lo que las actuaciones descritas en el presente proyecto, podrían ser un referente fácilmente exportable a casos similares repartidos por toda la Península Ibérica, ya que aún son escasas en España las experiencias contrastadas de trabajos de restauración del medio fluvial planeadas específicamente para la nutria. No tiene mucho sentido proponer medidas de restauración o de recuperación del hábitat de la nutria sin haberlas realizado, comprobado su aceptación por la especie y valorado su coste económico e incidencia sobre otros usuarios del río, para lo que se necesita el apoyo de la administración. La nutria es el mejor indicador de la calidad y salud de los ríos. Por tanto, su conservación conlleva la mejora y el mantenimiento de la riqueza de uno de los ecosistemas más importantes de toda la Península Ibérica. Dado el carácter bioindicador de la nutria, y la importancia de la conservación de los ecosistemas fluviales, el binomio ríos/nutrias puede facilitar la recuperación de unos y la conservación de otras. A diferencia de aquellas especies que habitan en una elevada diversidad de medios y suelen ocupar grandes superficies, la conservación de las nutrias está íntimamente ligada a la existencia de cursos de agua, entidades de escasas dimensiones, en comparación con el paisaje que las rodea, pero vitales para su funcionamiento ecológico. La importancia estratégica de estos dos elementos naturales, desde el punto de vista de su conservación, debe ser utilizada no sólo en beneficio de ambos, sino de otros muchos organismos y medios que pueden verse favorecidos por cualquier intervención que tienda a mejorar el estado de los ríos. 79 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 Evaluación del Estado de Conservación de la Nutria (Lutra lutra) y de su hábitat en el LIC y ZEPA Humada–Peña Amaya (Burgos). Cuenca del río Odra. ) BLANCO, J.L. y GONZÁLEZ, J.L., 1992. Libro Rojo de los vertebrados de España. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. BRAVO, J.C., 1998. 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Javier Palomo, Juan Jiménez, Jorge Echegaray, Alberto Hernando y Javier López de Luzuriaga García. Por sus labores de tutorización: Francisco Palomares Fernández Por los consejos recibidos: Santos Casado Por su ayuda de campo y apoyo: Justina Pérez Martín A la población local de Humada y a su guardería de caza, por toda la información, comprensión y ayuda facilitada. 83 Unai Fuente Gómez Master en Espacios Naturales Protegidos 2006 I I < ) I < ) I < ) I <) )