IGLESIA CATÓLICA APOSTÓLICA ORTODOXA DEL PATRIARCADO DE ANTIOQUIA ARZOBISPADO DE BUENOS AIRES Y TODA ARGENTINA “Y los discípulos fueron llamados cristianos por primera vez en Antioquía” (Hechos 11:26) _____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________ Av. Raúl Scalabrini Ortiz 1261 – C1414DNM – Ciudad Autónoma de Buenos Aires – Argentina Teléfono: + (54) 11 4776 0208 – Fax: + (54) 11 4776 2283 [email protected] - www.acoantioquena.com – Facebook/Twitter: acoantioquena _____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________ L050/0214 Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el 22 de febrero de 2014 Carta Pastoral de S.E.R. Metropolita Siluan por la Gran Cuaresma 2014 Queridos en nuestro Señor Hijos queridos de nuestra Santa Iglesia en Argentina Los saludo con esta palabra del Apóstol Pablo dirigida a Timoteo, uno de sus más cercanos hermanos y colaboradores: “Tú, pues, hijo mío, fortalécete en la gracia que hay en Cristo Jesús” (2 Timoteo 2:1), en la que le hace recordar la gracia que tiene al haber recibido la fe cristiana, y lo exhorta a encontrar en ella la fuerza, el aliento, el consuelo, la valentía, la perseverancia, el fortalecimiento y la iluminación, mientras sufre “penalidades… como buen soldado de Cristo” (2:3), porque “ningún soldado en servicio activo se enreda en los negocios de la vida diaria, a fin de poder agradar al que lo reclutó como soldado” (2:4). Con estas palabras paternas y llenas de fe y esperanza del Apóstol Pablo, nos ponemos atentos a esta voz que quiere estimular, en lo más hondo de nuestra vida y de nuestro corazón, esta gracia de confiar en el Señor y de vivir realmente nuestra fe, no según el parecer propio de cada uno de nosotros, sino de acuerdo a la voluntad de quien sabe amar, proveer, guiarnos, sufrir por nosotros, salvarnos: nuestro Señor Jesucristo. El despertar de nuestra fe nos insta a vivirla realmente en sus dimensiones sanadoras y vivificadoras, tales como el servicio, el amor, el perdón, la compasión, la oración, la confesión y la digna preparación a la Santa Comunión. Todo ello, tiene sentido por quien nos ha abierto las puertas de todos los tesoros y dones; es que, ni en la tierra ni en el cielo, la humanidad tendrá un Dios, un Maestro, un Padre, un Hermano, un Señor, tal como lo conocemos en Jesucristo. A la humanidad, distorsionada por el pecado, el mal, la muerte y Su desobediencia a Dios, el Señor le ha mostrado su generosidad y amor con la revelación de Su don máximo: el arrepentimiento; el volver a Él gratuitamente. Este es un don que siempre es entregado y IGLESIA CATÓLICA APOSTÓLICA ORTODOXA DEL PATRIARCADO DE ANTIOQUIA ARZOBISPADO DE BUENOS AIRES Y TODA ARGENTINA nunca quitado (Hebreos 17:10), con una única condición: vivirlo. En esto se encuentra toda la belleza, el realismo, la simplicidad y la autenticidad de nuestra fe. El inicio de la Gran Cuaresma coincide con el fin del receso estival y el retorno a la actividad diaria, ya sea laboral, profesional, escolar, universitaria o simplemente casera. Con la fuerza del espíritu renovada, y con la voluntad de volcar esta fuerza en vivir nuestra fe en todos estos ámbitos, pongamos juntos las manos en el arado espiritual, y sembremos en nuestra vida la siembra de la fe, y trabajemos para mantener nuestra consciencia tranquila, nuestro corazón apacible, y nuestra mente despierta a lo más esencial. Con estas intenciones, iluminadas por la exhortación de San Pablo a Timoteo, pongamos lo mejor de nosotros mismos; unámonos en este fuerzo; guardemos la unidad de nuestro espíritu en la fe; y brindemos nuestro sudor y labor para con nuestra parroquia e Iglesia, elevando gloria y gratitud de nuestros corazones de “niños” a nuestro Padre que está en los cielos. ¡Que el Señor bendiga sus intenciones, voluntades, trabajos, relaciones y vidas, y los guíe en el buen camino de la santificación de su propia existencia! + Metropolita Siluan Arzobispo de Buenos Aires y toda Argentina 2/2