CCOO considera decepcionantes los resultados de la cumbre del G20 celebrada en Seúl Para CCOO las cumbres del G20, de Toronto en junio y la que acaba de celebrarse en Seúl (10 y 11 de noviembre), pueden calificarse como de fracasadas por la incapacidad que han demostrado los máximos dirigentes de las principales economías del mundo para hacer frente a los viejos y nuevos problemas que la evolución de la crisis económica mundial plantea. 15 de noviembre de 2010 CCOO considera que el principal problema se deriva de la falta de cumplimiento de las orientaciones y compromisos establecidos en las cumbres de Londres (abril de 2009) y Pittsburgh (septiembre de 2009) que situaban el estímulo del crecimiento económico, la creación de empleo y la protección de los desempleados como los objetivos prioritarios de las políticas macroeconómicas coordinadas de los países desarrollados y emergentes, hasta que no se hubiese afianzado la recuperación económica y, al menos, durante todo el año 2010. Tampoco se han cumplido otro gran objetivo como el de establecer una nueva regulación del sistema financiero internacional para lo que la Cumbre de Londres definió una agenda amplia y relativamente coherente, ni compromisos y orientaciones sobre el Pacto Mundial por el Empleo de la OIT (junio de 2009); establecimiento de un nuevo marco mundial para el crecimiento económico con criterios de sostenibilidad; elaboración de una Carta mundial para una actividad económica sostenible; cumplimiento de los Objetivos del Milenio, impulso al cierre de la Ronda de Doha de la OMC, . La Cumbre de Seúl ha centrado sus debates en cuestiones como los tipos de cambio de las monedas, las devaluaciones competitivas y los desequilibrios de las balanzas comerciales y por cuenta corriente. Para CCOO no ha llegado a ninguna decisión relevante, más allá de encomendar su tratamiento al análisis y la opinión del FMI y posponer las actuaciones a una reunión de los ministros de finanzas en 2011. El resto de los temas tratados de la declaración final es una proclamación de intenciones que reitera las cuestiones incluidas ya en las declaraciones de anteriores cumbres, sin avanzar de modo preciso en ninguno de ellos, es el caso de asuntos tan importantes como: empleo y protección social, cambio climático, Ronda de Doha, Objetivos del Milenio o regulación financiera. Particularmente grave es que no se haya sido más preciso en este último tema cuando los agentes especuladores de los mercados vuelven a atacar a las deudas soberanas y los valores bursátiles de diversos países europeos, entre ellos España. Aunque la Cumbre de Seúl aprobó un documento sobre el marco para un crecimiento fuerte, sostenible y equilibrado, reformas financieras, fiscales, estructurales y a las políticas de comercio y desarrollo y, crecimiento compartido y que un anexo del documento incluye un Plan de acción anti-corrupción, en el que se vuelven a introducir conceptos, objetivos y declaraciones de interés que la CSI y Global Unions1 llevan presentando a las cumbres del G20 y, en particular, a la de Seúl, el problema es que buena parte son declaraciones o compromisos ya adoptados en cumbres anteriores, de nuevo establecidos sin suficiente precisión y, sobre todo, que están obstaculizados por la falta de coherencia de las políticas macroeconómicas globales y la falta de suficiente regulación del sistema financiero internacional y CCOO teme que pueden pasar a ser, con mucha probabilidad, páginas de la ya muy abundante literatura de las cumbres internacionales que ni se concretan ni se cumplen. La CSI y Global Unions, que enviaron a Seúl una delegación de 50 dirigentes sindicales para mantener reuniones con los responsables políticos mundiales, estableció como objetivos prioritarios: el mantenimiento de los estímulos económicos para la creación de empleo; la inversión en las personas mediante la educación y la formación; el fortalecimiento del papel central de la OIT en el Marco para un crecimiento fuerte, sostenible y equilibrado; la introducción de una tasa sobre las transacciones financieras y la aprobación de medidas concretas contra la especulación financiera; la promoción de un acuerdo sobre el cambio climático basado en el concepto de “transición justa”; y, el cumplimiento de los compromisos de ayuda al desarrollo y sobre la consecución de los Objetivos del Milenio, por lo que en una primera valoración de los resultados, considera que son decepcionantes, opinión que comparte plenamente CC OO. 1 Global Unions es la estructura de coordinación de la CSI con las federaciones sindicales internacionales y el Comité Consultivo Sindical de la OCDE (TUAC)