paz en el antiguo testamento

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PAZ EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
Mª JOSÉ CANO
Dpto. De Estudios Semíticos
Instituto de la Paz y los Conflictos
Universidad de Granada
«Te daré por magistrados la paz,
y por gobernantes, la justicia»
Is 60,17.
Los estudios sobre el término hebreo Shalom, en el AT son muy
numerosos dada la importancia que este concepto tiene, bien como
don divino o bien como reflejo de las relaciones humanas, entre sí o
para con Dios. El uso que del concepto de paz se ha hecho en la
Biblia ha originado un número notable de trabajos dedicados a su
estudio y análisis desde los campos de la filología, la teología, la
historia o la antropología; pero sin lugar a dudas los más numerosos
son los que tratan aspectos teológicos, ya sea desde el prisma cristiano
o desde el judío; ejemplo de ello son los trabajos de Comblim, Jacob
o Baarlik1 entre otros.
1 . COMBLIM, J. (1960) Théologie de la paix, París; JACOB, B. (1944)
L´ideal de paix dans le espérances de l´avenir de l´Ancien Testament, Etudes
Théologiques et religienses, vol. 1, 7 ss.; BAARLINK, H. (1985) Vrede op aarde
de messiaanse vrede in bijbels perspectief, Exegetische Studies 2, Kampe.
30
Mª JOSÉ CANO
En oposición a esta abundancia de estudios en diversas lenguas, en
castellano, si exceptuamos los artículos enciclopédicos, los trabajos
son muy escasos. En 1969 Lamadrid, escribió dos artículos sobre el
tema de la paz/shalom2. Tuvieron de pasar casi veinte años para que se
volviera a tratar el tema, fue en 1981 cuando G. Cañellas escribió un
artículo,3 más cercano a nuestro enfoque, y por tanto el de mayor
interés para nuestro trabajo; éste se divide en cuatro apartados: I. Consideraciones semánticas. II El contenido de paz en los mundos griego
y hebreo. III Las guerras en el Antiguo Testamento. IV La paz en los
profetas. En el primero Cañellas hace un estudio de la etimología de
los distintos términos que son empleados en el AT con el sentido de
paz, centrándose en el que es objeto de su trabajo shalom.
Diez años después encontramos otro artículo, esta vez de M. A.
Martín Juárez,4 con el que, prácticamente, se completa la escasa bibliografía existente en castellano.
Para nuestro trabajo —como escriben los editores de este libro en la
introducción— el enfoque elegido «es el reconocimiento de las cosmovisiones pacíficas a través de aquellas expresiones relacionadas
con el término Paz... para a partir de esta información aproximarnos a
sus modelos culturales y de pensamiento relacionados con sus patrones para regular los conflictos».
La amplitud del periodo del desarrollo y empleo de la lengua hebrea —siglo IX a.C. hasta la actualidad—, aconsejó realizar diferentes
y progresivos estudios sincrónicos, para finalizar con un análisis final,
un análisis diacrónico, en el que se atendiera a la evolución del campo conceptual de la paz.
Dado el volumen de trabajo que supondría realizar el análisis de
todos los términos relacionados con paz y en todos los periodos en los
que se ha empleado la lengua hebrea, nos planteamos una planificación del trabajo. Se optó por dividir el trabajo en varias etapas: en la
primera etapa —a la que corresponde este trabajo—, se decidió realizar una primera aproximación al tema ciñendonos al primer bloque de
aquellos en los que se dividen la lengua y la literatura hebreas: el
2 . El primero de ellos titulado «Pax et bonum, ‘Shalom’ y ‘ob’ en relación
con ‘berit’», fue publicado en EstB 28, 61-77, y el segundo, bajo un título
similar, «Pax et bonum» vio la luz en la revista Antonium 44, 161-181.
3 . (1981) Paz (shalom) en el Antiguo Testamento: profetas, Olivo, 14, 49-78.
4 . (1991) La paz: potencial liberador. A. Testamento, Biblia y Fe 17, 5-28.
PAZ EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
31
Antiguo Testamento [AT]. En principio, la dinámica de trabajo nos
llevó a hacer un examen somero de todos los términos con los que la
lengua hebrea expresa los conceptos de paz, concordia, alianza y similares, esta cata se realizó en todos y cada uno de los libros bíblicos,5 pero la cuantía de la documentación obtenida6, ya en esta primera toma de contacto, nos obligó a delimitar el material de estudio,
concretandonos en el término más universal e importante con el que
se alude a la paz, shalom. Si en un primer momento lo analizamos sólo
en los libros bíblicos que nos parecieron más adecuados —por lo que
se optó por iniciar el trabajo por los cinco libro de la Torá o Pentateuco—, los datos obtenidos nos aconsejaron continuar con el resto de
los libros bíblicos: históricos y proféticos, para finalizar con los poéticos y sapienciales, recogiendo así los diferentes matices que de la
raíz ShaLaM se expresan en cada uno de ellos.
Los resultados de las dos primeras fases de este proyecto de investigación son las que se ha incorporado al presente estudio, dejando
para un trabajo posterior un análisis más amplio y profundo sobre el
resto de las palabras con las que aludimos en hebreo a paz o sus
sinónimos, y después hacerlo extensivo a otros periodos —rabínico,
medieval, contemporáneo...— de la cultura hebrea.
1. «PAZ» EN LA LENGUA HEBREA
En el texto bíblico son varios los términos, fórmulas y expresiones
que reflejan el concepto de paz, y distintos los mecanismos que tradicionalmente se aplican definir la paz —paz tras guerra, paz con sometimiento o paz sin guerra— o la regulación de los conflictos.
5 . En este trabajo al decir «libros bíblicos» no referimos a los del Antiguo
Testamento pertenecientes al canon hebreo.
6 . En la siguientes obras se recogen amplias bibliografía, ALLEN, VON J. J.
(1968) Vocabulario bíblico Madrid, s.v. «Paz», 253-4; ROUX, H.; (1960) Dictionnaire Encyclopédique de la Bible París, s.v. «Paix» 1310-11, J.A.E. van
Doddewaard; SCHÖKEL, L. A. (1994) Diccionario bíblico hebreo español Madrid; ANDERSON et alli, (eds.) (1995) Theologische Wörterbuch zum Alten Testament Berlin, Band VIII, 12-46, 93-111; MURRAY, P.-GOODMAN, N. (eds.)
(1994) The Challenge of Shalom PhiladelPhia; YODER, P. B.-SWARTLEY, W.
M. (eds.) (1992) The meaning of Peace. Biblical Studies Louisville; etc.
32
Mª JOSÉ CANO
La idea de paz se expresa en hebreo englobada en dos conceptos,
uno es el de algo completo y perfecto, cuya perfección radica en el
hecho de ser una «obra concluida»; el otro concepto es el de descanso, tranquilidad, silencio... Uno y otro, como se verá más adelante,
recurren a diferentes raíces para expresar esas ideas.
Como en todas las lenguas, en hebreo existe una raíz fundamental,
que en su caso es ShaLaM, y entorno a ella se articula la idea de paz;
el contenido de la misma es muy rico en matices, transcendiendo del
simple significado de «ausencia de guerra». Como verbo, en la forma
más sencilla (qal) shalam, significa, «estar en paz», «estar completo»,
«estar acabado», «estar sano y salvo», «estar feliz», «estar al colmo»,
«pagar», etc. El significado de esta raíz es similar en todas las lenguas
semíticas en las que se encuentra documentado, así en asirio shalamu
significa «estar completo», «estar pagado», y shulmu «prosperidad»;
en fenicio —en forma pi‘el— significa «estar completo»; en arameo y
en siriaco igual. En sabateo y etiópico su acepción también es «paz»,
«seguridad». Englobaría el primer concepto.
El segundo término en importancia con el que se alude al concepto
de paz es sheqet, procede de la raíz ShaQaT que significa «estar quieto», «estar sin disturbios», la raíz correspondiente árabe —ShQT— se
traduce por «caer», «entrar», pero también podría identificarse con la
raíz ShKT, «callarse», «enmudecer», «apaciguarse», «calmarse». En
hebreo moderno se conserva su uso pero con el significado más centrado en «callarse», «derrumbarse». En el AT encontramos la raíz en
forma verbal —hif‘il— con el significado de «pacificar» en diferentes
pasajes, así en Pr 15,18:
PAZ EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
«El
«El
«El
«El
país estuvo en paz cuarenta años»7
país estuvo en paz ochenta años»8
país estuvo en paz diez años»9
país estuvo en paz y no hubo guerra contra él en aquellos años»10
Esta raíz también se usa con forma de sustantivo; así está el término
sheqet, «paz», «tranquilidad», y frecuentemente aparece asociado a
shalom, como sinónimo de éste:
«Y paz y tranquilidad daré a Israel en sus días»11
Otra raíz prácticamente sinónima de la anterior es, shalah /shalew/
shalaw, y significa «estar quieto», «estar en calma», «vivir en paz»,
«apaciguarse». Contiene en sí toda la serie de significados que conllevan la idea de prosperidad y bienestar, como queda reflejado en el
nombre derivado de esa raíz shalwah. Un ejemplo evidente es el pasaje
de Proverbios 17,1 en el que aparece en oposición a rib, «pendencia»:
«Mejor es un mendrugo seco con tranquilidad que una casa llena de
carne de sacrificios con pendencia»
Un significado similar es el del término shalaw:
«Gocen de paz quienes te aman»12
Como nombre shalwah, se traduce por «paz», «ocio», «quietud»,
«prosperidad», «tranquilidad»... Suele aparecer asociado a shalom y a
sheqet:
«El hombre iracundo provoca querellas, mas el tardo a la cólera pacifica la contienda»
Se podría sustituir en este versículo «pacificar» por «acallar»
conservándose una palabra de la raíz originaria sin cambiar el sentido y que, como se puede observar, tiene su correspondencia en
castellano.
Pero sobre todo es interesante cuando se presenta —en forma qal,
[tishqot]— relacionado con el país. Es este caso está usado como componente de la fórmula que empleada para indicar los periodos interbélicos. Los ejemplos son abundantes los encontramos en el libro de
Jueces y en primero de Crónicas:
33
«Paz y descanso tuvo ella»13
«Haya paz en tus murallas y tranquilidad en tus palacios»14
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
Ju 3,11; 5,31; 8, 28.
Ju 3,30.
2Cr 13,23.
2Cr 14,5.
1Cr 22,9.
Sal 122,6.
Ez 16,49.
Sal 122,7.
34
Mª JOSÉ CANO
PAZ EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
35
Otros sinónimos de paz menos frecuentes son betah, «paz», «seguridad»; raga‘, en la forma Hif‘il «dar descanso a», «pacificar», u otros
como tob, «bien», tal y como veremos más adelante.
Como se observa en los ejemplos anteriores es usual recurrir al
paralelismo al referirse al concepto de paz, con lo que se reafirma el
matiz que se quiera dar.15
b) Predicado. Se suele emplear como saludo «¿Te encuentras bien?»,
«¿Vienes en son de paz?»21
2. LA RAÍZ SHALAM EN EL AT: VALORES MORFOSINTÁCTICOS16
d) Con preposiciones. Es muy frecuente este uso, generalmente adverbial, con las partículas le- y be-, precedida de verbos de movimiento: «venir en paz», «ir en paz», «subir en paz», «bajar en paz»...28
El nombre Shalom se encuentra doscientas treinta y siete veces en
el AT. Se emplea para «paz» en todos los tipos de libros del AT, tanto
jurídicos, históricos, poéticos-sapienciales como proféticos.
El nombre shalom, tiene el doble significado de «paz» y de «prosperidad», —ambos con todos sus matices— una veces domina uno de
los dos y otras mantiene esa duplicidad. Algunos de los casos en los
que domina el concepto de «paz» serían, entre otros en los libros de
los profetas Isaías y Miqueas, en los Salmos y en Eclesiastés, y en
Jueces.17 En los que impera el matiz de «prosperidad», «bonanza»
también serían, fundamentalmente los libros proféticos y los poéticos.18 La duplicidad de algunos significados se puede apreciar en algunos otros pasajes.19
Este nombre también se emplea en el AT en construcciones diferentes y particulares, tal es su uso como:
a) Vocativo para expresar el saludo que sería traducible o bien por
«¡Paz!», o como «¡Hola!» / «¡Adiós!». Así se conserva en hebreo moderno.20
15. ALBERTZ, R. (1983) Schalom und Versöhnung. Alttestamentliche Kriegs
und Friedenstraditionen, Th. Practica 18, 16-29.
16. GERLEMAN, G. (1973) Die Wurzel SHLM, ZAW 85, 1-14; SHULTS,
F.L. (1974) SHLM and TMM in Biblical Hebrew. An Analysis of the Semantic
Field of Wholeness, Austin/Texas.
17. Is 9,6; 32,17; 54,13; Miq 3,5; Sal 72,7; Ecl 3,8; Ju 4,17.
18. Is 48, 18; Je 29,7; Sal 72,3; 73,3; Prov 3,2 por citar varios ejemplos
significativos.
19. Nu 6,26; Is 45,7, Je 14,13 o Sal 35,27.
20. Con tal uso lo encontramos en Dt 20,11; 2Sam 18,28; Sal 120,7; 122,8;
125,5; 128,6; Dn 10,19.
c) Regido, como genitivo o adjetivo: «Amigo/s», literalmente «hombre/s de paz»;22 «alianza de paz» (brit shalom);23 «propuestas de paz»
(dibre shalom)24; (derek shalom) «caminos de paz»;25 «mensajeros de la
paz» (malk’ake shalom26)o «príncipe de la paz» (shar shalom).27
e) Como complemento, «establecer la paz»;29 «hacer las paces»...30.
Este término para los traductores de la versión hebrea de los LXX
contenía, al menos veinticinco matices diferentes, pero al final la palabra griega elegida fue eirene. 31Si en griego es un nombre femenino,
y así es traducido, en hebreo siempre lo es masculino.
Shalom también es encontrado con frecuencia como componente
de un nombre propio, pero siempre y en casi todos los casos estos
nombre lo son de varón, sólo tres corresponden a mujeres. El ejemplo
más conocido es el del nombre del rey Salomón,32 que ya se presenta
en la Biblia como paradigma de estos usos onomásticos y alegóricos
de la raíz ShaLaM, tal y como se verá más adelante, pero varios más
son los nombres que completan este cuadro como Abshalom, Shilem,
21. 1 Sam 25,6; 2Sam 17,3; 20,9; 2Re 4,26; 5,21; Je 6,14; 8,11; Job 5,24;
21,9; Prov 3,17; 1Sam 16,4; 1Re 2,13 0 en 2Re 9,11.17-19.22.31.
22. Je 38,22; Sal 37,37; 41,10.
23. Nu 25,12; Is 54,10.
24. Dt 2,26; Est 9,30.
25. Is 59,8.
26. Is 33,7.
27. Is 9,5.
28. Ge 15,15; 28,21, Ex 18,23, etc.
29. Lev 26,6; Ag 2,9.
30. Jos 9,15; Is 27,5.
31. RAVASI, G. (1985) Shalom e irene, Parole di vita 30, 9-16.
32. STAMM, J.J. (1960) Der name des Königs Salomo, ThZ, vol. 16, 28597; — (1980) Hebräische Ersatznamen, OBO 30, 59-79.
Mª JOSÉ CANO
36
el hijo de Neftalí; 33 Shalum es el nombre de otros reyes de los dos
reinos.34 También es un nombre que emplean con frecuencia los miembros de la casta sacerdotal y servidores del Templo: un encargado del
vestuario, 35 unos guardianes de las puertas del templo,36 etc. Otro
nombre propio formado con esta misma raíz es Meshulam, y, como en
el caso anterior, es frecuente entre personajes relacionados con la casta sacerdotal.37 Algunos nombres propios son Meshilemot o Meshilemit, 38 Meshelemyah o Meshelemyahu,39 Shelomot o Shelomit,40 Shelmi;41 Shelumi’el42, Shelemyah o Shelemyahu nombre empleado en época
de Jeremías43 entre los levitas44 y frecuentemente en los escritos postexílicos45 y, por último, Shalman’eser, rey de Asia.46
Los nombres de mujer de los que forma parte esta raíz son Meshulemet, la madre del rey Amon47 y Shelomit.48 Para finalizar esta cuestión citamos el nombre —adjetivo gentilicio femenino— de Shulamit,
la heroína del Cantar de los Cantares.49
El significado y simbolismo de los nombres propios merecería en sí
mismo un estudio monográfico, que en este momento no ha lugar,
pero que muestra claramente la valoración que la lengua hebrea daba
a la raíz ShaLaM y concretamente al término shalom.
También esta raíz aparece en su forma verbal shalem tiene un significado originario en su forma qal «estar completo»; éste es un significado estático, y es sus formas Hif‘il y Hof’al (pasiva de la anterior) en
las que mantiene un significado más dinámico y además relacionado
33.
34.
35.
36.
37.
38.
39.
40.
41.
42.
43.
44.
45.
46.
47.
48.
49.
Ge 46,24; Nu 26,49.
De Israel (2Re 15, 10. 13.14.15), de Judá (Je 22,11; 1Cr 3,15).
2Re 23,14.
Je 35,4; 1Cr 9,17.17...
1Cr 9,11; Ne 11,11; 12,13; 2Cr 34,12, etc.
2Cr 28,12; Ne11,13, 1Cr 9,12.
1Cr 9,21; 26, 1.2.9.
1Cr 24, 22.22; 26,26; 23,18; 1Cr 23,9, 2Cr 11,20; Esd 8,10.
Nu 34,27.
Nu 1,6; 2,12; 7,36.41; 10,19.
Je 36,14; 37,3...
1Cr 26,14.
Ne 3,30; 13,13; Esd 10,39.
2Re 17,13.
2Re 21,9.
Le 24,11; 1Cr 3,19.
Cant 7,1.1.
PAZ EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
37
directamente con paz: Hif‘il, «hacer las paces», «reconciliarse», «vivir en
paz».50 En Hof’al, «tener paz», «vivir en paz».51
Shalem como adjetivo con el significado de «pacífico» no es tan
frecuente, pero lo encontramos en el libro de Génesis.52 Del mismo
modo shalum también aparece como «pacífico» en 2Sam 20,19.
3. LA «PAZ» EN LOS LIBROS DEL AT53
Tanto la ubicación temporal y espacial como la determinación del
género literario de los textos que se analizan en un trabajo de esta
índole son siempre uno de los datos importantes a tener en cuenta,
pero la datación exacta de cada uno de los libros bíblicos es muy
difícil, por las razones de todos conocidas, y que someramente se
expondrán a continuación, pero en general se puede hablar de un
periodo que abarca desde el siglo IX hasta el V a. C. Como se verá a
continuación. Todos los libros del Pentateuco se configuraron partiendo de pequeñas composiciones literarias de diferentes tipos —
fórmulas, oraciones, cuentos, etc.—, lo que hace más dificultosa su
datación; lo único cierto es que el momento histórico del inicio de su
recopilación nunca sería anterior al establecimiento del reino de Israel
(s. IX a.C.), y siempre considerando las distintas fuentes y correccio-
50. Dt 20,12; Jos 10,1.4; 11,19; 2Sam 10, 9; 1Re 22,45; Prov 16,7; 1Cr 19,19.
51. Job 5,23.
52. Ge 33,18; 34,21.
53 . BEA, A. (1952) L´idea della pace nel Vecchio Testamento, XXXV Congreso Eucarístico Intern., Barcelona, 49-59; EISENBEIS, W. (1969) Die Wurzel
ShLM im Alten Testament, BZAW 113; GROS, H. (1967) Due Idee des ewigen
und allgemeinen Weltfriedens im Alten Orient und im Alten Testament, Trier
theologische St 7, 436-441; HARRIS, D.J. (1970) Shalom: The Biblical concept
of Peace, Grand Rapids; NIBEL, J. (1914) Der Friedensgedanke des AT, Leipzig;
PÁKOZDY, L. M. (1971) Der Begriff “Frieden” im AT und seinVerhältnis zum
Kampf, Communio Viatorum 14, 253-266; SAUER, F. (1954), Die Friedensbotschaft der Bibel, Graz; SCHARBERT, J. (1961) ShLM im AT, Festschr. HY. Junker,
209-229; SCHMID, H.H. (1971) Frieden ohne Illusion. Die Bedeutung des Begriff schalom als Grundlage für eine Theologie des Friedens, Zürich; WESTERMANN, C, (1969) Der Frieden (shalom) im AT [Trad. «Peace (shalom) in the
OT» en YODER-S WARTLEY, The Meanig of Peace, 16-48]; YODER, P.B-SWARTLEY,
M. (1992) The Meanig of Peace. Biblical Studies, Louisville.
38
Mª JOSÉ CANO
nes que intervinieron en su elaboración —Laica (X-IX a.C), Yahvista
(IX a.C.), Elohista (VIII a.C.), sacerdotal (VI-V a.C.)—, por lo cada uno
de los pasajes que se quieran analizar tendría que ser datado dependiendo de la procedencia del mismo.
Los libros históricos o también conocidos en la literatura hebrea
como Primeros Profetas o Profetas anteriores [Nebi’im risonim] —Josué, Jueces, 1 y 2Samuel, 1 y 2Reyes— cronológicamente narran los
sucesos acaecidos desde el final del Éxodo por el desierto del Sinaí
(560 a.C según 2Re 25, 27) hasta el final de la monarquía. Los libros,
tal y como los conocemos hoy, aunque son muy diferentes, parecen
recogidos por una misma corriente religiosa, a pesar de ello las fechas
de elaboración más aceptadas son:
Josué, primera revisión en el VI a.C. y la redacción definitiva entre
el III o II a.C. Jueces, Samuel y Reyes primera revisión VII a.C. y las
últimas entre los siglos VI y III a.C. En las versiones actuales hay que
tener en cuenta las tradiciones palestinense (Setenta) y babilónica (hebrea).
Los últimos libros históricos que se han examinado son los dos de
Crónicas, y Edras y Nehemías. Estos cuatro pertenecen a un grupo
muy diferente a los Profetas Antiguos, de hecho en el canon hebreo
pertenecen al grupo de los llamados hagiográficos [Ketubim]; se podría decir que son una versión nueva y revisada los cuatro libros de
Samuel y Reyes. El cronista a veces sigue fielmente el texto antiguo,
pero otras hace una profunda revisión del texto. La última ‘versión´
sería del siglo II a.C.
En la Biblia hebrea los libros proféticos del canon cristianos son
los conocidos como Profetas posteriores [Nebi’im ‘aharonim]. Estos
profetas posteriores se dividen a su vez en Profetas Mayores (Isaías,
Jeremías y Ezequiel) y en los doce Profetas Menores (Oseas, Joel,
Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Ageo, Zacarías, Malaquías). La datación de los libros proféticos también es
muy difícil; gran parte de los relatos se debió de conservar durante
mucho tiempo como tradición oral. Algunos estudiosos consideran
que varias partes de las narraciones debieron de ser fijadas en tiempo
de los mismos profetas e incluso por ellos mismos. Con todo, cada
uno de estos libros se ha de clasificar y datar de forma independiente.
En Profetas Mayores el primer libro examinado es Isaías, éste, primero de los grandes profetas del siglo VIII a.C., se piensa que pudo ser
el profeta «oficial» de la corte en Jerusalén, de ahí su importancia en
PAZ EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
39
el contexto que queremos estudiarlo, aunque los materiales que componen este libro proceden de muy distintas épocas y lugares, y fueron
recopilados, entre otros, por un narrador en la época postexílica. De
modo muy general se puede datar entre los siglos V-IV a.C. Jeremías
se supone que nació alrededor del año 650 a. C., en los últimos y
turbulentos días del reino de Judá. El libro de este profeta está compuesto por textos de muy diversa procedencia, desde los oráculos dictados por el profeta a su discípulo Baruk (anteriores al 605 a.C.) hasta
una serie de oráculos posteriores, bien incorporados por su discípulo
o mediante añadidos posteriores sin un orden lógico. En el siglo III a.
C. no existía aún un texto único encontrándose numerosas variantes.
En la formación del libro de Ezequiel, como en los dos anteriores,
se distinguen varios estadios, una primera parte parece que se debe, en
su forma original, a la propia mano del profeta que vivió sobre el 587
a.C., pero incluso los oráculos que se pueden atribuir a Ezequiel presentan frecuentes añadidos de los discípulos posteriores.
En cuanto a los doce Profetas Menores, se ha de decir que ya en el
siglo III a. C. aparecen unidos, algunas veces no en el mismo orden
que se conservan en la biblia hebrea, caso de la versión griega de los
Setenta, pero sí como una colección, pues son citados como tales.
Según los propios libros estos profetas ejercieron su actividad entre
los años 786-746 de Oseas y Amos hasta los 521-486 de Ageo y Zacarías, si bien la fijación de los textos, evidentemente, fue muy posterior.
El último grupo lo formarían los libros poéticos y sapienciales.
Todos ellos forman parte del resto de los hagiográficos del canon
hebreo —Salmos, Proverbios, Job, Cantar de los Cantares, Rut, Lamentaciones, Eclesiastés, Ester y Daniel—, unos y otros pertenecen a
géneros literarios muy diferentes al de los libros históricos y proféticos, son o bien poemas —amorosos, sapienciales..— u obras narrativas con estructuras cercanas a piezas teatrales —Job, Rut, Ester...—
luego el tratamiento que dan a la terminología que estudiamos es muy
diferente y por lo tanto su valoración. Con todo al final de este estudio presentaremos las citas más relevantes que nos interesa para el
aspecto de shalom.
Si analizamos shalom desde el prisma de los diferentes libros bíblicos observamos que el empleo de éste, aun manteniendo su significado fundamental, difiere en los matices dependiendo del contexto en el
que se encuentre.
Mª JOSÉ CANO
40
A continuación examinaremos los pasajes más interesantes, en función de los libros bíblicos.
3.1 Pentateuco
Los estudios monográficos acerca del concepto de paz en los cinco
libro del Pentateuco no son muy numerosos, sólo se encuentran algunos ejemplos como el de Braulik,54 pero son abundantes los casos en
los que se trata el tema dentro de un contexto más general como los
trabajos citados en la nota 53.55
En todos los primeros cinco libros bíblicos, los que componen
la Torá (Ley) hebrea o Pentateuco, encontramos la raíz ShaLaM,
pero siendo en apariencia uno de los lugares en los que tendría
que aparecer a menudo, sólo en Génesis (este libro aunque forma
parte de la Torá, literariamente se ha de considerar como narración
histórica), en Levítico y en Deuteronomio su frecuencia es notoria,
y prácticamente con el concepto actual de shalom como ausencia
de guerra.
La fórmula tradicional y corriente del saludo estaba formada con el
sustantivo shalom o con éste más la partícula l-, así aparece repetidas
veces en el libro de Génesis.56
El sentido de «encontrarse bien» es el que se percibe en Ge 37,14.
En este pasaje que narra la historia de José y sus hermanos, se lee una
frase puesta en boca del patriarca Jacob:
«Ve a ver cómo están tus hermanos».
Literalmente sería «Ve a ver la paz de tus hermanos».
Con la acepción de «paz eterna» encontramos este nombre en Ge
15,15:
«Tú te reunirás en paz con tus padres y te enterrarán en buena vejez».
54. BRAULIK, G. (1885) Zur deuteronomistichen Konzeption von Freiheit
und Frieden. VTS, vol. 36 1985) 29-39.
55. ELGAVISH, D. (1978).
56. Ge 29,6; 43, 23.27.28.
PAZ EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
41
En Génesis 34,20-21, se emplea el adjetivo shalem en plural (shelemim, «pacíficos») en un contexto en el que se describen las relaciones
entre la tribu de Jacob y sus hijos con la tribu de Sikem:
«Jamor y su hijo Sikem se dirigieron a la puerta de la ciudad y hablaron a sus conciudadanos diciendo: ‘Estos hombres son pacíficos
con nosotros; habiten, pues, en el país y recórranlo negociando... Nos
tomaremos a sus hijas por esposas y les daremos a nuestras hijas´».
Con el mismo sentido de describir las relaciones humanas se emplea el nombre shalom y la raíz en forma verbal en el capítulo 26,
28-3, cuando Abimelec firma la alianza con Issac. Este pasaje tiene
un especial interés al describirse en él, aunque sea escuetamente, el
ritual de la firma de un tratado. Como se dice en el texto de forma
explicita el tratado o la alianza se lleva a cabo sin previo conflicto
armado, pero con antecedentes de hostilidad manifiesta entre ambas
partes.57
«Abimelec vino desde Guerar a visitarlo con Ajuza, su consejero, y
Ficol, su capitán.
»Isaac les preguntó: ¿Qué os trae por aquí?, vosotros me habéis sido
hostiles y me habéis expulsado de vuestra compañía.
»Le contestaron: hemos visto que el Señor está contigo y nos hemos
dicho: Vamos a jurar un pacto entre los dos; queremos hacer alianza
contigo. No nos harás mal alguno, pues nosotros no te hemos atacado,
te hemos tratado siempre bien y te hemos dejado ir en paz. Y el Señor
te bendiga.
»Les preparó un banquete, comieron y bebieron, al día siguiente madrugaron y se prestaron los juramentos. Isaac los despidió y ellos se
marcharon en paz».
En este pasaje encontramos por primera vez una forma de relación
del término shalom, es el de crear un binomio con otra palabra, en este
caso es el de shalom y tob, «paz» y «bien»/«bondad», por ello es
57. BATTO, B.F. (1987) The covenant of Peace: A Neglected Ancient Near
East Motif, CBQ 49, 187-211; HAYES, D. K. (1986) Shalom; Covenant and
Kingdom, Clergy Rev 71, 429-434; WEINFELD, M. (1970) The covenant of
grant in the Old Testament and in the Ancient Near East, JAOS, vol. 90,184-203;
WISEMAN, D.J. (1982) Is it Peace? Covenant and Diplomacy, VT 32, 311-326.
Mª JOSÉ CANO
42
lógico considerar a tob como sinónimo de shalom.58 Este binomio es
empleado con frecuencia en la literatura profética y poética pero es rara
en los libros del Pentateuco, sólo aparece en otra ocasión en Dt 23,7:
«No buscarás mientras vivas su paz ni su bien».
Dos veces encontramos la raíz ShaLaM en el libro de Éxodo donde
su significado pertenece al campo semántico que estudiamos y ambos
en el capítulo 18, en el primero de los pasajes, versículo 7, es una de
las múltiples formas de saludo «Se saludaron» —literalmente «se preguntaron un hombre a otro por la paz»—, y el segundo en el versículo
23, la paz es el premio al cumplimiento de los mandatos divinos: «Si
haces lo que te digo...el pueblo volverá a casa en paz».
Como en el libro anterior en Números también son dos los casos.
En el primero, Nu 6,26, forma parte de una oración sacerdotal que le
es ordenada que Moisés enseñe a Aarón. Y dice así:
«El Señor te bendiga y te guarde
el Señor haga brillar su rostro sobre ti,
el Señor te muestre su rostro
y te conceda la paz».
En Nu 25,12 Dios ofrece la Alianza a Israel por mediación de Aarón
y sus descendientes; esta alianza es una Alianza de Paz:
«...por eso prometo: Le ofrezco una alianza de paz: El sacerdocio será
para él y para sus descendientes».
La fórmula Alianza de Paz (Brit shalom)59 que se recoge en el texto
de arriba aparece en la Biblia en tres ocasiones más, pero siempre
dentro de la literatura profética —Is 54,10; Ez 34,25; 37,26— y con
una acepción deferente a la de esta cita como se verá más adelante en
el apartado dedicado a los profetas. La Alianza de Paz está basada en
un mito según el cual esta alianza se formaliza entre Dios y los hombres como sello de la voluntad del divino de finalizar sus ‘intentos´
58. JOHAG, I. (1977) TOB- Terminus technicus in Vertrags- und Bündnisformularen des AO und des AT, Festchr. G.J. Botterweck, en BBB 50, 3-23.
59. Ver nota 57.
PAZ EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
43
de borrar al género humano de la faz de la tierra. Según Batto60 no
existen paralelos de esta fórmula en la literatura extra bíblica de la zona,
aunque el mito que origina la fórmula existía tanto en la literatura fenicia como en la egipcia.
Los pasajes de los dos últimos libros del Pentateuco, donde aparece
la raíz que estudiamos con el significado de paz, o hacer la paz, tiene
en común que están localizados en textos jurídicos. En Levítico 26 sí
se ubica concretamente en las exhortaciones finales que Dios hace a
los hebreos tras la prohibición de la práctica de la idolatría, y en la
que les promete prosperidad y paz si lo adoptan como único dios y
cumplen sus preceptos:
«Si camináis según mis leyes, guardáis mis preceptos y los practicáis,
os enviaré lluvias a su debido tiempo...Pondré paz en el país...», —
tanto con la naturaleza— «haré desaparecer del país las bestias dañinas», —como en relación con la guerra— «y la espada no pasará por
vuestra tierra» Lev 26, 3-6.
En este pasaje el autor del Levítico condiciona la paz/bendición
entre los hombres a una guerra previa: «Perseguiréis a vuestros enemigos...»
Lógica y consecuentemente el incumplimiento del pacto supondrá
la guerra como castigo divino. Lev. 26, 14...
En Dt 23,7 aparece en la parte del capítulo dedicado a las leyes
sobre la pureza, concretamente a las llamadas leyes de la pureza de
sangre. Dios insta a los israelitas a no mantener relaciones con los
moabitas:
«No busques su paz ni su amistad mientras vivas».
En el capítulo 20 de este mismo libro, dedicado a legislar sobre la
guerra, encontramos dos versículos —10 y 20— en los que se indica
cuándo y cómo se han de hacer proposiciones de paz:
«Cuando te acerque a atacar una ciudad, primero propónle la paz. Si
ella te responde ‘Paz’ y te abre las puertas; todos sus habitantes te
servirán en trabajos forzados. Pero si no acepta tu propuesta de paz,
60. BATTO (1987), 187 ss.
Mª JOSÉ CANO
44
sino que mantiene las hostilidades, le pondrás sitio; y cuando el Señor
la entregue en tu poder, pasarás por la espada a todos sus hombres».
3.2 Libros históricos61
Los libros históricos bíblicos (Josué, Jueces, 1 y 2 Samuel, 1 y 2
Reyes, 1 y 2 Crónicas, Esdras y Nehemías) parecen el marco idóneo
para extraer de ellos expresiones y conceptos relacionados con la idea
de paz. El primero de estos libros, el de Josué, parece el contexto
adecuado para hablar del binomio paz/guerra, dado que en él se narran las batallas de conquistas llevadas a cabo por los hebreos, bajo la
dirección del personaje que presta su nombre al libro, en sus primeros
intentos por establecerse en la región de Palestina.
En él hemos recogido tres casos en los que aparece la raíz ShaLaM,
todas ellas referidas a la firma de un tratado de paz. Dos veces emplea
la forma verbal reflexiva hitpa´el (10,1-4 y 11,19) y otra la fórmula
«hacer la paz» (9,15). Desde el punto de vista gramatical es interesante el empleo de diferentes partículas verbales, así las dos veces que
aparece en Jos. 10, 1-4 emplea la partícula de acusativo ‘et, mientras
que en Jos 11,19 utiliza ’el («a», «hacia»).
En los tres lugares citados se hace referencia a una paz con sometimiento, y siempre como consecuencia de guerras previas, en ellos se
habla de alianzas entre distintas ciudades y se trata del mismo asunto,
el conflicto abierto que los hebreos mantienen con los hiwweos frente
a las paces acordadas con el resto de los habitantes de la zona:
«...cuando Adonisedeq, rey de Jerusalén, oyó que Josué había tomado
a Ha‘ay y la había consagrado al exterminio, y como había hecho con
Jericó y su rey, así hizo con Ha‘ay y su monarca, y que los habitantes
de Gabaón habían firmado paces con Israel y vivían entre ellos, se
experimentó un gran temor... En vista de ello, Adonisedeq... envió a
decir a Hoham, rey de Hebrón; a Pir’am, rey de Yarmut...: ‘Subid a
mí, ayudadme y batiremos a Gabaón, porque ha firmado paces con
Josué y los hijos de Israel´» Jos 10,1-4.
61. GABRIEL, I. (1990), Friede über Israel. Eine Untersuchung zur Friedenstheologie in Chronik I 10- II 36, ÓBS 10; WEINBERG, J.P. (1965) Krieg und
Frieden im Weltbild des Chronusten, OrLov Per 16, 116-121.
PAZ EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
45
«No hubo ciudad que hiciese paces con los hijos de Israel, a excepción
de los hiwweos, moradores de Gabaón» Jos 11, 19.
En Jo 9,15 se emplea la expresión «hacer la paz» (ya‘as la-hem shalom), seguida de la fórmula (wa-yikrot la-hem brit) con la que se explicita que se firmó un pacto:
«Hizo con ellos Josué la paz y selló con ellos alianza».
El cuarto y último caso está en Jo 10,21 y recoge la expresión «volver victorioso», «volver en paz».
En Jueces son notorias cuatro citas. La primera de ellas —Ju 4,17—
se refiere a una paz pactada, sin guerra, en la que emplea la fórmula
«entre... y entre...» (ben... u-ben); se narra la actuación de la jueza
Débora y su victoria sobre el general cananeo Sísara, y concretamente
es el pasaje donde:
«Sísara huye a pie a la tienda de Ya‘el, esposa de Heber, el Quenita,
pues había paz entre Yabín, rey de Hasor, y Heber».
Se trata de las relaciones pacíficas, tal vez basada en un tratado,
entre dos tribus o étnias.
En las dos citas que se presentan a continuación «paz» se emplea
como sinónimo de victoria, y en ambos la expresión empleada es «cuando regrese en paz» o «victorioso» (be-subi be-shalom), como en el
último ejemplo de Josué. En el primero de ellos —Ju 8,9— se trata del
juez Gedeón; éste amenaza a los cananeos y hace referencia a una paz
que ha de conseguir tras vencer en la guerra:
«Y entonces [Gedeón] replicó a los de hijos de Penu’el diciendo: «Cuando
regrese en paz, derribaré esta torre».
En Ju 11,31 se emplea la misma expresión (be-subi be-shalom mibene...). En este caso el juez es Jefté y el pasaje es cuando hace la
promesa que le costará la vida a su hija (uno de los poco sacrificios
humanos con los que contamos en la Biblia):
«Entonces hizo Jefté un voto a Yahveh y dijo: Si pusieses en verdad a
los amonitas en mi mano, el que primero salga por las puertas de mi
Mª JOSÉ CANO
46
casa a mi encuentro cuando yo regrese en paz de los hijos de Amón,
será para Yahveh y lo ofreceré en holocausto».
El último pasaje —Ju 21,13— está dedicado a describir la restauración de la tribu de Benjamín y en él solicita la firma de una alianza o de
un tratado. Literalmente la expresión es «les hablaran de paz», (wayiqr’u la-hem shalom):
PAZ EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
47
Por último en este libro —1Sam 25,6— encontramos otra fórmula de
saludo:
«¡Salud! La paz sea contigo, paz a tu familia, paz a tu hacienda».
En el Segundo libro de Samuel lo encontramos en un primer caso
(17,3) referido a una paz conseguida tras la guerra:
«Luego la asamblea entera envió emisarios para que parlamentaran
con los hijos de Benjamín que estaban en la peña de Rimmón y les
propusieran la paz».
«Así caeré sobre él ahora que se halla fatigado...y huirá toda la gente
que está con él... Después haré que todo el pueblo vuelva a ti, como
vuelve la esposa a su marido... y todo el pueblo quedará en paz».
Dos ejemplos de la fórmula de saludo aparecen en Jueces:
«¡Bienvenido!» (Shalom lak) Ju 19,20.
«Le saludaron» (Wayish’alu lo le-shalom) Ju 18,15.
En los dos libros de Samuel la frecuencia con la que aparece la raíz
ShaLaM relacionada con paz es similar a la de los casos anteriores. En
el primero de los libros —ISam 7,14— se trata de una paz lograda tras
una guerra y la fórmula para expresar el logro de la paz es prácticamente la misma que la que aparecía en Ju 4, 17 (Wa-yehi shalom ben
Israel u-ben ha-’amori), la diferencia está en que en este pasaje el
verbo «ser», «haber» precede a shalom explícitamente:
«Entonces volvieron a Israel las ciudades que a los israelitas habían
arrebatado los filisteos, desde ‘Eqron hasta Gat, e Israel rescató su
territorio del poder del filisteo. Y hubo paz entre Israel y el amorreo».
Tanto en 1Sam 24, 20 como en 29, 7, se habla sobre la renuncia a
emprender una acción armada pero con intención diametralmente opuesta,
en ambos casos el receptor de la frase es David:
«¿Qué hombre encuentra a su enemigo y le permite seguir su camino
en paz?» 24,20.
«Así que vuélvete en paz para no disgustarlos» 29,7.
La expresión literal es similar a la del versículo de 1Sam, esta formada por el verbo «haber» y el nombre «paz» (yihyeh shalom).
En 2Sam 10,19 volvemos a observar una paz con sometimiento
lograda por el rey David:
«Al ver los reyes vasallos de Adadhezer que éste había sido derrotado
por Israel, hicieron las paces con Israel sometiéndose; en adelante, los
sirios no se atrevieron a auxiliar a los amonitas».
En las dos ocasiones siguientes (2Sam 19,25 y 19,31) la expresión
hebrea es la misma bo’ be-shalom, «regresaba en paz», y como cuando en Jueces aparecía be-subi be-shalom «regresé en paz», paz es
sinónimo de haber ganado la guerra, por lo tanto es sinónimo de
«victoria».62
«Desde el día de la partida del rey hasta el día que regresaba en paz»
2Sam 19,25.
y
«...pues el rey, mi señor, ha regresado en paz a su casa» 2Sam 19,31.
David insta al sacerdote Sadoc:
«Volveos en paz a la ciudad, tú con tu hijo Ajimás y Abiatar con su
hijo...» 2Sam 15,27.
En 16,5-6 los ancianos le preguntan a Samuel, el profeta: «¿Vienes
en son de paz? Sí, vengo a ofrecer sacrificios pacíficos al Señor».
62. JENNI, E. (1988) Gehe hin in Frieden (lshwn/bshlwm), ZAH 1, 40-46.
Mª JOSÉ CANO
48
También en 2Sam 18,24 aparece una forma de saludo en la que se
emplea escuetamente shalom, «paz», «hola».
En los libros de Reyes el número de veces que se emplea la raíz
ShLM es algo mayor que en los otros libros históricos que les preceden.
De las veces que aparece unas lo hace como adjetivo shalem y siempre
con el significado de «íntegro», «sumiso» y referido al corazón, alejándose de un significado íntimamente ligado al concepto actual de paz
que encontrábamos en los ejemplos anteriores. Así:
«Sea, pues, vuestro corazón íntegro / sumiso a Yahveh, nuestro Dios,
caminando con arreglo a sus preceptos» 1Re 8,61.
«Y ya no estuvo su corazón sumiso a la voluntad de Yahveh, su Dios»
1Re 11,4.
«El corazón de Asá fue sumiso a Yahveh, su Dios» 1Re 15,3.14.
En otro pasaje —1Re 22,45— la raíz es empleada en la forma verbal hif‘il (yashlem). En este versículo, a diferencia de los examinados
antes en los que se usa la forma reflexiva, la paz a la que se refiere no
va precedida de guerra alguna, por lo que habitualmente se traduce
por «mantener la paz»:
«Y Josafat mantuvo la paz con el rey de Israel».
En los dos últimos casos se emplea el sustantivo shalom, en uno de
ellos —1Re 5,26— formando perífrasis con hayah (wa-yehi shalom):
«Y hubo paz entre Hiram y Salomón».
También el caso inverso shalom hayah:
«Y gozaba de paz en todos los confines circundantes» 1Re 5,4.
En 1Re 2,5, el testamento del rey David, donde se refiere a los
asesinatos de los jefes de los ejércitos de Israel a manos de Joab,
shalom va precedido por la partícula be- sobre entendiéndose «tiempo de»:
PAZ EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
49
La citas de 1Re finalizan con una forma de saludo que aparece en
2,13 y con un pasaje donde paz es sinónimo del descanso eterno 1Re
2,6.
Los libros históricos se completan con los dos libros de Crónicas,
Edras y Nehemías; en este último libro no encontramos la raíz ShaLaM
con la acepción que nos interesa.
En 1Cr 22,9 shalom aparece junto a sheqet, el otro término hebreo
que se emplea con mayor frecuencia para expresar el concepto de paz.
Este largo versículo es un fragmento del discurso que el rey David
dirige a su hijo Salomón para solicitarle que construya el templo de
Yaveh; aquellas son las palabras que puestas en boca de Dios expensan los requisitos que se requieren para poder construir el templo, y en
las que se acentúa un marcado carácter pacífico de los mismos.63 Vale
anotar que todo el versículo es un ejemplo del uso paranomástico de
la raíz ShLM y de la idea de paz: [Hineh-ben nolad lak hu’ yihyeh ‘is
menuhah we-hanihoti lo mikol ‘oybayw misabib ki Shelomoh yiyeh
semo we-shalom wa-sheqet ‘eten `al- Israel be-yamayw].
«He aquí que te nacerá un hijo que será hombre pacífico (=tranquilo)
y a quien concederé descanso (= tranquilidad = paz) de todos sus
enemigos de alrededor; pues Salomón es su nombre y paz y tranquilidad daré a Israel en sus días».
En el segundo ejemplo 1Cr 12,18 shalom está precedido de la partícula le- «a», «para», luego literalmente «para la paz», que se puede
interpretar como «en son de paz»:
«Si venís a mí en son de paz...».
En el resto de los casos es siempre el adjetivo shalem «pacífico»,
«integro», y se presenta en estado constructo con corazón, es decir lo
que tradicionalmente se suele traducir por «corazón íntegro», «corazón perfecto». Las citas son:
«Sírvele con corazón integro» 1Cr 28,9.
«Concédele un corazón integro» 1Cr 29,19.
«Vertiendo sangre de guerra en la paz».
63. LEWY, J. (1940) The sulman Temple in Jerusalem, Journal of Biblical
Literature 59, 519-22.
Mª JOSÉ CANO
50
«Aunque el corazón de Asa fue íntegro toda su vida» 2Cr 15,17.
«Quienes tienen el corazón perfecto para con él» 2Cr 16,9.
«Con fidelidad y corazón perfecto» 2Cr 19,9.
«Aunque no con corazón íntegro» 2Cr 25,2.
En el libro de Esdras —9,12— al legislar sobre, y contra, los matrimonios mixtos dice el texto, recurriendo al binomio shalom/ tob:
«No busquéis su paz ni su bienestar»
Para finalizar con los libros históricos se ha de traer a colación una
cita —2Sam 20, 18-19— que difiere bastante del resto, en ella se
recoge una fórmula preestablecida para establecer relaciones pacíficas entres diferentes grupos. En el pasaje, en concreto, una mujer del
pueblo increpa al general Joab para que no ataque algunas ciudades
de Israel:
«Entonces ella habló diciendo: Antiguamente se solía decir: ‘Consúltese en Abel y en Dan; si se ha acabado con lo que habían establecido
los fieles de Israel´; y se acaba el asunto. Y tú tratas de destruir una
ciudad y una metrópoli en Israel».64
Donde la traducción tradicional es «habían establecido los fieles
de Israel» se emplea la expresión anoki shlumey ‘emuney yisra’el (un
participio pasivo plural, shalum, en estado constructo de la forma qal,
raíz ShLM), por lo que sería más correcto la traducción literal «yo
(acato) las paces establecidas por los fieles de Israel», suponiendo un
«acato», «acepto» tras el pronombre personal de primera persona en
su forma arcaica.
En otro lugar donde se emplea el verbo shalam con la misma forma
del caso anterior es en 1Cr 19,19, en el pasaje correspondiente a la
cita anterior en el que se narra la actuación del general de David,
Joab. En este caso se traduce simplemente como «hacer las paces», o
sea su significado habitual:
«Cuando los súbditos de Hadad´ezer vieron que habían sido derrotados por Israel, hicieron las paces con David y quedaron sometidos».
64. En la versión Biblia no se recoge la frase «y en Dan», pero sí lo hacen las
versiones griega y latina.
PAZ EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
51
3.3 Libros proféticos
Este grupo de libros bíblicos es el que ha merecido la atención de un
número mayor de estudiosos65 de la acepción de paz en la Biblia, lo cual
es lógico dado el carácter mesiánico y apocalístico de este tipo de literatura.
En los Libros Proféticos el uso de shalom es prolífero, pero aún siendo el significado el mismo que en la Torá y en los libros históricos, el
uso que hace de éste se ve enriquecido por nuevos matices, ya no es
simplemente la paz como ausencia de guerra, o la paz lograda con un
tratado, ahora la voz del profeta que clama por los pecados de Israel
anuncia la reconstrucción de un reino de paz— es la paz profética— tal
y como lo encontramos en el capítulo 9,5.6 de Isaías:
«Un niño nos ha nacido... y es su nombre:
Maravilla de consejero,
Dios guerrero,
Padre eterno,
Príncipe de la paz,
Para dilatar el principado con una paz sin límites...»
Es frecuente en estos libros el empleo de shalom como componente
de nombres alegóricos, por ejemplo en el pasaje citado el mesías es
llamado «príncipe de la paz» (shar shalom), y su obra será «la paz sin
límites» (shalom ‘en -qes); o cuando el profeta vaticina el fin de Asiria y la gloria de Jerusalén se lamenta en Is 33,7 por la destrucción
que ha padecido Jerusalén a causa de sus pecados:
«Los mensajeros de la paz (mal‘ake shalom) lloran amargamente».
«Yo haré derivar hacia ella —Jerusalén, ciudad de la paz66— como un
río, la paz, como un torrente en crecida, las riquezas de las naciones»
Is 66,12.
65. CAÑELLAS, G. (1981) Paz (shalom) en el Antiguo Testamento: Profetas,
Olivo 14, 49-48; LAMADRID, A.G. (1969) Pax et bonum, ‘Shalom‘ y ‘ob´ en
relación con ‘berit´, EstB 28, 61-77; LAMADRID, A.G. (1969) Pax et bonum,
Antonium 44, 161-181. HOOBS, T.R. (1989) A time for war: a study of warfare
in the Old Testament, cap. C. The Prophetic Vision of Peace. Wilmington, Delaware; PETERS, N. (1917) Weltfriede und Propheten.
66. LEWY (1940), 521; ALBERTZ, R. (1983).
Mª JOSÉ CANO
52
En todos los libro proféticos la paz aparece a menudo como origen y
consecuencia de un comportamiento ético, así sólo los seguidores de
Dios, los que cumplan su alianza obtendrán la paz:
«Tus hijos serán discípulos del Señor, tendrán gran paz tus hijos» Is
54,13.
Los profetas habitualmente empleaban un estilo puramente literario,
y dentro de él usaban todos los recursos, entre los más frecuentes está
el paralelismo, con el que se trata de resaltar la relación de paz con otros
términos. Unas veces aquellos actuarán como sinónimos (la justicia, el
bien, la tranquilidad...) y otros como antónimos (el mal, la desobediencia...):
«Si hubieran atendido a mis mandatos sería
tu paz como un río,
tu justicia como las olas de mar» Is 48,18.
En algunos lugares del libro de Isaías como es Is 39,8, aparece shalom relacionada con ‘emet (lit. «verdad») que actúa como sinónimo de
shalom, igual que en 2Re 20,19:
«Con tal que haya paz y seguridad en mis días».
PAZ EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
53
La paz de la que habla el profeta no es la paz lograda tras una batalla
es la paz interior, la tranquilidad de espíritu, y también la paz para la
comunidad, para el reino, para la ciudad de Jerusalén. 67 Los ejemplos
son abundantes tanto en la obra de este profeta como en la de Isaías y
la del resto de los profetas:
«No hay quien invoque la justicia...
Sus pies corren al mal...
No conocen el camino de la paz.
No existe el derecho en sus senderos
Se abren sendas tortuosas.
Quien las sigue,
No conoce paz» Is 59, 8.
Por lo tanto el pecado imposibilita al transgresor para conseguir de
paz:
«Dice el Señor: No hay paz para los impíos» Is 48,22.
«No hay paz para los malvados, dice mi Dios» Is 57,21.
«Porque pequeños y grandes todos... practican el engaño. Pretenden
curar a la ligera la fractura de mi pueblo, diciendo: Paz, paz; y no hay
paz» Je 6,14.
La misma relación encontramos en Za 8,19 de shalom con ‘emet:
«La paz y la verdad amad».
Sólo guardando los mandatos divinos se podrá mantener la alianza
de paz y vida:
Pero tal vez la acepción más interesante de cuantas se recogen en
Isaías es la de paz sinónimo de justicia:
«Mi alianza con él era de vida y paz, se la di para que respetara y
reverenciara mi nombre» Ma 2,5.
«La obra de la justicia será la paz, la acción del derecho, la calma y
tranquilidad perpetuas; mi pueblo habitará en dehesas de paz, en moradas tranquilas, en mansiones sosegadas» Is 32,17.18.
Como en la cita que precede, también en Is 54,10, al cantar la
«Gloria de la nueva Jerusalén», Dios se dirige a su pueblo y alude a la
alianza que con él tiene establecida como una «alianza de paz»:
«Te daré por magistrados la paz, y por gobernantes, la justicia» Is
60,17.
67. FOHRER, G. Zion-Jerusalem in AT, ThWNT 7, 292-318.
«Aunque se retiren los montes y vacilen las colinas,
no se retirará de ti mi misericordia,
ni mi alianza de paz vacilará».
Este es uno de los cuatro casos en los que el texto bíblico habla
del leitmotiv «Alianza de Paz», y uno de los cuatro en los se emplea
Mª JOSÉ CANO
54
de forma expresa la forma Brit shalom /Alianza de Paz, los otros son
el ya citado pasaje de Nu 25,12, al que hay que dar un tratamiento
diferente al resto, y dos citas de Ezequiel. La primera —Ez 34,2530— es la más completa, pues en ella se van enumerando todas la
característica de esta alianza, de esta nueva alianza en la que Dios
promete mantener la paz y la armonía con el género humano y con
la creación completa, y toda forma de hostilidad ha de ser borrada
de la faz de la tierra:
«Haré con ellos alianza de paz:
descartaré de la tierra los animales dañinos;
acamparán seguros en el desierto,
dormirán en los bosques.
Ellos y mi colina toda a la redonda
serán una bendición:
enviaré lluvias a su tiempo,
una bendición de lluvias.
El árbol del campo dará su fruto
y la tierra dará su cosecha...»
En la segunda de las citas Dios les promete que la alianza de paz
será eterna:
«Haré con ellos una alianza de paz, alianza eterna pactaré e con ellos.
Los estableceré, los acrecentaré y pondré entre ellos mi santuario para
siempre» Ez 37,26.
Un pasaje interesante es Is 44, 26, en los que en una diatriba contra
la idolatría Dios dice:
«Yo (soy)....el que cumple la palabra de sus servidores y el plan de sus
mensajeros lleva a cabo».
La expresión «lleva a acabo», en hebreo un futuro hif‘il de shalam
se puede entender por «completar», «llevar a acabo» , tal y como
traduce Cantera, o con un doble sentido de cumplir un plan de paz, el
plan de los mensajeros de la paz.
Como en libros anteriores también tiene el sentido de la paz eterna,
de la muerte:
PAZ EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
55
«Para que entre en la paz y descanse en su lecho» Is 56,2.
o de integridad en Is 38,3:
«Con corazón sincero e integro»;
en Ma 2,6:
«Con paz y rectitud andaba conmigo».
En algunos lugares del libro de Jeremías la palabra paz hace referencia a las relaciones humanas —Je 20,10—, los amigos son los «hombres
de paz»; o es sinónimo de la bendición divina —29,11; 33,9—, y este
mismo sentido es el que se aprecia en Je 16,5, cuando Dios amenaza con
la retirada de la paz en una de las más terribles maldiciones que dirige
contra su pueblo:
«Porque retiro mi paz de este pueblo... la misericordia y la compasión».
Algunos de los usos frecuentes en los libros históricos, como paz
sinónimo de saludo o a antónimo de guerra aparecen rara vez en los
libros proféticos, pero también lo hacen, como en:
«Saludan deseando paz a la gente y por dentro traman asechanzas» Je
9,7.
«Así dice el Señor a los profetas que extravían a mi pueblo: Cuando
tiene algo que morder anuncian paz y declaran una guerra santa a
quien no les llena la boca» Mi 3,5.
El profeta Zacarías hace referencia a una paz pactada entre la monarquía y el sacerdocio, y hace alusión a las relaciones humanas:
«Se sentará en su trono para reinar; el sacerdote sobre el suyo: y
habrá paz entre los dos» Za 6,13.
«No había paz entre los que iban y venía, a causa del enemigo, y yo
excitaba a unos contra otros» Za 8,10.
Mª JOSÉ CANO
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3.4 Libros poéticos y sapienciales
Los trabajos monográficos dedicados a la paz en estos dos géneros
bíblicos no existen, se encuentran referencias sobre el tema en estudios dedicados a otros libros bíblicos.
El tratamiento que los autores de los libros sapienciales y poéticos
dan a la raíz ShaLaM es muy similar a la que observábamos en los
profetas, en la mayoría de los casos la paz está relacionada directamente con Dios, él es el que establece la paz, «reconcilia» a los hombres y controla sus relaciones, la paz es una bendición que procede
directamente del Divino:
«Cuando Dios aprueba la conducta de un hombre, lo reconcilia con
sus enemigos» Prov 16,7.
«Reconcíliate y ten paz con él, y recibirás bienes» Job 22,21.
Dios concede la paz como una bendición y una recompensa por las
buenas acciones y la fidelidad a sus mandamientos. Esta bendición
puede ir dirigida a su pueblo en su conjunto o a los individuos particulares:
«El Señor da fuerza a su pueblo, el Señor bendice a su pueblo con la
paz» Sal 29,11.
y la paz también es una recompensa por seguir sus mandatos:
«Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos y a los que se
convierten de corazón» Sal 85,9.
PAZ EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
57
En el caso del Salmos paz es sinónimo de justicia, como se ve en los
siguientes ejemplos, y con un tratamiento similar al que se daba en los
ejemplos de la literatura profética que se han citado con anterioridad:68
«Que los montes traigan la paz y los collados justicia» Sal 72,3.
«Que en sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna»
Sal 72,7.
«La justicia y la paz se besan» Sal 85,11.
En Job 25,2, enmarcado en texto en una descripción del cielo como
un campo de batalla, donde «su ejército» es comandado por Dios, que
es el que establece la paz, dice así:
«Posee ‘El espantable dominio, entroniza la paz en sus alturas».
Este pasaje según nota del traductor en la versión de Cantera puede
referirse a «narraciones mitológicas de conflictos entre seres celestiales o rebeliones de éstos contra Dios». Pero los casos en los que guerra
está en oposición a guerra, relacionada con ésta o como sinónimos de
victoria no son muy frecuentes en estos géneros literarios. Sólo algunos ejemplos aislados, bien está el tan conocido pasaje de Eclesiastés
3, en cuyos los primeros versículos se lee:
«Todo tiene su tiempo
y su momento cada cosa bajo el cielo...
su hora el amar y su hora el odiar;
su hora la guerra y su hora la paz».
O también en:
Tanto el autor de Job como el salmista relacionan la paz de los
hombres con la de la naturaleza. En el caso de Job se hace alusión
implícita a la alianza de paz que veíamos en Ez 34,25, en un caso
claro de paralelismo:
«Harás alianza con los espíritus del campo,
tendrás paz con las fieras» Job 5,23.
68. YODER, P.B. (1986) Shalom, the Bible´s Word for Salvation, Justice and
Peace, Newton.
«Que canten y se alegren los que desean mi victoria... los que desean
la paz de tu siervo» Sal 3525.
«Levantan la mano contra su aliado, violando los pactos» Sal 55,21.
En el Cantar de los Cantares shalom es la tranquilidad y el sosiego,
y así se expresa en el último capítulo del libro (8,10), en el canto final
puesto en boca del coro:
«Yo era una muralla, mis pechos eran como torres; fui, pues a sus
Mª JOSÉ CANO
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ojos como quien ha hallado la paz»
«En paz me acuesto y enseguida me duermo, porque tú solo, Señor, me
haces vivir tranquilo» Sal 4,9.
Pero los pasajes son más abundantes cuando hacen referencia al la
recompensa del honrado:
«Apártate del mal, obra el bien, busca la paz y corre tras ella» Sal
34,15.
PAZ EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
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haya paz dentro de tus muros,
seguridad en tus palacios.
Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir: La paz sea contigo» Sal 122,6-8.
Para finalizar citaremos una fórmula que aparece en Salmos 125,5 y
128,6 que ha perdurado a través de los siglos, convirtiéndose insignia
de pueblo hebreo:
«¡Paz a Israel!»
«Observa al honrado, fíjate en el bueno: su porvenir es la paz» Sal
37,37.
«Mucha paz tienen los que aman tus leyes, y nada los hace tropezar»
Sal 119,165.
«Desaparecido el malvado... en cambio los sufridos poseen la tierra y
disfrutan de paz abundante» Sal 37,11.
En oposición a eso la paz le es negada al malvado:
«Toda la vida atormenta al malvado...cuando está en paz lo asaltan los
bandidos» Job 15,20-21.
«No viven en paz ni con la gente pacífica, traman engaños» Sal 35,20.
«Hablan de paz con el prójimo, pero llevan la maldad en el corazón»
Sal 28,3.
Job (21,9) en su desesperación se pregunta por qué la casa de los
malvados está en paz, pues en el pensamiento judío es inconcebible
esta situación...
Del mismo modo que el templo era «templo de paz», la ciudad de
Jerusalén, anhelo de todo judío, es la ciudad de la paz:69
«Desead la paz a Jerusalén
Vivan seguros los que te aman
69. PORTEOUS, N.W. (1961) Jerusalem-Zion: The Growth of a Symbol, Festschr.
W. Rudolph, 235-252; STECK, O.H. (1992) Friedensvorstellungen im alten Jerusalem: Psalmen, Jesaja, Deuterojesaja, Zürich; STOLZ, F. (1970) Strukturen und
Figuren im Kult von Jerusalem, BZAW, 118.
4. CONFLICTOS Y PAZ EN EL AT70
Como se puede observar en el estudio realizado el concepto de paz
es una constante en el AT, lo que es decir en toda la literatura hebrea
bíblica. En los primeros libros bíblicos —Pentateuco e históricos—
suele estar asociado a la guerra o a cualquier otro tipo de conflictos.
Los conflictos son frecuentes y abundantes en el Pentateuco y en los
libros históricos, realmente esos son la narración de una serie de guerras, mejor de conflictos, a veces simples conflictos tribales, e incluso
familiares.
En estos libros el empleo de shalom está siempre relacionado con
un evento beligerante o con la resolución del mismo y la consecuente
firma de un pacto o tratado. Incluso en los casos en los que este término es parte de la fórmula de salutación, ese saludo suele ir precedido
de algún tipo de conflicto, como en el pasaje citado de José y sus
hermanos, o algún otro.71
También shalom, tal y como veíamos, es uno de los componentes
empleados al redactar las fórmulas con las que se sellaban los pactos,
de hecho los pactos se decían: «Hablar de paz» (wa-yiqru lahem shalom), «hacerles la paz» (ya‘as lahem shalom),72 pero es más que el sim-
70. BARRET, L. (1987) The way God Fights War and peace in the OT,
Scottdale; BROWN, J.P. (1971) Peace Symbolism in Ancient Military Vocabulary, VT 21, 1-24; HALEVA, G. (1985) ‘Peace’ e ‘guerra’ nella teologia israelita
dell’alleanza, La pace nell mondo antico en Scienze storiche 36, 513-528.
71. ELGAVISH, D. (1978) Milhemet we salom: War and Peace in the Relationship of Israel and Judah: Forms in International Relations in the Biblical
Period Ramat Gan.
72. HAYES, D.R. (1986).
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Mª JOSÉ CANO
ple reflejar la realidad de la resolución de un conflicto, pues el término
describe— mejor que lo hacen ‘paz’ o eirene que sólo significan ausencia de guerra— un estado armónico entre dos partes; de hecho es un
requisito previo para existencia de la sociedad, si bien ha de tenerse en
cuenta que la paz/shalom en el AT está siempre restringida a grupos
determinados (familia, clan, tribu...), nunca se presenta el concepto de
paz universal, pues se ha de tener presente que tampoco la guerra lo
era, eran batallas para dilucidar un conflicto local.
Shalom en el AT no es concebido para ser sólo el antónimo de guerra, pero es evidente al examinar los textos que siempre se emplea cuando hay un enemigo potencial ya sea materiral o espiritual, luego sí se
puede considerar antónimo de conflicto.
Se evidencia una clara evolución del término shalom, desde el sentido de paz como ausencia de guerra, mucho más frecuente en el Pentateuco y en los libros históricos, hasta la aparición de la «paz» como
valor ético, tan frecuente en los profetas. Como en otras culturas shalom debió de experimentar una evolución diacrónica, pero las mayores diferencias semánticas lo son en función de los contextos en los
que se enmarcan; así los significados son similares en toda la literatura profética, ya sean los profetas mayores como Isaías en el siglo VIII
a.C. o como los postexílicos Esdras y Nehemías del siglo II a.C., pasando por el resto de profetas y de épocas —Jeremías (V-IVa.C), Ezequiel (VI a.C.), profetas menores (III a.C.)—, como son similares en el
resto de los libros bíblicos, sin que las diferencias sean notables en
función de la época en la que fue redactado, como es fácil comprobar
si comparamos pasajes del siglo IX a.C. del Pentateuco con otros del
siglo II de Crónicas.
El gran cambio conceptual se produce en la obra de Isaías, el será la
voz que clama la «paz» y reclama «justicia». Para el profeta la liberación y gloria de Jerusalén pasa por la justicia, y esa justicia traerá,
consecuentemente, la paz.73
Tras Isaías otros profetas manejarán otros conceptos éticos de paz,
como son la verdad, el bien o el cumplimiento de los mandamientos,
73. HANSON, P.D. (1987) War, Peace and Justice in Early Israel, Bible Review, vol 3, 32-45.
74. BROWN, J.P. (1971) Peace Symbolism in Ancient Military Vocabulary,
VT, vol. 21, 1-24.
PAZ EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
61
pero siempre alejados de sentido estricto de paz como sinónimo de
ausencia de guerra o conflictos, tan frecuente en los libros históricos.74
La evolución y ampliación del campo semántico de shalom desde unos
a otros libros es un paso importante por los que conllevan de cambios
de valores éticos.
En resumen, se puede hablar de tres realizaciones del término shalom:
Primera, sería su empleo en fórmulas de salutación, de tratados o de
alianzas; es una forma de mostrar las relaciones humanas, ya sea de
modo comunitario o individual. No se puede considerar que este empleo tenga ní carácter político ni ético ni teológico.
Segunda, consiste en el uso de paz con sentido teológico, la mayoría de la veces con una clara proyección de futuro. Tal serían las
promesas, los deseos o los augorios proféticos.
Tercera, es cuando es utilizada con su sentido político, es la paz
como ausencia de guerra,y refleja una realidad presente o futura.
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