EdmondRostand,poetaydramaturgofrancés,conociólaglorialanochedel estrenodesuCYRANODEBERGERAC,dramapoéticodecapayespada, realistayromántico,basadoenlavidadelpoetayfilósofogascón,autorde Viaje a la Luna. Personaje pendenciero, jugador, libertino y librepensador, materialistaypocoromántico,célebreporsudesproporcionadanarizyalque Rostandconvirtió,consudrama,enmitoyhéroenacional,haciéndolepasar delahistoriaalaleyenda. El éxito de CYRANO DE BERGERAC desconcertó y hundió a su autor, condenándoleaunaespeciedeperplejaesterilidad:«Amí—dijoRostand—, entrelasombradeCyranoylaslimitacionesdemitalento,nomequedamás soluciónquelamuerte». www.lectulandia.com-Página2 EdmondRostand CyranodeBergerac ePUBv1.0 Oxobuco22.12.12 www.lectulandia.com-Página3 Títulooriginal:CyranodeBergerac EdmondRostand,1897. Traducción:Adapt.JaumePolicarpo Diseño/retoqueportada:Oxobuco Editororiginal:Oxobuco(v1.0) ePubbasev2.1 www.lectulandia.com-Página4 PERSONAJES CYRANODEBERGERAC. CRISTIÁNDENEUVILLETTE. CONDEDEGUICHE. RAGUENEAU. LEBRET. CARBONDECASTEL-JALOUX. LIGNIÈRE. DEVALVERT. MONTFLEURY. BELLEROSE. JODELET. CUIGY. D'ARTAGNAN. BRISSAILLE. Unimportuno. Unmosquetero. Unoficialespañol. ELPORTERO. Unburgués. Suhijo. Unratero. Unguardia. Uncapuchino. Doslaudistas. ROXANA. SORMARTA. LISA. Lacantinera. SORMARGARITADEJESÚS. Ladueña. SORCLARA. Laflorista. Lamultitud,ciudadanos,marqueses,mosqueteros,burgueses,rateros,pasteleros, poetas,cadetes,comediantes,músicos,pajes,niños,soldadosespañoles,espectadores yespectadoras,damas,monjas,etc. www.lectulandia.com-Página5 (Loscuatroprimerosactosen1640;elquinto,en1655.) www.lectulandia.com-Página6 ACTOPRIMERO UnarepresentaciónenelteatrodeBorgoña Sala del teatro de Borgoña, en 1640. Especie de cobertizo del juego de pelota, dispuesto y adornado para dar representaciones teatrales. La sala es rectangular; la vemos oblicuamente, de forma que uno de sus lados es el fondo que, partiendo del primertérminodelaizquierda,llegahastaelúltimodeladerechaparaformarángulo conelescenarioqueaparececortado. Acadaunodelosladosdeesteescenarioyalolargodelosbastidoreshaybancos. Formaneltelóndostapicescorredizos.Encimadelasbambalinas,lasarmasreales. Delestradoalpatiosedesciendeporunaanchagradería;aambosladosdeésta,el lugardestinadoalosmúsicos.Bateríadecandilejas. Dospisossuperpuestosdegaleríaslaterales:elsuperiordivididoenpalcos.Elpatio, queenrealidadnoesmásquelaescenadelteatro,estávacío:sinembargo,alfondo del mismo, o sea, a derecha y en primer término, hay algunos bancos formando graderíos:debajodeunaescaleradelaquesólovemoselprincipioyquesubehacia laslocalidadessuperiores,sehallaunpequeñomostrador,adornadoconcandelabros, vasosdecristal,platosconpasteles,jarronesdeflores,etcétera. Enelfondo,alcentroybajolagaleríadepalcos,laentradadelteatro.Ampliapuerta queseentreabreparadarpasoalosespectadores.Sobrelosbatientesdeestapuerta, encima del mostrador y en diversos rincones de la sala, se ven carteles con letras rojasquedicen:LACLORIS.Allevantarseeltelón,lasalaestáenpenumbrayvacía. Las arañas se encuentran en el centro del patio, muy bajas, esperando que las enciendan. www.lectulandia.com-Página7 ESCENAI Elpúblicovallegandopocoapoco.Caballeros,unburgués,lacayos,pajes,rateros,el portero,etc.;despuéslosmarqueses,CUIGY,BRISSAILLE,lacantinera,losmúsicos, etc.Seoyedetrásdelapuertaungranvocerío.Derepente,entrauncaballero. ELPORTERO.—(Persiguiéndole.)¡Eh!¡Quincesueldos! ELCABALLERO.—¡Yoentrogratis! ELPORTERO.—¿Porqué? ELCABALLERO.—PertenezcoalaCasaReal. ELPORTERO.—(Aotrocaballeroqueacabadeentrar.)¿Yvos? SEGUNDOCABALLERO.—Yonopago:soymosquetero. PRIMERCABALLERO.—(Alsegundo.)Lafunciónnocomienzahastalasdosynohay nadieenlasala.Practiquemos,siosplace,conelflorete.(Hacenesgrimaconsus espadas.) UNLACAYO.—(Entrando.)¡Pst…!¡Flanquin! OTROLACAYO.—(Queacabadeentrar.)¿Champagne…? PRIMERLACAYO.—(Enseñándolelosjuegosquesacadesujubón.)Cartasodados… ¿Quéprefieres?(Guardalosdados.)Túrepartes. SEGUNDOLACAYO.—(Sentándosecomoelotro.)Deacuerdo,granuja. PRIMERLACAYO.—(Sacadesubolsillouncabodevela;loenciendeylopegaenel suelo.)Lerobéamiamounpocodeluz. UN GUARDIA.— (A una florista que entra.) ¡Qué bien que hayas venido antes de empezar!(Lacogeporlacintura.) UNESPADACHÍN.—(Alrecibirunaestocada.)¡Tocado! UNJUGADOR.—¡Bastos! ELGUARDIA.—(Persiguiendoalamuchacha.)¡Dameunbeso! LAFLORISTA.—(Desasiéndose.)¡Quita!¡Nospuedenver…! ELGUARDIA.—(Llevándolaaunrincónoscuro.)Notemas,¡nohaypeligro! UNHOMBRE.—(Sentándoseenelsuelojuntoaotrosquehantraídocomida.)¡Quéa gustosecomecuandosellegapronto! UNBURGUÉS.—(Entrandoconsuhijo.)Sentémonosallí,hijomío. UNJUGADOR.—¡Yogano!¡Llevoelas! UNHOMBRE.—(Sacando una botella de debajo de su capa y sentándose, dice con www.lectulandia.com-Página8 solemnidad.)¡Unbuenborracho,enelpalaciodeBorgoña…(Bebe.)suborgoña hadebeber! EL BURGUÉS.— (A su hijo.) ¿Quién podrá negar que nos hallamos en un antro? (Señalaalborrachoconsubastón.)¡Borrachos…!(Enelcursodelapeleauno de los caballeros le empuja.) ¡Espadachines…! (Cayendo en medio de los jugadores.)¡Jugadores! ELGUARDIA.—(Quedetrásdeél,continúapersiguiendoalamujer.)¡Dameunbeso! ELBURGUÉS.—(Alejando rápidamente a su hijo.) ¡Y pensar, hijo mío, que en este tuguriosehanrepresentadolasobrasdeRotrou! ELJOVEN.—¡YlasdelgranCorneille! (Ungrupodepajes,cogidosdelamano,entracantandoybailando.) ELPORTERO.—¡Malditospajes!(Conseveridad.)¡Muchocuidado! PRIMER PAJE.— (Con dignidad herida.) ¡Oh, excelencia!… ¿pensáis acaso que…? (Cuandoelporterosevuelve,preguntaalpajesegundo:)¿Hastraídolacuerda? SEGUNDOPAJE.—¡Yelanzuelo! PRIMERPAJE.—Yaveráscomopescamosalgunapelucadesdearriba. UNRATERO.—(Agrupandoasualrededoravariostiposdemalacatadura.)¡Venid acá,granujas!Yaquesoisnovatoseneloficio,yoosenseñaré. ELBURGUÉS.—Bellerose,l’Epy,laBeaupré,¡Jodelet!… UNPAJE.—(Desdeelpatio.)Porfinhallegadolacantinera. LACANTINERA.—(Apareciendodetrásdelmostrador.)¡Naraaanjada!…¡leeeche!… ¡aguayjuuuuuuugodeframbuesas!… (Confusomurmulloenlapuerta.) UNAVOZENFALSETE.—¡Dejadpaso,brutos! UNLACAYO.—(Asombrado.)¿Losmarquesesaquí? OTROLACAYO.—¡Bah!Sóloestaránunosminutos. (Entraungrupodejóvenesmarqueses.) UNMARQUÉS.—(Viendolasalacasivacía.)¡Perositodavíanohallegadolagente! … ¡Maldita sea!… ¡Tendremos que entrar sin molestar ni pisar a nadie! (Ve a otros gentilhombres que habían llegado momentos antes.) ¡Cuigy! ¡Brissaille! ¡Cuigy!¡Brissaille!(Seabrazan.) CUIGY.—Puntuales,¿eh?¿Desdecuándollegáisantesdequeenciendanlasarañas? ELMARQUÉS.—¡Nomehabléis!¡Estoydeunhumor!… SEGUNDOMARQUÉS.—Sosegaos,marqués.Ahíllegaelencargadodelasluces. www.lectulandia.com-Página9 (Lagentesaludacongritoslallegadadelencargado.Algunosseconcentranen tornoalaslámparasquevaencendiendo,mientrasotrossesientanenlasgalerías. LignièreentraenelpatioencompañíadeCristiándeNeuvillette.Lignière,unpoco desaliñado, es el clásico tipo de borracho distinguido. Cristián, vestido elegantementeaunquealaantigua,parecepreocupadoymiraconstantementealos palcos.) www.lectulandia.com-Página10 ESCENAII Losmismos,CRISTIÁN,LIGNIÈRE;después,RAGUENEAUyLEBRET. CUIGY.—¡Lignière! BRISSAILLE.—(Riendo.)¿Peroaúnnoestásborracho? LIGNIÈRE.—(En voz baja, a Cristián.) ¿Queréis que os presente? (Asentimiento de Cristián.)ElbaróndeNeuvillette. CUIGY.—(Mientrassaluda,diceaBrissaille:)¡Buenafiguraladeljoven! PRIMERMARQUÉS.—(Quelohaoído.)¡Bah!…¡Notanto!… LIGNIÈRE.—(ACristián.)ElseñordeCuigy.ElseñordeBrissaille. CRISTIÁN.—(Inclinándose.)¡Encantado! PRIMERMARQUÉS.—(Alsegundo.)Noestámal,peronovistealamoda. LIGNIÈRE.—(ACuigy.)MiamigoacabadedesembarcarenTurena. CRISTIÁN.—EstoyenParíshaceveintedíasydeboentrarmañanadecadeteenlos guardias. PRIMERMARQUÉS.—(Mirandoalaspersonasqueentranenlosaposentos.)Alláveo alapresidentad’Aubryquevaasusitio. CUIGY.—(MostrandoaCristiánlasala,quevallenándose.)¡Cuántagente! CRISTIÁN.—¡Sí,mucha…! PRIMERMARQUÉS.—DeParíslomásselecto. (Va nombrando a las mujeres conforme entran, lujosamente vestidas, en los palcos.Envíodesaludosyrisas.) SEGUNDOMARQUÉS.—SeñorasdeGuéménée… CUIGY.—DeBois-Dauphin… PRIMERMARQUÉS.—Cuyosojosnegrosdeamornosabrasan. BRISSAILLE.—DeChavigny… SEGUNDOMARQUÉS.—Queconfríodesdenquiereapagarnuestroamantefuego. LIGNIÈRE.—¡Calle!¿HavueltoyadeRuanelseñordeCorneille? ELJOVEN.—(Asupadre.)CreoqueestátodalaAcademia. ELBURGUÉS.—Aquíhevistoamásdeunmiembro:Boudu,Boissat,Colomby…y otros, que aunque no recuerdo su nombre, la fama les hará inmortal… ¡Qué hermosoesesto! PRIMER MARQUÉS.— ¡Atención! Nuestras preciosas damas llegan a ocupar sus www.lectulandia.com-Página11 puestos.Bartenoida,Urimedonte,Casandra,Cloris… SEGUNDOMARQUÉS.—¡Québellosapodos!Marqués,¿lossabéistodos? PRIMERMARQUÉS.—Todos,marqués. LIGNIÈRE.—(LlevandoaparteaCristián.)Puestoquesientréaquí,amigomío,fue sóloporcomplacerosynovienevuestradamaamisviciosyomevuelvo. CRISTIÁN.— (Suplicante.) ¡No! Por vos anda metida la corte en coplas y versos; quedaos:¿mediréiselnombredeaquellaporquienestoymuriendodeamor? PRIMER VIOLIN.— (Golpeando en el atril con su arco.) ¡Prevenidos! (Levanta el arco.) LACANTINERA.—¡Pasteles! CRISTIÁN.— Temo que sea coqueta y frívola… y…, vamos…, ¡que no me atrevo a hablarle!…Ellenguajeenusometurba…,mefaltaingenio…Sólosoyuntímido soldado…Allíenaquelaposento,selavesiempre…Haciaelfondo.(Señalando elaposentodelforo,derecha.) LIGNIÈRE.—(Haciendoqueseva.)Mevoy. CRISTIÁN.—(Reteniéndole.)¡Quedaos,porfavor!…¡oslosuplico! LIGNIÈRE.—Nopuedo.ElseñordeAssoucymeesperaenlataberna.Aquímemuero desed. LA CANTINERA.— (Pasando delante de él con una bandeja.) ¿Qué queréis?… ¿Leche,naranjada? LIGNIÈRE.—¡Puaf!…¡quéasco! LACANTINERA.—¿Yquéospareceunrivasalta? LIGNIÈRE.—(ACristián.)Mequedounratomás.¡Vamosaprobareserivasalta! (Se sienta junto al mostrador mientras la cantinera le sirve. Gritos entre el públicoalaparecerunhombrecilloregordeteyrisueño.) VOCES.—¡Ragueneau!¡Ragueneau! LIGNIÈRE.—(ACristián.)¡EselgranpasteleroRagueneau! RAGUENEAU.— (Vestido de pastelero endomingado, se dirige resueltamente a Lignière.)¿HabéisvistoalgranCyrano? LIGNIÈRE.—(PresentándoloaCristián.)Ospresentoalpastelerodeloscomediantes ydelospoetas. RAGUENEAU.—(Confundido.)¡Esdemasiadohonorparamí! LIGNIÈRE.—¡UngranMecenas! RAGUENEAU.— No tanto. Esos caballeros se dignan honrar mi casa sirviéndose de ella… www.lectulandia.com-Página12 LIGNIÈRE.—¡Acrédito,claroestá!Además,Ragueneauespoetadetalento. RAGUENEAU.—Esodicenellos. LIGNIÈRE.—Losversossonsuperdición.Escapazdedarunpastelporunpequeño poema. RAGUENEAU.—¡Oh,no!Sielpoemaespequeño…¡unpastelillosolamente! LIGNIÈRE.—Comopodéisapreciar,esingeniosoaunqueseexcuse.¿Yquédaispor unaletrilla? RAGUENEAU.—(Unpocoavergonzado.)Unbollo. LIGNIÈRE.—Sí…¡perounbollodecrema!Yelteatro¿osgusta? RAGUENEAU.—¡Meapasiona! LIGNIÈRE.— (Volviéndose a Cristián.) Aquí donde le veis, paga con dulces las entradasdeteatro.¿Cuántososhacostado,sipuedesaberse,elhallaroshoyentre nosotros? RAGUENEAU.—Cuatroflanesyquincesuizos.(Mirandoatodaspartes.)¿Cyranono hallegadotodavía?Meextrañamucho. LIGNIÈRE.—¿Porqué? RAGUENEAU.—PorqueMontfleuryactúa. LIGNIÈRE.— Estáis en lo cierto: ese tonel interpretará para nosotros esta noche el papeldeFedón.Pero¿quéleimportaesoaCyrano? RAGUENEAU.— ¡Ah! ¿Ignoráis lo que sucede? Odia a Montfleury y le ha prohibido saliraescenaduranteunmes. LIGNIÈRE.—(Queyavaporsucuartovasoderivasalta.)¿Y…? RAGUENEAU.—PuesqueMontfleurysaldráaescena. CUIGY.—(Quesehaacercadoalgrupo.)Cyranonopodráimpedirlo. RAGUENEAU.—¡Yaveremosloquepasa! PRIMERMARQUÉS.—¿QuiéneseseCyrano? CUIGY.—Undiestroespadachín. SEGUNDOMARQUÉS.—¿Noble? CUIGY.— Lo suficiente. Pertenece a la guardia de Cadetes. (Señalando a un gentilhombrequedavueltasporlasalabuscandoaalguien.)SuamigoLeBret podrá deciros más. (Le llama.) ¡Le Bret! ¡Le Bret! (Le Bret desciende hacia ellos.)¿BuscáisalseñordeBergerac? LEBRET.—Sí,estoypreocupado. CUIGY.—DecíaamisamigosqueCyranonoesunhombrevulgar.¿Quéopináisvos? LEBRET.—(Entusiasmado.)Queeselsermásexquisitodelatierra. www.lectulandia.com-Página13 RAGUENEAU.—¡Unpoetagenial! LIGNIÈRE.—¡Ungranespadachín! BRISSAILLE.—¡CultivalaFísica! LEBRET.—¡Amaapasionadamentelamúsica! LIGNIÈRE.—¿Yquémedecísdesuextravaganteaspecto? RAGUENEAU.—NocreoqueunpintorsolemnecomoFelipedeChampagnelorefleje en sus lienzos. Pero su aire extraño, grotesco, extravagante y ridículo hubiera podido inspirar al genial Callot, el consumado espadachín de sus mascaradas: sombrerodetresplumas,jubónconseisfaldonesycapaque,pordetrás,levanta conorgulloelestoquecomocoladeinsolentegallo.Esmásfieroquetodoslos ArtabanesquelaGascuñatrajoalmundo.Sobresugolilla,cualladePolichinela, caeunanariz…¡Yquénariz,señores,quénariz!…Alverpasartamañonarigudo unoexclama:«No,noesposible…Porfavor,¡estopasadelaraya!»,pensando que no es más que una broma, que se trata de una careta y se la quitará al instante…PeroCyranonoselaquitaránunca. LEBRET.—(Bajandolacabeza.)Nopuede…¡Ydesgraciadodeaquélquesequede mirándola! RAGUENEAU.—(Convigor.)¡Suespadaeslaguadañadelamuerte! PRIMERMARQUÉS.—(Encogiéndosedehombros.)¡Bah!,seguroquenoviene. RAGUENEAU.—¡Sívendrá!¡Nofaltabamás!ApuestounpolloalaRagueneau. PRIMERMARQUÉS.—¡Sea!(Riendo.) (Rumordeadmiraciónenlasala.Roxanaacabadepresentarseensuaposento,y se sienta en la derecha. Con ella viene la dueña, que toma asiento en el fondo. Cristián,ocupadoenpagaralacantinera,noreparaenRoxana.) SEGUNDOMARQUÉS.—(Vivamente.)¡Miradcaballeros,semejantebelleza! PRIMERMARQUÉS.—Unmelocotónsonriendoconunafresaporlabios. SEGUNDOMARQUÉS.—¡Ytan…fresca! PRIMERMARQUÉS.—Sidelejosnolamiráis,seosresfríaelcorazónsinremedio. CRISTIÁN.— (Levanta la cabeza, y, al ver a Roxana, coge vivamente del brazo a Lignière.)¡Esella! LIGNIÈRE.—(Mirando.)¿Esésa? CRISTIÁN.—¡Sí!¡Pronto!¡Sunombre,porDios!…Yotiemblo. LIGNIÈRE.—(Bebiendolentamente.)EsMagdalenaRobin,llamadaRoxana. CRISTIÁN.—¡Ohcielo! LIGNIÈRE.—Exquisita,delicada… www.lectulandia.com-Página14 CRISTIÁN.—Pero… LIGNIÈRE.—Librecomoelviento.Eshuérfana,yprimadeCyrano. (EnestemomentoentraenelpalcodeRoxanayhablaunmomentoconella,sin sentarse,unelegantecaballeroqueostentaelcordónazul.) CRISTIÁN.—(Consobresalto.)¿Yesecaballero?… LIGNIÈRE.— (Casi borracho, guiñando el ojo maliciosamente.) ¡Ah! El conde De Guiche. Sorbido el seso le tiene Roxana. Casado con la sobrina de Armando Richelieu…EmpeñomuestraencasaraRoxanaconuncándidohidalgüelo,untal vizconde de Valvert. Ella se resiste, pero De Guiche es poderoso y no han de faltarlemediosconqueobligaraRoxanaarendirseasusdeseos.Pormiparteya hesacadoalaluztanruinesmanejosenunacanciónquenuncameperdonará.Es sangrientoelfinal…¿Queréisoírlo? (Selevantatambaleando,conelvasoenalto,dispuestoacantar.) CRISTIÁN.—No,no…Adiós. LIGNIÈRE.—¿Y…adónde? CRISTIÁN.—Enbuscadeesevizconde. LIGNIÈRE.—Osvaamatar;idcontiento.(MostrándoleaRoxanaconelrabillodel ojo.)Y…quedaos,queellaosmira. CRISTIÁN.—¡Esverdad! (Quedase contemplándola como extático. El grupo de rateros se le acerca viéndoleentalactitud.) LIGNIÈRE.—Yosíqueosdejo.Tengomuchasedymeaguardanenlastabernas. (Salehaciendoeses.) LIGNIÈRE.—(Quehadadolavueltaalasala,volviendoalladodeRagueneau.)No veoaCyrano. RAGUENEAU.—(Incrédulo.)Sinembargo…puedeaún… LEBRET.—¡Ojalánohayavistoloscarteles! (La sala comienza a impacientarse y se oyen gritos pidiendo que empiece la representación.) www.lectulandia.com-Página15 ESCENAIII Losmismos,exceptoLIGNIÈRE;DEGUICHE,VALVERT,despuésMONTFLEURY. PRIMERMARQUÉS.—(ViendoqueDeGuiche,rodeadodeaduladoresentrelosquese encuentra el vizconde de Valvert, baja del palco y atraviesa el patio.) ¡Muchos seguidorestieneeseDeGuiche! SEGUNDOMARQUÉS.—¡Bah!…¡Esungascón! PRIMER MARQUÉS.— Un gascón servil y frío que siempre llega donde se propone. Nosconvienesaludarle.(SedirigenhaciaDeGuiche.) SEGUNDOMARQUÉS.— ¡Bellas cintas, querido conde! ¿De qué color son: «Bésame niñaquerida»o«Vientredesapo»? DEGUICHE.—Colorde«Españolenfermo». PRIMER MARQUÉS.— El color no miente, pues gracias a vuestro valor, el pabellón españolretrocederáenFlandes. DE GUICHE.— Yo subo a escena, ¿me acompañáis? (Se dirige hacia las tablas seguido de los marqueses y gentilhombres. De pronto Se vuelve y llama:) ¡Valvert! CRISTIÁN.—(Queleshaescuchadoyobservadoseestremecealoírestenombre.)¡El vizconde!…¡Ésees!¡Learrojaréalrostromi…!(Metelamanoensubolsilloy encuentraenélladeunratero.Sevuelvesorprendido.)¿Quéesesto?Yobuscaba miguante…(Sinsoltarlelamano.) ELRATERO.—(Consonrisaforzada.)Yencontráisunamano,señor.(Cambiandoel tonoquesevuelveconfidencial.)Simesoltáis,osconfiaréunsecreto. CRISTIÁN.—(Quesiguereteniéndole.)¿Cuál? ELRATERO.—VuestroamigoLignière,queacabademarcharse,vaamorir.Unade suscancionesmolestóaciertonoble,yestanocheleesperancienhombrespara… CRISTIÁN.—¿Quiéneselautordeesaencerrona? ELRATERO.—Nopuedodecirlo.Discreciónprofesional. CRISTIÁN.—¿Dóndeleesperan? ELRATERO.—EnlapuertadeNesle,enelcaminohaciasucasa.¡Prevenidle! CRISTIÁN.—(Queporfinlesuelta.)¿Dóndeleencontraré? EL RATERO.— Id por los mesones «El lagar de oro», «Las dos antorchas», «El cinturónroto»,«Lostresembudos»…Dejadleencadasitiounanotadeaviso. CRISTIÁN.—¡Ah,canallas!…¡Cienhombrescontraunosolo!…(Miraamorosamente www.lectulandia.com-Página16 aRoxana.)¡Tenerquedejarlaahora!…(SevuelveairadohaciaValvert.)¡Yaése! …PeroesnecesariosalvaraLignière.(Salecorriendo.) (De Guiche, el vizconde, los marqueses y todos los gentilhombres, han desaparecidodetrásdeltelónparatomarasientoenlosbancosdelescenario.Tanto lospalcosdelasgaleríascomoelpatiodelteatroestánabarrotadosdepúblico.La salasiguepidiendoagritosquecomiencelarepresentación.) UNBURGUÉS.—(Cuyapelucasalevolandoalserpescadaporelanzuelodeunpaje delagaleríasuperior.)¡Mipeluca!(Entregritos,lagentecelebralaacciónde lospajes.) VOCES.—¡Ja,ja!…¡Estácalvo!…¡Bravo!…¡Vivanlospajes!… ELBURGUÉS.—(Enfurecidoyamenazadoconelpuño.)¡Malditosbribonzuelos! (Risasygritossevanapagandohastallegaraunsilenciototal.) LEBRET.—(Asombrado.)¿Porquéesterepentinosilencio?(Unespectadorlehabla envozbaja.) ELESPECTADOR.—Acabandeasegurármelo. VOCES.—¡Silencio!…¿Esverdad?…¡No!…¡Sí!…¡Enaquelpalcodecelosías!… ¡ElCardenal!…¿ElCardenal?…¡Sí,elCardenal! UNPAJE.—¡Diablos!…¡Yanopodremosmovernos! (Sedanlastresseñalesdesdeelescenario.Lagenteseinmovilizaesperando.) VOZDEUNMARQUÉS.—(Detrásdeltelón.)¡Despabiladesavela! OTROMARQUÉS.—(Sacandolacabezaporlaaberturadeltelón.)¡Unasilla! (Unasillapasademanoenmanoporencimadelascabezas.Elmarquéslacoge ydesaparece,nosinantesdirigiralgunosbesosalospalcos.) UNESPECTADOR.—¡Silencio! (Vuelvenaoírselastresseñalesyseabreeltelón.Cuadro.Losmarquesesestán sentados en los bancos situados al lado de los bastidores, en actitud insolente. El foro representa un decorado campestre de color azul. Cuatro pequeñas arañas iluminanlasescenas.Losviolinestocandulcemente.) LEBRET.—(ARagueneau,envozbaja.)¿CreesqueMontfleurysaldrá? RAGUENEAU.—(Bajotambién.)Ahoraloveremosporqueapareceelprimero. LEBRET.—PuesCyranonohavenido. RAGUENEAU.—Meparecequeheperdidolaapuesta. LEBRET.—¡Tantomejor! www.lectulandia.com-Página17 (Seoyeunairededulzaina.Montfleuryapareceenescenavestidodepastor,con unsombrerollenodeflorescaídosobrelaorejaytocandounagaitaadornadacon cintas.LosespectadoresgritanaplaudiendoaMontfleury.) MONTFLEURY.—(Despuésdesaludar,comienzaainterpretarsupapel.) ¡Felizaquél,quelejos delacorte, enunlugarsolitario asímismoseimpone destierrovoluntario! ¡Felizaquél,quecuando soplaenelbosqueelcéfiro… UNAVOZ.—(Enelcentrodelpatio.)¡Granuja!¿Noteheprohibidosaliraescenaen unmes?(Estuporentreelpúblicoquesevuelve.) GRITOS.— ¿Qué pasa?… ¿Qué es esto?… ¿Quién es?… (Los de los palcos se levantanparaver.) CUIGY.—¡Esél! LEBRET.—(Aterrorizado.)¡Cyrano! VOZDECYRANO.—¡Fueradeescena,grandísimopayaso!¡Fueraahoramismo! (Lasalaprorrumpeenungritodeindignación.) MONTFLEURY.—Perosi… VOZDECYRANO.—¿Teresistes? (Tanto en el patio como en los palcos, diversas voces instigan a Montfleury a continuar.) VOCES.— ¡Basta de bromas!… Montfleury, ¡continúa!… ¡Qué sigas!… ¡No tengas miedo!… MONTFLEURY.—(Convozdubitativa.) ¡Felizaquél,quelejos delacor… VOZDECYRANO.—(Amenazadora.)¡Bellaco!¿Seránecesarioquetemuelaapalos? (Unbrazoenarbolaunbastónporencimadelascabezas.) MONTFLEURY.—(Convozmásdébilaún.) ¡Felizaquél… (Elbastónseagita.) www.lectulandia.com-Página18 VOZDECYRANO.—¡Fuerahedicho! (LosespectadoressiguenanimandoaMontfleury.) MONTFLEURY.—(Atragantándose.) ¡Felizaquél,quelejos delacort… CYRANO.— (Surgiendo de entre los espectadores, de pie sobre una silla, con los brazos cruzados, el sombrero ladeado, el mostacho hirsuto y su terrible nariz.) ¡Estásacabandoconmipaciencia! (Sensaciónentrelagentealverle.) www.lectulandia.com-Página19 ESCENAIV LosmismosyCYRANO;despuésBELLEROSEyJODELET. MONTFLEURY.—(Alosmarqueses.)Ayudadme,caballeros. UNMARQUÉS.—(Condesgana.)¡Continuadlarepresentación! CYRANO.—¡Toneldemanteca!,¡sisigues,meveréobligadoaabofetearte! LOSMARQUESES.—¡Basta! CYRANO.—¡Quelosmarquesessecallenysesientenolascintasdesussombreros penderándemibastón! TODOSLOSMARQUESES.—(Poniéndoseenpie.)¡Esdemasiado!…Montfleury… CYRANO.—¡QueMontfleurysevayaolecortolasorejasylodestripo! UNAVOZ.—Pero… CYRANO.—¡Quesemarche! OTRAVOZ.—Sinembargo… CYRANO.— ¿No lo he dicho suficientemente claro? (Arremangándose.) Voy a convertirlaescenaenunmostradoryacortartrocitosesamortadeladeItalia. MONTFLEURY.—(Recuperandosudignidad.)¡InsultáisaTalíaalinsultarme! CYRANO.—(Muycortés.) Si esa musa, caballero, tuviese el honor de conoceros, al verostanbestiaytangordo,creedme,¡osclavaríaenciertapartesucoturno! ELPATIO.—¡Montfleury!…¡Montfleury!…¡LaobradeBaró!… CYRANO.—(Alosquegritanasualrededor.)Ossuplicoquetengáiscompasiónde mivaina.Sicontinuáis,enseñarálahojadelaespada.(Elcírculoseensancha.) LAMULTITUD.—(Retrocediendo.)¡Ah!… CYRANO.—(AMontfleury.)¡Saldeescenaahoramismo! LAMULTITUD.—(Acercándoseygruñendo.)¡Oh…oh!… CYRANO.—(Volviéndoseconrapidez.)¿Hayalguienquequierapreguntaralgo? (Nuevoretrocesodelamultitud.) UNAVOZ.—(Cantandoalfondo.)ElseñorCyranoesuntirano.Pero,asupesar,«La Cloris»serepresentará. TODALASALA.—(Cantando.)¡«LaCloris»!…¡«LaCloris»!… CYRANO.—¡Comovuelvaaoíresacantinela,arremetocontratodos! UNBURGUÉS.—¡NiquefueseSansón! www.lectulandia.com-Página20 CYRANO.—¿Estaríaisdispuesto,caballero,aprestarmevuestramandíbula? UNADAMA.—(Desdesupalco.)¡Esinaudito! UNCABALLERO.—¡Escandaloso! UNBURGUÉS.—¡Vejatorio! UNPAJE.—¡Loquemeestoydivirtiendo! ELPATIO.—¡Kss!…¡Montfeury!…¡Cyrano!… CYRANO.—¡Silencio! ELPATIO.—(Delirando.)¡Uah!…¡Kikirikiiii!…¡Uah!…¡Beee!… CYRANO.—Os… UNPAJE.—¡Miau! CYRANO.—…osordenoquecalléis.Ydirijoundesafíocolectivoalpatio…Apunto elnombredetodoelquequierabatirse…¡Quesevayanacercandolosvalientes! … Por orden, ¡por orden!… ¡A cada uno le daré un número! ¡Vamos!, ¡a ver quiéneselprimeroenabrirlalista!…¿Vos?…¡No!¿Vos?…¡Tampoco!Aver quién es el primero. ¡Le daré el pasaporte con los honores que merece! ¡Que todos los que quieran morir levanten el dedo! (Silencio.) ¿Acaso el pudor os prohíbecontemplardesnudamiespada?…¡Niunhombre!…¡niunsolodedo!… ¡Estábien!…¡Entoncessigo!(VolviéndosehaciaelescenariodondeMontfleury esperaconangustia.)Deseoverelteatrolibredeestagangrena,sino…(Llevala manoasuespada.)¡Aquíestáelbisturí! MONTFLEURY.—Yo… CYRANO.—(Bajadesusilla,sesientaenelcentrodelredondelquesehaformadoy seinstalacomoensucasa.)Voyadartrespalmadas,lunallena.¡Alatercera,te eclipsarás! ELPATIO.—(Divertido.)¡Ah! CYRANO.—(Dandounapalmada.)¡Una! MONTFLEURY.—Yo… UNAVOZ.—(Desdeunodelospalcos.)¡Quedaos! ELPATIO.—¡Sequeda!…¡No!…¡Yocreoquesí!… MONTFLEURY.—Caballeros,yocreoque… CYRANO.—¡Dos! MONTFLEURY.—Seríamejorque… CYRANO.—¡Ytres! (Montfleurydesapareceenunabrirycerrardeojos.Risas,silbidosygritos.) LASALA.—¡Cobarde!…¡Quevuelva!… www.lectulandia.com-Página21 CYRANO.—(Alegre,sedejacaerenlasillacruzandolaspiernas.)¡Quevuelvasise atreve! UNBURGUÉS.—¡Aquíllegaelrepresentante!(Belleroseseadelantaysaluda.) LOSPALCOS.—¡Ah!…¡AhíestáBellerose!… BELLEROSE.—(Conelegancia.)¡Caballeros!… ELPATIO.—¡No!¡QuedaquesalgaJodelet! JODELET.—(Seadelantaydiceconvoznasal.)¡Hatajodeborregos! ELPATIO.—¡Bravo!…¡Muybien!… JODELET.— ¡Nada de bravos!… Esa foca cuyo vientre que tanto os divierte, se ha sentido…indis… ELPATIO.—¡Esuncobarde!… JODELET.—Sehavistoobligadoasalir… ELPATIO.—¡Queregrese! UNOS.—Eso,¡queregrese! OTROS.—¡No!¡No!…¡noqueremosniverle!… UNJOVEN.—(DirigiéndoseaCyrano.)¿Podríasaclararnosunacosa,caballero?¿Por quéodiáistantoaMontfleury? CYRANO.— (Siempre sentado.) Jovencito, tengo dos razones y cada una de ellas suficiente.Laprimera:esunactormalísimoquegritalosversosjadeando,peor queunaguador.Lasegundaesunsecreto. ELVIEJOBURGUÉS.—(Detrásdeél.)Peronoshabéisprivado,sinningúnescrúpulo, dever«LaCloris». CYRANO.— (Volviendo su silla hacia el burgués, le dice respetuosamente.) ¡Vieja mula!,losversosdelviejoBarónovalennadaylosheinterrumpidosinningún remordimiento. LAS DAMISELAS.— (Desde sus palcos.) ¡Ah!… ¡Hablar así de nuestro Baró!… ¡Habrásevisto!…¡Diosmío!… CYRANO.—(Volviéndosehacialospalcos,congalantería.)Hermosasdamas,brillad, floreced, escanciad el numen poético en el alma de los vates, enamorad a los muertosconvuestrassonrisas,inspiradnosversos…¡peronolosjuzguéis! BELLEROSE.—¿Yquiénvaadevolvereldineroaesagente? CYRANO.—(Volviendosusillahaciaelescenario.)Alfinalguienhadichounacosa inteligente.NomegustahaceragujerosenelmantodeTespis.(Arrojaunabolsa sobreelescenario.)¡Cogedesabolsaycallaos! (Rumoresdeadmiraciónenlasala.) www.lectulandia.com-Página22 JODELET.—(Cogiendorápidamentelabolsaysopesándola.)Aesteprecio,caballero, ospermitoquetodoslosdíasvengáisainterrumpir«LaCloris»…(Yañadeante la insistencia de los gritos del público:) ¡aunque tengamos que soportar estos berridos! BELLEROSE.—¡Hayqueevacuarlasala! JODELET.—¡Salgan,porfavor!¡Despejenellocal! (LagentecomienzaasalirbajolamiradasatisfechadeCyrano.Peroenseguida lamultitudsedetienealiniciarselasiguienteescena.Lasalidacesa.Lasmujeres, queyasehabíanpuestoenpieensuspalcosyhabíanrecogidosumanto,separana escucharyterminanporsentarse.) LEBRET.—(ACyrano.)¡Estásloco! UN IMPERTINENTE.— (Acercándose a Cyrano.) Si he de reconocer la verdad, Montfleuryesunescándaloparaelteatro,peroleprotegeelduquedeCandale. ¿Tenéisvosalgúnamo? CYRANO.—¡No! ELIMPERTINENTE.—¿Nolotenéis? CYRANO.—¡No! ELIMPERTINENTE.—¿Peronisiquieraungranseñorqueoscubraconsunombre? CYRANO.—(Irritado.)¡Oshedichodosvecesqueno!¿Esnecesarioquelorepitauna vez más? No tengo ningún protector… (Lleva mano a su espada.) ¡Pero sí una protectora! ELIMPERTINENTE.—¿Osmarcharéisdelaciudad? CYRANO.—Según.¡Yaveremos! ELIMPERTINENTE.—¡ElduquedeCandaletieneelbrazomuylargo! CYRANO.—Peronotantocomoelmíocuandoleañado(mostrandolaespada.)esto. ELIMPERTINENTE.—¡Niensueñospretenderéis…! CYRANO.—¡Lopretendo!Yahora…¡marchaos! ELIMPERTINENTE.—Pero… CYRANO.—¡Marchaos!Unmomento…Decidme,¿porquémiráistantominariz? ELIMPERTINENTE.—(Asustado.)¡Queyomiraba…! CYRANO.—¿Quétienedeextraño? ELIMPERTINENTE.—(Retrocediendo.)Vuestraseñoríaseequivoca. CYRANO.—¿Esblandaycolgantecomounatrompa? ELIMPERTINENTE.—(Retrocediendo.)Yo…no… www.lectulandia.com-Página23 CYRANO.—¿Oencorvadacomoelpicodeunbúho? ELIMPERTINENTE.—Yo… CYRANO.—¿Oacasotieneunaverrugaenlapunta? ELIMPERTINENTE.—Perosi… CYRANO.— ¿O alguna mosca por ella se pasea?… ¡Contestadme! ¿Tiene algo de extraño? ELIMPERTINENTE.—¡Oh! CYRANO.—¿Esunfenómeno? ELIMPERTINENTE.—Tuvemuchocuidadodenomirarla… CYRANO.—¿Yporquénolahabéismirado? ELIMPERTINENTE.—Yohabía… CYRANO.—¿Acasoosdisgusta? ELIMPERTINENTE.—¡Caballero! CYRANO.—¿Tanmalcolortiene? ELIMPERTINENTE.—¡Ohno!,noes… CYRANO.—Ysuforma…¿esobscena? ELIMPERTINENTE.—¡Queva!…¡Alcontrario! CYRANO.—¿Porquéladespreciáisentonces?¡Quizásospareceunpocogrande!… ELIMPERTINENTE.—Meparecepequeña…muypequeña…¡pequeñísima! CYRANO.—¿Qué?…¿Cómo?…¿Acusarmedesemejanteridículo?¡Pequeña!¿Que minarizespequeña? ELIMPERTINENTE.—¡Cielos!… CYRANO.— ¡Enorme!… Imbecil desnarigado. ¡Mi nariz es grandísima! Y has de saber, cabeza de alcornoque, que estoy muy orgulloso de semejante apéndice. Porque una nariz grande es característica de un hombre afable, bueno, cortés, liberal y valeroso, tal como soy y tal como vos nunca podréis ser, ¡lamentable idiota!,porqueunacarasinningunacosaespecial…(Leabofetea.) ELIMPERTINENTE.—¡Ay…! CYRANO.— … está tan desnuda de orgullo, de gracia, de lirismo y de suntuosidad, ¡comoésta(Levuelveporloshombrosyuneelgestoalapalabra.)alaquemi botavaabuscardebajodevuestraespalda! ELIMPERTINENTE.—(Huyendo.)¡Socorro!…¡cuidadoconesehombre! CYRANO.— ¡Que esto sirva de aviso a los papanatas que encuentran divertido el centrodemirostro!¡Ysi,porventura,elmirónesnoble,tengoporcostumbre, antesdedejarlemarchar,meterlepordelante,yunpocomásarriba,unaespada www.lectulandia.com-Página24 envezdelapuntademibota! DEGUICHE.—(Quebajadelescenarioacompañadoporlosmarqueses.)¡Terminará aburriéndonos! EL VIZCONDE DE VALVERT.— (Encogiéndose de hombros.) ¡No es más que un fanfarrón! DEGUICHE.—¿Ynadievaaresponderlecomosemerece? VALVERT.— ¿Nadie?… ¡Esperad un momento y veréis!… (Se dirige hacia Cyrano, queleobserva,yseplantaanteélconpedantería.)Tenéis…tenéis…unanariz… ¡unanarizmuygrande! CYRANO.—(Gravemente.)¡Mucho! VALVERT.—(Riendo.)¡Ja,Ja! CYRANO.—(Imperturbable.)¿Esoestodo? VALVERT.—Yo… CYRANO.— Sois poco inteligente, jovenzuelo. Pueden decirse muchas más cosas sobre mi nariz variando el tono. Por ejemplo, agresivo: «Si tuviese una nariz semejante, caballero, me la cortaría al momento»; amigable; «¿Cómo bebéis; metiendolanarizenlatazaoconlaayudadeunembudo?»;descriptivo;«¡Esuna roca… un pico… un cabo…! ¿Qué digo un cabo?… ¡es toda una península!»; curioso; «¿De qué os sirve esa nariz?, ¿de escritorio o guardáis en ella las tijeras?»;gracioso;«¿Tantoamáisalospájarosqueospreocupáisdeponerlesesa alcándaraparaqueseposen?»;truculento;«Cuandofumáisyelhumodeltabaco sale por esa chimenea… ¿no gritan los vecinos; ¡fuego!, ¡fuego!?»; prevenido; «Tenedmuchocuidado,porqueesepesoosharádardenaricescontraelsuelo», tierno; «Por favor, colocaros una sombrilla para que el sol no la marchite»; pedante; «Sólo un animal, al que Aristóteles llama hipocampelefantocamelos, tuvodebajodelafrentetantacarneytantohueso»;galante:«¿Quéhay,amigo? Ese garfio… ¿está de moda? Debe ser muy cómodo para colgar el sombrero»; enfático: «¡Oh, magistral nariz!, ¡ningún viento logrará resfriarte!»; dramático; «¡Es el mar Rojo cuando sangra!»; admirativo; «¡Qué maravilla para un perfumista!»; lírico; «Vuestra nariz… ¿es una concha? ¿Sois vos un tritón?»; sencillo;«¿Cuándosepuedevisitaresemonumento?»;respetuoso;«Permitidme, caballero, que os felicite; ¡eso es lo que se llama tener una personalidad!»; campestre;«¿Quéesesounanariz?…¿Creeustedquesoytantonto?…¡Esun nabo gigante o un melón pequeño!»; militar: «¡Apuntad con ese cañón a la caballería!»;práctico:«Siosadmitiesenenlalotería,seríaelpremiogordo».Y paraterminar,parodiandoloslamentosdePíramo:«¡Infeliznariz,quedestrozas la armonía del rostro de tu dueño!» Todo esto, poco más, es lo que hubierais dichosituvieseisingeniooalgunasletras.Perodeaquélnotenéisniunátomoy www.lectulandia.com-Página25 de letras únicamente las cinco que forman la palabra «tonto». Además, si poseyeseis la imaginación necesaria para dedicarme, ante estas nobles galerías, todosesospiropos,nohubieseisarticuladonilacuartapartedeunosolo,porque, comoyosépiropearmemejorquenadie,nooslohubiesepermitido. DE GUICHE.— (Intentando arrastrar al vizconde que está como petrificado.) ¡Dejémosle,vizconde! VALVERT.— (Sofocado.) ¡Demasiados humos para un hidalgillo… que… que ni siquierausaguantesysalealacallesincintas,sinborlasysincharreteras! CYRANO.— ¡Mi elegancia va por dentro y no me acicalo como un ganapan cualquiera!Aunqueparezcalocontrario,mecompongocuidadosamente,másque porfuera.Nosaldríaalacallesinhaberlavado,pornegligencia,unaafrenta;sin haberdespertadobienlaconciencia,oconelhonorarrugadoylosescrúpulosen duelo.Caminolimpioyadornadoconmilibertadymifranqueza.Encorseto,no mi cuerpo, sino mi alma, y en vez de cintas uso hazañas como adorno externo. Retorciendomiespíritucomosifueseunmostacho,alatravesarlosgruposylas plazashagosonarlasverdadescomoespuelas. VALVERT.—¡Caballero!… CYRANO.— ¿Que yo no tengo guantes?… Decís bien. Tenía uno solo, resto de un viejopar…yciertodía,comomemolestabayatenerlo,¡seloarrojéalrostroa ciertopetimetre! VALVERT.—¡Tunante!,¡bellaco!,¡sinvergüenza! CYRANO.— (Descubriéndose y saludando como si el vizconde acabara de presentarse.)Yyo,CyranoSabinoHérculesdeBergerac. (Risas.) VALVERT.—(Exasperado.)¡Bufón! CYRANO.—(Dandoungritocomosilehubiesedadouncalambre.)¡Ay! VALVERT.—(Queyaseiba,volviéndose.)¿Quépasaahora? CYRANO.— (Haciendo muecas de dolor.) Hay que airearla porque si no se enmohece…Estomesucedepornodarletrabajo…¡Ay! VALVERT.—¿Quéosocurre? CYRANO.—¡Sientoenmiespadaunhormigueo! VALVERT.—(Sacandolasuya.)Siloqueréis,¡sea! CYRANO.—Voyadarosunaestocadasorprendente. VALVERT.—(Condesprecio.)¡Poeta!… CYRANO.— Decís bien… ¡poeta!… y tan grande que, mientras combatimos, improvisaréenvuestrohonorunabalada. www.lectulandia.com-Página26 VALVERT.—¿Unabalada? CYRANO.—¿Acasonosabéisenquéconsiste?(Recitandocomosisetratasedeuna lección.)Labaladasecomponedetrescoplasdeochoversos… VALVERT.—(Riéndose.)¡Nosabía!… CYRANO.—(Continuando.)…ydeunenvíodecuatro… VALVERT.—Vos… CYRANO.— Compondré una mientras me bato, y tened por seguro que en el último versoseréistocado. VALVERT.—¡Nopodréis! CYRANO.—¿No?…(Declamando.) «Duelorimado enelpalaciodeBorgoñahabido entreunpoeta,Bergeracllamado, yunvizcondeinsolenteypresumido.» VALVERT.—¿Podéisdecirmequeeseso? CYRANO.—¡Eltítulo! VOCESDELPÚBLICO.—(Muyexcitado.)¡Dejadmesitio!…¡Estoseponedivertido!… ¡Colocaosenfila!…¡Silencio!… (Cuadro. Círculo de curiosos en el patio. Los marqueses, y los oficiales se mezclanalosciudadanosygentesdelpueblo;unospajessesubensobreloshombros deotrosparavermejorlaescena.Todaslasmujeresseponendepieensuspalcos.A la derecha, De Guiche y sus gentilhombres. A la izquierda, Le Bret, Ragueneau, Cuigy,etc.) CYRANO.—(Cerrandounmomentolosojos.)Esperad…estoyescogiendolasrimas. ¡Yaestá! (Uniendolaacciónalapalabra.) Tirocongraciaelsombrero y,lentamente,abandonada dejolacapaquemecubre paradespuéssacarlaespada. BrillantecomoCéladon ycomoScaramouchealado, osloprevengo,Myrmidón: ¡alfinalvaisasertocado! (Primerencuentro.) ¡Mejorosfueraserneutral! www.lectulandia.com-Página27 ¿Pordóndeostrincharémejor? ¿Tiroalflanco,bajolamanga, oallaureadocorazón? ¡Tin,tan!suenenlascazoletas; mipuntaesuninsectoalado; avuestrovientrevaderecha. ¡Alfinalvaisasertocado! (Segundoencuentro.) ¡Pronto,unarima!¡Sehacetarde! Vuestracaraestademudada… Medaiselconsonante:¡Cobarde! ¡Tac!Ahoraparoesaestocada Conlaqueibaisaalcanzarme abrolalínea.Lahecerrado, ¡Afirmaelhierro,Laridón, quealfinalvaisasertocado! (Anunciasolemnemente.)¡FINAL! PodéispediraDiosclemencia. Meparto.Ahoraestoylanzado afondo.Finto…¡Una…dos…tres…! (Tirándose.Elvizcondevacila.Cyranosaluda.) ¡Yenelfinalfuisteistocado! (Aclamaciones.Aplausosenlospalcos.Lluviadefloresypañuelos.Losoficiales rodeanyfelicitanaCyrano.Ragueneaubailaentusiasmado.LeBretestácontentoy almismotiemponervioso.Losamigosdelvizcondesostienenaésteyselollevan.) LAMULTITUD.—(Enunprolongadogrito.)¡Ah!… UNCABALLERO.—¡Soberbio! UNAMUJER.—¡Québonito! RAGUENEAU.—¡Prodigioso! UNMARQUÉS.—¡Original! LEBRET.—¡Insensato! (LagentesearremolinaentornoaCyrano.Seoyenfelicitacionesybravos.) UNAVOZDEMUJER.—¡Esunhéroe! UNMOSQUETERO.—(AvanzandorápidamentehaciaCyranoconlamanoabierta.)Os felicito,caballero.Lohabéishechomuybien,y,creedme,entiendodeestascosas. (Sealeja.) www.lectulandia.com-Página28 CYRANO.—(ACuigy.)¿Quiénes? CUIGY.—D'Artagnan. LEBRET.—(ACyrano,cogiéndoledelbrazo.)Vámonoshedehablarte, CYRANO.—Esperaquesalgatodaesagente.(ABellerose.)¿Puedoquedarme? BELLEROSE.—(Respetuosamente.)¡Claro!,¡nofaltabamás!(Seoyengritosfuera.) JODELET.—(Quehamirado.)EstánsilbandoaMontfleury. BELLEROSE.—«Sictransit»(Cambiandodetono,sedirigealporteroyalencargado de las luces.) Limpiad y cerrad todo, pero no apaguéis: después de la cena vendremosaensayarunanuevafarsaparamañana. (JodeletyBellerosesalentrasunagranreverenciaaCyrano.) ELPORTERO.—(ACyrano.)¿Yustednocena? CYRANO.—¿Yo?…¡No! (Elporteroseretira.) LEBRET.—(ACyrano.)¿Porqué? CYRANO.—(Conorgullo.)Porque…(Cambiandoeltonoalverqueelporteroestáya lejos.)¡Porquenotengoniuncéntimo! LE BRET.— (Haciendo ademán de lanzar una bolsa.) ¿Cómo?… ¿Y la bolsa de escudos? CYRANO.—Eralapensiónquemepasamipadre. LEBRET.—¿Dequévasavivirelrestodelmes? CYRANO.—Nomequedanada. LEBRET.—¡Tirareldinerodeesaforma!…¡Quétontería! CYRANO.—¡Peroquégusto! LACANTINERA.—(Tosiendodetrásdelpequeñomostrador.)¡Hum…!(CyranoyLe Bretsevuelven.Ellaavanzatímidamente.)Caballero,¡semeparteelcorazón,al saberquenopodéiscomer!(Señalandoelaparador.)Aquítengolonecesario… (Convalor.)¡Tomadlo! CYRANO.—(Descubriéndose.)¡Queridamuchacha!,aunquemiorgullodegascónme prohíbe aceptar la menor golosina de vuestros dedos, temo que mi negativa os cause pena; por eso aceptaré. (Se dirige al aparador y escoge.) ¡Bah!, poca cosa… Unos granos de este racimo… (Ella quiere darle el racimo entero, pero Cyrano coge solamente unos granos.) ¡Con esto vale! Un vaso… (Ella quiere echar en él vino, pero Cyrano la detiene.) de agua limpia y medio pastel de almendras.(Devuelvelaotramitad.) LEBRET.—¡Queestupidez! www.lectulandia.com-Página29 LACANTINERA.—¿Nadamásqueréistomar?… CYRANO.—Tumanoquierobesar.(Besalamanoqueellaletiende,comosifuerala deunaprincesa.) LACANTINERA.—Gracias.(Haciendounareverencia.)Adiós,caballero. (Vase.) www.lectulandia.com-Página30 ESCENAV CYRANO,LEBRETydespuéselportero. CYRANO.— (A Le Bret.) ¿Qué tienes que decirme? Te escucho. (Se sienta ante el mostradorycolocaencima,porelordenindicado,elpasteldealmendras,elvaso de agua y los granos de uva.) ¡Cena, bebida y postre! Ahora: ¡a comer! ¡Ah! ¡Teníaunhambreespantosa!…(Comiendo.)¿Quédecías? LEBRET.—Esosairesdegrandezacambiarántucarácter.Pregunta…¡preguntaala gentesensatayteenterarásdelefectoqueproducentusalgaradas! CYRANO.—(Terminandosupasteldealmendras.)Enorme,sinduda. LEBRET.—ElCardenal. CYRANO.—(Sorprendido.)¿Cómo?…¿EstabaallíelCardenal? LEBRET.—Sí.Lehadebidoparecer… CYRANO.—Muyoriginal. LEBRET.—Sinembargo… CYRANO.—Esunautor.Noledesagradaráquealguienestropeelarepresentaciónde otrocolega. LEBRET.—Meparecequeteestásbuscandodemasiadosenemigos. CYRANO.— (Comenzando con sus granos de uva.) ¿Cuántos crees, poco más o menos,queheconseguidoestanoche? LEBRET.—Cuarentayocho…sincontarlasdamas. CYRANO.—¡Noestámal!Enumeralos. LEBRET.—Montfleury,elburgués,DeGuiche,elvizconde,Baró,LaAcademia… CYRANO.—¡Basta!¡Estoyorgulloso! LEBRET.—Pero¿adóndecreesquetellevaráesaformadevida?¿Quéintentas? CYRANO.— Me encontré en una encrucijada: ante mí había muchos caminos y… ¡escogíuno! LEBRET.—¿Cuál? CYRANO.—Elmássencillo.Hedecididoseradmirableportodoyentodo. LE BRET.— (Encogiéndose de hombros.) ¡Bueno! Dime, al menos, el verdadero motivodetuodioporMontfleury. CYRANO.— (Levantándose.) Ese sátiro ventrudo, que no puede tocarse el ombligo coneldedo,creesertodavíaundulcepeligroparalasmujeres;yaunquealrecitar farfulla, lanza miradas de besugo con sus ojos de carpa hacia ellas. ¡Le odio www.lectulandia.com-Página31 porqueciertanochetuvolaosadíadefijarsumiradaenella!…¡Meparecióver comosisugranlimacosedeslizasesobreunaflor! LEBRET.—¿Peroesposiblequetú…? CYRANO.— (Con risa amarga.) ¿Que yo ame?… (Cambiando de tono y con gravedad.)Puesamo. LEBRET.—¿Yquiénesella?¡Nuncamelohabíasdicho! CYRANO.— ¿Quién puede ser?… Reflexiona y lo comprenderás. Me está prohibido soñarconseramado,inclusoporunamujerfea,acausadeestanarizquellegaun cuartodehoraantesqueyoacualquierparte.¿Aquienvoyaamarentonces?Es lógico:Amoalamásbella. LEBRET.—¿Alamásbella? CYRANO.—Esmuysencillo:estoyenamoradodelamujermásbelladelmundo,dela másresplandeciente,delamásdelicada,(Conacaloramiento.)delamásrubia… LEBRET.—¡Diosmío!¿Yquiénesesamujer? CYRANO.—Sinquererlo,unpeligromortal;perotanexquisito,tanmaravilloso,que nosepuedepensarenotrosemejante;esunatrampadelanaturaleza…¡unarosa en la que el amor tiende una emboscada! Quien conoce su sonrisa, conoce la perfección.Hacesurgirlagraciadelanada;parecequeencadagestoposeeun airedivino.¡Nitú,Venus,sabríassubiratuconcha,nitú,Diana,caminarporlos extensosbosquesfloridos,conlagraciaconqueellasubeasucupéycaminapor París! LEBRET.—¡Caramba!…Yalohecomprendido:¡estáclaro! CYRANO.—¡Mepareceevidente! LEBRET.—¿NoesMagdalenaRobin,tuprima? CYRANO.—Sí;Roxana. LEBRET.—¡Vaya!,¡perosiesestupendo!¿Laquieres?¡Puesdíselo!Estanochete hascubiertodegloriaasusojos. CYRANO.— Amigo mío, mírame y dime si puedo esperar algo con esta protuberancia…No,nomehagoilusiones.Aveces,alatardecer,meenternezco, entroenunjardínperfumado…conmienormenarizolfateoelabril…soytodo ojos:alaluzdeunrayodelunaplateado,unadama,delbrazodeuncaballero, caminalentamente…;tambiénamímegustaríallevarunadelbrazo.Meexalto, meolvidodetodo…yderepente.¡Contemplolasombrademiperfilenelmuro deljardín! LEBRET.—(Emocionado.)¡Amigomío!… CYRANO.—¡Simevierasenesosdesgraciadosmomentosenquemesientotanfeoy www.lectulandia.com-Página32 tansolo!… LEBRET.—(Cogiéndolelasmanosconvivacidad.)Pero…¿estásllorando? CYRANO.— ¡No!, ¡eso nunca! ¡Sería demasiado ridículo si a lo largo de esta nariz corriese una lágrima! Mientras sea dueño de mí, no permitiré que la divina belleza de las lágrimas se mezcle a tan grosera fealdad; óyeme: no hay nada… ¡nohaynadatansublimecomolaslágrimas!Noquieroqueprovocandolarisa,se viesenridiculizadaspormiculpa… LEBRET.—¡Vamos,noteentristezcas!…¡Elamornoesmásqueazar! CYRANO.—(Moviendo la cabeza.) ¡No! Estoy enamorado de Cleopatra: ¿Tengo el airedeunCésar?AdoroaBerenice…¿tengoelaspectodeunTito? LEBRET.—¡Vamos,Cyrano!Hasvistoquelosojosdeesamuchachaqueteofreció lacena,notedetestaban… CYRANO.—(Animado.)¡Puestienesrazón! LEBRET.—Entonces…¿qué?LamismaRoxanahaseguidoelduelocompletamente demudada… CYRANO.—¿Completamentedemudada? LEBRET.—Suespírituysucorazónestányaasombrados…¡Atrévete!…¡Háblale! CYRANO.— ¿Y que ella se ría en mis narices?… ¡No! Es lo único que temo en el mundo. ELPORTERO.—(IntroduciendoaalguienaCyrano.)¡Caballero,preguntanporvos! CYRANO.—(Viendoaladueña.)¡Diosmío!¡Sudueña!… www.lectulandia.com-Página33 ESCENAVI CYRANO,LEBRETyladueña. LADUEÑA.—(Trasungransaludo.)Miamadeseasabersipuedeverensecretoasu valienteprimo. CYRANO.—(Turbado.)¿Verme? LADUEÑA.—(Conunareverencia.)Sí,veros.Tienealgoquedeciros. CYRANO.—¿Qué? LADUEÑA.—(Nuevareverencia.)¡Cosas! CYRANO.—(Vacilando.)¡Diosmío! LADUEÑA.—Conlosprimerosrayosdelalba,iráaoírmisaaSanRoque. CYRANO.—(ApoyándoseenLeBret.)¡Diosmío! LADUEÑA.—Alasalida…¿podríaentrarenalgunaparteyhablarconvos? CYRANO.—(Confuso.)¿Don…?Yo…pero…¡Diosmío! LADUEÑA.—¡Contestaddeprisa! CYRANO.—Estoypensando. LADUEÑA.—¿Dónde? CYRANO.—En…encasadeRegueneau,elpastelero. LADUEÑA.—¿Dóndeestá? CYRANO.—Enlacalle¡Diosmío!…deSanHonorato… LADUEÑA.—(Saliendo.)Allíestaráalassiete.¡Sedpuntual! CYRANO.—¡Allíestaré! (Ladueñasale.) www.lectulandia.com-Página34 ESCENAVII CYRANO,LEBRET;despuésloscomediantes,CUIGY,BRISSAILLE,LIGNIÈRE,elportero ylosmúsicos. CYRANO.—(CayendoenbrazosdeLeBret.)Pero…¡conella!…¡Unaentrevistacon ella! LEBRET.—¿Yanoestástriste? CYRANO.—¡Ay!,¡almenossabequeexisto! LEBRET.—¿Estarásmástranquiloahora? CYRANO.—(Fueradesí.)Ahora…¡ahoraestoyfrenético,fulminante!¡Necesitotodo un regimiento para destrozarlo! Tengo diez corazones, veinte brazos… ¡no me basta con descuartizar enanos! (Gritando con todas sus fuerzas.) ¡Quiero gigantes! (Desdehaceunmomento,alfondodelescenario,lassombrasdeloscomediantes seagitanycuchichean;comienzanaensayar;losmúsicoshanocupadosusitio.) UNA VOZ.— (Desde el escenario.) ¡Eh, los de abajo! ¡Silencio, que estamos ensayandoaquíarriba! CYRANO.—(Riendo.)Vámonos. (Cuando van a salir, entran por la puerta del fondo Cuigy, Brissaille y varios oficialesquesostienenaLignière,completamenteborracho.) CUIGY.—¡Cyrano! CYRANO.—¿Quépasa? CUIGY.—Tetraemosunacubadevino. CYRANO.—(Reconociéndole.)¡Lignière!Pero¿quétehapasado? CUIGY.—Estababuscándote. BRISSAILLE.—Nopuederegresarasucasa. CYRANO.—¿Porqué? LIGNIÈRE.—(Con voz pastosa, mostrándole una nota arrugada.) En esta nota… se me advierte… cien hombres contra mí… por la… cancioncilla… corro un gran peligro… la Puerta de Nesle… para volver a mi casa… Tengo que pasar por allí…Déjamequeduermaestanoche…entucasa… CYRANO.—¿Cienhombres,hasdicho?¡Estanochedormirásentucama! LIGNIÈRE.—(Espantado.)Pero… www.lectulandia.com-Página35 CYRANO.— (Con una gran voz, señalándole la linterna encendida que el portero balancea mientras escucha con curiosidad esta escena.) ¡Coge esa linterna! (Lignièrelohaceapresuradamente.)¡Andando!Tejuroqueyomismotemeteré estanocheentrelassábanas.(Alosoficiales.)Yvosotros,seguidnosadistancia: serviréisdetestigos. CUIGY.—¡Perocienhombres!… CYRANO.—¡Nonecesitomenosestanoche! (Loscomediantes,hanbajadodelescenarioysehanacercadovestidosconlos diversostrajesdelarepresentación.) LEBRET.—Pero¿porquévasaprotegera… CYRANO.—¡YaestáLeBretgruñendo! LEBRET.—…esteborracho? CYRANO.—(DandounapalmadaenloshombrosdeLignière.)Porqueesteborracho, estacubadevinoqueaquíveshizociertodíaalgoadmirable.Alsalirdemisa, vioquelaqueélamabatomabaaguabendita,segúnescostumbre;yentoncesél, queensuvidahaprobadounagota,corrióalapila,seinclinósobrelaconchay selabebiótoda. UNACOMEDIANTA.—(Vestidadecriada.)¡Vaya!,¡quégalante! CYRANO.—¿Verdadquesí,criada? LACOMEDIANTA.—(Alosotros.)Pero…¿porquésonciencontraunpobrepoeta? CYRANO.— ¡Vamos! (A los oficiales.) Y vos, caballeros, al verme cargar, no me secundéis,porgrandequeseaelpeligro. OTRACOMEDIANTA.—(Saltandodelescenario.)¡Yomevoyaverlo! CYRANO.—¡Venid! OTRA.—(Saltandotambién,lediceaunviejoactor.)¿Vienes,Casandro? CYRANO.—¡Venidtodos!Eldoctor,Isabel,Leandra…Unidconvuestrapresenciala farsa italiana y este drama español. ¡Que al estruendo de las armas se una el tintineodeloscascabelesdevuestrosvestidos! TODASLASMUJERES.—(Brincandodealegría.)¡Bravo!…¡Aprisa,mimanto!…¡Un capuchón!… JODELET.—¡Vamostodos! CYRANO.—(Alosmúsicos.)Yvosotros,señores,tocad,¡tocadalgo!(Losmúsicosse unen al cortejo. Los demás cogen las candelas encendidas de la rampa y las distribuyen. Parece una marcha de antorchas.) ¡Bravo!… Oficiales, mujeres disfrazadas y veinte pasos delante (Se coloca como dice.) yo, completamente solo,bajoelpenachoquelagloriamismahincóenestesombreroaltivo,comoun www.lectulandia.com-Página36 Escipión triplemente narigudo. ¿Habéis comprendido?… ¡Os prohíbo que me ayudéis! ¿Está claro? ¡Uno, dos y tres!… ¡Portero!, abrid la puerta. (Elportero abrelosdosbatientes.ApareceunrincóndelviejoParís,pintorescoeiluminado porlaluna.)¡Ah!,Paríshuye,nocturnoycasinebuloso.Laclaridaddelalunase deslizaporlostejadosazules…¡Bellofondoparaestaescena!Alláabajo,velado consuspropiosvapores,elSena,comounmisteriosoymágicoespejo,tiembla… ¡Ahoraveréisloqueveréis! TODOS.—¡AlapuertadeNesle! CYRANO.—(Depieenelumbral.)¡AlaPuertadeNesle!(Antesdesalir,sedirigea lacriada.) Señorita, ¿no preguntabais por qué enviaron cien hombres contra un solo poetrastro? (Saca la espada y añade tranquilamente.) ¡Pues porque saben queesamigomío! (Sale. El cortejo, con Lignière vacilante a la cabeza, seguido por las comediantas,delbrazodelosoficialesyporloscómicos,quebrincan,seponenen marchaalsondelosviolinesybajolaluzdelasantorchas.) TELÓN www.lectulandia.com-Página37 ACTOSEGUNDO Lahosteríadelospoetas InteriordelatiendadeRagueneau,amplioestablecimientoenlaconfluenciadelas callesdeSanHonoratoydeElÁrbolSecoque,alaclaridaddelasprimerasluces matutinas, se ven grises a través de las vidrieras de la puerta. A la izquierda, en primer término, un mostrador coronado por un bastidor de hierro forjado del que cuelgan gansos, patos y pavos. En grandes jarras de porcelana, ramos de flores silvestres,especialmentedegirasoles.Enelmismoladoyensegundotérmino,una granchimenea;anteella,entregrandesmorillos,cadaunodeloscualessoportauna pequeñamarmita,losasadosgoteangrasaenlascacerolas. Aladerecha,yenprimertérmino,unapuerta.Ensegundotérmino,unaescaleraque subeaunasalareservadacuyointeriorsepercibeporlospostigosentreabiertos:una mesa preparada sobre la que luce una lámpara; es un reducto donde se come y se bebe.Unagaleríademadera,amododecontinuacióndelaescalera,parececonducir a otros reservados análogos. En medio de la pollería-pastelería de Ragueneau, un bastidor de hierro que se puede bajar por medio de una cuerda y del que cuelgan grandestasajos,formaunaespeciedelámparadecaza. Los hornos resplandecen en la sombra, bajo la escalera. Los metales relucen; los asadoresgiran;laspiezasdecazaseamontonanenpirámides;jamonesquecuelgan. Eslahoradelahornadamatinal.Ajetreodemarmitonesasustados,gordoscocineros yflacosayudantes.Abundanlosgorrosdecocinaconplumasdepolloodegallina. Sobrebandejasdechapayencestasplanasdemimbre,setransportanmontañasde pastelesybizcochos. Mesascubiertasdepastelesyplatos.Otras,rodeadasdesillas,esperanlallegadade clientes.Una,máspequeñaquelasdemás,enunrincón,quedaocultatrasunmontón depapeles.Allevantarseeltelón,Ragueneauestásentadoenella,escribiendo. www.lectulandia.com-Página38 ESCENAI RAGUENEAU,pasteleros;despuésLISA;RAGUENEAUestáescribiendoenlamesitadel rincónconaireinspiradoycontandolassilabasconlosdedos. PRIMERPASTELERO.—(Trayendounmoldedetorta.)¡Tartadefrutas! SEGUNDOPASTELERO.—(Conunplato.)¡Flan! TERCERPASTELERO.—(Trayendounasadoadornadoconplumas.)¡Pavo! CUARTOPASTELERO.—(Conunabandejadepasteles.)¡«Roinsoles»! QUINTOPASTELERO.—(Conuntarro.)¡Carnedevacaenadobo! RAGUENEAU.— (Dejando de escribir y levantando la cabeza.) ¡Sobre el cobre se deslizanlosreflejosplateadosdelaaurora!¡Ragueneau,ahogalamusaqueenti canta!… ¡Ya llegará su hora: hay que hacer la hornada! (Se levanta. A un cocinero.)Tú,cuidadealargarestasalsa,¡esdemasiadocorta! ELCOCINERO.—¿Cuánto? RAGUENEAU.—¡Trespies! ELCOCINERO.—¿Cómo? PRIMERPASTELERO.—¡Latarta! SEGUNDOPASTELERO.—¡Latorta! RAGUENEAU.— (Ante la chimenea.) ¡Aléjate de mí, musa mía, para que tus maravillosos ojos no enrojezcan con el fuego de estos tizones! (Aunpastelero, señalandolospanes.)Estámalcolocadalahendiduradeestashogazas.Hayque poner en el centro la cesura, entre los hemistiquios. (A otro, mostrándole un pastelamediohacer.)¡Aestepalaciodealmendrashayqueponerletecho!(Aun joven aprendiz que, sentado en el suelo, ensarta aves.) Y tú, sobre ese asador interminable,ponelsimplepollojuntoalasoberbiapavaalternándolos,hijomío, comoelviejoMalherbealternabalosversosgrandesconlospequeños.¡Quelas estrofasdelosasadosgirenenelfuego! OTRO APRENDIZ.— (Avanzando con una bandeja tapada con una servilleta.) ¡Maestro!, pensando en vuestras aficiones hice esto. Espero que os guste. (Descubrelabandejayseveunagranliradepastel.) RAGUENEAU.—(Deslumbrado.)¡Unalira! ELAPRENDIZ.—Esdebizcocho. RAGUENEAU.—(Emocionado.)¡Ytienefrutosconfitados! ELAPRENDIZ.—Lascuerdassondeazúcar. www.lectulandia.com-Página39 RAGUENEAU.—(Dándoledinero.)Toma,¡paraquebebasamisalud!(ViendoaLisa queentra.) ¡Cuidado! Lárgate, que está mi mujer… ¡Y esconde ese dinero! (A Lisa,enseñándolelaliraparasalirdelapuro.)¿Quéteparece?Bonito,¿verdad? LISA.—¡Esridículo!(Depositasobreelmostradorunapiladecucuruchosdepapel.) RAGUENEAU.—¿Cucuruchos?…¡Estupendo!Gracias.(Losmira.)¡SantoCielo!¡mis libros sagrados! ¡Los versos de mis amigos desgarrados, desmembrados para hacercucuruchosymeterenellospiñones!¡Ah!…¡renováiselmitodeOrfeoy lasbacantes! LISA.—(Consequedad.)¿Acasonotengoderecho?Porlomenos,yaquetusamigos nomepagannuncaloquecomen,quesirvansusversosparaalgo. RAGUENEAU.— ¡Cállate! ¿Cómo te atreves a insultar a cigarras tan maravillosas siendotúunahormiga? LISA.—Amigomío,¡antesdefrecuentaraesagente,nomellamabasnibacanteni hormiga! RAGUENEAU.—¡Hacerestoconversostanmaravillosos!… LISA.—¡Nosirvenparaotracosa! RAGUENEAU.—¿Quéharíasentoncesconlaprosa? LISA.—¡Lomismo! www.lectulandia.com-Página40 ESCENAII Losmismosydosniñosqueacabandeentrarenlapastelería. RAGUENEAU.—¿Quéqueréis,pequeños? PRIMERNIÑO.—Trespasteles. RAGUENEAU.—(Sirviéndoselos.)Aquílostenéis…¡calentitostodavía! SEGUNDONIÑO.—¿Podríasenvolvérnoslos,porfavor? RAGUENEAU.— (Aparte y deprimido.) ¡Maldita sea!… ¡mis versos! (A los niños.) ¿Queoslosenvuelva?(Tomauncucuruchoyalponerenéllospasteleslee.)«Tal UliseseldíaquedejóaPenélope…»¡No,ésteno!(Lodejaaunlado,cogeotro y,enelmomentodeponerenéllospasteles,lee:)«ElrubioFebo…»¡No,éste tampoco!(Elmismojuego.) LISA.—(Impacientándose.)¡Bien!,¿aquéesperas? RAGUENEAU.— ¡Ya, va!… ¡ya va!… ¡ya va!… (Coge un tercer cucurucho y, con resignación, envuelve en él los pasteles.) «En soneto a Filis…» ¡Ay!, ¡esto es muchopeor! LISA.— ¡Menos mal que por fin se ha decidido! (Encogiéndose de hombros.) ¡Nicodemo! (Sesubesobreunasillaysedisponeacolocarplatosenelestante.) RAGUENEAU.—(Aprovechando que ella está de espaldas, llama a los niños que ya vanasalir.)¡Eh,pequeños!¡DevolvedmeelsonetoaFilisy,enlugardetres,os daré seis pasteles! (Los niños le devuelven el cucurucho, cogen deprisa los pasteles y salen. Ragueneau desdobla el papel y comienza a leer declamando.) «Filis…»¡Malditasea!…¡sobreestedulcenombreunamanchademantequilla! «Filis…» (Cyranoentrabruscamente.) www.lectulandia.com-Página41 ESCENAIII RAGUENEAU,LISA,CYRANO;despuésunmosquetero. CYRANO.—¿Quéhoraes? RAGUENEAU.—(Saludándoleconafecto.)Lasseis. CYRANO.—(Emocionado.)¡Dentrodeunahora!… (Paseaimpacienteporlatienda.) RAGUENEAU.—(Yendodetrásdeél.)¡Bravo!Yavi… CYRANO.—¿Qué? RAGUENEAU.—¡Vuestrocombate! CYRANO.—¿Cuál? RAGUENEAU.—EldelpalaciodeBorgoña. CYRANO.—(Condesdén.)¡Ah!…¡elduelo! RAGUENEAU.—(Admirativo.)Sí,¡eldueloenverso! LISA.—¡Nocesadealabaros! CYRANO.—¡Bah!…¡notuvoimportancia! RAGUENEAU.—(Lanzándoseafondoconunasadorquehacogido.)«¡Yenelfinal fuisteistocado!…¡yenelfinalfuisteistocado!…»¡Esprecioso!(Concreciente entusiasmo.)«¡Yenelfinalfuisteis…!» CYRANO.—¿Quéhoraes,Ragueneau? RAGUENEAU.—(Enposicióndelanzarseafondoparadarleestocada,miraelreloj.) Lasseisycinco…¡«tocado»!(Selevanta.)¡Oh!…¡hacerunabaladaasí! LISA.— (Al pasar junto al mostrador aprieta la mano distraídamente a Cyrano.) ¿Quétenéisenlamano? CYRANO.—Nada.Unrasguño. RAGUENEAU.—¿Habéiscorridoalgúnpeligro? CYRANO.—Ninguno. LISA.—(Amenazándoleconeldedo.)¡Meparecequeestáismintiendo! CYRANO.— ¿Acaso se me mueve la nariz? ¡Sería necesaria una gran mentira!… (Cambiandodetono.)Esperoaunapersona.Quieroquenosdejéissolos. RAGUENEAU.—Nosésipodré…Vanavenirmisamigos,lospoetas. LISA.—(Conironía.)¡Asuprimeracomida! www.lectulandia.com-Página42 CYRANO.—Cuandotehagaunaseña,tealejarás.¿Quéhoraes? RAGUENEAU.—¡Lasseisydiez! CYRANO.—(Sentándose con nerviosismo en la mesa de Ragueneau y cogiendo un papel.)¿Tienesunapluma? RAGUENEAU.—(Ofreciéndolelaquetieneenlaoreja.)¡Decisne! UNMOSQUETERO.—(Consoberbiosmostachos,entraysaludaconvozestentórea.) ¡Salud! (Lisasedirigeaprisahaciaél.) CYRANO.—(Volviéndose.)¿Quiénes? RAGUENEAU.—Unamigodemimujer.¡Unterribleguerrero,segúndice! CYRANO.— (Volviendo a tomar la pluma y alejando con el gesto a Ragueneau.) ¡Chiss!…(Parasímismo.)Escribir,plegarla,dárselaymarcharme…(Tirandola pluma.) ¡Cobarde!… Pero moriré si me atrevo a hablarle, a decirle una sola palabra…(ARagueneau.)¿Quéhoraes? RAGUENEAU.—Lasseisycuarto. CYRANO.—(Golpeándoseelpecho.)…unasolapalabradetodaslasque…mientras queescribiendo…(Vuelveacogerlapluma.)Bien,escribamosestacartadeamor quemilveceshehechoyrehecho,detalformaqueestépreparadaynotengamás quevolveracopiarla. (Escribe; tras las vidrieras de la puerta se distinguen siluetas delgadas e imprecisas.) www.lectulandia.com-Página43 ESCENAIV RAGUENEAU,LISA,elmosquetero,CYRANOsentadoenlamesadelrincóny escribiendo;lospoetas,vestidosdenegro,conlasmediascaídasyllenosdebarro. LISA.—(ARagueneau.)¡Yaestánaquítusdesharrapados! PRIMERPOETA.—(Entrando,aRagueneau.)¡Amigomío! SEGUNDOPOETA.—(Lomismo,dándoleunapretóndemanos.)¡Queridocolega! TERCERPOETA.—¡Salud,reydelospasteleros!(Olfatea.)¡Québienhueleaquí! CUARTOPOETA.—¡Oh,Febo-Pastelero! QUINTOPOETA.—¡Apolodeloscocineros! RAGUENEAU.—(Rodeado,abrazado,yzarandeadoporvariasmanos.)¡Quéagusto meencuentroensucompañía! PRIMERPOETA.—NoshemosretrasadoporquelaPuertadeNesleestabaabarrotada degente. SEGUNDO POETA.— ¡Ocho malandrines ensangrentados y rajados de arriba abajo, adornabanlasaceras! CYRANO.— (Levantando un instante la cabeza.) ¿Ocho?… ¡Vaya! ¡Creía que eran siete!(Sigueescribiendo.) RAGUENEAU.—(ACyrano.)¿Esqueconocéisalhéroedelcombate? CYRANO.—(Connegligencia.)¿Yo?…¡No! LISA.—(Almosquetero.)Yvos…¿leconocéis? ELMOSQUETERO.(Retorciéndoseelmostacho.)¡Talvez! CYRANO.— (Escribiendo aparte; de vez en cuando se le oye murmurar.) «Yo os amo…» PRIMERPOETA.—¡Aseguranqueunsolohombrebastóparaponeratodalabandaen fuga!… SEGUNDOPOETA.—¡Eracurioso!…¡Picasygarrotescubríanelsuelo!… CYRANO.—(Escribiendo.)«Vuestrosojos…» TERCERPOETA.—¡HemosencontradosombreroshastaenelmuelledelosOrfebres! … PRIMERPOETA.—Debióseruncombateferoz… CYRANO.—(Lomismo.)«Vuestroslabios…» PRIMERPOETA.—…¡Yunterriblegiganteelautordelahazaña! www.lectulandia.com-Página44 CYRANO.—(Lomismo.)…«Ytiemblodemiedocuandoosmiro.» SEGUNDOPOETA.—(Metiéndoseunpastelenlaboca.)¿Hascompuestoalgúnverso nuevo,Ragueneau? CYRANO.—(Lomismo.) «Que os ama…» (Se detiene en el momento de escribir la direcciónyselevantatrasmeterlacartaensujubón.)Nonecesitadirección.La entregaréyomismo. RAGUENEAU.—(Alsegundopoeta.)Sí,compuseunarecetaenverso. TERCER POETA.— (Sentándose junto a una bandeja de pasteles de crema.) ¡Oigámosla! CUARTO POETA.— (Mirando un bizcocho que ha cogido.) Este bizcocho tiene el sombreroalrevés.(Lodejasinsombrerodeunmordisco.) PRIMER POETA.— ¡Este pastel, con sus ojos de almendra y sus cejas de angélica, pareceperseguiralpoetahambriento! SEGUNDOPOETA.—¡Teescuchamos! TERCERPOETA.— (Aplastando ligeramente un «chou» entre sus dedos.) El «chou» babeasucrema…¡parecequeseríe! SEGUNDOPOETA.—(Mordiendo la gran lira de pastel.) ¡Es la primera vez que una liramealimenta! RAGUENEAU.—(Quesedisponearecitar,tose,asegurasugorrayadoptaunaactitud afectada.)¡Unarecetaenverso! SEGUNDOPOETA.—(Alprimerodándoleconelcodo.)¿Estásdesayunando? PRIMERPOETA.—(Alsegundo.)Sí…¿ytúcenas? RAGUENEAU.—«Cómosehaceunatartadealmendras».Batidclaradehuevohasta quesalgaespuma;añadidjugodecidraylechedealmendrasdulces;colocaden elflancopastaflorayunpocodebizcochoenlosdoslados;vertedgotaagotaen vuestromoldelaespuma;metedlotodoalhorno;sacadlascuandoesténdoradasy tendréishechaslastartasalmendradas. LOSPOETAS.—(Conlabocallena.)¡Exquisito!…¡delicioso! UNPOETA.—(Atragantándose.)¡Homph!… (Sedirigenhaciaelfondo,comiendo.Cyrano,quehaobservadotodalaescena, seadelantahaciaRagueneau.) CYRANO.—¿Novesqueacunadosportuvozsehinchan? RAGUENEAU.—(Envozbaja,conunasonrisa.)Yalosveo…¡sinmirarlesparaque noseturben!Recitardeestaformamisversosmecausadobleplacer:¡Satisfago ladulcenecesidadquetengoydoydecomeralosquenohancomido! www.lectulandia.com-Página45 CYRANO.—(Dándoleunapalmadaenelhombro.)¡Mehacesgracia!(Ragueneauva a reunirse con sus amigos; Cyrano le sigue con la mirada; luego, un poco bruscamente.) ¡Eh, Lisa! (Lisa, que estaba hablando con el mosquetero, se sobresaltaydesciendehaciaCyrano.)Esecapitán…¿osasedia? LISA.— (Ofendida.) ¡Oh!… Con una mirada, mis ojos sabrían vencer cualquier ataquecontramivirtud. CYRANO.—Paraservencedores,veovuestrosojosabatidos. LISA.—(Sofocada.)Pero… CYRANO.—(Claramente.)Ragueneaumeagrada…ynopermitiré,señoraLisa,que nadieleridiculice. LISA.—Pero… CYRANO.—(Quehalevantadolavozlosuficientecomoparaseroídoporelgalán.) ¡Abuenentendedor…! (Saludaalmosqueteroysecolocaenlapuertadelfondo,observando,trasechar unaojeadaalreloj.) LISA.— (Al mosquetero que simplemente ha devuelto su saludo a Cyrano.) ¡La verdad…measombráis!…¡Replicadleensusnarices! EL MOSQUETERO.— ¿En sus narices?… ¿En sus narices?… ¡Bah! (Se aleja rápidamenteseguidoporLisa.) CYRANO.— (Desde la puerta del fondo, haciendo señas a Ragueneau para que se llevealospoetas.)¡Eh!…¡eh!… RAGUENEAU.—(Alospoetas,señalándoleslapuertadeladerecha.)Estaremosmejor allí… CYRANO.—(Impaciente.)¡Eh!…¡pst!… RAGUENEAU.—(Arrastrándoles.)…siqueremosleerversos. PRIMERPOETA.—(Desesperadoyconlabocallena.)¡Perolospasteles! SEGUNDOPOETA.—¡Llevémonoslos! (Todos salen en procesión detrás de Ragueneau, después de haber recogido variasbandejas.) www.lectulandia.com-Página46 ESCENAV CYRANO,ROXANA,ladueña. CYRANO.—Encuantosepresentelaocasión,sacarélacarta.(Roxana,enmascarada y seguida por la dueña, aparece detrás de las vidrieras. Cyrano abre rápidamente la puerta.) ¡Pasad! (Dirigiéndose a la dueña.) ¡Permitidme dos palabras,dueña! LADUEÑA.—Lasquequeráis. CYRANO.—¿Soisgolosa? LADUEÑA.—¡Conlocura! CYRANO.—(Cogiendovarioscucuruchosdelmostrador.)Bien,aquíhaydossonetos deBenserade… LADUEÑA.—(Decepcionada.)Pero… CYRANO.—…queosllenarédepastelesdecrema. LADUEÑA.—(Cambiandoelgesto.)¡Ah! CYRANO.—¿Osgustanesospastelesquellaman«petitchou»? LADUEÑA.—(Condignidad.)Caballero,¡todoloquetengacrema! CYRANO.—Puesaquí,enelsenodeunpoemadeSaint-Amant,osdejoseis.¡Yen estos versos de Chapelain os entrego un fragmento, menos pesado, eso sí, de torta!¡Ah!…¿Osgustanlospastelesreciénsacadosdelhorno? LADUEÑA.—¡Hastaponermemala! CYRANO.—(Cargándolelosbrazosdecucuruchosconpasteles.)Ahoraidosacomer todoestoalacalle. LADUEÑA.—Pero… CYRANO.—(Empujándolahaciaafuera.)¡Ynovolváishastahaberlosterminado! (Cierra la puerta y se dirige hacia Roxana, deteniéndose respetuosamente descubierto,aciertadistancia.) www.lectulandia.com-Página47 ESCENAVI CYRANO,ROXANAyladueñaunmomento. CYRANO.—¡Benditoseaelinstanteenque,acordándosedequeexisto,llegáispara hablarme!¿Quétenéisquedecirme? ROXANA.—(Quesehaquitadoelantifaz.)Antetododaroslasgraciasporqueayer triunfasteis sobre un petulante que, según los deseos de un gran señor, de mí enamorado… CYRANO.—¿DeGuiche?… ROXANA.—…tratabandeimponermecomomarido. CYRANO.—Unmaridocomplaciente¿no?(Saludando.)Señoramía,siayermebatí, nofuepormihorriblenarizsinoporvuestrosbellosojos. ROXANA.—Luego…Yoquería…Perolapeticiónquevoyahacerosesnecesarioque veaenvosalhermanoconquienjugabaenelparque,cercadellago. CYRANO.—¡CuandoveníaisenveranoaBergerac! ROXANA.—¡Lasramasdelosárbolesosservíandeespadas…! CYRANO.—¡Yavosdecabellerasrubiaslaspanojasdemaíz! ROXANA.—¡Eraeltiempodelosjuegos…! CYRANO.—¡…Ydelasmorasagrias! ROXANA.—¡Eltiempoenquevoshacíaistodoloqueyodeseaba!… CYRANO.—Roxana,confaldacorta,sellamabaentoncesMagdalena… ROXANA.—¿Erabonita? CYRANO.—¡Noeraisfea! ROXANA.— A veces, con la mano ensangrentada por haberos subido a algún árbol, veníasamí…Yojugabaamamá,osdecíaconvozquetratabadeserdura:(Le coge la mano.) «¿Cómo te has hecho este arañazo?»… (Roxana se detiene estupefacta.)¡Oh!…¿Yestoquées?…(Cyranointentaretraerlamano.)¡No!… ¡enseñádmela!…¡Avuestraedadaúnconestascosas!…¿Dóndetelohashecho? CYRANO.—¡Jugando…enlapuertadeNesle!… ROXANA.—(Sentándose en una mesa y mojando su pañuelo en un vaso de agua.) Dadmelamano. CYRANO.—(Sentándosetambién.)¡Tangentil!…¡tanalegrementematernal!… ROXANA.— Contadme lo que pasó mientras os limpio un poco la herida, ¿Cuántos erancontravos? www.lectulandia.com-Página48 CYRANO.—¡Oh…nomuchos!…Casicien… ROXANA.—¡Contadmemás! CYRANO.—No,dejad.Decidmeloquenoosatrevéisadecirme. ROXANA.—(Sinsoltarlelamano.)Elrecuerdodelpasadomedavalorparadecíroslo. Estoyenamorada. CYRANO.—¡Ah! ROXANA.—¡Peroélnolosabetodavía! CYRANO.—¡Ah! ROXANA.—¡Yesprecisoquelosepaenseguida! CYRANO.—¡Ah! ROXANA.— Es un pobre muchacho que me ama desde lejos sin atreverse a decírmelo… CYRANO.—¡Ah! ROXANA.—Dejadmevuestramano…¡estáenfebrecida!Peroyohevistotemblarel amorensuslabios. CYRANO.—¡Ah! ROXANA.— (Terminando de hacerle un pequeño vendaje con su pañuelo.) Fijaos, primomío,¡quécasualidad!Sirveenvuestroregimiento. CYRANO.—¡Ah! ROXANA.—¡Escadetedelamismacompañíaquevos! CYRANO.—¡Ah! ROXANA.— En su frente se nota que es ingenioso, valiente, noble, joven, intrépido, bello… CYRANO.—(Levantándose,muypálido.)¡Bello!… ROXANA.—Sí.Pero…¿quéospasa? CYRANO.—No…nada…nada…Es…(Señalasumanoconunasonrisa.)Es…¡La herida! ROXANA.— En fin, le amo. Me parece necesario deciros que nunca le he visto más queenelteatrodelaComedia. CYRANO.—¿Ynooshabéishablado? ROXANA.—¡Conlosojosúnicamente! CYRANO¿Ycómosabéisentoncestodoeso? ROXANA.— Bajo los pórticos de la Plaza Real se habla de todo… Hasta me han aseguradoque… www.lectulandia.com-Página49 CYRANO.—¿Escadete? ROXANA.—¡Cadetedelaguardia! CYRANO.—¿Cómosellama? ROXANA.—BarónCristiándeNeuvillette. CYRANO.—¿Cómo?…¡Ésenoesdeloscadetes! ROXANA.— Sí. Desde esta mañana sirve en la compañía del capitán Carbón de Castel-Jaloux. CYRANO.—¡Demasiadoaprisalanzasucorazón!…Pero,¡mipobreniña!… LADUEÑA.—(Abriendolapuertadelfondo.)Yaheterminadolospasteles,señorde Bergerac. CYRANO.— Pues leed ahora los versos impresos en los cucuruchos (La dueña desaparece.) ¡Mi pobre amiga!, vos que amáis el buen lenguaje y el ingenio… ¿quéharíaissifueseunprofano,unsalvaje? ROXANA.—¡Imposible!…¡TieneloscabellosdeunhéroedeUrfé! CYRANO.—¿Ysiapesardeirbienpeinadonotuvieseingenio? ROXANA.—Nopuedeser.Todaslaspalabrasquedicesondelicadas…¡loadivino! CYRANO.—Sí,todaslaspalabrassondelicadascuandoelmostachoesdelicado…¿Y sifueseunnecio? ROXANA.— (Dando un golpe en el suelo con el pie.) Entonces… ¡entonces me moriría! CYRANO.—(Trasunapausa.)¿Ymehabéishechoveniraquíparadecirmeesto?¡No veo,señora,lautilidad! ROXANA.— Es… que… ayer me han puesto la muerte en el alma al decirme que todoslosdelacompañíasoisgascones… CYRANO.—…Yqueprovocamosatodoslosque,sinserlo,sonadmitidos,porfavor, entrenosotros.¿Esesoloqueoshandicho? ROXANA.—Sí.¡Ypodéisimaginarosloquetembléaloírlo! CYRANO.—(Entredientes.)¡Nosinrazón! ROXANA.—Alverosayerinvenciblecastigandoaaquelpetimetre,penséque,sivos quisieseis,todoslerespetarían. CYRANO.—¡Estábien!¡Defenderéavuestrobaroncito! ROXANA.— ¿Verdad que le defenderéis? ¡Siempre sentí por vos una amistad tan tierna!… CYRANO.—¡Sí,sí! ROXANA.—¿Seréissuamigo? www.lectulandia.com-Página50 CYRANO.—¡Loseré! ROXANA.—¿Ymejuráisquenuncatendráquebatirse? CYRANO.—¡Oslojuro! ROXANA.— ¡No sabéis cuánto os lo agradezco!… Ahora perdonadme, pero tengo prisa.(Secolocalamáscarayunencajesobrelafrenteyañadedistraída.)¡Oh! … ¡pero si no me habéis contado la batalla de esta noche!… ¡Debió ser asombroso!¡Ah!…¡decidlequemeescriba!(Leenvíaunbesoconlamano.)¡Os quieromucho! CYRANO.—¡Sí,sí! ROXANA.—¡Cienhombrescontravos!…Bueno,memarcho.¡Recordadquesomos grandesamigos! CYRANO.—¡Sí,sí! ROXANA.— ¡Que me escriba!… ¡Cien hombres!… ¡Ya me lo contaréis otro día!… ahoratengoprisa…¡Cienhombres…!¡Quévalor! CYRANO.—(Despidiéndose.)¡Máslohetenidodespués! (Ella sale. Cyrano permanece inmóvil con los ojos fijos en el suelo. Pausa. La puertaseabre.Ragueneauasomalacabeza.) www.lectulandia.com-Página51 ESCENAVII CYRANO,RAGUENEAU,lospoetas,CARBONDECASTEL-JALOUX,loscadetes,la multitud,etc.DespuésDEGUICHE. RAGUENEAU.—¿Puedopasarya? CYRANO.—(Sinmoverse.)¡Adelante! (Ragueneauhaceunaseñaysusamigosentran.Almismotiempo,porlapuerta del fondo, aparece Carbon de Castel-Jaloux vestido de capitán de guardias. Hace grandesgestosalveraCyrano.) CARBONDECASTEL-JALOUX.—¡Aquíestá! CYRANO.—(Levantandolacabeza.)¡Micapitán! CARBON.— (Alegre.) ¡Nuestro héroe!… ¡Lo sabemos todo!… Una treintena de cadetesestánaquí. CYRANO.—(Retrocediendo.)Pero… CARBON.—(Intentandoarrastrarle.)¡Ven!…¡quisieraverte! CYRANO.—¡No! CARBON.—Estántodosahí,enlatabernadeenfrente,«LaCruzdelTraidor». CYRANO.—Peroyo… CARBON.—(Dirigiéndosealapuertaygritandoentrebastidoresconvozdetrueno.) ¡Elhéroenoquiere!…¡Estádeunhumordeperros! UNAVOZ.—(Desdefuera.)¡Ah!…¡vaya!… (Tumulto,ruidodeespadasqueseacercan.) CARBON.—(Frotándoselasmanos.)¡Yaestánatravesandolacalle! LOS CADETES. (Entrando en la pastelería.) ¡Mil diablos…! ¡«Capdedious»!… ¡«Mordious»!…¡«Pocapdedious»!… RAGUENEAU.—(Retrocediendoespantado.)Caballeros…¿soistodosdeGascuña? LOSCADETES.—¡Todos! UNCADETE.—(ACyrano.)¡Bravo! CYRANO.—¡Barón! OTROCADETE.—(Dándoleunapretóndemanos.)¡Viva! CYRANO.—¡Barón! TERCERCADETE.—¡Vengaunabrazo! www.lectulandia.com-Página52 CYRANO.—¡Barón! VARIOSGASCONES.—¡Abracémosle! CYRANO.—(Nosabiendocómoresponder.)¡Barón!…¡Barón!…¡Barón!…¡Gracias! RAGUENEAU.—¿Ytodossoisbarones,caballeros? LOSCADETES.—¡Todos! RAGUENEAU.—¿Todos? PRIMERCADETE.—¡Connuestrasrodelas,podríalevantarseunatorre! LE BRET.— (Entrando y corriendo hacia Cyrano.) ¡Te buscan! Una multitud delirantevienehaciaacá,conducidaporlosqueanochetesiguieron. CYRANO.—(Espantado.)¿Noleshabréisdichodóndeestoy? LEBRET.—(Frotándoselasmanos.)¿Porquénoseloíbamosadecir? UN BURGUÉS.— (Entra, seguido de un grupo.) Caballero, ¡todo el Marais quiere presentarseaquí! (Fuera, la calle está llena de gente. Las sillas de mano y las carrozas se detienen.) LEBRET.—(EnvozbajaysonriendoaCyrano.)¿YRoxana? CYRANO.—(Conviveza.)¡Cállate! LAMULTITUD.—(Gritandodesdefuera.)¡CYRANO!… (Unamuchedumbreseprecipitaenlapastelería.Tumulto.Aclamaciones.) RAGUENEAU.— (De pie sobre una silla.) ¡Han invadido mi tienda!… ¡Están rompiéndolotodo!…¡Esformidable!… LAGENTE.—(AlrededordeCyrano.)¡Amigomío!…¡Amigomío!… CYRANO.—Queyorecuerde…¡noteníaayertantosamigos! LEBRET.—(Emocionado.)¡Eléxito! UNJOVENMARQUÉS.—(Corriendohaciaélconlosbrazosabiertos.)¡Sitúsupieras, queridoamigo!… CYRANO.—Sitú…¿Tú?…¿Puedesabersedóndehemosbebidojuntos? OTRO.—¡Caballero!…quisierapresentarosalgunasdamasquehayenmicarroza. CYRANO.—(Confrialdad.)Yavos…¿quiénoshapresentadoantemí? LEBRET.—(Estupefacto.)Pero¿quehaces? CYRANO.—¡Cállate! UNHOMBREDELETRAS.—(Quetraeunescritorio.)¿Podríaisdarmealgunosdetalles sobre…? www.lectulandia.com-Página53 CYRANO.—¡No! LEBRET.—(Dándoleuncodazo.)¡PerosiesTeofastroRenaudot,elinventordela Gaceta! CYRANO.—¡Basta! LEBRET.—¡Tenencuentaqueenesashojillasquepublicasecuentatodoyqueal parecertendráungranporvenir! ELPOETA.—(Adelantándose.)¡Caballero!… CYRANO.—¡Otromás! ELPOETA.—Quisierahacerunacrósticoconlasinicialesdevuestroapellido… OTROCUALQUIERA.—(Avanzando.)¡Caballero!… CYRANO.—¡Bastaya! (Movimiento. La gente se divide en dos filas. De Guiche aparece escoltado por losoficiales,Cuigy,Brissaille,ylosquemarcharonconCyranoalterminarelprimer acto.CuigypresentaaCyrano.) CUIGY.—(ACyrano.)ElseñorDeGuiche.(Murmullo.Lagentedejapaso.)Vienede partedelmariscalDeGassión… DEGUICHE.—(SaludandoaCyrano.)…quemeencargademostrarossuadmiración porvuestraúltimahazaña. LAMULTITUD.—¡Bravo! CYRANO.—(Inclinándose.)¡Elmariscalsabereconocerelvalor! DEGUICHE.—¡Nuncahubieracreídoloquehicisteissiestoscaballerosnohubieran juradohaberlovisto! CUIGY.—¡Connuestrospropiosojos! LEBRET.—(Envozbaja,aCyrano,queestácomoausente.)Pero… CYRANO.—¡Cállate! LEBRET.—Meparecequeestássufriendoporalgo. CYRANO.— (Temblando e irguiéndose rápidamente.) ¿Ante esta gente?… (Su mostachoseatiesayrespiraconfuerza.)¿Yo…sufrir?¡Ahoraverás! DEGUICHE.—(Al que Cuigy ha dicho algo al oído.) Vuestra carrera está llena de grandeshazañasy,segúntengoentendido,servísconesoslocosdelosgascones, ¿noesasí? CYRANO.—¡Conloscadetes! UNCADETE.—(Dandounagranvoz.)¡Connosotros! DEGUICHE.—(Mirandoalosgascones,colocadosdetrásdeCyrano.)¡Ah!…Todos estoscaballerostienenlamiradaaltiva…¿SonlosfamososcadetesdeGascuña? www.lectulandia.com-Página54 CARBON.—¡Cyrano! CYRANO.—¡Capitán! CARBON.—Yaque,segúnparece,estáaquítodamícompañía,¿queréispresentársela alconde? CYRANO.—(AdelantandodospasoshaciaDeGuicheyseñalandoaloscadetes.) ¡ÉstossonloscadetesdeGascuña conCarbon,sucapitán! ¡Luchadores,mentirosos, nobles,firmes,valerosos, asísonloscadetesdeGascuña conCarbon,sucapitán! ¡Ojosdebuitre,piesdecigüeña, mostachotieso,dientesdelobo cuandosufuriaenseñaalacanalla! ¡Ojosdebuitre,piesdecigüeña, conviejoschambergos,deagujeros llenosycalzadosrotos vestidosvan! ¡Ojosdebuitre,piesdecigüeña, mostachotieso,fieroademán! Raja-TripasyRompe-Hocicos sonlosapodosqueellossedan! Ebriosdegloria, Raja-TripasyRompe-Hocicos encualquierpartedondehayariña allíelloscitasedan. Raja-TripasyRompe-Hocicos sonlosapodosqueellossedan! ¡ÉstossonloscadetesdeGascuña conCarbon,sucapitán! Hacencornudosaloscelosos. Delasmujeres,¡dulceplacer! ¡ÉstossonloscadetesdeGascuña conCarbonsucapitán! ¡Quelosmaridosfrunzanelceño! ¡Suenentrompetas!¡Pájaros,cantad! ¡QueaquíestánloscadetesdeGascuña conCarbon,sucapitán! www.lectulandia.com-Página55 DE GUICHE.— (Que ha permanecido sentado negligentemente en un sillón que Ragueneautrajoapresuradamente.)Unpoetaesunlujohoydía…¿queréisservir enmicasa? CYRANO.—¡No!¡Connadie! DE GUICHE.— Vuestra verborrea divirtió ayer a mi tío Richelieu. Desearía que sirvieseisasulado. LEBRET.—(Entusiasmado.)¡Diosmío! DEGUICHE.—Segúntengoentendido,habéisescritoalgunaobradeteatro… LEBRET.—(AloídodeCyrano.)¡Alfinserepresentarátu«Agripina»! DEGUICHE.—…Llevádselas… CYRANO.—¡Laverdadesque…! DEGUICHE.— El es un hombre experto en estas cosas y os corregirá sólo algunos versos. CYRANO.—(Cuyamiradasehaoscurecidorepentinamente.)¡Imposible,señor!¡Mi sangresehielaalpensarquealguienpuedatocarunsolodemisversos! DEGUICHE.—¿Nosabéis,amigomío,quecuandounversoleagrada,lopagamuy bien? CYRANO.—¡Notanbiencomoyo,que,cuandohagounversoquemegusta,melo pagocantándomeloamímismo! DEGUICHE.—¡Soisorgulloso! CYRANO.—¿Lohabéisnotado? UNCADETE.—(Entratrayendoensartadosensuespada,variossombrerossuciosy agujereados.) ¡Mira, Cyrano!… Son los sombreros de los cobardes que anoche pusisteenfuga.Loshemosencontradoestamañanajuntoalmuelle. CARBON.—¡Bellosdespojos! LAGENTE.—(Riendo.)¡Ja,ja,ja! CUIGY.—Elquepagóaaquellosmiserables,debeestarrabiandocomounperro. BRISSAILLE.—¿Sesabeyaquiénes? DE GUICHE.— ¡Fui yo! (Las risas se detienen.) Les ordené castigar un poetastro borrachín,porquehacerloenpersonameresultabadesagradable. (Silenciomolesto.) ELCADETE.—(Amediavoz,mostrandoaCyranolossombreros.)¿Quéquieresque hagaconesto?Estánllenosdegrasa…¿Unapepitoria? CYRANO.— (Cogiendo la espada en la que están ensartados los sombreros y dejándolos caer a los pies de De Guiche, con un saludo.) Señor, ¿quisierais www.lectulandia.com-Página56 devolvérselosavuestrosamigos? DEGUICHE.—(Levantándoseydiciendoconvozgrave.)¡Misilla!enseguida¡Parto alinstante!(ACyrano,violentamente.)¡Encuantoavos…! UNAVOZ.—(Desdelacalle,gritando.)¡LasilladelseñorcondeDeGuiche!… DEGUICHE.—(Quesehadominado,conunasonrisa.)¿HabéisleídoelQuijote? CYRANO.—Sí,ymedescubroanteelnombredeesegenialloco. DEGUICHE.—Deberíasmeditarentonces… UNAVOZ.—(Desdeelfondo.)¡Yaestáaquílasilla! DEGUICHE.—…sobreelcapítulodelosmolinos. CYRANO.—(Saludando.)Capítulotrece. DEGUICHE.—Tenedcuidado,porquecuandoselesatacapuedesuceder… CYRANO.—¿Esqueyoatacoagentequecambiasegúnlosvientos? DEGUICHE.—…queunmolinetedesusgrandesbrazosdetela,oslancealbarro. CYRANO.—¡Oalasestrellas! (DeGuichesale.Selevesubiralasilla;loscaballerossealejancuchicheando. LeBretlesacompañahastalapuerta.Lagentesale.) www.lectulandia.com-Página57 ESCENAVIII CYRANO,LEBRET,yloscadetes,sentadosalrededordelamesa;selessirvecomiday bebida. CYRANO.— (Saludando con aire burlón a los que se marchan sin atreverse a saludarle.)¡Caballeros!…¡Caballeros!…¡Caballeros!… LEBRET.—(Desolado,conlosbrazosalaire.)¡Enquéjaleotehasmetido! CYRANO.—¿Yaempiezasagruñirme? LE BRET.— Por lo menos estarás de acuerdo conmigo en que es demasiado desperdiciarconstantementelasuertequevieneatusmanos. CYRANO.—¡Demasiado!…Tienesrazón:¡esdemasiado! LEBRET.—¡Entonces…! CYRANO.— Pero me parece que al principio, y también como ejemplo, es bueno exagerarunpoco. LEBRET.—Siolvidasestualmamosquetera,podríasconseguirgloriayfortuna… CYRANO.— ¿Y qué tendría que hacer? Buscar un protector, tomar un amo, y como unahiedraoscuraquerodeauntroncolamiéndolelacorteza,subirconastuciaen vezdeelevarmeporlafuerza.¡No,gracias!¿Dedicar,comotodoshacen,versosa los financieros? ¿Convertirme en bufón con la vil esperanza de ver nacer una sonrisaamableenloslabiosdeunministro?¡Nogracias!¿Desayunartodoslos días con un sapo? ¿Tener el vientre desgastado de arrastrarme y la piel de las rodillas sucias de tanto arrodillarme? ¿Hacer genuflexiones de agilidad dorsal? ¡No, gracias! ¿Tirar piedras con una mano y adular con la otra? ¿Procurarme ganancias a cambio de tener siempre preparado el incensario? ¡No, gracias! ¿Subirdeamoenamo,convertirmeenunhombrecilloynavegarporlavidacon madrigales por remos y por velas, suspiros de amores viejos? ¡No, gracias! ¿Conseguir que Servy edite mis versos, pagando? ¡No, gracias! ¿Trabajar por hacerme un nombre con un soneto, y no hacer otros? ¡No, gracias! ¿Hacerme nombrarpapaporloscónclavesdeimbécilesdelosmesones?¡No,gracias!¿No descubrireltalentomásquealostorpes,servapuleadoporlasgacetasyrepetir sincesar:«¡Oh!,¡amí,amí,quehesidoelogiadoporelMercuriodeFrancia!»? ¡No,gracias!¿Calcular,tenermiedo,estarpálido,preferirhacerunavisitaantes queunpoema,releermemoriales,hacersepresentar?¡No,gracias!¡No,gracias! ¡No,gracias!Cantar,soñar,reír,caminar,estarsolo,serlibre,saberquemisojos ven bien, que mi voz vibra, ponerme al revés el sombrero cuando me plazca, batirmeporsíoporunno,hacerversos…trabajarsininquietarmelafortunaola www.lectulandia.com-Página58 gloria,pensarenunviajealaLuna,noescribirnuncanadaquenonazcademí mismo y contentarme, modestamente, con lo que salga; decirme: «Amigo mío, conténtate con flores, con frutos, o incluso con hojas, si en tu propio jardín las siembrasylasrecoges».Ysi,porcasualidadllegaraaltriunfo,novermeobligado adevolvernadaalCésar;guardarelméritoparamímismo,ydesdeñarlaparásita hiedra… O incluso, siendo encina o tilo, subir, subir… subir siempre solo, ¡aunquenoalcancemuchaaltura! LE BRET.— ¡Completamente solo, de acuerdo; pero no contra todos! ¡Tienes la espantosamaníadesembrarenemigosportodaspartes! CYRANO.— He adquirido esa costumbre a fuerza de verte hacer amigos y reír con ellos en todas partes. Sabes de sobra que por detrás te insultan. Al pasar, casi nadietesaluda,yyomedigoconalegría:¡unenemigomás! LEBRET.—¡Queaberración! CYRANO.— Sí, pero es mi vicio: desagradar me agrada. Me gusta que me odien. Amigo mío, ¡si supieras lo bien que se camina bajo la mirada de unos ojos excitadosqueintentanfulminarte!¡Ycómomediviertenlasmanchasquesobre mi capa dejan la hiel de los envidiosos y la baba de los cobardes! La dulce amistaddetusamigossepareceaesoscuelloscaladosyflotantesdeItalia,con los que el cuello se afemina y debilita; eso sí, son cómodos, aunque roban la expresiónaltiva,porquealnotenerlafrentenisosténniestorbo,lacabezasecae en todos los sentidos. Para mí, en cambio, el odio es cada día como un cuello rizadoquemeobligaconsualmidónalevantarlacabeza.Unenemigomásesun nuevoplieguequemeañadeunamolestia,perotambiénunrayodeluz,porque, segúnelrefránespañol,elodioesundogal,ytambiénunaaureola. LEBRET.—(Trasunsilencio,cogiéndoleporelbrazo.)Diatodoelmundo,yenvoz alta,tuorgulloytuamargura,peroamínomeengañes.¡Confiésameensecreto queellanoteama! CYRANO.—(Vivamente.)¡Cállate! (Cristiánhaentradohaceunmomentoysemezclaaloscadetesquenoledirigen lapalabra;terminaporsentarsesoloenunapequeñamesadondeLisaleatiende.) www.lectulandia.com-Página59 ESCENAIX CYRANO,LEBRET,loscadetes,CRISTIÁNDENEUVILLETTE. UN CADETE.— (Sentado en una mesa del fondo y con el vaso en la mano.) ¡Eh, Cyrano!(Cyranosevuelvehaciaél.)¡Cuéntanosquépasó! CYRANO.—Ahoramismo.¡Esperadunmomento! (PaseadelbrazodeLeBret,mientrashablaenvozbaja.) EL CADETE.— (Levantándose y dirigiéndose a la mesa donde está Cristián.) ¡Cuéntanoscomosucedió!Serálamejorlecciónparauntímidoaprendiz. CRISTIÁN.—(Levantandolacabeza.)¿Aprendiz? OTROCADETE.—¡Sí,paliduchonorteño! CRISTIÁN.—¿Paliducho? PRIMERCADETE.—(Con aire de burlón.) Señor de Neuvillette, aprended una cosa: ¡entrenosotrosexistealgodeloquenuncahablamosporquedehacerloseríalo mismoquementarlasogaencasadelahorcado! CRISTIÁN.—¿Quées? OTROCADETE.—(Conunagranvoz.)¡Miradme!(Ponesudedomisteriosamenteen lanariztresvecesconsecutivas.)¿Mehabéiscomprendido? CRISTIÁN.—¡Ah…la…! OTROCADETE.—¡Chiss!…Esapalabranuncasepronuncia.(SeñalaaCyrano,que hablaalfondoconLeBret.)¡Elquelohaga,tendráquevérselasconél! OTRO.—(Que mientras Cristián estaba hablando con los otros, se ha sentado sin ruidoenunamesacolocadaasuespalda.) ¡Mató a dos gangosos porque no le gustabaquehablasenporlanariz! OTRO.—(Convozcavernosa,surgiendodedebajodelamesadondesehadeslizado a cuatro patas.) ¡El que quiera morir de viejo, que no haga ninguna alusión al fatalapéndice! OTRO.—(Poniéndolelamanoenelhombro.)¡Conunapalabraessuficiente!…¿Qué digo?…¿Conunapalabra?…¡ungestobasta!¡Sólosacarelpañueloestiraruno mismodesupropiamortaja! (Silencio.Todosasualrededorconlosbrazoscruzados,lemiran.Selevantayva adondesehallaCarbondeCastelJaloux,que,hablandoconunoficial,pareceno habervistonada.) CRISTIÁN.—¡Capitán! www.lectulandia.com-Página60 CARBON.—(Volviéndoseymirándoledearribaaabajo.)¿Quéqueréis? CRISTIÁN.— ¿Qué se debe hacer cuando uno se encuentra con meridionales demasiadofanfarrones? CARBON.—¡DemostrarlesquesepuedeserdelNorteyvaliente!(Ledalaespalda.) CRISTIÁN.—¡Gracias! PRIMERCADETE.—(ACyrano.)¡Ahoracuéntanoslo! TODOS.—¡Quelocuente!…¡Quelocuente!… CYRANO.— (Dirigiéndose hacia ellos.) ¿Que lo cuente? ¡bien! (Todos acercan sus taburetesyseagrupanasualrededor,tendiendoelcuello.Cristián,sesientaa caballodeunasilla.)Puesibacompletamentesoloasuencuentro.Lalunaenel cielo brillaba como un reloj; de repente, no sé qué cuidadoso relojero pasó un pañodenubesporlacajaplateadadeaquelrelojredondo.Sehizolaoscuridad. Era la noche más negra del mundo, y como los muelles no estaban suficientementeiluminados…¡malditasea!…noseveíamásalláde… CRISTIÁN.—¡Deunpalmodenarices! (Silencio. Todos se levantan lentamente. Miran a Cyrano con terror. Éste se ha callado,estupefacto.Pausa.) CYRANO.—¿Quiénesestehombre? UNCADETE.—(Amediavoz.)¡Hallegadoestamañana! CYRANO.—(DirigiéndosehaciaCristián.)¿Estamañana? CARBON.—(Amediavoz.)EselbaróndeNeuvil… CYRANO.—(Deteniéndoserápidamente.)¡Ah!…Estábien.(Palidece,seponerojo, parecequevaalanzarsesobreCristián.)¡Yo!…(Despuéssedominaydicecon voz sorda.) ¡Está bien! (Vuelve al hilo de su relato.) Como decía… (Con un estallidoderabiaenlavoz.)¡«Mordious»!…(Continúaentononatural.)…nose veíanada…(Estuporentreloscadetesquevuelvenasentarsemirándoseunosa otros.)…yyocaminabapensandoqueporculpadeunpuñadoderufianes,meiba aindisponerconalgúnnoble,que,desdeluego,mecogen:… CRISTIÁN.—¡Porlasnarices! (Todosselevantan.Cristiánsebalanceaensusilla.) CYRANO.—(Atragantándose.)…mecogeríaojeriza…que,imprudentemente,ibaa meter… CRISTIÁN.—¡Lasnarices!… CYRANO.— (Enjugando el sudor de la frente.) … la cabeza entre la espada y la pared…porqueesenoblepodíatenertantovalimientoquequizáme… www.lectulandia.com-Página61 CRISTIÁN.—Rompieselasnarices… CYRANO.— …castigase. Pero me dije: ¡Adelante, gascón, haz lo que debes! ¡Adelante, Cyrano! Cuando ya había decidido continuar, surgió repentinamente delassombras…un… CRISTIÁN.—¡Unnarizota! CYRANO.—un…ledetengoymedoy… CRISTIÁN.—¡…denarices!… CYRANO.— (Saltando hacia él.) ¡Por los clavos de Cristo! (Todos los gascones se adelantan para ver qué sucede; Cyrano llega junto a Cristián, se domina y continúa.)…y me doy de frente con cien borrachos que apestaban a vino y a cebolla.¡Saltocontraellos,lafrentebaja…! CRISTIÁN.—¡Lanarizalviento!… CYRANO.— … me lanzo a fondo, atravieso a dos por el estómago; ensarto a uno completamentevivo…Sialguienmeataca,¡paf!,¡yolerespondo…! CRISTIÁN.—¡Pif!… CYRANO.—(Estallando.)¡Rayosytruenos!…¡Salidtodos! (Loscadetesseprecipitanhacialaspuertas.) PRIMERCADETE.—¡Eseldespertardeltigre! CYRANO.—¡Salidtodosydejadmeasolasconestehombre! SEGUNDOCADETE.—¡Lovaahacerpicadillo! RAGUENEAU.—¿Picadillo?… OTROCADETE.—¡Ylovaameterderellenoenunodetuspasteles! CARBON.—¡Salgamos! OTRO.—¡Novaadejarnilasmigas! OTRO.—¡Laquesevaaarmaraquí! OTRO.—(Cerrandolapuertadeladerecha.)¡Algoespantoso! (Yahansalidotodosporelfondooporloslaterales;algunoslohanhechoporla escalera.CyranoyCristiánpermanecenfrenteafrenteysemiranunmomento.) www.lectulandia.com-Página62 ESCENAX CYRANOyCRISTIÁN. CYRANO.—¡Abrázame! CRISTIÁN.—¡Caballero!… CYRANO.—¡Bravo!…¡Muybien! CRISTIÁN.—¡Ah,pero…! CYRANO.—¡Muybien!…¡Loprefieroasí! CRISTIÁN.—Vosmediréis. CYRANO.—¡Abrázame!…¡Soysuhermano! CRISTIÁN.—¿Dequién? CYRANO.—¡Deella! CRISTIÁN.—¿Cómo?… CYRANO.—¡DeRoxana! CRISTIÁN.—(Corriendoasuencuentro.)¡Cielos!…¿Vossuhermano? CYRANO.—Ocomosilofuera:¡suprimohermano! CRISTIÁN.—¿Yellaoshadicho? CYRANO.—¡Todo! CRISTIÁN.—¿Ymequiere? CYRANO.—Probablemente. CRISTIÁN.—(Cogiéndolelasmanos.)¡Oh,cuantomealegrahaberosconocido! CYRANO.—¡Vaya!,¡quérepentinamentenacenlossentimientos! CRISTIÁN.—¡Perdóname! CYRANO.—(Mirándoleyponiéndolelamanosobreelhombro.)¡Laverdadesquees hermoso! CRISTIÁN.—¡Sisupieraiscuantoosadmiro! CYRANO.—¿Apesardetodasmisnarices? CRISTIÁN.—¡Lasretiroahoramismo! CYRANO.—¡Roxanaesperaestamismatardeunacarta! CRISTIÁN.—¿Qué?…¿Unacarta?… CYRANO.—¡Sí! CRISTIÁN.—¡Serámiperdición! www.lectulandia.com-Página63 CYRANO.—¿Porqué? CRISTIÁN.—¡Soymuytorpeymefaltaingenio! CYRANO.— Si eres capaz de comprenderlo, ya no eres tan tonto. ¡Además no me atacastetanmal! CRISTIÁN.—¡Bah!…Cuandosetratadeatacar,laspalabraslesalenaunodelaboca; pero ante una mujer, no sé qué decir… ¡Y sus ojos, cuando junto a ellas paso, tienentantasbondadesparamí! CYRANO.—¿Ynotienenmássuscorazonescuandoosdetenéis? CRISTIÁN.—No,porque,loséytiembloalpensarlo,soydeesosquenosabenhablar deamor. CYRANO.— ¡Vaya!… ¡Me parece que si se hubiesen cuidado de modelarme mejor, hubiesesidodelosquesabenhablar! CRISTIÁN.—¡Ay!,¡quiénpudieraexpresarsecongracia! CYRANO.—¡Siyoconsiguieraserunguapomosquetero! CRISTIÁN.—¡QuieroaRoxanayvoyadesilusionarla! CYRANO.—(MirandoaCristián.) ¡Si yo encontrase para expresar mis sentimientos unintérpreteparecidoaéste! CRISTIÁN.—(Condesesperación.)¡Mefaltaingenio! CYRANO.— (Repentinamente.) ¡Yo te lo presto a cambio de tu encanto físico y seductor!¡Hagamoslosdosunhéroenovelesco! CRISTIÁN.—¿Qué…? CYRANO.— ¿Te sientes con las fuerzas necesarias para repetir lo que yo te enseñe cadadía? CRISTIÁN.—¿Mepropones…? CYRANO.— ¡Roxana no se desilusionará! Dime, ¿quieres que entre los dos la conquistemos?¿Quieressentirpasardemijubóndepayasoatujubónbordadolo quemialmateinspire? CRISTIÁN.—¡PeroCyrano!… CYRANO.—¿Quieres? CRISTIÁN.—¡Medasmiedo! CYRANO.— Ya que temes enfriar su corazón, ¿por qué no intentar que sus labios y misfrasescolaboren? CRISTIÁN.—¡Tusojosbrillan! CYRANO.—¿Aceptas? CRISTIÁN.—¿Tantoplacertecausaría? www.lectulandia.com-Página64 CYRANO.—(Nervioso.)¡Esto…!(Refrenándoseyañadiendocomopoeta.)¡Estome divertiría!¡Esunaexperienciadignadeunpoeta!¿Quierescompletarmeyqueyo tecomplete?¡Tucaminarásyyoiréatulado,enlasombra!¡Yoserétuingenioy túserásmibelleza! CRISTIÁN.—¡Peronuncapodréescribirlacartaquehayqueenviarleestanoche! CYRANO.—(Sacandodesujubónlacartaescritaporél.)¡Toma!,¡aquíestá! CRISTIÁN.—¿Cómo?… CYRANO.—¡Sólofaltanlasseñas! CRISTIÁN.—¡Yo…! CYRANO.—Puedesenviárselacontodatranquilidad…¡estábienescrita! CRISTIÁN.—¿Ylahabías…? CYRANO.— ¡Los poetas siempre tenemos en nuestros bolsillos cartas dirigidas a imaginadasCloris!…¡alasClorisdenuestrossueños!…porquenosotrossomos losqueporamanteúnicamentetenemoslailusiónsugeridaporlasburbujasdeun nombre.Tómalayharásrealidadmisdivagaciones.Yolancéalazarestasquejas ylamentos:tuverásposarseesospájaroserrantes.¡Cógela:verásquecuantomás elocuente,fuimenossincero!¡Cógelayterminemos! CRISTIÁN.—Pero,¿nisiquierahayquecambiaralgunaspalabras?Escritaasí,como unadivagación…¿serviráparaelcasodeRoxana? CYRANO.—¡Irácomounguante! CRISTIÁN.—Pero… CYRANO.—Lacredulidaddelamorpropioestangrande,queRoxanacreeráqueestá escritaparaella. CRISTIÁN.—¡Graciasamigomío! (SearrojaenbrazosdeCyranoypermanecenabrazados.) www.lectulandia.com-Página65 ESCENAXI CYRANO,CRISTIÁN,losgascones,elmosqueteroyLISA. UN CADETE.— (Abriendo la puerta.) ¡Nada!… ¡Un silencio de muerte!… ¡No me atrevoamirar!…¿Eh?… TODOSLOSCADETES.—(EntranyvenaCyranoyaCristiánabrazados.)Perosi… UNCADETE.—¡Estoesdemasiado!(Consternacióngeneral.) ELMOSQUETERO.—(Burlón.)¡Vaya!… CARBON.—Nuestrodemonioestandulcecomounapóstol:¡cuandoselegolpeaen unanariz,tiendelaotra! ELMOSQUETERO.—Yapodemosdecirdesusnaricesloquequeramos.(Llamandoa Lisa, y con aire de vencedor.) ¡Lisa, ven!… ¡Ahora verás! (Aspirando con afectación.) ¡Oh!… ¡oh!… ¡Es sorprendente!… ¡Qué olor!… (Dirigiéndose a Cyrano,cuyanarizmiraconimpertinencia.)¡Estecaballerodebehaberlonotado! ¿Aquéhueleaquí? CYRANO.—(Abofeteándole.)¡Apalosanto! (Risas.LoscadeteshanvueltoaencontrarasuCyranoydangritosdealegría.) TELÓN www.lectulandia.com-Página66 ACTOTERCERO ElbesodeRoxana Una pequeña plaza del antiguo barrio de Marais. Viejas mansiones. Al fondo, callejuelas.Aladerecha,lacasadeRoxanayelmurodesujardín,porencimadel cualasomalahojarascadelosárboles.Sobrelapuerta,unbalcónyjuntoaellaun banco.Hiedrasquetrepanporelmuro;losjazminesadornanelbalcónformandouna guirnaldaqueseretuerceycae.Puedesubirsefácilmentehastaéste,trepandoporel bancoylaspiedrassalientesdelmuro. Enfrente,unaviejacasadelmismoestilo,enpiedrayladrillo,conpuertadeentrada. El aldabón de esta puerta se halla cubierto de tela, como un dedo herido. Al levantarseeltelón,ladueñaestasentadaenelbanco.ElbalcóndeRoxana,abiertode par en par. De pie, junto a la dueña, Ragueneau, vestido con una especie de librea, acabandodecontaralgoysecándoselosojos. www.lectulandia.com-Página67 ESCENAI RAGUENEAU,ladueña;despuésROXANA,CYRANOydospajes. RAGUENEAU.— …Y después se fugó con un mosquetero. Solo y arruinado, decidí ahorcarme.YateníalospiesenelairecuandoelseñordeBergeracentróy,tras cortarlasoga,meofrecióelpuestodeintendenteencasadesuprima. LADUEÑA.—Pero,¿cómopuedeexplicarsequeestéisarruinado? RAGUENEAU.—¡ALisalegustabanlosguerrerosyamílospoetas!Martesecomía los pasteles que dejaba Apolo. Podéis comprender que no hizo falta mucho tiempoparaarruinarme. LADUEÑA.—(Levantándose y llamando por la ventana abierta.) ¡Roxana!, ¿estáis preparada?¡Nosestánesperando! VOZDEROXANA.—(Porlaventana.)¡Unmomentoquemepongaelvelo! LADUEÑA.—(ARagueneau,señalandolapuertadeenfrente.)Vamosahíenfrente,a casadeClomira.Ensutertuliaseleeráhoyundiscursosobre«leTendre». RAGUENEAU.—¿Sobre«leTendre»? LADUEÑA.—(Haciendocarantoñas.)¡Claro!(Gritandohacialaventana.)¡Roxana, quesehacetarde!…¡Vamosaperdernoseldiscursosobre«leTendre»![1] VOZDEROXANA.—¡Yabajo! (Seoyemúsicadeinstrumentosdecuerdaqueseaproxima.) VOZDECYRANO.(Cantandoentrebastidores.)¡La…la…la…la…! LADUEÑA.—(Sorprendida.)¡Meparecequetendremosserenata! CYRANO.—(Entraseguidopordospajesconlaúdes.)¡Terepitoqueesacorcheaes triple,tripleidiota! PRIMERPAJE.—(Irónico.)¿Sabéis,señor,silascorcheaspuedensertriples? CYRANO.—¡Cállate!¡SoymúsicocomotodoslosdiscípulosdeGassendi! ELPAJE.—(Tocandoybailando.)¡La…la…! CYRANO.—(Arrancándoledelasmanosellaúdycontinuandolafrasemusical.)Yo seguiré.¡La…la…la…la…! ROXANA.—(Apareciendoenelbalcón.)¿Soisvos? CYRANO.—(Cantando.)¡Yo,quevengoasaludaravuestrosliriosyapresentarmis respectosavuestrasrosas! ROXANA.—¡Ahoramismobajo! www.lectulandia.com-Página68 (Desaparecedelbalcón.) LADUEÑA.—(Señalandoalospajes.)¿Sonacasovirtuosos? CYRANO.—¡UnaapuestaqueheganadoaAssoucy!Discutíamossobreelproblema gramatical. ¡Sí!… ¡No!… ¡Sí!… ¡No!… De repente, señalándome a estos dos grandes perillanes, hábiles en tocar las cuerdas del laúd y que siempre lleva consigo,medijo:«Sinotengorazón,osprestoporundíaestosdosmúsicos».¡Y perdió!Hastaqueelsolvuelvaacomenzarsuórbita,tendrétrasmistalonesestos doslaudistas,queserántestigosdetodoloarmoniosoqueyohaga.Alprincipio eran encantadores: ¡ahora ya lo son menos! (A los músicos.) ¡Eh!, marchaos a tocaraMontfleuryunapavanademiparte!(Lospajessedisponenasalir.Ala dueña.) Como todas las tardes, vengo a preguntar a Roxana… (A los pajes que salen:)¡Tocaddurantemuchotiempoydesafinadloquepodáis!(Aladueña:)… Síhaencontradoensuamoralgúndefecto. ROXANA.—(Saliendodelacasa.)¡Ninguno!¡Esbello,tieneingenioyleamo! CYRANO.—(Sonriendo.)¿TantoingeniotieneCristián? ROXANA.—¡Másquevosmismo,queridoprimo! CYRANO.—¡Loconcedo! ROXANA.—Nopuedehaberparamigustootroconversadortanfinoyquedigacosas tan bonitas como él… A veces se distrae, sus musas le abandonan… ¡y repentinamente,dicecosasquearrebatan! CYRANO.—(Incrédulo.)¡No!… ROXANA.—¿Osparecedemasiado?¡Oh!¡Asísoistodosloshombres!¡Siesguapo, nopuedeteneringenio! CYRANO.—¿Sabehablardelcorazóndeformaexperta? ROXANA.—Élnohabla,caballero,¡diserta! CYRANO.—¿Escribe? ROXANA.— ¡Mucho mejor aún! ¡Escuchad un momento! (Declamando:) «Cuanto máscorazónmerobas,tantomástengo».(Triunfante.)¿Eh?…¿quéosparece? CYRANO.—¡Bah!… ROXANA.—Yesto:«Parasufrir,puestoquemefaltaotro,sivosguardáismicorazón, enviadmeelvuestro». CYRANO.—¡Tanprontolesobracorazóncomolefalta!…¿Quéesloquequieredecir exactamente? ROXANA.—(Golpeandoconlospies.)¡Meestáismolestando!…¡Estáisceloso! CYRANO.—(Estremeciéndose.)¿Celosoyo?… ROXANA.—¡Sí!¡Celosodequeunautorossupere!Yesto,¿nodemuestraacasouna www.lectulandia.com-Página69 granternura?:«Haciavosmicorazónvacomoungrito,ysilosbesosseenviaran porescrito,leeríaismicartaconloslabios». CYRANO.— (Sonriendo de satisfacción a pesar suyo.) ¡Ah!… ¡esos versos son… son…(Refrenándoseycondesdén.)unpocoafectados! ROXANA.—Yesteotro¿quéosparece?… CYRANO.—Pero¿ossabéistodassuscartasdememoria? ROXANA.—¡Todas! CYRANO.— (Rizándose el mostacho con los dedos.) ¡No tengo entonces nada qué decir:esmuyhalagador! ROXANA.—¡Esunmaestro! CYRANO.—(Modesto.)¡Oh!…¡unmaestro!… ROXANA.—(Perentoria.)¡Unmaestro!… CYRANO.—(Saludando.)¡Sea!¡Unmaestro! LA DUEÑA.— (Que había desaparecido, sale apresuradamente.) ¡El señor De Guiche! (A Cyrano, empujándole hacia la casa.) Entrad. ¡Es mejor que nos encuentreaquí!¡Podríaponerlosobrelapista! ROXANA.—(ACyrano.) Sí, es mejor que no se entere de mi preciado secreto. Me ama,espoderosoynotieneporquéconocerlo:¡Podríadarungolpemortalamis amores! CYRANO.—¡Bueno,bueno!,¡entraré! (CyranoentraenlacasayporelfondoapareceDeGuiche.) www.lectulandia.com-Página70 ESCENAII ROXANA,DEGUICHE,yladueñaaparte. ROXANA (Haciendo a De Guiche una gran reverencia.) ¡Salía en este preciso instante! DEGUICHE.—¡Yyovengoadespedirme! ROXANA.—¿Osmarcháis? DEGUICHE.—¡Alaguerra! ROXANA.—¡Ah! DEGUICHE.—¡Estamismanoche! ROXANA.—¡Ah! DEGUICHE.—Herecibidoórdenes:Arrásestásitiada. ROXANA.—¡Ah!…¡conqueestásitiada! DEGUICHE.—¡Mimarchaparecedejarosfría! ROXANA.—(Cortésmente.)¡Oh! DEGUICHE.—¡Estoynervioso!¿Cuándoosvolveréaver?¿Cuándo?…¿Sabéisque hesidonombradoJefedecampo…? ROXANA.—(Indiferente.)¡Formidable! DEGUICHE.—…delregimientodecadetes. ROXANA.—(Interesándose.)¿Deloscadetes? DEGUICHE.—Sí,dondesirvevuestroprimo,elhombremásfanfarrónqueenmivida hevisto.¡Ahorasabrévengarme! ROXANA.—(Sofocada.)¿Cómo?…¿LoscadetesiránaArrás? DEGUICHE.—(Riendo.)¡Claro!…¡esmiregimiento! ROXANA.—(Cayendodesfallecidaenelbanco.Aparte.)¡Cristián! DEGUICHE.—¿Quéossucede? ROXANA.—(Muypálida.)¡Esta…marcha…medesespera!¡Saberqueunapersona queridaestáenlaguerra! DE GUICHE.— (Sorprendido y encantado.) Es la primera vez que me decís unas palabrastandulces…¡yprecisamenteeldíademimarcha! ROXANA.—(Cambiandodetonoyabanicándose.)Entonces…¿queréisvengarosde miprimo? DEGUICHE.—(Sonriendo.)¡Ah!…¿Eraporél? www.lectulandia.com-Página71 ROXANA.—¡No!¡Alcontrario! DEGUICHE.—¿Loveisamenudo? ROXANA.—Muypoco. DEGUICHE.—Selesueleverconfrecuenciaconunodeesoscadetes…(Buscandoel nombre.)untal…Neu…villen…villet… ROXANA.—¿Unomuyalto? DEGUICHE.—Sí…¡Rubioymuyguapo! ROXANA.—¡Bah!… DEGUICHE.—¡Perotonto! ROXANA.— ¡Eso parece! (Cambiando de tono.) Vuestra venganza contra Cyrano, ¿consiste en exponerle en el combate? ¡Me parece mezquina! ¡Yo sé lo que le haríamásdaño! DEGUICHE.—¿Qué? ROXANA.— Dejarle en París con sus queridos cadetes, de brazos cruzados durante toda la guerra, mientras el regimiento parte para Arrás. Es la única manera de hacer rabiar a un hombre como él. ¿Queréis castigarle? ¡Privadle entonces del peligro! DEGUICHE.—¡Unamujer!…¡Unamujer!…¡Nadiesinounamujerpodíaimaginar esavenganza! ROXANA.—Seroeráelalmaysusamigoslospuñospornoestarenelcombate. DEGUICHE.—¿Meamáissiquieraunpoco?…(Ellasonríe.)Mepareceverenesta formadeayudarmeenmivenganzaunapruebadeamor,Roxana. ROXANA.—¡Loes! DEGUICHE.—(Enseñándolevariospliegossellados.)Tengoenmipoderlasórdenes queseránenviadasacadacompañíadentrodeunosinstantes,excepto…(Sacaun pliego.)ésta,¡ladeloscadetes!(Laguardaensubolsillo.) Me quedaré yo con ella.(Riendo.)¡Ah,Cyrano!…¡esebravucón!…¡Buenavenganza!¿Tambiénvos sabéisjugarmalaspartidasalagente? ROXANA.—(Mirándole.)¡Aveces! DE GUICHE.— (Más cerca de ella.) ¡Me volvéis loco! Esta noche, escuchad bien, debo partir… ¡Pero marchar, cuando os siento enamorada!… Prestad atención: cercadeaquí,enlacalledeOrleáns,hayunconventofundadoporelsíndicode loscapuchinos,elpadreAtanasio.Unlaiconopuedeentrar,peroyameencargaré yodelosbuenoscuras…¡Mepuedenesconderensumanga…!¡estanancha!… Esos capuchinos son los que sirven en casa de Richelieu. Como temen al cardenal,intentaránponerseabienconelsobrino.Todoelmundocreeráquehe www.lectulandia.com-Página72 marchado con mi regimiento… Vendré enmascarado… ¡Permitidme que retrase undíamipartida! ROXANA.—(Vivamente.)Perosiestollegaadivulgarsevuestragloria… DEGUICHE.—¡Bah! ROXANA.—¿Yelasedio?…¿YArrás?… DEGUICHE.—¡Tantopeor!¿Mepermitísentonces…? ROXANA.—¡No! DEGUICHE.—¡Dejadme! ROXANA.—(Tiernamente.)¡Debodefenderos! DEGUICHE.—¡Ah! ROXANA.—¡Partidycumplidlasórdenesrecibidas!(Aparte.)¡Cristiánsequeda!(En vozalta.)¡Osquierohéroe,Antonio! DEGUICHE.—¡Divinapalabra!¿Yamáis…? ROXANA.—¡Aaquélporquienacabodetemblar! DEGUICHE.—(Transportadodealegría.)Partoalinstante.¿Estáiscontenta? ROXANA.—Sí,amigomigo.(SaletrasbesarlamanodeRoxana.) LADUEÑA.—(Haciendoasuespaldaunareverenciacómica.)Sí,amigomío. ROXANA.—(Aladueña.)NodigáisnadadeloqueacabodehaceraCyrano:¡nole gustaráperderseunaguerra!(Llamaendirecciónalacasa.)¡Primo…! (Cyranosale.) www.lectulandia.com-Página73 ESCENAIII ROXANA,ladueñayCYRANO. ROXANA.—NosvamosacasadeClomira.(Señalalapuertadeenfrente.)Hoytienen quehablarAlcandrayLysimon. LADUEÑA.—(Colocandosudedomeñiqueeneloído.)Sí,peromidedomeñiqueme dicequefaltaráauditorio. CYRANO.—(ARoxana.)¡Nuncafaltanmonos! (HanllegadoyaantelapuertadeClomira.) LA DUEÑA.— (Con arrebato.) ¡Mirad!… ¡La aldaba está envuelta en tela! (Dirigiéndosealaaldaba.)¿Oshanamordazadoparaquevuestrometalnoturbe losbellosdiscursos,pequeñobruto? (Levantaelaldabónconmuchocuidadoygolpeasuavemente.) ROXANA.—(Alverquelapuertaseabre.)¡Entremos!(ACyrano.)SiCristiánviene, comoespero,decidlequemeaguarde. CYRANO.— (Vivamente, cuando ella va a desaparecer.) ¡Roxana! (Ella se vuelve.) Siguiendovuestracostumbre,¿sobrequéleharéishoylaspreguntas? ROXANA.—Sobre… CYRANO.—¿Sobre…? ROXANA.—Nolediréisnada,¿verdad? CYRANO.—¡Nadaenabsoluto! ROXANA.— ¡Bajo ningún pretexto! Le diré: venga, hablad sin rienda que os ate; improvisadsobreelamor.¡Sedespléndido! CYRANO.—(Sonriendo.)¡Bien! ROXANA.—¡Silencio! CYRANO.—Deacuerdo. ROXANA.—¡Niunapalabra! (Roxanaentraycierralapuerta.) CYRANO.—(Saludándolaunavezquehadesaparecido.)¡Muchasgracias! (LapuertaseabreyRoxanaasomalacabeza.) ROXANA.—¡Seprepararía!… CYRANO.—¡Descuidad!,¡niunapalabra!… www.lectulandia.com-Página74 LOSDOSJUNTOS.—¡Chiss! (Lapuertasecierra.) CYRANO.—(Llamando.)¡Cristián! www.lectulandia.com-Página75 ESCENAIV CYRANOyCRISTIÁN. CYRANO.—¡Yasétodolonecesario!Prepárateparaaprenderloquetediga.Estaes unaocasiónparacubrirsedegloria.Noperdamoseltiempoynopongasesacara degruñón.¡Deprisa!,volvamosatucasa.Allítelodiré. CRISTIÁN.—¡No! CYRANO.—Pero… CRISTIÁN.—¡No!¡EsperaréaRoxanaaquí! CYRANO.—Pero…¿quétesucede…?¡Vamosdeprisaa…! CRISTIÁN.—¡Tehedichoqueno!Estoycansadodetomarprestadasmiscartas,mis discursos,dedesempeñarestepapelydetemblarsiempre.Alprincipiomeservía, peroahoraquesientoquemeama…¡gracias!,yanotengomiedo.¡Hablarépor mímismo! CYRANO.—Pero…¿tehasvueltoloco? CRISTIÁN.—¿Quiéntedicequenosabré?¡Nosoytantontoalfinyalcabo!¡Yalo verás!Tuslecciones,amigomío,hanresultadoprovechosas;sabréhablarsoloy, te lo juro, ¡sabré cogerla solo entre mis brazos! (Viendo a Roxana que sale de casadeClomira.)¡Esella!…Cyrano,¡nomedejes! CYRANO.—(Saludándole.)¡Hablad!…¡habladsoloahora! (Desaparecetraselmurodeljardín.) www.lectulandia.com-Página76 ESCENAV CRISTIÁN,ROXANA,algunasdamasycaballerosyladueña,uninstante. ROXANA.—(Saliendo de casa de Clomira acompañada por personas de las que se despide;reverenciasysaludos.)¡Bartenoidea!…¡Alcandra!…¡Gremiona!… LADUEÑA.—(Desesperada.)¡Noshemosquedadosineldiscursosobre«leTendre»! (EntraencasadeRoxana.) ROXANA.— (Saludando todavía.) ¡Adiós, Urimedonte! (Todas saludan a Roxana, vuelvenasaludarseunasaotras,seseparany,porfin,sealejanpordiferentes callejuelas.RoxanaveaCristián.)¡Ah!…¿soisvos?…(Sedirigehaciaél.)La nochecae…Esperad.Yaestánlejos.Elaireesdulce,nopasanadie.Sentémonos yhabladme.Osescucho. CRISTIÁN.—(Sentándosejuntoaellaenelbanco,ytrasunapausa.)¡Osamo! ROXANA.—(Cerrandolosojos.)Sí,eso.¡Habladmedeamor! CRISTIÁN.—¡Teamo! ROXANA.—Eseeseltema,pero,¡bordadlo! CRISTIÁN.—¡Os…! ROXANA.—¡Bordadlo! CRISTIÁN.—¡Teamotanto! ROXANA.—Desdeluego,pero…¿quémás? CRISTIÁN.—¿Quémás?¡Megustaríatantoquevosmeamaseis!Roxana,¡dimeque mequieres! ROXANA.—(Conunamueca.)¡Meofrecéisuncaldoclarocuandoesperabacremas! ¡Decidmecómomeamáis! CRISTIÁN.—Pues…¡mucho! ROXANA.—¡Oh!¡Describidvuestrossentimientos! CRISTIÁN.— (Que se ha acercado y devora con los ojos la rubia cabellera de Roxana.)Tucuello…¡megustaríabesartucuello! ROXANA.—¡Cristián! CRISTIÁN.—¡Tequiero! ROXANA.—(Intentandolevantarse.)¡Todavíaestamosasí! CRISTIÁN.—(Reteniéndolavivamente.)¡No!¡Notequiero! ROXANA.—(Volviéndoseasentar.)¿Estáisseguro? www.lectulandia.com-Página77 CRISTIÁN.—¡Teadoro! ROXANA.—(Levantándoseyalejándose.)¡Oh! CRISTIÁN.—¡Sí,mevuelvoloco! ROXANA.— (Con sequedad.) Esto me disgusta. Me disgusta tanto como si os volvieseisfeo. CRISTIÁN.—Pero… ROXANA.—¡Idacapturarvuestraelocuenciaquehahuido! CRISTIÁN.—…Yo. ROXANA.—Vosmeamáis,yalosé.¡Adiós!(Vahacialacasa.) CRISTIÁN.—¡Unmomento!Quisieradeciros… ROXANA.—(Empujandolapuertaparaentrar.)¿Quémeadoráis?…¡Yalosé!¡Idos! ¡Idos! CRISTIÁN.—Peroyo… (Roxanacierralapuerta,dándoleconellaenlasnarices.) CYRANO.—(Quehavueltohaceunmomentosinservisto.)¡Osfelicitocaballero,por eléxito! www.lectulandia.com-Página78 ESCENAVI CRISTIÁN,CYRANO,ylospajesuninstante. CRISTIÁN.—¡Ayudadme! CYRANO.—¡Deningunamanera! CRISTIÁN.—Morirésinoconsigorecuperarsusfavoresalmomento. CYRANO.—¿Yquépuedohaceryo?¿Queréisqueenunmomentoosloenseñe? CRISTIÁN.—(Cogiéndoleporelbrazo.)¡Miraallá! (Laventanadelbalcónsehailuminado.) CYRANO.—(Conemoción.)¡Suventana! CRISTIÁN.—(Gritando.)¡Memoriré! CYRANO.—¡Bajalavoz! CRISTIÁN.—(Másbajo.)¡Voyamorir! CYRANO.—Lanocheesmuyoscura. CRISTIÁN.—¿Y…? CYRANO.—Podemosarreglarlo.Nolomereces,pero…¡Ponteahí,miserable!¡Ahí, delantedelbalcón!Yomepondrédebajoyteirédiciendoloquetienesquehacer. CRISTIÁN.—Pero… CYRANO.—¡Cállate! LOSPAJES.—(Reapareciendoporelfondo,aCyrano.)¡Eh! CYRANO.—¡Chiss! (Leshaceseñasparaquehablenmásbajo.) PRIMERPAJE.—(Amediavoz.)VenimosdedarlaserenataaMontfleury. CYRANO.—(Envozbajaydeprisa.)¡Idaesconderoscadaunoenunaesquinadela calle!Sialgúnpaseanteseacercaporaquí,tocadalgo. SEGUNDOPAJE.—Y¿quéqueréisquetoquemos,señorgassendista? CYRANO.— Si es una mujer, algo alegre; si es un hombre, triste. (Los pajes desaparecen,unoporcadaesquinadelacalle.)¡Llámala! CRISTIÁN.—¡Roxana! CYRANO.— (Recogiendo algunas piedrecillas que arroja a las ventanas.) ¡Espera! ¡Conestaspiedrecillas!… www.lectulandia.com-Página79 ESCENAVII ROXANA,CRISTIÁNyCYRANO,quealprincipioestáescondido. ROXANA.—(Entreabriendolaventana.)¿Quiénmellama? CRISTIÁN.—¡Yo! ROXANA.—¿Quiénes«yo»? CRISTIÁN.—Cristián. ROXANA.—(Condesdén.)¡Ah!…¿soisvos? CRISTIÁN.—Quisierahablaros. CYRANO.—(Debajodelbalcón,aCristián.)¡Bien,bien!¡Casienvozbaja! ROXANA.—¡No!Habláisdemasiadomal.¡Idos! CRISTIÁN.—¡Porfavor,señora! ROXANA.—¡No!¡Nomeamáis! CRISTIÁN.—(AlqueCyranovadictandolaspalabras.)¡Santocielo!…¡Acusarmede noamarla,cuandomáslaamo! ROXANA.—(Queibaacerrarsuventana,deteniéndose.)¡Vaya!¡Estoestámejor! CRISTIÁN.— (Que repite lo que Cyrano le dice.)El amor crece mecido… por mi alma…inquieta,alaqueeste…crueldiosecillo,hatomado…porcuna. ROXANA.— (Avanzando en el balcón.) Esto está mejor. ¿Y por qué, si es cruel, fuisteistantontoquenoahogasteiseseamorenlacuna? CRISTIÁN.—¡Lointenté…perotodofueenvano…!Esereciénnacido…señora,es unpequeño…Hércules… ROXANA.—¡Yaestámejor! CRISTIÁN.— … de tal suerte que estrangula fácilmente las dos serpientes: el Orgullo…ylaDuda. ROXANA.—(Acodándose en la balaustrada del balcón.) ¡Ah! ¡Eso esta muy bien! Pero¿porquehabláisdeunaformatanpocosegura?¿Acasovuestraimaginación sufredegota? CYRANO.—(EmpujandoaCristiánbajoelbalcónycolocándoseensusitio.)¡Chiss, cállate!¡Seestáponiendomuydifícil! ROXANA.—Estanochevuestraspalabrastiemblan…¿porqué? CYRANO.—(Hablandoamediavoz,comoCristián.)Es…quecomoestámuyoscuro, buscanatientasenlasombravuestrooído. www.lectulandia.com-Página80 ROXANA.—Lasmíasnotienensemejantedificultad. CYRANO.— ¿Lo encuentran en seguida?… ¡Oh, claro! Porque es mi corazón el que las recibe, y mi corazón es muy grande en tanto que vuestro oído es pequeño. Además, vuestras palabras descienden y bajan deprisa; las mías, en cambio, suben,señora,ynecesitanmástiempo. ROXANA.—¡Perosubenmejordesdehaceunosinstantes! CYRANO.—¡Practicandoseadquierelacostumbre! ROXANA.—¡Laverdadesqueoshablodesdegranaltura! CYRANO.— Desde luego. ¡Y si dejaseis caer desde ahí una palabra dura sobre mi corazón,memataríais! ROXANA.—(Conunmovimiento.)¡Ahoramismobajo! CYRANO.—(Vivamente.)¡No! ROXANA.— (Señalándole el banco situado bajo el balcón.) ¡Subíos a ese banco, deprisa! CYRANO.—(Retrocediendoconespantoenlaoscuridad.)¡No! ROXANA.—¿Porquéno? CYRANO.—(Másemocionadocadavez.)Dejadqueaproveche…estaocasiónquese presentaparahablardulcementesinvernos. ROXANA.—¿Sinvernos? CYRANO.—Sí,esdelicioso.Apenassiadivinovuestrorostro.Vosveisúnicamentela negrura de un largo manto que cae y yo vislumbro apenas la blancura de un vestidodeverano:yonosoymásqueunasombra;vos,unaclaridad.¿Ignoráislo queparamírepresentanestosminutos?Sialgunavezfuielocuente… ROXANA.—¡Lofuisteis! CYRANO.—¡Nuncahastaahorasaliómilenguajedemiverdaderocorazón! ROXANA.—¿Porqué? CYRANO.—Porquehastaahorasiempreoshabléatravésde… ROXANA.—¿Dequé? CYRANO.—Atravésdelvértigoqueinfundenvuestrosojos.Peroestanoche…¡esta nochemeparecequeserálaprimeraenquevoyahablaros! ROXANA.—¡Esverdadquetenéisotravoz! CYRANO.—(Acercándoseconfiebre.) Sí. Es otra porque, envuelto en la noche que meprotege,meatrevoalfinaseryomismo…meatrevo…(Sedetieneperdido.) ¿Qué os decía?… ¡No sé… todo esto… perdonad mi emoción… Es tan delicioso…y,sobretodo,tannuevoparamí! www.lectulandia.com-Página81 ROXANA.—¿Tannuevo? CYRANO.—(Exaltado y tratando siempre de recoger sus palabras.) ¡Tan nuevo, sí, tan nuevo ser sincero!… El temor a que os burlaseis me oprimió siempre el corazón. ROXANA.—¿Quemeburlase?…¿Dequé? CYRANO.— Pues de… de algún arranque… Sí, mi corazón se viste siempre de mi ingenio por pudor… Me lanzo a descolgar estrellas y me detengo, por temor al ridículo,arecogeralgunaflorecilla. ROXANA.—Tambiénlasflorecillastienensupartebuena. CYRANO.—Sí,peroestanoche,desdeñémoslas. ROXANA.—Nuncamehabíaishabladoasí. CYRANO.— ¡Ah! ¡Si lejos de las aljabas, los arcos y las flechas, huyésemos hacia cosas más verdaderas!… ¡Si en lugar de beber el agua sucia, gota a gota en un pequeñodedaldeoro,intentamosvercómoelalmasealimentabebiendoenlas puraslentesdelamor!… ROXANA.—Pero…¿yelingenio? CYRANO.— Sirvió para reteneros a mi lado. Pero tratar de hablar ahora como una carta de amor, sería insultar esta noche, este perfume, esta hora y a la naturaleza… Dejemos que el cielo, con la mirada de sus astros, nos despoje de todoloartificial.¡Temoquelasinceridaddelossentimientosdesaparezcaentre tantapalabraexquisita,queelalmanosepierdaenpasatiemposridículosyqueel «findelfin»noseconviertaenel«findevanosfines»! ROXANA.—Pero…¿yelingenio? CYRANO.—Tratándosedeamor,lodetesto.Cuandoseama,esuncrimenprolongar esejuego.Además,inevitablementellegaunmomento—compadezcoaaquellos paralosquenuncallega—,enquenossentimosunidosporunamornoble,quese vuelvetristeacadapalabrabonitaquedecimos. ROXANA.—¡Ybien!…Siesemomentohubiesellegadoparanosotrosdos¿quéme diríais? CYRANO.— Todas, todas aquellas palabras que se me ocurran, os las ofreceré sin ponerlasniaderezarlasenunramillete:osamo;meahogo,enloquezco,nopuedo más, es demasiado… ¡Tu nombre es para mi corazón como un cascabel…! y como siempre ante ti estoy temblando, el cascabel se agita y tu nombre suena. ¡Tantoteheamadoquemeacuerdodetodo…!Séqueelañopasado,undía,el docedemayo,tecambiasteelpeinadoparasalirporlamañana…Cuandosefija demasiadoratolavistaenelsol,sevenencimadelascosascercosencarnados… Delmismomodo,cuandoapartolavistadelfuegoencendidodetucabellera,mis www.lectulandia.com-Página82 ojos,deslumbrados,venportodaspartesmanchasrojizas… ROXANA.—(Convoztrémula.)Sí,¡estoesamor! CYRANO.— Decís bien. Este sentimiento, terrible y celoso que me invade, es verdaderoamor…Tienetodoelfurortristedelamorysinembargo,noesegoísta. ¡Ah!portufelicidadyodaríalamía,aunquetúnuncallegarasaenterartedenada. ¡Si alguna vez pudiera, aunque de lejos, oír la risa de la felicidad nacida de mi sacrificio!… ¡Cada mirada tuya suscita en mí una virtud nueva!… ¡me da más valor!¿Tedascuenta?¿Entiendesahoraloquemepasa?¿Sientesenestasombra, subir hasta ti mi alma? En verdad, esta noche es demasiado bella, demasiado dulce…Yoosdigotodoestoyvos…¡vosmeescucháis!¡Esdemasiado!¡Incluso miesperanzamásatrevida,nuncaosóesperartanto!Ahorasólomerestamorir. ¡Espormispalabrasporloqueellatiemblaentrelashojascomounahojamás! ¡Puestiemblas!…porque,loquierasono,hesentidobajar,alolargodelasramas dejazmín,eltembloradoradodetumano. (Besaenamoradamentelapuntadeunaramaquecuelga.) ROXANA.—¡Sí!¡Tiembloylloro,yteamo,ysoytuya!…¡Túmehasenloquecido, mehasembriagado!… CYRANO.—Entonces…¡quevengalamuerte!Estaborrachera…¡yohesidoquienha sabidoprovocarestaembriaguez!Yanopidomásqueunacosa… CRISTIÁN.—(Debajodelbalcón.)¡Unbeso! ROXANA.—(Echándosehaciaatrás.)¿Qué? CYRANO.—¡Oh! ROXANA.—¿Qué…quéhabéispedido? CYRANO.—Yo…yo…(ACristián.)¡Vasdemasiadoaprisa! CRISTIÁN.—¡Ahoraqueestáturbadapuedoaprovecharme! CYRANO.— (A Roxana.) Si, yo… yo he pedido… es verdad ¡santo Cielo!… Comprendoquefuidemasiadoaudaz. ROXANA(Unpocodecepcionada.)¿Oseaqueyanoloqueréis? CYRANO.— Sí… Lo quiero… ¡sin quererlo! Si vuestro pudor se conturba, no recordéismásesebeso. CRISTIÁN.—(ACyrano,tirándoledelacapa.)¿Porqué? CYRANO.—¡CállateCristián! ROXANA.—(Inclinándosehaciaadelante.)¿Quédecíaisenvozbaja? CYRANO.— Me reñía a mí mismo por haber ido demasiado lejos y me decía: «¡Cállate,Cristián!»(Loslauditascomienzanatocar.)¡Unmomento!…Alguien viene.(Roxanacierralaventana.Cyranoescuchaaloslauditasquetocanuno www.lectulandia.com-Página83 unairealegre,yelotrounotriste.)¿Unoalegre?…¿Unotriste?…¿Quéquiere decir?…¿Esunhombreounamujer?…¡Ah…,uncapuchino! (Entra a un capuchino que va de casa en casa con una linterna en la mano, mirandolaspuertas.) www.lectulandia.com-Página84 ESCENAVIII CYRANO,CRISTIÁNyuncapuchino. CYRANO.—(Alcapuchino.)¿EsestoeljuegodeDiógenesrenovado? ELCAPUCHINO.—Buscolacasadelaseñora… CRISTIÁN.—¡Nosestorba! ELCAPUCHINO.—MagdalenaRobin. CRISTIÁN.—¿Quéquiere? CYRANO.—(Señalándole una callejuela que sube.) ¿La casa de Magdalena Robin? ¡Porallí,todoseguido,siemprederecho! ELCAPUCHINO.—Rezaréunrosarioporvos.(Elcapuchinosale.) CYRANO.—¡Vayabroma!Mismejoresvotosvanenposdevuestracogulla. (SedirigehaciaCristián.) www.lectulandia.com-Página85 ESCENAIX CYRANOyCRISTIÁN. CRISTIÁN.—¡Obténmeesebeso! CYRANO.—¡No! CRISTIÁN.—¡Másprontoomástarde…! CYRANO.— Tienes razón. Al fin, llegará ese momento de embriaguez en el que vuestrasbocasselanzaránlaunacontralaotraacausadetumostachorubioyde sulabiosonrosado.(Asímismo.)Preferiríaquefueseacausade… (Ruidodepostigosqueseabren;Cristiánseocultabajoelbalcón.) www.lectulandia.com-Página86 ESCENAX CYRANO,CRISTIÁNyROXANA. ROXANA.—(Adelantándoseenelbalcón.)¿Soisvos?Mehablabaisde…de…un… CYRANO.— ¡De un beso! La palabra es dulce y no veo por qué vuestro labio no se atreve… ¡Si decirla quema. Qué no será vivirla! No os asustéis. Hace un momento, casi insensiblemente habéis abandonado el juego y pasado, sin lágrimas, de la sonrisa al suspiro, del suspiro a las lágrimas. Deslizaos de igual manera un poco más: ¡de las lágrimas al beso no hay más que un estremecimiento! ROXANA.—¡Callaos! CYRANO.— ¿Qué es un beso, al fin y al cabo, sino un juramento hecho poco más cerca, una promesa más precisa, una confesión que necesita confirmarse, la culminacióndelamor,unsecretoquetienelabocaporoído,uninstanteinfinito queprovocaunzumbidodeabeja,unacomunióncongustoaflor,unaformade respirarporunmomentoelcorazóndelotroydegustar,pormediodeloslabios, elalmadelamado? ROXANA.—¡Callaos! CYRANO.—Señora,unbesoestannoble,queinclusolamismareinadeFrancia,leha permitidotomarunoalmásfelizdelosloresingleses. ROXANA.—Siendoasí… CYRANO.—(Exaltado.)¡CualotroBuckinghamquesufreensilencio,adoroenvosla reinaquesois!Comoél,estoytriste… ROXANA.—¡Ycomoél,soishermoso! CYRANO.—(Aparte,condesengaño.)¡Esverdad,hermoso!…¡Yanomeacordaba! ROXANA.—¡Subidarecogerestaflorsinigual! CYRANO.—(EmpujandoaCristiánhaciaelbalcón.)¡Sube! ROXANA.—¡Esegustodelcorazón!… CYRANO.—¡Sube! ROXANA.—¡Esezumbidodeabeja!… CYRANO.—¡Sube! CRISTIÁN.—(Dudando.)Esque…¡meparecequeestoestámal! ROXANA.—¡Esteinstanteinfinito!… CYRANO.—(Empujándole.)¡Subeya,animal! www.lectulandia.com-Página87 (Cristiánsedecideyporelbanco,lasramasylospilares,alcanzalabalaustrada ysesientaenella.) CRISTIÁN.—¡Roxana! (Loabrazayseinclinasobresuslabios.) CYRANO.—¡Ay!…¡Quépunzadaenelcorazón!¡Beso,festíndeamorenelqueamí me toca el papel de Lázaro!… De esa sombra me llega una de tus migajas. Sí, siento que mi corazón recibe algo, porque en esos labios a los que Roxana se entrega,estábesandolaspalabrasqueyohedichohaceuninstante.(Seoyende nuevoloslaúdes.)¿Unairetriste?¿Otroalegre?…¡Ya!…¡elcapuchino!(Finge venircorriendocomosillegasedelejosygritaenvozalta.)¡Hola! ROXANA.—¿Quépasa? CYRANO.—¡Soyyo!Pasabacasualmenteporaquí…¿EstáahíCristián? CRISTIÁN.—(Muyasombrado.)¡Cyrano! ROXANA.—¡Hola,primo! CYRANO.—¡Hola,Roxana! ROXANA.—¡Ahoramismobajo! (Desaparecedentrodelacasa.Elcapuchinovuelveaentrarporelfondo.) CRISTIÁN.—(Alverle.)Pero…¿todavía?… (VatrasRoxana.) www.lectulandia.com-Página88 ESCENAXI CYRANO,CRISTIÁN,ROXANA,elcapuchino,RAGUENEAU. ELCAPUCHINO.—¡Estaeslacasa,nohayduda!¡MagdalenaRobin! CYRANO.—Vosmedijisteis«Rolin». ELCAPUCHINO.—¡No,bin!…B,i,n;¡bin! ROXANA.—(ApareciendoenelumbraldelacasaseguidaporRagueneau,quetrae unalinterna,yCristián.)¿Quépasa? ELCAPUCHINO.—¡Unacarta! CRISTIÁN.—¿Qué? EL CAPUCHINO.— Seguro que se trata de algún asunto sagrado. Un señor muy importante… ROXANA.—(ACristián.)¡EsdeDeGuiche! CRISTIÁN.—¿Cómoseatreve? ROXANA.— Espero que alguna vez deje de molestarme. (Rasgandoelsobre.) Yo te quiero y si… (A la luz de la linterna de Ragueneau lee aparte y en voz baja:) «Señorita, los tambores baten y mi regimiento se pone las armaduras para comenzar la marcha. A mí me creen en camino… pero os desobedezco y me quedoenesteconvento.¡Prontoiréabuscaros!Osloanunciopormediodeun religiosomástontoqueunacabraquenoseenterarádenada.Vuestroslabiosme hansonreídodemasiadoynopuedomarcharmesinvolveraveros.Esperoqueme perdonéisestaaudacia.Firma,vuestromuy…etc…» ROXANA.—(AlCapuchino.)Padremío,vedloquediceestacarta.Escuchadtodos. (Todos se acercan.) «Señorita: Es preciso cumplir la voluntad del cardenal por duraqueosparezca.Porestarazón,heescogidoaunsanto,inteligenteydiscreto capuchinoparaponerenvuestrasencantadorasmanosestaslíneas.Deseamosque él os dé la bendición nupcial inmediatamente (Vuelve la página.) en vuestra mismacasa:Cristiánhadeconvertirse,ensecreto,envuestroesposo.Osloenvío. Yaséqueosdesagrada:resignaos.PensadqueelCielobendecirávuestroamory que,desdeluego,tendréissiempreaseguradoelrespetodevuestromáshumilde, etcétera…» EL CAPUCHINO.— ¡Honrado caballero! ¡Ya lo decía yo!… ¡Estaba seguro!… Sólo podíatratarsedealgosagrado. ROXANA.—(Envozbaja,aCristián.)¿Verdadqueleomuybienlascartas? CRISTIÁN.—¡Hum…! www.lectulandia.com-Página89 ROXANA.—(Envozaltaycondesesperación.)¡Ay!…¡quéhorror! ELCAPUCHINO.—(QuehaenfocadoconlalinternaaCyrano.)¿Soisvos? CRISTIÁN.—No.¡Soyyo! ELCAPUCHINO.—(Dirigiendolalinternahaciaél,ycomosituviesealgunadudaal versubelleza.)Pero… ROXANA.—«Postscriptum:Dadalconventoveintedoblas.» ELCAPUCHINO.—¡Unseñormuyrespetable!…(ARoxana.)¡Resignaos,hijamía! ROXANA.—(Sacrificándose.) ¡Me resigno! (Mientras Ragueneau abre la puerta al capuchinoalqueCristiáninvitaapasar,RoxanadiceenvozbajaaCyrano.)De Guichevendráahora…¡procuradentretenerlemientras! CYRANO.—¡Comprendido!(Alcapuchino.)¿Cuántotiempotardaréisenbendecirles? ELCAPUCHINO.—Uncuartodehora. CYRANO.—(Empujándoleshacialacasa.)Idos.Yomequedo. ROXANA.—(ACristián.)¡Vamos! (Entranenlacasa.) www.lectulandia.com-Página90 ESCENAXII CYRANO,solo. CYRANO.— ¿Cómo conseguir que De Guiche pierda un cuarto de hora?… (Salta rápidamentealbancoysubealmuroendirecciónalbalcón.)¡Allí!…¡Asubir! …Yatengoelplantrazado.(Losmúsicoscomienzanatocaruncantolúgubre.) ¡Oh!…¡unhombre!(Lacanciónsevuelvesiniestra.)¡Hum!…Nohayduda,esta vezeshombre.(Seencuentrayasobreelbalcón;secalaelsombrerohastalos ojos,dejasuespadayseenvuelveconlacapa.Despuésseinclinaymirahacia afuera.) ¡No es suficientemente alto!… (Se sienta sobre la balaustrada y atrayendohaciasíunalargaramadeunodelosárbolesquesobrepasanelmuro del jardín, se agarra a ella con las dos manos, preparado para dejarse caer.) ¡Voyaturbarunpocolaatmósfera! www.lectulandia.com-Página91 ESCENAXIII CYRANOyDEGUICHE. DEGUICHE.—(Queentraenescenaconmáscaraytanteandoenlaoscuridad.)¿Qué estaráhaciendoesemalditocapuchino? CYRANO.—¡Diablos!…¿Ymivoz?…Silareconoce…(Sesueltadeunamanoycon ella finge dar vueltas a una llave invisible.) ¡Cric… crac! (Con solemnidad.) ¡Cyrano,recuperaelacentodelosBergerac! DE GUICHE.— (Mirando la casa.) Sí, esa es. ¡Qué mal veo!… Está máscara me molesta.(Se dirige a la entrada Cyrano salta desde el balcón, ayudado por la rama que se cimbrea y le deposita exactamente entre la puerta y De Guiche; finge caer pesadamente como si lo hubiese hecho desde muy alto y se echa al suelodondepermaneceinmóvilycomoaturdido.DeGuichesaltahaciaatrás.) ¡Eh!… ¿qué es esto? (Cuando alza los ojos, la rama se ha enderezado ya y el condenopuedevermásqueelazuldelcielosincomprendernada.)¿Dedónde hacaídoestehombre? CYRANO.—(Incorporándoseyconacentogascón.)¡DelaLuna! DEGUICHE.—Dela…¿qué? CYRANO.—(Convozdesueño.)¿Quéhoraes? DEGUICHE.—¿Estaráloco? CYRANO.—¿Quéhoraes?…¿Enquépaísestoy…enquédía…enquéestación? DEGUICHE.—Pero… CYRANO.—¡Estoyaturdido! DEGUICHE.—¡Caballero! CYRANO.—¡HecaídodelaLuna! DEGUICHE.—(Impacientándose.)¡Yaestábien! CYRANO.—(Levantándoseydandounagranvoz.)¡HecaídodelaLuna! DEGUICHE.—(Retrocediendo.) De acuerdo… de acuerdo… ¡Habéis caído… de la Luna!…¡Estetíopuedeserunloco! CYRANO.—(Dirigiéndosehaciaél.)¡Ynohecaídometafóricamente! DEGUICHE.—Perosi… CYRANO.—¡Hacecienaños,oquizásunminuto—ignorocompletamenteloqueduró micaída—,yomeencontrabaenaquellaesferacolordeazafrán! DEGUICHE.—(Encogiéndosedehombros.)¡Loquequeráis!…¡Dejadmepasar! www.lectulandia.com-Página92 CYRANO.—(Interponiéndose.)¿Dóndeestoy?¡Sedfranco!…¡Nomeocultéisnada! ¿Enquésitio,enquélugaracabodecaercomounaerolito? DEGUICHE.—¡Diablos! CYRANO.—Conlavelocidaddelacaídanopudeescogerelpuntodellegadaeignoro dóndemeencuentro.¿FueenlaLunaoenlaTierradondehaceunmomentodi conmisposaderas? DEGUICHE.—Osrepitocaballero… CYRANO.— (Con un grito de terror que hace retroceder a De Guiche.) ¡Ah. Dios mío!…¡Enestepaístienenlacaranegra! DEGUICHE.—(Llevándoselamanoalrostro.)¿Cómo? CYRANO.—(Conunmiedoenfático.)¿MehalloporventuraenArgelia?¿Soisvosun indígena? DEGUICHE.—(Quesehadadocuentadequellevalamáscara.)¡Lamáscara! CYRANO.—(FingiendotranquilizarseunpococuandoDeGuicheselaquita.)¡Ah! …¡EntoncesesqueestoyenVenecia! DEGUICHE.—(Queriendopasar.)¡Unadamameespera! CYRANO.—(Completamentetranquilizado.)Desdeluego,estoyenParís,¿noeseso? DEGUICHE.—(Sonriendoasupesar.)¡Elcasoesbastanteextraño! CYRANO.—¡Ah!…¿Osreís? DEGUICHE.—Merío,¡peroquieropasar! CYRANO.—(Alegre.)¡HevueltoacaerenParís!(Demuestrasusatisfacciónriendo, saltandoysaludando.)Perdonadme,perocomoconsecuenciadelaúltimacaída estoyunpococubiertodeéter.¡Heviajadomuchoyporesotengolosojosllenos depolvodeastros!¡Enmisespuelaspodéisvertodavíaalgunospelosdeplaneta! (Recogiendo algo de su manto.) Mirad, sobre mi jubón había una vedija de cometa.(Soplacomoparahacerlavolar.) DEGUICHE.—(Fueradesí.)¡Caballero! CYRANO.—(Enelmomentoenquevaapasarestirasupiernacomoparamostrarle alguna cosa y le detiene.) En mi pantorrilla traigo clavado un diente de la Osa Mayor… y como al huir del Tridente quise evitar una de sus tres orquillas, caí sentado sobre Libra, que en estos momentos marca mi peso en sus balanzas. (Impidiendo con presteza que De Guiche pase y cogiéndole por uno de los botonesdeljubón.) ¡Si vos, caballero, oprimieseis con vuestros dedos mi nariz, saldríaleche! DEGUICHE.—¿Leche? CYRANO.—Sí,¡lechedelaVíaLáctea! www.lectulandia.com-Página93 DEGUICHE.—¡Bah!,¡idosalinfierno! CYRANO.—EselCieloquienmeenvía.(Cruzándosedebrazos.)¿Podríaiscreerque alcaermehevistoaSirioponerseporlanocheunturbante?(Confidencial.)¡La OsaMenoresdemasiadopequeñaparaquepuedamorder!(Riendo.)¡Alatravesar laLira,rompíunadesuscuerdas!(Soberbio.)Contarétodomiviajeenunlibroy, comolasestrellasdeoroquebrillanenmicapayqueconseguítrasinnumerables peligrosyaventuras,harélosasteriscos,cuandoellibroseimprima! DEGUICHE.—Peroyoquiero… CYRANO.—¡Yasépordóndevais! DEGUICHE.—¡Caballero! CYRANO.— ¡Quisierais saber por mi boca cómo está hecha la Luna y si hay algún habitanteenlaredondezdesucurvatura! DEGUICHE.—(Gritando.)¡No!Loquequiero…! CYRANO.—¿Sabercómohesubido?¡Loconseguípormediodemisinventos! DEGUICHE.—(Decepcionado.)¡Estáloco! CYRANO.— (Desdeñoso.) ¡No penséis que lo logré copiando a Regiomontano su águila,nitampocoaArquitassutímidapaloma! DEGUICHE.—Esunloco…¡perounlocosabio! CYRANO.—¡No!…¡noimiténadadelohastaahorahecho!(DeGuiche,decididoa pasar,caminahacialapuertadeRoxana.Cyranolesiguedispuestoasujetarle.) ¡Inventéseissistemasparaviolarelcielovirgen! DEGUICHE.—(Volviéndose.)¿Seis? CYRANO.— (Con volubilidad.) Sí. ¡Quedándome desnudo y cubriendo luego mi cuerpoconfrascosdecristalllenosdelaslágrimasqueporlasmañanasvierteel cielo,despuésdetendermealsol,elastrohubierapodidoabsorberme,alabsorber elrocío! DEGUICHE.—(SorprendidoyadelantandounpasohaciaCyrano.)¡Vaya!…¡Noestá mal!¡Uno! CYRANO.— (Retrocediendo para arrastrarle al otro lado.) Podía, también, haber hecho lo siguiente para tomar impulso: ¡encerrar viento en un cofre de cedro y enrarecerlomedianteespejosardientesenformadeicosaedros! DEGUICHE.—(Adelantandounpaso.)¡Dos! CYRANO.—(Retrocediendosiempre.)¡Otambién,inventarunsaltamontesmecánico condisparadoresdeacero,yhacermelanzarhastaloscelestesprados,dondelos astrospacen,medianteexplosionessucesivasdesalitre! DEGUICHE.—(Siguiéndolesindarsecuentaycontandoconlosdedos.)¡Tres! www.lectulandia.com-Página94 CYRANO.—¡Comoelhumotienetendenciaasubir,podíahaberhinchadounglobo suficientementegrandeparaquemearrastrasehacialaaltura! DEGUICHE.—(Elmismojuego,másasombradocadavez.)¡Cuatro! CYRANO.—¡ComoaFebo,cuandoestáensuórbita,legustachupareltuétanodelos bueyes,bienpodríauntarcontuétanosmipielyalcanzarlaLuna! DEGUICHE.—(Estupefacto.)¡Cinco! CYRANO.—(Quehablandolehaarrastradohastaelotroextremodelaplaza,juntoa unbanco.)Yelúltimodelossistemasquehubierapodidoemplearconsisteenlo siguiente:sentándomesobreundiscodehierroarrojaríadesdeél,alaire,untrozo deimán.Ésteesunbuenmétodo:eldiscovatraselimány,cuandoloalcanza, vuelvoalanzarloalaire…¡yasíindefinidamente! DE GUICHE.— ¡Seis! Los seis métodos son excelentes… pero ¿cuál de ellos escogisteis? CYRANO.—¡Ningunodelosseis!¡Unséptimosistema! DEGUICHE.—¡Vaya!…¿Ycuáles? CYRANO.—¡Adivinadlo! DEGUICHE.—¡Estamañanaestáresultandointeresante! CYRANO.—(Haciendoelruidodelasolascongrandesgestosmisteriosos.)¡Houuuh, …houuuh,…houuuh…! DEGUICHE.—¿Y…? CYRANO.—¿Noadivináis? DEGUICHE.—No. CYRANO.—¡Lamarea!AlahoraenquelasolassubenporlaatraccióndelaLuna, me tendí sobre la arena, después de bañarme en el mar. De repente, comencé a ascender de cabeza, porque los cabellos, especialmente, tenían agua entre sus hebras. Me elevé en el aire, recto, muy recto. ¡Como un ángel! Subía, subía dulcemente,sinningúnesfuerzoyderepente,sentíungolpe.Entonces… DE GUICHE.— (Arrastrado por la curiosidad y sentándose en el banco.) Y entonces…¿qué? CYRANO.—¡Entonces!…(Recuperandosuvoznormal.)Hapasadoelcuartodehora, caballero.Podéisseguirvuestrocamino:¡elmatrimonioyasehacelebrado! DEGUICHE.—(Levantándosedeunsalto.)Pero…¿estoyborracho?aesavoz…(La puerta de la casa se abre y aparecen lacayos con antorchas encendidas. Luz. Cyranosequitaelsombreroquehastaahoralecubríaelrostro.)…yesanariz… ¡Cyrano! CYRANO.— (Saludando.) ¡El mismo! Dentro de un momento estarán aquí… ¡el www.lectulandia.com-Página95 tiempojustodeponerselosanillos! DEGUICHE.—Pero…¿quién?(Sevuelve.Cuadro.Detrásdeloslacayos,Roxanay Cristiáncogidosdelamano.Elcapuchinolessigue,sonriente.Ragueneaulleva también una antorcha. Cierra la procesión la dueña, medio dormida y en camisón.)¡Cielos! www.lectulandia.com-Página96 ESCENAXIV Losmismos,ROXANA,CRISTIÁN,elcapuchino,RAGUENEAU,lacayosyladueña. DE GUICHE.— ¡Vos! (Reconociendo a Cristián con estupor.) ¿Él? (Saludando a Roxana con admiración.) ¡Sois muy astuta! (A Cyrano.) Os felicito, señor inventordemáquinas,vuestrocuentolograríadeteneraunsantoenlasmismas puertasdelCielo.Anotadestedetalleporqueospuedeservirparaellibro. CYRANO.—(Inclinándose.)Señor,esunconsejoquetratarédeseguir. ELCAPUCHINO.—(PresentandoconsatisfacciónlosreciéncasadosaDeGuiche,y mesándose su gran barba blanca.) Esta hermosa pareja, os debe su unión, hijo mío. DEGUICHE.—(Mirándolefríamente.) ¡Sí! (ARoxana.) Señora, ¿queréis despediros devuestroesposo? ROXANA.—¿Cómo?… DEGUICHE.—(ACristián.)Elregimientoestáencamino.¡Uníosaél! ROXANA.—¿Parairalaguerra? DEGUICHE.—¡Claro! ROXANA.—¡Perosiloscadetesnovan!… DEGUICHE.— ¡Irán! (Sacando el papel que había guardado en su bolsillo.)¡Aquí estálaorden!(ACristián.)Llevadlavos,barón. ROXANA.—(ArrojándoseenlosbrazosdeCristián.)¡Cristián! DEGUICHE.—(Sarcástico.)¡Lanochedebodasestátodavíamuylejana! CYRANO.—(Aparte.)¡Yaldeciresocreecausarmedaño! CRISTIÁN.—(ARoxana.)¡Bésameotravez! CYRANO.—Vamos,vamos,¡yabasta! CRISTIÁN.—(QuesigueabrazadoaRoxana.)Esdurodejarla…¡Túnosabes…! CYRANO.—(Tratandodearrástrale.)¡Losé! (Alolejosseoyentamboresquetocanunamarchadeguerra.) DEGUICHE.—(Quehasubidohastaelfondo.)¡Elregimientoestáenmarcha! ROXANA.—(ACyrano,quetratadellevarseaCristián.)¡Osloconfío!¡Prometedme quenopondrásuvidaenpeligro! CYRANO.—Tratarédequeasísea,peronopuedoprometerosnada. ROXANA.—(Lomismo.)¡Prometedmequeseráprudente! www.lectulandia.com-Página97 CYRANO.—Haréloquepueda,pero… ROXANA.—(Lomismo.)¡Cuidadqueenesehorribleasedionopasefrío! CYRANO.—Loprocuraré,pero… ROXANA.—¡Juradmequemeseráfiel! CYRANO.—¡Ah,claro!Esodesdeluego,pero… ROXANA.—¡…quemeescribiráamenudo!… CYRANO.—(Deteniéndose.)Descuidad,¡esoosloprometo! TELÓN www.lectulandia.com-Página98 ACTOCUARTO LoscadetesdeGascuña CampamentodelacompañíadeCarbondeCastel-Jaloux,duranteelsitiodeArrás. Al fondo, un talud que atraviesa la escena de parte a parte. Más allá se percibe un horizonte de llanura: el terreno se halla cubierto por las obras del asedio. Muy lejanos,losmurosdeArrásylassiluetasdesustechos. Tiendas, armas caídas por el suelo, tambores, etc. Está a punto de amanecer. Centinelas. Hogueras. Envueltos en sus capotes, los cadetes de Gascuña duermen. Carbon de Castel-Jaloux y Le Bret velan. Todos están pálidos y muy delgados. Cristián,tendidoentresuscompañerosyenvueltocomoellosensucapa,duermeen primertérmino.Elresplandordeunahoguerapermiteversurostro.Pausa. www.lectulandia.com-Página99 ESCENAI CRISTIÁN,CARBONDECASTEL-JALOUX,LEBRET,loscadetes;despuésCYRANO. LEBRET.—¡Eshorrible! CARBON.—Sí,notenemosnada. LEBRET.—¡«Mordious»! CARBON.—(Haciéndoleseñasparaquehablemásbajo.)¡Juraconsordina!…Losva a despertar. (A los cadetes.) ¡Chiss!… ¡Seguid durmiendo! (A Le Bret.) ¡Por lo menoslosqueduermencenan! LEBRET.— Pero los que padecemos insomnio… ¡qué hambre! (Se oyen a lo lejos algunosdisparos.) CARBON.—¡Malditosdisparos!…¡Vanadespertaramismuchachos!(Aloscadetes quelevantanlacabeza.)¡Seguiddurmiendo! (Todosvuelvenaacostarse.Nuevosdisparos,estavezmascercanos.) UNCADETE.—(Sobresaltado.)¡Diantre!¿Quéeseso? CARBON.—¡Nopasanada!EsCyranoquevuelve. (Lascabezasquesehabíanlevantadoseechandenuevo.) UNCENTINELA.—(Desdefuera.)¡Alto!¿Quiénva? LAVOZDECYRANO.¡Bergerac! ELCENTINELA.—(Queestásobreeltalud.)¡Alto!¿Quiénva? CYRANO.—(Apareciendosobreelparapeto.)¡Bergerac,imbécil! (Cyranodesciende.LeBretseadelantahaciaél,inquieto.) LEBRET.—¡Diosmío!…¡Porfinhasllegado! CYRANO.—(Haciéndoleseñasparaquenadiesedespierte.)¡Calla! LEBRET.—¿Estásherido? CYRANO.—Sabesdesobraquetienenporcostumbrenoacertarme. LEBRET.—Mepareceexcesivocorrertantopeligrotodaslasmañanasporllevaruna carta. CYRANO.— (Deteniéndose ante Cristián.) ¡Prometí que escribiría a menudo! (Le mira.) Duerme. Está pálido. ¡Si supiese la pobre que se muere de hambre!… ¡Perocontinúaigualdeguapo! LEBRET.—Anda,¡veteadormir! www.lectulandia.com-Página100 CYRANO.—Nogruñas,LeBret…¡ynovuelvasatenermiedopormí!Tevoyadecir una cosa… Para atravesar las líneas españolas, he escogido un lugar cuyos centinelasestánborrachostodaslasnoches. LEBRET.—¿Yporqué,entoncesnonostraesvíveres? CYRANO.— Hay que tener mucha soltura para pasar y si traigo algo… De todas formas, si no he visto mal, esta noche habrá novedades y los franceses comeremosomoriremos. LEBRET.—¡Cuenta!…¿Quésabes? CYRANO.—¡No!…¡noestoyseguro!¡Yaveremosloquepasa! CARBON.—¡Esvergonzoso!Serlossitiadores…¡ypasarhambre! LEBRET.—Nuncavinadatancomplicadocomoestesitio:nosotrosasediamosArrás, el cardenal de España nos tiende una trampa y resulta que entonces somos nosotroslossitiados. CYRANO.—¡Yavendráalguienquesitie,asuvez,alcardenal! LEBRET.—¡Nomeparececosaderisa! CYRANO.—¡Bueno,bueno! LEBRET.—¡Pensarquecadadíaarriesgastuvidaparallevar…!(ViendoqueCyrano sedirigeasutienda.)¿Dóndevas? CYRANO.—¡Aescribirotra! (Desapareceenelinteriordelatienda.) www.lectulandia.com-Página101 ESCENAII Losmismos,exceptoCYRANO. (El alba despunta poco a poco, con resplandores rosas. La ciudad de Arrás se distingue, dorada, en el horizonte. A lo lejos, y por izquierda, suena un disparo de cañón e inmediatamente una batería de tambores. Otros tambores redoblan más cercarespondiendoaaquéllosyaproximándose.Pasanjuntoalescenarioysealejan porladerecha,recorriendoelcampo.Rumoresdesoldadosquesedespiertan.Alo lejos,vocesdeoficiales.) CARBON.— (Suspirando.) ¡Maldición… diana! (Los cadetes se revuelven en sus capotes y se estiran.) ¡Suculento sueño, ha llegado tu fin! ¡Ya sé cuál será su primergrito! UNCADETE.—(Sentándose.)¡Tengohambre! OTRO.—¡Memuero! TODOS.—¡Ay! CARBON.—¡Levantaos! TERCERCADETE.—¡Nopuedodarniunpaso! CUARTOCADETE.—¡Nimoverme! ELPRIMERCADETE.—(Mirándoseenuntrozodecoraza.)Tengolalenguaamarilla. ¡Elairedebeestarindigesto! OTRO.—¡CambiomicoronadebarónporunpocodequesodeChester! OTRO.— ¡Si no consigo llenar mi estómago de algo, me retiraré a mi tienda, como Aquiles! OTRO.—¡Sialmenoshubiesepan! CARBON.—(AdelantándosehacialatiendadondehaentradoCyranoyllamándolea mediavoz.)¡Cyrano! OTROSCADETES.—¡Nosmoriremos! CARBON.— (Siempre a media voz, en la puerta de la tienda.) ¡Ayúdame! Tú, que sabescontentarlessiempre,¡devuélveleslaalegría! SEGUNDO CADETE.— (Precipitándose hacia el primero, que está mascando algo.) ¿Quécomes? ELPRIMERO.—Estopadecañónfritaconaceitedeengrasarlasruedas…¡esloúnico queheencontradoenlosalrededoresdeatrás! ELOTRO.—(Entrando.)¡Vengodecazar! www.lectulandia.com-Página102 OTRO.—(Lomismo.)¡Estuvepescando! TODOS.—(Poniéndoseenpieylanzándosesobrelosreciénllegados.)¿Qué?…¿qué habéiscogido?…¿Unfaisán?…¿Unacarpa?…¡Enseñadlo,aprisa! ELPESCADOR.—Yo,unpececillo. ELCAZADOR.—¡Yyoungorrión! TODOS.—(Exasperados.)¡Basta!¡Sublevémonos! CARBON.—¡Ayúdame,Cyrano! (Yaescompletamentededía.) www.lectulandia.com-Página103 ESCENAIII LosmismosyCYRANO. CYRANO.—(Saliendodesutienda,tranquilo,conlaplumaenunaorejayunlibroen lamano.) ¿Qué es lo que pasa? (Silencio. Dirigiéndose al primer cadete.)¿Así arrastralospiesuncadete? ELCADETE.—¡Esquetengounacosaenlostalonesquememolesta! CYRANO.—¿Quées? ELCADETE.—¡Elestómago! CYRANO.—Y,¿dóndecreesquelotengoyo? ELCADETE.—¿Ynotemolesta? CYRANO.—¡Alcontrario!…¡meelevaelespíritu! SEGUNDOCADETE.—¡Yotengolosdienteslargos! CYRANO.—¡Noporesomorderásloquenohay! TERCERCADETE.—¡Mitripasuenaahueco! CYRANO.—¡Serviráparatocareltambor! OTRO.—¡Mezumbanlosoídos! CYRANO.—¿Qué?…¡Estásmintiendo!¡Tripavacíanotieneorejas! OTRO.—¡Algodecomer!…¡quieroalgodecomer,aunquesea…! CYRANO.—(Quitándoleelcascoyponiéndoseloenlamano.)¡Ahítieneslaensalada! OTRO.—¿Yquépodríacomeryo? CYRANO.—(Lanzándoleellibroquetieneenlasmanos.)¡LaIlíada! OTRO.—¡EnParís,elministroestarácomiendocuatrovecesaldía! CYRANO.—¿Creesquedeberíamandarteunaperdiz? ELMISMO.—Y¿porquéno?…¡Yvinotambién! CYRANO.—(Burlándose.)Richelieu,¿quédeseáis?…¿Borgoña? ELMISMO.—¡Quenosloenvíepormediodealgúncapuchino! CYRANO.—(Lomismo.)¡Sueminenciaestádemasiado…alegre! OTRO.—¡Tengounhambredeogro! CYRANO.—¡Bueno!…¡trágatealgúnniño! PRIMERCADETE.—(Encogiéndosedehombros.)¡Siempreelchiste,laironía!… CYRANO.—¡Sí,lapalabrajusta!…¡Quisieramorirunatardebajouncielorosa,con www.lectulandia.com-Página104 unahermosafraseparaunacausabella!¿Quémayorgloriaquecaerheridopor un arma noble y por un rival digno de serlo, lejos del lecho de muerte, con la puntadelhierroenelcorazónylaironíaenlapuntadeloslabios? GRITOSDETODOS.—¡Tengohambre! CYRANO.—(Cruzándosedebrazos.)Pero…¿quéospasa?…¡Nopensaismásqueen comer! ¡Acércate! Beltrán, viejo pastor y flautista, saca de tu estuche de cuero unadetusflautasytoca…¡tocaparaestehatajodevagosyborregos,lasviejas canciones del país!… ¡Toca una de esas canciones que, en cada nota, nos recuerdanlasvocesamadas!…¡Tocaesosairesquetienenlalentituddelhumo quelascasasdenuestrospueblosexhalanporsustechos,esamúsicacuyasnotas estánescritasconacentopatois!(Elviejosesientaypreparasuflauta.)¡Quela flauta, hoy guerrera y afligida, recuerde por un momento que antes de ser de ébanofuedecaña,mientrastusdedosparecenbailarsobreellacomolaspatasde unpájaro!…¡Quesucanciónlaasombreyreconozcaelalmarústicayagradable de su juventud!… (El viejo comienza a tocar una canción del Languedoc.) ¡Escuchad,gascones!,estonoeslatrompetaagudadeloscamposdeguerra,¡es laflautadelbosque!¡Desuslabiosnosaleelgritoquenosllamaalcombatesino la dulce música de la gaita de nuestros pastores! ¡Escuchad, gascones!, ¡es el rumordelvalle,delalanda,delbosque,elpastorcilloconsugorraroja,elverde dulzordelosatardeceresdeBorgoña!¡Oídlo,gascones!…¡EstodalaGascuña! (Las cabezas de todos los cadetes están inclinadas; los ojos sueñan y, furtivamente,algunosseenjuganlaslágrimasconelrevésdelasmangasoconuna puntadelcapote.) CARBON.—(ACyrano,envozbaja.)¡Lesestáshaciendollorar! CYRANO.— De nostalgia, que al fin y al cabo es un mal mucho más noble que el hambre…porquenoesfísicosinomoral.¡Meagradaquesudolorhayacambiado devíscerayqueseaelcorazónelquelesduela! CARBON.—¡Perosedebilitaránsilosenterneces! CYRANO.—(Haciendo una señal para que el tambor se acerque.) ¡No importa! El héroequetodosllevanensusangresedespiertamuypronto,bastacon… (Haceungestoyeltamborbate.) TODOS.—(Levantándoseyprecipitándosesobrelasarmas.)¿Eh?…¿Quéesesto?… ¿Quépasa?… CYRANO.—¿Loves?…¡Bastaconunredobledetambor!¡Adióssueños,penas,país natal,amor!…¡Loqueconlaflautaviene,sevaconeltambor! UNCADETE.—(Quemiraalfondo.)¡Eh!…¡Eh!…¡QuevieneDeGuiche!… www.lectulandia.com-Página105 TODOSLOSCADETES.—(Murmurando.)¡Hou!… CYRANO.—¡Halagadormurmullo! UNCADETE.—¡Nosfastidia! OTRO.— ¡Se da demasiada importancia con su gran cuello de encaje sobre la armadura! OTRO.—¡Comosilasespadasnecesitasendepuntillas! PRIMERCADETE.—¡Esoestábiencuandosetienealgúndivieso! SEGUNDOCADETE.—¡Bah!,¡esuncortesano! OTRO.—¡Talsobrinoparataltío! CARBON.—Sinembargo,¡esungascón! PRIMER CADETE.— ¡Un falso gascón!; ¡desconfiad de él! Los gascones son locos, arriesgados…¡Nadahaytanpeligrosocomoungascónrazonable! LEBRET.—¡Estápálido! OTRO.—¡Tienetantahambrecomoelúltimodiablo!…¡Perocomosucorazatiene clavosdorados,loscalambresdesuestómagorelucenconelsol! CYRANO.—(Vivamente.)¡Cuidado!…¡queniporunmomentopiensequesufrimos! …¡Vosotros,avuestrascartas!…¡Llenadlaspipas!…¡Queruedenesosdados! …(Todosseponenrápidamenteajugarencimadelostambores,lostaburetes, sobre sus capotes o en el suelo, mientras encienden las pipas.) ¡Yo, mientras tanto,leeréaDescartes! (Sepaseaalolargoyaloanchodelescenarioleyendounlibritoquehasacado de su jubón. Todos los cadetes aparentan estar abstraídos en el juego y contentos. Cuadro.EntraDeGuiche,muypálido,yseadelantahaciaCarbon.) www.lectulandia.com-Página106 ESCENAIV LosmismosyDEGUICHE. DEGUICHE.—(ACarbon.)¡Hola!¡Buenosdías!(Seobservanmutuamente.Aparte, consatisfacción.)¡Estáflacoyamarillo! CARBON.—(Lomismo.)¡Nolequedanenlacaramásquelosojos! DE GUICHE.— (Mirando a los cadetes.) ¡Con que éstos son los cabezas rotas!… ¡Caballeros!…mehandichoqueentrevosotros,loscadetes,noblesmontañeses, hidalgosbearnesesybaronesdelPerigord,semurmurayhablamaldemí…¡que noosparecesuficienteeldesdénquemostráisporvuestrocoronel,sinoqueme llamáisintrigante,cortesano!…¡queosmolestaversobremicorazauncuellode encajeyqueestáissiempreindignadosdiciendoquenosepuedesergascónsin sentirse pobre! (Silencio. Los cadetes continúan jugando y fumando.) ¿Queréis queoshagacastigarporvuestrocapitán?…¡Esperoqueno! CARBON.—Perdón,conde,peroyosoylibreynocastigaréanadie. DEGUICHE.—¿Cómo? CARBON.— Pago a mi compañía y por lo tanto me pertenece. ¡No estoy obligado a obedecerosmásqueenloconcernientealaguerra! DE GUICHE.— Pero… ¡esto pasa de la raya! (Dirigiéndose a los cadetes.) Puedo despreciarvuestrasbravatassinmiedo…¡yyaconocéismiformadehacerlo!Mi valor está demostrado. Ayer, por ejemplo, en Bapaume, todos pudieron ver la furiaconquehiceretrocederalcondedeBucquoi;lanzandomistropascomoun aludcontralassuyas,¡carguécontraélportresveces! CYRANO.— (Sin levantar las narices de su libro.) ¿Y qué me decís de vuestra bandolerablanca? DEGUICHE.—(Sorprendidoysatisfecho.)¡Ah!…¿conocéiseldetalle?…Enefecto, ocurrióque,mientrasefectuabalamaniobrapararecogeramigenteycargarpor terceravez,eltorbellinodelosquehuíanmearrastróhastaelcampoenemigo… ¡Rápidamente comprendí el peligro!… Si me hubiesen cogido, me habrían arcabuceadoalinstante.Derepente,tuvelaocurrenciadedesatarlabandoleray dejarla caer. De esta forma, y no conociendo ellos mi graduación, pude escapar fácilmentedelcampoespañol,para,almomento,volvercontraellosseguidode mistropas.¿Quéosparece?…¿Tenéisalgoquealegarcontraeso? (Loscadetesparecennoescuchar,perolascartasyloscubiletesestánenelaire, mientraselhumodelaspipaspermaneceencerradoenlasbocasdetodos.Pausa.) www.lectulandia.com-Página107 CYRANO.— ¡Enrique IV, encontrándose en vuestro mismo caso, nunca se habría despojadodesupenachoblanco! (Silencioalegre.Lascartasylosdadoscaen.Todaslasbocasdejanescaparel humo.) DEGUICHE.—¡Sinembargo,latretadioresultado!(Lamismaexpectacióndeantes.) CYRANO.— Es posible, ¡pero no se abdica tan fácilmente del honor de servir de blanco!(Cartasydadoscaen;elhumovuelveaelevarse;satisfaccióncreciente entreloscadetes.)¡Siyomehubieraencontradopresentecuandodejasteiscaerla bandolera,—enestosediferencianvuestrovaloryelmío—lahubierarecogidoy melahubierapuesto!… DEGUICHE.—¡Bah!…¡fanfarronadadegascón! CYRANO.— ¿Fanfarronada?… ¡Prestádmela y os prometo dirigir esta tarde el asalto conellapuesta! DEGUICHE.—¡Bastadebravatas!…¡Desobrasabéisquelabandoleraquedóenel campo enemigo, en un lugar que después la metralla acribilló y donde nadie podrárecuperarla! CYRANO.—(Sacandodesubolsillolabandolerablancayofreciéndosela.)¡Aquíla tenéis! (Los cadetes ahogan sus risas entre las cartas y los cubiletes. De Guiche se vuelveylesmira;inmediatamenteellosrecobransuairedegravedadyprosiguensus juegos.Unodeellossilbaconindiferencia,acompañadoporlaflauta.) DEGUICHE.—(Recogiéndola.)¡Gracias!Conestetrozodetelaclaravoyahacerla señalquenecesitaba.(Sesubesobreeltaludyagitamuchasveceslabandolera enelaire.) TODOS.—Pero…¿quéhace? DEGUICHE.—(Volviendoabajar.)Esunfalsoespíaespañolquenosprestabuenos servicios:losinformesquellevaalosenemigossonlosqueyoleentrego;deesta formapuedoinfluirensusdecisiones. CYRANO.—Yaentiendo:¡uncanalla! DEGUICHE.—(Poniéndoseconindiferencialabandolera.)Loquequeráis,peronos prestaexcelentesservicios…¿Dequéhablábamos?…¡Ah,semeolvidaba!…He de comunicaros algo. Esta misma noche, el mariscal, para avituallarnos, intentó un golpe supremo, dirigiéndose sin tambores ni banderas a Dourlens. Las provisionesrealesestánallíysehallevadocasitodaslastropasparaconseguir apoderarse de ellas. Si los españoles nos atacasen ahora, la situación sería muy delicada:¡lamitaddelejércitonoestáenelcampo! www.lectulandia.com-Página108 CARBON.—Silosupiesen,seríamuygrave.Peronolosabrán¿verdad? DEGUICHE.—¡Losabenyvanaatacarnos! CARBON.—¡Ah! DE GUICHE.— Mi falso espía ha venido a comunicarme su agresión. Y añadió: «Señaladme por dónde os interesa que se efectúe el ataque y yo indicaré a los españoles cuál es el puesto peor defendido; ellos lanzarán toda su fuerza sobre él». Le respondí: «Está bien, salid al campo y seguid con los ojos las líneas francesas; el lugar en que os haga una señal será el ideal para que efectúen el ataque». CARBON.—(Aloscadetes.)Caballeros,¡prepárense! (Todosselevantan.Ruidodeespadasycinturonesqueseabrochan.) DEGUICHE.—Elataquetendrálugardentrodeunahora. PRIMERCADETE.—¡Ah!…¡todavíapodemosjugarunrato! (Todosvuelvenasentarseyprosiguenlaspartidasinterrumpidas.) DEGUICHE.—(ACarbon.)¡Hayqueganartiempo!¡Elmariscaltienequevolver! CARBON.—Y…¿Paraganartiempo…? DEGUICHE.—¡Tendréisquehacerosmatar! CYRANO.—¡Bonitavenganza! DE GUICHE.— No digo que si os quisiese bien os hubiese escogido a vos y a los vuestros… pero como no hay ningún valor comparable al de los cadetes de Gascuña,¡sirvoamireysirviendoamirencor! CYRANO.—(Saludando.)¡Permitidmequeosloagradezca! DE GUICHE.— (Saludando.) Ya sé cuánto os gusta pelear uno contra cien. ¡Aquí tendréisoportunidaddehacerlo!(SealejaconCarbonhaciaeltalud.) CYRANO.— ¡Bueno, caballeros! Hoy vamos a añadir a las seis barras de azul y oro quetieneelescudodeGascuñaunamás,laquelefaltaba:¡Unabarradecolorde sangre! (DeGuichehablabajoconCarbondeCastel-Jaloux,enelfondo.Daórdenes.La resistenciaseprepara.CyranosedirigehaciaCristián,quehaquedadoinmóvil,con losbrazoscruzados.) CYRANO.—(Poniéndoleunamanoenelhombro.)¿Cristián?… CRISTIÁN.—(Moviendolacabeza.)¡Roxana! CYRANO.—¡Locomprendo! CRISTIÁN.—¡Sialmenospudieseexpresarlatodomiamorenunacartadedespedida! … www.lectulandia.com-Página109 CYRANO.—Estabasegurodequellegaríaestahora…(Sacaunacartadesujubón.) ¡yyaestáhechatucartadeadiós! CRISTIÁN.—¡Diablos! CYRANO.—¿Laquieres? CRISTIÁN.— (Arrancándole la carta de las manos.) ¡Claro! (La abre, lee y se detiene.)¡Vaya! CYRANO.—¿Quépasa? CRISTIÁN.—¿Yesapequeñamancha?… CYRANO.— (Cogiendo rápidamente el papel y mirando con aire atontado.) ¿Una mancha? CRISTIÁN.—¡Esunalágrima! CYRANO ¡Oh, sí!… Es el encanto del juego… ¿lo comprendes?… ¡Esta carta era demasiadoemocionanteymehahecholloraramímismoescribiéndola! CRISTIÁN.—¿Llorar?… CYRANO.— Sí, porque, al fin y al cabo, morir no es lo más terrible. Lo terrible verdaderamente es no volver a verla… Porque yo no la… (Cristián le mira.) Nosotrosnola…(Conrapidez.)Túnola… CRISTIÁN.—(Arrancándolelacarta.)¡Dameestacarta! (Seoyeenelcampounrumorlejano.) VOZDEUNCENTINELA.—¡Alto!¿Quiénva? (Disparos,voces,ruidodecascabeles.) CARBON.—¿Quépasa? CENTINELA.—(Queestásobreeltalud.)¡Unacarroza! (Todosseprecipitanalexteriorparaver.) GRITOS.— ¿Qué?… ¿En el campo?… ¡Está entrando!… ¡Parece venir del campo enemigo!… ¡Disparad!… ¡No!… Cuidado, el cochero ha gritado!… ¿Qué ha gritado?…¡Estágritando:«Serviciodelrey»!… (Los cadetes que están sobre el talud, miran hacia afuera. El tintineo de los cascabelesseaproxima.) DEGUICHE.—¿Qué?…¿Serviciodelrey?… (Todosbajandeltaludysealinean.) CARBON.—¡Abajoesossombreros! DEGUICHE.—(Gritandoendireccióndebastidores.)¡ServiciodelRey!…¡Colocaos www.lectulandia.com-Página110 enfilaparaquepuedadescribirconsuntuosidadlacurva! (Lacarrozaentraaltrote.Estácubiertadebarroydepolvo.Losvisillosbajados. Doslacayosdetrás.Sedetienenenseco.) CARBON.—(Gritando.) ¡Que redoblen los tambores! (Los tambores redoblan y los cadetessedescubren.) DEGUICHE.—¡Bajadelescalón! (Doshombrescorrenapresuradamente.Lapuertaseabre.) ROXANA.—(Saltandodelacarroza.)¡Buenosdías! (Elsonidodeunavozfemeninaalzadeunsologolpelascabezasdetodos,hasta ahoraprofundamenteinclinadas.Estuporgeneral.) www.lectulandia.com-Página111 ESCENAV LosmismosyROXANA. DEGUICHE.—¿Vos?…¿Serviciodelrey?… ROXANA.—Sí,perodeunsolorey:¡eldelamor! CYRANO.—¡Diosmío! CRISTIÁN.—(Abalanzándose.)¿Vosaquí?…¿Porquélohabéishecho?… ROXANA.—¡Durabademasiadoesteasedio! CRISTIÁN.—Pero…¿porqué? ROXANA.—Yatelodiré. CYRANO.—(Quealoírsuvozsehaquedadoinmóvil,sinatreverseamirarla.)¡Dios mío!…¿Lamiraré?… DEGUICHE.—¡Nopodéispermaneceraquí! ROXANA.— ¡Claro que puedo! ¿Queréis traerme un tambor? (Se sienta sobre un tamborqueleofrecen.)¡Muchasgracias!(Seríe.)Unapatrulladisparósobremi carroza… (Con orgullo.) ¡Creerían que era una calabaza y mis lacayos dos ratones, como en el cuento de hadas! (Enviando con los labios un beso a Cristián.) ¡Buenos días! (Todos la miran.) ¡Parece que no estáis muy alegres! ¿SabéisqueestámuylejosArrás?…(ViendoaCyrano.)¡Hola,queridoprimo! CYRANO.—(Avanzado.)¡Perocómo!… ROXANA.—¿Quecómohellegadohastaaquí?…¡Ah,amigomío,fuemuyfácil!¡He caminado por los lugares en que veía todo destruido!… ¡Qué horror!… ¡Fue necesarioquelovieseparacreerlo!Señores,sienesoconsisteelserviciodelrey, elmíovalemuchomás. CYRANO.—¡Estáisloca!Pero…¿pordóndediabloshabéispasado? ROXANA.—¿Pordónde?…¡Porelcampodelosespañoles! PRIMERCADETE.—¡Ah!¡Loqueellasnoconsigan! DEGUICHE.—¿Ycómoconseguisteisatravesarsuslíneas? LEBRET.—¡Debiósermuydifícil! ROXANA.— No mucho. Pasé con facilidad poniendo la carroza al trote. Si algún hidalgo español mostraba su rostro altivo, ponía en la portezuela mi más bella sonrisa… ¡y pasaba! Os juro que, sin desprestigio para los franceses, esos caballerossonlosmásgalantesdelmundo.¡Asíconseguípasar! CARBON.— Verdaderamente no hay mejor pasaporte que una sonrisa. ¡Pero alguna www.lectulandia.com-Página112 vezoshabránpreguntadoalgo! ROXANA.—Sí,conbastantefrecuencia.Yolesrespondía:«Voyaveramiamante». Entonces, incluso el español de aspecto más fiero, cerraba la portezuela de mi carroza y, con un gesto que daría envidia al mismo rey, bajaba los mosquetes dirigidoscontramí,ysoberbiodeagradoalavezquedeorgullo,conlaplumade susombreroflotandoalviento,seinclinabaydecía:«Pasad,señorita». CRISTIÁN.—¡Pero,Roxana! ROXANA.—Lestuvequedecirqueerasmiamante…¡perdóname!Comprendequesi leshubiesedicho:«mimarido»,nomehubiesendejadopasar. CRISTIÁN.—Pero… ROXANA.—Pero…¿qué? DEGUICHE.—¡Hayquesacarladeaquí! ROXANA.—¿Amí? CYRANO.—Sí,¡ydeprisa! LEBRET.—¡Cuantoantesmejor! CRISTIÁN.—¡Estoydeacuerdo! ROXANA.—Y…¿porqué? CRISTIÁN.—(Embarazado.)¿Cómoqueporqué? CYRANO.—(Lomismo.)Porquedentrodetrescuartosdehora… DEGUICHE.—Ounahora… CARBON.—(Lomismo.)¡Esmejor! LEBRET.—(Lomismo.)Podríais… ROXANA.—Sivaahaberlucha,mequedo. TODOS.—¡No! ROXANA.— ¡Es mi marido! (Se arroja en brazos de Cristián.) ¡Qué me maten contigo! CRISTIÁN.—¡Hasllorado! ROXANA.—Yatediréporqué. DEGUICHE.—(Desesperado.)¡Miradqueesgraveelpeligro! ROXANA.—(Volviéndose.)¿Gravedecís?… CYRANO.—¡ComoqueesDeGuichequiennoslodepara! ROXANA.—(ADeGuiche.)¡Ah!…¿conquequeréisdejarmeviuda? DEGUICHE.—Osjuro… ROXANA.— No juréis nada. Aunque sea una locura, me quedaré. Además, me www.lectulandia.com-Página113 divierte. CYRANO.—¡Vaya!¡Resultaquelalindaseñoritaeraunaheroína! ROXANA.—SeñordeBergerac…¡soyvuestraprima! UNCADETE.—¡Nosotrosladefenderemos! ROXANA.—(Cadavezmásentusiasmada.)¡Estoyseguradeello,amigosmíos! OTRO.(Embriagado.)¡Todoelcampohueleairis! ROXANA.— Precisamente me he puesto un sombrero que irá bien a la batalla. (Mirando a De Guiche.) Me parece que ya va siendo hora de que el conde se vaya…Podríacomenzarlalucha. DE GUICHE.— ¡Ah!… ¡esto pasa de la raya!… Voy a inspeccionar los cañones y vuelvoenseguida…¡Aúnestáisatiempodecambiardeopinión! ROXANA.—Eso…¡nunca! (DeGuichesale.) www.lectulandia.com-Página114 ESCENAVI Losmismos,exceptoDEGUICHE. CRISTIÁN.—(Suplicante.)¡Roxana,porfavor!… ROXANA.—¡No! PRIMERCADETE.—(Alosdemás.)¡Sequeda! TODOS.— (Corren precipitadamente, empujándose unos a otros mientras se acicalan.) ¡Un peine!… ¡jabón!… ¡Mi badana!… ¡Está rota… una aguja!… ¡Déjame tu espejo!… ¡Una cinta!… ¡Los puños de mi camisa!… ¿Quién tiene unacuchilla?… ROXANA.— (A la que Cyrano continúa suplicando.) ¡Todo es inútil! ¡Nadie conseguirámovermedeaquí! CARBON.—(Despuésdehabersepeinado,limpiadoelpolvo,cepilladoelsombrero, enderezado su pluma y estirado sus puños, como los otros, se dirige a Roxana ceremoniosamente.)Yaqueosquedáis,permitidmequeospresenteaalgunosde loscaballerosquevanatenerelhonordemorirporvuestrosbellosojos.(Roxana se inclina y espera, de pie y del brazo de Cristián.) ¡Barón de Peyrescous de Colignac! ELCADETE.—(Saludando.)¡Señora!… CARBON.—(Siguiendo.) ¡Barón de Casterac de Cahuzac!… ¡Vidame de Malgouyre EstressasLésbasd'Escarabiot!…¡Caballerod'AntignacJuzet!…¡BarónHillotde Blagnac-SaléchandeCastel-Crabioules!… ROXANA.—¿Cuántosnombrestenéiscadauno? ELBARÓNHILLOT.—¡Muchos! CARBON.—(ARoxana.)Abridlamanoconquesujetáisvuestropañuelo. ROXANA.—(Abrelamanoyelpañuelocae.)¿Porqué? (Todalacompañíaseabalanzasobreél,peroesCarbonquienlorecoge.) CARBON.— Mi compañía estaba sin bandera, pero estoy seguro de que, desde este momento,tendrálamásbellaqueondeesobreelcampo. ROXANA.—¡Esmuypequeña! CARBON.—(Atandoelpañueloalastadesulanzadecapitán.)¡Perodeencaje! UNCADETE.—(Alosdemás.)¡Moriríasinpesardespuésdehabervistoestacara!¡Si almenostuvieseenlatripaunanuez! CARBON.—(Que le ha oído.) ¿Cómo?… ¡Hablar de comida cuando una mujer tan www.lectulandia.com-Página115 exquisita…! ROXANA.—Elairedelcampodespiertaelapetito.¡Inclusoyomismatengohambre! Me apetecería comer fiambres, pastas, y buenos vinos… Ese sería mi menú preferido.¿Querríaistraérmelo?(Consternacióngeneral.) UNCADETE.—¿Traérselo?… OTRO.—¿Ydedóndelovamosasacar?… ROXANA.—(Tranquilamente.)¡Demicarroza! TODOS.—¿Qué?… ROXANA.—¡Perohayqueservirlo,trincharloydeshuesarlo!¡Miradatentamenteami cocheroyreconoceréisenélaunhombremuyvalioso!Siqueréis,recalentarálas salsas. LOS CADETES.— (Corriendo hacia la carroza.) ¡Pero si es Ragueneau! (Aclamaciones.) ROXANA.—(Siguiéndolosconlosojos.)¡Pobreshombres! CYRANO.—(Besándolelamano.)¡Habéissidonuestrahada! RAGUENEAU.—(En pie sobre el pescante, como un charlatán en la plaza pública.) ¡Caballeros!(Entusiasmogeneral.) LOSCADETES.—¡Bravo!…¡Bravo!… RAGUENEAU.— ¡Los españoles, con tantos encantos, no vieron pasar la comida! (Aplausos.) CYRANO.—(LlamandoaCristiánenvozbaja.)¡Oye,Cristián!¡Cristián! RAGUENEAU.— Distraídos en mostrarse galantes, no vieron… (Saca de su pescante unplatoquelevanta.)Lagalantina. (Aplausos.Lagalantinapasademanoenmano.) CYRANO.—(ACristián.)¡Unmomento!…¡tengoquedecirteunacosa! RAGUENEAU.— ¡Venus supo distraer el ojo, para que Diana pasase en secreto!… (Blandeunapierna.)Estecabritilla. (Entusiasmo.Lapiernaescogidaporveintemanosalavez.) CYRANO.—(Envozbaja,aCristián.)¡Quierohablarte! ROXANA.—(Aloscadetesquebajancargadosdealimentos.)¡Dejadlotodoaquí,en elsuelo! (Sobrelahierba,preparalamesaayudadapordoslacayosimperturbablesque estabandetrásdelacarroza.) ROXANA.—(ACristián,enelmomentoenqueCyranoselollevaba.)¡Eh,Cristián!… www.lectulandia.com-Página116 ¡aversisirvesparaalgo! (Cristiánvaensuayuda.MovimientodeinquietudenCyrano.) RAGUENEAU.—¡Pavotrufado! PRIMER CADETE.— (Que baja cortando una gran loncha de jamón.) ¡Rayos!, ¡no entraremosencombatesindarnosantesunbuenatracón!(Rectificandoalvera Roxana.)…perdón,unbanquete. RAGUENEAU.—(Lanzandoloscojinesdelacarroza.)Ahívanesoscojines!…¡están llenos! (Tumulto.Sedescosenloscojinesentrerisasyalegríageneral.) RAGUENEAU.—(Lanzandobotellasdevinotinto.)¡Botellasconrubíes…(Ydevino blanco.)ytopacios! ROXANA.— (Tirando al rostro de Cyrano un mantel plegado.) Despliega ese mantel…¡venga,deprisa! RAGUENEAU.—(Enarbolandounodelosfarolesdelacarroza.)¡Cadalinternaesuna despensa! CYRANO.—(En voz baja, a Cristián, mientras extienden juntos el mantel.) ¡Tengo algoquedecirteantesdequehablesconella! RAGUENEAU.—(Más y más lírico a cada momento.) ¡El mango de mi látigo es un salchichóndeArlés! ROXANA.— (Vertiendo vino en los vasos y sirviendo.) ¡Ya que nos mandan a la muerte,nosreímosdelrestodelejército!…¡Todoparalosgascones!…YsiDe Guicheaparece,quenadieleinvite.(Yendodeunoaotro.)Másdespacio,¡tenéis tiempo!… No comáis tan aprisa… ¡Bebed vos un poco!… ¿Qué os pasa?, ¿por quélloráis? PRIMERCADETE.—¡Esdemasiadobonito! ROXANA.—¡Chiss!…,¡Callad!…¿Tintooblanco?…¡PanparaelseñorCarbon!… ¡Un cuchillo!… Traed vuestro plato… ¿Todavía más?… ¡Ya os sirvo!… ¿Borgoña?…¿Queréisunala?… CYRANO.— (Que va tras ella con los brazos cargados de platos, ayudándola a servir.)¡Laadoro! ROXANA.—(ACristián.)¿Quéquierestú? CRISTIÁN.—¿Yo?…¡Nada! ROXANA.—¿Quenovasacomer?…Tomaesebizcochoydosdedosdevino. CRISTIÁN.—(Tratandoderetenerla.)Dime,¿porquéviniste? ROXANA.—Ahoramedeboaestosdesgraciados…¡Enseguidaestoycontigo! www.lectulandia.com-Página117 LEBRET.—(Que se había ido hacia el fondo para dar pan al centinela del talud, clavándoloenlapuntadeunapica.)¡Eh!…¡quevieneDeGuiche!… CYRANO.— ¡Deprisa!… ¡esconded las botellas, los platos, todo!… ¡Aquí no ha pasadonada!(ARagueneau.)Tú,saltaalpescante.¿Estátodoescondido? (Enunabrirycerrardeojos,todohadesaparecidoenelinteriordelastiendaso debajodelosvestidos,loscapotesyenelinteriordelossombreros.DeGuicheentra deprisayderepenteseparaenseco,olfateando.Silencio.) www.lectulandia.com-Página118 ESCENAVII LosmismosyDEGUICHE. DEGUICHE.—¡Québienhueleaquí! UNCADETE.—(Cantandoentonoburlón.)¡Tra,lala,lala,la,la! DE GUICHE.— (Parándose y mirándole.) ¿Qué os pasa?… ¡Estáis completamente colorado! CADETE.—¿Amí?…¡Nada!Eslasangrequehierveporlaproximidaddelalucha. OTRO.—¡Pum!¡Pum!¡Pum! DEGUICHE.—(Volviéndose.)¿Quéeseso?… ELCADETE.—(Unpocoborracho.)¡Nada!Unacanción…¡unacancioncilla!… DEGUICHE.—¡Estáismuyalegres! ELCADETE.—¡Laproximidaddelpeligro! DEGUICHE.—(LlamandoaCarbondeCastel-Jaloux,paradarleórdenes.)¡Capitán, voya…!(Sedetienealverle.)¡Peste!¡Vaya!…¿quéospasaavos? CARBON.—(Rojocomolagranayescondiendounabotellaasuespalda,congesto evasivo.)¡Oh!… DEGUICHE.—Mequedabauncañóndesocupadoyheordenadoqueloemplacen… (Señalando un lugar entre bastidores.) allí, en aquel rincón. ¡Vuestros hombres podránemplearlosillegaelcaso! UNCADETE.—(Pavoneándose.)¡Graciasporlaatención! OTRO.—(Sonriéndolegraciosamente.)¡Quéamablesolicitud! DE GUICHE.— ¡Estáis todos locos! (Con sequedad.) No conocéis su manejo; únicamenteosadvertiréquetengáiscuidadoconelretroceso. PRIMERCADETE.—¡Ah!…¡pfftt!… DEGUICHE.—(Yendohaciaélfurioso.)¡Pero…! ELCADETE.—¡Elcañóndelosgasconesnoretrocedenunca! DE GUICHE.— (Cogiéndole por el brazo y meneándole.) Pero… ¡si estáis todos borrachos!…¿Dequé?… PRIMERCADETE.—(Conorgullo.)¡Delolorapólvora! DE GUICHE.— (Encogiéndose de hombros, le rechaza y va hacia Roxana apresuradamente.)¡Deprisa,señora!¿Aquéesperáisadecidiros? ROXANA.—¡Mequedo! www.lectulandia.com-Página119 DEGUICHE.—¡Huid! ROXANA.—¡No! DE GUICHE.— Ya que las cosas están así, ¡que me traigan también a mí un mosquetón! CARBON.—¿Cómo? DEGUICHE.—¡Yotambiénmequedo! CYRANO.—¡Alfin!…¡Esoesbravuradeladeverdad! PRIMERCADETE.—Peroapesardelosencajes,¿soisgascóndeverdad? DEGUICHE.—¡Nuncaabandonoaunadamaenpeligro! SEGUNDOCADETE.—¡Yocreo,queselepuededardecomer! (Todoslosalimentosvuelvenaaparecercomoporencanto.) DEGUICHE.—(Cuyosojosseiluminan.)¡Víveres! TERCERCADETE.—¡Hansalidodelatierra! DEGUICHE.—(Dominándose,conaltivez.)¿Creéisacasoqueyocomolassobras? CYRANO.—(Saludándole.)¡Vaisprogresando! DEGUICHE.—(Con orgullo y pronunciando la última palabra con acento gascón.) ¡Yomebatoenayunas! PRIMERCADETE.—¡Perosihastahablaconacento! DEGUICHE.—¡Claro! PRIMERCADETE.—¡Esunodelosnuestros! (Todoscomienzanabailar.) CARBON.—(Quehadesaparecidohaceunosmomentostraseltalud,aparecesobre lacimadelmismo.)Yahecolocadolospiqueros,¡latropaestádispuesta! (Señalalalíneadepicasquesobresaleporencimadeltalud.) DE GUICHE.— (Inclinándose, a Roxana.) ¿Queréis aceptar mi mano para pasar revista? (Roxanalaaceptaysubenhaciaeltalud.Todossedescubrenylessiguen.) CRISTIÁN.—(ACyrano,muydeprisa.)¡Venga!,¡dimeloquesea! (En el momento en que Roxana aparece sobre la cima del talud, las picas desaparecen abatidas para el saludo; desde abajo sale un poderoso grito y ella se inclina.) LOSPIQUEROS.—(Desdefuera.)¡Viva! www.lectulandia.com-Página120 CRISTIÁN.—¿Dequésetrata? CYRANO.—EncasodequeRoxana… CRISTIÁN.—¡Sigue! CYRANO.—Tehablasedecartas… CRISTIÁN.—¡Sigue! CYRANO.—¡Nocometaslatonteríadeasombrarte! CRISTIÁN.—¿Porqué? CYRANO.—¡Eranecesarioquetelodijera!…¡Diosmío,viéndolaaquítodoesmás fácil!Túle… CRISTIÁN.—¡Deprisa! CYRANO.—¡Túlehasescritomáscartasdelasquecrees! CRISTIÁN.—¡Noloentiendo! CYRANO.— ¡Diablos! Yo me encargué de ello, procurando interpretar su pasión. A veceslaescribísindecirtenada. CRISTIÁN.—¿Eh?… CYRANO.—¡Esmuysencillo! CRISTIÁN.—Pero…¿cómopudisteatravesarlaslíneassiestamoscercados? CYRANO.—¡Antesdelalba! CRISTIÁN.— (Cruzándose de brazos.) ¿Y todavía dices que es muy sencillo?… ¿Cuántasveceslaheescritoporsemana?…¿Dos…tres…cuatro…? CYRANO.—¡Más! CRISTIÁN.—¿Todoslosdías? CYRANO.—Todoslosdías…¡dosveces! CRISTIÁN.—¿Tantoteembriagabaelescribirlaquedesafiabaslamuerte? CYRANO.—(ViendoqueRoxanavuelve.)¡Calla!…¡Niunapalabradelantedeella! (Entracorriendoensutienda.) www.lectulandia.com-Página121 ESCENAVIII ROXANA,CRISTIÁN;alfondo,loscadetesvanyvienenpreparándoseparaelcombate. CARBONyDEGUICHEdanórdenes. ROXANA.—(CorriendohaciaCristián.)¡Yahora,Cristián…! CRISTIÁN.—(Cogiendosusmanos.)Yahora,dime,¿porquéhasvenidohastaaquía travésdecaminosinfernalesycruzandolasfilasdeferocessoldadosyveteranos? ROXANA.—¡Portuscartas! CRISTIÁN.—¿Quédices? ROXANA.— ¡Tanto peor para ti si me arriesgo a esos peligros! ¡Tus cartas me enloquecieron! ¡Ah!… ¡recuerda cuántas me escribiste en un mes, a cual más bella! CRISTIÁN.—¡Bah!¡Porunasbrevescartasdeamor! ROXANA.— ¡Calla! ¡No puedes comprenderlo!… ¡Dios mío! Es verdad que desde aquella noche en que, con voz desconocida, comenzaste a enseñarme tu alma, bajomiventana,yoteadoraba…perotuscartas…¡tuscartashansidoparamí comosidesdehaceunmes,constantemente,volvieraaescucharlavozdeaquella noche…aquellavoztandulceenlaqueteocultabas!…¡Tantopeorparatisime arriesgo!¡PenélopenosehubieraquedadobordandoencasasiUliseslehubiese escritocomotúlohashecho,sinoque,comolaalocadaElena,hubieramandadoa paseolasmadejasdelanaparareunirseconél! CRISTIÁN.—¡Pero…! ROXANA.— Las leía y releía una y mil veces: me sentía desfallecer y era cada vez mástuya…Cadahojitaqueescribíaseracomounpétaloarrancadodetualma… Encadaunadetuspalabras,sesentíalallamadeunamorpoderosoysincero… CRISTIÁN.—¡Ah!…¿Poderosoysincero?…¿Yesosesiente,Roxana? ROXANA.—¡Claroquesesiente! CRISTIÁN.—Yhasvenidoa… ROXANA.—¡Midueño!Simepusiesederodillasanteti,melevantaríasalinstante… peroamialma,postradaanteti,¡nuncapodráslevantarla!Vengoapedirteperdón —ycreoqueésteesunmomentomuyoportunoporlaproximidaddelamuerte— pormifrivolidadalinsultarteenamorándomedetubelleza. CRISTIÁN.—(Conespanto.)¡Roxana! ROXANA.— Y porque más tarde, menos frívola y cual pájaro que salta de rama en rama,teaméporquetubellezameimpresionabaymearrastrabalapasióndetu www.lectulandia.com-Página122 alma. CRISTIÁN.—¿Yahora?… ROXANA.—Ahora…¡ahorateamosóloportualma! CRISTIÁN.—(Retrocediendo.)¡Roxana! ROXANA.— ¡Alégrate! No ser amado más que por lo pasajero debe ser una fortuna para un corazón noble y ambicioso. Tu alma borra tu rostro, y la belleza por la queantestequería,yanolaveo. CRISTIÁN.—¡Oh! ROXANA.—¿Dudastodavíadetuvictoria? CRISTIÁN.—¡Roxana! ROXANA.—¿Nopuedescreertodavíaenesteamor? CRISTIÁN.—¡Noquieroesaclasedeamor!Quieroseramadosimplementepor… ROXANA.— ¿Por lo que hasta ahora te he amado?… ¡No!, ¡déjame que te ame por algomejor! CRISTIÁN.—¡No!¡Mejoreraantes! ROXANA.—¡Ah,noentiendesnada!Ahoraescuandotequierocomosedebeamar, ¡ahoraescuandoteamodeveras!Teadoroporloquehacequeseastú…Aunque fuerasmenosguapo… CRISTIÁN.—¡Calla! ROXANA.—…teamaríaigual.Situbellezadesaparecieseenunmomento… CRISTIÁN.—¡Nodigaseso! ROXANA.—¡Sí!,¡lodigo! CRISTIÁN.—¿Qué?…¿Quémequerríasaunquefuerafeo?… ROXANA.—Sí,¡telojuro! CRISTIÁN.—¡Diosmío! ROXANA.—¿Notealegra? CRISTIÁN.—(Convozahogada.)¡Sí! ROXANA.—¿Quétepasa? CRISTIÁN.— (Rechazándola suavemente.) Nada. Espera un segundo. Tengo que transmitiralgunasórdenes. ROXANA.—Pero… CRISTIÁN.— (Señalando un grupo de cadetes situados en el fondo.) Mi amor ha privadoaaquellosdesgraciadosdetupersona,veteysonríelesunpocoantesde quemueran. www.lectulandia.com-Página123 ROXANA.—(Enternecida.)¡Cristiánquerido! (Sedirigehacialosgasconesqueseagrupanrespetuosamenteasualrededor.) www.lectulandia.com-Página124 ESCENAIX CRISTIÁN,CYRANO,alfondoROXANA,hablandoconCARBONyalgunoscadetes. CRISTIÁN.—(Llamando,hacialatiendadeCyrano.)¡Cyrano! CYRANO.—(Saliendo,preparadoparalabatalla.)¿Quéhay?¡Estaspálido! CRISTIÁN.—¡Nomeama! CYRANO.—¿Cómoeseso? CRISTIÁN.—¡Esatidequienestáenamorada! CYRANO.—¡No! CRISTIÁN.—¡Noamamásquemialma! CYRANO.—¡No! CRISTIÁN.—¡Sí!¡Ellatequiereytútambiénlaamas! CYRANO.—¿Yo? CRISTIÁN.—¡Losé! CYRANO.—¡Escierto! CRISTIÁN.—¡Laamascomounloco! CYRANO.—¡Muchomás! CRISTIÁN.—¡Díselo! CYRANO.—¡No! CRISTIÁN.—¿Porqué? CYRANO.—¡Miramirostro! CRISTIÁN.—¡Ellameamaríainclusofeo! CYRANO.—¿Telohadicho? CRISTIÁN.—¡Sí! CYRANO.— Me alegra mucho que lo haya hecho, pero es un disparate, ¡una insensatez! No lo creas al pie de la letra, no te vuelvas feo, porque entonces te amaríaati. CRISTIÁN.—¡Esoesloquequierosaber! CYRANO.—¡No,no! CRISTIÁN.—Queellaescoja.¡Tienesque,decírselotodo! CYRANO.—¡No,porfavor!¡Líbramedetalsuplicio! CRISTIÁN.—¿Quiénsoyyoparaestropeartufelicidadconmibelleza?¡Esinjusto! www.lectulandia.com-Página125 CYRANO.—¿Yyovoyahacerlomismocontigoporhaberrecibidoalnacereldonde saberexpresarloquetúsientes? CRISTIÁN.—¡Díselotodo! CYRANO.—¡Teempeñasententarme! CRISTIÁN.—¡Estoycansadodellevarenmímismounrival! CYRANO.—¡Cristián! CRISTIÁN.— Nuestra boda clandestina y sin testigos puede anularse fácilmente si sobrevivimos. CYRANO.—¡Noteempeñes!… CRISTIÁN.— ¡Sí! ¡Quiero ser amado por mí mismo o no ser amado! Voy a ver qué sucede… Llegaré hasta el final de nuestras líneas y volveré… Mientras tanto, díselotodo.¡Queellaelijaunodelosdos! CYRANO.—¡Túseráselelegido! CRISTIÁN.—¡Esoespero!(Lallama.)¡Roxana! CYRANO.—¡No,no! ROXANA.—(Acudiendo.)¿Quéquieres? CRISTIÁN.—Cyranotienequedecirtealgoimportante. (RoxanaseacercaaCyrano.Cristiánsaledeescena.) www.lectulandia.com-Página126 ESCENAX ROXANA,CYRANO;despuésLEBRET,CARBONDECASTEL-JALOUX,loscadetes, RAGUENEAU,DEGUICHE,etc. ROXANA.—¿Algoimportante? CYRANO.—(Desconcertado.)¡Sehaido!(ARoxana.) ¡Nada! ¡Deberíais conocerle! …Dademasiadaimportanciaatodaslascosas. ROXANA.—(Concalor.)¿Dudaquizádeloqueacabodedecirle?Mehaparecidover eso… CYRANO.—(Cogiéndolelasmanos.)Pero,¿lehabéisdicholaverdad? ROXANA.—¡Claro!Leamaríainclusosiendo…(Dudaunmomento.) CYRANO.—(Sonriendotristemente.)¿Osmolestadeciresapalabradelantedemí? ROXANA.—¡Oh! CYRANO.—Noospreocupéis,¡nomeharádaño!¿Inclusosiendofeo? ROXANA.— ¡Incluso siendo feo! (Disparos de mosquete fuera.) ¡Vaya!… ¡han empezadoadisparar! CYRANO.—(Ardientemente.)¿Aunquefuesehorrible? ROXANA.—¡Aunquefuesehorrible! CYRANO.—¿Aunquesurostroestuviesedesfigurado? ROXANA.—¡Aunqueresultaragrotesco!¡Nadapodríahacerquemelopareciese! CYRANO.—¿Leamaríaisaún? ROXANA.—¡Mássicabe! CYRANO.— (Perdiendo la cabeza, aparte.) ¡Dios mío!… ¡es cierto! ¡Aquí está mi felicidad!(ARoxana.)¡Roxana,escuchadme!Yo… LEBRET.—(Entrandoconrapidezyllamandoamediavoz.)¡Cyrano! CYRANO.—(Volviéndose.)¿Qué? LEBRET.—¡Calla!(Ledicealgoaloído.) CYRANO.—(SoltandolamanodeRoxana,conungrito.)¡Ay! ROXANA.—¿Quésucede? CYRANO.—(Asímismo,conestupor.)¡Todoseacabó!(Nuevosdisparos.) ROXANA.—¿Quépasaahora?…¿Quiéndispara?…(Subealforoymiraafuera.) CYRANO.—¡Yanuncaselopodrédecir!¡Todoseacabó! ROXANA.—(Queriendosalir.)¿Quehasucedido? www.lectulandia.com-Página127 CYRANO.—(Deteniéndola.)¡Nada! (Los cadetes han entrado ocultando algo que traen. Algunos forman un grupo paraimpedirqueRoxanaseaproxime.) ROXANA.—Y…¿esoshombres? CYRANO.—(Alejándola.)¡Dejadlos! ROXANA.—¿Quéibaisadecirme? CYRANO.—¿Quéibaadeciros?…¡nada!Nada,oslojuro.(Consolemnidad.)¡Juro queelespírituyelalmadeCristiáneran…!(Corrigiéndoseconterror.)¡Sonlos másgrandes! ROXANA.—¿Eran?…(Grita.)¡Ay!(Selanzahaciaelgrupoyseabrepasoentrelos cadetes.) CYRANO.—¡Todoseacabó! ROXANA.—(AlveraCristiánenvueltoensucapote.)¡Cristián! LEBRET.—(ACyrano.)¡Fueelprimerdisparodelenemigo! (Roxana se arroja sobre el cuerpo de Cristián. Nuevos disparos. Ruidos. Rumores.Lostamboresbaten.) CARBON.—(Empuñandolaespada.)¡Nosatacan!¡Todosalosmosquetes!(Seguido porsushombressedirigehacialaotrapartedeltalud.) ROXANA.—¡Cristián! VOZDECARBON.—(Detrásdeltalud.)¡Apresuraos! ROXANA.—¡Cristián! CARBON.—¡Enlínea! ROXANA.—¡Cristián! CARBON.—¡Colocadlasmechas! (Ragueneauacudetrayendoaguaenuncasco.) CRISTIÁN.—(Convozdemoribundo.)¡Roxana! CYRANO.— (Deprisa y en voz baja, al oído de Cristián, mientras Roxana, enloquecida,mojaenelaguauntrozodetelaquesearrancadelpecho.)¡Selo hedichotodo!…¡esatiaquienama! (Cristiáncierralosojos.) ROXANA.—¡Amormío! CARBON.—(Siempredesdefuera.)¡Baquetasaltas! ROXANA.—(ACyrano.)¿Estámuerto? www.lectulandia.com-Página128 CARBON.—¡Abridlascargasconlosdientes! ROXANA.—¡Susmejillasestánfrías! CARBON.—¡Apunten! ROXANA.—¡Unacarta!(Laabre.)¡Esparamí! CYRANO.—(Aparte.)¡Micarta! CARBON.—¡Fuego! (Disparosdemosquetes;gritos,ruidodelucha.) CYRANO.— (Intentando desasir su mano de las de Roxana que está arrodillada.) ¡Roxana,déjame!…¡elcombatehaempezado! ROXANA.—(Reteniéndole.)¡Quedaosunpocomás!Estámuertoyúnicamentevosle conocíais bien. (Llora dulcemente.) ¿Verdad que era un ser exquisito y maravilloso? CYRANO.—(Depieyconlacabezadescubierta.)¡Sí,Roxana! ROXANA.—¿Unpoetasublimeyadorable? CYRANO.—¡Sí,Roxana! ROXANA.—¿Uningenioinaudito? CYRANO.—¡Sí,Roxana! ROXANA.—¿Uncorazónprofundo,desconocidoporlosprofanosyunalmagrandey seductora? CYRANO.—(Firmemente.)¡Sí,Roxana! ROXANA.—(ArrojándosesobreelcuerpodeCristián.)¡Estámuerto! CYRANO.—(Aparte,sacandosuespada.)¡Sólomorirmeresta,porquesinsaberlo,al quelloraesamí! (Trompetasalolejos.) DEGUICHE.—(Apareciendosobreeltalud,sincasco,heridoenlafrente;dicecon voztonante:)¡Laseñalconvenida!¡Lastrompasdemetal!¡Losfrancesesvuelven convíveres!¡Resistid,resistidunpocomás! ROXANA.—¡Ensucarta,manchadadesangre,hayseñalesdellanto! UNAVOZ.—(Desdefuera.)¡Rendíos! VOZDELOSCADETES.—¡No! RAGUENEAU.— (Que subido en la carroza contempla la batalla por encima del talud.)¡Elpeligrovacreciendo! CYRANO.—(ADeGuiche,señalandoaRoxana.)¡Lleváosladeaquí!¡Voyalanzarme contraellos! www.lectulandia.com-Página129 ROXANA.—(Besandolacarta,convozmoribunda.)¡Susangre!…¡Suslágrimas!… RAGUENEAU.— (Saltando de la carroza y corriendo hacia Roxana.) ¡Se va a desmayar! DEGUICHE.—(Sobeeltalud,aloscadetes,conrabia.)¡Resistid! UNAVOZ.—(Desdefuera.)¡Rendidlasarmas! VOZDELOSCADETES.—¡No! CYRANO.—(ADeGuiche.)Señor,yahabéisdemostradovuestrovalorenelcombate. (SeñalandoaRoxana.)¡Huidysalvadla! DE GUICHE.— (Corre hacia Roxana y la levanta en brazos.) ¡Sea! ¡Nuestra única posibilidaddevictoriaestáenqueganéistiempo! CYRANO.—¡Loganaremos!(GritahaciaRoxanaalaqueDeGuiche,ayudadopor Ragueneau,llevadesvanecida.)¡Adiós,Roxana! (Tumulto, gritos. Algunos cadetes reaparecen heridos y vienen al escenario a caer. Cyrano, que se lanzaba al combate, es detenido en la cima del talud por CarbondeCastel-Jaloux,cubiertodesangre.) CARBON.—¡Nosreplegamos!¡Mehanheridodosveces! CYRANO.— (A los gascones, gritándoles en gascón.) ¡«Hardin»! ¡«Recules pas, drollos» ! (A Carbon, al que sostiene.) ¡No temáis! ¡Tengo dos muertes que vengar:ladeCristiánylademiilusión!(Bajan.Cyranoempuñalalanzaalaque estáatadoelpañuelodeRoxana.)¡Queestabanderadeencajeflotealviento!(La clavaenelsueloygritaaloscadetes.)¡«Toumbédessus»!¡«Escrasaslous»!(Al flautista.)¡Quésueneelpífano! (Elflautistatoca.Losheridosselevantan.Loscadetesbajanatropellándosepor eltaludyseagrupanalrededordeCyranoydelabanderadeencaje.Lacarrozase cubre y se llena de hombres, transformándose al instante en un reducto erizado de arcabuces.) UN CADETE.— (Aparece de espaldas, en lo alto del talud, batiéndose y gritando.) ¡Estánescalandoeltalud!(Caemuerto.) CYRANO.—¡Lesrecibiremoscomosemerecen! (En un momento el talud se corona de una terrible hilera de enemigos. Los estandartesdelosImperialesondeanporencimadesuscabezas.) CYRANO.—¡Fuego! (Descargageneral.) GRITO.—(Enlasfilasenemigas.)¡Fuego! www.lectulandia.com-Página130 (Respuestamortífera.Loscadetescaenportodaspartes.) UNOFICIALESPAÑOL.—.(Descubriéndose.)¿Quienessonestoshombresquesehacen matar? CYRANO.— (Recitando en pie, en medio de las balas.) ¡Estos son los cadetes de GascuñaconCarbon,sucapitán!¡Luchadores,mentirosos!(Selanzacontralos españolesseguidoporalgunossupervivientes.)Nobles,firmes… (Lodemássepierdeenelfragordelabatalla.) TELÓN www.lectulandia.com-Página131 ACTOQUINTO LagacetadeCyrano Quince años después, en 1655. Parque del convento que las Damas de la Cruz ocupabanenParís. Magníficasalamedas.Alaizquierda,lacasa.Granescalinatasobrelacualseabren numerosas puertas. En medio del escenario, un árbol, aislado en el centro de una plazuela ovalada. A la derecha, en primer término y entre enormes matorrales, un bancodepiedrasemicircular. Elfondodelteatrosehallaatravesadoporunaavenidadecastañosqueterminaenla partederecha,encuartoplano,juntoalapuertadelacapilla,quesevislumbraentre lasramas.Atravésdeladoblecortinadeárbolesdeestaavenida,sepercibeelsuelo cubierto de césped, otras avenidas, bosques, la última porción del parque, y el bosque. En la capilla se abre un puerta lateral sobre una columna de guirnaldas de vid roja quesepierdeporladerechayenprimerplanodetrásdelosmatorrales. Otoño. El ramaje cobra un color rojo por encima de la hierba fresca. Manchas sombrías de los matorrales y los tejos que permanecen verdes. Hojas amarillentas amontonadasalpiedelosárboles,cubriendocasitodoelescenario,laescalinataylos bancos,yquecrujencuandoalguienlaspisa. Entre el banco de la derecha y el árbol, un gran bastidor de bordar ante el que han colocado una sillita. Cestos de costura llenos de madejas y ovillos. El tapiz está empezado.Allevantarseeltelón,monjasquepaseanporelparque;otras,sentadasen elbanco,entornoaunademayoredad.Lashojascaen. www.lectulandia.com-Página132 ESCENAI LAMADREMARGARITA,SORMARTA,SORCLARAylasmonjas. SORMARTA.—(AlamadreMargarita.)¡SorClarasehamiradodosvecesalespejo paravercómolesentabalatoca! MADREMARGARITA.—(ASorClara.)¡Esoestámuymal! SORCLARA.—YsorMartahacogidounacirueladelatartadeestamañana:yolavi. MADREMARGARITA.—(AsorMarta.)¡Esotambiénestámuymal! SORCLARA.—¡Oh!…¡porunamiradita! SORMARTA.—¡Yporunaciruelilladenada! MADREMARGARITA.—(Conseveridad.)SelodiréestatardealSeñorCyrano. SORCLARA.—(Atemorizada.)¡No!…¡Seburlarádenosotras! SORMARTA.—¡Diráquelasmonjassomosmuycoquetas! SORCLARA.—¡Ymuygolosas! MADREMARGARITA.—(Sonriendo.)¡Ymuybuenas! SOR CLARA.— ¿Es verdad, madre Margarita de Jesús, que el señor Cyrano viene todoslossábadosdesdehacelomenosdiezaños? MADREMARGARITA.—¡Desdemás!Desdequesuprimamezclóanuestrastocasel duelo mundano de su velo; desde que, hace catorce años, se abatió como un pájaronegroentrepájarosblancos,suprimonohafaltadoniunsolosábado. SORMARTA.—¡Desdequeseencerróenesteclaustrosóloélsabemitigarsupena, quenodecrececoneltiempo! TODAS LAS MONJAS.— ¡Es tan extraño!… ¡Qué divertido cuando viene!… ¡Nos molesta con sus bromas!… ¡Es muy galante!… ¡Le queremos mucho!… ¡Tenemosqueprepararleundíapastelesdeángel!… SORMARTA.—¡Peronoesbuencristiano! SORCLARA.—¡Nosotrasleconvertiremos! LASMONJAS.—¡Eso!…¡Eso!…¡Nosotrasleconvertiremos!… MADREMARGARITA.—¡Osprohíbointentarcualquiercosaenesesentido,hijasmías! Noleatormentéis,porquepodríadejardevenir. SORMARTA.—PeroDios… MADREMARGARITA.—¡Tranquilizaos,hermana!…¡Diosleconocebien! SOR MARTA.— ¡Todos los sábados, cuando llega, me dice con orgullo: «Hermana, www.lectulandia.com-Página133 ayercomícarnedecerdo»! MADREMARGARITA.— ¡Ah!… ¿con que eso os dice?… ¡Pues la última semana no habíacomidodesdehacíadosdías! SORMARTA.—¡Nopuedeser! MADREMARGARITA.—¡Esmuypobre! SORMARTA.—¿Quiénoslohadicho? MADREMARGARITA.—¡ElseñorLeBret! SORMARTA.—¿Ynadieleayuda? MADREMARGARITA.—¡No,porquesemolestaría! (Por una avenida del fondo, se ve aparecer a Roxana, vestida de negro, con el tocadodelasviudasylargosvelos,DeGuiche,muyenvejecido,caminaasulado. Paseanlentamente.LamadreMargaritaselevanta.) MADREMARGARITA.—¡Vamos!Hayquevolver…SorMagdalenatieneunavisitay estánpaseandoporelparque. SORMARTA.—(Envozbaja,asorClara.)¿Eseseelduque-mariscaldeGrammont? SORCLARA.—Meparecequesí. SORMARTA.—¡Puesnohavenidoaverladesdehacedosmeses! LASMONJAS.—¡Estámuyocupado!…¡Lacorte!…¡Elcampo!… SORCLARA.—¡Loscuidadosdelmundo!… (Lasmonjassalen.DeGuicheyRoxanabajanensilencioysedetienenanteel bastidor.Pausa.) www.lectulandia.com-Página134 ESCENAII ROXANA,ELDUQUEDEGRAMMONT,antiguocondeDEGUICHE;despuésLEBRETy RAGUENEAU. ELDUQUE.—¿Ypermaneceréisaquí,vanamentehermosaysiempreenduelo? ROXANA.—¡Siempre! ELDUQUE.—¿Yfieltambién? ROXANA.—¡También! ELDUQUE.—(Trasunapausa.)¿Mehabéispersonado? ROXANA.—(Consencillez,mirandolacruzdelconvento.)¡Desdequeestoyaquí! (Nuevosilencio.) ELDUQUE.—¿Deverdaderaunsertan…? ROXANA.—¡Habíaqueconocerle! EL DUQUE.— ¡Ah, había que…! ¡Quizás sea que yo le conocí poco…! ¿Y seguís llevandosobrevuestrocorazónsuúltimacartadeamor? ROXANA.—¡Entreestosvelos,comounescapulario! ELDUQUE.—¿Leamáisinclusodespuésdemuerto? ROXANA.—Avecesmeparecequenoestámuertomásqueamedias,quenuestros corazonessiguenjuntosyquesuamorflota,todavíavivo,juntoamí. ELDUQUE.—(Trasunanuevapausa.)YCyrano,¿sigueviniendoaveros? ROXANA.— Sí, con bastante frecuencia. Ese viejo amigo es mi gaceta particular. Vieneconregularidady,sihacebuentiempo,colocasusillónbajoelárboldonde vosestáis.Yoleesperobordando.Suenanlascampanasdelahorayalaúltima oigo,sinnecesidaddevolverme,subastónquebajaporlaescalinata.Sesientay sonríe burlonamente por mi tapiz interminable… Me cuenta la crónica de la semana y… (Le Bret aparece en la escalinata.) ¡Vaya!… ¡Le Bret!… (Le Bret desciende.)¿Cómolevaavuestroamigo? LEBRET.—¡Mal! ELDUQUE.—¡Oh! ROXANA.—(Alduque.)¡Bah,exagera! LEBRET.—Todoloqueyopredije:elabandono,lamiseria…Susepístolascensorias siguencreándolenuevosenemigos.Atacaalosfalsosnobles,alosfalsosdevotos, alosfalsosvalientes,alosplagiarios…¡atodoelmundo! www.lectulandia.com-Página135 ROXANA.—Perosuespadainspiraunprofundoterrorynoseatreveránnuncaahacer nadacontraél. ELDUQUE.—(Meneandolacabeza.)¿Quiénsabe? LEBRET.—Notemelosataques:Lasoledad,elhambre,diciembreentrandoapaso de lobo en su oscura habitación… ¡estos son los espadachines que le matarán! Cadadíaaprietaunpocomássucinturónysupobrenarizhatomadoelcolordel marfilviejo.Notienemásvestidoqueunoviejodesarganegra. ELDUQUE.—¿Noeraesoloquebuscaba?Entonces,nolecompadezcáisdemasiado. LEBRET.—(Conunasonrisaamarga.)¡Señormariscal! EL DUQUE.— No, ¡no le compadezcáis demasiado! Ha vivido sin pactos, siempre libredepensamientoyentodoslosactosdesuvida. LEBRET.—(Lomismo.)¡Señorduque! EL DUQUE.— (Con altivez.) Ya sé que soy poderoso y que él no tiene nada, pero creedme, le daría muy a gusto un apretón de manos. (Saludando a Roxana.) ¡Tengoquedecirosadiós! ROXANA.—¡Osacompaño! (ElduquesaludaaLeBretysedirigeconRoxanahacialaescalinata.) EL DUQUE.— (Deteniéndose mientras ella sube.) He de confesaros que a veces le envidio.Cuandosehaconseguidotriunfarenlavida,sesiente,inclusosinhaber cometido villanías, mil pequeños disgustos de uno mismo, que, en conjunto, no causanremordimiento,perosíunamolestiaoscura.Losmantosducales,mientras sesubenlosescalonesquellevanalpoder,arrastranentresusforrosunruidode ilusiones secas y de pesares, como cuando al subir lentamente hacia esa puerta, vuestrovestidoenlutadoarrastralashojassecas. ROXANA.—(Irónica.)¡Oh!…¿Oshabéisvueltosoñador? ELDUQUE.—¡Sí!(Enelmomentodesalirañadebruscamente.)¡SeñorLeBret!…(A Roxana.)¿Mepermitís?…¡Sólounaspalabras!(SedirigehaciaLeBretyledice amediavoz.)Esverdad,nadieseatreveráaatacarfrenteafrenteavuestroamigo; peromuchosleodianyayer,jugandoenelpalacio,alguienmedecíamedioen broma:«EseCyranopodríamorirdeunaccidente». LEBRET.—¿Cómo? ELDUQUE.—Sí.Quesalgapocoy,sobretodo,queseamuyprudente. LEBRET.—(Levantandolosbrazosalcielo.)¡Prudente!¡Estáalllegaryleadvertiré, pero…! ROXANA.— (Que ha permanecido en la escalinata, se dirige a una hermana que avanzahaciaella.)¿Quiénes? www.lectulandia.com-Página136 LAMONJA.—Ragueneauquiereveros,señora. ROXANA.— ¡Que pase! (Al duque y a Le Bret.) ¡Vendrá a contarnos sus penas! Despuésdehabersidoentiempospasadospoeta,seconvirtióencantordecoro… LEBRET.—Bañista… ROXANA.—Actor… LEBRET.—Bedel… ROXANA.—Peluquero… LEBRET.—Músico… ROXANA.—¿Quéseráahora? RAGUENEAU.—(Entrandoprecipitadamente.)¡Ah,señora!(VeaLeBret.)¡Caballero! ROXANA.—(Sonriendo.)ContadvuestraspenasaLeBret.¡Vuelvoenseguida! RAGUENEAU.—Pero,señora… (Roxanasalesinescucharleconelduque.RagueneaubajahaciaLeBret.) www.lectulandia.com-Página137 ESCENAIII LEBRETyRAGUENEAU. RAGUENEAU.—¡Mejor!Yaqueestáisaquí,prefieroqueellanolosepa.Hacepoco, fui a ver a nuestro amigo. Me encontraba ya a unos veinte pasos de su casa, cuando le vi salir. Iba a doblar una esquina de la calle… Corrí hacia él y, de repente, desde una ventana bajo la que pasaba… —¿podéis creer en la casualidad?—¡unlacayodejócaerunmadero! LEBRET.—¡Cobardes!…¿YCyrano? RAGUENEAU.—Mellegoaélyleveo… LEBRET.—¡Eshorrible! RAGUENEAU.— ¡Nuestro amigo Cyrano, nuestro gran poeta, estaba tendido en el suelo,conunagranbrechaenlacabeza! LEBRET.—¿Hamuerto? RAGUENEAU.—No,pero…¡Diosmío!Lellevéasuhabitación…¡quéhabitación!… ¡aquellopareceuntugurio! LEBRET.—¿Sufre? RAGUENEAU.—No,porqueestásinconocimiento. LEBRET.—¿Llamasteisaunmédico? RAGUENEAU.—Vinounoporhacermeunfavor. LEBRET.—¡PobreCyrano!…¡NoledigamosnadadeestoaRoxana!¿Yquédijoel médico? RAGUENEAU.— Habló… no sé de qué… ¡de fiebre… de meninges!… ¡Ah, si le vieseis!… ¡Tiene toda la cabeza vendada!… ¡Corramos!… No hay nadie a su cabeceray,siselevantase,podríamorir. LEBRET.—(Arrastrándole hacia la derecha.) ¡Vamos por allí!… ¡es más corto!… ¡Porlacapilla!… ROXANA.— (Apareciendo sobre la escalinata y viendo a Le Bret alejarse por la columnataquellevaalapuertecilladelaiglesia.)¡SeñorLeBret!…¡SeñorLe Bret!…(LeBretyRagueneauescapansincontestar.)¿DesdecuandoLeBretse marchacuandolellaman?¡AlgunahistoriadeesebuenazodeRagueneau! (Bajalaescalinata.) www.lectulandia.com-Página138 ESCENAIV ROXANA,sola;despuésdosmonjasuninstante. ROXANA.—¡Ah!¡Québellodíadeseptiembre!…Mitristezaqueenabrilcomienzaa crecer, llegado el otoño sonríe y se hace más llevadera. (Se sienta frente a su labor.Dosmonjassalendelacasaycolocanungransillónbajoelárbol.)¡Ah! …¡yaestáaquíelsillóndondesesientamibuenamigo! SORMARTA.—¡Eselmejordellocutorio! ROXANA.—¡Gracias,hermanas!(Lasmonjassealejan.)¡Tienequeestaralllegar!… (Sesienta.Lascampanasdanlahora.)¡Yaeslahora!¡Mismadejas!…¿Cómo? ¿han terminado las campanadas y el bastón…? ¡Me extraña!… Se va a retrasar porprimeravez.¡Ah!,lahermanatorneraestaráexhortándolealapenitencia… (Pausa.)Seguro…¡nopuedetardarya!¡Vaya!,unahojamuerta…(Empujacon el dedo la hoja que había caído sobre su labor.) ¡De otra forma, nada podría detenerle!¿Dóndeestaránmistijeras?…¡Ah,enlabolsa! UNAMONJA.—(Apareciendoenloaltodelaescalinata.)¡ElseñordeBergerac! www.lectulandia.com-Página139 ESCENAV ROXANA,CYRANOy,uninstante,SORMARTA. ROXANA.—(Sinvolverse.)¿Nolodecíayo?…(Seponeabordar.Cyranoentramuy pálido y con el sombrero hundido hasta los ojos. La hermana que le ha introducido vuelve a salir. Cyrano comienza a descender la escalinata lentamente,conunvisibleesfuerzopormantenerseenpieyapoyándosesobresu bastón.Roxanasiguetrabajandoensutapiz.)¡Ah!,estoscoloresestánpálidos… ¿Cómolespodríadevolvertodasufuerza?…(Enuntonoburlónyamigable,dice cuandoCyranollega.)¡Encatorceaños,llegáistardeporprimeravez! CYRANO.— (Que se ha sentado en su sillón, con voz alegre que contrasta con la expresióndesurostro.)¡Sí,ylosiento…peromeobligaron! ROXANA.—¿Quién? CYRANO.—¡Unavisitabastanteinoportuna! ROXANA.—(Distraídaytrabajando.)¿Sí?…¡Algúnpesado! CYRANO.—¡Unapesada,prima! ROXANA.—¿Ladejasteis? CYRANO.—Sí,ledije:«Perdonadme,perohoyessábadoytengounavisitaalaque nopuedofaltar.¡Volveddentrodeunahora!» ROXANA.— (Con sencillez.) Pues tendrá que esperar si quiere veros. No os dejaré partirantesdequeanochezca. CYRANO.—(Condulzura.)¡Quizátengaquemarcharmeunpocoantes! (Cierra los ojos y permanece un instante callado. La hermana Marta atraviesa el parque, desde la capilla a la escalinata. Roxana al verla, le hace un gesto de saludoconlacabeza.) ROXANA.—(ACyrano.)¿GastáisbromasasorMarta? CYRANO.—(Conrapidez,abriendolosojos.)¡Claro!(Convozfuerteycómica.)¡Sor Marta!¡SorMarta!Acercaosunmomento.(Lahermanasedeslizahaciaél.)¡Ja, ja,ja!Hermana,¿mepodéisdecirporquéesosbellosojosestánsiemprebajos? SOR MARTA.— (Alzando los ojos y sonriendo.) Pero… (Al ver su rostro hace una muecadeasombro.)¡Oh! CYRANO.—(En voz baja, señalando a Roxana.) ¡Chiss!… No pasa nada! (Convoz fanfarronayalta.)¡Ayer,hermana,comícarnedecerdo! SORMARTA.—¡Yalosé!(Aparte.)¡Poresoestátanpálido!(Aprisayenvozbaja.) Cuando queráis os pasáis por el refectorio y os daré un tazón de caldo… www.lectulandia.com-Página140 ¿Vendréis? CYRANO.—¡Sí,claro! SORMARTA.—¡Estáishoyalgomásrazonable! ROXANA.—(Quelesoyecuchichear.)¿Tratadeconvertiros? SORMARTA.—¡Nolointentosiquiera! CYRANO.—¡Vaya,esverdad!…Vos,quetantomesermoneáissiempre,nomehabéis dichonadaenesesentido…(Conrepentinofuror.)Yotambiénquierodarosotra sorpresa…Ospermitoque…(Hacegestoscomobuscandoalgoquemolesteala hermana.) os va a resultar demasiado nuevo lo que voy a deciros, pero… ¡os permitoqueestanocheroguéispormíenlacapilla! ROXANA.—¡Oh!…¡oh!… CYRANO.—(Riendo.)¡SorMartasehaquedadoasombrada! SORMARTA.—(Condulzura.)¡Yalohice,sinpedirospermiso!(Sale.) CYRANO.— (Volviéndose hacia Roxana, inclinada en su labor.) ¿Todavía con el tapiz?…¡Aldiablosileveoterminadoalgúndía! ROXANA.—¡Esperounafrasesobreél! (Enesteinstanteunpocodebrisahacecaerlashojas.) CYRANO.—¡Lashojas! ROXANA.—(Levantandolacabezaymirandoalolejos,hacialasavenidas.)Tiene uncolordeoroveneciano.¡Miradcomocaen! CYRANO.— ¡Qué bien lo hacen!… En este trayecto tan corto de la rama a la tierra, ¡québiensabenmostrarsupostrerabelleza!Apesardesuespantoporpudrirseen elsuelo,intentanquesucaídaseconviertaenunvuelo. ROXANA.—¿Melancólico? CYRANO.—(Reportándose.)¡Nadadeeso,Roxana! ROXANA.— ¡Vamos!, dejad de mirar cómo caen las hojas y contadme qué hay de nuevo,¡Migaceta! CYRANO.—¡Ahoramismo! ROXANA.—Cuandoqueráis,podéisempezar. CYRANO.—(Más pálido cada vez y luchando contra el dolor.) Sábado diecinueve: despuésdehabersecomidovariosplatosdeuvasdeCette,elreycayóenfermo. ¡Suenfermedadfuecondenadaporlesamajestadadossangríasyyaelaugusto pulsohaabandonadolafiebre!Eldomingo,enelbailecelebradoenelpalaciode lareina,sequemaronsetecientossesentaycuatrohachonesdecera.Secomentó quenuestrastropassebatieronconDonJuandeAustria:colgaronacuatrobrujas; www.lectulandia.com-Página141 elperritodelaseñoraAthistuvounquiste… ROXANA.—SeñordeBergerac,¿queréiscallaros? CYRANO.—Ellunes…¡nada!Lygdamiracambiódeamante. ROXANA.—¡Oh! CYRANO.— (Cuyo rostro se altera paulatinamente.) Martes: la Corte fue a Fontainebleau.Miércoles:laMontglatdijoalcondedeFiesque:«¡No!».Jueves: Mancini, reina de Francia… o casi. Viernes, veinticinco: La Montglat dijo al condedefiesque«¡Sí!».Sábado,veintiséis… (Cierralosojos,sucabezacae.Silencio.) ROXANA.—(Sorprendidapornooírnada,sevuelve,lemirayselevantaasustada.) ¿Sehabrádesvanecido?(Correhaciaél,gritando.)¡Cyrano! CYRANO.—(Volviendoaabrirlosojos,convozvaga.)¿Qué?…¿qué?…¿quépasa? …(ViendoaRoxanainclinadasobreélyasegurandorápidamenteelsombrero sobresucabezayretrocediendoconterrorensusillón.)¡No,no!…¡osaseguro quenomepasanada!¡Dejadme!… ROXANA.—Perosi… CYRANO.—EsmiheridadeArrás…Yasabéis…aveces… ROXANA.—¡Pobreamigomío! CYRANO.—¡Bah!…noesnada…Yavapasando.(Sonríeconesfuerzo.)¿Veis?¡Ya pasótodo! ROXANA.—(Enpie,juntoaél.)¡Cadaunodenosotrostieneunaherida:yo,lamía!… ¡Esta vieja herida, sin embargo, está siempre viva! (Pone su mano sobre el pecho.)¡Estáaquí,bajounacartadepapelamarillento,dondeaúnsepuedenver lágrimasysangre! (Elcrepúsculovacayendo.) CYRANO.—¡Sucarta!…¿Nomeprometisteisdejármelaleeralgúndía? ROXANA.—Sí.¿Lodeseáis?…¿Deseáisleersucarta? CYRANO.—Sí.Quieroleerla…¡hoy! ROXANA.—(Dándolelabolsitaquependedesucuello.)Tomadla. CYRANO.—(Cogiéndola.)¿Puedoabrirla? ROXANA.—Sí.¡Podéisleerlatambién! (Ellavuelveasulaboryseentretienereplegandoyordenandosuslanas.) CYRANO.—(Leyendo.)«Roxana,adiós.¡Voyamorir!…» ROXANA.—(Deteniéndoseasombrada.)¿Peroenvozaltaleéis? www.lectulandia.com-Página142 CYRANO.—(Continuandosulectura.)«Estatarde,amadamía,tengoelcorazónlleno deamornoexpresado…¡yvoyamorir!Nunca,jamásmisojosembriagados,mis miradasalegres…» ROXANA.—¡Québienleéis!… CYRANO.—«…alegresdeamor,novolveránabesaralvuelovuestrosgestos…¡os envíoenestacartaelbesoacostumbradoparaque,pormí,éltoquevuestrafrente! Quisieragritar…» ROXANA.—(Turbada.)¡Cómoleéisestacarta! (Lanochecaeinsensiblemente.) CYRANO.—«ygrito:¡Adiós!» ROXANA.—¡Laleéis…! CYRANO.—«¡Querida!¡Amadamía!¡Mitesoro!…» ROXANA.—(Soñadora.)¡…Conunavoz…! CYRANO.—«¡Amormío…!» ROXANA.—¡…Conunavoz…!(Seestremece.)Pero…¡noeslaprimeravezqueyo oigoesavoz! (SeacercasuavementesinqueCyranosedécuenta,pasapordetrásdesusillón, seinclinasinruido,miralacarta.Lasombraaumenta.) CYRANO.—«…Micorazónnoosabandonauninstante.Soyyserésiempre,hastaen elotromundo,elqueosamesinmedida,elque…» ROXANA.—(Poniéndolelamanoenloshombros.)¿Cómopodéisleerahora?¡Esde noche,yonadaveo!(Élseestremece,sevuelve,lavejuntoasí,haceungestode emoción y baja la cabeza. Larga pausa. Después, cuando ya la oscuridad es completa, Roxana añade lentamente, juntando las manos.) ¡Y durante catorce años,habéisdesempeñadoelpapeldelviejoamigoquevieneparasersimpático! … CYRANO.—¡Roxana! ROXANA¿Eraisvos? CYRANO.—¡No,Roxana,no! ROXANA.—Hubieradebidoadivinarlocuandoéldecíaminombre. CYRANO.—¡No!¡Noerayo! ROXANA.—¡Eraisvos! CYRANO.—¡Osjuro…! ROXANA.—Adivinotodaestaimposturagenerosa.¡Lascartaseranvuestras! www.lectulandia.com-Página143 CYRANO.—¡No! ROXANA.—¡Aquellaspalabrasamorosasyardienteseranvuestras! CYRANO.—¡No! ROXANA.—¡Aquellavozenlaoscuridaderavuestra! CYRANO.—¡Osjuroque…! ROXANA.—Yelalma…¡elalmaeralavuestra! CYRANO.—¡Yonuncaosamé! ROXANA.—¡Vosmeamasteis! CYRANO.—(Debatiéndose.)¡Eraelotro! ROXANA.—¡Vosmeamasteis! CYRANO.—(Convozdébil.)¡No! ROXANA.—¡Yalodecísmásbajo! CYRANO.—¡No!…No,amormío…¡yonuncaosamé! ROXANA.—¡Ay!…¡cuántascosasyamuertasvuelvenarenacer!…¿Porquéhabéis callado durante catorce años si las lágrimas de esta carta no eran de él sino vuestras? CYRANO.—(Tendiéndolelacarta.)¡Perolasangreerasuya! ROXANA.—Entonces,¿porquéromperhoyesesublimesilencio? CYRANO.—Porque… (LeBretyRagueneauentrancorriendo.) www.lectulandia.com-Página144 ESCENAVI Losmismos,LEBRETyRAGUENEAU. LEBRET.—¡Quéimprudencia!…¡Yalodecíayo!…¡Seguroqueestabaaquí! CYRANO.—(Sonriendoeirguiéndose.)¡Vaya! LEBRET.—Señora,¡alsalirdelacama,élmismosehamatado! ROXANA.—¡Diosmío!…Entonces…¿esadebilidad,esa…? CYRANO.—¡Esverdad!¡Noterminéconmigaceta!Yelsábado,veintiséis,unahora antesdelacena,elseñordeBergeracfueasesinado. (Sedescubreyaparecesucabezacompletamentevendada.) ROXANA.—¿Quédice?…¡Cyrano!…¡Tienelacabezavendada!…¿Ay,quéoshan hecho?¿Porqué? CYRANO.— «Morir con la punta de la espada de un héroe en el corazón…» ¡Sí, yo decía eso…! ¡Qué burla la del destino!… ¡Resulta que me han matado en una emboscada, por la espalda y a manos de un lacayo que me arrojó un madero! ¡Estámuybien!¡Pornoacertar,noacertésiquieraconmimuerte! RAGUENEAU.—¡Ay,señorCyrano! CYRANO.—Ragueneau,¡nollorestanfuerte!(Letiendelasmanos.)¿Enquétrabajas ahora,amigomío? RAGUENEAU.—(Bañadoenlágrimas.)Meencargodedespabilarlasvelasenelteatro deMolière. CYRANO.—¡Molière! RAGUENEAU.—Perodesdemañanaabandonaréeseoficio:¡estoyindignado!Ayer,en larepresentaciónde«Scapin»,medicuentadequeoshaplagiadounaescena. LEBRET.—¡Unaescenacompleta! RAGUENEAU.—Aquellafamosa:«¿Quédiablosibaahacer…?» LEBRET.—(Furioso.)¡Molièretehaplagiado! CYRANO.— ¡Callad!, ¡callad! ¡Ha hecho bien! (A Ragueneau.) Produce efecto la escena,¿verdad? RAGUENEAU.—Lagenteríemuchísimo. CYRANO.— ¡Sí!… Mi vida no fue más que un servir de apuntador a los demás y luegoserolvidado.(ARoxana.)¿OsacordáisdelanocheenqueCristiánoshabló bajo vuestro balcón? Pues bien: toda mi vida puede resumirse en eso: Mientras queyopermanecíaabajo,enlasombra,otrosubíaarecogerelbesodelagloria. www.lectulandia.com-Página145 ¡Es justo y lo apruebo ahora, a un paso de la tumba! ¡Molière es un genio y Crstiánerabello!(Enesteinstante,traseltañidodelacampanadelacapilla,las monjas, por la avenida del fondo, se dirigen hacia sus oficios.) ¡Que vayan a rezar:yaestásonandolahora! ROXANA.—(Levantándose,parallamar.)¡Hermana!…¡Hermana!… CYRANO.— (Reteniéndola.) ¡No!, no vayáis a buscar a nadie, porque, cuando volvieseis,yoyamehabríaido.(Lasmonjashanentradoenlacapilla.Seoyela músicadelórgano.)Nofaltabamásqueesto:¡unpocodearmonía! ROXANA.—Vivid,¡yoosamo! CYRANO.— ¡No! Hasta en los cuentos, cuando alguien dice «te amo» al príncipe horrible,élsientedesvanecersesufealdadconestaspalabras.Perocomopodréis observar,yopermanezcoigual. ROXANA.—Yooshehechodesgraciado…¡yo,yo! CYRANO.— ¿Vos?… ¡Al contrario! Ignoraba la dulzura femenina. Mi madre me encontrabafeoynotuvehermanas;mástarde,temíconstantementelasburlasde lasmujeres.Osdeboelhabertenidoporlomenosunaamiga.¡Graciasavos,por mividahapasadounamujer! LEBRET.—(Señalando el claro de luna, que baja entre las ramas.) Tu otra amiga vieneaverte. CYRANO.—(Sonriendoalaluna.)¡Yalaveo! ROXANA.—¡Noamémásqueunsoloserylepierdoporsegundavez! CYRANO.— Le Bret, ¡hoy subiré a la Luna sin tener que inventar ninguna clase de máquinas! ROXANA.—¿Quédecís? CYRANO.—¡Allí,oslorepito,allí,meenvíanaforjarmemipropioparaíso!Allíestán muchasalmasqueridas…¡AllíencontraréaSócrates,aGalileo!… LE BRET.— (Rebelándose.) ¡No!… ¡No!… ¡Es demasiado estúpida esta muerte!… ¡Resulta demasiado injusta!… Un poeta tan grande, un corazón tan noble verse obligadoamorirasí…¡amorir…! CYRANO.—¡YaestáLeBretgruñendo! LEBRET.—(Inundadoenllanto.)¡Amigomío! CYRANO.—(Levantándose en pleno delirio.) ¡Éstos son los cadetes de Gascuña!… ¡Lamasaelemental!…¿Eh?¡Claro!… LEBRET.—Sucienciadelira. CYRANO.—¡Copérnicodijo…! ROXANA.—¡Oh! www.lectulandia.com-Página146 CYRANO.— Pero también, ¡qué diablos iba a hacer, qué diablos iba a hacer en esta galera! Filósofo, físico, poeta, espadachín, músico, inventor, fácil de palabra y amante,peronoporsubien.¡Aquíyace,Hércules-SabinioCyranodeBergerac, quefuetodoynofuenada!Perdónperomevoy…Nopuedohaceresperaraese rayodelunaquevieneallevarme.(Havueltoacaerensuasiento,peroelllanto deRoxanaledevuelvealarealidad;lamirayacariciasusvelos.)Noquieroque lloréismenosqueamíaaquelbuenoybelloamadovuestro,Cristián;únicamente os pido, que cuando el frío supremo se haya adueñado de mis vértebras, deis doblesentidoaestosvelosfúnebresyquesudueloseconviertaparavosunpoco enmiduelo. ROXANA.—¡Oslojuro! CYRANO.—(Selevantabruscamente,conmocionadoporunfuerteestremecimiento.) ¡No!…¡Aquíno!…¡Noenestesillón!(Losquelerodeanquierenabalanzarse sobreél.)¡Nomesostengáis!…¡Nadie!…(Vaaapoyarseenelárbol.)¡Sóloel árbol! (Silencio.) ¡Ya viene!… ¡ya me siento asido por manos de mármol enguantadas de plomo!… (Se yergue.) ¡Ya que está en camino la esperaré de pie…!(Sacasuespada.)¡…yconlaespadaenlamano! LEBRET.—¡Cyrano! ROXANA.—(Convozdesfallecida.)¡Cyrano! (Todosretroceden,espantados.) CYRANO.—¡Meparecequeestámirando…quehaosadomirarminariz!…(Levanta laespada.)¿Quedecís?…¿Queesinútil?…¡Yaséqueenestecombatenodebo esperar el triunfo! ¡No!… ¿Para qué?… ¡Es más bello cuando se lucha inútilmente! ¿Cuántos sois?… ¿Mil?… ¡Os reconozco, mis viejos enemigos!… ¡LaMentira!…(Golpeando con su espada en el vacío.) ¡Toma! ¡Toma!… ¡Ah, los Compromisos… los Prejuicios… las Cobardías!… (Siguegolpeando.) ¿Que pacte?…¡Esonunca!…¿meoísbien?¡Nunca!¡Ah,porfinteveo,estupidez!… Desobraséquealfinalmetumbaréis,masnomeimporta:¡lucho,lucho,lucho! (Hacemolinetesinmensosysedetienejadeando.)¡Sí,vosotrosmearrancáistodo, el laurel y la rosa! ¡Arrancadlos! ¡Hay una cosa que no me quitaréis!… ¡Esta noche, cuando entre en el cielo, mi saludo barrerá el suelo azul, y, mal que os pese, conmigo irá una cosa sin manchas ni arrugas!… (Arroja la espada a lo alto.)yesacosaes…(Laespadaescapadesusmanos;vacilaycaeenbrazosde LeBretyRagueneau.) ROXANA.—(Inclinándosesobreélybesándoleenlafrente.)¿Yes…? CYRANO.—(Vuelveaabrirlosojos,lareconoceyañadesonriendo:)¡Mipenacho! www.lectulandia.com-Página147 TELÓN www.lectulandia.com-Página148 EDMONDROSTAND,(1868-1918)dramaturgoypoetafrancés,nacióenelsenode unafamiliaacomodadaenMarselladondepermanecióhastacomenzarsusestudios de derecho en el Collège Stanislas de París. Su primer volumen de versos, Les musardises(1890),ylaamablecomediaenversoLesromanesques(1894)muestran unadelicadezayvirtuosismopoéticoalamaneradeMusset.Laprincesselointaine (1895),basadaenunaleyendamedieval,yLasamaritaine(1897)ledieronaconocer alpúblico,aunquesóloligeramentedejaranadivinarelgenioteatralypoéticoqueiba acrearlamásfamosacomediadelostiemposmodernos,elneo-románticodramaen verso Cyrano de Bergerac (1897). Tomando al Cyrano histórico como punto de partida, Rostand creó la magnífica ficción, ambientada en el siglo XVII, de un despreocupadoyfanfarrónsoldado-poetadotadogrotescamentedeunaenormenariz, que corteja para otro la hermosa dama a la cual no se atreve a hablar de su propio amor.NiL'aiglon(1900)niChantecler(1910),comediasimbólicacuyospersonajes son aves de corral, pudieron igualar el éxito de Cyrano. Rostand ingresó en la AcademiaFrancesaalos33años(1901).Laúltimapartedesuvidalapasóretirado ensuvillaalpiedelosPirineos. www.lectulandia.com-Página149 NOTAS www.lectulandia.com-Página150 [1]PaísimaginarioquesepusodemodaenFranciaenelsigloXVIII,entrelasclases distinguidas.EstafantasíadelpaísdelaTernuratuvosusiniciosenunjuegodesalón yfuedivulgadoprincipalmenteporlaseñoritadeScudéry.(N.delE.)<< www.lectulandia.com-Página151