Los ojos de la Virgen-PS-arsenio

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CELEBRACIÓN A LA VIRGEN DEL PERPETUO SOCORRO
LOS OJOS
DE LA
VIRGEN
Índice
I. RITOS INICIALES
1. AMBIENTACIÓN
2. CANTO
3. SALUDO DEL CELEBRANTE
4. ORACIÓN
II. LITURGIA DE LA PALABRA
5. EVANGELIO
• Lc 1,46-55
• Aclamación
6. HOMILÍA
III. RESPUESTA DE LA COMUNIDAD (¿Eucaristía?)
7. SÍMBOLOS Y PETICIONES
8. BENDICIÓN Y PADRENUESTRO
IV. CONCLUSIÓN
9. ACCIÓN DE GRACIAS
10. ORACIÓN FINAL
11. BENDICIÓN SOLEMNE
12. CANTO
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AMBIENTACIÓN
Se ha preparado convenientemente un altar para colocar
el icono de la Virgen, que dos personas traen desde el fondo
del templo. El sacerdote, precede la pequeña procesión.
Llegados al altar el sacerdote ocupa la sede y los laicos
entronizan el cuadro breve, lo que dure la procesión y
entronización.
Buenas tardes. Nuestra parroquia, ha emprendido, ya hace tiempo, un
camino misionero, Es una parroquia en marcha, que hoy se reúne para honrar a
maría. Estamos habituados a contemplar cuadros e imágenes de la Virgen llenos
de fastuosidad y grandeza, que para nada se parecen a la Madre de Jesús. María
careció de riquezas materiales, Entonces, ¿dónde está la verdadera grandeza de
maría? Hoy nos vamos a fijar en otros aspectos más sencillos e íntimos. Y
mientras nos hacemos estas preguntas, nos ponemos en pie para recibir el cuadro
de la Virgen que estos hermanos nuestros traen desde el fondo del templo.
Nuestros ojos se dirigen y se encuentran con los de María
CANTO: “Estrella y camino” (C. Gabarain)
Estrella y camino, prodigio de amor.
De tu mano, Madre, hallamos a Dios.
Monitor (recitado)
Todos los siglos están mirando hacia ti,
todos escuchan tu voz temblando en un sí.
Cielos y tierra se dan en tu corazón
como un abrazo de paz, ternura y perdón.
Monitor (recitado)
Toda la Iglesia con fe eleva un clamor,
puestos los ojos en ti, la Madre de Dios.
Puente y sendero de amor, sublime misión,
la de traernos a Dios en tu corazón.
Monitor
Ahora, recoge tus pensamientos, guarda silencio y mira a la Madre de Dios…
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SALUDO DEL CELEBRANTE
ORACIÓN
Santa María, vuelve tus ojos hacia este valle de lágrimas,
somos muchos los que lloramos, somos muchos los que temblamos,
somos muchos los que bebemos el cáliz de la amargura,
y muchos los que sucumbimos en el dolor, y la dificultad.
Tú, que conoces el dolor y la soledad,
danos fuerza, valentía y generosidad
para salir del círculo de nuestro egoísmo.
Nuestra entrega a los demás será la mejor medicina
para curar nuestra debilidad y para llegar a Jesús, tu Hijo,
que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
EVANGELIO
•
Lc. 1, 46-54
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi
Salvador,
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí.
Su nombre es Santo y su misericordia llega a sus fieles de generación en
generación.
Él hace proezas con su brazo, dispersa a los soberbios de corazón.
Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes.
A los hambrientos los colma de bienes y a los ricos despide vacíos.
Auxilia a Israel su siervo, acordándose de su santa alianza
según lo había prometido a nuestros padres
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
•
Aclamación
“A Dios den gracias los pueblos
alaben los pueblos a Dios” (bis)
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HOMILÍA
Es frecuente acudir a San Antonio cuando perdemos algún objeto. Sin
embargo, hay personas que, cuando se les extravía alguna cosa, rezan un
avemaría a los ojos de la Virgen. Es un recurso muy eficaz.
− La Virgen de los Ojos Grandes La Virgen de los Ojos Grandes es la patrona
de la ciudad de Lugo; la catedral está dedicada a su nombre. La imagen se
encuentra en una capilla. Se desconoce quien fue el autor de la talla en
piedra policromada. Alfonso X el Sabio le dedicó su cantiga LXXVII, en la
que describe la curación de una mujer que pidió a la Virgen la salud, que
recobró en la misma catedral de Lugo, a los pies de la imagen.
− San Alfonso es el “Cantor de las Glorias de María” y fundador de los
misioneros redentoristas
Mariología plástica
Estamos en tierras de España, con razón denominada “tierra de María”.
Nosotros, nuestra ciudad, nuestro pueblo…, siempre nos hemos destacado en ese
amor a la Virgen. Aquí honramos a María con ese nombre tan entrañable de
Virgen de la Fuensanta, Virgen de la Cabeza… Y en el día de hoy con el misionero
y dulce nombre de Virgen del Perpetuo Socorro.
Como es el caso de otras imágenes igualmente celebradas, el icono P. S.
surge de una leyenda cuya raíz histórica es preciso buscar en la masiva
emigración de iconos orientales hacia Occidente, siguiendo las rutas del comercio
o a presiones de la invasión otomana.
Cuenta el relato que un comerciante de Creta, huyendo hacia Italia a
cusa de una de estas invasiones, lo llevó consigo entre sus pertenencias.
Ya en alta mar, el barco en que viajaba se vio sorprendido por una gran
tormenta. Ante el peligro de inminente naufragio, tuvo la feliz idea de
colocarlo en un palo de la nave. Así los pasajeros llegaron sanos a puerto,
y el icono inició su andadura bajo el signo de una constante peregrinación
acompañando al sufrimiento humano.
Antes de morir, el mercader confió su mejor "tesoro", bajo la promesa
de que sería públicamente expuesto al culto, a un amigo romano. Así, el
27 de marzo de 1499 fue solemnemente trasladado y expuesto a la
pública veneración en el templo de San Mateo donde entonces servían los
padres agustinos…
Muchos años de olvido -hasta 1865- forman el puente que enlaza la
leyenda con la historia; porque en esa fecha el superior mayor de los
Redentoristas pidió a Pío IX le concediera el icono para emplazarlo en su
antigua morada: la iglesia de San Alfonso, que a la sazón se levantaba
sobre las ruinas de la de San Mateo. Cuentan que el papa, al acceder a los
deseos de los nuevos depositarios, exclamó ante la imagen: "¡Qué
hermosa es!" y, seguidamente, añadió:"Dadla a conocer por todo el
mundo". Desde entonces ha acompañado sIempre a estos misioneros,
difundiéndose por doquier.
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Orar a los ojos de la Virgen
Tiene explicación cristiana y humana acudir a los ojos de la Virgen cuando
perdemos alguna cosa y más cuando se extravía alguna persona, dice el P.
Colinas. Jesucristo nos la entregó por Madre, estando en la cruz. Cuando un bebé
pierde el chupete o se extravía el biberón... ¿Quién se encarga de buscado y
quién lo encuentra? Cuando el marido no halla la camisa o la corbata que necesita
urgentemente, ¿a quién acude? Son los ojos de la madre y de la esposa quienes
se ponen en movimiento y enseguida aparecen las prendas perdidas.
¿De qué ojos se sirve Dios para enseñarnos a andar?
¿De qué ojos, para ir por el camino adecuado a la escuela, para visitar a los
abuelos...? Y cuando somos mayores, ¿qué ojos detectan nuestras ojeras, nuestra
mala cara, la enfermedad o el cansancio...? La mirada de la Virgen no sólo nos
ayuda a encontrar los objetos y las personas; también nos conduce por el camino
que va a la casa del Padre. Ella nos prepara el traje adecuado para presentarnos
en su presencia. María es la mirada tierna de Dios, porque es la niña de sus ojos.
Los ojos de la Virgen
¿Qué tienen tus ojos, Madre,
que me miran con ternura,
que me invitan a imitarte
y me llenan de dulzura?
Son luceros en la noche,
faros en la oscuridad.
Nos indican el camino,
y nos muestran tu amistad.
Ojos tristes que interrogan,
ojos de dulce mirar,
tu mirada nos consuela
y nos llena de tu paz.
Ojos serenos que logran
una sonrisa esbozar.
La alegría y el consuelo
de en ti poder confiar.
En la salve repetimos
que son misericordiosos.
¡Que yo encuentre en tu mirada
la fuerza, el amor y el gozo!
Madre nuestra del Socorro,
de bello y rico ropaje,
mírame siempre gozosa.
¡Que yo irradie tu mensaje!
Neli Aguado
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PARTICIPACIÓN DE LA COMUNIDAD
Monitor:
Nuestra expresión simbólica de este momento tiene que ver con la fiesta
que estamos celebrando y en concreto con el icono de la Virgen. Nos fijamos en
sus manos, en sus ojos, en el corazón de la madre. Cada asamblea presenta un
símbolo que acompaña con una petición.
Monitor:
La primera intervención alude a la mirada, a los ojos
de María
− Símbolo: unas gafas oscuras
− Presento unas gafas. Decimos que sirven para
ver, pero también es cierto que deforman la realidad. Vemos la vida y
a las personas distorsionadas. Dependiendo del color del cristal con que
se mire. Petición: Concédenos una mirada limpia, que sepa ver lo mejor
de nuestros hermano. Roguemos al Señor
Monitor:
Otra asamblea interviene en relación con ese doble
sentido que descubrimos en cada una de las manos de la
Virgen
− Símbolo: guantes blancos
− Estos guantes significan aislamiento. Tenemos miedo
a tocar y a sentir. Miedo a contagiarnos. Vivimos
cada día más encerrados en nosotros mismos. Sólo nos importan
nuestros proyectos pero no los problemas de la humanidad. Pedimos,
Señor unas manos como las tuyas; unas manos para acariciar, para dar
y para recibir. Unas manos que se pringuen y se impliquen en los
problemas de la humanidad y de la Iglesia. Roguemos al Señor
Monitor:
La siguiente asamblea presenta su símbolo y su
petición en relación los labios
− Símbolo: Cajita de música o bien el libro de
cantos de la comunidad
− María fue una mujer sencilla. Pero María sintió cómo la grandeza de
Dios se hacía vida en ella. Y proclamó, con el Magníficat, que su vida
estaba llena de Dios. Nuestra petición: que en nuestra comunidad
parroquial haya siembre alegría y entusiasmo; que nuestras
celebraciones sean amenas y festivas. Roguemos al Señor
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Monitor:
Lo esencial de la vida muchas veces es invisible a los
ojos. Tenemos que mirar con los ojos de la fe, con los del
corazón.
− Símbolo: Un corazón, de los del día de San
Valentín
− El corazón de María no se ve pero su corazón de madre sigue latiendo.
Con este corazón queremos simbolizar el amor: a Jesús, que por amor
dio la vida. A María, que guardaba las cosas de Dios en su corazón. El
nuestro, pues no podemos vivir sin amor. Petición: que no nos falte tu
amor de Madre y que seamos capaces de amar a los amigos y a los
enemigos, como nos enseñó Jesús. Roguemos al Señor
Monitor:
Todos tenemos oídos, pero a veces hacemos “oídos
sordos” a las propuestas que nos vienes de Dios o al grito
de auxilio del hermano. María tuvo una actitud de escucha
frente a la Palabra que le vino de lo alto.
− Símbolo: Una campanilla de monaguillo
− La vida está llena de ruidos y los ruidos nos impiden escuchar la voz de
Dios, los gritos de socorro del hermano necesitado y la música que
brota de la belleza de las cosas. Te pedimos, Señor, que tengamos una
actitud de escucha y de acogida, como la tuvo María. Roguemos al
Señor.
Monitor:
Por fin, vamos a fijar nuestra atención en un detalle
muy significativo del cuadro: los pies de Jesús
− Símbolo: una sandalia o zapato de un niño
− Jesús fue verdadero Dios y verdadero hombre. Y
sufrió de verdad en la cruz y pasó necesidades
cuando fue niño. Recordamos a todos los niños
del mundo que pasan necesidad, que crecen sin el cariño de una madre,
que no pueden estudiar, que mueren de hambre, que son esclavizados
y utilizados en las guerras. Te pedimos por todos los niños del mundo
para que a ninguno le falte el pan, la leche, la cultura, el amor de una
madre y el calor del hogar.
Oración:
Escucha las oraciones que te hemos presentado,
a través de tu madre María del Perpetuo Socorro, a ti, Señor,
que vives y reinas…
BENDICE MI VIDA
Señor, bendice mis manos (extendidas cerca del pecho)
Dame unas manos delicadas para acariciar los corazones heridos
Que estén siempre abiertas para recibir
y que sean solidarias para ayudar al hermano necesitado
Que sepan dar sin calcular;
Que sean manos consagradas para bendecir y consolar.
Señor, bendice mis ojos (cada mano sobre los párpados)
Que sean ojos limpios como los de los niños
y descubran la vida cada día.
Que sean ojos profundos como los de María
que vislumbraron el misterio de las cosas de Dios.
Que sean ojos cariñosos, que miren con amor.
Ojos lúcidos que vean la hondura de los sentimientos
para que los demás se sientan felices, al ser mirados por mí.
Señor, bendice mis oídos (cada mano en un oído)
para que sepan escuchar tu voz
y perciban el grito de los afligidos;
que sepan quedarse sordos al ruido inútil y la palabrería,
pero no a las voces que llaman y piden ayuda.
Señor, bendice mi boca (signo de la cruz sobre los labios)
para que dé testimonio de Ti y no diga nada que hiera o destruya;
que sólo pronuncie palabras que alivian,
que nunca traicione confidencias y secretos,
que consiga despertar sonrisas.
Señor, bendice mi corazón (manos cruzadas sobre el pecho)
para que sea templo vivo de tu Espíritu y sepa dar calor y refugio;
que sea generoso en perdonar y comprender
y aprenda a compartir dolor y alegría con un gran amor.
Dios mío, que puedas disponer de mí
con todo lo que soy, con todo lo que tengo.
Bendice toda mi vida (manos alzadas por encima de los hombros)
Bendice a mi familia,
que permanezca unida en el amor y en el respeto.
Bendice a mis amigos,
que su fidelidad dure eternamente.
Bendice todo mi esfuerzo y dame trabajo cada día.
Bendice a mis vecinos,
que no nos falte su apoyo y su saludo.
Bendice a los maestros de mis hijos,
dales paciencia y buen humor.
Y bendice por fin,
a todos y cada uno de estos mis hermanos en la fe
que hoy vienen a honrar a tu madre,
con este dulce nombre de Perpetuo Socorro. Amén
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Padrenuestro (manos unidas al vecino)
GRACIAS MARÍA
Te doy gracias, María, por ser una mujer.
Gracias por haber sido mujer como mi madre,
y por haberlo sido en un tiempo
en el que ser mujer era como no ser nada.
Gracias por haber sido una mujer libre y liberada,
la mujer más libre y liberada de toda la historia…,
porque fuiste la única no atada al pecado…,
la única verdaderamente llena de gracia y de vida.
Gracias porque estuviste llena de gracia, porque estabas llena de vida,
estuviste llena de vida porque habías sido llenada de gracia y de vida.
Gracias por haber sido la mujer más entera que ha existido.
Gracias porque supiste encontrar la libertad siendo esclava,
aceptando la única esclavitud que libera, la esclavitud de Dios,
y nunca te enzarzaste en todas las otras esclavitudes que a nosotros nos atan.
Porque al llegar el ángel te atreviste a preferir su misión a tu comodidad,
porque aceptaste tu misión, sabiendo que era cuesta arriba,
una cuesta arriba que terminaba en un Calvario.
Gracias porque fuiste valiente, gracias por no tener miedo,
gracias por fiarte del Dios que te estaba llenando,
del Dios que venía no a quitarte nada, sino a hacerte más mujer.
Gracias por seguir siendo madre y mujer en el cielo,
por no cansarte de cuidar de tus hijos de ahora. Gracias.
José Luís Martín Descalzo “Lo que María guardaba en su corazón”
ORACIÓN FINAL
Signo grandioso de nuestra esperanza, te invocamos
¡Oh Virgen del Perpetuo Socorro!
Santa Madre del Redentor, socorre a tu pueblo, que anhela resurgir.
Da a todos el gozo de caminar hacia el tercer milenio
en consciente y activa solidaridad con los más pobres
anunciando de un modo nuevo y valiente el Evangelio de tu Hijo,
fundamento y cima de toda humana convivencia,
que aspira a una paz verdadera, justa y duradera.
Como el Niño Jesús, que admiramos en este venerado Icono,
también nosotros queremos estrechar tu mano derecha.
No te falta a ti ni poder ni bondad para socorrernos
en cualquier necesidad y situación.
¡La hora actual es tu hora!
Ven, pues, en nuestra ayuda y sé para todos
el refugio y la esperanza. Amen.
Juan Pablo II
BENDICIÓN SOLEMNE
Dios, Padre de misericordia,
que decidió salvar al mundo por medio
de la maternidad divina de María siempre Virgen,
os bendiga y os guarde siempre.
R/ Amen.
Jesucristo, Redentor del Mundo,
que quiso asociar a su Madre a su pasión
y la entregó a sus discípulos como madre,
os conceda vivir la alegría de la Redención.
R/ Amen.
El Espíritu Santo, señor y dador de vida,
que se derramó sobre Santa María y los Apóstoles
en el día de Pentecostés,
os convierta en mensajeros de la Buena Noticia de la Salvación.
R/ Amen.
CANTO: “Yo tengo una madre”
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