unidad 6 grandes civilizaciones maya,inca, azteca.

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UNIDAD 6
I TRIMESTRE
CURSO: CIENCIAS SOCIALES
GRADO: PRIMERO BÁSICO
TEMA: Grandes Civilizaciones antiguas:
SUBTEMAS:
Mayas, aztecas e Incas
Culturas Antiguas: Mayas, Aztecas e Incas
GRANDES CIVILIZACIONES ANTIGUAS.
LOS MAYAS:
La civilización creada por los mayas o mayas-quiché, sin
duda alguna una de las más importantes y adelantadas de
toda América, floreció en la amplia región la cual se ubican
los actuales estados mexicanos de Tabasco, Yucatán y
Chapas; República de Guatemala, Honduras, San Salvador
y Honduras Británica (Belice).
Toda esta región es abrupta y llena de selvas, con una rica
hidrografía y abundante en serranías y zonas de gran
actividad volcánica que presentan alturas superiores a los
3.555 metros. Por la misma configuración geográfica el
clima va desde el helado de las alturas hasta el templado
de las zonas intermedias, y el cálido del litoral.
Los primeros enclaves culturales mayas se asentaron, al
parecer, en Guatemala, donde se inició el desarrollo de su
período conocido como Viejo Imperio.
El origen de los mayas sigue siendo un misterio, al igual
que el de la mayoría de los pueblos americanos. Se han
barajado multitud de teorías para explicar su fuente, pero
hasta el presente nada se ha podido establecer con
claridad. Muchos eruditos, con el fin de hacer más sencillos
los estudios de esta civilización, han separado a los autores
de esta cultura en dos grandes grupos: los mayas,
propiamente tales, que en la época precolombina ocupaban
el Yucatán y los quichés que desde el lago Atitlán se
expandieron hasta el territorio que ocupa en la actualidad
Guatemala.
A pesar de que cada grupo presenta características
lingüísticas y otras propias del lugar en que viven (en la
actualidad aún existen más de un millón de mayas puros),
toda la familia maya es uno de les grupos étnicos más
homogéneos de América.
La cultura maya sólo puede ser comparada en riqueza y
complejidad con la azteca y aún hoy se discute sobre cual
dio origen a la otra. La arqueología, a pesar de que es la
ciencia que más luz ha arrojado sobre el pasado
precolombino del Nuevo Mundo, ha agudizado más que
terminado con esta polémica. Se debe fundamentalmente a
que ha sido posible determinar que muchos de los
complejos culturales puestos al descubierto no son puros
sino que su arquitectura, cerámica y arte en general,
aparece influido por culturas anteriores, dando origen a un
desarrollo mixto, en el cual se involucran dos, tres o hasta
cuatro civilizaciones diferentes, superpuestas.
El pueblo
El pueblo maya, en muchos sentidos, fue, más "humano"
que el sanguinario azteca. El hombre y la mujer maya
común vivieron en continuo contacto con la naturaleza y
supieron impregnarse con la belleza de las cosas que los
radeaban; con los árboles, las flores, los pájaros, y los
animales, y extrajeron de esta vivencia las normas
espirituales de sus existencias.
Fueron grandes aficionados a la limpieza, a la pirtura y a
los tatuajes. El traje común de los hombres era una manta
bajo la cual usaban un taparrabos; las mujeres usaban una
camisa llamada "yopte". Quienes llevaban un atuendo
mucho más vistoso y complejo eran los sacerdotes y los
guerreros que aparecían adornados con profusión de
plumas y pieles de animales.
Ambos sexos usaban pendientes en las orejas y anillos a
través del tabique nasal.
Entre sus diversiones más importantes estaba el canto, la
danza, los "voladores" (esto consiste en girar con los pies
amarrados a una soga sujeta a un mástil de hasta treinta
metros de altura) y el juego de la pelota, usando para tal
afecto una bola de hule. Al igual que los aztecas
construyeron inclusive zonas especiales, especie de
estadios, para practicar este último deporte
La mitología maya
El Popol-Vuh
La mayor parte de la mitología del pueblo maya se
encuentra en el "Popol-Vuh" o "Libro del Consejo de
los Indios Quiché".
Este libro originalmente fue pura tradición oral y en esa
forma se conservó hasta el siglo XVI cuando fue escrito por
un indígena en lengua quiché con caracteres latinos. Este
texto llegó, afortunadamente, a las manos del cura párroco
de Santo Tomás Chuilá, Fray Francisco Ximénez.
Como la población guatemalteca de Chilá se llama en la
actualidad Chichicastenango, el texto también se conoce
con el nombre de "Manuscrito de Chichicastenango".
Ximénez lo tradujo dos veces incluyendo la segunda
versión, que le pareció satisfactoria, en el primer tomo de
le "Crónica de le Provincia de Chiape y Guatemala".
Otros textos importantes para la comprensión de la
mitología maya son las crónicas de "Chilambalam" y de
"Chacxulubchen".
El "Popol-Vuh" se inicia con el relato de la creación del
Universo, la Tierra, las aguas y posteriormente los animales
y el hombre.
A pesar de que su texto actual se presenta seriamente
influido por el cristianismo, sin duda en lo medular aún
prevalece la esencia mítica de los mayasquiché. Parte del
inicio de la obra es el siguiente (Según una traducción de
González de Mendoza y Miguel Angel Asturias):
"Este libro es el primer libro, pintado antaño, pero su faz
está oculta (hoy) al que ve, al pensador. Grande era la
exposición, la historia de cuando se acabaron de medir
todos los ángulos del cielo, de la Tierra, la cuadrangulación,
su medida, la medida de las líneas, en el cielo, en la Tierra,
en los cuatro ángulos, de los cuatro rincones tal como había
sido dicho por los Constructores, los Formadores, las
Madres, los Padres de la vida, de la existencia, los de la
Respiración, los de las Palpitaciones, los que engendran, los
que piensan, Luz de las tribus, Luz de los hijos, Luz de la
prole, Pensadores y Sabios, (acerca de) todo lo que está en
el cielo, en la Tierra, en los lagos, en el mar. He aquí el
relato de cómo todo estaba en suspenso, todo tranquilo,
todo inmóvil, todo apacible, todo silencioso, todo vacío, en
el cielo, en la Tierra. He aquí la primera historia, la primera
descripción. No había un solo hombre, un solo animal,
pájaro, pez, cangrejo, madera, piedra, caverna, barranca,
hierba, selva. Sólo el cielo existía. La faz de la Tierra no
aparecía; sólo existían la mar limitada, todo el espacio del
cielo. No había nada reunido, junto. Todo era invisible, todo
estaba inmóvil en el cielo. No existía nada edificado.
Solamente el agua limitada, solamente la mar tranquila,
sola, limitada. Nada existía. Solamente la inmovilidad, el
silencio, en las tinieblas, en la noche. Sólo los
Constructores, los Formadores, los Dominadores, los
Poderosos del Cielo, los Procreadores, los Engendradores
estaban sobre el agua, luz esparcida. (Sus símbolos)
estaban envueltos en las plumas, las verdes; sus nombres
(gráficos) eran, pues, Serpientes Emplumadas. Son
grandes Sabios. Así es el cielo, (así) son también los
Espíritus del Cielo; tales son, cuéntase, los nombres de los
dioses.
Entonces vino la Palabra, vino aquí de los Dominadores, de
los Poderosos del Cielo, en las tinieblas, en la noche; fue
dicha por los Dominadores, los Poderosos del Cielo;
hablaron; entonces celebraron consejo, entonces pensaron,
se comprendieron, unieron sus palabras, sus sabidurías.
Entonces se mostraron, meditaron, en el momento del
alba; decidieron (construir) al hombre, mientras celebraban
consejo sobre la producción, la existencia, de los árboles,
de los bejucos, la producción de la vida, de la existencia, en
las tinieblas, en la noche, por los Espíritus del Cielo
llamados Maestros Gigantes. Maestro Gigante Relámpago
es el primero, Huella del Relámpago es el segundo,
Esplendor del Relámpago es el tercero; estos tres son los
Espíritus del Cielo. Entonces se reunieron con ellos los
Dominadores, los Poderosos del Cielo. Entonces celebraron
consejo sobre el alba de la vida, cómo se haría la
germinación, cómo se haría el alba, quién sostendría,
nutriría. "Que eso sea Fecundaos. Que esta agua parta, se
vacie. Que la tierra nazca, se afirme", dijeron. "Que la
germinación se haga, que el alba se haga en el cielo, en la
tierra, porque (no tendremos) ni adoración ni manifestación
por nuestros construidos, nuestros formados, hasta que
nazca el hombre construido, el hombre formado"; así
hablaron, por lo cual nació la Tierra. Tal fue en verdad el
nacimiento de la Tierra existente. "Tierra", dijeron, y en
seguida nació. Solamente una niebla, solamente una nube
(fue) el nacimiento de la materia. Entonces salieron del
agua las montañas; al instante salieron las grandes
montañas".
"Enseguida fecundaron a los animales de las montañas,
guardianes de todas las selvas, los seres de las montañas:
venados, pájaros, pumas, jaguares, serpientes, víboras
(serpientes), ganti, guardianes de los bejucos. Entonces los
Procreadores, los Engendradores, dijeron: "¿No habrá más
que silencio, inmovilidad al pie de los árboles, de los
bejucos? Bueno es, pues, que haya guardianes"; así
dijeron, fecundando, hablando. Al instante nacieron los
venados, los pájaros. Entonces dieron sus moradas a los
venados, a los pájaros. "Tú, venado, sobre el camino de los
arroyos, en las barrancas, dormirás; aquí vivirás, en las
hierbas, en las malezas; en las selvas, fecundarás; sobre
cuatro pies irás, vivirás". Fue hecho como fue dicho.
Entonces fueron también (dadas) las moradas de los
pajarillos, de los grandes pájaros. "Pájaros, anidaréis sobre
los árboles, sobre los bejucos moraréis; engendraréis, os
multiplicaréis sobre las ramas de los árboles, sobre las
ramas de los bejucos''. Así fue dicho a los venados, a los
pájaros, para que hiciesen lo que debían hacer; todos
tomaron
sus
dormitorios,
sus
moradas.
Así
los
Procreadores, los Engendradores dieron sus casas a los
animales de la Tierra. Estando pues todos terminados,
venados, pájaros, les fue dicho a los venados, a los
pájaros, por los Constructores, los Formadores, los
Procreadores, los Engendradores: "Hablad, gritad; podéis
gorjear, gritar. Que cada uno haga oir su lenguaje según su
clan, según su manera..."
Evolución cultural de los mayas
La cronología maya presenta fechas que funden el mito con
la realidad 2.000 años antes de la conquista, sin embargo,
algunos de los restos examinados arrojan, a lo sumo, una
edad que coloca a los más viejos vestigios encontrados en
el siglo II de nuestra era.
De acuerdo con esto se ha podido establecer la sucesión de
los centros Político y culturales: Copán, Palenque, Piedras
Negras, Quiriguá, Chichenitzá, etc.
En la misma época en que Europa iniciaba el período más
oscuro de la Edad Media, la civilización maya entraba en su
época clásica, la de mayor esplendor.
Consolidado por los dictámenes y recursos espirituales de
una religión comunal, su orden social llegó a la madurez. La
población creció, los sacerdotes exploraron nuevos campos
intelectuales, las artes florecieron. El talento artístico de los
mayas
alcanzó
todo
su
apogeo
en
estructuras
arquitectónicas tales como las del Templo del Sol, en
Palenque.
Arquitectura y arte
Este pueblo fue un gran constructor de palacios y templos.
Estos últimos suelen ser muy altos, colocados sobre
pirámides escalonadas que permiten que desde su cumbre
se domine el paisaje por sobre la naturaleza virgen de la
selva. Alrededor del siglo X los mayas comenzaron a
abandonar los centros de su cultura clásica desplazándose
hacia el norte, a la península de Yucatán, pero allí cambió:
en la ciudad principal de Chichén-ltzá el estilo escultural y
arquitectónico de los mayas recibió la influencia de los
toltecas.
Los toltecas no sólo influyeron en las artes sino que
también en la religión. Aportaron su dios Quetzalcoatl (la
Serpiente Emplumada) que en Yucatán se conoció como
Kukulkán.
En el norte, durante este período y en virtud de la
naturaleza sanguinaria de los toltecas, los temas
recurrentes en el arte así como las nuevas formas religiosas
se tornaron cada vez más sangrientos. Es durante este
período cuando los mayas realmente comienzan a hacer
sacrificios humanos con el fin de aplacar la ira de sus
dioses, lanzando víctimas propiciatorias al cenote (pozo)
sagrado de Chichén-ltzá, por ejemplo.
Entre los lugares más ricos en temas arquitectónicos se
destacan Palenque, centro religioso de gran importancia
cuajado de palacios, templos y estatuas; Copán, en la
República de Honduras; Chichén-ltza', en Yucatán, con su
famosa Torre del Caracol y el tema recurrente de la
Serpiente Emplumada; Tikal, con su gran plaza que domina
la selva guatemalteca con más de 9.000 metros cuadrados
de pavimento (Es la mayor ciudad descubierta hasta ahora
en el Hemisferio Occidental); Uxmal; Piedras Negras, etc.
Excelentes escultores nos han dejado obras tales como el
obelisco de Quiriguá y los de Copán. También eran hábiles
ceramistas. Los mayas tenían una escritura de glifos aún no
del todo comprensible para nosotros, a pesar de que el
erudito obispo Landa se preocupó hasta donde pudo de
salvar de las llamas de los conquistadores muchos textos
dibujados en pieles, 4 fibras de maguey y tejidos de
algodón.
El calendario
En el calendario maya hay 18 meses con 20 días más cinco
suplementarios; cada día tiene su número hasta 13 y cada
mes un signo particular que lo identifica. Ciclos superiores a
1 año son el "katun", veinte años y el ciclo de 52 años.
Aparte de este calendario, los sacerdotes utilizaban uno
ceremonial de 20 meses, de 13 días cada uno con lo cual el
año resultaba ser de 260 días.
Los sacerdotes mayas estudiaron con detención el cielo y
lograron suficientes conocimientos astronómicos como para
determinar el período planetario de Venus y la necesidad de
intercalar el día más cada 4 años en su calendario. Al
parecer también predecían con extraordinaria exactitud
toda clase de fenómenos celestes, como por ejemplo los
eclipses.
Organización
Al igual que otros pueblos de la zona los mayas basaban su
organización social en los clanes totémicos, exogámicos, y
en el patriarcado. El padre de familia poseía una autoridad
ilimitada sobre sus hijos hasta la mayoría de edad.
El clan estaba regido por un jefe, "halachninic". Existían
además caudillos o jefes militares en cada uno de los clanes
y dos superiores al frente de la tribu.
Caza y agricultura
Los mayas fueron hábiles cazadores utilizando para el
efecto el arco, la flecha y la lanza. Pescaban en los lagos y
ríos con anzuelos hechos de espinas de pescado y con
arpones con punta de piedra.
Aparte de la pesca y la caza su actividad primordial era la
agricultura. Sembraban preferentemente maíz, el frijol y el
cacao con el cual preparaban el chocolate. Ellos fueron el
primer pueblo en conocer y fumar las hojas del tabaco ya
sean en forma de cigarrillos o en cazoletas, como nuestras
actuales pipas. En ciertas ceremonias religiosas estas hojas
se quemaban y el humo se inhalaba colectivamente
mientras se bebían licores espirituosos.
Religión
La religión maya era sumamente complicada, por lo cual su
culto requería un gran número de sacerdotes junto a los
cuales giraban adivinos y curanderos. Los sacerdotes se
denominaban "balames", los adivinos "chilanos" y los
últimos "chamanes".
Al frente del panteón maya estaba "Nohochacyum", quien
protege a los humanos de sus variados enemigos, entre los
cuales está la serpiente "Hapikem". Lo siguen la Luna, su
esposo, los dioses de los cuatro puntos cardinales y otras
deidades inferiores.
Aparte de los dioses propiamente tales existían los
semidioses y los héroes de la talla de "Itzamna" o Votán".
Entre los quichés los dioses principales, aquellos que habían
creado al hombre y al universo, eran "Tepencucumatz" y
"Xucarán".
En la religión maya los sacrificios humanos no eran parte
insustituible del rito y al parecer se efectuaban sólo en
raras ocasiones. Generalmente se inmolaban animales.
Cuando un maya fallecía la familia se reunía en su casa y
luego de poner en su boca un puñado de maíz, cubrirlo con
sus mejores ropas y llenarlo de joyas, ofrendas y armas
procedían a enterrarlo. Si se trataba de un personaje de
importancia, un jefe por ejemplo, o un sacerdote, se le
incineraba, guardándose sus cenizas dentro de una imagen
de madera que representaba un antepasado, preparándose,
a veces, un cráneo o parte de él para conservarlo en un
altar votivo, frente al cual se hacían ofrendas durante las
festividades religiosas.
Los Mayas del Antiguo Imperio
Los orígenes de las más antiguas tribus mayas se pierden en la
oscuridad de las leyendas. Los manuscritos indígenas del siglo XVI
han perdido todo recuerdo histórico de la primitiva localización
geográfica maya, así sean los libros de hechiceros o Chilam Balam
escritos en la península de Yucatán (Maní, Chumayel, etcétera), o
el Popol Vuh de los qúichés, rama del tronco maya, escrito en
Guatemala.
Tampoco el único cronista primitivo de los mayas, fray Diego de
Landa--quien escribía hacia 1566--, conserva una clara tradición a
este respecto. En todo caso, los datos se refieren a los mayas de
Yucatán, del llamado Nuevo Imperio, y no a los viejos mayas
ubicados en el sur (Chiapas, Guatemala y Honduras), cuya
Civilización se había extinguido algunos siglos antes de alcanzar su
plenitud las ciudades peninsulares, Chichén-Itzá, Uxmal y sayil.
Sabemos que en un tiempo muy remoto, los mayas vivían en el
litoral atlántico de México, desde donde descendieron a
Centroamérica remontándose a lo largo del Usumacinta para llegar
al Petén. Un viejo grupo maya, el huasteco, quedó, sin embargo, en
el extremo norte de México, en el riñón veracruzano-tamaulipeco.
Quizá el empuje nahua cortó en dos al pueblo maya y arrojó a unos
grupos hacia el norte y a otros hacia el sur. Los grupos arrojados
hacia el sur fueron los que desarrollaron en toda su plenitud la
civilización maya.
En los comienzos de sus tiempos históricos vivían en un triángulo
que tenia por extremos a Palenque, en Chiapas; Uaxactún, en
Guatemala; y Copán, en Honduras, área sumamente amplia y de
comunicaciones difíciles, selvática, cruzada de grandes rios, que
comprende toda la cuenca del Usumacinta, el Petén guatemalteco y
los valles del Motagua y del río de Copán.
Fuera de los monumentos que han dejado los antiguos mayas,
nada sabemos de la historia de los hombres que ergieron Tikal,
Palenque y Copán. Pero, si como vimos, no hay fuentes escritas,
los monumentos esculpidos son elocuentes a este respecto. Una de
las prácticas más antiguas fue la de erigir estelas para conmemorar
o fijar tránsitos de tiempo; al principio se erigían estelas
irregularmente; más adelante se levantaban con cierta periodicidad,
generalmente al final de cada katún, periodo cíclico de veinte años.
Estas fechas han podido ser leídas debido a la clave proporcionada
por Landa--los mayas arrancaban su calendario de la fecha
legendaria 3113 a. de C.--, y al hecho de que los mayas conocieron
unidades de tiempo mayores, baktunes, periodos cíclicos que
encierran veinte knttulcs (es decir, cuatrocientos años, cerca de 394
de los nuestros).
Las primeras fechas históricas y no míticas que se conocen son del
baktún octavo, siendo sumamente numerosas en el noveno para
decaer y casi desaparecer escultóricamente en el baktun.
Al ser correlacionado el calendario maya con el cristiano, se han
podido descifrar numerosas fechas inscritas en este las, dinteles,
escalinatas y templos. Probablemente hacia el siglo I O II, los
mayas domiciliados en Veracruz y Tabasco empezaron a moverse
con rumbo al Petén, siguiendo la ruta natural del Usumacinta.
La ciudad arqueológica maya que posee la fecha grabada más
antigua, es Uaxactún, en el Peten guatemalteco, con el dia 9 del
año 328, fecha relacionada con una pirámide cercana, la E-VII Sub.
Quizá Palenque, Copán o Tikal poseyeron dataciones más
antiguas, pero probablemente fueron trabajadas en estuco, pintadas
o grabadas en madera. y por lo mismo no han llegado hasta
nosotros.
Después de la esteia 9, Uaxactún continuó erigiendo monumentos
con regularidad: en las estelas 18 y 19 fijaron el año de 357; en la
número 5, el de 358, continuando las fechas normalmente hasta el
siglo IX.
Con el siglo V las fechas inscritas se hacen más abundantes. Las
estelas irradian a centros lejanos y mar comunicados, surgiendo
ciudades en el área más dispersa: Balakabal, en el Petén,
Campeche, 405; Uolantún, 409, y Tik31, Guatemala, 416; en el
extremo sur, Copán, Honduras, 465; en él extremo norte, Oxkintok,
Yucatán, 472, etcétera.
En el siglo VI los importantes centros del Usumacinta empiezan su
ascenso histórico: Yaxchilán, Piedras Negras y Palenque, así como
Toniná, Chiapas, Calakmul, Yucatán, y rusilhá, Guatemala. La
colonización, pues, de Yucatán se ha iniciado siguiendo la ruta del
golfo y del Caribe.
Un siglo más tarde se inicia la Edad de Oro del Antiguo Imperio:
desde 633 a 830, en la segunda mitad del baktún noveno, se
esculpen las más preciosas estelas, los más finos dinteles, se
erigen los más suntuosos edificios y se labran las más artísticas
escalinatas. Haciá el siglo en Palenque se constituye en la meca
religiosa por excelencia: su arquitectura nunca más habría de ser
superada, sus estucos modelados con escenas quedaron como
imperecederas obras maestras, mientras en lo intelectual y,
particularmente en astronomía, es la cabeza de las ciudades
mayas. Un siglo más tarde, Copán arrebata a Palenque este
carácter, para decaer al principiar el siglo IX y hundirse
definitivamente. Todavía brilla algún tiempo Quirigua, sobreviviendó
a las más tardías ciudades mayas del Petén, como Ixkún, Nakún,
Sibal y Naranjo.
Pero ya al mediar el siglo IX las fechas mayas en cuenta larga
empiezan a escasear y casi llegan a desaparecer. La última que se
conoce en una ciudad maya es la de la estela 12 de Uaxactún, de
889,(contemporánea de las estelas 9 de Oxpeinul y 10 de Xultun).
sólo una datación posterior? del baktun décimo, es conocida: la de
la placa de jade de Tzibanché, Quintana Roo, de 909. Entonces,
como lapidariamente se afirma, "se hizo la soledad y el silencio en
las ciudades mayas".
Las migraciones a Yucatán se intensificaron y las oleadas humanas
empujaron a unos grupos y fijaron a otros; pero por dondequiera se
empezó a notar la decadencia en el arte.
Diversas hipótesis han pretendido explicar el abandono de las
ciudades mayas del sur: cambios climatéricos, fiebres y epidemias,
colapsos agrícolas, guerras, etcétera, que hicieron inhabitables
aquellas regiones. Morley sugiere que el agotamiento de las tierras
empujara a la población hacia el norte; Thompson, por el contrario,
parece inclinarse más a la teoría de alzamientos del campesinado
contra el sacerdocio; otros se inclinan a ver en esta destrucción la
rnano olmeco-tolteca que, penetrando a lo largo del Usumacinta
antes de 895, haya sojuzgado esta cultura arrojando sus restos
hacia Yucatán.35 Sea por una u otra causa, el hecho es que hacia
el siglo x la selva comenzó a invadir las viejas ciudades.
Si persistió en ellas alguna población, ésta fue campesina, indocta,
que sólo dejo restos de ceramica, pero que ya nunca volvió a erigir
estelas ni palacios. Cuando Hernán Cortés atraveso el área del
Antiguo Imperio, tanto en el Usumacinta como en el Petén, durante
su expedición a las Hibueras, hacía muchos si los que aquellas
ciudades habían sido abandonadas y ningún recuerdo quedaba de
ellas.
Los mayas del nuevo imperio.
Ya hemos visto que con el siglo X empieza una época oscura y de
silencio en la cultura maya. Ninguna estela con cuenta larga se
vuelve a esculpir y son pocos los palacios y templos que se erigen.
La Edad Media, la edad tenebrosa del arte maya, se deja sentir por
dondequiera, iniciándose simultaneamente los grandes movimientos
migratorios en masa al norte, a Yucatán.
La antigua área Palenque-Uaxactún-Copán es abandonada y los
mayas empiezan a moverse a lo largo del Caribe y del golfo. Tulum
e Ichpaatún son testigos de una temprana colonización siguiendo la
ruta de Quintana Roo, en 564 y 593; pero ya Oxkintok, Yuc., lleva
una fecha de 472, y Jaina, en Campeche, conoció la penetración
maya en 652.
En los siglos Vll y Vll la colonización ha alcanzado el centro de la
península: Cobá. desde 613; Etzná,. El Chilam Balam de Chumayel
recuerda la dispersión maya por el rumbo del Caribe "Cuando se
multiplica la muchedumbre de los hijos de la tierra, fue el centro
Cozumel.
Pero una vez que cesan de esculpirse estelas y dinteles (la última
fecha conocida es 889), hay acudir a otras fuentes para informarse
de la historia de los mayas. Estas fuentes son los Libros del Chilam
Balam, el Popol Vuh, y las historias de Landa y Cogolludo, que
tenian con sus relatos la luna que va del año 900 al 1500.
Según estas fuentes, cuyos datos ha reducido admirablemente Eric
S. Thompson, los itzaes se radican en Chichén Itzá, por vez
primera, en 711. Los itzaes, "hombres sagrados", como los llama el
Chilam Balam de Maní, procedían probablemente de la cuenca del
Usumacinta, hacia Palenque o ciudades adyacentes.
"Cuentan los indios--dice Landa--que de la parte del mediodía
vinieron a Yucatán muchas gentes con sus señores, y que parecen
haber venido de Chiapas . . . " En Chichén Itza. radican hasta 928,
año en que la ciudad fue abandonada para ir en 968, a poblar
Champotón, Campeche.
Por esta época, una nueva familia se presenta en el escenario de
Yucatán: los tutul xiu. Los Libros de Chilam Balam los hacen venir
de Nonoual (es decir, Tabasco), "saliendo de la región de Tulapan".
Hacia 948 esta familia xiu abandona Nonoual y descubre Bacalar
(987), de donde parten a Chichén Itzá, lugar que encuentran
abandonado (1027).
Allí permanecen por ciento veinte años, al cabo de los cuales
marchan a Champotón, que habitaban los itzaes, y "Champotón fue
destruido". Todavía yerran por la península "en busca de sus
hogares y vivieron después por varias épocas en las montañas
inhabitadas", hasta que en 1263 se aposentan en Uxmal, como dice
lapidariamente el Chilam Balam de Maní: Uxmal fue fundada. . .
Entretanto, los itzaes, que también vivían "bajo los árboles, bajo la
ceniza, bajo la miseria", vuelven a Chichén Itzá para establecerse
allí definitivamente.
La Edad Media maya ha pasado y el Renacimiento está próximo a
iniciarse. La arquitectura de transición tipo Hochob, Dzibilnocac y
Río Bec, aunque sobrevive en algunos edificios de Uxmal y de
Chichén Itzá, es abandonada, levantándose nuevas y más
hermosas construcciones. Esta arquitectura provenía de una
influencia nueva, enérgica, extranjera, de origen mexicano.
Ya hemos de ver que la migración tolteca parece seguir dos rutas
en dos épocas diferentes: la primera la de la rama olmeca, se
interna en Centroamérica; la segunda, la tolteca, llega a ChichénItzá.
Las relaciones entre Tula y Chichén Itzá son múltiples: columnas
serpentinas, atlantes, tigres en actitud de caminar, etcétera; quizá la
expulsión de Tula arrojó a un núcleo considerable, primero a
Xicalanco y después a Yucatán, donde, como conquistadores,
llegaron a apoderarse de Chichén Itzá.
En cuanto a la rama tolteca de Centroamérica, dejó otras
antiguedades, yugos y palmas, por lo que no es improbable que
formaran parte del núcleo olmeca --¿veracruzano?.
Los toltecas llegados a Yucatán dejaron sentir su benéfica influencia
en Mayapán, Chichén, Uxmal, Zayil, etcétera; pero es en Chichén
Itzá donde se les encuentra, primero como mercenarios y después
como conquistadores.
Su destreza en el manejo de los arcos y las flechas, según Landa,
les dio una incuestionable superioridad sobre los mayas. Tozze.
Sostiene que algunas placas de oro y las pinturas de Chichén Itzá,
inmortalizan la ocupación tolteca de esa ciudad. En esta epoca se
levantaron los más bellos edificios de Chichén Itzá: el Caracol, el
Castillo, el Templo de los Guerreros, el Juego de Pelota, l
Tzompantli, la Casa de Aguilas, el Osario, el Templo del Chac Mool,
etcétera.
Seler ha señalado las influencias mexicanas en Chichén: esculturas
con frentes no deformadas; vestuario y ornamentación, por ejemplo,
las diademas reales o copillis; los emblemas simbólicos, como el
signo solar, las figuras llamadas chacmooles; las columnas en el
orden serpiente; broches de mosaico; los templos circulares a
Quetzalcóatl, etcétera.
Pero este renacimiento durante el cual todo el suelo de Yucatán y
Campeche se ve poblar de templos y palacios es cortado a
mediados del siglo xv aI romperse el equilibrio de la Liga de
Mayapán. Nuevamente la cultura rompe su ciclo evolutivo, sólo que
ahora para jamás volver a renacer.
Según la versión de Landa, la familia reinante en Mayapán, los
cocomes, habían acabado por tiranizar a sus súbditos mayas
ayudados por mercenarios mexicanos: "Que el gobernador Cocom
entró en codicia de riquezas y que por esto trató con la gente de la
guarnición que los reyes de México tenían en Tabasco y Xicalanco,
prometiéndoles entregar la ciudad y que así trajo gente mexicana a
Mayapán y oprimió a los pobres e hizo muchos esclavos; los
señores le hubieran matado si no hubieran tenido miedo a los
mexicanos.
Que el señor de los tutuxiues nunca consintió en esto y que
viéndose oprimidos los de Yucatán, aprendieron a los mexicanos el
arte de las armas y así salieron maestros del arco y la flecha y de la
lanza y hachuela.
De esta suerte los tutul xiu de Uxmal y los itzaes de Chichén Itzá, se
lanzan contra los cocomes de Mayapán, gobernados por Huanac
Ceel. En un principio favoreció la fortuna a los cocomes gracias al
auxilio de los xicalancas, pero después de treinta y cuatro años de
lucha, Mayapán es destruido, toda la familia cocom asesinada,
excepto un hijo de Huanac Ceel que se encontraba de viaje. Dice el
Chilam Balam de Chumayel: fue conquistada la tierra de Mayapán,
la amurallada, por los itzaes, que habían sido arrojados de sus
casas por los de Izamal, a causa de Huanac Ceel." Sólo los
mercenarios toltecas fueron respetados, pero Mayapán quedó
abandonado y la familia cocom desaparecida.
Los descendientes de los últimos cocomes no olvidaron de echar en
cara a los tutul xiu su origen extranjero, reclamándose ellos como
representantes puros de la ilustre familia maya: "Extranjeros y
traidiores--dice el Chilam Balam--al matar a su señor principal
(Huanac Ceel) robandole su hacienda.
La destrucción de Mayapán acaeció--dice el Chilam Balam de Maní-sesenta años antes de la llegada de los españoles; es decir, si
tomamos como punto de partida el año de la conquista de México,
llegaríamos a la fecha de 1461, Todavía después de la caída de
Mayapán sucedieron veinte años de cierta prosperidad y
abundancia, al cabo de los cuales volvió a cernirse el desastre
sobre Yucatán: un huracán arrasó la península, a lo que siguió un
período de calma para después presentarse la peste y renovarse
las guerras intestinas, declinando la cultura su ocaso definitivo.
Al llegar a Yucatán los españoles, no quedaba un solo imperio en
vigilia, sólo tribus bárbaras erraban por la península. Cuando los
españoles de Montejo consumaron en 1539 la conquista, hacía
algunos años que la cultura maya se había distinguido
definitivamente.
LOS INCAS:
Las culturas que se desarrollaron en el territorio del antiguo Perú
desaparecieron o fueron sometidas por el imperio incaico que
emergió alrededor del año 1000 de la era cristiana y se caracterizó
por su alto grado de desarrollo en los distintos campos de la
ingeniería. Muestra de ello son las ruinas de edificios, caminos,
puentes y acueductos así como los monumentales restos de la
Fortaleza de Sacsayhuamán y la Ciudadela de Machu Picchu, entre
otros.
Los conocimientos de ingeniería hidráulica de que dispusieron
hicieron posible que la hoy árida costa peruana fuese cultivada
extensamente poseyendo incluso una
tecnología que permitía convertir la neblina en agua para la
irrigación.
Su idioma fue el "quechua" considerado hoy, junto con el español,
idioma oficial del Perú y su escritura los "Quipus", un sistema de
hilos anudados que hasta ahora espera ser descifrado.
En su organización política, dividieron la administración en sectores
de diez, cien, mil y diez mil habitantes, cada uno de ellos a cargo de
personas nombradas por el Inca. Esto comprueba que los incas
conocieron y aplicaron el sistema decimal desde el siglo XI de la era
cristiana.
El área geográfica donde emergió el Imperio incaico se sitúa en las
cuencas del lago Titicaca y del río Urubamba. En la sección media
del valle de este último, lo que se conoce como el Valle Sagrado o
Valle del Cuzco, es donde se asentó el dominio incaico y la sede del
Imperio. Sobre la fundación del Imperio los españoles recogieron de
los quipucamayos (funcionarios del Imperio adiestrados en la
lectura de los quipus) una serie de tradiciones y leyendas, siendo la
más difundida la que relata Garcilaso en su libro "Comentarios
Reales" y que a continuación resumimos: Compadecido el Sol del
estado de salvajismo en el que vivían los hombres ("Comían como
bestias yerbas del campo y raíces de árboles, y la fruta inculta que
ellos daban de suyo, y carne humana. Cubrían sus carnes con
hojas y cortezas de árboles, pieles de animales y otros andaban en
cueros") envió a una pareja "un hijo y una hija de los suyos" para
que implantasen la religión y el culto solar, los preceptos y leyes
humanas, y enseñasen a los hombres las artes de cons-truir sus
casas y pueblos, de cultivar las plantas y criar los animales y de
gozar de ellos y de los frutos de la tierra. El Sol puso a esta pareja
en el lago Titicaca para que saliese a bus-car el lugar donde habían
de asentarse y les dio una barra de oro para que allí donde se
hundiese, fundasen un nuevo reino. Tratando de hundir la barra por
donde pasaban, se detuvieron en el cerro llamado Huanacaure, al
Sur de la ciudad que fue después, donde al tentar con la barreta se
hundió fácilmente "al primer golpe que no la vieron más.
Entonces dijo el Inca a su hermana y mujer: "En este valle manda
nuestro padre el Sol que paremos y hagamos nuestro asiento y
morada para cumplir su voluntad, por lo tanto, reina y hermana,
conviene que cada uno por su parte salgamos a convocar y atraer
gente para los doctrinar y hacer el bien que nuestro padre el Sol nos
manda". Tomando uno la dirección Norte y la otra el rumbo del Sur
salieron a convocar a la gente. Al ver aquellas dos personas tan
hermosamente vestidas y adornadas con los ornamentos que el Sol
les había dado, las orejas horadadas y con grandes orejeras y
viendo "que en sus palabras y rostros mostraban ser hijos del Sol"
les dieron entero crédito y obediencia como a reyes, convocándose
los mismos salvajes unos a otros se juntaron en gran número
hombres y mujeres y se fueron con los reyes siguiéndoles a donde
les llevaron. "De esta manera se empezó a poblar esta ciudad
dividida en dos medios que llamaron Hanan Cozco, que como
sabes, quiere decir Cozco el alto, Hurin Cozco y por eso le llaman el
bajo. Los que atrajo el rey quiso que poblaran a Hanan Cozco y los
que convocó la reina Hurin Cozco y por eso le llaman el bajo. Esta
división no fue para que los de una mitad se aventajasen a los de la
otra en exenciones y preeminencias, sino que todos fueran iguales
como hermanos, hijos de un padre y una madre. Sólo quiso el Inca
que hubiese esta división para que quedase perpetua memoria de
que a los unos había convocado el rey a los otros la reina..." ).
Manco Cápac enseñó a los varones las artes y los oficios propios
de su sexo, como sembrar las mieses, cultivar la tierra y conocer las
plantas, cuáles eran de provecho y cuáles no: los instruyó para
hacer arados y cómo sacar acequias de los arroyos y fue tanta su
enseñanza que llegó a indicarles cómo fabricar su propio calzado.
Por su parte Mama Occllo instruia las mujeres en los oficios
femeninos de hilar y tejer lana y algodón y en hacer vestidos para
sí, su marido y sus hijos. "En suma, ninguna cosa de las que
pertenecen a la vida humana dejaron nuestros príncipes de enseñar
a sus primeros vasallos, haciéndose el Inca rey, maestro de
varones y la Coya, reina, maestra de las mujeres". (Comentarios,
Lib. Primero. Caps. XV-XVI En total los incas, cuyos nombres han
quedado registrados para la historia fueron catorce y la duración del
imperio alcanzó cerca de quinientos años. La siguiente es la
relación de los incas:
1. Manco Cápac
2. Sinchi Roca
3. Lloque Yupanqui
4. Mayta Cápac
5. Cápac Yupanqui
6. Inca Roca
7. Yahuar Huaca
8. Viracocha
9. Pachacútec
10. Inca Yupanqui Cápac
11. Túpac Inca Yupanqui
12. Huayna Cápac
13. Huáscar
14. Atahualpa El principal de éstos, Pachacútec, extendió el Imperio
a sus máximos confines, abarcando lo que hoy es la República del
Perú y parte de las actuales Repúblicas de Ecuador, Colombia,
Bolivia, Chile y Argentina. Unificó el Imperio a través de la adopción
de una lengua única: el quechua y la construcción de una
imponente red vial - los caminos del Inca - que hicieron posible una
rápida comunicación entre los principales puntos del Imperio.
Durante el gobierno de este Inca se organizó por el Príncipe Inca
Túpac Yupanqui, una expedición marítima que llegó hasta la
Polinesia, según recogió en sus relatos el cronista Sarmiento de
Gamboa y confirmó, siglos después, la expedición Kontiki del
navegante escandinavo Thor Heyerdahl, que partió del Perú en
1947 con una embarcación similar y siguiendo la misma ruta de los
antiguos peruanos.
Maravillosos edificios hicieron los Incas, reyes del Perú, en
fortalezas, en templos, en casas reales, en jardines, en depósitos y
en caminos, y otras fábricas de grande excelencia, como se
muestran hoy por las ruinas que de ellas han quedado; aunque mal
se puede ver por los cimientos lo que fué todo el edificio. Cuzco:
pietra dei dodici angoli
Cuzco: calle incaica La obra mayor y más soberbia, que mandaron
hacer para mostrar su poder y majestad, fué la fortaleza del Cuzco,
cuyas grandezas son increíbles a quien no las ha visto, y al que las
ha visto y mirado con atención, le hacen imaginar, y aun creer, que
son hechas por vía de encantamiento, y que las hicieron demonios
y no hombres; porque la multitud de las piedras, tantas y tan
grandes, como las que hay puestas en las tres cercas (que más son
peñas que piedras) causa admiración imaginar, cómo las pudieron
cortar de las canteras de donde se sacaron, porque los indios no
tuvieron hierro ni acero para las cortar ni labrar; pues pensar cómo
las trajeron al edificio, es dar en otra dificultad no menor: porque no
tuvieron bueyes, ni supieron hacer carros, ni hay carros que las
puedan sufrir, ni bueyes que basten a tirarlas... Las que llevaron de
más cerca fueron de Muyna, que está cinco leguas del Cuzco: pues
pasar adelante con la imaginación y pensar cómo pudieron ajustar
tanto unas piedras tan grandes, que apenas pueden meter la punta
de un cuchillo por ellas, es nunca acabar. Muchas de ellas están
ajustadas, que apenas se aparece la juntura: para ajustarlas tanto
era menester levantar y asentar la una piedra sobre la otra muy
muchas veces; porque no tuvieron escuadra, ni supieron valerse
siquiera de una regla para asentarla encima de una piedra, y ver por
ella si estaba ajustada con la otra... Los edificios y fábricas que los
Incas hicieron en fortalezas, en templos, en caminos, en casas de
campo y otras, fueron muchos y de excesivo trabajo, como lo
manifiestan el día de hoy las ruinas y pedazos que han quedado,
como se ven en el Cuzco, y en Tiahuanaco, y en Tambo, y en otras
partes, donde hay piedras de inmensa grandeza, que no se puede
pensar cómo se cortaron, y trajeron, y asentaron donde están; para
todos estos edificios y fortalezas que el Inca mandaba hacer en el
Cuzco, y en diversas partes de su reino, acudía grandísimo número
de todas las provincias; porque la labor es extraña y para espantar,
y no usaban de mezcla, ni tenían hie-rro ni acero para cortar y
labrar las piedras, ni máquinas, ni instrumentos para traerlas; y con
todo esto, están tan pulidamente labradas, que en muchas partes
apenas se ve la juntura de unas con otras. Y son tan grandes
muchas piedras de éstas, cómo está dicho, que sería cosa increíble
si no se viese. En Tiahuanaco medí yo una piedra de treinta y ocho
pies de largo y de diez y ocho de ancho, y el grueso sería de seis
pies; y en la muralla de la fortaleza del Cuzco, que es de
mampostería, hay muchas piedras de mucho mayor grandeza: y lo
que más admira es que no siendo cortadas éstas que digo de la
muralla, por regla, sino entre sí muy desiguales en el tamaño y en la
facción, encajan unas con otras con increíble juntura, sin mezcla..
Quipu ("nudo" o "cuenta por nudos"): es un instrumento
mnemotécnico empleado por los Incas para llevar la cuenta
de los tributos, la estadística demográfica, el recuerdo de
sus hechos pasados, así como la razón de sus leyes y
ordenanzas, ritos y ceremonias. Según la descripción de
Garcilaso, que manejó los quipus llevados por los indios
pertenecientes a la encomienda de su padre, cuando
acudían al Cuzco para pagar sus tributos: "Hacían los indios
hilos de diversos colores: unos eran de un color solo, otros
de dos colores, otros de tres y otros de más, porque los
colores simples y los mezclados, todos tenían su
significación de por sí: los hilos eran muy torcidos, de tres o
cuatro liñuelos y gruesos como un huso de hierro y largos
de a tres cuartas de vara, los cuales ensartaban en otro hilo
por su orden a la larga, a manera de rapacejos. Guaman
Poma: quipucamayoc Por los colores sacaban lo que se
contenía en aquel tal hilo, como el oro por el amarillo y la
plata por el blanco, y por el colorado la gente de guerra.
Las cosas que no tenían colores iban puestas por su orden,
empezando de las de más calidad y procediendo hasta las
de menos, cada cosa en su género, como en las mieses y
legumbres... Algunos de estos hilos tenían otros hilitos
delgados del mismo color, como hijuelas o excepciones de
aquellas reglas generales, como digamos en el hilo de los
hombres o mujeres de tal edad, que se entendían ser
casados, los hilitos significaban el número de los viudos o
viudas que de aquella edad había aquel año, porque estas
cuentas eran anuales y no daban razón más que de un año
solo. Los nudos se daban por su orden de unidad, decena,
centena, millar, decena de millar y pocas veces o nunca
pasaban a la centena de millar: porque, como cada pueblo
tenía su cuenta de por sí y cada metrópoli la de su distrito,
nunca llegaba al número de estos o de aquellos a tanta
cantidad que pasase la centena de millar, que en los
números que hay de allí abajo tenían harto". Hubo
depósitos de quipus en Cuzco, pero fueron destruidos:
primero, por los generales de Atahualpa, que no sólo
saciaron su crueldad con la estirpe de Huáscar, sino que
aun pretendieron borrar la memoria de sus hechos
pasados; y más tarde por los oficiales reales a quienes el
virrey Francisco de Toledo encomendó tal tarea, para
sofocar las tradiciones que podían alentar entre los indios el
afecto hacia sus antiguas instituciones. Hubo otros
depósitos de quipus en las provincias, bajo la custodia de
los caciques o de los sacerdotes que oficiaban en las
huacas; pero con ellos se avivaron las hogueras encendidas
por los extirpadores de idolatrías, para incinerar los ídolos y
cuanto estuviera vinculado a los cultos y las creencias de
los tiempos prehispánicos. Quipu
De modo que al morir los ancianos quipucamayocs (a
quienes pudieron interrogar en su tiempo algunos cronistas
o los funcionarios instruidos por gobernantes como Vaca de
Castro y Toledo), se perdió el conocimiento de la
significación asignada a los nudos y los colores de las
cuerdas integradas en cada quipu: y si han llegado hasta
nosotros algunos ejemplares de ellos, es fácil comprobar
que en su mayoría se los ha obtenido en las exhumaciones
funerarias.
LOS AZTECAS:
Contrariamente a lo que se ha creído, el pueblo Azteca no era un
imperio en toda la extensión de la palabra. Cierto, nadie podía
desobedecer una orden del Gran Orador o Huey Tlatoani- nombre
correcto del Emperador Azteca-, sin embargo, este podía ser
destituido, como le paso a Moctezuma durante la invasión española:
este fue destituido y puesto en su lugar el joven Guerrero
Cuahutemoc.
El hijo del Gran Orador no siempre fue el heredero. Era un Consejo
de Sabios- muy similar al Senado Romano- el que decidía de
manera democrática quien seria el próximo gobernante de
Tenochtitlan. En cierto sentido, la elección del Gran Orador era muy
similar a la del Emperador Bizantino (curiosamente, estas dos
culturas son contemporáneas, terminando la Bizantina años antes
del descubrimiento de América).
Una vez electo el Gran Orador, era obedecido en todo, debido a
que era el representante en la Tierra del dios Huitzilipochtli. El Gran
Orador era, además del jefe del gobierno, el sacerdote principal del
Gran Templo.
Este curioso procedimiento de selección se debe, segun varios
investigadores, y basados estos en leyendas y relatos aztecas, en
que el primer gobernante azteca (1376), Acamapichtli, tenia por
esposa principal a una mujer llamada Ilancueitl, hija del señor de un
pueblo vecino.
Esta muchacha era estéril, lo cual ocasiono que los nobles aztecas
les ofrecieran a sus hijas y que el mismo tomara a sus esclavas
como compañeras. Lógico, esto ocasiono que más de alguna
quedara preñada del Rey Azteca y cada una reclamaba el derecho
de llevar en sus entrañas al futuro heredero. Cuando la mayoría de
los hijos de Acamapichtli eran ya mayores, un grupo de sacerdotes
y grandes guerreros se reunieron por orden del Emperador para
decidir, entre todos, quien seria el próximo Gran Orador.
Esto originó al nacimiento del Consejo de Sabios, cuyos miembros
serian los mejores guerreros y los más sabios sacerdotes. Su
elección era, también, democrática, al ser elegidos estos por sus
respectivos calpullis- nos avocaremos a estos mas adelante-. Este
procedimiento de selección siguió todo el tiempo que duro el
Imperio Azteca.
De esta forma, nunca existió una dinastía (si bien a veces el Gran
Orador era pariente cercano del anterior, como fue sobrino
Moctezuma de Ahuizotl) de familias aztecas, evitando con esto el
añejamiento de la civilización, tal y como paso con los zares en
Rusia y los reyes en Francia.
El corazón del Imperio Mexica fue el calpulli. Aun antes de que
existiera el imperio, ya existía el calpulli. Este se formaba
generalmente por parientes o personas con la misma profesión, de
esta forma existían calupillis de sacerdotes, guerreros águila,
guerreros ocelotes, carpinteros, alfareros, etc...
Cada calpulli era una forma de gobierno autónoma, con su propio
Orador o gobernante, el cual era elegido por los mas ancianos
moradores del calpulli. Para darnos una idea, diremos que cada
calpulli tenía su propia escuela, su propio templo, a veces, si el
calpulli era importante, tenían su propia guarnición.
En la sociedad azteca no había clases cerradas. Cualquiera podía
llegar a ser miembro del Consejo de Sabios. Sin embargo, solo los
nobles podían ser Grandes Oradores. Existe una cuento azteca que
narra como un tlaxcalteca, Nanahuatzin- llamado igual que el dios
que dio vida al Quinto Sol-, fue sorprendido por Moctezuma robando
leña de su bosque privado.
Al contestarle Nanahuatzin de manera honrada, Moctezuma lo
premio nombrándolo Voz Principal. En este cuento, se puede ver
como la gente de más humilde cuna podía llegar a ascender a los
mas altos niveles en la sociedad azteca. Esa fue la razón por la que
pudieron dominar y controlar el imperio más extenso de toda
Norteamérica y uno de los más grandes a nivel mundial.
Una costumbre azteca consistía en que el Gran Orador, una vez
elegido, dejaba de ser un humano, para convertirse en un dios. De
hecho, cada Gran Orador azteca era adorado en el Templo Mayor.
El protocolo azteca exigía que nadie podía ver directamente al
emperador, ni hablarle o escucharle. Por eso existía el portavoz, era
el que transmitía lo dicho por su señor a los lacayos y lo que estos
le respondían al emperador. Empero, en casos graves, el rey
hablaba de manera directa con su Consejo.
En el extremo noreste del valle de México se forma el valle de
Teotihuacán, con una extensión de aprox. 600 km2, lo recorre el río
San Juan (su drenaje principal) que desemboca en el lago de
Texcoco, teniendo además numerosos manantiales.
Ubicado a una altura de 2.200 m sobre el nivel del mar se considera
que inició a partir del siglo II a. de C., siendo considerada la cultura
más importante del área central del antiguo México.
Para el estudio de Teotihuacán se han hecho varias divisiones
(hechas en relación a tiempo y fases de desarrollo de esta cultura),
Teotihuacán I, II y III; aunque posteriormente a esta división se ha
descubierto que existieron fases anteriores que se conocen como:
Cuanalan y Patlachique (muy distintas entre si), estas fases se
consideran el antecedente de la cultura teotihuacana, ya que no
surge espontáneamente. Durante estas fases Teotihuacán se
convierte en un pueblo grande con más de 6 km2 de extensión,
alcanzando una población de l0.000 personas.
Se han descubierto por lo menos cuatro talleres de obsidiana que
probablemente se inician en esta época; se especializaban en
producir puntas y cuchillos tallados por percusión. Tal vez ello fue el
primer impulso que lanzó a Teotihuacán a un camino comercial que
habría de ser cada vez más importante, dando a la futura ciudad un
principio de internacionalización, tan evidente en épocas
posteriores.
TEOTIHUACAN I
Esta fase ocupa aproximadamente los dos siglos anteriores a la era
cristiana; durante esta, la ciudad aumentó enormemente tanto en
extensión como en población (tal vez llegó a los 50.000 habitantes)
la cual se ubicada en su mayor parte en la región norte y oeste,
pero con densidades muy variables, en este tiempo otros pueblos
del valle disminuyen en población ya que sus habitantes se mudan
a Teotihuacán que ofrece mayores atractivos.
En este período la Calzada de los Muertos queda trazada en su
extremo norte, posiblemente se inician las avenidas Este y Oeste; la
ciudad está adquiriendo su forma definitiva (grandes ejes con un
plan cruciforme y la división en cuadrantes), queda establecida la
orientación definitiva norte-sur, con una desviación de 15' 30" al
este de norte (recuerda la orientación de la ciudad planificad más
antigua en Mesoamérica, La Venta con 8' al oeste del norte).
En esta etapa se construyeron gran parte de los edificios más
colosales de la ciudad: la pirámide del Sol, que fue ampliada dos
veces y llegó entonces a su altura actual, y el edificio interior de la
pirámide de la Luna. La pirámide del Sol tiene una base casi
cuadrada de 222 por 225 m, formada por cuatro cuerpos inclinados
con una altura total superior a 63 m (sin contar el templo que la
coronaba, ahora perdido), formada por enormes taludes
superpuestos que no terminan en un tablero, construida casi por
completo de barro, con el exterior revestido de piedra cortada pero
no pulida. Hay otra construcción más antigua, casi del mismo
tamaño en su interior construidas ambas en esta fase.
Existen aproximadamente unos veintitrés complejos de templos
(formados por tres templos que encierran otros tantos lados de un
patio y una plataforma baja limitando el cuarto lado del patio) que
corresponden a esta época. Es posible que desde esta etapa se
iniciaran ciertos proyectos de irrigación y se cultivaran nuevas
tierras; se desarrolla la producción de manufacturas y el comercio.
Teotihuacán empezó a importar la obsidiana verde (la local era
gris), desde el cerro de las Navajas en Hidalgo. Tomando en cuenta
el desarrollo que se alcanza en los diferentes campos se piensa que
existía una división social con un estado predominante y una
profesionalización de las actividades, es decir, que no se hacia
artesanía en tiempos de ocio, sino como una actividad primordial.
A raiz de esto, Teotihuacán alcanza gran importancia en el mercado
local, centro y foco, junto con el templo (religión), de las ciudades de
Meso América.
TEOTIHUACAN II
Este período perdura hasta el año 350 d. C. Durante esta fase se
formó el área metropolitana que abarca el valle de México además
del de Puebla, controlando también parte de Hidalgo.
En esta época es considerado un imperio, ya que se puede
observar rasgos de su influencia en el valle de Oaxaca, en Veracruz
y hasta en Kaminal juyú, en el Altiplano de Guatemala; aceptando
también ideas de fuera. Se construye lo que fue su centro político y
comercial, el Gran Conjunto formado por el templo de Quetzalcóatl
(este es considerado uno de los monumentos más ricamente
decorados y suntuosos del antiguo México) y el cuadrángulo frente
a él, se establecen bien las avenidas Este y Oeste prolongándose
en más de 3 km hacia el sur la de los muertos.
En el templo de Quetzalcóatl se observa un gran trabajo. Tiene seis
cuerpos escalonados con un pequeño talud y un gran tablero, en el
centro de la fachada poniente, una enorme escalinata con las
alfardas decoradas con cabezas de serpientes en alto relieve, los
taludes también estan decorados con serpientes en bajo relieve con
el animal completo, apareciendo también conchas y caracoles. La
piedra fue cortada, ajustada, tallada y pintada en vivos colores de
los cuales aun se observan restos.
Hacia el sur se ubica el centro de las actividades y hacia el norte se
deja la función religiosa y de más solemnidad. En esta etapa la
superficie que ocupaba llegó a ser de 20 km2 y contó con unos
100.000 habitantes.
El eje principal es el Norte-Sur (la Calzada de los Muertos- Micaotli), en esta época queda terminada la pirámide de la Luna y su
sensacional plaza -una de las más bellas del mundo-. Los muros
eran encalados y cubiertos con pintura mural mediante frescos, los
motivos son generalmente animales, con escenas que ocurren
dentro del agua. Dentro del campo de la escultura no alcanzo gran
auge, como en la pintura, la cual incluso fue imitada.
Se pueden ubicar diversos barrios, delimitados tanto por la
procedencia como por la profesión de los que en ellos vivían. Se
han descubierto más de cuatrocientos talleres (ceramistas,
lapidarios, labrado de productos en concha, pizarra, piedra sin pulir,
albañiles, estucadores, etc.) Teotihuacán era una ciudad donde
vivían gentes llegadas de otros lugares a veces muy distantes, lo
cual promovió en parte el gran desarrollo. Se cree que llegaban
numerosos peregrinos a pedir favores a los dioses impresionados
por la monumentalidad de sus conjuntos y los imponentes edificios,
siendo atracción estética y emocional.
TEOTIHUACAN III
En esta gran época final (350 - 650), lo realizado anteriormente se
consolida y expande, la ciudad llega a su máximo esplendor y
prestigio, aunque su área se reduce a 19 km2, alcanzando 200.000
habitantes (aprox.).
A esta época pertenecen muchísimos de los monumentos que
ahora vemos. Pertenecen a este período gran proporción de los
templos excavados y reconstruidos parcialmente entre 1962 y 1964,
como el palacio del Quetzalpapalotl, en la plaza de la Luna; a esta
corresponden también buena parte de los más de doscientos
frescos murales recobrados (en palacios, templos y casas) en los
cuales se observan motivos simbólicos y esencialmente religiosos,
la pintura expresa un gran sentido en las líneas y movimiento,
manifestando composiciones con tendencia simétrica, sombrias y
dignas, con un extraordinario refinamiento del color.
En las pinturas religiosas se observan representaciones oficiales
donde suelen aparecer dioses o sacerdotes, los cuales traen
complicadas vestiduras, inmensos tocados y numerosas joyas de
jade, mientras celebran algún acto ritual.
En otro grupo de pinturas no aparecen figuras humanas, sino
animales, los cuales son jaguares, peces, aves, serpientes, en
escenas violentas, algunos y otros muy pacíficos; dentro de la
pintura también podemos encontrar otro grupo, la abstracta, en la
cual aparecen figuras creadas por la imaginación, simples motivos
decorativos, frisos u ornamentos que se colocaban como un marco
alrededor de la pintura, o en ciertos casos solos como en el templo
del Quetzalpapalotl, siendo el motivo principal.
Es de mencionarse, el hecho de que en la pintura no aparece
ninguna mujer ni se demuestra interés por ella, no se insinúa el
placer sexual y se hace caso omiso de la belleza del cuerpo
humano.
Uno de los frescos más interesantes es el del Tlaocan:
El mural de Tlalocan representa el paraíso del dios de la Lluvia, al
cual sólo llegaban los que habían muerto ahogados o a
consecuencia del agua. Se venera sobre manera al dios del agua lo
cual hace suponer que esta era muy escasa, aunque contaba con
manantiales y con la cercanía del lago.
El arte teotihuacano posee algo de inmutable, y vive tanto en la
macicez de sus pirámides como en las espléndidas máscaras de
piedra o en las finas cerámicas. Al final, se torna florido y en
extremo barroco.
Durante la época final de la ciudad (650 - 700 d. C.), la sociedad
teotihuacana se desmorona, pero el área total ocupada es casi la
misma que en la última época de vida normal y el número de
habitantes sólo disminuye lentamente.
Al final, los habitantes en las antiguas zonas residenciales dejaron
de vivir en casas aisladas y la mayoría de ellos quedó congregada
en casas de departamentos, lo cual forzosamente tuvo que producir
cambios considerables en la vida misma del teotihuacano. Los
grupos estarían más estrechamente vinculados en lo físico, pero la
aglomeración debió causar numerosas fricciones, también
aglomeración; el gran aumento de la población multiplicó los
problemas urbanos y económicos. A raíz de esto se cree que el
problema económico creo distanciamiento entre gobernantes y
gobernados, un distanciamiento del pueblo hacia los representantes
de los dioses y de su opresión. Algunos de los pueblos cercanos se
desligaron de la gran ciudad, perdiendo esta el control que
anteriormente tenía.
El mayor abandono sólo ocurrió a partir del siglo VIII. Una
explicación al abandono puede estar dada por la invasión de las
agresivas tribus chichimecas que asolaban todo aquello que iban
encontrando en su paso.
La ciudad fue incendiada, saqueada y en parte destruida; las
huellas del incendio final son evidentes en muchos de los templos a
lo largo de la Calzada de los Muertos. Donde más se advierte esto
es en el palacio de Quetzalpapálotl.
Aquí no se conformaron con quemar los techos, sino que las
maravillosas columnas esculpidas con la efigie del dios fueron
desmanteladas y en parte soterradas en un enorme socavón abierto
en el centro del patio. También la escalera monumental de la
pirámide de la Luna fue destruida y casi todas las grandes piedras
de los escalones fueron quitadas de allí y esparcidas por la plaza.
Tenemos también evidencia de que muchas de tal manera que en
casi todos los casos sólo encontramos vacías las cajas. Tal vez en
tal ocasión acarrearon también durante varios metros la enorme
estatua de la diosa del agua, que se supone estaba sobre la
pirámide de la Luna y fue hallada hacia 1860 a 142 m al oeste de la
pirámide.
Durante los doscientos años siguientes los conquistadores y los
vencidos teotihuacanos conviven en el área, pero nunca
reconstruyen los templos asolados ni recobra su antigua grandeza
la ciudad.
Teotihuacán estableció por primera vez en este valle el centro
político, cultural, religioso y económico de lo que hoy llamamos
México. Gracias a su sensacional triunfo ninguna otra zona pudo
después lograr la hegemonía, lo que hace a México una unidad
bastante centralizada alrededor de los altos valles de México.
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