encuentro casual - Literatura Nova

ENCUENTRO CASUAL
El día que la vi supe que sería mia, pués toda élla en conjunto me gustó, además
destacaba brutalmente de las otras; era alegre, ¡me sentía tan bien, iluminaba mi vida!.
Nada ni nadie hasta ese momento me había dado esa fuerte convicción.
Tanto era así que cuando surgía la duda de si la elección era correcta, venian a mi mente
las ótras y como por arte de magia, esfumándose la confusión volvía a ella porque sentía
que ya formaba parte de mí.
Podría decir que casi toda mi vida he permanecido a su lado, hasta compartir el
deterioro que provocan los años, los límites, las arrugas......¡hicimos tan interesante
fusión.! Nunca me falló, fué fiel y disponible.
Es normal que en estos momentos me sienta tan triste porque vengo de despedir a mi
compañera, he estado con ella hasta el último segundo y no me resigno a creer que ya
no había solución.
Con gran esfuerzo e indecisión, la metí en la mejor bolsa de regalo que tenía y luego la
introduje suavemente en el contenedor de la ropa usada.
Ahora solo me queda la recurrente conformidad de que junto a otras prendas de tejido
agradable y cálido la reciclen y quizás vuelva a renacer mi maravillosa camiseta, para que
otras personas la disfruten también.
Puede que dure menos, por aquello del reciclado y porque no creo que pueda encontrar
un cuidador tan exquisito como lo fuí yo.