Una crítica a la ayuda al desarrollo de Jan Schulz Universidad Politécnica Cataluña Octubre 2005 Índice: Resumen………………………………………………………………………………..1 Introducción…………………………………………………………………………….2 1. Historia del desarrollo: origen, definición y debate……………………………..3 2. Una crítica sobre la ayuda al desarrollo…………………………………………7 2.1 Premisas básicas de la ayuda al desarrollo…………………………………..8 2.2. Discursos occidentalocentricos sobre política de desarrollo y su crítica…11 2.3. Cultura y la dimensión cultural de desarrollo………………………………..14 3. Propuestas para cambios necesarios en el discurso y la práctica sobre la ayuda al desarrollo……………………………………………………………....18 4. Conclusión…………………………………………………………………………20 Referencias bibilograficas…………………………………………………………..22 Resumen: Este trabajo es una reflexión acerca de la crítica sobre la ayuda al desarrollo. Se parte del entendimiento de que la ayuda prestada hasta hoy ha fracasado, ya que la gran mayoría de la humanidad todavía vive en pobreza y por ende el objetivo de la política de desarrollo no ha sido alcanzado. Primero, retrata la historia de la teoría y de la práctica en relación a la ayuda al desarrollo, o sea, cómo surgió el debate en el desarrollo, cómo el desarrollo se convertía en la tarea principal de los países del denominado Tercer Mundo y que medidas se han cogido para alcanzarlo. Así mismo, se exponen las consecuencias que los conceptos y estrategias del desarrollo provocan a los países afectados. El desarrollo mismo será examinado por medio de opiniones de diferentes investigadores de países del occidente y de países en vías de desarrollo. Se trata de que la teoría, así como la práctica sobre ayuda al desarrollo están sujetas de suposiciones falsas y se analiza el poder y las consecuencias de discursos alrededor del desarrollo. Como salida de ese dilema, es decir, para la concepción de una política de desarrollo más razonable y efectiva se propone el abandono de una visión occidentalocentrico y la consideración de la dimensión cultural y de los factores culturales de sociedades, así como el dialogo entre ellas. Hasta la fecha eso fue omitido o fue tomado en consideración de una manera contradictoria a la dinámica de esos factores. 1 Introducción La ayuda al desarrollo se ha prestado desde hace décadas pero sin que la gran parte de la humanidad haya logrado escapar de la pobreza y del llamado “subdesarrollo”. Al contrario, se ha extendido la grieta entre el norte rico y el sur pobre.1 La ayuda al desarrollo, pues, no ha alcanzado su ambicioso y alto objetivo de disminuir la pobreza y “elevar” a los países en vías de desarrollo al mismo nivel que los países industrializados. Su forma, hasta la fecha con sus teorías y estrategias puede ser considerada un fracaso por lo que tiene que ser transformada o replanteada. En este trabajo reflexivo trataré de una forma crítica los conceptos y las prácticas de la ayuda al desarrollo. Por eso he analizado las opiniones de diferentes investigadores basados en distintas disciplinas. Retrataré la historia que ha recorrido el desarrollo, la forma que ha cogido, y porque hay que cambiarlo. En el primer capítulo retrataré la historia sobre la ayuda al desarrollo, a fin de establecer una base para la comprensión del funcionamiento de la ayuda al desarrollo y su política, y para mostrar la necesidad de una crítica fundamental de su forma hasta la fecha. Esta crítica sigue en el capítulo 2. El capítulo está subdivido en tres partes: El primero (cap. 2.1) presenta las premisas que están sujetas a la ayuda al desarrollo. Según esas premisas la ayuda al desarrollo está ajustada en teoría y práctica. Las premisas serán revisadas críticamente y respectivamente las suposiciones serán rebatidas. La segunda parte (cap. 2.2) analiza y critica los discursos de la política de 1 Nociones como el Norte o el Sur, Primer y Tercer Mundo surgieron bajo condiciones especiales que hoy no son adecuadas y que engloban y simplifican culturas heterogéneas de distintas regiones geográficas. La noción del Tercer Mundo, por ejemplo, es un arcaísmo que no tiene validez después del colapso del bloque comunista. Sin embargo, recurriré a esas nociones porque están utilizadas en la discusión de la política de desarrollo, y contribuyen a una comprensión más fácil de las coherencias. 2 desarrollo y sus acuñamientos occidentalocentrico.2 En el siguiente (cap. 2.3) me encargaré del debate sobre cultura, con aspectos y factores culturales de las denominadas sociedades tradicionales y con la desatención de esos factores por parte de la política. Además, mostraré que incluso el ámbito de política de desarrollo puede ser considerado como una cultura que está expuesta a ciertas dinámicas. El capítulo 3, se ocupa de los cambios necesarios como consecuencia de una política de desarrollo, fracasada respectivamente de una orientación desacertada. 1. Historia de desarrollo: origen, definición y debate El debate sobre el desarrollo y la comprensión universal de este concepto ha tomado forma en el período después de la segunda guerra mundial (Winter 2004). La situación histórica y la coyuntura política mundial de entonces tenían una influencia importante con lo que se entiende por desarrollo. Las Naciones Unidas fueron fundadas, la fase de la de-colonización empezó y el conflicto este-oeste surgió. Los entonces poderes coloniales perdieron sus colonias, algunas de forma voluntaria, pero otras de forma forzada. Pero eso no significa que se retiraran completamente de ellas. Más bien surgió una forma de neocolonialismo, que tenía el objetivo de asegurar una influencia política y garantizar el aprovechamiento económico a la entonces madre patria.3 Al surgir la guerra fría los bloques se enfrentaron con la intención de asegurarse de sus esferas de influencia con el fin de debilitar al enemigo respectivo. Eso, 2 Utilizaré la noción “occidentalocentrico” para describir las vistas del origen del denominado Primer Mundo. Otra posibilidad común para describirlas sería la noción “eurocentrico”, pero está limitada porque excluye a toda América del Norte. 3 En el ejemplo de Argelia se puede evidenciar: Cuando Charles de Gaulle conocía en el año 1958, que los tiempos del colonialismo clásico se acabaron, tuvo claro que debían dejar que Argelia se independizase. Con esto se intentó que la pérdida no fuera tan grande para Francia. Por lo tanto, aprobó la autodeterminación de Argelia con el fin de posibilitar influencias neocoloniales por parte de Francia. El motivo era el papel económico y geo-estratégico que jugaba Argelia, es decir, del petróleo en el Sahara y de la ubicación de Argelia como entrada a África (Ruf 1997). 3 no solo sirvió para aprovecharse y enriquecerse de otros países, sino también para exportar modelos de sociedades e ideologías a otros países en un sentido misionario, sea el ideario democrático de EEUU, aliado con la economía de mercado libre, o el modelo social y de económica comunista de la anteriormente llamada URSS. Desde entonces se han desarrollado un gran número de teorías y definiciones sobre el desarrollo y el subdesarrollo, las cuales intentan explicar esos fenómenos complejos y al mismo tiempo, proponer soluciones. Hay que examinar todas esas teorías por separado, es decir, analizar de quien y de donde surgen, en que tiempo se originan, y que intereses persiguen sus defensores. Encontrar una comprensión universal o una definición concreta sobre desarrollo es imposible. Es más razonable analizar las diferentes corrientes en el debate sobre desarrollo con el fin de entender bajo cuales discursos teóricos se realizaban las ayudas al desarrollo, con cuales medidas fue puesto en práctica durante las últimas décadas, y porque no han logrado alcanzar sus pretendidos objetivos. . En el año de 1949 Harry Truman introdujo en su discurso inaugural como presidente de EEUU la noción “subdesarrollo” en el sentido político y social que está usado hasta la fecha.4 El modelo de la sociedad de EEUU, basada en la democracia y el progreso técnico, fue elevado por Truman como el ideal, hacia el cual otros pueblos debían aspirar y según cual debían desarrollarse. Truman afirmó que más de la mitad de la humanidad se encontraba en un estado de “subdesarrollo”. Él, interpretó la pobreza como amenaza no solo para los pobres, sino también, para las regiones mejor situadas en el mundo. Truman indicó que los países subdesarrollados se encontraban en unas condiciones miserables de vida, y con unos sistemas económicos primitivos y estancados. Elevó los EEUU como prototipo. Según Truman, los países pobres debían desarrollarse, es decir, salir de su mala situación con la ayuda de EEUU, siguiendo a su modelo. Sus objectivos debían ser adoptar las 4 Según Esteva Truman no fue el primero en utilizar la palabra “subdesarrollado”. Una década antes fue inventada y empleada, pero gracias a Truman adquirió por primera vez públicamente relevancia política, social y económica (Esteva 1996). 4 características distinguidas de las sociedades progresivas como los EEUU, las cuales eran: “…high levels of industrialization and urbanization, technicalization of agriculture, rapid growth of material production and living standards, and the widespread adoption of modern education and cultural values“ (Escobar 1995: 4).5 En los años siguientes se formularon diferentes conceptos y estrategias de desarrollo. Al principio las teorías de modernización eran predominantes, las cuales se remiten a factores económicos, y las cuales consideran como esencial el crecimiento económico para la superación de la pobreza. Determinaron la primera década de desarrollo, la cual fue promulgada en la Asamblea General de la ONU en 1961, y cuya finalidad era la disminución de la grieta entre los países industrializados y los países en vías de desarrollo. Peculiaridades sociales, culturales y tradicionales de otras sociedades fueron ignoradas por parte de las teorías de modernización, o fueron consideradas como obstáculos para el desarrollo. El objetivo era elevar el ingreso económico en los países subdesarrollados. Eso debía ser realizado a través de un incremento de la productividad y de la efectividad en el sector productivo, y a través de la construcción de infraestructuras y de un aumento de las inversiones. La traída de capital por los países industrializados fue considerada crucial para el desarrollo. El crecimiento económico debía causar un “trickle down effect”, el cual debería liberar de la pobreza a los estratos sociales bajos.6 Con todo este punto de vista parcial ignoraba la diversidad de culturas y sociedades cuya consideración es de gran importancia como se va a demostrar en los siguientes capítulos. Esa teoría recibió un viento contrario en los años setentas por parte de las teorías de dependencia que sobre todo surgieron en América Latina. Ellas daban más importancia al aspecto de relaciones desiguales de poder y pusieron el foco sobre las relaciones de dependencia en que se encuentran los países subdesarrollados con los países desarrollados. Así fue desafiado “por primera vez” un discurso de desarrollo que estaba caracterizado por unas 5 Traducción: “…altos niveles de industrialización y urbanización, tecnificación de la agricultura, rápido aumento de producción de materiales y standards de vivir, y la adopción difusa de educación moderna y valores culturales”. 6 El “trickle down effect” se podría traducir con “efecto goteo” o “efecto rebalse”, según el cual los alcances positivos de un crecimiento económico “gotean” de arriba a abajo donde están las masas de los pobres. 5 ideas occidentalocentricas. Sin embargo, esas teorías estaban limitadas por su concentración en como el “Primer Mundo” domina y controla el “Tercer Mundo” políticamente y económicamente, pero también fracasaron por no incluir la importancia de considerar la diversidad cultural de sociedades en el debate sobre el desarrollo. El “trickle down effect” que los primeros teóricos de la modernización esperaban, no sucedió; solo una minoría pequeña se había aprovechado de la ayuda al desarrollo. Por ende, intentaban poner a las grandes masas de países pobres en el foco de la ayuda al desarrollo. La satisfacción de sus necesidades básicas era el objetivo más importante en los años 1980s. Eso, significó que la política de desarrollo se centrara en el suministro a los hogares de bienes básicos de consumo privado y público. A esto pertenece, por ejemplo: alojamiento, ropa, alimentación, servicios básicos de infraestructura y equipamiento. Pero en efectos prácticos la ayuda al desarrollo poco cambiaba. A causa de estos acontecimientos políticos y económicos como, por ejemplo, la crisis económica derivada principalmente por la deuda externa, las medidas adoptadas por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional que contenían programas de ajustes estructurales para los países en vías de desarrollo eran predominantes en las 1980s.7 Pero tampoco sucedió el esperado efecto en la reducción de pobreza, y por lo tanto, se realizó una orientación nueva hasta el concepto de desarrollo sostenible el cual surgió en la década de los 90s. Surgieron conceptos como la “ayuda a la autoayuda”, la participación de la población en la planificación del desarrollo y el fomento de una manera sostenible de vivir y economizar. Así, las poblaciones pobres deberían ser puestas en la posición de mejorar sus condiciones de vida de una manera autónoma y correspondiente a sus propias ideas y pensamientos. El Informe Brundtland del año 1987 puede ser visto como responsable, en gran medida de este nuevo punto de vista.8 Él había relacionado desarrollo y la responsabilidad frente a las generaciones siguientes, y había llevado asuntos medioambientales al centro del debate. Respecto de eso la agenda 21, que tematizó los problemas económicos, socio- 7 Reformas estructurales económicas y una política financiera neoliberal debía reestablecer la solvencia de esos países fuertemente endeudados. 8 http://www.are.admin.ch/imperia/md/content/are/nachhaltigeentwicklung/brundtland_bericht.p df 6 culturales y ecológicos. Proponía medidas e instrumentos para el desarrollo sostenible, y fue aprobada en una conferencia de la ONU sobre medio ambiente y desarrollo en julio de 1992.9 Sin embargo las experiencias de los últimos siglos y la situación actual de los países en vías al desarrollo han mostrado que los diferentes planteamientos y estrategias de la ayuda al desarrollo no han logrado el objetivo de erradicar la pobreza. Las Naciones Unidas ahora se han dedicado a disminuir a la mitad la pobreza hasta el año 2015. Para lograr este ambicioso objetivo es imprescindible realizar una crítica sobre la manera de cómo se realiza la ayuda al desarrollo. En los siguientes capítulos se expondrán algunas críticas. 2. La crítica a la ayuda al desarrollo Dado que la grieta entre los países ricos del Norte y los países pobres del Sur está creciendo, una crítica sobre la ayuda al desarrollo hasta ahora no solo es justificada, sino necesaria. Los objetivos de las cinco décadas de desarrollo, proclamadas por la ONU, no han dado como resultado una reducción de la pobreza. Los permanentes cambios de teorías y medidas muestran una confusión grave sobre como erradicar el problema de la pobreza. En los siguientes párrafos presentaré algunos planteamientos críticos a la ayuda al desarrollo de parte de representantes de diversas disciplinas académicas. Empezaré con la descripción de los supuestos y premisas básicas las cuales están atribuidas a la teoría y práctica de la ayuda, que a su vez están criticadas fuertemente por parte del sociólogo alemán Stefan Musto. 9 http://www.un.org/esa/sustdev/documents/agenda21/spanish/agenda21sptoc.htm 7 2.1 Las premisas básicas de la ayuda al desarrollo El problema de la ayuda al desarrollo se encuentra, según Musto, en la indeterminación de la materia y en la posibilidad de una interpretación opcional de sus efectos. Musto denomina cuatro premisas básicas, las cuales forman el fundamento de la ayuda al desarrollo y, según cuales la política de desarrollo se realiza. También las critica fuertemente y presenta argumentos para desmentirlas (Musto 1987). a) La primera premisa básica según Musto es la hipótesis sobre la carencia de capital (Kapitalmangelhypothese). Según ella, el desarrollo económico de los países industrializados se ha realizado en base a una acumulación masiva de capital. Por eso está sustentada en la idea de poder dinamizar economías y sociedades de los países en vías de desarrollo por inversiones de capital. Según esa teoría, que perdura hasta ahora, es necesario eliminar obstáculos al desarrollo en esos países con una carencia de capital, y erradicarlos con transferencias de recursos financieros y conocimientos técnicos. Sin embargo, según Musto, es falso generalizar la hipótesis de capital y aplicarla sin examinar en todos los contextos. La eliminación de carencia de capital solamente puede tener éxito si una dinámica autónoma está garantizada por las condiciones marco estructurales en el país que recibe el capital, y en donde recursos financieros externos pueden estimular la economía. Musto opina que muchos países en vías de desarrollo no carecen de capital, porque en la mayoría de estos países los recursos financieros son existentes. Pero aquellos recursos fueron invertidos, principalmente, en bienes materiales (como propiedad inmobiliaria o ganado), o fueron transferidos al extranjero. Por lo tanto, no están a disposición de inversiones. Esos capitales se compartirían de manera económicamente racional, es decir, se aprovecharán posibilidades de invertir cuando estas existirían. Además, completa Musto, que tampoco existe una carencia de capital en los países en vías de desarrollo porque en ellos hay ofertas excesivas de recursos financieros por donadores de ayuda al desarrollo. 8 b) Sigue la hipótesis de la relevancia, respectivamente, la del catalizador (Relevanz- bzw. Katalysatorhypothese). Según esta hipótesis, la ayuda al desarrollo, debe desplegar relevancia, y movilizar la autoayuda y los propios esfuerzos de los países receptores. Musto opina que esta premisa solamente puede ser concluyente empíricamente, porque tiene un carácter más normativo que cognoscitivo. Solamente si, tanto las condiciones de propios esfuerzos subjetivos como la habilidad objetiva por un desarrollo están cumplidas, se puede comprobar esa premisa. Sin embargo casos así eran excepciones, por la existencia de una coincidencia favorable de todas las variables influidas. Además la ayuda al desarrollo prestada y su conexión con proyectos concretos lleva a la emisión de recursos propios de los países receptores para otros fines que no están en el interés de una política de desarrollo (por ejemplo la utilización de esos recursos para intenciones motivadas en la amplificación del poder por un grupo o un gobierno a través de rearme). Así los gobiernos están liberados de su responsabilidad de rendir, primeramente y principalmente, ayuda al desarrollo en su propio país; la ayuda entonces llega a ser irrelevante. También la ayuda se convierte en irrelevante cuando el suministro de equipamiento o asesoramiento técnico está inutilizable, o cuando los proyectos financiados cuales tienen éxitos muy dudosos, como ha pasado frecuentemente en la práctica. Además, la ayuda al desarrollo lleva a estabilizar estructuras en el fondo obstructivas frente a un desarrollo en esos países receptores en los cuales no existen dinámicas propias y autónomas favorables para el desarrollo. La ayuda al desarrollo solamente ha funcionada como catalizador donde ya había existido una infraestructura humana y material, la cual solo esperaba el impulso de su movilización. 10 . c) La tercera premisa es la hipótesis de la industrialización (Industrialisierungshypothese). Se basa en la necesidad de desarrollar el sector industrial de los países en vías de desarrollo, porque la superioridad económica de los países industrializados se funda en el alto nivel de desarrollo 10 Como ejemplo se puede mencionar la situación de Alemania después la segunda guerra mundial y el “Marshall-Plan” como ayuda a la reconstrucción. Este plano fue el impulso crucial de movilización para el desarrollo de Alemania en los tiempos de la posguerra. Pero solo funcionó porque Alemania ya había sido un país industrializado antes de la guerra, es decir la infraestructura y el conocimiento humano ya existía y solo había que movilizarlas. 9 de su industria. El proceso de la industrialización puede llevar a un aumento del crecimiento económico, del empleo y exportación así como una mejora en los términos de intercambios. Sin embargo hay que tener en cuenta que los países industrializados han llevado a cabo su proceso de industrialización gracias a una economía agrícola prospera que es la condición indispensable para un proceso de industrialización exitoso. Pero esto último, no es el caso para muchos países en vías al desarrollo11. Además se reduce, frecuentemente, la industrialización a la construcción y la ampliación del sector industrial. Pero el desarrollo y la aplicación de maneras de producción industriales y técnicas en todos los sectores, desde la agricultura pasando por servicios hasta la administración pública, serían necesario. d) La cuarta y última premisa básica es la hipótesis de la eficiencia de los costes (Kosteneffizienzhypothese). Está profundamente amarrado en pensamientos económicos y está priorizado en la práctica frente a otras ideas principales de la política de desarrollo. Esa premisa expresa que los proyectos serían más eficaces estableciendo una relación entre gastos y efectos. Pero la minimización de costes mayoritariamente va a cargo de la naturaleza, de los recursos no-renovables, de las manos de obra, de la producción de subsistencia y de los sistemas tradicionales y sociales de sostenimiento. Entonces esas premisas, que forman gran parte del pensamiento de la ayuda al desarrollo, según Musto, no pueden ser generalizadas, sino solo justo bajo ciertas condiciones históricas y estructurales. Además, Musto, critica lo que él llama “la razón institucional de los actores de la política de desarrollo”. Son las instituciones las cuales realizan la ayuda al desarrollo y obedecen a una cierta lógica, que es la aspiración a su mantenimiento. Ante todo, para las instituciones, es importante recibir tal volumen en recursos presupuestarios aunque sea difícil gastarlos de una manera razonable. Cabe destacar que esos recursos son limitados lo que provoca una rivalidad y competencia entre las instituciones que, de no ser así, podrían ser aliados potenciales. 11 Las causas para eso son, por ejemplo: el éxodo rural, urbanización y una demanda creciente de importaciones de alimentación básicas debida a una agricultura interior orientada solamente por la exportación. 10 2.2. Discursos occidentalocentricos de la política de desarrollo y su crítica En este capítulo retrataré la crítica al discurso de la ayuda al desarrollo y su política. Se establece en contraposición a una visión occidentalocentrica y contra la concepción occidental y sus modelos, según cuales, deben ser desarrollados. Las contribuciones interesantes proceden de investigadores originarios de países en vías al desarrollo. El antropólogo Arturo Escobar opina que el discurso sobre desarrollo ha producido subdesarrollo y pobreza, es decir, el discurso ha producido y ha aplicado conceptos occidentales sobre quien y que está clasificado como “subdesarrollado” y “pobre”, con la consecuencia del nacimiento de una realidad social correspondiente. En su libro „Encountering Development— The Making and Unmaking of the Third World“ (1995) Escobar analiza, inspirado por las teorías del discurso del filósofo Michel Foucault, como fue creado el “Tercer Mundo” por el discurso y la práctica de la política de desarrollo. En su opinión “desarrollo”, y su teoría han llevado a que por este discurso muchos países han adoptado esta vista y desde entonces se perciben como subdesarrollados. Desarrollarse llegó a ser su problema fundamental y para eso exponían a sus sociedades a intervenciones sistemáticas del exterior. Este discurso creó un “Tercer Mundo” y los sujetos afectados desde entonces fueron controlados por el occidente. “Primer” y “Tercer Mundo”, el Norte y el Sur, el centro y la periferia son conceptos originarios de este discurso. Ha creado una realidad social, y aunque está sujeto a cambios estructurales y diversas modas12, su fundamento asentado entre 1945 y 1955 sigue el mismo hasta hoy. Además el discurso sobre el desarrollo excluye la gente afectada. Está dirigido desde arriba, y está sujeto a un etnocéntrico modo de ver originado del occidente. El planteamiento tecnocrático del discurso sobre desarrollo comprende a la gente y la cultura como conceptos abstractos y las trata como 12 Modas de la ayuda al desarrollo son los diferentes planteamientos teóricos y estratégicos de la ayuda que surgieron en el curso del tiempo. Por ejemplo, la concentración de la ayuda por grupos determinados, como campesinos (“desarrollo rural”) o mujeres (“Mujeres en desarrollo”), o por secciones determinantes como, por ejemplo: el medio ambiente, el desarrollo sostenible o relaciones entre hombres y mujeres (“genero”). 11 datos numéricos estadísticos. En este sentido la cultura debe desaparecer por el avance de la modernización. “Desarrollo” nunca fue entendido como proceso cultural sino como un sistema de intervenciones técnicas. Por eso la teoría sobre desarrollo que estaba diseñada por economistas, y por tanto, conducida a través de intereses económicos ha fracasado, porque no se preocupaba por las dinámicas culturales que pueden ser generado de tales intervenciones. Escobar crítica principalmente el fuerte papel que juega el Banco Mundial, el cual es el donador más grande en la ayuda al desarrollo y que indica la orientación teórica de la política de desarrollo. Según Escobar es „…an agent of economic and cultural imperialism at the service of the global elite“ (Escobar 1995: 167).13 También el antropólogo Gustavo Esteva (1996) tiene la postura de que el fenómeno del subdesarrollo fue creado por la aparición de teorías occidentales sobre desarrollo. Según Esteva el subdesarrollo comienza históricamente con la mencionada oración inaugural de Truman del año 1949, el cual tenía la consecuencia que dos tercios de la humanidad de repente tenían que considerarse como subdesarrollados y fueron “esclavizados” en el nombre del desarrollo. Las propias ideas de esas gentes sobre su desarrollo y su diversidad fueron consideradas inútiles y falsas por parte del occidente, y por eso la confianza en sus propias culturas fue destruida. Además, Esteva critica vehemente, la concentración de dirección única al crecimiento económico y a intereses económicos por parte de los planificadores de desarrollo. La historia de la economía, según su opinión, es una historia de conquista y dominación; los valores económicos no hacen caso a las divergentes formas de existencia social respectivamente las desvalorizan: “El desvalor produce una metamorfosis grotesca de las destrezas en carencias, de los ámbitos de comunidad en recursos, de los hombres y mujeres en mano de obra comercializable, de la tradición en carga, de la sabiduría en ignorancia, de la autonomía en dependencia“ (Esteva 1996). Según Escobar y Esteva, cultura y habilidades culturales son desatendidas o aún destruidas por un discurso de carácter económico sobre la ayuda al desarrollo. También el sociólogo Vincent Tucker (2000) critica un 13 Traducción: „….un agente de imperialismo económico y cultural en servicio de la elite global”. 12 discurso de la ayuda al desarrollo que tiene un carácter eurocentrico.14 Para él desarrollo es la herramienta de algunos para dominar otros. Seres humanos son degradados a objetos por este discurso. Están controlados económicamente, políticamente y culturalmente. Según Tucker, desarrollo no es un proceso natural ni un concepto transcultural con validez universal, más bien es un mito occidental. Los teóricos de modernización tenían la conciencia de una dimensión cultural del desarrollo, pero redujeron otras culturas a estereotipos fósiles, a sociedades tradicionales sin valor y sin dinámicas internas. El racismo biológico de los tiempos coloniales se ha transformado en un racismo cultural y ha creado la visión eurocentrista, que ha clasificado otras culturas de un valor inferior. El mundo occidental quiere manipular otras sociedades, por eso han diseñado un escenario evolutivo según el cual los países subdesarrollados deben desarrollarse a través del crecimiento económico, desarrollo industrial y la constitución de instituciones políticas y sociales según el modelo de EEUU. Según Tucker se prestó demasiada atención a las relaciones económicas. Los aspectos culturales quedaron desatendidos. Tucker considera importante analizar las prácticas culturales de la producción de conocimiento y significado. Los países occidentales no solo dominan otros países económicamente, políticamente y militarmente, sino también, desempeñan la hegemonía en el control sobre la producción de conocimientos. La infraestructura completa de la producción de conocimiento en instituciones como universidades o institutos de investigaciones está en manos del occidente donde ”The Others became the Others, objects to be studied, described and developed”15 (Tucker 2000: 13). No existe ningún diálogo y ningún intercambio entre Primer y Tercer Mundo. El Primer Mundo investiga el Tercer Mundo, y si es al revés solo dentro de un contexto occidental, es decir estudiantes del tercer mundo estudian en el primer mundo o estudian mayormente las investigaciones de científicos occidentales. Tucker considera la concepción occidental de sociedades tradicionales como mito y como una invención del origen europeo. El discurso occidental de modernización y desarrollo es un monólogo basado en la experiencia propia de 14 Tucker utiliza la noción “eurocentrico” en lugar de “occidentalocentrico”. Traducción.: “Los otros se convirtieron en los otros, objetos para ser estudiados, descritos y desarrollados”. 15 13 Europa, y no es un diálogo con otras culturas. Este monólogo se funda en las relaciones desiguales de poder entre el Norte y el Sur. 2.3. Cultura y la dimensión cultural de desarrollo Se puede ver que la ayuda al desarrollo tenía en sus teorías, discursos y prácticas un respeto carecido por coherencias culturales en los países en vías al desarrollo. Cultura y tradiciones culturales, con todo, son parte de la identidad de sociedades y tienen que estar tomado en consideración de la planificación de desarrollo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que cultura y factores culturales están sujetos a una dinámica que es difícil de prever. Además, cultura es, tal como desarrollo, una noción impenetrable y difícil de concebir. En lo sucesivo presentaré brevemente el debate científico sobre la noción de cultura, para hacer visible la problemática de esta noción. Después mostraré como el propio mundo de los actores de la ayuda al desarrollo forma parte de ciertos modelos culturales, como frente a eso se distinguen las así llamadas sociedades tradicionales, y que consecuencias la ayuda al desarrollo puede tener en las sociedades y culturas. La problemática de la noción “cultura” Cultura es una noción abstracta y definirla es muy difícil. En la antropología, por ejemplo, había discursos que en parte llevaron a más confusión que aclaración. Uno de los representantes más conocidos de la disciplina, Clifford Geertz (1973), se encargó de los conceptos de cultura y criticó las definiciones de algunos de sus antecesores, las cuales eran o demasiado general o demasiado particular.16 Geertz buscaba una definición de cultura, que en sí 16 E.B. Tylor por ejemplo consideraba cultura como un conjunto muy complejo, que es una explicación muy general. Según Geertz, con esa definición no se puede trabajar. Por otro lado Clyde Kluckhohn suministró diferentes definiciones de cultura. El planteó once definiciones que están correctas todas pero que son demasiado particulares, y consideradas por separado no sirven para una definición (Geertz 1973). 14 misma fuese coherente y precisa. Lo importante para Geertz es el simbolismo que compone una parte considerable de cultura. Entiende cultura como una red de significativos, que el hombre así mismo se ha hilado: “Believing, with Max Weber, that man is an animal suspended in webs of significance he himself has spun, I take culture to be those webs, and the analysis of it to be therefore not an experimental science in search of law but an interpretative one in search of meaning” (Geertz 1973: 5).17 Cultura puede ser interpretado distintamente y puede ser percibido diferentemente de cada uno.18 Por eso es importante reconocer que todas las culturas, tanto en el Tercer Mundo como en Europa y América del Norte, muestran sus particularidades. En el intento de interpretar esas culturas hay que tener presente que el análisis de estas puede estar sujeto a diversas interpretaciones, que hay que analizar antes de prestar la ayuda para trabajar de manera más efectiva. El Tercer Mundo posee diversas formas de culturas y sociedades que frecuentemente están resumidas para simplificar las cosas. Edward Said planteó en el libro “Orientalism” (1978) que el oriente es una construcción de parte del occidente; aunque el oriente, según la idea occidental, así no existe. Ante todo nosotros solo vemos las formas de aparición más dominantes de los países orientales e intentamos transformarlas en estereotipos, porque nos parecen extraños. Se debe considerar en el sentido de Said, que en los acuñamientos culturales de una religión como en el Islam existen diferencias importantes entre países particulares como Arabia Saudí, Marruecos e Indonesia. Asimismo no existe un África uniforme como está frecuentemente figurado. África no es homogénea, los países y culturas particulares ofrecen una diversidad grande (Brunold 1997). 17 Traducción: Creyendo con Max Weber, que el hombre es un animal suspendido en redes de significativos que el mismo se ha hilado, considero que cultura forma esas redes, y el análisis de esas, por lo tanto, no sería una ciencia experimental en la búsqueda de leyes pero una interpretativo en la búsqueda por el sentido. 18 Se desarrolló una discusión en cual el libro „Writing Culture“ jugaba un papel importante pero trató más sobre aspectos etnográficos, es decir, de captar cultura textualmente. Aquí también los antropólogos participaron en construir los “otros”; pues también tenían una perspectiva occidentalocentrico (Clifford/ Marcus 1986). 15 Cultura y la ayuda al desarrollo Se puede considerar el mundo de los actores de la ayuda al desarrollo como una propia cultura, que tiene sus particularidades y sus propias redes de significativos y símbolos. El antropólogo Georg Elwert (1993) ha comenzado a reflexionar sobre eso; él intentó de analizar el mundo de la ayuda al desarrollo y compararla con sociedades africanas. Determinó que hay un tradicionalismo fuerte en el mundo del desarrollo y le critica en compararlo con las dinámicas de sociedades africanas. El presunto tradicionalismo que frecuentemente es conectado con sociedades y culturas africanas es, según su opinión, más bien aplicable a la ayuda al desarrollo. Elwert constató que la ayuda „…..sehr viel traditionalistischer und dem Wandel gegenüber verschlossener ist als alle Gesellschaften, die diese Entwicklungshilfe zu dynamisieren versucht (Bierschenk/ Elwert 1993: 17).19 El mundo de la ayuda al desarrollo tiene sus propias estructuras de significados y sus propias formas de comunicación; cultiva su propio discurso interno cuyas categorías centrales hay que dominar si uno quiere comunicar con este sistema. La realidad de ese sistema es una realidad que es producida en este sistema de comunicación. Frente a eso el tradicionalismo de las sociedades africanas con sus presuntas estructuras perezosas, se dice que tienen que ser dinamizadas desde afuera, es un mito. Sociedades africanas tienen sus propias dinámicas históricas, sus propias maneras de transformación, y además, ya se mudaban constantemente antes de los tiempos coloniales. Son sistemas muy complejos que pueden generar innovaciones ingenuamente o tratan innovaciones de afuera según su deseo. Elwert constata que esas sociedades tienen maneras muy ingenuas y creativas de manejar innovaciones, las cuales pueden ser ajustadas flexiblemente y rápidamente a las condiciones locales. Por otro lado Elwert enfatiza que los pueblos africanos no deben ser comprendidos como lugares de solidaridad porque existen rivalidad y competencia entre grupos que reciben la ayuda al desarrollo y no siempre, como nosotros suponemos o queremos suponer, hay consenso y solidaridad 19 Traducción: “…es más tradicionalista y cerrada frente a un cambio que todas las sociedades que la ayuda al desarrollo intenta dinamizar.” 16 por causa de la situación de pobreza.20 Los proyectos de desarrollo en general son paquetes consistentes de diferentes medidas que solo desenvuelven sus efectos si están aplicadas juntos. Los beneficiarios frecuentemente desmontan esos paquetes y eligen y aplican solo medidas particulares que les parecen razonables. Eso se puede interpretar, absolutamente, como utilización ingenua de la ayuda. Pero los proyectos entonces pierden su efectividad, por lo tanto, la mayor parte de los proyectos ni tienen un éxito de 100 por ciento ni fracasan totalmente. Por eso es muy importante de comprender que todos los participantes en la ayuda al desarrollo, tanto los donadores como los receptores (beneficiarios) son partes de culturas que se distinguen y que obedecen a sus respectivos modelos culturales. Esos modelos están sujetos a ciertas dinámicas y se modifican, sobre todo, si esas diferentes culturas, por un lado la cultura occidental de la ayuda al desarrollo y por otro lado la cultura receptor de la ayuda, se encuentren. Todos los participantes tienen ideas y conceptos divergentes de la ayuda al desarrollo o bien persiguen intereses diferentes.21 . 20 Un ejemplo sería la construcción de una aguada y los intereses distintos que pueden surgir entre los diferentes grupos y que pueden llevar conflictos. Las mujeres de un pueblo, por ejemplo, podrían querer plantar la aguada cerca de los hogares, mientras los hombres, necesitan el agua más cerca de los campos. Gobernantes locales y estatales podrían ser mas interesados en beneficios y un crecimiento de legitimidad, por eso, la aguada debería ser, según ellos, plantada lo mas visible para ganar prestigio; Planificadores del desarrollo se encuentran bajo una presión de realizar el proyecto y tienen que encargarse de un gasto rápido a favor del proyecto; por lo tanto, prefieren la construcción de la aguada cerca de puntos significantes como, por ejemplo, carreteras (Bierschenk/ Elwert 1993). 21 Un aspecto más es la influencia de la ayuda al desarrollo a las estructuras estatales en los países receptores. La ayuda al desarrollo desde hace tiempo se ha convertido en una componente constituyente de las relaciones sociales. Elwert opina que las clases estatales agradecen su sobrevivencia frecuentemente a la ayuda al desarrollo y que ella ha causado un crecimiento de la burocracia y del clientelismo. El poder estatal está legitimado por la capital corriente de países donadores y forma un parte importante de la economía de muchos países del África sub-sahariana (Bierschenk/ Elwert 1993). 17 3. Propuestas para cambios necesarios en el discurso y la práctica de la ayuda al desarrollo Solo el diálogo y el intercambio equivalente pueden ofrecer una salida de la crisis de la ayuda al desarrollo. Conceptos de cultura que son elitistas, holisticas y relativistas tienen que ser dejados, como opina Tucker. Hay que de-construir desarrollo y su mito. El occidente tiene que terminar de ser el centro dominante y no interrogador del mundo. Un paso importante sería, como Escobar exige, de “antropólogizar” el occidente, es decir, de analizar el occidente por la lente antropológica. Así dice Tucker que tenemos que observar nosotros mismos: ”It can no longer be a case of simple observing processes that are then described and theorized; rather it must be a case of looking at ourselves looking (Tucker 2000: 23).22 Elwert ya ha hecho un paso en esa dirección a medida que ha analizado el mundo de la ayuda al desarrollo y ha constado que en ello existe un tradicionalismo que impide innovaciones. Hay que analizar de manera más profunda el mundo de la ayuda al desarrollo y sus actores para entender como funciona. Hay que considerarlo como una cultura que obedece a ciertas leyes y que está sujeto a ciertas dinámicas. Hay que dar más importancia a cuestionar críticamente esa cultura y sus discursos. Por eso, considero necesaria una inclusión más fuerte de científicos sociales en la planificación del desarrollo. Su misión podría ser el análisis de sociedades y sus factores socio-culturales, para denominar las condiciones y las posibles consecuencias de la ayuda al desarrollo. Además hay que dar más importancia a la realización de intercambios entre participantes de la ayuda y sus proyectos. Un diálogo equivalente y correlativo tiene que surgir, en donde ambos lados pueden aprovechar. Lo que ha pasado hasta ahora es una comunicación desequilibrada (unilateral como desigual). Hay que considerar que eso también puede ocurrir por parte del Tercer Mundo. Por ejemplo: El argelino Frantz Fanon critica fuertemente el occidente en su libro “The Wretched of the Earth” (1965) y se acerca en su crítica sobre el occidente a algo contrario del occidentalocentrismo. Se podría 22 Traducción: “No más puede ser el caso de simplemente observar procesos los cuales entonces estarán descritos y teorizados; más bien hay que ser el caso de mirar a nosotros observando”. 18 decir, por lo tanto, que Fanon habla casi de manera “orientalocentrico”. El surgimiento de un racismo invertido no se puede tomar a mal considerando la historia colonial de los países occidentales, pero tampoco nos acerca a una solución del problema. Jean Paul Sartre ha escrito en el prólogo del libro de Fanon, que debemos de aprovechar que Fanon explica a sus hermanos quienes somos del occidente, ya que así nos podríamos reconocer a su vez como objetos. Fanon entonces aplica el mismo método que han utilizado los científicos del occidente para describir los “otros”. Por lo tanto Fanon puede ayudarnos con su posición radical, en distanciarnos de nosotros mismos para observarnos. Solo entonces si consideramos ambas experiencias y ambas perspectivas podrá surgir un diálogo equivalente. Factores culturales tienen que formar parte de la planificación del desarrollo, porque ignorar dinámicas culturales es la razón principal que lleva al fracaso de la ayuda al desarrollo hasta ahora. Hay que tomar distancia de generalizaciones y formulaciones de modelos de cultura, porque cada cultura está expuesta a dinámicas diferentes las cuales no pueden ser aplicadas y generalizadas. Por lo tanto, modelos universales no pueden existir. Solo los análisis particulares pueden enterar como la ayuda al desarrollo repercute en sociedades, y que factores hay que tomar en consideración. Además existe un gran potencial en el análisis de y el diálogo con los nuevos movimientos sociales (grassroots movements) que han surgido y todavía están surgiendo en el Tercer Mundo. Según Escobar, ellos no buscan por alternativas en el desarrollo sino alternativas por el desarrollo. Se enfocan más en culturas locales y en conocimiento local, y tienen una vista crítica a las corrientes de discursos de desarrollo. Esos movimientos surgieron en los 1980s y están basados en la acción colectiva y la movilización social. Lo que llevan es una lucha cultural, que resulta más de las experiencias y las realidades de la vida cotidiana y que no es orientada en las grandes teorías políticas.23 Esos movimientos sociales, por lo tanto, no intentan lograr subversiones políticas, más bien, están actuando de una manera pragmática. 23 Escobar se refiere a los nuevos movimientos sociales que tienen los siguientes rasgos característicos: a) no tienen vínculos con partidos políticos; b) organizan una base particular y abogan por metas particulares; c) rechazan misiones históricas como revolución y socialismo, y no persiguen objetivos contra sistemas; d) el análisis de diferencias de clases estructurales ya no es importante, los intereses grupales de los actores mismos son predominantes (http://www.lateinamerika-studien.at/content/geschichtepolitik/geschichte/geschichte-260.html). 19 Su papel en reformar el discurso sobre desarrollo puede ser crucial. Deben ser más incluidos en el discurso y especialmente en los procesos de planificación de proyectos de desarrollo a través del diálogo. Por criticar y además dificultando el diálogo según Elwert también es que no existe el público en los países en vías al desarrollo. Las más de las veces el paisaje de los medios de comunicación no está en un estado que permite discusiones abiertas y productivas. El acceso a información y a medios alternativos está mucho más limitado que en el occidente. Cambiar eso tiene que ser uno de los objetivos principales de la ayuda al desarrollo, para que discursos alternativos sobre plantear como los problemas de desarrollo puedan ser solucionados y puedan entrar y desenvolverse en los países respectivos. Protestas contra proyectos grandes y prestigiosos, como por ejemplo, presas que pueden causar daños sociales y ecológicos tienen que ser percibidos y considerados de manera relevante, y tienen que ser incluidos en la discusión. 4. Conclusión Algunos exigen poner fin al concepto de desarrollo y a la ayuda al desarrollo. Según ellos la ayuda al desarrollo destruye toda iniciativa de la gente en los países del Tercer Mundo y la desprestigia como mendigos.24 Aunque eso es parcialmente justo, no opino que la ayuda al desarrollo debe ser cesado, sino que hay que transformar la ayuda y que se necesita una nueva orientación. Hay que dar más importancia a planteamientos como el concepto de la autoayuda o de la participación que ya tienen lugar en el discurso pero no están puestos en práctica. Todavía la dependencia de los pobres en relación a las decisiones por parte de los donantes en el Norte es demasiado fuerte, y al mismo tiempo la contribución de esa gente en la formulación de sus necesidades está demasiado débil. Demasiados proyectos de desarrollo hoy todavía se derriten bajo concepciones de modernización con un carácter 24 Por ejemplo el economista James Shikwati (2005) y el periodista Andrew Mwenda (2005). 20 económico, entonces la práctica no ha cambiado o solo ha cambiado de manera insignificante. Las gentes en el Tercer Mundo tienen que tener la posibilidad de llevar adelante su desarrollo según sus ideas, como ya habían hecho antes del colonialismo y antes de la ayuda al desarrollo. Según mi opinión, la ayuda al desarrollo solo tiene que ser un emisor de impulsos (activador) o tener una función consultora. La ayuda financiera es necesaria sin duda alguna, pero a mí no me parece muy razonable aumentar la ayuda como se está ejecutado actualmente, porque ya fueron transferidas grandes cantidades de dinero sin que esas llevaran a la erradicación de la pobreza. Y eso no puede pasar si el dinero no llega a donde hace falta, sino desaparece en burocracias estatales corruptas o proyectos grandes que mayoritariamente persiguen el fin de ganar prestigio, como sucede en muchos casos. Hay que transformar la ayuda para que sea más efectiva y ajustarla según las necesidades presentes. A eso pertenece que las gentes afectadas están incluidas desde el principio en la planificación de los proyectos, que la participación no solo se realiza como parte del concepto de la planificación, sino se mete en su punto central. Recapitulando podemos decir: La ayuda al desarrollo hasta ahora no ha erradicado la pobreza ni siquiera, la ha reducida de manera notable; podemos considerarla fracasado como concepto global, salvo pocas excepciones, y tiene que ser ajustada nuevamente. Con este fin hay que tener en cuenta lo siguiente: - Las premisas básicas de la ayuda al desarrollo en la mayoría de las veces no corresponden a la realidad y por eso no pueden ser aplicados generalmente en todos los contextos, más bien, tienen que ser abandonadas, o en el mejor de los casos, orientadas en otro sentido. - El discurso de la política sobre desarrollo está desequilibrado, desigual y occidentalocentrico, por lo tanto, tiene que abrirse y permitir otras ideas y concepciones de desarrollo. - Factores y dinámicas culturales tienen que ser tomadas en consideración en la planificación al desarrollo; en esto pueden ayudar las investigaciones y los análisis por parte de las ciencias sociales. 21 Referencias bibliograficas: - Bierschenk, Thomas/ Elwert, Georg (ed.) (1993): Entwicklungshilfe und ihre Folgen. Ergebnisse empirischer Untersuchungen in Afrika. Frankfurt/ New York. - Brunold, Georg (1997): Afrika gibt es nicht. Korrespondenzen aus drei Dutzend Ländern. Hamburg. - Clifford, James/ Marcus, G.E. (ed.) (1986): Writing Culture. Berkeley. - Escobar, Arturo (1995): Encountering DevelopmentThe Making and Unmaking of the Third World. Princeton. - Esteva, Gustavo (1996): „Desarrollo“ en: Sachs, Wolfgang (ed.): Diccionario de desarrollo. Una guía del conocimiento como poder. PRATEC, Perú. En: http://www.ivanillich.org/Lidicc4.htm - Fanon, Frantz (1965): The Wretched of the Earth. New York. - Geertz, Clifford (1973): The Interpretation of Cultures. New York. - Kaller-Dietrich, Martina/ Mayer, David (sin año): „Neue soziale Bewegungen“. Geschichte Lateinamerikas im 19. und 20. Jahrhundert. En: http://www.lateinamerika-studien.at/content/geschichtepolitik/geschichte/geschic hte-260.html - Musto, Stefan A. (1987): „Die hilflose Hilfe: Ansätze zu einer Kritik der manipulativen Vernunft“. En: Schwefel, Detlev (ed.): Soziale Wirkungen von Projekten in der Dritten Welt. Baden-Baden. - Ruf, Werner (1997): Die algerische Tragödie- Vom Zerbrechen des Staates einer zerrissenen Gesellschaft. Münster. 22 - Said, Edward W. (1978): Orientalism. New York. - Tucker, Vincent (2000): “The Myth of Development: A Critique of a Eurocentric Discourse”. En: Munck, Ronaldo/ O´Hearn, Denis (ed.): Critical Development Theory: Contributions to a New Paradigm. London. - Winter, Johannes (2004): “Die Entwicklungspolitik im Wandel der Zeit”. Weltpolitik. En: http://www.weltpolitik.net/Sachgebiete/Globale%20Zukunftsfragen/Entwicklungs politik/Grundlagen/Die%20Entwicklungspolitik%20im%20Wandel%20der%20Zeit.ht ml Otros documentos: - Report of the World Commission on Environment and Development (1987). En: http://www.are.admin.ch/imperia/md/content/are/nachhaltigeentwicklung/brundtl and_bericht.pdf - Un Department for Economic and Social Affairs; Division for sustainable Development. Documents: “Programa 21”. En: http://www.un.org/esa/sustdev/documents/agenda21/spanish/agenda21sptoc.htm Periodicos: - „Bitte helft uns nicht!“; Entrevista con Andrew Mwenda, en: Süddeutsche Zeitung , 07.07.2005 (http://www.sueddeutsche.de/ausland/artikel/272/56216) - „Streicht diese Hilfe“; Entrevista con James Shikwati, en: Spiegel, 04.07.2005 (http://www.spiegel.de/spiegel/0,1518,363375,00.html) 23