La dura pelea por la verdad

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Trama URBANA
Suplemento de Justicia, Seguridad y Policiales del diario Hoy en la Noticia La Plata, miércoles 23 de marzo de 2005
EN FLORENCIO VARELA
Golpean a la madre de Di Gallo
La dura pelea por la verdad
Fue privada de su libertad durante más de dos horas por varios hombres. Los sujetos le advirtieron “que la corte
con la causa” de su hija, asesinada en el Parque Pereyra el 1º de enero de 2004, porque le “va a pasar lo mismo”
Natalia. Tenía 16 años
l
a madre de Natalia Di
Gallo, la joven asesinada
en el Parque Pereyra Iraola
el 1 º de enero de 2004, fue capturada por varios hombres que la mantuvieron cautiva durante más de
dos horas, la golpearon, la amenazaron y luego la abandonaron en un
descampado de Florencio Varela, informaron voceros policiales.
El hecho comenzó ayer cerca de las
16, cuando Hilda González salía de
su casa de Florencio Varela. Según la
denuncia de la mujer, durante la odisea los hombres la golpearon y le amenazaron para que no siguiera con la
investigación por el crimen de su hija.
“Cortala con la causa, porque te va a
pasar lo mismo que a la piba”, le advirtieron los maleantes.
El abogado de la víctima, Daniel
Mazachini, aseguró que el hecho “se
inició en el momento que un automóvil se detuvo frente a la casa de
Hilda y un hombre la amenazó”.
Pero el ataque no finalizó allí, ya que
un rato después un hombre apareció
sorpresivamente a sus espaldas y la introdujo en un vehículo.
Según relató la Policía, dentro del
coche la encapucharon y escuchó las
voces de cuatro hombres, quienes en
reiteradas oportunidades la insultaron
y la golpearon.
“La mantuvieron cautiva durante más
de dos horas, tiempo en el que la amenazaron con que dejara de investigar el
crimen de Natalia, porque si no, le iba a
pasar lo mismo”, informó el letrado.
Una fuente policial confirmó que la
)
Hilda. A la madre de Natalia le dijeron: “cortala con la causa de tu hija”
mujer fue agredida, al punto que le
rompieron la ropa interior, tras lo cual
fue abandonada en un descampado.
“La señora interpretó que haberle roto
la ropa interior tiene un significado
amenazante, ya que su hija también
apareció con la bombacha rota”, explicó el abogado Mazachini.
Fuentes policiales y judiciales confirmaron que todo comenzó cuando
Hilda González abandonaba su casa
de Florencio Varela, y la dejaron más
de dos horas después en la ruta 36
y Presidente Perón, en el paraje El
Ombú, en la zona sur del conurbano.
“La mujer interpretó que
haberle roto la ropa
interior tiene un
significado amenazante,
ya que su hija también
apareció con la
bombacha rota”
Luego, González llamó a la Policía y
al fiscal del caso Andrés Nieva Woodgate, quien dispuso una custodia permanente para ella y ordenó a la comi-
Natalia: la violaron y
luego la asfixiaron
Según la autopsia realizada a
Natalia Di Gallo, la joven fue
abusada sexualmente y murió
asfixiada. En tanto, Nicolás
Gómez permaneció detenido
durante varios meses, hasta
que finalmente la Justicia
decidió excaecelarlo.
saría tercera de Florencio Varela, a
cargo del capitán Walter Cejas, que
investigue el caso.
Natalia Di Gallo, de 16 años, desapareció el 28 de diciembre de 2003
cuando salió con un conocido llamado Nicolás Gómez con destino al
Parque Pereyra Iraola, del partido bonaerense de Berazategui.
Según la versión de Gómez, un ladrón los asaltó, lo encerró a él en el
baúl de su Renault 11, y capturó a la
chica, cuyo cadáver apareció en el Parque envuelto en bolsas de consorcio el
1 º de enero último.
qBREVES
No pudo más
y se entregó
El hombre acusado de asesinar
a su mujer y de enterrarla hace
8 años debajo de su cama en
una casa de la localidad
bonaerense de González Catán
se entregó ayer en una
comisaría de La Matanza,
indicaron fuentes policiales.
El sujeto se llama Mario Freiro,
quien había sido acusado del
horrendo asesinato por uno de
sus dos hijos la semana pasada
y, desde entonces, permanecía
prófugo. Un investigador
policial dijo que el hombre,
quien se encontraba acompañado por el abogado Miguel
Racanelli, se mostró
visiblemente afectado por la
situación y hasta aseguró a los
policías que estuvo a punto de
suicidarse.
Se fugó una
embarazada
Una interna de la Unidad
Penitenciaria Bonaerense nº 33
escapó el domingo pasado del
hospital San Martín, donde
estaba alojada en la sala de
maternidad, según informaron
fuentes del caso.
Los voceros consultados por
Trama Urbana explicaron que
el caso ocurrió en el cambio de
guardia y que, por ese motivo,
personal del SPB y de la Policía
Bonaerense inició una intensa
búsqueda que hasta el cierre
de la presente edición no se
había concretado.
Por último, las fuentes
confiaron que la interna
estaba embarazada de ocho
meses y que ingresó a dicho
centro asistencial para dar a
luz.
Ocho años de un naufragio
Habilitan un pabellón en la Unidad 1 de Olmos
El Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) habilitó ayer un pabellón
de 23 celdas individuales en la Unidad nº 1 de Olmos, que había
sido clausurado por el poder judicial. En la reinauguración
estuvieron el presidente del Tribunal Criminal nº 2 de Quilmes,
Ariel González Elicabe (Der.), y el director de Régimen Penitenciario
del SPB, Inspector Mayor Julio Quintana (Izq.), entre otros.
Al cumplirse ocho años de la desaparición de tres pescadores de Berisso en el Río de la Plata, sus familiares exigen a la Justicia la reactivación
de la causa.
“Lo que uno sigue padeciendo es
desesperante. Quiero que lo encuentren: vivo o muerto. Es una incertidumbre que uno vive todos los
días. Nadie vio nada, pero me lo tienen que buscar”, reclamó Esther,
madre de José Luis García, una de las
víctimas.
El domingo 23 de marzo de 1997
tres personas se internaron en lancha en aquellas aguas con la intención de pescar. Pero Walter Oscar
Neves, de 38 años, José Luis
García, 36, y Julio Bueno, 53, jamás
regresaron.
Los tres amigos habían partido a
las 9.30 desde el balneario La Balan-
dra, a bordo de una sólida embarcación de fibra de vidrio, equipada con
un motor “Johnson” de 40 caballos
de fuerza.
La mujer de García, en diálogo telefónico con Trama Urbana, dijo:
“Imagínense lo que estoy viviendo. Es
mi único hijo, que a su vez dejó tres
chiquitos. El salió por un rato y desde
aquel momento no se sabe absolutamente nada. No voy a parar hasta
que me lo encuentren”.
El paradero del colorido casco de
la “Van Dick” -nombre de la embarcación buscada- y de sus tripulantes es, hasta la fecha, toda una incógnita.
“En el año ‘97 se encontró un cadáver, pero ninguna de las madres lo
identificamos como de nuestros hijos.
Y el cráneo que apareció hace poquito
en un monte todavía no ha sido
analizado. Nada se supo de ese cráneo
y aún estamos esperando”, reclamó
Esther.
Por último, la madre de José Luis
García se preguntó: “Si todo lo que el
río lleva, el río lo devuelve. ¿Por qué la
desaparición de los tres es el misterio
más grande? Es algo que aún no entiendo”.
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