"barroco" desde su introduccion al estudio literario por Heinrich

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El sueio inanieristade Sor JuanaInes de la Cruz. Gobiemo Estado
de Mexico, Universidad Aut6noma del Estado de Mexico, 1993.
ALESSANDRA LUISELLI.
El libro de Alessandra Luiselli, El sueno manierista de Sor Juana Ines de la Cruz,
retoma los debates hist6ricos y recientes sobre la definicion del Barroco y el Manierismo
para proponer una lectura del Primerosueno como "uno de los textos mss representativos"
del Manierismo (11). Su propuesta le permite una lectura estdtica del poema como participe
del "arte de la subversi6n disimulada" (214). Privilegia en su caracterizacibn del poema
como manierista este acto de Sor Juana de imitar sus modelos de tal manera que los iguala,
los supera y se distancia de ellos. Luiselli aplica los planteamientos de Claude-Gilbert
Dubois al Manierismo mexicano para ver en dste una serial del deterioro del poder
imperialista, lo cual terminaria en las luchas criollas por la independencia (214). Con su
tesis, Luiselli se opone a la larga tradici6n de leer el poema y a su autora como epitomes
del Barroco. El libro da un valioso aporte fundamentado en la historia de la critica literaria
y en las herramientas de New Criticism.
El tratamiento que da Luiselli a su tema es cuidadoso, organizado y exhaustivo. Ella
divide el libro en tres partes. Las dos primeras tratan del Barroco y del Manierismo. Se
abre la revisi6n de cada corriente literaria con una historia del uso del tdrmino y de los
debates acerca de su definicion. Seguidamente, en estas dos primeras partes, la autora
construye sistematicamente una definicion del Barroco y del Manierismo a travds de sus
rasgos caracteristicos y de un anlisis estilistico, basAndose en una lectura de la historia
critica y nutridndola con un rico analisis de ejemplos artisticos y literarios. La tercera
parte del libro argumenta la filiaci6n manierista del Primero sueno situando la lectura en
dilogo con la historia de Iarecepci6n critica de la poeta y del poema.
Utilizando el trabajo de Rene Welleck ("The Concept of Baroque in Literary Scholarship" en Concepts of Criticism, 1962), y de Oreste Macri (Historiografladel Barroco
literario espaniol, 1961), Luiselli compone una bibliografia anotada de la historia del tdrmino
"barroco" desde su
introduccion
al estudio literario por Heinrich Wtilfflin (1888). Dada
el
su intencion de precisar la distincion que se ha desarrollado historicamente entre
Manierismo y el Barroco, Luiselli se enfoca en la tradicion critica, terminando su rastreo a
mediados de los afios ochenta. Ella Revisa discusiones de Castro, Pfandl, Croce, D'Ors,
Spitzer, Cioranescu, Diaz Plaja, Orozco Diaz, Martin, Hatzfeld, Mendez Plancarte, Sypher,
Hauser, Weisbach, Dorfies, Maravall, Sanchez y Escribano, Bazin, Reyes, Curtius y Briganti
encontrando mss desacuerdos que acuerdos en su caracterizacion del Barroco en tdrminos
de nacionalidad, relacion con Ia Contrarreforma y delimitacibn historica. Lo que surge
como rasgo definitorio comun es la dualidad barroca que resulta del enfrentamiento de dos
realidades exclusivas: la propuesta por el catolicismo, y la que surge de los descubrimientos
cientificos y territoriales. Es dsta una dualidad que expresa el desmoronamiento de Ia
confianza renacentista. Hay tambidn un acuerdo entre estos criticos al ver el Barroco
principalmente como un fenomeno del siglo XVII.
Luiselli propone que ni la dualidad ni la ubicacion del siglo XVII son suficientes para
distinguir el Barroco del Manierismo, y por eso entra en un detallado desarrollo de las
caracteristicas y los rasgos estilisticos identificados por la mayoria de los criticos como
definitorios del Barroco. Ademas de construir las bases para su argumento sobre el carActer
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no-Barroco del Primero sueiio, esta secci6n tiene mucho valor como una introduccion de
la estilistica del Barroco para fines del estudio universitario. La seccibn no trae sorpresas,
pero junta en un solo lugar con una instructiva integraci6n de artes p16sticas y literarias, de
manera sistemAtica y lucida una discusibn valiosa de los elementos distintivos del Barroco.
Esta discusibn recorre el tema del tiempo con su dualidad vida y muerte, goce y ruinas; el
tema del movimiento, no como dirigido por Dios sino por las leyes fisicas; el caracter
desmesurado dcl Barroco con su horror al espacio vacio, y ei claroscuro que se relaciona a
la preocupacibn barroca por la antitesis. Luiselli cierra la seccibn con un repaso muy (til
de trece figuras de la ret6rica reclamadas igualmente como caracteristicas del Barroco y
del Manierismo, tales como la paradoja, la hipcrbole y el concepto. Luiselli arguye que
muchos de estos elementos no son particulares del Barroco, y que la lave de la distincibn
yace en su conjunto y en la intensidad con la que permean las obras. Sin embargo, todavia
queda el problema dc diferenciar entre el Barroco y el Manierismo, ya que dstc cs visto por
Luiselli, al menos parcialmente, como preambulo dcl Barroco.
Luiselli identifica un cambio decisivo en los estudios dcl siglo XVII cuando, en 1948,
Ernst Robert Curtius postula el Manierismo como trmino para sustituir al de Barroco
(Literatura europeay Edad Media latina, 1955). Ella vuelve a los mismos criticos que
visit6 al construir la historiografia y la valoraci6n semAntica del tdrmino barroco para
hacer lo mismo con el Manierismo, agregando al estudio Carilla, Duran, Porqueras Mayo,
Pires de Aguiar e Silva, Praz, Weise, Bialostocki, Bux6 y J. A. Manriquc. Argumentando
que el Manierismo coexiste con el Barroco en el siglo XVII, Luiselli encuentra un acuerdo
sobre los origenes del Manierismo que le permite construir un criterio para distinguir los
dos estilos en base a su caractcrizaci6n. El Manicrismo nace en Italia airededor de 1530
como "consecuencia de la profunda crisis que experimentaron los italianos a raiz de las
invasiones extranjeras durante la dpoca renacentista" (82). Con cierta ironia, ci aferramiento
angustioso de los quc se liamarian manieristas a sus tradiciones fuc ci germen de un nuevo
arte y un nuevo espiritu.
Luiselli postula que mientras ci Barroco, al igual quc ci Manierismo, se funda sobre
un dualismo, ci Manicrismo provec un dualismo estudiado, intelectual y no resucito, mientras
que ci Barroco ofrece una dualidad espontAnca, impulsiva y resucita. En ci anAisis de los
rasgos estilisticos definitorios que sigue (89ss), la autora enfatiza cuatro caracteristicas
ciaves del Manierismo: su uso de IaLinea serpentina en contraste con ci circulo del Barroco;
la importancia dlave dcl disenlo intemno, o sea la interioridad de la reflcxibn en que ci artista
o escritor metarnorfosca la realidad en vez de imitarla; Ia elongacibn de las figuras a
Greco; y ci preciosismo o aspecto cortesano de este arte que es
imitacibn (diferenciada)
dcl arte que de la realidad. La autora afirma que ci Manierismo iitcrario utiliza los mismos
recursos que ci Barroco, pero sei'ala que es posible identificar tres diferencias en su uso.
La recurrencia a la anAfora es
intensa en ci Manierismo. La aiusibn revela un cathcter
mas respetuoso, mientras que en ci Barroco frecuentemente funciona irbnica -o
burlonamente. Y ci tono dcl Manierismo se caracteriza por ser intelectualista y no dramAtico
como ci Barroco, cortesano y no popular, individualista y no colectivo, culteranista y no
conceptista. La crcacibn desde ci individualismo -ci diseflo interior- ic da al Manierismo
una reiacibn mucho menos directa con Iavivencia diania de la que tiene ci Barroco.
ma's
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lo
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La tercera y mss importante seccion del libro trae todo lo expuesto a una lectura
detallada del Primero Sueno. Luiselli introduce su lectura dentro de la historia critica
sobre Sor Juana, ofreciendo un ensayo bibliogrsfico sobre los aportes principales del estudio
sorjuanista y luego un anlisis de la lectura de Sor Juana como poeta del Barroco. Se
enfrenta principalmente con Emilio Carilla, para mostrar que la misma definicion que dste
da del Manierismo y del Barroco contradice su categorizacion de la poeta mexicana como
barroca ("La lirica hispanoamericana colonial" Historiade la literaturahispanoamericana
I, 1982). Las caracterizaciones que hacen Alfau, Hauser y Leonard de Sor Juana como
"fria intelectualidad ... [que tiene unal erudita concepcion de la vida" (144: Alfau),
"intelectualista" (Hauser), y de espiritu en conflicto, de dualismos no-resueltos (146:
Leonard), en vez de hacerla barroca la muestran como manierista. Pero el elemento decisivo
para Luiselli es el uso constante que hace Sor Juana de la "imitacion diferencial" (lS5ss).
Aqui recurre a Dubois en su discusi6n de los origenes del Manierismo en la imitacion a la
maniera de los tres grandes pintores italianos -Rafael, Leonardo y Miguel Angel. Luiselli
postula que el Primero suenfo "es el texto lirico donde por primera vez se ejemplifica,
filos6ficamente, el modo de ser hispanoamericano, permanentemente regido por la imitacion,
siempre diferencial, del modelo europeo" (152). Esta imitacion diferenciada consiste en
tomar elementos minimos de los modelos -como el vuelo icario de las Soledades de
G6ngora o Ia elevaci6n de Fray Luis de Le6n- e hiperbolizarlos hasta tal punto que se
vuelven completamente diferentes.
La autora vuelve a su criterio ya desarrollado para distinguir el Manierismo del Barroco
en Primero sueno. Ve en las alusiones mitol6gicas un proposito de transformar los mitos
seguih un diseno interior, con lenguaje preciosista y significados hermdticos, propios de la
corte y no del foro popular. Este regirse por el diseflo interior se ye tambien en el extenso
paisaje mental -de "obeliscos, linternas magicas y formas geomdtricas luminosas" (191),
que reemplaza el paisaje mexicano en que vivi6 la poeta. El preciosismo de los cultismos
lexicos
y sintacticos es evidente. Luiselli identifica un sentido de elongacion de la figura
Ilegada
de la noche. Finalmente, postula una
en la lenta y detallada descripcion de la
estructura serpentina del poema en un esquema de siete segmentos y un total de sesenta y
cinco fragmentos que muestran una multitud de sesgos y desvios. Concluye relacionando
el Sueno a la Respuesta en el Manierismo de los dos, diciendo que la imitacion diferenciada
de Sor Juana le posibilita un gesto "magnifico. ya que ocultandose muestra la verdad: Ia
altivez que se agazapa tras la reverencia" (212). Este Manierismo es "el arte de todos
aqudllos que precisan disimular su compleja aspiracion hacia Ia autonomia, expresando un
aparente sometimiento en la humildad" (214).
Es este analisis que comienza por colocar el manejo del estilo dentro de sus relaciones
historicas de poder que ms.s interesa. La lectura de El suenio manierista de Sor Juana
provoca el deseo de que se extienda este uiltimo momento del argumento. Pero es injusto
pedirle esto a un libro cuyo dxito estft en construir bases estdticas firmes y necesarias para
poder plantear a partir de alli interrogaciones contextuales mss profundas. El proximo
paso de la investigacion, sin embargo, podria abrir un difilogo entre el libro de Luiselli y
planteamientos como el de Hernfin Vidal en su Socio-Historia de la literaturacolonial
hispanoamericana:tres lecturas orgdnicas(1985), en que el autor ye el Barroco americano
como una mascara movilizada por el Imperio en su necesidad de dominacion ideologica.
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Vidal llama "barrocos" a autores como Sor Juana Ines de IaCruz, Siguenza y Gongora y
Del Valle y Caviedes que logran perforar esta mascara imperialista, acto literario que se
relacionaria con la "imitaci6n diferenciada" manierista de Dubois y Luiselli. Por otro
lado, habria que extender la conversaci6n que emprende Luiselli cuando plantea la
importancia de la imitaci6n diferenciada del Manierismo para el artista criollo. Es decir
que se necesitaria un dialogo mayor sobre la manera en que el distinguir por caracterizacion
y estilistica entre el Manierismo y el Barroco nos ayuda a entender la complicada relacion
entre poder y conocimiento, ideologia, sociedad y literatura dentro de la literatura colonial
hispanoamericana. Finalmente, seria interesante considerar las implicaciones, silas hay,
de la lectura Manierista para un anAlisis feminista del Primero Sueio de Sor Juana Inds de
la Cruz.
Grinnell College
KATHRYN Joy MCKN1GHT
Ross. The Baroque Narrative of Carlos Siguenza y Gongora. Cambridge:
Cambridge University Press, 1993.
KATHLEEN
La complejidad del Barroco de Indias -con sus modelos europeos y autores
americanos, sus c6digos que vacilan entre conformidad y excentricidad, su registro de
cierta ansiedad criolla- es quiza la caracteristica mis provocativa dentro de la critica
literaria. Pero como seiiala Kathleen Ross en la introduccion a su espldndido libro The
BaroqueNarrative of Carlosde Siguenzay Gongora, aunque esta complejidad se respeta
como rasgo integro de una politica y sociedad colonial hispanoamericana en la disciplina
de la historia, generalmente no se respeta en la disciplina de Ia critica literaria. Los
criticos literarios suelen simplificar el Barroco de Indias o bien como traza de un
nacionalismo latinoamericano incipiente o bien como apdndice del impero modelo espafiol.
Ross arguye que esta vision reducida nos deja con una perspectiva muy restringida
de Ianarrativa hispanoamericana del siglo diecisiete. El caso del prolifico historiador
Carlos de Sigulenza y Gongora, cuyos textos son el objeto de este libro, es ejemplar. La
enorme variedad de temas historicos, geogrAficos, sociales y religiosos que trata Siguenza
en sus textos ha sido descuidada por la critica. En su lugar, los criticos han elegido mAs
bien moldear la figura del autor como emblema de un periodo moderno embrionario,
desde la imagen de Irving Leonard del intelectual ilustrado frustrado, hasta la de Lezama
Lima del "seflor barroco" quintaesencialmente americano.
La tesis de Ross evita esta trampa critica a traves de un nuevo encuentro con el texto
narrativo de Siguenza y Gongora que no
ubica ni en Ia esfera imperial ni en Ia
revolucionaria, sino en un contexto barroco americano que esta en
donde el
historiador criollo se empei'a en diseflar una historia especial de America, distinguidndola
de las visiones mis inmediatas de las cronicas espafiolas del siglo diecisdis. Al desarrollar
la tesis, Ross se concentra en el texto Parayso Occidental (Mexico, 1684), pero tambidn
entrelaza su
con una examinacion solida de la gran cantidad de narrativas que
escribi6 Sigulenza.
lo
anAlisis
flujo,
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