Llegar en el momento oportuno

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NACIONAL
SÁBADO
26 DE MARZO DE 2016
juventud rebelde
Llegar en el
momento oportuno
Futuros galenos «dejaron» a un lado los textos escolares para
dedicarse a hacer «brillar» los hogares capitalinos, no solo con tareas
de saneamiento sino al llevar un mensaje de promoción y educación
para la salud a cada familia
por YUNIEL LABACENA ROMERO
[email protected]
fotos CALIXTO N. LLANES
«ZAMBÚLLETE en el tanque por la
salud de la gente», le dijo la niña
Liskari González Porra al dúo de
estudiantes de la Universidad de
Ciencias Médicas de La Habana
que llegó hasta su casa y examinó
minuciosamente cada uno de los
depósitos de agua, como parte de
la campaña intensiva que desarrolla el país para el enfrentamiento y prevención de enfermedades
transmitidas por mosquitos del
género Aedes.
Los jóvenes se asombraron ante la ocurrencia de la pequeña,
pero su frase encerraba un mensaje muy cierto: en esta batalla
por el bienestar de la población
nadie quedará fuera. Como ellos,
los futuros galenos «dejaron» a un
lado, la semana pasada, los textos
escolares para dedicarse a hacer
«brillar» los hogares, no solo con tareas de saneamiento sino al llevar
un mensaje de promoción y educación para la salud a cada familia.
Con sus bolsos llenos de instrumentos como termómetros,
abate, linterna, tubos de ensayo,
picotas y modelos para dejar constancia de su labor, anduvieron por
cada uno de los rincones de la
capital. Luego de esas jornadas,
aseguran que esta ha sido una
experiencia enriquecedora, al contribuir con la salud de todos y tener
un espacio valioso para comprobar y reafirmar lo aprendido en
estos meses y años de clases.
Así lo corroboró a este diario Diolexis Torres Salabarría,estudiante de
primer año de Medicina, quien agradeció la oportunidad de que otra vez
el país contara con sus jóvenes ante
una emergencia como esta. «Revisamos unas 30 casas diarias, donde orientamos medidas precisas para una correcta educación sanitaria;
explicamos las causas y síntomas
relacionados con enfermedades
como el zika, el chikungunya, el dengue y la fiebre amarilla, así como
otras tareas para contribuir a una
ciudad limpia y saludable.
«Muchos de esos contenidos los
recibimos en nuestras clases y ejercitarlos ahora nos da más seguridad
en la labor que desarrollaremos como especialistas de la salud», dijo el
joven. «Estamos convencidos de que
esta campaña es una misión importante, pues representa la vida de los
niños, ancianos y hasta de nosotros
mismos», agregó.
Su colega Ronald Aneiro Acosta,
quien lo acompañó como dúo en el
barrio de Puentes Grandes, afirmó
que durante estos días comprobaron que todavía existe baja percepción de riesgo en la población. «Por
ello entregamos plegables con informaciones para elevar su cultura y
asumimos el trabajo focal en aquellas casas donde viven personas
mayores que no pueden realizar las
acciones encomendadas.
«Hemos encontrado muchos tanques sin tapar, patios con basura
acumulada, con botellas y cascarones de huevo que se convierten en
depósitos de agua innecesarios, y
detectamos sin fregar bebederos para animales. Las personas se quejan mucho de la existencia de mosquitos; sin embargo, supimos de
familias que no dejan fumigar»,
Cada mañana los estudiantes recibieron orientaciones precisas para las
labores sanitarias que realizaron.
expresa el joven, y recuerda que llevaron a los laboratorios muestras de
posibles focos de Aedes.
DEPENDE DE TI, DE TODOS
Fueron más de 9 000 miembros de la Federación Estudiantil
Universitaria —organización que
de conjunto con el Ministerio de
Salud Pública y la Unión de Jóvenes Comunistas asumió esta iniciativa—, junto a otros 1 200 de la
Federación de Estudiantes de la
Enseñanza Media, quienes compartieron día a día la máxima de que la
salud comienza por la limpieza.
«Llegamos en un momento
oportuno», aseveró Liliana Rosado
Durán, estudiante de cuarto año
de Medicina, quien cumplió con su
labor en casas cercanas al policlínico universitario Rampa, en el Vedado. «Hemos interactuado mucho
con la población, aunque no ha
sido fácil, pues a veces no creen
que muchas medidas dependan
de ellos para que el mosquito no
se reproduzca en los hogares y
comunidades».
Liliana contó, y lo comprobamos
en nuestro recorrido, que las familias también se quejan por otras
cuestiones que no dependen de
ellos, como vertederos de basura y
escombros sin recoger que abundan en los barrios, y hasta salideros
de agua potable o albañal, todos
espacios para el fomento de malos
olores y vectores peligrosos.
«Eso sí, ningún vecino nos ha
negado entrar a sus casas. Eso
estimula y más a nosotros, que
ahora nos involucramos en esta
actividad», expuso Claudia Ruiz
Mármol, estudiante de cuarto año
de Medicina, y aseguró que «tener
paciencia y aumentar la conciencia del valor de las fumigaciones,
de las acciones autofocales y del
saneamiento es su labor».
Alfredo Márquez Alonso, de cuarto año de Medicina, contó que el trabajo no es nuevo, pues cotidianamente desarrollan varias intervenciones comunitarias para lograr
tener barrios con una buena higiene
y que la población ayude a prevenir
enfermedades, lo que ahora ha sido
de forma intensiva ante la necesidad de evitar una epidemia.
«Cada día trabajamos por reducir
el número de viviendas cerradas.
Luego de recorrerlas y de compartir
con las familias, en las tardes entregábamos los partes de las labores
realizadas a nuestros profesores,
quienes a la vez lo entregaban a
otros niveles, y ello permitió no solo
tener un control sino saber cómo se
avanzaba», declaró.
Esas ideas también las compartió María de la Concepción
Orbay, jefa del Departamento de
Docencia e Investigación en el policlínico universitario Rampa, quien
expresó que los jóvenes asumieron la movilización como parte de
los planes de estudio en las distintas carreras vinculadas al sector de la salud y se les cuenta
como un curso facultativo.
«Con los educandos movilizados se desarrolló un proceso de
capacitación, teórico y práctico, en
cada una de las facultades y
áreas de salud donde fueron ubicados, acerca de la situacion epidemiológica nacional y mundial,
El intercambio con las familias estimuló mucho a los jóvenes que se
incorporaron a esta campaña intensiva.
además de proporcionarles herramientas de cómo enfrentar la
lucha antivectorial, pues academia
y asistencia médica estamos
imbricados en una misma estrategia de trabajo», señaló.
ESFUERZO Y DEDICACIÓN
Los estudiantes fueron «escoltados» por sus profesores, médicos y
enfermeras de los consultorios, operarios de vectores y los movilizados
temporales en la campaña, lo que
aseguró un trabajo más integral. Son
muchos quienes premian su esfuerzo en medio del rigor académico,
pues se pudo llegar a todos los territorios, algo que hacía mucha falta.
Este apoyo fue fundamental en
la atención primaria de salud para
hacer más efectiva la prevención
sanitaria, expresó Nancy Rodríguez Blanco, doctora del consultorio 7, en el barrio Puentes Grandes. Y aseguró que los estudiantes, junto al operario de vectores,
han sido esenciales para las pesquisas febriles y para velar por la
calidad del autofocal.
Al decir del angolano Caetano
Zumba, quien estudia Medicina en
Cuba y se unió a la iniciativa, esta
ha sido novedoso para mí: «Conformamos los dúos con jóvenes
cubanos y en cada casa las personas estaban atentas a nuestras
explicaciones», aseguró el joven,
quien explicó que le dieron varios
documentos con la información
precisa para comunicarles a las
familias los estilos de vida adecuados, así como todo lo relacionado con el vector transmisor de
las enfermedades.
«He aprendido mucho, sobre todo cómo descubrir los focos de
Aedes. Vale destacar que en Cuba
la formación no es solamente teórica, sino también práctica, lo que
permite obtener mucho más conocimiento de la especialidad. Todo
esto será una gran ayuda cuando
regrese a mi país».
Caetano, como sus coterráneos y sus compañeros cubanos,
ratificó la disposición de volver a la
importante misión sanitaria. Él y
cada uno de los jóvenes se entregaron a esta tarea con la satisfacción de que, como afirmó Raúl
en un llamamiento al pueblo: « (…)
es necesario que cada cubana y
cada cubano asuma este combate como un asunto personal, un
problema que le atañe, sobre todo
por la responsabilidad que adquiere, en primer lugar, con su familia».
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