ELPMUNDO ម La vergüenza de confesar el primer error hace cometer muchos otros (Jean de la Fontaine) យ VIERNES 4 DE ABRIL DE 2008 Año XX. Número: 6.682 EDICIÓN: MADRID Precio: 1 euro. Con Cuéntame: 3,95 E más Con Hitchcock: 2,95 E más www.elmundo.es FERNANDO ALONSO: «En 2009 quiero correr con un coche ganador, en Ferrari o donde sea» / 50 EMILIO NARANJO/EFE Bush vuelve a dar la espalda a Zapatero Al final, la conversación sobre «cuestiones de orden internacional» que La Moncloa había anunciado entre Bush y Zapatero para la Cumbre de la OTAN en Bucarest se quedó reducida al «¡hola, hola, felicidades!» de la víspera. El presidente del Gobierno en funciones regresó ayer a Madrid sin haber mantenido ni tan siquiera «una charla» con el mandatario estadounidense, pese a que el propio Zapatero no lo había descartado horas antes, al insistir en que «seguramente» iban a ha- blar, ya que quedaba «bastante cumbre por delante». La reunión concluyó ayer y Zapatero hubo de conformarse con observar, solo y en silencio, cómo Bush le daba la espalda para departir con los demás. Página 12. Editorial en página 3 Policías, jueces y fiscal se lavan las manos por la absolución del grapo Rajoy y Aguirre, tres horas asolas para frenaruna posiblealternativa Página 14 LA POLICÍA. El sindicato LA AUDIENCIA. El Tribunal EL FISCAL. Jesús Alonso BERMEJO. El ministro de CEP alega que la orden de localizar a la testigo protegida fue «tardía e inconcreta» y el SUP califica de «miserable» la resolución del Supremo sostiene que intentó hasta en tres ocasiones encontrar a la testigo y que el fiscal no pidió el aplazamiento del juicio cuando no la hallaron argumenta que había otras pruebas contra el grapo y que consideró que bastaba con las declaraciones anteriores de la testigo protegida Justicia celebra que al absolver el Tribunal Supremo a alguien condenado sin pruebas «el sistema haya saneado su propio error» EL PADRE DE LA VÍCTIMA ‘No quiero sentir nada, si me lleno de odio me volveré loco’ P. BURGOS / L. CORNEJO Mauro Sanz contempla al grapo acusado de matar a su hijo. / P. R. VALLADOLID.– «No quiero sentir nada. Si me lleno de odio, me voy a volver loco y soy un hombre pacífico», explica con cordura Mauro Sanz, padre de Francisco Javier Sanz, el agente de la Policía Nacional por cuyo asesinato fue juzgado y absuelto el miembro de los Grapo Marcos Martín Ponce. «La Justicia no puede permitir que este hombre salga a la calle», sentencia sin insultos y sin gritos. «Desde que pasó, no vivo, sólo paseo por la vida. Y mi mujer, ni eso». Sigue en página 10 Páginas 8 a 11. Editorial en página 3 HOY VIERNES ANV rehúsa condenar a ETA en Mondragón en un tenso Pleno al que no fue el PSE Página 18 METRÓPOLI Málaga, capital del cine