DESTINO 44 Enero-Febrero 2016 DESTINO LA INDIA DESTINO Pondicherry, el encanto del sur Antigua colonia francesa, en Pondicherry se respira un ambiente particular en el que las tradiciones del sur de la India y Francia conviven en armonía. Laura Martinez Rico A penas 155 kilómetros separan Chennai, la capital del estado de Tamil Nadu y cuarta ciudad más grande de la India, de Pondicherry, enclave sureño en el que cada vez más europeos deciden instalarse. Sin embargo, se puede tardar hasta cuatro horas en llegar a la ciudad desde el aeropuerto de Chennai. La carretera sólo dispone de un carril para cada sentido, los adelantamientos son, a menudo, peligrosos, y la forma de conducir india es, por decirlo de alguna manera, bastante atrevida. Se dice, de hecho, que si uno puede conducir en la India, puede conducir en cualquier parte del mundo... Nuestro taxista llega puntual. Sonríe y ladea la cabeza con ese gesto tan típico del sur. Tras colocar el equipaje, subimos en su Tata, decorado con flores por fuera y un pequeño altar en el interior, y nos preparamos para la aventura que es viajar en coche en este país. Llueve mucho, aunque aún no es la temporada del Monzón, y la noche se instala poco a poco, obligando a los vehículos a deslumbrar con sus faros. Aunque la carretera bordea el mar, no se puede ver bien y el paisaje no es especialmente atractivo. Optamos por disfrutar de la danza de camiones, coches y motos, dejándonos llevar por el tráfico, mientras escuchamos canciones en hindi que nuestro conductor conoce al pie de la letra. Unas horas más tarde podemos sentir que estamos llegando. La civilización aparece de nuevo poco a poco, es tarde y de camino al hotel nos adentramos en calles estrechas donde el tráfico es denso y se mezclan rickshaws con hombres y mujeres a pie. Las mujeres nos llaman especialmente la atención: casi todas llevan flores blancas en el pelo. Más tarde, al observarlas y olerlas de cerca, aprenderemos que se llaman chameli, que quiere decir jazmín, y que las trenzan a mano y las colocan en el pelo cada día para perfumarse. Ciudad india, ciudad blanca Lo primero que nos cuentan al llegar es que la actividad y principales atracciones de la ciudad se encuentran concentradas en dos partes bien diferenciadas: Heritage Town (o la parte india) y White Town (o la ciudad blanca, la parte francesa). Nuestra visita comienza por la concurrida Nehru Street, en la parte india de la ciudad. Se trata de una de las calles comerciales de Pondicherry por excelencia, y es que en ella se puede encontrar prácticamente de todo: tiendas internacionales, pequeños comercios de ropa y accesorios, tiendas de recuerdos o de artesanía... Los días de mercado, los puestos ambulantes invaden las aceras y compradores, vendedores y curiosos se mezclan en un ambiente colorido y perfumado a la par que ruidoso. Descendemos la calle poco a poco, mirando en los puestos, regateando con los vendedores, y al final acabamos comprando algunos recuerdos para nuestros familiares y amigos. Casi llegando al final de la calle se encuentra uno de los muchos tesoros que esconde la ciudad: el templo Arulmigu Manakula Vinayagar. Construido antes de la ocupación francesa, se amenazó con destruirlo en varias ocasiones pero al final las protestas de los hindúes consiguieron salvarlo. Hoy es un lugar de peregrinación que atrae a partes iguales a locales, turistas indios y turistas extranjeros, que se maravillan cuando llegan ante la enorme puerta de entrada. Unas mujeres trenzan flores en el suelo mientras un hombre pide a los fieles que dejen sus zapatos antes de pasar al interior. Si bien la parte exterior del edificio no se aprecia realmente por los carteles y el gentío que lo cubren, lo que sí que nos deja sin habla es el interior. El color dorado predomina y las paredes están cubiertas de cuadros con trabajadas figuras de las diferentes encarnaciones de Ganesha, pues el templo está dedicado a él. De hecho, la estrella del lugar no es otra que Lakshmi, la enorme elefanta que, decorada y entrenada, sale por las tardes a bendecir con su trompa a cambio de unas rupias... DESTINO LA INDIA Enero-Febrero 2016 45 DESTINO La herencia francesa se lee en las placas de las calles y en la arquitectura de las iglesias, pero el nombre indio de Puducherry aparece en la puerta de entrada de la ciudad 46 Enero-Febrero 2016 DESTINO LA INDIA DESTINO Al salir del templo, sólo unas calles nos separan del cuidado paseo marítimo que bordea la ciudad. Cuando llegamos, el aire marino nos golpea y nos trae diferentes olores que sólo podemos apreciar en la India. Mientras algunos niños juegan y parejas, familias y grupos de amigos toman el sol y pasean, nosotros giramos hacia la derecha para dirigirnos a la estatua de Mahatma Gandhi. Ubicada en la promenade (el paseo en francés), la estatua de cuatro metros surge de una estructura piramidal y está rodeada por ocho pilares de granito del siglo XVII. Justo enfrente también hay una estatua de Jawaharlal Nehru, por su parte rodeada por cuatro pilares iguales. Un agradable paseo por el muelle nos lleva directamente a la Ville Blanche, o la parte francesa de la ciudad. Aquí las placas con los nombres de las calles nos recuerdan a Francia y sus “Rue de...”, los edificios tienen un estilo europeo y muchos establecimientos son propiedad de franceses que se han instalado aquí para disfrutar del clima y el buen vivir que respira la ciudad. Así, en esta parte de no es raro poder degustar un plato típico francés mientras en la mesa de al lado una familia india disfruta de unas dosas (tortillas o crêpe típica del sur de la India, rellena de patata, cebolla y especias y servida con salsas para acompañar). También observamos que muchos establecimientos sirven desayunos occidentales, con zumo de naranja y la típica baguette. Es cierto que las calles tienen un aspecto diferente, pero conservan aun así ese encanto único que sólo puede proporcionar la mezcla de culturas y tradiciones a lo largo de los siglos. Mamallapuram Se acerca el momento de despedirnos del sol y el calor del sur, pero no queremos irnos sin conocer otro de los enclaves turísticos más famosos: Mamallapuram. Situado a unos 100 kilómetros de Pondicherry y unos 65 de Chennai, es un destino de preferencia para escaparse un fin de semana de la gran ciudad y disfrutar de la playa y el ambiente de pueblo que reina aquí. Para hospedarse se puede elegir entre los hoteles estándar, situados en el centro o las afueras, o bien alguno de los complejos a pie de playa, que suelen disponer de piscina privada, varios restaurantes y servicios de spa. Todos tienen precios muy competitivos, así que ¿por qué no darse un El Templo de la Orilla en Mamallapuram capricho? No hay nada mejor para olvidarse del ritmo frenético y el tráfico de la ciudad que zambullirse de buena mañana en la enorme piscina que nos saluda justo al abrir la puerta de la habitación... Sin embargo, este pueblo no es sólo mar, ocio y buena comida... También alberga uno de los sitios arqueológicos más importantes del sur de la India: el Templo de la Orilla. En Mamallapuram, también llamada Mahabalipuram, todo está cerca y las distancias se pueden recorrer a pie fácilmente. También se pueden alquilar bicicletas para uno o varios días, pero nosotros optamos por desplazarnos en rickshaw de un lugar a otro. Se puede tomar uno diferente para cada trayecto, pero lo más normal es que el propio conductor proponga una tarifa especial para acompañarnos durante todas las visitas. Cuando llegamos no hay demasiada gente, comprar la entrada es fácil y rápido, y descubrimos que además sirve para el resto de lugares de interés que conforman la atracción arquitectónica de esta aldea, como los Cinco Rathas (carros) o Thirukadalmallai, un templo dedicado a Visnú. Todos forman el conjunto de monumentos del pueblo nombrado Patrimonio de la Unesco. Una bonita explanada nos conduce hacia el templo que, como su nombre bien indica, se encuentra situado en la propia orilla del mar. Compuesto por tres santuarios dedicados a Shiva y, de nuevo, Visnú, el templo fue construido entre los años 700 y 728 d. C. y es una maravilla de cinco pisos hecha de granito grabad con mucha precisión. Para acabar bien este día con sabor a vacaciones, nuestro conductor nos deja en la entrada de la calle principal del pueblo: Othavadai Street. Como ocurre en muchas calles comerciales de pequeños pueblos, los comerciantes nos invitan a entrar en sus tiendas, observar y tocar sus productos, e intentan convencernos para que compremos de todo, desde unas sandalias de cuero hechas a mano hasta un bañador, pasando por una reproducción de un templo en miniatura u objetos de piedra. Las tiendas se mezclan con bares y restaurantes que se van llenando de gente a medida que cae la noche. Los fogones empiezan a cocinar el pescado fresco del día, las guirnaldas iluminan las ventanas y las risas de los niños se confunden con las conversaciones de los adultos. Sentados en una de las terrazas con vistas a la Bahía de Bengala, pedimos un refrescante lassi (bebida a base de yogur) y nos disponemos a disfrutar de la cálida noche que nos regala este pueblo pesquero. n Capital Otras ciudades Chennai Mamallapuram TAMIL NADU Pondicherry Swamimalai Munnar Chettinadu Cómo llegar Por aire El aeropuerto más cercano es el de Chennai, situado a unos 155 kilómetros de Pondicherry. Hay muchos vuelos nacionales que conectan con las ciudades más importantes del país. Por carretera Se puede acceder fácilmente por carretera, ya sea en taxi privado desde otro lugar del sur de la India o el aeropuerto, o por autobús. En tren Hay varios trenes que conectan Pondicherry con otras grandes ciudades de la India, aunque el viaje es largo y puede resultar pesado. Dónde hospedarse Existen infinidad de opciones en Pondicherry, desde hoteles de lujo a otros más económicos, pasando por las conocidas casas de huéspedes. Los establecimientos situados en la Ciudad blanca suelen ser más caros, por lo que una buena idea puede ser reservar un alojamiento menos céntrico y tomar un rickshaw. Durante la temporada alta (octubre-noviembre) los precios aumentan y los hoteles suelen estar llenos. DESTINO LA INDIA Enero-Febrero 2016 47