Guia Maternal

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GUÍA DE PADRES
EDUCANDO CON AMOR
MATERNAL
Prevención primaria de adicciones
Eduardo Aguilar Kubli
PROTEGIDO POR LA LEY DE DERECHOS DE AUTOR
PROHIBIDA SU REPRODUCCION PARCIAL O TOTAL POR CUALQUIER MEDIO
INTRODUCCIÓN
Calidad humana, la primera de todas
Bienvenido, bienvenida, estimado padre de familia, tutor o encargado de la educación
de los niños en el hogar. El nacimiento de los niños (genérico de niñas y niños, así
para toda la guía) brinda una gran oportunidad no sólo para darles las condiciones
más prometedoras para su desarrollo integral, sino también para lograr la importante
meta de crecer todos juntos. La presente guía integrará el ejercicio de la calidad
humana para todos los involucrados en la educación. Gracias al milagro de tener un
hijo, ¡todos a crecer!
El ejercicio de la calidad humana es algo realmente significativo que podemos hacer
en la vida. No es un estado rígido al que llegamos sino una tarea diaria y permanente
de mejora en el amor, el equilibrio y el entendimiento, como estrellas que siempre
querremos alcanzar, algo que es clave intentar una y otra vez. Para ello necesitamos
aprender, escuchar, practicar, conocer e implementar lo mejor de nosotros mismos, y
la guía le proporcionará las bases para lograrlo en este grado de maternal.
Recuerdo el caso de una niña (de apenas dos años de edad), cuya mamá era muy
hábil para vestirla y arreglarla impecablemente, llamaba la atención la hermosura de
su peinado y su ropa. Sin embargo, cuando mostró cambios de comportamiento
relacionados con el nacimiento de su nueva hermanita, la mamá no supo manejarlos
y, desesperada por su desobediencia y berrinches, empezó a tratarla mal. La
“etiquetaba” por cualquier falla que tenía: si se hacía pipí, de inmediato era la
“cochina”, si insistía demasiado en algo era “terca”, si lloraba era “llorona”… Poco
tiempo después ya la referencia verbal continua de la mamá se convirtió en una serie
de calificativos negativos a su personita. Yo me preguntaba… ¿de qué sirve tanto
arreglo personal y limpieza a su hija si continuamente ensucia su alma, con
invitaciones sucesivas a sentirse mal con ella misma por actuar como actúa e incluso
ir aprendiendo a rechazarse (baja autoestima)? Yo, como psicólogo, preferiría verla
con ropas algo manchadas y despeinada, pero al mismo tiempo con una brillante
alegría de sentirse bella en su interior, aceptada y feliz.
¡¿Cómo, si la niña se está portando “mal”?!, podría preguntarme, amable padre o
madre. Esto lo admito, en efecto, las acciones de la niña ante la nueva hermanita son
indeseables, inadecuadas e incorrectas pero –aquí viene el punto crítico– la niña (o,
en su caso, todos los niños del mundo), puede ser corregida por las acciones
inapropiadas en que incurre y a la vez, puede mantener una “brillante alegría” y salud
mental y emocional si conducimos de manera adecuada la evolución y el desarrollo
de sus comportamientos. ¿Sabemos hacerlo? En parte sí y en parte no, hay que
aprender y mejorar, es el caso de todos. Bella oportunidad de crecer gracias a ellos.
No tenemos todas las respuestas, pero sí la actitud segura de emprender con amor y
entereza el camino.
El ejercicio de la calidad humana, decíamos, requiere realizar actos de amor (primera
estrella de la calidad humana por alcanzar), “actos de bien” (un acto de bien impacta
favorablemente y de inmediato la salud, la felicidad y el rendimiento positivo) para
nosotros y para los demás.
También busca el entendimiento (segunda estrella de la calidad humana) de los
procesos por los que atraviesan las cosas; al igual que el analista científico que no
juzga, es imparcial, no condena, abunda en razones para llegar a cambiarlas y
mejorarlas. Los niños actúan por razones naturales dadas sus necesidades, no por
“maldad intrínseca y perversa”. El niño llora. Punto. ¿Qué necesidades hay que
atender? Punto. ¿Recuerda a la mamá que tiene una hija muy bien vestida y arreglada
pero a quien constantemente regaña y asigna calificativos negativos? Pues bien, el
ejercicio de la calidad humana nos obliga a entender qué le ocurre. Es indudable que
ella quiere a su hija, pero la invade la desesperación porque ante la llegada de su
segunda hija, la “mayor” ha empezado a llamar la atención vía comportamientos
destructivos; en efecto, se queja más, llora más y hasta cuando juega con su
hermanita, la mamá tiene que vigilarlas para que no la pellizque o le tuerza un bracito
como una agresión directa a la bebé. Súmele usted que la señora no tiene mucho
apoyo del marido quien trabaja hasta altas horas de la noche y llega cansado y
distante, por lo que platican poco. Su esfuerzo es notable; además, ella también
trabaja de tiempo parcial. Todo esto crea la “tormenta perfecta” para que las
frecuencias de interacciones negativas aumenten y salgan perjudicados todos.
No se trata de encontrar a los culpables, sino de entender qué es lo que ocurre y qué
podemos hacer para establecer un equilibrio (la tercera estrella de la calidad
humana). Este último proceso debe hacer las regulaciones necesarias para que el
amor que se tiene como intención realmente regrese en amor para todos sus
miembros, no en dolor. Al responder a la necesidad con efectividad, la paz
regresa.
Ejercer la calidad humana no es un enfoque para “portarse bien” sino para ser más
eficaz e inteligente. Todo lo que se desvía del camino a estas tres estrellas indicadas
es lo que nos hace pagar facturas enormes y costosas. Retomar el rumbo del amor es
lo más sabio, capaz, inteligente y beneficioso que existe, ¿conoces otro camino
mejor?
¿Cómo hacer todo esto para todos en casa? ¿Cómo se fortalecerá con las actividades
realizadas en el colegio o institución educativa? Veamos un plan de trabajo.
FUNCIONES Y OBJETIVOS DE LA GUÍA PARA PADRES
Conviene que dotemos, si es que educamos integralmente, a cada uno de nuestros
niños en la escuela y en casa de todo el equipo de competencias sociales para que
alcancen el máximo de expresividad, comunicación, satisfacción y eficacia en su ser
con el otro.
Jeka
La guía de padres es un esfuerzo para que usted ejerza la calidad humana muchas
veces y suba escalones en un infinito ascenso de satisfacciones que nunca acaba. Su
objetivo es acompañarle en:
1. Apoyar y fortalecer las competencias sociales que oportunamente se
trabajarán en la escuela.
A esta sección la llamaremos “enlace con la escuela”.
2. Revisar sus propios hábitos educativos como padres de tal manera que
puedan sentirse cada vez más efectivos y seguros en su noble y
significativa misión.
A esta sección la llamaremos “escuela de padres”.
Nota: el sistema Kubli prevé que además cuente usted con artículos,
conferencias de audio sobre temas de interés para la educación a los hijos
(valores, actitudes y calidad humana en familia). Con sólo visitar la página
www.kubli.mx usted podrá tener acceso gratuito a este material.
3. Ejercer la calidad humana en el hogar.
A esta sección la llamaremos “calidad humana, la primera de todas”.
4. Evaluar la experiencia continua como papás.
A esta sección la llamaremos “evaluación de los avances”.
AÑOS CLAVE
Nota: leer antes de empezar las unidades
Los primeros años de la vida del niño y de nosotros como sus educadores son clave
para lo que se cosechará ahora y después. Decir clave no significa alguna fatalidad
que implique dejarlos marcados para siempre, necesariamente, o cosa por el estilo;
errores seguiremos cometiendo y en el esfuerzo por crecer en el amor, el
entendimiento y el equilibrio nunca alcanzaremos estados perfectos, pero sí avances,
los cuales a veces, por pequeños que parezcan, son de un enorme valor. Todos los
años de convivencia con nuestros hijos son importantes, todos son “clave” y en todos
hay oportunidades hermosas de construir. El pasado no debe ser el fantasma del
presente. Los infortunios existen, pero la voluntad de luchar debe persistir.
Maternal es un gran foro (aunque no el único), para iniciar con el pie derecho una
educación que logre lo más importante. En el sistema Kubli daremos pasos
fundamentales en este nivel que se sumarán a muchas competencias sociales y de
inteligencia emocional a lo largo de los siguientes años y ciclos escolares. Ustedes,
como padre y madre de familia, podrán trabajar más de mil conceptos y prácticas en
casa que les llevarán a multiplicar por miles las oportunidades de corregir o prevenir
situaciones familiares que destruyen emocionalmente a cada miembro de la familia.
Así se evitarán daños dolorosos de comportamientos o hábitos mal formados, y se
fortalecerán los valores y las virtudes más sensibles que llevan a un pleno desarrollo
armónico y feliz.
La “felicidad se trabaja”, dice un escritor de reconocida autoridad como investigador en
esta área y a mi me gustaría subrayar que, cuanto más se trabaje en ella, más
felicidad se encuentra. Todos tenemos mucho que hacer, corregir, cuidar, mantener,
preservar y cambiar para ejercer la noble tarea de la calidad humana. No hay exentos.
Por último, muchos papás se preguntan: ¿cómo saber cómo voy en la educación de
mis hijos? ¿Tengo que esperar 20 años para enterarme de si lo hice bien o mal?
¿Puedo saberlo con certeza el día de hoy?…
Sí podemos contestar estas preguntas y hacerlo de una manera concisa y práctica.
Hay tres esferas por revisar cada día en el cumplimiento de su labor como padre de
familia. No hay orden de importancia y una influye a las demás y viceversa.
• Primera esfera: la salud. ¿Lo que hice por él y para él lo beneficia y aumenta
su buena salud? Respuesta afirmativa… ¡puntos para usted!
Salud implica vacunas, nutrición, paz emocional, seguridad física, limpieza,
respeto, cordialidad. La salud debe contemplarse integralmente.
• Segunda esfera: la felicidad. ¿Lo que hice por él hoy beneficia su felicidad?
Respuesta afirmativa… ¡puntos para usted!
Felicidad no es el consumo inmediato de cosas. Tenemos que velar por los
aprendizajes que sostienen la dicha en el mediano y el largo plazos. También
hay que definir un concepto lo más cercano posible a una “felicidad integral”;
esto quiere decir trabajar la mente, el espíritu, los pensamientos, los
sentimientos y las acciones sociales y la comunicación, analizando con la
mayor conciencia y sabiduría posibles cuáles son las mejores opciones en un
marco de valores universales y respeto a los derechos humanos, entre muchos
temas más. Además, no olvidar que felicidad y salud tienen mucho que ver,
una sonrisa relaja los músculos y ablanda el estrés.
• Tercera esfera: el rendimiento. ¿Lo que hice hoy por él beneficia su
rendimiento, beneficia el desarrollo de su talento? Respuesta afirmativa…
¡puntos para usted!
El rendimiento tiene que ver con la salud y la felicidad. No podemos beneficiar
ninguna esfera a costa de hacer sufrir las otras, porque todo resulta afectado.
Si perdemos el equilibrio en la búsqueda de un desarrollo de talento
desmedido, esclavizamos a la persona a ser un medio para servir el fin del
“virtuosismo” que se respalda en amargas emociones y afectaciones a la salud.
Vemos de manera frecuente cómo la pérdida de equilibrio, por ejemplo, en las
exigencias en el trabajo, hace que muchos ejecutivos o empleados sufran
problemas cardiovasculares a temprana edad; talentosos sí, moribundos
también… ¿Qué faltó aquí? El razonable y en muchas ocasiones difícil acto de
saber equilibrar… no se cumplió con una de las estrellas de la calidad humana
por lo menos. No se ejerció correctamente. El ser humano no es esclavo,
aunque sí sabe esclavizarse o esclavizar.
Rendimiento implica que los papás tengamos destrezas en lo que es motivar,
disciplinar, modelar y moldear el comportamiento, que sepamos cómo formar
hábitos, estructura y orden en casa, reglas que fomenten la productividad y la
sana competencia, conocer el autocontrol, medir los resultados y plantear los
retos, y todo lo que influye, en pocas palabras, en aprovechar lo mejor del
talento. Autoridad reflexiva y racional es la respuesta (después analizaremos
el significado de este término).
La guía de maternal le llevará a muchas experiencias y sencillos viajes para que usted
crezca en su eficacia como padre o madre, brinde salud, felicidad y desarrolle el
talento de sus hijos en el área de la psicología positiva, fomente las virtudes y talentos,
las emociones sanas y las mentalidades optimistas y resistentes. Por todo ello,
¡bienvenido, más que bienvenido!
OBJETIVO GENERAL DEL MÓDULO
Dar la bienvenida a nuestros hijos a una educación emocional inteligente, formando y
fortaleciendo en ellos competencias sociales concretas que les abrirán las puertas de
una relación confortable y segura con el mundo y con los demás. Al mismo tiempo,
fortalecer las configuraciones educativas de los padres para que esta meta se
consolide y pueda expandirse aún más. Se iniciará el ejercicio de la calidad
humana en la escuela y en la familia.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Se trabajarán unidad por unidad y éstos estarán enlazados con lo que se trabaja en la
institución educativa.
UNIDAD 1
MICO SE VUELVE INVISIBLE
OBJETIVO ESPECÍFICO
Que los niños desarrollen y fortalezcan la competencia de saludar en un entorno de
seguridad, confianza, aceptación y afecto.
FUNDAMENTACIÓN
Las habilidades sociales o interpersonales son aquellas que nos llevan a buenos
resultados y a la satisfacción, son clave para el éxito personal y social, la felicidad y la
salud mental y física (una persona que no sabe comunicarse sufrirá muchas más
tensiones y malestares físicos). También impacta el rendimiento y el desarrollo del
talento, favoreciéndolos o no (sólo piense en el miedo a hablar en público). La
American Psychological Association define la competencia social como “un conjunto
de habilidades aprendidas que permiten al individuo interactuar de manera
competente y apropiada en un contexto social dado”.
Por consiguiente, las habilidades sociales son como una carta de presentación,
reflejarán lo que usted es, su mirada, su tono de voz, su postura y sus movimientos, y
le abrirán muchas puertas felices si son efectivas o competentes.
En un sentido más profundo las competencias sociales son los “hilos dorados” del
encuentro entre las almas, lo que beneficia el espíritu, su impulso, su desarrollo, su
alegría profunda e insustituible, su sentido de ser. Por ello son tan esenciales y, junto
con la revisión del módulo, está usted también invitado a revisar sus conductas
sociales de comunicación para mejorar cualquier oportunidad que encuentre. Es
mucho más importante de lo que parece a simple vista. Una buena comunicación
familiar es saludable en lo interior, y “lubrica” la unión y permanencia satisfactoria en
todas las áreas.
ENLACE CON LA ESCUELA
La educadora narró a los niños el cuento “Mico se vuelve invisible”.
MICO SE VUELVE INVISIBLE
Un buen día, al salir del colegio, Tatatú, el patito, y Mico, el mono, regresaron a sus
casas.
Mico, que era bastante travieso, llegó a la casa de Tatatú y en cuanto Mapata abrió,
entró corriendo sin decir nada.
—Hola, Tatatú —dijo Mapata.
—Hola, mami —respondió Tatatú.
Mico observó que Mapata no le hacía caso. De inmediato se preocupó, miró sus
manos, sus pies y corrió al baño a mirarse al espejo.
—¿Qué pasa? —preguntó Tatatú.
—¡Creo que me volví invisible! ¡Tu mamá parece no verme! A veces, mis otros amigos
tampoco me ven.
De repente, Mapata se dirigió a Mico y le dijo:
—¡Hola, Mico!
Mico sólo movió la cabeza en señal de saludo.
—¿No me contestas nada? —preguntó Mapata—. ¿Por qué no me saludas?
—Sí la saludé, señora —respondió, sorprendido, Mico, el mono.
—Mover la cabeza no significa responder. Tienes que decirlo en voz alta para que la
gente sepa que estás saludando —continuó diciendo Mapata.
—¿Eso significa que le tengo que decir hola?— preguntó Mico.
—¡Claro! —respondió Tatatú— A lo mejor por eso a veces tus amigos parecen no
verte y es porque no los saludas. Cuando yo me encuentro a las personas por la calle
siempre les digo hola. Ellos a cambio me regalan una sonrisa y es bonito ver que las
personas te sonríen.
—¿De verdad? —preguntó Mico.
—¡Sí! —contestó Tatatú— Probemos con tus amigos, tal vez ahora sí te vean.
Caminaron hacia el parque donde jugaban los amigos de Mico y de Tatatú.
—¡Hola, amigos! —gritó Mico.
De repente, como por arte de magia, todos dejaron de jugar, voltearon y miraron a
Mico. En un dos por tres se acercaron a él y lo saludaron con risas y palmaditas en la
espalda.
—¡Hola, Mico!, ¡qué gusto verte!, ¡ven a jugar con nosotros! —dijeron casi a coro
todos sus amigos.
Mico miró feliz a Tatatú y dijo:
—¡Ya no soy invisible! Cuando saludo, ¡todos pueden verme!
El gato, desde su árbol, los observó, relamió sus bigotes, se estiró y expresó:
—Estos amigos míos hoy aprendieron la importancia de decir hola.
Actividades de enlace de la escuela con la casa
1. Narre a su pequeño(a) la historia de nuevo y muéstrele el dibujo de la página 7.
Aplique el “hola” y dé versiones del mismo, con sonrisa y contacto visual. Por
ejemplo: hola, moviendo la mano, hola con “saludo de mano” y hola, inclinando
la cabeza, “estilo japonés”. Puede jugar con el hola sí, es decir, cómo se deber
dar el hola (viendo a los ojos y sonriendo) y el hola no (viendo a otro lado y con
el cejo fruncido). Haga ver que todos queremos el hola sí. Procure que la
sesión sea divertida y dinámica.
2. Canten la canción “Hola” juntos y jueguen con mímica. En la letra, lo que está
con letra destacada es para que los papás lo canten y modelen* al mismo
tiempo, con buena expresión facial y contacto visual (deberán hacerlo como
piensan que es lo correcto y pondrán en ese momento el ejemplo).
* Modelar significa poner la muestra adecuada para ser observado o, en un
momento dado, imitado.
Hola
José María Frías
Hola. La la la la.
Hola. La la la la.
Hola. La la la la.
La la la.
Hola, hola, ¿cómo estás?
Hola, hola, ¿qué tal?
Hola, hola, ¿cómo te va?
Hola, hola, ¡qué gusto me da!
Hay una palabra que si la utilizas
las demás personas te conocerán.
Chicos y grandotes, si no los conoces,
con este saludo amigos serán.
Hola, hola, ¿cómo estás?...
Hola. La la la la.
Hola. La la la la.
Hola. La la la la.
La la la.
Con este saludo perderás el miedo,
y te acercarás a todos los demás.
Una gran sonrisa, estrechar las manos
y un montón de amigos nuevos
tú tendrás.
Hola, hola, ¿cómo estás?...
Hola, hola, ¿cómo estás?...
3. Fortalezca dando su aprobación y beneplácito cuando los niños digan hola o
saluden adecuadamente. Sin embargo, no es conveniente forzarlos de ninguna
manera ya que pueden sentir temor o bien distraerse dado el carácter
novedoso de la experiencia. Éste deberá ser un proceso gradual, pero no
pierda la oportunidad de remarcarlo con su ejemplo. Por las mañanas, busque
que haya momentos tiernos, alegres y oportunos al abrir el primer contacto; de
ser posible, acompáñelo con música y algarabía, como dando la “bienvenida al
día”. Al encontrarse en el día, salúdense cálidamente también; el contacto
visual, la sonrisa y la atención no dividida son siempre importantes, como lo es
que ellos lo vean por parte de papá hacia mamá y viceversa (si viven juntos).
Que sea como una “regla de la casa”: aquí nos saludamos cálidamente.
¿Quiénes? ¡Todos!
4. No se limite a las sugerencias, dé rienda suelta a su creatividad. Puede realizar
algunos ejercicios adicionales para reforzar la unidad. Al abundar en
experiencias sociales agradables hacemos mucho más y, a la vez, se
beneficiará a los niños, como con el sentido del disfrute por el colegio y la casa,
los libros, las lecturas, la música, la amistad, etc. Juegue, sonría y diviértase.
Recientemente leí que un niño o una niña de esa edad sonríe de 200 a 300
veces al día, en tanto que un adulto mayor sólo lo hace de tres a cinco veces, y
eso ¡contando la sonrisa obligada que se tiene que usar para lavarse los
dientes! No hay tiempo para “trompudos” (lo digo de broma), sus pequeños
también son “modelos” para usted, y hay que aumentar la frecuencia de la
sonrisa como nos dan el ejemplo.
ESCUELA DE PADRES
Como señalé, el propósito de esta sección es darle recomendaciones y profundizar en
los temas de cada unidad, aprovechando la oportunidad para revisar las propias
actitudes educativas con los hijos y/o ampliar las perspectivas del tema para alcanzar
una visión más amplia y precisa de un plan educativo a corto, mediano y largo plazos.
Para esta unidad vale la pena comentar lo siguiente.
Sus hijos inician el desarrollo de habilidades interpersonales que definirán la calidad
con la que podrán relacionarse en el mundo. Hay que tomar en cuenta que de ahora
en adelante este tema es fundamental. Sus hijos deben sentirse libres para expresar
lo que desean, pero usted tendrá que conducirlos para que siempre lo hagan en un
marco de respecto a los derechos humanos. Es posible expresar lo que se desea sin
ofender y ésta es una llamada para usted en el sentido de que si incurre en agresiones
verbales, ofensas y sarcasmos, encuentre una opción para opinar positivamente. La
buena noticia es que esto sí puede lograrse, no tiene por qué posponer el aprendizaje.
El desarrollo de las competencias sociales requiere un clima familiar de respeto
profundo y aplicación de los valores humanos universales en casa. La regla de la
casa, la cual se aplica a todos, debe decir algo como: “En esta casa todos tenemos
derecho a expresarnos, la responsabilidad de hacerlo adecuadamente y la obligación
de respetar las expresiones de los demás”.
Usted puede quedarse callado y guardarse las cosas hasta explotar (inadecuado),
puede expresar su enojo ofendiendo (inadecuado), o puede no guardarse las cosas y
decir lo que siente pero sin ofender. Diga la acción que no le gustó y lo que desea, no
entre en definiciones de la persona en toda suerte de desprecios o humillaciones.
Por ejemplo, “Cuando dijiste en la reunión que yo era…, no me gustó y te pido que no
lo hagas de nuevo” (adecuado) vs “¡Ya lo sabemos! ¡Eres un x… y… z…! ¡¿Cómo vas
a enseñar a tus hijos a hablar si tú no sabes hacerlo en momentos críticos e
importantes?!” Si los papás que me leen creen que aquí hay algo para mejorar, qué
bueno, háganlo; ustedes deben ser capaces de mostrar competencias sociales
adultas, de expresarse afirmativamente y manejar los conflictos de manera positiva. Lo
invito a que ese “hola” que le enseña y fortalece en sus hijos sea un “Hola, te saludo
para que aproveches la oportunidad de mejorar tus propias competencias, saludemos
de nuevo la ventaja de hacerlo”. Si esto se realiza a tiempo, el valor preventivo y la
cosecha de sanos frutos serán muy benéficos para todos. Quien no lo hace, con el
paso de tres o cuatro años encontrará que su hijo(a) sólo tiene problemas sociales
hasta graves en la escuela y con los amigos, con todo el sufrimiento que eso implica
para ellos y para usted. Y no hablo de la adolescencia todavía… lo sostengo por mis
treinta años de experiencia de ver estas situaciones; además, miles de reportes de
investigación subrayan estas historias como efecto obligado de no arreglar las cosas a
tiempo, en este caso la comunicación.
La unidad “Hola” de maternal es también la unidad “Hola” de los padres. En este plan
de calidad humana, ¡ustedes se irán graduando con sus hijos! Recomiendo leer y
aprender a fondo sobre el tema de “asertividad” o entrenamiento afirmativo.
La sección “Escuela de padres” no pretende agotar el tema en la primera unidad.
Caminaremos por los diferentes grados y ciclos escolares, es una tarea de muchos
ejercicios y posibilidades de sueños y satisfacciones cumplidos si hacemos lo correcto.
Por ahora sólo incluiré lo siguiente.
a) Festeje de manera amplia a su hijo cuando haga algo socialmente adecuado,
sea lo que sea, pero que usted considere que es “competente” en el aspecto
social. Hay cosas muy graciosas que ganan el aplauso de los demás, qué
bueno y feliz es que ocurra, y si es adecuado no dude en reconocérselo.
Queda de ahora en adelante y para siempre en la educación de sus hijos estar
atentos a los comportamientos sociales que tendrán para que usted los
encamine o elimine. Deje pasar adelante los comportamientos que reflejan
respeto, cordialidad y oportunidad (expresiones de la mejor forma, en el lugar y
momento adecuados) y contenga con un muro las formas de abuso o agresión.
Si sus hijos no han aprendido a defenderse o decir con seguridad lo que
piensan y sienten por timidez o debilidad, dé la fortaleza para que poco a poco
lo logren y ganen en aplomo. Esto es crucial en la vida de sus hijos.
b) Ignore cualquier comportamiento social que no cumpla con los requisitos de
competencia social. Por ejemplo, si le dice un “apodo” a su hermanito, que no
haya risa ni expresión facial de parte de los papás. Pero si al rato ya llama muy
bien a su hermanito, por su nombre, préstenle mucha atención y felicítenlo,
aplaudiéndole la manera adecuada de haberlo dicho. A veces dirá palabras o
términos groseros o agresivos, lo que causa risa por su edad y pequeñez; si
esto se repite puede llevarlos a consolidar una manera errónea de relación y
aún más, esto puede agravarse, en cuyo caso es necesario hacer algo más.
Por ejemplo, “no digas eso, y si lo haces dejas de pintar o hacer X que te
gusta”, “si lo dices bien (pueden ponerle el modelo de cómo hacerlo), entonces,
hacemos algo que te gusta, por ejemplo, te leo un cuento o pongo una estrellita
en tu pizarrón y te aplaudimos. También puedes jugar con tu carrito, que está
detenido hasta que lo hagas bien”. Las reglas de este tipo son muy funcionales
y obedecen a un principio disciplinario bien demostrado por los estudios:
primero el esfuerzo adecuado y luego el reconocimiento o la motivación o la
consecuencia positiva; si no ocurre o se realiza lo inadecuado, se ignora si es
suficiente con eso o se pierde un privilegio por ese momento, por ejemplo, se
deja de jugar con el juguete. Después veremos más a fondo lo que implica la
disciplina efectiva y positiva.
c) Para sus hijos el “hola más importante” es el de sus papás. No se preocupen si
algún hola no es respondido adecuadamente por quien lo recibe, ya sea
porque lo ignora, es indiferente o incluso ni siquiera le responde. Pero donde
debe tener todo el escenario con luces encendidas es cuando ese hola que los
papás le manifiestan está lleno de amor, aceptación, calidez, alegría. En este
sentido el hola significa algo mucho más profundo, es un mensaje que dice
“hola, me presento a ti y te digo que… bienvenido a la vida con todo mi amor,
es una alegría infinita tenerte, la plenitud para mí, siento agradecimiento hacia
ti por tu presencia, festejo a la vida, a la que anticipamos una bella melodía…
aquí estoy para ti, total, pleno y feliz… ¡hola!”
Puede realizar este experimento: al decirle hola a su hijo(a), llénese de las más
bellas y profundas ideas de que ese pequeño(a) esté con usted y sintiendo
cada palabra dígale ¡hola!
Anote sus pensamientos para decir hola:
____________________________________________________________
____________________________________________________________
¡Diga hola!
Ese hola marca la diferencia de los millones de saludos comunes y cotidianos como
éste que van pasando por ahí. Y no será jamás olvidado. Maternal es nuestro
momento… Aunque sus hijos sean de mayor edad, eso no importa, salúdelos con un
buen hola; hasta un joven siente que ese gesto suyo es positivo, hágalo siempre que
pueda con todos sus hijos y se sorprenderá. Los hijos nunca se llenan del amor que
sus papás (o adultos que los representan) les dan, y el beneficio siempre será noble y
superior a la poca expresión.
CALIDAD HUMANA, LA PRIMERA DE TODAS
En esta sección de cada unidad aprovecharemos para ampliar las opciones de “actos
de bien” (inteligentes) que conviene que estén presentes en el hogar como enlaces
para fortalecer el aprendizaje de la unidad y el tema en general.
Cuando señalo “actos de bien” me refiero a acciones concretas que contribuyan a las
tres variables de medición de nuestra efectividad en el trato con nuestros hijos; son
comportamientos de amor que benefician su salud, su felicidad y el desarrollo pleno de
su talento. ¿Qué podemos sugerir al respecto?
1. Vigile la paz en el hogar, la tranquilidad, que no existan estallidos
emocionales violentos, gritos, amenazas, etc. Un buen hola en la mañana es
parte del desayuno.
2. Privilegie la música, los cuentos, la alegría, los juegos. Es muy importante
que el padre (hombre), en especial, participe en juegos y cuente cuentos a los
niños, aunque sea en forma breve. Usted verá que si le da calidad plena,
digamos durante unos 15 minutos, o menos –no es necesario mayor tiempo–,
el mensaje afectivo habrá sido dado plenamente y con eso suele ser suficiente.
Lo digo porque a veces uno como papá se mentaliza en forma negativa
pensando que será cansado, afanoso y eterno dedicar ese tiempo a sus hijos,
por lo que tenderá a huir de ese “martirio”, cuando no es así. Es algo breve,
corto y feliz, y, además, proporcionará un gozo que no se repetirá fácilmente
con el paso del tiempo. Será el momento de llenar el círculo del amor que
dejará huellas preciosas e imborrables en la memoria feliz que quedará para
siempre.
3. Prepare muchas actividades sociales en las que sus hijos puedan
expresarse con libertad: que cuenten historias y hagan sus actuaciones,
aunque sean breves. El nombre del juego es “muchas oportunidades para que
sean ellos mismos en situaciones sociales y reciban la aprobación por sus
expresiones” .
4. De usted jamás debe salir una burla o crítica destructiva o comparación, eso
se acabó. Ya superamos la época de las amenazas (“si no te portas bien te va
a llevar el policía), o deberemos superarla (lo digo porque hace poco escuché
esta ancestral advertencia a un niño en el súper). Es el momento de dar mucha
aprobación a toda su expresividad, solamente conduciéndolo en la forma de
hacerlo, presentándole modelos de cómo hacerlo y jugando a darle las fuentes
del aprendizaje. Recuerde, la misión de largo plazo en relación con las
competencias sociales es que su hijo o hija logre el nivel máximo de su
expresión, una expresión adecuada, apropiada, satisfactoria, segura y
eficaz. Esto deberá lograrse, de manera gradual, a lo largo de los próximos 10
años. Estamos a tiempo.
5. No es el objetivo que su hija dependa de la aprobación y el aplauso de los
demás; como dice el refrán, “no soy monedita de oro”. Busque darle la
habilidad y ante los rechazos hágale ver que “eso no importa, yo te quiero y te
acepto y tu papá (mamá)…” (y dé la lista de todos los que lo aprecian).
Abrácela y asegúrele su aprobación. Por la edad, esto puede ser muy pasajero
y efímero, pero puede ocurrir y preocuparle bastante, sólo reafirme de modo
franco y pleno, y asunto arreglado. Al mismo tiempo, no permita
comportamientos que lo conduzcan al rechazo o hasta el peligro, como subirse
en los sillones del vecino, tomar objetos que no son suyos, entre otros. Si es
una infracción frecuente recurra a la regla disciplinaria: pérdida de privilegio por
el comportamiento indeseable y gran reconocimiento y privilegio por el
deseable.
6. No dude en consultar a los expertos sobre un asunto particular que le
preocupe. Ahora hay soluciones a muchos problemas con respecto a los
cuales antes no se sabía qué hacer.
Ejemplo
Maricruz, una niña de dos años y medio, no sigue algunas instrucciones de su
mamá y le ha dado por subir a lugares peligrosos y altos como la mesa o la
alacena o incluso arriba de un auto estacionado que busca escalar; ya ha
tenido uno que otro accidente. La mamá, para disminuir las acciones de este
tipo, lo que hizo fue lo siguiente: si le daba instrucciones de no subir y ella lo
hacía, de inmediato la retiraba del lugar, le decía que “no estaba bien subirse o
intentar hacerlo, que era peligroso” y la sentaba dos minutos en una silla para
que se calmara y “pensara” que eso no estaba correcto. Dos minutos después
volvía a la actividad normal; si obedecía y no se subía a cualquier lugar como lo
hacía, la mamá de inmediato la felicitaba y le daba lápices de colores y papel
para pintar algo divertido, cosa que a ella le encantaba hacer. Poco tiempo
después y con esa regla aplicada con consistencia, la querida Maricruz dejó de
buscar subirse a lugares peligrosos o, en otras palabras, aprendió a seguir las
instrucciones de su mamá o, como decimos, a “obedecer”. Esto mejoró el clima
en casa y además sirvió para que la niña empezara a seguir también otro tipo
de instrucciones.
EVALUACIÓN DE LOS AVANCES
UNIDAD 1
Fecha de inicio ___________
Fecha de terminación ___________
• ¿Qué mejoras de calidad humana realizamos en esta unidad?
a) En relación con el aprendizaje de nuestro hijo(a), ¿qué mejoró?
__________________________________________________________
b) En relación con el aprendizaje de nosotros como educadores ¿qué
mejoramos?
__________________________________________________________
c) Cómo se enriquecieron la felicidad en la familia, la salud, el desarrollo del
talento?
__________________________________________________________
• Conteste las preguntas siguientes escribiendo Sí o No en los paréntesis.
1. (
) Mi hija saluda con una sonrisa y contacto visual.
2. (
) Yo saludo a mi hijo con contacto visual y una sonrisa efusiva.
3. (
) Pienso que el hola es muy importante por todo lo que puede transmitir.
4. (
) Los adultos que convivimos en casa hemos mejorado en decirnos “hola” entre
nosotros.
5. (
) Sí se nota una diferencia positiva al decirnos “hola” cálidamente.
Resultados
Cuantas más respuestas positivas, mejor
5 respuestas negativas, regrese a la unidad
Firma de la madre, del padre o tutor:
Nombre del alumno(a):
Grado:
UNIDAD 2
LA LLEGADA DEL CIRCO
OBJETIVO ESPECÍFICO
Que los pequeños inicien y fortalezcan la capacidad de usar frases de “cortesía”, como
dar los buenos días, y que al mismo tiempo aprendan a considerarlas como una señal
de deseo, para sí mismo y el otro, de tener un día maravilloso, logrando el entusiasmo
por el día (tarde, noche) que empieza.
FUNDAMENTACIÓN
El tema de la “cortesía” es también esencial, encapsulado en esta ocasión en las
conocidas palabras “buenos días”. Con ellas abrimos un tema muy amplio dentro de
las competencias sociales para todo el resto de la educación de sus hijos que nunca
se agotará dado que siempre podremos aprender a ser más corteses con los demás;
es una habilidad compleja que bien desarrollada nos abrirá muchas puertas de éxito y
satisfacciones. Implica habilidades de empatía, comprensión, tolerancia, disposición,
mucho amor, calidez, prevención, anticipación, sensibilidad, observación, autocontrol,
por mencionar sólo unas cuantas. En consecuencia, “Bienvenida la familia a la
cortesía” como un punto de desarrollo pleno hacia una inteligencia y sabiduría social
que queda como reto para todos.
¡La cortesía es buena para la salud! Y… ¡la sabiduría no tiene edad!
En un sentido más profundo o simbólico, la cortesía es la envoltura social del amor
porque considera de manera permanente un yo-social, un yo-contigo, de modo que
juntos podamos tejer las redes de bondad que alimentarán la relación tan única y
especial que tenemos.
La “cortesía” es definida por la Real Academia Española como “demostración o acto
con que se manifiesta la atención, respeto o afecto que tiene alguien a otra persona”.
ENLACE CON LA ESCUELA
La educadora narró a los niños el cuento “La llegada del circo”.
LA LLEGADA DEL CIRCO
Una mañana todo el pueblo fue despertado con una alegre y rítmica música. Un
colorido camión circulaba lentamente por la calle y a su paso se oía:
—¡Sí, sí, sí, al circo vamos a ir! ¡Sí, sí, sí, el circo ya llegó! ¡Sí, sí, sí, nos vamos a
divertir!
Todos los niños corrieron a la calle para ver de cerca el camión y a sus tripulantes. Al
llegar a la calle se encontraron que dentro del camión venían feroces leones,
hermosas bailarinas y valientes domadores. En la entrada del camión se encontraba
un enorme y elegante elefante vestido de frac que, parado en medio de dos bocinas y
sosteniendo un micrófono, decía:
—¡Buenos días, niños y niñas! ¡Buenos días, amiguitos! ¡Buenos días, señor Sol! El
día ha llegado. Somos el Circo de la ilusión y estamos aquí para ofrecer magia, juegos
y diversión ¡Vengan, vengan!
Los niños corrieron muy contentos a casa de Tatatú para contarle la noticia. Al llegar
fue Ton, el ratón, el que tomó la palabra. Agarró una vara que estaba cerca como si
fuera micrófono y dijo con voz muy formal:
—¡Buenos días, Tatatú! ¡Buenos días, Analú! ¡Buenos días, señores! ¡Buenos
días, señor Sol! El circo ha llegado y viene a ofrecer sus mejores actos de magia,
acompáñenos.
Al ver esta actuación de Ton, el ratón, no pudieron parar de reír. Entre risa y risa Cata
comentó:
—Qué extraña forma de saludar, podrías decir hola y listo. ¡Ja, ja, ja!
—Claro, Cata, pero si decimos buenos días, buenas tardes o buenas noches
también estás enviando buenos deseos a los que te escuchan, ¿no crees? —contestó
muy convencido Ton, el ratón.
—¡Cierto, Ton!, no cabe duda de que, aunque seas un pequeño ratón, tienes grandes
ideas. De hoy en adelante usaré estas dos hermosas palabras: buenos días.
Ton, el ratón, expresó:
—Muy bien, Cata. Ahora, ¿qué les parece si organizamos una función de circo para
nuestras familias?
—¡Bravo! —gritaron todos con emoción.
Y sin más, se dispusieron a elaborar sus disfraces y a preparar la función del Circo de
Tatatú.
Actividades de enlace de la escuela con la casa
1. Narre a su pequeño(a) la historia de nuevo y muestre el dibujo de la página
13, sólo que ahora aplicará el “buenos días” agregando una palabra:
“buenos y maravillosos días”. Después pregúntele “¿por qué
maravillosos?” Y conteste usted misma “…maravillosos porque yo quiero
el mejor día para ti”. Así fortalecerá precisamente el aspecto de desear el
bien para el otro con toda intensidad.
Repita lo mismo con buenas tardes… “buenas y maravillosas tardes…”
“¿Por qué maravillosas?, porque yo quiero…”
Repita lo mismo con buenas noches… “buenas y maravillosas noches…”
“¿Por qué maravillosas?, porque yo quiero…”
Puede jugar un intercambio de manera que ellos expresen el concepto de
maravilloso. Jugando, pregunte “¿por qué maravilloso?...” y el pequeño(a)
contesta “porque quiero el mejor día para ti”, y aplauden, se regocijan y
festejan. Si ve que su hijo no puede articularlo bien no lo presione, debe ser
un juego placentero y fluido; de no ser así, limite el ejercicio a la primera
parte y ya en otra ocasión o con el tiempo puede retomarlo sin problema.
2. Disfruten escuchando y cantando juntos la canción “¡Buenos días!”,
actuándola con movimientos creativos y divertidos. Por ejemplo, si se trata
del sol, éste se puede señalar, o hacer con los dedos de una mano como
que algo brilla, o que se siente calor en la piel, o señalar la luz que entra en
la habitación, entre otros. Se festeja porque quiero algo cálido para ti, que
arrope tu corazón, que tengas siempre una ilusión.
¡Buenos días!
José María Frías
¡Buenos días!
Sale el Sol.
¡Buenos días!
Canto yo. (Bis)
Con la luz del Sol
el día empezó.
Siento el amor
a mi alrededor.
Y saludo a todo el mundo,
a papá y a mamá,
mi familia y mis amigos.
Todos los que quiero yo.
¡Buenos días!
Sale el Sol.
¡Buenos días!
Canto yo. (Bis)
Con la luz del Sol…
Y saludo a todo el mundo…
3. Use con frecuencia el buenos días, el buenas tardes, el buenas noches… y
haga de vez en cuando la pregunta “¿por qué buenos días?” y se responde
“porque quiero que tengas un maravilloso día…”
Puede jugar y hacer tres dibujos, uno que señale el sol correspondiente a
los buenos días, otro que represente la tarde (sol ya escondido) y otro que
represente la noche (luna). Saque uno de los dibujos y, de acuerdo con él,
se tiene que adivinar qué frase toca según el momento del día. Se puede
añadir el concepto “maravilloso”.
Como mencionamos, dé rienda suelta a su creatividad.
4. También aproveche el cultivo de la esperanza con frases como “¡buenos
días, hoy será un buen día!”, lo mismo con la tarde o con la noche. Si bien
nunca sabemos qué sucederá, estaremos listos para saborear o disfrutar
cualquier cosa buena que vendrá.
5. Aprecie y aplauda cuando sus hijos den adecuadamente un “buenos días”
(tardes, noches). Díganle efusivamente “gracias”.
ESCUELA DE PADRES
Detrás del concepto “buenos días” para los papás es bueno tomar en cuenta lo
siguiente.
1. Desear buenos días es un gran regalo de amor y de amor a la vida, es
algo que abre el día cotidiano y le da un buen sabor que siempre valdrá la
pena. Sin embargo, hay que considerar, por ejemplo, que temprano por la
mañana, al preparar a los niños para ir al colegio, algunos, por razones
biológicas y de temperamento, amanecen casi siempre como de malas,
con expresión de fastidio y de pocos amigos. Si alguno de sus pequeños
muestra este estado de ánimo lo recomendable es dejar que despierte
bien y no esperar que conteste con agrado por el momento un “buenos
días” que no debe ser insistente como para presionar un resultado o
respuesta. Ya que el niño(a) haya despertado bien, su ánimo haya
mejorado y haya desayunado algo, entonces sí se le puede dar un cálido
buenos días. Es importante respetar las diferencias individuales y únicas
de cada hijo, sus ritmos de respuesta y reacción, su estilo que, si bien es
moldeable, también tiene una buena base biológica y predeterminada por
factores hereditarios, por ejemplo, sueño pesado, sueño ligero, etc. Y,
desde luego, nunca hay que sancionarlo por ello o considerar que está
contra los papás. Todos tienen sus mejores momentos y es necesario
saber descubrirlos.
2. Como papás pensemos en el término “buenos días” y determinemos, de la
manera más cálida y primordial, lo que en realidad significa. Analicemos si
le estamos dando un “buenos días a nuestra vida”, a la pareja, a la
oportunidad de convivir juntos, a ese ánimo de desear lo mejor a nuestro
prójimo cada día. No importa lo que haya sucedido en el pasado,
renovemos por medio de esta expresión lo que queremos que, de ahora
en adelante, signifique en nuestra casa. Elabore o elaboren en conjunto lo
que deberá significar para ustedes de ahora en adelante el saludo “buenos
días”. Escríbalo en el siguiente espacio.
Pensamientos que me acompañarán de ahora en adelante al decir
“buenos días” a mi hijo(a), o en mi casa o a mi pareja.
a) ______________________________________________________
b) ______________________________________________________
c) ______________________________________________________
¿Nota el gusto que le daría decirlo ahora? Fíjese cómo cada palabra que
sale de nuestra boca guiada por la nobleza de nuestro corazón encuentra
el júbilo necesario.
Un padre de familia me decía: “Yo siempre usaba estas frases como
estribillo, como algo que tenía que repetir; desde hace mucho las dejé de
sentir, estoy en la rutina, no me conmueven y ni siquiera las considero
importantes. Pero ahora, viéndolas con un deseo real, profundo y ferviente
de que a alguien que yo quiero de verdad le vaya bien, cobran un sentido
muy diferente… ‘Buenos días’ debería marcar un noble saludo que guíe la
bondad en casa, en el trabajo, en toda actividad humana”.
3. Modele a sus hijos permanentemente actos de cortesía: mover la silla
para que se siente, pasar la sal, pedir un consejo si se desea, preguntar lo
que quiere la otra persona, expresar frases de entendimiento, usar formas
prudentes de dirigirse a los demás, poner atención cuando se le habla,
sonreír, etc. Todos con todos, la regla de la cortesía llegó para
quedarse en casa de manera permanente, en esta casa “amamos y
practicamos la cortesía”. Se puede elaborar una lista de actos corteses a
tomar en cuenta y trabajarlos en casa y con los hijos: dar el paso al otro,
sin atropellarse, no oprimir demasiado tiempo el timbre cuando se va de
visita a algún sitio, respetar los muebles de la persona a quien se visita,
pedir prestado algo antes de usarlo. Puede hacer su lista desde lo más
importante por realizar si ya hay algún problema hasta tener una amplia
lista de buenos modales corteses y notables que en casa se pueden
desarrollar con sólo poner atención a los detalles. Festeje a sus hijos y
felicítelos de manera evidente por cualquier aproximación benéfica a estas
series de habilidades.
CALIDAD HUMANA, LA PRIMERA DE TODAS
Para alcanzar las estrellas en las áreas del amor, el entendimiento y el equilibrio, el
ejercicio de la cortesía es fundamental. ¡Usted tiene, todos tenemos derecho a ser
tratados con cortesía e incluso cordialidad! Ese es el eje de un tema que se vuelve
indispensable en cada una de las familias y debe ser parte de la cultura de una
sociedad. Imagine que el empleado de una tienda le trata mal gratuitamente tan sólo
porque está enojado… no tiene derecho a transferir su molestia personal en forma
descortés y maltrato a quien pasa por su lado. Aunque quizá suceda con frecuencia,
nadie tiene el derecho de actuar así.
Usted tiene también la obligación de ser cortés y cordial con las personas que le
rodean y, aunque se puede entender que todos cambiamos de humor, somos
responsables de no afectar a otros con nuestras alteraciones sentimentales. Esta
visión para toda la familia es clave dado que el estar cerca y comprometidos unos con
otros puede a veces facilitar, de manera equivocada, la creencia de que podemos, con
ánimo desbocado, ser como queramos con los demás y ellos nos tienen que soportar
sólo porque son nuestros “hermanos, padres, hijos, primos, etc.” Actuar sin freno
rompe el equilibrio y hará que nos movamos entre pleitos torpes y dolorosos cuando la
fuente de paz y amor debe venir de la propia casa. De tal forma, no podemos ser
blandos con este tema, es fundamental aplicarlo como un cimiento sólido del hogar;
además, será lo más inteligente que podamos hacer y nos rendirá beneficios
preciosos en el corto y el largo plazos. Nosotros estamos diseñados para el amor y la
vestimenta apropiada para convivir se llama cortesía.
Otro aspecto del ejercicio permanente de la calidad humana se vincula con un
mensaje básico que damos a los niños y que es importante que lo aprendan con
solidez para el resto de sus días, pues de ello dependerá la calidad de trato que
podrán desplegar en su vida posterior joven y adulta: la transmisión afectiva, real, de
mente, acción y corazón de que de mi padre o madre siempre puedo esperar un
trato cálido y amable, cordial y cortés, amoroso, respetuoso y verdadero; puedo
confiar en ellos.
De no establecerse con solidez este “enlace cualitativo” de la relación surgen muchos
problemas posteriores; es bien sabido por los estudios sobre el desarrollo del individuo
que los niños golpeados y ofendidos de manera sistemática pueden llegar a participar
en crímenes como adultos. La vuelta al amor es una posibilidad afortunada que está
siempre en el momento presente, aquí y ahora; ustedes, papás, mentores, pueden
sembrar las buenas bases. La novedad que proponemos es regresar al amor una y
otra vez.
Esto no quiere decir que a veces no nos enojemos, o que cometamos errores en estas
áreas, pero, incluso si así sucede, tenemos que consolidar este mensaje. El malestar
o las incomodidades jamás justifican un mal trato, como tampoco la necesidad de
imponer una disciplina que es conveniente para ellos significa que los dejemos de
querer. Aunque haya sanciones para su comportamiento, esto no rompe con el amor
ni obliga a ser descorteses con ellos, lo importante es educarnos en las mejores
formas de hacerlo, como lo consolidaremos y recomendaremos en todo este proceso
educativo que han iniciado. Como puede ver y experimentar, realizamos mucho más y
con mayor profundidad de lo que parece al contemplar los objetivos a simple vista, sí,
obtenemos logros mucho más trascendentes. ¡Felicidades! Vamos avanzando.
EVALUACIÓN DE LOS AVANCES
UNIDAD 2
Fecha de inicio ___________
Fecha de terminación ___________
• ¿Qué mejoras de calidad humana realizamos en esta unidad?
a) En relación con el aprendizaje de nuestro hijo(a), ¿qué mejoró?
__________________________________________________________
b) En relación con el aprendizaje de nosotros como educadores ¿qué
mejoramos?
__________________________________________________________
c) Cómo se enriquecieron la felicidad en la familia, la salud, el desarrollo del
talento?
__________________________________________________________
• Conteste las preguntas siguientes escribiendo Sí o No en los paréntesis.
1. (
) Mi hijo da los buenos días con gusto y entusiasmo.
2. (
) Yo le doy a mi hija los buenos días con entusiasmo y toda la conciencia de lo
que eso significa.
3. (
) Soy modelo de actos de cortesía en casa, por lo menos uno, además de lo
visto en la unidad (o modelo en el trato de pareja con cortesía).
4. (
) Mi hijo da los buenos días con gusto a terceras personas.
5. (
) Yo doy los buenos días a terceros con gusto y entusiasmo y mi hija lo ve.
Resultados
Cuantas más respuestas positivas, mejor
5 respuestas negativas, regrese a la unidad
Firma de la madre, del padre o tutor:
Nombre del alumno(a):
Grado:
UNIDAD 3
EL DESCUBRIMIENTO DE MICO
OBJETIVOS
Que su hija demuestre el cariño mediante términos como “te quiero” y continúe con
ello, el desarrollo amplio de las expresiones apropiadas de afecto positivo.
FUNDAMENTACIÓN
La demostración de cariño contempla, como todos sabemos, muchos detalles más allá
de las palabras. Un “te quiero” puede sentirse vacío si no se acompaña de actos
reales de amor y también opera lo contrario, hay papás que amaron mucho a sus hijos
y fueron muy parcos para decir un “te quiero” o dar muestras de cariño, algo que los
hijos pueden lamentar como una ausencia importante. En un equilibrio sano, debe
abundar la expresión verbal y no verbal del cariño respaldada con acciones concretas
de bien para la persona. Su hijo(a) necesita aprender ambas cosas correctamente: a
realizar actos de amor y a expresar su amor con un “te quiero” y en muchas otras
maneras. Eso le garantizará la formación de un equipo personal importante de
habilidades o competencias de comunicación y relaciones humanas satisfactorias con
los demás.
El amor llegó para quedarse y debe ser incondicional. Veamos una definición
interesante del amor según la American Psychological Association: “es una emoción o
sentimiento básico e integrado que contiene fuertes sentimientos de afecto y ternura
por el objeto amado, sensaciones placenteras en su presencia, devoción hacia su
bienestar y sensibilidad a las sensaciones que tiene con respecto a nosotros”.
La parte que dice “devoción” es la que contempla miles de acciones concretas de bien
para el otro. No hablamos de un sentimiento solamente, sino de los actos que debe
incluir.
Un “te quiero” puede ser la frase que resuma toda una relación positiva con tu hijo que
él debe sentir en todo su cuerpo, con toda su fuerza, en toda su alma y corazón, de la
cual nunca debe tener una sola duda. Todos los niños del mundo merecen tener el
regalo de la experiencia segura del afecto de su madre, de su padre o del adulto que
está a su cargo, y no se trata sólo de un regalo, es también su legítimo derecho a
recibir. Sabemos que, como humanidad, nos falta mucho por conseguir este ideal
todavía; mientras componemos al mundo, en tu casa esto no debe faltar.
Los niños pueden decir un “te quiero” falso y hueco o sincero y verdadero,
dependiendo de lo que han vivido, y esto, nada más y nada menos, viene del centro
del amor.
Como veremos más adelante, ¡cuidado con un “ya no te quiero” proveniente de
los papás a los pequeños! Ni de broma cabe.
ENLACE CON LA ESCUELA
La educadora narró a los niños el cuento “El descubrimiento de Mico”.
EL DESCUBRIMIENTO DE MICO
Un buen día, Tatatú, el patito, llegó muy contento. Esa mañana se había encontrado
con su abuela, quien le dio un gran beso en la mejilla y un gran abrazo. Mico, el mono,
lo vio y le preguntó:
—¿Por qué estás tan feliz, Tatatú?
—Es que esta mañana, antes de venir a la escuela, encontré a mi abuela y me dio un
beso, me abrazó y me dijo “te quiero”.
—Mmm, ahora comprendo tu emoción. A mí también me gusta cuando mi familia me
dice “te quiero”. Se siente muy bonito, aunque a veces me gustaría que mi papá me lo
dijera más seguido.
—¿Y por qué no le dices a tu papá lo que piensas? —preguntó Tatatú.
—Es que no me atrevo —contestó Mico.
—Tu papá seguramente te quiere mucho, pero quizá no se ha dado cuenta de que tú
deseas oír más seguido las bonitas palabras te quiero.
—Tienes razón, Tatatú, por la tarde se lo diré —expresó Mico, muy emocionado.
—Bien, Mico, yo creo que aunque nuestra familia nos quiere mucho, a veces no lo
comunica por la falta de costumbre. Pero sin duda todos nosotros somos muy
queridos —comentó Tatatú con alegría.
Aquella tarde Mico vio a su papá muy serio revisando algunas cosas de su trabajo. Se
acercó con cuidado y preguntó:
—Papá, ¿me quieres?
—¡Claro, Mico!, eres mi adoración, te quiero mucho. ¿Por qué me lo preguntas?
—Porque casi nunca me lo dices —comentó Mico, un poco apenado.
—Ah, es que cuando yo era niño nos decían que los hombres no deberíamos hablar
mucho de nuestras emociones —contestó su papá—, pero ahora que soy grande me
doy cuenta de que tanto hombres como mujeres debemos demostrar nuestros
sentimientos hacia los demás. De otra manera, ¿cómo van a saber lo que sentimos
por ellos? Quizá por eso es que casi nunca te digo que te quiero mucho, pero
prometo hacerlo más seguido.
—¡Gracias, papá! —exclamó Mico—. Yo también te quiero mucho y me gusta platicar
contigo.
Y sin más, ambos se dieron un gran abrazo.
Actividades de enlace de la escuela con la casa
1. Narre a su hija el cuento y juegue después añadiendo al “te quiero” otras
manifestaciones de cariño que entran en la categoría de muestra de afecto y
reconocimiento. Hágalo con alegría y repítalo en el mismo orden. Así, cada vez
que diga “te quiero” usted añadirá: “Yo a ti, te quiero… te adoro… me
encantas… te admiro… te valoro”.
Puede añadir otras palabras, pero repita las mismas cinco cada vez y procure
que todas generen esa ilusión bella de ser amado (palabras adicionales, más
lo que usted proponga: te amo, me haces feliz, me gustas, me vuelves loco (sin
abusar de la mímica, pues puede asustarse).
2. Escuchen la canción “Te quiero”, jueguen, canten y disfruten. Pueden jugar
a cambiar el “te quiero” por otras frases que signifiquen el amor incondicional,
el afecto, la admiración, como las palabras que mencionamos antes. Me falta
creatividad que le sobra a las mamás para implementar vivencias, no se limite.
Te quiero
José María Frías
Quiero decirte
dos palabritas
con las que me haces feliz.
Quiero que sientas
lo que yo siento
cuando las oigo de ti.
Te quiero.
Todos los días te quiero.
No necesito ninguna razón
pues simplemente te quiero.
Te quiero.
Por muchas cosas te quiero.
Quiero decirte desde el corazón
que simplemente te quiero.
(Se repite todo)
3. Puede jugar al “te quiero”: digan la frase y usen cada uno (mamá o papá e
hijo) una manifestación de afecto seguida de la expresión, rían y aplaudan. Por
ejemplo, “te quiero” y acto seguido le da un pequeño “beso” con sus dedos en
la mejilla… luego lo hace él, y así modele la frase y la acción: caricia, beso,
aplauso, abrazo, etcétera. Pueden hacer dibujos o adornos alusivos al amor
que se profesan y jugar a intercambiarlos.
4. La frecuencia de decir “te quiero” es menos importante que la calidad del
momento en que se dice, la oportunidad, el mejor lugar y ocasión. Sin
embargo, no es algo que se pueda hacer siempre a la perfección; busque los
momentos adecuados y sea abundante en sus expresiones, pero no como una
tarea sin sentido que puede perder valor. No podemos poner un “número
mágico”, pero estoy seguro de que sabe a qué me refiero. Cambie también las
palabras por otros términos: me gustas, te admiro, me encantas. Es esencial
que responda siempre a un “te quiero” que él le exprese con gusto, felicidad y
entusiasmo, y dejando saber que son bien recibidos. Si en algún momento por
el tipo de situación no estaba muy atenta o atento, y respondió con frialdad, no
se preocupe, pero busque una siguiente ocasión en donde la experiencia de
amor quede bien sellada en el dar y recibir-dar.
5. Asimismo, si la situación se lo permite, aproveche que su pareja o adultos
significativos que participen modelen la frase, de modo que su hija pueda ver
la experiencia como algo que ocurre en casa y con todos, como una regla de la
casa: “en esta casa expresamos abiertamente nuestro amor y regocijo por
estar juntos” (hermanos, tíos, abuelos…).
No presione a su hijo(a) a usar con terceros la competencia de expresión “te
quiero” adquirida por él si no le nace espontáneamente hacerlo. Puede
sugerirlo, pero nada más, no es muy oportuno dar la señal de que un “te
quiero” tiene que decirse por obligación; déjelo libre, ya más tarde aprenderá a
sintonizar situaciones sociales más complejas que requieren otros elementos y
consideraciones.
ESCUELA DE PADRES
Para los padres de familia, es importante considerar lo siguiente con respecto a la
expresión “te quiero”:
A veces los papás nos desesperamos queriendo encontrar obediencia en nuestro hijo
o simplemente no nos gusta el comportamiento que emplea. En estos casos, usamos
como técnica correctiva o disciplinaria dirigida a lograr un cambio o hacerle ceder en
su acciones, lanzar amenazas de retirarle nuestro amor y afecto. Le decimos cosas
como: “ya no te voy a querer” o “ya no te quiero y vete de aquí”, ignorándolo durante
lapsos de tiempo que pueden variar.
Podría entenderse que los papás están cansados o desesperados, pero una técnica
de coerción como ésta puede dañar enormemente a los niños que la reciben, rompe
esa relación de confianza y seguridad con los padres y genera en ellos vergüenza,
culpa, angustia y dolor profundo, lo que puede acarrearles enormes consecuencias
negativas. Los correctivos disciplinarios pueden causar dolor, por ejemplo, retirar al
niño un juguete por su mal comportamiento o retirarlo del lugar donde estaba jugando
y divirtiéndose. Sin embargo, él se recuperará de este dolor y nada le ocurrirá a su
mente y sus emociones más allá del momento. Pero si se le agregan cargas verbales
y conceptos como el que acabo de mencionar (además de otros como insultos,
comparaciones, humillaciones, burlas o menosprecio o incluso golpes físicos), se
trasciende la esfera del dolor y se va a la frontera del daño psicológico, el cual debe
evitarse. Nuestros hijos tienen el derecho a preservar la salud de su psicología
integral, en tanto que a los padres nos corresponde una gran responsabilidad de
preservarla, y no sólo eso, también la obligación de no dañar su salud mental.
Esto no quiere decir que los papás dejarán de disciplinar; es sólo que deben cuidar
con tacto y sensibilidad lo que le dicen a la niña para ello. Lo recomendable es aplicar
la sanción, por ejemplo, retirarla del área de juego y explicarle por qué, pero no
ofenderla ni definirla como un ser negativo o nefasto. La pérdida de un privilegio es
bastante dolorosa para ella, y eso puede ser suficiente para que vaya aprendiendo, no
añada nada que afecte su valor como persona o la haga sentirse “perversa”. Mejor no
diga nada, sólo corrija, explique por qué y ya, y si su hija rectifica, dé un
reconocimiento y un aplauso por ello. “Te digo lo que no hay que hacer” y por qué no,
y te digo cuándo sí, y festejamos tus aciertos con gusto y júbilo. Ahhhh…. y, por
cierto, “siempre te quiero y nunca dejaré de hacerlo. Aun cuando te tenga que
corregir como papá, lo hago precisamente porque te amo y quiero que te vaya bien y
no corras peligros o te involucres en problemas“. (Si está confundido con respecto a
cómo disciplinar en casa, lo cual es frecuente, lea sobre el tema o escuche en la
página www.kubli.mx la conferencia sobre disciplina, o pida asesoría a un especialista;
ya se cuenta con consejerías derivadas de investigación que dan en el clavo para salir
con buenos resultados en la formación de hábitos de sus hijos, y sin causar daños que
después se pueden lamentar profundamente.
Siga las tres reglas de oro de la disciplina:
1. Ignore siempre que sea posible los comportamientos (no al niño) que
encuentra indebidos o indeseables. La atención es un gran premio para el
menor y si no logra atraerla muchas veces con esto es suficiente. Preste su
atención a la conducta incompatible con la inadecuada; por ejemplo, el ni ño
dice: “No te quiero, mamá” y usted no dice nada, pero si el niño dice: “te quiero
mucho, mamá”, entonces usted lo abraza y le da su afecto.
2. Si la acción requiere más que ignorar, puede: a) retirar al niño(a) del área y
explicarle por qué, b) retirarle un privilegio o c) sentarlo en una sillita a
reflexionar sobre lo que hizo (en la sillita debe estar sólo un minuto por año de
edad; por ejemplo, dos minutos si tiene dos años). No lo olvide, siempre
explique por qué se hace esto.
3. El punto 2 siempre debe estar acompañado y no debe aplicarse sin
considerar el punto 3. Éste consiste en que la acción positiva, lo que se desea,
recibirá un reconocimiento. Por ejemplo, si el niño(a) trata bien a su hermanito
nuevo gana una estrellita, la pega en una cartulina y se le aplaude. Cuando el
papá llega a casa y ve las estrellas, lo felicita por ello; dicha felicitación puede
acompañarse de frases como “tú puedes” (no se acuerde de la selección de
fútbol, por favor), “¡bravo!”, ¡eres súper!”, “logras tus metas”… Esto lo reforzará
e irá formando una autoestima sólida. Otra opción es sacar de una caja
sorpresa un regalito escondido, que pueden ser juguetitos u objetos que le
gustan a los niños de su edad pero que no son caros ni espectaculares. No
grite, hable con firmeza, no amenace, aplique la regla, en forma inmediata y
consistente (no unas veces sí y otras no porque el niño aprenderá a medir
cuándo sí y cuándo no). No dude en consultar a expertos.
No incluya dulces, comida o golosinas en la caja sorpresa. No se
recomienda asociar comida con premios.
Las investigaciones son claras en indicar que las técnicas de disciplina más
efectivas las tienen los padres reflexivos, que sí ejercen la autoridad, pero
cuando dan sanciones explican por qué y dan reconocimiento cuando se hace
lo apropiado. Son consistentes y no ofenden, comparan, se burlan, golpean,
humillan, etiquetan negativamente a sus hijos, etcétera.
CALIDAD HUMANA, LA PRIMERA DE TODAS
“Obras son amores y no buenas razones” es el refrán popular que va más allá de la
frase “te quiero”. El amor es el comandante supremo de los valores; si amas a alguien
automáticamente serás sincero, honesto, responsable, cordial, cooperativo, y habrá
muchísimos valores adicionales. Con respecto a la calidad humana, es la primera
estrella que debemos buscar alcanzar en cada una de nuestras acciones, no por el
hecho de encontrar algo conveniente para nosotros, sino porque es la manera mejor y
más inteligente de obtener buenas consecuencias en lo específico y en general en la
vida y en el mundo. No entenderlo así nos ha costado mucho a los humanos, todo el
tiempo.
Detrás de un “te quiero” está el amor inteligente y sagrado, que responde a la esencia
fundamental del espíritu que nos conforma. Sin embargo, es importante subrayar que
los énfasis sobre el amor en sus aspectos sensorial, sentimental, gozoso y digno de
celebrarse nos hacen perder un poco la visibilidad en los actos de amor, las acciones
concretas, comportamientos de bien que impactarán de manera favorable y en
específico la felicidad, la salud y el rendimiento potencial que cada persona puede
desplegar.
En cada uno de los hogares o familias el “te quiero” debe respaldarse con listas de
acciones concretas que hay que vivir para respaldar la frase. Es también una
propuesta de “regla de la casa” que diga algo como: “en esta casa respaldamos la
frase ‘te quiero’ porque hacemos…”
Acciones concretas para cuidar la salud de cada uno de los miembros
1 . ______________________________________________________________
2. ______________________________________________________________
3. ______________________________________________________________
4. ______________________________________________________________
5. ______________________________________________________________
6. ______________________________________________________________
Sería muy útil que la completara e incluso añadiera aspectos que de ahora en
adelante constituirían “actos de bien” para beneficiar la salud que no está haciendo
correctamente.
Actos de bien para mejorar la salud integral en casa (más allá de la frase “te quiero”)
1. _______________________________________________________________
2. _______________________________________________________________
3. _______________________________________________________________
4. _______________________________________________________________
5. _______________________________________________________________
Cuando nos decimos “te quiero” nos referimos a las siguientes acciones.
Acciones para la felicidad integral de cada miembro de la familia
1. _______________________________________________________________
2. _______________________________________________________________
3. _______________________________________________________________
4. _______________________________________________________________
5. _______________________________________________________________
Actos de bien para mejorar la felicidad integral de cada miembro de la familia
1. _______________________________________________________________
2. _______________________________________________________________
3. _______________________________________________________________
4. _______________________________________________________________
5. _______________________________________________________________
Cuando nos decimos “te quiero” respaldamos esa frase con:
Acciones para que cada uno desarrolle lo mejor que puede su potencial, realizando en
casa…
1. _______________________________________________________________
2. _______________________________________________________________
3. _______________________________________________________________
4. _______________________________________________________________
5. _______________________________________________________________
Actos de bien que podemos hacer en casa para apoyar el desarrollo máximo del
potencial de cada uno de sus miembros (proponga acciones de mejora)
1. _______________________________________________________________
2. _______________________________________________________________
3. _______________________________________________________________
4. _______________________________________________________________
5. _______________________________________________________________
Finalmente, son puntos a los que usted puede asignar prioridad y poner en práctica.
No se trata de abrumarse y sí de ser realistas, poco a poco, pero con una visión más
certera y atinada, aprovechando en forma óptima las etapas de desarrollo de nuestra
familia sin que nos gane el tiempo al ignorar lo importante.
Exprese, admire, sorpréndase positivamente ante tantos detalles de amor que
suceden en casa. Provea un festival de reconocimiento a cualquier logro, por pequeño
que sea, eso no importa y sí crea grandes cosas después. Lo ideal es que todos
participen en estas oportunidades que la vida nos tiene ahí simplemente para
tomarlas. El ejercicio de la calidad humana es la mejor elección. No queremos hijos
que por falta de reconocimiento y admiración de sus padres cayeron en la potestad del
primero que pasó a su lado y les dio un puñado de “afecto” real o falso y de
manipulación. La pobreza de afecto también debe combatirse.
EVALUACIÓN DE LOS AVANCES
UNIDAD 3
Fecha de inicio ___________
Fecha de terminación ___________
• ¿Qué mejoras de calidad humana realizamos en esta unidad?
a) En relación con el aprendizaje de nuestro hijo(a), ¿qué mejoró?
__________________________________________________________
b) En relación con el aprendizaje de nosotros como educadores ¿qué
mejoramos?
__________________________________________________________
c) Cómo se enriquecieron la felicidad en la familia, la salud, el desarrollo del
talento?
__________________________________________________________
• Conteste las preguntas siguientes escribiendo Sí o No en los paréntesis.
1. (
) Nuestro hijo expresa “te quiero” con componentes verbales y no
verbales adecuados.
2. (
) Le decimos a nuestra hija “te quiero” con entusiasmo y con la
frecuencia adecuada, expresando abiertamente el efecto pleno que sentimos.
3. (
) Además de “te quiero” le transmitimos a nuestro hijo muchas
expresiones distintas de amor incondicional, admiración y aprobación.
4. (
) Mostrar el afecto y expresarlo es una regla de todos a favor de todos.
5. (
) Modelamos de manera adecuada la expresión de afecto a seres
queridos que tienen que ver con la familia.
Resultados
Cuantas más respuestas positivas, mejor
5 respuestas negativas, regrese a la unidad
Firma de la madre, del padre o tutor:
Nombre del alumno(a):
Grado:
UNIDAD 4
LA VISITA AL ABUELO
OBJETIVO ESPECÍFICO
Que su hija aprenda a manifestar los sentimientos positivos también por medio del
contacto físico, en este caso un abrazo que se da y se recibe de manera adecuada.
FUNDAMENTACIÓN
Más allá de la necesidad básica de los pequeños de la alimentación que reciben, está
la necesidad de afecto, caricias, abrazos, de sentir el calor del cuerpo de sus padres,
su protección, su amor que late en temperatura cálida y entrega que es no sólo
sensorial sino también psicológica y espiritual. Al investigar el peso de esta “necesidad
de afecto sensorial” se ha demostrado, con datos consolidados, que juega un papel
sumamente importante en el desarrollo de todos los niños. Ese acercamiento de
ternura que embellece lo mejor que los humanos nos podemos dar es un aspecto
presente y frecuente que debe prevalecer en todos los niños. Una vez que han
recibido el alimento físico, todo lo que importa es el alimento sensorial y afectivo.
El “abrazo” es popular como un acto y símbolo de acercamiento de amor y ternura, de
contacto físico en donde se hablan muchas cosas que ni siquiera con palabras se
pueden decir. En la actualidad incluso se dispone de “abrazoterapias” que se centran
en la experiencia y los diferentes tipos de abrazos, con sus respectivos beneficios, que
pueden existir. Por ejemplo, Juan Mann se hizo conocido en todo el mundo al ponerse
a regalar abrazos en su local Australia y ser ¡bien recibido! Se habla también de que
son indispensables cuatro abrazos al día apenas para sobrevivir, y otros añaden la
necesidad de hasta ocho y 12 para desarrollarnos apropiadamente.
Lo que se sabe sobre el abrazo es que tiene múltiples efectos ventajosos, como son:
causa bienestar emocional en general, calma los nervios, alivia tensiones y coadyuva
a fortalecer la autoestima. En específico, para los niños significa mucho, entre otras
cosas:
•
Seguridad.
•
Protección.
•
Confianza y paz.
•
Fortaleza y poder.
•
Sanación.
•
Autovaloración.
•
Consuelo.
•
Amor incondicional.
Por tanto, el “abrazo” llegó para quedarse en casa como una regla que debe darse
entre todos y en todas las edades. Nuestros hijos adolescentes o jóvenes se siguen
conmoviendo con un buen abrazo y aún lo necesitan, lo mismo que la pareja. Las
madres y padres deben desarrollar la habilidad y sensibilidad de darlo, no despegarse
poco a poco como poniendo líneas divisorias que no se deben traspasar. Es un error
dejar que suceda así.
ENLACE CON LA ESCUELA
La educadora narró a los niños el cuento “La visita al abuelo”.
LA VISITA AL ABUELO
Una mañana de domingo, Rafa, la jirafa, fue junto con sus amigos a visitar al abuelo.
Nadie sabía a ciencia cierta su edad, pero algo sí era seguro: ya estaba muy, muy
viejo.
Por esa razón, cada uno de los niños decidió llevarle un regalo. Mico, el mono, le
recitó una poesía, Rafa le entregó un dibujo hecho por él mismo donde se ve al abuelo
y a Rafa pescando; Pic, el puerquito, le llevó una hermosa colección de caracoles, y
Cata, la catarina, le dio un ramo de flores. De pronto, el abuelo notó que Tato, el gato,
se escondía detrás de los demás.
—¿Qué sucede, Tato? —preguntó el abuelo.
—Es que, miau, yo no pude traerte nada —contestó el minino, con tristeza.
—Eso no importa, Tato, me trajiste lo más importante.
—¿Algo importante? —preguntó Tato, mirándose por todos lados—. ¿Qué fue lo que
te traje, abuelo?
—Tu cariño, ¿o acaso no quieres darme un abrazo?
—¡Claro que sí, abuelo!
—¿Lo ves, Tato? La mejor forma de demostrar el amor hacia alguien es con un
abrazo, y tu abrazo ha sido el mejor regalo de este día.
—¿En serio? —quiso saber Tato, con orgullo.
—Claro que sí, querido Tato —dijo el abuelo, acariciando la cabeza del gato.
—¿Nosotros también podemos abrazarte, abuelito? —preguntó Cata, la catarina.
—¡Por supuesto, Cata!
Y sin decir más, todos se encargaron al abuelo para darle un gran, gran abrazo, tan
grande como la distancia de aquí a la Luna.
Actividades de enlace de la escuela con la casa
1. Narre a su hijo(a) la historia y al final dígale: “ahora te daré un abrazo como
de aquí a la Luna”, y proceda a darle un gran y feliz abrazo… Pueden
repetirlo y cambiar papeles; por supuesto, de ser posible, debe participar el
papá o los abuelos o adultos significativos de una estrecha y amorosa
convivencia.
2. Escuchen juntos la canción “Un abrazo” mientras se abrazan para ir
sintiendo lo que dice.
Un abrazo
José María Frías
Cuando mami me mece en sus brazos,
eso es un abrazo.
Si papá me protege en sus brazos,
eso es un abrazo.
Un abrazo me da calor.
Un abrazo me da amor.
Un abrazo entre tú y yo.
Un abrazo de amor.
Si te quiero te envuelvo en mis brazos
con un gran abrazo.
Si estoy triste me alivian tus brazos
con un gran abrazo.
Un abrazo me da calor…
Si te quiero te envuelvo en mis brazos
con un gran abrazo.
Si estoy triste me alivian tus brazos
con un gran abrazo.
Un abrazo me da calor…
Usted puede añadir “me da seguridad…” En repetidas ocasiones añada
otras cosas que le da según la lista.
•
¡Me da felicidad!
•
Me da confianza.
•
Me da valoración.
•
Me da paz.
•
Me da consuelo.
•
Me da apoyo.
•
Me da poder…
•
Me da salud…
•
Me da seguridad…
•
¡Me da amor para siempre!
Pida a su pequeña que diga alguna de ellas. Hágalo como un juego, no es
una tarea para aprender ni mucho menos, sólo para disfrutar, pero así
tomará conciencia de todo lo que nos da un abrazo.
3. El juego del reloj y el abrazo. Este juego va de la siguiente manera: usted
ve el reloj y le pregunta a su hijo: “¿hace cuánto que no te doy un
abrazo?” y él debe decir “¡mmmmmuuuuuuuucccchooooo!” Entonces
usted procede de inmediato a darle un soberbio y gratificante abrazo.
Repetir este juego irá institucionalizando en casa que esta expresión llegó
para quedarse y no debe pasarse mucho tiempo sin ello.
4. Modele el abrazo de pareja de ser posible, con los abuelos y familiares
apropiados y, sin presionar, fomente el abrazo en casa en todos. Imagine
que usted es pequeña o pequeño y que le abraza su mamá o papá; ¿qué
significaría? Piense que sus abrazos son únicos, ¿por qué lo son? Redacte
con brevedad por qué sus abrazos serán, de ahora en adelante,
maravillosos y únicos, y comparta esta redacción con su pareja o seres
significativos que conviven de cerca con el pequeño(a). Cada uno debe
realizar esta tarea para luego compartirla felizmente. Se lo recomiendo.
ESCUELA DE PADRES
Con respecto a las manifestaciones afectivas como el abrazo, vale la pena considerar
lo siguiente.
El abrazo es tal vez el símbolo por excelencia de una buena relación de apego y de
confianza que constituye la creación de los fundamentos psicoafectivos que le
permitirán al pequeño(a) tener relaciones satisfactorias para el resto de su vida. Su
fuerza es tal que una experta en educación de los hijos tituló su libro Abrázalos y
déjalos ir, refiriéndose al cumplimiento cabal de esta etapa de relación segura, vital, de
confianza, que no falla y que es una plataforma de despegue para salir adelante.
También vale la pena comentar que “dejarlos ir” es muy importante, es decir, que
sigan sus experiencias, en un marco de seguridad, claro está, pero sin
sobreprotección. La necesidad vital del abrazo no debe hacernos perder la perspectiva
de forma tal que impida otras vivencias importantes. El consuelo no debe consolidar
un miedo a vivir. La regla de oro es dar ayuda, pero no más de la necesaria. A veces
es difícil definir y seguir esta regla, pero esa debe ser la tendencia.
La relación de seguridad y apego con sus padres que los niños forman en los primeros
dos años es clave para su supervivencia, la calidad de amistades que tendrán en el
futuro, el rendimiento de su potencial y, en general, su éxito social. Si establece
relaciones iniciales de confianza, éstas le permitirán a su vez confiar en los otros, no
vivir a la defensiva. El abrazo representa la consolidación de esta confianza; con él, la
niña puede llegar a interiorizar un sentimiento de que “lo bueno es permanente,
siempre puedo regresar a ello”, “mis papás me quieren y me quieren siempre”, “puedo
dejar de verla un rato pero me ama de todos modos y volveré a contar con ella, ya que
actuaron de manera predecible, respondiendo con efectividad y oportunidad a mis
necesidades (esto desde el nacimiento)”.
El abrazo es el festejo de la posibilidad de acercarnos con amor, y debe rodearse de la
pronta, predecible, efectiva y oportuna respuesta a las necesidades de su pequeño(a);
si es así, él podrá a su vez abrazar con confianza y alegría a los demás.
CALIDAD HUMANA, LA PRIMERA DE TODAS
Cuando hay barreras para llegar al abrazo
En ocasiones encontramos expresiones contrarias a estas manifestaciones de
sentimientos positivos: indiferencia, frialdad, no nos conmueve lo que otro hace, hay
dureza de juicio, intolerancia y hasta abierto rechazo. Comentamos ya que no deben
usarse nunca como métodos correctivos para hacer “reaccionar” al pequeño, y
también vale la pena diagnosticar el porqué de la presencia de estos sentimientos en
casa. ¿Qué sucede que estamos en dirección opuesta al amor? ¿Por qué
acumulamos sentimientos de rencor en lugar de alegría? ¿Qué es lo que hace que
exista un gran puente que no podamos cruzar y llegar al abrazo? Todos esto tiene que
trabajarse. La buena noticia es que se puede hacer mucho para ello y no derrotarnos
como si levantáramos un muro inmóvil e impenetrable. Para ejercer la calidad humana
y volver al abrazo es necesario trabajar en:
1) Ver lo positivo que ocurre, por pequeño que sea, y que cada quien
hace en la familia; acto seguido, reconocerlo y agradecerlo.
2) La mejor estrategia en los primeros años (en especial los primeros
tres) es que los papás se adapten a las necesidades del niño(a).
Esto es un desafío para la flexibilidad y la tolerancia; no debe
resentirse o generar rencor y, por tanto, frialdad y alejamiento.
3) Qué grata oportunidad ofrece la experiencia del abrazo para
caminar de nuevo en la ruta del amor, ejercerlo y aprender a sanear
lo que se haya acumulado de negatividad para la pareja o la familia
en general. Hay que aplicar el perdón, la renovación, el conflicto
como oportunidad, el entendimiento y el vernos a todos como seres
humanos que nos equivocamos, que intentamos salir adelante y
satisfacer nuestras necesidades como lo hace todo el mundo,
privilegiando la empatía y la comprensión en lugar del juicio fácil y
condenatorio que sólo ve un “perro del mal”. Sea lo que sea, no
tenemos derecho a limitar la frecuencia y la calidad de los
abrazos para los pequeños por las dificultades que como
adultos podamos tener. Ellos, que empiezan su vida, necesitan
hacerlo con los elementos básicos de un agrado emocional que
no les debemos robar.
EVALUACIÓN DE LOS AVANCES
UNIDAD 4
Fecha de inicio ___________
Fecha de terminación ___________
• ¿Qué mejoras de calidad humana realizamos en esta unidad?
a) En relación con el aprendizaje de nuestro hijo(a), ¿qué mejoró?
__________________________________________________________
b) En relación con el aprendizaje de nosotros como educadores ¿qué
mejoramos?
__________________________________________________________
c) Cómo se enriquecieron la felicidad en la familia, la salud, el desarrollo del
talento?
__________________________________________________________
• Conteste las preguntas siguientes escribiendo Sí o No en los paréntesis.
1. (
) Mejoré como papá o mamá en la calidad y frecuencia de abrazos que le doy.
2. (
) Mi pequeña abraza con calidez y adecuadamente a sus papás.
3. (
) El abrazo se usa más ahora en la familia en general y el pequeño lo ve.
4. (
) Mi hija abraza a familiares adultos significativos apropiadamente.
5. (
) Mi hijo abraza en forma oportuna a sus hermanitos u otros niños.
Resultados
Cuantas más respuestas positivas, mejor
5 respuestas negativas, regrese a la unidad
Firma de la madre, del padre o tutor:
Nombre del alumno(a):
Grado:
UNIDAD 5
EL CAMPAMENTO
OBJETIVO ESPECÍFICO
Que su pequeño(a) aprenda a pedir y lo haga con la frase de cortesía “por favor”. Que
inicie un proceso en el que el derecho de todos a pedir lo que cada uno necesita forme
parte de las reglas de la casa, eso sí, buscando siempre que se haga con
consideración, cordialidad y cortesía.
FUNDAMENTACIÓN
Todos tenemos el derecho a pedir lo que sea, para salir al encuentro de nuestras
necesidades humanas y naturales, y satisfacerlas. Algunas veces, puesto que se nos
reprimió el derecho a pedir, damos vueltas una y otra vez para solicitar algo que
requerimos cuando –como se dice– “pedir no empobrece”. Tenemos derecho a pedir y
a solicitar reciprocidad, lo mismo que a negarnos a salir al encuentro de alguna
petición, es parte de la salvaguarda de equilibrio que todos tenemos. Decir no es un
derecho legítimo y nos permite decir “sí” a otras cosas, formando una especie de
balance entre el dar y el recibir.
Ahora bien, con respecto a nuestros pequeños, pedir por favor nos permite abrir la
puerta al aprendizaje de la forma de hacerlo que, como elemento de aprendizaje
social, les servirá toda la vida, ya que ser experto en cuidar cómo nos expresamos y
ejercemos nuestros derechos es una garantía para aumentar al máximo los buenos
resultados.
Pedir debe ser un acto libre, plenamente ejercido por cualquier persona y debe tener
oportunidad y forma. Nos pone además a todos en el tono de observar, escuchar y
atender las necesidades humanas, que son plenas, naturales y entendibles. En este
ejercicio nuestros hijos apenas comienzan, todavía no saben detectar muchas cosas
que necesitan con claridad y la intolerancia y la desesperación ocasional son propias
de su estado de desarrollo. La reacción rápida de los papás a sus necesidades sigue
siendo muy importante; sin embargo, con estos ejercicios se inicia un nuevo recorrido,
más amplio y que dará pie a muchas habilidades sociales más. Pedir por favor es
mejor y más diestro que exigir; en un sentido más profundo, la nobleza de la petición
reconoce de modo explícito la nobleza humana en la que nuestro interior encuentra el
mejor eco.
ENLACE CON LA ESCUELA
La educadora narró a los niños el cuento ”El campamento”.
EL CAMPAMENTO
Un día, la familia de Yuri, el pajarito, decidió organizar un campamento e invitar a
todos los niños y a sus papás. De esta manera, todos podrían compartir sus juguetes y
divertirse más.
Ya en el campamento, Tatatú observó que todos sus amigos habían llevado sus
juguetes preferidos: ahí estaban el rompecabezas de colores, los dados para armar, el
pizarrón mágico, los muñecos de peluche, el yo-yo, la tina para pescar, el tapete para
rodar y, además, la hermosa pelota grande y luminosa de Cata, la catarina.
—¡Dame tu pelota! —dijo Tatatú.
Cata ni lo volteó a ver y siguió jugando como si nadie hubiera hablado. En ese
momento, Tatatú vio que Yuri, el pajarito, volaba cerca de ahí y le preguntó:
—Oye, Yuri, ¿te diste cuenta de que Cata no me quiso dar su pelota?
—Mmmh, quizá fue porque no fuiste cortés, no le pediste que te la prestara.
—¿De verdad? —preguntó Tatatú, asombrado.
—¡Sí, claro! —respondió Yuri.
—¿Me prestas tu pelota? —preguntó de nuevo Tatatú a Cata, la catarina.
Ella se volvió, lo miró y dijo:
—No.
Yuri, el pajarito, que vio toda la escena, se acerco a Tatatú y le comentó al oído:
—Te voy a decir un secreto: siempre que quieras pedir algo a alguien, pídelo por
favor. Ya verás que de esa manera será más fácil conseguir todo.
—¿Y eso funciona? —replicó Tatatú, un poco desconfiado.
—¡Inténtalo! —respondió Yuri.
Tatatú se acercó una vez más a Cata, la catarina, y dijo con timidez:
—Cata, ¿me prestas tu pelota?, ¿por favor?
Cata, con una gran sonrisa, le contestó:
—¡Por supuesto que sí, Tatatú, esperaba que me la pidieras de esta forma!
Tatatú tomó la pelota; lleno de felicidad, corrió hasta donde estaba Yuri y exclamço:
—¡Funciona!, ¡es cierto! Si pido las cosas por favor, la gente también me sonríe y me
da o me presta lo que necesito.
De inmediato, Tatatú buscó su cuaderno de dibujo, sacó sus colores y se dispuso a
dibujar la pelota. Era tan bonita que deseó poder verla todo el tiempo.
Pasaba por ahí Rafa, la jirafa, y al ver los colores de Tatatú se le ocurrió que podría
utilizar algunos para terminar un dibujo que quería regalar a su hermana. Así que dijo:
—¡Hey, Tatatú! ¿Me prestas tu color verde, por favor?
—Claro —respondió Tatatú con una gran sonrisa.
Y así, ambos amigos se pusieron a dibujar. Mientras, Cata observaba lo bien que
Tatatú había aprendido la lección.
Actividades de enlace de la escuela con la casa
1. Lea al niño el cuento en voz alta procurando gesticular y entonar la voz de
acuerdo con el personaje que habla. Haga pausas para que el pequeño pueda
hablar de lo que sabe del cuento.
2. En la parte del cuento donde dice “por favor” enseñe usted otras alternativas
a esta expresión que cortan también con eficacia el error de “pedir mandando”,
por ejemplo, las palabras en forma de pregunta:
•
¿Sí?
•
¿Te parece?
•
¿Estás de acuerdo?
•
¿OK? (¿Está bien?)
Así puede jugar a hacer las peticiones pero ahora usando estas palabras.
Diviértanse. Señale ejemplos de pedir mandando para que vea cómo no
encajan en la cortesía ni la amabilidad.
3. Escuchen la canción “Por favor” y juegue también dando las respuestas del
punto anterior, intercambiándolas por el “por favor”.
Por favor
José María Frías
Si necesitas que te repitan
una lección.
Un vaso de agua, una ayudita,
di: por favor.
Si tienes ganas de ir al baño,
di: por favor.
Con lo pesado pide una mano
diciendo: por favor.
Di: por favor. Di: por favor.
Con estas dos palabras te irá mejor.
Di: por favor. Di: por favor.
Dilo mientras cantas esta canción.
Si no alcanzas algo en la mesa,
un pan o el biberón.
Pide ayuda a quien tengas cerca
diciendo: por favor.
Lo que no encuentras; abrir la puerta,
¿qué horas son?
Toda pregunta tiene respuesta
si dices: por favor.
4. Platíquele que una regla de la casa es pedir por favor y ésta debe usarse por
todos en el hogar. Pueden hacer juegos y también intercambiar ¿les parece?
ESCUELA DE PADRES
Con respecto a este tema vale la pena considerar lo siguiente.
La regla de la casa que aplica a todos es pedir sin el esquema de mandato inflexible,
ya que esto provoca muchas contrarreacciones. Sin embargo, no hay que
confundirnos sobre la realidad de que hay disciplinas y formación de hábitos
indispensables en donde no hay opción, no hay el ¿te parece? Los niños pedirán
sobre todo cosas relacionadas con su placer inmediato: más tiempo para jugar, comer
algo más, otro cuento, más caricaturas. Está bien que lo hagan diciendo “por favor”,
pero no deben juntarse las ganas de placer con las ganas de complacer que los papás
tenemos hacia ellos, al grado de perder el equilibrio y renunciar a que realicen las
acciones indispensables para su formación, aunque esto implique algunas que de
forma natural no les gusten: limpieza, orden, precaución, etcétera.
Usted puede explicarle cuáles peticiones son reglas que no se puede infringir o en las
que no hay opción y por qué sucede así. También hágale saber que en otras
ocasiones sí dispone de opciones, de forma tal que vayan aclarándose las dos
posibilidades. Ahora bien, aun cuando usted ordene algo rígido y que no tiene un “no
como respuesta” puede hacerlo con suavidad y cortesía, con una firme cordialidad,
que no son dos palabras incompatibles. La formación de hábitos debe ser alegre y
motivadora, pero firme e irrenunciable.
Aproveche las situaciones de la mesa compartida con la familia, para vivir la
cordialidad, las peticiones amables. La regla de la casa relaciona tres derechos
básicos con obligaciones y responsabilidades; todos en casa tenemos derecho a pedir
y nos comprometemos a hacerlo de manera cortés. También tenemos la obligación de
escuchar muy bien las peticiones que los demás nos hacen y la responsabilidad de
que todos los involucrados puedan satisfacer lo más plenamente posible sus
necesidades, sin detrimento de los demás o sin perjudicar o abusar de otro.
Tenemos derecho a rehusarnos a una petición y el solo hecho de no querer hacer algo
para satisfacer una solicitud en particular no nos hace malos o culpables. Esto lo
aprenderán los pequeños cuando sea oportuno y esos márgenes existan, pero en la
familia este pivote de libertad debe existir plenamente. Las familias se neurotizan
cuando no se expresa lo que se siente y acaban por hacerse muchas cosas que no se
desean por culpabilidad.
De igual manera, tenemos la obligación de aceptar un no de alguien más sin odiarlo,
condenarlo, reprimirlo o perjudicarlo, entendiendo sus derechos y razonamientos. Por
supuesto que existe la responsabilidad de darnos las explicaciones que el problema o
la relación amerita o necesita ventilar, no es un simple no a ciegas y a secas que
implica una descalificación personal automática porque sí. Por tanto, se requiere saber
dialogar para que estos procesos no se corten.
El énfasis de contexto familiar no está en pedir o decir no, sino en el equilibrio y la
visión positiva de convivir juntos, ya que se aprecian todos los sí que ocurren, y se
agradecen y festejan. Asimismo, todas las peticiones a las que sí se accede se
disfrutan en un ambiente familiar que ve y se complace con toda oportunidad de
convivencia feliz. Este enfoque de incluir todo lo bueno nos da un margen para
entender que también puede haber un no, una petición puede no ser aceptada.
Cuenten los “sí” que existen y vístanse de gratitud, ¿están de acuerdo?
CALIDAD HUMANA, LA PRIMERA DE TODAS
Cuando hacemos una petición chocan las necesidades personales con lo que la otra
persona tiene que movilizar para responder a ella. ¿Te parece? Es una puerta
magnífica que abre la posibilidad de todo un diálogo que nos permita conocernos más
e ir a asuntos que existen y que no habíamos visto tal vez o que necesitábamos
entender un poco más. Por eso comenté que pedir por favor está muy bien como
mensaje cortés, pero no funcionará si no se sabe dialogar en un sentido más amplio.
Y no hablo del aspecto de los pequeños que apenas pueden ir aprendiendo los
significados de esta cortesía, me refiero al clima familiar de comunicación, de
acercamiento que al final sin duda repercute también en los hijos. Un buen diálogo
implica querer tu bien (felicidad, salud, rendimiento), percibirnos como humanos con
límites y virtudes extraordinarias, pero a quienes en ocasiones les es imposible salir al
encuentro de lo que cada quien necesita de acuerdo con sus expectativas. Es común
ver rotas las expectativas tal como las imaginamos con exactitud en la convivencia
familiar, pero con rapidez tenemos manera de adaptarlas, tolerar y visualizar
mecanismos para darles la vuelta y volver nuestros sueños más realistas en todo
caso. ¿Sabemos hacer esta conversión de frustración en renovación de esperanza? Sí
se puede si los que intervienen tienen como mentalidad aplicar el conflicto como una
oportunidad, si hay flexibilidad en donde ceder no es perder-perder; más bien, se hace
para ganar-ganar cosas mejores si no completas. Es un detalle muy hermoso del
proceso del curso de maternal que con breves palabras y expresiones que nuestros
pequeños van aprendiendo demos revisión plena a los contenidos de calidad de la
convivencia familiar, pensando también en el bien para ellos y el de todos sin
excepciones. En este sentido el curso de maternal todos lo estamos llevando como
había señalado, ¡gracias a ellos y por ellos!
Empatía, saber escuchar, momentos de diálogo, detalles de afecto, son
indispensables en la pareja. Si hay elementos destructores, no dude en corregirlos a
tiempo, la prevención es el camino más seguro y más barato; después de todo
estamos en la tarea –y nada hay más importante– de forjar plenas potencialidades en
el espíritu maravilloso que cada pequeño(a) tiene, sólo imagínelo durmiendo en paz…
EVALUACIÓN DE LOS AVANCES
UNIDAD 5
Fecha de inicio ___________
Fecha de terminación ___________
• ¿Qué mejoras de calidad humana realizamos en esta unidad?
a) En relación con el aprendizaje de nuestro hijo(a), ¿qué mejoró?
__________________________________________________________
b) En relación con el aprendizaje de nosotros como educadores ¿qué
mejoramos?
__________________________________________________________
c) Cómo se enriquecieron la felicidad en la familia, la salud, el desarrollo del
talento?
__________________________________________________________
• Conteste las preguntas siguientes escribiendo Sí o No en los paréntesis.
1. (
) Nuestra hija pide por favor con oportunidad y en forma adecuada.
2. (
) Nuestro hijo también usa otras expresiones además de “por favor”.
3. (
) La expresión “por favor” está incluida en el estilo de pedir en casa.
4. (
) Nuestro hijo tiene la oportunidad de ver cómo pedimos por favor a terceros.
5. (
) Si se pide algo a algún adulto se dice por favor (maestra, directora o director).
Resultados
Cuantas más respuestas positivas, mejor
5 respuestas negativas, regrese a la unidad
Firma de la madre, del padre o tutor:
Nombre del alumno(a):
Grado:
UNIDAD 6
EL RESCATE DE ROSA, LA MARIPOSA
OBJETIVO ESPECÍFICO
Que su hijo(a) tenga la experiencia de dar las gracias, como competencia social, y viva
de manera formal la gratitud en casa.
FUNDAMENTACIÓN
La gratitud es una especie de pegamento de la unidad familiar, y aunque su pequeña
la conocerá como una forma de expresión, también empezará con el “pie derecho” a
dar sus primeros pasos en todas las implicaciones que hacerlo tiene en el sentimiento,
el pensamiento y la acción.
El agradecimiento, como debe presentarse en casa, requiere muchas habilidades de
“sabiduría” para la vida. Implica la facultad de hacer un balance justo entre lo que se
da y recibe, incluyendo todo lo positivo, no sólo fijando la atención en los errores o las
frustraciones. Implica sentir admiración por el otro y sorprendernos por el milagro del
amor que nos pone en la entonación de darnos cosas que sólo los humanos podemos
entregar. La gratitud no toma las cosas como “naturalmente ya merecidas”, sino con la
humildad de estar consciente de que la planta debe regarse. Estar agradecido y
decirse agradecido es reconocer de alguna manera el trabajo de buena voluntad que
se hace en casa, ¡incluso los intentos fallidos!, porque en el esfuerzo estamos todos
enlazados, poco, mucho, menos o más, a veces o casi siempre, no importa, la bondad
esforzada está ahí. Imagine que su esposo o esposa le dice la siguiente frase: “no me
ayudó mucho tu plan de hacer que…. (llénelo a placer)… pero te agradezco mucho
el deseo de complacerme que hay detrás de esta acción”.
Su hijo aprende frases cortas, pero, en realidad, con ellas llegó una regla de oro para
quedarse siempre en casa: “en este hogar el agradecimiento es franco, abierto,
sencillo, humilde y disfrutamos cada cosa que recibimos de los demás, el tamaño no
importa”. Su pequeño tiene derecho a vivir en un ambiente así, no se merece menos.
En un sentido más profundo, la gratitud es la celebración de la bondad de la vida por
medio de lo que recibimos de los demás y en la que siempre hubo alguien que
estuvo… para que…
El más beneficiado por tener gratitud eres tú mismo, como también resultas el más
perjudicado cuando nada de los demás te conmueve y casi siempre lo consideras
como “su obligación”.
Vea la siguiente definición de gratitud, de la American Psychological Association:
“Gratitud es un sentido de agradecimiento y felicidad en respuesta a recibir un regalo,
ya sea un beneficio tangible (por ejemplo, un presente o favor) dado por alguien o por
una afortunada situación (por ejemplo, un hermoso día)”.
La gratitud requiere su expresión, su espacio, su memoria, su consistencia y
frecuencia, la emoción es sublime, es un verdadero alimento del corazón y de la salud.
ENLACE CON LA ESCUELA
La educadora narró a los niños el cuento “El rescate de Rosa, la mariposa”.
EL RESCATE DE ROSA, LA MARIPOSA
Una mañana, Rosa, la mariposa, estaba revoloteando y, sin darse cuenta, se alejó
demasiado de su casa y cayó dentro de una red.
—¿Ahora qué haré?, me alejé demasiado de casa y estoy atrapada. Tengo miedo y…
voy a gritar: ¡Tatatú!, ¡Mico!, ¡Cata!, ¡Tato!, ¡Rafa! ¡Ayúdenme, por favor!
Unos niños que pasaban por ahí la oyeron, se acercaron, y uno de ellos le dijo:
—¿Qué te pasa, mariposita?
—Volaba y sin darme cuenta me alejé de casa y caí en esta red. ¿Ustedes podrían
ayudarme a salir, por favor?
—¡Claro, mariposita!
Y sin decir nada más, la liberaron. Una vez liberada Rosita, los niños le preguntaron:
—¿Cómo te llamas, mariposita? ¿Quieres que te ayudemos a buscar tu casa?
—Me llamo Rosita, y sí quiero su ayuda —contestó la mariposa.
—¡Muy bien!, empecemos por lo más fácil. ¿Sabes el teléfono de tu casa? Podríamos
llamar —sugirió uno de los niños.
Rosa contestó:
—¡No lo sé! ¡Tampoco sé cuál es mi dirección! —y se puso a llorar de nuevo.
—Calma, Rosita. Vamos a buscar a algún policía para que nos ayude a encontrar tu
casa —dijo otro niño.
Y así, todos juntos, se encaminaron a la Comisaría.
Al momento de entrar, Rosita reconoció de inmediato al papá de Rafa, ¡él era policía y
podría ayudarla! Sin dudarlo corrió hasta él y le contó lo sucedido.
Cuando Rosita terminó de contar su relato, el papá de Rafa exclamó con mucha
seriedad:
—Bueno, Rosita, en este caso debes agradecerles a estos niños el haberte salvado.
—¿Agradecerles?, ¿cómo? No tengo nada que darles.
—No, Rosita. Nosotros no necesitamos tener cosas para demostrar el agradecimiento.
Hay una forma muy fácil de agradecer y es sólo con una palabra. En esa palabra se
encierra todo el cariño y todo el agradecimiento que le quieras expresar a alguien. Esa
palabra es: ¡gracias!
Rosita se dio la vuelta, se acercó a los niños y les dijo sonoramente:
—¡Gracias, amigos! ¡Gracias por haberme liberado de esa horrible red!, y ¡gracias
por haberme traído hasta aquí!
—No fue nada, Rosita —respondieron los niños a coro.
De pronto, a Rosita se le ocurrió una gran idea y dijo:
—¿Qué les parece si los invito a conocer a mis amigos? De esta manera podremos
jugar todos juntos.
—¡Sí! —gritaron los niños, entusiasmados, y, sin decir nada más, se dirigieron con el
papá de Rafa hacia la casa de Rosita, listos para jugar y conocer nuevos amigos.
2. Escuche la canción “¡Gracias!” con su pequeño(a), disfrutando y bailando. Al final,
abrácelo y dígale ¡gracias por existir! Después le toca el turno a él y se recomienda
vivir esta experiencia con todos los miembros de la familia.
Actividades de enlace de la escuela con la casa
1. Léale el cuento a su hijo y ponga énfasis en el agradecimiento al terminar la
historia. Modele elementos de la “situación entorno inmediato” que se
pueden agradecer, por ejemplo, gracias sol, gracias luna, gracias viento,
gracias pan, gracias asiento, gracias mesa, gracias juguete, gracias beso,
gracias amor, gracias alegría, gracias convivencia, gracias cuento, gracias
agua, gracias sonrisa, gracias escuela. Diga unas cinco y si repite la
historia diga otras cinco, e invite al pequeño a que diga algo por lo que dé
“gracias…” La idea es que disfruten juntos la historia y se fortalezca la
práctica de identificar cualquier cosa positiva que nos da servicio para algo;
esto incluye todo.
2. Canten juntos la canción “¡Gracias!”, de José María Frías, y explique a su
hija por qué es tan importante mostrar nuestro agradecimiento.
¡Gracias!
José María Frías
Por cuidarme y por quererme,
por estar conmigo siempre,
gracias, gracias,
muchas gracias.
Por prestarme tus juguetes,
por tus ganas de ayudarme,
gracias, gracias,
muchas gracias.
Por el Sol, por la lluvia,
los amigos y el amor.
Por las flores, por las aves,
por la vida, gracias doy.
Gracias, gracias.
¡No hay por qué!
Gracias, gracias.
¡Oiga, usted!
Gracias, gracias.
¡No hay por qué!
Gracias, gracias,
Gracias doy.
3. Establezca el “día del agradecimiento”. Si bien todos los días hay
momentos propicios, frecuentes y abundantes, para iniciar el nuevo hábito,
pónganse de acuerdo los líderes de la familia y establezcan un día de la
semana en el cual se darán el espacio y el tiempo explícito para
agradecerse todo lo que han recibido uno del otro. Debe ser
exclusivamente lo positivo y los pequeños sólo recibirán la información; si
se les ocurre decir algo, perfecto, pero no deben ser presionados, esto
ocurrirá con el paso del tiempo. El espacio de tiempo no tiene que ser
rígido, puede ser el “sábado toda la tarde” en la que conviven. Recuerde, lo
importante es abrir la oportunidad para que ocurra y se dé frecuencia.
Sería sensacional conformar poco a poco un “diario de gratitud” en el que
escriban cosas significativas que cada uno agradece del otro. ¡Abundante
es la cosecha de amor y de pronto olvidamos todo, eso no puede seguir
sucediendo!
Es fundamental que el niño vea a los adultos agradecerse y escuchar
también el agradecimiento a terceros y a la vida; si tiene orientación
espiritual y/o religiosa, también, desde luego, a la idea de un Dios.
4. Establezca rutinas de “agradecimiento”. Con esto me refiero a que se
agradezca al terminar de comer, cuando alguien nos ayuda en algo, cuando
se limpia algo, cuando se da algo, antes de dormir (agradecer al día), hacer
pequeños rituales.
ESCUELA DE PADRES
El agradecimiento es una práctica de efectos benéficos múltiples. Ayuda a la
autoestima de los niños, ya que tendrán un sentido generalizado de “agrado por sí
mismos”, una especie de confort y aceptación de sí mismos; esto no puede venir de
ellos, sino de sus papás que son la referencia más poderosa y válida para ellos.
Como competencia social es relativamente fácil enseñarla: buenos ademanes y
expresiones no verbales entusiastas y con tonos adecuados y cálidos, pero el fondo
importante es la actitud generalizada que se debe vivir en casa de “capturar a todo
aquel que está haciendo algo positivo el día de hoy, decírselo y agradecérselo”. Ese
debe ser el enfoque fundamental y no esperar a “grandes realizaciones” para entonces
agradecer. Podemos agradecer de manera incondicional en el sentido de que ya es un
regalo convivir como seres unidos en el amor, y agradecer específicamente todas las
pinceladas de ese cuadro tan hermoso que cada uno de los miembros de la familia
están dibujando en destellos de bondad cada momento. Su pequeña le brinda la
oportunidad de imprimir una revolución a su corazón y darle la bienvenida, mediante el
agradecimiento, a un enfoque positivo, constructivo, edificante para su propia vida
adulta. Es ahora o nunca, no deje pasar esta oportunidad, es mi recomendación. ¡Se
recogen tantas cosas bellas al hacerlo!
El agradecimiento debe desplazar la crítica destructiva, que no ofrece nada. Si la
crítica persiste, que deje una enseñanza creativa de qué se propone hacer, lo demás
no tiene sentido. Se ha visto que los hijos, cuando escuchan a sus papás criticarse y
escuchan también una propuesta de solución en la que se comprometen, pueden
beneficiarse bastante y adquirir comportamientos efectivos de liderazgo y creatividad
en la solución de sus propios problemas en el futuro. De tal forma, ya no hay espacio
para la lucha sorda, que a nada lleva, que repite una vez lo mismo para llegar a lo
mismo. El conflicto de identificar culpables y lanzar acusaciones, sin generar un nivel
superior de inteligencia, puede marcar muy desfavorablemente el futuro de la vida de
su pequeño. ¿Tenemos derecho a hacerlo? No se lo merece, imagínese que a los dos
o tres años ya tiene una goleada de mil anotaciones en contra… difícil y penoso será
remontar el marcador. Por fortuna, hay mucho margen de maniobra si construimos
una y otra vez hacia las estrellas del amor y el entendimiento. Recuerde que, gracias
al milagro de la vida, su pequeño, sólo por existir, le retará a crecer de manera
permanente, ¿se imagina sin ello? ¡Gracias a nuestros hijos!
CALIDAD HUMANA, LA PRIMERA DE TODAS
La gratitud es una actitud, es decir, usted decide manejar su vida con la circunstancia
de capturar, reconocer, recibir y expresar las instancias en las que alguien o algo
sucede para su bien. Al usar su libertad eligiendo el agradecimiento como respuesta,
usted mismo, sin saberlo tal vez, pavimenta su propio camino, por las razones de
gusto interno profundo y reforzamiento hacia los demás. Éstos, sintiéndose
reconocidos por usted, le prodigarán múltiples sorpresas o por lo menos en su
mayoría se mantendrán satisfechos, lo que genera más unión, frecuencia y
continuidad de lo agradable. Nadie busca al que le quema la mano; eso, como
sabemos, aleja.
En fechas recientes se ha publicado una explosión de libros que hablan de la gratitud
como de una especie de “redescubrimiento” de algo cuyas bondades conocíamos
desde hace mucho tiempo, pero que ahora muestra un poder preventivo y curativo.
No es raro encontrar personas que, hacia el final de su vida, se reúnen con sus seres
más queridos o con personas significativas para agradecerles y decirles, antes de
morir, todo lo que tal vez omitieron. Así, cierran los conflictos, piden perdón y se retiran
en paz. Esto lo hacen incluso aquellos no practicantes de alguna religión o que se
distinguían por su indiferencia en esos temas. Esto nos dice que el agradecimiento no
otorgado queda como una deuda que al final no nos agrada quedarnos sin pagarla. Es
una actitud que yo decido adoptar, pero en mi conciencia puede quedar como una
obligación haberlo hecho, como algo que de alguna manera nos impide tener toda la
paz necesaria para las despedidas. Eso es intrigante y puede hablar de aspectos muy
profundos, como que en realidad somos seres de amor básicos, estructurados por el
amor, por lo que el agradecimiento es también una necesidad que tenemos que
satisfacer… ¿será? ¿Qué cree usted?
La parte sanadora, la que alivia, nos deja en equilibrio mental y físico. La preventiva
se refiere a que la cosecha de tantas cosas que capturamos de los demás, junto con
la alegría que recogimos de ello, nos dejan más resistentes a las adversidades y
ayudan a que no perdamos el balance cuando éstas ocurren. Un corazón agradecido
jamás quedará atrapado en ideas como “nadie me quiere”, “siempre me va mal”, “no
sirvo para nada”, “debería dar más, nunca es suficiente lo que hago”. En ese portal
que nos abrimos, en esa actitud, el agradecimiento es una vacuna contra la depresión,
el desamparo y la angustia. Los niños “agradecidos” vivirán más años que los que se
enfocan a ver las partes oscuras de las experiencias y quedan atrapados en ellas.
Albert Einstein decía: “hay dos formas de vivir tu vida. Una es como si nada fuera un
milagro. La otra es como si todo fuera un milagro”.
EVALUACIÓN DE LOS AVANCES
UNIDAD 6
Fecha de inicio ___________
Fecha de terminación ___________
• ¿Qué mejoras de calidad humana realizamos en esta unidad?
a) En relación con el aprendizaje de nuestro hijo(a), ¿qué mejoró?
__________________________________________________________
b) En relación con el aprendizaje de nosotros como educadores ¿qué
mejoramos?
__________________________________________________________
c) Cómo se enriquecieron la felicidad en la familia, la salud, el desarrollo del
talento?
__________________________________________________________
• Conteste las preguntas siguientes escribiendo Sí o No en los paréntesis.
1. (
) La pequeña dice gracias con gusto y alegría.
2. (
) Le damos las gracias al pequeño cuando hay la oportunidad.
3. (
) Mi hija observa cómo le decimos gracias a la pareja o a terceras personas.
4. (
) Mi hijo dice gracias a su maestra y a otros adultos en la escuela.
5. (
) La pequeña dice gracias a sus compañeros de clase.
Resultados
Cuantas más respuestas positivas, mejor
5 respuestas negativas, regrese a la unidad
Firma de la madre, del padre o tutor:
Nombre del alumno(a):
Grado:
UNIDAD 7
CASTILLOS DE ARENA
OBJETIVO ESPECÍFICO
Que los pequeños usen apropiadamente la palabra “discúlpame” cuando es oportuno
e inicien un proceso que continuará en casa en el que los errores llevan al aprendizaje
y la renovación de intentos positivos.
FUNDAMENTACIÓN
Tenemos otra palabra fundamental, “discúlpame” (perdón, lo siento, no debí…), que
tiene que ver con el manejo de los propios comportamientos que resultan en algún tipo
de perjuicio para los demás. Aceptar con gracia que lo hicimos es una gran habilidad y
con frecuencia no la vemos como quisiéramos, ya que hay experiencias tan dolorosas
que algunos infractores han sufrido que aprenden el mecanismo de optar por culpar o
simplemente negar que han dañado. Cuando los canales naturales de incorporación
del error cometido se manejan de manera adecuada con la disculpa, la aceptación y la
responsabilidad de corrección, el proceso se convierte en una preciosa oportunidad de
crecimiento y de mejora de la calidad de cualquier relación humana.
Nuestros pequeños necesitan aprender gradualmente a conocer todos estos
mecanismos y vivencias sin que en el camino se empantanen alimentando el rencor o
la culpa, haciendo de la experiencia humana, que es renovable, una audiencia
permanente de dolor y reclamo. Esto se logra si en casa alimentamos una filosofía de
derechos humanos, de un criterio de perdón y renovación y de una conciencia plena
de la falibilidad humana como elemento para incrementar la inteligencia que logra
entender lo que sucede de forma tal que lo hará suceder mejor. (En breve
presentaremos más comentarios a este respecto.)
En un sentido más analítico, el término y concepto “discúlpame” no sólo pone a prueba
a quien lo dice, sino también la capacidad de entendimiento de quien lo recibe. La
manera en que manejamos el agravio humano revela cómo funciona nuestro corazón,
así como la capacidad de priorizar el perdón sobre el odio y la venganza. Esta especie
de “reto compartido” entre la víctima y el victimario es una de las encrucijadas más
importantes de la vida; su sana solución es fundamental para que la familia, y la
sociedad misma, fluyan con éxito.
ENLACE CON LA ESCUELA
La educadora narró a los niños el cuento “Castillos de arena”.
CASTILLOS DE ARENA
Una calurosa mañana, Tatatú, el patito, y sus amigos fueron a nadar. Tatatú decidió
invitar a su hermana mayor, Analú, porque a ella le gustaba mucho nadar. Al llegar a
la playa, Yuri, el pajarito, y Rosa, la mariposa, corrieron a tocar el agua con sus
frágiles alas, mientras que Ton, el ratón, Mico, el mono, y Tato, el gato, se
acomodaron para completar su álbum de superhéroes a la sombra de una gran
palmera.
Analú estaba feliz y no paraba de nadar. Entonces, a Tatatú se le ocurrió una gran
idea: ¡construir castillos de arena para cada uno de sus amigos! De inmediato, Tatatú
se puso manos y patas a la obra, construía castillos con altas torres pensando en cada
uno de sus amigos. Cuando al fin terminó su tarea, corrió para avisarles y así mostrar
sus obras maestras. De pronto, cuando se acercaban al lugar donde Tatatú construyó
los castillos, ¡los alcanzó una avalancha!
No, no era una avalancha, era Pic, el cerdito, quien se divertía de lo lindo rodando por
toda la arena y sin darse cuenta derrumbó todos los castillos de Tatatú.
—¡Has deshecho mis obras maestras! ¡Todo lo derrumbaste! —gritó Tatatú.
—No grites, Tatatú —le dijo suavemente Analú, su hermana, secándose las alas—.
Sospecho que Pic no se dio cuenta de que ahí estaban tus castillos, seguro no fue su
intención destruirlos.
Pic, que hasta el momento no entendía nada de lo que sucedía, no paraba de llorar y
decía:
—No entiendo lo que pasa. ¿Qué fue lo que derrumbé?, ¿cuáles castillos? —y sin
más, seguía llorando desconsoladamente.
Tatatú, todavía un poco enojado, reflexionó y dijo:
—Discúlpame, Pic, por haberte gritado. Es que me enoja ver que derrumbaste mis
castillos.
—No, Tatatú, discúlpame tú. No me di cuenta de que ahí estaban tus castillos, yo sólo
pensaba en divertirme, pero si quieres te ayudo a construirlos de nuevo. Hasta
podríamos usar mi carretilla de juguete para acarrear más arena.
—¿De verdad, Pic, me ayudarías? —preguntó Tatatú.
—¡Claro, Tatatú! Yo te ayudaré, ya verás que quedarán muy altos y bonitos.
Y sin decir más, ambos se dieron un gran abrazo y se dispusieron a construir altos
castillos a la vez que cantaban: “Discúlpame”.
Actividades de enlace de la escuela con la casa
1. Lea la historia a su pequeño(a) y exprese el “discúlpame” con componentes
verbales y no verbales adecuados. En una segunda lectura, donde dice
discúlpame puede añadir:
• Perdón.
• Lo siento.
• No debí.
• No quise hacerlo…
La idea es que se percate de que hay más maneras de disculparse.
2. Canten y disfruten juntos la canción “Discúlpame”. Aprovechen para representar
cada escena con ademanes, movimientos y muecas. Pueden intercambiar la
palabra discúlpame por las señaladas.
Discúlpame
José María Frías
Vamos caballo, arre.
Ay, me tropecé, ¿no te hice daño?
Discúlpame. (Solo)
Yo conozco un pegamento especial
que cualquier error lo puede reparar.
Esta mágica palabra arreglará
lo que hiciste, si lo sientes de verdad.
Sólo fue un malentendido,
fue un error.
Discúlpame, discúlpame.
Te lo pido desde aquí, del corazón.
Discúlpame, discúlpame.
Discúlpame, ¿sí?
Ya me siento mejor,
ya somos amigos otra vez. (Solo)
Si al correr me tropecé y te lastimé
la verdad es que yo no lo quise hacer.
Si en tu fiesta mi refresco derramé
es que estaba tan contento
y no vi bien.
3. Jueguen a la “corrección del error”. Este juego permitirá transmitir el mensaje de
que, una vez cometido el error, lo más importante es ver cómo podemos corregirlo.
La mama o el papá le dice a la pequeña: “vamos a jugar algo sensacional, este
juego se llama ‘Reparando el error’. Tú dirás la solución a lo que pasa, y si no,
dirás simplemente si estás de acuerdo o no”.
Error
Si se me cae el vaso de agua …………. limpio con un trapo
Siempre añada la disculpa, también puede añadir muchas soluciones creativas y
viables, además de la mencionada.
Si te piso …………. te doy una sobadita
Si grito muy fuerte y despierto a mi tío …………. le canto una canción
Si hice tropezar a mi hermano …………. y lo tomo de la mano
Escriba algunas adicionales que se vivan realmente en casa.
Aplauda con fuerza las soluciones que dé, ¡bravo! Y si pueden escenificar
alguna y demostrarlas a la familia como pequeño teatrito, ¡excelente!
4. Haga ver a su pequeño(a) que de los adultos en casa fluye naturalmente ofrecer
una disculpa y, de ser posible, expresar una solución o compromiso de corrección.
ESCUELA DE PADRES
No hay equivocación de su hija que merezca lastimar su alma de manera profunda, no
es un método efectivo de aprendizaje recalcar una y otra vez que ha cometido un error
y que, por tanto, es de lo peor. Ese estilo de actuar conduce a suprimir de manera más
generalizada el ánimo por hacer las cosas, nada más injusto para un niño(a).
No cometa el error de “leer malas intenciones” en las acciones del pequeño porque, si
bien puede reaccionar con enojo o deseoso de una revancha, no ha interiorizado el
concepto moral de hacer daño. Recuerdo que una abuelita le decía a un bebé de ocho
meses lo parecido que era al “agresivo” de su padre porque le daba algunas
cachetadas a ella, quien se maquillaba mucho. En realidad, lo que el niño hacía era
sólo explorar lo que se sentía hundir sus dedos en las varias capas de crema del
rostro de la abuela. Es decir, el niño(a) pequeño(a) (en sus primeros cinco años
principalmente) tira cosas, golpea, rompe, patalea, llora, pues con ello muchas veces
analiza el alcance de sus acciones y los límites a donde puede llegar, y no porque
tenga un demonio adentro.
Pero la oportunidad que nos brinda el menor es que, como padres y adultos de la
familia, nos pongamos de acuerdo en los significados profundos de lo que es ser
humano y su convivencia. Usted elige. Sugiero que piense en lo siguiente.
1. Los errores son para crecer, no para empequeñecer. Esto aplica a todos, el
error es un verdadero maestro y debe llevar a mejorar la forma de hacer las
cosas. ¿Qué añade culparnos interminablemente de ello?
2. El perdón es parte indispensable de la paz y la reconciliación, es un acto
inteligente para volver al amor. ¿Podemos decirle a alguien “mereces pagar el
resto de tu vida por ello” debido a las acciones cotidianas de la convivencia
familiar? No.
3. Todos cometemos equivocaciones. ¿Por qué la dureza del reclamo a
alguien que al conducir casi nos hace chocar si todos los que hemos manejado
un vehículo en ocasiones estamos a punto de provocar accidentes? Lo mismo
sucede en casa, la humildad de ver al otro como un ser humano que también
tiene sus límites como nosotros es fundamental y equilibrante.
4. La condición humana es de ceguera. ¡Desconocemos tantas cosas!
Conocernos a nosotros mismos apenas un poquito nos lleva toda una vida. Las
circunstancias experimentadas (más la biología, la genética, etc.) pesan como
plomo en muchas reacciones, hay misterios y misterios de la vida en los que
apenas intuimos algo, por lo que la mejor política es de tolerancia y
entendimiento, de solidaridad con el otro, de sencillez, diálogo y búsqueda de
la verdad sin juicios, prejuicios, calificativos, soberbia. Todos compartimos el
milagro de la vida, sí, de modo que el camino de los que estamos más juntos
está en la comprensión, en el apoyo y en la responsabilidad de hacer cosas
magníficas con la experiencia. Al tratarnos con agresividad perdemos la
perspectiva. Los límites humanos deben retarnos a la superación, no a la
destrucción. La violencia acaba con todo, la paz nos conduce a satisfacciones
extraordinarias gracias a que supimos luchar proponiendo, construyendo.
5. Diga no al escalamiento. Las familias son muy propensas a ser atrapadas en
un fenómeno psicológico que se ha estudiado mucho y se sabe cómo opera;
éste se llama “mecanismos de coerción y escalamiento”, y ocurre de la
siguiente manera. Alguien hace algo que no nos gusta, por lo que le gritamos y
agredimos u ofendemos; él puede ceder… lo que provoca que en un futuro
volvamos a agredirlo de la misma manera o más fuerte… pero en cualquier
momento, ese modelo de agresión y ofensa podría contestarse de manera
igual o similar, lo que hace que el otro intensifique aún más su nivel ofensivo…
y esto va atrapando a los participantes en la violencia. Es fundamental detener
esto a tiempo. El punto clave es ver al otro como un ser humano igual que cada
uno de nosotros y que hace las cosas porque intenta cubrir sus necesidades,
no porque sea un gusano despreciable. Por tanto, se privilegia el diálogo y se
habla, si se quiere con firmeza, pero no con ofensa y violencia.
Agredir es lo más fácil y barato pero rápidamente será lo más caro y
difícil, se lo aseguro. Siglos de experiencia lo respaldan.
Ejemplos
Incorrecto
“Otra vez tú…”, “¡Te voy a…!” ”Me tienes harta” (sigue algún golpe)…
Correcto
“Hiciste eso, ¿qué querías lograr con ello?, no estoy de acuerdo con que lo
hagas así y no lo voy a permitir, así que veamos cómo puedes realizarlo pero
en una buena manera… si lo repites no verás televisión el día de hoy”…
Gracias al pequeño(a) podemos renovar nuestra humanidad más
profunda. Lo único que conviene ofrecer en casa es lo más bello de
nuestro interior, todo lo demás en verdad no vale la pena. Vuelva al amor
una y otra vez, y verá que nunca se cansará ni se arrepentirá de hacerlo.
Un acto de violencia genera culpabilidad y después de cometerlo vivirá
arrepintiéndose. No se trata de que se porte bien sino de hacer lo más
inteligente.
CALIDAD HUMANA, LA PRIMERA DE TODAS
La American Psychological Association define el perdón como: “voluntariamente poner
a un lado los sentimientos de resentimiento hacia un individuo que ha cometido un
agravio… Involucra una transformación voluntaria de los propios sentimientos,
actitudes y comportamientos hacia el individuo, de forma tal que ya no es dominado
por el resentimiento y puede expresar compasión, generosidad o algo similar hacia él.
El perdón es un proceso importante en la psicoterapia.
“Discúlpame, ¿sí?” Si la respuesta es “sí te disculpo” yo mismo me libero, adquiero
paz, los beneficiados somos todos. Lo que daña a los pequeños es el “atoramiento,
embotellamiento, atascamiento que no avanza de los sentimientos negativos y
desagradables”, la repetición frecuente de la reprobación, la condena, el volver una y
otra vez a recordar lo que se hizo mal. La familia debe ser un pivote liberador para la
renovación, el flujo de las emociones, la composición de nuevas estructuras de
reacción que alimentan la salud y la felicidad, sacando lo mejor de cada uno. ¡En esta
casa desatamos nudos, no nos quedamos con ellos!
Esa debería ser la regla simbólica en cada familia.
El pleito frecuente en casa, entre quienes sea, provoca el desgaste y desvía la
atención de la estrella del amor. Nos sumergimos en más luchas y ¿sabe?, tarde o
temprano daremos con una idea inteligente: lo único que paga es volver a la paz, al
amor, a considerarnos. En el caso de pleitos entre los hijos en casa, le recomiendo
que detenga la agresión, ponga a reflexionar a los participantes en un espacio en
donde puedan meditar (por ejemplo, en un sillón que mire hacia la pared, un minuto
por año de edad), no dé permisos para divertirse o disfrutar hasta que “desaten” el
nudo, es decir, se comprometan con una estrategia que ellos usarán para que no
vuelvan a caer en eso. Tome esta medida cada vez que ocurra hasta que se
establezca el nuevo aprendizaje (lo puede hacer con niños de cinco años en
adelante). Puede incluso hacer el nudo con una corbata que ya no necesite o un lazo,
y ellos deben decir lo que realizarán para desatarlo, este tipo de símbolos ayudan a
integrar el “todo” de la experiencia. Si es consistente verá que la paz se irá
apoderando de su hogar. Dé tiempo, le puedo asegurar que en cerca de dos semanas
se abaten estos conflictos. ¡Ah!, y si se gana la paz poco a poco, celébrelo con ellos y
brinde más acceso a la posibilidad de que hagan lo que más les gusta con su tiempo
libre, siempre cuidando el equilibrio.
Por último, el “discúlpame” es una regla de la casa que también llegó para quedarse.
En esta casa no estamos tras los culpables sino a favor de los responsables (habilidad
de respuesta), es decir, aquí nos comprometemos a realizar enmiendas y estrategias
para intentar genuinamente prevenir que vuelva a ocurrir lo que causó el problema.
Toda esa “sangría” de acusaciones no añade nada inteligente a lo que al final se tiene
que hacer: mejorar.
No deje que se acumulen los sentimientos negativos, expréselos ese mismo día, sólo
que en un momento oportuno; no duerma con ellos, pero en el diálogo respire y
aplique el enfoque de decir y escuchar con respeto, así como de sembrar una solución
y compromiso de buena fe. No es malo enojarse, lo negativo es agredir con este
sentimiento, expréselo sin ofender y llegando a algo útil. También propicie que todos
los miembros de la familia puedan expresar su malestar o su enojo, pero condúzcalos
con paciencia a que lo hagan también como les recomendé.
EVALUACIÓN DE LOS AVANCES
UNIDAD 7
Fecha de inicio ___________
Fecha de terminación ___________
• ¿Qué mejoras de calidad humana realizamos en esta unidad?
a) En relación con el aprendizaje de nuestro hijo(a), ¿qué mejoró?
__________________________________________________________
b) En relación con el aprendizaje de nosotros como educadores ¿qué
mejoramos?
__________________________________________________________
c) Cómo se enriquecieron la felicidad en la familia, la salud, el desarrollo del
talento?
__________________________________________________________
• Conteste las preguntas siguientes escribiendo Sí o No en los paréntesis.
1. (
) Mi hijo expresa disculpas de manera apropiada.
2. (
) Si mi hija ofrece una disculpa es aceptada plenamente por nosotros.
3. (
) El niño ofrece disculpas a terceros.
4. (
) En casa nuestra hija observa que los adultos o hermanos mayores ofrecen
disculpas, mismas que se aceptan.
5. (
) Existe la regla de la casa para todos: de las experiencias negativas se
aprende, se crece, y se sigue adelante con entusiasmo.
Resultados
Cuantas más respuestas positivas, mejor
5 respuestas negativas, regrese a la unidad
Firma de la madre, del padre o tutor:
Nombre del alumno(a):
Grado:
UNIDAD 8
EL GRAN DÍA
OBJETIVO ESPECÍFICO
Que su pequeño(a) exprese con libertad lo que le gusta y no le gusta, y, con esta
experiencia, se aliente cualquier expresión de sus sentimientos en un ambiente
permisivo pero orientador.
FUNDAMENTACIÓN
La expresión, identificación y manejo de los sentimientos es toda un área que lleva la
vida aprender. En general, las complicaciones que sobrevienen en este campo se
deben a que no hemos sabido educar a nuestros hijos sobre el tema y reaccionamos a
sus sentimientos como a nosotros nos educaron, sin abordarlos de formas más
sabias. Por ejemplo, como hijos, vivimos muchos mensajes inadecuados como:
•
“No deberías sentirte así” (cuando en realidad ya nos sentíamos así y no
sabías ni por qué).
•
“Es malo sentir esto o aquello” (con lo que se generan confusiones).
•
“Si sientes eso eres x, y, z” (implicando algo despreciable; por ejemplo, “los
hombres no lloran”, “el miedo es de cobardes”).
•
“Estos sentimientos están prohibidos en casa” (por ejemplo, enojarte con tu
papá o tu mamá… con lo que se generan resentimientos y culpabilidad).
•
“Tú eres culpable de los sentimientos de los demás” (por ejemplo, “mira lo triste
que pones a tus papás por no comer verduras”, etcétera; la lista podría ser muy larga).
A lo largo de la unidad presentaremos indicaciones para orientar en forma sana a los
pequeños y crear sistemas familiares que tomen esta experiencia sensorial como un
gran termómetro que nos guíe hacia las mejores soluciones posibles si lo sabemos
detectar, expresar y respetar adecuadamente. La información sensorial nos dice
muchas cosas para movilizarnos y encontrar la verdad de los problemas, por lo que el
marco de referencia más adecuado es saber escucharlos, estando con ellos, sin
reprimirlos ni negarlos.
ENLACE CON LA ESCUELA
La educadora narró a los niños el cuento “El gran día”.
EL GRAN DÍA
Un día por la mañana toda la familia de Tato, el gato, estaba muy emocionada y no
paraban de ir de acá para allá. Era un día muy especial, Tato cumplía un año más de
vida. ¡Miau! Toda la familia, los vecinos y sus maestros serían invitados.
Por esta razón había mucha actividad en casa. De repente, Tato, el gato, se asomó a
la cocina y, entre bostezos, empezó a relamerse sus suaves y tersas patas, y
preguntó:
—¿Qué pasa aquí?, miau.
Apenas habló y todos se abalanzaron a abrazarlo. Tato retrocedió y, sin más, huyó a
su cama a taparse bajo las sábanas. En ese momento sonó el teléfono, Tato contestó
y ¡sorpresa!, era Tatatú, el patito, quien llamaba para felicitarlo.
—Gracias por llamar, Tatatú —dijo Tato—, pero debo confesarle que a mí no me
gusta festejar tanto mi cumpleaños. Mi familia está organizando una gran fiesta, pero
a mí me da pena que un montón de personas que no conozco me abracen. Yo prefiero
disfrutar este día sólo con la gente que quiero mucho.
—Pero tu familia te está preparando una gran fiesta —replicó Tatatú.
—Lo sé, miau, pero no quiero una fiesta tan grande y no sé cómo decirles que no me
gusta, qué tal si se enojan conmigo y me dejan de querer —contestó Tato, un poco
triste.
—No temas, Tato, la familia nunca nos deja de querer. Diles cómo te sientes, qué te
gusta y qué no te gusta, ya verás que te entenderán —aconsejó Tatatú.
—Tienes razón, Tatatú, voy a ir a decirles que prefiero hacer otra cosa y no una gran
fiesta, miau.
Tato se dirigió muy contento hacia donde estaba su tía haciendo la larga lista de
invitados y le dijo:
—Hola, tía, quiero decirte algo.
—Dime, Tato —respondió tu tía, al tiempo que le acomodaba su gran moño.
—Es que… es que…, miau, no quiero fiesta. No me gustan las fiestas grandes. Yo
prefiero dar un paseo en bici con toda la familia y con mis amigos.
La tía de Tato sonrió un poco sorprendida y exclamó:
—¡Muy bien, Tato! Veo que estás creciendo y has aprendido a decir lo que te gusta y
lo que no te gusta. ¿Qué te parece si entonces me ayudas a organizar el paseo en
bicicleta?
—Miau, ¡claro que sí! —contestó Tato y, abrazando a su tía, añadió:— Voy a contarle
a Tatatú que cuando digo lo que me gusta y lo que no me gusta me siento mejor y
las otras personas me entienden, de paso también lo invitaré a nuestro paseo en bici.
Y corriendo feliz, se dispuso a festejar su cumpleaños.
Actividades de enlace con la escuela para la casa
1. Lea al pequeño(a) la historia y compártanla poniendo énfasis en los términos
“me gusta” y “no me gusta”. Jueguen a externarlos en cada caso, con énfasis
de tono, expresión facial y algún ademán que refleje “me gusta” (por ejemplo,
abriendo sus bracitos con tono de bienvenida), y “no me gusta” (por ejemplo,
diciendo “no” con el dedo o poniendo sus manitas en la cintura como dejando
totalmente claro que la respuesta es “no”). Aplauda en cada avance de
expresividad pleno, esa es la clave, que sea muy bienvenida su total
expresión…
2. Comparta con su hija la canción “Me gusta”. Al terminar la canción, añada
usted cinco cosas que le gusten a su pequeño(a) y cantando pregúntele: “¿Te
gusta tomar tu chocolate?” y la niña contestará cantando “¡Sí, me gusta!”
Me gusta
José María Frías
Me gusta, me gusta
correr y brincar.
Me gusta, me gusta
con todos jugar.
Me gusta, me gusta
cantar y tocar.
Me gusta, me gusta
poder dibujar.
Que me abrace mi papá,
que me bese mi mamá,
que me cuesten un buen cuento,
cuando me voy a dormir.
Me gusta, me gusta
comer cosas ricas.
Me gusta, me gusta,
venir a la escuela.
Me gusta, me gusta
oler una flor.
Me gusta, me gusta
sentirme feliz.
Que me abrace mi papá…
Me gusta, me gusta
comer cosas ricas.
Me gusta, me gusta,
venir a la escuela.
Me gusta, me gusta
oler una flor.
Me gusta, me gusta
sentirme feliz.
¡Me gusta!
(Agregue cuatro temas más que le gusten.)
Luego repita las mismas cinco cosas (o puede añadir otras nuevas), pero ahora
su hijo(a) dirá “¡Me gusta muchísimo!”, con ademanes que lo expresen
totalmente.
El mismo procedimiento se sigue con la canción “Eso no me gusta”, con cinco
ejemplos en la primera parte y después cinco ejemplos en donde el niño(a) dirá
“¡Eso no me gusta nada!” Llevar, por decirlo así, la expresión al extremo
contribuye a darle un mensaje al niño(a) sobre el hecho de que puede
expresarse a total plenitud. Eso es fundamental para su desarrollo emocional,
como espacio de libertad que le permitirá decir lo que siente y no reprimirlo. La
sintonía fina de hacerlo en la mejor forma se trabajará gradualmente con los
años. Es un aprendizaje complejo y de muchos ensayos, tenga paciencia y
espere, debido a la edad del niño(a), muchos estallidos emocionales todavía,
pero se irá ganando terreno sin lastimarlo.
Eso no me gusta
José María Frías
Que me pidan hacer
algo que no está bien,
eso no me gusta, no.
Que me hagan jugar
cuando no estoy de humor,
eso no me gusta, no.
Que se burlen de alguien
sólo por molestar,
eso no me gusta, no.
Que me empujen, sin más,
por tomar mi lugar,
eso no me gusta, no.
Cuando no me siento a gusto
o algo me hace sentir mal,
no lo callo, no lo oculto
y feliz yo voy a estar.
Que me griten (sin ton),
que me ignoren (sin son),
eso no me gusta, no.
Que me peguen (sin ton),
que me obliguen (ni son),
eso no me gusta, no.
Cuando no me siento a gusto…
Que me griten (sin ton)…
que me ignoren (ni son)
eso no me gusta, no.
Que me peguen (sin ton)
que me obliguen (ni son)
eso no me gusta, no.
Eso no me gusta, no.
3. Establezca en casa un marco de referencia de expresión de los sentimientos
sin evaluaciones negativas, evite dar lectura a sus emociones con burla,
reprobación, rechazo, etc. Los sentimientos simplemente son y usted ganará
más dejándolos ser que queriendo cortarlos por decreto o introduciendo
sentimientos de humillación o cualquier otro negativo que complica aún más la
situación. La regla de la casa debe ser, “todos en casa tenemos sentimientos y
los podemos experimentar y expresar” (el respeto, los valores, la forma, la
prudencia, la oportunidad, el manejo efectivo se añadirán poco a poco).
Desde luego, analice siempre la causa de la expresión de sentimientos; si no
hay razones de tipo médico-pediátrico (que deben descartarse en todos los
casos), verá que pronto pasan de manera “natural”.
4. Exprese usted sus sentimientos sin evaluación, éste es el modelo que su
pequeño(a) debe ver.
ESCUELA DE PADRES
El inicio que esta unidad nos permite en el manejo de los sentimientos requiere que
empecemos con el pie derecho. La expresividad plena de todo sentimiento es clave
para el equilibrio emocional y la salud del individuo, tiene un gran valor para la
solución de problemas personales y también para prevenir que su hijo(a), que puede
enfrentar situaciones de conflicto impredecible, tenga la libertad plena de decirle todo y
así entonces corregir o actuar a tiempo. Imagine, por ejemplo, alguna invitación
indebida para realizar algo, entre otras cosas que sabemos que sí pasan.
La persona que con frecuencia reprime sus sentimientos tiene tareas de mucho
consumo de ansiedad, muchas veces piensa más de la cuenta, su cuerpo se tensa y
puede llegar a sentirse desamparada, con baja autoestima y deprimida; tiene la
sensación de que otros tienen el control de su vida y abusan, lo que le provoca más
inseguridad y crea círculos viciosos autodestructivos. Esto puede llevarla a explotar de
tal manera que por la intensidad de la descarga genera más conflictos de los que
soluciona volviendo otra vez a lo mismo, “guardarse” las incomodidades que siente.
No deseamos que su hijo empiece una trayectoria de este tipo y la mejor manera de
evitarla es dándole el pleno derecho que tiene a sentirse como lo hace sin
evaluaciones o reprimendas. Este mismo criterio debe predominar también en todos
los miembros de la familia, para que no se afecte el “sistema familiar”.
Decir sin evaluaciones o reprimendas no significa renunciar a la conducción y
manejo del sentimiento. ¿Cuál es la fórmula para conducir un sentimiento?
Primero: exprese su plena aceptación y comprensión del sentimiento; abrácelo si es
oportuno, con empatía; transmita que se pone en sus zapatos y comprende que esté
así, sintiéndose tal cual. Por ejemplo: “Sí, mi amor, tienes miedo, lo entiendo, ven, te
abrazo”…
Segundo: después de unos segundos y ya que recupere algo de calma, dígale una
frase de conducción, es decir, un concepto que ayude a llevar a ese sentimiento a la
objetividad. Por ejemplo: “Ya pasará…; mira, no pasa nada; al rato será
diferente…; esto no es todos los días…; yo también me sentí así, pero ya verás
que…”
Dependiendo de la edad de la niña, la frase de conducción puede ser más o menos
sofisticada, pero la secuencia ideal es la que acabamos de señalar. Observe que no
mencionamos “No te sientas así”, “¿Cómo? ¿Tú? ¡No deberías sentirte así!”, etc., ya
que esto rompe el flujo y forma un dique, que es lo que complica las cosas.
Muchos adultos todavía están aprendiendo a conducir sus sentimientos porque, dadas
la cultura y la educación perjudicial y equívoca recibida, han tenido que utilizar muchos
años para apenas aprender a aceptarlos. No queremos repetir estas historias.
Expresión de sentimientos, libre y plena, sí, respetuosa también, ésta debe ser una
regla para toda la casa. La agresividad no cabe como pretexto en la libertad de
expresión, para conducir y conducir y conducir necesitamos enfoques siempre
positivos, objetivos, verdaderos. No es lo mismo decir “Siempre me sales con lo
mismo” que “Ésta es la tercera vez que tú…” Conducir requiere “maniobrar” bien la
mente y leer las señales tal cual son para no salirse del camino…
CALIDAD HUMANA, LA PRIMERA DE TODAS
Los sentimientos son el tema de poetas, escritores, pensadores, y su experiencia y
observación reflejan que somos seres de posibilidades infinitas y creativas en su
inagotable exploración. En el marco de referencia del amor, las emociones se
convierten en una fuente interminable de entusiasmo, esperanza, felicidad, salud,
plenitud, motivación, y hablo del amor a mí mismo, a los demás y a la vida.
El círculo virtuoso va de la siguiente manera: un acto de amor, de bien, para mí y para
los demás y/o para la vida, que rescata resultados tangibles en la salud, la felicidad y
el entendimiento de quien lo recibe, provoca una serie de sentimientos tan bellos, a
veces indescriptibles, aun para el poeta; asimismo, acerca un escalón más a la estrella
del amor, haciendo de este ejercicio lo inteligente y lo único que vale la pena. No hay
algo que pueda competir, es la realidad, más allá de un asunto moral. Es un tema
profundamente espiritual, porque hay un diseño interior que nos llama a ello, tanto a
“moros como a cristianos”, como dice ese refrán popular.
¿Puede una madre o un padre definir sus sentimientos cuando se acerca a su bebé y
lo asiste con éxito hasta que esboza una sonrisa, de una manera tal que no
empobrezca la experiencia por la escasez de palabras que los reflejen? No, no hay
manera, y apenas tocamos uno de millones de encuentros íntimos de la célula familiar,
de donde debe brotar la luz de una sociedad vibrante.
Analicemos la otra parte: el dolor, la envidia, el odio, la ansiedad, el temor, la
inseguridad, la depresión, el impulso sexual, entre otros. No importa definir en detalle
cada sentimiento, lo relevante es lo que vamos a hacer con ellos. Todas las
emociones que no son conducidas para subir un escalón en el amor se vuelven muy
peligrosas y destructivas. La emoción no es “negativa” –ésta no tiene calificativos–, lo
negativo es lo que hacemos con ellas y le llamamos así porque mata la salud, la
felicidad, el potencial de la persona.
Bienvenido cada uno de nuestros sentimientos porque ellos nos avisan de la
necesidad de elegir ir hacia el amor como oportunidad, desentrañando sus enredos en
los que el cuerpo, la mente y la acción tienen que trabajar. Yo puedo sentir celos de mi
pareja, bienvenido sea este sentimiento, que funge como una señal para escalar hacia
el amor. Puedo dialogar, pedir información, revisar la verdad de mi relación y descubrir
lo que se puede hacer o lo que ya no se puede hacer, pero a través de esa realidad yo
puedo caminar sin sucumbir. ¿Qué otra opción tiene a su disposición?
Pinte la que desee, si no está en la coordenada del amor, no podrá encontrar una
mejor y si se inclina por lo contrario, hasta a la cárcel puede ir a parar… ¿Por celoso?
¡Claro que no! Por encaminar un sentimiento en dirección contraria al amor, con
todas las consecuencias que esto implica (el ejemplo es intercambiable a cualquier
otro sentimiento).
Culpamos a los sentimientos en vez de posicionarnos mirando hacia la estrella del
amor, que debe conducir la inspiración de su manejo o conducción. Esta confusión
nos ha hecho pagar una y otra vez con dolores desproporcionados.
EVALUACIÓN DE LOS AVANCES
UNIDAD 8
Fecha de inicio ___________
Fecha de terminación ___________
• ¿Qué mejoras de calidad humana realizamos en esta unidad?
a) En relación con el aprendizaje de nuestro hijo(a), ¿qué mejoró?
__________________________________________________________
b) En relación con el aprendizaje de nosotros como educadores ¿qué
mejoramos?
__________________________________________________________
c) Cómo se enriquecieron la felicidad en la familia, la salud, el desarrollo del
talento?
__________________________________________________________
• Conteste las preguntas siguientes escribiendo Sí o No en los paréntesis.
1. (
) La pequeña expresa su gusto con énfasis, sin dejar duda.
2. (
) El pequeño expresa lo que no le gusta sin dejar duda, con énfasis.
3. (
) Existe un clima familiar de libertad para expresar los sentimientos.
4. (
) El pequeño observa a sus papás o adultos significativos expresar sus
sentimientos sin ofender.
5. (
) Cuando la pequeña expresa sus sentimientos se le respetan y no se le
critica por ello, no importa de qué emoción se trate.
Resultados
Cuantas más respuestas positivas, mejor
5 respuestas negativas, regrese a la unidad
Firma de la madre, del padre o tutor:
Nombre del alumno(a):
Grado:
UNIDAD 9
LA FOTOGRAFÍA
OBJETIVO ESPECÍFICO
Que el pequeño(a) pueda revisar, compartir lo aprendido y sentir que ha aprendido,
que puede hacerlo mejor, que es capaz de crecer.
FUNDAMENTACIÓN
Detrás de la posibilidad de repasar y compartir está un concepto vital en esta unidad
que se refiere a la “autoeficacia”, ese sentido generalizado de que “nosotros podemos”
responder de algunas maneras, aprender, hacer las cosas mejor que antes, aplicarnos
con más efectividad. Esta “semilla” de la seguridad personal es una pieza sólida para
la autoestima, para intentar nuevos retos y participar; apunta a la oportunidad de algo
novedoso y atractivo que no se conoce pero se puede conocer. Es obvio el detrimento
que provoca la actitud contraria a esto y no lo queremos para ningún niño(a).
La American Psychological Association define la “autoeficacia” como “la capacidad del
individuo para actuar con eficacia con el fin de conseguir los resultados deseados, en
especial como los percibe el individuo”.
Si se analiza la definición, la última parte es fundamental: el individuo tiene que creer y
sentir que puede, en este caso, es “puedo aprender”, ya que aprendí. Se requiere
asegurar muchas veces este concepto, y en el sistema Kubli lo reforzaremos una y
otra vez para garantizar que haya un sentido generalizado de autoconfianza. El
enemigo es el titubeo, la duda de la propia capacidad, la inseguridad, el tiro penal
fallado en el momento clave, el miedo a intentar porque se va a “fracasar”. Si algo
necesitamos decirle a los niños es que ellos observen cada cosa que van siendo
capaces de lograr, lo cual es, en todos los casos, inmenso. Si no lo saben es porque
no supimos enseñarles a verlo, y ponemos énfasis en sus errores en lugar de sus
aciertos.
ENLACE CON LA ESCUELA
La educadora narró a los niños el cuento “La fotografía”.
LA FOTOGRAFÍA
Un día por la tarde, Tatatú, el patito, y sus amigos observaban cómo habían crecido
durante el año.
A la mayoría, la ropa ya le quedaba pequeña, por lo que Rafa, la jirafa, se apresuró a
decir:
—¿Por qué no nos sacamos una foto? De esta manera, el otro año podremos
compartirla y ver nuevos cambios en nosotros.
—¡Sí! —gritaron todos ilusionados.
Entonces Rafa salió corriendo para pedir a su padre que les tomara una fotografía en
grupo.
El papá de Rafa llegó listo para realizar su labor de fotógrafo y les pidió a todos que
eligieran el lugar que más les gustara para tomárselas ahí mismo.
—¿Por qué no nos tomamos la foto afuera de la escuela? Ahí fue donde nos
conocimos la mayoría y nos hicimos amigos —propuso Tato, el gato.
—Buena idea, Tato, vamos allá —y allá fueron.
De pronto, Yuri, el pajarito, mencionó:
—¿Se han fijado en que este año hemos aprendido algunas palabras importantes?
Éstas han sido como llaves mágicas que nos ayudan para muchas cosas.
—¡Claro, Yuri! Yo recuerdo: hola, discúlpame y por favor —dijo Pic, el puerquito.
—Yo sé decir: te quiero —dijo Rosa, la mariposa, y dio un abrazo a Ton, el ratón,
quien se sonrojó un poco.
—Yo puedo expresar sin pena lo que me gusta y lo que no me gusta —intervino Tato
en voz baja.
—Yo aprendí lo importante que es demostrar nuestro amor a los demás con un
abrazo —dijo Tatatú.
Mico, el mono, se apresuró a comentar:
—Yo digo constantemente: gracias.
Yuri, quien no paraba de volar, compartió:
—A mí me gusta mucho desear a todos un buen día diciendo buenos días, buenas
tardes o buenas noches. También sé decir adiós, nos vemos pronto.
Al decir esto, todos se pusieron un poco tristes porque recordaron que pronto
cambiarían de grado y probablemente ya no se verían más. Entonces, el papá de Rafa
expresó:
—Niños, no se pongan tristes. Cuando cambien de grado harán más amigos, pero eso
no significa que dejen de querer a los anteriores, sino que tendrán más amigos con
quienes jugar.
—Cierto, vamos todos a tomarnos la foto y así podremos mostrarla a todos los demás.
Los niños se abrazaron, sonrieron y dijeron todos juntos: ¡Aprendí!
Actividades de enlace de la escuela con la casa
1.- Lea a su pequeño(a) dos veces la historia. En la segunda ocasión, el
niño(a) reflejará cada palabra especial con movimientos y ademanes. Busque
que saque a relucir su máxima expresividad de tonos y ademanes. Al final,
subraye el aprendí y añada: “¡Claro, tú aprendes, tú puedes, tú eres capaz! Sí
que sí” Celebren, incluso pueden hacer algún tipo de festejo porque se puede
aprender.
2. Compartan la canción “Aprendí” y pida que él cante las estrofas destacadas,
acompañando las frases con ademanes. Siga festejando y subrayando “tú
aprendes, tú puedes, tú eres capaz”.
Aprendí
José María Frías
Aprendí a usar las llaves
que me dan felicidad
y, si tú ya te la sabes,
vamos juntos a cantar.
Hola. Buenos días.
Gracias. Por favor.
Te quiero. Un abrazo.
Discúlpame. Adiós.
Sé decir si algo me gusta
y también si no. ¡Otra vez!
Hola. Buenos días.
Gracias. Por favor.
Te quiero. Un abrazo.
Discúlpame. Adiós.
Sé decir si algo me gusta
y también si no.
(Se repite todo)
3. Fortalezca como una regla de la casa el reconocimiento explícito de los logros
de su hija. Esta estrategia debe premiar, de manera permanente, cualquier
avance hacia metas positivas o disciplinas adecuadas. Asegúrese de reflejar su
agrado, agradecimiento, apoyo y fortalecimiento de la capacidad en la que se
avanza. Su sentido de autoeficacia se solidificará gracias a la suma de estos
detalles. ¿Y el error? “¡Adelante, es para aprender y tú puedes volver a
intentarlo!” Dependiendo de la tarea, vigile usted que la estrategia que se
aborda para el aprendizaje sea adecuada, por ejemplo, partir en pequeños
pasos los avances, mejorar la instrucción, poner las condiciones adecuadas,
entre otras, pero el resultado deberá garantizarse.
Este tema se seguirá trabajando en forma implacable en los siguientes grados
y desde diferentes aristas. Lo que hemos de conseguir es que cada pequeño
crea plenamente en sí mismo y en sus capacidades, que tenga confianza para
encarar retos y adaptarse a cambios sin angustia, con optimismo y autoestima.
ESCUELA DE PADRES
Aprendí, es cierto, y es muy importante que los padres no pongamos etiquetas
negativas a los niños como diagnosticando sus límites porque nos podemos equivocar
en gran medida y restringir sus intentos incluso durante toda su vida. Hay muchas
aspiraciones personales de talento que el individuo intuía de sí mismo, pero que nunca
se atrevió a explorar gracias a las frases de sus padres que pusieron una especie de
“candados psicológicos” a sus posibilidades: “Tú no eres bueno para esto como tu
hermano”.
Por ejemplo, recuerdo un caso en que el hermano que no era “bueno como” con el
paso de los años demostró ser más capaz precisamente en esa actividad,
contradiciendo esas expectativas de análisis simplistas. La investigación señala que
contamos por lo menos con nueve tipos de inteligencias y se irán descubriendo las
fortalezas de cada uno al grado de llegar a tener la posibilidad de contribuir con un
toque personal y genial en algo que “nadie hace como nosotros”. Por tanto, el padre o
madre de familia no deberá apresurarse para tomar una “fotografía” del niño(a) sobre
algún nivel de su desarrollo, ya que en realidad se trata de una película completa que
está por develarse y puede dar muchas sorpresas. Menos prisa debemos tener aún
para transmitir algún mensaje de desamparo, de claudicación o de profecía negativa
que quita la esperanza para luchar, nada de eso; cuidado con nuestras visiones
negativas, pues podríamos lograrlas. Si no le va a plantear algo positivo para el futuro
de su hijo(a) y no tiene algo esperanzador que decir, mejor quédese callado y deje que
la vida se desenvuelva. Déle sólo visiones positivas, esa apuesta es la mejor; dentro
de todas las probabilidades, es la que mejores resultados garantiza.
El milagro de aprender habla de una maravilla humana que nos distingue como
habitantes del planeta, es un misterio que podamos amar y amar mejor cada vez.
Claro que también retamos a la memoria para repetir grandes errores y perder la
visión global de pertenecer a una habitación que se llama mundo y que ahora ya
peligra cada vez más por nuestras propias acciones. Mientras nos debatimos en
medio de todo esto, la orientación en casa debe fortalecer la seguridad de sus
miembros en la capacidad de responder a los retos con una mentalidad de que sí es
posible, por lo menos intentarlo.
CALIDAD HUMANA, LA PRIMERA DE TODAS
Aprender algo debe servir a alguien, y sabemos que sirve si las competencias son
más amplias para resolver mejor más problemas. La capacidad de los pequeños a su
edad marca un desarrollo intenso en velocidad y que integra tantas áreas como no se
repetirá en años posteriores. El clima en el hogar debe ser muy positivo, nutritivo y
comprensivo, los límites son parte de lo necesario y ellos lo agradecerán, aunque
aparentemente no les gusten. Sin embargo, la mano limitante debe ser de claridad de
regla y aplicación consistente, pero cordial, amorosa y muy respetuosa.
En maternal empiezan los pequeños a definir quiénes son, ya se dieron cuenta de que
existen, ahora dan el siguiente paso y para ello la referencia más confiable, valiosa y
fundamental son las palabras de los papás, si no las únicas, sí las que más pesan. A
veces las educadoras me dicen: “Al llegar, con una frase los padres echan a perder
todo el trabajo tan hermoso que hicimos en clase”. Con certeza, el poder de la visión
de los padres es fundamental en esta etapa y siempre. Los orígenes del autoconcepto
se empiezan a definir precisamente en estos meses iniciales y queremos que sean
todos positivos. De la autoconfianza viene la autonomía y luego la iniciativa.
Hablando otra vez del milagro de tener un hijo(a), gracias a éste, nos retamos los
padres a ser optimistas y conquistar nosotros mismos en cada uno, una visión positiva
del vivir, llenándonos de belleza el corazón de tal manera que podamos ser
verdaderos modelos de todo lo que la vida nos da para hacer cosas constructivas con
ella. Unos padres que aman a sus hijos tienen que preocuparse y ocuparse en
construir su personalísima felicidad, así darán lo mejor de sí a sus pequeños, cuya
existencia toca a la puerta preguntando “¿Y tu sabiduría para vivir tú, papá (mamá)?”
No podemos esquivar esta pregunta, qué bueno que se formule. Negarla es perder el
gran ejercicio de la calidad humana, el “aeróbics” obligado es caminar unos minutos
cada día haciendo mayores actos de bien para nosotros y los que nos rodean. Usted
(padre, madre, tutor) es la primera “gran relación” de su pequeño(a).
Atrincherarse en los viejos patrones que nos llevan inexorablemente al conflicto y
posponer los cambios significa sólo empobrecer el futuro de todos los que tienen que
ver en ello.
EVALUACIÓN DE LOS AVANCES
UNIDAD 9
Fecha de inicio ___________
Fecha de terminación ___________
• ¿Qué mejoras de calidad humana realizamos en esta unidad?
a) En relación con el aprendizaje de nuestro hijo(a), ¿qué mejoró?
__________________________________________________________
b) En relación con el aprendizaje de nosotros como educadores ¿qué
mejoramos?
__________________________________________________________
c) Cómo se enriquecieron la felicidad en la familia, la salud, el desarrollo del
talento?
__________________________________________________________
• Conteste las preguntas siguientes escribiendo Sí o No en los paréntesis.
1. (
) Mi hijo aprendió las palabras que le enseñaron y las usa.
2. (
) Cuando mi hija aprende algo le hago notar su capacidad.
3. (
) Sus competencias se están extendiendo positivamente a otras.
4. (
) Hay respeto a la expresión y límites claros al comportamiento.
5. (
) Hay un plan familiar de crecer en sabiduría en cada uno.
Resultados
Cuantas más respuestas positivas, mejor
5 respuestas negativas, regrese a la unidad
Firma de la madre, del padre o tutor:
Nombre del alumno(a):
Grado:
UNIDAD 10
LA MUDANZA
OBJETIVO ESPECÍFICO
Que su pequeño(a) exprese un “adiós” en un contexto positivo, que no significa “hasta
nunca”. Si se asocia la expresión de tristeza que también puede existir, sentirse y
manifestarse, tomar en cuenta que esta despedida es sólo temporal.
FUNDAMENTACIÓN
Así como en la unidad anterior aprovechamos la manifestación de distintas
expresiones y la experiencia de aprendizaje para ir labrando un concepto de “yo
puedo”, aquí también está la práctica del “adiós” que nos puede causar tristeza pero
se liga a muchas ideas positivas (ver la letra de la canción) para que la conducción de
esa sensación o emoción sea adecuada. Esto nos ayudará a un concepto más
fundamental que se trabajará con fuerza en los siguientes grados y tiene que ver con
el optimismo, o mente positiva, que aprende de la realidad, la va sintiendo y al mismo
tiempo toma lo mejor de ella.
A veces en las familias, por el cariño que nos tenemos, se vive mucho el dolor de un
“adiós”. Los pequeños aprenden después a sentir dolor generalizado por esos
momentos y de una manera innecesariamente dramática. En el fondo está el énfasis
en la pérdida que puede implicar la despedida y no en la ganancia, como puede ser:
tomar en cuenta que ya nos divertimos, que volveremos a vernos (incluso al dejar de
vernos lo haremos con más gusto después y los espacios de tiempo que tendremos
individualmente nos harán crecer a cada uno de los afligidos por el hecho de tener que
partir). Expresemos la tristeza, sí, pero no subrayemos sólo la “pérdida”, sin ver todo lo
que hay de ganancia y esperanza. De modo incipiente iremos trabajando en todo un
fortalecimiento de la familia para que aprenda a vivir la plena esperanza y se “vacune”
contra los estados negativos y depresivos.
ENLACE CON LA ESCUELA
La educadora narró a los niños el cuento “La mudanza”.
LA MUDANZA
Como todas las mañanas, Yuri, el pajarito, volaba muy temprano disfrutando del rocío
de las flores y de uno que otro alpiste que los amables vecinos le regalaban. Justo
estaba comiendo cuando vio pasar a Tatatú, el patito, con una gran caja.
—Buenos días, Tatatú ¿qué haces?
—Hola, Yuri, mis papás me enviaron a recoger una caja con nuestros vecinos porque
nos vamos a mudar y estamos metiendo todo en cajas —respondió Tatatú, cabizbajo.
—Pero, ¿por qué estás tan triste? —preguntó Yuri.
—Es que nosotros nos vamos a ir y ya no podré jugar con ustedes —dijo Tatatú.
—¿Y por qué se van? —preguntó de nuevo Yuri.
A lo que Tatatú contestó:
—Vamos a casa del abuelo porque necesita cuidados y aquí vivimos muy lejos de él.
Y, aunque yo lo quiero mucho, no puedo evitar sentirme triste porque ya no voy a jugar
con ustedes, mis amigos.
—No te preocupes, Tatatú, adonde vayas te iremos a visitar —afirmó Yuri.
—¿En serio van a ir a visitarme? —reaccionó sorprendido Tatatú.
—¡Por supuesto! También podemos organizar paseos como hemos hecho hasta ahora
—continuó Yuri.
—Es que me voy a sentir muy triste cuando les diga adiós —explicó Tatatú, con
lágrimas en los ojos.
—Pero si siempre nos dices adiós cada vez que nos despedimos para ir a dormir a
nuestras casas —dijo Yuri, en un intento por consolarlo.
—Pero es diferente porque les digo adiós y al día siguiente nos volvemos a ver —
respondió Tatatú, ya más tranquilo.
—Es lo mismo. Decir adiós no significa que jamás nos volvamos a ver.
—¡Tienes razón, Yuri!, podrán visitarme y me dará mucho gusto enseñarles mi nueva
casa.
—Eso suena bien, Tatatú, no te pongas triste. Además, podremos hablar por teléfono
cuantas veces quieras. ¿Y… cuándo se van? —preguntó Yuri.
—La siguiente semana —respondió Tatatu.
Un poco apresurado, Yuri dijo:
—Bien, tendremos muchas cosas para hacer juntos con nuestros amigos en esta
semana. Por lo pronto, vamos por los demás para que te ayudemos a juntar tus
juguetes y a hacer tu maleta.
Y así se fueron los dos amigos caminando en espera del adiós.
Actividades de enlace de la escuela con la casa
1. Lea la historia y comparta pidiendo que el niño dé una expresión de “adiós”,
dando a conocer sus sentimientos. Después vuelva a la historia y cada vez
que se dice “adiós”, cambie la expresión por “hasta luego”, “hasta pronto”,
“nos vemos”, “chao”, “bye” (puede añadir otra de su agrado). Hágalo con
alegría y ademanes, puede modelar cuál sería el mejor “hasta luego”…,
etcétera.
2. Compartan la canción “Adiós” y después de oírla una vez intercambie el
adiós por hasta luego… hasta pronto… hágalo divertido.
Adiós
José María Frías
Adiós. Adiós. Que te vaya bien.
Adiós. Adiós. Pronto volveré.
Adiós. Adiós. Que te vaya bien.
Adiós. Adiós. Adiós.
Es momento de partir.
Me tendré que despedir.
Adiós. Adiós.
Me dio gusto estar aquí,
pero tengo que decir
adiós. Adiós.
Adiós. Adiós. Que te vaya bien…
Aunque te extrañaré,
sé que te veré otra vez.
Adiós. Adiós.
Mucho te recordaré
y lo bien que la pasé.
Adiós. Adiós.
Adiós. Adiós. Que te vaya bien…
3. Comente que la despedida es algo temporal. Sí, es cierto que lo sentimos,
pero… nos divertimos, lo recordamos, lo añoramos de nuevo y… ¡pronto
vuelve! Esto tiene especial importancia en el caso del divorcio, que hace
que los niños sólo vean a alguno de sus papás (genérico) por ratos
(comentaré más al respecto en la sección “Escuela de padres”).
4. Al dejarle en el colegio despídase y diga “hasta pronto”. Es tan importante
saludar como despedirse y el niño(a) debe tener muestras de las dos, claro
está.
5. Use el adiós, pero añada un detalle que transmita el mensaje “me voy
contigo”; esto puede ser una bella práctica para toda la familia. Déjele un
mensajito a quien se va, una nota, un dibujo, algo que refleje su presencia,
un detalle. La vida muchas veces se pasa sin cultivar esos pequeños
aspectos de ternura y cariño que podemos dar adicionalmente. Convierta
esto en una regla de la casa, sugiero yo, sin que sea forzado pero tampoco
tan escaso, porque –como todo– requiere un poco de hábito. Es sano
lograrlo. Son de esas cosas que si, con el paso de los años, recapacitamos
y caemos en cuenta que no las hicimos, las captamos como oportunidades
desperdiciadas. Estamos a tiempo, rompamos los modelos cotidianos de
convivencia enriqueciéndolos creativamente, no hay precio por ello.
ESCUELA DE PADRES
El concepto de “temporalidad” es muy importante como alternativa de pensamiento. A
veces escuchamos en las familias frases como “siempre” o “nunca”, implicando una
visión desesperada de las cosas, y con toda razón ya que la creencia transmitida de
esa manera, de un solo golpe, no vislumbra el fin de la pesadumbre, “eterniza” la
situación que se sufre.
Contra semejante visión estática y perdurable, está la evidencia constante, esa sí, del
cambio: cambian nuestro cuerpo, las situaciones, el clima, el tráfico, el día, la noche,
los amigos… Y en esa realidad precisamente está la esperanza: nos decimos “nunca
más me van a querer”… y al poco rato tenemos nuevos amigos y mil experiencias más
que contradicen la profecía de la eternidad de la dificultad. Por tanto, los conceptos de
aplicación frecuente en casa son, entre otros:
•
“Ya pasará.”
•
“Es sólo un momento.”
•
“Nos vemos pronto,”
•
“Esto cambia.”
•
“Puede mejorar.”
•
“Te sentirás mejor.”
•
“No es para siempre.”
Estar listo para ver el cambio, y hacer el cambio, consistente en tener esperanza,
forma un pilar mental para luchar en la vida. En el caso del divorcio de los padres, es
muy importante que el niño(a) no se pierda en ideas de abandono o desolación,
pensando que se le ha ido una figura tan importante como lo es una madre o un
padre. Es muy recomendable que la persona que no tiene la custodia permanente:
•
Vea con frecuencia a su hijo o hija. Es preferible hacerlo varias veces a
la semana, aunque sea durante 30 minutos, que esperarse de sábado a
sábado, por ejemplo, porque ese periodo de tanto tiempo un pequeño lo
puede interpretar con desamparo.
•
Le haga llamadas frecuentes.
•
No falle a las citas de ser posible, esto es muy importante, hacer una
especie de “puente” entre cada ocasión que lo ve para que se
establezca poco a poco –y bien– el concepto genérico de que mi padre
(madre) está conmigo, cuento con él (ella), se va pero al rato lo(la) veo y
regresa y regresa. Esto hará verídicas las expresiones “al rato nos
vemos” o “hasta pronto”.
Un divorcio lastima menos a los hijos cuando tienen lo más parecido a su relación
anterior en cuanto al cariño y frecuencia de convivencia con sus dos papás y se
trastoca poco la realidad a la que han sido acostumbrados.
CALIDAD HUMANA, LA PRIMERA DE TODAS
Bienvenidos, por medio de esta unidad, todos en la familia, al optimismo. No crean
que es un tema superfluo y que se trata de ver que “todo está bonito” y tenemos que
estar “siempre sonrientes”. No, nada de eso, y aunque apenas vislumbramos el tema
que se trabajará fuertemente a lo largo de todos los años escolares, sí vale la pena
adentrarnos un poco en él y decir lo siguiente:
1. La mente necesita el máximo de opciones para sacar adelante los
problemas. Cuando nos ha dominado un enfoque negativo o pesimista el
desarrollo del talento se perjudica en gran medida. Esto arrojan los resultados
de las investigaciones de muchos científicos, destacando entre ellos el doctor
Martin P. Seligman, premio de ciencias en Estados Unidos.
2. El optimismo bien aprendido, gracias a padres positivos y a la cultura que lo
favorece, se vuelve un aliado de la salud toda la vida y, además de la felicidad,
genera “anticuerpos psicológicos” contra la depresión, el desamparo o el
suicidio ante las penas o adversidades sufridas.
3. Un pensamiento optimista puede dar el máximo de fortaleza ante toda
flaqueza y debilitamiento, y ayudar a la supervivencia. Así lo demuestran casos
de experiencias reales de padecimientos en situaciones extremas, campos de
concentración, aislamiento y extravío en el mar, entre otros.
4. La negatividad se liga estrechamente con contemplar la realidad con mentiras y
eso hace que nos alejemos automáticamente del camino de solución. Por
ejemplo, la frase “no sirvo para nada” en principio es una distorsión real.
¿Le gustaría que su pequeño(a) aprendiera con solidez el optimismo y lo
conjugara en todos sus verbos como si fuera un idioma para su corazón?
Yo también… y lo logrará en las siguientes unidades. Además, ustedes, papás, serán
convocados a revisar con inteligencia su propia capacidad para el optimismo y su
destreza para no dejarse convencer por la negatividad. Esto lo veremos; por ahora,
feliz término del curso escolar. ¡Nos vemos pronto!
Eduardo J. Aguilar Kubli
EVALUACIÓN DE LOS AVANCES
UNIDAD 10
Fecha de inicio ___________
Fecha de terminación ___________
• ¿Qué mejoras de calidad humana realizamos en esta unidad?
a) En relación con el aprendizaje de nuestro hijo(a), ¿qué mejoró?
__________________________________________________________
b) En relación con el aprendizaje de nosotros como educadores ¿qué
mejoramos?
__________________________________________________________
c) Cómo se enriquecieron la felicidad en la familia, la salud, el desarrollo del
talento?
__________________________________________________________
• Conteste las preguntas siguientes escribiendo Sí o No en los paréntesis.
1. (
) La pequeña expresa la despedida apropiadamente.
2. (
) Se enfatiza y respeta en casa la expresión de sentimientos (los que sean).
3. (
) Se hace hincapié en casa en que “pronto nos veremos de nuevo”.
4. (
) El pequeño observa que los adultos se dicen adiós, que se saben despedir.
Resultados
Cuantas más respuestas positivas, mejor
4 respuestas negativas, regrese a la unidad
Firma de la madre, del padre o tutor:
Nombre del alumno(a):
Grado:
BIBLIOGRAFÍA
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