GUÍA DE PADRES EDUCANDO CON AMOR MATERNAL Prevención primaria de adicciones Eduardo Aguilar Kubli PROTEGIDO POR LA LEY DE DERECHOS DE AUTOR PROHIBIDA SU REPRODUCCION PARCIAL O TOTAL POR CUALQUIER MEDIO INTRODUCCIÓN Calidad humana, la primera de todas Bienvenido, bienvenida, estimado padre de familia, tutor o encargado de la educación de los niños en el hogar. El nacimiento de los niños (genérico de niñas y niños, así para toda la guía) brinda una gran oportunidad no sólo para darles las condiciones más prometedoras para su desarrollo integral, sino también para lograr la importante meta de crecer todos juntos. La presente guía integrará el ejercicio de la calidad humana para todos los involucrados en la educación. Gracias al milagro de tener un hijo, ¡todos a crecer! El ejercicio de la calidad humana es algo realmente significativo que podemos hacer en la vida. No es un estado rígido al que llegamos sino una tarea diaria y permanente de mejora en el amor, el equilibrio y el entendimiento, como estrellas que siempre querremos alcanzar, algo que es clave intentar una y otra vez. Para ello necesitamos aprender, escuchar, practicar, conocer e implementar lo mejor de nosotros mismos, y la guía le proporcionará las bases para lograrlo en este grado de maternal. Recuerdo el caso de una niña (de apenas dos años de edad), cuya mamá era muy hábil para vestirla y arreglarla impecablemente, llamaba la atención la hermosura de su peinado y su ropa. Sin embargo, cuando mostró cambios de comportamiento relacionados con el nacimiento de su nueva hermanita, la mamá no supo manejarlos y, desesperada por su desobediencia y berrinches, empezó a tratarla mal. La “etiquetaba” por cualquier falla que tenía: si se hacía pipí, de inmediato era la “cochina”, si insistía demasiado en algo era “terca”, si lloraba era “llorona”… Poco tiempo después ya la referencia verbal continua de la mamá se convirtió en una serie de calificativos negativos a su personita. Yo me preguntaba… ¿de qué sirve tanto arreglo personal y limpieza a su hija si continuamente ensucia su alma, con invitaciones sucesivas a sentirse mal con ella misma por actuar como actúa e incluso ir aprendiendo a rechazarse (baja autoestima)? Yo, como psicólogo, preferiría verla con ropas algo manchadas y despeinada, pero al mismo tiempo con una brillante alegría de sentirse bella en su interior, aceptada y feliz. ¡¿Cómo, si la niña se está portando “mal”?!, podría preguntarme, amable padre o madre. Esto lo admito, en efecto, las acciones de la niña ante la nueva hermanita son indeseables, inadecuadas e incorrectas pero –aquí viene el punto crítico– la niña (o, en su caso, todos los niños del mundo), puede ser corregida por las acciones inapropiadas en que incurre y a la vez, puede mantener una “brillante alegría” y salud mental y emocional si conducimos de manera adecuada la evolución y el desarrollo de sus comportamientos. ¿Sabemos hacerlo? En parte sí y en parte no, hay que aprender y mejorar, es el caso de todos. Bella oportunidad de crecer gracias a ellos. No tenemos todas las respuestas, pero sí la actitud segura de emprender con amor y entereza el camino. El ejercicio de la calidad humana, decíamos, requiere realizar actos de amor (primera estrella de la calidad humana por alcanzar), “actos de bien” (un acto de bien impacta favorablemente y de inmediato la salud, la felicidad y el rendimiento positivo) para nosotros y para los demás. También busca el entendimiento (segunda estrella de la calidad humana) de los procesos por los que atraviesan las cosas; al igual que el analista científico que no juzga, es imparcial, no condena, abunda en razones para llegar a cambiarlas y mejorarlas. Los niños actúan por razones naturales dadas sus necesidades, no por “maldad intrínseca y perversa”. El niño llora. Punto. ¿Qué necesidades hay que atender? Punto. ¿Recuerda a la mamá que tiene una hija muy bien vestida y arreglada pero a quien constantemente regaña y asigna calificativos negativos? Pues bien, el ejercicio de la calidad humana nos obliga a entender qué le ocurre. Es indudable que ella quiere a su hija, pero la invade la desesperación porque ante la llegada de su segunda hija, la “mayor” ha empezado a llamar la atención vía comportamientos destructivos; en efecto, se queja más, llora más y hasta cuando juega con su hermanita, la mamá tiene que vigilarlas para que no la pellizque o le tuerza un bracito como una agresión directa a la bebé. Súmele usted que la señora no tiene mucho apoyo del marido quien trabaja hasta altas horas de la noche y llega cansado y distante, por lo que platican poco. Su esfuerzo es notable; además, ella también trabaja de tiempo parcial. Todo esto crea la “tormenta perfecta” para que las frecuencias de interacciones negativas aumenten y salgan perjudicados todos. No se trata de encontrar a los culpables, sino de entender qué es lo que ocurre y qué podemos hacer para establecer un equilibrio (la tercera estrella de la calidad humana). Este último proceso debe hacer las regulaciones necesarias para que el amor que se tiene como intención realmente regrese en amor para todos sus miembros, no en dolor. Al responder a la necesidad con efectividad, la paz regresa. Ejercer la calidad humana no es un enfoque para “portarse bien” sino para ser más eficaz e inteligente. Todo lo que se desvía del camino a estas tres estrellas indicadas es lo que nos hace pagar facturas enormes y costosas. Retomar el rumbo del amor es lo más sabio, capaz, inteligente y beneficioso que existe, ¿conoces otro camino mejor? ¿Cómo hacer todo esto para todos en casa? ¿Cómo se fortalecerá con las actividades realizadas en el colegio o institución educativa? Veamos un plan de trabajo. FUNCIONES Y OBJETIVOS DE LA GUÍA PARA PADRES Conviene que dotemos, si es que educamos integralmente, a cada uno de nuestros niños en la escuela y en casa de todo el equipo de competencias sociales para que alcancen el máximo de expresividad, comunicación, satisfacción y eficacia en su ser con el otro. Jeka La guía de padres es un esfuerzo para que usted ejerza la calidad humana muchas veces y suba escalones en un infinito ascenso de satisfacciones que nunca acaba. Su objetivo es acompañarle en: 1. Apoyar y fortalecer las competencias sociales que oportunamente se trabajarán en la escuela. A esta sección la llamaremos “enlace con la escuela”. 2. Revisar sus propios hábitos educativos como padres de tal manera que puedan sentirse cada vez más efectivos y seguros en su noble y significativa misión. A esta sección la llamaremos “escuela de padres”. Nota: el sistema Kubli prevé que además cuente usted con artículos, conferencias de audio sobre temas de interés para la educación a los hijos (valores, actitudes y calidad humana en familia). Con sólo visitar la página www.kubli.mx usted podrá tener acceso gratuito a este material. 3. Ejercer la calidad humana en el hogar. A esta sección la llamaremos “calidad humana, la primera de todas”. 4. Evaluar la experiencia continua como papás. A esta sección la llamaremos “evaluación de los avances”. AÑOS CLAVE Nota: leer antes de empezar las unidades Los primeros años de la vida del niño y de nosotros como sus educadores son clave para lo que se cosechará ahora y después. Decir clave no significa alguna fatalidad que implique dejarlos marcados para siempre, necesariamente, o cosa por el estilo; errores seguiremos cometiendo y en el esfuerzo por crecer en el amor, el entendimiento y el equilibrio nunca alcanzaremos estados perfectos, pero sí avances, los cuales a veces, por pequeños que parezcan, son de un enorme valor. Todos los años de convivencia con nuestros hijos son importantes, todos son “clave” y en todos hay oportunidades hermosas de construir. El pasado no debe ser el fantasma del presente. Los infortunios existen, pero la voluntad de luchar debe persistir. Maternal es un gran foro (aunque no el único), para iniciar con el pie derecho una educación que logre lo más importante. En el sistema Kubli daremos pasos fundamentales en este nivel que se sumarán a muchas competencias sociales y de inteligencia emocional a lo largo de los siguientes años y ciclos escolares. Ustedes, como padre y madre de familia, podrán trabajar más de mil conceptos y prácticas en casa que les llevarán a multiplicar por miles las oportunidades de corregir o prevenir situaciones familiares que destruyen emocionalmente a cada miembro de la familia. Así se evitarán daños dolorosos de comportamientos o hábitos mal formados, y se fortalecerán los valores y las virtudes más sensibles que llevan a un pleno desarrollo armónico y feliz. La “felicidad se trabaja”, dice un escritor de reconocida autoridad como investigador en esta área y a mi me gustaría subrayar que, cuanto más se trabaje en ella, más felicidad se encuentra. Todos tenemos mucho que hacer, corregir, cuidar, mantener, preservar y cambiar para ejercer la noble tarea de la calidad humana. No hay exentos. Por último, muchos papás se preguntan: ¿cómo saber cómo voy en la educación de mis hijos? ¿Tengo que esperar 20 años para enterarme de si lo hice bien o mal? ¿Puedo saberlo con certeza el día de hoy?… Sí podemos contestar estas preguntas y hacerlo de una manera concisa y práctica. Hay tres esferas por revisar cada día en el cumplimiento de su labor como padre de familia. No hay orden de importancia y una influye a las demás y viceversa. • Primera esfera: la salud. ¿Lo que hice por él y para él lo beneficia y aumenta su buena salud? Respuesta afirmativa… ¡puntos para usted! Salud implica vacunas, nutrición, paz emocional, seguridad física, limpieza, respeto, cordialidad. La salud debe contemplarse integralmente. • Segunda esfera: la felicidad. ¿Lo que hice por él hoy beneficia su felicidad? Respuesta afirmativa… ¡puntos para usted! Felicidad no es el consumo inmediato de cosas. Tenemos que velar por los aprendizajes que sostienen la dicha en el mediano y el largo plazos. También hay que definir un concepto lo más cercano posible a una “felicidad integral”; esto quiere decir trabajar la mente, el espíritu, los pensamientos, los sentimientos y las acciones sociales y la comunicación, analizando con la mayor conciencia y sabiduría posibles cuáles son las mejores opciones en un marco de valores universales y respeto a los derechos humanos, entre muchos temas más. Además, no olvidar que felicidad y salud tienen mucho que ver, una sonrisa relaja los músculos y ablanda el estrés. • Tercera esfera: el rendimiento. ¿Lo que hice hoy por él beneficia su rendimiento, beneficia el desarrollo de su talento? Respuesta afirmativa… ¡puntos para usted! El rendimiento tiene que ver con la salud y la felicidad. No podemos beneficiar ninguna esfera a costa de hacer sufrir las otras, porque todo resulta afectado. Si perdemos el equilibrio en la búsqueda de un desarrollo de talento desmedido, esclavizamos a la persona a ser un medio para servir el fin del “virtuosismo” que se respalda en amargas emociones y afectaciones a la salud. Vemos de manera frecuente cómo la pérdida de equilibrio, por ejemplo, en las exigencias en el trabajo, hace que muchos ejecutivos o empleados sufran problemas cardiovasculares a temprana edad; talentosos sí, moribundos también… ¿Qué faltó aquí? El razonable y en muchas ocasiones difícil acto de saber equilibrar… no se cumplió con una de las estrellas de la calidad humana por lo menos. No se ejerció correctamente. El ser humano no es esclavo, aunque sí sabe esclavizarse o esclavizar. Rendimiento implica que los papás tengamos destrezas en lo que es motivar, disciplinar, modelar y moldear el comportamiento, que sepamos cómo formar hábitos, estructura y orden en casa, reglas que fomenten la productividad y la sana competencia, conocer el autocontrol, medir los resultados y plantear los retos, y todo lo que influye, en pocas palabras, en aprovechar lo mejor del talento. Autoridad reflexiva y racional es la respuesta (después analizaremos el significado de este término). La guía de maternal le llevará a muchas experiencias y sencillos viajes para que usted crezca en su eficacia como padre o madre, brinde salud, felicidad y desarrolle el talento de sus hijos en el área de la psicología positiva, fomente las virtudes y talentos, las emociones sanas y las mentalidades optimistas y resistentes. Por todo ello, ¡bienvenido, más que bienvenido! OBJETIVO GENERAL DEL MÓDULO Dar la bienvenida a nuestros hijos a una educación emocional inteligente, formando y fortaleciendo en ellos competencias sociales concretas que les abrirán las puertas de una relación confortable y segura con el mundo y con los demás. Al mismo tiempo, fortalecer las configuraciones educativas de los padres para que esta meta se consolide y pueda expandirse aún más. Se iniciará el ejercicio de la calidad humana en la escuela y en la familia. OBJETIVOS ESPECÍFICOS Se trabajarán unidad por unidad y éstos estarán enlazados con lo que se trabaja en la institución educativa. UNIDAD 1 MICO SE VUELVE INVISIBLE OBJETIVO ESPECÍFICO Que los niños desarrollen y fortalezcan la competencia de saludar en un entorno de seguridad, confianza, aceptación y afecto. FUNDAMENTACIÓN Las habilidades sociales o interpersonales son aquellas que nos llevan a buenos resultados y a la satisfacción, son clave para el éxito personal y social, la felicidad y la salud mental y física (una persona que no sabe comunicarse sufrirá muchas más tensiones y malestares físicos). También impacta el rendimiento y el desarrollo del talento, favoreciéndolos o no (sólo piense en el miedo a hablar en público). La American Psychological Association define la competencia social como “un conjunto de habilidades aprendidas que permiten al individuo interactuar de manera competente y apropiada en un contexto social dado”. Por consiguiente, las habilidades sociales son como una carta de presentación, reflejarán lo que usted es, su mirada, su tono de voz, su postura y sus movimientos, y le abrirán muchas puertas felices si son efectivas o competentes. En un sentido más profundo las competencias sociales son los “hilos dorados” del encuentro entre las almas, lo que beneficia el espíritu, su impulso, su desarrollo, su alegría profunda e insustituible, su sentido de ser. Por ello son tan esenciales y, junto con la revisión del módulo, está usted también invitado a revisar sus conductas sociales de comunicación para mejorar cualquier oportunidad que encuentre. Es mucho más importante de lo que parece a simple vista. Una buena comunicación familiar es saludable en lo interior, y “lubrica” la unión y permanencia satisfactoria en todas las áreas. ENLACE CON LA ESCUELA La educadora narró a los niños el cuento “Mico se vuelve invisible”. MICO SE VUELVE INVISIBLE Un buen día, al salir del colegio, Tatatú, el patito, y Mico, el mono, regresaron a sus casas. Mico, que era bastante travieso, llegó a la casa de Tatatú y en cuanto Mapata abrió, entró corriendo sin decir nada. —Hola, Tatatú —dijo Mapata. —Hola, mami —respondió Tatatú. Mico observó que Mapata no le hacía caso. De inmediato se preocupó, miró sus manos, sus pies y corrió al baño a mirarse al espejo. —¿Qué pasa? —preguntó Tatatú. —¡Creo que me volví invisible! ¡Tu mamá parece no verme! A veces, mis otros amigos tampoco me ven. De repente, Mapata se dirigió a Mico y le dijo: —¡Hola, Mico! Mico sólo movió la cabeza en señal de saludo. —¿No me contestas nada? —preguntó Mapata—. ¿Por qué no me saludas? —Sí la saludé, señora —respondió, sorprendido, Mico, el mono. —Mover la cabeza no significa responder. Tienes que decirlo en voz alta para que la gente sepa que estás saludando —continuó diciendo Mapata. —¿Eso significa que le tengo que decir hola?— preguntó Mico. —¡Claro! —respondió Tatatú— A lo mejor por eso a veces tus amigos parecen no verte y es porque no los saludas. Cuando yo me encuentro a las personas por la calle siempre les digo hola. Ellos a cambio me regalan una sonrisa y es bonito ver que las personas te sonríen. —¿De verdad? —preguntó Mico. —¡Sí! —contestó Tatatú— Probemos con tus amigos, tal vez ahora sí te vean. Caminaron hacia el parque donde jugaban los amigos de Mico y de Tatatú. —¡Hola, amigos! —gritó Mico. De repente, como por arte de magia, todos dejaron de jugar, voltearon y miraron a Mico. En un dos por tres se acercaron a él y lo saludaron con risas y palmaditas en la espalda. —¡Hola, Mico!, ¡qué gusto verte!, ¡ven a jugar con nosotros! —dijeron casi a coro todos sus amigos. Mico miró feliz a Tatatú y dijo: —¡Ya no soy invisible! Cuando saludo, ¡todos pueden verme! El gato, desde su árbol, los observó, relamió sus bigotes, se estiró y expresó: —Estos amigos míos hoy aprendieron la importancia de decir hola. Actividades de enlace de la escuela con la casa 1. Narre a su pequeño(a) la historia de nuevo y muéstrele el dibujo de la página 7. Aplique el “hola” y dé versiones del mismo, con sonrisa y contacto visual. Por ejemplo: hola, moviendo la mano, hola con “saludo de mano” y hola, inclinando la cabeza, “estilo japonés”. Puede jugar con el hola sí, es decir, cómo se deber dar el hola (viendo a los ojos y sonriendo) y el hola no (viendo a otro lado y con el cejo fruncido). Haga ver que todos queremos el hola sí. Procure que la sesión sea divertida y dinámica. 2. Canten la canción “Hola” juntos y jueguen con mímica. En la letra, lo que está con letra destacada es para que los papás lo canten y modelen* al mismo tiempo, con buena expresión facial y contacto visual (deberán hacerlo como piensan que es lo correcto y pondrán en ese momento el ejemplo). * Modelar significa poner la muestra adecuada para ser observado o, en un momento dado, imitado. Hola José María Frías Hola. La la la la. Hola. La la la la. Hola. La la la la. La la la. Hola, hola, ¿cómo estás? Hola, hola, ¿qué tal? Hola, hola, ¿cómo te va? Hola, hola, ¡qué gusto me da! Hay una palabra que si la utilizas las demás personas te conocerán. Chicos y grandotes, si no los conoces, con este saludo amigos serán. Hola, hola, ¿cómo estás?... Hola. La la la la. Hola. La la la la. Hola. La la la la. La la la. Con este saludo perderás el miedo, y te acercarás a todos los demás. Una gran sonrisa, estrechar las manos y un montón de amigos nuevos tú tendrás. Hola, hola, ¿cómo estás?... Hola, hola, ¿cómo estás?... 3. Fortalezca dando su aprobación y beneplácito cuando los niños digan hola o saluden adecuadamente. Sin embargo, no es conveniente forzarlos de ninguna manera ya que pueden sentir temor o bien distraerse dado el carácter novedoso de la experiencia. Éste deberá ser un proceso gradual, pero no pierda la oportunidad de remarcarlo con su ejemplo. Por las mañanas, busque que haya momentos tiernos, alegres y oportunos al abrir el primer contacto; de ser posible, acompáñelo con música y algarabía, como dando la “bienvenida al día”. Al encontrarse en el día, salúdense cálidamente también; el contacto visual, la sonrisa y la atención no dividida son siempre importantes, como lo es que ellos lo vean por parte de papá hacia mamá y viceversa (si viven juntos). Que sea como una “regla de la casa”: aquí nos saludamos cálidamente. ¿Quiénes? ¡Todos! 4. No se limite a las sugerencias, dé rienda suelta a su creatividad. Puede realizar algunos ejercicios adicionales para reforzar la unidad. Al abundar en experiencias sociales agradables hacemos mucho más y, a la vez, se beneficiará a los niños, como con el sentido del disfrute por el colegio y la casa, los libros, las lecturas, la música, la amistad, etc. Juegue, sonría y diviértase. Recientemente leí que un niño o una niña de esa edad sonríe de 200 a 300 veces al día, en tanto que un adulto mayor sólo lo hace de tres a cinco veces, y eso ¡contando la sonrisa obligada que se tiene que usar para lavarse los dientes! No hay tiempo para “trompudos” (lo digo de broma), sus pequeños también son “modelos” para usted, y hay que aumentar la frecuencia de la sonrisa como nos dan el ejemplo. ESCUELA DE PADRES Como señalé, el propósito de esta sección es darle recomendaciones y profundizar en los temas de cada unidad, aprovechando la oportunidad para revisar las propias actitudes educativas con los hijos y/o ampliar las perspectivas del tema para alcanzar una visión más amplia y precisa de un plan educativo a corto, mediano y largo plazos. Para esta unidad vale la pena comentar lo siguiente. Sus hijos inician el desarrollo de habilidades interpersonales que definirán la calidad con la que podrán relacionarse en el mundo. Hay que tomar en cuenta que de ahora en adelante este tema es fundamental. Sus hijos deben sentirse libres para expresar lo que desean, pero usted tendrá que conducirlos para que siempre lo hagan en un marco de respecto a los derechos humanos. Es posible expresar lo que se desea sin ofender y ésta es una llamada para usted en el sentido de que si incurre en agresiones verbales, ofensas y sarcasmos, encuentre una opción para opinar positivamente. La buena noticia es que esto sí puede lograrse, no tiene por qué posponer el aprendizaje. El desarrollo de las competencias sociales requiere un clima familiar de respeto profundo y aplicación de los valores humanos universales en casa. La regla de la casa, la cual se aplica a todos, debe decir algo como: “En esta casa todos tenemos derecho a expresarnos, la responsabilidad de hacerlo adecuadamente y la obligación de respetar las expresiones de los demás”. Usted puede quedarse callado y guardarse las cosas hasta explotar (inadecuado), puede expresar su enojo ofendiendo (inadecuado), o puede no guardarse las cosas y decir lo que siente pero sin ofender. Diga la acción que no le gustó y lo que desea, no entre en definiciones de la persona en toda suerte de desprecios o humillaciones. Por ejemplo, “Cuando dijiste en la reunión que yo era…, no me gustó y te pido que no lo hagas de nuevo” (adecuado) vs “¡Ya lo sabemos! ¡Eres un x… y… z…! ¡¿Cómo vas a enseñar a tus hijos a hablar si tú no sabes hacerlo en momentos críticos e importantes?!” Si los papás que me leen creen que aquí hay algo para mejorar, qué bueno, háganlo; ustedes deben ser capaces de mostrar competencias sociales adultas, de expresarse afirmativamente y manejar los conflictos de manera positiva. Lo invito a que ese “hola” que le enseña y fortalece en sus hijos sea un “Hola, te saludo para que aproveches la oportunidad de mejorar tus propias competencias, saludemos de nuevo la ventaja de hacerlo”. Si esto se realiza a tiempo, el valor preventivo y la cosecha de sanos frutos serán muy benéficos para todos. Quien no lo hace, con el paso de tres o cuatro años encontrará que su hijo(a) sólo tiene problemas sociales hasta graves en la escuela y con los amigos, con todo el sufrimiento que eso implica para ellos y para usted. Y no hablo de la adolescencia todavía… lo sostengo por mis treinta años de experiencia de ver estas situaciones; además, miles de reportes de investigación subrayan estas historias como efecto obligado de no arreglar las cosas a tiempo, en este caso la comunicación. La unidad “Hola” de maternal es también la unidad “Hola” de los padres. En este plan de calidad humana, ¡ustedes se irán graduando con sus hijos! Recomiendo leer y aprender a fondo sobre el tema de “asertividad” o entrenamiento afirmativo. La sección “Escuela de padres” no pretende agotar el tema en la primera unidad. Caminaremos por los diferentes grados y ciclos escolares, es una tarea de muchos ejercicios y posibilidades de sueños y satisfacciones cumplidos si hacemos lo correcto. Por ahora sólo incluiré lo siguiente. a) Festeje de manera amplia a su hijo cuando haga algo socialmente adecuado, sea lo que sea, pero que usted considere que es “competente” en el aspecto social. Hay cosas muy graciosas que ganan el aplauso de los demás, qué bueno y feliz es que ocurra, y si es adecuado no dude en reconocérselo. Queda de ahora en adelante y para siempre en la educación de sus hijos estar atentos a los comportamientos sociales que tendrán para que usted los encamine o elimine. Deje pasar adelante los comportamientos que reflejan respeto, cordialidad y oportunidad (expresiones de la mejor forma, en el lugar y momento adecuados) y contenga con un muro las formas de abuso o agresión. Si sus hijos no han aprendido a defenderse o decir con seguridad lo que piensan y sienten por timidez o debilidad, dé la fortaleza para que poco a poco lo logren y ganen en aplomo. Esto es crucial en la vida de sus hijos. b) Ignore cualquier comportamiento social que no cumpla con los requisitos de competencia social. Por ejemplo, si le dice un “apodo” a su hermanito, que no haya risa ni expresión facial de parte de los papás. Pero si al rato ya llama muy bien a su hermanito, por su nombre, préstenle mucha atención y felicítenlo, aplaudiéndole la manera adecuada de haberlo dicho. A veces dirá palabras o términos groseros o agresivos, lo que causa risa por su edad y pequeñez; si esto se repite puede llevarlos a consolidar una manera errónea de relación y aún más, esto puede agravarse, en cuyo caso es necesario hacer algo más. Por ejemplo, “no digas eso, y si lo haces dejas de pintar o hacer X que te gusta”, “si lo dices bien (pueden ponerle el modelo de cómo hacerlo), entonces, hacemos algo que te gusta, por ejemplo, te leo un cuento o pongo una estrellita en tu pizarrón y te aplaudimos. También puedes jugar con tu carrito, que está detenido hasta que lo hagas bien”. Las reglas de este tipo son muy funcionales y obedecen a un principio disciplinario bien demostrado por los estudios: primero el esfuerzo adecuado y luego el reconocimiento o la motivación o la consecuencia positiva; si no ocurre o se realiza lo inadecuado, se ignora si es suficiente con eso o se pierde un privilegio por ese momento, por ejemplo, se deja de jugar con el juguete. Después veremos más a fondo lo que implica la disciplina efectiva y positiva. c) Para sus hijos el “hola más importante” es el de sus papás. No se preocupen si algún hola no es respondido adecuadamente por quien lo recibe, ya sea porque lo ignora, es indiferente o incluso ni siquiera le responde. Pero donde debe tener todo el escenario con luces encendidas es cuando ese hola que los papás le manifiestan está lleno de amor, aceptación, calidez, alegría. En este sentido el hola significa algo mucho más profundo, es un mensaje que dice “hola, me presento a ti y te digo que… bienvenido a la vida con todo mi amor, es una alegría infinita tenerte, la plenitud para mí, siento agradecimiento hacia ti por tu presencia, festejo a la vida, a la que anticipamos una bella melodía… aquí estoy para ti, total, pleno y feliz… ¡hola!” Puede realizar este experimento: al decirle hola a su hijo(a), llénese de las más bellas y profundas ideas de que ese pequeño(a) esté con usted y sintiendo cada palabra dígale ¡hola! Anote sus pensamientos para decir hola: ____________________________________________________________ ____________________________________________________________ ¡Diga hola! Ese hola marca la diferencia de los millones de saludos comunes y cotidianos como éste que van pasando por ahí. Y no será jamás olvidado. Maternal es nuestro momento… Aunque sus hijos sean de mayor edad, eso no importa, salúdelos con un buen hola; hasta un joven siente que ese gesto suyo es positivo, hágalo siempre que pueda con todos sus hijos y se sorprenderá. Los hijos nunca se llenan del amor que sus papás (o adultos que los representan) les dan, y el beneficio siempre será noble y superior a la poca expresión. CALIDAD HUMANA, LA PRIMERA DE TODAS En esta sección de cada unidad aprovecharemos para ampliar las opciones de “actos de bien” (inteligentes) que conviene que estén presentes en el hogar como enlaces para fortalecer el aprendizaje de la unidad y el tema en general. Cuando señalo “actos de bien” me refiero a acciones concretas que contribuyan a las tres variables de medición de nuestra efectividad en el trato con nuestros hijos; son comportamientos de amor que benefician su salud, su felicidad y el desarrollo pleno de su talento. ¿Qué podemos sugerir al respecto? 1. Vigile la paz en el hogar, la tranquilidad, que no existan estallidos emocionales violentos, gritos, amenazas, etc. Un buen hola en la mañana es parte del desayuno. 2. Privilegie la música, los cuentos, la alegría, los juegos. Es muy importante que el padre (hombre), en especial, participe en juegos y cuente cuentos a los niños, aunque sea en forma breve. Usted verá que si le da calidad plena, digamos durante unos 15 minutos, o menos –no es necesario mayor tiempo–, el mensaje afectivo habrá sido dado plenamente y con eso suele ser suficiente. Lo digo porque a veces uno como papá se mentaliza en forma negativa pensando que será cansado, afanoso y eterno dedicar ese tiempo a sus hijos, por lo que tenderá a huir de ese “martirio”, cuando no es así. Es algo breve, corto y feliz, y, además, proporcionará un gozo que no se repetirá fácilmente con el paso del tiempo. Será el momento de llenar el círculo del amor que dejará huellas preciosas e imborrables en la memoria feliz que quedará para siempre. 3. Prepare muchas actividades sociales en las que sus hijos puedan expresarse con libertad: que cuenten historias y hagan sus actuaciones, aunque sean breves. El nombre del juego es “muchas oportunidades para que sean ellos mismos en situaciones sociales y reciban la aprobación por sus expresiones” . 4. De usted jamás debe salir una burla o crítica destructiva o comparación, eso se acabó. Ya superamos la época de las amenazas (“si no te portas bien te va a llevar el policía), o deberemos superarla (lo digo porque hace poco escuché esta ancestral advertencia a un niño en el súper). Es el momento de dar mucha aprobación a toda su expresividad, solamente conduciéndolo en la forma de hacerlo, presentándole modelos de cómo hacerlo y jugando a darle las fuentes del aprendizaje. Recuerde, la misión de largo plazo en relación con las competencias sociales es que su hijo o hija logre el nivel máximo de su expresión, una expresión adecuada, apropiada, satisfactoria, segura y eficaz. Esto deberá lograrse, de manera gradual, a lo largo de los próximos 10 años. Estamos a tiempo. 5. No es el objetivo que su hija dependa de la aprobación y el aplauso de los demás; como dice el refrán, “no soy monedita de oro”. Busque darle la habilidad y ante los rechazos hágale ver que “eso no importa, yo te quiero y te acepto y tu papá (mamá)…” (y dé la lista de todos los que lo aprecian). Abrácela y asegúrele su aprobación. Por la edad, esto puede ser muy pasajero y efímero, pero puede ocurrir y preocuparle bastante, sólo reafirme de modo franco y pleno, y asunto arreglado. Al mismo tiempo, no permita comportamientos que lo conduzcan al rechazo o hasta el peligro, como subirse en los sillones del vecino, tomar objetos que no son suyos, entre otros. Si es una infracción frecuente recurra a la regla disciplinaria: pérdida de privilegio por el comportamiento indeseable y gran reconocimiento y privilegio por el deseable. 6. No dude en consultar a los expertos sobre un asunto particular que le preocupe. Ahora hay soluciones a muchos problemas con respecto a los cuales antes no se sabía qué hacer. Ejemplo Maricruz, una niña de dos años y medio, no sigue algunas instrucciones de su mamá y le ha dado por subir a lugares peligrosos y altos como la mesa o la alacena o incluso arriba de un auto estacionado que busca escalar; ya ha tenido uno que otro accidente. La mamá, para disminuir las acciones de este tipo, lo que hizo fue lo siguiente: si le daba instrucciones de no subir y ella lo hacía, de inmediato la retiraba del lugar, le decía que “no estaba bien subirse o intentar hacerlo, que era peligroso” y la sentaba dos minutos en una silla para que se calmara y “pensara” que eso no estaba correcto. Dos minutos después volvía a la actividad normal; si obedecía y no se subía a cualquier lugar como lo hacía, la mamá de inmediato la felicitaba y le daba lápices de colores y papel para pintar algo divertido, cosa que a ella le encantaba hacer. Poco tiempo después y con esa regla aplicada con consistencia, la querida Maricruz dejó de buscar subirse a lugares peligrosos o, en otras palabras, aprendió a seguir las instrucciones de su mamá o, como decimos, a “obedecer”. Esto mejoró el clima en casa y además sirvió para que la niña empezara a seguir también otro tipo de instrucciones. EVALUACIÓN DE LOS AVANCES UNIDAD 1 Fecha de inicio ___________ Fecha de terminación ___________ • ¿Qué mejoras de calidad humana realizamos en esta unidad? a) En relación con el aprendizaje de nuestro hijo(a), ¿qué mejoró? __________________________________________________________ b) En relación con el aprendizaje de nosotros como educadores ¿qué mejoramos? __________________________________________________________ c) Cómo se enriquecieron la felicidad en la familia, la salud, el desarrollo del talento? __________________________________________________________ • Conteste las preguntas siguientes escribiendo Sí o No en los paréntesis. 1. ( ) Mi hija saluda con una sonrisa y contacto visual. 2. ( ) Yo saludo a mi hijo con contacto visual y una sonrisa efusiva. 3. ( ) Pienso que el hola es muy importante por todo lo que puede transmitir. 4. ( ) Los adultos que convivimos en casa hemos mejorado en decirnos “hola” entre nosotros. 5. ( ) Sí se nota una diferencia positiva al decirnos “hola” cálidamente. Resultados Cuantas más respuestas positivas, mejor 5 respuestas negativas, regrese a la unidad Firma de la madre, del padre o tutor: Nombre del alumno(a): Grado: UNIDAD 2 LA LLEGADA DEL CIRCO OBJETIVO ESPECÍFICO Que los pequeños inicien y fortalezcan la capacidad de usar frases de “cortesía”, como dar los buenos días, y que al mismo tiempo aprendan a considerarlas como una señal de deseo, para sí mismo y el otro, de tener un día maravilloso, logrando el entusiasmo por el día (tarde, noche) que empieza. FUNDAMENTACIÓN El tema de la “cortesía” es también esencial, encapsulado en esta ocasión en las conocidas palabras “buenos días”. Con ellas abrimos un tema muy amplio dentro de las competencias sociales para todo el resto de la educación de sus hijos que nunca se agotará dado que siempre podremos aprender a ser más corteses con los demás; es una habilidad compleja que bien desarrollada nos abrirá muchas puertas de éxito y satisfacciones. Implica habilidades de empatía, comprensión, tolerancia, disposición, mucho amor, calidez, prevención, anticipación, sensibilidad, observación, autocontrol, por mencionar sólo unas cuantas. En consecuencia, “Bienvenida la familia a la cortesía” como un punto de desarrollo pleno hacia una inteligencia y sabiduría social que queda como reto para todos. ¡La cortesía es buena para la salud! Y… ¡la sabiduría no tiene edad! En un sentido más profundo o simbólico, la cortesía es la envoltura social del amor porque considera de manera permanente un yo-social, un yo-contigo, de modo que juntos podamos tejer las redes de bondad que alimentarán la relación tan única y especial que tenemos. La “cortesía” es definida por la Real Academia Española como “demostración o acto con que se manifiesta la atención, respeto o afecto que tiene alguien a otra persona”. ENLACE CON LA ESCUELA La educadora narró a los niños el cuento “La llegada del circo”. LA LLEGADA DEL CIRCO Una mañana todo el pueblo fue despertado con una alegre y rítmica música. Un colorido camión circulaba lentamente por la calle y a su paso se oía: —¡Sí, sí, sí, al circo vamos a ir! ¡Sí, sí, sí, el circo ya llegó! ¡Sí, sí, sí, nos vamos a divertir! Todos los niños corrieron a la calle para ver de cerca el camión y a sus tripulantes. Al llegar a la calle se encontraron que dentro del camión venían feroces leones, hermosas bailarinas y valientes domadores. En la entrada del camión se encontraba un enorme y elegante elefante vestido de frac que, parado en medio de dos bocinas y sosteniendo un micrófono, decía: —¡Buenos días, niños y niñas! ¡Buenos días, amiguitos! ¡Buenos días, señor Sol! El día ha llegado. Somos el Circo de la ilusión y estamos aquí para ofrecer magia, juegos y diversión ¡Vengan, vengan! Los niños corrieron muy contentos a casa de Tatatú para contarle la noticia. Al llegar fue Ton, el ratón, el que tomó la palabra. Agarró una vara que estaba cerca como si fuera micrófono y dijo con voz muy formal: —¡Buenos días, Tatatú! ¡Buenos días, Analú! ¡Buenos días, señores! ¡Buenos días, señor Sol! El circo ha llegado y viene a ofrecer sus mejores actos de magia, acompáñenos. Al ver esta actuación de Ton, el ratón, no pudieron parar de reír. Entre risa y risa Cata comentó: —Qué extraña forma de saludar, podrías decir hola y listo. ¡Ja, ja, ja! —Claro, Cata, pero si decimos buenos días, buenas tardes o buenas noches también estás enviando buenos deseos a los que te escuchan, ¿no crees? —contestó muy convencido Ton, el ratón. —¡Cierto, Ton!, no cabe duda de que, aunque seas un pequeño ratón, tienes grandes ideas. De hoy en adelante usaré estas dos hermosas palabras: buenos días. Ton, el ratón, expresó: —Muy bien, Cata. Ahora, ¿qué les parece si organizamos una función de circo para nuestras familias? —¡Bravo! —gritaron todos con emoción. Y sin más, se dispusieron a elaborar sus disfraces y a preparar la función del Circo de Tatatú. Actividades de enlace de la escuela con la casa 1. Narre a su pequeño(a) la historia de nuevo y muestre el dibujo de la página 13, sólo que ahora aplicará el “buenos días” agregando una palabra: “buenos y maravillosos días”. Después pregúntele “¿por qué maravillosos?” Y conteste usted misma “…maravillosos porque yo quiero el mejor día para ti”. Así fortalecerá precisamente el aspecto de desear el bien para el otro con toda intensidad. Repita lo mismo con buenas tardes… “buenas y maravillosas tardes…” “¿Por qué maravillosas?, porque yo quiero…” Repita lo mismo con buenas noches… “buenas y maravillosas noches…” “¿Por qué maravillosas?, porque yo quiero…” Puede jugar un intercambio de manera que ellos expresen el concepto de maravilloso. Jugando, pregunte “¿por qué maravilloso?...” y el pequeño(a) contesta “porque quiero el mejor día para ti”, y aplauden, se regocijan y festejan. Si ve que su hijo no puede articularlo bien no lo presione, debe ser un juego placentero y fluido; de no ser así, limite el ejercicio a la primera parte y ya en otra ocasión o con el tiempo puede retomarlo sin problema. 2. Disfruten escuchando y cantando juntos la canción “¡Buenos días!”, actuándola con movimientos creativos y divertidos. Por ejemplo, si se trata del sol, éste se puede señalar, o hacer con los dedos de una mano como que algo brilla, o que se siente calor en la piel, o señalar la luz que entra en la habitación, entre otros. Se festeja porque quiero algo cálido para ti, que arrope tu corazón, que tengas siempre una ilusión. ¡Buenos días! José María Frías ¡Buenos días! Sale el Sol. ¡Buenos días! Canto yo. (Bis) Con la luz del Sol el día empezó. Siento el amor a mi alrededor. Y saludo a todo el mundo, a papá y a mamá, mi familia y mis amigos. Todos los que quiero yo. ¡Buenos días! Sale el Sol. ¡Buenos días! Canto yo. (Bis) Con la luz del Sol… Y saludo a todo el mundo… 3. Use con frecuencia el buenos días, el buenas tardes, el buenas noches… y haga de vez en cuando la pregunta “¿por qué buenos días?” y se responde “porque quiero que tengas un maravilloso día…” Puede jugar y hacer tres dibujos, uno que señale el sol correspondiente a los buenos días, otro que represente la tarde (sol ya escondido) y otro que represente la noche (luna). Saque uno de los dibujos y, de acuerdo con él, se tiene que adivinar qué frase toca según el momento del día. Se puede añadir el concepto “maravilloso”. Como mencionamos, dé rienda suelta a su creatividad. 4. También aproveche el cultivo de la esperanza con frases como “¡buenos días, hoy será un buen día!”, lo mismo con la tarde o con la noche. Si bien nunca sabemos qué sucederá, estaremos listos para saborear o disfrutar cualquier cosa buena que vendrá. 5. Aprecie y aplauda cuando sus hijos den adecuadamente un “buenos días” (tardes, noches). Díganle efusivamente “gracias”. ESCUELA DE PADRES Detrás del concepto “buenos días” para los papás es bueno tomar en cuenta lo siguiente. 1. Desear buenos días es un gran regalo de amor y de amor a la vida, es algo que abre el día cotidiano y le da un buen sabor que siempre valdrá la pena. Sin embargo, hay que considerar, por ejemplo, que temprano por la mañana, al preparar a los niños para ir al colegio, algunos, por razones biológicas y de temperamento, amanecen casi siempre como de malas, con expresión de fastidio y de pocos amigos. Si alguno de sus pequeños muestra este estado de ánimo lo recomendable es dejar que despierte bien y no esperar que conteste con agrado por el momento un “buenos días” que no debe ser insistente como para presionar un resultado o respuesta. Ya que el niño(a) haya despertado bien, su ánimo haya mejorado y haya desayunado algo, entonces sí se le puede dar un cálido buenos días. Es importante respetar las diferencias individuales y únicas de cada hijo, sus ritmos de respuesta y reacción, su estilo que, si bien es moldeable, también tiene una buena base biológica y predeterminada por factores hereditarios, por ejemplo, sueño pesado, sueño ligero, etc. Y, desde luego, nunca hay que sancionarlo por ello o considerar que está contra los papás. Todos tienen sus mejores momentos y es necesario saber descubrirlos. 2. Como papás pensemos en el término “buenos días” y determinemos, de la manera más cálida y primordial, lo que en realidad significa. Analicemos si le estamos dando un “buenos días a nuestra vida”, a la pareja, a la oportunidad de convivir juntos, a ese ánimo de desear lo mejor a nuestro prójimo cada día. No importa lo que haya sucedido en el pasado, renovemos por medio de esta expresión lo que queremos que, de ahora en adelante, signifique en nuestra casa. Elabore o elaboren en conjunto lo que deberá significar para ustedes de ahora en adelante el saludo “buenos días”. Escríbalo en el siguiente espacio. Pensamientos que me acompañarán de ahora en adelante al decir “buenos días” a mi hijo(a), o en mi casa o a mi pareja. a) ______________________________________________________ b) ______________________________________________________ c) ______________________________________________________ ¿Nota el gusto que le daría decirlo ahora? Fíjese cómo cada palabra que sale de nuestra boca guiada por la nobleza de nuestro corazón encuentra el júbilo necesario. Un padre de familia me decía: “Yo siempre usaba estas frases como estribillo, como algo que tenía que repetir; desde hace mucho las dejé de sentir, estoy en la rutina, no me conmueven y ni siquiera las considero importantes. Pero ahora, viéndolas con un deseo real, profundo y ferviente de que a alguien que yo quiero de verdad le vaya bien, cobran un sentido muy diferente… ‘Buenos días’ debería marcar un noble saludo que guíe la bondad en casa, en el trabajo, en toda actividad humana”. 3. Modele a sus hijos permanentemente actos de cortesía: mover la silla para que se siente, pasar la sal, pedir un consejo si se desea, preguntar lo que quiere la otra persona, expresar frases de entendimiento, usar formas prudentes de dirigirse a los demás, poner atención cuando se le habla, sonreír, etc. Todos con todos, la regla de la cortesía llegó para quedarse en casa de manera permanente, en esta casa “amamos y practicamos la cortesía”. Se puede elaborar una lista de actos corteses a tomar en cuenta y trabajarlos en casa y con los hijos: dar el paso al otro, sin atropellarse, no oprimir demasiado tiempo el timbre cuando se va de visita a algún sitio, respetar los muebles de la persona a quien se visita, pedir prestado algo antes de usarlo. Puede hacer su lista desde lo más importante por realizar si ya hay algún problema hasta tener una amplia lista de buenos modales corteses y notables que en casa se pueden desarrollar con sólo poner atención a los detalles. Festeje a sus hijos y felicítelos de manera evidente por cualquier aproximación benéfica a estas series de habilidades. CALIDAD HUMANA, LA PRIMERA DE TODAS Para alcanzar las estrellas en las áreas del amor, el entendimiento y el equilibrio, el ejercicio de la cortesía es fundamental. ¡Usted tiene, todos tenemos derecho a ser tratados con cortesía e incluso cordialidad! Ese es el eje de un tema que se vuelve indispensable en cada una de las familias y debe ser parte de la cultura de una sociedad. Imagine que el empleado de una tienda le trata mal gratuitamente tan sólo porque está enojado… no tiene derecho a transferir su molestia personal en forma descortés y maltrato a quien pasa por su lado. Aunque quizá suceda con frecuencia, nadie tiene el derecho de actuar así. Usted tiene también la obligación de ser cortés y cordial con las personas que le rodean y, aunque se puede entender que todos cambiamos de humor, somos responsables de no afectar a otros con nuestras alteraciones sentimentales. Esta visión para toda la familia es clave dado que el estar cerca y comprometidos unos con otros puede a veces facilitar, de manera equivocada, la creencia de que podemos, con ánimo desbocado, ser como queramos con los demás y ellos nos tienen que soportar sólo porque son nuestros “hermanos, padres, hijos, primos, etc.” Actuar sin freno rompe el equilibrio y hará que nos movamos entre pleitos torpes y dolorosos cuando la fuente de paz y amor debe venir de la propia casa. De tal forma, no podemos ser blandos con este tema, es fundamental aplicarlo como un cimiento sólido del hogar; además, será lo más inteligente que podamos hacer y nos rendirá beneficios preciosos en el corto y el largo plazos. Nosotros estamos diseñados para el amor y la vestimenta apropiada para convivir se llama cortesía. Otro aspecto del ejercicio permanente de la calidad humana se vincula con un mensaje básico que damos a los niños y que es importante que lo aprendan con solidez para el resto de sus días, pues de ello dependerá la calidad de trato que podrán desplegar en su vida posterior joven y adulta: la transmisión afectiva, real, de mente, acción y corazón de que de mi padre o madre siempre puedo esperar un trato cálido y amable, cordial y cortés, amoroso, respetuoso y verdadero; puedo confiar en ellos. De no establecerse con solidez este “enlace cualitativo” de la relación surgen muchos problemas posteriores; es bien sabido por los estudios sobre el desarrollo del individuo que los niños golpeados y ofendidos de manera sistemática pueden llegar a participar en crímenes como adultos. La vuelta al amor es una posibilidad afortunada que está siempre en el momento presente, aquí y ahora; ustedes, papás, mentores, pueden sembrar las buenas bases. La novedad que proponemos es regresar al amor una y otra vez. Esto no quiere decir que a veces no nos enojemos, o que cometamos errores en estas áreas, pero, incluso si así sucede, tenemos que consolidar este mensaje. El malestar o las incomodidades jamás justifican un mal trato, como tampoco la necesidad de imponer una disciplina que es conveniente para ellos significa que los dejemos de querer. Aunque haya sanciones para su comportamiento, esto no rompe con el amor ni obliga a ser descorteses con ellos, lo importante es educarnos en las mejores formas de hacerlo, como lo consolidaremos y recomendaremos en todo este proceso educativo que han iniciado. Como puede ver y experimentar, realizamos mucho más y con mayor profundidad de lo que parece al contemplar los objetivos a simple vista, sí, obtenemos logros mucho más trascendentes. ¡Felicidades! Vamos avanzando. EVALUACIÓN DE LOS AVANCES UNIDAD 2 Fecha de inicio ___________ Fecha de terminación ___________ • ¿Qué mejoras de calidad humana realizamos en esta unidad? a) En relación con el aprendizaje de nuestro hijo(a), ¿qué mejoró? __________________________________________________________ b) En relación con el aprendizaje de nosotros como educadores ¿qué mejoramos? __________________________________________________________ c) Cómo se enriquecieron la felicidad en la familia, la salud, el desarrollo del talento? __________________________________________________________ • Conteste las preguntas siguientes escribiendo Sí o No en los paréntesis. 1. ( ) Mi hijo da los buenos días con gusto y entusiasmo. 2. ( ) Yo le doy a mi hija los buenos días con entusiasmo y toda la conciencia de lo que eso significa. 3. ( ) Soy modelo de actos de cortesía en casa, por lo menos uno, además de lo visto en la unidad (o modelo en el trato de pareja con cortesía). 4. ( ) Mi hijo da los buenos días con gusto a terceras personas. 5. ( ) Yo doy los buenos días a terceros con gusto y entusiasmo y mi hija lo ve. Resultados Cuantas más respuestas positivas, mejor 5 respuestas negativas, regrese a la unidad Firma de la madre, del padre o tutor: Nombre del alumno(a): Grado: UNIDAD 3 EL DESCUBRIMIENTO DE MICO OBJETIVOS Que su hija demuestre el cariño mediante términos como “te quiero” y continúe con ello, el desarrollo amplio de las expresiones apropiadas de afecto positivo. FUNDAMENTACIÓN La demostración de cariño contempla, como todos sabemos, muchos detalles más allá de las palabras. Un “te quiero” puede sentirse vacío si no se acompaña de actos reales de amor y también opera lo contrario, hay papás que amaron mucho a sus hijos y fueron muy parcos para decir un “te quiero” o dar muestras de cariño, algo que los hijos pueden lamentar como una ausencia importante. En un equilibrio sano, debe abundar la expresión verbal y no verbal del cariño respaldada con acciones concretas de bien para la persona. Su hijo(a) necesita aprender ambas cosas correctamente: a realizar actos de amor y a expresar su amor con un “te quiero” y en muchas otras maneras. Eso le garantizará la formación de un equipo personal importante de habilidades o competencias de comunicación y relaciones humanas satisfactorias con los demás. El amor llegó para quedarse y debe ser incondicional. Veamos una definición interesante del amor según la American Psychological Association: “es una emoción o sentimiento básico e integrado que contiene fuertes sentimientos de afecto y ternura por el objeto amado, sensaciones placenteras en su presencia, devoción hacia su bienestar y sensibilidad a las sensaciones que tiene con respecto a nosotros”. La parte que dice “devoción” es la que contempla miles de acciones concretas de bien para el otro. No hablamos de un sentimiento solamente, sino de los actos que debe incluir. Un “te quiero” puede ser la frase que resuma toda una relación positiva con tu hijo que él debe sentir en todo su cuerpo, con toda su fuerza, en toda su alma y corazón, de la cual nunca debe tener una sola duda. Todos los niños del mundo merecen tener el regalo de la experiencia segura del afecto de su madre, de su padre o del adulto que está a su cargo, y no se trata sólo de un regalo, es también su legítimo derecho a recibir. Sabemos que, como humanidad, nos falta mucho por conseguir este ideal todavía; mientras componemos al mundo, en tu casa esto no debe faltar. Los niños pueden decir un “te quiero” falso y hueco o sincero y verdadero, dependiendo de lo que han vivido, y esto, nada más y nada menos, viene del centro del amor. Como veremos más adelante, ¡cuidado con un “ya no te quiero” proveniente de los papás a los pequeños! Ni de broma cabe. ENLACE CON LA ESCUELA La educadora narró a los niños el cuento “El descubrimiento de Mico”. EL DESCUBRIMIENTO DE MICO Un buen día, Tatatú, el patito, llegó muy contento. Esa mañana se había encontrado con su abuela, quien le dio un gran beso en la mejilla y un gran abrazo. Mico, el mono, lo vio y le preguntó: —¿Por qué estás tan feliz, Tatatú? —Es que esta mañana, antes de venir a la escuela, encontré a mi abuela y me dio un beso, me abrazó y me dijo “te quiero”. —Mmm, ahora comprendo tu emoción. A mí también me gusta cuando mi familia me dice “te quiero”. Se siente muy bonito, aunque a veces me gustaría que mi papá me lo dijera más seguido. —¿Y por qué no le dices a tu papá lo que piensas? —preguntó Tatatú. —Es que no me atrevo —contestó Mico. —Tu papá seguramente te quiere mucho, pero quizá no se ha dado cuenta de que tú deseas oír más seguido las bonitas palabras te quiero. —Tienes razón, Tatatú, por la tarde se lo diré —expresó Mico, muy emocionado. —Bien, Mico, yo creo que aunque nuestra familia nos quiere mucho, a veces no lo comunica por la falta de costumbre. Pero sin duda todos nosotros somos muy queridos —comentó Tatatú con alegría. Aquella tarde Mico vio a su papá muy serio revisando algunas cosas de su trabajo. Se acercó con cuidado y preguntó: —Papá, ¿me quieres? —¡Claro, Mico!, eres mi adoración, te quiero mucho. ¿Por qué me lo preguntas? —Porque casi nunca me lo dices —comentó Mico, un poco apenado. —Ah, es que cuando yo era niño nos decían que los hombres no deberíamos hablar mucho de nuestras emociones —contestó su papá—, pero ahora que soy grande me doy cuenta de que tanto hombres como mujeres debemos demostrar nuestros sentimientos hacia los demás. De otra manera, ¿cómo van a saber lo que sentimos por ellos? Quizá por eso es que casi nunca te digo que te quiero mucho, pero prometo hacerlo más seguido. —¡Gracias, papá! —exclamó Mico—. Yo también te quiero mucho y me gusta platicar contigo. Y sin más, ambos se dieron un gran abrazo. Actividades de enlace de la escuela con la casa 1. Narre a su hija el cuento y juegue después añadiendo al “te quiero” otras manifestaciones de cariño que entran en la categoría de muestra de afecto y reconocimiento. Hágalo con alegría y repítalo en el mismo orden. Así, cada vez que diga “te quiero” usted añadirá: “Yo a ti, te quiero… te adoro… me encantas… te admiro… te valoro”. Puede añadir otras palabras, pero repita las mismas cinco cada vez y procure que todas generen esa ilusión bella de ser amado (palabras adicionales, más lo que usted proponga: te amo, me haces feliz, me gustas, me vuelves loco (sin abusar de la mímica, pues puede asustarse). 2. Escuchen la canción “Te quiero”, jueguen, canten y disfruten. Pueden jugar a cambiar el “te quiero” por otras frases que signifiquen el amor incondicional, el afecto, la admiración, como las palabras que mencionamos antes. Me falta creatividad que le sobra a las mamás para implementar vivencias, no se limite. Te quiero José María Frías Quiero decirte dos palabritas con las que me haces feliz. Quiero que sientas lo que yo siento cuando las oigo de ti. Te quiero. Todos los días te quiero. No necesito ninguna razón pues simplemente te quiero. Te quiero. Por muchas cosas te quiero. Quiero decirte desde el corazón que simplemente te quiero. (Se repite todo) 3. Puede jugar al “te quiero”: digan la frase y usen cada uno (mamá o papá e hijo) una manifestación de afecto seguida de la expresión, rían y aplaudan. Por ejemplo, “te quiero” y acto seguido le da un pequeño “beso” con sus dedos en la mejilla… luego lo hace él, y así modele la frase y la acción: caricia, beso, aplauso, abrazo, etcétera. Pueden hacer dibujos o adornos alusivos al amor que se profesan y jugar a intercambiarlos. 4. La frecuencia de decir “te quiero” es menos importante que la calidad del momento en que se dice, la oportunidad, el mejor lugar y ocasión. Sin embargo, no es algo que se pueda hacer siempre a la perfección; busque los momentos adecuados y sea abundante en sus expresiones, pero no como una tarea sin sentido que puede perder valor. No podemos poner un “número mágico”, pero estoy seguro de que sabe a qué me refiero. Cambie también las palabras por otros términos: me gustas, te admiro, me encantas. Es esencial que responda siempre a un “te quiero” que él le exprese con gusto, felicidad y entusiasmo, y dejando saber que son bien recibidos. Si en algún momento por el tipo de situación no estaba muy atenta o atento, y respondió con frialdad, no se preocupe, pero busque una siguiente ocasión en donde la experiencia de amor quede bien sellada en el dar y recibir-dar. 5. Asimismo, si la situación se lo permite, aproveche que su pareja o adultos significativos que participen modelen la frase, de modo que su hija pueda ver la experiencia como algo que ocurre en casa y con todos, como una regla de la casa: “en esta casa expresamos abiertamente nuestro amor y regocijo por estar juntos” (hermanos, tíos, abuelos…). No presione a su hijo(a) a usar con terceros la competencia de expresión “te quiero” adquirida por él si no le nace espontáneamente hacerlo. Puede sugerirlo, pero nada más, no es muy oportuno dar la señal de que un “te quiero” tiene que decirse por obligación; déjelo libre, ya más tarde aprenderá a sintonizar situaciones sociales más complejas que requieren otros elementos y consideraciones. ESCUELA DE PADRES Para los padres de familia, es importante considerar lo siguiente con respecto a la expresión “te quiero”: A veces los papás nos desesperamos queriendo encontrar obediencia en nuestro hijo o simplemente no nos gusta el comportamiento que emplea. En estos casos, usamos como técnica correctiva o disciplinaria dirigida a lograr un cambio o hacerle ceder en su acciones, lanzar amenazas de retirarle nuestro amor y afecto. Le decimos cosas como: “ya no te voy a querer” o “ya no te quiero y vete de aquí”, ignorándolo durante lapsos de tiempo que pueden variar. Podría entenderse que los papás están cansados o desesperados, pero una técnica de coerción como ésta puede dañar enormemente a los niños que la reciben, rompe esa relación de confianza y seguridad con los padres y genera en ellos vergüenza, culpa, angustia y dolor profundo, lo que puede acarrearles enormes consecuencias negativas. Los correctivos disciplinarios pueden causar dolor, por ejemplo, retirar al niño un juguete por su mal comportamiento o retirarlo del lugar donde estaba jugando y divirtiéndose. Sin embargo, él se recuperará de este dolor y nada le ocurrirá a su mente y sus emociones más allá del momento. Pero si se le agregan cargas verbales y conceptos como el que acabo de mencionar (además de otros como insultos, comparaciones, humillaciones, burlas o menosprecio o incluso golpes físicos), se trasciende la esfera del dolor y se va a la frontera del daño psicológico, el cual debe evitarse. Nuestros hijos tienen el derecho a preservar la salud de su psicología integral, en tanto que a los padres nos corresponde una gran responsabilidad de preservarla, y no sólo eso, también la obligación de no dañar su salud mental. Esto no quiere decir que los papás dejarán de disciplinar; es sólo que deben cuidar con tacto y sensibilidad lo que le dicen a la niña para ello. Lo recomendable es aplicar la sanción, por ejemplo, retirarla del área de juego y explicarle por qué, pero no ofenderla ni definirla como un ser negativo o nefasto. La pérdida de un privilegio es bastante dolorosa para ella, y eso puede ser suficiente para que vaya aprendiendo, no añada nada que afecte su valor como persona o la haga sentirse “perversa”. Mejor no diga nada, sólo corrija, explique por qué y ya, y si su hija rectifica, dé un reconocimiento y un aplauso por ello. “Te digo lo que no hay que hacer” y por qué no, y te digo cuándo sí, y festejamos tus aciertos con gusto y júbilo. Ahhhh…. y, por cierto, “siempre te quiero y nunca dejaré de hacerlo. Aun cuando te tenga que corregir como papá, lo hago precisamente porque te amo y quiero que te vaya bien y no corras peligros o te involucres en problemas“. (Si está confundido con respecto a cómo disciplinar en casa, lo cual es frecuente, lea sobre el tema o escuche en la página www.kubli.mx la conferencia sobre disciplina, o pida asesoría a un especialista; ya se cuenta con consejerías derivadas de investigación que dan en el clavo para salir con buenos resultados en la formación de hábitos de sus hijos, y sin causar daños que después se pueden lamentar profundamente. Siga las tres reglas de oro de la disciplina: 1. Ignore siempre que sea posible los comportamientos (no al niño) que encuentra indebidos o indeseables. La atención es un gran premio para el menor y si no logra atraerla muchas veces con esto es suficiente. Preste su atención a la conducta incompatible con la inadecuada; por ejemplo, el ni ño dice: “No te quiero, mamá” y usted no dice nada, pero si el niño dice: “te quiero mucho, mamá”, entonces usted lo abraza y le da su afecto. 2. Si la acción requiere más que ignorar, puede: a) retirar al niño(a) del área y explicarle por qué, b) retirarle un privilegio o c) sentarlo en una sillita a reflexionar sobre lo que hizo (en la sillita debe estar sólo un minuto por año de edad; por ejemplo, dos minutos si tiene dos años). No lo olvide, siempre explique por qué se hace esto. 3. El punto 2 siempre debe estar acompañado y no debe aplicarse sin considerar el punto 3. Éste consiste en que la acción positiva, lo que se desea, recibirá un reconocimiento. Por ejemplo, si el niño(a) trata bien a su hermanito nuevo gana una estrellita, la pega en una cartulina y se le aplaude. Cuando el papá llega a casa y ve las estrellas, lo felicita por ello; dicha felicitación puede acompañarse de frases como “tú puedes” (no se acuerde de la selección de fútbol, por favor), “¡bravo!”, ¡eres súper!”, “logras tus metas”… Esto lo reforzará e irá formando una autoestima sólida. Otra opción es sacar de una caja sorpresa un regalito escondido, que pueden ser juguetitos u objetos que le gustan a los niños de su edad pero que no son caros ni espectaculares. No grite, hable con firmeza, no amenace, aplique la regla, en forma inmediata y consistente (no unas veces sí y otras no porque el niño aprenderá a medir cuándo sí y cuándo no). No dude en consultar a expertos. No incluya dulces, comida o golosinas en la caja sorpresa. No se recomienda asociar comida con premios. Las investigaciones son claras en indicar que las técnicas de disciplina más efectivas las tienen los padres reflexivos, que sí ejercen la autoridad, pero cuando dan sanciones explican por qué y dan reconocimiento cuando se hace lo apropiado. Son consistentes y no ofenden, comparan, se burlan, golpean, humillan, etiquetan negativamente a sus hijos, etcétera. CALIDAD HUMANA, LA PRIMERA DE TODAS “Obras son amores y no buenas razones” es el refrán popular que va más allá de la frase “te quiero”. El amor es el comandante supremo de los valores; si amas a alguien automáticamente serás sincero, honesto, responsable, cordial, cooperativo, y habrá muchísimos valores adicionales. Con respecto a la calidad humana, es la primera estrella que debemos buscar alcanzar en cada una de nuestras acciones, no por el hecho de encontrar algo conveniente para nosotros, sino porque es la manera mejor y más inteligente de obtener buenas consecuencias en lo específico y en general en la vida y en el mundo. No entenderlo así nos ha costado mucho a los humanos, todo el tiempo. Detrás de un “te quiero” está el amor inteligente y sagrado, que responde a la esencia fundamental del espíritu que nos conforma. Sin embargo, es importante subrayar que los énfasis sobre el amor en sus aspectos sensorial, sentimental, gozoso y digno de celebrarse nos hacen perder un poco la visibilidad en los actos de amor, las acciones concretas, comportamientos de bien que impactarán de manera favorable y en específico la felicidad, la salud y el rendimiento potencial que cada persona puede desplegar. En cada uno de los hogares o familias el “te quiero” debe respaldarse con listas de acciones concretas que hay que vivir para respaldar la frase. Es también una propuesta de “regla de la casa” que diga algo como: “en esta casa respaldamos la frase ‘te quiero’ porque hacemos…” Acciones concretas para cuidar la salud de cada uno de los miembros 1 . ______________________________________________________________ 2. ______________________________________________________________ 3. ______________________________________________________________ 4. ______________________________________________________________ 5. ______________________________________________________________ 6. ______________________________________________________________ Sería muy útil que la completara e incluso añadiera aspectos que de ahora en adelante constituirían “actos de bien” para beneficiar la salud que no está haciendo correctamente. Actos de bien para mejorar la salud integral en casa (más allá de la frase “te quiero”) 1. _______________________________________________________________ 2. _______________________________________________________________ 3. _______________________________________________________________ 4. _______________________________________________________________ 5. _______________________________________________________________ Cuando nos decimos “te quiero” nos referimos a las siguientes acciones. Acciones para la felicidad integral de cada miembro de la familia 1. _______________________________________________________________ 2. _______________________________________________________________ 3. _______________________________________________________________ 4. _______________________________________________________________ 5. _______________________________________________________________ Actos de bien para mejorar la felicidad integral de cada miembro de la familia 1. _______________________________________________________________ 2. _______________________________________________________________ 3. _______________________________________________________________ 4. _______________________________________________________________ 5. _______________________________________________________________ Cuando nos decimos “te quiero” respaldamos esa frase con: Acciones para que cada uno desarrolle lo mejor que puede su potencial, realizando en casa… 1. _______________________________________________________________ 2. _______________________________________________________________ 3. _______________________________________________________________ 4. _______________________________________________________________ 5. _______________________________________________________________ Actos de bien que podemos hacer en casa para apoyar el desarrollo máximo del potencial de cada uno de sus miembros (proponga acciones de mejora) 1. _______________________________________________________________ 2. _______________________________________________________________ 3. _______________________________________________________________ 4. _______________________________________________________________ 5. _______________________________________________________________ Finalmente, son puntos a los que usted puede asignar prioridad y poner en práctica. No se trata de abrumarse y sí de ser realistas, poco a poco, pero con una visión más certera y atinada, aprovechando en forma óptima las etapas de desarrollo de nuestra familia sin que nos gane el tiempo al ignorar lo importante. Exprese, admire, sorpréndase positivamente ante tantos detalles de amor que suceden en casa. Provea un festival de reconocimiento a cualquier logro, por pequeño que sea, eso no importa y sí crea grandes cosas después. Lo ideal es que todos participen en estas oportunidades que la vida nos tiene ahí simplemente para tomarlas. El ejercicio de la calidad humana es la mejor elección. No queremos hijos que por falta de reconocimiento y admiración de sus padres cayeron en la potestad del primero que pasó a su lado y les dio un puñado de “afecto” real o falso y de manipulación. La pobreza de afecto también debe combatirse. EVALUACIÓN DE LOS AVANCES UNIDAD 3 Fecha de inicio ___________ Fecha de terminación ___________ • ¿Qué mejoras de calidad humana realizamos en esta unidad? a) En relación con el aprendizaje de nuestro hijo(a), ¿qué mejoró? __________________________________________________________ b) En relación con el aprendizaje de nosotros como educadores ¿qué mejoramos? __________________________________________________________ c) Cómo se enriquecieron la felicidad en la familia, la salud, el desarrollo del talento? __________________________________________________________ • Conteste las preguntas siguientes escribiendo Sí o No en los paréntesis. 1. ( ) Nuestro hijo expresa “te quiero” con componentes verbales y no verbales adecuados. 2. ( ) Le decimos a nuestra hija “te quiero” con entusiasmo y con la frecuencia adecuada, expresando abiertamente el efecto pleno que sentimos. 3. ( ) Además de “te quiero” le transmitimos a nuestro hijo muchas expresiones distintas de amor incondicional, admiración y aprobación. 4. ( ) Mostrar el afecto y expresarlo es una regla de todos a favor de todos. 5. ( ) Modelamos de manera adecuada la expresión de afecto a seres queridos que tienen que ver con la familia. Resultados Cuantas más respuestas positivas, mejor 5 respuestas negativas, regrese a la unidad Firma de la madre, del padre o tutor: Nombre del alumno(a): Grado: UNIDAD 4 LA VISITA AL ABUELO OBJETIVO ESPECÍFICO Que su hija aprenda a manifestar los sentimientos positivos también por medio del contacto físico, en este caso un abrazo que se da y se recibe de manera adecuada. FUNDAMENTACIÓN Más allá de la necesidad básica de los pequeños de la alimentación que reciben, está la necesidad de afecto, caricias, abrazos, de sentir el calor del cuerpo de sus padres, su protección, su amor que late en temperatura cálida y entrega que es no sólo sensorial sino también psicológica y espiritual. Al investigar el peso de esta “necesidad de afecto sensorial” se ha demostrado, con datos consolidados, que juega un papel sumamente importante en el desarrollo de todos los niños. Ese acercamiento de ternura que embellece lo mejor que los humanos nos podemos dar es un aspecto presente y frecuente que debe prevalecer en todos los niños. Una vez que han recibido el alimento físico, todo lo que importa es el alimento sensorial y afectivo. El “abrazo” es popular como un acto y símbolo de acercamiento de amor y ternura, de contacto físico en donde se hablan muchas cosas que ni siquiera con palabras se pueden decir. En la actualidad incluso se dispone de “abrazoterapias” que se centran en la experiencia y los diferentes tipos de abrazos, con sus respectivos beneficios, que pueden existir. Por ejemplo, Juan Mann se hizo conocido en todo el mundo al ponerse a regalar abrazos en su local Australia y ser ¡bien recibido! Se habla también de que son indispensables cuatro abrazos al día apenas para sobrevivir, y otros añaden la necesidad de hasta ocho y 12 para desarrollarnos apropiadamente. Lo que se sabe sobre el abrazo es que tiene múltiples efectos ventajosos, como son: causa bienestar emocional en general, calma los nervios, alivia tensiones y coadyuva a fortalecer la autoestima. En específico, para los niños significa mucho, entre otras cosas: • Seguridad. • Protección. • Confianza y paz. • Fortaleza y poder. • Sanación. • Autovaloración. • Consuelo. • Amor incondicional. Por tanto, el “abrazo” llegó para quedarse en casa como una regla que debe darse entre todos y en todas las edades. Nuestros hijos adolescentes o jóvenes se siguen conmoviendo con un buen abrazo y aún lo necesitan, lo mismo que la pareja. Las madres y padres deben desarrollar la habilidad y sensibilidad de darlo, no despegarse poco a poco como poniendo líneas divisorias que no se deben traspasar. Es un error dejar que suceda así. ENLACE CON LA ESCUELA La educadora narró a los niños el cuento “La visita al abuelo”. LA VISITA AL ABUELO Una mañana de domingo, Rafa, la jirafa, fue junto con sus amigos a visitar al abuelo. Nadie sabía a ciencia cierta su edad, pero algo sí era seguro: ya estaba muy, muy viejo. Por esa razón, cada uno de los niños decidió llevarle un regalo. Mico, el mono, le recitó una poesía, Rafa le entregó un dibujo hecho por él mismo donde se ve al abuelo y a Rafa pescando; Pic, el puerquito, le llevó una hermosa colección de caracoles, y Cata, la catarina, le dio un ramo de flores. De pronto, el abuelo notó que Tato, el gato, se escondía detrás de los demás. —¿Qué sucede, Tato? —preguntó el abuelo. —Es que, miau, yo no pude traerte nada —contestó el minino, con tristeza. —Eso no importa, Tato, me trajiste lo más importante. —¿Algo importante? —preguntó Tato, mirándose por todos lados—. ¿Qué fue lo que te traje, abuelo? —Tu cariño, ¿o acaso no quieres darme un abrazo? —¡Claro que sí, abuelo! —¿Lo ves, Tato? La mejor forma de demostrar el amor hacia alguien es con un abrazo, y tu abrazo ha sido el mejor regalo de este día. —¿En serio? —quiso saber Tato, con orgullo. —Claro que sí, querido Tato —dijo el abuelo, acariciando la cabeza del gato. —¿Nosotros también podemos abrazarte, abuelito? —preguntó Cata, la catarina. —¡Por supuesto, Cata! Y sin decir más, todos se encargaron al abuelo para darle un gran, gran abrazo, tan grande como la distancia de aquí a la Luna. Actividades de enlace de la escuela con la casa 1. Narre a su hijo(a) la historia y al final dígale: “ahora te daré un abrazo como de aquí a la Luna”, y proceda a darle un gran y feliz abrazo… Pueden repetirlo y cambiar papeles; por supuesto, de ser posible, debe participar el papá o los abuelos o adultos significativos de una estrecha y amorosa convivencia. 2. Escuchen juntos la canción “Un abrazo” mientras se abrazan para ir sintiendo lo que dice. Un abrazo José María Frías Cuando mami me mece en sus brazos, eso es un abrazo. Si papá me protege en sus brazos, eso es un abrazo. Un abrazo me da calor. Un abrazo me da amor. Un abrazo entre tú y yo. Un abrazo de amor. Si te quiero te envuelvo en mis brazos con un gran abrazo. Si estoy triste me alivian tus brazos con un gran abrazo. Un abrazo me da calor… Si te quiero te envuelvo en mis brazos con un gran abrazo. Si estoy triste me alivian tus brazos con un gran abrazo. Un abrazo me da calor… Usted puede añadir “me da seguridad…” En repetidas ocasiones añada otras cosas que le da según la lista. • ¡Me da felicidad! • Me da confianza. • Me da valoración. • Me da paz. • Me da consuelo. • Me da apoyo. • Me da poder… • Me da salud… • Me da seguridad… • ¡Me da amor para siempre! Pida a su pequeña que diga alguna de ellas. Hágalo como un juego, no es una tarea para aprender ni mucho menos, sólo para disfrutar, pero así tomará conciencia de todo lo que nos da un abrazo. 3. El juego del reloj y el abrazo. Este juego va de la siguiente manera: usted ve el reloj y le pregunta a su hijo: “¿hace cuánto que no te doy un abrazo?” y él debe decir “¡mmmmmuuuuuuuucccchooooo!” Entonces usted procede de inmediato a darle un soberbio y gratificante abrazo. Repetir este juego irá institucionalizando en casa que esta expresión llegó para quedarse y no debe pasarse mucho tiempo sin ello. 4. Modele el abrazo de pareja de ser posible, con los abuelos y familiares apropiados y, sin presionar, fomente el abrazo en casa en todos. Imagine que usted es pequeña o pequeño y que le abraza su mamá o papá; ¿qué significaría? Piense que sus abrazos son únicos, ¿por qué lo son? Redacte con brevedad por qué sus abrazos serán, de ahora en adelante, maravillosos y únicos, y comparta esta redacción con su pareja o seres significativos que conviven de cerca con el pequeño(a). Cada uno debe realizar esta tarea para luego compartirla felizmente. Se lo recomiendo. ESCUELA DE PADRES Con respecto a las manifestaciones afectivas como el abrazo, vale la pena considerar lo siguiente. El abrazo es tal vez el símbolo por excelencia de una buena relación de apego y de confianza que constituye la creación de los fundamentos psicoafectivos que le permitirán al pequeño(a) tener relaciones satisfactorias para el resto de su vida. Su fuerza es tal que una experta en educación de los hijos tituló su libro Abrázalos y déjalos ir, refiriéndose al cumplimiento cabal de esta etapa de relación segura, vital, de confianza, que no falla y que es una plataforma de despegue para salir adelante. También vale la pena comentar que “dejarlos ir” es muy importante, es decir, que sigan sus experiencias, en un marco de seguridad, claro está, pero sin sobreprotección. La necesidad vital del abrazo no debe hacernos perder la perspectiva de forma tal que impida otras vivencias importantes. El consuelo no debe consolidar un miedo a vivir. La regla de oro es dar ayuda, pero no más de la necesaria. A veces es difícil definir y seguir esta regla, pero esa debe ser la tendencia. La relación de seguridad y apego con sus padres que los niños forman en los primeros dos años es clave para su supervivencia, la calidad de amistades que tendrán en el futuro, el rendimiento de su potencial y, en general, su éxito social. Si establece relaciones iniciales de confianza, éstas le permitirán a su vez confiar en los otros, no vivir a la defensiva. El abrazo representa la consolidación de esta confianza; con él, la niña puede llegar a interiorizar un sentimiento de que “lo bueno es permanente, siempre puedo regresar a ello”, “mis papás me quieren y me quieren siempre”, “puedo dejar de verla un rato pero me ama de todos modos y volveré a contar con ella, ya que actuaron de manera predecible, respondiendo con efectividad y oportunidad a mis necesidades (esto desde el nacimiento)”. El abrazo es el festejo de la posibilidad de acercarnos con amor, y debe rodearse de la pronta, predecible, efectiva y oportuna respuesta a las necesidades de su pequeño(a); si es así, él podrá a su vez abrazar con confianza y alegría a los demás. CALIDAD HUMANA, LA PRIMERA DE TODAS Cuando hay barreras para llegar al abrazo En ocasiones encontramos expresiones contrarias a estas manifestaciones de sentimientos positivos: indiferencia, frialdad, no nos conmueve lo que otro hace, hay dureza de juicio, intolerancia y hasta abierto rechazo. Comentamos ya que no deben usarse nunca como métodos correctivos para hacer “reaccionar” al pequeño, y también vale la pena diagnosticar el porqué de la presencia de estos sentimientos en casa. ¿Qué sucede que estamos en dirección opuesta al amor? ¿Por qué acumulamos sentimientos de rencor en lugar de alegría? ¿Qué es lo que hace que exista un gran puente que no podamos cruzar y llegar al abrazo? Todos esto tiene que trabajarse. La buena noticia es que se puede hacer mucho para ello y no derrotarnos como si levantáramos un muro inmóvil e impenetrable. Para ejercer la calidad humana y volver al abrazo es necesario trabajar en: 1) Ver lo positivo que ocurre, por pequeño que sea, y que cada quien hace en la familia; acto seguido, reconocerlo y agradecerlo. 2) La mejor estrategia en los primeros años (en especial los primeros tres) es que los papás se adapten a las necesidades del niño(a). Esto es un desafío para la flexibilidad y la tolerancia; no debe resentirse o generar rencor y, por tanto, frialdad y alejamiento. 3) Qué grata oportunidad ofrece la experiencia del abrazo para caminar de nuevo en la ruta del amor, ejercerlo y aprender a sanear lo que se haya acumulado de negatividad para la pareja o la familia en general. Hay que aplicar el perdón, la renovación, el conflicto como oportunidad, el entendimiento y el vernos a todos como seres humanos que nos equivocamos, que intentamos salir adelante y satisfacer nuestras necesidades como lo hace todo el mundo, privilegiando la empatía y la comprensión en lugar del juicio fácil y condenatorio que sólo ve un “perro del mal”. Sea lo que sea, no tenemos derecho a limitar la frecuencia y la calidad de los abrazos para los pequeños por las dificultades que como adultos podamos tener. Ellos, que empiezan su vida, necesitan hacerlo con los elementos básicos de un agrado emocional que no les debemos robar. EVALUACIÓN DE LOS AVANCES UNIDAD 4 Fecha de inicio ___________ Fecha de terminación ___________ • ¿Qué mejoras de calidad humana realizamos en esta unidad? a) En relación con el aprendizaje de nuestro hijo(a), ¿qué mejoró? __________________________________________________________ b) En relación con el aprendizaje de nosotros como educadores ¿qué mejoramos? __________________________________________________________ c) Cómo se enriquecieron la felicidad en la familia, la salud, el desarrollo del talento? __________________________________________________________ • Conteste las preguntas siguientes escribiendo Sí o No en los paréntesis. 1. ( ) Mejoré como papá o mamá en la calidad y frecuencia de abrazos que le doy. 2. ( ) Mi pequeña abraza con calidez y adecuadamente a sus papás. 3. ( ) El abrazo se usa más ahora en la familia en general y el pequeño lo ve. 4. ( ) Mi hija abraza a familiares adultos significativos apropiadamente. 5. ( ) Mi hijo abraza en forma oportuna a sus hermanitos u otros niños. Resultados Cuantas más respuestas positivas, mejor 5 respuestas negativas, regrese a la unidad Firma de la madre, del padre o tutor: Nombre del alumno(a): Grado: UNIDAD 5 EL CAMPAMENTO OBJETIVO ESPECÍFICO Que su pequeño(a) aprenda a pedir y lo haga con la frase de cortesía “por favor”. Que inicie un proceso en el que el derecho de todos a pedir lo que cada uno necesita forme parte de las reglas de la casa, eso sí, buscando siempre que se haga con consideración, cordialidad y cortesía. FUNDAMENTACIÓN Todos tenemos el derecho a pedir lo que sea, para salir al encuentro de nuestras necesidades humanas y naturales, y satisfacerlas. Algunas veces, puesto que se nos reprimió el derecho a pedir, damos vueltas una y otra vez para solicitar algo que requerimos cuando –como se dice– “pedir no empobrece”. Tenemos derecho a pedir y a solicitar reciprocidad, lo mismo que a negarnos a salir al encuentro de alguna petición, es parte de la salvaguarda de equilibrio que todos tenemos. Decir no es un derecho legítimo y nos permite decir “sí” a otras cosas, formando una especie de balance entre el dar y el recibir. Ahora bien, con respecto a nuestros pequeños, pedir por favor nos permite abrir la puerta al aprendizaje de la forma de hacerlo que, como elemento de aprendizaje social, les servirá toda la vida, ya que ser experto en cuidar cómo nos expresamos y ejercemos nuestros derechos es una garantía para aumentar al máximo los buenos resultados. Pedir debe ser un acto libre, plenamente ejercido por cualquier persona y debe tener oportunidad y forma. Nos pone además a todos en el tono de observar, escuchar y atender las necesidades humanas, que son plenas, naturales y entendibles. En este ejercicio nuestros hijos apenas comienzan, todavía no saben detectar muchas cosas que necesitan con claridad y la intolerancia y la desesperación ocasional son propias de su estado de desarrollo. La reacción rápida de los papás a sus necesidades sigue siendo muy importante; sin embargo, con estos ejercicios se inicia un nuevo recorrido, más amplio y que dará pie a muchas habilidades sociales más. Pedir por favor es mejor y más diestro que exigir; en un sentido más profundo, la nobleza de la petición reconoce de modo explícito la nobleza humana en la que nuestro interior encuentra el mejor eco. ENLACE CON LA ESCUELA La educadora narró a los niños el cuento ”El campamento”. EL CAMPAMENTO Un día, la familia de Yuri, el pajarito, decidió organizar un campamento e invitar a todos los niños y a sus papás. De esta manera, todos podrían compartir sus juguetes y divertirse más. Ya en el campamento, Tatatú observó que todos sus amigos habían llevado sus juguetes preferidos: ahí estaban el rompecabezas de colores, los dados para armar, el pizarrón mágico, los muñecos de peluche, el yo-yo, la tina para pescar, el tapete para rodar y, además, la hermosa pelota grande y luminosa de Cata, la catarina. —¡Dame tu pelota! —dijo Tatatú. Cata ni lo volteó a ver y siguió jugando como si nadie hubiera hablado. En ese momento, Tatatú vio que Yuri, el pajarito, volaba cerca de ahí y le preguntó: —Oye, Yuri, ¿te diste cuenta de que Cata no me quiso dar su pelota? —Mmmh, quizá fue porque no fuiste cortés, no le pediste que te la prestara. —¿De verdad? —preguntó Tatatú, asombrado. —¡Sí, claro! —respondió Yuri. —¿Me prestas tu pelota? —preguntó de nuevo Tatatú a Cata, la catarina. Ella se volvió, lo miró y dijo: —No. Yuri, el pajarito, que vio toda la escena, se acerco a Tatatú y le comentó al oído: —Te voy a decir un secreto: siempre que quieras pedir algo a alguien, pídelo por favor. Ya verás que de esa manera será más fácil conseguir todo. —¿Y eso funciona? —replicó Tatatú, un poco desconfiado. —¡Inténtalo! —respondió Yuri. Tatatú se acercó una vez más a Cata, la catarina, y dijo con timidez: —Cata, ¿me prestas tu pelota?, ¿por favor? Cata, con una gran sonrisa, le contestó: —¡Por supuesto que sí, Tatatú, esperaba que me la pidieras de esta forma! Tatatú tomó la pelota; lleno de felicidad, corrió hasta donde estaba Yuri y exclamço: —¡Funciona!, ¡es cierto! Si pido las cosas por favor, la gente también me sonríe y me da o me presta lo que necesito. De inmediato, Tatatú buscó su cuaderno de dibujo, sacó sus colores y se dispuso a dibujar la pelota. Era tan bonita que deseó poder verla todo el tiempo. Pasaba por ahí Rafa, la jirafa, y al ver los colores de Tatatú se le ocurrió que podría utilizar algunos para terminar un dibujo que quería regalar a su hermana. Así que dijo: —¡Hey, Tatatú! ¿Me prestas tu color verde, por favor? —Claro —respondió Tatatú con una gran sonrisa. Y así, ambos amigos se pusieron a dibujar. Mientras, Cata observaba lo bien que Tatatú había aprendido la lección. Actividades de enlace de la escuela con la casa 1. Lea al niño el cuento en voz alta procurando gesticular y entonar la voz de acuerdo con el personaje que habla. Haga pausas para que el pequeño pueda hablar de lo que sabe del cuento. 2. En la parte del cuento donde dice “por favor” enseñe usted otras alternativas a esta expresión que cortan también con eficacia el error de “pedir mandando”, por ejemplo, las palabras en forma de pregunta: • ¿Sí? • ¿Te parece? • ¿Estás de acuerdo? • ¿OK? (¿Está bien?) Así puede jugar a hacer las peticiones pero ahora usando estas palabras. Diviértanse. Señale ejemplos de pedir mandando para que vea cómo no encajan en la cortesía ni la amabilidad. 3. Escuchen la canción “Por favor” y juegue también dando las respuestas del punto anterior, intercambiándolas por el “por favor”. Por favor José María Frías Si necesitas que te repitan una lección. Un vaso de agua, una ayudita, di: por favor. Si tienes ganas de ir al baño, di: por favor. Con lo pesado pide una mano diciendo: por favor. Di: por favor. Di: por favor. Con estas dos palabras te irá mejor. Di: por favor. Di: por favor. Dilo mientras cantas esta canción. Si no alcanzas algo en la mesa, un pan o el biberón. Pide ayuda a quien tengas cerca diciendo: por favor. Lo que no encuentras; abrir la puerta, ¿qué horas son? Toda pregunta tiene respuesta si dices: por favor. 4. Platíquele que una regla de la casa es pedir por favor y ésta debe usarse por todos en el hogar. Pueden hacer juegos y también intercambiar ¿les parece? ESCUELA DE PADRES Con respecto a este tema vale la pena considerar lo siguiente. La regla de la casa que aplica a todos es pedir sin el esquema de mandato inflexible, ya que esto provoca muchas contrarreacciones. Sin embargo, no hay que confundirnos sobre la realidad de que hay disciplinas y formación de hábitos indispensables en donde no hay opción, no hay el ¿te parece? Los niños pedirán sobre todo cosas relacionadas con su placer inmediato: más tiempo para jugar, comer algo más, otro cuento, más caricaturas. Está bien que lo hagan diciendo “por favor”, pero no deben juntarse las ganas de placer con las ganas de complacer que los papás tenemos hacia ellos, al grado de perder el equilibrio y renunciar a que realicen las acciones indispensables para su formación, aunque esto implique algunas que de forma natural no les gusten: limpieza, orden, precaución, etcétera. Usted puede explicarle cuáles peticiones son reglas que no se puede infringir o en las que no hay opción y por qué sucede así. También hágale saber que en otras ocasiones sí dispone de opciones, de forma tal que vayan aclarándose las dos posibilidades. Ahora bien, aun cuando usted ordene algo rígido y que no tiene un “no como respuesta” puede hacerlo con suavidad y cortesía, con una firme cordialidad, que no son dos palabras incompatibles. La formación de hábitos debe ser alegre y motivadora, pero firme e irrenunciable. Aproveche las situaciones de la mesa compartida con la familia, para vivir la cordialidad, las peticiones amables. La regla de la casa relaciona tres derechos básicos con obligaciones y responsabilidades; todos en casa tenemos derecho a pedir y nos comprometemos a hacerlo de manera cortés. También tenemos la obligación de escuchar muy bien las peticiones que los demás nos hacen y la responsabilidad de que todos los involucrados puedan satisfacer lo más plenamente posible sus necesidades, sin detrimento de los demás o sin perjudicar o abusar de otro. Tenemos derecho a rehusarnos a una petición y el solo hecho de no querer hacer algo para satisfacer una solicitud en particular no nos hace malos o culpables. Esto lo aprenderán los pequeños cuando sea oportuno y esos márgenes existan, pero en la familia este pivote de libertad debe existir plenamente. Las familias se neurotizan cuando no se expresa lo que se siente y acaban por hacerse muchas cosas que no se desean por culpabilidad. De igual manera, tenemos la obligación de aceptar un no de alguien más sin odiarlo, condenarlo, reprimirlo o perjudicarlo, entendiendo sus derechos y razonamientos. Por supuesto que existe la responsabilidad de darnos las explicaciones que el problema o la relación amerita o necesita ventilar, no es un simple no a ciegas y a secas que implica una descalificación personal automática porque sí. Por tanto, se requiere saber dialogar para que estos procesos no se corten. El énfasis de contexto familiar no está en pedir o decir no, sino en el equilibrio y la visión positiva de convivir juntos, ya que se aprecian todos los sí que ocurren, y se agradecen y festejan. Asimismo, todas las peticiones a las que sí se accede se disfrutan en un ambiente familiar que ve y se complace con toda oportunidad de convivencia feliz. Este enfoque de incluir todo lo bueno nos da un margen para entender que también puede haber un no, una petición puede no ser aceptada. Cuenten los “sí” que existen y vístanse de gratitud, ¿están de acuerdo? CALIDAD HUMANA, LA PRIMERA DE TODAS Cuando hacemos una petición chocan las necesidades personales con lo que la otra persona tiene que movilizar para responder a ella. ¿Te parece? Es una puerta magnífica que abre la posibilidad de todo un diálogo que nos permita conocernos más e ir a asuntos que existen y que no habíamos visto tal vez o que necesitábamos entender un poco más. Por eso comenté que pedir por favor está muy bien como mensaje cortés, pero no funcionará si no se sabe dialogar en un sentido más amplio. Y no hablo del aspecto de los pequeños que apenas pueden ir aprendiendo los significados de esta cortesía, me refiero al clima familiar de comunicación, de acercamiento que al final sin duda repercute también en los hijos. Un buen diálogo implica querer tu bien (felicidad, salud, rendimiento), percibirnos como humanos con límites y virtudes extraordinarias, pero a quienes en ocasiones les es imposible salir al encuentro de lo que cada quien necesita de acuerdo con sus expectativas. Es común ver rotas las expectativas tal como las imaginamos con exactitud en la convivencia familiar, pero con rapidez tenemos manera de adaptarlas, tolerar y visualizar mecanismos para darles la vuelta y volver nuestros sueños más realistas en todo caso. ¿Sabemos hacer esta conversión de frustración en renovación de esperanza? Sí se puede si los que intervienen tienen como mentalidad aplicar el conflicto como una oportunidad, si hay flexibilidad en donde ceder no es perder-perder; más bien, se hace para ganar-ganar cosas mejores si no completas. Es un detalle muy hermoso del proceso del curso de maternal que con breves palabras y expresiones que nuestros pequeños van aprendiendo demos revisión plena a los contenidos de calidad de la convivencia familiar, pensando también en el bien para ellos y el de todos sin excepciones. En este sentido el curso de maternal todos lo estamos llevando como había señalado, ¡gracias a ellos y por ellos! Empatía, saber escuchar, momentos de diálogo, detalles de afecto, son indispensables en la pareja. Si hay elementos destructores, no dude en corregirlos a tiempo, la prevención es el camino más seguro y más barato; después de todo estamos en la tarea –y nada hay más importante– de forjar plenas potencialidades en el espíritu maravilloso que cada pequeño(a) tiene, sólo imagínelo durmiendo en paz… EVALUACIÓN DE LOS AVANCES UNIDAD 5 Fecha de inicio ___________ Fecha de terminación ___________ • ¿Qué mejoras de calidad humana realizamos en esta unidad? a) En relación con el aprendizaje de nuestro hijo(a), ¿qué mejoró? __________________________________________________________ b) En relación con el aprendizaje de nosotros como educadores ¿qué mejoramos? __________________________________________________________ c) Cómo se enriquecieron la felicidad en la familia, la salud, el desarrollo del talento? __________________________________________________________ • Conteste las preguntas siguientes escribiendo Sí o No en los paréntesis. 1. ( ) Nuestra hija pide por favor con oportunidad y en forma adecuada. 2. ( ) Nuestro hijo también usa otras expresiones además de “por favor”. 3. ( ) La expresión “por favor” está incluida en el estilo de pedir en casa. 4. ( ) Nuestro hijo tiene la oportunidad de ver cómo pedimos por favor a terceros. 5. ( ) Si se pide algo a algún adulto se dice por favor (maestra, directora o director). Resultados Cuantas más respuestas positivas, mejor 5 respuestas negativas, regrese a la unidad Firma de la madre, del padre o tutor: Nombre del alumno(a): Grado: UNIDAD 6 EL RESCATE DE ROSA, LA MARIPOSA OBJETIVO ESPECÍFICO Que su hijo(a) tenga la experiencia de dar las gracias, como competencia social, y viva de manera formal la gratitud en casa. FUNDAMENTACIÓN La gratitud es una especie de pegamento de la unidad familiar, y aunque su pequeña la conocerá como una forma de expresión, también empezará con el “pie derecho” a dar sus primeros pasos en todas las implicaciones que hacerlo tiene en el sentimiento, el pensamiento y la acción. El agradecimiento, como debe presentarse en casa, requiere muchas habilidades de “sabiduría” para la vida. Implica la facultad de hacer un balance justo entre lo que se da y recibe, incluyendo todo lo positivo, no sólo fijando la atención en los errores o las frustraciones. Implica sentir admiración por el otro y sorprendernos por el milagro del amor que nos pone en la entonación de darnos cosas que sólo los humanos podemos entregar. La gratitud no toma las cosas como “naturalmente ya merecidas”, sino con la humildad de estar consciente de que la planta debe regarse. Estar agradecido y decirse agradecido es reconocer de alguna manera el trabajo de buena voluntad que se hace en casa, ¡incluso los intentos fallidos!, porque en el esfuerzo estamos todos enlazados, poco, mucho, menos o más, a veces o casi siempre, no importa, la bondad esforzada está ahí. Imagine que su esposo o esposa le dice la siguiente frase: “no me ayudó mucho tu plan de hacer que…. (llénelo a placer)… pero te agradezco mucho el deseo de complacerme que hay detrás de esta acción”. Su hijo aprende frases cortas, pero, en realidad, con ellas llegó una regla de oro para quedarse siempre en casa: “en este hogar el agradecimiento es franco, abierto, sencillo, humilde y disfrutamos cada cosa que recibimos de los demás, el tamaño no importa”. Su pequeño tiene derecho a vivir en un ambiente así, no se merece menos. En un sentido más profundo, la gratitud es la celebración de la bondad de la vida por medio de lo que recibimos de los demás y en la que siempre hubo alguien que estuvo… para que… El más beneficiado por tener gratitud eres tú mismo, como también resultas el más perjudicado cuando nada de los demás te conmueve y casi siempre lo consideras como “su obligación”. Vea la siguiente definición de gratitud, de la American Psychological Association: “Gratitud es un sentido de agradecimiento y felicidad en respuesta a recibir un regalo, ya sea un beneficio tangible (por ejemplo, un presente o favor) dado por alguien o por una afortunada situación (por ejemplo, un hermoso día)”. La gratitud requiere su expresión, su espacio, su memoria, su consistencia y frecuencia, la emoción es sublime, es un verdadero alimento del corazón y de la salud. ENLACE CON LA ESCUELA La educadora narró a los niños el cuento “El rescate de Rosa, la mariposa”. EL RESCATE DE ROSA, LA MARIPOSA Una mañana, Rosa, la mariposa, estaba revoloteando y, sin darse cuenta, se alejó demasiado de su casa y cayó dentro de una red. —¿Ahora qué haré?, me alejé demasiado de casa y estoy atrapada. Tengo miedo y… voy a gritar: ¡Tatatú!, ¡Mico!, ¡Cata!, ¡Tato!, ¡Rafa! ¡Ayúdenme, por favor! Unos niños que pasaban por ahí la oyeron, se acercaron, y uno de ellos le dijo: —¿Qué te pasa, mariposita? —Volaba y sin darme cuenta me alejé de casa y caí en esta red. ¿Ustedes podrían ayudarme a salir, por favor? —¡Claro, mariposita! Y sin decir nada más, la liberaron. Una vez liberada Rosita, los niños le preguntaron: —¿Cómo te llamas, mariposita? ¿Quieres que te ayudemos a buscar tu casa? —Me llamo Rosita, y sí quiero su ayuda —contestó la mariposa. —¡Muy bien!, empecemos por lo más fácil. ¿Sabes el teléfono de tu casa? Podríamos llamar —sugirió uno de los niños. Rosa contestó: —¡No lo sé! ¡Tampoco sé cuál es mi dirección! —y se puso a llorar de nuevo. —Calma, Rosita. Vamos a buscar a algún policía para que nos ayude a encontrar tu casa —dijo otro niño. Y así, todos juntos, se encaminaron a la Comisaría. Al momento de entrar, Rosita reconoció de inmediato al papá de Rafa, ¡él era policía y podría ayudarla! Sin dudarlo corrió hasta él y le contó lo sucedido. Cuando Rosita terminó de contar su relato, el papá de Rafa exclamó con mucha seriedad: —Bueno, Rosita, en este caso debes agradecerles a estos niños el haberte salvado. —¿Agradecerles?, ¿cómo? No tengo nada que darles. —No, Rosita. Nosotros no necesitamos tener cosas para demostrar el agradecimiento. Hay una forma muy fácil de agradecer y es sólo con una palabra. En esa palabra se encierra todo el cariño y todo el agradecimiento que le quieras expresar a alguien. Esa palabra es: ¡gracias! Rosita se dio la vuelta, se acercó a los niños y les dijo sonoramente: —¡Gracias, amigos! ¡Gracias por haberme liberado de esa horrible red!, y ¡gracias por haberme traído hasta aquí! —No fue nada, Rosita —respondieron los niños a coro. De pronto, a Rosita se le ocurrió una gran idea y dijo: —¿Qué les parece si los invito a conocer a mis amigos? De esta manera podremos jugar todos juntos. —¡Sí! —gritaron los niños, entusiasmados, y, sin decir nada más, se dirigieron con el papá de Rafa hacia la casa de Rosita, listos para jugar y conocer nuevos amigos. 2. Escuche la canción “¡Gracias!” con su pequeño(a), disfrutando y bailando. Al final, abrácelo y dígale ¡gracias por existir! Después le toca el turno a él y se recomienda vivir esta experiencia con todos los miembros de la familia. Actividades de enlace de la escuela con la casa 1. Léale el cuento a su hijo y ponga énfasis en el agradecimiento al terminar la historia. Modele elementos de la “situación entorno inmediato” que se pueden agradecer, por ejemplo, gracias sol, gracias luna, gracias viento, gracias pan, gracias asiento, gracias mesa, gracias juguete, gracias beso, gracias amor, gracias alegría, gracias convivencia, gracias cuento, gracias agua, gracias sonrisa, gracias escuela. Diga unas cinco y si repite la historia diga otras cinco, e invite al pequeño a que diga algo por lo que dé “gracias…” La idea es que disfruten juntos la historia y se fortalezca la práctica de identificar cualquier cosa positiva que nos da servicio para algo; esto incluye todo. 2. Canten juntos la canción “¡Gracias!”, de José María Frías, y explique a su hija por qué es tan importante mostrar nuestro agradecimiento. ¡Gracias! José María Frías Por cuidarme y por quererme, por estar conmigo siempre, gracias, gracias, muchas gracias. Por prestarme tus juguetes, por tus ganas de ayudarme, gracias, gracias, muchas gracias. Por el Sol, por la lluvia, los amigos y el amor. Por las flores, por las aves, por la vida, gracias doy. Gracias, gracias. ¡No hay por qué! Gracias, gracias. ¡Oiga, usted! Gracias, gracias. ¡No hay por qué! Gracias, gracias, Gracias doy. 3. Establezca el “día del agradecimiento”. Si bien todos los días hay momentos propicios, frecuentes y abundantes, para iniciar el nuevo hábito, pónganse de acuerdo los líderes de la familia y establezcan un día de la semana en el cual se darán el espacio y el tiempo explícito para agradecerse todo lo que han recibido uno del otro. Debe ser exclusivamente lo positivo y los pequeños sólo recibirán la información; si se les ocurre decir algo, perfecto, pero no deben ser presionados, esto ocurrirá con el paso del tiempo. El espacio de tiempo no tiene que ser rígido, puede ser el “sábado toda la tarde” en la que conviven. Recuerde, lo importante es abrir la oportunidad para que ocurra y se dé frecuencia. Sería sensacional conformar poco a poco un “diario de gratitud” en el que escriban cosas significativas que cada uno agradece del otro. ¡Abundante es la cosecha de amor y de pronto olvidamos todo, eso no puede seguir sucediendo! Es fundamental que el niño vea a los adultos agradecerse y escuchar también el agradecimiento a terceros y a la vida; si tiene orientación espiritual y/o religiosa, también, desde luego, a la idea de un Dios. 4. Establezca rutinas de “agradecimiento”. Con esto me refiero a que se agradezca al terminar de comer, cuando alguien nos ayuda en algo, cuando se limpia algo, cuando se da algo, antes de dormir (agradecer al día), hacer pequeños rituales. ESCUELA DE PADRES El agradecimiento es una práctica de efectos benéficos múltiples. Ayuda a la autoestima de los niños, ya que tendrán un sentido generalizado de “agrado por sí mismos”, una especie de confort y aceptación de sí mismos; esto no puede venir de ellos, sino de sus papás que son la referencia más poderosa y válida para ellos. Como competencia social es relativamente fácil enseñarla: buenos ademanes y expresiones no verbales entusiastas y con tonos adecuados y cálidos, pero el fondo importante es la actitud generalizada que se debe vivir en casa de “capturar a todo aquel que está haciendo algo positivo el día de hoy, decírselo y agradecérselo”. Ese debe ser el enfoque fundamental y no esperar a “grandes realizaciones” para entonces agradecer. Podemos agradecer de manera incondicional en el sentido de que ya es un regalo convivir como seres unidos en el amor, y agradecer específicamente todas las pinceladas de ese cuadro tan hermoso que cada uno de los miembros de la familia están dibujando en destellos de bondad cada momento. Su pequeña le brinda la oportunidad de imprimir una revolución a su corazón y darle la bienvenida, mediante el agradecimiento, a un enfoque positivo, constructivo, edificante para su propia vida adulta. Es ahora o nunca, no deje pasar esta oportunidad, es mi recomendación. ¡Se recogen tantas cosas bellas al hacerlo! El agradecimiento debe desplazar la crítica destructiva, que no ofrece nada. Si la crítica persiste, que deje una enseñanza creativa de qué se propone hacer, lo demás no tiene sentido. Se ha visto que los hijos, cuando escuchan a sus papás criticarse y escuchan también una propuesta de solución en la que se comprometen, pueden beneficiarse bastante y adquirir comportamientos efectivos de liderazgo y creatividad en la solución de sus propios problemas en el futuro. De tal forma, ya no hay espacio para la lucha sorda, que a nada lleva, que repite una vez lo mismo para llegar a lo mismo. El conflicto de identificar culpables y lanzar acusaciones, sin generar un nivel superior de inteligencia, puede marcar muy desfavorablemente el futuro de la vida de su pequeño. ¿Tenemos derecho a hacerlo? No se lo merece, imagínese que a los dos o tres años ya tiene una goleada de mil anotaciones en contra… difícil y penoso será remontar el marcador. Por fortuna, hay mucho margen de maniobra si construimos una y otra vez hacia las estrellas del amor y el entendimiento. Recuerde que, gracias al milagro de la vida, su pequeño, sólo por existir, le retará a crecer de manera permanente, ¿se imagina sin ello? ¡Gracias a nuestros hijos! CALIDAD HUMANA, LA PRIMERA DE TODAS La gratitud es una actitud, es decir, usted decide manejar su vida con la circunstancia de capturar, reconocer, recibir y expresar las instancias en las que alguien o algo sucede para su bien. Al usar su libertad eligiendo el agradecimiento como respuesta, usted mismo, sin saberlo tal vez, pavimenta su propio camino, por las razones de gusto interno profundo y reforzamiento hacia los demás. Éstos, sintiéndose reconocidos por usted, le prodigarán múltiples sorpresas o por lo menos en su mayoría se mantendrán satisfechos, lo que genera más unión, frecuencia y continuidad de lo agradable. Nadie busca al que le quema la mano; eso, como sabemos, aleja. En fechas recientes se ha publicado una explosión de libros que hablan de la gratitud como de una especie de “redescubrimiento” de algo cuyas bondades conocíamos desde hace mucho tiempo, pero que ahora muestra un poder preventivo y curativo. No es raro encontrar personas que, hacia el final de su vida, se reúnen con sus seres más queridos o con personas significativas para agradecerles y decirles, antes de morir, todo lo que tal vez omitieron. Así, cierran los conflictos, piden perdón y se retiran en paz. Esto lo hacen incluso aquellos no practicantes de alguna religión o que se distinguían por su indiferencia en esos temas. Esto nos dice que el agradecimiento no otorgado queda como una deuda que al final no nos agrada quedarnos sin pagarla. Es una actitud que yo decido adoptar, pero en mi conciencia puede quedar como una obligación haberlo hecho, como algo que de alguna manera nos impide tener toda la paz necesaria para las despedidas. Eso es intrigante y puede hablar de aspectos muy profundos, como que en realidad somos seres de amor básicos, estructurados por el amor, por lo que el agradecimiento es también una necesidad que tenemos que satisfacer… ¿será? ¿Qué cree usted? La parte sanadora, la que alivia, nos deja en equilibrio mental y físico. La preventiva se refiere a que la cosecha de tantas cosas que capturamos de los demás, junto con la alegría que recogimos de ello, nos dejan más resistentes a las adversidades y ayudan a que no perdamos el balance cuando éstas ocurren. Un corazón agradecido jamás quedará atrapado en ideas como “nadie me quiere”, “siempre me va mal”, “no sirvo para nada”, “debería dar más, nunca es suficiente lo que hago”. En ese portal que nos abrimos, en esa actitud, el agradecimiento es una vacuna contra la depresión, el desamparo y la angustia. Los niños “agradecidos” vivirán más años que los que se enfocan a ver las partes oscuras de las experiencias y quedan atrapados en ellas. Albert Einstein decía: “hay dos formas de vivir tu vida. Una es como si nada fuera un milagro. La otra es como si todo fuera un milagro”. EVALUACIÓN DE LOS AVANCES UNIDAD 6 Fecha de inicio ___________ Fecha de terminación ___________ • ¿Qué mejoras de calidad humana realizamos en esta unidad? a) En relación con el aprendizaje de nuestro hijo(a), ¿qué mejoró? __________________________________________________________ b) En relación con el aprendizaje de nosotros como educadores ¿qué mejoramos? __________________________________________________________ c) Cómo se enriquecieron la felicidad en la familia, la salud, el desarrollo del talento? __________________________________________________________ • Conteste las preguntas siguientes escribiendo Sí o No en los paréntesis. 1. ( ) La pequeña dice gracias con gusto y alegría. 2. ( ) Le damos las gracias al pequeño cuando hay la oportunidad. 3. ( ) Mi hija observa cómo le decimos gracias a la pareja o a terceras personas. 4. ( ) Mi hijo dice gracias a su maestra y a otros adultos en la escuela. 5. ( ) La pequeña dice gracias a sus compañeros de clase. Resultados Cuantas más respuestas positivas, mejor 5 respuestas negativas, regrese a la unidad Firma de la madre, del padre o tutor: Nombre del alumno(a): Grado: UNIDAD 7 CASTILLOS DE ARENA OBJETIVO ESPECÍFICO Que los pequeños usen apropiadamente la palabra “discúlpame” cuando es oportuno e inicien un proceso que continuará en casa en el que los errores llevan al aprendizaje y la renovación de intentos positivos. FUNDAMENTACIÓN Tenemos otra palabra fundamental, “discúlpame” (perdón, lo siento, no debí…), que tiene que ver con el manejo de los propios comportamientos que resultan en algún tipo de perjuicio para los demás. Aceptar con gracia que lo hicimos es una gran habilidad y con frecuencia no la vemos como quisiéramos, ya que hay experiencias tan dolorosas que algunos infractores han sufrido que aprenden el mecanismo de optar por culpar o simplemente negar que han dañado. Cuando los canales naturales de incorporación del error cometido se manejan de manera adecuada con la disculpa, la aceptación y la responsabilidad de corrección, el proceso se convierte en una preciosa oportunidad de crecimiento y de mejora de la calidad de cualquier relación humana. Nuestros pequeños necesitan aprender gradualmente a conocer todos estos mecanismos y vivencias sin que en el camino se empantanen alimentando el rencor o la culpa, haciendo de la experiencia humana, que es renovable, una audiencia permanente de dolor y reclamo. Esto se logra si en casa alimentamos una filosofía de derechos humanos, de un criterio de perdón y renovación y de una conciencia plena de la falibilidad humana como elemento para incrementar la inteligencia que logra entender lo que sucede de forma tal que lo hará suceder mejor. (En breve presentaremos más comentarios a este respecto.) En un sentido más analítico, el término y concepto “discúlpame” no sólo pone a prueba a quien lo dice, sino también la capacidad de entendimiento de quien lo recibe. La manera en que manejamos el agravio humano revela cómo funciona nuestro corazón, así como la capacidad de priorizar el perdón sobre el odio y la venganza. Esta especie de “reto compartido” entre la víctima y el victimario es una de las encrucijadas más importantes de la vida; su sana solución es fundamental para que la familia, y la sociedad misma, fluyan con éxito. ENLACE CON LA ESCUELA La educadora narró a los niños el cuento “Castillos de arena”. CASTILLOS DE ARENA Una calurosa mañana, Tatatú, el patito, y sus amigos fueron a nadar. Tatatú decidió invitar a su hermana mayor, Analú, porque a ella le gustaba mucho nadar. Al llegar a la playa, Yuri, el pajarito, y Rosa, la mariposa, corrieron a tocar el agua con sus frágiles alas, mientras que Ton, el ratón, Mico, el mono, y Tato, el gato, se acomodaron para completar su álbum de superhéroes a la sombra de una gran palmera. Analú estaba feliz y no paraba de nadar. Entonces, a Tatatú se le ocurrió una gran idea: ¡construir castillos de arena para cada uno de sus amigos! De inmediato, Tatatú se puso manos y patas a la obra, construía castillos con altas torres pensando en cada uno de sus amigos. Cuando al fin terminó su tarea, corrió para avisarles y así mostrar sus obras maestras. De pronto, cuando se acercaban al lugar donde Tatatú construyó los castillos, ¡los alcanzó una avalancha! No, no era una avalancha, era Pic, el cerdito, quien se divertía de lo lindo rodando por toda la arena y sin darse cuenta derrumbó todos los castillos de Tatatú. —¡Has deshecho mis obras maestras! ¡Todo lo derrumbaste! —gritó Tatatú. —No grites, Tatatú —le dijo suavemente Analú, su hermana, secándose las alas—. Sospecho que Pic no se dio cuenta de que ahí estaban tus castillos, seguro no fue su intención destruirlos. Pic, que hasta el momento no entendía nada de lo que sucedía, no paraba de llorar y decía: —No entiendo lo que pasa. ¿Qué fue lo que derrumbé?, ¿cuáles castillos? —y sin más, seguía llorando desconsoladamente. Tatatú, todavía un poco enojado, reflexionó y dijo: —Discúlpame, Pic, por haberte gritado. Es que me enoja ver que derrumbaste mis castillos. —No, Tatatú, discúlpame tú. No me di cuenta de que ahí estaban tus castillos, yo sólo pensaba en divertirme, pero si quieres te ayudo a construirlos de nuevo. Hasta podríamos usar mi carretilla de juguete para acarrear más arena. —¿De verdad, Pic, me ayudarías? —preguntó Tatatú. —¡Claro, Tatatú! Yo te ayudaré, ya verás que quedarán muy altos y bonitos. Y sin decir más, ambos se dieron un gran abrazo y se dispusieron a construir altos castillos a la vez que cantaban: “Discúlpame”. Actividades de enlace de la escuela con la casa 1. Lea la historia a su pequeño(a) y exprese el “discúlpame” con componentes verbales y no verbales adecuados. En una segunda lectura, donde dice discúlpame puede añadir: • Perdón. • Lo siento. • No debí. • No quise hacerlo… La idea es que se percate de que hay más maneras de disculparse. 2. Canten y disfruten juntos la canción “Discúlpame”. Aprovechen para representar cada escena con ademanes, movimientos y muecas. Pueden intercambiar la palabra discúlpame por las señaladas. Discúlpame José María Frías Vamos caballo, arre. Ay, me tropecé, ¿no te hice daño? Discúlpame. (Solo) Yo conozco un pegamento especial que cualquier error lo puede reparar. Esta mágica palabra arreglará lo que hiciste, si lo sientes de verdad. Sólo fue un malentendido, fue un error. Discúlpame, discúlpame. Te lo pido desde aquí, del corazón. Discúlpame, discúlpame. Discúlpame, ¿sí? Ya me siento mejor, ya somos amigos otra vez. (Solo) Si al correr me tropecé y te lastimé la verdad es que yo no lo quise hacer. Si en tu fiesta mi refresco derramé es que estaba tan contento y no vi bien. 3. Jueguen a la “corrección del error”. Este juego permitirá transmitir el mensaje de que, una vez cometido el error, lo más importante es ver cómo podemos corregirlo. La mama o el papá le dice a la pequeña: “vamos a jugar algo sensacional, este juego se llama ‘Reparando el error’. Tú dirás la solución a lo que pasa, y si no, dirás simplemente si estás de acuerdo o no”. Error Si se me cae el vaso de agua …………. limpio con un trapo Siempre añada la disculpa, también puede añadir muchas soluciones creativas y viables, además de la mencionada. Si te piso …………. te doy una sobadita Si grito muy fuerte y despierto a mi tío …………. le canto una canción Si hice tropezar a mi hermano …………. y lo tomo de la mano Escriba algunas adicionales que se vivan realmente en casa. Aplauda con fuerza las soluciones que dé, ¡bravo! Y si pueden escenificar alguna y demostrarlas a la familia como pequeño teatrito, ¡excelente! 4. Haga ver a su pequeño(a) que de los adultos en casa fluye naturalmente ofrecer una disculpa y, de ser posible, expresar una solución o compromiso de corrección. ESCUELA DE PADRES No hay equivocación de su hija que merezca lastimar su alma de manera profunda, no es un método efectivo de aprendizaje recalcar una y otra vez que ha cometido un error y que, por tanto, es de lo peor. Ese estilo de actuar conduce a suprimir de manera más generalizada el ánimo por hacer las cosas, nada más injusto para un niño(a). No cometa el error de “leer malas intenciones” en las acciones del pequeño porque, si bien puede reaccionar con enojo o deseoso de una revancha, no ha interiorizado el concepto moral de hacer daño. Recuerdo que una abuelita le decía a un bebé de ocho meses lo parecido que era al “agresivo” de su padre porque le daba algunas cachetadas a ella, quien se maquillaba mucho. En realidad, lo que el niño hacía era sólo explorar lo que se sentía hundir sus dedos en las varias capas de crema del rostro de la abuela. Es decir, el niño(a) pequeño(a) (en sus primeros cinco años principalmente) tira cosas, golpea, rompe, patalea, llora, pues con ello muchas veces analiza el alcance de sus acciones y los límites a donde puede llegar, y no porque tenga un demonio adentro. Pero la oportunidad que nos brinda el menor es que, como padres y adultos de la familia, nos pongamos de acuerdo en los significados profundos de lo que es ser humano y su convivencia. Usted elige. Sugiero que piense en lo siguiente. 1. Los errores son para crecer, no para empequeñecer. Esto aplica a todos, el error es un verdadero maestro y debe llevar a mejorar la forma de hacer las cosas. ¿Qué añade culparnos interminablemente de ello? 2. El perdón es parte indispensable de la paz y la reconciliación, es un acto inteligente para volver al amor. ¿Podemos decirle a alguien “mereces pagar el resto de tu vida por ello” debido a las acciones cotidianas de la convivencia familiar? No. 3. Todos cometemos equivocaciones. ¿Por qué la dureza del reclamo a alguien que al conducir casi nos hace chocar si todos los que hemos manejado un vehículo en ocasiones estamos a punto de provocar accidentes? Lo mismo sucede en casa, la humildad de ver al otro como un ser humano que también tiene sus límites como nosotros es fundamental y equilibrante. 4. La condición humana es de ceguera. ¡Desconocemos tantas cosas! Conocernos a nosotros mismos apenas un poquito nos lleva toda una vida. Las circunstancias experimentadas (más la biología, la genética, etc.) pesan como plomo en muchas reacciones, hay misterios y misterios de la vida en los que apenas intuimos algo, por lo que la mejor política es de tolerancia y entendimiento, de solidaridad con el otro, de sencillez, diálogo y búsqueda de la verdad sin juicios, prejuicios, calificativos, soberbia. Todos compartimos el milagro de la vida, sí, de modo que el camino de los que estamos más juntos está en la comprensión, en el apoyo y en la responsabilidad de hacer cosas magníficas con la experiencia. Al tratarnos con agresividad perdemos la perspectiva. Los límites humanos deben retarnos a la superación, no a la destrucción. La violencia acaba con todo, la paz nos conduce a satisfacciones extraordinarias gracias a que supimos luchar proponiendo, construyendo. 5. Diga no al escalamiento. Las familias son muy propensas a ser atrapadas en un fenómeno psicológico que se ha estudiado mucho y se sabe cómo opera; éste se llama “mecanismos de coerción y escalamiento”, y ocurre de la siguiente manera. Alguien hace algo que no nos gusta, por lo que le gritamos y agredimos u ofendemos; él puede ceder… lo que provoca que en un futuro volvamos a agredirlo de la misma manera o más fuerte… pero en cualquier momento, ese modelo de agresión y ofensa podría contestarse de manera igual o similar, lo que hace que el otro intensifique aún más su nivel ofensivo… y esto va atrapando a los participantes en la violencia. Es fundamental detener esto a tiempo. El punto clave es ver al otro como un ser humano igual que cada uno de nosotros y que hace las cosas porque intenta cubrir sus necesidades, no porque sea un gusano despreciable. Por tanto, se privilegia el diálogo y se habla, si se quiere con firmeza, pero no con ofensa y violencia. Agredir es lo más fácil y barato pero rápidamente será lo más caro y difícil, se lo aseguro. Siglos de experiencia lo respaldan. Ejemplos Incorrecto “Otra vez tú…”, “¡Te voy a…!” ”Me tienes harta” (sigue algún golpe)… Correcto “Hiciste eso, ¿qué querías lograr con ello?, no estoy de acuerdo con que lo hagas así y no lo voy a permitir, así que veamos cómo puedes realizarlo pero en una buena manera… si lo repites no verás televisión el día de hoy”… Gracias al pequeño(a) podemos renovar nuestra humanidad más profunda. Lo único que conviene ofrecer en casa es lo más bello de nuestro interior, todo lo demás en verdad no vale la pena. Vuelva al amor una y otra vez, y verá que nunca se cansará ni se arrepentirá de hacerlo. Un acto de violencia genera culpabilidad y después de cometerlo vivirá arrepintiéndose. No se trata de que se porte bien sino de hacer lo más inteligente. CALIDAD HUMANA, LA PRIMERA DE TODAS La American Psychological Association define el perdón como: “voluntariamente poner a un lado los sentimientos de resentimiento hacia un individuo que ha cometido un agravio… Involucra una transformación voluntaria de los propios sentimientos, actitudes y comportamientos hacia el individuo, de forma tal que ya no es dominado por el resentimiento y puede expresar compasión, generosidad o algo similar hacia él. El perdón es un proceso importante en la psicoterapia. “Discúlpame, ¿sí?” Si la respuesta es “sí te disculpo” yo mismo me libero, adquiero paz, los beneficiados somos todos. Lo que daña a los pequeños es el “atoramiento, embotellamiento, atascamiento que no avanza de los sentimientos negativos y desagradables”, la repetición frecuente de la reprobación, la condena, el volver una y otra vez a recordar lo que se hizo mal. La familia debe ser un pivote liberador para la renovación, el flujo de las emociones, la composición de nuevas estructuras de reacción que alimentan la salud y la felicidad, sacando lo mejor de cada uno. ¡En esta casa desatamos nudos, no nos quedamos con ellos! Esa debería ser la regla simbólica en cada familia. El pleito frecuente en casa, entre quienes sea, provoca el desgaste y desvía la atención de la estrella del amor. Nos sumergimos en más luchas y ¿sabe?, tarde o temprano daremos con una idea inteligente: lo único que paga es volver a la paz, al amor, a considerarnos. En el caso de pleitos entre los hijos en casa, le recomiendo que detenga la agresión, ponga a reflexionar a los participantes en un espacio en donde puedan meditar (por ejemplo, en un sillón que mire hacia la pared, un minuto por año de edad), no dé permisos para divertirse o disfrutar hasta que “desaten” el nudo, es decir, se comprometan con una estrategia que ellos usarán para que no vuelvan a caer en eso. Tome esta medida cada vez que ocurra hasta que se establezca el nuevo aprendizaje (lo puede hacer con niños de cinco años en adelante). Puede incluso hacer el nudo con una corbata que ya no necesite o un lazo, y ellos deben decir lo que realizarán para desatarlo, este tipo de símbolos ayudan a integrar el “todo” de la experiencia. Si es consistente verá que la paz se irá apoderando de su hogar. Dé tiempo, le puedo asegurar que en cerca de dos semanas se abaten estos conflictos. ¡Ah!, y si se gana la paz poco a poco, celébrelo con ellos y brinde más acceso a la posibilidad de que hagan lo que más les gusta con su tiempo libre, siempre cuidando el equilibrio. Por último, el “discúlpame” es una regla de la casa que también llegó para quedarse. En esta casa no estamos tras los culpables sino a favor de los responsables (habilidad de respuesta), es decir, aquí nos comprometemos a realizar enmiendas y estrategias para intentar genuinamente prevenir que vuelva a ocurrir lo que causó el problema. Toda esa “sangría” de acusaciones no añade nada inteligente a lo que al final se tiene que hacer: mejorar. No deje que se acumulen los sentimientos negativos, expréselos ese mismo día, sólo que en un momento oportuno; no duerma con ellos, pero en el diálogo respire y aplique el enfoque de decir y escuchar con respeto, así como de sembrar una solución y compromiso de buena fe. No es malo enojarse, lo negativo es agredir con este sentimiento, expréselo sin ofender y llegando a algo útil. También propicie que todos los miembros de la familia puedan expresar su malestar o su enojo, pero condúzcalos con paciencia a que lo hagan también como les recomendé. EVALUACIÓN DE LOS AVANCES UNIDAD 7 Fecha de inicio ___________ Fecha de terminación ___________ • ¿Qué mejoras de calidad humana realizamos en esta unidad? a) En relación con el aprendizaje de nuestro hijo(a), ¿qué mejoró? __________________________________________________________ b) En relación con el aprendizaje de nosotros como educadores ¿qué mejoramos? __________________________________________________________ c) Cómo se enriquecieron la felicidad en la familia, la salud, el desarrollo del talento? __________________________________________________________ • Conteste las preguntas siguientes escribiendo Sí o No en los paréntesis. 1. ( ) Mi hijo expresa disculpas de manera apropiada. 2. ( ) Si mi hija ofrece una disculpa es aceptada plenamente por nosotros. 3. ( ) El niño ofrece disculpas a terceros. 4. ( ) En casa nuestra hija observa que los adultos o hermanos mayores ofrecen disculpas, mismas que se aceptan. 5. ( ) Existe la regla de la casa para todos: de las experiencias negativas se aprende, se crece, y se sigue adelante con entusiasmo. Resultados Cuantas más respuestas positivas, mejor 5 respuestas negativas, regrese a la unidad Firma de la madre, del padre o tutor: Nombre del alumno(a): Grado: UNIDAD 8 EL GRAN DÍA OBJETIVO ESPECÍFICO Que su pequeño(a) exprese con libertad lo que le gusta y no le gusta, y, con esta experiencia, se aliente cualquier expresión de sus sentimientos en un ambiente permisivo pero orientador. FUNDAMENTACIÓN La expresión, identificación y manejo de los sentimientos es toda un área que lleva la vida aprender. En general, las complicaciones que sobrevienen en este campo se deben a que no hemos sabido educar a nuestros hijos sobre el tema y reaccionamos a sus sentimientos como a nosotros nos educaron, sin abordarlos de formas más sabias. Por ejemplo, como hijos, vivimos muchos mensajes inadecuados como: • “No deberías sentirte así” (cuando en realidad ya nos sentíamos así y no sabías ni por qué). • “Es malo sentir esto o aquello” (con lo que se generan confusiones). • “Si sientes eso eres x, y, z” (implicando algo despreciable; por ejemplo, “los hombres no lloran”, “el miedo es de cobardes”). • “Estos sentimientos están prohibidos en casa” (por ejemplo, enojarte con tu papá o tu mamá… con lo que se generan resentimientos y culpabilidad). • “Tú eres culpable de los sentimientos de los demás” (por ejemplo, “mira lo triste que pones a tus papás por no comer verduras”, etcétera; la lista podría ser muy larga). A lo largo de la unidad presentaremos indicaciones para orientar en forma sana a los pequeños y crear sistemas familiares que tomen esta experiencia sensorial como un gran termómetro que nos guíe hacia las mejores soluciones posibles si lo sabemos detectar, expresar y respetar adecuadamente. La información sensorial nos dice muchas cosas para movilizarnos y encontrar la verdad de los problemas, por lo que el marco de referencia más adecuado es saber escucharlos, estando con ellos, sin reprimirlos ni negarlos. ENLACE CON LA ESCUELA La educadora narró a los niños el cuento “El gran día”. EL GRAN DÍA Un día por la mañana toda la familia de Tato, el gato, estaba muy emocionada y no paraban de ir de acá para allá. Era un día muy especial, Tato cumplía un año más de vida. ¡Miau! Toda la familia, los vecinos y sus maestros serían invitados. Por esta razón había mucha actividad en casa. De repente, Tato, el gato, se asomó a la cocina y, entre bostezos, empezó a relamerse sus suaves y tersas patas, y preguntó: —¿Qué pasa aquí?, miau. Apenas habló y todos se abalanzaron a abrazarlo. Tato retrocedió y, sin más, huyó a su cama a taparse bajo las sábanas. En ese momento sonó el teléfono, Tato contestó y ¡sorpresa!, era Tatatú, el patito, quien llamaba para felicitarlo. —Gracias por llamar, Tatatú —dijo Tato—, pero debo confesarle que a mí no me gusta festejar tanto mi cumpleaños. Mi familia está organizando una gran fiesta, pero a mí me da pena que un montón de personas que no conozco me abracen. Yo prefiero disfrutar este día sólo con la gente que quiero mucho. —Pero tu familia te está preparando una gran fiesta —replicó Tatatú. —Lo sé, miau, pero no quiero una fiesta tan grande y no sé cómo decirles que no me gusta, qué tal si se enojan conmigo y me dejan de querer —contestó Tato, un poco triste. —No temas, Tato, la familia nunca nos deja de querer. Diles cómo te sientes, qué te gusta y qué no te gusta, ya verás que te entenderán —aconsejó Tatatú. —Tienes razón, Tatatú, voy a ir a decirles que prefiero hacer otra cosa y no una gran fiesta, miau. Tato se dirigió muy contento hacia donde estaba su tía haciendo la larga lista de invitados y le dijo: —Hola, tía, quiero decirte algo. —Dime, Tato —respondió tu tía, al tiempo que le acomodaba su gran moño. —Es que… es que…, miau, no quiero fiesta. No me gustan las fiestas grandes. Yo prefiero dar un paseo en bici con toda la familia y con mis amigos. La tía de Tato sonrió un poco sorprendida y exclamó: —¡Muy bien, Tato! Veo que estás creciendo y has aprendido a decir lo que te gusta y lo que no te gusta. ¿Qué te parece si entonces me ayudas a organizar el paseo en bicicleta? —Miau, ¡claro que sí! —contestó Tato y, abrazando a su tía, añadió:— Voy a contarle a Tatatú que cuando digo lo que me gusta y lo que no me gusta me siento mejor y las otras personas me entienden, de paso también lo invitaré a nuestro paseo en bici. Y corriendo feliz, se dispuso a festejar su cumpleaños. Actividades de enlace con la escuela para la casa 1. Lea al pequeño(a) la historia y compártanla poniendo énfasis en los términos “me gusta” y “no me gusta”. Jueguen a externarlos en cada caso, con énfasis de tono, expresión facial y algún ademán que refleje “me gusta” (por ejemplo, abriendo sus bracitos con tono de bienvenida), y “no me gusta” (por ejemplo, diciendo “no” con el dedo o poniendo sus manitas en la cintura como dejando totalmente claro que la respuesta es “no”). Aplauda en cada avance de expresividad pleno, esa es la clave, que sea muy bienvenida su total expresión… 2. Comparta con su hija la canción “Me gusta”. Al terminar la canción, añada usted cinco cosas que le gusten a su pequeño(a) y cantando pregúntele: “¿Te gusta tomar tu chocolate?” y la niña contestará cantando “¡Sí, me gusta!” Me gusta José María Frías Me gusta, me gusta correr y brincar. Me gusta, me gusta con todos jugar. Me gusta, me gusta cantar y tocar. Me gusta, me gusta poder dibujar. Que me abrace mi papá, que me bese mi mamá, que me cuesten un buen cuento, cuando me voy a dormir. Me gusta, me gusta comer cosas ricas. Me gusta, me gusta, venir a la escuela. Me gusta, me gusta oler una flor. Me gusta, me gusta sentirme feliz. Que me abrace mi papá… Me gusta, me gusta comer cosas ricas. Me gusta, me gusta, venir a la escuela. Me gusta, me gusta oler una flor. Me gusta, me gusta sentirme feliz. ¡Me gusta! (Agregue cuatro temas más que le gusten.) Luego repita las mismas cinco cosas (o puede añadir otras nuevas), pero ahora su hijo(a) dirá “¡Me gusta muchísimo!”, con ademanes que lo expresen totalmente. El mismo procedimiento se sigue con la canción “Eso no me gusta”, con cinco ejemplos en la primera parte y después cinco ejemplos en donde el niño(a) dirá “¡Eso no me gusta nada!” Llevar, por decirlo así, la expresión al extremo contribuye a darle un mensaje al niño(a) sobre el hecho de que puede expresarse a total plenitud. Eso es fundamental para su desarrollo emocional, como espacio de libertad que le permitirá decir lo que siente y no reprimirlo. La sintonía fina de hacerlo en la mejor forma se trabajará gradualmente con los años. Es un aprendizaje complejo y de muchos ensayos, tenga paciencia y espere, debido a la edad del niño(a), muchos estallidos emocionales todavía, pero se irá ganando terreno sin lastimarlo. Eso no me gusta José María Frías Que me pidan hacer algo que no está bien, eso no me gusta, no. Que me hagan jugar cuando no estoy de humor, eso no me gusta, no. Que se burlen de alguien sólo por molestar, eso no me gusta, no. Que me empujen, sin más, por tomar mi lugar, eso no me gusta, no. Cuando no me siento a gusto o algo me hace sentir mal, no lo callo, no lo oculto y feliz yo voy a estar. Que me griten (sin ton), que me ignoren (sin son), eso no me gusta, no. Que me peguen (sin ton), que me obliguen (ni son), eso no me gusta, no. Cuando no me siento a gusto… Que me griten (sin ton)… que me ignoren (ni son) eso no me gusta, no. Que me peguen (sin ton) que me obliguen (ni son) eso no me gusta, no. Eso no me gusta, no. 3. Establezca en casa un marco de referencia de expresión de los sentimientos sin evaluaciones negativas, evite dar lectura a sus emociones con burla, reprobación, rechazo, etc. Los sentimientos simplemente son y usted ganará más dejándolos ser que queriendo cortarlos por decreto o introduciendo sentimientos de humillación o cualquier otro negativo que complica aún más la situación. La regla de la casa debe ser, “todos en casa tenemos sentimientos y los podemos experimentar y expresar” (el respeto, los valores, la forma, la prudencia, la oportunidad, el manejo efectivo se añadirán poco a poco). Desde luego, analice siempre la causa de la expresión de sentimientos; si no hay razones de tipo médico-pediátrico (que deben descartarse en todos los casos), verá que pronto pasan de manera “natural”. 4. Exprese usted sus sentimientos sin evaluación, éste es el modelo que su pequeño(a) debe ver. ESCUELA DE PADRES El inicio que esta unidad nos permite en el manejo de los sentimientos requiere que empecemos con el pie derecho. La expresividad plena de todo sentimiento es clave para el equilibrio emocional y la salud del individuo, tiene un gran valor para la solución de problemas personales y también para prevenir que su hijo(a), que puede enfrentar situaciones de conflicto impredecible, tenga la libertad plena de decirle todo y así entonces corregir o actuar a tiempo. Imagine, por ejemplo, alguna invitación indebida para realizar algo, entre otras cosas que sabemos que sí pasan. La persona que con frecuencia reprime sus sentimientos tiene tareas de mucho consumo de ansiedad, muchas veces piensa más de la cuenta, su cuerpo se tensa y puede llegar a sentirse desamparada, con baja autoestima y deprimida; tiene la sensación de que otros tienen el control de su vida y abusan, lo que le provoca más inseguridad y crea círculos viciosos autodestructivos. Esto puede llevarla a explotar de tal manera que por la intensidad de la descarga genera más conflictos de los que soluciona volviendo otra vez a lo mismo, “guardarse” las incomodidades que siente. No deseamos que su hijo empiece una trayectoria de este tipo y la mejor manera de evitarla es dándole el pleno derecho que tiene a sentirse como lo hace sin evaluaciones o reprimendas. Este mismo criterio debe predominar también en todos los miembros de la familia, para que no se afecte el “sistema familiar”. Decir sin evaluaciones o reprimendas no significa renunciar a la conducción y manejo del sentimiento. ¿Cuál es la fórmula para conducir un sentimiento? Primero: exprese su plena aceptación y comprensión del sentimiento; abrácelo si es oportuno, con empatía; transmita que se pone en sus zapatos y comprende que esté así, sintiéndose tal cual. Por ejemplo: “Sí, mi amor, tienes miedo, lo entiendo, ven, te abrazo”… Segundo: después de unos segundos y ya que recupere algo de calma, dígale una frase de conducción, es decir, un concepto que ayude a llevar a ese sentimiento a la objetividad. Por ejemplo: “Ya pasará…; mira, no pasa nada; al rato será diferente…; esto no es todos los días…; yo también me sentí así, pero ya verás que…” Dependiendo de la edad de la niña, la frase de conducción puede ser más o menos sofisticada, pero la secuencia ideal es la que acabamos de señalar. Observe que no mencionamos “No te sientas así”, “¿Cómo? ¿Tú? ¡No deberías sentirte así!”, etc., ya que esto rompe el flujo y forma un dique, que es lo que complica las cosas. Muchos adultos todavía están aprendiendo a conducir sus sentimientos porque, dadas la cultura y la educación perjudicial y equívoca recibida, han tenido que utilizar muchos años para apenas aprender a aceptarlos. No queremos repetir estas historias. Expresión de sentimientos, libre y plena, sí, respetuosa también, ésta debe ser una regla para toda la casa. La agresividad no cabe como pretexto en la libertad de expresión, para conducir y conducir y conducir necesitamos enfoques siempre positivos, objetivos, verdaderos. No es lo mismo decir “Siempre me sales con lo mismo” que “Ésta es la tercera vez que tú…” Conducir requiere “maniobrar” bien la mente y leer las señales tal cual son para no salirse del camino… CALIDAD HUMANA, LA PRIMERA DE TODAS Los sentimientos son el tema de poetas, escritores, pensadores, y su experiencia y observación reflejan que somos seres de posibilidades infinitas y creativas en su inagotable exploración. En el marco de referencia del amor, las emociones se convierten en una fuente interminable de entusiasmo, esperanza, felicidad, salud, plenitud, motivación, y hablo del amor a mí mismo, a los demás y a la vida. El círculo virtuoso va de la siguiente manera: un acto de amor, de bien, para mí y para los demás y/o para la vida, que rescata resultados tangibles en la salud, la felicidad y el entendimiento de quien lo recibe, provoca una serie de sentimientos tan bellos, a veces indescriptibles, aun para el poeta; asimismo, acerca un escalón más a la estrella del amor, haciendo de este ejercicio lo inteligente y lo único que vale la pena. No hay algo que pueda competir, es la realidad, más allá de un asunto moral. Es un tema profundamente espiritual, porque hay un diseño interior que nos llama a ello, tanto a “moros como a cristianos”, como dice ese refrán popular. ¿Puede una madre o un padre definir sus sentimientos cuando se acerca a su bebé y lo asiste con éxito hasta que esboza una sonrisa, de una manera tal que no empobrezca la experiencia por la escasez de palabras que los reflejen? No, no hay manera, y apenas tocamos uno de millones de encuentros íntimos de la célula familiar, de donde debe brotar la luz de una sociedad vibrante. Analicemos la otra parte: el dolor, la envidia, el odio, la ansiedad, el temor, la inseguridad, la depresión, el impulso sexual, entre otros. No importa definir en detalle cada sentimiento, lo relevante es lo que vamos a hacer con ellos. Todas las emociones que no son conducidas para subir un escalón en el amor se vuelven muy peligrosas y destructivas. La emoción no es “negativa” –ésta no tiene calificativos–, lo negativo es lo que hacemos con ellas y le llamamos así porque mata la salud, la felicidad, el potencial de la persona. Bienvenido cada uno de nuestros sentimientos porque ellos nos avisan de la necesidad de elegir ir hacia el amor como oportunidad, desentrañando sus enredos en los que el cuerpo, la mente y la acción tienen que trabajar. Yo puedo sentir celos de mi pareja, bienvenido sea este sentimiento, que funge como una señal para escalar hacia el amor. Puedo dialogar, pedir información, revisar la verdad de mi relación y descubrir lo que se puede hacer o lo que ya no se puede hacer, pero a través de esa realidad yo puedo caminar sin sucumbir. ¿Qué otra opción tiene a su disposición? Pinte la que desee, si no está en la coordenada del amor, no podrá encontrar una mejor y si se inclina por lo contrario, hasta a la cárcel puede ir a parar… ¿Por celoso? ¡Claro que no! Por encaminar un sentimiento en dirección contraria al amor, con todas las consecuencias que esto implica (el ejemplo es intercambiable a cualquier otro sentimiento). Culpamos a los sentimientos en vez de posicionarnos mirando hacia la estrella del amor, que debe conducir la inspiración de su manejo o conducción. Esta confusión nos ha hecho pagar una y otra vez con dolores desproporcionados. EVALUACIÓN DE LOS AVANCES UNIDAD 8 Fecha de inicio ___________ Fecha de terminación ___________ • ¿Qué mejoras de calidad humana realizamos en esta unidad? a) En relación con el aprendizaje de nuestro hijo(a), ¿qué mejoró? __________________________________________________________ b) En relación con el aprendizaje de nosotros como educadores ¿qué mejoramos? __________________________________________________________ c) Cómo se enriquecieron la felicidad en la familia, la salud, el desarrollo del talento? __________________________________________________________ • Conteste las preguntas siguientes escribiendo Sí o No en los paréntesis. 1. ( ) La pequeña expresa su gusto con énfasis, sin dejar duda. 2. ( ) El pequeño expresa lo que no le gusta sin dejar duda, con énfasis. 3. ( ) Existe un clima familiar de libertad para expresar los sentimientos. 4. ( ) El pequeño observa a sus papás o adultos significativos expresar sus sentimientos sin ofender. 5. ( ) Cuando la pequeña expresa sus sentimientos se le respetan y no se le critica por ello, no importa de qué emoción se trate. Resultados Cuantas más respuestas positivas, mejor 5 respuestas negativas, regrese a la unidad Firma de la madre, del padre o tutor: Nombre del alumno(a): Grado: UNIDAD 9 LA FOTOGRAFÍA OBJETIVO ESPECÍFICO Que el pequeño(a) pueda revisar, compartir lo aprendido y sentir que ha aprendido, que puede hacerlo mejor, que es capaz de crecer. FUNDAMENTACIÓN Detrás de la posibilidad de repasar y compartir está un concepto vital en esta unidad que se refiere a la “autoeficacia”, ese sentido generalizado de que “nosotros podemos” responder de algunas maneras, aprender, hacer las cosas mejor que antes, aplicarnos con más efectividad. Esta “semilla” de la seguridad personal es una pieza sólida para la autoestima, para intentar nuevos retos y participar; apunta a la oportunidad de algo novedoso y atractivo que no se conoce pero se puede conocer. Es obvio el detrimento que provoca la actitud contraria a esto y no lo queremos para ningún niño(a). La American Psychological Association define la “autoeficacia” como “la capacidad del individuo para actuar con eficacia con el fin de conseguir los resultados deseados, en especial como los percibe el individuo”. Si se analiza la definición, la última parte es fundamental: el individuo tiene que creer y sentir que puede, en este caso, es “puedo aprender”, ya que aprendí. Se requiere asegurar muchas veces este concepto, y en el sistema Kubli lo reforzaremos una y otra vez para garantizar que haya un sentido generalizado de autoconfianza. El enemigo es el titubeo, la duda de la propia capacidad, la inseguridad, el tiro penal fallado en el momento clave, el miedo a intentar porque se va a “fracasar”. Si algo necesitamos decirle a los niños es que ellos observen cada cosa que van siendo capaces de lograr, lo cual es, en todos los casos, inmenso. Si no lo saben es porque no supimos enseñarles a verlo, y ponemos énfasis en sus errores en lugar de sus aciertos. ENLACE CON LA ESCUELA La educadora narró a los niños el cuento “La fotografía”. LA FOTOGRAFÍA Un día por la tarde, Tatatú, el patito, y sus amigos observaban cómo habían crecido durante el año. A la mayoría, la ropa ya le quedaba pequeña, por lo que Rafa, la jirafa, se apresuró a decir: —¿Por qué no nos sacamos una foto? De esta manera, el otro año podremos compartirla y ver nuevos cambios en nosotros. —¡Sí! —gritaron todos ilusionados. Entonces Rafa salió corriendo para pedir a su padre que les tomara una fotografía en grupo. El papá de Rafa llegó listo para realizar su labor de fotógrafo y les pidió a todos que eligieran el lugar que más les gustara para tomárselas ahí mismo. —¿Por qué no nos tomamos la foto afuera de la escuela? Ahí fue donde nos conocimos la mayoría y nos hicimos amigos —propuso Tato, el gato. —Buena idea, Tato, vamos allá —y allá fueron. De pronto, Yuri, el pajarito, mencionó: —¿Se han fijado en que este año hemos aprendido algunas palabras importantes? Éstas han sido como llaves mágicas que nos ayudan para muchas cosas. —¡Claro, Yuri! Yo recuerdo: hola, discúlpame y por favor —dijo Pic, el puerquito. —Yo sé decir: te quiero —dijo Rosa, la mariposa, y dio un abrazo a Ton, el ratón, quien se sonrojó un poco. —Yo puedo expresar sin pena lo que me gusta y lo que no me gusta —intervino Tato en voz baja. —Yo aprendí lo importante que es demostrar nuestro amor a los demás con un abrazo —dijo Tatatú. Mico, el mono, se apresuró a comentar: —Yo digo constantemente: gracias. Yuri, quien no paraba de volar, compartió: —A mí me gusta mucho desear a todos un buen día diciendo buenos días, buenas tardes o buenas noches. También sé decir adiós, nos vemos pronto. Al decir esto, todos se pusieron un poco tristes porque recordaron que pronto cambiarían de grado y probablemente ya no se verían más. Entonces, el papá de Rafa expresó: —Niños, no se pongan tristes. Cuando cambien de grado harán más amigos, pero eso no significa que dejen de querer a los anteriores, sino que tendrán más amigos con quienes jugar. —Cierto, vamos todos a tomarnos la foto y así podremos mostrarla a todos los demás. Los niños se abrazaron, sonrieron y dijeron todos juntos: ¡Aprendí! Actividades de enlace de la escuela con la casa 1.- Lea a su pequeño(a) dos veces la historia. En la segunda ocasión, el niño(a) reflejará cada palabra especial con movimientos y ademanes. Busque que saque a relucir su máxima expresividad de tonos y ademanes. Al final, subraye el aprendí y añada: “¡Claro, tú aprendes, tú puedes, tú eres capaz! Sí que sí” Celebren, incluso pueden hacer algún tipo de festejo porque se puede aprender. 2. Compartan la canción “Aprendí” y pida que él cante las estrofas destacadas, acompañando las frases con ademanes. Siga festejando y subrayando “tú aprendes, tú puedes, tú eres capaz”. Aprendí José María Frías Aprendí a usar las llaves que me dan felicidad y, si tú ya te la sabes, vamos juntos a cantar. Hola. Buenos días. Gracias. Por favor. Te quiero. Un abrazo. Discúlpame. Adiós. Sé decir si algo me gusta y también si no. ¡Otra vez! Hola. Buenos días. Gracias. Por favor. Te quiero. Un abrazo. Discúlpame. Adiós. Sé decir si algo me gusta y también si no. (Se repite todo) 3. Fortalezca como una regla de la casa el reconocimiento explícito de los logros de su hija. Esta estrategia debe premiar, de manera permanente, cualquier avance hacia metas positivas o disciplinas adecuadas. Asegúrese de reflejar su agrado, agradecimiento, apoyo y fortalecimiento de la capacidad en la que se avanza. Su sentido de autoeficacia se solidificará gracias a la suma de estos detalles. ¿Y el error? “¡Adelante, es para aprender y tú puedes volver a intentarlo!” Dependiendo de la tarea, vigile usted que la estrategia que se aborda para el aprendizaje sea adecuada, por ejemplo, partir en pequeños pasos los avances, mejorar la instrucción, poner las condiciones adecuadas, entre otras, pero el resultado deberá garantizarse. Este tema se seguirá trabajando en forma implacable en los siguientes grados y desde diferentes aristas. Lo que hemos de conseguir es que cada pequeño crea plenamente en sí mismo y en sus capacidades, que tenga confianza para encarar retos y adaptarse a cambios sin angustia, con optimismo y autoestima. ESCUELA DE PADRES Aprendí, es cierto, y es muy importante que los padres no pongamos etiquetas negativas a los niños como diagnosticando sus límites porque nos podemos equivocar en gran medida y restringir sus intentos incluso durante toda su vida. Hay muchas aspiraciones personales de talento que el individuo intuía de sí mismo, pero que nunca se atrevió a explorar gracias a las frases de sus padres que pusieron una especie de “candados psicológicos” a sus posibilidades: “Tú no eres bueno para esto como tu hermano”. Por ejemplo, recuerdo un caso en que el hermano que no era “bueno como” con el paso de los años demostró ser más capaz precisamente en esa actividad, contradiciendo esas expectativas de análisis simplistas. La investigación señala que contamos por lo menos con nueve tipos de inteligencias y se irán descubriendo las fortalezas de cada uno al grado de llegar a tener la posibilidad de contribuir con un toque personal y genial en algo que “nadie hace como nosotros”. Por tanto, el padre o madre de familia no deberá apresurarse para tomar una “fotografía” del niño(a) sobre algún nivel de su desarrollo, ya que en realidad se trata de una película completa que está por develarse y puede dar muchas sorpresas. Menos prisa debemos tener aún para transmitir algún mensaje de desamparo, de claudicación o de profecía negativa que quita la esperanza para luchar, nada de eso; cuidado con nuestras visiones negativas, pues podríamos lograrlas. Si no le va a plantear algo positivo para el futuro de su hijo(a) y no tiene algo esperanzador que decir, mejor quédese callado y deje que la vida se desenvuelva. Déle sólo visiones positivas, esa apuesta es la mejor; dentro de todas las probabilidades, es la que mejores resultados garantiza. El milagro de aprender habla de una maravilla humana que nos distingue como habitantes del planeta, es un misterio que podamos amar y amar mejor cada vez. Claro que también retamos a la memoria para repetir grandes errores y perder la visión global de pertenecer a una habitación que se llama mundo y que ahora ya peligra cada vez más por nuestras propias acciones. Mientras nos debatimos en medio de todo esto, la orientación en casa debe fortalecer la seguridad de sus miembros en la capacidad de responder a los retos con una mentalidad de que sí es posible, por lo menos intentarlo. CALIDAD HUMANA, LA PRIMERA DE TODAS Aprender algo debe servir a alguien, y sabemos que sirve si las competencias son más amplias para resolver mejor más problemas. La capacidad de los pequeños a su edad marca un desarrollo intenso en velocidad y que integra tantas áreas como no se repetirá en años posteriores. El clima en el hogar debe ser muy positivo, nutritivo y comprensivo, los límites son parte de lo necesario y ellos lo agradecerán, aunque aparentemente no les gusten. Sin embargo, la mano limitante debe ser de claridad de regla y aplicación consistente, pero cordial, amorosa y muy respetuosa. En maternal empiezan los pequeños a definir quiénes son, ya se dieron cuenta de que existen, ahora dan el siguiente paso y para ello la referencia más confiable, valiosa y fundamental son las palabras de los papás, si no las únicas, sí las que más pesan. A veces las educadoras me dicen: “Al llegar, con una frase los padres echan a perder todo el trabajo tan hermoso que hicimos en clase”. Con certeza, el poder de la visión de los padres es fundamental en esta etapa y siempre. Los orígenes del autoconcepto se empiezan a definir precisamente en estos meses iniciales y queremos que sean todos positivos. De la autoconfianza viene la autonomía y luego la iniciativa. Hablando otra vez del milagro de tener un hijo(a), gracias a éste, nos retamos los padres a ser optimistas y conquistar nosotros mismos en cada uno, una visión positiva del vivir, llenándonos de belleza el corazón de tal manera que podamos ser verdaderos modelos de todo lo que la vida nos da para hacer cosas constructivas con ella. Unos padres que aman a sus hijos tienen que preocuparse y ocuparse en construir su personalísima felicidad, así darán lo mejor de sí a sus pequeños, cuya existencia toca a la puerta preguntando “¿Y tu sabiduría para vivir tú, papá (mamá)?” No podemos esquivar esta pregunta, qué bueno que se formule. Negarla es perder el gran ejercicio de la calidad humana, el “aeróbics” obligado es caminar unos minutos cada día haciendo mayores actos de bien para nosotros y los que nos rodean. Usted (padre, madre, tutor) es la primera “gran relación” de su pequeño(a). Atrincherarse en los viejos patrones que nos llevan inexorablemente al conflicto y posponer los cambios significa sólo empobrecer el futuro de todos los que tienen que ver en ello. EVALUACIÓN DE LOS AVANCES UNIDAD 9 Fecha de inicio ___________ Fecha de terminación ___________ • ¿Qué mejoras de calidad humana realizamos en esta unidad? a) En relación con el aprendizaje de nuestro hijo(a), ¿qué mejoró? __________________________________________________________ b) En relación con el aprendizaje de nosotros como educadores ¿qué mejoramos? __________________________________________________________ c) Cómo se enriquecieron la felicidad en la familia, la salud, el desarrollo del talento? __________________________________________________________ • Conteste las preguntas siguientes escribiendo Sí o No en los paréntesis. 1. ( ) Mi hijo aprendió las palabras que le enseñaron y las usa. 2. ( ) Cuando mi hija aprende algo le hago notar su capacidad. 3. ( ) Sus competencias se están extendiendo positivamente a otras. 4. ( ) Hay respeto a la expresión y límites claros al comportamiento. 5. ( ) Hay un plan familiar de crecer en sabiduría en cada uno. Resultados Cuantas más respuestas positivas, mejor 5 respuestas negativas, regrese a la unidad Firma de la madre, del padre o tutor: Nombre del alumno(a): Grado: UNIDAD 10 LA MUDANZA OBJETIVO ESPECÍFICO Que su pequeño(a) exprese un “adiós” en un contexto positivo, que no significa “hasta nunca”. Si se asocia la expresión de tristeza que también puede existir, sentirse y manifestarse, tomar en cuenta que esta despedida es sólo temporal. FUNDAMENTACIÓN Así como en la unidad anterior aprovechamos la manifestación de distintas expresiones y la experiencia de aprendizaje para ir labrando un concepto de “yo puedo”, aquí también está la práctica del “adiós” que nos puede causar tristeza pero se liga a muchas ideas positivas (ver la letra de la canción) para que la conducción de esa sensación o emoción sea adecuada. Esto nos ayudará a un concepto más fundamental que se trabajará con fuerza en los siguientes grados y tiene que ver con el optimismo, o mente positiva, que aprende de la realidad, la va sintiendo y al mismo tiempo toma lo mejor de ella. A veces en las familias, por el cariño que nos tenemos, se vive mucho el dolor de un “adiós”. Los pequeños aprenden después a sentir dolor generalizado por esos momentos y de una manera innecesariamente dramática. En el fondo está el énfasis en la pérdida que puede implicar la despedida y no en la ganancia, como puede ser: tomar en cuenta que ya nos divertimos, que volveremos a vernos (incluso al dejar de vernos lo haremos con más gusto después y los espacios de tiempo que tendremos individualmente nos harán crecer a cada uno de los afligidos por el hecho de tener que partir). Expresemos la tristeza, sí, pero no subrayemos sólo la “pérdida”, sin ver todo lo que hay de ganancia y esperanza. De modo incipiente iremos trabajando en todo un fortalecimiento de la familia para que aprenda a vivir la plena esperanza y se “vacune” contra los estados negativos y depresivos. ENLACE CON LA ESCUELA La educadora narró a los niños el cuento “La mudanza”. LA MUDANZA Como todas las mañanas, Yuri, el pajarito, volaba muy temprano disfrutando del rocío de las flores y de uno que otro alpiste que los amables vecinos le regalaban. Justo estaba comiendo cuando vio pasar a Tatatú, el patito, con una gran caja. —Buenos días, Tatatú ¿qué haces? —Hola, Yuri, mis papás me enviaron a recoger una caja con nuestros vecinos porque nos vamos a mudar y estamos metiendo todo en cajas —respondió Tatatú, cabizbajo. —Pero, ¿por qué estás tan triste? —preguntó Yuri. —Es que nosotros nos vamos a ir y ya no podré jugar con ustedes —dijo Tatatú. —¿Y por qué se van? —preguntó de nuevo Yuri. A lo que Tatatú contestó: —Vamos a casa del abuelo porque necesita cuidados y aquí vivimos muy lejos de él. Y, aunque yo lo quiero mucho, no puedo evitar sentirme triste porque ya no voy a jugar con ustedes, mis amigos. —No te preocupes, Tatatú, adonde vayas te iremos a visitar —afirmó Yuri. —¿En serio van a ir a visitarme? —reaccionó sorprendido Tatatú. —¡Por supuesto! También podemos organizar paseos como hemos hecho hasta ahora —continuó Yuri. —Es que me voy a sentir muy triste cuando les diga adiós —explicó Tatatú, con lágrimas en los ojos. —Pero si siempre nos dices adiós cada vez que nos despedimos para ir a dormir a nuestras casas —dijo Yuri, en un intento por consolarlo. —Pero es diferente porque les digo adiós y al día siguiente nos volvemos a ver — respondió Tatatú, ya más tranquilo. —Es lo mismo. Decir adiós no significa que jamás nos volvamos a ver. —¡Tienes razón, Yuri!, podrán visitarme y me dará mucho gusto enseñarles mi nueva casa. —Eso suena bien, Tatatú, no te pongas triste. Además, podremos hablar por teléfono cuantas veces quieras. ¿Y… cuándo se van? —preguntó Yuri. —La siguiente semana —respondió Tatatu. Un poco apresurado, Yuri dijo: —Bien, tendremos muchas cosas para hacer juntos con nuestros amigos en esta semana. Por lo pronto, vamos por los demás para que te ayudemos a juntar tus juguetes y a hacer tu maleta. Y así se fueron los dos amigos caminando en espera del adiós. Actividades de enlace de la escuela con la casa 1. Lea la historia y comparta pidiendo que el niño dé una expresión de “adiós”, dando a conocer sus sentimientos. Después vuelva a la historia y cada vez que se dice “adiós”, cambie la expresión por “hasta luego”, “hasta pronto”, “nos vemos”, “chao”, “bye” (puede añadir otra de su agrado). Hágalo con alegría y ademanes, puede modelar cuál sería el mejor “hasta luego”…, etcétera. 2. Compartan la canción “Adiós” y después de oírla una vez intercambie el adiós por hasta luego… hasta pronto… hágalo divertido. Adiós José María Frías Adiós. Adiós. Que te vaya bien. Adiós. Adiós. Pronto volveré. Adiós. Adiós. Que te vaya bien. Adiós. Adiós. Adiós. Es momento de partir. Me tendré que despedir. Adiós. Adiós. Me dio gusto estar aquí, pero tengo que decir adiós. Adiós. Adiós. Adiós. Que te vaya bien… Aunque te extrañaré, sé que te veré otra vez. Adiós. Adiós. Mucho te recordaré y lo bien que la pasé. Adiós. Adiós. Adiós. Adiós. Que te vaya bien… 3. Comente que la despedida es algo temporal. Sí, es cierto que lo sentimos, pero… nos divertimos, lo recordamos, lo añoramos de nuevo y… ¡pronto vuelve! Esto tiene especial importancia en el caso del divorcio, que hace que los niños sólo vean a alguno de sus papás (genérico) por ratos (comentaré más al respecto en la sección “Escuela de padres”). 4. Al dejarle en el colegio despídase y diga “hasta pronto”. Es tan importante saludar como despedirse y el niño(a) debe tener muestras de las dos, claro está. 5. Use el adiós, pero añada un detalle que transmita el mensaje “me voy contigo”; esto puede ser una bella práctica para toda la familia. Déjele un mensajito a quien se va, una nota, un dibujo, algo que refleje su presencia, un detalle. La vida muchas veces se pasa sin cultivar esos pequeños aspectos de ternura y cariño que podemos dar adicionalmente. Convierta esto en una regla de la casa, sugiero yo, sin que sea forzado pero tampoco tan escaso, porque –como todo– requiere un poco de hábito. Es sano lograrlo. Son de esas cosas que si, con el paso de los años, recapacitamos y caemos en cuenta que no las hicimos, las captamos como oportunidades desperdiciadas. Estamos a tiempo, rompamos los modelos cotidianos de convivencia enriqueciéndolos creativamente, no hay precio por ello. ESCUELA DE PADRES El concepto de “temporalidad” es muy importante como alternativa de pensamiento. A veces escuchamos en las familias frases como “siempre” o “nunca”, implicando una visión desesperada de las cosas, y con toda razón ya que la creencia transmitida de esa manera, de un solo golpe, no vislumbra el fin de la pesadumbre, “eterniza” la situación que se sufre. Contra semejante visión estática y perdurable, está la evidencia constante, esa sí, del cambio: cambian nuestro cuerpo, las situaciones, el clima, el tráfico, el día, la noche, los amigos… Y en esa realidad precisamente está la esperanza: nos decimos “nunca más me van a querer”… y al poco rato tenemos nuevos amigos y mil experiencias más que contradicen la profecía de la eternidad de la dificultad. Por tanto, los conceptos de aplicación frecuente en casa son, entre otros: • “Ya pasará.” • “Es sólo un momento.” • “Nos vemos pronto,” • “Esto cambia.” • “Puede mejorar.” • “Te sentirás mejor.” • “No es para siempre.” Estar listo para ver el cambio, y hacer el cambio, consistente en tener esperanza, forma un pilar mental para luchar en la vida. En el caso del divorcio de los padres, es muy importante que el niño(a) no se pierda en ideas de abandono o desolación, pensando que se le ha ido una figura tan importante como lo es una madre o un padre. Es muy recomendable que la persona que no tiene la custodia permanente: • Vea con frecuencia a su hijo o hija. Es preferible hacerlo varias veces a la semana, aunque sea durante 30 minutos, que esperarse de sábado a sábado, por ejemplo, porque ese periodo de tanto tiempo un pequeño lo puede interpretar con desamparo. • Le haga llamadas frecuentes. • No falle a las citas de ser posible, esto es muy importante, hacer una especie de “puente” entre cada ocasión que lo ve para que se establezca poco a poco –y bien– el concepto genérico de que mi padre (madre) está conmigo, cuento con él (ella), se va pero al rato lo(la) veo y regresa y regresa. Esto hará verídicas las expresiones “al rato nos vemos” o “hasta pronto”. Un divorcio lastima menos a los hijos cuando tienen lo más parecido a su relación anterior en cuanto al cariño y frecuencia de convivencia con sus dos papás y se trastoca poco la realidad a la que han sido acostumbrados. CALIDAD HUMANA, LA PRIMERA DE TODAS Bienvenidos, por medio de esta unidad, todos en la familia, al optimismo. No crean que es un tema superfluo y que se trata de ver que “todo está bonito” y tenemos que estar “siempre sonrientes”. No, nada de eso, y aunque apenas vislumbramos el tema que se trabajará fuertemente a lo largo de todos los años escolares, sí vale la pena adentrarnos un poco en él y decir lo siguiente: 1. La mente necesita el máximo de opciones para sacar adelante los problemas. Cuando nos ha dominado un enfoque negativo o pesimista el desarrollo del talento se perjudica en gran medida. Esto arrojan los resultados de las investigaciones de muchos científicos, destacando entre ellos el doctor Martin P. Seligman, premio de ciencias en Estados Unidos. 2. El optimismo bien aprendido, gracias a padres positivos y a la cultura que lo favorece, se vuelve un aliado de la salud toda la vida y, además de la felicidad, genera “anticuerpos psicológicos” contra la depresión, el desamparo o el suicidio ante las penas o adversidades sufridas. 3. Un pensamiento optimista puede dar el máximo de fortaleza ante toda flaqueza y debilitamiento, y ayudar a la supervivencia. Así lo demuestran casos de experiencias reales de padecimientos en situaciones extremas, campos de concentración, aislamiento y extravío en el mar, entre otros. 4. La negatividad se liga estrechamente con contemplar la realidad con mentiras y eso hace que nos alejemos automáticamente del camino de solución. Por ejemplo, la frase “no sirvo para nada” en principio es una distorsión real. ¿Le gustaría que su pequeño(a) aprendiera con solidez el optimismo y lo conjugara en todos sus verbos como si fuera un idioma para su corazón? Yo también… y lo logrará en las siguientes unidades. Además, ustedes, papás, serán convocados a revisar con inteligencia su propia capacidad para el optimismo y su destreza para no dejarse convencer por la negatividad. Esto lo veremos; por ahora, feliz término del curso escolar. ¡Nos vemos pronto! Eduardo J. Aguilar Kubli EVALUACIÓN DE LOS AVANCES UNIDAD 10 Fecha de inicio ___________ Fecha de terminación ___________ • ¿Qué mejoras de calidad humana realizamos en esta unidad? a) En relación con el aprendizaje de nuestro hijo(a), ¿qué mejoró? __________________________________________________________ b) En relación con el aprendizaje de nosotros como educadores ¿qué mejoramos? __________________________________________________________ c) Cómo se enriquecieron la felicidad en la familia, la salud, el desarrollo del talento? __________________________________________________________ • Conteste las preguntas siguientes escribiendo Sí o No en los paréntesis. 1. ( ) La pequeña expresa la despedida apropiadamente. 2. ( ) Se enfatiza y respeta en casa la expresión de sentimientos (los que sean). 3. ( ) Se hace hincapié en casa en que “pronto nos veremos de nuevo”. 4. ( ) El pequeño observa que los adultos se dicen adiós, que se saben despedir. Resultados Cuantas más respuestas positivas, mejor 4 respuestas negativas, regrese a la unidad Firma de la madre, del padre o tutor: Nombre del alumno(a): Grado: BIBLIOGRAFÍA Aguilar Kubli, Eduardo. Las diez reglas de oro para educar a tus hijos, Árbol Editorial. Aguilar Kubli, Eduardo. Domina la autoestima, Árbol Editorial. Aguilar Kubli, Eduardo. Elige la autoestima, Árbol Editorial. Aguilar Kubli, Eduardo. Descubre la autoestima, Árbol Editorial. Aguilar Kubli, Eduardo. Habilidades para la vida, Árbol Editorial. Barocio, Rosa. Disciplina con amor, Editorial Pax México Librería Carlos Cesarman. Barocio, Rosa. Conoce tu temperamento y mejora tus relaciones, Editorial Pax México Librería Carlos Cesarman. Beck, Aaron T. Con el amor no basta, Editorial Paidós. 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El uso del folklore para motivar a los niños a leer y escribir, Editorial Pax México Librería Carlos Cesarman. Satir, Virginia. Autoestima, Editorial Pax México Librería Carlos Cesarman. Schiller, Pam y Tamera Bryant. Cómo enseñar valores a los niños, Editorial Pax México Librería Carlos Cesarman. Shapiro, Lawrence E., La inteligencia emocional de los niños, Grupo Zeta. Scout Foresman, Balloons, Longman. Torbert, Marianne. Juegos para el desarrollo motor, Editorial Pax México Librería Carlos Cesarman, Editorial Troquel. Verduzco Álvarez Icaza, María Angélica y Esther Murrow Troice. Cómo poner límites a los niños sin dañarlos, Editorial Pax México Librería Carlos Cesarman. Winebrenner, Susan. Cómo enseñar a niños con diferencias de aprendizaje en el salón de clases, Editorial Pax México Librería Carlos Cesarman.