6 PERSPECTIVA Salud Los ancianos se sienten útiles y productivos Juan Carrillo Armenta [email protected] C ada vez resulta más frecuente encontrar a hombres y mujeres de la tercera edad que trabajan en supermecados, donde acomodan los productos de los clientes en bolsas de plástico y reciben una propina. Contrario a lo que muchos pudieran pensar, “dan gracias a Dios, porque ahí sí son aceptados, además de que vuelven a sentirse útiles y productivos”, explica la investigadora del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), de la Universidad de Guadalajara, Lilia Méndez Romero, organizadora del IV Congreso nacional de psicología del envejecimiento y XIII Simposio de senectud. De acuerdo con la maestra, lo importante es que los ancianos estén bien y contentos con su labor. Otra ventaja que Méndez Romero encuentra en ese tipo de actividades consiste en que han estrechado relaciones varios ancianos, algo que viene a conformar una nueva red social de apoyo. “No es un trabajo arduo, aspecto, además nos permite convivir, distraerse y ser productivos”. —¿Ellos añoran sus trabajos anteriores? —He podido platicar con algunos en varias tiendas departamentales, y están contentos con lo que hacen, de manera que no extrañan sus empleos anteriores. “Están conscientes que su pensión es pequeña, de manera que consideran esto una ayuda más. Mire, la clave no es la calidad del empleo anterior o de su actual labor, sino que vuelvan a sentirse productivos y útiles”. INTERACCIÓN CON LOS JÓVENES Talleres, conferencias, mesas de trabajo y mucha convivencia podrán encontrar los participantes en el próximo congreso, evento que será en nuestra ciudad, del 30 de septiembre al 2 de octubre. Los temas, impartidos por destacados especialistas en la materia, abarcan áreas como psicología, medicina, nutrición, trabajo social, salud pública, antropología social, tanatología, cultura física, recreación, educación, derechos humanos, leyes, servicios y cuestiones del ámbito laboral. CITLALLI FLORES Aunque trabajan como cerillos, eso no importa, ya que se sienten bien y están contentos con su labor. Les permite convivir y relacionarse “Tenemos un taller titulado Meditación y erotismo, además de otro que trata de sexualidad en la tercera edad, un aspecto que les interesa mucho. “A los talleres asisten más de 500 ancianos, público en general, estudiantes y académicos de psicología, medicina, trabajo social, nutriólogos, abogados, etcétera, diversidad que permite encontrar nuevas alternativas para sus relaciones y una buena interacción con los jóvenes”. La actividad es gratuita para los ancianos, mientras que los estudiantes pagan 400 pesos y el público en general 650. Mayores informes e inscripciones en los teléfonos 36 18 81 50, 36 18 80 10, extensión 18. A manías necias, oídos sordos Hasta el mal uso de cotonetes puede traer problemas. Margarita Alegría [email protected] Las infecciones más frecuentes en los oídos son las que las personas se causan a sí mismas. Al rascarse el interior de este órgano con lo que encuentran a la mano, como la tapa de una pluma, sijetapapeles, palillos, pasadores, la llave del coche, o como hacen los niños, con frijoles o botones, laceran el oído externo, lo que puede desembocar en trastornos de equilibrio, dolores agudos o disminución temporal de la audición. Otro factor que ocasiona problemas infecciosos en ese órgano es el contagio de enfermedades, ya sea porque al oído entran insectos (tijerillas, arañas o cucarachas) o agua contaminada de las albercas. A decir del doctor Zunyeki Montalvelti Villarreal Barba, profesor de la materia de otorrinolaringología, en el Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), hasta el mal uso de cotonetes (palitos de plástico con algodón comprimido en sus extremos) puede traer problemas: “Aunque al reverso del paquete de cotonetes aparece la advertencia de que nunca deben introducirse en los oídos, la gente lo hace. Es una sugerencia del fabricante, que nadie lee. El cotonete solo debe utilizarse en el pabellón auricular, es decir, la oreja.” La presencia de cerilla no debe provocar una maniática acción en busca de la higiene personal. El oído cuenta con un mecanismo automático: unos micropelillos, llamados silitos, acarrean el cerumen hacia la parte externa del pabellón auricular, donde se reseca y puede quitarse con los dedos o cae por sí solo. No es necesario emplear jabón, cotonetes ni mucho menos otro objeto para extraerlo. Hay personas en cuyos oídos se acumula una mayor cantidad de cerumen porque en el sitio donde trabajan prolifera la tierra y el polvo. Además, en los fumadores disminuye la movilidad del sistema respiratorio, lo que provoca un estancamiento de la cerilla, o si hablamos de personas alérgicas, estas pueden rascarse con frecuencia, aumentando la producción de dicha grasita. En estos casos es necesaria la intervención de un especialista para efectuar una limpieza profunda con una especie de aspiradora médica o con la prescripción de pastillas y gotas óticas. De no desaparecer el exceso de cera, o incluso formar un tapón en el oído, la audición disminuye, después surge la infección, la persona comienza a escuchar zumbidos y luego sufre de mareos prolongados y trastornos en el equilibrio. Este problema es común. El doctor Villarreal Barba estimó que de los 130 pacientes atendidos diariamente en el servicio de otorrinolaringología, el 10 por ciento presenta un problema de este tipo. OTRAS INFECCIONES AUDITIVAS El doctor Héctor Macías, adscrito al servicio de otorrinolaringología del hospital civil de Guadalajara, mencionó que otras infecciones auditivas son las originadas en la nariz o en la garganta y de ahí pasan al oído medio. Esto sucede cuando las personas se suenan demasiado fuerte: el moco avanza al órgano auditivo y lo contamina. En niños la complicación es más severa porque el tímpano puede perforarse, aunque en la mayoría de los casos este daño es temporal y más tarde cicatriza. Lo más grave es cuando la infección produce meningitis y las bacterias arriban al cerebro, dañándolo en forma definitiva. De 20 a 30 por ciento de los niños con un padecimiento gripal llegan a presentar una otitis.