EDUCACIÓN PARA EL TRABAJO Y TECNOLOGÍA DOCUMENTO NACIONAL - PERU XXX Congreso Internacional de Fe y Alegría EDUCACION Y TRABAJO EN LA ACTUAL LEGISLACION EDUCATIVA DEL PERU La ley de educación vigente, en el Perú, fue promulgada el 18 de Mayo de 1982 y estuvo mas orientada a desmontar "La Reforma educativa", nacida y promulgada en 1972 en pleno gobierno militar, que creó un nuevo sistema educativo. Es por ello que adolece de organicidad y coherencia. Uno de los vacíos, consecuencia de ello, es la falta de un sistema de educación técnica. Durante la presente década se han hecho reformas movidas por las políticas del Banco Mundial y del BID encaminadas a conseguir mejoras en la cobertura y en la calidad de la educación primaria y media, ampliando el número de escuelas, capacitando a los docentes, implementando metodologías activas, articulando mejor las diferentes etapas del sistema, pero todo ello sin reestructurar el sistema mismo. Es por ello que la situación de la Educación Técnica en el país sigue siendo, por decir lo menos, confusa y muy poco dirigida. Se señalan en la ley tres modalidades de educación técnica: a) En el currículo de Educación Secundaria a partir del 1er. año se consideran tiempos y profesores de "formación laboral”. Son muy pocos los colegios secundarios en que se ofrecen realmente las opciones técnicas por la falta de los equipos necesarios, y por la falta de profesores técnicos que puedan enseñar dichas opciones. Las grandes masas de jóvenes de ambos sexos que terminan su Secundaria, sufren una gran frustración pues se encuentran sin preparación ninguna para la dura lucha por el empleo. b) Una segunda forma de Educación técnica es la llamada Educación Ocupacional. Este tipo de educación está dirigida a la preparación y perfeccionamiento de la actividad laboral. La "Educación ocupacional" califica mano de obra que no tiene acceso a la educación superior. Esta modalidad, si bien está bajo la supervisión del Ministerio de Educación, depende también del Ministerio de Trabajo, sin existir coordinación entre ambos Ministerios. Es por ello que no se ha logrado el desarrollo sistemático de la educación ocupacional en el país. Las instituciones que ofrecen dicha educación lo hacen de acuerdo a sus normas particulares y libradas a iniciativas también singulares. Todo ello no ha permitido homologar los contenidos formativos, los requisitos de acceso y la expedición de la certificación correspondiente. c) En tercer lugar, la ley norma el funcionamiento de los Institutos Superiores Tecnológicos (IST). Son estos la forma de Educación técnica más orgánica que ofrece la estructura educativa. Estos institutos tienen carácter universitario y tuvieron un gran auge desde su creación, mas que por su dudable nivel académico, por que permiten al estudiante por costos asequibles a sus recortadas economías llegar a la ansiada Educación Superior a la que no pueden acceder a través de las universidades debido a su muy limitado numero y capacidad. En su gran mayoría, las especialidades ofrecidas por estos Institutos responden a las aspiraciones de los jóvenes de ser trabajadores de "cuello blanco" y no a las demandas reales del sistema productivo o a las perspectivas de desarrollo. Esto determina que en Lima el 61.3% de los Institutos Superiores Tecnológicos ofrezcan solo especialidades de servicios, especialmente computación, contabilidad, enfermería, administración. y por el contrario solamente un 6.7 de estos institutos ofrecen especialidades ligadas a la producción. Es en este marco inorgánico y de educación de segunda categoría de la educación técnica donde se inscriben las acciones reformadoras que como en otras modalidades también se han intentado hacer en los últimos años. En Abril de 1993 el Ministerio de Educación anuncia el inicio del Diseño del Sistema de Educación Técnica y Formación Profesional. Hoy en día, después de 7 años de trabajo, se ha llegado a diseñar y a publicar los principales perfiles profesionales agrupados por familias ocupacionales para los niveles de calificación elemental, media, y superior. No se ha llegado; sin embargo, a diseñar un subsistema articulado de formación profesional técnica. Los contenidos educativos correspondientes a la acreditación de los distintos perfiles tampoco se han socializado y no se han puesto en práctica sino algunas aplicaciones de carácter experimental. Ha sido; sin embargo, el planteamiento de un Bachillerato que está todavía en la etapa de experimentación el que ha traído a colación el tema de la educación técnica y la formación laboral. Este bachillerato, en su concepción y en su estructura curricular, es heredero de corrientes de pensamiento que consideran que es necesario postergar la capacitación ocupacional hasta que se haya completado la educación básica. Debiéndose invertir en educación secundaria de tipo académico en lugar de hacerlo en educación técnica. Las políticas del Banco Mundial sobre educación técnica parecieran continuar con esta tendencia. Así, en el currículo del naciente bachillerato se establece como área educativa la tecnología, señalándose que el objetivo principal del área de tecnología es que los alumnos adquieran la capacidad de resolver problemas tecnológicos, así como distinguir y establecer procesos productivos, relacionándolos con aquellas ramas productivas y económicas de su medio, con potencialidad de competitividad. Detrás de esta inclinación a dejar una capacitación técnica ocupacional más concreta y sustituirla por esa tecnología más abstracta está la apreciación de que las políticas que han intentado resolver los problemas a gran escala del desempleo juvenil por medio de la expansión de la educación vocacional no han dado resultado. Existen demasiados países en los que sistemas ineficientes de educación técnica y de capacitación para el trabajo se han traducido simplemente en un desperdicio de recursos educacionales. 2 La educación técnica en el Perú ha tenido siempre el defecto, debido entre otras causas a las deficiencias de equipo y de docentes, de ser una educación tecnológica dedicada a trasmitir la teoría de la acción, la teoría de la práctica, pero no se ha dedicado mucho a formar a la gente para que sepa hacer las cosas. Es por eso que en este contexto la tendencia a un alejamiento de las prácticas productivas concretas en la educación básica puede traducirse en un alejamiento, aun mayor del existente, entre la escuela y los agentes productivos. Siendo como hemos visto, una necesidad del contexto del Perú la revalorización de la práctica de la labor manual, del esfuerzo humano, para formar actitudes productivas en las etapas claves del desarrollo personal, nos parece que la educación básica debería orientarse hacia una educación para el trabajo, es decir hacia el desarrollo de habilidades, y el dominio concreto de técnicas de producción. Es cierto que la escuela debe ayudar al educando a comprender y planificar los procesos productivos, pero no creemos que esto este reñido en nuestro contexto con proporcionarle a la vez herramientas útiles para el trabajo. Esta convergencia entre la educación tecnológica y educación para el trabajo es vista por algunos analistas como fenómeno precursor de la introducción exitosa de nuevas tecnologías en el trabajo especifico. Los recientes avances en la tecnología y la organización laboral parecieran estar unidos a experiencias tempranas de capacitación laboral, borrándose así la antinomia entre educación y capacitación. Por todo ello terminamos que la opción no tiene que ser "un método o el otro" sino más bien "ambos métodos" porque la educación técnica y laboral de calidad debe basarse en una educación "académica" del mismo nivel, reconociendo la complementariedad, en la formación integral de la persona, de la educación general y la adquisición de habilidades. PARTE II - EDUCACION TÉCNICA EN FE Y ALEGRÍA DEL PERÚ Fe y Alegría considera que el trabajo es parte esencial de la formación de la persona. Se trata de poner en contacto a los alumnos con lo productivo como parte de su formación integral. Para ello es necesario construir una estructura educativa que a través de la educación técnica ofrezca a los jóvenes oportunidades de experimentar en la práctica el trabajo que transforma las cosas como rica experiencia de realización personal, de generación de riqueza, de trabajar en equipo, de resolver creativamente los problemas, de seguir instrucciones y procesos, desarrollándose así las aptitudes, hábitos, destrezas de planificación organización y disciplina. También la Educación Técnica es prioritaria en Fe y Alegría debido a su importancia efectiva en la lucha contra el desempleo, problema crítico del país en los últimos años. Para ello tenemos que saber ligar la educación técnica con la actividad empresarial, ir creando en el alumno la capacidad de transformar los conocimientos en servicios útiles para la sociedad junto a la capacidad de crear empresa. Todas estas consideraciones nos han llevado en Fe y Alegría del Perú a las siguientes actividades de educación técnica: I.- FORMACION TÉCNICA EN LA EDUCACIÓN SECUNDARIA 3 Todos los alumnos de secundaria se capacitan en los talleres. Son cursos modulares, orientados a la productividad y dirigidos a preparar a participantes para el mundo del trabajo. Además de la formación técnica en estos cursos, se les imparten actitudes hacia el trabajo, puntualidad, respeto, honradez, creatividad, junto con conocimientos básicos de administración de pequeñas empresas. En cada uno de los colegios existen 4 ó 5 talleres equipados para algunas de las siguientes especialidades: Industria del vestido, Carpintería de madera, Secretariado computarizado, Electricidad, Electrónica, Cerámica, Carpintería metálica, Manualidades, Agropecuaria, BioHuertos, Zapatería. Existen 204 talleres en todo el Perú, y durante 1998 se han creado nuevos 7 talleres de Electrónica, 2 de Carpintería, 1 de Computación 1 de Industria del Vestido y Reparación de motores. II.- CENTROS DE EDUCACIÓN OCUPACIONAL Los CEOs son centros de formación profesional de segundo nivel. Contamos con 8 CEOs en todo el Perú. Brindando capacitación en las siguientes especialidades: Industria del Vestido, Confecciones Industriales, Computación, Carpintería de Madera, Secretariado, Cosmetología, Electrónica, Electricidad, Carpintería Metálica. Participan unos 1500 jóvenes y adultos a nivel nacional. Los Cursos son modulares duran entre 60 y 400 horas. La Programación se hace a partir de las competencias laborales necesarias en las empresas y en diálogo con ellas. La Certificación es progresiva. Luego de la capacitación recibida los participantes pasan a realizar prácticas a empresas durante un mes. Durante su período de prácticas los jóvenes reciben seguimiento y asesoramiento. En cada C.E.O existe una bolsa de Empleo que se encarga de ubicarlos en las empresas para sus prácticas y para conseguirles trabajos estables una vez acaban su formación. En algunos de los C.E.Os se han realizado experiencias de producción muy exitosas, formándose pequeñas empresas de producción con alumnos egresados. III.- PROGRAMA DE CAPACITACIÓN Y EMPLEO JUVENIL Programa de Capacitación laboral para jóvenes varones y mujeres de 18 a 25 años de los barrios marginales en donde están establecidos nuestros colegios. Este programa consiste en dar formación técnica por medio de prácticas en las empresas informales familiares que rodean nuestros colegios. Este tipo de empresas han crecido en 4 las barriadas de las grandes ciudades del Perú de una forma notable en estos últimos años y son ellas, desde su informalidad, las que más nuevos puestos de trabajo están generando. Esta formación se desarrolla en dos etapas: Primera etapa: Capacitación Técnica Inicial (C.T.I.) Que se da en los talleres de los colegios y que sirve para preparar en el manejo básico de las máquinas y herramientas propias de la especialidad en que se van a hacer las prácticas. Esta capacitación previa dura unas 160 horas e incluye, además de los aspectos técnicos, una formación en valores y gestión empresarial. Segunda Etapa: Capacitación Técnica en Talleres (C.T.T.) Esta etapa de práctica es la más importante, pues en ella los jóvenes entran en contacto real con todo el proceso productivo ya que durante los meses de prácticas los jóvenes rotan por todos los puestos de trabajo que tiene la empresa. Esta etapa dura de 600 a 900 horas lo que significa una estancia en la empresa de tres a cinco meses. Durante estas prácticas los jóvenes reciben apoyo y seguimiento de parte de los promotores del programa, quienes los visitan cada semana; estas visitas permiten recoger las observaciones y/o evaluación de las empresas y conocer cómo se siente él participante. Además los docentes cada mes visitan como mínimo dos empresas para recoger las sugerencias y/o críticas del empresario e ir perfilando las características de trabajador que su empresa desearía. Durante las prácticas en las empresas cada joven recibe una asignación mensual equivalente a $100.00 dólares americanos, de los cuales el 70% aporta el empresario y 30% Fe y Alegría. A 30 meses de iniciado el programa se han obtenido los siguientes resultados: 2200 1500 1050 550 70% 13% Inscritos en el Programa Capacitados Ubicados en micro-empresas, pequeñas y medianas empresas Empresarios comprometidos con el programa de los egresados tienen empleo estable. de nuestros egresados han formado sus propias empresas IV.- APRESTAMIENTO PARA EL TRABAJO EN LA EDUCACIÓN PRIMARIA Desde el nivel primario promovemos una cultura de trabajo. Para ello se ha implementado en algunos colegios programas de aprestamiento para el trabajo. Para estas acciones los alumnos de primaria utilizan los talleres del colegio en horas en que estos no son utilizados. Esencialmente este aprestamiento consiste en un primer contacto de los niños y niñas, de 5to. y 6to. Grado de primaria con herramientas y/o equipos básicos de los distintos talleres y especialidades. Con ello se pretende dar un énfasis especial a la Educación para el Trabajo como Línea de Acción Educativa dirigida al descubrimiento por parte del alumno de sus 5 potencialidades motrices, intelectuales, y manuales comenzando así en una temprana edad el desarrollo de habilidades y destrezas técnicas. Esto permite que los alumnos puedan optar ya en 1ro. de secundaria por aquella determinada especialidad que más se adecué a sus gustos y creatividad. Nuevas relaciones entre educación, trabajo y empleo en la década de los 90 en América Latina Estas líneas pretenden exponer, de forma sintética, los nuevos retos para la formación profesional. Es un resumen de un artículo de Lázaro González García, (Número 2 de la Revista Iberoamericana de Educación), La relación entre trabajo, empleo y educación presenta características específicas en Latino América, en cuya realidad se combina una alta tasa de crecimiento demográfico, con una economía en recesión, incapaz de asegurar la ocupación a la creciente población en edad activa. Ante esta situación, es necesario revisar los modelos tradicionales de formación y de capacitación laboral para que éstos contribuyan eficientemente a la adquisición de conocimientos y competencias relevantes para el ejercicio de las actividades profesionales, y asegurar así la consolidación de la ciudadanía. Esto supone garantizar una educación básica fundamental para toda la población, generando programas específicos para los grupos de riesgo cuya preparación está por debajo de la tecnología empleada y reconvirtiendo a aquellos preparados para funciones obsoletas o saturadas de personal, a la vez que se afronta el problema de los egresados del sistema educativo que no encuentran empleo u ocupan puestos de nivel inferior a sus capacidades o emigran a países más desarrollados. Latino América se enfrenta al problema del desempleo, con un escaso margen de maniobra a causa de numerosas circunstancias: deuda externa, limitado poder de negociación de sus exportaciones, reducción de las inversiones públicas y privadas, precariedad de los sistemas de formación profesional, elevado crecimiento de la población activa, etc. La vinculación entre educación y actividad económica es tan antigua como la necesidad del ser humano de ganarse la vida a través del trabajo, en algo que sepa hacer y resulte útil para otros. Sin embargo, la necesidad de vincular educación y actividad económica se ha reforzado mucho en los últimos años en por las siguientes circunstancias: La creciente competitividad a nivel internacional, Las nuevas tecnologías, en contraposición a las antiguas, son altas en información y bajas en energía. Dicha información necesita del elemento humano que la haga rentable. Estadísticamente hoy día se asocia el paro con las carencias educativas que padecen los sectores sociales desfavorecidos, que en su día no tuvieron acceso a la educación básica. 6 Una primera conclusión que podemos sacar de lo expuesto es que si se restringen los recursos dedicados a la educación, aparte del costo social que el «ajuste» tiene para los ciudadanos más desfavorecidos, se está cerrando también la viabilidad económica futura del país, por más que esta dependa también de otros muchos factores. En las actuales condiciones del mercado laboral los trabajadores han de ser capaces de desempeñar nuevas tareas y manejar nuevos equipos. Esto les obliga a ser más flexibles y versátiles, lo que significa disponer de un bagaje amplio de conocimientos teórico - prácticos Esto indica que no es conveniente empezar la especialización profesional demasiado pronto en la escuela pues las especializaciones tempranas parecen interferir con la adquisición de una base sólida de conocimientos generales, Asimismo, es muy importante definir correctamente las competencias y conocimientos que la enseñanza básica debe desarrollar en los estudiantes para facilitar la versatilidad futura. Parece que el conocimiento y la confianza en uno mismo, la capacidad de iniciativa, la capacidad de razonamiento lógico en la toma de decisiones o en la solución de problemas, la capacidad de asumir las propias emociones, el desarrollo de aptitudes físicas y la capacidad de comunicarse o de colaborar con los demás. serían algunas de ellas. Desde el punto de vista de los conocimientos de las diversas disciplinas científicas, siguen siendo imprescindibles aquellos que sirven de herramientas para aprender o los que ayudan a comprender y situarse en la realidad. Es muy importante también que la escuela básica incluya el entrenamiento en las nuevas tecnologías de la información. Se debe aprender su funcionamiento general, familiarizarse con su uso y comprender su papel social. Una buena preparación para el mundo del trabajo pide una continuidad y coherencia entre la enseñanza básica, la formación profesional inicial, el empleo y la formación por la práctica en el trabajo mismo. Por ello los sistemas educativos deben garantizar una formación profesional inicial, que posibilite el conseguir un empleo cualificado facilitando al menos una cualificación básica a todos los que terminan la enseñanza obligatoria Otro objetivo de dichos sistemas debe ser conseguir que un sector importante de población económicamente activa alcance una preparación técnica de nivel intermedio, que es la que tiene más demanda y la mas fácilmente reconvertible. En otras palabras, no es el ideal para el desarrollo sostenible de un país que todos los ciudadanos lleguen a la universidad. Bastará tener un número razonable de técnicos superiores en aquellas áreas que sean necesarios. Lo demás en vez de ayudar dificultará el desarrollo. Tanto economistas como educadores señalan como importantes los siguientes formación profesional necesaria para el desarrollo rasgos de la a. Se ha de planificar la capacitación profesional de acuerdo con las necesidades del mercado de trabajo, combinando las oportunidades locales presentes, las necesidades generales del país y las demandas previsibles a medio plazo en el ámbito regional. Los sistemas tradicionales de formación profesional, al olvidarse de tener en cuenta las necesidades del mercado, han cometido gravísimos errores de planificación y por ello han producido dispendios económicos inaceptables en países que tienen necesidades tan urgentes. 7 b Los sistemas eficaces de formación profesional han de planificarse aunando el esfuerzo y los intereses de las administraciones educativas y laborales, pero también los de los representantes de los trabajadores y de los empresarios, tanto a nivel local como nacional. Los programas diseñados o desarrollados con el aporte de todas las partes tienen más posibilidades de responder a las necesidades reales. c. La formación profesional debe tener, además, un carácter polivalente, sin centrarse en conocimientos demasiado puntuales o en especializaciones muy concretas, ya que dejan de tener sentido cuando cambian las tecnologías o la organización del trabajo. d. La flexibilidad curricular ha de ser, una de las características de la nueva formación técnica. En un mercado de trabajo cambiante no es práctico establecer un «currículo» formativo rígido, que aspire a durar indefinidamente. Las soluciones más idóneas se basan en el establecimiento de planes de estudio con módulos de formación flexibles; que cada trabajador, tras su formación inicial, pueda añadir o variar, elaborando su propia carrera profesional de acuerdo con las salidas profesionales existentes en cada momento. e. Los programas de formación profesional, han de estar integrados dentro de un sistema de educación establecido que permita a cualquier persona renovar o reconvertir sus cualificaciones a lo largo de su vida laboral. Incluso los programas de educación básica deben tener en cuenta la preparación para el mundo del trabajo, pues difícilmente pueden las personas estar preparadas para integrarse en la comunidad si no se les facilitan medios para ganarse la vida. f. Un último rasgo importante de esta nueva formación profesional es su carácter integral, es decir, su capacidad de combinar los conocimientos teóricos con el «aprender a hacer» en talleres escolares, o mejor aun por medio de periodos de prácticas en las empresas, puesto que este saber hacer comprende todo el contexto real del trabajo y por tanto debe integrar los conocimientos teóricos, tecnológicos y organizativos del proceso productivo. Este ultimo rasgo nos lleva a tener en cuenta que la formación profesional no es una responsabilidad exclusiva de los centros educativos sino también de las empresas. Estas, deben colaborar no solo en la formación inicial de los jóvenes, sino también en la formación continua de sus propios trabajadores. para garantizar su propia y futura viabilidad económica para acomodarse al mercado cambiante. 8