La siderurgia con biorreductor y la carboquímica vegetal: Un

PROCITROPICOS - Programa Cooperativo de Investigación e Innovación Agrícola para los Trópicos Suramericanos
La siderurgia con biorreductor y la carboquímica vegetal: Un modelo de
biorrefinería brasileña.
Categoria : Notícias
Publicado por Monica em 04/7/2013
Biorrefinería es una instalación industrial o conjunto de instalaciones donde se producen
combustibles, energía, materiales, insumos y variadas moléculas orgánicas con base en la
biomasa.
Las usinas de caña de azúcar y las industrias de celulosa y papel son ejemplos de biorrefinerías
que ya están en operación. En Brasil, podremos tener biorrefinerías a la base de carbón vegetal con
el aprovechamiento total de la carboquímica vegetal. Eso es posible y deseable.
De la carbonización o pirolisis de biomasa forestal resulta el carbón vegetal con rendimientos
másicos del orden de 25%. En Brasil son producidos anualmente alrededor de 10 millones de
toneladas de carbón vegetal para uso principalmente en siderurgia. Energéticamente eso no es
poco, pero debe ser mejorado con la recuperación y uso de grande parte de los 75% perdidos en el
proceso. La solución de esa ecuación requiere tecnología y investimento.
En la verdad, lo que se precisa son investimentos para aplicar las tecnologías ya desarrolladas y
así viabilizar todo el sector de carbón vegetal y de hierro-gusa y acero-verde, una de las mejores
formas de fijar carbono y de generar empleos y renta. La foresta energética es grande captadora de
CO2 y el uso de la misma para producir carbón vegetal es ampliamente practicado en Brasil. Cerca
de 11% del acero brasileño (alrededor de 4 millones de toneladas en 2011, segundo el Instituto Aço
Brasil) es producido con biorreductor, ejemplo singular en el mundo movido a otro carbón; el carbón
mineral, energético importante, aunque altamente contaminador, la más contaminadora de todas las
fuentes de energía. Sin embargo, Brasil históricamente use el carbón mineral (carbón vapor) para
generar energía eléctrica, felizmente no es un combustible tan importante como en países
desarrollados.
El coque de carbón mineral es usado como reductor para el mineral de hierro desde los años de
1950 con la entrada en producción de la Compañía Siderúrgica Nacional (CSN), antes, usaba
apenas el carbón vegetal. Debido a cuestiones técnicas no es posible sustituir el coque por
biorreductor en altohornos de grande porte como los de la CSN, CST entre otras. Recuperándose
adecuadamente los volátiles de los procesos de pirolisis de la biomasa forestal se obtendrán el
bio-aceite, también conocido como alquitrán vegetal, materia prima para síntesis orgánicas y fuente
de materias primas para la química fina. El país tiene tecnologías desarrolladas para eso e ya
existen varias empresas usando el bio-aceite para generar energía.
Otras aplicaciones como aditivos alimentares, piche exento de azufre entre otros productos
también son comerciales. El biorreductor para mineral de hierro es apenas una de las aplicaciones
posibles para la biomasa siderúrgica brasileña. La leña y el carbón vegetal siempre participaron de
la Matriz Energética Brasileña, correspondiendo, hoy, a cerca de 10% del consumo de energía
primaria, lo que no es insignificante. La cadena productiva del carcón vegetal biorreductor precisa de
atención, investimentos y estímulo para continuar produciendo el mejor acero.
El camino para la sostenibilidad del carbón vegetal como biorreductor es la creación de un fondo
financiador de la grande transformación tecnológica demandada por el sector con la producción de
forestas capaces de alimentar la industria con carbón vegetal adecuado y mitigar la emisión de
gases de efecto invernadero. Un fundo de desarrollo que capte recursos en el mercado de carbón
mineral siderúrgico importado y revierta para el desarrollo de tecnologías limpias basado en la
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siderurgia con el biorreductor.
Los investimentos deben ser aplicados en el scale-up de tecnologías innovadoras y en plantas
demostrativas conjuntamente con los productores de hierro-gusa independientes y las siderúrgicas
integradas. Eso fundo deberá promover toda la cadena productiva desde la fase forestal, pasando
por la industria del biorreductor con carboquímica vegetal adjunta a siderurgia con cogeneración y la
creación de un mercado certificado para el acero verde, verdaderamente sostenible y mitigador de
las emisiones.
La generación eléctrica con gas de acería a carbón vegetal ya es una realidad en varias unidades,
además de la generación con alquitrán vegetal. Esas acciones levadas de forma conjunta deberán
también promover la creación de conglomerados productores, asociados y cooperativados con
densidad de capital, tecnología y mercado. Tales medidas significan quiebra de paradigma y
cambios en una cadena productiva de milenios que es olvidada y abandonada en pleno siglo XXI. El
desarrollo de la carboquímica vegetal con investimentos fuertes y durables a lo largo del tiempo dará
al país un modelo innovador de biorrefinería genuinamente brasileña.
Fuente: José Dilcio Rocha, Investigador - Embrapa Agroenergía
Texto traducido del
portugués
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