HEMATOMA PENEANO POR ROTURA DE VENA DORSAL PROFUNDA DURANTE EL COITO casos clínicos 13 473 Palabras clave: Vena dorsal profunda del pene. Fractura de pene. Lesiones vasculares del pene. Arch. Esp. de Urol., 53, 5 (473-475), 2000 Hematoma peneano por rotura de vena dorsal profunda durante el coito. ENRIQUE HERRERO POLO, JULIÁN MEGÍAS GARRIGÓS, MARIOLA PUERTAS RUIZ, PEDRO TORRÚS TENDERO Y MANUEL SÁNCHEZ MARCOS. Servicio de Urología. Hospital General y Universitario de Alicante. Alicante. España. Resumen.- OBJETIVO: Presentar un caso clínico de rotura de la vena dorsal profunda del pene durante el coito, patología poco frecuente pero que hay que tener en cuenta dentro del diagnóstico diferencial del pene agudo. MÉTODO: Se trata de un paciente de 21 años, sin ningún antecedente patológico previo, que acudió a urgencias por un cuadro de pene agudo tras un coito vigoroso y que por su presentación clínica pensamos que se trataba de una rotura de cuerpos cavernosos. RESULTADO: La intervención quirúrgica nos puso de manifiesto la rotura completa de la vena dorsal profunda del pene, procediendo a la ligadura de sus extremos y permitiéndonos la confirmación de la indemnidad de los cuerpos cavernosos. CONCLUSIONES: Ante un caso de pene agudo, la conducta terapéutica más razonable es la intervención quirúrgica precoz, ya que nos permite establecer un diagnóstico correcto y tratar el problema evitando futuras secuelas. La rotura de la vena dorsal profunda del pene es un proceso más a tener en cuenta en el diagnóstico diferencial del pene agudo. Clínicamente se comporta como la rotura de los cuerpos cavernosos. Tanto la ecografía como la cavernosografía no son capaces de poner de manifiesto esta patología. Summary.- OBJECTIVE: To describe a case of rupture of the deep dorsal vein of the penis during sexual intercourse. METHODS: A 21-year-old patient consulted at the emergency services for acute penis after vigorous sexual intercourse, with clinical features suggestive of rupture of the corpora cavernosa. RESULTS: Surgery demonstrated complete rupture of the deep dorsal vein of the penis, which was repaired. Examination showed no injury to the corpora cavernosa. CONCLUSIONS: Early surgical management is advocated in acute penis, since it will permit us to make the correct diagnosis and treat the underlying cause to avoid future sequelae. Rupture of the deep dorsal vein of the penis is another condition that should be considered in the differential diagnosis of acute penis. Its clinical features are similar to those of cavernosal rupture. Ultrasound and cavernosography are not diagnostic. Keywords: Deep dorsal vein. Penis. Penile fracture. Penile vascular lesions. INTRODUCCIÓN Los traumatismos peneanos condicionantes del llamado pene agudo son poco frecuentes. Dentro de este grupo patológico, además de la rotura de los cuerpos cavernosos, deben considerarse las lesiones de los tegumentos (desde simples contusiones hasta desgarros, heridas o avulsiones parciales o totales, con o sin participación de las bolsas escrotales) y las lesiones vasculares, que incluyen la trombosis de las venas dorsales del pene (1), la rotura de la arteria dorsal (2), la rotura de la vena dorsal superficial (3) y la rotura de la vena dorsal profunda, lesión escasamente referenciada en la literatura (4, 5), debido a su escasa frecuencia. La singularidad del caso es el motivo que nos lleva a su publicación, donde además revisamos la literatura nacional e internacional al respecto y discutimos sobre su etiopatogenia, presentación clínica, diagnóstico y tratamiento. CASO CLÍNICO Correspondencia Enrique Herrero Polo Servicio de Urología Hospital General y Universitario de Getafe C/ Maestro Alonso, 109 03010 Alicante. España. Trabajo recibido el 15 de junio de 1998. Paciente de 21 años de edad, sin antecedentes personales de interés, que acude a urgencias refiriendo que tras haber mantenido un coito vigoroso, notó una hinchazón a nivel de la cara dorsal del pene, junto con un hematoma que se ha ido extendiendo progresivamente hacia la parte distal, en un pene con un prepucio muy redundante. El tiempo de evolución era aproximadamente de 4 horas. No refirió haber notado ni dolor ni chasquido peneano. 474 E. HERRERO POLO, J. MEGÍAS GARRIGÓS, M. PUERTAS RUIZ Y COLS. A la exploración física, el pene estaba flácido y no era doloroso a la palpación. Se observa un amplio y espectacular hematoma que se extiende desde la raíz del pene hasta la porción distal, provocando la deformación del mismo (Fig. 1). Se realiza ecografía peneana que informa de la existencia de un gran hematoma que impide la visualización correcta de la albugínea de los cuerpos cavernosos, no pudiendo confirmar su integridad. Ante esta situación optamos por la exploración quirúrgica. Se realizó postectomía y denudación peneana a través de la incisión coronal, objetivando un hematoma a nivel del tercio medio del dorso del pene. Al liberar el hematoma, nos encontramos con la integridad de los cuerpos cavernosos y con la vena dorsal profunda seccionada (Fig. 2). Ligamos con seda ambos extremos de la vena, realizamos hemostasia de los puntos sangrantes y reconstruimos la denudación del pene (Fig. 3). Se coloca sonda vesical durante las primeras 24 horas, Fig. 1: Imagen preoperatoria. Hematoma peneano limitado al pene, provocando la deformación del mismo. vendaje compresivo del pene y cobertura antibiótica. El paciente es dado de alta al día siguiente. En la revisión realizada al mes de la intervención quirúrgica, el aspecto del pene era normal, no observando ninguna desviación y conservando íntegra su capacidad eréctil. DISCUSIÓN El mecanismo de lesión en los casos de rotura de la vena dorsal profunda del pene es básicamente similar al de la rotura de los cuerpos cavernosos (5). Durante el estado de flacidez, la movilidad y elasticidad del pene explican su rara afectación traumática. Sin embargo durante la erección ocurren una serie de hechos fisiológicos que disminuyen la resistencia del pene frente a los traumatismos. Así, la túnica albugínea adelgaza de 2 mm a 0,5-0,25 mm, disminuyendo su resistencia y elasticidad, lo cual predispone a su lesión al aplicar una fuerza externa intensa, que generalmente se trata de coitos muy vigorosos o maniobras de masturbación. Igualmente ocurre con los vasos, que durante la erección se estiran y pierden la resistencia normal, pudiéndose romper en estas situaciones. Clínicamente la sección de la vena dorsal profunda del pene (4, 5), se manifiesta como la rotura de los cuerpos cavernosos, lo que debe ser tenido en cuenta para el diagnóstico diferencial del pene agudo. El paciente nota la sensación de un chasquido peneano, acompañado de dolor más o menos intenso, que provoca la detumescencia peneana inmediata, apareciendo posteriormente un hematoma progresivo que provoca la desviación del pene. El hematoma estará limitado al pene si hay integridad de la fascia de Buck, en caso contrario se extenderá hacia las bolsas escrotales, hipogastrio y región inguinal (6). En nuestro caso el paciente no notó dolor ni chasquido peneano. El diagnóstico de sospecha se basa fundamentalmente en Fig. 2: Imagen intraoperatoria. Extremos proximal y distal de la vena dorsal profunda seccionada sujetados por pequeños clamps. HEMATOMA PENEANO POR ROTURA DE VENA DORSAL PROFUNDA DURANTE EL COITO 475 El tratamiento conservador consiste en la aplicación de un vendaje compresivo del pene, junto con frío local y la administración de fibrinolíticos. Esta actitud conservadora tiene un elevado riesgo de secuelas (hasta en un 10% de los casos), como son la formación de abscesos y de placas fibrosas, que pueden provocar en un futuro incurvaciones y deformidades peneanas, así como problemas para la erección. El tratamiento quirúrgico de urgencias consiste en el drenaje del hematoma y la ligadura de ambos extremos de la vena seccionada (5). Esta conducta terapéutica tiene menor riesgo de secuelas que la actitud conservadora y además nos confirma el diagnóstico y nos asegura la integridad de la uretra y de los cuerpos cavernosos, evitando futuras complicaciones, motivos por los cuales la mayoría de los autores recomiendan la exploración quirúrgica precoz. Fig. 3: Imagen postoperatoria. Resultado tras la intervención quirúrgica. los datos obtenidos por la presentación clínica y la exploración física, y se confirma en el momento de la intervención quirúrgica. Con el fin de obtener una mayor información acerca de las estructuras peneanas y ver si existe alguna otra lesión acompañante, podemos emplear como pruebas complementarias la ecografía, la cavernosografía y la uretrografía retrógrada en caso de sospecha de lesión uretral asociada. La ecografía peneana es una prueba útil, rápida e inocua (7, 8), que nos puede aportar información acerca del hematoma y de la albugínea de los cuerpos cavernosos. Pero tiene el inconveniente de que no siempre localiza la rotura de la albugínea (9) en caso de existir, por lo que debe ser muy meticulosa y realizada por un experto ecografista. La cavernosografía nos puede informar sobre el estado de los cuerpos cavernosos, pero presenta claros inconvenientes: es una prueba invasiva, puede dar lugar a falsos negativos (10) debido al sello precoz del defecto corporal por un coágulo, tiene riesgo de infección y supone la exposición del paciente a radiaciones ionizantes. El tratamiento a realizar ante un pene agudo por rotura de la vena dorsal profunda, puede ser conservador o quirúrgico de urgencias, dependiendo de la severidad de cada caso en particular y de la presencia o ausencia de lesiones acompañantes (4). BIBLIOGRAFÍA Y LECTURAS RECOMENDADAS (*lectura de interés y **lectura fundamental) 1. HERRERO PAYO, A.; PAEZ BORDA, A.; MARTIN OSES, E. y cols.: "Una causa inusual de deformidad peneana aguda: la trombosis de la vena dorsal superficial del pene." Arch. Esp. Urol., 49: 861, 1996. 2. MOSTAFA, H.: "Rupture of the dorsal artery of the penis as a result of sexual intercourse." J. Urol., 97: 314, 1967. 3. WALLER, D.A.; BRITTON, J.P.; FERRO, M.A.: "Rotational injury of the penis." Br. J. Urol., 65: 425, 1990. *4. KARADENIZ, T.; TOPSAKAL, M.: ARIMAN, A. y cols.: "Penile fracture: differential diagnosis, management and outcome." Br. J. Urol., 77: 279, 1996 **5. NICELY, E.R., COSTABILE, R.A., MOUL, J.W.: "Rupture of the deep dorsal vein of the penis during sexual intercourse." J. Urol., 147: 150, 1992. 6. VALERO, J.A.; SANCHEZ, M.; VALPUESTA, I. y cols.: "Rotura de la fascia de Buck en traumatismo peneano cerrado." Actas Urol. Esp., 21: 287, 1997. 7. KOGA, S.; SAITO, Y.; ARAKAKY, I.: "Sonography in fracture of the penis." Br. J. Urol., 72: 228, 1993. **8. MARTINEZ PEREZ, E.; ARNAIZ ESTEBAN, F.; PEREZ ARBEJ, J.A. y cols.: "Fractura de pene: dos nuevos casos. Revisión de la literatura. Utilidad de la ecografía." Arch. Esp. Urol., 50: 1099, 1997. 9. VERA DONOSO, C.D.; VIDAL, J.; GARCIA REBOLL, L. y cols.: "Diagnóstico y tratamiento del traumatismo peneano coital." Actas Urol. Esp., 15: 397, 1991. 10. DEVER, D.P.; SARAF, P.G.; CATANESE, R. y cols.: "Penile fracture: operative management and cavernosography." Urology, 22: 394, 1983.