¿Por qué SOY VOLUNTARIA EN CADES? “Hace un par de

Anuncio
¿Por qué SOY VOLUNTARIA EN CADES?
“Hace un par de semanas una chica me hizo un comentario que me
puso a reflexionar con respecto al trabajo voluntario ‘qué pesado ha de
ser tener que levantarse temprano también los sábados’, rápidamente
supe qué contestarle: ‘no es pesado ni es un trabajo si lo disfrutas’. Muchos
consideran que hago un gran sacrificio al tener que levantarme temprano
para tener que ir a dar clases, pues consideran que dar clases es algo que
no es bien pagado y que no vale la pena, sin embargo yo creo que dar
clases no es por dinero, sino porque alguien más aprenda algo que tú ya
sabes, por poder darle un poquito de ti a alguien que no es capaz de
conseguirlo de otra manera, siempre procurando que lo que se le da a
estas personas sea de calidad y no sólo algo para que se vea bonito mi
CV.
No hay nada que pueda poner una sonrisa en mi cara y que me de
ese sentimiento de satisfacción como lo hace el trabajo voluntario dentro
de CADES. Cada fin de semana me encuentro con un nuevo reto que
tengo que vencer para poder darles a los alumnos lo que ellos necesitan
para aprender, necesito ser ese alguien que con paciencia y dedicación
les enseñe y los motive a continuar esforzándose.
Cada que uno de ellos me da las gracias o me comenta lo bien que
se siente en mis clases, hace que todo el trabajo que le dedico al preparar
las clases, la levantada a la misma hora que entre semana y la
desesperación de no encontrar las actividades correctas, valgan la pena.
Cada uno de ellos me enseña de una manera diferente a ser una mejor
persona.
Jamás imaginé que realizar el servicio social en un programa que de
principio parecía ser la opción más ‘sencilla’ me fuera a llevar por el
camino que quisiera seguir, el de darle a la comunidad un poco de lo que
quiero para mi país. El poder dedicarle tiempo a tantas personas y aun así
considerar que el tiempo que se le dedica a cada uno no es suficiente, el
tener que pensar en miles de actividades para que el aprendizaje sea más
agradable y fácil para todos, el aprender a ocuparse de alumnos
complejos, todo eso hace que mi trabajo entre semana, con el que me
gano el dinero suficiente para poder pagar los pasajes y el desayuno del
sábado, valga la pena. Dentro de CADES me he encontrado que todas las
personas que integran este grupo se vuelven parte de una gran familia,
una familia que busca un bien común que nada tiene que ver con los
integrantes de esa familia sino con aquellos que pueden ser tocados por
ellos y mejorar sus vidas. Cada que una persona me comenta que logré
dejarle algún conocimiento que le servirá en su vida, por muy pequeño
que sea, me hace sentir que tengo un propósito en la vida muy diferente a
enriquecerme o tener un trabajo que sea bien visto por la sociedad.
El ser maestro es algo que se tiene de familia, mis abuelos, mis tíos,
mis primos y mis padres, todos son maestros por convicción y no por
necesidad y yo sólo necesitaba quién me acercara a la docencia para
ver que también para mí el dar clases es algo que le da ‘sentido a mi
vida’.
Por las razones antes expuestas es que continuaré con ese trabajo
que tanto me llena como persona y que realizo con tanto gusto cada
sábado que porto mi camiseta de Asesora voluntaria CADES.”
Edda Jagguit Delgadillo Buenrostro.
Egresada de La Universidad La Salle.
Licenciatura en Psicología.
Asesora CADES.
Descargar