Libro Como empezó mi hogar. hogar. Serranía de la Macarena. Autor: Rafael Aguirre Bejarano. Cali agosto 2014. CONTENIDO: Carátula El traslado a primavera Cuando conocí a Mete El reto La conversación con el viejo La noche del alumbrado La boda La copa de vino El primer desayuno La vivienda La invitación a Almorzar La reunión familiar El sobre La llevada de la cama El viaje de bodas Buga Primeras compras El formulario para la casa Los requisitos El préstamo de los $10,00 Segundo préstamo El programa de vivienda El préstamo internacional Ocupación de la casa Pago de deudas y compra de materiales Muebles de sala y comedor El televisor Trabajos adicionales La ayuda a mis padres Los carros Los libros Mosaico familiar Mensaje bíblico. Historia como empezó a formarse mi hogar. El traslado a primavera. En 1958 siendo policía trabajaba en la guardia en el cuartel en la ciudad de Roldanillo (V), un lunes en la mañana fui notificado en el comando del Distrito de que estaba trasladado al puesto de Primavera, un corregimiento del municipio de Bolívar con centro urbano enclavado en la cordillera occidental cuyos pobladores en su gran mayoría eran de ascendencia antioqueña, llegué a Primavera, el pueblo estaba desierto sus gentes en sus ocupaciones cotidianas y solo los domingos había concentraciones en la plaza y en sus calles mucho movimiento de personas por motivo de ser el día de mercado y actividades religiosas, tornándose en un ambiente festivo asimismo el último viernes de cada mes cuando hacían la feria ganadera y los campesinos salían a vender o comprar ganado vacuno, equino, porcino y las especies avículas entre otras mercaderías, era un pueblo con renombrado título de violento, hombres muy caracterizados como criminales tenían asiento en esa región de donde había corrido mucha sangre humana durante varios años, de un clima envidiable, allá en lo alto de la cordillera occidental, su suave brisa de las tardes, el repicar de las campañas de la iglesia parroquial, la música del alto parlante del teatro hacían acogedora la vida de ese terruño, en esos años todo el norte del valle estaba muy azotado por la violencia política que había comenzado el 9 de abril de 1948 con el asesinato del líder opositor del gobernó Dr. Jorge Eliécer Gaitán en el llamado bogotazo con el cual la capital del país quedó semi destruida. En los pobladores se sentía en su gran mayoría el sentimiento de odio y de acabar no solo con sus congéneres liberales sino también con los policías de vigilancia, ellos solo aceptaban aquellos policías que usaban uniformes de carabineros, en su creencia campesina los carabineros para ellos no eran policías, por los de vigilancia profesaban desprecio. Para entonces la Institución policial estaba en un proceso de transformación nacionalizando las unidades departamentales, creando Escuelas de formación y ya la policía hacía parte del Ministerio de Guerra (ahora Ministerio de Defensa Nacional) y las policías municipales a cargo de los Alcaldes las habían extinguido por haberse politizado y corrompido y habían perdido su norte, las gentes de bien los llamaban “Cholavitas”. En pueblos y campos ignoraban que esa mala noche institucional había pasado y la nueva generación policial estaba para salvaguardar la vida, honra y bienes de la comunidad. Yo advertido en el comando de cómo era la situación en Primavera de que a los policías de vigilancia los atacaban frecuentemente y de que solo a aquellos que usaban prendas de carabineros eran bien vistos y acatados, aproveche que como yo tenía briches (Pantalones bombachos) y botas (Polainas) por haber hecho el curso de caballería (carabinero) meses antes, me vestí con esas prendas como medidas de prevención y seguridad y para ser bien mirado en la región. Cuando conocí a Maria Teresa. El primer domingo en ese pueblo en plena misa mayor (la del medio día) miré a mi izquierda y de pronto observé que una joven me estaba mirando ella sentada en el piso, se cruzaron nuestras miradas momento en el cuál sentí el impacto que es indescriptible, dejándome impresionado, al salir de la iglesia intercambiamos unas pocas palabras que ya olvidé, la seguí con la vista hasta que cruzó una esquina, y no la vi más, al día siguiente el inspector de policía ordenó a los policías que hiciéramos una encuesta, yo pedí que se me asignaran el sector por donde había visto que la muchacha se había ido con la esperanza de localizarla; así fue después de recorrer algunas cuadras y casas haciendo el trabajo preguntaba a las personas por ella haciéndolo por señas porque no sabía el nombre pero que vivía en ésa área estando en una casa al término de la jornada al frente donde me hallaba se abrió la puerta de una casa quedando al descubierto la figura juvenil y alegre de la mujer que había visto el día anterior, mi alma se iluminó y se embargó de gozo y seguidamente me dirigí a ella aprovechando el trabajo que realizaba como simulacro, no fui bien recibido por su familia, sin embargo eso poco importaba, era a ella a quien buscaba y la había encontrado. En los siguientes días se inició nuestro romance que se vio lleno de inconvenientes porque no fui bien visto en su familia por ser policía y forastero, su familia empezando por su padre en el pasado había tenido desavenencias con policías y por eso no los querían y se aterrorizaban ver uno en su familia, como había oposición, ella con pretextos salía para podernos ver, salía todas las tardes a la Iglesia dizque a rezar novenas acompañada de una de sus hermanas, salidas que duraron muy poco porque por evitar que nos viéramos la encerraron, es decir no la volvieron a dejar salir de la casa, a partir de ese momento nos empezamos a comunicar a través de boletas y cartas ya empezado el mes de diciembre me hizo saber que se la iban a llevar lejos a donde un familiar, no sabía si para Apia Caldas donde el hermano mayor o para Medellín donde un pariente sacerdote católico. Informado de tal situación le propuse matrimonio pero que primero se tenía que decidirse a salirse al escondido, propuesta que ella acepto no sin antes hacerle saber de qué yo no poseía medios económicos para ofrecerle por el momento, no tenía dinero y solo dependía de mi salario como policía. El Reto. Me tracé como meta el reto de buscar la manera de hablar con el viejo, fue así que una tarde lo enfrente en la plaza del pueblo cuando el viejo cabalgaba un hermoso corcel, le llame la atención y con gesto de disgusto me atendió y después de escuchar mi requerimiento me contestó “que para que quería enredarme con esa muchacha que no servía para nada”, el dialogo no tuvo mucha duración ni armonía, nada de cordialidad de parte del padre de ella que se alejó rápidamente en su caballo en forma intrépida dejándome sólo pero en mi alma anidada la satisfacción de un deber cumplido. Propuesta de matrimonio. Ya comprometido agilice lo que iba a ser, aproveché una misión oficial de ir a Roldanillo, conseguí cinco pesos prestados y me trasladé a mi pueblo natal, San Pedro (V) a sacar mi partida de bautismo y certificado de soltería que los expedía la parroquia, seguidamente fui a la casa de mis padres a Todosantos a recoger un traje nuevo que tenía allá guardado y a pedir la bendición de mis padres por si me casaba, cumplida esas diligencia regresé a Primavera, contraté un campero para que me hiciera la carrera a las once de la noche el día siete de diciembre (noche de alumbrado de la virgen inmaculada en Colombia), era domingo cumplí con mis deberes y ansioso esperaba la hora cero para estar con mi amada. Hubo otros acontecimientos en el corto tiempo del noviazgo que aparecen en el libro “Memorias y Recuerdos” de mi autoría que no mencionaré en esta historia. La noche del alumbrado. Esa noche del siete de diciembre cuando ya se extinguía el fulgorio y alegría del alumbrado salí en el campero (único medio de transporte motorizado) y pasando frente a la casa de la familia Gómez Arcila, dimos la señal convenida previamente, un pitazo, subimos un poco y nos regresamos y ella estuvo lista a la orilla de la calle la recogimos y nos fuimos a la pensión donde ya tenía una habitación reservada. Al siguiente día por las rendijas de la ventana mirábamos a sus padres, hermanos y parientes que nos buscaban y hacías averiguaciones sobre nosotros, un rato después tomé la decisión de salir a enfrentarlos, me fui a la Inspección y los mandé a llamar, ellos llegaron con sus rostros compungidos unos, otros llenos de ira y muy expectantes a lo que les iba a decir, primero el saludo y seguidamente les dije yo sé que nos estaban buscando, seguidamente uno de ellos dijo dónde la tiene, en un lugar seguro les dije y díganme que quieren, ellos dijeron que se tienen que casar y yo les dijo eso fue lo que les dije desde el principio cuando hablé con don Luis el día que lo paré en la plaza para hacerle saber mis intenciones y no me aceptaron, yo sigo con mi promesa de casarme, ellos dijeron vamos entonces a hablar con el padre (El cura párroco) seguidamente les dije ya hable con él y se negó a casarnos por eso me toco actuar como lo hice, sin embargo yo le dije al cura usted nos casa a las buenas o a las malas, fuimos en grupo a la casa cural y hablamos con el sacerdote era lunes y nos dio cita para el día siguiente a las seis de la mañana, yo le dije pero padre mañana es martes y el refrán popular dice que en martes ni te cases y te embarques y contesto esos son agüeros. Entonces fuimos a la pensión y la llamé, ella salió y le dije todo está arreglado y ellos la invitaron que se fuera con ellos a alistarse para madrugar al matrimonio. La boda. El martes antes de las seis de la mañana llegaron con ella a la Iglesia Parroquial “San José de Primavera” y a las seis y media terminó la ceremonia, ellos o sea sus padres, hermanos y parientes salieron en fila india agachados sin mirarnos ni despedirse, demostrando estar bravos, nosotros quedamos parados en el atrio de la iglesia, ella feliz, yo como los payasos sonriendo y ocultando mis dificultades, por falta dinero para enfrentar mi nueva obligación, alimentos y vivienda. La Copa de vino Por varios minutos permanecimos en el atrio de la Iglesia con los curiosos que nos rodeaban hasta que llegó corriendo el compañero y comandante del puesto que la noche anterior se había comprometido asistir a la boda para acompañarme por si algún familiar trataba de agredirme, al llegar se excusó porque se había quedado dormido y seguidamente nos invitó ir a un establecimiento público a tomar una copa de vino para celebrar, acto que agradecí enormemente porque ya tenía un pretexto para moverme del lugar, aceptamos el ofrecimiento nos fuimos al establecimiento y mientras dialogábamos y festejábamos tomando la copa de vino mis pensamientos iban veloces como sería los momentos que se avecinaban. La invitación a desayunar. La misericordia divina se hizo presente, llegó el padrino (testigo) de bogas, el Sr. Horacio Rodríguez uno de los maestros de la Escuela Pública del lugar y me dijo: Rafael los invito a mi casa a un desayuno, mi alma se embargó de alegría y se ilumino mi espíritu de felicidad, le agradecí mucho, ya tenía un lugar dónde llevarla y solucionado el problema del primer desayuno para mi esposa. La vivienda. Cuando estábamos desayunando Horacio me llamó aparte y me dijo: Rafael te voy a hacer una propuesta y no me vallas a despreciar porque hasta perdemos la amistad, le dije que será, me dijo quiero que compartamos esta casa para ustedes y nosotros, esta casa es grande y nosotros somos solos, y me señaló el cuarto de adelante, diciendo quiero que lo ocupen, se lo acepté, en ese momento mi alma se regocijaba de agradecimiento a Dios, otro problema solucionado, luego le pedí permiso a nuestro anfitrión para dejar a mi esposa un momento con ellos mientras iba a una diligencia al centro, fui a la pensión y pedí a la dueña del restaurante donde me asistía mi alimentación y le pedí otro cupo, ella sabía para quién era porque ahí era donde habíamos pernotado la primera noche, me acepto y volví pronto a mi nueva vivienda. Invitación a almorzar. Rato después llegó Elías el hermano menor de mi esposa que era aún un adolecente y me preguntó verdad que ustedes se van para Cali? Pregunta que me tomó de sorpresa, medite un instante y le respondí sí, como él no me preguntó cuándo yo pensé más adelante se podrá hacer el viaje. Elías seguidamente nos dijo es que mis papas están muy tristes y llorando porque no saben si volverán a ver a su hijita, ellos los mandan a invitar a un almuerzo, a lo cual le dije bueno si Dios quiere allá estaremos. Reunión familiar. Cuando llegamos había una gran congregación de familiares, yo no los conocía, solo como tres o cuatro, ellos eran quince hermanos, las cuñadas y cuñados, sus hijos, algunos primos y otros parientes, yo estaba muy asustado en medio de tantos desconocidos que me iban presentando, trascurrían las horas muy lentamente para mí que estaba muy estresado y como a las cuatro de la tarde le pedí prestado un caballo a uno de los asistentes parientes de mi esposa para salir a dar una vuelta, tomar un nuevo aire y respirar tranquilo un poco. El sobre. Al pasar frente a la oficina de correos me llamó la empleada y me entregó un sobre que me había llegado de la Gobernación del Valle donde me notificaban que debía pasar por la tesorería a reclamar unos cheques que tenía pendientes de unas prestaciones sociales que me estaba debiendo el Departamento por unos servicios prestados cuando serví como Inspector Departamental de Policía antes de ingresar como Agente de Policía. Llevada de la cama. En la noche regresamos a nuestra nueva vivienda busque a un señor que era minusválido sordomudo que hacía el aseo en las calles del pueblo y le pedí que en su carreta me trasladara la cama oficial que ocupaba en el puesto de policía y mi maletín con mis pertenencias al sitio donde íbamos a instalarnos. De los cinco pesos que había tomado prestados para viajar en la comisión a Roldanillo y a San Pedro, solo me quedaba en mi bolsillo un peso con ese dinero pague el servicio del traslado de mis primera vivienda de casado. pertenencias a mi El viaje de bodas. Pasó esa primera semana y al siguiente lunes nos madrugamos para Todosantos fuimos y presente mi esposa Maria Teresa a mis padres, hermanos y familiares, ahí la dejé algunas horas con ellos mientras fui a Cali a cobrar los cheques. Buga. En la noche nos fuimos a Buga y lo primero que hicimos fue asistir a la “Basílica del Señor de los Milagros”, Santuario éste que venera la imagen del Cristo crucificado, para agradecer a Dios ese cumulo de bendiciones conque me había bendecido todos esos días. En Buga pernoctamos y al día siguiente salimos de compras, adquirimos los elementos primarios para iniciar nuestra vida matrimonial, una estufa pequeña de dos boquillas a petróleo, ollas, platos, cucharas entre otras, al llegar a Primavera hicimos el primer mercado. Primeras compras Pasaron muchos años para lograr adquirir el primer armario, la primera nevera que fue de segunda, en una fiesta de la madre la primera Licuadora, siguieron pasando los años y consiguiendo las diversas cosas del hogar. El formulario para la Casa. Vivimos en muchos inquilinatos en los diversos lugares donde me enviaban a trabajar en razón de ser policía y continuamente me cambiaban de ciudad o sitios hasta que llegó el feliz día en que leí en el periódico un domingo que el Instituto de Crédito Territorial, iba a entregar formularios al día siguiente en el Estadio Pascual Guerrero en Cali, por esa época yo me desempeñaba como secretario de la Tercera Estación, ese lunes madrugue y organicé la correspondencia para el comando y las nueve me fui a buscar el formulario, los alrededores del Estadio estaba lleno de gentes que desde la noche anterior habían pernoctado en la fila para lograr la posibilidad de alcanzar a recibirlo, me salvó estar uniformado y así atropechadamente logré llegar a la ventanilla y adquirirlo. Los requisitos siguientes. Para construir las viviendas el ICT exigió que cada adjudicatario presentara unos documentos, yo los conseguí, viajado a los lugares donde estaban registrados, incluyendo también una consignación de $90, pesos que conseguí empeñando un radio que estaba pagando a crédito hice la radicación y seguidamente me dieron otro boletín que incluía otra consignación por valor de cuatrocientos noventa pesos ($490,00) era para financiar los honorarios del Ingeniero que iba a tener a cargo la obra; yo quedé desconcertado era casi imposible conseguir todo ese dinero, teniendo en cuenta que mi sueldo mensual era de $220,00 (doscientos veinte pesos mensuales) de los cuales había descuentos obligatorios y neto quedaba alrededor de $200,oo peos. Hable con familiares, amigos y nadie me paraba bolas, yo lo único que les ofrecía como garantía para el préstamo era una promesa de un dinero que estaba esperando por prestaciones sociales que me debía el Departamento del Valle al haberse efectuado el cambio de agente departamental a nacional pero que no se sabía cuándo lo cancelarían, para pagar la deuda, luego tomé la decisión y viajé al norte del valle a buscar los conocidos que había dejado en lugares de donde había trabajado, pero el dinero que tenía en el bolsillo solo me alcanzó para llegar hasta Bugalagrande. Primer préstamo por $10, OO. En Bugalagrande Valle en el convento de monjas estudiaba y trabajaba mi hermana Carmen, llegué hasta ese establecimiento religioso y no la encontré como era lunes las monjas estaban en Tuluá mercando, me senté en el parque y como a la una de la tarde entró la camioneta del convento y mi hermana me vio ahí se detuvo el carro y hablamos y me dijo que la esperara, al rato salió y me prestó $10 (diez pesos) con ese dinero seguí hasta Cartago entrando a los pueblos buscando la solución a mi problema, en la noche llegue al Dovio donde los suegros y cuñados, allá amanecí pero tampoco me solucionaron nada, Luis el cuñado que era comerciante y tenía una tienda de artículos de talabartería, como sillas, correas, y todo lo relacionado con ese medio al exponerle mi caso me dijo si hubiera venido ayer con mucho gusto pero hice unos negocios y ahora no tengo efectivo, me regresé a Cali, endeudado con Carmen y sin haber hallado solución alguna. Segundo Préstamo por $490, OO. A la siguiente semana el día lunes se cumplía el plazo del ICT para consignar los $490,00, yo ya estaba resignado a perder esa oportunidad y mi ilusión de tener casa propia estaba en el piso, cuando entró a mi oficina el agente Néstor González (Q.P.D.) y me dijo: Mi dragoneante ya consiguió la plata que buscaba? No González le dije, enseguida él me dijo dígale al negro Flores que él presta plata, le dije ya le hablé y me dijo que no tenía, replicó González dígale que yo sé que él tiene plata, seguidamente me dijo mándeme con él esta tarde a patrullar y yo le hablo y él le hace el favor, llamé al comandante de la escuadra donde ellos trabajaban y le ordene que los pusiera juntos a esos agentes esa tarde y cerca de la Estación y en un buen sector, en la tarde acababa de abrir la oficina a las dos de la tarde cuando llegó el agente Eliseo Flores y me dijo mi “agonizante” (porque así pronunciaba él comiéndose algunas letras), ya consiguió la plata? Le contesté no Flores fue imposible, luego dijo yo se la voy a prestar y sacó del bolsillo todo ese dinero y me lo pasó, yo no sabía cómo agradecer tan grande favor, seguidamente me fui corriendo a las oficinas del ICT y consigné, creo que fui el último, así fue que llegó esa bendición de la vivienda. El programa de la vivienda. El programa de vivienda estaba localizado en dos sectores, “Calima y La Fortaleza II Etapa”, yo me incliné por el sector de Calima, asistí a la primera reunión de posibles adjudicatarios y entre lo acordado ese día se dijo que no permitirían construir Cambuches, que debería ser en ladrillo y vivienda moderna, ante esa información me desanimé y cambié decidiéndome por el sector de la Fortaleza II Etapa donde no había exigencias de esa clase y empecé a asistir a esas reuniones. Para entonces no sabíamos que nos iban a financiar la construcción con un préstamo internacional a quince años, en mi mente estaba era construir una vivienda en guadua y palmicha, buscando esos materiales entre mis parientes de Montegrande, la guadua la podía tomar de una mata comunal para las personas lugareñas y mi madre y tíos eran de esa vereda, la palmicha los tíos me la podían obsequiar y esos eran mis planes y la razón por lo que desistí del programa de Calima. El Préstamo Internacional. La bendición llegó en dos partes, el ICT dio el lote en la urbanización La Fortaleza II Etapa y la segunda parte fue un préstamo por valor de $2.500 pesos en materiales, del programa de la Alianza para el Progreso que dio EE.UU en el gobierno presidido por el Presidente Jhon F. Kennedy. Ocupación de la casa. Pasaban los meses y el Ingeniero de la obra no entregaba las casas, nosotros desesperados pagando arriendo y con las dificultades para que nos admitieran por tener dos niños pequeños, (Freddy y Helena) y como cada quién sabía cuál era la suya empezamos a ocuparlas, nosotros fuimos los terceros en llegar, no había agua, ni energía, ni alcantarillados, solo las paredes y el techo en eternit pisos en tierra, sin repellos, sin puertas, sin ventanas. Pago de la deuda y compra de materiales.. En esos días llegó el dinero que me debía el gobierno departamental le pagué a Flores y al recibirlo el dinero me dijo y los intereses, le dije no me alcanzó la plata pero seguro que Dios le recompensará. Con el poco dinero que me quedó pagué las otras deudas mismo compré una puerta, guadua y esterillas, clavos y alambre e hice tapar los espacios de las ventanas, hice hacer una puerta de esterilla para el interior, compré tubería de gres, abrimos las zanjas e instalamos las cañerías, adquirí alambre electro de segunda en las chatarrerías e hice las instalaciones eléctricas, compré canecas y mangueras, de noche con otros vecinos nos conectábamos para recoger el agua para el servicio, era por turnos y nosotros éramos los últimos y el poquito de agua nos llegaba a la madrugada, para lavar la ropa Teresa iba donde las esposas de otros policías en la Fortaleza y le prestaban lavaderos. Dormíamos dentro de toldillos porque había mucho zancudo. Ese fue el comienzo de nuestra casa en San Carlos. Muebles de sala y comedor. Después vinieron los muebles de sala y comedor y así en forma sucesiva en diversas temporadas se fueron consiguiendo los elementos y demás cosas para ofrecerle comodidades a mi familia. El Televisor. Cuando el hombre llegó por primera vez a la luna, el 20 de Julio de 1969 en la misión Apolo 11, bajo la dirección de Neil Armstrong bajó del módulo lunar “Águila” convirtiéndose en el primer hombre en pisar la luna, sus compañeros de tripulación fueron Michael Collins y Edwin E. Aldrin. Mi hijo José Freddy colgado en una ventana de una vecindad logró ver el magno acontecimiento, los domingos lo seguía haciendo y recibiendo regaños de los dueños de la casa que poseían el moderno invento, porque no solo él sino muchos muchachos se aglomeraban para ver televisión, esa situación de incomodidad para mi hijo se fue volviendo una necesidad que debía solucionar, pasaban los días y en mi mente estaba presente que debía encontrar la oportunidad para ofrecerle esa comodidad a mi hogar porque ya la familia había aumentado. Pedí unas vacaciones acumuladas que tenía y me puse a trabajar en el Teatro Bolívar, con ese salario de los tres meses compré mi primer televisor por ese tiempo solo eran a blanco y negro y un solo canal. Trabajos adicionales. Haciendo declaraciones de renta, diligenciando documentos para matricular bicicletas, vendiendo rifas, declaraciones extra-juicio para registrar muchachos que no tenían registros civiles, cartas, contratos de compra venta y otras actividades de esa índole, ganaba dineros adicional y así compraba las cosas que con el sueldo no alcanzaba, como fue un tocadiscos, una máquina de escribir, una bicicleta, después un equipo de sonido entre otras. La ayuda a mis padres y hermanos. Es de advertir que la limitación del sueldo era porque desde mi primera juventud ayudaba a mis padres porque para decirlo de alguna manera nosotros nunca habíamos sido pobres sino miserables que habíamos sobrevivido anteponiéndonos a la adversidad y solo hasta cuando yo empecé a trabajar dejando de lado mi posibilidad de estudiar asumí la responsabilidad de hacerme cargo del sostenimiento de ellos y mis hermanos especialmente de los últimos cinco que los cogí muy pequeños hasta que crecieron y fueron autosuficientes en parte y luego que Carmen tuvo buena posición económica me dijo Rafael descanse ya de esta obligación que nosotros la seguimos. Es de advertir que el hecho de ayudar a mis padres y hermanos me traían por momentos dificultades en mi hogar porque no faltaban molestias entre nuera y suegra, el ambiente del entorno llevaba y traía comentarios negativos ocasionales que afectaban mi yo interior por el choque de los dos extremos afectivos que iban fuertemente atados e indisolubles que me impedía ladearme a cualquiera de ellos y consecuencialmente me traía amargura a mi ser. Esos largos años llenaban mi vida de satisfacción el poder estar al frente de las necesidades del hogar de mis padres, de niño acompañaba a mi mamá a la búsqueda de recursos y cuando empecé a trabajar le entregaba todo el jornal dejando para mí solo un peso que me ganaba haciendo horas extras para mi diversión y placer que consistía en alquilar bicicletas e invitar amigas a comer helados unas veces otras ir a cine. Los Carros. Años después llegó la camioneta, la pagué en dos cuotas, después el Taxi verde, seguidamente la casa de Bogotá que pagué en varias cuotas, con la venta del Taxi, las prestaciones del servicio en la Policía y con utilidades de la tienda que tuve en Bogotá y con la venta de la casa de San Carlos, cuando me retiré de la Policía nos fuimos a vivir una temporada a Bogotá, el día que nos íbamos me gané una motocicleta en una rifa, después vendí la casa de Bogotá y compre la casa de los Álamos en Cali, y el taxi negro, después nos fuimos a Buenaventura y tuvimos una tienda, de allá nos volvimos a Cali y seguimos con tienda de abarrotes la que vendí cuando ingresé a la Iglesia por respetar el día de reposo y la palabra de sabiduría (venta de licores y tabaco) y volví a emplearme como representante de ventas cuando vendí el Taxi negro. Ahí no han parado las bendiciones, llegaron los años dorados, el evangelio restaurado a nuestras vidas, los llamamientos para servir en la obra de salvación, los nietos, las bis-nietas, los viajes, el computador y la oportunidad de escribir mis memorias y ver partir al paraíso a mis padres, estar sellado para vida eterna con ellos y con mis hijos en la Casa del Señor, con la satisfacción que mis nuevas generaciones ya están sellados también en el templo porque las esposas y esposos de ellos también son miembros de la casa del Israel moderno. Otro grande logro es la obra vicaria realizada, llevando a varias generaciones de antepasados de las dos familias a los registros sagrados de los santos templos con las ordenanzas de salvación y un crecido número de nombres de ellos en proceso en la Casa del Señor. Libros de mi autoría: • Historia Familiar 1990. • Memorias y Recuerdos. • Registro Genealógico (rojo). • Registros Genealógicos (verde). • Libro de Genealogía (negro). • Historia y Recuerdos Familiares. • Preludio Histórico y Geográfico del Municipio de San Pedro. • Todosantos. • Experiencias Espirituales, Temporales & Emocionales. • Fe en cada paso. • Libro de Recuerdos. • Remembranzas de Episodios. • Mate. • Genealogía de Helena. • El sueño de viajar. • El Bicentenario (Andrea). • El sueño de viajar e historias de vida, • El Libro de su vida y milagros del patriarca. • El sueño con el bis abuelo Andrés Ospina. • Avancemos en Obra Genealógica. • Historia cómo empezó a formarse mi hogar. Mosaico familiar . Nietos Bis- nietas. Yernos y nueras. Mensaje: Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente. He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho. Génesis 28:14,15.